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APARATO RESPIRATORIO:

PULMON  órganos depuradores.


Insuficiencia  cualquier agente extraño que impide el
intercambio gaseoso. En ese caso el paciente estaría
cianótico (piel color azulada).
Disnea  disfunción respiratoria.
Noxa  sustancia nociva o extraña.

Liquido Sufactante: recubre al alveolo por dentro y lo


mantiene para que no colapse por la presión
(lipoproteínas).
Los neumocitos de tipo 2 que se encuentran rodeando a
los alveolos son los que producen este líquido.

ORGANOS QUE COMPONEN EL APARATO


RESPIRATORIO:
Fosas Nasales: La parte más exterior de las fosas nasales se denomina Narinas y es
donde se encuentran los vellos, es ahí donde comienza el aparato respiratorio
(cornetes).
En la parte posterior de las fosas nasales se encuentran las coanas que se van a
comunicar con la Faringe.
Faringe: Aquí la columna de aire se ubica y se dirige a la Laringe.
Laringe: Órgano membranoso, cartilaginoso, muscular. De aquí el aire ingresa a un tubo
cartilaginoso compuesto por una gran cantidad de anillos, la Tráquea.
Tráquea: Llega a un punto
El hombre utiliza respiración pulmonar y cutánea, la cual le permite respirar por cortos
períodos debajo del agua. Su aparato respiratorio consta de:
• Sistema de conducción: fosas nasales, boca, faringe, laringe, tráquea, bronquios
principales, bronquios lobares, bronquios segmentarios y bronquiolos.
• Sistema de intercambio: conductos y los sacos alveolares. El espacio muerto
anatómico, o zona no respiratoria (no hay intercambios gaseosos) del árbol
bronquial incluye las 16 primeras generaciones bronquiales, siendo su volumen de
unos 150 ml.
• Microporos cutáneos: le permiten respirar aún sin hacer uso de los pulmones.
La función del aparato respiratorio consiste en desplazar volúmenes de aire desde la
atmósfera a los pulmones y viceversa. Lo anterior es posible gracias a un proceso
conocido como ventilación. La ventilación es un proceso cíclico y consta de dos etapas:
la inspiración, que es la entrada de aire a los pulmones, y la espiración, que es la salida.
La inspiración es un fenómeno activo, caracterizado por el aumento del volumen torácico
que provoca una presión intrapulmonar negativa y determina el desplazamiento de aire
desde el exterior hacia los pulmones. La contracción de los músculos inspiratorios
principales, diafragma e intercostales externos, es la responsable de este proceso. Una
vez que la presión intrapulmonar iguala a la atmosférica, la inspiración se detiene y
entonces, gracias a la fuerza elástica de la caja torácica, esta se retrae, generando una
presión positiva que supera a la atmosférica y determinando la salida de aire desde los
pulmones. En condiciones normales la respiración es un proceso pasivo. Los músculos
espiratorios activos son capaces de disminuir aún más el volumen intratorácico y
aumentar la cantidad de aire que se desplaza al exterior, lo que ocurre en la espiración
forzada. Mientras este ciclo ventilario ocurre, en los sacos alveolares, los gases
contenidos en el aire que participan en el intercambio gaseoso, oxígeno y dióxido de
carbono, difunden a favor de su gradiente de concentración, de lo que resulta la
oxigenación y detoxificación de la sangre. El volumen de aire que entra y sale del
pulmón por minuto, tiene cierta sincronía con el sistema cardiovascular y el ritmo
circadiano (como disminución de la frecuencia de inhalación/exhalación durante la noche
y en estado de vigilia/sueño). Variando entre 6 a 80 litros (dependiendo de la demanda).
Se debe tener cuidado con los peligros que implica la ventilación pulmonar ya que junto
con el aire también entran partículas sólidas que puede obstruir y/o intoxicar al
organismo. Las de mayor tamaño son atrapadas por los vellos y el material mucoso de la
nariz y del tracto respiratorio, que luego son extraídas por el movimiento ciliar hasta que
son tragadas, escupidas o estornudadas. A nivel bronquial, por carecer de cilios, se
emplean macrófagos y fagocitos para la limpieza de partículas.

