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DIMENSIÓN VERTICAL

La dimensión vertical se puede definir como la altura o longitud de tercio inferior de


la cara, la cual se determina por la distancia existente entre dos puntos, uno que se
ubica en el maxilar superior y el otro ubicado en el maxilar inferior, los mismo que
coinciden la línea media. Estos puntos se pueden ubicar aleatoria o
anatómicamente, en general se usa como referencia la punta de la nariz para el
maxilar superior y el mentón para la mandíbula; esta longitud puede variar de
acuerdo con la posición de la mandíbula. (Manns, 2002)

Es de suma importancia determinar de forma correcta la dimensión vertical al


momento de realizar una rehabilitación protésica, ya que una medición errónea en
la relación intermaxilar vertical puede interferir directamente con la retención.
(Arancibia & Alarcon, 2016)

Se considera que la dimensión vertical es una etapa esencial para el éxito o fracaso
de un tratamiento. Es esencial que esta sea apropiada para que se mantenga un
sistema craneofacial armonioso y no se vean afectados los tejidos blandos del
paciente, es determinante en la percepción estética de la cara. (Preti, 2007)

Dentro del concepto de dimensión vertical se ven inmersos otros conceptos como
lo son la dimensión vertical en reposo y la dimensión vertical oclusal, los mismos
que se describen a continuación:

Dimensión vertical oclusal (DVO)

Se la defina como la longitud o altura del tercio inferior de la cara cuando el individuo
se encuentra en una posición de máxima intercuspidación, la misma que se mide
entre dos puntos ubicados arbitrariamente, uno en el maxilar superior y otro en la
mandíbula. (Manns, 2002)

Dawson distingue la dimensión vertical oclusal en dos, una dimensión vertical


oclusal en reposo, es decir que se da sin esfuerzo muscular y con un suave contacto
intercuspal; y otra dimensión vertical oclusal activa que se da con un máximo
esfuerzo o también se denomina forzada, ya que existe una intensa contracción
muscular por parte de los músculos elevadores en posición intercuspal. (Dawson,
1995)

Dimensión vertical en reposo (DVR)

Se describe a la dimensión vertical de reposo como la altura o longitud del tercio


inferior de la cara cuando el maxilar inferior está en una posición postural habitual o
en reposo clínico, esto quiere decir que el paciente se encuentra sentado
cómodamente en una posición ortostática, con los labios contactando suavemente
y las piezas dentales superiores e inferiores en inoclusion, separadas por 1 a 3
milímetros, correspondiente al espacio libre interoclusal. (Manns, 2002)

Espacio libre interoclusal

Es la discordancia que existe entre las medidas de la DVO y la DVR. Es un valor


que se presenta clínicamente como un espacio el cual no debe ser invadido ni
modificado para lograr el éxito en un tratamiento protésico. (Arancibia & Alarcon,
2016)

Este espacio se forma gracias al equilibrio neuromuscular que existe entre la


actividad tónica de los músculos elevadores y depresores de la mandíbula, en el
cual no existe un contacto entre las piezas dentales, midiendo de 1 a 3 milímetros
en promedio. El espacio libre interoclusal es independiente al número, posición,
presencia o ausencia de las piezas dentales. Este es completamente dependiente
del factor gravedad y sobre todo del tono muscular de los músculos mandibulares,
los que permiten que exista un contacto firme entre las superficies articulares de la
ATM, asegurando así la integridad de la articulación. (Manns, 2002)

Un espacio interoclusal, es una necesidad cuando la mandíbula se encuentra en


reposo, ya que permite que descansen los tejidos de soporte duros y blandos.
(Kawabe, 1993)
Consecuencias de la dimensión vertical alterada

El correcto registro de la dimensión vertical es esencial para lograr el éxito de una


rehabilitación protésica. Un solo error, nos puede llevar al fracaso y alterar los
factores fonéticos, estéticos y fisiológicos del paciente. (Arancibia & Alarcon, 2016)

La alteración de la dimensión vertical conlleva a una serie de alteraciones y efectos


negativos musculares, en tejidos de soporte, del ATM y en todo el sistema
estomatognático. Existe una relación directa entre las fuerzas masticatorias y la
dimensión vertical, esto quiere decir que una medición errónea causaría una mala
distribución de las fuerzas en magnitud, dirección y distribución, lo que ocasionaría
un daño directo en los tejidos de soporte. (Arancibia & Alarcon, 2016)

