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Año tercero. INúm. 4 4 . 3 0 d e abril d e1 8 6 8 .

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berfjo dia Francia, P. Clerici, corso Vittorio y 30 de cada mes.
Emmanuele, 20.
París: M. Boura , liotel Dalayrac , 2 , rué
Monsigny, frente al teatro de los Italianos. Número suelto, DOS reales.

EL ARTISTA,
MÚSICA, TEATROS, SALONES,

bOMAHIO.—INSTITÜCIÜNKS OUFEÓNICAS.—D. FRANCISCO DE SALINAS, bio- lo que les rodea, esos caprichos ó egoísmos que lo rebajan todo.
ffrajia, (conclusión).—RECUERDOS DK ORQUESTA.—ün empresario a m e - Sus victorias y derrotas son colectivas, la infatuación ó desa-
ricano.—Miscelánea.—Anuncios. Uento son desconocidos; el vencedor es todo el mundo, el ven-
cido no es nadie.
Esto consiste en que la música toma al alma sobre la tierra
INSTITUCIONES ORFEÓNICAS. y la trasporta hasta las regiones elevadas en que germinan y se
desarrollan los grandes sentimientos; extingue las malas pasio-
En el orden político, en el dominio industrial y agrícola se nes para no sobrcescitar mas que la pasión del bien y de lo be-
concilian los intereses, la producción y el consumo se equi- llo; es el enemigo del egoísmo que estirpa insensiblente para
libran, los antagonismos de las clases y razas se armonizan, el hacer germinar en, su lugar, el amor á la patria y la caridad.
individuo abdica en favor de la sociedad . Pues bien ; por una Esta vida, en un mundo inmaterial, deja un sello de bien-
consecuencia lógica de esta ley providencial, las instituciones estar y de nobleza en las facultades del orfeonista; sus ideas é
orfeónicas hacen de una nación, apenas iniciada en el buen impresiones se purifican, su voluntad aumenta con su energía,
gusto musical, una nación de artistas. al mejorar de dirección.
En efecto, en el dominio de la armonía sola, si el artista se Por último, este trabajo de rehabilitación ó mejora acrece aun
rebela de diversas maneras, su arte es ordinariamente personal mucho mas su energía cuando es llevada á cabo en sociedad,
y esta es su desgracia. por la fuerza saludable del recreo y del principio de solidaridad.
Cantante ó instrumentista, ya se llame Vieuxtemps, Monas- Sus reuniones son verdaderamente sociales y populares por
terio, Liszt, Mario ó Aldiglüeri, Rossini ó Gounod, su talento no escelencia, haciendo mas dulces las costumbres, igualando las
es otra cosa en puridad que un poderoso individualismo; fuer- pretensiones, nivelando los caracteres. Con su apoyo, los instin-
za ó debilidad. Cuando el artista enmudece, el arte queda tos vulgares son sustituidos por goces delicados, guiando el t a -
mudo, el templo queda vacio. lento á mejores aspiraciones, trasformando el sentido moral del
Al contrario, los orfeones, son ejércitos siempre prontos: un pueblo.
soldado falta á la llamada, al punto un conscripto voluntario le Sus himnos, sus odas, sus invocaciones, todos sus cantos
reemplaza. Tiene necesidad de socorro una obra de beneficencia, ejecutados en conjunto y cuyo efecto es arrebatador, son otros
una ceremonia de solemnidad, una función de pompa,—ahí está tantos homenajes rendidos á los mas nobles sentimientos, y á
la sociedad musical, siempre pronta, siempre caritativa, siempre las mas dignas preocupaciones del hombre. En sus pomposos y
desinteresada, y siempre dispuesta ú prestar los mayores servi- elegantes ritmos se celebra á la p.Uria, se admiran la gloria y
cios y en las circunstancias mas críticas. las grandezas, cuyos recuerdos gigantescos se reavivan, exal-
En una palabra, está constantemente en primer lugar, don- tando el heroísmo.
de se trata de llevar á cabo una buena acción. A mayor abunda- Unas veces es la esperanza del guerrero antes del combate,
miento, en el curso de su existencia privada como en el de su el entusiasmo del cazador cargado de botín, el dolor del dester-
vida pública, dá sin cesar el mas notable ejemplo de frater- rado que resuenan en notas penetrantes; otras, es una oración
nidad. para la madre amada ó para la amiga ausente, pero no olvidada.
En vano se buscaría entre ellas esas vanidades insoporta- De pronto de grave, dulce, severo, el ritmo tórnase en rápido y
bles, esas personalidades absorbentes, que ahogan ó paralizan, alegre; es la fiesta del trabajo, es el canto del jornalero ó del la-
254 EL ARTISTA.

