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Biblioteca de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ¡


Catalogación
PO
E672.113 Poder Judicial de la Federación. México
P623g Las garantías jurisdiccionales. - México : Suprema
Corte de Justicia de la Nación, Dirección General de la
Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis,
2006.
198 p.

1. Poder Judicial de l a Federacion. Mexico -


Jurisdicción - Legislación 2. Jurisdicción - Principios -
México 3. Carrera Judicial - Independencia - México 1.t.
Il.ser. !

Primera edición: septiembre de 2006


DR. O Suprema Corte de Justicia de la Nación
Av. José Maria Pino Suárez, Núm. 2
C.P. 06065, México, D.F.

Impreso en México
Printed in Mexico

La edición de esta obra estuvo al cuidado de la Dirección General de la


Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación.

Se agradece la colaboración del Lic. Sergio Rodriguez


Las garantías
jurisdiccionales

b;AA '"f""p;b;i~;i;
Cenfro Consulta de
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION

Ministro Mariano Azuela Güitrón


Presidente

Primera Sala
Ministro José Ramón Cossio Diaz
Presidente
Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo
Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas
Ministro luan N. Silva Meza
Ministro Sergio A. Valls Hernández

Segunda Sala
Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos
Presidenta
Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano
Ministro Juan Diaz Romero
Ministro Genaro David Góngora Pimentel
Ministro Guillermo 1. Ortiz Mayagoitia

Comité d e Publicaciones y Promoción Educativa


Ministro Mariano Azuela Güitrón
Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos
Ministra Olga Sanchez Cordero de García Villegas

Cornite Editorial
Dr. Eduardo Ferrer Mac~CregarPoiaot
secretario Ejecuavo Jurídico Administrativo
Mtra. Cielito Boiivar Galindo
Directora General de la Coordinarion de
Compilación y Sirtematización de Tesis
Lic. Laura Ver6nica Camacho Squiviar
Dir~rroraGeneral de Difusión

Dr. Salvador Cdrdenas Gutierrez


Director de Andlisi~e Inosrigaddn Histórico Do~umental
Presentación .................................................... 9

Primera parte. Consideraciones prelimi-


nares .................................................................. 11

1. La jurisdicción ............................................ 13

11. La función jurisdiccional ......................... 2 1

A. La independencia como principal


garantía de la función jurisdiccional .... 25
1. Independencia funcional e inde-
pendencia como garantía ................. 33
B. Dimensión internacional de la inde-
pendencia judicial .................................. 36
C. Condiciones necesarias para que
opere la independencia judicial .......... 40
1. La garantía constitucional d e
independencia judicial ...................... 40
2 . La división de poderes ................. 42
3. La apoliticidad del Poder Judi-
cial ......................................................... 43
4 . El autogobierno .............................. 44
5 . La autonomía presupuesta1 ......... 44
D . La independencia de los Poderes
Judiciales locales .................................... 47

Segunda parte . Las garantías jurisdiccio-


nales ................................................................. 61

1. Planteamiento del tema ............................. 63

11. Antecedentes históricos ........................... 65

111. Concepto .................................................... 73

IV . Las garantías jurisdiccionales desde la


óptica del derecho constitucional pro-
cesal ................................................................. 79

V . Marco constitucional y legal .................. 83

VI . Clasificación de las garantías jurisdic-


cionales ............................................................. 9 3
VI1. Análisis pormenorizado de las garan-
tías jurisdiccionales ........................................ 105

A . Sistema de selección y ascensos .... 105


1. La carrera judicial .......................... 107
2 . Principios rectores de la carrera
. . .................................................. 111
judicial
3 . Criterios p a r a selección y
ascensos ................................................ 119
a) Los exámenes de oposición ..... 124
4 . Sistema de formación y actuali-
. . .................................................... 130
zacion
5. Adscripción y readscripción ....... 141
B . Estabilidad. ratificación e inamo-
vilidad .......................................................149
C. Remuneración .................................... 167
D . Fuero constitucional y responsa-
bilidades ................................................ 170

Conclusiones ................................................. 183

Bibliohemerografía ........................................ 187

Normativa nacional e internacional .......... 197


A n t e la imperatividad del artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos de contar con Jueces independien-
tes, derecho fundamental que tienen a su favor
tanto los juzgadores como la sociedad, resulta
obligado fortalecer a los órganos encargados
de la impartición d e justicia mediante el
otorgamiento de una serie de atribuciones y
prerrogativas.

Uno de los principales rasgos que debe


mostrar un órgano jurisdiccional es su autono-
mía, la cual se traduce en que sólo habrá de su-
jetarse a la ley, obviando presiones o injerencias
externas que repercutan negativamente en el de-
sempeño de sus delicadas funciones. En busca
de dicha autonomía, los órdenes jurídicos
modernos han establecido una categoría que
9
se conoce como "garantías jurisdiccionales",
basadas en el derecho de acceso a la justicia,
las cuales tienen como objetivo garantizar y pre-
servar la calidad y efectividad de la impartición
de justicia. Tales prerrogativas y seguridades
conferidas a los titulares de altos órganos juris-
diccionales tienen el carácter de instrumentales
y no pueden conceptuarse como canonjías otor-
gadas en su favor, sino en razón del cargo, pero
siempre en beneficio de los justiciables.

Esta obra, concisa y sencilla, tiene como


propósito describir cada una de las referidas
garantías, entre las que destacan la selección,
el nombramiento, la adscripción, la remune-
ración, la inamovilidad, la estabilidad y el fuero
constitucional de los juzgadores, con base en
la doctrina y la jurisprudencia nacional y
comparada.

Comité de Publicaciones y Promoción Educativa de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Ministro Mariano Azuela Güitrón
Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos
Ministra Olga Sánchez Cordero de Garcia Villegas
PRIMERAPARTE
CONSIDERACIONES
PRELIMINARES
La palabra "jurisdicción" deriva de iurisdictio,
-onis, que significa "poder o autoridad que tiene
alguien para gobernar y poner en ejecución las
leyes o para aplicarlas en juicio", así como ius
-"derechou- y dicere -"proclamarM, "decla-
rar", "decirv-. Conforme a lo anterior, por juris-
dicción se entiende "autoridad o potestad para
decir el derecho", pero en el terreno procesal
implica la facultad del Estado para dirimir
litigios de trascendencia jurídica, a través de
alguno de sus órganos o de árbitros, aplicando
normas jurídicas e individualizadas.' Entre las

ARELLANO GARCÍA, Carlos. Teoría general del proceso, I l a . ed.. México.


Porrúa. 2002, p. 340: COUTURE. Eduardo J., Fundamentos del derecho procesal
civil. Buenos Aires, Depalma, 1993. p. 40: FALC6N. Enrique M., Derecho proce-
sal civil. procesal y laboral, Buenos Aires. Cooperadora d e Derecho y Ciencias
Sociales, 1978. 22: GOMEZ LARA. Cipriano. Teoría general del proceso. Ea. ed..
México. Haria, 1990. p. 122: GOZAÍNI, Osvaldo Alfredo. Lajusticla constitucional.
Garantías, proceso y tribunal constitucional. Buenos Aires. Depaima. 1994, p p . 3-5:
FLORES G A R C ~ AFernando.
. "Jurisdicción". en VV.AA.. Nuevo diccionario juri-
dico mexicano. t. 111. México, Porrúa/UNAM. 2001. pp. 2226-2227: "Jurisdicción".
principales atribuciones del Estado destaca
instalar órganos jurisdiccionales impartidores
de justicia, que generalmente son públicos y
pertenecen al Poder Judicial de la Federación,
a los Poderes Judiciales locales y al del Distrito
Federal, o al Poder Ejecutivo, como en el caso
del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Admi-
nistrativa, aunque también existen órganos pri-
vados que dirimen controversias mediante
procedimientos de arbitraje.

Formalmente, la jurisdicción se reduce a


la consideración de los supuestos abstractos,
generales e impersonales (establecidos en una
norma general) respecto de una situación o con-
ducta específica, a fin de determinar: 1) si tal
situación o conducta se encuentra significada
jurídicamente; 2) qué carácter tiene esa situa-
ción o conducta (derecho, obligación, acto ilícito
o facultad); 3) qué consecuencias jurídicas le
corresponden; 4) la existencia o no de un acto

en PALLARES. Eduardo. Diccionario de derecho procesal civil. 26a. ed.. México.


Porrúa. 2001. p. 510: TORRES DÍAZ, Luis Guillermo, Teoria general del proceso.
México, Cárdenas. Editor y Distribuidor. 1994. pp. 55 y 57: VIZCARRA DA VA^
LOS, José,Teoria general del procesa. México. Porrua. 1937. p. 53. REAL A C A D E ~
MIA ESPANOLA, Diccionario de la lengua española. t . 11. 2 2 a ed.. Madrid. Espasa
Calpe. 2001, p. 1332: El sistema juridico mexicano. México. Suprema Corte d e
Justicia d e la Nación. 2002. pp. 15-20.
ilícito; y, 5) la realización del correspondiente
acto c o a c t i v ~ . ~

Kelsen estimó que la jurisdicción entraña


la preparación o aplicación de actos coactivos
por órganos a cuyos titulares se les garantiza
independencia; en el Estado constitucional, su
función primordial radica en controlar la regu-
laridad o tutela del ~ r d e n a m i e n t oPor
. ~ tanto,
los órganos jurisdiccionales tienen el control
final de la regularidad de actos y normas, de
ahí que deban estar dotados de independencia
y autonomía para realizar adecuadamente sus
funciones de control y d i s t r i b ~ c i ó n . ~

Los términos "Estado"y "jurisdicción" son


complementarios; ésta es un poder-deber de
aquél y abarca dos criterios de distinto alcance:
a) el objeto, representado por la concreta actua-
ción del derecho objetivo para tutelar derechos
e intereses específicos, y b) el complejo de
los órganos que la realizan. En el moderno
Estado de derecho existe un criterio sobre la

COSSIO DfAz. José Ramón. jurisdicción federal y carrera judicial eri México.
México. UNAM. 1996. p. 18..
' Citado por COSSÍO DIAZ. ]osé Raiiioii. "p. cit.. p. 28.
a REQUEJO PAGÉS, Juan Luis. /uri,~dicció~ P independ~nciajudicial, Madrid,
Criitro dr F,studios Constitucionales. 1989. p. 58.
jurisdicción vinculado con la circunstancia
histórico-política a que se refiera; la jurisdicción
proviene de la soberanía e ~ t a t a lde
, ~ahí que sea
única y represente el papel jugado por el Estado
en el proceso. De lo anterior se desprende la exis-
tencia de un deber jurisdiccional de resolver
conflictos jurídicos, así como de un poder juris-
diccional previo a ese conflicto y del que se
apropia el Estado para asegurar la paz social.

Puede hablarse de seis tipos de j~risdicción:~

1) Voluntaria y contenciosa: esta clasifica-


ción se basa en la existencia o inexis-
tencia de una controversia. La jurisdic-
ción voluntaria ocurre cuando no hay
una controversia a resolver, al contrario
de la contenciosa, donde necesaria-
mente debe haberla.
2) Federal, local y concurrente: está en
función del nivel de gobierno al que per-
tenezcan los órganos jurisdiccionales.
Así, la jurisdicción federal es la que

C f r La soberanía nacional. Serie Grandes temas del constituciorialismo mexi-


cano. No. 4. México. Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2005.
ARELLANO GARCfA, Carlos. Teoría general del proceso. op. cit.. pp. 342~350:
DORANTES TAMAYO. Luis. op. cit.. pp. 171~175:Elementos de teoría general del
proceso. Serie Manual deljusticiable. No. 1. México. Suprema Corte de Justicia de
la Nación. 2003, p p . 53-55: G ~ M E ZLARA, Cipriano. op. cit.. p. 124: " J y i s ~
d i c c i á n , e n PALLARES. Eduardo, op. cit.. pp. 513-514: y TORRES DIAZ.
Luis Guillermo. op. cit.. pp. 60-67.
corresponde a los juzgados y tribunales
de la Federación, la local es la que ejer-
cen los juzgados y tribunales estatales,
~ -

y la concurrente supone la intervención,


en la misma especie de asuntos, de
órganos del Poder Judicial de la Fede-
ración y de la entidad federativa del
territorio de que se trate.
3) Propia y delegada: la propia -o "rete-
nida"- la concede la ley a los órganos
jurisdiccionales, a través de disposicio-
nes en las que se establece exactamente
cuál es su jurisdicción; en cambio, la
delegada entraña que un órgano con
jurisdicción propia delegue parte de ésta
en otro órgano.
4) Judicial y arbitral: la primera es la que
corresponde a losjuzgadores de los Pode-
res Judiciales de la Federación, de los
Estados y del Distrito Federal, así como
a los tribunales administrativos, dentro
de los cuales se encuentran comprendi-
dos el Tribunal Federal de Justicia Fiscal
y Administrativa, la Junta Federal de Con-
ciliación y Arbitraje, las Juntas Locales
de Conciliación y Arbitraje; el Tribunal
Federal de Conciliación y Arbitraje, los
Tribunales Agrarios, los Tribunales Mili-
tares, los Tribunales Electorales locales,
los Tribunales de lo Contencioso Admi-
nistrativo y los Tribunales encargados
de dirimir los conflictos laborales susci-
tados entre los Estados, los Municipios
y sus trabajadores (estos tres últimos en
cuanto que no formen parte de los Pode-
res Judiciales locales); en cuanto a la
arbitral, la tienen los integrantes de órga-
nos -públicos o privados- que desem-
peñan labores de arbitraje.
5) Ordinaria, especial y excepcional: la ordi-
naria es aquella a la que se atribuye el
conocimiento de asuntos no reservados
a una jurisdicción especial, que es la que
tiene lugar en atención a las cualidades
de una persona que sólo puede verse invo-
lucrada en un tipo específico de asuntos;
por ejemplo, un militar. Por último, la
jurisdicción excepcional se relaciona con
lo dispuesto por el artículo 13 de la Cons-
titución Federal, que prevé la improce-
dencia de procesos sustanciados ante
tribunales especiales. La creación de
un tribunal especial para que conozca
de un solo asunto daría lugar a esta
especie de jurisdicción.
6) Constitucional:' corresponde a los órga-
nos especializados en resolver asuntos
derivados de la interpretación y aplica-

