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P “HAPPY SCHOOL”
Las recomendaciones que se presenta a continuación se ubican en el contexto del grupo de clase y de la
Institución educativa y benefician tanto el funcionamiento de los niños con problemas como el de los otros
niños.
Los profesores suelen manifestar que es preferible el uso de filas individuales o, como mucho, filas de a
dos, para minimizar las distracciones de los niños. En el caso de utilizar agrupaciones, lo mejor es colocar
los pupitres en forma de herradura, que permite la interacción, el trabajo independiente y el fácil acceso
del profesor a todos los alumnos de la clase.
Aquellos estudiantes que presenten mayores dificultades (discapacitados, "alumnos nerviosos", etc.)
deben estar ubicados cerca del profesor, sin que ello se interprete como un castigo, y lejos de la entrada o
las ventanas, para evitar distracciones. Es conveniente situar a su lado niños que sean buenosmodelos,
compañeros que trabajan bien, que sean atentos cuidadosos y ordenados.
En los pupitres deben aparecer sólo los materiales imprescindibles para llevar a cabo el trabajo asignado
en cada momento. Hay que evitar que estén a la vista objetos interesantes no necesarios que inviten a su
manipulación y a descentrarse de la tarea.
Ciertos autores manifiestan la necesidad de establecer un espacio en el colegio y un rincón en la clase para
que los niños "conflictivos" puedan ser separados de sus compañeros cuando sea necesario, pero estas
medidas son extremas, que deberían limitarse únicamente a casos muy graves.
Los niños necesitan disciplina, normas de funcionamiento y límites claros a su comportamiento. Para
mayor eficacia, el maestro debe lograr una buena relación afectiva y ser paciente y comprensivo. Debe ser
consciente de que el niño no desea engañar ni fastidiar a nadie y de que, a menudo, no sabe cómo controlar
y regular su propia conducta.
En general, los profesores creen que los niños saben cuáles son las normas de funcionamiento en el aula.
Diversos estudios empíricos confirman que esto no es cierto. Algunas claves para evitarlo son:
Circular con frecuencia por la clase controlando la conducta de los alumnos y proporcionándoles el
conveniente feedback sin importunar a los demás.
Asegurarse de que las actividades y las rutinas de funcionamiento han sido entendidas por los alumnos.
Alabar conductas específicas y evitar referencias generales. Es mejor decir "Me gusta cómo has hecho
estos ejercicios" que "Has sido bueno".
Cuando sea preciso castigar al niño será preferible hacerlo en privado, en tono positivo, dando
alternativas y proporcionando pautas claras de acción. No conviene quitarle tiempo de recreo.
Evitar castigos o consecuencias negativas para toda la clase que se basen en la conducta del niño
conflictivo.
Para lograr la generalización de la buena conducta el tutor debe establecer comunicación constante con
los demás profesores del aula y con los que atienden al niño en el comedor y en el patio, y recompensar
las conductas pertinentes.
Hay que comenzar a tratar los problemas cuanto antes. Además en la adolescencia las exigencias de
autocontrol, autodirección, planes a largo plazo y toma de decisiones plantean graves conflictos a
los adolescentes que no han sido tratados.
Organización.
Hay que enfatizar la importancia de la propia organización, se deben ofertar modelos para ello y se
debe establecer un programa y rutina diarios de funcionamiento en clase.
Se puede mostrar cómo el profesor valora la organización estableciendo cada día 5 minutos para que
los alumnos ordenen sus pupitres, carpetas, etc.
Se puede premiar la organización recompensando cada día de alguna forma a la fila de pupitres que
mejor tenga organizadas sus cosas.
Hay que utilizar sistemáticamente la "agenda escolar" que el niño deberá llevar a casa como medio de
comunicación diario con las familias.
También hay que establecer un horario sistemático de trabajo para cada día de cara a crear hábitos
pertinentes, tanto en casa como en el colegio.