Fosas nasales:

La nariz es la parte
anatómica que se
encuentra en nuestra
cara, y en su interior
presenta un tabique
medio que la divide en
dos fosas nasales. Así
pues, las fosas
nasales, tienen dos
orificios anteriores que
los llamamos vestíbulo
nasal, y son los
orificios de entrada del
aire del exterior o del
medio ambiente; otros
dos orificios posteriores son llamados coanas, que dan a la parte de la rinofaringe, es
decir son orificios interiores, son por donde el aire cae hacia nuestro organismo.
Porción interna
Es importante conocer como son por dentro estas fosas nasales. A grandes rasgos, solo
diremos que, anatómicamente, estas fosas nasales tienen una pared medial que se
denomina tabique nasal, y una pared lateral, que presenta los llamados cornetes nasales
(son unas procidencias óseas). Estos cornetes nasales ofrecen una anatomía muy
irregular, y es en esta pared donde hay las comunicaciones con los senos paranasales.
Para entender la necesidad de que la respiración debe ser nasal, debemos saber que
estas fosas nasales, están recubiertas de una mucosa. Lo que denominamos mucosa es
como un tapiz, o un velo, que se encuentra pegado al hueso, es decir, recubre todo el
tabique y todas las cavidades y salientes de estas fosas nasales, así como también
recubre el interior de los senos paranasales.
Faringe:
Órgano común para la vía respiratoria y digestiva. Se encuentra en la base del cráneo,
por detrás de la faringe se encuentra la cara interna de la columna vertebral, hacia
adelante la cavidad bucal, y por debajo parte del esófago y la laringe. La epiglotis se
baja o se eleva de acuerdo a si respiramos o comemos. Está recubierta por una mucosa
y formada por diversos músculos. La tos es un reflejo con movimientos espiratorios para
expulsar partículas extrañas.
Músculos faríngeos:
– ELEVADORES: (faringoestafilino, estilofaringeo)
– CONSTRICTORES: (superior, medio e inferior)
La porción que conecta las coanas con la faringe se llama nasofaringe o rinofaringe.
La porción que conecta el velo del paladar con la faringe se denomina bucofaringe u orofaringe.
La entrada a la laringe se llama laringolaringe.
Laringe

