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¿QUE ES EL CONFLICTO?
Conflicto es aquella situación en que una parte de los miembros de un grupo adopta una
postura significativamente distinta al resto de los miembros, disminuyendo o anulando la
cohesión del grupo.
Puede surgir cuando hay una disparidad de criterios que conforman el grupo. Los conflictos no
tienen necesariamente que ser vistos como algo negativo: estos ayudan a madurar a los
grupos, y permiten reiniciar las actividades con más fuerza.
Si bien es cierto los conflictos denotan problemas e inconvenientes en las instituciones,
también es un hecho que de ellos surgen avances y cambios.
Por años hemos coincidido en que lo único constante son los cambios, y dado que una
empresa es un organismo integrado por el factor humano es común existan diferentes tipos de
conflictos, por lo que a continuación abordaremos las fuentes y las situaciones de conflictos
más comunes que aquejan a las organizaciones y como se puede convertir ese conflicto en un
aprovechamiento de mejora para la empresa.
Los conflictos que aquejan a las organizaciones son innumerables y van desde los más sencillos
hasta los más complicados, lo cierto es que las situaciones más usuales de dichas diferencias
son las originadas por:
“El conflicto cognoscitivo es aquel conflicto que surge de diferencias de opinión relacionadas a
problemas y el conflicto afectivo se refiere a las reacciones emocionales que pueden ocurrir
cuando los desacuerdos se vuelven personales. El conflicto cognoscitivo incluye desacuerdos
relacionados a metas, asignación de recursos, distribución de recompensas, políticas y
procedimientos y asignaciones de tareas. El conflicto afectivo resulta de sentimientos de
coraje, desconfianza, miedo, y resentimiento; así como de choques de personalidad. El
conflicto cognoscitivo se asocia fuertemente con mejoras en el desempeño de los equipos de
trabajo mientras que el conflicto afectivo se asocia fuertemente con disminución en el
desempeño de los equipos de trabajo”.
Ahora bien, existe un dicho coloquial “cada cabeza es un mundo”, y viene al caso, pues de
acuerdo a las personas son los tipos de conflictos que se desarrollan, existen conflictos que son
solucionados fácilmente y otras que pueden tornarse cada vez más complicados, porque las
personas que intervienen en el problema no pueden acordar una conciliación y subsiste las
diferencias y es precisamente a esas diferencias a que me refiero al mencionar la información
del Prof. Víctor Ariel, pues el aborda el tema a referente a los componentes de la personalidad
para dar explicación a los tipos de conflictos por los que atraviesa el ser humano y por ende la
empresas.
La fuente primordial de los conflictos o situaciones que incita a que se presenten los conflictos
es sin lugar a dudas los cambios, pues no existe conflicto si nos encontramos en un ambiente
de dominio y control total.
Diferentes autores consideran que existen varias etapas del conflicto, desde un punto de vista
general se puede decir que un conflicto aborda etapas:
1.- Primera etapa el pensamiento.- Se refiere cuando las diferencias empiezan a crearse, pero
el individuo opta por no tomarlo en serio, decirse así mismo “no pasa nada” esta etapa puede
ser comparada con el autoengaño, decirse así mismo que las cosas están bien.
3.- Tercera Etapa, Acción, etapa la he denominado así porque, si el pensamiento se hace
fecundo da lugar al sentimiento, cuando el sentimiento se ha manifestado en nuestro ser,
origina una acción, tal motivo, da como manifiesto al conflicto.
4.- Cuarta Etapa, Solución, esta esta etapa considero la mejor de todas porque se refiere al
encausar el conflicto a situaciones productivas y de efecto enriquecedor y cuando el conflicto
es inmanejable, en otras palabras no hay solución viable se dará la renuncia, abandonar el
problema antes de envolverse en una situación desgastante que no tendrá solución.
Es necesario mencionar que no todo conflicto es sinónimo de problema, pues existen los
conflictos intrapersonales, que son aquellos que se dan en de manera interna, también los
interpersonales, los que se dan entre los individuos y también existen los conflictos laborales
que se dan entre empleado y empleador, así pues los conflictos pueden a través de manejarlos
de manera eficiente convertirse en el pretexto idóneo para avanzar y cambiar.
El conflicto es un proceso en el cual una parte o varias perciben que sus intereses son opuestos
o están afectados negativamente por otra parte u otras partes. Los expertos señalan fuentes
disfuncionales y funcionales de los conflictos. Veamos algunas de sus causas.
