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COMPETENCIA LABORAL

1. ¿Qué es la competencia laboral?


La competencia laboral es la capacidad para responder exitosamente una demanda
compleja o llevar a cabo una actividad o tarea, según criterios de desempeño definidos por
la empresa o sector productivo. Las competencias abarcan los conocimientos (Saber),
actitudes (Saber Ser) y habilidades (Saber Hacer) de un individuo. Así, una persona es
competente cuando:
• Sabe movilizar recursos personales (conocimientos, habilidades, actitudes) y del entorno
(tecnología, organización, otros) para responder a situaciones complejas.
• Realiza actividades según criterios de éxito explícitos y logrando los resultados esperados.
1.1.¿Que son los Estándares de competencias?
Los Estándares de Competencia Laboral responden de modo explícito y específico esta
pregunta. Un Estándar de Competencia Laboral explicita, describe y ejemplifica el nivel de
desempeño esperado en una determinada función laboral, recogiendo las mejores prácticas
establecidas en empresas líderes en cada sector productivo. Un estándar contiene los
siguientes elementos:
• Actividades clave, que son el desglose de una competencia en acciones específicas que
una persona debe ser capaz de realizar para obtener un resultado.
• Criterios de desempeño, indicadores que permiten reconocer el desempeño competente.
• Conductas asociadas, que ejemplifican a través de indicadores conductuales la forma de
realizar adecuadamente las actividades clave.
• Conocimientos mínimos que el candidato debe poseer sobre determinadas materias, para
ejecutar de manera competente las actividades clave.
• Habilidades cognitivas, psicomotrices y psicosociales relevantes para el desempeño
adecuado de las actividades clave.
1.2.¿Cuáles son sus posibles aplicaciones Los Estándares de Competencia Laboral son un
referente para?
• Diseñar programas de capacitación y formación profesional
• Implementar sistemas de gestión de recursos humanos
• Evaluar y certificar el desempeño de personas en base a competencia
2.COMPETENCIA BASICA

La competencia clave o básica, es la combinación de destrezas, conocimientos y


actitudes adaptadas a los diferentes contextos. Las competencias clave o básicas son las
que todas las personas precisan para su desarrollo personal, así como para ser ciudadanos
activos e integrados en la sociedad.

Las competencias básicas deben haber sido alcanzadas al final de la etapa obligatoria de
enseñanza de forma que la persona esté preparada para su vida adulta pero también deben
seguir perfeccionándose a través de las nuevas experiencias. Por ello, la vida se entiende
como un proceso de aprendizaje continuo.

Debemos trabajar las competencias básicas para conseguir que los alumnos
desarrollen procedimientos y actitudes y a la vez desarrollen la capacidad de adaptarse y
afrontar de forma positiva nuevas situaciones. La capacidad de asociación y
generalización de los aprendizajes y la adecuación de los mismos a diferentes contextos
es un objetivo fundamental del proceso educativo.

La LOE las establece como referente en la promoción de ciclo en educación primaria y para
la titulación al final de la educación secundaria obligatoria, así como para las evaluaciones
previstas en cuarto curso de la educación primaria y en el segundo de la educación
secundaria obligatoria.
Son los aprendizajes básicos que se deben haber desarrollado al finalizar la enseñanza
obligatoria, aprendizajes que permiten al sujeto desarrollarse como persona, facilitan su
integración, le convierten en ciudadano y le dan las claves necesarias para afrontar de
forma satisfactoria la vida adulta. Aspectos que a su vez necesitan de una actitud de
aprendizaje permanente a lo largo de la vida.

La incorporación de las competencias básicas al currículo exige, que nos planteemos


cuales son los aprendizajes fundamentales que debe adquirir todo el alumnado en cada
una de las etapas, áreas y materias y establecer las prioridades necesarias entre ellos.

Se han establecido como competencias básicas las ocho siguientes:

COMPETENCIA EN COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA. Uso del lenguaje oral y escrito como


vehículo de aprendizaje y expresión y control de conductas y emociones.

COMPETENCIA MATEMÁTICA. Utilización de los números, operaciones básicas,


símbolos, formas de expresión y razonamiento matemático para la creación, interpretación
y comprensión de la realidad.

COMPETENCIA EN EL CONOCIMIENTO Y LA INTERACCIÓN CON EL MUNDO


FÍSICO. Competencia que permite interactuar con el entorno para predecir consecuencias.
Mostrar cuidado y respeto por el mismo para procurar su mejora y preservación como forma
de mejorar las condiciones de vida propia y de los demás y del resto de los seres vivos.

COMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA. Para ser capaces de ponerse en el lugar del


otro, respetar las diferencias de creencias, culturas, religiosas, Respetar los principios
democráticos, fomentar el conocimiento del estado democrático, los deberes cívicos y la
participación que constituyen la ciudadanía activa. Es una competencia fundamental que
prepara al individuo para convivir aceptando valores y derechos humanos, constitucionales
y democráticos.

COMPETENCIA CULTURAL Y ARTÍSTICA. Aprender a apreciar y respetar las diferentes


manifestaciones culturales y artísticas.

COMPETENCIA PARA APRENDER A APRENDER. Entender que el aprendizaje es una


necesidad constante a lo largo de la vida. Aprender a enfrentarse a los problemas y buscar
las soluciones más adecuadas en cada momento.

TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN Y COMPETENCIA DIGITAL. Habilidades para


buscar y transmitir la información y transformarla en conocimiento. Acceso a la información,
uso y transmisión, así como el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.

AUTONOMÍA E INICIATIVA PERSONAL. Capacidad de elegir la propia opción y tomar


iniciativas responsables tanto en el plano personal como en el social o laboral. Supone
trabajar valores personales como la dignidad, la libertad, la autoestima, y la capacidad para
enfrentarse a los problemas.

Estas competencias básicas no son independientes unas de otras, sino que están
íntimamente relacionadas entre sí.
3.COMPETENCIA PROFESIONAL.
3.1. Definición de competencia profesional.
Las competencias profesionales son atribuciones o incumbencias ligadas a la fi gura
profesional (tareas y funciones) que «engloban el conjunto de realizaciones, resultados,
líneas de actuación y consecuciones que se demandan del titular de una profesión u
ocupación determinada», es decir, la competencia profesional alude directamente a las
capacidades y habilidades de una persona que son necesarias de desarrollar a través de
la formación. De manera que la competencia es el resultado del proceso de cualificación
que permite «ser capaz de» «estar capacitado para».
3.2. Características de las competencias profesionales
Es necesario concretar y llegar a algunos puntos de síntesis de las características de las
competencias profesionales, esto es:
a) Una primera nota característica en el concepto de competencia profesional es que
comporta todo un conjunto de conocimientos, procedimientos y actitudes combinados,
coordinados e integrados en el sentido que el individuo ha de «saber hacer» y «saber estar»
para el ejercicio profesional. El dominio de estos saberes le hacen «capaz de» actuar con
eficacia en situaciones profesionales. Desde esta óptica, no sería diferenciable de
capacidad y se erigiría el proceso de «capacitación» clave para el logro de las
competencias. Pero una cosa es «ser capaz» y otra bien distinta es «ser competente», pues
poseen distintas implicaciones idiomáticas.
b) Las competencias sólo son definibles en la acción. En la línea de lo apuntado
anteriormente, las competencias no son reducibles ni al saber, ni al saber-hacer, y por tanto,
no son asimilables a lo adquirido en formación. Poseer unas capacidades no significa ser
competente. Es decir, la competencia no reside en los recursos (capacidades), sino en la
movilización misma de los recursos personales. Esto nos indica que la competencia es un
proceso practica acción constante para saber (conocimiento), saber hacer (procedimiento),
saber estar y saber ser (actitud)
c) No es suficiente con verificar qué elementos son constitutivos de las competencias.
Hemos de profundizar más, y de ahí que recurramos a cómo se conforman. Cabría pues,
más allá de lo dicho respecto a las capacidades y competencias, asumir que no es suficiente
con el proceso de capacitación, y por ende, con el posibilitador de las capacidades apoyado
en la formación, sino que en este terreno la experiencia se muestra como ineludible
3.3. TIPOLOGÍA DE LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES
Esto quiere decir que, en dicho concepto, sobre todo a partir de la propia acción y del
contexto, las competencias van más allá de la mera especialización técnica para incluir
dimensiones relacionales y sociopolíticas. Esta asunción en la línea de Bunk (1994) nos
lleva a considerar una tipología de las competencias profesionales.

 Competencia técnica
Posee competencia técnica aquel que domina como experto las tareas y contenidos de su
ámbito de trabajo y los conocimientos y destrezas necesarios para ello.