La laringe es un órgano tubular,


constituido por varios cartílagos en la
mayoría seminales, que comunica la
faringe con la tráquea. Se halla delante
de la faringe y en comunicación con
ésta.
Es una estructura músculo-
cartilaginosa, situada en la parte
anterior del cuello, a la altura de las
vértebras cervicales C5, C6 y C7. Está
formada por el hueso hioides y por los
cartílagos tiroides, cricoides,
aritenoides, el corniculado, cuneiforme
y la epiglotis y por cuatro pares
laterales, todos ellos articulados,
revestidos de mucosa y movidos por
músculos. En el momento de la
deglución la comunicación es interceptada por una lámina cartilaginosa llamada
epiglotis, que impide que los alimentos o la saliva pasen a las vías respiratorias (tráquea,
bronquios, etc.) provocando una broncoaspiración.
La laringe es la parte superior de la tráquea, adaptada a las necesidades de la fonación o
emisión de la voz. Es el órgano de la fonación pues contiene las cuerdas vocales
superiores o falsas (también llamado pliegue vestibular) e inferiores o verdaderas
(también llamado pliegue vocal), separadas por el ventrículo laríngeo.
Es una estructura cartilaginosa que conecta la faringe con la tráquea localizada en la
parte anterior y media del cuello, teniendo detrás de ella al esófago.
Está formada por nueve cartílagos unidos por ligamentos y pequeños músculos
voluntarios. El mayor de estos cartílagos es el cartílago tiroideo el cual forma una
prominencia en la cara ante- rior del cuello, muy notoria en individuos del sexo
masculino, conocida como “manzana de Adán”.
La epiglotis es otro de sus cartílagos, en forma de hoja unido al borde superior del
cartílago tiroides que cierra la entrada de la laringe durante la deglución impidiendo que
los alimentos pasen a las vías respiratorias inferiores.
La laringe está recubierta por epitelio mucoso que se continúa con el que reviste la
faringe y con el que reviste la tráquea, con la que está unida por abajo. En la parte alta y
dentro de ella, presenta dos pares de pliegues en sentido antero posterior, son las
cuerdas vocales superiores e inferiores. Las cuerdas vocales delimitan un espacio de
forma triangular por donde pasa el aire durante la respiración denominado glotis.
Las cuerdas vocales inferiores pueden vibrar durante el paso del aire y producir una
amplia gama de sonidos dependiendo del grado de tensión al que sean sometidas por la
acción de los músculos intrínsecos de la laringe, de tal manera que se producirán
sonidos graves si la tensión es poca o sonidos agudos si la tensión es mucha. La
intensidad del sonido dependerá de la presión del aire. Estos sonidos, con la intervención
de los músculos de la boca y la lengua son transformados en palabras. La laringe es más
grande en el varón y por lo tanto las cuerdas vocales también y de menor tamaño en la
mujer, lo que explica la diferente tonalidad de la voz entre ambos sexos. Las cuerdas
vocales superiores son sólo repliegues de la mucosa que la reviste y no intervienen en la
fonación.
Las invasiones bacterianas o virales de la laringe ocasionan inflamación de la mucosa de
recubrimiento de la laringe y las cuerdas vocales, cuyo nombre técnico es laringitis. La
hinchazón de las cuerdas vocales obstaculiza su contracción, limitando su vibración
causando ronquera o en casos severos, afonía. La laringitis también puede ser causada
por hablar excesivamente, cantar, gritar, toser, ingerir alcohol, por la presencia de
diversos contaminantes ambientales en el aire respirado y sobre todo, por tabaquismo.
Los fumadores consuetudinarios sufren permanentemente de ronquera como
consecuencia de la inflamación crónica causada por las sustancias presentes en el humo
del tabaco.

Tráquea:

1 - Tráquea
2 - Bronquio derecho
3 - Bronquio izquierdo
4 - Pulmón derecho
5 - Pulmón izquierdo
6 - Fisura oblicua
7 - Fisura horizontal
8 - Arteria pulmonar

La tráquea es un órgano del aparato respiratorio de carácter cartilaginoso y


membranoso que va desde la laringe a los bronquios. También se le llama traquearteria,
y su función es brindar una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones.
En una persona adulta la tráquea mide entre 10 y 11 cm de longitud, aunque esta
medida varía dependiendo de la edad, la raza y el sexo. Su diámetro es de 2 a 2,5 cm y
también varía según los factores mencionados. Está formada por veinte anillos de
cartílago en forma de herradura; con la parte anterior de cartílago duro, y la parte
posterior de músculo liso, ya que la vía digestiva esofágica pasa por detrás de este
órgano. La mitad de estos anillos se encuentran en el cuello y en el resto del tórax, para
terminar a nivel del esternón.
La tráquea se divide al llegar a los pulmones, quedando el lado izquierdo más pequeño
que el derecho: el izquierdo mide 1,5 cm de diámetro y el derecho 2 cm debido a que el
pulmón izquierdo posee solo dos lóbulos, mientras que el derecho, más voluminoso,
posee tres. No interfiere con nuestros movimientos porque los anillos cartilaginosos le
proporcionan flexibilidad.
El procedimiento médico habitual en caso de obstrucción es la intubación endotraqueal,
que consiste en insertar un tubo a través del órgano para permitir la respiración. Otro
procedimiento frecuente es la traqueotomía, mediante la cual se abre una vía en el
frente de la garganta, insertando un corto tubo que lleva hasta la tráquea, por debajo de
la laringe y las cuerdas vocales.