brador, es la sublime Marseillaise délos trabajadores de la ma- «muchos, pero con particularidad de Claudio Ptolomeo, al que no sé
teria j del pensamiento. »si la astronomía deba mas que la música: tres libros de preceptos
Sin embargo, el fuego sagrado se alimenta, la obra de bene- sarmónicos pertenecientes á la Biblioteca Vaticana yloi comentarios
ficencia se cumple, las profesiones se mezclan, las opiniones se »de Porfirio sobre ellos, riquísimos en erudición, dimanada del e s -
))tudiode los antiguos, que me proporcionó el Cardenal Carpense; dos
confunden. Nada de disentimientos seculares entre ciertas pro-
«libros de Aristógenes sobre los elementos armónicos; otros dos de
fesiones; de compañerismo mezquino j esclusivo de otros tiem-
»Nicomaco, á quien siguió Boecio; uno de Bacheo, tres de Aristidt33,
pos, la institución orfeónica ha efectuado un amable y leal con- »y otros tres de Briennio, que el Cardenal Borgalés se habia hechJ
sorcio entre todos. «copiar en la biblioteca de Sa i Marcos de Venecia. Mas instruido con
Henos aquí ante el concurso: los corazones laten al uniso-' »lo que dijeron de bueno estos autores, y mas cauto con lo qua dije-
no, la música se trasforma en el mas maravilloso agente de una «ron de malo, pude llegar al exacto conocimiento de esta ciencia,
comunicación j vibración universales; un fluido magnético se «empleando en este estudio y examen mas de veinte y tres años. Alli-
esparce por todos, que une con lazos indisolubles á los indi- «gido al fin por varias calamidades, y principalmente por la muerte
viduos del Orfeón, sin ninguna distinción de edades, opiniones ))de los dos Cardenales y del virey de Ñapóles (que por cierlo me
y paises. En esta hora majestuosa los ánimos se hallan conmo- «amaron mas que me enriquecieron), y de mis tres hermanos perdi-
vidos hasta en sus fibras mas secretas; tienen en aquel instan- «dos en la guerra: el mayor, coronel, el segundo abanderado en el
«mismo cuerpo, que murió en el sitio de Metz, y el tercero que, en-
te el sentimiento mas ideal y perceptible á la vez de lo que
«viado por el duque de Alba á conducir un soldado, murió en el ca-
puede y debe ser la solidaridad de los calorosos impulsos y de
«mino: contento con lo poco que basta para vivir pobrement 3, deter-
las simpatías generosas.
«miné volverá España. Pensaba pasar el resto de mis días estre mis
Concluida la lucha, publicado el juicio, entregados los pre- ))Cuatro paredes, y haciendo una vida tranquila en mi pobreza hon-
mios, se fraterniza con el vaso en la mano y las naciones se r e - «rosa, cantar tan solo para mí y para las Musas:
conocen en sus banderas. Acrece el entusiasmo á cada momen- tNamnec divitibuscontingunt gaudia solis,
to: primero se habla de la fiesta del día, después de haber pasa- •»Net vixit male, qui uatus moriensque fefellit.
do revista á los defectos y cualidades de las sociedades, los mú- «Pero lo tenia dispuesto de otro molo Dios nuestro Señor, que
sicos y las piezas impuestas, después de haber hecho justicia á «me sacó de Italia después do vivir en ella unos veinte años, no en -
la habilidad de cada director, su celo y ciencia, se llega ;hasta «teramente desconocido; me trajo á España, y habiendo aquí varias
hablar de sí mismos familiarmente, terminando por ocuparse «ciudades en las que hubiera podido profesar el arte de la música co n
comparativamente de su pais. «mucha utilidad, me concedió volver á la univei-sidad de Salamanca,
«después de casi treinta años que habia salido de ella. Esta universi-
En esta hora de espansion indescriptible, es cuando se
»Jad ofrecía ventajas de consideración al que sobresaliese en el cono-
cambian las noticias referentes á la recolección del año, des-
«cimíento teórico y práctico de la música. Pues Alfonso, rey de Casi i
pués á los sucesos del dia. Ocúpanse de los procedimientos del •slla, el décimo de este nombre, por antonomasiallamado el bábio, que
cultivo, de las invenciones y progresos de la industria, de la «ó la fundó, ola reformó, entendió que el estudio de la música no era
política del soberano. El orfeonista en estas conversaciones se «de menos interés que el de la= matemáticas, en que tanto sobresa-
hace terrateniente, artesano, industrial, ciudadano. Ante todo »lió, y que no solamente la práctica, sino también la teoría, era n e -
se preocupado su cuerpo, de sus instrumentos, de su comercio, «cesaría al que hubiese de ser juzgado con razón digno del nombre de
de su patria. En esta ocasión puede afirmarse que habla, estu- tmúsico (1). Por cuya razón estableció la cátedra de música entre las
dia, discute con todo el saber vivir y toda la inteligencia del «principales y mas antiguas, la cua', como^careciese á la sazón de
hombre cuyas ideas han sido desarrolladas, y cultivadas sus cos- «doctor que la desempeñara, y se buscase persona que pudiese llenar
tumbres por el comercio de un arte divino, que los antiguos co- «este cargo dignamente, enseñando la teoría y la práctica de la músi-
locaban justamente en el primer rango, entre los conocimientos »ca, fui á Salamanca con el objeto de oír á los peritos en este estudio
«hacer sus oposiciones; donde, como diese yo alguna muestra do
indispensables á todo hombre civilizado....
«mis conocimientos en música, fui tenido por apto para desempeñar
Es preciso, pues, aplaudir la estension que toman estas ins- «este cargo, y conseguí la dicha cátedra con sueldo casi doble y apro-
tituciones que llenan una misión tan grata, agrupan los habi- «bacion de S. M. el Rey. He dicho de raí esto, acaso mas de lo nece-
tantes de una ciudad, de un pueblo, hasta de una sencilla caba- «sario, solo porque no parezca que conseguí un honor tan grande
na, uniendo por cadenas comunes, cadenas ligeras y encanta- «destituido completamente de todo mérito...»
doras, libremente aceptadas, ó espontáneamente escogidas; l e - «La licencia para publicar el libro de cuyo prólogo acabamos de
vantan los placeres y goces de su corazón por el culto instintivo traducir un trozo, dice así:
de lo bello, acreciendo su inteligencia y vulgarizando entre »E1 Rey.—Por cuanto por parte de vos el maestro Francisco de
ellos los conocimientos primordiales. Este es, en efecto, el mag- yiSalinas, catedrático depro))ieclad de la facultad de música en la universi-
nífico programa que realizará la música, tan útilísimo para la •Diiad de Salamanca, me ha sido hecho relación que vos habiades h e -
imaginación, instrucción y confraternidad de las masas laborio- «cho y compuesto un libro de música especulativa (2), el cual era
sas como necesaria á los placeres del pueblo. «inuy útil y provechoso, suplicando Nos que diese licencia para que
«vos ó la persona que vos nombrasedes, y no otra alguna, pudiésedes
«imprimir y vender el dicho libro por tiempo de treinta años...,etc,
«Fecho en San Lorenzo el Real á cinco dias del mes de octubre de
FRANCISCO SALINAS- «mil quinientos y setenta y cinco años. Yo EL REY.—Por mandado
»de S. M., Antonio de Eraso.9
(Conclusión) (!)• «Desempeñó Salinas su cátedra con aplauso y admiración de los
»Para lo cual me ayudaron sobremanera, á mas de Boecio, que /
•todos los músicos citan continuamente, ciertos manuscritos griegos (1) Sabido es que en las universidades ie Inglaterra y Alemania hay
cátedras de música y dostores en esta facultad. Nuestras universiiades
•antiguos, todavía no traducidos al latín, de /los que allí encontré carecen de ella hace mucho tiempo; paru 110 pur esj cree:uüs que deban
considerarse como superioriis á las citadas.
(1) Véase el número anterior. (2) Esta obra se halla eu la Biblioteca nacional de Madrid. i
Er. ARTISTA.