' BIDART CAMPOS. Germán J.. La interpretación y el control constitucionales


en la jurisdicción constitucional. Buenos Aires. Ediar. 1987. pp. 257~258;FAVOREU,
Louis. Los tribunales constitocionales, trad. Vicente Villacampa. Barcelona. Ariel,
1994. p. 31; FIX-ZAMUDIO, Héctor. "Breves reflexiones sobre el concepto y
pi contenido del derecha procesal constitucional", en FERRER MAC-GREGOR.
Eduardo (coord.). Derechoprocesalconstitucional. t. l. 3a. ed.. México. Porrúa/Colegio
d e Secretarios de la Suprema Corte d e Justicia d e la Nación. A.C.. 2003. pp. 176-177.
e Introducción al derecho procesal constitucional. México. Fundap. 2002. p p . 48~49:
GONZALEZ-DELEITODOMINGO. Nicolas, Tribunales constitucionales. O r g a n i ~
zación y funcionamiento. Manuales Universitarios Españoles IX. Madrid. Tecnos.
1980, pp. 1 1 ~ 1 4y 17; G O Z A ~ N IOsvaldo
. Alfredo. op. cit., pp. 7-9.
ción de los preceptos constitucionales.
En México corresponde, en sentido
estricto, a la Suprema Corte de Justicia
de la Nación. En sentido lato, esta juris-
dicción es la función ejercida para
tutelar, mantener y controlar la supre-
macía de la Constitución; en este senti-
do, toda interpretación de ésta también
se equipara con la jurisdicción constitu-
cional, pues entraña un control y res-
guardo de la supremacía del orden
máximo. Por tanto, la jurisdicción cons-
titucional se revela como actividad del
Estado en un doble papel: interpreta-
ción y control. Ha sido objeto de debate
si procede hablar de jurisdicción consti-
tucional en aquellos sistemas donde su
ejercicio no es monopolizado por un
solo órgano especializado -Tribunal
Constitucional-. El concepto puede
razonarse a partir del órgano actuante
o en la materia d e que conocen los
Jueces, caso en que se concretará efec-
tiva jurisdicción constitucional cuando
se apliquen principios de supremacía y
control constitucional. La tesis "orgáni-
ca" es propia de Europa. En países como
Austria, Italia o Grecia no es difícil
caracterizar a la jurisdicción constitucio-
nal, dado que deriva de sus Constitu-
ciones o de leyes garantes de la indepen-
dencia e imparcialidad del órgano, lo
que ayuda a contrarrestar las presiones
políticas. En cambio, en América Latina
se reconoce que la jurisdicción constitu-
cional nació con la Constitución estado-
unidense (1787). La mayoria de las leyes
fundamentales actuales adopta el sis-
tema americano de control, de ahí que
la amplitud de funciories conferidas a
los Jueces ordinarios confunda sobre
cuál es la verdadera jurisdicción consti-
tucional; sin embargo, al observarse la
actuacihn de<arrolladri y la sentencia
emitida, se deduce la actividad tutelar
de las normas básicas para los dere-
chos del hombre. Una proyección
importante de esto se comprueba en la
tendencia a aplicar la tesis de la supre-
macía constitucional, declarando la
inconstitucionalidad correspondiente
con alcance general, aunque en principio
algunos paises conserven la inaplica-
cióri para el caso concreto.
En todo caso. la jurisdicción constitu-
cional es la más importante tarea estatal
en materia de justicia. Se trata de contro-
lar el principio que persigue la efectiva
protección de los derechos fundamen-
tales. Estas disposiciones podrán ser cons-
titucionales, provenientes de tratados
internacionales o de disposiciones inter-
nas, pero invariablemente tocará a los
tribunales integrar el ordenamiento con-
forme a la Constitución.
La función jurisdiccional puede conceptuarse
como la actividad estatal encaminada a hacer
valer, en los casos particulares, el ordenamiento
jurídico, resolviendo las contiendas suscitadas
entre las personas para evitar que éstas se
hagan justicia por propia mano.8 Los Jueces,
encargados de esta función, son necesarios en
todo sistema jurídico. En este sentido se expresa
el artículo 17 constitucional que, además de
prohibir que cada cual se haga justicia por
cuenta propia, establece:

Toda persona tiene derecho a que se le admi-


nistre justicia por tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes, emitiendo sus

V a s garantías d~ seguridad juridi~a.C o l ~ c c i ó nGarantías individuabs. No. 2 ,


2a. cd.. México, Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2005, pp. 97-98.
resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial. Su servicio será gratuito, que-
dando, en consecuencia, prohibidas las
costas judiciales.

Por tanto, el acceso a la justicia es un


derecho público subjetivo del gobernado que
se traduce en el deber estatal de cumplir con la
función jurisdiccional que lo garantice, creando
para ello tribunales que se encuentren expedi-
tos para impartir justicia de manera imparcial
y gratuita, en los términos y plazos fijados en
la ley.9

En general, las funciones realizadas por los


juzgadores son las que acertadamente señala
Arellano García:l0

1. Desde el punto de vista formal, toda su


actividad se considera función juris-
diccional:
2. Desde el punto de vista material, la
actividad del Juez es jurisdiccional

Tesis P / J 113/2001. SemanarioJudicial de la Federación y su Gaceta, Novena


Época. t. XIV, septiembre de 2001. p. 5.
lo ARELLANO GARCfA. Carlos. op. cit.. pp. 404-405.
cuando aplica normas jurídicas genera-
les y normas jurídicas individualizadas
a situaciones concretas en contradicción;
3. Desde el punto de vista material. la acti-
vidad del Juez es administrativa cuando
aplica las normas jurídicas generales o
individualizadas a situaciones concretas
no controvertidas, es decir, que no se
hallan en una posición de antagonismo;
4. Desde el punto de vista material. la acti-
vidad del Juez es legislativa cuando crea
normas jurídicas de obligatoriedad
general en los casos de jurisprudencia
obligatoria, o cuando, a nivel local, se
le autoriza a enviar iniciativas de ley en
relación con el ramo de la justicia. Tam-
bién crea normas individualizadas en las
resoluciones judiciales que obligan a
conducta determinada.
5. Todos los poderes jerárquicos del Juez
sobre sus subordinados, personal de la
entidad jurisdiccional de que se trate,
están englobados dentro de la función
administrativa desde el punto de vista
material.
6. Siempre que el Juez goza del arbitrio
judicial, en el desempeño de facultades
discrecionales, está realizando una tarea
creadora del derecho.

La trascendencia de estas funciones obliga


a que los órganos constitucionalmente investi-
dos de competencia jurisdiccional se encuen-
tren dotados de estatus particulares e inmersos
dentro de un cuerpo normativo que garantice
su autonomía, para asegurar que conozcan de
litigios y los resuelvan sólo a partir de lo
dispuesto en el orden jurídico. El Constituyente
y el legislador deben proveer a que el ánimo
del juzgador no sea turbado por elementos
externos o situaciones personales de cualquier
índole en detrimento de su imparcialidad, de
modo que resultan necesarias normas que
determinen, dentro de lo posible, las condi-
ciones ideales en que debe operar el funcionario
judicial, con la mayor eficiencia posible.

Es suma, estos órganos no deben estar


subordinados a otros Poderes, órganos o perso-
nas, al tiempo que han de contar con ciertas
condiciones que aseguren la rectitud de su
actuaciÓn.l1En la doctrina y la jurisprudencia,
dichas condiciones se han denominado garan-
tías jurisdiccionales. l 2
~ ~p -
"Tesis P. XII1/2006. Sernanarioludicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época. t. XXIII. febrero de 2006. p 25.
Infra. Segunda parte. Las garantías jurisdiccionales.
A. La independencia como principal garantía de
la función jurisdiccional

Los funcionariosjudiciales deben estar conscien-


tes de su responsabilidad y actuar en conse-
cuencia.I3A lo largo de la historia constitucional
de México se ha pretendido garantizar la liber-
tad judicial, aunque con diversos sistemas.I4
La palabra "independencia" significa "cuali-
dad o condición de independiente"; "libertad,
especialmente la d e u n Estado que no es
tributario de otro"; y "entereza, firmeza de
c a r á ~ t e r " .A
' ~ su vez, por "independiente"
puede entenderse "que no tiene dependencia,
que no depende de otro"; "autónomo"; "dicho
de una persona: que sostiene sus derechos u
opiniones sin admitir intervención ajena".I6Por
otra parte, el vocablo "judicial"deriva del latín

'"fr. La independencia del Poderlodiciai de la tpdcración. Swie El Pod~rJudicial


cunternporánpo, No. 1 . México. Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2006.
"
DEL RiO RODRJGUEZ, Carlos y Carlos de Silva Nava. Ponencia prescri+
rada en la Rpunión d e P r ~ s i d e n t e sde Cortcs Supremas delusriria de IberaamC~
rica. Pciriugal y España. q u e s p celpbid en este último país, en la ciudad d e
Mecida. l i . 12, 13 y 1 4 de rnayo de 19911. cn La Supipnia Corte d~Josticiaduranle
~l gohierrio del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988~1994).México, S u p r ~ n i a
Corte d e Justicia d~ la Nacióri. 2005.
'' REAL ACADEMIA ESPANOLA. Diccionariu d? la lerigua erpañnla, t . II.
22a. ed.. Madrid. Espasa Calpe. 2001. p. 1266.
'b Idenl.
iudiciilis y significa "perteneciente o relativo
al juicio, a la administración de justicia o a la
j~dicatura".'~

En el campo doctrinario y en relación con


la actividad jurisdiccional, Rafael de Pina y
Rafael de Pina Vara definen así a la indepen-
dencia judicial:I8

Potestad conferida a los jueces en virtud


de la cual se encuentran en la posibilidad de
administrar justicia de acuerdo con su cien-
cia y su conciencia, sin que estén sujetos a
consignas o directrices de los órganos de los
demás poderes del Estado. o de los órga-
nos superiores del poder a que pertenecen.
Esta potestad se destruye o merma consi-
derablemente cuando se establece como
obligatoria para los jueces inferiores la juris-
prudencia de los superiores.
La independencia es un requisito inexcusa-
ble para el ejercicio de la funciónjurisdiccional.
El juez que no es independiente, en realidad
no es un verdadero juez.

" lb.. p. 1326.


'"PINA. Rafael de y Rafael de Pina Vara. Diccionario de derecha. 31a. ed.,
México. Porrúa. 2003, p. 317.
Juez independiente sólo lo es el que se
encuentra en condiciones de resolver cual-
quier caso que le competa con arreglo a su
ciencia y a su conciencia.

Desde el punto de vista institucional


estructural, la independencia judicial se dirige
a lograr un Poder autónomo y libre de inje-
rencia~en su actividad, de modo que pueda
erigirse como control del principio de división
de poderes.lg

Juan Luis Requejo Pagés considera que la


independencia judicialz0 es la institución en
cuya virtud se delimita el sector del orde-
namiento jurídico que encierra los elementos
relevantes para que el Juez, al ejercer jurisdic-
ción, se desvincule de lo que no integra el
núcleo argumentativo y de actuación en que
debe permanecer para aplicar el derecho.
Esta desvinculación permite que el ordenamien-
to jurídico sea la única base para que el Juez

le GOZAINI. Osvaldo Alfredo. La justicia constitucional. Garantías, proceso y


Tribunal Constitocional, Buenas Aires, Depalma. 1994. p. 249.
REQUEJO PACES, Juan Luis, op. cit.. p. 164.
decida qué norma debe aplicar y cómo hacerlo,
más allá de cualquier tipo de interferencia,
lo que anula la relevancia jurídica de toda
orden o requerimiento destinado a influir en
su criterio.

En efecto, la independencia de los tribuna-


lesz1implica que éstos se encuentran sujetos
únicamente a la Constitución y a las leyes, por
lo que ni los órganos o funcionarios del Estado
y menos aún los particulares, pueden influir
en el sentido de sus fallos. La Suprema Corte de
Justicia d e la Nación se ha pronunciado
respecto de la independencia judicial, conside-
rándola "un rasgo distintivo de la regulación
constitucional y legal que rige, entre otros
aspectos, los relacionados con el nom-
bramiento, duración en el cargo, remunera-
ciones y demás aspectos relevantes de los
derechos y obligaciones de los titulares de
los órganos jurisdiccionales.. .

" FIX~FIERRO.Hector. "Articulo 17". en V V A A . Canstitución Polilica de


los Estarlos Unido, iLlexicanos. Comrrirada y coricordada. t 1. 1 7 a rd.. M e x i c o .
Parrúa. 7.003, p. 261.
" Tcsis P. XIV/ZOUti. S~manarioJudicial d~ la F ~ d ~ r a c i óyns u Cacera. Novcna
Época. 1. XXIII. fcbrci-o de 2006. p. 24.
LOSartículos 17, 100 y 116 de la Coiistitu-
ción Federal determinan, específicamente, que
el proceder de los integrantes del Poder Judicial
de la Federación, así como el de los miem-
bros de los Poderes Judiciales locales, se ciña a
los principios de independencia, imparcialidad,
objetividad, profesionalismo y excelencia, a fin
de satisfacer las expectativas sociales de impar-
tición de justicia. Este imperativo constitu-
cional, junto con la necesidad de sistematizar
los lineamientos conductuales idóneos para
que el juzgador sea congruente con la aplica-
ción cabal del derecho, motivaron que, en
agosto de 2004, los Plenos de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judi-
catura Federal, así como la Sala Superior del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Fede-
ración, aprobaran el Código de Ética del Poder
Judicial de la Federación, cuyo capítulo 1 define
a la independencia como "la actitud del juzga-
dor frente a influencias extrañas al Derecho,
provenientes del sistema social. Consiste en
juzgar desde la perspectiva del Derecho y no a
partir de presiones o intereses extraños a aquél".
Por tanto, el juzgador debe:
1. Rechazar cualquier tipo de recomenda-
ción que tienda a influir en la trami-
tación o resolución de los asuntos que
se sometan a su potestad, incluso las que
pudieran provenir de servidores del
Poder Judicial de la Federación.
2. Preservar el recto ejercicio de su función
denunciando cualquier acto que tienda
a vulnerar su independencia.
3. Evitar involucrarse en actividades o
situaciones que puedan directa o indi-
rectamente afectar su independencia.
4. Abstenerse de recomendar, insinuar o
sugerir. con un fin ilegítimo, el sentido
en que deban emitir los demás juzga-
dores cualquier determinación judicial
que tenga efecto sobre la resolución de
un asunto.

