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Trabajo final del curso de Narratología

Análisis
Narratológico de
Pedro Páramo
Estudiante: Ramírez Martel, Jean Paul
Introducción

Pedro Paramo, escrita por Juan Rulfo es una de las novelas más
trascendentales de las letras hispanas, tanto por su profundo contenido como
por las técnicas narrativas que se emplea para articular la narración. La novela,
a menudo catalogada como precursora del realismo mágico, se desarrolla en el
pueblo de Comala, hasta donde Juan Preciado llega en busca de su padre,
Pedro Paramo, quien los abandono a él y su madre.

El tópico de la violencia y la desesperanza luego de la revolución


mexicana, se encuentran muy presentes a lo largo de la historia, más aun, el
empleo del realismo mágico ha ocasionado que esta sea considerada como una
obra precursora del boom latinoamericano. Sin embargo, a pesar de la gran
trascendencia que tiene la novela en el plano el contenido, en este trabajo se
buscara analizar con mayor detenimiento las características formales del texto.

Y es que a pesar de la mala recepción en la crítica en un primer momento


debido a la estructura poco usual de la novela para aquella época,
posteriormente esta cobro notoriedad al valorizarse la complejidad de las
técnicas narrativas que se emplean para narrar la historia del pueblo
abandonado de Comala y las personas fallecidas que aun ahí habitan.

Para ello, se llevara a cabo un análisis narratológico siguiendo las


categorías propuestas por Genette en su libro Figuras III. Por tanto, en un primer
lugar se procederá a explicar las categorías que se emplearan a lo largo del
estudio, para posteriormente esquematizar la diégesis del texto a partir de las
categorías propuestas por Genette, tomando como punto de partida as citas de
“Pedro Paramo” para identificar los distintos elementos que componen el texto,
tales como las alteraciones en el orden, la frecuencia o el modo. De esta forma
se buscará sistematizar las estructuras narrativa que componen la novela y
lograr llegar a un mejor entendimiento de los acontecimientos que se desarrollan
en ella.
Marco Teórico:

Para llevar a cabo el análisis narratológico planteado para este estudio,


se aplicarán las categorías desarrolladas por Genette en su libro Figuras III,
buscando de esta forma, ahondar de una forma más sistemática en los distintos
recursos narrativos de los cuales Rulfo se vale para llevar a cabo la novela Pedro
Paramo. Es así que en esta primera parte se procederá a explicar de forma breve
los conceptos que se emplearan en el posterior análisis de la novela.

En un principio, cabe destacar la división entre los distintos planos desde


los cuales se va a analizar el texto. Genette de esta forma, divide estos planos
en cinco, cada uno de ellos tiene en si sus propios rasgos particulares,
distorsiones y características que se detallaran respectivamente cuando se
toque cada uno de ellos.

Es así que en un primer lugar tenemos la categoría de “orden” que se


refiere propiamente al orden en el que se dan los acontecimientos en la
narración. De esta forma, dentro de este primer plano se nos presentan uno de
los recursos más empleados en la narrativa contemporánea, las anacronías.
Estas pueden llevarse a cabo en forma de analepsis y prolepsis, siendo esta
primera los saltos temporales al pasado, mientras la segunda los saltos
temporales al futuro.

Ambos recursos narrativos pueden tener distintos alcances, o distintas


distancias con el tiempo de la historia principal. Así mismo, ambas pueden
presentar una distinta amplitud, o periodos los cuales son narrados en este
tiempo anterior o posterior. Es así que, en novelas como Pedro Paramo,
podemos ver una gran abundancia de analepsis, al jugar con distintos tiempos.