sabios que á la sazón brillaban ea aquella universidad (donde, según Traspasa el aire todo
nos informa el citado historiador Morales, enseñó también computo Hasta llegar ala mas alta esfera,
eclesiástico) hasta su muerte. Y oyealii otro modo
»Los elogios que los escritores contemporáneos, tanto extranjeros De no perecedera
como españoles, tributaron a este gran ho.nbre, no pueden tener ca- Música que es la fuente y la primera.
bida en un periódico como este, por su número y su estension. Nos Y como está compuesta
vemos, pues, obligados á suprimirlos, y solo citaremos las últi- De números acordes, luego envía
mas líneas de una belLsiaia composición que le dedicó su intimo ami • Consonante respuesta,
go y compañero de universidad é inmortal Fr. Luis de León. Des- Y entre ambos á porfia
pués de describir los prodigiosos efectos que la música de su amigo Se mezcla una dulcísima armonía.
producían en su alma, concluye diciendo: Aquí la alma navega
¡0/í! suene de c.ntitiiio Por un mar de dulzura, y finalmente,
Salinas, vuestro son en mis oídos. En él ansí se anega
Pur quien ni bien divino Queningiin accidente
Despieiían los sentidos. Estraño ó peregrino oye ni siente.
Quedan 'o á lo demás adormecido. ¡Oh desmayo dichoso!
¡Oh muerte que das vida! ¡Oh dulce olvidp!
j)D. Francisco de Salinas pasó á mejor vida en febrero de 1577,— Durase en tu reposo.
S. de Masarnau.i^ Sin ser restituido
Ahora nosotros vamos á añadir dos renglones sobre el estraordi- Jamás aqueste bajo y vil sentido,
nario mérito de Salinas; y en cuanto á la fecha de su fallecimiento A este bien os llamo,
que dice el Sr. Masarnav haber ocurrido en 1577, queda demostrado Gloria de apolíneo sacro coro.
que es un grave error. El célebre Espinel (2S diciembre), al citar á Sa- Amigo á quien amo
linas en su libro titulad' Marcos de Obregon, en cuya edición de Madrid Sobre todo tesoro.
(1744, pág. 62.) dice: «Vi en Salammca al Abad Salinas, el ciego, el Que todo lo visible es triste lloro.
mas docto varón en música especulativa que ha conocido la antigüe- ¡Oh! suene de continuo
dad, no solamente en el género diatónico y cromático, sino también Salinas, vuestro son en mis oidos.
en el armónico, de quien i m poca noticia se tiene hoy. á quien su- Por quien al bien divino
cedió en el mismo lugar Bernardo Cl ivijo, hoy organista de Feli- Despiertan los sentidoE
pe III.» Espinel escribió esta obra hacia 1586 (p ig. 107 de la espresa- Quedando á lo demás adormecido.
da edición), añadiendo luego que Clavijo sucedió después á Salinas en
el mismo lugar, es decir, en la cátedra de música de la universidad
de Salamanca; y como esto era al parecer en 1586, podia muy bien
desempeñar Clavijo dicha cátedra, am, --ti vida de Salinas, por estar
jubilado, puesto que en dicho año do 1086 contaba unos setenta y tres RECUERDOS DE ORQUESTA.
de edad, si bien nada de esti espresa ó manifiesta el documento au-
téntico que hemos trasladado al principio de esta biografía, y aunqtie No hace muelos dins que un amable poeta entr j una mañana en
Ambrosio Mor.ales diga que Salinas desempeñó su citedra hasta su mi cuarto acomp:iñado de un hombre de naturaleza bastante robusta,
muerte, conforme con el documento que hemos copiado. Por lo cual V cuyas facciones fuertemente marcadas acusaban una alma enér-
sacamos en consecuencia que el Figueroa que desempeñó la cátedra gica.
de Salinas están ¡o jubilado y después de muerto, seria sin duda algu- Mi amigo n e presentó á Clemente Fanot, una celebridad de este
na por haberse puesto enfermo Clavijo, pues es evidente, por los do- siglo, cuyo nombre habia llegado vagamente á mis oidos.
cumentos que poseemos sacados de la misma universidad, que este Con rubor confieso que me hubiera encontrado en gran confu-
sucedió á Salinas, según espresa el mismo Espinel, contemporáneo sión , si me hubiesen obligado á decir qué era Clemente Fanot, de
de arabos. También nos da derecho á creer el citado anterior docu- dónde venia y cuáles eran los trabajos que habían ilustrado su
mento que Salinas cobraba sueldo, no obstante hallarse jubilado. Es- nombre.
pinel, en unos versos, elogia asimis:r:0 á Salinas. En el Museo univer- Mi amigo me sacó de esta situación embarazosa, diciéndome que
sal de 51 de marzo de lSo7, al reseñar la biografía de este músico, se Clemente Fanot era un fanáti':o dcd arte, un entusiasta y un ilumi-
dice: «Allí (en Salamanca) cont-ajo (Salinas) estrecha amistad con nado.
fra^ Luis de León, que le dedicó la siguiente Clemente Fanot, nacido en Cairanne (Vaucluse) el 23 de diciem-
bre de 1809, es uno de los hombres que han hecho mas ruido eu
ODA- nuestro pequef.o : ,'aneta. Desde su mas tierna edad tuvo una irresis-
El aire se serena tible pasión por las campanas.
Y viste de hermosura y luz no iisada En sus oraciones, tanto matinales como Vespertinas únicamente
Salinas, cuando suena pedia una cosa al Eterno: vivir y morir en un campanario.
La música estremada El soberano, arbitro de los destiuos, tomó en cuenta esta vocación:
Por vuestra sabia mano gobernada; Clemente Fanot fué campanero de San Didier, en Avignon.
A cuyo son divino Aquel dia puede contarse en su vida como el pria.er vestido, como
El alma que en olvido está sumida. el primar reló que se entrega á un niño.
Torna á cobrar el tino Los deseos del joven campanero no estaban , sin embargo, mas
Y memoria perdida que medio cumplidos.
De su origen primera esclarecida. El campanero de San Didier no tenia mas que tres campanas. Esto
Y como se conoce hubiera sido suficiente r*" 'n campanero vulgar; para Cleui.ente
En suerte y pens-amiento se mejora. Fanot eran jocas.
El oro desconoce Púdose en camp; : t;;ra reunir los medios de construir una
Que el v;l.;o vil adora. cuarta.
La belleza caduca engañadora. Uq periódico, La Conmune, acababa de fundarse en Avignon; en-
256 L ARTISTA.

