Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Para el ritual del baño se usaban jabones hechos con grasa animal u otro
tipo de aceites. Las culturas árabe y griega fueron incorporando fragancias
y otro tipo de sustancias que dejaban un buen olor en el cuerpo.
Más tarde, con la cultura india, griega y romana se popularizarían los baños
públicos, convirtiendo esta actividad en una forma de entretenimiento para
la alta sociedad.
Los baños tenían un sentido místico, servía para sentirse bien con uno
mismo. Era un acto social y a la vez íntimo, pues en algunas culturas se
practicaba en una habitación independiente y en otras servía como excusa
para socializarse. Por último, se buscaba el buen olor corporal, otorgándole
a esta actividad un componente estético.
Actualidad e importancia
Este tipo de elementos presentes en la higiene personal siguen vigentes en
la cultura actual. Por ejemplo, ir bien aseado es fundamental para
conseguir un buen trabajo y para mantener unas buenas relaciones
sociales.
No obstante, hay que tener cuidado con esto, ya que lo estético no siempre
está relacionado con lo que es sano o bueno para nuestro cuerpo. A veces,
un exceso de higiene también puede derivar en infecciones o
enfermedades.
Las manos son una de las fuentes principales a la hora de contraer y
contagiar infecciones. Es muy importante tomar algunas medidas
preventivas de higiene, realizando un correcto lavado de manos antes de
comer o después de ir al baño. Este aseo debe aumentarse cuando estamos
enfermos o cuando entramos en contacto con alguien enfermo.
Esta organización dice que hay varios momentos clave en lo que hay que
lavarse las manos, además de los que cité arriba. Por ejemplo, al acariciar
a algún animal, antes, durante y después de cocinar o al tocar la basura.
1. Mojarse las manos con agua limpia, ya sea templada o fría, cerrar
el grifo y aplicar jabón.
2. Frotar las manos con el jabón, haciendo espuma, juntando palma
con palma y después en la parte trasera de la mano, así como
entre los dedos y las uñas. Este proceso debe durar al menos 20
segundos.
3. Enjuagar las manos bajo el agua del grifo.
4. Secar las manos con una toalla de papel o bajo un secador.
Para tener una buena higiene corporal es recomendable ducharse una vez
al día. Aunque se suele creer que la ducha es el mejor remedio para
mantener una buena higiene, hay que tomarla con cautela, pues hay
algunos hábitos que pueden perjudicar la salud de nuestra piel.