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República Bolivariana de Venezuela Universidad Bolivariana de Venezuela

Universidad Politécnica Territorial de Barlovento “Argelia Laya

Postgrado en Gestión Pública: Seminario Inicial Profesor: Dr. Albano Zambrano

Línea de Investigación: Planeación y Evaluación Estratégica de la Gestión Pública

CONSTRUCCIÓN DE UN MODELO

ESTRATÉGICO PARA EL DESARROLLO SOCIAL DE LA GESTIÓN PÚBLICA LOCAL

Autor: MSc. Henry R. Rengifo B.

C.I. N° 6.401.463

Higuerote, 03 de junio de 2019

INTRODUCCION

El escenario internacional donde se inscribe históricamente la realidad venezolana, se


desenvuelve bajo fuertes y determinantes relaciones de dependencia con centros
hegemónicos de poder, así la vida republicana de nuestra nación ha estado signada
por profundas imposiciones que imprime la dinámica del mercado capitalista
internacional. Bajo ese acondicionamiento se proyectaron los gobiernos de turno de la
vida republicana venezolana, con tal servilismo que se anuló al pueblo como sujeto y
objeto de la Patria.

Durante el siglo XIX las potencias europeas fueron las dominantes en nuestro país,
todo esto con la confabulación de la oligarquía interna que gobernó sujeta a los
intereses extranjeros siempre en detrimento de las mayorías sociales. La concentración
de las riquezas seguían en manos de una élite que para asegurar sus beneficios se
hacían del poder político con alternancia entre caudillos de la élite social.

Esta circunstancia hacía sumamente traumática la vida de la población mayoritaria,


empobrecidas cada día más y excluida de toda esperanza reivindicativa; graves
vestigios de la sociedad colonial se arrastraban sin procurarse la transformación de la
estructura persistente.

Para el siglo XX no se nota un cambio en las relaciones de dominación nacional e


internacional, a pesar que en materia económica se producen cambios en su
estructura, pero sin incidencia favorable en la estructura social. Esto debido a que el
producto determinante en esta materia vino a ser la explotación petrolera,
monopolizando la actividad económica por excelencia en el país a partir
aproximadamente de la segunda década del siglo en referencia. Por otra parte penetran
las industrias petroleras extranjeras dominadas fundamentalmente por los Estados
Unidos de Norteamérica, con fuertes incidencias en la vida política, cultural y social de
la nación venezolana.

Bajo estas mismas circunstancias se avanzó hasta mediados del siglo XX, cuando en el
año 1958 se abrieron claras esperanzas para crear una estructura favorable al pueblo.
Sin embargo factores representativos de la cúpula de los partidos políticos de AD. URD
y COPEI, pactaron con la oligarquía nacional e internacional, dejando a la mayoría del
pueblo sin participación real, en los asuntos de la vida nacional.

A partir de ese momento se siembra una falsa democracia, que solo se da con una de
manera representativa, sin noción de protagonismo en los asuntos públicos que le
conciernen a la mayoría, como poder soberano. Esta situación solo hacía posible la
concentración de poder en las capas privilegiadas de la sociedad, dando determinación
a una clase social cada día más empobrecida, excluida y negada y a otra de amplios
poderes enriquecida y con máximos privilegios, lo cual se evidenciaba con grandes
contradicciones que empujaba hacia los conflictos sociales.

El siglo XXI para Venezuela se inicia con una orientación muy particular, desde finales
de la década del siglo pasado se evidencian reacciones sociales en contra del “orden”
establecido, otras acciones continúan desarrollándose al inicio de los años noventa;
pero es a partir del año 1999 cuando comienza a delinearse una realidad distinta a la
marcada por la historia del país. Se de pie al desmontaje de lo vivido hasta entonces;
como un umbral infrahumano producto de la crisis que social que se estuvo gestando
durante todo el periodo de la IV república.

Para ese año 1999 se inicia la presidencia del comandante Hugo Rafael Chávez Frías,
el cual se plantea la Agenda Alternativa Bolivariana, donde se define el objetivo
estratégico de un nuevo Estado, que busca en corto plazo elevar el nivel y calidad de
vida de la población, en atención a sus necesidades físicas (alimentación, salud,
vivienda), Sociales (seguridad, integración, igualdad, libertad), culturales (educación,
deporte, recreación, creatividad), políticas (Participación, protagonismo).