La jurisprudencia ha destacado que la


independencia judicial es un requisito para
el debido funcionamiento del aparato judicial
del Estado; se logra en virtud de las "garantías
j u d i c i a l e ~ "serie
, ~ ~ de previsiones tendientes a
mantener la incorruptibilidad de los órganos
de impartición de justicia.24

" FIX-ZAMUDIO, Héctar, Introducción al derecho procesal constitucional. op. cit.,


pp. 50-58.
' V e s i s 1.4o.A.348 A, Semanarioludicial de la Federación y su Gaceta. Novena
Época. t. XVI. septiembre de 2002, p. 1397.
LAS G A R A N T ~ Al ~U R l S D ~ C C i O N A L E 5 31

De las consideraciones precedentes y de lo


dispuesto en la tesis P. XIII/2006, puede
extraerse el siguiente concepto de independen-
cia judicial: garantía instaurada para asegurar
la probidad en las actuaciones judiciales me-
diante el sometimiento de los impartidores
de justicia a la Constitución y a las leyes de
sus respectivos Estados, sin tomar en cuenta
injerencias de factor ajeno alguno, ya sea estatal
o particular, que pudieran distorsionar su crite-
rio puramente jurídico y, en consecuencia,
subordinar el derecho a intereses incompatibles
con el bien público, lo que se logra mediante
diversos mecanismos, como son la fijación de
un plazo de duración en el cargo, la imposibi-
lidad de disminuir sus remuneraciones y de
que ocupen un diverso empleo o encargo
durante un periodo.

Cabe aclarar que la independencia judicial


no debe considerarse sinónimo de impunidad,
sino como el conjunto de garantías de que se
dota a los Jueces para asegurar que su actua-
ción será imparcial y libre de toda influencia,
por lo que puede establecerse que la indepen-
dencia de los Jueces tiene sus límites en las
medidas disciplinarias que es posible imponer-
les por incumplimiento o desacato a las dispo-
siciones legales, por ineptitud manifiesta, mala
fe, deshonestidad o alguna otra irregularidad
en su actuación, lo que se demuestra con el
hecho de que los juzgadores pueden ser sujetos
de responsabilidad.

La independencia judicial se manifiesta de


dos formas; puede analizarse en dos aspectos
o desde dos puntos de vista. En un aspecto
externo, supone la ausencia de intromisiones o
de presiones de otras autoridades o de personas
o instituciones que constituyan factores reales
de poder, como pueden ser los partidos polí-
ticos, la prensa, etcétera. En un aspecto interno,
entraña la falta de presiones indebidas prove-
nientes de las partes, que deberán someterse al
órgano jurisdiccional y acatar y respetar sus
decisiones, sin perjuicio de agotar los me-
dios de defensa previstos en la ley aplicable.

En casos como los de juicios de control


de constitucionalidad o de legalidad en que se
juzga la actuación de autoridades, los aspectos
externo e interno de la independencia judicial
se confunden.

1 . lndependencia funcional e independencia


como garantía

La independencia judicialz5implica una doble


concepción: a) independencia funcional, refe-
rida a la concepción valorativa de la indepen-
dencia judicial, y b) independencia como
garantía.26La primera alude a una regla básica
de cualquier ordenamiento, en cuya virtud el
Juez, al ejercer su función, debe someterse
únicamente a la legalidad. Por el contrario, la
independencia judicial como garantía implica
un conjunto de mecanismos encargados de
salvaguardar y realizar ese valor.27

SÁNCHEZ CORDERO DE G A R C ~ AVILLEGAS. Olga. "Independencia


judicial en México". e n Once voces. México. Suprema Corte de Justicia d e la
Nación. 2000. y en http://www.scjn.gob.mx/Ministros/o$cgv/Conf/Conf-
0ll.htm.
DIEZ PICAZO. Luis Maria, "Notas de derecho comparado sobre la i n d e ~
pendencia judicial". e n Revista Española de Derecha Constitucional. Año 12.
Numero 34. enero-abril 1992. p. 20.
" lb.. p. 21.
Luis Díez PicazoZ8distingue tres subespe-
cies dentro de la categoría de la independencia
judicial como garantía:

1. Independencia personal: conjunto de carac-


terísticas derivadas de la situación en que
la Constitución coloca al Juez individual-
mente considerado, y que lo protegen de
eventuales presiones ejercidas por los otros
dos Poderes políticos.
2. Independencia colectiva: tiene que ver con
la protección a la judicatura en su conjunto
frente a los demás Poderes del Estado; y
3. Independencia interna: ampara al Juez, en
su individualidad. frente al resto de la
judicatura.

La independencia como garantía debe


valorarse y entenderse en función de los rasgos
definitorios que le otorga el ordenamiento jurí-
dico en particular, y que se relacionan con otros
factores, como la forma de gobierno y el modelo
global de organización judicial.

En México, el artículo 17, penúltimo párra-


fo, de la Constitución Federal establece que
las leyes federales y locales determinarán
que los tribunales sean independientes y que sus
resoluciones se ejecuten. Como se ha visto, la
independencia judicial es inherente a la ade-
cuada impartición de justicia. Un Juez indepen-
diente no se dejará llevar por intereses particu-
lares o de poder para resolver los asuntos
sometidos a su consideración. Como se vio,
existen mecanismos institucionales para satis-
facer la garantía judicial de independencia a
que remite el precepto constitucional señalado;
por ejemplo, el diseño de los sistemas de nom-
bramiento y ascenso (si los mecanismos para ser
nombrado Juez o ascendido en la carrera judi-
cial son objetivos y transparentes, la indepen-
dencia entendida como "no sujeción" del Juez
a intereses o mandatos será notablemente favo-
recida), lo que demanda un correcto esquema
de carrera judicial. Asimismo, la independen-
cia judicial exige un sistema idóneo de remu-
neraciones, estabilidad, inamovilidad y
respon~abilidades.~~

Z9 CARBONELL. Miguel, Los derechos fundarnenrales en México. México.


UNAM. 2004, pp. 734-735.
B. Dimensión internacional de la independencia
judicial

La importancia de la independencia judicial ha


trascendido fronteras, ubicándose como un
principio capital de la protección internacional
de los derechos del hombre. Así, explícita-
mente en el artículo 10, e implícitamente en los
artículos 7, 8 y 11 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, se le reconoce en
los siguientes términos:

Artículo 7. Todos son iguales ante la ley y


tienen, sin distinción, derecho a igual pro-
tección de la ley. Todos tienen derecho a
igual protección contra toda discriminación
que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación.
Articulo 8. Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacio-
nales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamen-
tales reconocidos por la constitución o por
la ley.
Artículo 10. Toda persona tiene derecho, en
condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial, para la determi-
nación de sus derechos y obligaciones o
para el examen de cualquier acusación
contra ella en materia penal.
Artículo 11. 1. Toda persona acusada de
delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabi-
lidad, conforme a la ley y en juicio público
en el que se le hayan asegurado todas las
garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisio-
nes que en el momento de cometerse no
fueron delictivos según el Derecho nacional
o internacional. Tampoco se impondrá pena
más grave que la aplicable en el momento
de la comisión del delito.

Asimismo, el artículo 14.1 del Pacto Interna-


cional de Derechos Civiles y Políticos señala:

Artículo 1 4 . 1. Todas las personas son


iguales ante los tribunales y cortes de justi-
cia. Toda persona tendrá derecho a ser oída
públicamente y con las debidas garantías
por un tribunal competente, independiente
e imparcial, establecido por la ley, en la subs-
tanciación de cualquier acusación d e
carácter penal formulada contra ella o para
la determinación de sus derechos u obliga-
ciones de carácter civil. La prensa y el
público podrán ser excluidos de la totalidad
o parte de los juicios por consideraciones de
moral, orden público o seguridad nacional
en una sociedad democrática, o cuando lo
exija el interés de la vida privada de las
partes o, en la medida estrictamente nece-
saria en opinión del tribunal, cuando por cir-
cunstancias especiales del asunto la publi-
cidad pudiera perjudicar a los intereses de
la justicia; pero toda sentencia en materia
penal o contenciosa será pública, excepto
en los casos en que el interés de menores de
edad exija lo contrario, o en las acusaciones
referentes a pleitos matrimoniales o a la
tutela de menores.
2. Toda persona acusada de un delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mien-
tras no se pruebe su culpabilidad conforme
a la ley.
3. Durante el proceso, toda persona acusada
de un delito tendrá derecho, en plena igual-
dad, a las siguientes garantías mínimas:
a) A ser informada sin demora, en un idioma
que comprenda y en forma detallada, de la
naturaleza y causas de la acusación formu-
lada contra ella;
b) A disponer del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defen-
sa y a comunicarse con un defensor de su
elección;
c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas:
d) A hallarse presente en el proceso y a
defenderse personalmente o ser asistida por
un defensor de su elección; a ser informada,
si no tuviera defensor, del derecho que le
asiste a tenerlo, y, siempre que el interés de
la justicia lo exija, a que se le nombre defen-
sor de oficio, gratuitamente. si careciere de
medios suficientes para pagarlo;
e) A interrogar o hacer interrogar a los
testigos de cargo y a obtener la comparecen-
cia de los testigos de descargo y que éstos
sean interrogados en las mismas condiciones
que los testigos de cargo;
f) A ser asistida gratuitamente por un intér-
prete, si no comprende o no habla el idioma
empleado en el tribunal;
g) A no ser obligada a declarar contra si
misma ni a confesarse culpable.
4. En el procedimiento aplicable a los meno-
res de edad a efectos penales se tendrá en
cuenta esta circunstancia y la importancia
de estimular su readaptación social.
5. Toda persona declarada culpable de un
delito tendrá derecho a que el fallo condena-
torio y la pena que se le haya impuesto sean
sometidos a un tribunal superior, conforme
a lo prescrito por la ley.
6. Cuando una sentencia condenatoria firme
haya sido ulteriormente revocada, o el
condenado haya sido indultado por haberse
producido o descubierto un hecho plena-
mente probatorio de la comisión de un error
judicial, la persona que haya sufrido una
pena como resultado de tal sentencia deberá
ser indemnizada, conforme a la ley, a menos
que se demuestre que le es imputable en
todo o en parte el no haberse revelado opor-
tunamente el hecho desconocido.
7. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado
por un delito por el cual haya sido ya conde-
nado o absuelto por una sentencia firme
de acuerdo con la ley y el procedimiento
penal de cada país.

C. Condiciones necesarias para que opere la


independencia judicia130

1. La garantía constitucional de independencia


judicial

Dada la singular importancia jurídica y polí-


tica de la independencia judicial, es conve-
niente que en la propia Constitución se esta-
blezcan los preceptos que la garanticen, sin
perjuicio de que la legislación secundaria
desarrolle las ideas contenidas en aquélla.

DEL RÍO RODRfGUEZ, Carlos y Carlos de Silva Nava, op. cit.


La Constitución Federal contiene varios pre-
ceptos relacionados con el tema. La indepen-
dencia de los tribunales ha sido plasmada como
garantía individual d e los gobernados en el
artículo 17 constitucional, que establece:

Ninguna persona podrá hacerse justicia por


sí misma, ni ejercer violencia para reclamar
su derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le admi-
nistre justicia por tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial. Su servicio será gratuito, que-
dando, en consecuencia, prohibidas las cos-
tas judiciales.
Las leyes federales y locales establecerán los
medios necesarios para que se garantice la
independencia de los tribunales y la plena
ejecución de sus resoluciones.
Nadie puede ser aprisionado por deudas de
carácter puramente civil.

Por su parte, el artículo 116, fracción 111,


del propio Ordenamiento Supremo, garantiza
la independencia de los juzgadores locales.
2. La división de poderes

La independencia judicial no puede producirse


en un Estado donde no opere efectivamente la
división de poderes.31Según Montesquieu, ésta
no sólo debe corresponder a una mera distribu-
ción y especialización de funciones, sino tam-
bién a un sistema de frenos y contrapesos que
permita que el propio poder se autolimite.

Modernamente no puede hablarse ya de


una separación rígida de los poderes, sino
de una distribución armónica de funciones
entre ellos. Además, la división no debe enten-
derse como pugna: la armonía en el ejercicio de
la autoridad se logra cuando cada Poder cum-
ple cabal y oportunamente con sus funcio-
nes. Cuando alguno de ellos se extralimita,
interviene el Poder Judicial en calidad de
moderador, intentando que las cosas vuelvan
a la normalidad.

Cfr. La división de poderes, Serie Grandes temas del constitocio~alismomexi-


cano. No. 2, Mhxico, Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2005.
El artículo 49 constitucional fundamenta
la división de poderes en México, pero tal
declaración debe coexistir con la voluntad
política de respetar dicha división y, por tanto,
la independencia judicial. En México se consi-
dera que la supremacía c o n s t i t ~ c i o n aes l ~efec-
~
tiva cuando autoridades y particulares pueden
acudir por igual a los medios de control pre-
vistos en la propia C o n ~ t i t u c i ó nsi, ~las
~ resolu-
ciones correspondientes se dictan con plena
independencia de criterio y, claro, si son respe-
tadas. Ello sólo puede ocurrir en un Estado
democrático de derecho. De lo contrario, la
actuación judicial sería estéril, aun cuando
hubiera Jueces dispuestos a defender el orden
constitucional y legal.