Bronquio
Un bronquio es uno de dos conductos tubulares fibrocartilaginosos en que se bifurca la
tráquea a la altura de la IV vértebra torácica, y que entran en el parénquima pulmonar,
conduciendo el aire desde la tráquea a los bronquiolos y estos a los alveolos. Los
bronquios son tubos con ramificaciones progresivas arboriformes (25 divisiones en el
hombre) y diámetro decreciente, cuya pared está formada por cartílagos y capas
musculares, elásticas y de mucosa. Al disminuir el diámetro pierden los cartílagos,
adelgazando las capas muscular y elástica.
Ramificaciones
Cada bronquio se dirige asimétricamente hacia el lado derecho e izquierdo formando los
bronquios respectivos de cada lado. El bronquio derecho es más corto (2-3 cm) y ancho
que el bronquio izquierdo (3-5 cm), el cual a su vez es más horizontal. El número de
cartílagos del bronquio derecho es de 6-8 y los del bronquio izquierdo de 9-12. El
bronquio derecho se divide progresivamente en tres ramas de menor calibre (superior,
medio e inferior) y el bronquio izquierdo se divide en 2 (superior e inferior).[1]
Epitelio bronquial
Continuando la histología de la tráquea, los bronquios están internamente recubiertos
por epitelio cilíndrico pseudoestratificado y ciliado. Los cilios tienen una longitud de 5 a 7
μm habiendo unos 200 por cada célula ciliada. Los cilios mueven sustancias invasoras de
manera sincronizada y se mueven a una velocidad de entre 1000 a 1500 veces por
minuto desplazando de 1-2 mm/min. Estos son casi tan veloces como las células de
nuestro cuerpo (recorren un campo de fútbol en menos de un segundo y 97.000
kilómetros por minuto)

Pulmón:
Los pulmones humanos son estructuras anatomoclínicas(EAC) de origen embrionario
mesodérmico, pertenecientes al sistema respiratorio, se ubican en la caja torácica,
delimitando a ambos lados el mediastino, sus dimensiones varían, el pulmón derecho es
algo más grande que su homólogo izquierdo, poseen tres caras; mediastínica, costal y
diafragmática, lo irrigan las arterias bronquiales, y las arterias pulmonares le llevan
sangre para su oxigenación.
Los pulmones son los órganos en los cuales la sangre recibe oxígeno desde el aire y a su
vez la sangre se desprende de dióxido de carbono el cual pasa al aire. Este intercambio,
se produce mediante la difusión del oxígeno y el dióxido de carbono entre la sangre y los
alvéolos que forman los pulmones.
Los pulmones al igual que todos los órganos del cuerpo son muy importantes por eso es
recomendable no fumar.
1:Tráquea 2:Arteria pulmonar 3:Vena
pulmonar 4:Bronquiolo terminal
5:Alvéolos 6:Corte cardíaco 7:Bronquios
terciarios o segmentados 8:Bronquios
secundarios o lobales 9:Bronquio
principal 10:Bifurcacion traqueal o carina
11:Laringe
Los pulmones están situados dentro de la caja torácica, protegidos por las costillas y a
ambos lados del corazón. Son huecos y están cubiertos por una doble membrana
lubricada (serosa) llamada pleura. Están separados el uno del otro por el mediastino.
La pleura es una membrana de tejido conjuntivo, elástica que evita que los pulmones
rocen directamente con la pared interna de la caja torácica. Posee dos capas, la pleura
parietal o externa que recubre y se adhiere al diafragma y a la parte interior de la caja
torácica, y la pleura visceral que recubre el exterior de los pulmones, introduciéndose en
sus lóbulos a través de las cisuras. Entre ambas capas existe una pequeña cantidad
(unos 15 cc) de líquido lubricante denominado líquido pleural.
La superficie de los pulmones es de color rosado en los niños y con zonas oscuras
distribuidas irregularmente pero con cierta uniformidad en los adultos. Esto es
denominado antracosis y aparece con carácter patológico, mostrándose casi en la
totalidad de los habitantes de ciudades, como resultado de la inhalación de polvo
flotante en la atmósfera que se respira, principalmente carbón.
El peso de los pulmones depende del sexo y del hemitórax que ocupen: El pulmón
derecho pesa en promedio 600 gramos y el izquierdo alcanza en promedio los 500. Estas
cifras son un poco inferiores en el caso de la mujer (debido al menor tamaño de la caja
torácica) y algo superiores en el varón.[1] El pulmón derecho está dividido por dos
cisuras (mayor y menor) en 3 partes, llamadas lóbulos (superior, medio e inferior). El
pulmón izquierdo tiene dos lóbulos (superior e inferior) separados por una cisura (cisura
mayor). Esto se debe a que el corazón tiene una inclinación oblicua hacia la izquierda y
de atrás hacia adelante; "clavándose" la punta inferior (el ápex) en el pulmón izquierdo,
reduciendo su volumen y quitando espacio a dicho pulmón. Se describen en ambos
pulmones un vértice o ápex (correspondiente a su parte más superior, que sobrepasa la
altura de las clavículas), y una base (inferior) que se apoya en el músculo diafragma. La
cisura mayor de ambos pulmones va desde el 4º espacio intercostal posterior hasta el
tercio anterior del hemidiafragma correspondiente. En el pulmón derecho separa los
lóbulos superior y medio del lóbulo inferior, mientras que en el pulmón izquierdo separa
los dos únicos lóbulos: superior e inferior. La cisura menor separa los lóbulos superior y
medio del pulmón derecho y va desde la pared anterior del tórax hasta la cisura mayor.
Puede estar ausente o incompleta en hasta un 25% de las personas. En cada lóbulo se
distinguen diferentes segmentos, bien diferenciados, correspondiéndole a cada uno un
bronquio segmentario (3ª generación bronquial). Existen varias clasificaciones para
nombrar a los diferentes segmentos, siendo una de las más aceptadas la de Boyden. Los
bronquios segmentarios se subdividen en bronquios propiamente dichos y bronquiolos
(generaciones 12-16). Estos últimos carecen de cartílago y se ramifican en bronquiolos
terminales y bronquiolos respiratorios (generaciones 17 a 19) que desembocan en los
alvéolos: las unidades funcionantes de intercambio gaseoso del pulmón.