3. PLANTEAMIENTO DIDÁCTICO
El ritmo de clase debe ser activo y controlado por el profesor, que debe manejar las transiciones de una
actividad a otra con brevedad y de modo organizado.
Hay que evitar las tareas repetitivas, que induzcan al aburrimiento, por la menor capacidad atencional
y de concentración del niño.
Se debe posibilitar que obtengan pequeños éxitos, para favorecer la motivación y el esfuerzo.
Establecer conexiones entre los temas estudiados y los nuevos. Recapitular lo ya trabajado para
"enganchar" con el tema nuevo.
Hacer las lecciones cortas o, cuando sean largas, trocearlas en segmentos más pequeños.
Involucrar a los alumnos durante la lección: animarlos a intervenir activamente, interactuar con
frecuencia con él, etc.
Utilizar la tutoría de iguales empleando un compañero aplicado para ayudar al estudiante conflictivo a
revisar conceptos.
Cuando se presente mucha información en la pizarra, utilizar tizas de colores para enfatizar las
palabras y conceptos clave de la información.
Emplear un formato sencillo en las páginas excluyendo elementos distractores no relacionados con la
tarea e incluir sólo una o dos actividades por página con espacio en blanco en cada página.
Subrayar las palabras clave de las instrucciones o pedirles que las subraye el niño al tiempo que se leen
las instrucciones con él.
Es preferible utilizar pruebas cortas con frecuencia que largas más de tarde en tarde.
4. TUTORÍA DE IGUALES
El procedimiento consiste en emparejar al azar a todos los alumnos de la clase para una materia, por
ejemplo, Matemáticas, cada vez que se vaya a realizar la tutoría. El alumno tutor y el alumno tutorizado
se sientan en pupitres adyacentes durante las sesiones de tutoría. El tutor dispone de un escrito de material
académico (por ejemplo, 30 problemas de Matemáticas, 10 tiempos verbales, etc.) relacionados con el
contenido que se está trabajando en clase. El tutor dicta las cuestiones al tutorizado. Éste responde
oralmente a cada ítem, utilizando un papel en blanco cuando sea necesario (por ejemplo, para hacer los
ejercicios o las sumas de Matemáticas). El tutor da dos puntos al tutorizado por cada primera respuesta
que sea correcta. El tutorizado tiene la oportunidad de conseguir un punto en tres intentos posteriores
después de reflexionar. Si es incapaz de acertar en esas tres veces no consigue ningún punto. Los items de
la lista se presentan tantas veces como sea posible en diez minutos. Acabado ese tiempo los alumnos
intercambian los papeles durante otros diez minutos. Este es un ejemplo de tutoría de iguales.
Durante las sesiones de tutoría el profesor controla la conducta de las parejas a través de la clase y
proporciona ayuda cuando sea preciso. Las parejas obtienen puntos adicionales si utilizan adecuadamente
el procedimiento y la conducta es correcta. Al final de cada sesión de 20 minutos de tutoría cada pareja de
estudiantes da a conocer oralmente el número de puntos conseguidos durante la sesión. El profesor
recuerda el número de puntos conseguidos por cada pareja y elogia su esfuerzo. Los puntos se recuerdan
porque se van acumulando a lo largo de toda la semana. Para aumentar la motivación, la clase se puede
dividir en dos equipos y los puntos que obtiene cad aindividuo se suman a los de su equipo. Al acabar la
semana los vencedores son elogiados por lo bien que lo han hecho.
Este procedimiento puede utilizarse en diferentes asignaturas tanto en primaria como en secundaria y
favorece la integración, la cooperación y el desarrollo de su autoestima.
ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE
Las estrategias de aprendizaje según Nisbet y Shuckersimith (1987) son procesos ejecutivos mediante
los cuales se eligen, coordinan y aplican las habilidades. Se vinculan con el aprendizaje significativo y
con el "aprender a aprender".