El resultado de un fracaso en el tratamiento puede llevar a una constante tensión


en los músculos masticatorios, una reabsorción excesiva de los rebordes alveolares,
perdida del tono muscular, deficiencia masticatoria y defectos estéticos que
afectarían la apariencia facial del paciente. (Ramirez, Echeverría, Zea, &
Ballesteros, 2013)

Dimensión vertical aumentada

En caso de que la dimensión vertical se encuentre aumentada, el espacio libre


interoclusal se vería invadido, si esto ocurre el sistema estomatognático reestablece
su longitud original, causando una disfunción muscular, dolor en el ATM y
dificultades neuromusculares. Por eso es importante mantener un espacio libre
interoclusal adecuado, para lograr un equilibrio entre los músculos mandibulares y
la gravedad, cuando estos estén en contracción tónica. (Mallat & Keogh, 1995)

Cuando la dimensión vertical se ve aumentada de forma excesiva se pueden


presentar los siguientes signos y síntomas:

 Aumenta la altura del tercio inferior de la cara, una consecuencia principalmente


estética, ya que se ve alterada la armonía facial. (Mallat & Keogh, 1995)
 La rehabilitación protésica se ve afectada debido a que los dientes protésicos de
ambas arcadas se encuentran en contacto constante, incluso cuando el paciente
habla, lo que causa un molesto sonido de golpe a cada contacto. (Mallat &
Keogh, 1995)
 Dificultad para masticar, hablar o pronunciar silabas silbantes y sensación de
boca llena. Esto se da debido a que la prótesis estaría ocupando mayor espacio
que el fisiológicamente debido. (Mallat & Keogh, 1995)
 Se genera una hipertonicidad muscular ya que se requieren mayor esfuerzo y
los músculos se estarían alojando más allá de su longitud fisiológica. (Mallat &
Keogh, 1995)
 Alteración la función masticatoria y fonética (Mallat & Keogh, 1995)
 También causa náusea o vómito, ya que los músculos elevadores no están
relajados. Este espasmo, a su vez, afecta toda la cadena de músculos
empleados para la deglución. (Kawabe, 1993)
 Acelerada perdida de hueso alveolar y sensibilidad en la cresta alveolar, esto se
da debido a que el paciente muerde con excesiva fuerza por lo que el hueso
recibe una carga más alta, acelerando el proceso de reabsorción alveolar y
ocasionado sensibilidad. (Mallat & Keogh, 1995)
 Tendencia a generar heridas en la mucosa por trauma, lo que puede producir
ulceras considerables, debido a las constantes mordeduras inevitables del
paciente a la hora de comer. (Mallat & Keogh, 1995)

Dimensión vertical disminuida

La dimensión vertical disminuida en un paciente representa un desafío considerable


en los que se refiere a una rehabilitación con prótesis total. En estos casos se
necesita devolver una altura del tercio facial inferior correcta. 23. El rol que cumple
el plano oclusal en conjunto con el equilibrio facial son un factor primario y cumplen
una importante función en el éxito de la determinación de la DVO adecuada.
(Arancibia & Alarcon, 2016)

Cuando la dimensión vertical se ve disminuida de forma excesiva se pueden


presentar los siguientes signos y síntomas:
 El tono muscular disminuye y con ello también su función, lo cual conduce a una
evidente deficiencia masticatoria. (Arancibia & Alarcon, 2016)
 La cara toma una apariencia de flacidez, las comisuras se caen formando
pliegues, además de que se pueden causar defectos mucosos orales o peri
orales como la queilitis angular. (Arancibia & Alarcon, 2016)
 Existen alteraciones fonéticas, los pacientes presentan problema principalmente
al pronunciar la letra “S”, la pronuncian de forma exagerada. (Arancibia &
Alarcon, 2016)
 Apariencia de envejecimiento debido a la cercanía del mentón con la nariz y los
pliegues excesivos que se forman, se presenta un colapso en el tercio inferior y
arrugas que perturban el aspecto facial. (Arancibia & Alarcon, 2016)
 El mentón se hace más afilado, se crean mejillas muy abultadas llegando
también a morderse la lengua. (Kawabe, 1993)
 Se pueden presentar dolores musculares, debido a la alteración de su
funcionamiento normal.
 La ATM se muestra defectuosa, aparen sonidos, “clicks” y dolor. (Mallat &
Keogh, 1995)
 Síndrome otomandibular, se denomina de esta forma debido a la presencia de
uno o más síntomas óticos, sin patología en el oído, nariz o garganta, pero con
algunos músculos de la masticación con constantes espasmos, esta alteración
es el sistema neuromuscular de los músculos masticatorios puede iniciar
alteraciones en el sistema auditivo debido a la inervación en común de estos
músculos con los del oído medio y músculos tubáricos, inervados por la misma
rama trigeminal. También se asocian a una progresiva hipoacusia, tinitus y daño
en l audición. (Ramirez, Echeverría, Zea, & Ballesteros, 2013)