La mucosa de las vías respiratorias está cubierta


por millones de pelos diminutos, o cilios cuya
función es atrapar y eliminar los restos de polvo y
gérmenes en suspensión procedentes de la
respiración, evitando, en lo posible, cualquier
entrada de elementos sólidos que provoquen una
broncoaspiración.
Los pulmones tienen alrededor de 500 millones
de alvéolos, formando una superficie total de
alrededor de 140 m2 en adultos
(aproximadamente la superficie de una pista de
tenis). La capacidad pulmonar depende de la
edad, peso y sexo; oscila entre 4.000-6.000 cm3. Las mujeres suelen tener alrededor del
20-25 % más baja la capacidad pulmonar, debido al menor tamaño de la caja torácica.
Función
Los pulmones tienen una función respiratoria y otra no respiratoria:
Respiratoria
La función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, por ello los
alvéolos están en estrecho contacto con capilares. En los alvéolos se produce el paso de
oxígeno desde el aire a la sangre y el paso de dióxido de carbono desde la sangre al
aire. Este paso se produce por la diferencia de presiones parciales de oxígeno y dióxido
de carbono (difusión simple) entre la sangre y los alvéolos.

Bronquiolo

Los bronquiolos son las pequeñas vías aéreas en que


se dividen los bronquios llegando a los alveolos
pulmonares.
Categoría: Son cada uno de los pequeños conductos en
que se dividen y los bronquios dentro de los pulmones.
Los bronquiolos no se encuentran en la parte mediana
del pulmón. En nuestros pulmones tenemos alrededor
de 750.000.000. Es importante destacar que la tráquea
lleva el aire a los bronquios, de ahí a los bronquiolos y
por último a los alveolos pulmonares, y regresa en
forma de dióxido de carbono (CO2) por la misma vía.
Este ciclo se continúa sucesivamente para conformar el proceso total de la respiración.
No poseen cartílagos, la pared es sólo musculatura lisa.
El bronquiolo terminal es la división más pequeña que llega a los alveolos.
La zona de transición es el bronquiolo respiratorio donde empiezan a aparecer alveolos,
después de la zona de transición desaparecen los cartílagos y aparecen los conductos
alveolares, está lleno de alveolos y es donde se realiza el intercambio gaseoso.