La aproximación de los estilos de enseñanza al estilo de aprendizaje requiere como señala Bernard (1990)
que los profesores comprendan la gramáticamental de sus alumnos derivada de los conocimientos previos
y del conjunto de estrategias, guiones o planes utilizados por los sujetos en la ejecución de las tareas.
El conocimiento de las estrategias de aprendizaje empleadas por los alumnos y la medida en que favorecen
el rendimiento en las diferentes disciplinas permitirá también el entrenamiento en las estrategias a aquellos
sujetos que no las desarrollan o que no las aplican de forma efectiva, mejorando así sus posibilidades de
trabajo y estudio.
Investigaciones recientes han puesto de manifiesto la mejora con la edad de la atención selectiva y el
conocimiento de los procesos mnemotécnicos empleados (Sánchez, 1990). Es preciso contrastar y
ampliar estas investigaciones incluyendo más estrategias y su repercusión en aprendizajes básicos y
superiores.
Conocer si existe relación entre el rendimiento académico en las diferentes disciplinas y el uso de
estrategias cognitivas y metacognitivas. A partir de los resultados que se obtengan se pueden
proporcionar a los profesores indicadores de estudio y aprendizaje útiles para desarrollar en el marco
de su propia disciplina, así como el diseño y elaboración de programas de estudio basados en
estrategias de aprendizaje y que superen el marco tradicional de habilidades específicas en que se han
venido desarrollando.
A. Estrategias disposicionales y de apoyo. Estas estrategias son las que ponen la marcha del proceso
y ayudan a sostener el esfuerzo. Aquí se incluyen dos tipos de estrategias:
Estrategias de repetición y almacenamiento, que controlan los procesos de retención y memoria a corto
y largo plazo, a través de tácticas como la copia, repetición, recursos mnemotécnicos, establecimiento
de conexiones significativas, etc.
Control:
El manejo de la conducta en el aula de clases es un tema que interesa y preocupa a todos los que nos
dedicamos a la docencia. En todo salón de clases existen niños o niñas que causan disturbios o que
son difíciles de manejar y no por ello se debe sacar a estos niños causantes de disturbios fuera de la
clase o cambiarlos a otros grupos, ya que con esto se le trasladaría el problema a otro docente. Un
procedimiento de este tipo permitirá que se agraven los problemas y no ayudará al niño o niña a
superarlas, aún así se debe intentar brindar ayuda o solicitarla a otros maestros especialistas en
dichos problemas, al servicio de psicología, psicopedagogía, orientación o trabajo social según sea
el caso.
No hay niños problemas, sino niños con problemas, por lo que hay que orientarnos a procurar su
pronta recuperación y reinserción en las clases.
Es preciso que los maestros estén en condición de valorar, de acuerdo a su formación profesional y
en forma general la gravedad de la conducta de los niños con quienes se trabaja. Cuando exista
sospecha de un problema latente debe ser comunicado al psicólogo / psicopedagogo de la institución
y evitar problemas a futuro.
Se pueden considerar como problemas de conducta en el aula a aquellos comportamientos del niño
que interfieren en la consecución de metas académicas, perturbando la adquisición y desarrollo de
habilidades escolares básicas del propio niño y en ocasiones de sus compañeros
Problemas por “déficit” o defecto que vendrían a ser aquellos comportamientos que por su ausencia
y/o baja frecuencia o intensidad causan algún disturbio, en muchas ocasiones pasan desapercibidos
porque son alumnos que “hacen poco ruido” y no molestan tanto. Dentro de este tipo de problemas
tenemos: retraimiento social, mutismo o dificultad para comunicar, falta de motivación, la apatía y
depresión.
Orientaciones generales para el manejo de las conductas problemáticas de los alumnos en el aula
1.- Recordar en todo momento que los alumnos imitan el comportamiento de los adultos, por lo que
para conseguir un comportamiento adecuado, nosotros debemos ser un ejemplo para él.