cargóse de hacer la distribución por la ciudad y realizó bastantes be- á los hombres de sentimiento. Háse visto á campaneros enamorarse
neficios i)ara satisfacer una parte del ¡netal necesario. perdidamente por las vagabundas que sacuden con tanta gracia en
Fundióse la campana y el noiibre de Clemente Fanot se inscribió los campanarios su crinolina de bronce.
en relieve sobre el bronce. La palabra misma tiene alguna cosa de ligero, fútil y femenino
Este primer éxito animó al intrépido campanero. Una campana que no carece de atractivo, repiqueteo, campaneo, sonería. En otros
llama á otra. Habíasele dicho sin duda que las sonerías belgas cuen- términos, una danza cerca de la proximidad de las estrellas, entre el
tan hasta cincuenta campanas. canto de las brisas y el canto de los pájaros.
Inflamóse su ambición. Quiso tener una quinta campana y la Es un error creer que las sonerías han desaparecido de la tierra.
tuvo. Una seí^ta, y la tuvo también. Después una sétima, una ocla Si Francia funde con ellas cañones. Bélgica, al contrario, ha fun-
va, etc. dido con frecuencia los cañones para construir campanas.
Peticiones á los ministros, á los soberanos , llamamientos al pú- Igualmente seria un error creer que todas las sonerías tocan des-
blico y á los periodistas, todo fué empleado por el misionero del afinadas como las que hemos oído en París.
campanario.
Oigamos al caballero Van Elewyek, él nos dirá lo que se debe
Cuando Castel-Blaze reveló al arte músico la existencia de Fanot
pensar de esta música celeste, que la poesía cristiana colocó , como
(esto era en 1833), el infatigable campanero no poseía mas que sus
un vigía entre las realidades de este mundo y las esperanzas de ul-
tres primeras campanas, formando acorde perfecto menor: Fa, la b, do. tratumba.
Sin embar-^o, como quisiera procurarse un si b y pidiera á todos
los ecos este refractario, si b, no se trató ya mas que del célebre si- cBélgica es la tierra clásica de las campanas y sonerías. En nin-
Fanot. guna parte de Europa se ha pensado poetizar la sociedad de las h o -
Este nombre le quedó también mucho tiempo mientras estuve én ras y procurar, como entre nosotros, al hombre del pueblo co.i una
persecución de su cuarta campana. Al fin tuvo la suerte, como he- música brillante y aérea que, tanto por el dia como por la noche le
mos (iicho anteriormente, da poder hacer su adquisición. Pero hétele meciese en melodías suaves y armoniosos acordes. Todas, nuestras
aquí coiriendo por montes y por valles eu busca del sol que de'bia ciudades, sin esceptuar ninguna, porque la Iglesia de Santiago-sobre-
completar su pentacordo. Cauderaberg, en Bruselas, tiene también su sonerra, poseen soneiías
El sol no se hizo esperai-. musicales, y con frecuencia muchas, una en el beffroi, y otra ea
líov, Clemente Fanot, está en busca de una nueva campana qr.e la torre. La mayor parte de estos instrumentos tienen dos y tres octa-
debe sonar en fá, continuando su intento con la actividad , celo y vas, y sabemos de pobres pueblos de las Flandes y de Gampine, cu-
entusiasmo de un apóstol. Pues, ;i decir verdad, su misión es un \ as sonprías, como valor artístico, son superiores á los órganos de
apostolado. las parroquias.
Es preciso'oirle hablar, ver su aptitud, su mirada luminosa, para «Notamos que independientemente de su ejecución libre, entrega-
tener idea de este hombre. Sus espresiones le pertenecen, cuando da á la inspiración del artista que la toca, la sonería hace oír auto-
habla de su sonería y del arte r.'ligioso. máticamente un aire diverso á cada cuarto de hora. Los mismos
Mira, con despre:io, los indignos campaneros que hacen sonar las medios cuartos están indicados ya por una escala melódica , ya por
campanas con la caución del rey ¡ktgobeiio ó Fantan la Tulipe. Estos, una sucesión de modulaciones breves, las unas y las otras tienen
dice, deshonran la mas bella de las artes. una gran novedad, si el campanero ha dado pruebas de gusto al fijar
Ya lo OÍS, «la mas bella de las artes,» el arte de los campaneros», estas notas sobre el tambor. De la que resulta que cada siete mina -
El hombre entero está en esta palabra. tos oigamos música aé'ca en nuestras ciudades belgas.
Se asegura que el autor de Nuestra Señora de París, antes de dar »En 1837, Víctor Hugo estuvo en Malinas. Por la noche le fué
un alma á Quasimodo, hizo un viaje á Avignon, donde conoció á imposible dormir. La música de la torre de San Rombaud le causaba
Clemente Fanot. El poeta había creado el cuerpo del personaje y l:i una sensación de las mas agradables, pero de las mas singulares.
naturaleza habia formado el espíritu. Si el lector no ha olvidad > Fatigado de esperar en vano el sueño, se levantó y escribió unos ver-
ciertas páginas de la novela de Vícfor Hugo, tendrá ante sus ojos al sos con el diamante de su sortija en los cristales de la ventana de la
campanero, tipo original del siglo XVI, vivo con sus campanas, con alcoba de su fonda.
su cama en el viejo entarimado de la torre, abandonándoseá sus éx- »Las sonerías constituyen una verdadera especialidad en nuestras
tasis al contemplar su teclado, al escuchar el canto de sus bellas com- ciudades belgas y en las del Norte de Francia. Dan á nuestras cos-
pañeras. En ellas cifraba su grandeza, su reinado. tumbres nacionales un aspecto nuevo para el estranjero. No hay guia
Fanot primero meditando desde lo alto de su campmario ¿obro alguno que no prevenga á los viajeros; y los artistas italianos, ingle-
la vanidad de las cosas humanas, puede mirar con filosofía desdeño- ses ó alemanes, al detenerse en nuestro país, se informan con fre-
sa el hormiguero que se agita á sus pies. cuencia del dia y hora én las que podrán oir trozos ejecutados por
Nuestros intereses no son ios suyos. el campanero de la ciudad.»
Su posición es demasiado elevada para tomar parte en nuestros Para comprender bien el lenguaje de las campanas, es preciso es-
efímeros cuidados. tar dotado de una sensibilidad que no es dado poseer á todos. Un fi-
Cuando consiente en descender hasta nosotros, es que quiere e n - lósofo, este no hubiera sido de seguro amigo de Clemente Fanot, las
riquecer su dominio con una nueva campana. Entonces el ilustre llamaba «los cascabeles del fanatismo.» Citamos la palabra á causa
Si Fanot, hoy Fa Fanot y mañana quizas Re ó Iley-Fanot, acepta, de su originalidad.
como un simple mortal, el céntimo que se le ofrece y que deberá un Voltaire, que no era tampoco muy accesible i la poesía de las
dia trasformarse en una cantante distinguida en la fundición de un campanas, escribió un dia la cuarteta siguiente, delicado epigrama
fabricante afamado. que un hombre de talento pudo permitir.se con este motivo, sin que
Clemente Fanot no puede ignorar la gloria de sus antepasados. seriamente tratara de mofarse de los campaneros:
Sin duda habia estudiado la historia de los campaneros flamencos PresL'cuteiirs du genre humain,
desde el siglo XV. Sabe que eran en su mayor parte sabios organistas, Qui sonnez sans misericorde,
y habrá leído la noticia publicada por el caballero Van Elewyek del / Que n'avez-vous au cou la corde
mas grande de todos, Matías van den Gheyn , que vivía el si- Que vous tcnez dans votre main.
glo XVIII. Cada uno es dueño de tratar como mas le plazca á los campane-
Las sonerías y los campanarios no son lo que el pueblo vano ros y á las campanas, pero no por eso es menos cierto que el sonido
piensa. Las campanas han tenido siempre el privilegio de impresionar de las campanas cgerce una gr.;n iníluencíi en las ideas, y que no
EL ARTISTA. 257

