FRATERNIDAD DEL CÍRCULO DORADO

Escuela de Qabalah Mística y Misterios Occidentales

EL MUNDO INTERIOR
Introducción a la Qabalah Mística

Lección No. 2
El Ser Creado
La Respiración
El Mundo Interior Lección No. 2

El Mundo Interior, Introducción a la Qabalah Mística.

® 1989, 1992, 2000, 2014 Jorge Alberto Nájera González, Alejandra Mora
Espinosa. Fraternidad del Círculo Dorado. Todos los Derechos Reservados Interna-
cionalmente. Prohibida la reproducción total o parcial en cualquier forma, sin
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® 1989, 1992, 2000, 2014, JANG, AME, Fraternidad del Círculo Dorado. 2
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EL MUNDO INTERIOR

Lección No. 2
El Ser Creado - La Respiración

2.1 En la lección anterior iniciaste un estudio que te llevará a nuevas formas de

pensar. Si es tu primera aproximación a la Qabalah posiblemente estés lleno de
dudas y abrumado con ideas complicadas o difíciles de comprender. Lo que te re-
comendamos es que tengas un poco de paciencia y no te detengas en el estudio y
trabajo con las lecciones. Más adelante habrá momentos en los que podrás
repasar y los conceptos serán entendidos con mayor claridad.

2.2 Recordemos de la lección anterior que el Creador1 tuvo el pensamiento y la

intención de realizar la creación para que los seres creados se pudieran bene-
ficiar del gozo que Él les otorgaba. A esta intención se le conoce como “el pensa-
miento creador” o “la luz superior”. Hay que entender que esta luz es una emana-
ción del Creador pero que no es Él mismo. Su esencia es incomprensible para los
seres creados, ya que tiene su existencia más allá de lo que se denomina los velos
de la existencia negativa 2. Sin embargo, el vínculo irrompible que mantiene unido
al Creador con su creación y que establece la comunicación entre ellos es la luz
superior.

2.3 El objetivo del Creador es crear a un ser que pueda experimentar la luz como
gozosa y deseable, es por lo que al ser se le llama alma o “recipiente” para recibir
la luz. A la emanación de la luz del Creador se le llama “la raíz” debido a que de
ella surge toda la existencia. A partir de la raíz, el alma (recipiente), que está uni-
da en una ola de vida, inicia un proceso para lograr su diferenciación e individua-
lidad hasta llegar a adquirir un vehículo físico. Este desarrollo se consigue en cin-
co etapas:

0. La luz superior (La raíz).

1. La luz de sabiduría (Aur Chokmah).
2. La luz misericordiosa. (Aur Chesed).
3. El poder de vida.
4. El ser creado (Malkuth).

2.4 La etapa de la raíz o luz superior ya se mencionó y es algo que sucede en el

interior del Creador, por lo que no puede ser comprendida por los seres creados.
Se le asigna el número cero ya que reside en su mente y es no es manifiesta
desde la perspectiva de la creación. Es el principio oculto de donde emana la luz
de Él.

1 A lo largo del curso estaremos usando el término “Creador” para referirnos al Ser
Supremo, al concepto de divinidad absoluta o Dios.
2 Estos tres velos son: Ain, la negación, el límite; Ain Sof, lo ilimitado y Ain Sof Aur, la Luz

Ilimitada.

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2.5 La luz que emana del Creador también contiene el deseo de disfrutarla (el
deseo de recibir la luz) y por otra parte el de otorgarla. La cantidad de gozo reci-
bido depende solamente del grado de la voluntad de recibir el gozo. En el mundo
espiritual no existe coerción y la plenitud siempre es algo conforme al grado del
deseo de recibirla.

Fiat Lux: La Luz Inunda el Espacio Creativo

2.6 El Creador crea un alma o recipiente de sí mismo y lo llena de su luz. El gozo

que siente el ser creado al recibir esta luz es llamado la luz de sabiduría y es el
primer paso en la creación. Sin embargo, el deseo de recibir la luz aún no es
independiente y no proviene de una decisión libre, ya que se encuentra contenido
en la luz misma y es un deseo recibido directamente por mediación de la luz.

2.7 Un ser creado completo es aquel que por sí mismo desea beneficiarse de toda
la luz que proviene del Creador, y para poder disfrutar dicha luz, el ser creado
debe desear libre y voluntariamente llenarse con luz. Esto significa que el deseo
proviene de él mismo y no del Creador. Para que el ser creado desee recibir la luz,
debe saber lo grande del placer inherente en ella. Para que reconozca esto
primero debe estar lleno de la luz y después en una situación en la que no la
tenga. Sólo así surge el verdadero deseo por recibirla.

