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PARTICIPANTE:
COROMOTO PEREZ
FACILICTADOR:
Rev. XIOMARA PARRA
El tabernáculo enseña estos principios con tremenda claridad sobre unos del
cumplimiento más significantes con respecto a Cristo.
(10:1-3). No podía perdonar los pecados de las personas; sólo les recordaba
de sus pecados. Estos sacrificios nunca fueron capaces realmente de perdonar los
pecados de uno. Y si lo hubiesen hecho, los sacrificios hubiesen terminado. Pero el
hecho de la naturaleza continua del sistema probaba que era inefectivo. Sólo
recordaba a la gente de sus pecados y de su necesidad por un verdadero perdón
que no podía proveer.
Y existe una razón obvia de porque no podía perdonar los pecados. Leer
10:4. Sus sacrificios eran no efectivos debido a que eran animales. ¿Cómo puede
la muerte de un animal pagar por los pecados de un ser humano que tiene libre
albedrío? No puede y no pudo. Solo era un tipo, un cuadro profético que enseñó la
perspectiva de Dios acerca del pecado y cómo Él mismo pagaría un día por el
pecado. Por eso Jesús es el cumplimiento del Sistema del Tabernáculo, podemos
ver en Hebreos 10:5-9. Él se hizo carne para cumplir con lo que los sacrificios de
los animales representaban. Esta es la razón por la cual Jesús se hizo humano. El
Antiguo Testamento mismo veía las limitaciones del sistema de sacrificio, y predijo
que un día sería reemplazado. Es por eso que Salmo 40 predice que Dios enviará
su propio Hijo para hacerse humano, para pagar la penalidad por nuestros pecados.
Es por eso que Isaías predijo 800 años antes de Jesús que Dios cumpliría
con el sistema del tabernáculo a través de una Persona (Isaías 53:5,6).
Es por eso que Juan El Bautista identificó a Jesús como “el cordero de Dios
que quita el pecado del mundo” (Jn1:29).
Es por eso que Jesús insistía que el propósito de su venida no era ser un rey
o un gran maestro, etc., sino que “dar su vida como rescate para muchos
(Mk.10:45).”
Es por eso que cuando Jesús gritó justo antes de morir “Consumado es”
(“está terminado”, “totalmente pagado”). Él hizo lo que los sacrificios representaban.
Es por eso que Jesús se levantó de los muertos – para demostrar que su
sacrificio por nuestros pecados había sido aceptado por Dios (Rom.4:25). Tal como
la salida del sumo sacerdote en el Día de la Propiciación probaba que el sacrificio
que él había hecho por los pecados del pueblo había sido aceptado, así la salida de
Jesús de los muertos después de su muerte probaba que su sacrificio por nuestros
pecados había sido aceptado. Si su sacrificio hubiese sido inadecuado en cualquier
forma, Él nunca hubiese vuelto de la tumba.