2. Diferenciación
Los procesos de fusión entre diversas organizaciones tienen una alta probabilidad de conflicto,
si las culturas organizacionales son muy diversas. La diversidad cultural puede hacer difícil el
comprender o aceptar los valores y creencias que otras personas tienen acerca de las
decisiones organizacionales.
4. Recursos escasos
Esto aparece como bastante generalizado, en especial cuando no están claras las normas para
el reparto. Influye aquí, más allá de la necesaria racionalidad, el factor "poder" que pueden
tener las diversas partes que compiten por obtener los recursos.
5. Normas ambiguas
Esto de que las normas claras conservan la amistad parece darse en este contexto. La ausencia
de normas o si ellas son ambiguas contribuyen a que sean una fuente probable de conflicto.
Los expertos señalan que existen muchos ejemplos de esta situación en procesos de fusiones y
de adquisiciones de empresas.
6. Problemas comunicacionales
Una de las características más importantes de los seres humanos es su capacidad de
comunicación. Esto que es fundamental en las relaciones interpersonales, es clave a nivel
organizacional.
Cada vez que debo realizar un estudio sobre comportamiento organizacional en una empresa,
apuesto a que uno de sus problemas está en sus procesos de comunicación. Un problema
grave es que muchas veces las personas no tienen la oportunidad de comunicarse y surgen
entonces los estereotipos que tienden a ser meramente subjetivos y normalmente producen
malos efectos en la comunicación. Por otra parte, hay personas que carecen de las habilidades
para comunicarse en forma no confrontacional. A veces la arrogancia es un estilo que solo
puede causar una escalada en el conflicto. Las dificultades en la comunicación pueden causar
que en el futuro las personas estén menos abiertas a comunicarse. Esto puede traer que
empiecen a funcionar solamente los estereotipos y, lo que es peor, a generarse situaciones de
prejuicios.
El hecho de que los conflictos puedan resultar negativos o bien convertirse en una
oportunidad para aprender más acerca de uno mismo y de los demás, dependerá de cómo
sean abordados. Para transformar el conflicto en un elemento enriquecedor para las partes, se
requieren ciertas habilidades, técnicas y procedimientos. Entre éstos están la negociación. Una
de las características de la negociación es que es cooperativa, en la medida en que promueve
una solución en la que ambas partes implicadas ganan y obtienen beneficios, y no sólo una de
ellas. La negociación evita la postura antagónica de ganador – perdedor, busca obtener la
postura de ganador – ganador (Torrego, 2000).
Al observar dos grupos (organización, personas naturales, etc..), una de las partes se interesa
en algo que se desea obtener de la otra, para lo cual ésta intentará a través de una
comunicación eficaz y además de múltiples maniobras, alcanzar una satisfacción mutua, es
decir, llegar a un punto equilibrio, es a esto lo que llamamos una negociación.
Cuando finaliza una negociación se tienen dos casos; primero, ganar/ganar, en la cual las dos
partes tienen una solución satisfactoria, análogamente puede suceder que las dos pierdan, es
decir, perder/perder. En conclusión lo que se quiere alcanzar es que las dos partes ganen,
consiguiendo así, lo que podría haber sido un posible contrincante; un colaborador, para lograr
esto el negociador debe tener las siguientes aptitudes.
Existen diferentes tipos de negociación y a la vez exigen cualidades diferentes, pueden ser
negociaciones formal o informal, habitual o excepcional. Todas las partes de una organización
tienen distintos intereses.
Comerciales: Apunta a lo que son acuerdos entre una empresa y otra, por ejemplo, programar
servicios y entregas de productos.
Stephen Robbins, explica que en este proceso hay una fuente (emisor) y un receptor, que son
elementos claves; el mensaje se codifica, es decir se convierte en símbolos y éstos se envían
por algún medio o canal al receptor, quien lo traduce o decodifica de nuevo, de manera que el
resultado es una transferencia de significados de una persona a otra.
Ahora bien, en una organización, el emisor o fuente del mensaje es la persona que tiene una
información, necesidad o deseo, así como un propósito para comunicarlo a otra persona o
varias. El receptor es la persona que percibe el mensaje y que en una organización puede estar
representado por una cantidad de personas, por ejemplo cuando se dirige un memorando a
todos los miembros de la organización, o puede haber sólo uno, cuando un empleado de la
organización habla de algo privado con un compañero de trabajo.