3.- Enseñar soluciones alternativas a los conflictos: trabajar distintos tipos de pensamiento (ponerse
en el lugar del otro, consecuencias y causas de una conducta,…), manteniendo charlas individuales
con el alumno, conversando tranquilamente y sobretodo tratando de establecer una relación cordial
sin intimidación (hora de tutoría, plan de acción tutorial).
4.- Elogiar por sus avances de manera concreta, adecuada e inmediata. Esto aumentará la
probabilidad de que esta conducta se interiorice y generalice.
5.- En caso de dar consecuencias / castigos a las conductas se deberá tener en cuenta que:
• Los castigos / consecuencias a que nos referimos aquí se tratan de las pérdidas de refuerzos, como
la pérdida del recreo, de gratificaciones, de actividades preferidas….
• Si se usa el castigo demasiado a menudo, el alumno se habitúa y este deja de ser eficaz.
* La consecuencia debe darse tan pronto como sea posible después de la mala conducta.
* No hay que amenazar con castigarlo y luego no seguir adelante, pues la próxima vez no nos tomará
en serio.
* La falta de consistencia y las amenazas vanas conducen / refuerzan la mala conducta y se convierten
finalmente en una dificultad mayor y en una resistencia al cambio.
7.- Tener en cuenta que el prestar atención a un alumno/a puede convertirse en un fuerte reforzador.
Debemos tener cuidado en el uso involuntario de algunos reforzadores, como las reprimendas.
8.- Un modo eficaz de eliminar comportamientos específicos (malas miradas, hablar sin permiso,…)
es simplemente ignorarlos. Ignorar el comportamiento consiste en no hacer mínimo caso a conductas
que desagradan y al mismo tiempo prestar atención y hacer comentarios de las conductas positivas
que agradan, sobre todo en compañeros cercanos al transgresor. Por ejemplo, si el chico habla sin
permiso en una clase, se le ignora totalmente y nos dirigimos a alguien cercano a él diciéndole: «me
gusta, Gonzalo, que estés en silencio cuando Ángel nos explica sus ideas,…»
9.-Tener en cuenta la importancia de un ambiente relajado y tranquilo, ya que los entornos tensos,
alborotados y desestructurados aumentan la tensión del alumno. Reflexionar sobre qué podemos hacer
para tener un entorno de aula tranquilo y relajado.
Estas técnicas son procedimientos de manejo de refuerzos para poner en práctica en el aula. Sin
embargo, pueden requerir asesoramiento previo desde el equipo de orientación. Si no tenemos
experiencia o no tenemos claro cómo proceder, es mejor que pidamos ayuda.
Moldeado: en ocasiones existen conductas que es necesario que se expresen, pero que no hay
visos de que aparezcan. En estos casos, en los que aparentemente no tenemos nada que
reforzar, es cuando está indicada esta técnica. Deben detectarse conductas que sí se emiten y
pueden ser un buen punto de inicio. También podemos forzar con nuestra acción a que
aparezcan. Un ejemplo claro es la escritura. Todas las maestras y maestros que enseñan a
Extinción: ésta es una técnica que busca eliminar la emisión de conductas desadaptativas.
Consiste en detectar, analizar y eliminar los reforzadores de la conducta. Un ejemplo es la
comisión de conductas disruptivas que son reforzadas por la atención recibida del
profesorado (aunque ésta adopte la forma de reproche o castigo) y la atención y refuerzo
social emitido por la audiencia, y el resto de compañeras y compañeros. La solución de esta
situación consiste en retirar esos refuerzos. Un buen método es el tiempo fuera que
explicamos más adelante.