3. La apoliticidad del Poder ludicial

El Poder Judicial no debe, cuando actúa como


órgano de control, interferir en las decisio-
nes políticas propias de los otros Poderes. Sin

32
Cfr. La supremacía constitucional. Serie Grandes temas del constitucionalismo
mexicano. No. 1 , México. Suprema Corte d e Justicia d e la Nación. 2005.
" Cfr. 1.a defensa de la Constitución. Serie Grandes temas del constitucia~alismo
mexicano. No. 5. México, Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2005.
embargo, la efectividad de la independencia del
Poder Judicial requiere, asimismo, que éste no
contraiga compromisos injustificados con los
otros Poderes ni con cualquier otro factor real
de poder. En efecto, el Poder Judicial debe
abstenerse de intervenir en la política práctica,
relativa al acceso al poder por parte de personas
o grupos y a su permanencia en

4. El autogobierno

La realidad de la independencia judicial


demanda que el poder se gobierne a sí mismo.
La función judicial se rige por normas constitu-
cionales y legales no provenientes del Poder
Judicial, lo que no implica que, respetando ese
marco normativo, no pueda tomar sus propias
decisiones en cuanto a su administración
interna, sin interferencia alguna de los otros
Poderes.

5. La autonomía presupuesta1

En México y Latinoamérica, el aspecto presu-


puesta1 siempre ha sido el más débil en cuanto

' DEL R í o RODRíGLJEZ, Carlos y Carlos de Silva Nava. op. cit.


a la regulación de la independencia judicial,35
dado que los presupuestos atribuidos a los
organismos judiciales siempre han estado por
debajo de los señalados para los otros dos
Poderes. Esta situación de inferioridad presu-
puestaria de los tribunales federales fue obvia
en el ordenamiento mexicano hasta que el Pre-
sidente Miguel de la Madrid se preocupó por
asignar recursos más decorosos y adecuados a
los tribunales federales.

Desde el punto de vista institucional se ha


avanzado, y al respecto puede citarse el artículo
100 constitucional in fine:

La Suprema Corte de Justicia elaborará su


propio presupuesto y el Consejo lo hará para
el resto del Poder Judicial de la Federación,
sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo
séptimo del artículo 99 de esta Constitución.
Los presupuestos así elaborados serán
remitidos por el Presidente de la Suprema
Corte para su inclusión en el proyecto de
Presupuesto de Egresos de la Federación.

35
Cfr. La independencia del Poder Judicial de la Federación. Serie El PoderJudjcial
contemporáneo. No. 1 , México. Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2006.
La administración de la Suprema Corte de
Justicia corresponderá a su Presidente.

Esto significa un logro respecto de lo que


sucedía antes, cuando el presupuesto del Poder
Judicial de la Federación debía discutirse con
las dependencias hacendarias, lo que implicaba
una subordinación económica que se ha supe-
rado relativamente. Cabe señalar que el texto
anterior y el actual del artículo 94 constitucio-
nal se inspiraron en la sección primera del
artículo 30. de la Constitución estadounidense,
en el sentido de que la remuneración de los
Jueces federales no será disminuida durante el
tiempo de su encargo, para evitar presiones
indebidas de los otros Poderes sobre los ingre-
sos de los miembros del Poder Judicial de la
Federación.

La cuestión del porcentaje del presupuesto


nacional destinado al Poder Judicial fue exa-
minada por juristas mexicanos en la Cuarta
Convención de Barras Asociadas de la Repú-
blica Mexicana (8 de junio de 1972), en la Ciudad
de México; entonces se propuso establecer un
porcentaje no menor del 1% de los egresos
totales que cada año figuren en el presupuesto
federal, para atribuirlos a los integrantes del
Poder Judicial de la Federación, confiriendo su
manejo a la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.

Esta autonomía guarda íntima relación con


el tema de la independencia del Poder Judicial,
pues para que éste cumpla adecuadamente
con sus funciones, es necesario que cuente con
elementos materiales suficientes. La determina-
ción del presupuesto del Poder Judicial no
puede ni debe quedar condicionada a compro-
misos que afecten su independencia.

D. La independencia de los Poderes ludiciales


locales

El 17 de marzo de 1987 se publicó en el Diario


Oficial de la Federación el decreto de reforma de
diversos artículos de la Constitución Federal,
entre ellos el 17 y el 116. El texto actual de la
fracción 111 de este último derivó de dicha
reforma, pues antes no había regulación consti-
tucional alguna de la administración de justicia
local.36Con las modificaciones citadas el Poder
Reformador quiso consolidar la autonomía e
independencia de los Poderes Judiciales loca-
les. La exposición de motivos señaló:

(...) Los tribunales de justicia deben ser


independientes, para fortalecer en la reali-
dad social el principio de división de pode-
res y porque la independencia judicial
constituye la primer garantía de la jurisdic-
ción, establecida no precisamente en interés
del órgano jurisdiccional, cuanto de los justi-
ciables, pues sólo cabe esperar justicia com-
pleta y estricta del Juez jerárquicamente
libre dependiente sólo de la ley. La indepen-
dencia judicial requiere que los Jueces al
actuar no han de tener otra norma rectora
que la ley. La sumisión del Juez a la ley, le
hace independiente de la voluntad subje-
tiva de los hombres que gobiernan, e incluso
de su propia voluntad, cuando ésta pro-
pende a la arbitrariedad. A la independencia
objetiva se une el conocimiento de lo que se
hace, pues siempre hemos considerado que
una verdadera y auténtica independencia

3 V f r .Controversia constitucional 4/2005. Poder Judicial del Estado d e


Tlaxcala. 13 d e octubre de 2005. Ponente: José Ramón Cossio Diaz.
judicial, se nutre en una real toma de con-
ciencia del papel que el Juez desempeña en
la aplicación del derecho. Estas calidades
son el espíritu de la autoridad moral del Juez.
pues la autoridad formal le es conferida por
la ley. El Juez es símbolo de lajusticia y guar-
dián del derecho. por ello los órganos judi-
ciales deben integrarse con procedimientos
de selección del derecho, la vocación, la
experiencia y la honorabilidad de quienes
los integran. Un buen Juez no se improvisa,
requiere del transcurso de años de estudio
y práctica en los tribunales para lograr las
aptitudes que permitan la justa aplicación
de la ley. Selección, formación, eficiencia y
preparación adecuada son. entre otros, los
elementos indispensables para el correcto
desempeño de la función jurisdiccional inde-
pendiente. En cuanto a la estabilidad en el
cargo, ésta proporciona a los servidores de
la administración de justicia la seguridad
de que, mientras su conducta sea apegada
a derecho y obre con justicia, gozará de per-
manencia en su puesto. Sin Jueces estables
en el desempeño de su cargo, la independen-
cia en el ejercicio de la función. se ve conside-
rablemente disminuida. Finalmente, al Juez
debe garantizarse una posición social digna,
proporcionándole bienestar económico que
permita su total entrega a su ministerio,
sin preocupaciones de otra índole. Los órga-
nos de los Poderes Judiciales deben contar
con el apoyo financiero que guarde ade-
cuada relación con la importancia del ser-
vicio público que prestan, pues d e otra
suerte se les inhabilita para contribuir al
mejoramiento de la administración de justi-
cia. El nuevo texto del artículo 17, que se
propone, perfecciona y robustece la garan-
tía individual de acceso a la jurisdicción, al
sefialar sus calidades: independencia en sus
órganos, prontitud en sus procesos y resolu-
ciones, que agote las cuestiones planteadas
y sea completa, imparcial para que asegure
el imperio del derecho y gratuita para afir-
mar nuestra vocación democrática. Para
ello es necesario, además, establecer las
bases constitucionales en relación a los Pode-
res Judiciales Locales y proponer reformas
a los preceptos constitucionales que regulan
el Poder Judicial de la Federación. La inclu-
sión en nuestro texto constitucional de las
bases para la organización y funcionamiento
de los Poderes Judiciales de los Estados es
una aspiración, que esta iniciativa hace suya
y revitaliza, expresada desde el voto particu-
lar de la minoría de la Comisión Constitu-
yente de 1842. recogida por don Venustiano
Carranza en las ideas contenidas en su decla-
ración de Veracruz de 1914, y reiteradas en
su discurso inaugural del Congreso Consti-
tuyente de lo. de diciembre de 1916, para
consolidar un Poder Judicial respetable,
digno, vigoroso e independiente, tanto en
el ámbito federal como en el local. Dado que
nuestra Constitución cumple el cometido
de ser el estatuto nacional de los Estados que
integran la federación, es necesario que nues-
tra Norma Fundamental señale las bases con-
forme a las cuales los Poderes Judiciales de
los Estados, deban cumplir con la relevante
tarea de impartir justicia, en condiciones
de calidad similar en todo el territorio nacio-
nal. Las bases que se plantean en esta ini-
ciativa armonizan la necesidad de que los
tribunales de justicia cumplan plenamente
con los principios que se contienen en el
artículo 17 constitucional que se propone,
con respeto al principio fundamental de la
autonomía constitucional de los Estados.
Para ello, las bases contienen la afirmación
y los medios para lograr la independencia
del Poder Judicial. calidad de la cual deben
surgir los restantes atributos de la impar-
tición de justicia: y deja a las Constituciones
y leyes locales la regulación del Poder Judi-
cial Local, para que ellas establezcan las
especiales características y modalidades que
más se adecuen a las particularidades geo-
gráficas. etnográficas, demográficas y econó-
micas de cada entidad federativa. La inclu-
sión en nuestro texto constitucional de las
bases para la organización y funcionamiento
de los Poderes Judiciales, es una petición
expresa del XIII Congreso Nacional de Tri-
bunales Superiores de Justicia de la Repú-
blica mexicana que se celebró en Tuxtla
Gutiérrez. Chiapas. el día 16 de mayo de
1986. ...El nuevo texto del artículo 116 que
se propone se dedica a las normas relativas
a los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judi-
cial de los Estados, y sus fracciones 1 y 11
repiten el contenido actual de la fracción VI11
del articulo 115 constitucional, dedicando la
fracción 1 a las normas relativas al Poder
Ejecutivo y la fracción 11 a las normas rela-
tivas al Poder Legislativo; la fracción 111
contiene las bases a que debe sujetarse la
organización y funcionamiento del Poder
Judicial; la fracción IV se dedica a señalar la
posibilidad constitucional de la justicia admi-
nistrativa en el ámbito local; y las fracciones
V y VI repiten el contenido de las fraccio-
nes IX y X del texto vigente del articulo 115
constitucional, relativas a las relaciones de
trabajo entre los Estados y sus trabajadores
y a la posibilidad de celebrar convenios entre
la Federación, los Estados y sus Municipios.
Por lo que se refiere al perfeccionamiento
de las normas que rigen a los Tribunales de
Justicia del Fuero Común del Distrito Federal,
se formularán las adecuaciones necesarias
para que tales normas conserven congruen-
cia con las contenidas en el artículo 116 cons-
titucional que propone, adaptarlas a las
circunstancias del Distrito Federal. (...)

En febrero de 2006, el Pleno de la Corte


emitió una tesis juri~prudencial~~
para aclarar
la finalidad de esta reforma:

PODERES JUDICIALES LOCALES. PRIN-


CIPIOS CONSTITUCIONALES CON QUE
DEBEN CONTAR PARA GARANTIZAR SU
INDEPENDENCIA Y AUTONOM~A. La fina-
lidad de la reforma a los artículos 17 y 116
de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, mediante decreto publi-
cado en el Diario Oficial de la Federación el
17 de marzo de 1987, fue el fortalecimiento
de la independencia y autonomía de los
Poderes Judiciales Estatales, al establecer
que éstas deberán garantizarse en las Consti-
tuciones Locales y leyes secundarias. Así,
para garantizar la independencia judicial
en la administración de justicia local, en el

3' Tesis P./]. 15/2006. Semanarioludicial de la Federación y su Gaceta. Novena


Epoca, t. XXIII. febrero de 2006, p. 1530.
referido artículo 116 se previeron diversos
principios a favor de los Poderes Judiciales
Locales, consistentes en: a) el establecimiento
de la carrera judicial, debiéndose fijar las
condiciones para el ingreso, formación y
permanencia de los funcionarios judiciales;
b) la previsión de los requisitos necesarios
para ocupar el cargo de Magistrado así como
las características que éstos deben tener,
tales como eficiencia, probidad y honorabi-
lidad; c) el derecho a recibir una remunera-
ción adecuada e irrenunciable que no podrá
disminuirse durante su encargo, y d) la esta-
bilidad o seguridad en el ejercicio del cargo,
lo que implica la fijación de su duración y la
posibilidad de que sean ratificados al tér-
mino del periodo para el que fueron desig-
nados. a fin de que alcancen la inamovilidad.
Estos principios deben estar garantizados
por las Constituciones y leyes estatales para
que se logre una plena independencia y
autonomía de los Poderes Judiciales Locales;
sin embargo, en caso de que en algún Estado
de la República no se encuentren contem-
plados, ello no significa que el Poder Judicial
de dicho Estado carezca de principios a su
favor, toda vez que al estar previstos en la
Constitución Federal son de observancia
obligatoria.
Con motivo de esta reforma, todos los Esta-
dos de la República quedaron obligados a
adecuar sus Constituciones y leyes a las dispo-
siciones establecidas en la Constitución Fede-
ral, a más tardar el 18 de marzo de 1988. Por
otra parte, mediante decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre
de 1994 se reformó el párrafo tercero de la frac-
ción 111 del artículo 116 constitucional y se
derogó su párrafo quinto, para quedar en los
términos que actualmente ofrece:

111. El Poder Judicial de los Estados se ejer-


cerá por los tribunales que establezcan las
Constituciones respectivas.
La independencia d e los magistrados y
jueces en el ejercicio de sus funciones deberá
estar garantizada por las Constituciones y
las Leyes Orgánicas d e los Estados, las
cuales establecerán las condiciones para el
ingreso, formación y permanencia d e
quienes sirvan a los Poderes Judiciales de los
Estados.
Los Magistrados integrantes de los Poderes
Judiciales Locales, deberán reunir los requi-
sitos señalados por las fracciones 1 a V del
articulo 95 de esta Constitución. No podrán
ser Magistrados las personas que hayan ocu-
pado el cargo de Secretario o su equivalente.
Procurador de Justicia o Diputado Local, en
sus respectivos Estados, durante el año
previo al día de la designación.
Los nombramientos de los magistrados y
jueces integrantes de los Poderes Judiciales
Locales serán hechos preferentemente entre
aquellas personas que hayan prestado sus
servicios con eficiencia y probidad en la
administración de justicia o que lo merezcan
por su honorabilidad, competencia y antece-
dentes en otras ramas d e la profesión
jurídica.
Los magistrados durarán en el ejercicio de
su encargo el tiempo que señalen las Consti-
tuciones Locales, podrán ser reelectos, y si
lo fueren, sólo podrán ser privados de sus
puestos en los términos que determinen las
Constituciones y las Leyes de Responsabili-
dades de los Servidores Públicos de los
Estados.
Los magistrados y los jueces percibirán una
remuneración adecuada e irrenunciable, la
cual no podrá ser disminuida durante su
encargo.

