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“La neurociencia es, por mucho, la rama más excitante de la ciencia, porque el cerebro es el

objeto más fascinante del universo. Cada cerebro humano es diferente, el cerebro hace a cada ser

humano único y define quién es”.

Stanley B. Prusiner (Premio Nobel de Medicina, 1997)

Martes 6 de Agosto de 2019: Éste fue el día en el que empecé a cursar la materia de

Neurociencias I por 3ra vez.

Si, por tercera vez. Como dice el refrán “la tercera es la vencida” y esta vez lo fue.

Soy alumna de la Licenciatura en Psicología desde el año 2013, el mismo que me vio cursar y

dejar la materia la primera vez.

Las razones son muchas: biología nunca fue mi fuerte, me costaba mucho poder dar cuenta de los

conceptos y sus relaciones. Desde el colegio quizás operaba en mí aquella sensación de fracaso por

no poder aprobar hasta el último año la materia.

Por otro lado, me entusiasmaba poder aprender biología aplicada al campo de la Neurociencia, y

más aún al campo de la psicología. Sin embargo, mis resistencias eran más fuertes, la materia no me

gustaba y me costaba mucho poder encontrar durante el primer año su utilidad en la carrera.

Quizás las cuestiones pedagógicas influyeron: la imposibilidad docente con quienes fueron mis

profesores en aquellos años de no poder establecer una clara relación entre las estructuras del

sistema nervioso y la labor del psicólogo, el contacto con el alumno o las exigencias mismas de una

materia que no facilitaba mi entendimiento fueron algunos de los motivos que me llevaron a

abandonar o a no rendir nunca la misma.


Ahora bien, volvamos al comienzo:

Ese Martes 6 de Agosto tenía una mezcla de sentimientos, por un lado el miedo de volver a cursar

la materia que tantas veces había dejado y todo lo que había dejado con ella, y por otro lado la

incertidumbre propia de enfrentarme a nuevos compañeros y a la docente que hasta ese momento

no conocía, todo esto desata en mi preguntas tales como ¿Seremos muchos? ¿Habrá alguien

conocido que me ayude a sobrellevar el cursado? ¿Cómo será?

Por otro lado ese sentimiento de miedo se desvanecía velado por el de satisfacción y de

bienestar conmigo misma: había logrado después de muchas negativas burocráticas que se abra esta

comisión para poder cursar y no perder un año más de estudio.

¿Por qué?

Sucedió que, como el plan de estudios se modificó, la materia había quedado sujeta al plan

nuevo, dentro del primer cuatrimestre del año, sorpresa que me llevé al intentar inscribirme y no

encontrarla dentro de las posibilidades.

Después de mucho padecer y sostener la angustia de saber perdido un año, decidí no resignarme

y emprender el camino de hacer algo con eso que me sucedía, no dejar ganar al agobio y contender

por aquello que me parecía justo.

Luego de semanas de idas y vueltas por fin llega el tan esperado mensaje: “Ya te podes inscribir a

Neurociencias”

Es necesario también aclarar que nada de esto hubiera sido posible sin el sostén de mi analista y

sin la ayuda de los directivos de carrera: Lorena y Melina, quienes supieron dar lugar y poner a

disposición su escucha y su rol académico para esto sucediera.


Ahora sí, llegamos al primer día del cursado:

Llevando a cuestas la carga emocional de la materia, ingreso al curso y para mi sorpresa veo

solamente a dos personas sentadas: La docente a cargo, Dra. Taboada Susana y quien sería mi

compañera: Ana Paula.

Esa primer clase, nos dedicamos a hablar sobre las bases de la Neurociencia y sobre nuestras

experiencias personales, tanto de Ana Paula, como mía, las cuales nos llevaron a estar en ese

momento ahí.

Fue la docente a cargo, quien desde ese primer momento, hasta el día de hoy, supo poner el

cuerpo ante tanta carga.

Dilucidamos entonces como sería el cursado, planificamos los trabajos prácticos y el temario ya

bien conocido por nosotras.

A lo largo de las clases se fueron sumando otras compañeras, Ana Paula se fue y terminamos

siendo cuatro.