existe un viaje mas encactador lue el qi;e se puede hacer en el espa- hombre pequeño, que abamionó un dia la Hungría para conquistar al
cio con la campana de la tarde. ÍNuevo-Mundo á la música.
Un dia de Todos Smtos, á la hora en que las primeras estrellas Liis circunstancias por las que se vio obligado á ir á América, na-
brillan en la inmensidad, nos encontrábamos en el puente de Sévr s. die las sabe. De todos los episodios que me ha contado, algunas ané-
El pueblo de San Cloud, colocido en anfiteatro a l a estremiJad dootas, muy curiosas, sobre nadan úiúcamente en mi memoria, porque
del parque, se hallaba esplendentemente iluminado. Las campanas, la conversación original principió en la sopa y terminó cuando no
tres hermosas campanas soudras, tocaban el canto de los muertos. había un cigarro en la casa.
El campo retumbaba con los acentos majestuosos que lanzaba el Todo 'o que recuerdo desús primeros pasos en América, es que
campanario no lejano. El "^ena silencioso parecía escuchar estas gran- fué psríodista, redactor del folletín del New-York Herald, critico rau«
diosas voces del cielo. Los pasageros escondidos en la m c h e , estaban sícal, ambicioso, ansioso de fama y de dinero y que buscaba una
mudos V pensativos. ¡Cuántos recuerdos volaban también al cielo! idea que ninguno hubiera tenido antes que él.
¡Grandezas de un dia, afectos de una primavera , ete¡nos dolores de Esta idea ¡a encontró un dia.
un minuto, que erais delante de este espectáculo! —Europa importa todos lósanos en América por muchos millones
de objetos de todas clases, se dijo; ¿qué resultaría si yo importase la
música c[ue falta en el mercado?
UN EMPRESARIO AMERICANO. Hizo venir al pianista Leopoldo de Meyer, con quien emprendió
A fines de octubre último, la casualidad, ese inapreciable colabora» nna espedic on artística en los Estados-Unidos. Sus relaciones con los
dor de los perioJistas, me condujo á la mesa de uno de mis amigos, periódicos americanos le facilitaron la nombradla de este primer a r -
para sentarme al lado de uno délos hombres mas estraordinarios de tista q;ic asoció á su fortuna.
la época, el famoso empresario americano Ullman, introductor en Esta tentativa tuvo un éxito completo, gracias á los anuncios
Eu opa de Carlota Patti, organizador de esos conciertos que reúnen americanos de los que daremos después algunas muestras, y en los
sobre un mismo cartel cinco ó seis artistas de i)rimer orden, atrevi- cuales Ullman era un maestro hacia mucho tiempo.
do especulador de música que recorre á Fra.icia de una estrema al El antiguo redactor del New-York Ilcrald estaba destinado á eclip-
otro con su compañia, y que ha encontrado medio de conseguir en- sar la gloria de Barnum. De modo que él es el inventor del dilettante
tradas formidables en las ciudades, en que los concertistas no habian americano, y el que ha encontrado medio de atraer á sus conciertos
antes que él podido obtener ni aun los gastos de manutención, de un pueblo hasta aquel entonces rebelde á la música. Uno de sus
grandes golpes fué el contrato de la Soa^ag, y las circunstancias que
fonda y pasaje.
mediaron son curiosas: UUtnan, que de ejecutante en ejecutante
De modo alguno me hubiera yo imaginado á este rey de los em-
había reunido una fortuna y dirigiaá la vez las óperas de Nueva-York,
presarios, tal como es. Washington, Filadelfia, Baltimore y Boston, acababa de saber que
Había creido encontrar un enorme yankeecon patillas rojas, na- la condena Rossi, se habia decidido en 1852, á reaparecer de nuevo
niz colorada, cabellos rojos y una cara lesvanecida, como nos repre- ante el público para recuperar la|j fortuna comprometida de sus
sentan los americanos en los vaudevilles, y vi, con gran sorpresa mia, hijos.
un hombre pequeño y delgado, enfermizo, débil, que tiene un peque- Ullman hizo sus baúles, nartió en el vapor, desembarcó en Europa,
ña cabeza de pájaro, inteligente, y que no es un americano. Es natu- corrió al ferro-carril y no se detuvo hasta Ems, donde encontró á la
ral de Hungría. gran cantante.
Mi conocimiento con Ullman ha sido, en efecto, una de las sor
Enriqueta Sontag volvia ,!e un paseo que acababa de dar con sus
presas mas grandes di mi vida. ¿Cómo este hombre pequeño ha podi- dos hijas Uilman, que estaba aun con el traje de camino, detuvo
do resistir á la vida aventurera que lleva hace treinta años? ¿Como en la calle el mulo que llevaba á la condesa Rossi, y le dijo:
Ullman, con la naturaleza que tiene, ha podido soportar las fatigas
—Señora, llego en este momento de Nueva-York para preguntaros
de un empresario americano? i l ha desañado al sol y á la nieve
si queréis ganar un millón.
para conducir á través de América, Alemania y Francia, su rebaño
La Sontag creyó al pronto habérselas con un loco. Ullman no dejó
de artista, ha presentado en todos los pantos del Nuevo Mundo á Ma-
las riendas del mulo, y:
rio, Grisi'piccolomini, Sontas,;Frez7,olini, Viuxtemps, Sivori, Ole-
Bu'll, Artot, Thalber-, Herz, Jaell, Gottschalk, Meyer y quién saba —Hablo seriamente, señora, dijo; podéis ganar un millón en Amé-
cuantos mas. rica, y si me permitís que me presente á vos en la fonda dentro de u n
Este pequeño liúngaro enfermizo recorre hace tremta anos todos momento, tendré el honor de entregaros cincuenta mil francos a
los plises del mundo; ha pasado todas sus noches en ferro-carril ó en cuenta le los beneficios que realizaremos en nuestra empresa.
coche, ha empleado todos sus días en organizar conciertos en los cua- La condesa Rossi no se habia separado nunca de sus h'jas. No era
tro estremos de la tierra; nunca ha descansado, y aun está de pié. posible pensar en llevailas á América y esponerlas á las fatigas de una
Esto e3 un milagro, y es forzoso ver laderamente , para no sucumbir vida nóinade. La discusión diró una hora, la Sontag no veía otro
el trabajo, tener una v luntad de hierro y una violenta ambición de medio de ganar con su talento el porvenir de sus hijos.
conseguirlo. Tres horas después de la llegada de Ullman estaba firmado el con-
El oficio que Ullman ha-íe en Francia no es nada en comparación trato. La Sontag se co.nprometió á estar en Nueva-York en odo el
del que ha ejercido en América, ¡m la actualidades un gran señor; mes de setiembre.
su administración es un ministerio, tiene jefes de ne-ociado, secreta- Ullman permaneció doce horas en Ems y volvió á América sin
rios, ayudantes de campo qie van de ciudad en ciudad á preparar los descansar ui un dia en el camino.
conciertos. Tratábase de preparar el camino :i la eminente artista.
Ullman lo dirige todo desde lejos y no llega al campo de batalla, El empresario pensábalos medios de popularizar á la cantante sin
sino para dar la última mano maestra á la presentación en escena de desatar los cordones de su bolsa. Hizo anunciar en los periódicos que
su compañia. la ilustre condesa llegarla el 17 de setiembre, que se hospedada en la
Es prodijioso oir á este empresario desarrollar sus teorías y contar fonda de la Union y que trescientos músicos americanos le darían una
los diversos episoJios de su carrera; lo que se nos ha contado de Bar> serenata bajo sus balcones.
num, del famoso Barnum, es una sombra vana. —¿Dónde diablos os vais á agenciar trescientos músicos? pre^-unta-
Atrás Barnum que se adelanta Ullman. I ban los miembros de la Socielad Filarmónica de Nueva-York. Por
Para tener una idea aproximada de la? prodigiosas peregrinacio- " muchos que reunáis t )do lo mas llegarán á s e s n t a en la ciudad.
nes de Ullman, es preciso oírle hablar, ¡y cuidado que habla bien! este
258 EL ARTISTA.