Esta enmienda pretendió adecuar los requi-


sitos exigidos para ocupar el cargo de Magis-
trado a los establecidos en el artículo 95 de la
propia Constitución Federal, y adicionar como
impedimentos para ocuparlo el haber desem-
peñado, durante el año previo a la designación,
los cargos de Secretario o su equivalente, Pro-
curador de Justicia o Diputado local en los
respectivos Estados. En cuanto a la derogación
del párrafo quinto, tuvo como finalidad elimi-
nar el esquema de nombramiento rígido para
los Jueces locales a fin de que cada entidad
federativa adoptara el tipo de organización
judicial que estimara mejor, cumpliendo los
principios de la carrera judicial (dada la
semejanza que con el ámbito federal guarda-
ban el gobierno y la administración del Poder
Judicial de los Estados).

La i n t e r p r e t a ~ i ó ndel
~ ~ artículo 116, frac-
ción 111, constitucional, y el proceso legislativo
que le dio origen, junto con la reforma del
artículo 17 de la propia Constitución, permiten
concluir que una justicia completa debe garan-
tizar en todo el ámbito nacional la independen-

" Tesis P./J. 101/2000, Sernanario]udicial de la Federación y su Gaceta, Novena


epoca, t. XII. octubre de 2000. p. 32.
cia judicial, al haberse incorporado estos postu-
lados en el precepto constitucional últimamente
citado, que prevé el derecho a la jurisdicción, y
en el diverso 116, fracción 111. A fin de garan-
tizar la independencia en la jurisdicción local,
se establecen como principios básicos a los que
deben sujetarse las entidades federativas y
los Poderes en los que se divide el ejercicio del
poder público, los siguientes:

1. La sujeción de la designación de Magis-


trados de los Tribunales Superiores de
Justicia Locales a los requisitos constitu-
cionales que garanticen la idoneidad de
las personas que se nombren, al consig-
narse que los nombramientos de Magis-
trados y Jueces deberán hacerse, pre-
ferentemente, entre quienes hayan
prestado sus servicios con eficiencia
y probidad en la administración d e
justicia o que la merezcan por su hono-
rabilidad, competencia y antecedentes
en otras ramas de la profesión jurídica.
y exigirse que los Magistrados satisfa-
gan los requisitos que el artículo 95
constitucional prevé para los Ministros
de la Suprema Corte de Justicia, lo que
será responsabilidad de los órganos de
gobierno que participen en el proceso
relativo a dicha designación.
2. La implantación de la carrera judicial,
al establecerse. por una parte, que las
Constituciones y las leyes orgánicas de
los Estados establecerán las condiciones
para el ingreso, formación y permanen-
cia de quienes sirvan a los Poderes
Judiciales locales y, por otra, la preferen-
cia para el nombramiento de Magistra-
dos y Jueces entre quienes hayan pres-
tado s u s servicios con eficiencia y
probidad en la administración d e
justicia, lo que será responsabilidad
de los Tribunales Superiores o Supremos
Tribunales de Justicia de los Estados o,
en su caso, de los Consejos de la Judi-
catura, cuando se hayan establecido.
3. La seguridad económica de Jueces y
Magistrados, al disponerse que percibi-
rán una remuneración adecuada e irre-
nunciable que no podrá ser disminuida
durante su encargo.
4. La estabilidad o seguridad en el ejercicio
del cargo, manifestada en tres aspec-
tos: a) la determinación en las Constitu-
ciones Locales, de manera general y
objetiva, del tiempo de duración en el
ejercicio del cargo de Magistrado, lo que
significa que el funcionario judicial no
podrá ser removido arbitrariamente
durante dicho pe~iodo;b) la posibilidad
de ratificación de los Magistrados al
término del ejercicio conforme al periodo
señalado en la Constitución local res-
pectiva, siempre que demuestren sufi-
cientemente poseer los atributos que se
les reconocieron al habérseles desig-
nado, así como que esa demostración
se realizó a través del trabajo cotidiano,
desahogado de manera pronta, completa
e imparcial como expresión de diligen-
cia, excelencia profesional y honestidad
invulnerable. Esto implica la necesidad
de que se emitan dictámenes de evalua-
ción de su desempeño por los Poderes
Judicial, Ejecutivo y Legislativo que con-
curren en la ratificación y vigilancia en
el desempeño de la función, con motivo
de la conclusión del periodo del ejer-
cicio del cargo; y, c) la inamovilidad
judicial para los Magistrados que hayan
sido ratificados en sus puestos, que sólo
podrán ser removidos "en los términos
que determinen las Constituciones y
las Leyes de Responsabilidades de los
Servidores Públicos de los Estados".
SECUNDA PARTE
LASCARANT~AS
JURISDICCIONALES
C o m o los Jueces controlan la regularidad de
los actos y normas de un sistema jurídico, es
necesario otorgarles una serie de garantías para
crear las condiciones idóneas que los priven de
atender a elementos ajenos a los estrictamente
normativo^.^^ Los tribunales deben ser indepen-
dientes para fortalecer el principio de división
de poderes y porque la independencia judicial
constituye la principal garantía de la jurisdic-
ción. Selección, formación, eficiencia y prepa-
ración adecuada son, entre otros, los elementos
indispensables para el correcto desempeño de
la función jurisdiccional independiente.

Por ello, en los capítulos subsecuentes se


detallarán las garantías consistentes en selec-

Tesis P. XIII/2006. ib.. t. XXIII. febrero de 2006. p. 25

63
ción y ascensos (carrerajudicial, procedimientos
de selección, adscripción y readscripción, for-
mación y actualización y ascensos), seguridad
en el ejercicio del cargo (duración, ratificación,
inamovilidad y responsabilidades), seguridad
económica y fuero constitucional.
Las garantías jurisdiccionales atienden a la
preocupación por alcanzar un adecuado sis-
tema de impartición de justicia, advirtiéndose
en las primeras Constituciones nacionales la
tendencia a establecer las condiciones mínimas
para el acceso a la jurisdicción. La Constitución
de Cádiz (1812) contenía más de sesenta pre-
ceptos relativos a los tribunales y a la adminis-
tración de justicia. Por su parte, la Constitución
Federal de 1824 incluía un apartado titulado
"Reglas a que se sujetará en todos los Estados
y territorios de la Federación la administración
de justicia", donde se establecían prerrogativas
relacionadas con el proceso jurisdiccional. Por
su parte, la primera Norma Fundamental que
previó algunas de las hoy llamadas garantías
jurisdiccionales fue la de 1836, al referirse a la
remuneración que debía cor-esponder a Jueces
y Magistrados.

La Carta Federal de 1857 también se ocupó


de lo relativo al acceso a la tutela judicial, con-
siderándose s u artículo 17 el antecedente
directo del mismo numeral de la Constitución
de 1917. El precepto de ésta que prevé el acceso
a la justicia sólo ha sido objeto de una reforma,
publicada el 17 de marzo de 1987, de la que
derivó el texto del artículo 17 actualmente en
vigor. La reforma pretendió "ampliar y preci-
sar el alcance de la garantía, así como de las
obligaciones correlativas del Estado en materia
de administración de justicia" ,40 pudiendo desta-
carse el mandato de garantizar, a través de leyes,
la independencia de sus tribunales. Además,
en esta misma reforma se adicionó el artículo
116 para establecer, en su fracción 111, las bases
fundamentales de la organización de los Pode-
res Judiciales de los Estados y los requisitos
básicos para nombrar Jueces y Magistrados, deri-
vando de la enmienda mencionada el texto

'O FIX-FIERRO, Héctor. "Articulo 17". op. cit.. p. 254


actual de la referida fracción, pues antes no
había regulación constitucional alguna de la
administración de justicia local.

En la exposición de motivos de la reforma


de referencia se señaló:41

El fundamento filosófico-jurídico de la fun-


ción jurisdiccional a cargo del Estado, se
encuentra en la garantía individual conte-
nida en el artículo 17 constitucional, pre-
cepto que demanda del individuo la renun-
cia a hacerse justicia por mano propia y a
ejercer violencia para reclamar su derecho
pero en reciprocidad establece la garan-
tía individual de acceso a la jurisdicción.
Y para ello dispone que los tribunales de
justicia la impartirán en forma expedita y
gratuita.
La garantía a la acción jurisdiccional está,
pues, establecida en nuestra Constitución en
beneficio y protección del individuo. por lo
que proponemos enriquecerla y adaptarla
al presente, conservando los valores estable-
cidos desde el artículo 18 del Acta Consti-
tutiva de la Federación de 1824, y recogiendo

Exposición de motivos d e fecha 30 de octubre d e 1986, relativa a las refor~


mas del 17 d e marro d e 1987.
los principios contenidos en los documentos
actuales que atienden a los derechos huma-
nos y a sus libertades fundamentales.
La impartición de justicia que merece el pue-
blo de México debe ser pronta, porque pro-
cesos lentos y resoluciones tardías no realizan
el valor de la justicia; debe ser gratuita, para
asegurar a todos el libre acceso a ella; debe
ser imparcial, para lograr que se objetive
en sentencias estrictamente apegadas a las
normas; y debe ser honesta, pues al juzgador
se confía el destino de la libertad y patri-
monio ajenos.
Los tribunales de justicia deben ser indepen-
dientes, para fortalecer en la realidad social
el principio de división de poderes y por-
que la independencia judicial constituye la
primer garantía de la jurisdicción, estable-
cida no precisamente en interés del órgano
jurisdiccional, cuanto d e los justiciables,
pues sólo cabe esperar justicia completa y
estricta del juez jerárquicamente libre
dependiente sólo de la ley.
La independencia judicial requiere que los
jueces al actuar no han de tener otra norma
rectora que la ley. La sumisión del juez a la
ley, le hace independiente de la voluntad
subjetiva de los hombres que gobiernan, e
incluso de su propia voluntad, cuando ésta
propende a la arbitrariedad.
A la independencia objetiva se une el con-
sentimiento de lo que se hace, pues siempre
hemos considerado que una verdadera y
auténtica independencia judicial, se nutre en
una real toma de conciencia del papel que
el juez desempeña en la aplicación del
Derecho. Estas calidades son el espíritu de
la autoridad moral del juez, pues la autori-
dad formal le es conferida por la ley.
El juez es símbolo de la justicia y guar-
dián del derecho, por ello los órganos judi-
ciales deben integrarse con procedimientos
de selección del derecho, la vocación, la
experiencia y la honorabilidad de quienes
los integran. Un buen juez no se improvisa,
requiere del transcurso de años de estudio
y práctica en los tribunales para lograr las
aptitudes que permitan la justa aplicación
de la ley.
Selección, formación, eficiencia y prepara-
ción adecuada son, entre otros, los elementos
indispensables para el correcto desempeño
de la función jurisdiccional independiente.
En cuanto a la estabilidad en el cargo, ésta
proporciona a los servidores de la adminis-
tración de justicia la seguridad de que,
mientras su conducta sea apegada a derecho
y obre con justicia, gozará de permanencia
en su puesto. Sin jueces estables en el desem-
peño de su cargo, la independencia en el
ejercicio de la función, se ve considerable-
mente disminuida.
Finalmente, al juez debe garantizarse una
posición social digna, proporcionándole
bienestar económico que permita su total
entrega a su ministerio, sin preocupaciones
de otra índole. Los órganos de los pode-
res judiciales deben contar con el apoyo
financiero que guarde adecuada relación con
la importancia del servicio público que
prestan, pues de otra suerte se les inhabilita
para contribuir al mejoramiento de la admi-
nistración de justicia.

Por su parte, respecto a la adición al artículo


116, en la misma exposición se dispuso:

... es necesario, además, establecer las


bases constitucionales en relación a los pode-
res judiciales locales y proponer reformas a
los preceptos constitucionales que regulan
el Poder Judicial de la Federación.
La inclusión en nuestro texto constitucional
de las bases para la organización y funcio-
namiento de los poderes judiciales de los
estados es una aspiración, que esta inicia-
tiva hace suya y revitaliza, expresada desde
el voto particular de la minoría de la comi-
sión constituyente de 1842, recogida por Don
Venustiano Carranza en las ideas conteni-
das en su declaración de Veracruz de 1914,
y reiteradas en su discurso inaugural del
congreso constituyente de 1" de diciembre
de 1916, para consolidar un poder judicial
respetable, digno, vigoroso e independiente,
tanta en el ámbito federal como en el local.
Dado que nuestra Constitución cumple el
cometido de ser el estatuto nacional de los
estados que integran la federación, es nece-
sario que nuestra norma fundamental señale
las bases conforme a las cuales los poderes
judiciales de los estados, deban cumplir con
la relevante tarea de impartir justicia, en
condiciones de calidad similar en todo el
territorio nacional.
Las bases que se plantean en esta iniciativa
armonizan la necesidad de que los tribunales
de justicia cumplan plenamente con los
principios que se contienen en el artículo 17
constitucional que se propone, con el respe-
to al principio fundamental de la autonomía
constitucional de los Estados. Para ello, las
bases contienen la afirmación y los medios
para lograr la independencia del poder
judicial, calidad de la cual deben surgir los
restantes atributos de la impartición de jus-
ticia; y deja a las constituciones y leyes
locales, la regulación del poder judicial local,
para que ellas establezcan las especiales
características y modalidades que más se
adecuen a las particularidades geográficas,
etnográficas, demográficas y económicas de
cada entidad federativa.