Cuando se establece un equipo, usualmente aparecen dificultades entre los miembros del
mismo y el líder. Lamentablemente, estas diferencias pueden no ser tan evidentes para el líder
del grupo, pero es algo obvio para sus subordinados y para un observador externo. El
problema no consiste en que el supervisor y los subordinados tengan diferencias, sino en cómo
las enfrentan. Una consecuencia común de estas diferencias es la condición de conformidad
exagerada. Los subordinados sienten que la única manera de llevarse bien con el supervisor es
hacer lo que éste les dice y estar de acuerdo con lo que él diga. Esto es menos angustiante que
estar en conflicto todo el tiempo.
Por otra parte, hay conformidad que en realidad es una resistencia pasiva. La gente puede
estar de acuerdo con el jefe públicamente, peor en privado guarda resentimientos y se resiste.
Existen formas sutiles de resistencia, por ejemplo, cuando las decisiones se pierden o nunca se
ponen en práctica por completo. En oposición a la conformidad exagerada se encuentra la
resistencia abierta a lo que el supervisor desea. Se abandonan los procedimientos normales
para solucionar problemas y cuando el supervisor y los subordinados se reúnen, generan una
lucha. Esta lucha también puede ser oculta, y aunque la interacción superficial puede parecer
compatible, hay fuertes conflictos internos en el fondo
En realidad, no debe asumirse el conflicto como malo o bueno, no debe someterse a prejuicios
de ética, ni ser considerado como una pelea, sino simplemente como una diferencia de
opiniones e intereses que debe ser dilucidada. La dificultad radica en cómo enfrentarse a estos
conflictos y revertirlos a favor de los objetivos de la organización.
Negociar consiste en tener la voluntad de encontrar una solución satisfactoria para cada una
de las partes afectadas. Es confrontar ideas y sentimientos para evitar que las personas se
enfrenten o continúen enfrentadas. Es una necesidad ante el surgimiento de un conflicto entre
dos partes. Cada parte tiene el poder tanto de impedir que la otra alcance sus objetivos, como
de ayudarla a obtenerlos.
- Flexibilidad: implica la renuncia de una de las partes a todo o casi todo de lo que
pretende conseguir, puesto que considera que complacer a la otra parte o evitar la
disputa es más importante que vencer.
- Rivalidad: supone que las partes entran en competencia para obtener la mayor ventaja
posible, empleando para ello medios como la coerción y la presión que obliguen a la
otra parte a realizar concesiones.
- Solución de problemas: se trata de una estrategia de colaboración en la que los
oponentes trabajan juntos para alcanzar una solución que satisfaga los intereses y las
necesidades de ambas partes.
- Inacción: las partes en conflicto hacen el menor esfuerzo posible por negociar, de
forma que, aunque en ocasiones un retraso haga aumentar las oportunidades para
lograr un acuerdo posterior, esta estrategia deriva habitualmente en la ruptura de la
negociación.
- Abandono: esta postura supone el fin de la negociación y obliga a ambas partes a
depender para la consecución de sus fines de medios alternativos al acuerdo
negociado.
2. Evite mal interpretar a otros y ser mal interpretado: Para esto es importante permitir que
los otros completen sus ideas sin ser interrumpidos y no asumir que se sabe lo que la otra
persona va a decir.
3. Construya y mantenga la confianza: Para esto confíe en otros, sea consistente con lo que
hace y dice, demuéstrele a los demás que pueden encontrar en usted una persona con quien
conversar con tranquilidad.
4. Permita a otros expresar sus sentimientos libremente: A veces nos resulta difícil presenciar
reacciones emocionales porque nos sentimos incómodos o no sabemos cómo manejarlas.
Todos tenemos derecho a expresar nuestros sentimientos. No se estrese ante estas
situaciones, muchas veces la otra persona simplemente quiere que alguien la escuche.
7. Comprenda que muchas veces lo que es un conflicto aparente tiene un origen más
profundo: Trate de comprender la raíz del problema, de ponerse en los zapatos del otro y
comprender el motivo profundo que está detrás de un comportamiento específico.
8. Sea consistente en todos sus niveles de comunicación: Sus acciones deben soportar sus
palabras. Trate de ser coherente, esto genera una mayor credibilidad y confianza ante los
demás.
9. Ayude a los demás a fortalecer su autoestima: En la medida en que el otro se sienta bien
consigo mismo y cuente con una buena autoestima, se comunicará más fácilmente y
presentará una tendencia a resolver conflictos de una manera constructiva.
10. No se quede atrapado en el pasado: Bríndele una segunda oportunidad a las situaciones y
a las personas y obsérvelas en el presente como lo que son, sin dejarse vencer por recuerdos
pasados.