—¡DejaJme hacer! contestaba el empresario. Si tengo necesidad únciamente nos limitaremos á decir que desempeñó su cometido con
haré venir á todos los músicos de América. gran inteligencia, demostrando en todos sus pez-zi, su buen gusto y
El 17 de setiembre, á las nueve de la noche , mas de trescientas estilo purísimo y que era acreedora á los aplausos que el público la
tributó en varias ocasiones.
mil personas invadían los alrededores de la fonda en que la Sontag La Sra. Kenneth es una artista de la antigua escuela italiana, en
debía haber llegado aquel dia, todo Nueva-York queria oir la famosa la que ha obtenido legítimos triunfas, razón sobrada para que su pre-
serenata. La gran cantante apareció en el balcón y íué saludada por sencia en la escena, sea mirada siempre por los dilettanti de la corte,
bravos sin cuento. con el mayor gusto.
Los demás artistas señoras Sonnierí y Dalti-Guadagniní y los
Los americanos ñola conocían, pero decían que una artista, á la señores 1 amberlick, Bonnehée, Vaivaro, Selva y Padovani, obtuvie-
que trescientos músicos se preparaban á dar una serenata, debia ser ron igualmente los ac<-Stnmbrados aplausos por su escelente inter-
una rara maravilla. El púMico esperó una hora, después se impa- pretación de la obra. La orquesta con su perfección de siempre.
cientó.
—¡La serenata! ¡la serenata! gritaban por todas partes. El arte músico español acaba de sufrir una pénüda dolorosa en la
Entonces, en el momento en que el tomulto estaba en su colmo, persona de Ü. Florencio Lahoz, compositor distinguido y uno de los
apareció Ullman en el balcón déla fonda, y: profesores mas reputados de España.
Amigos desde mucho tiempo há de este apreciable maestro, hemos
—¡Caballeros! esclarnó, es tal la aglomeración de gente, que en podido notar las eminentes cualidades que le adornaban, como ¡su
vano los músicos han tratado de abrirse paso. celo por una profesión que formaba, con su familia, todo su orgullo.
Estas palabras prodiigeron el efecto apetecido. Entre las varías obras que deja a la posteridad, son nitabilisimas
—¡Plaza á los músicos! esclamó lamultitijd. las canciones, de las cuales varias pueden competir con los mas re-
putados SlormUi deFumagallí, tan conocido de todos los diieltnnti.
Por todos lados empezaron los emp"jones. D. Florencio Lahoz, ha muerto á los 5"2 años de edad, er la ma-
Las personas que se hallaban lejos de la fonda y no habían oido drugada del sábado 25, de un derrame al cerebro, que le arrebató de
ni una palabra del s|;t'ecft, se enfadaron Rechazados por las primeras repente de los brazos de su desconsolada familia, que rodeaba su lecho
filas que trataron de dejar paso á los trescientos músicos que no exis- de dol r, pues hacia cinco días que se bailaba atacado de un catarro
tían mas que en los carteles, quisieron volver á ganar el terreno per pulmona!.
dido. Principüse á dar puñetazos sobre el sombrero del vecino,y eu la
Según uno de nuestros correi;pon! ales de Granada, el distinguido
cara después. A poco la batalla era general bajo los balcones de la ar- barítono Sr. Gottardo Aldighieri, á ruegos de los abonados de aquel
tista. La Sontag se des;nayó, é intervino la policía. teatro de ópera, se ha encargado de la parte de Mefistofeles en el
Se hicieron despejar las calles. Fausto del maestro Gounod, que deberá ir en escena esta misma se-
mana quizás.
El motín duró dos horas.
En un Balloin maschera, de- Verdi, han alcanzado una completa
El sueño de Ullman se habla efectuado: el motín por la gran can- ovación, la señora Spezia y su esposo el barítono Aldighieri Igual-
tante. No era necesario tanto para llamar la atención de toda Amé- mente han sido muy aplaudidos con justicia la señorita Velasco en la
rica. parte de hechicera y el tenor Rosnati.
Los periódicos grandes y pequeño?, publicaron relaciones detalla- Otra de las obras que se han puesto en estudio es Macbeth, que
debe en breve presentrse en escena.
das de la batalla y contribuyeron de este modo gratis ala empresa de
Ullman, con una publicidad que la fortuna del empresario no hubie- Las correspondencias de Amsterdan, siguen haciéndose lenguas
ra sido suficiente para ratisíacer. del efecto cstraordínarío que ha producido en aquella capital llubins-
Pero Ullman no había conseguido mas que la mitad del objeto tein y la iNeruda.
que se había propuesto. Un corresponsal hace, después de haberse estaxiado con razón,
la cita siguiente de un viejo refrán: «La mujer es como el compás en
Tratábase nádamenos que de deshancar á la Alboni llegada re- la música, que es forzoso marcarlo con regularidad.»
cientemente á Nueva-York, y que amenazaba hacer^unaséria concur-
rencia a la S( ntag.
Los libretistas franceses, cansados de vendimiar en un campo
El asunto fue pensado y hecho. agostado, están recolectando en la actualidad su cosecha en el es-
Gracias á Ullman, un periódico de Nueva-Yorl^ afirmó al dia si- traujero.
guiente que la Alboni. devorada por una torpe envidia, había organi- De tal manera han saqueado á Shakspeare, Goethe y Shiller. que
zado una cabala, la cual habi.á inipedido que los trescientos músicos el último año, los tres teatros líricos de L'aris, ofrecían á la admira-
cíon de los aiicionados, Romeo, Mijwn y Don Carlos, acomodados para
llegaran bajo las ventanas de la Sontag. la salsa musical de Gounod, Ambrosio Thomas y Verdi.
Los americanos tomaron el cielo con las manos. Durante este tiempo, preparábase á la vez Ilamlel y La Linda hija-
La prensa escribió en contra sendos artículos. de Perth. I.üs personajes de VValter Scott, al parecer, ya se les ha echa
La conducta de la Alboni fué juzgada como odiosa por la opinión do en el olvido, sin pensar que aun so pueden recoger algunos restos
pública, y todas las simpatías se declararon por la Sontag. en esas escclentes tierras de la novela, aun c'espues de los estragos
anteriores.
La Alboni fué condenada en Nueva-York. En efecto, todo el mundo ha tomado su parte; no há mucho, Ite-
El éxito de la Sontag se elevó á las nubes; pero las cosas mejores Ilini le ha pedi'io Los Pi.iritanos, El Pirata; Rossini, La Dama del Luyo;
no duran eternamente. Cuando las entradas empezaron á bajar, Ull- Donizetti, Lwoía de Lammermoor; Carafa, La Prisión de Edimbuigo;
man buscó un m*-dío de rcclutar una nueva colecta de espectadores Roieldieu, La Dama Blanca, ingeniosa y h,;bil fusión de episodios,
tomados a dos novelas del poeta escocés; Nicolaí, su Temphrio en el
en el público. Jvanlwe; también existen otr.iS partituras italianas é inglesas de
{Se concluirá). Ivanhoe y líob-Iloij; Bruselas ha aplaudido un baile Kenilworth, de
Carlos Ilanseus, y aun mas recientes el Qainlin Durward, de Gevaert.

El duque de San Clemente, ha encargado al célebre concertista


Bazzini, de poner en música el Salmo de David, núni. 56, Miserere
MISCELÁNEA. rnei, Deus, puafraseado en versos italianos por el P. Julio Metti,
del oratorio le S. Florencio.

Trátase por el maestro Constantino dall' Argine, de escribir una


Mejorada la Si a. Kenneth déla enfermedad que la ha aquejado nueva partitura para el teatro comu.ial de Bolonia, sobre el viejo li-
estos días, el lunes en l.i noche se presentó en nuestro regio coliseo breto de Beaumarchais: // Bariiere de Siviglia.
en la parte de Doña Anna, en la obra maestra del inolvidable Mozurt. Estamos seguros que nuestros lectores esperímentarán al leer esta
Conocida y apreciada ventajosan.ente de nuestio público ya, por noticia el mismo estupor que hemos sufrido nosotros al escribirla.
las especiales cualidades que adornan á esta distinguida cantante.
EL ARTISTA. 259