2.8 De esta manera surge un anhelo por la luz que es un nuevo deseo y es parte
de la voluntad independiente del ser creado. En este momento se da un proceso
de desarrollo en el que el ser busca saber dónde encontrar gozo y aprende a de-

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searlo. A esta condición, en Qabalah, se expresa como una ley: “La expansión de
la luz dentro del ser creado con el deseo de recibir y el alejamiento de este deseo,
hace al alma merecedora de la labor de recibir toda la luz y beneficiarse de ella”.

2.9 Una vez que se ha completado el primer paso y la luz ha llenado al alma con
gozo y ésta la disfruta, repentinamente siente un deseo de otorgarla de la misma
manera que la luz lo hace; la razón, como dijimos anteriormente, es que el Crea-
dor llena a la luz con la habilidad de conceder al alma el deseo de dar además de
recibir.

2.10 La segunda etapa, llamada la luz de misericordia, es el gozo que se obtiene

al otorgar la luz a semejanza del Creador. De esta manera, la primera etapa
(deseo de recibir) y la segunda (deseo de dar) son opuestas.

2.11 Cuando el alma se beneficia con el deseo de recibir, siente que la luz es
quien otorga y que ella es quien recibe, y desea ser igual que la misma luz, sin
deseo de recibir, deseando sólo dar. Por lo tanto, el deseo de recibir desaparece y
permanece un vacío en ausencia de la luz de sabiduría. Recordemos que el gozo
no se obtiene a menos que se desee.

2.12 Debido a que la luz de sabiduría contiene el poder de vida, no puede haber
una ausencia total del deseo de recibirla. De esta manera, si desea existir, el alma
está obligada a recibir un poco de la luz de sabiduría. Así en esta nueva etapa (el
poder de vida) contiene dos deseos: el deseo de ser como la luz al otorgar gozo y el
deseo de recibir algo de la luz de sabiduría. Así el alma percibe dos tipos de luz: la
luz de misericordia, con el deseo de dar, y el deseo de recibir un poco de luz de
sabiduría.

2.13 Finalmente, cuando el alma se percata de que la luz de sabiduría es su

poder de vida por naturaleza, por una decisión independiente recibe esta luz en
su totalidad. Esta es la cuarta etapa llamada el reino (Malkuth), porque en ella
rige el deseo de recibir, también se le conoce como Olam Ain Soph,   ,
el mundo sin fin o ilimitado, ya que su deseo no tiene límites para recibir la luz, y
todas las luces de las etapas previas y la de la raíz están contenidas en ella.

2.14 Lo que hemos visto es que en la creación de un ser, la luz que emana del
Creador sigue un proceso de cuatro etapas de manifestación, en la que sólo en la
cuarta existen los seres creados manifestados en la materia. Los pasos an-
teriores son solamente procesos de desarrollo del ser. Lo cierto es que la totalidad
de la creación está contenida en la última etapa, en ella todo existe y es inundada
y sostenida por la luz divina. Más adelante veremos como estas cuatro etapas se
dividen en muchas partes: las sefiroth del Árbol de la Vida y los cuatro mundos.
La diferencia entre estas divisiones reside sólo en el grado de deseo de recibir la
luz.

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La Respiración
El Espacio y Tiempo para Meditar

2.15 La Sabiduría Eterna siempre ha reconocido la radiación del Sol como la

fuente de vida para este planeta, pero a diferencia de la ciencia moderna, tam-
bién reconoce la existencia de un Sol espiritual detrás de todos los soles en el
universo. Es a través de nuestro Sol que recibimos la posibilidad de experimentar
la vida física y gracias a su radiación nos podemos unir al principio espiritual que
inunda todo el universo.

2.16 Las escuelas de misterios han enseñado la forma de entrar en contacto con
dichas energías y todas coinciden en que el aire que respiramos es uno de los
vehículos por los cuales asimilamos gran parte de nuestra energía vital, otros
medios son aquello que comemos y bebemos. Las energías más sutiles son absor-
bidas por los vórtices de energía llamados, en Oriente, chakras y a los que en
Occidente llamamos los santos planetas internos. De dichos centros, el que
transforma la energía espiritual del Sol para un uso práctico es el chakra car-
díaco, el cual está atribuido al Sol.