Economía de fichas: el objetivo de esta técnica es tanto fomentar las conductas deseables,
como extinguir o reducir la frecuencia de las que no lo son. La técnica es una evolución de la
primera. Consiste en sustituir la recompensa por fichas o puntos, de manera que estos se dan
y se quitan en función de la conducta y que, finalmente, son canjeados por reforzadores
(premios). La ventaja es que así se difiere la recompensa de modo que no detenemos el flujo
de la actividad. En el aula, esta es una estrategia muy útil. Es importante la coherencia y
sistematicidad, es decir, que esté claro lo que se premia y lo que se pena, de modo que siempre
que se emita una conducta recogida en el código, ésta reciba su consecuente. Esto se traduce
en que el alumnado perciba que nos tomamos en serio el método. Además, es importante que
el tablero este visible y se repase de vez en cuando.
Tiempo fuera (time out): ante una conducta disruptiva, podemos retirar el ambiente que la
sostiene. Una rabieta en el aula es un buen ejemplo, ya que en ocasiones está mantenida por
el refuerzo social de la atención que proporcionan los y las compañeras. Sacar del aula al
causante es la solución. Además, ofrece tiempo para pensar y desactivar emocionalmente al
Quien sufre la sanción debe conocer de antemano el lugar, el tiempo, las conductas que la
causan y, en general, cómo se procede. Si esto no es así, puede agravar la situación.
El tiempo fuera debe tener una duración proporcionada y no prolongada, dado que sería
contraproducente para la adquisición de contenidos académicos. Se detendrá en cuanto
consideremos que el o la alumna puede incorporarse al aula sin incidentes.
El lugar debe ser adecuado, no atractivo y apartado, para que no pueda seguir interfiriendo
en la actividad el grupo; siempre debe ser el mismo y nunca un espacio que genere miedo.
Mientras, el resto del grupo debe seguir funcionando con total normalidad.
Autoinstrucciones: ésta es una técnica de carácter cognitivo y que consiste en generar unas
instrucciones autodirigidas cuando el o la alumna con TDAH se encuentra en una situación
concreta. Sus usos son múltiples. Al seguirlas, ralentizamos la tarea y la descomponemos en
pasos más pequeños. También nos permiten su aplicación generalizada a otras situaciones.
Son fundamentales en la toma de decisiones (también conocida como resolución de
problemas), en el control de la conducta impulsiva y principalmente ante conflictos, porque
nos permiten reflexionar. Se enuncian mentalmente la serie de instrucciones previamente
aprendidas de modo que, al seguirlas autorregulamos la propia conducta. También se
recomiendan en el contexto de la solución de problemas, pues permiten generalizarlas a otras
situaciones.
Aprender la secuencia de pasos y las preguntas que nos tenemos que hacer en cada una es
fundamental. Un ejemplo en la resolución de un problema matemático sería:
Fase de familiarización: "¿De qué trata el problema? ¿Qué me piden? Voy a hacer un
esquema/dibujo"
Fase de selección de técnicas: "¿Cómo lo puedo resolver?, ¿Qué estrategias
conozco?, ¿He hecho ya algún problema como este?".
Fase de ejecución: "Me concentro y hago los cálculos".
Fase de verificación: "¿Tiene sentido el resultado?, ¿Habré realizado correctamente
las cuentas?, Si tengo tiempo, voy a repasar".
Fase de autorrefuerzo: "¿Me ha salido bien?: me felicito. ¿Me ha salido mal? Tengo
que fijarme más y repasar mejor la próxima vez".
http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/186/cd/m4/tcnicas_de_manejo_de_la_condu
cta.html
http://ww2.educarchile.cl/UserFiles/P0037/File/Inspector/Paz%20ciudadana%205%20Manual_Ma
nejo_de_Aula_Docentes_Final_17.11.08.pdf
Uno de los casos comunes en la actualidad son las quejas, tanto de maestros como de padres, por
el papel que cada uno de ellos desempeña en algún punto y la postura frente algunas de sus
responsabilidades.