Para logro el de ese objetivo estratégico se asume la concepción integral del desarrollo
con un enfoque endógeno, lo que implica el fortalecimiento del Poder Nacional desde
adentro y por dentro. Para ello se propuso la transformación total del Estado, como
medio de amplitud para la democracia popular, con implicación participativa en la
conducción social hacia un nuevo destino (Chávez, 2007).

Toda esa definición adquiere una fundamentación constitucional, que se orienta


mediante el “Proyecto Nacional Simón Bolívar”, inicialmente con “El Plan de Desarrollo
Económico y Social 2001 – 2007, para el siguiente periodo presidencial se vierte la
orientación por medio del “Plan de la Patria 2007–2013” previsto como ley fundamental
para el desarrollo nacional. Para dar continuidad al proyecto, el presidente Nicolás
Maduro lo presenta como plan 2013-2019 y se proyecta actualmente “Como Plan de la
Patria 2019-2025” con ley de rango constitucional.

De acuerdo a lo que se precisa, está todo orientado a un cambio estructural donde la


fuerza motriz es el pueblo, orientado a la corrección de las enormes distorsiones
sociales, de exclusión e injusticias y fundamentalmente para potenciar el ejercicio de la
ciudadanía en plena acción democrática. Este sería el medio para avanzar hacia el
bienestar colectivo, garantizando a su vez la distribución equitativa de la riqueza
apoyada en el “Estado de derecho y de Justicia” en función de la erradicación de la
pobreza; en consonancia con el avance en otros ámbitos de la vida nacional.

Para ello la constitución brinda las posibilidades ciertas de que la ciudadanía tenga la
libertad de conducir el desarrollo social con plenos derechos y deberes, además el
Estado está en la obligación de garantizarlo (artículo N° 03). En efecto se procura
consolidar un sujeto meramente político, afianzado en el artículo 62 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela al sostener que... “los ciudadanos y
ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos[...] la
participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el
medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo,
tanto individual como colectivo...”(CRBV, 2009).
De tal manera que la constitución presenta el ámbito de la gestión publica como
espacio ideal, donde el protagonismo social debe abordar directamente y de manera
sistemática sus problemas colectivos. Apegado a esto como principio La Ley Orgánica
del Poder Público Municipal (LOPPM), precisa al municipio como espacio primario de
participación ciudadana en la gestión pública a través de los grupos y organizaciones
sociales LOPPM (art. 07); así mismo el artículo 251 delinea como ha de ser la
participación ciudadana en ese espacio municipal, en correspondencia con otras leyes
del poder popular.

En este marco legal durante los veinte años de de acción revolucionaria, se han
experimentado de la mano del Estado toda una serie de acciones por parte del poder
popular para encaminar la gestión pública hacia la consecución de los objetivos
estratégicos sociales; pero elementos de carácter estructural y coyuntural se han
presentado como trabas y rémoras para este fin. Que se evidencian al no concretarse
acciones de los grupos encaminadas a la resolución de problemas colectivos, a pesar
de tenerse ciertas herramientas que se han dado a lo largo de los últimos veinte años.

En consideración a ello cada día se abren nuevos frentes sociales para abordar esta
situación con objetividad científica, es el caso del posgrado en gestión social que se
desarrolla en la Upetbal, desde donde con una visión revolucionaria se asumen
acciones investigativas para la transformación de su praxis como mecanismo de
tributación a la democracia participativa y protagónica.

En función a eso se presenta una propuesta investigativa de carácter científico,


orientada desde el paradigma socio crítico, sustentada en una posición marxista, con
métodos de investigación acción participativa.
I PROBLEMATIZACIÓN

La gestión social de las problemáticas sentidas tienen diversos orígenes, destacándose