2.17 La energía vital del aire ha recibido varios nombres, entre ellos Ruach,
Prana, Pneuma o el Aliento de Vida. La correcta respiración, trae por lo tanto,
salud y vitalidad a todo nuestro organismo. De hecho, el oxígeno que respiramos
es el combustible que mantiene las funciones orgánicas de nuestro cuerpo.
Existen muchas técnicas de respiración, pueden ser sencillas o complejas, algu-
nas pueden crear hiperventilación o trastornos fisiológicos. No recomendamos la
utilización de técnicas que supuestamente están diseñadas para abrir nuestros
centros energéticos. Despertar la Kundalini (la serpiente de fuego) o las corrientes
de energía llamadas en Oriente Ida y Pingala, sin una supervisión personal de un
maestro cualificado; ya que un mal manejo de nuestras energías puede
acarrearnos trastornos físicos y psíquicos.

2.18 En el presente curso utilizaremos una técnica de respiración que ha sido

utilizada sin riesgo y con éxito durante mucho tiempo. Consiste en una respira-
ción de cuatro tiempos: inhalar, retener, exhalar, retener. Se inhala contando
mentalmente hasta cuatro, se retiene el aire adentro mientras contamos hasta
dos, se exhala lentamente contando hasta cuatro y se retiene sin aire contando
hasta dos, antes de iniciar un nuevo ciclo de cuatro tiempos.

2.19 Al iniciar la respiración de cuatro tiempos, es importante mantener un es-

tado relajado, para lo cual hay que tener cuidado en no forzar nuestros músculos,
tratando de expandir nuestro tórax. La respiración debe ser profunda, llenando
primero nuestro abdomen y después nuestros pulmones. Una respiración correc-
ta no debe producir sonido alguno, debe ser suave, rítmica y siempre por la nariz,
tanto en la inhalación como en la exhalación.

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2.20 La respiración es una parte muy importante en cualquier proceso de rela-

jación y meditación. Habituar al cuerpo a un ritmo regular, disminuyendo la
velocidad de la respiración y haciéndola más profunda es una ayuda para la
relajación. Antes de iniciar una meditación hay que realizar 6 ó 7 respiraciones de
cuatro tiempos. No te preocupes demasiado en mantener este ritmo, poco a poco
tu subconsciencia irá ajustando el ritmo de tu respiración y la realizará automá-
ticamente.

2.21 Relajados, con una postura adecuada y una respiración rítmica, llegamos al
momento de la meditación. Es común la pregunta sobre ¿cuánto tiempo es apro-
piado meditar? En realidad no hay un tiempo determinado, probablemente al
principio de 5 a 10 minutos sean suficientes, tal vez otros necesiten 20 minutos o
más. Algunas personas pueden concentrarse más fácilmente y las ideas fluyen
rápidamente. Existen ocasiones excepcionales en las cuales experimentarás una
excelente realización y sientas la necesidad de más tiempo, en otras puede ser
que no obtengas resultado alguno después de un rato. Sea como fuere tu práctica
no sientas que no progresas, aunque durante varios días parezca que no consi-
gues nada. Es posible que te encuentres periodos áridos en los que en semanas
no obtengas nada. También a los ocultistas de alto nivel les ocurre y aún peor,
pasan por algo conocido como “la noche obscura del alma". Ésta es un tipo de de-
sierto mental donde nada vive o parece vivir, en el tiempo. Puede ser una de las
experiencias más devastadoras que puedas tener, y si estás entrando seriamente
en el ocultismo prepárate para encontrarla y no una, sino varias veces. Pero
siempre, más allá de estos desiertos hay un punto de luz, y tú saldrás de ese
desierto más sabio que cuando entraste. Todos los grandes sabios del pasado
pasaron por este desierto para encontrarse consigo mismos y tú estás siguiendo
una tradición de miles de años. Te encuentras en buena compañía.

2.22 Regresando al tiempo de meditación. Es bueno iniciar con periodos cortos,

tal vez de 10 minutos y acostumbrar poco a poco a la mente a estar concentrada
durante la meditación. Pero es una decisión personal y deberás elegir el tiempo de
meditación que funcione para ti, pues éste es, después de todo, un viaje de auto
descubrimiento.

2.23 Trata de establecer un ritmo de trabajo en tus prácticas, es mucho mejor

trabajar diariamente diez minutos que una hora una vez por semana. Establece
un horario y trata de adherirte a él, pero no te preocupes si imprevistos ocasio-
nales descomponen tus planes. Si por tu trabajo o estudios tienes horarios cam-
biantes y te es difícil establecer un patrón, busca una solución. Un tiempo regu-
lar es lo mejor, pero si no es posible, entonces haz lo mejor que puedas y las cir-
cunstancias podrán cambiar a tu favor. A la larga lo que más cuenta es la inten-
ción y el esfuerzo.