Por otra parte, como se dijo antes, mediante


Decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 31 de diciembre de 1994, el párrafo
tercero de la fracción 111 del artículo 116 fue
reformado, y se derogó su párrafo quinto, para
quedar en los términos en que se encuentran
actualmente.
La palabra garantía proviene de garante; entre
sus acepciones destacan "efecto de afianzar lo
estipulado" y "cosa que asegura o protege
contra algún riesgo o n e ~ e s i d a d "Así,
. ~ ~en sen-
tido lato "garantía"equivale a "aseguramiento"
o "afianzamiento". Las nociones d e afian-
zamiento, aseguramiento y protección son
indisociables del concepto de garantías indi-
viduales, que son "derechos públicos subjetivos
consignados a favor de todo habitante de la
República que dan a sus titulares la potestad
de exigirlos jurídicamente a través de la ver-
dadera garantía d e los derechos públicos
fundamentales del hombre que la Constitu-
ción Política de los Estados Unidos Mexicanos
consigna, esto es, la acción constitucional de

~p

'' REAL ACADEMIA ESPANOLA, op. c i t . t. 1. p. 1117


amparo".43En el ámbito del derecho público,
el término "garantía"se refiere a diversos tipos
de seguridades o protecciones a favor del
gobernado dentro del Estado de derecho.44Las
garantías jurisdiccionales no deben confundirse
con las individuales, pues no representan
derechos públicos subjetivos a favor de todos
los gobernados; tampoco son garantías proce-
sales, es decir, las que se ocupan de las partes
en los litigios y dentro de las que pueden men-
cionarse, por ejemplo, el derecho de audiencia
y la celeridad en el proceso; antes bien, son pre-
visiones destinadas exclusivamente a los
impartidores de justicia, tendientes a mantener
la incorruptibilidad de su función.45

Héctor Fix-Zamudio y José Ramón Cossío


Díaz las definen como el "conjunto de instru-
mentos establecidos por las normas constitu-
cionales con el objetivo de lograr la indepen-
dencia y la imparcialidad del j ~ z g a d o r "y, ~ ~

4 V ~ s i P./T.
s 2/97. Semanario ludicial de la Federación v s u Gaceta. Novena
Epoca, t. V. en& de 1997. p. 5.
BURGOA. Ignacio. Las gararrtías individuales. 31a. ed., México. Porrúa.
1999. D. 161.
' V a s garantías de seguridad jurídica. ap. cit.. p. 102.
l b FIX~ZAMUDIO.Héctor y José Ramón Cossia Diar. El Poder Judicial en el

ordenamiento jurídica mexicano. México, Fondo de C u l t u r a Económica. 1996.


p. 31.
agregan que del concepto propuesto pueden
desprenderse sus tres elementos característicos:

1. Conjunto de instrumentos jurídicos: son


mecanismos o medios que se prevén
expresamente en normas jurídicas para
lograr una efectiva administración de
justicia.
2. Establecidos en el texto constitucional: las
garantías constitucionales se contem-
plan en la Norma Suprema del orde-
namiento jurídico mexicano, de ahí que
no puedan ser contravenidas por ninguna
otra norma inferior.
3. Buscan asegurar la independencia e impar-
cialidad de losJueces: la principal caracte-
rística de estas garantías es el fin que
persiguen, traducible en que los órganos
jurisdiccionales actúen con plena liber-
tad, únicamente sujetos a lo dispuesto
en las normas jurídicas, de modo que
mediante su establecimiento se dota a
éstos de ciertos elementos que les per-
mitan una labor independiente.

Con base en los capítulos de la primera parte


de esta obra, así como en lo recientemente pun-
tualizado, puede ofrecerse el siguiente concep-
to de garantías jurisdiccionales: conjunto de
prerrogativas y mecanismos de protección que el
orden jurídico establece a favor de los titulares
de todos los órganos jurisdiccionales, con miras a
lograr que actúen de manera independiente e irnpar-
cial en beneficio de los justiciables. La anterior
definición puede desglosarse así:

1. Conjunto de prerrogativas y mecanismos


de protección: son varios los elementos de
bienestar y seguridad comprendidos
dentro de ellas, como el derecho a regir-
se por un adecuado sistema de selección,
a gozar de estabilidad en el empleo, de
seguridad económica y de inmunidad,
entre otras.
2 . Establecidas a favor de los titulares de los
órganos jurisdiccionales: las señaladas
prerrogativas se establecen para forta-
lecer la administración de justicia y, por
tanto, con ellas se busca dotar a los
encargados de ella de las condiciones que
contribuyan a su adecuado desempeño.
3. Se consagran en beneficio de los justicia-
bles: si bien los titulares de las garantías
son los servidores públicos encargados
de la función jurisdiccional, es induda-
ble que la razón de ser de ellas es
salvaguardar el derecho de acceso a la
justicia; por tanto, a quien realmente
favorece su previsión es a la sociedad
entera, ya q u e mediante ellas se
garantiza una adecuada impartición
de justicia.

Conviene observar que estas prerrogativas


deben ser aplicables en todo el país, atendién-
dose a que no se establecen en virtud de la
persona del juzgador, sino de las funciones que
desempeña, de ahí que deban regir tanto en el
ámbito federal como en el

''Tesis P / J 101/2000. Semanarialudicialdela Federación ysu Gaceta. Novena


Época. t. XII. octubre de 2000. p. 32.
IV. LAS GARANT~AS
DEL DERECHO CONSTITUCIONAL
PROCESAL

E l jurista mexicano Héctor Fix-Zamudio,


basándose en el pensamiento de Eduardo J.
Couture, ha propugnado la existencia del
derecho constitucional procesal, que a su juicio es
una rama del derecho constitucional general y
"examina las categorías procesales, que cada
vez con mayor extensión consagran los orde-
namiento~constitucionales contemporáneos,
pero con alcance genérico, ya que se trata de
las instituciones, organismos y procesos para los
conflictos de todas las materias: civil, mercantil,
penal, administrativa, laboral, agraria, etcé-
tera".48Algunas de ellas figuraban aisladamente
en muchas constituciones, pero actualmente se
percibe una marcada tendencia a dar rango

'* FlX-ZAMUDIO. Héctor, "Breves reflexionCs sobre el concepto y contenido


del derecho constitucional procesal'. e n VVAA.. Estudias en honor de Hornberro
Román Palacios. México. Porrúa. 2005. p. 96.
constitucional a las categorías procesales de
mayor i m p ~ r t a n c i a . ~ ~

Se ha debatido la existencia del derecho


constitucional procesal, pues las garantías de
la Constitución se traducen en procesos, de ahí
que deban inscribirse en la rama procesal.50
Domingo García Belaunde rechaza la idea de
crear una nueva disciplina jurídica, dado que los
aspectos propiamente constitucionales -de
suyo procesales- del derecho procesal consti-
tucional pueden subsumirse en el derecho
constit~cional.~' A su vez, Fix-Zamudio sostiene
que sí se trata de una nueva rama del derecho
constitucional, vinculada con el procesalismo
científico, pero aclara que no ha sido estudiada
extensamente en cuanto a los tres aspectos esen-
ciales que involucra: a) jurisdicción, b) garan-
tías judiciales (ojurisdiccionales) y c) garantías
de las partes.52

"
FIX~ZAMUDIO.Héctor. Introducrión al derecho procesal canstitucional,
op. cit., p. 27.
"' RODRIGUEZ DOMÍNGUEZ. Elvito A,. "Derecho procesal constitucional.
Precisiones conceptuales". e n FERRER MAC-GREGOR. E d u a r d o (coard.).
op. cit.. t. l. p. 490.
GARCIA BELAUNDE. Domingo. Derrcho procesal coristitucional. Bogotá.
Themis. 2001. p. 13.
" FIX~ZAMUDIO.Héctor. "Breves reflexiones sobre el concepto y el conte-
nido del derecho procesal constitucional", e n FERRER MAC~GREGOR,Eduardo
(coord.). op. cit.. t . 1. pp. 2 8 4 ~ 2 8 5 .
La jurisdicción no debe entenderse en
sentido procesal, sino constitucional, como la
función pública tendiente a resolver las contro-
versias jurídicas entre partes con la interme-
diación de un órgano jurisdiccional, que fallará
imparcialmente. Por su lado, las garantías
judiciales son el conjunto de instrumentos esta-
blecidos en las normas constitucionales, con el
objeto de lograr la independencia y la impar-
cialidad de los órganos jurisdiccionales y que
poseen, además, un doble enfoque, pues al
mismo tiempo que se utilizan para fortalecer
las actividades de los miembros de la judica-
tura, también favorecen la situación de los jus-
ticiables, ya que la función jurisdiccional se ha
establecido en beneficio de estos últimos. Entre
dichas garantías judiciales de carácter institu-
cional, pueden señalarse varios instrumentos
aplicables a los miembros de la judicatura, rela-
tivos a: a) procedimiento de formación, selec-
ción y nombramiento; b) estabilidad; c) remu-
neración; d) responsabilidad, y e) autoridad de
los juzgado re^.^^ Por último, las garantías de las

i ' F I X ~ Z A M U D I O Hécror.
. Breves reflexiones sobre el concepto y contenido
del derecho constitucional procesal", e n VV.AA., Estudios en honor de Hurnberto
Rornán Palacios. México, Porrúa. 2005. pp. 101-102. El aspecto de la autoridad
no es tratado en esta obra.
partes son las que asisten a los justiciables
cuando defienden sus causas ante los órga-
nos jurisdic~ionales.~~

- -
"
FERRER MAC~GREGOR,Eduardo. "Aportaciones d e Héctor Fix~Zarnudio
al d e r e c h o procpsai constitucional". en FERRER MAC-GREGOR. E d u a r d o
(coord.), op. cit.. L. 1. p. 222: FIX~ZAMUDIO.Héctor y Salvador Valencia Car-
mona. Derecho constitucional niexica~oy comparado. 2a. ed.. México. Porrúa/
UNAM. 2001. pp. 221~233.
V. MARCO
CONSTITUCIONAL
Y LEGAL

E l primer fundamento constitucional de las


garantías jurisdiccionales es el artículo 17,
tercer párrafo, de la Constitución Federal, que
establece:

Art. 17

.. .
Las leyes federales y locales establecerán los
medios necesarios para que se garantice la
independencia de los tribunales y la plena
ejecución de sus resoluciones.

También debe aludirse a los numerales 94


a 100 de la propia Ley Fundamental, que con-
templan cuestiones relativas a la selección, esta-
bilidad en el empleo y seguridad econótnica de
los juzgadores.
En la parte conducente, tales dispositivos
prevén:

Articulo 94. Se deposita el ejercicio del Poder


Judicial de la Federación en una Suprema
Corte de Justicia, en un Tribunal Electoral,
en Tribunales Colegiados y Unitarios de Cir-
cuito y en Juzgados de Distrito.
La administración, vigilancia y disciplina
del Poder Judicial de la Federación, con
excepción de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, estarán a cargo del Consejo de
la Judicatura Federal en los términos que,
conforme a las bases que señala esta Consti-
tución, establezcan las leyes.
...
La remuneración que perciban por sus ser-
vicios los Ministros de la Suprema Corte, los
Magistrados de Circuito. los Jueces de Dis-
trito y los Consejeros de la Judicatura Fede-
ral, así como los Magistrados Electorales, no
podrá ser disminuida durante su encargo.
Los Ministros de la Suprema Corte de Jus-
ticia durarán en su encargo quince años, sólo
podrán ser removidos del mismo en los
términos del Titulo Cuarto de esta Constitu-
ción y, al vencimiento d e s u período,
tendrán derecho a un haber por retiro.
...
Articulo 95. Para ser electo Ministro de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
necesita:
1. Ser ciudadano mexicano por nacimiento,
en pleno ejercicio de sus derechos políticos
y civiles.
II. Tener cuando menos treinta y cinco años
cumplidos el día de la designación;
111. Poseer el día de la designación, con anti-
güedad mínima de diez años, título pro-
fesional de licenciado en derecho. expedido
por autoridad o institución legalmente facul-
tada para ello;
IV. Gozar de buena reputación y no haber
sido condenado por delito que amerite pena
corporal de más de un año de prisión; pero
si se tratare de robo, fraude, falsificación,
abuso de confianza y otro que lastime seria-
mente la buena fama en el concepto público,
inhabilitará para el cargo, cualquiera que
haya sido la pena.
V. Haber residido en el país durante los dos
años anteriores al día de la designación; y
VI. No haber sido secretario de estado, jefe
de departamento administrativo, Procura-
dor General de la República o de Justicia del
Distrito Federal, senador, diputado fede-
ral ni gobernador de algún Estado o Jefe del
Distrito Federal, durante el año previo al día
de su nombramiento.
Los nombramientos de los Ministros debe-
rán recaer preferentemente entre aquellas
personas que hayan servido con eficiencia,
capacidad y probidad en la impartición de
justicia o que se hayan distinguido por su
honorabilidad, competencia y antecedentes
profesionales en el ejercicio de la actividad
jurídica.
Artículo 96. Para nombrar a los Ministros de
la Suprema Corte de Justicia, el Presidente
de la República someterá una terna a con-
sideración del Senado, el cual, previa
comparecencia de las personas propuestas.
designará al Ministro que deba cubrir la
vacante. La designación se hará por el voto
de las dos terceras partes de los miembros del
Senado presentes, dentro del improrrogable
plazo de treinta días. Si el Senado no resol-
viere dentro de dicho plazo, ocupará el cargo
de Ministro la persona que, dentro de dicha
terna, designe el Presidente de la República.
En caso de que la Cámara de Senadores
rechace la totalidad de la terna propuesta,
el Presidente de la República someterá una
nueva, en los términos del párrafo anterior.
Si esta segunda terna fuera rechazada, ocu-
pará el cargo la persona que dentro de dicha
terna, designe el Presidente de la República.
Articulo 97. Los Magistrados de Circuito
y los Jueces de Distrito serán nombrados y
adscritos por el Consejo de la Judicatura
Federal, con base en criterios objetivos y de
acuerdo a los requisitos y procedimientos
que establezca la ley. Durarán seis afios en
el ejercicio de su encargo, al término de los
cuales, si fueran ratificados o prornovidos a
cargos superiores, sólo podrán ser priva-
dos de sus puestos en los casos y conforme
a los procedimientos que establezca la ley.