Conforme iban pasando las semanas se fue armando una sensación de permanencia. Esto se

debió en gran parte a la predisposición y el arte de enseñar de la docente a cargo, la Dra. Taboada;

quien desde las primeras clases exhibió su apoyo pedagógico, ético y puso a disposición sus saberes

teórico-prácticos utilizando diversas herramientas para que pudiéramos avanzar en cada contenido

de la materia, siempre valorando el capital humano e individual sobre bases objetivas, recalcando la

importancia de la Neurociencia y su funcionalidad en la labor psicológica.

Destaco esto último ya que fue para mí muy importante darle otra impronta a la materia, o más

bien, empezar a darle una que nunca había tenido, otro significado: Neurociencias estaba en el plan

de estudios por algo, existía una significación en tanto el rol del psicólogo ahí.
“La enfermedad mental no es sólo la pérdida de habilidades, de salario o de empleo, de

facultades o de funciones. Es una deshumanización, una pérdida del ser, minusvalía, e indignidad

contra el devenir consciente. Por lo tanto, debemos considerar que todo lo que deshumaniza al

hombre, interesa a la psiquiatría”.

Henri Ey (Psiquiatra y psicoanalista francés, 1970)

En cuanto al desarrollo de la materia, las primeras dos semanas comenzamos dando embriología

del sistema nervioso, es decir filogenia y ontogenia, entendida la primera en tanto nos muestra que

el esquema de la armazón neural incluida en el tallo del cerebro y de la médula es esencialmente

semejante en todos los animales. Esta armazón neural suministra el mecanismo para integrar los

mensajes procedentes del medio circundante interno y del externo, y actuar en forma refleja sobre

ellos. Por lo tanto, por eso mismo, la conducta resultante es en gran parte de tipo reflejo, lo cual

implica que también es estereotipada.

Mientras que la ontogenia se caracteriza por dar cuenta del desarrollo individual de un ser vivo,

desde su origen hasta la muerte, dando lugar a los numerosos cambios y modificaciones que

suceden durante esta primera etapa de vida.

Estos cambios y modificaciones lo fuimos viendo a través de videos traídos por la Dra. Taboada.

Esta experiencia me parece enriquecedora en tanto permite vislumbrar visualmente como se fue

conformando nuestro Sistema Nervioso, desde el día 1 hasta el día del nacimiento, me pareció una

excelente experiencia y me sirvió para poder entender y fijar más a fondo la teoría que veníamos

dando en clase.

Algo para destacar en este punto, es que la bibliografía de la cátedra siempre nos fue habilitada

desde la primera clase en tanto capítulos y autores, trabajando con libros que los encontrábamos en

la biblioteca de la Universidad. Destaco esto ya que no en todas las materias suele suceder y es algo

que pesa en el alumno a la hora de poder rendir académicamente.


Incluso, durante las primeras semanas, más allá de trabajar con los libros de Neurociencia, la

docente nos habilitó todo el material bibliográfico que se encontraba subido al aula por el Dr.

Quaranta, y nos lo mandó por e-mail para que podamos tener una aproximación de las cuestiones

más importantes en estas primeras unidades.

En cuanto a estas primeras unidades tanto de embriología del sistema nervioso, como

estructuras y funciones neuronales, lo que más me llamo la atención fue la teoría evolucionista de

Charles Darwin y su aplicación a la ciencia, ya que si bien universalmente existe un conocimiento

básico sobre la denominada “Teoría de la evolución biológica por selección natural” en su libro “El

origen de las especies” en ninguna materia se nombró ni se dio lugar a pensar a la misma.

Lo planteado en clase me llevó a investigar más sobre el tema, ahí fue cuando descubrí que la

obra científica de Darwin tiene mucha relación con nuestro país. Ya que en su viaje como naturalista

lo llevó a recorrer Argentina en 1831, atravesando el mismo de norte a sur y extrayendo de su

experiencia el material que luego recopilaría para escribir su libro nombrado anteriormente.

Durante la segunda semana de cursado tuvimos que buscar informes científicos o artículos de

opinión científica que guardasen relación con el Sistema Nervioso y la conducta.

