Motor policarburantes

Motor preparado para funcionar con

combustibles diversos.

Existen motores policarburantes tanto de

encendido normal como espontáneo.
Frecuentemente, se trata de motores
normales adaptados, mediante
instalaciones especiales, al funcionamiento
con un segundo combustible; son
numerosos también los motores,
generalmente para aplicaciones militares o
agrícolas, estudiados expresamente por el constructor para que puedan funcionar con
combustibles diferentes.

Entre los primeros figuran los motores de encendido por chispa con instalaciones de GPL
o de metano, que pueden funcionar alternativamente con gasolina o con gas, y los motores
Diésel dual fuel, que pueden funcionar con gas-oíl o con GPL (o metano), pero siempre
con inyección piloto de gas-oíl.

El funcionamiento de los motores de explosión con gas es posible gracias al elevado

número de octano de este combustible; en cambio, su empleo en los Diésel es posible
gracias a la inyección piloto de gas-oíl, que elimina el problema del excesivo retraso del
encendido de los GPL. Sin embargo, ni uno ni otro de estos motores pueden funcionar
con todos los carburantes que se obtienen por la destilación del petróleo (gasolina, ke-
roseno y gas-oíl). Existen motores policarburantes que sólo satisfacen parcialmente estas
exigencias (multi fuel): se trata de motores Diésel que, además-de gas-oíl, pueden utilizar
los combustibles intermedios de las turbinas (keroseno, JP4, JP5).

Asimismo, para que los motores Diésel funcionen también con gasolina es necesario
vencer el gran obstáculo del excesivo retraso del encendido de este carburante, retraso
que, por otra parte, es común a todos los combustibles con elevado número de octano.
Este obstáculo se ha superado a veces con la construcción de motores híbridos, provistos
de un encendido eléctrico junto al de inyección y que suelen funcionar con carga
estratificada.

El problema puede resolverse también actuando sobre el modo de introducir el combustible en

el cilindro. Un prolongado retraso en el encendido es inaceptable por la excesiva cantidad de
carburante que participa en la violenta combustión que sigue inmediatamente al encendido;
pero, como las gasolinas sólo pueden inflamarse en estado de vapor, bastará procurar que gran
parte del combustible inyectado se deposite convenientemente sobre las paredes de la cámara
de combustión (vaporizándolo solamente después de la inflamación de las primeras partículas)
para obtener una combustión suficientemente progresiva. Siguiendo este criterio se han
construido motores Diésel al fuel, tanto de cámara de pre combustión como de inyección
directa.