AREA DE UNA REGIÓN MEDIANTE INTEGRALES.

Condiciones:

a) 𝑦 = 𝑓(𝑥)
b) f es continua: ∀𝑥0 ∈ < 𝑎; 𝑏 >: lim 𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑥0 )
𝑥→𝑥0

𝑑𝑓 𝑓(𝑥+∆𝑥)−𝑓(𝑥) lim [𝑓(𝑥+∆𝑥)−𝑓(𝑥)]

Derivación: 𝑓 ′ (𝑥) = = lim = ∆𝑥→0
𝑑𝑥 ∆𝑥→0 ∆𝑥 lim ∆𝑥
∆𝑥→0

lim [𝑓(𝑥 + ∆𝑥) − 𝑓(𝑥)]

𝑑𝑓(𝑥) ∆𝑥→0 𝑑𝑥 = lim ∆𝑥
∆𝑥→0
= ↔{
𝑑𝑥 lim ∆𝑥 𝑑𝑓(𝑥) = lim [𝑓(𝑥 + ∆𝑥) − 𝑓(𝑥)]
∆𝑥→0 ∆𝑥→0

Podemos definir:

a) derivada: relación geométrica entre dos diferenciales.

b) Diferencial: variación infinitesimal.

Si dividimos la región sombreada en n pequeñas regiones rectangulares iguales de altura f (xi) y

base x, entonces el área de dicha región será: 𝐴(𝑥𝑖) = 𝑓(𝑥𝑖). ∆𝑥 y la región total aproximada
de dicha región es:
𝑛

𝐴 𝑇 = ∑ 𝑓(𝑥𝑖 ). ∆𝑥
𝑖=1

Una aproximación que se convierte en exacta al ir reduciendo la variación de x (x), afinando las
representaciones y convirtiendo los rectángulos cada vez más en líneas verticales (una línea es
una colección de puntos uno detrás de otro y al reducir x lo aproximamos cada vez más a un
punto).
𝔸𝑟 = 𝑏. ℎ, 𝔸𝑟 = 𝑓(𝑥). ∆𝑥 → lim 𝔸𝑟 = lim [𝑓(𝑥). ∆𝑥] = 𝑓(𝑥). lim ∆𝑥 , 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝔸𝑟 : 𝑎𝑟𝑒𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑐𝑡𝑎𝑛𝑔𝑢𝑙𝑜
∆𝑥→0 ∆𝑥→0 ∆𝑥→0

Geométricamente: Ar es el área del rectángulo y depende del punto x0 donde esté ubicado
dicho rectángulo y de la variación pequeña de x (x) que cumple el papel de base de dicho
rectángulo. Cuando ∆𝑥 → 0, el rectángulo se vuelve cada vez más delgado y tiende a una línea,
con lo cual el conjunto de líneas abarca la superficie entera del área.

Entonces:

𝔸𝑙 = lim 𝔸𝑟 = 𝑑𝔸 = 𝑓(𝑥). lim ∆𝑥 = 𝑓(𝑥). 𝑑𝑥

∆𝑥→0 ∆𝑥→0

Nos queda:

𝑑𝔸 = 𝑓(𝑥)𝑑𝑥

Luego definimos un operador “” que debe cumplir:

1. ∫ 𝑑𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑥): 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑓𝑒𝑟𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎𝑙

𝑏−𝑎
2. ∀𝑥 ∈ < 𝑎, 𝑏 >→ 𝑑𝑥 = lim = lim ∆𝑥 → ∫ 𝑑𝑥 = ∆𝑥
𝑛→∞ 𝑛 ∆𝑥→0

En < 𝑎; 𝑏 >: 𝔸 es una función de x: fijamos 𝑎 (𝑎 < 𝑏) → 𝑥 = 𝑎 + ∆𝑥

Si:

𝑑𝑓 = lim [𝑓(𝑥 + ∆𝑥) − 𝑓(𝑥)] → ∫ 𝑑𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑥), 𝑥 ∈< 𝑎; 𝑏 >

∆𝑥→0

Además:
𝑏−𝑎
lim ∆𝑥 = 𝑑𝑥 = lim
∆𝑥→0 𝑛→0 𝑛

Entonces la operación diferencial consiste en tomar un intervalo infinitesimal a partir de un

intervalo “matriz”:
𝑏−𝑎
𝑑 −1 (𝑑𝑥) = ∫ 𝑑𝑥 = ∫ lim ∆𝑥 = ∫ lim = 𝑏 − 𝑎 = ∆𝑥 → ∫ 𝑑𝑥 = ∆𝑥 = 𝑥2 − 𝑥1
∆𝑥→0 𝑛→∞ 𝑛

Fijando a: podemos hallar el valor de x a partir de la relación 𝑥 = 𝑎 + ∆𝑥, por lo que x crece
cuando x también lo hace, entonces:

∆𝑥 = 𝑥 − 𝑎, ∀𝑥 ∈< 𝑎; 𝑏 >→ ∆𝑥 = 0 ↔ 𝑥 = 𝑎: ∆𝑥 = 𝑎 − 𝑎
Entonces definimos la antidiferencial (d-1) para el intervalo < 𝑎; 𝑥 > como la variación de la
función x: ∫ 𝑑𝑥 = ∆𝑥 = 𝑥(𝑥) − 𝑥(𝑎) = 𝑥 − 𝑎, (𝑥(𝑎) = 𝑎)

De igual forma:

𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑎) + ∆𝑓(𝑥), 𝑠𝑖 𝑥 = 𝑎 → 𝑓(𝑎) = 𝑓(𝑎) + ∆𝑓(𝑥) → ∆𝑓(𝑥) = 0

∀𝑥 ∈< 𝑎; 𝑏 >: 𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑎) + ∆𝑓(𝑥) → ∆𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑥) − 𝑓(𝑎), 𝑥 = 𝑏 → ∆𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑏) − 𝑓(𝑎)

→ 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑣𝑎𝑙𝑜 < 𝑎; 𝑥 >: ∫ 𝑑𝑓(𝑥) = ∆𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑏) − 𝑓(𝑎)

𝑥
Realizamos la notación: en el intervalo < 𝑎; 𝑥 >: ∫𝑎 𝑓(𝑥)𝑑𝑥 = 𝑓(𝑥) − 𝑓(𝑎)

El operador antidiferencial recibe el nombre de integral y la operación antidiferenciacion recibe

el nombre de integración y tiene las siguientes propiedades:

1. ∫ 𝑑𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑥)
2. ∀𝑥 ∈< 𝑎; 𝑏 >: ∫ 𝑑𝑓(𝑥) = ∆𝑓(𝑥)
 𝑏
3. ∀𝑥 ∈< 𝑎; 𝑏 >: ∆𝑓(𝑥) = 𝑓(𝑏) − 𝑓(𝑎) = ∫𝑎 𝑑𝑓(𝑥)

Si deseamos hallar el área debajo de una curva de la función f(x), debemos notar que si fijamos
“a”, ∀𝑥 ∈< 𝑎; 𝑏 >→ ∃! 𝔸(𝑥), por lo tanto se cumple que 𝔸 es una función y:
𝑏
𝔸𝑙 = 𝑑𝔸(𝑥) = 𝑓(𝑥)𝑑𝑥 → 𝔸(𝑥) = ∫ 𝑑𝔸(𝑥) = ∆𝔸(< 𝑎; 𝑏 >) = 𝔸(𝑏) − 𝔸(𝑎) = ∫ 𝑓(𝑥)𝑑𝑥
𝑎