Los recursos de analepsis y prolepsis, además, pueden ser de tres tipos,


interno, externo o mixto. Cuando nos referimos a las de tipo interno, son saltos
temporales que están ligados o redundan con la historia principal, por otro lado,
las analepsis y prolepsis de carácter externo, transcurren de forma
independiente, mientras que, las que son de carácter mixto interactúan con el
tiempo de la historia principal, pero tienen una amplitud mayor.
Luego, el siguiente nivel que Genette plantea es el de duración o
velocidad. Este nivel es el que se centra en la confluencia entre el tiempo de la
historia el tiempo del discurso, de tal forma que las distorsiones que se dan en
este nivel son llamadas anisincronías, que son las diferencias entre el tiempo del
discurso y el tiempo de la historia. Por lo que, entre los tipos de anisincronías
tenemos al sumario, que es una suerte de resumen de los acontecimientos, para
ello el tiempo de la historia se reduce dentro del discurso. Además, otro de los
recursos que se emplean en las narraciones son las pausas narrativas, en las
que el tiempo de la historia se detiene en beneficio del tiempo del discurso, a
menudo para enfocarse en descripciones. Por último, Genette nos menciona a
la escena, como un recurso narrativo en el que la voz del narrador pierde
notoriedad y se representa el discurso de los personajes.

El tercer nivel que se desarrollara en el análisis es el de la frecuencia, este


hace referencia a la relación entre la historia y el número de veces que se cuenta
un evento. En este caso tenemos cuatro tipos de distorsiones en este nivel, en
un primer lugar, el relato singulativo, en que se cuenta solo una vez, lo que ha
ocurrido una vez. Luego, tenemos el relato anafórico, en el que se cuenta “n”
veces lo que ha ocurrido ha ocurrido “n” veces. Así mismo, también se
encuentran los relatos iterativos y repetitivos, que son en los que se cuentan
varias veces lo que ha ocurrido una vez y viceversa.

El siguiente nivel que se nos presenta es el de modo. Este nivel se enfoca


en la forma en la que la narración es presentada y dentro de él tenemos a dos
subcategorías principales. En un primer lugar, la distancia se refiere a la relación
entre lo que se está relatando y quien lo hace, de este modo existen discurso de
tipo directo, que son los que el narrador cuenta la historia con su propia voz.
Además, también se pueden encontrar discursos de carácter indirecto, que se
desarrollan cuando el narrador toma la voz de otro personaje, mientras que por
ultimo también se mencionan los discursos de tipo indirecto libre, en el que se
hace presente una ambigüedad que causa dificultad en reconocer la voz de
quien es la que está narrando.

La segunda subcategoría de este nivel es la focalización, la cual es la


perspectiva a partir de la cual los hechos son narrados. Esta puede ser de tres
tipos, en primer lugar la focalización cero es la que se da a partir de una narración
heterodiegética en la el narrador es omnipresente. Luego, la focalización interna
es en la que los personajes muestran sus emociones e impresiones acerca de
los eventos, esta puede ser de carácter fijo (centrada solo en un personaje) o
variable (alternada con la perspectiva de varios personajes). Por último, la
focalización externa, es la narración en la que las perspectivas del personaje
están sujetas a lo que este puede percibir externamente, sin mostrar sus
sensaciones o pensamientos con respecto a un hecho.

El quinto y último nivel del cual se desarrolla según el método de análisis


narratológico de Genette es el de voz, y este se encuentra dividido a su vez en
tres aspectos, el tiempo de la historia (diégesis del texto), luego el tiempo del
relato (el tiempo en el que los acontecimientos son narrados) y finalmente el
tiempo de la narración, que es el tiempo desde el cual la historia se articula, este
puede ser de carácter ulterior, anterior, simultaneo o intercalado.
Análisis Narratológico:

La novela da inicio con la llegada de Juan Preciado al pueblo de Comala.


El narrador, en esta primera parte del texto es intradiegético ya que se encuentra
inmerso dentro de la misma historia. Esto se pude ver claramente al ser el mismo
personaje de Juan Preciado, el que cuenta los sucesos que le acontecen a su
llegada a Comala, a partir de este hecho y del uso de la primera persona por
parte de este personaje es que se considera un narrador de carácter
autodiegético. La narración se enuncia en un tiempo ulterior, debido a que los
acontecimientos que ocurren en el pueblo son contados en tiempo pasado.

