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Parafina.

Proviene de las voces latinas parum (poco) y affinis (afín), y se refiere al


nombre común de varias sustancias sólidas,opalinas, inodoras, menos densas que
el agua y fácilmente fusibles, compuesta por una mexcla de hidrocarburos que se
optienen normalmente como subproducto de la fabricación de aceites lubrificantes
derivados del petróleo. Tiene múltiples aplicaciones idustriales y farmacéuticas.

Etimológicamente el nombre parafina quiere decir de escasa afinidad, en alusión


al hecho de que las parafinas no mantienen afinidad con ninguna otra sustancia
por su escasa reacción química.

Características

La parafina es un grupo de hidrocarburos alcanos de fórmula general CnH2n+2,


donde n es el número de átomos de carbono. La parafina líquida es una mezcla de
alcanos más pesados; tiene diversos nombres y presentaciones, incluyendo nuyol,
aceite de adepsina, albolin, glimol, parafina medicinal, saxol, o aceite mineral de
USP.

La parafina líquida medicinal se utiliza para ayudar al movimiento de intestino en


las personas que sufren de estreñimiento crónico; pasa a través del tubo digestivo
sin ser asimilada por el cuerpo, pero limita la cantidad de agua excretada.
También se emplea como excipiente para algunas cremas corporales. Algunos
especialistas la utilizan en el tratamiento sintomático del estreñimiento agudo y
crónico. Utilizada en pieles seca ya que la hidrata, humecta, regenera y protege la
barrera natural de la piel y proporciona una piel suave y tersa.

Fabricación

Generalmente se obtiene del petróleo, de los esquistos bituminosos o del carbón.


El proceso comienza con una destilación a temperatura elevada, para obtener
aceites pesados, de los que por enfriamiento a 0° C, cristaliza la parafina, la cual
es separada mediante filtración o centrifugación. El producto se purifica mediante
recristalizaciones, lavados ácidos y alcalinos y decoloración.2 Las refinerías de
petróleo normalmente producen parafina. También se puede obtener mediante el
craqueo térmico del petróleo, donde se rompen cadenas de carbonos y se añade
calor 400º-650ºC.

Usos

La industria de las velas supone uno de los más importantes sectores de consumo
de cera refinada en el mundo, siendo la parafina la preferida para hacer velas.
Además, a pesar de la progresiva diversificación de las aplicaciones de las ceras,
la fabricación de velas sigue siendo el destino de la mayor parte de la parafina
producida en el mundo. Es un producto seguro y natural y su grado de refino en el
caso de las parafinas hidrotratadas es tal que cumplen con las exigentes normas
de la FDA americana para su uso alimentario.

Industria cosmética

La industria cosmética utiliza cada vez más la parafina para su uso tradicional
como hidratante de pies y manos, o como ingrediente activo en cremas (por su
consistencia similar a la vaselina), tratamiento reductor, reafirmante o en
aplicaciones fisioterapéuticas. La propiedad más valorada en la parafina es su
poder hidratante.

Con su aplicación, la humedad no se evapora de la piel sino que se mantiene en


sus capas internas, ayudando a hidratarla, alimentarla y, como consecuencia,
rejuvenecerla. Por eso, está muy indicada para pieles con problemas de
deshidratación, sequedad, falta de elasticidad, piel agrietada o descamada.

Al aplicar la parafina sobre la piel se forma una película que retiene la pérdida de
la hidratación, manteniendo la temperatura de la piel. Se comporta como un
aislante térmico que induce a la pérdida de líquidos y a la eliminación de toxinas.

El uso de la parafina está muy extendido en los centros de belleza para mejorar
sobre todo el aspecto de pies y manos. La mejor época para su aplicación
coincide con los cambios bruscos de temperatura que facilitan las pérdidas de
agua en la piel, ya que la parafina es un potente hidratante especialmente indicado
para pieles castigadas.

El uso de la parafina se engloba en los tratamientos de hidratación profunda, aptas


para aquellas epidermis agrietadas, con problemas de deshidratación, sequedad o
falta de elasticidad. Se puede utilizar en manos, muñecas, codos, hombros, pies,
tobillos, rodillas o muslos, e incluso como mascarilla facial, aunque es importante
que el tratamiento con parafina en el rostro solo lo aplique un profesional.

Fisioterapia

También se usa en fisioterapia como agente terapéutico y calmante del dolor en


procesos reumatológicos, artríticos, contracturas, rigidez, tendinitis, torceduras,
etc. Como agente reductor, puede usarse líquida en papada, brazos, abdomen,
caderas y piernas.