La primera salida de Mario en el Rigolelto en el teatro Govent- El interior de la nueva sala de la Grande Opera de París, no está
Garden de Londres, ha producido el acostuinbrado entusiasmo. aún tan adelantada como el esterior, pues apenas si los decoradores
han empezado el adorno del gran salón de baile, que se halla detrás
E] 2o del actual se representó en el teatro de Barí, la ópera nueva de la escena. Con respecto á esta, al palco y salones del Emperador,
del maestro Roberto Amadei, titulada: Blanca de Rossi. escalera grande, salón público, loggia, f maderos, café en el pabellón
El sparlUo parece, según una corespondencia que tenemos á la que hace frente a! del emperador, etc., etc.; están concluidos en su
Tista, que ademas de la elegancia y novedad de su contestura, reúne mayor parte, aunq eno lian dado todavía principio las decoraciones
la cualidad de encerrnr motivos inspirados y altamente melódicos, artísticas, á caiisa de que la mayor parte de ellas se están constru-
cosas entre los modernísimos autores de la época, mas pasadas de yendo en los talle: es.
moda que el genio. El palco del Emperador, la escalera grande de honor, el salón pú--
Su instrumentación es profunda y grandiosa. blico y el de baile se asegura que serán de una incomparable belleza.
Pero aun se tardarán diez y ocho meses ó dos años para darlas por
II Popólo Italiano, dá cuenta de un grande escándalo que ha tenido terminadas.
efecto en el teatro Garlo Felice, de Genova.
Los gritos y silbidos fueron de tal calibre y menudearon de tal L,a ópera casi de desconocida de Weber, titulada: Abu-Hassan, se
modo, especialmente cuando se levantó el telón y aparecieron los a r - vá á poner en coena en Munich, dentro de algunos días.
tistas en la escena, que hubo que suspender el espetáculo por orden
déla autoridad. La hija mayor de la esposa del tenor Naudin, ha muerto en Var-
El público pedíala caidade la dirección. sovia de sobreparto á la edad de 2o años.
No hacia ¿.ucho tiempo que se habia casado con el ingeniero
Anunciase en Berlín en el mes de Mayo, una reunión ó congreso M. Lanzi.
de periodistas, para tratar las cuestiones técnicas de su profesión.
Hé aquí una gran enseñanza que deberíamos imitar muy bien los ['ara el martes de esta semana, estaba dispuesta la primera repre-
españoles y cuya necesidad creemos estará en 11 conciencia de todos sentación déla ópera del princirje P.jniatovski, cuyo título definitivo
nuestros colegas. es Uragano, y en la cual iVllle. Urban se habia encargada de un papel
En España ni se conocen los periodistas entre si, ni tienen tampoco importante.
ningún punto de interés común que esté recoiiocido por todos, y q i e
sirva para fijar el carácter de solidaridad que debe tener una familia.
Sí los periodistas se reunieran y discutieran aunque no fuera mas
que un pequeño códice de conveniencia, ¿cuántos litigios no se evita-
rían? ¿cuánta mayor prepotencia y decoro no conquistaría esta clase
EL ARTISTA.
tan poco conocida de los mas? REVISTA DE IBÜSICA. TEATROS. SALONES-
Pero hoy pensar en esto es pensar en lo escusado. AÑO TERCERO.
La creación de este periódico tiene por objeto la esposicion y
Los artistas dramáticos de Viena, por iniciativa de uno de ellos, el
Sr. Preising, ha resuelto formar una asociación análoga á la que exis- adelantamiento del arte en todas sus manifestaciones y p r o t e -
te en París. ger á todas aquellas personas que se dedican á su cultivo.
Los estatutos deben someterse al gobierno en el caso que los di- Los compositores y publicistas de mayor nombradla, t a n t o
rectores rehusen tomar en consideración las reclamaciones que se le nacionales como estranjcros, contribuyen á su colaboración.
sometan. Además publica una BIBLIOTECA MUSICAL que comprende t r e s
secciones á saber: primera, música, religiosa; segunda, de pia-
M. A. de Gasperini, uno de los mejores críticos de la prensa mu- no j tercera, de ca7iío y piano, compuesta de las mejores obras
sical francesa, en la cual representaba la tendencia •wagneriana, editadas por D. Antonio Romero, cuyo repertorio encierra pie-
acaba de fallecer en París. Este escritor había contribuido poderosa- zas de las mas sobresalientes de los principales maestros c o n o -
mente ni movimiento de reacción que se manifiesta desde hace algún cidos, y las que únicamente cuestan á sus suscritores u n a
tiempo en la capital del vecino imperio, en favor de las concepciones SESTA PARTE l o mCUOS.
del maestro bávaro. Los suscritores de EL ARTISTA que quieran tener opción á
El pasado invierno había organizado á este efecto una serie de las secciones de la Biblioteca, pagarán:
conciertos conferencias en los que apreció sucesivamente el genio
y las obras de los grandes maestros de Alemania, Bach, Mozart, Por un mes y una sección, en Madrid, 8 rs.
Mendelssohn, Beethoven, á los cuales unía por una filiación directa á Por un trimestre id., en provincia,s, 30 id.
Eícardo Wagner. Por un año y una sección, en el estranjero, 10 pesos.
Los artículos que ha publicado en El Meneslrel sobre su autor fa- Por id., id., en Ultramar, 12 id.
vorito, han sido recogidos en un tomo bajo el título: La nouvelle Alle-
magne'-Pdcardo Wagner, con su retrato y autógrafos. Los suscritores manifestarán á esta administración cuál
Encargado del folletín de música de La Liberté, M. Gasperini de las secciones de música desean. Los que quieran mas de una,
abandonó este periódico á conseciencia de un cambio de corres- abonarán sobre la anterior proporción y para gasto de correo:
pondencias muy vivas, con M. de Girunün que, en este asunto, no 2 reales los de Madrid por sección.
llevó la mejor parte, líntonces entró en El Fígaro, pero la enfermedad 2 1/2 id. los de provincias, y
no le permitió escribir mas que un articulo solo de importancia, el
juicio de Hamlet. 3 id. los del estranjero y Ultramar,
Escritor concienzudo, conversador interesante, hombre de gran Como comprenderán nuestros suscritores, por nos REAI.ES al
mundo, escelente compañero, la muerte de AL de Gasparini, ha cau- mes podrán adquirir piezas de música, cuyo valor en los alma-
sado general sentimiento. cenes es por lo menos el de DOCE RE.\LES, Ó lo que es lo mismo,
cada página de música costará por snsciHcion DOS CUARTOS.
A beneficio de la obra internacional de socorros á los militares Los antiguos suscritores á EL ARTISTA y los que en adelan-
heridos ó enfermos de los ejércitos de mar y tierra, se dará un gran te deseen serlo al periódico solo, únicamente pagarán:
baile en el teatro Imperial de h Opera el sábado 9 de Mayo, bajo la En Madrid 6 rs. por mes.
protección del mariscal Niel, ministro de la guerra, almirante Ri-
gault de Genonilly, ministro de marina y de las colonias, Mariscal En provincias 24 rs. por tres meses.
Canrobert, el Mariscal Bazaine, el almirante Charner, embajador En Ultramar 10 pesos por un año.
de Austria, embajador de España, embajador de la Gran Breta- En el estranjero. . . . 8 pesos id. id.
ña, embajador de Pnisia, embajador de Turquía y de los minis- El pago de la suscricion es siempre adelantado. Los pedi-
tros de Badén, de Babiera, de Bélgica, de la confederación suiza, de dos de suscriciones, reclamaciones, etc., se dirigirán á la di-
Dinamarca, de Grecia, de IlesseDarmstadt. de Italia, de Mecklem- rección-administración de EL ARTISTA, calle de Isabel la Católi-
burgo, de los Países bajos, de Portugal, de Sajonia, de Suecia y No- ca, núm. 18, tercero.
ruega y de Wurtemberg. La orquesta Strauss por vez primera en esta
ocasión ejecutará las piezas da baile de Hamlet. Director y editor, D. VICENTE CUENCA.
MADRID: lS(i8.--Imprenta ESPAÑOLA, Torija, 14, bajo.
260 EL ARTISTA

COLEGGíON CívMPLETA
DE
LA ABCADIA MODERMA.
ÉGLOGAS É IDILIOS RE./\LISTAS Y EPIGRAMAS,
POR
INTROITOS, ANTÍFONAS, HUIOS, MISAS, SALfES DON V E N T U R A R T I Z AGUILERA.
Véndese ni precio de 10 r s . v n . en las prineif)ales librerías ó h a -
ciendo el pedido directamente al autor, calle del Carmen, n ü m . 42,
cuarto tercero.
e n caxito l l a n o y ílgnr-aclo

Para las dominicas, ferias y demás festividades de todo el


año, inclusos los sanios de EspwTia,
ANTIGÜEDAD MUSICAL,
POR

POR D. JOSÉ J. SÁNTESTEBAN. JOSÉ FLORES LiVaUNA.