Alvéolo pulmonar
Los alveolos pulmonares o alvéolos pulmonares son los divertículos terminales del
árbol bronquial, en los que tiene lugar el intercambio gaseoso entre el aire inspirado y la
sangre.
Entre los 2 pulmones, se suman unos 750.000.000 alvéolos. Si los estirásemos ocuparían
alrededor de unos 70 metros cuadrados.
Definición
Los alvéolos son sacos recubiertos en su pared interna por líquido y agente tensoactivo,
hay aproximadamente 300 millones de ellos en todo el aparato respiratorio, ubicados en
las terminaciones de los bronquiolos pulmonares, también llamados bronquiolos
terminales o del final de los bronquios. En ellos se producen el intercambio de gases
entre la sangre y el aire inspirado. Este intercambio permite al organismo obtener los
gases principales para el mismo (oxígeno, dióxido de carbono).

Balance de Presiones
Por convenio en el aparato respiratorio las presiones se miden tomando como referencia
la presión atmosférica. Una presión será negativa cuando sea menor de 760 mmHg y
positiva si es mayor. Durante la inhalación normal la presión dentro de los pulmones
presión intralveolar, es cerca de -2 cm de agua.
La presión, generada por la fuerza de contracción de los músculos inspiratorios tiene que
compensar:
• La fuerza de retroceso elástica del pulmón. La disposición de los alveolos y la
presencia de elastina en su estructura les confieren propiedades semejantes a las
de un resorte regido por la ley de Hooke.
Sin embargo el pulmón tiene un comportamiento peculiar. En primer lugar la fuerza de
tensión superficial es menor que la que se desarrolla en una interfase aire plasma. Esto
se explica por la existencia, en los alvéolos, de unas células, los neumocitos tipo II, que
secretan un agente tensioactivo el surfactante que modifica la tensión interfacial: a
mayor concentración de surfactante, menor es la tensión superficial. En segundo lugar
de la ley de Laplace se deduce que si la tensión superficial es constante, la presión de
equilibrio tiene que ser mayor en los alvéolos pequeños que en los grandes. Como los
alvéolos están intercomunicados, los más pequeños se vaciarían en los mayores y un
sistema con alvéolos de distinto tamaño sería inestable. Esto no sucede en la realidad y
se debe justamente a la presencia del surfactante alveolar. La masa o cantidad de
surfactante permanece constante en el alvéolo, mas no su proporción por unidad de
superficie alveolar; es decir, su concentración superficial cambia con el volumen. Al
expandirse el alvéolo durante una inspiración su área se incrementa, pero al permanecer
constante la masa del surfactante, la concentración superficial o cantidad del mismo por
unidad de área alveolar se vuelve más pequeña; como resultado, incrementa la tensión
superficial. Lo contrario ocurre cuando el alvéolo se contrae: disminuye su área y
aumenta la concentración superficial de surfactante, con lo cual se reduce la tensión
superficial. En particular en los alveolos pequeños la tensión superficial puede ser hasta
diez veces menor que en los mayores. De esta manera, al cambiar el numerador y el
denominador en la relación de Laplace se explica que puedan coexistir alvéolos de
distinto tamaño con la misma presión intralveolar. Este mismo fenómeno también
coopera en la histéresis que presenta el pulmón, al existir una diferencia entre la
distensibilidad pulmonar durante la inflación y deflación ya que la histéresis es mucho
menor cuando el pulmón se rellena con líquido en lugar de con aire. La fuerza elástica y
la tensión superficial se analizan, en las pruebas funcionales respiratorias, mediante la
adaptabilidad pulmonar (llamada también distensibilidad o complianza) que es el cambio
de volumen que produce un cambio de una unidad de presión y cuyo valor normal es de
unos 0,2 litros de aire por cada cm de agua de presión.
