Natalio Botana, habla del orden conservar ador.

Hacia 1880 se había edificado un régimen que poseía un sistema institucional que permitía
trascender el ejercicio personal de gobierno.

Este régimen era un gobierno de unos pocos cuyo poder electoral residía en los recursos
coercitivos y económicos de los gobernadores.

Había impuesto la reversión del principio de soberanía, donde el elector era el gobierno y no los
gobernados, ya que las elecciones consistían en dos reglas sucesorias, la designación del
funcionario saliente y la riqueza, solo podían gobernar aquellos que eran los poseedores de
riqueza, educación y prestigio, de ahí se habla de una oligarquía al fundar el poder política en la
riqueza.

En este sistema de transferencia, que habían consolidado, se lograban dos cosas, por un lado
excluir la oposición considerada peligrosa para mantener al régimen, y cooptar por acuerdo a la
oposición más moderada. Evitando conflicto y tejiendo alianzas lograron un régimen unificando el
sistema político mediante un sistema de decisiones.

A su vez contaban con otros métodos para asegurar la presidencia del candidato ya vencedor
previo a la elección, como el fraude arreglando padrones o la intervención federal a la provincia
que elegía un rival del régimen a la gobernación. Ante esto botana menciona la existencia de dos
fórmulas, la formula prescriptiva y la operativa, el dialogo entre la constitución y la realidad.

Considera que el régimen está compuesto por gobiernos de familias, debido a la relación entre
público y privado, con el cual el control del gobierno dependía de los vínculos de parentesco que
se entretejían entre determinadas familias.

Alonso: El pan consistió en un sistema informal de vinculación de distintos líderes provinciales y

nacionales que decían pertenecer al partido. Dentro de este sistema quienes aspiraban a la
presidencia reclutaban apoyos en las fuentes de poder electoral provincial, donde se producían
los votos para poder llegada la elección. No es un reigimen, sino acuerdos entre notables que
tejen alianzas con autonomía sobre las bases populares.

Las elites políticas conforman al partido autonomista nacional, estas poseían alto grado de
influencia al momento de dirimir la nominación del candidato presidencial del partido y durante la
elección presidencial misma. Predominan los acuerdos y las rivalidades pero no las instituciones,
es una dominación por notables.

En una república federal con colegio electoral y un sistema elector plural, la política nacional es
una política de coaliciones, y el pan lejos de estuvo de gozar una estructura jerárquica
fuertemente disciplinada que penetro en las provincias. Ni tampoco fue el marco en el cual los
miembros de la elite cedían mutuamente los turnos a cargos electivos pacíficamente.

Es todo lo contrario, no gozo de organización interna alguna, ni resolvió a través de acuerdos

formales o informales cuales serían los métodos de elección de candidatos a puestos electivos.
Dentro de un sistema de partido único, la dinámica que se impuso fue de una fuerte
competencia entre distintas coaliciones internas, agudizadas porque no tenían una estructura
interna para resolver la selección de candidatos. Tampoco acordó pautas informales y al ser un
partido medianamente nuevo no gozo de reglas adquiridas en la práctica.

Su funcionamiento era en base a las ligas o coaliciones. La liga roquista, la rochista, la juarista.

La existencia del pan tuvo impacto en el sistema político e institucional del ejercicio del poder, ya
que tensiono el sistema representativo (autonomía en la sucesión del candidato o como hacia roca
en un salón privado negociando entre unos pocos) y el federal (se ponía en juego distintas formas
de construir el poder en relación a la centralización y descentralización). Durante el roquismo se
centralizo la conducción, dentro de Juárez se abstuvo y le dio autonomía a las provincias
colocando al estado y sus poderes al servicio de ellas.

El pan tuvo implicancias al no tener reglas, normas, estructura, ni pautas internas, sus partes
internas se desafiaban y convivían a la vez entre aquellos que eran autoritarios y centralistas y
aquellos que querían una renovación partidaria, porque si bien algunos se iban como Rocha, el
partido tenía tal flexibilidad que hizo posibles sus adaptaciones, hizo posible los acuerdos con la
oposición.