Es normal que en las aulas de clase se crucen ambos roles en el aprendizaje de los estudiantes y
cuando no se cuenta con una buena comunicación, se presentan casos en los cuales podemos escuchar
a docentes molestos o frustrados, porque dicen que los padres no entienden que sus acciones o
enseñanzas son pensadas desde el beneficio del alumno o a los padres quejarse porque, al asistir a
reuniones o recibir notas, solo se resalta lo negativo de sus hijos, por la atención priorizada de
resultados o la falta de interés humano por parte de sus profesores.
En consecuencia, es primordial implementar una buena comunicación entre padres y maestros para
favorecer los procesos de aprendizajes positivos y armónicos en los estudiantes por medio del
fortalecimiento de relaciones interpersonales.
Aquí algunos consejos y aspectos claves para tener en cuenta por profesores y padres en la búsqueda
de una comunicación efectiva:
1. Ser sincero: No consiste en decir todo lo que se piensa, sino en ser fieles a lo que se desea
transmitir y no cambiar el mensaje por el uso de un lenguaje doble.
2. Escucha activa: Tener una actitud de apertura hacia el otro, permitirá una comunicación
más fluida y de aprendizaje.
3. Actitud: Debemos estar abiertos a la oportunidad de aprender del otro, no conocemos
todo, por lo cual debemos evitar la intención de imponer nuestro criterio.
4. Los errores son oportunidades: Generalmente cuando se hacen notar los errores se adopta
una actitud defensiva ante la observación o la persona que lo hace, sin embargo, el
reconocerlo nos lleva a mejorar y así mismo ser un ejemplo para poder exigir a los hijos o
alumnos dependiendo del caso.
5. No inmiscuirse en aspectos personales: Pese a que es común el interés por saber más del
otro dada la convivencia en las aulas de clase o la personalidad del alumno es necesario tener
claro los parámetros para mejorar nuestras relaciones y no tener tensiones. Procure evitar al
máximo preguntas de tipo personal.
6. Mantener un diálogo respetuoso: Mantener un tono medio y un lenguaje formal puede
formar relaciones positivas a largo plazo.
7. Exprésese desde su experiencia: Es importante hablar en primera persona, le permite
expresar lo que desea, siente y dar claridad en lo que busca resolver en su discurso.
8. Prepare los puntos claves: Cuando se tiene la oportunidad de hablar en estas reuniones hay
un tiempo limitado, varios padres a la espera y mucho que se quiere hablar, una manera de
gestionar es tener claro que aspectos queremos resaltar y comentar para no perdernos en
divagaciones y tener tiempo de calidad.
– Atención – Tranquilidad
Es importante que tanto padres como maestros y otros profesionales involucrados, se refieran siempre
a actitudes, comportamientos o acciones incorrectas de los muchachos y nunca a su ser. Hay
diferencia entre decir por ejemplo: “Pedro siempre es grosero y agresivo” a “Pedro hoy en la cafetería,
ha tenido un comportamiento inadecuado, dio patadas y empujo a un compañero”. Hay que resaltar
hechos concretos y puntuales, no generalizar y ni comparar. Esto permite que la persona comprenda
en que está fallando y le sea más fácil ver que es lo que debe cambiar y que se espera que deje de
hacer o que haga, lo que lleva a la clara Identificación del problema y hacer los cambios
necesarios Cuando se hace referencia a lo que la persona es, se le encasilla generando muchas veces
heridas emocionales profundas y permanentes, con efectos contraproducentes.