De esta forma el personaje de Juan preciado se vale del uso de la


analepsis interna para explicar los motivos que lo llevan al pueblo de Comala,
siendo esto consecuencia de un pedido de su madre, quien en su lecho de
muerte, le pide que busque a su padre Pedro Páramo y que busque venganza
por su abandono.

“Fui andando por la calle real en esa hora. Miré las casas vacías; las
puertas desportilladas, invadidas de yerba. ¿Cómo me dijo aquel fulano
que se llamaba esta yerba? «La capitana, señor. Una plaga que nomás
espera que se vaya la gente para invadir las casas. Así las verá usted».”
(1955:p.9)

En el extracto anterior del texto, por tanto, se aprecia el narrador


autodiegético narrando los acontecimientos en tiempo ulterior y bajo una
focalización externa fija, ya que es el narrador en primera persona el que cuenta
solo los detalles perceptibles, más no sus impresiones personales. Luego, este
narrador autodiegético toma la voz de otro personaje para hacer una pausa en
el tiempo de la historia y mencionar la característica de la yerba que invade las
casas abandonadas del pueblo.

“Volvió a darme las buenas noches. Y aunque no había niños jugando, ni


palomas, ni tejados azules, sentí que el pueblo vivía. Y que si yo
escuchaba solamente el silencio, era porque aún no estaba acostumbrado
al silencio; tal vez porque mi cabeza venía llena de ruidos y de voces. De
voces, sí. Y aquí, donde el aire era escaso, se oían mejor. Se quedaban
dentro de uno, pesadas. Me acordé de lo que me había dicho mi madre.
« Allá me oirás mejor. Estaré más cerca de ti. Encontrarás más cercana
la voz de mis recuerdos que la de mi muerte, si es que alguna vez la
muerte ha tenido alguna voz ». Mi madre… la viva” (1955:p.10)

En la cita anterior, sin embargo, vemos como la focalización externa fija


del personaje cambia a una focalización de carácter interno múltiple. Esto debido
a la narración de las impresiones del personaje de Juan preciado sobres las
características del pueblo, pero además, estas se ccruzan con las impresiones
de su madre, la cual es relatada en el plano hipodiegético por medio de una
analepsis interna en tiempo anterior, ya que ella le menciona que en Comala
lograra acercarse a ella.

Es en este punto que la estructura narrativa de la novela va tomando


mayor complejidad, más aun cuando los tipos de narradores en el texto cambian,
además como el continuo uso de la analepsis interna o externa, además del
empleo de la narración de carácter hipodiegético, al ser los mismo personajes
que cuentan historias de otros sujetos o difuntos, como en el caso de la novela
de Rulfo.

“El agua que goteaba de las tejas hacía un agujero en la arena del patio.
Sonaba: plas plas y luego otra vez plas en mitad de una hoja de laurel que
daba vueltas y rebotes metida en la hendidura de los ladrillos.(…) Al
recorrerse las nubes, el sol sacaba luz a las piedras, irisaba todo de
colores, se bebía el agua de la tierra, jugaba con el aire dándole brillo a
las hojas con que jugaba el aire.” (1955:12)

Es de esta forma que el texto cambia de narrador y e lleva a cabo una


analepsis externa articulada por un narrador heterodiegético, este discurso se
mantiene en el tiempo ulterior y la focalización fija y externa, luego, este
segmento se complejiza al alternar la narración con una escena en la que el
narrador en tercera persona desaparece:

“ —¿Qué tanto haces en el excusado, muchacho?

—Nada, mamá.
—Si sigues allí va a salir una culebra y te va a morder.