CONECTORES MAYORES

Los conectores mayores son el componente principal de la prótesis parcial, ya que


estos son los que conectan todas las partes de la prótesis de un lado de la arcada
con las del lado opuesto. Estos van a proporcionar a la prótesis estabilidad cruzada
que se opone al desplazamiento provocado por el estrés funcional. (McCracken,
2006)

Los conectores mayores se deben localizar alejados de los tejidos móviles y se debe
evitar la compresión de los tejidos gingivales. Las áreas que se encuentren en
contacto con el conector mayor deben ser aliviadas, para evitar que se enclave en
zonas de posible interferencia, como son los torus o el rafe palatino prominente.
(McCracken, 2006)

Los conectores mayores se dividen en conectores mayores del maxilar superior y


los mandibulares

Conectores mayores mandibulares

Existen 6 y se describen a continuación:

 Barra lingual

Es el conector de elección siempre que haya espacio suficiente entre el margen


gingival lingual de las piezas anteriores y el piso de la boca. Tiene la forma de media
pera y se encuentra situado sobre los tejidos móviles y alejado de los tejidos
gingivales. (McCracken, 2006)

Indicada en la clase III de Kennedy y en la clase I y II con rebordes prominentes,


pilares fuertes que ofrezcan buena retención directa y cuando se puedan emplear
retenedores indirectos con apoyos que nacen de la misma barra lingual. (Loza,
2006)

 Doble barra lingual

Es una combinación de una barra lingual con las características descritas y una
barra de Kennedy o gancho continuo de Kennedy. Se emplea para dar estabilidad
a la prótesis para ferulizar las piezas anteriores inferiores y para brindar retención
indirecta a la prótesis (Loza, 2006)

Este conector mayor está indicado cuando existe diastemas entre los dientes
anteroinferiores que contraindican el uso de la placa lingual; en prótesis
dentomucosoportada donde es necesaria la retención indirecta y cuando los tejidos
alrededor de los dientes anteroinferiores no son firmes ni saludables. (Loza, 2006)

 Placa lingual

Es un conector en forma de placa que se extiende desde el cíngulo de los dientes


anteriores, hasta el surco lingual. Su borde superior debe de seguir la forma y
curvatura natural de los bordes supracingulares. Brinda soporte, estabilidad,
retención y comodidad. Esta no se debe usar como retenedor indirecto.
(McCracken, 2006)

Indicada cuando el piso de la boca esta elevado y llega muy próximo al margen
gingival o cuando los dientes naturales remanentes y los rebordes residuales
ofrecen pobre estabilidad y retención, también se indica cuando el frenillo lingual es
alto y hay poco espacio para colocar una barra lingual. Indicado en la clase I de
Kennedy con reabsorción alveolar vertical. (Loza, 2006)

Conectores mayores maxilares

Existen 6 y se describen a continuación:

 Barra palatina simple

Es el conector más simple, tiene la forma de media luna con la parte plana en intimo
contacto con la mucosa palatina. Se debe ubicar entre la cara distal del primer molar
y las fóveas palatinas, debe tener una ligera curvatura de concavidad anterior. La
barra debe tener menos de 8 mm de ancho, ya que si se excede de eso pasaría a
ser una banda. (Loza, 2006)

Está indicada para prótesis dentosoportadas de brechas posteriores cortas,


pacientes con clase II de Kennedy con buen soporte mucoso y para reforzar las
prótesis en herradura (Loza, 2006)
 Barra palatina doble

Es una barra anteroposterior doble, esta va a brindar mayor rigidez que la banda
palatina única. Los bordes deben terminar en el fondo de las rugas palatinas, nunca
sobre la cresta de la ruga. (Loza, 2006)

Está indicada en casos dentosoportados o dentomucosoportados con buenos


pilares y rebordes alveolares prominentes o cuando las brechas son largas, en
casos de torus palatino no operable y en situaciones donde sea necesario
reemplazar piezas anteriores (Loza, 2006)