Los beneficiarios directos de la relación y comunicación positiva entre padres y maestros son los
niños y los jóvenes. Gracias a esto, ellos se irán transformando en personas seguras de sí mismas, con
autoestima alta, con adecuados niveles de tolerancia a la frustración, tendrán confianza en su mundo
y en las relaciones interpersonales que establezcan, serán ciudadanos sensibles y solidarios, tendrán
http://lialdia.com/2013/10/comunicacion-efectiva-entre-padres-y-maestros-por-el-desarrollo-de-
los-ninos/
https://www.compartirpalabramaestra.org/actualidad/blog/claves-para-mejorar-la-comunicacion-
entre-padres-y-docentes
Los problemas de aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar. Estos problemas pueden
ser detectados en los niños a partir de los 5 años de edad y constituyen una gran preocupación para
muchos padres, ya que afectan al rendimiento escolar y a las relaciones interpersonales de sus
hijos. Un niño con problemas de aprendizaje suele tener un nivel normal de inteligencia, de agudeza
visual y auditiva.
Es un niño que se esfuerza en seguir las instrucciones, en concentrarse y portarse bien en su casa y
en la escuela. Su dificultad está en captar, procesar y dominar las tareas e informaciones, y luego en
desarrollarlas posteriormente. El niño con ese problema simplemente no puede hacer lo mismo que
los demás, aunque su nivel de inteligencia sea el mismo.
El niño con problemas de aprendizaje específicos presenta patrones poco usuales, a la hora de percibir
las cosas en el ambiente externo. Sus patrones neurológicos son distintos a los de otros niños de su
misma edad. Sin embargo, tienen en común algún tipo de fracaso en la escuela o en su comunidad.
Cuando un niño tiene problemas para procesar la información que recibe, le delata su
comportamiento. Los padres deben estar atentos y observar las señales más frecuentes que indican la
presencia de un problema de aprendizaje:
- Dificultad para dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo
que fracasa en el trabajo escolar.
- Dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Puede
presentar tendencia a escribir las letras, las palabras o los números al revés.
- Falta de coordinación al caminar, hacer deporte o llevar a cabo actividades sencillas como sujetar
un lápiz o atarse el cordón del zapato.
- Dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiéndo el 'ayer', con el 'hoy' y/o 'mañana'.
Los niños que tienen problemas del aprendizaje con frecuencia presentan, según la lista obtenida
de When Learning is a Problem/LDA(Learning Disabilities Association of America), características
y/o deficiencias en:
Lectura (visión) El niño se acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye,
omite e invierte las palabras; ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez;
tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea
en exceso; se pone bizco al leer; tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta
problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.
Escritura Invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe
encima de las líneas; coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve
y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene un pensamiento
poco organizado y una postura pobre.
Auditivo y verbal El niño presenta apatía, resfriado, alergia y/o asma con frecuencia;
pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de problemas del oído; se siente
mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y
observa al maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y
la radio con volumen muy alto.
Matemáticas El alumno invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre
comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos.
Primero definamos que es el estrés: Estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción fisiológica
del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una
situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. (wikipedia)
Día a día los docentes nos vemos en muchas situaciones que nos pueden provocar ese estrés:
diferencias con los compañeros, conflictos con los alumnos, incomprensión por parte de los padres,
poco valorado nuestro trabajo como docentes por parte de los órganos unipersonales del centro,
críticas de varios sectores, poco apoyo por parte de la administración…etc. Esto día a día puede
hacer que lleguemos a esa situación de estrés de la que creemos que no podremos salir y que poco a
poco nos va superando.
Bien pues después de analizar este concepto podemos observar que "el estrés" viene porque estamos
en una situación amenazante y eso no ocurriría si analizáramos las situaciones a las que nos
enfrentamos los docentes día a día y las canalizáramos de otra forma.
- Hacer gimnasia mental. Algunos de los ejercicios que podemos encontrar en Internet para la
gimnasia mental son:
Esto deberían de hacerlo todo el Claustro de profesores como terapia de grupo. Incluso conseguir
hacer una sesión de "Risoterapia" que es muy buena también para estas situaciones.
-Compartir con los padres las situaciones, porque como dicen: "Dos cabezas piensan mejor que
una". Y así buscar juntos soluciones.
- Tener más vida social fuera del centro, pues el relacionarse con amistades, amigos…etc, lleva a
des estresarte.