El mismo me sirvió para poder establecer cuán importante es el cuidado del cerebro durante el

embarazo y los primeros meses de vida, ya que constituye el material con el que nos

desarrollaremos toda la vida como personas.

Durante esa clase compartimos distintas experiencias extraídas de los informes que pudimos

encontrar junto con la experiencia práctica de la profesora en su labor profesional como médica.

Estas clases teórico-prácticas que se entrecruzan con casos reales me parecen muy interesantes

como alumna para poder pensar más allá de la teoría dada en clase, con que nos vamos a encontrar

cuando ejerzamos la profesión o cuando realicemos nuestras prácticas profesionales. Estas clases te

dan una visión de la realidad en tanto salud pública y salud mental desde el día a día.

Llegando ya al mes de agosto nos encontrábamos trabajando la cuestión de la neurona en tanto

estructura y función, lóbulos, cisuras, fisuras, circunvalaciones, sustancia gris y blanca entre otros.
Utilizamos un cuadro conceptual comparativo en el que dividíamos estructuras anatómicas y

lóbulos para un mejor entendimiento de la unidad.

Esta metodología me sirvió para poder esclarecer algunas cuestiones en tanto a funciones que

durante los cursados anteriores me había sido difícil de entender, además, trabajamos en clase junto

con el libro de anatomía y fisiología del sistema nervioso de Guyton, que tiene gráficos e imágenes

muy claras y que facilita a la hora de poder estudiar.

Este cuadro lo fuimos realizando durante la clase, con la guía de la profesora quien iba explicando

y aclarando los conceptos fundamentales de cada estructura.

Cursar con un pequeño grupo de personas te da estas posibilidades en tanto se vuelve más

personal y acompaña al proceso de aprendizaje del alumno, aunque también adquirís otras

responsabilidades.

Finalizando el mes y y hasta el fin del cursado reemplazamos la metodología de cuadros

conceptuales por la de guía de preguntas

Primero neurona, sinapsis química y eléctrica, y luego seguimos por mesencéfalo, protuberancia,

bulbo, cerebelo y medula espinal.

De los nombrados anteriormente los últimos fueron los que más me gustaron trabajar, ya que

adaptamos la guía a partir de los gráficos que se encontraban en los libros y pudimos ir trabajándola

en clase para despejar cualquier tipo de duda.

Me encantó trabajar con este proceso en clase ya que encontré una forma de potenciar los

conocimientos que ya traía de años anteriores y afianzar aquellos que más me costaban.

En relación a las estructuras nombradas anteriormente pudimos dar cuenta de sus funciones y

elementos más relevantes como los pedúnculos cerebrales, núcleos, fascículos, y pares craneales

entre otros, pudiendo no solo definir el sistema nervioso central y autónomo si no también

localizarlos anatómicamente y poder reconocer como se forma cada una de sus estructuras y cuáles

son sus funciones y lo que provoca la falta de alguna de ellas


De estas clases lo que más me sirvió fue cambiar la metodología de trabajo, pasar de los cuadros

comparativos a las guías me permitió poder orientarme objetivamente en aquellos conceptos

nodales.

También trabajamos con videos que permitieron dar un cierre visual a lo que veníamos

estudiando y una continuidad lógica a cada tema. Este es un punto que me gustaría destacar ya que

en los cursados anteriores nunca pude establecer esta continuidad entre tema y tema, me costaba

poder relacionar cada unidad y durante este cursado pude lograr establecerlo y entender a la

Neurociencia como un todo donde cada estructura y cada función anatómica guarda su relación con

otra tan necesaria como la primera.

El miércoles 28 de agosto comenzamos a trabajar neurotransmisores y establecimos las

consignas de lo que sería el primer trabajo practico: neurotransmisores, sus receptores, su acción en

el sistema nervioso y su importancia en la psicología

Un trabajo donde se nos dio la libertad de elegir un neurotransmisor para poder expresar los

contenidos y conceptos disciplinares según la bibliografía de la cátedra

Mi neurotransmisor elegido fue la serotonina, un neurotransmisor y neuromodulador de gran

relevancia en la regulación de estados de ánimo, funciones fisiológicas y conductas a lo largo de toda

la escala filogenética, que se encuentra ubicado sobre todo en grupo de neuronas en la región del

rafe de la protuberancia y el tronco encéfalo superior, las cuales tienen amplias proyecciones con el

encéfalo anterior.

