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1.

Conversación entre un estudiante y la secretaria de la oficina de


coordinación de un programa académico de una universidad oficial

A (Estudiante): Oye, Tomasita, esteee... necesito que me hagas... la


constancia.

B (Secretaria): Constancias hasta que no se elaboren las listas, mi


amor.

A: ¡Ya, ya! Oye, pero… Tomasita... mira, ve.

B: Pero, ¿qué hago yo mi amor, [si apenas te estás matriculando?

A: [Si, pero ya me matriculé. Yo necesito


la constancia para trabajar, eh, Tomasita.

B: Es que eso no quiere decir que te has matriculado. Ahí el


coordinador está revisando apenas todo eso. Lo pasó p'allá.
(Dirigiéndose a otra persona que se encuentra dentro de la misma
oficina) ¿No es así? (Sin haber obtenido respuesta alguna,
nuevamente se dirige al estudiante). Eso no vayas a creer porque
te están esperando [a ti...
A: [Bueno, me dices
que después de lista, y después de lista, entonces, me dices que
[estás...

B: [Deja
que se hagan todas las listas y se matricule to(do) el mundo.

A: iNojegueee...! ¿Entonces para cuando será eso?

B: (Respuesta incomprensible)
Taller: Modalidades alocutivas.
Procesos discursivos, grupo 10, Julio Escamilla.
Gabriela Vargas, Yusseth Tovar, Luis Menco, Sergio Mejía.

Para el siguiente análisis discursivo se tendrá en cuenta el texto Las modalidades

de organización discursiva del autor Patrick Charaudeau, traducido por Julio Escamilla.

En él se mostrarán los diferentes componentes de la situación comunicativa

(monolocución o interlucción) según corresponda, las características identitarias de los

interlocutores como: rasgos sociales, rasgos socio-profesionales, rasgos psicológicos.

Finalmente, se indicaran las modalidades alocutivas que se encuentren presentes en el

discurso.

El discurso a analizar se da entre un estudiante (A) y una secretaria de la oficina

de coordinación de un programa académico de una universidad oficial (B). Existe un

tercer discurso entre (B) y un (C) el cual no responde a lo que (B) sugiere, por tanto lo

catalogamos en fallido.

Para empezar, se podría decir que la situación comunicativa es clasificada como

interlocutiva ya que la interacción es recíproca. Como toda situación interlocutiva cumple

con 4 características: En primer lugar vemos la presencia de los interlocutores, se

demuestra al ser una conversación entre un estudiante y una secretearía de la oficina de

coordinación de un programa académico de una universidad oficial. Tal conversación

permite que el locutor vea las reacciones de su interlocutor y de esta manera pueda

modificar su discurso de acuerdo a las reacciones que se presenten matizando las palabras

con cierta afectividad. Un ejemplo de esto es el siguiente fragmento de la conversación:

A (Estudiante): Oye, Tomasita, esteee... necesito que me hagas... la constancia.

B (Secretaria): Constancias hasta que no se elaboren las listas, mi amor


En segundo lugar, encontramos un contrato de intercambio. En el cual exististe

una acción por parte del locutor y una reacción o respuesta por parte del interlocutor, que

en este caso, por ser una conversación, intercambian sus roles. Además el locutor se ve

“a merced” del interlocutor ya que este último interrumpe al primero. Esto se ve reflejado

cuando la secretaria es interrumpida por el estudiante o viceversa:

B: Pero, ¿qué hago yo mi amor, [si apenas te estás matriculando?

A: [Si, pero ya me matriculé…

A: … me dices que después de lista, y después de lista, entonces, me dices que

[estás...

B: [Deja que se

hagan todas las listas y se matricule to(do) el mundo.

La tercera característica de este tipo de situación comunicativa se cumple cuando

vemos que el entorno físico donde suceden los acontecimientos es compartido, lo cual

permite que los elementos percibidos en el entorno se utilicen en el discurso. Un ejemplo

de esto es cuando B dice: “Lo pasó p'allá”, si A no estuviera en el mismo espacio físico

no podría comprender hacia dónde pasó el coordinador la información de las matrículas,

y a B le hubiera tocado ser más específica para referirse a ese lugar.

Y como cuarta característica está el canal oral. Ella implica el uso de entonación,

gestos y mímicas. En esta conversación se evidencia, principalmente, la entonación en

expresiones como:

A: [Bueno, me dices que después de lista, y después de lista, entonces, me dices que

[estás...
B: [Deja que

se hagan todas las listas y se matricule to(do) el mundo.

En esta ocasión B percibe la inconformidad de A, por la entonación y repetición

de palabras que hace este último, por lo que le hace una sugerencia con un tono más

calmado tratando de apaciguar los ánimos.

Patrick Charaudeau comenta que durante la situación comunicativa se hace

presente un sujeto hablante, el cual entra en relación con un coparticipe o interlocutor; en

esta relación están inmersas las características de la identidad de los interlocutores

(Sociales, socio-profesionales, sicológicas y relacionales).

