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Síntomas
Si bien la depresión puede producirse solamente una vez en la vida; por lo general, las
personas tienen varios episodios de depresión. Durante estos episodios, los síntomas
se producen durante gran parte del día, casi todos los días y pueden consistir en:
Complicaciones de la depresión
Recaídas
Los trastornos depresivos (en especial la depresión mayor y el trastorno distímico) son
enfermedades con tendencia a la recaída.
Se considera que aproximadamente el 70% de los pacientes que sufren un episodio
depresivo presentarán algún otro episodio depresivo a lo largo de la vida.
Un 50% presentará un segundo episodio ya en los dos primeros años tras la
recuperación.
A mayor número de episodios depresivos padecidos, mayor es la posibilidad de una
nueva recaída. Cuanto más tiempo esté un paciente sin síntomas más probable es que
no haya recaídas rápidas tras suspender el tratamiento.
Suicido
Los suicidios, y especialmente los intentos de suicidio, son una complicación frecuente
en la depresión.
Cómo prevenir la depresión
Sus causas son diversas, pero cuenta con tratamientos bastante eficaces. Al igual que
en otros trastornos, hay elementos personales y de estilo de vida que facilitan su
aparición, y por ello podemos trabajar para su prevención:
Reflexionar sobre nuestra forma de vida. Preguntarnos si nos resulta satisfactoria. La
clave está en incorporar actividades gratificantes, y mejorar nuestra vida social. De esta
forma, aumentaremos nuestra protección frente a la depresión.
Identificar cómo son nuestras formas de pensar e intentar cambiar las que nos hacen
sentirnos mal, sustituyéndolas por otras menos dañinas; ¿cómo? Podemos
preguntarnos si los hechos que ocurren son tan graves; relativizar la dimensión de los
acontecimientos; aceptarnos tal y como somos, con nuestras limitaciones, sin
castigarnos por ello; dirigir la mente hacia lo positivo; aprender a valorar la vida y a las
personas que hay en ella; no empeñarnos en soluciones perfectas, porque no existen;
es mejor trabajar en soluciones realistas y viables.
Podemos recurrir a los talleres o grupos terapéuticos en los que adquirir recursos
personales; grupos de habilidades sociales, de manejo de la ansiedad, de autoestima,
para afrontar el duelo…
Acudir a un psicólogo es también una opción, que en ocasiones la gente rechaza por
prejuicios. Pero, así como llevamos el coche a una revisión, con mucha mayor razón
podemos acudir a la consulta de un psicólogo que revise nuestros patrones mentales y
los comportamientos que nos están limitando vivir de forma sana.