 Banda palatina simple

Tiene la forma de una franja que generalmente se ubica en la parte central del
paladar. Es una franja plana y ancha que cruza la línea media palatina en ángulo
recto, su borde posterior puede extenderse hasta las fóveas palatinas. Esta en
intimo contacto con la mucosa. (Loza, 2006)

Está indicada en la clase III de brecha ancha, en la clase I y II con buenos rebordes
residuales o con paladares en forma de V o de U. (Loza, 2006)

 Banda platina en forma de herradura

Es un conector en forma de U, por sus características es el conector palatino menos


indicado y por consiguiente tampoco debe ser usado arbitrariamente, únicamente
en los siguientes casos: Cuando se necesita sustituir varios dientes anteriores,
cuando existe torus palatino, cuando el paciente no tolera un conector posterior y
en caso de las clases I, II y III de Kennedy. (McCracken, 2006)

Las principales razones por las cuales no utilizar este conector son su falta de
rigidez que puede ocasionar torsiones o fuerzas laterales en los pilares, el diseño
no proporciona un buen soporte y comprime los tejidos subyacentes cuando actúan
las cargas oclusales, por último, no tiene el volumen necesario para darle rigidez ya
que si este se proporciona obstaculizaría a la lengua. (McCracken, 2006)
 Placa palatina total

Es un conector que cubre todo el paladar, es necesario que este sea una
reproducción anatómica del paladar y tenga un grosor uniforme y una resistencia
derivada de sus márgenes ondulados. (McCracken, 2006)

La parte anterior se apoya sobre descansos preparados, contactando con todos los
dientes remanentes, a nivel posterior termina en el límite del paladar duro y blando
y surco amular. (Loza, 2006)

Está indicada en la clase I de Kennedy donde los remanentes son todos o algunos
de los dientes anteriores; en la clase II de Kennedy donde se deba reemplazar
algunos dientes anteriores. En los casos de mordida fuerte; cuando el paladar es
poco hundido; cuando hay comunicación buco nasal o cuando se hace una prótesis
transitoria a la prótesis total. (Loza, 2006)

RETENEDORES

Retenedores directos

Son la parte de la prótesis que resiste el alejamiento de los dientes y de los tejidos,
proporcionando así la retención de esta. Se ubican en los pilares localizados a cada
extremo del espacio edéntulo y producen la retención sobre la pieza pilar en que se
ubican. (Loza, 2006)

Los retenedores directos los podemos agrupar en dos tipos:

 Extra coronal: en forma de gancho, es el más usado.


 Intra coronal: puede colarse o anclarse totalmente dentro de los contornos
restaurados de un diente pilar. Básicamente compuesto por una llave y contra
llave, con paredes verticales opuestas que limitan el movimiento. El retenedor
intracoronal se conoce como anclaje interno de precisión o atache. (McCracken,
2006)
Retenedores indirectos

Es el tercer apoyo de una PPR y ayuda a los retenedores directos a prevenir el


desplazamiento de las bases de extensión distal en sentido oclusal. Son útiles para
mejorar la distribución equitativa de la carga y deben ubicarse tan lejos de la línea
de fulcrum como sea posible. (Loza, 2006)

Se debe colocar en lechos preparados en pilares capaces de resistir las fuerzas que
reciban. No puede funcionar eficazmente en superficies dentales inclinados por lo
que no se aplicaría nunca en incisivos aislados débiles. (McCracken, 2006)

Retenedores directos extra coronales

 Acker o circunferencial

Este retenedor cuenta con 1 apoyo, 1 brazo retentivo, 1 brazo opositor y 1 conector
menos. Está indicado para piezas dentarias posteriores, para pilares directos,
aunque también puede ser usada en pilares indirectos y para espacios
dentosoportados. Esta contraindicada en extensiones distales de clase I y II o
cuando el ecuador dentario y estética no lo permiten. (Loza, 2006)

 Doble Acker o circunferencial germinado

Este tipo de retenedor está compuesto por 2 apoyos, 2 brazos retentivos, 2 brazos
opositores y 1 conector menor. Para colocarlos se debe fresar de 1 a 2 mm por
interproximal para que entre el conector menor entre as piezas. (Loza, 2006)

Está indicado para piezas dentarias posteriores, para pilares indirectos, cuando no
hay retención suficiente en un solo pilar o cuando hay la necesidad de usar
retenedor donde no hay espacio edéntulo. Está contraindicado cuando puede
traumatizar el pilar o cuando no hay espacio para que el conector cruce la superficie
oclusal. (McCracken, 2006)
 Otolenghi

Compuesto por 2 apoyos, 1 brazo retentivo, 1 brazo opositor y un conector menor.