entre ellos la persistencia de relaciones sociales de producción capitalista en el seno de
la sociedad venezolana que se manifiestan esencialmente en el campo de lo económico
(Sanz, 2011), queda evidenciado por la acción rentista y un Estado entramado en ello
donde lo cultural queda adosado a esto permeando hacia la acción social, lo que es
reproducción de acciones y estructuras burguesas. Así mismo la debilidad en el
desarrollo de la conciencia política de los actores sociales sin orientación en la praxis
revolucionaria (Lanz R. 2001), donde las acciones de las organizaciones sociales se
dispersan hacia hechos no concretos, ocasionado resultados que satisfacen intereses
individuales no cónsonos con el interés colectivo. De igual manera se presenta el
desconocimiento de lo estratégico en la gestión pública como mecanismo que permita
encausar a la ciudadanía en la solución de los problemas colectivos (IVEPLAN, 2002),
ya que debe ser el mecanismo que oriente la participación ciudadana con claridad
plena hacia las metas establecidas en cuanto a los asuntos públicos. Por otra parte se
tienen las posiciones del paternalismo de Estado producto de la erosión del liderazgo
tradicional que deja en manos del gobierno el emprender todas las acciones de
solución a los asuntos públicos (Lanz R. Op. Cit.), lo que implica por un lado poco
desarrollo de las organizaciones sociales y por otro la limitación en la resolución de las
diferentes problemáticas sociales. De la misma manera se presenta la crisis de
legitimación institucional creando contradicción entre estas y la ciudadanía (Ibid.), por lo
que los funcionarios públicos solo atienden la direccionalidad gerencial y a veces
subjetividades no cónsonas con su razón de ser desprendiéndose de la verdadera
humanidad. Además se presenta la fetichización del poder que se da en algunos
funcionarios públicos, al presentarse como sujetos omnipotentes sobre los ciudadanos
(Dussel, 2010, 46), lo que va creando una fuerte barrera entre estos y las instituciones
haciéndolas infranqueables ante las posibilidades de gestión para emprender
soluciones a los problemas de la colectividad. En el mismo orden se presenta la
debilidad política ideológica de quienes conforman las organizaciones sociales,
impidiendo que se estructure un poder popular orgánico y coherente (Sanz, 2007),
cuestión que limita al poder popular haciéndolo ineficaz e ineficiente en la acción de
gobierno como parte estructurante del mismo con restricciones para encarar situaciones
de orden social. En la misma forma se tiene la excesiva centralización en las tomas de
decisiones por parte de funcionarios públicos en las instituciones ( Rachadell, 2006), lo
que implica que no se de amplitud a la participación popular para agilizar los trámites
necesarios en procura de viabilizar las atenciones a situaciones de su entorno social.
Siguiendo en este ámbito está presente la propagación histórica de la corrupción que
quebranta la salud pública (Maduro M. 20013), se propaga como virus mortal en todos
los espacios de la sociedad, a todos los niveles con mayor impunidad y peligro a
funcionarios a los que se ha delegado altas responsabilidades de Estado. En igual
correspondencia se presenta la resistencia en la conformación de una conciencia de
clase que no hace visible el antagonismo de la misma (Girardi, s/f.), circunstancia que
dificulta la trascendencia hacia una objetiva y masiva adhesión a interese económicos
y valores éticos-políticos de un conglomerado social. Dentro de este mismo escenario
está el débil desarrollo social de la espiritualidad como mecanismo de impulso interno
dentro de la integralidad del ser humano (Linares, 2011), cuestión necesaria para crear
en cada ciudadano un impulso interno para la confluencia gregaria en la
materialización social. Dentro de las mismas circunstancias se encuentra el
desconocimiento del cuerpo de leyes del poder popular recogidas como compendio de
un cuerpo sistemático (Asamblea Nacional, 2011), que da base legal al accionar popular
como condición de derecho para lo cual es un deber de las instituciones estatales crear
condición para su desarrollo. En esa misma prédica está la fragilidad del sistema
educativo nacional que se no irradia con fuerza homogénea hacia lo formal como a lo
no formal de la educación para resolución de problemas (Bonilla, M., 2014), donde la
vinculación escuela comunidad no quede en simple prédica. En ese orden se tiene la
debilidad del conglomerado social de asumirse como fuerza hegemónica redentora de
su clase social (Acosta R. 2013). En la misma dirección se encuentra la amplia
separación entre el poder constituido conformado por los poderes y estructuras públicas
y el poder constituyente concentrado en las organizaciones sociales (Ibid), de manera
que en la nueva praxis socio política puedan darse puntos de encuentro para un fin
estratégico.
En razón a lo anterior surge el siguiente Problema Científico: deficiencias de la gestión
social ante los problemas colectivos en el Municipio Brión del estado bolivariano de