Durante este trabajo pude dar cuenta de la síntesis, liberación y acción de la serotonina en

terminales sinápticas, pero sin duda sobre lo que más me interesó investigar fue sobre la acción

farmacológica de la serotonina y de su relevancia en patologías como la depresión, ansiedad y

trastornos de pánico entre otros.

Luego de entregado el trabajo escrito, pasé a la defensa oral. Ese día solo fuimos Fernanda y yo,

lo cual ayudo a calmar un poco mis nervios y mi ansiedad.


Sin embargo pude comprobar que eran más grandes los miedos y la carga puesta sobre la cátedra

en si ya que la exposición fue amena, en una ida y vuelta de ideas y conceptos guiados y

supervisados por la Dra. Taboada quien ayudó a que me sintiera cómoda para poder defender mi

tema.

Durante los siguientes meses seguimos trabajando con la metodología de guía de preguntas, esta

vez con sistema límbico, amígdala, sueño y vigilia. Lo que más rescato de éstas unidades es lo

dinámicas que llegaron a ser las clases.

Luego de terminar sueño y vigilia realizamos el segundo trabajo práctico, esta vez nos tocó

estudiar desde las guías y poder dar cuenta de estos conocimientos de manera escrita, proceso que

me sirvió para ir aproximándome a los temas del parcial.

Un método propio que utilicé para poder estudiar estos temas que no son tan estructurados fue

relevar un poco acerca de la historia de cada uno de ellos.

En tanto sistema límbico como uno de los más importantes encuentra sus comienzos en 1878,

cuando Paul Broca utiliza por primera vez el término lóbulo límbico para referirse a la parte de la

corteza cerebral que forma un reborde alrededor del cuerpo calloso sobre la cara medial de los

hemisferios.

60 años más tarde, Papez realiza dos de los grandes descubrimientos en torno a lo postulado por

Broca:

1. Proponer que la función del lóbulo límbico estaba relacionada con las emociones

2. Demostrar que la Corteza singular y el hipocampo están interconectados a través de los

cuerpos mamilares hacia el núcleo anterior del tálamo dorsal, que a su vez se proyecta en otra

circunvolución, la singular. Esta circunvolución se proyecta hacia el hipocampo, y por último el

hipocampo se proyecta a través del fornix, y de nuevo hacia el hipotálamo.

Con el tiempo, lo propuesto por Papez se revisó para incluir:

1. La corteza prefrontal orbitraria y medial

2. Las porciones ventrales de los ganglios basales


3. El nucleo mediodorsal del talamo

4. La amígdala

5. La circunvolución parahipocampica

6. La corteza singular

Todas estas estructuras, actualmente se denominan sistema límbico.

Finalmente llegamos a la última unidad: Corteza cerebral

Realizando un esquema pude dar cuenta de la corteza motora y sus tres sub- áreas separadas, de

la vía cortico-espinal tanto directa como cruzada, de las características de cada una, sus relevos

anatómicos y donde termina cada una a nivel medular.

Dentro del área pre-frontal lo que más recalco son las funciones que se ven afectadas si se

produce un daño en las áreas de asociación pre-frontales tales como:

- Agresividad disminuida y respuestas sociales inadaptadas ya que esta área ayuda a controlar la

conducta.

- Incapacidad para progresar hasta objetivos o para pensar en forma secuencial, ya que las áreas

de asociación pre-frontales tienen la capacidad de recuperar información de áreas extensas del

encéfalo y luego utilizarlas.

- Otra de las funciones que se ven afectadas es la elaboración del pensamiento, pronostico y

realización de funciones intelectuales por las áreas pre-frontales, ya que en ésta última se produce la

elaboración del pensamiento.

- Aunque las personas sin cortezas pre-frontales todavía pueden pensar, lo hacen en forma poco

organizada, sin una secuencia lógica que dure más de algunos segundos o a lo sumo minutos.

