Sunteți pe pagina 1din 2

22/8/2019 Mensajera del Señor, Página 74 -- Ellen G.

White Writings

Ellen G. White Writings

Lenguage Colicción Sección Buscar

Español (Español) Escritos de Elena G Todas las secciones chisme

Buscar

«Atrás «Resultado «Publicación anterior «Cap. «Pág. Pág.» Cap.» Próxima Publicación» Resultado»

Adelante»

MENSAJERA DEL SEÑOR, PÁGINA 74

de la puesta de sol más soberbia y gloriosa que jamás hayamos tenido el privilegio de contemplar. El hermoso cuadro del crepúsculo,
pintado por el gran Artista Maestro sobre el lienzo cambiante de los cielos, despierta en nuestros corazones amor y la más profunda
reverencia hacia Dios”. 38Health Reformer, agosto, 1873.
Después de una temprana puesta de sol invernal en Noruega, ella escribió: “Fuimos favorecidos con una vista de la más gloriosa
puesta de sol que jamás haya sido mi privilegio contemplar. No hay un lenguaje adecuado para pintar su belleza. Los últimos rayos del
sol poniente, plateados y áureos, purpúreos, ambarinos y de color carmesí, esparcían su gloria oblicuamente sobre el cielo,
volviéndose cada vez más brillantes, elevándose más y más en los cielos, hasta que pareció que las puertas de la ciudad de Dios
habían quedado entreabiertas, y que a través de ellas destellaban fulgores de la gloria interior”. Se requirieron dos páginas para
registrar esta gloriosa experiencia. 39Historical Sketches, p. 220. Para tener más información sobre la descripción de Elena de White
de su visita a la catedral de Milán y de su viaje a través de los magníficos Alpes en 1886, ver Arthur Delafield, Elena G. de White en
Europa, pp. 196-197 y 203-205.

Conoció el desánimo

Elena de White conoció la desolación del desánimo mientras cumplía su papel como mensajera de Dios. A lo largo de su vida, el
desánimo se combinaba a veces con una depresión temporaria. No cabe duda de que la debilidad física, la condición del corazón y los
problemas respiratorios la hicieron susceptible al desaliento. Y el hecho de ser una mensajera del Señor, luchando a la vanguardia de
sus contemporáneos en el campo de batalla del conflicto cósmico, también incitaba los constantes ataques de Satanás. ¿Qué actitud
tenía hacia esta sombra oscura que tantas personas han sobrellevado desde el comienzo del tiempo? Los consejos que dio a otros
que estaban desanimados, aun sumidos en depresión, vienen empapados, por así decirlo, con sus propias pruebas personales.
A través de su ministerio Elena de White hizo frente tanto al fuego del fanatismo como al hielo de la indiferencia. 40Testimonies, t.
5,p. 644; Id., t. 1, p. 502; Review and Herald, 12 de febrero, 1901. Sus palabras de consejo, a menudo de reproche, fueron
frecuentemente combatidas con el chisme y la calumnia. Esto la afectaba físicamente. Ella informó lo siguiente sobre su experiencia
cuando tenía sólo 18 años y aún se encontraba muy disminuida físicamente: “El desaliento me abrumaba intensamente y la condición
del pueblo de Dios me llenaba de tanta angustia que por dos semanas quedé postrada por la enfermedad”. 41Bio., t. 1, p. 88. Más
tarde ella llegó a comprender que el sufrimiento de la mente afecta directamente la salud del cuerpo; ver también pp. 331-333.
Aquellos que leen sus cartas y las anotaciones de su diario tienen el privilegio de casi “escuchar” el latido de su corazón mientras
registraba su reacción a esos momentos de desánimo ocasionados por diversas causas. ¡La manera como ella hizo retroceder la
“sombra infernal” del maligno puede ser precisamente la información que algún lector necesite hoy!
En 1847, aunque con ocho meses de embarazo, Elena le escribió una carta animosa a José Bates y le informó que “mi salud está
muy bien”. Luego le abrió el corazón: “Ultimamente he tenido muchas pruebas; a veces el desánimo me ha sobrecogido tan
firmemente que me parecía imposible librarme de él. Pero gracias a Dios, Satanás aún no ha obtenido la victoria sobre mí, y por la

https://text.egwwritings.org/publication.php?pubtype=Book&bookCode=MDS&lang=es&collection=56&section=all&pagenumber=74&paragraphnumbe… 1/2
22/8/2019 Mensajera del Señor, Página 74 -- Ellen G. White Writings

gracia de Dios nunca lo hará. Conozco y siento mi debilidad, pero me he aferrado al brazo fuerte de Jehová, y puedo decir hoy que sé
que mi Redentor vive, y que si él vive yo también viviré”. 42Id., p. 131.
¿Pruebas? Pocas personas han conocido los tiempos difíciles que enfrentaron los White. Estos dirigentessiervos habían recibido
una comisión divina, y no se atrevían a desviarse a una vida de objetivos corrientes.
Imagínese la siguiente situación. Una joven familia en el invierno de 1847-1848 (Henry nació el 26 de agosto de 1847) trataba de
predicar y escribir a medida que Dios abría el camino, y al mismo tiempo estaban resueltos a ser independientes financieramente.
Jaime, a los 26 años, acarreaba piedra para el ferrocarril cerca de Brunswick, Maine, hasta que sus manos estaban ensangrentadas.
También cortaba leña, trabajando largas horas por 50 centavos diarios. Con un “presupuesto” limitado, Elena, ahora con 20 años, sólo
podía comprar menos de medio litro de leche por día para ella y Henry. Y después tuvo que prescindir de la leche por tres días a fin de
poder comprar un trozo de tela para

«Atrás «Resultado «Publicación anterior «Cap. «Pág. Pág.» Cap.» Próxima Publicación» Resultado»

Adelante»

User Interface: Español (Español) | Enable Paragraph References

Version móvil | Libro/Página | Periódico/Fecha | Bibliografía

Contacto | © 2015 Ellen G. White Estate

https://text.egwwritings.org/publication.php?pubtype=Book&bookCode=MDS&lang=es&collection=56&section=all&pagenumber=74&paragraphnumbe… 2/2

S-ar putea să vă placă și