—Sí, mamá.” (1955:12)

Luego, se retoma el narrador heterodiegético, peros este adopta un


discurso indirecto a través del uso de las comillas para expresar la focalización
interna fija de uno de los personajes. Es en este punto que se hace una pausa
al tiempo de la historia para describir la escena en la que el personaje se
encuentra volando papalotes con Susana.

“«Pensaba en ti, Susana. En las lomas verdes. Cuando volábamos


papalotes en la época del aire. Oíamos allá abajo el rumor viviente del
pueblo mientras estábamos encima de él, arriba de la loma, en tanto se
nos iba el hilo de cáñamo arrastrado por el viento. “Ayúdame, Susana”. Y
unas manos suaves se apretaban a nuestras manos. “Suelta más hilo”.
(1955:p.12)

De la misma forma, a lo largo de la novela se ven estos mismos tipos de


transiciones que se van entrelazando para que el lector pueda comprender los
hechos que se suscitan en el pueblo y quien es Pedro Paramo. La narración de
estos acontecimientos, por tanto, dista de ser lineal y por momentos se muestra
como una suerte de collage que en conjunto articula un mismo relato cuyo centro
seria el pueblo de Comala.

Una vez Juan Preciado se encuentra en el pueblo, este va a buscar a


Eduviges, quien es la única que le puede ofrecer posada aquella noche. Es en
este punto donde el narrador autodiegético desde la perspectiva del personaje
de Juan Preciado, se vale del discurso indirecto, tomando la voz de Eduviges.
Esto se evidencia a partir del uso de las comillas y de la inserción de su
perspectiva como personaje focalizado externamente.

“La cosa es que el tal Osorio le pronosticó a tu madre, cuando fue a verlo,
que “esa noche no debía repegarse a ningún hombre porque estaba brava
la luna”. »Dolores fue a decirme toda apurada que no podía. Que
simplemente se le hacía imposible acostarse esa noche con Pedro
Páramo. Era su noche de bodas. Y ahí me tienes a mí tratando de
convencerla de que no se creyera del Osorio, que por otra parte era un
embaucador embustero.” (1955:p.16)

El personaje de Eduviges, por consiguiente cuenta desde el plano


hipodiegético la historia de cómo su madre de Juan Preciado cambio lugares con
ella en su noche de bodas con Pedro Paramo. De la misma forma, el discurso
se articula en tiempo ulterior con una focalización interna desde la perspectiva
de Eduviges. Por lo que el discurso del narrador autodiegético, en este punto
seria de carácter focalización múltiple, al incluir la perspectiva de Juan Preciado,
con la anciana.

De la misma forma, se hace el uso de esta combinación de recursos


narrativos para contar la historia de la muerte del personaje de Miguel Páramo,
con la diferencia de que en este punto el personaje de Juan Preciado pierde
focalización casi por completo y solo la narración indirecta de la voz de Eduviges
la que focaliza a través de la analepsis los suceso de la noche en la que Miguel
Paramo va a buscarla luego de haber fallecido.

Es posterior a este relato que, nuevamente, el tipo de narrador varía a uno


de carácter heterodiegético que narra en tercera persona los extraños ruido que
Juan Preciado escucha en el cuarto que la anciana le proporciona para que
duerma:

“La voz sacude los hombros. Hace enderezar el cuerpo. Entreabre los
ojos. Se oyen las gotas de agua que caen del hidrante sobre el cántaro
raso. Se oyen pasos que se arrastran… Y el llanto. Entonces oyó el llanto.
Eso lo despertó: un llanto suave, delgado, que quizá por delgado pudo
traspasar la maraña del sueño, llegando hasta el lugar donde anidan los
sobresaltos.” (1955:22)

Luego, este mismo narrador cambia de un discurso directo, como se


puede ver en la cita anterior, a uno indirecto, tomando de esta forma la voz del
mismo Miguel Paramo, quien cuenta lo que sintió al momento de fallecer, como
si fuera el mismo difunto el que habla desde la muerte, colándose en la narración
del narrador en tercera persona. “Hay aire y sol, hay nubes. Allá arriba un cielo
azul y detrás de él tal vez haya canciones; tal vez mejores voces… Hay
esperanza, en suma. Hay esperanza para nosotros, contra nuestro pesar.”
(1955:22)

