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La necesidad de emplear la

retórica en la argumentación

CETIS 9 “JOSEFA ORTIZ DE DOMINGUEZ” 1º PAM Cárdenas Martínez Diana


Nació como disciplina aprendible hacia el año 485 a. C. en la Grecia antigua,
cuando dos tiranos sicilianos, Gelón y su sucesor Gerón I, expropiaron
numerosas tierras a ciudadanos de Siracusa en favor de los mercenarios que
formaban su ejército personal.
Ello creó la necesidad de personas que supiesen hablar bien ante la asamblea
de jueces para poder defender los derechos de los antiguos propietarios de
esas tierras. Los primeros maestros que se dedicaron a esta disciplina fueron
de allí, Córax de Siracusa, primero en escribir un tratado sobre el tema, y su
discípulo Tisias, que lo divulgó. Las figuras de estos dos primeros maestros de
retórica son bastante oscuras.

La Retórica Aristotélica concilia el discurso como un mensaje y lo divide en


emisor, mensaje y receptor. Su obra está compuesta por el emisor, el receptor
y el mensaje. Para Aristóteles el emisor define la retórica y su objeto. Es la
forma de concebir y argumentar, forma de adaptarse al público. Por ejemplo,
acerca del carácter moral de orador (ethos). El receptor es el público, carácter,
costumbres y pasiones de la gente, que disponen en favor del orador a los
receptores (pathos). El libro del mensaje es el discurso (logos). Se estudia la
disposición de las diferentes partes del discurso, su estilo y forma de
declamarlo.

Para Aristóteles, la retórica es "la facultad de conocer en cada caso aquello que
puede persuadir. La retórica puede ser cultivada, pero se deben conocer sus
principios". La retórica se basa en el verosímil, mediante el razonamiento se
debe demostrar aquello que la gente cree posible. Para ello quien emite el
discurso se vale de la lógica del sentido común: lógica de opinión pública.
Aristóteles la define como "más vale un verosímil imposible, que un posible
inverosímil". Con ésto, Aristóteles cree que se debe contar a la gente aquello
que cree posible.

La invención es la operación mayor. Se trata de establecer pruebas o


argumentos para persuadir durante el discurso. Es el cuerpo lógico y
psicológico, es el contenido. En la búsqueda de argumentos y
persuasiones se debe convencer y emocionar.

Las premisas pueden ser de tres tipos:


• Índices seguros que son hechos obvios y evidentes. Indicio necesario,
verdadero o irrefutable.
• Signos, son hechos que sirven para entender otro hecho, por lo que
requiere apoyo (por ejemplo, si alguien tiene fiebre, respira
agitadamente).
• Verosímil, hecho sobre el cual la gente está de acuerdo (hay que
respetar a los viejos). El efitema es el gran argumento sobre el cual
descansa la retórica. El orador persuade desde lo que el público piensa,
sus conclusiones desde las premisas compartidas por el sentido común.
Para Aristóteles las emociones son la parte psicológica de la retórica. Se
adapta el discurso al oyente. El orador debe ganarse al oyente y para ello
debe presentarse como una persona digna de confianza y creíble. La otra
alternativa, es fomentar las pasiones, apelando a los sentimientos de los
que los escuchan.

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