Los baños de cera o parafina son muy utilizados en fisioterapia como agentes
terapéuticos y calmantes del dolor. Los recipientes para baños de cera o parafina
tienen unos controles de seguridad y reguladores de temperatura que permiten
trabajar sin riesgos con substancias de por si tan inflamables. Obtenemos con los
baños de parafina tratamientos de fisioterapia locales muy útiles para procesos
reumatológicos y artríticos de miembro superior e inferior, aunque especialmente
se tratan manos y muñecas.

El tratamiento consiste en ir introduciendo el miembro afectado en el recipiente


que contiene la parafina a una temperatura entre 45 y 55 grados, de forma que se
van depositando sucesivas capas de cera caliente sobre la piel, hasta conseguir
un número de diez a doce capas superpuestas, tras ello se envuelve la mano, por
ejemplo, con una sustancia aislante, papel preparado o plástico y todo ello a su
vez se vuelve a envolver en una toalla para evitar la pérdida de calor, se mantiene
así de 15 a 20 minutos y se pasa a retirar la cera del miembro afecto. Los
tratamientos de fisioterapia se realizan a diario hasta que remitan los síntomas.

Otros usos

En la industria de los fertilizantes se usan parafinas y mezclas especiales como


aditivos anti-apelmazamiento para facilitar el manejo, transporte y la dosificación
de los mismos.

Las parafinas se utilizan en diferentes tipos de alimentos como por ejemplo en la


cobertura de ciertos quesos para la protección de su superficie o para la
producción de la goma base, ingrediente fundamental de los chicles. También es
utilizada en cítricos y otras frutas para mejorar la retención de humedad,
prolongando su vida y frescura y otorgándoles brillantez.

La parafina se usa como aditivo en la producción de neumáticos, dotándolos de


aislamiento contra el ozono y evitando que se produzcan grietas en los mismos.

La cantidad de parafina con que se unta la superficie de las cerillas, aunque es


mínima, ayuda a regular la combustión de las mismas.

Las fibras naturales contienen sustancias con propiedades céreas que actúan
como agentes protectores contra influencias atmosféricas y biológicas. Al tratar las
fibras, estas sustancias son eliminadas y con ellas las características de fricción y
absorción que aportan, dando como resultado la pérdida de suavidad, flexibilidad y
elasticidad, haciendo necesario re-aplicar un acabado adecuado.

La parafina se aplica por sí sola o mezclada con otros tipos de cera para el pulido
de tablas, actuando como lubricante y como protector de la superficie.

Las parafinas se usan como aditivos en la producción de tintas de impresión y de


barnices para mejorar la resistencia de los productos al roce o el rayado o para
obtener determinadas apariencias y actuar como barrera contra el agua. También
se utilizan como materiales ligantes para esmaltes, agentes lubricantes, protección
anticorrosiva, etc.

También puede utilizarse en explosivos, vaselinas, injertos, tapones de corcho,


entre otros más.

Aplicación y resultados

Para aplicar la parafina, la zona a tratar debe estar muy limpia y desinfectada, y es
recomendable aplicar una crema humectante. La parafina debe ser calentada en
un calentador apropiado a temperatura elevada, entre 45 y 55 grados.

Después se aplica la parafina, pudiéndose aplicar de dos modos:

Sumergiendo la zona a tratar en el recipiente donde se ha puesto la parafina,


separando los dedos para cubrir toda la superficie a ser tratada. A continuación, se
retiran las manos o los pies y se espera a que la parafina se solidifique.

Pincelando la parafina sobre la zona a tratar, pasando una brocha o pincel las
veces que haga falta para conseguir una capa con un espesor adecuado.

Aplicada la parafina, se cubre la zona con una sustancia aislante, papel preparado
o plástico, además de toallas para mantener el calor. Es importante que el cliente
no se mueva para evitar que la parafina pueda romperse.

Pasados unos quince minutos, se retiran los envoltorios y la parafina con sumo
cuidado. Para tratamientos reductores, se aplica la parafina líquida sobre la zona a
tratar a una temperatura cálida y se acompaña la aplicación con un masaje para
activar la circulación. Después se aplican mantas térmicas para estimular la
transpiración y la eliminación de toxinas. A continuación, se retira la parafina y se
aplica frío para provocar una vasoconstricción y se termina el tratamiento con la
aplicación de una crema reductora.

En los tratamientos faciales, realizados siempre por un profesional, se aplica la


parafina con un pincel o brochita sobre una gasa que facilitará su posterior
retirada. Se aplican tantas capas como sean necesarias para conseguir la
consistencia adecuada, y pasados unos veinte minutos, la cubierta dura resultante
se separa del rostro.
Después de un tratamiento con parafina, la piel aparece más suave, más tersa y
luce un mejor aspecto.

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