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Misterios Gozosos
(Lunes y sábados)
Ofrecimiento:
T.- «Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y yo os
ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de todos los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su
Santísimo Corazón y por la intercesión del inmaculado Corazón de María, os pido por la
conversión de los pobres pecadores.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los
pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.» AMEN
Acto de Contricción:
T.- Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, sobre todo porque te ofendí, a ti que eres
bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia,
enmendar y evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.
Confío en que me perdonarás, por tu infinita misericordia. Amén.
1
Abre Señor mis labios
Para alabar tu nombre y el de tu Santa Madre.
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
2do misterio: La Visitación de la Santísima Virgen María a su prima Santa Isabel
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
3
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
4
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
5
4to misterio: Presentación del Niño en el Templo
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
6
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
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3.- 4.- 5.- 6.- 7.- 8.- 9.-
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
Dios te salve Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios
te salve, a ti llamamos los desterrados, hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea, pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre
de Dios para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: óyenos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten piedad y misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Sagrado corazón de Jesús. En voz Confió.
Inmaculado Corazón de María. Salvad el alma mía.
9
Jesús y María los quiero con toda mi alma. Salvad almas y salvad el alma mía.
Oremus:
¡Oh Dios todopoderoso y eterno! Mira el Corazón de tu Amantísimo Hijo y las alabanzas y
satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa, y concede aplacad el perdón a
estos que piden tu misericordia en nombre del mismo Jesucristo, quien contigo vive y Reyna
en unión con el espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos Amen.
10
SANTO ROSARIO (Dolorosos)
(Martes y viernes)
Ofrecimiento:
T.- «Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y yo os
ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de todos los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su
Santísimo Corazón y por la intercesión del inmaculado Corazón de María, os pido por la
conversión de los pobres pecadores.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los
pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.» AMEN
Acto de Contricción:
T.- Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, sobre todo porque te ofendí, a ti que eres
bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia,
enmendar y evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.
Confío en que me perdonarás, por tu infinita misericordia. Amén.
11
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Salió Jesús como de costumbre fue al monte de los olivos, y los discípulos le siguieron,
llegado al lugar les dijo, orad para que no caigan en tentación, y se apartó de ellos como un
tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: Padre si es posible aparta de mi este
cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya, entonces, se le apareció el ángel venido del
cielo que le confortaba, y sumido en agonía insistía más en su oración, su sudor, se hizo
como gotas espesas de sangre que caían en tierra, levantándose de la oración vino a donde
los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza y les dijo; como es que estáis dormidos,
levantaos y orad para que no caigas en tentación.
Jesús ora, con que intensidad, al aproximarse el momento terrible de su pasión, cuantos días
en el desierto antes de iniciar su vida pública, con cuanta frecuencia retirándose mientras
que con sus discípulos recorría los caminos predicando y sanando. Jesús ora realmente en
cada momento de su vida, y así nos lo pide también a nosotros. Es preciso orar
continuamente y sin desfallecer. Que poco y que mal respondemos a ese llamado, podrá
acaso extrañarnos que en este siglo Jesús envié a los ángeles y hasta su propia madre
nuestra madre, a recordarnos este llamado, inspirarnos en su aceptación y cumplimiento?
La oración, es el camino a la unión con Dios, unión transformante, que nos permite alcanzar
la santidad, a todos los que somos llamados. La oración es también el medio para obtener
gracias sin fin, pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá. Por eso María madre preocupada y
afligida por tantos hijos que se condenan, nos pide con mucha insistencia que ofrezcamos
por ellos nuestra oración. Orad, orad mucho, pidamos la gracia de la oración, que logremos
día a día, orad sin cesar, y entreguemos nuestra oración a María para que ella la convierta en
salvación para muchos.
12
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
13
2do misterio doloroso: La Flagelación de Jesús
Una vez que el tribuno y los guardias de los judíos aprehendieron a Jesús, lo llevaron a la
casa de Anás, quien una vez que lo hubo interrogado. Lo envió atado al sumo sacerdote
Caifás quien a su vez lo mando al pretorio. Salió entonces Pilato y dijoles, ¿Qué acusación
hacen contra este hombre? Y como los judíos insistían en que debía ser Pilato quien lo
juzgara, entonces Pilato entró al pretorio, y llamando a Jesús le dijo: Eres tú el rey de los
judíos? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí.
¿Qué has hecho?
Respondió Jesús. Mi reino no es de este mundo, Si mi reino fuese de este mundo, mi gente
abría combatido para que yo no fuese entregado a los Judíos. Pero mi reino no es de aquí.
Entonces Pilato le dijo: ¿Luego tú eres Rey?
Respondió Jesús; Si, como dices soy rey. Yo para esto he venido al mundo, para dar
testimonio de la verdad, todo el que es de la verdad escucha mi voz.
Le pregunto Pilato: ¿Qué es la verdad?
Y dicho esto volvió a salir donde los judíos y les dijo;
Yo ningún delito encuentro en él, pero es costumbre que ustedes pongan en libertad a uno
por la pascua. ¿Quieren pues que ponga en libertad al rey de los judíos?