2.24 Ahora pasaremos a considerar el lugar apropiado para meditar. En realidad

todo lugar que te proporcione seguridad y privacidad puede ser utilizado. Con el

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tiempo y después de mucha práctica deberás ser capaz de meditar en cualquier

lugar, aún cuando esté repleto de gente o sea ruidoso. Pero por el momento lo
mejor es buscar un lugar tranquilo y cómodo, esto facilitará tu entrenamiento en
el arte de meditar. Tu recámara, la sala o un estudio pueden ser lugares excelen-
tes, pero primero deberás asegurarte de que nadie te moleste. Si te es difícil obte-
ner privacidad deberás hacer el esfuerzo y si es necesario, presionar para lograr-
lo. Todos tenemos derecho a un poco de tiempo para nosotros. Si es necesario
compra tu privacidad al costo de levantarte media hora más temprano, no es un
precio muy alto para los beneficios que obtendrás con el tiempo. Si eres lo
suficientemente afortunado como para poder destinar un cuarto propio para tus
prácticas ocultistas, habrá mucho que podrás hacer, pero no tenerlo no es excusa
para no realizar tus prácticas.

2.25 Procura que el lugar sea agradable y que te sientas a gusto en él. Puedes
utilizar una silla para sentarte, de preferencia elige una que te permita pisar fir-
memente en el suelo y colocarte en la postura de forma-divina. Puedes colocar
un cojín debajo de tus pies o un pequeño tapete. Como en la meditación no pre-
tendemos dormirnos, una cama o un sillón muy mullido puede no ser una buena
elección. Procura que la habitación tenga una temperatura agradable. Recuerda
desconectar o apagar tus teléfonos, los relojes de alarma también son mala idea,
pues pretendemos entrar a un mundo sin espacio ni tiempo, al menos como lo
entendemos en el mundo exterior. Avisa a las personas con las que vives que
necesitas un tiempo de privacidad y silencio. Puedes preparar el área si así lo
deseas, bajando la luz o prendiendo algo de incienso, usa aquello que te pueda
ayudar a concentrarte en la práctica. Una parte importante de la práctica es la de
comunicarle claramente a la subconsciencia cuando iniciamos nuestro ejercicio y
cuando lo terminamos, por esto utilizamos signos de apertura y cierre, así
podemos establecer el momento de inicio del trabajo en los planos internos y el
momento en el que lo abandonamos para continuar nuestro trabajo en la vida
cotidiana. El cambio de una conciencia a otra debe realizarse a voluntad, siempre
debemos tener el control.

2.26 Si te es posible, trata de escoger un tiempo para tus meditaciones y acos-

túmbrate a él. Temprano por la mañana o al atardecer es lo mejor, pero busca tu
mejor hora. Media hora para todo el ejercicio, es suficiente para empezar, aunque
posteriormente decidas tomarte más tiempo. Una vez que estés sentado confor-
tablemente, asegúrate de que no te apriete la ropa.

Prácticas para la Lección No. 2

1.- Realiza el signo de apertura (correr el velo) hacia el Oriente. Consiste en

extender los brazos hacia adelante con las palmas unidas y después abrirlas
hacia los lados como si corrieras una cortina o un velo, al tiempo que das un
paso hacia adelante. Este gesto simbólico manda una sugestión a la

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subconsciencia para que entienda que vas a entrar a tu mundo interior y a

modificar tu estado de conciencia. El paso que das, representa “entrar” a un
espacio sagrado.
2.- Siéntate en la postura de la forma-divina.
3.- Realiza el ejercicio de relajación tensionando y soltando los músculos de tu
cuerpo, recorriéndolo de abajo a arriba, desde los pies a la cabeza.
4.- Realiza el ejercicio de respiración de 4 tiempos, 6 ó 7 veces como se indica en
la lección.
5.- Concéntrate en el proceso de respiración y su importancia.
6.- Nuevamente realiza 6 ó 7 veces el ejercicio de respiración de cuatro tiempos.
7.- Ahora realiza el signo de cierre (cerrar el velo): extiende las manos hacia
adelante realizando un movimiento como si cerraras una cortina, dando un
paso hacia atrás. Nuevamente, estos gestos son dirigidos a la subconsciencia
para que cierre el trabajo interior y para que regreses a tus actividades
cotidianas.
8.- Registra tus experiencias y conclusiones.

Preguntas de Aprovechamiento:

1. ¿Qué condición es necesaria para que el ser creado desee recibir la luz
voluntariamente?
2. ¿Qué es la Luz de Misericordia?
3. ¿Dónde rige el deseo de recibir?
4. ¿Qué nombres ha recibido la energía vital que reside en el aire?

En L.V.X., Vida y Amor

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