La Suprenia Corte de Justicia nombrará y


removerá a su secretario y demás funciona-
rios y empleados. Los Magistrados y jueces
nombrarán y removerán a los respectivos
funcionarios y empleados de los Tribuna-
les de Circuito y de los Juzgados de Distrito,
conforme a lo que establezca la ley respecto
de la carrera judicial.
...
Artículo 98. Cuando la falta de un Ministro
excediere de un mes, el Presidente de la Repú-
blica someterá el nombramiento d e un
Ministro interino a la aprobación del Senado,
observándose lo dispuesto en el articulo 96
de esta Constitución.
Si faltare un Ministro por defunción o por
cualquier causa de separación definitiva, el
Presidente someterá un nuevo nombramiento
a la aprobación del Senado, en los términos
del artículo 96 de esta Constitución.
Las renuncias de los Ministros de la Supre-
ma Corte de Justicia solamente procederán
por causas graves; serán sometidas al Ejecu-
tivo y. si éste las acepta, las enviará para su
aprobación al Senado.
.. .
Artículo 99. ...
...
Los Magistrados Electorales que integren la
Sala Superior y las regionales serán elegi-
dos por el voto de las dos terceras partes de
10s miembros presentes de la Cámara de Sena-
dores, o en sus recesos por la Comisión Per-
manente, a propuesta de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación. La ley señalará las
reglas y el procedimiento correspondientes.
Los Magistrados Electorales que integren la
Sala Superior deberán satisfacer los requisi-
tos que establezca la ley, que no podrán ser
menores a los que se exigen para ser Minis-
tro de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación y durarán en su encargo diez años
improrrogables. Las renuncias, ausencias y
licencias de los Magistrados Electorales de
la Sala Superior serán tramitadas, cubiertas
y otorgadas por dicha Sala, según corres-
ponda, en los términos del artículo 98 de esta
Constitución.
Los Magistrados Electorales que integren las
salas regionales deberán satisfacer los requi-
sitos que señale la ley, que no podrán ser
menores a los que se exigen para ser Magis-
trado de Tribunal Colegiado d e Circuito.
Durarán en su encargo ocho años improrro-
g a b l e ~ salvo
, si son promovidos a cargos
superiores.
Articulo 100. El Consejo de la Judicatura
Federal será un órgano del Poder Judicial de
la Federación con independencia técnica,
de gestión y para emitir sus resoluciones.

La ley establecerá las bases para la forma-


ción y actualización de funcionarios, así
como para el desarrollo de la carrera judicial.
la cual se regirá por los principios de exce-
lencia, objetividad, imparcialidad, profesio-
nalismo e independencia.
Las decisiones del Consejo serán definitivas
e inatacables y, por lo tanto, no procede juicio
ni recurso alguno, en contra de las mismas,
salvo las que se refieran a la designación,
adscripción, ratificación y remoción d e
magistrados y jueces, las cuales podrán ser
revisadas por la Suprema Corte d e Justi-
cia, únicamente para verificar que hayan
sido adoptadas conforme a las reglas que
establezca la ley orgánica respectiva.

Por su parte, el fundamento de las garan-


tías jurisdiccionales en el ámbito local es la
fracción 111 del artículo 116 constitucional:
Articulo 116. El poder público de los estados
se dividirá, para su ejercicio, en Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, y no podrán reunirse
dos o más de estos poderes en una sola
persona o corporación, ni depositarse el
legislativo en un solo individuo.
Los poderes de los Estados se organizarán
conforme a la Constitución de cada uno de
ellos, con sujeción a las siguientes normas:
...
111. El Poder Judicial de los Estados se ejer-
cerá por los tribunales que establezcan las
Constituciones respectivas.
La independencia d e los magistrados y
jueces en el ejercicio de sus funciones deberá
estar garantizada por las Constituciones y
las Leyes Orgánicas d e los Estados, las
cuales establecerán las condiciones para el
ingreso, formación y permanencia de quienes
sirvan a los Poderes Judiciales d e los
Estados.
Los Magistrados integrantes de los Poderes
Judiciales Locales, deberán reunir los requi-
sitos señalados por las fracciones 1 a V del
articulo 95 de esta Constitución. No podrán
ser Magistrados las personas que hayan ocu-
pado el cargo de Secretario o su equivalente,
Procurador de Justicia o Diputado Local, en
sus respectivos Estados, durante el año
previo al día de la designación.
Los nombramientos de los magistrados y
jueces integrantes de los Poderes Judiciales
Locales serán hechos preferentemente entre
aquellas personas que hayan prestado sus
servicios con eficiencia y probidad en la
administración de justicia o que lo merezcan
por su honorabilidad, competencia y antece-
dentes en otras ramas d e la profesión
jurídica.
Los magistrados durarán en el ejercicio de
s u encargo el tiempo q u e señalen las
Constituciones Locales, podrán ser reelec-
tos, y si lo fueren, sólo podrán ser privados
de sus puestos en los términos que deter-
minen las Constituciones y las Leyes d e
Resporisabilidades de los Servidores Públi-
cos de los Estados.
Los magistrados y los jueces percibirán una
remuneración adecuada e irrenunciable, la
cual no podrá ser disminuida durante su
encargo.

Por último, en cuanto a la legislación


secundaria debe mencionarse a la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación (LOPJF), así
como a las leyes orgánicas de los Poderes Judi-
ciales de los Estados de la República, por ser
en ellas donde se reglamenta lo dispuesto en
los preceptos constitucionales transcritos.
VI. CLASIFICACI~N
DE LAS
GARANT~ASJURISDICCIONALES

A través de tesis jurisprudenciales y aisladas,


la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha
pronunciado sobre las garantías en estudio.
Aunque dichas tesis se hayan referido, sobre
todo, a los Jueces y Magistrados de los Poderes
Judiciales locales, su contenido puede hacerse
extensivo a los juzgadores federales, de acuerdo
con la normativa aplicable a éstos.

A fin de ofrecer una clasificación idónea


de estas garantías, conviene tomar en cuenta lo
señalado en los dos capítulos precedentes -es
decir, el régimen constitucional y legal que
les corresponde y la clasificación ofrecida por
Fix-Zamudio, propugnador del derecho consti-
tucional procesal-, así como la doctrina juris-
prudencial. Como se ha visto, de los artículos
17, 94 a 100 y 116 de la Constitución Federal,
93
de los artículos correspondientes de las leyes
orgánicas del Poder Judicial de la Federación
y de los Poderes Judiciales locales, y del aporte
doctrinario de Fix-Zamudio, las garantías juris-
diccionales pueden clasificarse así:

a) Procedimiento de formación, selección


y nombramiento;
b) Estabilidad:
c) Remuneración:
d) Responsabilidad, y
e) Autoridad de los juzgadores.

Los criterios de la Suprema Corte de Justi-


cia en la materia han abordado esta clasifi-
cación, a u n q u e d e manera específica res-
pecto de los Poderes Judiciales locales; la tesis
P . / J . 101/200055 a l u d e a los sistemas d e
nombramiento; el ingreso, la formación y la
permanencia en el cargo; la seguridad econó-
mica y la estabilidad laboral. A propósito de la
selección y el nombramiento, el Pleno del Alto
Tribunal emitió el siguiente criterio:
DESIGNACIÓN DE JUECES DE DISTRITO.
PUEDE HACERSE VÁLIDAMENTEME-
DIANTE CONCURSOS DISTINTOS A LOS
DE OPOSICIÓN, EN CASOS EXCEPCIO-
NALES, SIEMPRE Y CUANDO SE RESPE-
TEN LOS PRINCIPIOS RECTORES DE LA
CARRERA JUDICIAL. Si bien es cierto que
no existe una disposición expresa en la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
en la que sacramentalmente se establezca
que el Consejo d e la Judicatura Federal
puede disponer una forma distinta de los
concursos de oposición, para llevar a cabo
la designación de Jueces de Distrito, también
es verdad que, p o r ' u n lado, tampoco se
advierte que en los preceptos que regulan
el ingreso a la carrera judicial. se emplee
alguna frase o expresión por la que se ponga
de manifiesto que única y exclusivamente
a través de ese tipo de concursos se pueda
llevar a cabo la selección y nombramiento
de Jueces de Distrito y, por otra parte, no
puede perderse de vista que generalmente
el legislador emite las normas para regular
supuestos ordinarios, y no supuestos d e
excepción, por lo que al presentarse éstos,
ante la necesidad de darles solución, dentro
del marco de atribuciones legales de la
autoridad competente, y en todo momento
con pleno respeto a los principios rectores
de la actividad que se realiza, se les debe
solucionar. Atento a lo anterior, ante la
actualización de un supuesto de excepción
que lo amerite, el Consejo de la Judicatura
Federal, con apoyo en sus atribuciones gene-
rales, como son las de estar a cargo de la
administración, vigilancia y disciplina del
Poder Judicial de la Federación (articulo 94,
párrafo segundo, constitucional), y de estar
facultado para expedir acuerdos generales
para el adecuado ejercicio de sus funcio-
nes (articulo 100, párrafo octavo. constitu-
cional, y 81, fracción 11, de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación), estará
facultado para emitir e1 acuerdo general y
la convocatoria respectiva, para la designa-
ción de Jueces de Distrito, teniendo como
únicas limitantes, el fundar y motivar en sus
resoluciones el supuesto de excepción, así
como la de mirar en todo momento por el
pleno respeto a los principios rectores de la
carrerajudicial contemplados, por los artícu-
los 100, párrafo séptimo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, y
105 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación, a través de medidas que
permitan atender la excelencia, profesiona-
lismo, objetividad, imparcialidad, indepen-
dencia, y antigüedad que deben regir la
carrera judicial. como por ejemplo, dirigiendo
la convocatoria únicamente a los integran-
tes de la categoría más cercana a la de los
puestos que se pretende cubrir, por estimar
que ello hace suponer una mayor prepa-
ración de sus integrantes para el puesto a
que se aspira, en relación a los que forman
las restantes categorías; y aunado a lo ante-
rior, a través de la fijación de otros pará-
metros para la selección de los candidatos,
y la designación final, tales como el
desempeño en la categoría en que se encuen-
tran los aspirantes, la antigüedad en el
cargo, la antigüedad en el Poder Judicial de
la Federación, el número de cargos desem-
peñados en el Poder Judicial de la Federa-
ción, los estudios realizados por el intere-
sado y las necesidades del

Por lo que hace a la estabilidad, la tesis


P./J. 9/2002 señala:

INDEPENDENCIA JUDICIAL. LOS AR-


TÍCULOS 69 DE LA CONSTITUCI~NY 78
DE LA LEY ORGÁNICA DEL PODER
JUDICIAL, AMBAS DEL ESTADO DE
JALISCO, TRANSGREDEN AQUELLA

16
Tesis P . 11/2001. Semanario Judicial de la Federacidn y su Gaceta. Novena
Época. t. XIII. abril de 2001, p. 327.
GARANTÍA, EN CUANTO PREVÉN UN
SISTEMA QUE NO ESTABLECE LA POSI-
BILIDAD DE R E E L E C C I ~ NDE LOS
MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL ELECTO-
RAL DE ESA ENTIDAD (DECRETO PUBLI-
CADO EN EL P E R I ~ D I C OOFICIAL DE LA
ENTIDAD DE DIECISIETE DE JULIO DE
DOS MIL UNO). El artículo 56 d e la Consti-
tución Política del Estado d e Jalisco deter-
mina que el ejercicio del Poder Judicial de
la entidad se deposita, entre otros, en el Tri-
bunal Electoral, d e manera que este órgano
al formar parte d e aquel poder. por haberlo
establecido así el Estado d e Jalisco en ejer-
cicio d e s u soberanía, queda sujeto a las
reglas previstas en la fracción 111del artículo
116 d e la Constitución Política de los Esta-
dos Unidos Mexicanos, a fin de garantizar
la independencia judicial en la administra-
ción d e justicia local, entre las que se encuen-
tra la relativa a la estabilidad o seguridad
en el ejercicio del cargo de los Magistrados d e
los tribunales q u e integren los Poderes
Judiciales Locales, como lo es el citado tribu-
nal, y que supone, además d e la determina-
ción en la Constitución Local del tiempo d e
duración en el ejercicio del cargo, el estable-
cimiento d e la posibilidad de su ratificación
al término del mismo, como presupuestos
para obtener su inamovilidad. En congruen-
cia con lo anterior, se concluye que los
artículos 69 de la Constitución y 78 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. ambas del
Estado de Jalisco, reformados por el decre-
to especificado, en cuanto prevén un sistema
que no contempla la posibilidad de reelec-
ción de los aludidos Magistrados para el
periodo inmediato siguiente a la termina-
ción del de su encargo, transgreden la garan-
tía de independencia judicial de los tribu-
nales locales consagrada en los artículos 17
y 116, fracciones 111 y IV, inciso c), de la
Constitución Federal.57

Sobre la remuneración conviene citar este


criterio:

PODERES JUDICIALESLOCALES. LA LIMI-


TACIÓNDE SU AUTONOMÍAEN LA GES-
TIÓN PRESUPUESTAL IMPLICA VIO-
LACIÓNAL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE
PODERES. La autonomía de la gestión pre-
supuesta1 constituye una condición necesa-
ria para que los Poderes Judiciales Locales
ejerzan sus funciones con plena independen-
cia, pues sin ella se dificultaría el logro de

Tesis: P / J . 9/2002. SernanariaJudicial de la Federación y su Gaceta. Novena


Época. t . XV. febrero de ZflflZ. p. 592.
la inmutabilidad salarial (entendida como
remuneración adecuada y no disminuible),
el adecuado funcionamiento de la carrera
judicial y la inamovilidad de los juzgadores,
además, dicho principio tiene su funda-
mento en el artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
que estatuye la garantía de expeditez en la
administración de justicia, su gratuidad y
la obligación del legislador federal y local
de garantizar la independencia de los tribu-
nales, cuestiones que difícilmente pueden
cumplirse sin la referida autonomía presu-
puestal. Así, si se tiene en cuenta que la
mencionada autonomía tiene el carácter de
principio fundamental d e independencia
de los Poderes Judiciales Locales, es evidente
que no puede quedar sujeta a las limitacio-
nes de otros poderes, pues ello implicaría
violación al principio de división de poderes
que establece el artículo 116 constitu~ional.~~

El rubro de la responsabilidad también ha


sido tratado jurisprudencialmente, como lo
demuestra la tesis P./J. 106/2000:

id Tesis P . / ] 83/2004. SernanarioJudicial de la Federación y su Careta. Novena

Época. t. XX. septiembre de 2004. p. 1187.