TERCERA EDICIÓN.
Bidiapasones, tonos, tetracordos, y signos fundamentales de
Esta grande obra, única en su clase, que ha merecido el alto honor de la música, usados once siglos antes de la valoración y forma
ser eficazmente recomendada per el cminentisimo señor Cardenal Arzobifc- dada á las fig-uras adoptadas para el canto de órgano.
po de Ti4edo y por los ilustriisiroos señores übispos de Pamplona, de Ca- Obra respetuosanaeute dedicada al señor don Jesús de Mo-
lahorra, de Manila y de otras varias diócesis, que ha obtenido la aproba- nasterio, y presentada á la Esposicion Universal de 1867. Con
eion de los muchos é ilustrados profesores que la han examinado y la mas
favorable acogida de los señores sacerdotes y comunidades que ya la
la Equiparación coetánea razonada y comprobada por medio de
potéeu, y para cuya publicación no se han perdonado gastos ni sacri- un cántico antífona é himno de universal uso en todo el orbe
ficios de ninguna especia, consta de ocho tomos en nueve volúmenes, católico.
en papel grueso y resistente á toda acción del servicio, y su alto mide 25 Precio de un ejemplar, 10 reales vellón.
pulgtidas por ;]G de ancho, abierto el libro, con cinco pai. tas-en cada página.
El primer ton:o de 460 páginas, comprende todos los introitos de Ins
Doniinicas y ferias principales de todo el año, con la bendición de Ceniza
y de Ramos. Su precio 42u reales vellón, y encuadernado 400.
El segundo de 180 páginas, suplemento ó complemento del primero, Plegaria matutina [cuartetto) en la ópera / puritani ed I
comprende las re.'-tautes feria.s de todo el año; su precio lí O reales vellón,' cahallieri, dedicada al popular maestro español, don Francisco
y encuadernado 190.
El tercero de Í&O páginas, comprende los introitos., graduales, etc., de
Asenjo Barbieri, invertida su actual figuración por medio de
Commune Sanctornm, con tocias las mi.-as votivas y tres de Rcquierii,lz, pri- transposición á la primitiva escuela, vulgo CANTO AL FACISTOL.
mera, de solo coro; la segunda, con dúos y coro, y la tercera, con trios, Con sus reglas al pié aclarando todos los pormenores, con citas:
cuarto y coro; y ademas cuatro Salves. Sn precio 240 reales vellón, y en-
cuadernado 280. dos ejemplos del Cuadro sinóptico-Jiistórico-musical, como cen-
El cuarto tomo de 520 páginas, comprende: los introitos, gradua- tro demostrativo y genealógico del fundamento músico.
les, etc., de las festividades principales y santos de rezo propio, inclusos
los españoles hast^» la fecha. Su precio r20 reales vellón, y encuaderna- Precio 12 reales vellón un ejeinplnr, en Madrid.
do SCO. Ambas se espenden en los almacenes de don Antonio Rome-
El quinto tomo de o88 páginas comprende las Antífonas de Vísperas ro, calle de Preciados, niímero 1, D. M. M. Salazar, Esparteros,
de las Dominicas, ferias y del común de los Santos. Su precio 350 reales
vgllon, y encuadernado 3U0. núm. 3, don B. M. Eslava, calle del Arenal, núm. 18, y casa
El sesto tomo de 472 ¡.aginas, comprendo todas las Antífon.ns de Ví.^- del autor calle de los Caños, 5.
peras de las festividades del Señor, la Virgen y Santos de rezo propio. Su
precio 420 reales vellón, y encuadernado 4C0.
El sétimu tomo dt34y páginas, comprende todos los himnos de Víspe-
ras, las Antífonas de completas con su himno; y las Vísperas del Santo
Custodio del Reino. Su precio oOO reales vellón, y encuadernado Í140.
El octavo tomo de 2ñ.3 páginas, comprende doce Misas de Canto figura-
DICCIONARIO
do: las ocho p r m e r a s de soio coro; las cuatro restantes, con coro, dúos y BIOGRÁFICO-BIBIOGRÁFICO DE
trios; y ocho .Motetes también c-on coro, dúos y trios. Su precio, 220 reales
vellón, y encuadernado 'iHO. Este último tomo, tiene acompañamiento de
t a j o numerado, en un cuaderno separado.
EFEMÉRIDES D£ MÚSICOS ESPAÑOLES,
Triduo de Samana Santa, áe^Q páginas. Su precio 90 reales vellón, y KSCIlITO Y PUBLICADO POR
encuadernado 120.
Ofido de di/unios, de l'-.O páginas, que comprende las Vísperasy Maiti- BALTAS.VP» SALDONT.
nes, etc. Su precio 1.;'0 reales vellón, y encuadernado ICO. En esta obra figurarán unos 2500 músicos de los mas notables
Estas son condiciones gener^'les fie la ol ra; ma.'^ con c¡ laudable fin de
propagarla á todas las parroquias y hasta á las igl^-i^ias mas escasas de re- así profesores como aficionados, tanto antiguos como contem-
cursos, el editor concederá [lazos o rcspn-os para'.su payo á las que deseen poráneos entre los que se hallan Santos, Reyes, príncipes, títu-
adquirirla, bien .'•atisl'aciendo un pequero jmporte por mensualidades, ó los, etc., etc. Constará de cuatro á cinco tomos en 8." francés,
una cantidad alzada a l a n o . De esté modoé insensiblemente adquirir;in de unas 560 páginas cada uno. El primero, que solo tiene 342
u n objeto tan precioso ccm.o nccesar o y de larguísima vida, é indispensa-
ble para el mejor culto que reclama la iglesia. Aquellas fábricas que gus por las razones que verá el lector, se halla de venta en Madrid
ten adquirirla completa y de una sola vez, obtendrán un descuento de 5 en el almacén de mú.sica de IMartin Salazar, proveedor de
por 100 sobre el importe total, ó lo que ss igual, se h s pendra franca de SS. MM., calle de Esparteros, núm. 3, á I 6 reales. A los que
iorte en su destino, dentro de 'a Península, ]>or la cantidad de reales ve- tomen doce ejemplares se les dará además uno gratis. Los de
Í lón 2,490 netos en rústica, y 2,794, fuertisiniamente encuadernada en piel
fuera de Madrid lo recibirán certificado al precio de 18 reales,
J con cantoneras de latón.
Los pedidos se dirigirán á Don Antonio Romero, editor de música: Ma- remitiéndole previamente su importe al señor Martin Salazar
drid, calle de Preciados núm. I, quien lemitirá los tomos francos do porte en libranzas o sellos de correo, pero certificando la carta en este
á las personas y puntos que se le designen. último caso.

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