De esta forma, vemos como a partir de la uso de las comillas, se evidencia


que es el narrador el que toma la voz de Miguel Paramo y que este mismo
focaliza internamente cambiando el tiempo de la narración a una de carácter
simultaneo, a pesar de encontrarnos dentro de una analepsis, al transcurrir este
eventos, anteriormente a la narración de Juan Preciado y no tener una
repercusión directa con la historia, por lo que nos encontramos frente a una
analepsis de carácter externo.

Es así que siguiendo este mismo empleo del narrador heterodiegético


articulando un discurso indirecto y una focalización múltiple, se desarrollan
además las voces del cura del pueblo, así como la de su sobrina, quien fue
ultrajada por Paramo y cuyo testimonio es narrado en el plano hipodiegético:
»Creí que me iba a matar. Eso fue lo que creí, tío. Y hasta dejé de pensar para
morirme antes de que él me matara. Pero seguramente no se atrevió a hacerlo.
(1955:24)

Luego de este episodio, se retoma la historia de Juan Preciado,


retornando de esta forma al narrador autodiegético y al tiempo ulterior. En este
punto nos encontramos frente a un narrador con una focalización interna fija que
a partir de la cual se narra la aparición que ve en la habitación al intentar pasar
la noche en otra de las casas del pueblo, donde lo reciben una pareja y le dicen
que es imposible que vuelva a aquellas horas. “Sentí que la mujer bajaba de la
cama. Sus pies descalzos taconeaban el suelo y pasaban por encima de mi
cabeza. Abrí y cerré los ojos. Cuando desperté, había un sol de mediodía. Junto
a mí, un jarro de café. Intenté beber aquello. Le di unos sorbos.” (1955:41)

Es a partir de este punto que el tiempo de la historia se detiene, para


priorizar al tiempo del discurso, describiéndosenos principalmente la escena en
la que Juan Preciado ve a aquella aparición de su madre y se desarrolla
posteriormente una escena:

“—¿No me oyes? —pregunté en voz baja.

Y su voz me respondió:
—¿Dónde estás?

—Estoy aquí, en tu pueblo. Junto a tu gente. ¿No me ves?

—No, hijo, no te veo. Su voz parecía abarcarlo todo. Se perdía más allá
de la tierra.

—No te veo.” (1955:p.46)

Luego, Juan Preciado decide quedarse allí hasta el día siguiente, tomando
en consideración que en la pensión de Damiana tampoco contaba con una mejor
comodidad. La narración en este punto se vale nuevamente de una analepsis
externa para relatar a partir de un narrador heterodiegético la forma en la que
Pedro Paramo decide contraer matrimonio con la madre de Juan Preciado.

“Digo para siempre. Tengo memoria de haber visto algo así como nubes
espumosas haciendo remolino sobre mi cabeza y luego enjuagarme con
aquella espuma y perderme en su nublazón. Fue lo último que vi.”
(1955:p.48)

De esta forma, juan Preciado trata de recordar lo que le ocurrió la noche


anterior a partir de un narrador heterodiegético que toma su voz para explicar
cómo fue que lo encontraron y lo que le pasó luego de ver la aparición en casa
de la pareja que lo acoge. De la misma forma la historia continua relatando los
abusos de Pedro Paramo y su búsqueda por quedarse con Susana, quien al final
termina perdiendo la cabeza luego del asesinato de su padre.
Bibliografía:

 Genette, G. (1989) Figuras III. Lumen: Barcelona.

 Genette, G. (1998) Nuevo discurso del relato. Cátedra: Madrid.

 Rulfo, J. (1955) Pedro Páramo. Editorial Feather

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