Miranda, definido, como las dificultades que presenta el poder popular, expuesto por
medio de las distintas organizaciones sociales, al participar en los asuntos públicos
respondiendo al derecho pleno que le consagra la constitución en su artículo 62 (CRBV,
2009) y en correspondencia a la Ley Orgánica del Poder Público Municipal en su
artículo 251 (LOPPM, 2010) a fin de gestionar la atención y resolución de los problemas
colectivos, no logrando en gran medida una solución de esos problemas del colectivo
en el municipio como espacio primario. Tales deficiencias impactan negativamente a la
sociedad de tal manera que se puede llegar a generar formas de entropía que serían
trabas para el avance del proceso revolucionario: si esta contradicción no se supera
continuaran sus manifestaciones en la sociedad brionense tales como las posturas
desagregadas de la ciudadanía ante los problemas que le afectan colectivamente (Lanz
R., Op. ci.), con posturas individualistas y pérdida de sensibilidad social. Así también el
escepticismo y apatía de la ciudadanía (Troudi Harnecker y Bonilla M., 2005), por la
desconfianza al no ver concreción de sus gestiones. por otra parte se genera mayor
burocratismo en las instancias gubernamentales locales (Ibíd), ampliando los trámites y
exigencias de solución a los problemas de la gente. De igual manera se presentarán
posturas colectivas e individuales de adaptación y acomodación a mecanismos
burgueses (Vargas A., 2006), reproduciéndose los valores en cuestionamiento que
avivan a la estructura capitalista. Así mismo la reproducción de cultura clientelar y de
mediación política (Troudi Harnecker y Bonilla M., Op.cit.), que genera graves vicios de
cobros por mediación de funcionarios. En el mismo orden se incrementaría la
conflictividad social (Dussel, Op. Cit.), sin orientación política para canalizar la solución
hacia la transformación social. Sobre la misma base está la desvirtuación del estilo
democrático de conducción (Ibid.) que degenera en estilos verticalistas y autoritarios
con imposiciones. Igualmente el desarrollo de actitudes sectarias (Harnecker, Op.Cit.,)
tanto en los grupos sociales como en las instituciones privando la imposición de
criterios particulares ante los colectivos. Además incremento de prácticas pragmáticas
(Dussel, Op Cit.), prevaleciendo el valor práctico de las cosas con lo que se privilegia el
hacer a veces sin sustento objetivo. Igualmente la pérdida de identidad social con
posturas de desclasado social (Vargas A. .Op. Cit.), asumiendo individualidades y
sectores de la sociedad indiferencia ante los problemas comunes desprendiéndose de
actos de solidaridad. Adicionalmente se va perdiendo la direccionalidad política como
medio de la acción estratégica (Lanz R. Op. Cit.) lo que propicia dispersión de las reales
fuerzas y no permite constituir la integración del pueblo como poder con visión de
transformación social. Al mismo tiempo se incrementa la excesiva centralización en la
toma de decisiones de las acciones sociales (Sanz, 2007), anulando el desarrollo de la
participación progresiva de la ciudadanía en los asuntos públicos. También está
presente la limitación del desarrollo de liderazgos de base (Ibid.), por la concentración
de las tomas de decisiones en las esferas institucionales y organismos
gubernamentales. Por consiguiente se restringe la ampliación de los planos y espacios
para la praxis democrática (Harnecker Op. Cit.), al limitarse el avance del poder popular
fuerza hegemónica en el proceso revolucionario.

Ante esta problemática se pretende superar la contradicción detectada, con la


construcción de un Modelo Estratégico Para el Desarrollo Social de la Gestión Pública
Local. En cuanto al dimensionamiento de la solución se plantean las siguientes
preguntas científicas:

1- ¿Qué aspectos presenta la gestión pública en atención a los problemas sociales


local?

2- ¿Cuáles son los elementos teóricos para sustentar un modelo estratégico para el
desarrollo social de la gestión pública local?

3- ¿Qué estructura debe orientar a un modelo estratégico de desarrollo social para la


gestión pública local?

4- ¿Cómo orientar la valoración de un modelo estratégico de desarrollo social para la


gestión pública local?

En respuesta a esto se plantea los siguientes objetivos:


Objetivo general:

_ Construcción modelo estratégico para el desarrollo social de la gestión pública local.

Objetivos específicos:

1- Caracterizar la gestión pública en atención a los problemas sociales local.

2-Determinar los aspectos teóricos para fundamentar un modelo estratégico para el


desarrollo social de la gestión pública local.

3- Establecer la estructura que debe componer un modelo estratégico de desarrollo


local de la gestión pública local.

4- Precisar indicadores de valoración para el modelo estratégico de desarrollo local de


la gestión pública local.

II FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

2.1

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