Intercambio de gases en los pulmones
La sangre venosa del organismo es llevada vía vena cava inferior y cava superior a la
aurícula derecha del corazón, desde la cual pasa, a través de la válvula tricúspide al
ventrículo derecho. El ventrículo derecho bombea la sangre con una presión pulsátil de
24 mmHg sistólica y 9 mmHg diastólica, en promedio, en la arteria pulmonar y perfunde
los capilares pulmonares situados en las paredes de los alveolos. Existen unos 600
millones de capilares que contienen unos 100 ml de sangre y una superficie del orden de
70 metros cuadrados por los que pasa la totalidad del gasto cardíaco, aproximadamente
5,4 litros por minuto. Un cálculo simple permite deducir que la sangre atraviesa el
capilar pulmonar en un poco menos de un segundo.
Existen unos 300 millones de alvéolos de diámetro entre 0,1 y 0,3 mm cuya superficie es
de unos 70 metros cuadrados y que, respirando en reposo, contienen unos 3,5 litros de
aire que se renuevan mediante la respiración a un ritmo de unos 4 litros por minuto.
Las membranas de los alvéolos y de los capilares en contacto forman una unidad
funcional, la membrana alvéolo capilar, a través de la cual se realiza el intercambio de
gases en el pulmón. Una parte del oxígeno que hay en el aire alveolar pasa a la sangre
del capilar pulmonar y la mayor parte se une a la hemoglobina formando
oxihemoglobina. Una parte menor queda como oxígeno disuelto y aumenta la presión
parcial de oxígeno sanguíneo hasta igualarla con la del aire alveolar. Por otro lado un
volumen similar de dióxido de carbono pasa desde la sangre hacia el alvéolo, desde el
cual pasará, con el aire espirado, al exterior. El resultado es la transformación de la
sangre venosa en arterial.
De los capilares pulmonares, la sangre arterial es llevada por las venas pulmonares a la
aurícula izquierda. De aquí pasa por la válvula mitral al ventrículo izquierdo el cual
bombea la sangre hacia la arteria aorta a una presión de 120/80 mmHg. Desde aquí es
distribuida por el sistema arterial a los capilares de todos los órganos del cuerpo. Tras
atravesar los capilares la sangre venosa es recogida por las vénulas y venas del
organismo que confluyen en el sistema de las venas cavas completando el circuito de la
circulación de la sangre descubierto por Harvey.
En los tejidos la oxihemoglobina entrega parte del oxígeno, mientras que el dióxido de
carbono difunde hacia la sangre desde los tejidos y fluidos. De esta forma la sangre
arterial se convierte en venosa.
En condiciones de reposo y respiración tranquila una persona normal consume unos 250
ml de oxígeno y produce unos 200 ml de dióxido de carbono. La relación
R = producción de carbónico/ consumo de oxígeno
Se denomina cociente respiratorio o relación de intercambio respiratorio.
La sangre arterial contiene unos 48 ml de CO2 por cada 100 ml de sangre, cuando deja
los tejidos como sangre venosa su contenido ha aumentado hasta 52 ml cada 100 ml de
sangre. Esto supone un cambio de presión parcial de 40 mmHg a 46 mm de Hg. Lo
contrario ocurre a nivel pulmonar cuando se convierte en arterial.
La sangre arterial contiene unos 20 ml de oxígeno por cada 100 ml de sangre y deja en
los tejidos unos 5 ml/dl, por lo tanto contiene unos 15 ml de oxígeno por cada 100 ml de
sangre cuando llega a los pulmones como sangre venosa mixta. Esto supone un cambio
de 100 mmHg de presión parcial de oxígeno en la sangre arterial a 40 mmHg en la
venosa. A nivel pulmonar gana una cantidad similar de oxigeno del alveolo pasando a
ser sangre arterial.
En determinadas circunstancias, como durante el ejercicio o en algunas enfermedades
cardio pulmonares estos valores cambian de manera notable.

Presión Vascular Normal en los Sistemas Circulatorio Sistémico y Pulmonar:


La membrana permeable
(A nivel del mar)

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