Ellos volvieron a gritar diciendo; a ese no a barrabas. Barrabas era un salteador. Pilato tomo
entonces a Jesús y mando a azotarle.
Despiadado suplicio que hay sobre los miembros inmaculados e inocentes de Jesús, Él
acepta esta tortura que desgarra su cuerpo para pagar por nuestros pecados.
Cuando María nos visita, ella tiene ante sus ojos los miles y miles de hombres y mujeres que
rechazando el ejemplo y amor que Jesús nos dio con su entrega a ese suplicio. Deshonramos
y manchamos nuestro cuerpo ofendiendo a Dios. Por eso, en su llamado hay un acento tan
fuerte a la penitencia y al sacrificio, ya que así podemos unirnos más a Jesús y participar en
sus merecimientos. Pidamos a Dios, saber aceptar y ofrecer todo sufrimiento que
experimentamos. Uniéndonos al sufrimiento de Jesús, dándole el carácter corredentor y
reparador. Pidiéndole también pureza, para que con nuestro cuerpo demos gloria a Dios, y
no lo ofendamos.
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Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
15
3er misterio: Jesús es coronado de espinas
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Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
17
4to misterio: Jesús carga su cruz
Desde entonces Pilato trataba de librarle, pero los judíos gritaron, si sueltas a ese, no eres
amigo del Cesar, todo el que se hace rey enfrenta al Cesar. Al oír Pilato estas palabras, Hizo
salir a Jesús y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado enlosado, en hebreo Gábata. Dice
Pilato a los judíos, Aquí tienen a su Rey, ellos gritaron fuera, fuera, crucifícale, les dice Pilato:
A su rey les voy a crucificar? Replicaron los sumos sacerdotes; No tenemos más rey que el
Cesar, Entonces se los entrego para que fuera crucificado. Tomaron pues a Jesús y el
cargando con su cruz, salió a ese lugar llamado calvario, en hebreo se llama Gólgota, y allí le
crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio. Pilato redacto también
una inscripción y la puso sobre la cruz decía así; Jesús nazareno, el rey de los Judíos. Leyeron
esta inscripción muchos judíos, porque el lugar donde había sido crucificado Jesús estaba
cerca de la ciudad, estaba escrita en hebreo, latín y griego. Los sumos sacerdotes de los
judíos dijeron a Pilato, No escribas el rey de los judíos, sino este ha dicho, Yo soy el rey de
los judíos.
Pilato respondió; Lo que está escrito, escrito esta.
Camino penoso, Jesús, con su cuerpo horriblemente lastimado y azotado, con su corazón
dolido por la incomprensión e ingratitud de los hombres, pero con la voluntad firme y
amorosa de llegar hasta la entrega total de si mismo para salvarnos, carga su cruz y se dirige
al calvario. Qué difícil es entender el sufrimiento, solo a la luz del misterio de la redención,
sabemos que el sufrimiento salva, redime, limpia, restituye, desagravia, repara, reconstruye.
Jesús paga por nosotros, nos redime sí, pero también nos invita, nos pide unirnos a él. Toma
tu cruz y sígueme, dándole así a nuestra cruz un valor inmenso e insustituible, valor
corredentor.
Con que insistencia nos recuerda María aquí en Pachuquilla la necesidad del sacrificio, la
urgencia de nuestra colaboración en la salvación de las almas, ya que muchas se pierden
porque no hay quien ore y se sacrifique por ellas. Pidamos reconocer en las pequeñas o
grandes cruces que hay en nuestros deberes, dolores y problemas diarios, la cruz de Jesús, la
cruz con la que acompañamos en su camino al redentor.
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Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
19
5to misterio: Jesús muere en la cruz
Los soldados después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron 4
lotes uno para cada soldado. La túnica era sin costura, de una sola pieza tejida de arriba
abajo, por eso se dijeron; No la rompamos, echemos a suerte a ver a quien le toca, para que
se cumpliera la escritura; se han repartido mis vestidos, han echado a suerte mi túnica y esto
es lo que hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y también la
hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre
y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre. Mujer aquí tienes a tu hijo, luego,
dice al discípulo, ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora, el discípulo la acogió en su
casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera
la escritura dice; tengo Sed, había allí una vasija llena de vinagre, sujetaron una rama de
hisopo, una esponja empapada de vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando Jesús tomo el
vinagre dijo; todo está cumplido, e inclinando la cabeza entrego el espíritu.
Momento sublime y aterrador, Jesús el verbo de Dios hecho carne por nosotros, muere por
nosotros clavado en una cruz, todo está cumplido, a sus pies está la madre, la que con el
corazón traspasado de dolor, inmenso dolor, unida íntimamente en el amor y la intensión de
su Jesús, acepta y ofrece su hijo al padre. En ese momento sobrecogedor y trascendental,
Jesús anuncia a su madre una nueva misión, y nos da un regalo sin igual, el don de una
madre espiritual que vele por nosotros, que colabore con él para salvarnos. Es la madre
angustiada por los caminos que recorren sus hijos, la que nos visita aquí en Pachuquilla, su
divino hijo ha dado su vida por salvarnos, y sus hijos los hombres despreciamos ese
maravilloso don. Ella nos recuerda insiste y nos llama, ella no titubea en ofrecernos su
propio corazón como camino seguro a Jesús, y cuando su última aparición parece haber
terminado, mientras Jesús bendice al mundo, ella se muestra siempre como la madre llena
de dolor, la virgen que padeciendo el más intenso de los dolores, nos acepta como hijos. Ella
ahí en la cruz se queda, y aquí en Pachuquilla nos pide llamarla como la madre de todos los
hombres.