Está indicado para piezas dentarias posteriores, para pilares directos, para dientes
entre espacios edéntulos intercalados y para espacios dentosoportados. (Loza,
2006)

 Seccionado o mitad y mitad

Compuesto por 2 apoyos, 1 brazo retentivo, 1 brazo opositor y 2 conectores


menores. Esta indicado en premolares aislados, rotados o inclinadas, en pilares
premolares o molares de extremo libre y dentosoportado (en estos casos solo se
usa como estabilizador). No tiene ninguna contraindicación. (McCracken, 2006)

 Retenedor de anillo

Este retenedor esta indicado en molares inferiores de inclinación mesial y lingual


con ángulo retentivo en mesiolingual, en molares superiores de inclinación mesial y
bucal con ángulo retentivo en mesiobucal, en pilares molares posteriores de clase
III o en lado dentosoportado de clase II. (Loza, 2006)

Está contraindicado cuando existen zonas retentivas severas en distal y en molares


superiores con retención distobucal. (McCracken, 2006)

 Retenedor múltiple

Este tipo de retenedor consta de dos ackers unidos por lingual, los apoyos oclusales
pueden ir unidos o separados. Está indicado en pilares posteriores juntos
(premolares o premolar-molar) que tengan zona retentiva por vestibular, para
ferulizar pilares posteriores debilitados periodontalmente, cuando la retención del
ultimo pilar no es suficiente y el diente próximo permite incrementar la retención.
(McCracken, 2006)

 Retenedor tipo barra

Toman ese nombre por la barra que lo une a la estructura metálica de la prótesis.
Cubren menos superficie dental y exhiben menos metal que los circunferenciales.
Cruza el margen gingival del pilar, sin tocar el diente ni los tejidos blandos, solo la
parte retentiva de la pieza dentaria. (McCracken, 2006)

Estos pueden ser tipo T, I o C (Ramirez, Echeverría, Zea, & Ballesteros, 2013)

Los T están indicados para la arcada inferior, en clase I y II en zona retentiva en


distolingual del pilar y en pilares posteriores adyacentes al espacio edéntulo. Está
contraindicada en zonas retentivas profundas en tejidos blandos adyacentes al pilar
y en caninos y premolares superiores donde sería muy visible. (Loza, 2006)

Los C tienen las mismas indicaciones que los T, pero estos son mas estéticos

Los I están indicados para maxilar superior. El contacto dentario es mínimo, por lo
que la estética es mejor y se puede usar en dientes periodontalmente
comprometidos, no requiere un reciproco lingual. (McCracken, 2006)

Bibliografía

Arancibia, M., & Alarcon, R. (2016). TÉCNICAS DE DETERMINACIÓN DE LA DIMENSIÓN VERTICAL EN


BASE A REGISTROS CRANEOMANDIBULARES EN PACIENTES DESDENTADOS
TOTALES.REVISIÓN DE LA LITERATURA. Santiago de Chile .

Dawson, P. (1995). Evaluación, diagnóstico y tratamiento de los problemas oclusales. Barcelona :


Salvat.

Kawabe, S. (1993). Dentaduras totales . Venezuela : Actualidades Médico Odontologicas


Latinoamericanas .

Loza, D. (2006). Diseño de Prótesis Parcial Removible. Madrid: Ripano.

Mallat, E., & Keogh, T. (1995). Protesis Parcial Removible: Clínica y laboratorio (2da ed.). Madrid:
Mosby-Doyma.

Manns, A. (2002). Sistema Estomatognático, Bases biológicas y correlaciones clínicas. (3ra ed.).
Santiago de chile: Ripano Editorial Medica .

McCracken. (2006). Protesis Parcial Removible (11va ed.). España: Elsevier/ Mosby.

Preti, G. (2007). Rehabilitación Protésica (Primera edicion ed.). Colombia: Amolca.

Ramirez, L., Echeverría, P., Zea, F., & Ballesteros, L. (2013). Dimensión Vertical en Edentados:
Relación con Síntomas Referidos. International Journal of Morphology, 31(2), 672-680.
Obtenido de http://dx.doi.org/10.4067/S0717-95022013000200054

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