 Competencia metodológica
Posee competencia metodológica aquel que sabe reaccionar aplicando el procedimiento
adecuado a las tareas encomendadas y a las irregularidades que se presenten; que
encuentra de forma independiente vías de solución y que transfiere adecuadamente las
experiencias adquiridas a otros problemas de trabajo

 Competencia social
Posee competencia social aquel que sabe colaborar con otras personas de forma
comunicativa y constructiva y que muestra un comportamiento orientado al grupo y un
entendimiento interpersonal.

 Competencia participativa
Posee competencia participativa aquel que sabe participar en la organización de su puesto
de trabajo y también de su entorno de trabajo; es capaz de organizar y decidir y está
dispuesto a aceptar responsabilidades
3.4. ETAPAS DE DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES
Las etapas del desarrollo de las competencias son: rutinización, significatividad,
actualización y experticia.

 Nivel de rutinización
La acción se da desde una rutina, con autocorrección, anticipación y aplicación flexible. No
es la repetición mecánica de datos, sino un saber hacer, haciendo.

 Nivel de significatividad
Se identifica por la realización de tareas o resolución de problemas con base en la
construcción de significado, vinculando los saberes representacionales con los saberes
procedimentales y tomando como base los procesos psicosociales e histórico culturales.

 Nivel de actualización
Consiste en el dominio progresivo de problemáticas particulares, donde los procesos se
expanden a otros dominios que inicialmente no estaban en el entorno de la competencia.

 Nivel de experticia
Consiste en la comprensión, valoración y abordaje de los problemas y de los contextos
particulares con base en una infinidad de casos y presuposiciones, sin necesidad de
basarse exclusivamente en reglas preestablecidas.
5.PLAN NACIONAL DE COMPETITIVIDAD Y PRODUCTIVIDAD
“Para mejorar la Competitividad del Perú se requiere de medidas transversales que
busquen el mismo objetivo: remover las barreras y facilitar la inversión en nuestro país que
genere empleo de calidad y mayores ingresos para nuestra población. Por ello, el año
pasado aprobamos, por primera vez en el Perú, una Política de Competitividad y
Productividad que identificó 9 áreas a ser articuladas por el sector público y privado, y con
amplios espacios de diálogo que le darán sostenibilidad. Después de 6 meses de trabajo
intenso, donde se han realizado decenas de reuniones, hoy hemos publicado el Plan de
Competitividad y Productividad 2019-2030, el cual incluye un primer grupo de 84 medidas
específicas en las 9 áreas, y que estamos seguros impulsarán la competitividad y
productividad de nuestra economía para lograr tasas de crecimiento mayores a 5%.”
5.1. MENSAJE DEL CONSEJO DIRECTIVO

El Consejo Directivo del Consejo Nacional de Competitividad y Formalización (CNCF)


presenta al país el Plan Nacional de Competitividad y Productividad 2019-2030. Este
documento contiene ochenta y cuatro medidas de política que apuntan a cumplir los nueve
objetivos prioritarios establecidos en la Política Nacional de Competitividad y Productividad,
y buscan atender los desafíos que actualmente enfrenta el Perú en su tránsito hacia un país
moderno e inclusivo.
El Plan Nacional de Competitividad y Productividad 2019-2030 es el resultado del trabajo
conjunto y articulado llevado a cabo por los sectores público, privado y académico a través
de los Comités Técnicos Público-Privados. Estos últimos se han configurado como la
plataforma institucional para diseñar y articular la implementación de medidas que mejoren
la provisión de servicios públicos, y que permiten recuperar la confianza en la relación
público-privada como catalizadora de bienestar en beneficio de todos los peruanos. Como
fruto del trabajo público-privado, se consensuaron medidas de política que buscan
trascender diversas administraciones de gobierno a través de la definición de hitos
concretos para el corto, mediano y largo plazo.
El Consejo Directivo del CNCF confía en que el Plan Nacional de Competitividad y
Productividad 2019-2030 se constituya como la base de políticas futuras que permitan
convertir al Perú en un país competitivo y productivo, capaz de generar oportunidades de
desarrollo para todos los peruanos.
5.2.EL PLAN NACIONAL DE COMPETITIVIDAD: FIN, PROPÓSITO Y OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS

El enfoque de competitividad utilizado en el presente Plan es sistémico. Considera la


interrelación de los diversos elementos que determinan el incremento de la productividad
de las empresas y el contexto que las rodea y que les permite utilizar de manera eficiente
los factores productivos, tales como los recursos humanos, el capital físico, los recursos
financieros y la tecnología. Para ello se incluye el fortalecimiento de la institucionalidad para
crear un clima de negocios favorable, dentro de un marco macroeconómico estable, que
permita un adecuado funcionamiento de los mercados de factores, productos y servicios.
Todo este ambiente de inversión tiene que verse complementado por una adecuada
integración a la economía global. En este sentido, el Plan Nacional de Competitividad
incorpora los diferentes componentes que determinan la competitividad de una economía y
las interrelaciones entre estos componentes, incidiendo en aquellos en los que el Perú
requiere poner énfasis para hacer realidad las mayores oportunidades de desarrollo.
El presente Plan ha definido como su fin último contribuir al mejoramiento sostenible de la
calidad de vida de la población peruana, esto se hace posible si se genera empleo digno,
de calidad y formal. Para lograr este propósito se debe dinamizar la economía a través de
la facilitación de la inversión privada, fuente primordial del crecimiento económico dentro de
un marco de creciente inserción al mercado global. Es por ello que se ha establecido como
propósito del Plan Nacional de Competitividad mejorar la competitividad de las empresas
para su exitosa inserción en el mercado global para el desarrollo social.
Este propósito se verá realizado si se cumple la meta de mejorar nuestra posición relativa
en los indicadores globales de competitividad, pues será una señal de que el Perú es una
economía en crecimiento sostenido y sostenible y con un clima de inversión favorable al
desarrollo del emprendimiento y de las empresas de todo tipo y tamaño, y que está entre
los países más competitivos para atraer inversiones. Esto implica el cumplimiento de la
meta de crecimiento económico establecida y por consiguiente la generación del empleo
de calidad que los peruanos esperamos.
5.3. PLAN NACIONAL DE COMPETITIVIDAD OBJETIVOS, ESTRATEGIAS Y
LOGROS FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL
OBJETIVO: Fortalecer la institucionalidad con un Sistema Público efectivo en sus
resultados y eficiente en su costo, organizaciones privadas y de la Sociedad Civil que sean
representativas y tengan capacidades fortalecidas, para promover un adecuado clima de
negocios del país.
ESTRATEGIAS:
1.Contar con un sistema de reglas de juego con definiciones claras, transparentes, flexibles
en cuanto al ajuste a cambios en el entorno y estables en cuanto a su aplicación, de fácil
interpretación por quienes administran las normas, y con mecanismos de sanción que
incentiven su cumplimiento.
2. Fortalecer las capacidades de las entidades públicas, privadas y de la sociedad civil,
nacionales, regionales y locales, para proponer políticas públicas que favorezcan la
competitividad, facilitando sistemas de investigación, análisis, debate y diálogo a fin de
formar consensos nacionales en aspectos claves.
3. Facilitar el funcionamiento eficiente, justo, predecible y oportuno del sistema judicial en
la solución de conflictos, especialmente en aquellos aspectos que más afectan la
competitividad.
4. Promover la aplicación de mecanismos alternativos de solución de controversias que
sean imparciales, eficientes y oportunos y cuyos fallos sean aceptados por las partes
públicas y privadas.
5. Promover medidas que favorezcan la reducción de la corrupción, sobre todo mediante la
fiscalización de entidades representativas de la sociedad civil.
6. Fortalecer la competencia a través de normas claras y de aplicación transparente por
los sistemas reguladores y del mercado y las demás entidades del Estado, minimizando las
prácticas que restrinjan la competencia, protegiendo adecuadamente a los usuarios y
promoviendo el respeto por los contratos suscritos por el sector público y por su aplicación
eficiente y efectiva, especialmente por las entidades reguladoras en temas relacionados
con la competitividad.
7. Promover la reducción de barreras burocráticas en el sector público e incrementar los
niveles de seguridad interna.
8. Introducir la gestión por resultados en las entidades que conforman el sector público, con
una rendición de cuentas transparente ante las autoridades correspondientes y la sociedad
civil, especialmente los beneficiarios y usuarios de los servicios públicos que afectan la
competitividad de las empresas.
9. Establecer una carrera pública que permita mejorar la calificación de equipos técnicos
del sector público, que sea libre de interferencia política, creando y fortaleciendo a un
servicio civil de carácter profesional, basado en la carrera pública libre de interferencia
política.
10. Promover prácticas de buen gobierno corporativo, responsabilidad social y gestión
ambiental sostenible en el sector privado y el no gubernamental, a fin de cumplir con las
exigencias de los mercados internacionales y las disposiciones internas del país.

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