UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

Facultad de Teología
Fray Douglas Mendivil Martelo

SINTESIS SOBRE ELDECRETO

UNITATIS REDINTEGRATIO
SOBRE EL ECUMENISMO

El concilio vaticano II en todo su esplendor de abrir las puertas de la iglesia, brinda también
una apertura a un tema actual como lo es el ecumenismo, por esta razón en su documento de
Vaticano II, abre un espacio al decreto Unitatis Redintegracio sobre el tema del ecumenismo,
para ello dice textualmente que la tarea o fin de este documento es la restauración de la unidad
entre todos los cristianos tema que se propone a darle fuerza el concilio. Este decreto está
conformado por un proemio introductorio, tres capítulos y la conclusión, en los cuales se
expone la vía para hacer ecumenismo y buscar caminos de unidad entre todos los cristianos.
Dentro de los elementos a resaltar de este decreto encontramos los siguientes.
Capítulo 1.Unidad y unicidad de la iglesia

La misma palabra de Dios muestra cuales son los caminos para alcanzar dicha unidad y cuál
fue la misión de Jesús, puesto que el decreto dice que Jesús quien fue exaltado en la cruz y
glorificado, derramó el Espíritu que había prometido, por el cual llamó y congregó en unidad
de la fe, de la esperanza y de la caridad al pueblo del Nuevo Testamento, que es la Iglesia,
como enseña el Apóstol. Seguido a ello la reflexión conciliar también va a decir que el
Sagrado misterio de la unidad de la Iglesia de Cristo y por medio de Cristo, comunicando el
Espíritu Santo la variedad de sus dones, El modelo supremo y el principio de este misterio es
la unidad de un solo Dios en la Trinidad de personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Todo esto
visto desde la perspectiva católica.
Ahora en lo que concierne a la relación de los hermanos separados con la iglesia católica, el
documento se manifiesta diciendo que si bien se condena los hechos de separación por
algunas personas, ahora la iglesia católica mira a los que ahora nacen y se nutren de la fe de
Jesucristo dentro de esas comunidades como aquellos que no pueden ser tenidos como
responsables del pecado de la separación, y la Iglesia católica los abraza con fraterno respeto
y amor; puesto que quienes creen en Cristo y recibieron el bautismo debidamente, quedan
constituidos en alguna comunión, aunque no sea perfecta, con la Iglesia católica. Junto a ello
es válido también tener en cuenta que, aunque creamos que las Iglesias y comunidades
separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la
salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de
salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió
a la Iglesia.
Por ultimo en esta primera parte encontramos ya propiamente lo que es ecumenismo, donde
el mismo documento manifiesta que en muchas partes del mundo, por inspiración del Espíritu
Santo, se hacen muchos intentos con la oración, la palabra y la acción para llegar a aquella
plenitud de unidad que quiere Jesucristo. Por ende la iglesia debe salvaguardar este camino
tomar conciencia de él y caminar en la búsqueda de esa unidad al igual que el mismo
Jesucristo. Teniendo en cuenta que la misma definición de ecumenismo nos dice que por este
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se entiende el conjunto de actividades y de empresas que, conforme a las distintas

necesidades de la Iglesia y a las circunstancias de los tiempos, se suscitan y se ordenan a
favorecer la unidad de los cristianos.
Y que al mismo tiempo dentro de la iglesia para ayudar a llevar a cabo dicho camino, los
fieles católicos han de ser, sin duda, solícitos de los hermanos separados en la acción
ecumenista, orando por ellos, hablándoles de las cosas de la Iglesia, dando los primeros pasos
hacia ellos. Pero deben considerar también por su parte con ánimo sincero y diligente, lo que
hay que renovar y corregir en la misma familia católica, para que su vida dé más fiel y claro
testimonio de la doctrina y de las normas dadas por Cristo a través de los Apóstoles.

Capitulo 2º: Practica del Ecumenismo

Ya en el segundo capítulo después de tener claro lo que busca el ecumenismo y como la

iglesia lo piensa, lo que se buscan son vías para llevar a la práctica dicha tarea, es por ello
que el documento propone vías dentro de las que nos manifiesta que la unión afecta a todos
Puesto que el empeño por el restablecimiento de la unión corresponde a la Iglesia entera,
afecta tanto a los fieles como a los pastores, a cada uno según su propio valor, ya en la vida
cristiana diaria, ya en las investigaciones teológicas e históricas.
Aquí también sale a luz el hecho de la renovación de la iglesia por el mismo concilio, por lo
que esta reforma, tiene una extraordinario importancia ecumenista. Y que esta renovación no
se pueda dar sin una conversión de corazón, el verdadero ecumenismo no puede darse sin la
conversión interior. En efecto, los deseos de la unidad surgen y maduran de la renovación
del alma, de la abnegación de sí mismo y de la efusión generosa de la caridad. La cual va
unida debidamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos, las
cuales han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón
puede llamarse ecumenismo espiritual.
Otros elementos a ser tomados en cuenta en este camino practico del ecumenismo, es la
apertura al conocimiento de los hermanos, lo cual parte de una disposición al conocimiento
y la práctica conjunta de encuentros de reuniones de temas sobre todo teológicos. Y esto
consecuentemente va enlazado con la formación ecuménica la cual mira como necesario que
las instituciones de la sagrada teología y de las otras disciplinas, sobre todo, históricas, se
expliquen también en sentido ecuménico, para que respondan lo más posible a la realidad.
Esto ayuda mucho en la forma de expresar la doctrina de la fe y como cooperar con los
hermanos separados.

Capitulo 3º: Las Iglesias y las comunidades eclesiales separadas de la sede Apostólica
Romana.

Este tercer capítulo hace una descripción de las iglesias separadas, se centra la atención en las
dos categorías principales de escisiones que afectan a la túnica inconsútil de Cristo, la primera
que se dio en Oriente y la que posteriormente se da en occidente. Por ello, el Concilio,
valorando escrupulosamente las diversas condiciones de cada uno de los grupos cristianos, y
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teniendo en cuenta los vínculos existentes entre ellas, a pesar de su división, propone algunas
consideraciones para llevar a cabo dicho ecumenismo tanto para oriente como para occidente.
En cuanto a las orientales esta su carácter histórico, la tradición litúrgica y espiritual, su
disciplina y la forma de expansión de los misterios de la doctrina, esto para oriente. Ahora
en lo que compete a occidente el camino inicia con el análisis de la condición propia de estas
comunidades, su confesión en Cristo, el estudio de la Sagrada Escritura, la vida sacramental
y sobre todo la vida con Cristi mismo. Según estos caminos analizados se pueden encontrar
caminos para la realización de dicha vida ecuménica.

Teniendo en claro los elementos anteriores, la iglesia manifiesta que se pueden dar las vías
para llevar a cabo una vida ecuménica que busque la unidad de todos los cristianos, el mismo
Papa concluye diciendo que este Sagrado Concilio desea ardientemente que los proyectos de
los fieles católicos progresen en unión con los proyectos de los hermanos separados, sin que
se pongan obstáculos a los caminos de la Providencia y sin prejuicios contra los impulsos
que puedan venir del Espíritu Santo.