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Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
21
Dios te salve Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios
te salve, a ti llamamos los desterrados, hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea, pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre
de Dios para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
22
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, delicias de todos los Santos, Ten Piedad De Nosotros
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: óyenos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten piedad y misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Sagrado corazón de Jesús. En voz Confió.
Inmaculado Corazón de María. Salvad el alma mía.
Jesús y María los quiero con toda mi alma. Salvad almas y salvad el alma mía.
Oremus:
¡Oh Dios todopoderoso y eterno! Mira el Corazón de tu Amantísimo Hijo y las alabanzas y
satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa, y concede aplacad el perdón a
estos que piden tu misericordia en nombre del mismo Jesucristo, quien contigo vive y Reyna
en unión con el espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos Amen.
24
SANTO ROSARIO (Gloriosos)
(Miércoles y Domingos)
Ofrecimiento:
T.- «Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y yo os
ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de todos los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su
Santísimo Corazón y por la intercesión del inmaculado Corazón de María, os pido por la
conversión de los pobres pecadores.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los
pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.» AMEN
Acto de Contricción:
T.- Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, sobre todo porque te ofendí, a ti que eres
bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia,
enmendar y evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.
Confío en que me perdonarás, por tu infinita misericordia. Amén.
25
Abre Señor mis labios
Para alabar tu nombre y el de tu Santa Madre.
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
26
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
27
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
3er misterio: La Venida del Espíritu Santo
28
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
29
4to misterio: La Asunción de Nuestra Señora.
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
30
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
5to misterio: La Coronación de Nuestra Señora, como Reina del cielo y la tierra.
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
31
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
Dios te salve Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios
te salve, a ti llamamos los desterrados, hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea, pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre
de Dios para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
32
Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, de majestad infinita, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Templo santo de Dios, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Hoguera ardiente de caridad, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Asilo de justicia y de amor, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Lleno de justicia y de amor, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, Ten Piedad De Nosotros
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, Ten Piedad De Nosotros
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: óyenos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten piedad y misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Sagrado corazón de Jesús. En voz Confió.
Inmaculado Corazón de María. Salvad el alma mía.
Jesús y María los quiero con toda mi alma. Salvad almas y salvad el alma mía.
33
Oremus:
¡Oh Dios todopoderoso y eterno! Mira el Corazón de tu Amantísimo Hijo y las alabanzas y
satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa, y concede aplacad el perdón a
estos que piden tu misericordia en nombre del mismo Jesucristo, quien contigo vive y Reyna
en unión con el espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos Amen.
34
SANTO ROSARIO (Luminosos)
(Jueves)
Ofrecimiento:
T.- «Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y yo os
ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de todos los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su
Santísimo Corazón y por la intercesión del inmaculado Corazón de María, os pido por la
conversión de los pobres pecadores.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman.»
Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los
pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.» AMEN
Acto de Contricción:
T.- Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, sobre todo porque te ofendí, a ti que eres
bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia,
35
enmendar y evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.
Confío en que me perdonarás, por tu infinita misericordia. Amén.
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
36
10.- Gloria, Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
2do misterio: La Boda de Caná
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
37
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
3er misterio: La Proclamación del Reino de Dios
38
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
39
4to misterio: La Transfiguración del Señor
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
40
Sacratísimo corazón de Jesús
T.- En vos Confió
CANTO:
5to misterio: La Institución de la Eucaristía.
Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra, como en el cielo
T. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
AMEN.
1.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
2.- Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
41
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las
almas al cielo y socorre a los más necesitados de tu misericordia.
CANTO:
Dios te salve Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios
te salve, a ti llamamos los desterrados, hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea, pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre
de Dios para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: óyenos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten piedad y misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Sagrado corazón de Jesús. En voz Confió.
Inmaculado Corazón de María. Salvad el alma mía.
Jesús y María los quiero con toda mi alma. Salvad almas y salvad el alma mía.
Oremus:
¡Oh Dios todopoderoso y eterno! Mira el Corazón de tu Amantísimo Hijo y las alabanzas y
satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa, y concede aplacad el perdón a
estos que piden tu misericordia en nombre del mismo Jesucristo, quien contigo vive y Reyna
en unión con el espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos Amen.
43
Oración a María santísima:
Virgen santísima que has querido dar a nuestra tierra, especiales muestras de benevolencia,
y has prometido consuelo a quienes te aman e invocan, mira a tus hijos y consérvalos en la
gracia divina para que nuestro espíritu pueda llevarse libre y puro a Dios y servirlo
gozosamente con generosidad y fervor, y así alcanzar un día el premio en el cielo. AMEN.
44