¿Por qué en ocasiones no se materializan

nuestros proyectos, si hemos confiado en Dios?.

Reflexión por JMTH.

Dios en su gran Misericordia, siempre diseñó y concibió el mundo

para que recibamos sus Bendiciones, pero, no siempre las
recibimos, ¡y!, ¿de quién depende recibirlas?. Pues de esto, Dios
nos otorgó la decisión a nosotros, depende de nosotros y de
aprender a reprender al diablo quien posee el poder limitado ante
un hijo de Dios, pero, nos engaña sutilmente y a veces le creemos al
diablo.

El apóstol Pablo escribió a los de Éfeso sobre el diablo, según

Efesios, Capítulo 04:

26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

27 ni deis lugar al diablo.

En el verso 29, les dijo:

29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca.

¡Entonces, hermanos!, cada proyecto que usted tenga en su mente y

corazón, confíelo a Jesucristo, y ore sin cesar, porque el propio Jesús
dijo: Mateo, Capítulo 06:

5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar
en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de
los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a
tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.
7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan
que por su palabrería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de
qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en
la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos
a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el
reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Si Dios con esa oración, no te concede lo que le pides, es porque Dios ve

el futuro y Él sabe, que lo que pides, tal vez en el mañana, pueda
convertirse en una maldición para tu vida, por eso no te lo concede.

Yo he amado con devoción muchas cosas, algunas Dios me las concede

y otras no. Y no se trata como dicen algunos insensatos: ¡Dios no se las
concede porque seguro está en pecado, ¡no!, Dios es más sabio que los
seres humanos y cuando El no concede, te aporta la salida a tu
problema en otras formas y maneras.

Recuerda que, un entendido de la sabiduría de Dios y los Proverbios,

dijo en una ocasión: ¡La felicidad no está en alcanzar lo que uno quiere,
sino, en amar lo que uno tiene!. Porque lo que uno posee a pesar de
luchar por más, te lo concede Dios con sobreprotección de tu vida.

Es difícil conformarse con una negación de Dios para otorgarte algo,

pero, recuerda, su Poder es Absoluto, y Dios desata Bendiciones o las
retiene hasta el momento justo.

¡Que Dios te Bendiga y te edifique con esta reflexión!. Amén.