Otras de las funciones que se llevan a cabo en el área pre-frontal incluyen resolver problemas

matemáticos, filosóficos o legales, y controlar las actividades de acuerdo con las leyes morales y

éticas.
“La biología te da un cerebro… la vida la convierte en una mente”

Jeffrey Eugenides (Escritor Estadounidense, 2002)

A partir de un recorrido realizado como alumna durante estos años de carrera, y de la enseñanza

que me deja este último cursado de la cátedra, me parece importante recalcar el papel de la

neurociencia en la labor psicológica hoy, partiendo de la reflexión sobre el entrecruzamiento entre

las distintas líneas que atraviesan el estudio de la mente humana y que tienen resultado directo

sobre la salud mental, construyendo un discurso propio desde lo múltiple que permita el hallazgo de

respuestas válidas.

Durante los primeros años de carrera no pude dar cuenta de una mirada global sobre la

importancia de la neurociencia, sin embargo, hoy, con otro camino recorrido, comprendo que si

entendemos cómo funciona la mente, tendremos herramientas para vivir mejor, ya que las

problemáticas difíciles como la salud mental, requieren soluciones complejas.

Posicionándome como alumna avanzada de la carrera entiendo que las patologías mentales son

hoy, la principal fuente de estigmatización y encierro, y que el camino hacia la solución implica un

entrecruzamiento de saberes.

En este punto, como futuros psicólogos es esencial no desconocer ninguna de las áreas y ámbitos

de la psicología, incluida la neurociencia. Ya que solo una mirada global es capaz de proporcionar

respuestas eficaces.

Es en este camino, que mi cursado por la materia me encuentra con nuevos conocimientos, con

algunos viejos y con otros afianzados pero sobre todo con una mirada diferente de la neurociencia

hoy, entendiendo que no existe una verdad única ni recetas mágicas cuando hablamos de salud

mental.
Durante este cursado pude articular temas que antes estudiaba por separado, no entendiendo su

relación en el campo de la psicología, uno de ellos y el que más me resuena todavía a la hora de

escribir es el del primer trabajo practico: neurotransmisores

Creo que mi elección, la serotonina, no fue casual.

Años anteriores no pude establecer una clara relación sobre la importancia que tenían estos

temas, consideraba innecesaria inclusive su existencia dentro del programa.

Hoy, luego del cursado y de poder precisar en cuestiones referentes al funcionamiento del

sistema nervioso bajo la influencia de fármacos entiendo cuan necesario es tener un conocimiento

aún más avanzado sobre el tema, ya que no es lo mismo un paciente que llega a consultorio bajo

efecto farmacológico que alguien que no está medicado

También es importante poder precisar cuáles son los tipos de fármacos y sobre que

neurotransmisores y receptores funcionan, que función cumplen y como afecta esto a la realidad

psíquica del paciente.

Tomo el tema de neurotransmisores ya que fue el que más me gustó, pero podría dar variados

ejemplos acerca de cómo cambio este cursado mi perspectiva de la neurociencia y de la importancia

de su función, creo que generó un cambio de perspectiva y de visión en tanto esta universidad tiene

una orientación puramente psicoanalítica.

De alguna manera, este nuevo comienzo me permitió repreguntarme y reconceptualizar mi

criterio, cambiando mi posición subjetiva sobre la materia.

Finalmente a modo de cierre, quisiera agregar que del cursado me llevo, además de

conocimientos nuevos, de nuevas relaciones y afianzar conceptos que creía aprendidos

anteriormente, la calidad del grupo humano que se formó: de nuestro pequeño grupo.

Esto se debió en gran medida, como nombré anteriormente a la predisposición de la Dra.

Taboada y a su decisión de apuntalarnos como grupo, a la función de sostén que muchas veces

cumplió aun sin quizás saberlo, ya que nada de todo lo nombrado anteriormente hubiera sido

posible, sin una figura que acompañe nuestro proceso de renovar este aprendizaje.
Bibliografía:

- Purves, D. (2012). Neurociencia. 3ra Ed. Buenos Aires, Ed. Panamericana.

- Guyton, A (1997). Anatomia y fisiologia del sistema nervioso: neurociencia básica. Buenos

Aires, Ed. Panamericana.

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