En el discurso analizado pueden identificarse cada uno de estos rasgos

característicos. Dentro de la primera característica, la social, no se puede saber la edad,

ni el sexo, ni raza y tampoco clase del participante A, debido a que durante la

conversación no se muestra. Sin embargo, al participante B, se le logra identificar el sexo

(femenino) esto, dado a que el participante A hace una identificación propiamente dicha,

es decir, que llama al participante B por su nombre, que es el de una mujer (Tomasita).

Los otros rasgos presentes (edad, raza, clase) del participante B, tampoco se identifican.

En la categorización socio-profesional, el participante A, puede identificarse

como un estudiante de una universidad oficial y el participante B, es una empleada de la

misma universidad con el puesto de secretaria.

Durante la conversación de estos dos participantes, se hacen presentes sus

características sicológicas, todo mediante la forma de interpelación y de reacción de

ambos. Se puede identificar al participante A como una persona impaciente y preocupada,

debido, a que necesita que su petición sea cumplida lo más pronto posible, además, se
muestra como alguien afectuoso al hacer uso del diminutivo para nombrar a su

interlocutor (Toma-sita-).

El participante B, se identifica como una persona agradable y cariñosa, esto se

deduce debido a que ella hace una identificación apreciativa del participante A,

llamándolo (mi amor), además es una persona paciente porque ante la insistencia del

participante A, ella intenta explicarle de forma cariñosa y sobre todo tolerante que no

puede cumplir su petición.

Por ultimo Charaudeau plantea que las características relacionales hablan de si los

interlocutores se conocen o no, si es la primera vez que se hablan y si tienen relación de

familiaridad o no. En el análisis de esta conversación (estudiante-secretaria) se puede

concluir que ambos participantes se conocen, por lo tanto, no es la primera vez que entran

en contacto. El hecho que el participante A, conozca el nombre de la participante B,

muestra lo anterior dicho, además el uso de apelativos cariñosos también, corrobora lo

anterior.

Si tienen o no relación familiar no es algo que pueda saberse por medio de la

conversación que sostuvieron, sin embargo si logramos saber que han tenido relaciones

comunicativas anteriormente.

Patrick Cheraudeau presenta diez modalidades alocutivas en su texto Las

modalidades de organización discursiva, estas son: Interpelación, Orden, Prohibición,

Autorización, Advertencia, Juicio, Sugerencia, Proposición, Interrogación y Petición.

Cada una de ellas con sus características propias y las cuales se presentan según lo

requiera en el discurso, así, no siempre se presentan las diez en todos los discursos.

En el discurso analizado encontramos cuatro de estas diez modalidades alocutivas:

Interpelación, Sugerencia, Interrogación y Petición.


La interpelación, como lo menciona Charaudeau es utilizada por el locutor para:

Señalar, discriminar o identificar al interlocutor y para que dicho interlocutor comprenda

que es él a quien se le habla. En esta conversación, al darse en personas que quizá se

conozcan o su grado social no está bien marcado, se pueden encontrar interpelaciones

como: “Mi amor”, “Oye Tomasita”, “Tomasita, mira, ve”. Además ambos conjugan los

verbos en segunda persona del singular, es decir se interpelan de manera tuteante. Cabe

resaltar que en este discurso se presenta un intento de interpelación que llega a ser fallido

porque el locutor (secretaria) no interpela de forma efectiva y el interlocutor (persona

desconocida) no se siente aludido.

También encontramos la sugerencia. Se encuentra una sola vez a lo largo de todo

el discurso y es dada por el locutor, en este caso, la secretaría. Ella, como lo afirma

Charaudeau, le plantea en su enunciado una acción a realizar: “Deja que se hagan todas

las listas y se matricule to(do) el mundo”.

Además, encontramos la modalidad alocutiva de la interrogación la cual tiene sus

propias derivaciones (Solicitud de identificación de una acción, solicitud de identificación

de una causa, solicitud de identificación de un motivo, etcétera). En este discurso

identificamos algunas de ellas: La solicitud de identificación de una acción: “¿qué hago

yo mi amor, si apenas te estás matriculando?” por parte de la secretaria; la solicitud de

asentimiento de la misma cuando le habla a otra persona (una posible C que no se siente

interpelada por lo que no responde a la pregunta): “¿no es así?”; y la solicitud de

identificación de un tiempo que hace el estudiante: “¿Entonces para cuándo será eso?”

Finalmente en el texto de Charaudeau se presenta la modalidad alocutiva de

petición, dada por el estudiante quien necesita la constancia para poder trabajar. Así,

siguiendo a Charaudeau “el estudiante pide (Con insistencia al interlocutor realizar esta
acción para mejorar su suerte (del locutor)”. “Oye, Tomasita, esteee... necesito que me

hagas... la constancia”, y “Si, pero ya me matriculé. Yo necesito la constancia para

trabajar, eh, Tomasita”, son ejemplos de esta modalidad alocutiva de petición.

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