INAMOVILIDAD JUDICIAL. NO SOLO
CONSTITUYE UN DERECHO DE SEGURI-
DAD O ESTABILIDAD DE LOS MAGIS-
TRADOS DE LOS PODERES JUDICIALES
LOCALES QUE HAYAN SIDO RATIFICA-
DOS EN SU CARGO SINO, PRINCIPAL-
MENTE, UNA GARANTÍA A LA SOCIE-
DAD DE CONTAR C O N SERVIDORES
IDÓNEOS. La inamovilidad judicial, como
uno de los aspectos del principio de seguri-
dad o estabilidad en el ejercicio del cargo
d e Magistrados d e los Poderes Judiciales
Locales. consagrado en el artículo 116, frac-
ción 111, de la Carta Magna, se obtiene una
vez que se han satisfecho dos condiciones:
a) el ejercicio del cargo durante el tiempo
señalado en la Constitución Local respectiva
y b) la ratificación en el cargo, que supone
que el dictamen de evaluación en la función
arrojó como conclusión que se trata d e la
persona idónea para desempeñarlo. La ina-
movilidad así adquirida y que supone que
los Magistrados que la han obtenido "sólo
podrán ser privados d e sus puestos en los
términos que determinen las Constituciones
y Leyes d e Responsabilidades d e los Ser-
vidores Públicos de los Estados", constituye
no sólo un derecho del funcionario, pues no
tiene como objetivo fundamental su protec-
ción, sino, principalmente, una garantía d e
la sociedad de contar con Magistrados inde-
pendientes y de excelencia que realmente
hagan efectivos los principios que en mate-
ria de administración de justicia consagra
nuestra Carta Magna, garantía que no puede
ponerse en tela de juicio bajo el planteamien-
to de que pudieran resultar beneficiados
funcionarios sin la excelencia y diligencia
necesarias, pues ello no sería consecuen-
cia del principio de inamovilidad judicial
sino de un inadecuado sistema de evalua-
ción sobre su desempeño que incorrec-
tamente haya llevado a su ratificación. De ahí
la importancia del seguimiento de la actua-
ción de los Magistrados que en el desem-
peño de su cargo reviste y de que el acto de
ratificación se base en una correcta evalua-
ción, debiéndose tener presente, además,
que la inamovilidad judicial no es garantía
de impunidad, ni tiene por qué propiciar que
una vez que se obtenga se deje de actuar con
la excelencia profesional, honestidad invul-
nerable y diligencia que el desempeño del
cargo exige, en tanto esta garantía tiene sus
límites propios, ya que implica no sólo suje-
ción a la ley, sino también la responsabilidad
del juzgador por sus actos frente a la ley, de
lo que deriva que en la legislación local
deben establecerse adecuados sistemas de
vigilancia de la conducta de los Magistrados
y de responsabilidades tanto administrati-
vas como penales, pues el ejercicio del cargo
exige que los requisitos constitucionalmente
establecidos para las personas que lo ocupen
no sólo se cumplan al momento de su desig-
nación y ratificación, sino que deben darse
de forma continua y permanente, prevale-
ciendo mientras se desempeñen en el cargo.59

Ahora bien, en el presente trabajo se estu-


diarán las garantías jurisdiccionales de acuerdo
con la siguiente clasificación, derivada de los
antecedentes doctrinales y jurisprudenciales
explicados anteriormente:

1. Sistema de selección y ascensos (carrera


judicial, procedimientos de selección,
adscripción y readscripción, forma-
ción y actualización y ascensos).
2 . Seguridad en el ejercicio del cargo
(duración, ratificación, inamovilidad y
responsabilidades).
3. Seguridad económica.
4. Fuero.

~. --
a lla Federación y su Gaceta. Novena Época, t. XII. octubre
5 ~ ~ r n a n a r i a l u d i c ide
de 2000. p. 8.
VI l .ANÁLISIS PORMENORIZADODE
LAS GARANT~ASJURISDICCIONALES

A. Sistema de selección y ascensos

H a s t a hace pocos años, en el ordenamiento


jurídico mexicano no se preveían, en general,
mecanismos obligatorios de preparación y
selección de juzgadores, como las escuelas judi-
ciales y los exámenes de oposición. Para ser
Juez o Magistrado bastaba contar con título de
licenciado en derecho y cierto tiempo de expe-
riencia profesional, además de gozar de buena
reputación. Sin embargo, el establecimiento de
un sistema adecuado para designar y promover
a los miembros de los órganos jurisdiccionales
ha adquirido el rango de garantía jurisdiccional
y constituye un factor sine qua non para que los
entes encargados de impartir justicia estén en
aptitud plena de resolver, objetiva e imparcial-
mente, las controversias sometidas a su
conocimiento.
105
Es necesario que, además de establecerse
los requisitos que deben satisfacer los intere-
sados para su eventual designación, el marco
jurídico rector de los órganos jurisdiccionales
prevea que dichas instituciones cuenten con un
adecuado procedimiento de selección y ascen-
sos que asegure la responsabilidad propia de
toda función pública y, por otro lado, impida
que su conformación responda a intereses par-
ticulares o a factores subjetivos.

Estas garantías se refieren a que no deben


tomarse en cuenta criterios subjetivos para
hacer las designaciones y promociones de los
juzgadores, sino parámetros objetivos que den
seguridad a quienes pretenden obtener un
cargo jurisdiccional. Además, mediante ellas
se garantiza la independencia judicial, al no
existir vínculo alguno entre quien designa y
quien es designado. Las personas a seleccionar
no tienen que pertenecer a un determinado
sector o clase social. En la ley no se contemplan
restricciones iniciales determinadas por ele-
mentos propios de los aspirantes, sino que
están en posibilidad de ocupar el cargo quienes
satisfagan los requisitos generales señalados
por la propia ley. Actualmente, con la creación
de los Consejos de la Judicatura y la introduc-
ción de la carrera judicial formal, tanto en el
ámbito federal como en la mayoría de las enti-
dades federativas, ha cambiado sustancial-
mente la forma de ingresar y ascender en la
judicatura.

1. La carrera judicial

El término "carrerajudicial" remite a los méto-


dos de ingreso y promoción de los servidores
públicos de carácter jurisdiccional del Poder
JudiciaLGO En un Estado de derecho es incon-
cebible un Poder Judicial sin un sistema de
carrera judicial normado por criterios democrá-
ticos. En México la carrera judicial se elevó a
rango constitucional por la iniciativa de refor-
mas a diversos artículos constitucionales
presentada por el Presidente de la República
al Senado el 5 de diciembre de 1994, la cual,
después de ciertas adecuaciones y mejoras,

'O
Articulo 105 d e la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
fue aprobada y publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 31 de diciembre del propio año,
fijándose a partir de ese momento en el artículo
100 constitucional.

En este precepto, relativo al Consejo de la


Judicatura Federal, órgano del Poder Judicial
de la Federación encargado de la administra-
ción, vigilancia, disciplina y carrera judicial de
dicho Poder -salvo de la Suprema Corte y del
Tribunal Electoral-, se establece que la ley
fijará las bases para formar y actualizar a los
funcionarios judiciales, así como para desarro-
llar la carrera judicial, regida por los principios
de excelencia, objetividad, imparcialidad, pro-
fesionalismo e independencia.

Asimismo, en el segundo párrafo del


artículo 116 de la Norma Fundamental se esta-
blece que las Constituciones y las Leyes Orgáni-
cas de las entidades federativas deben establecer
las condiciones para el ingreso, formación y
permanencia de quienes sirvan a los Poderes
Las i uJ ~ i s o i c c i o ~ n ~ ~ <
~ARANT~A 109

Judiciales de los Estados, siendo ésta la base


de la carrera judicial local.

Por "carrera judicial" se entiende el "con-


junto de los funcionarios que integran la magis-
tratura".'jlDoctrinalmente, la carrera judicial se
ha conceptuado así:

Un conjunto de normas por virtud de las


cuales el desempeño de los cargos jurisdic-
cionales y las posibilidades de movilidad
(horizontal o vertical) en la organización
jurisdiccional (selección, ingreso, adscrip-
ción, readscripción, promoción y remune-
ración) dependen de los resultados obtenidos
en concursos o de la acumulación de años de
servicio y/o de méritos como juzgador,62

Guillermo Cabanellas la considera un


"régimen en el que el ingreso y progresión a la
judicatura están sometidos a una disciplina de
méritos y antigüedad, y a un conjunto de nor-
mas que regulan la actuación personal del
funcionario".63

" REAL ACADEMIA ESPANOLA, op. cit.. t. 1. p. 462.


"' COSSÍO DíAZ, José Ramón. op. cit.. pp. 88 y 89.
CABANELLAS DE LA TORRE. Guillermo, Diccianario enciclopédico d~
dprecha usual, vol. 11. 2 7 a ed.. Buenos Aires. Heliasta, 2001, p . 67.
Los elementos que deben actualizarse para
que pueda hablarse de la existencia de una
carrera judicial son:64

a. La permanencia o continuidad e n la
función de juzgar;
b. Los nombramientos para ocupar los car-
gos, que tengan el carácter de definitividad;
c. Una profesión jurídica especial; y
d. Un cuerpo con conocimientos propios de
su actividad.

Por tanto, la carrera judicial implica un sis-


tema basado en el establecimiento de paráme-
tros y principios objetivos que rigen aspectos
como la selección, permanencia, ascenso y
remoción de los funcionarios jurisdiccionales,
a fin de evitar la existencia de factores políti-
cos o de otra índole en el desarrollo de la
actividad judicial. Con distintas modalidades
y variantes, la existencia de la carrera judicial
implica la necesidad de cursar programas espe-
ciales de formación y preparación para la

" CELIS QUINTAL, Marcos Alejandro. La constirucionaliiaciUn de las


g a r a n t í a s jurisdiccionales. e n h t t p : / / w w w . s c j n . g o h . m x / r e f o r m a ~ F o r o /
Verpropuestal .asp?P=2936
función judicial y, de manera más destacada,
la aprobación de diversos exámenes teóricos o
prácticos en el marco de un sistema de con-
cursos de oposición tanto internos como libres.

2 . Principios rectores de la carrera judicial

De conformidad con el artículo 100 constitu-


cional, la carrera judicial se rige por los princi-
pios de independencia, imparcialidad, objeti-
vidad, profesionalismo y excelencia, abordados
detalladamente en el Código de Ética del Poder
Judicial de la Federación'j5 en estos términos:

Capítulo 1
Independencia
1. Es la actitud del juzgador frente a influen-
cias extrañas al Derecho, provenientes del
sistema social. Consiste en juzgar desde la
perspectiva del derecho y no a partir de
presiones o intereses extraños a aquél. Por
tanto, el juzgador:
1.1.Rechaza cualquier tipo de recomenda-
ción que tienda a influir en la tramitación o

--
'' Aprobado por los Plenos de la Suprema Corle de Justicia de la Nacion y
del Conseja d e la Judicatura Federal. y por la Sala Superior del Tribunal Electo-
ral del Poder Judicial de la Federación en agosto de 2004.
resolución de los asuntos que se sometan
a su potestad, incluso las que pudieran pro-
venir de servidores del Poder Judicial de la
Federación.
1.2. Preserva el recto ejercicio de su fun-
ción denunciando cualquier acto que tienda
a vulnerar su independencia.
1.3. Evita involucrarse en actividades o
situaciones que puedan directa o indirecta-
mente afectar su independencia.
1.4. Se abstiene de recomendar, insinuar
o sugerir, con un fin ilegítimo, el sentido en
que deben emitir los demás juzgadores
cualquier determinación judicial que tenga
efecto sobre la resolución de un asunto.

Capítulo 11
Imparcialidad
2. Es la actitud del juzgador frente a influen-
cias extrañas al Derecho, provenientes de las
partes en los procesos sometidos a su potes-
tad. Consiste en juzgar, con ausencia abso-
luta de designio anticipado o de prevención
a favor o en contra de alguno de los justicia-
bles. Por tanto, el juzgador:
2.1. Evita conceder ventajas o privilegios
ilegales a cualquiera de las partes.
2.2. Rechaza cualquier dádiva que pro-
venga de alguna de las partes o de terceros.
2.3. Evita hacer o aceptar invitaciones en
las que el propio juzgador considere que
se verá comprometida su imparcialidad.
2.4. Se abstiene de citar a las partes o
personas vinculadas con ellas, fuera de las
oficinas del órgano jurisdiccional en el que
ejerza su función.
2.5. Se abstiene de emitir cualquier opinión
que implique prejuzgar sobre un asunto.

Capítulo 111
Objetividad
3. Es la actitud del juzgador frente a influen-
cias extrañas al Derecho, provenientes de sí
mismo. Consiste en emitir sus fallos por las
razones que el Derecho le suministra. y no
por las que se deriven de su modo personal
de pensar o de sentir. Por tanto, el juzgador:
3.1. Al emitir una resolución, no busca
reconocimiento alguno.
3.2. Al tomar sus decisiones en forma indi-
vidual o colegiada, buscará siempre la reali-
zación del derecho frente a cualquier
beneficio o ventaja personal.
3.3. Si es integrante de un órgano jurisdic-
cional colegiado, trata con respeto a sus
pares, escucha con atención y apertura de
entendimiento sus planteamientos y dialoga
con razones y tolerancia.
3.4. Procura actuar con serenidad de
ánimo y equilibrio interno, a fin de que sus
decisiones estén desprovistas de aprensio-
nes y prejuicios.

Capítulo IV
Profesionalismo
4. Es la disposición para ejercer de manera
responsable y seria la función jurisdiccional,
con relevante capacidad y aplicación. Por
tanto, el juzgador:
4.1. Se abstiene de cualquier acto que
pueda mermar la respetabilidad propia de
su cargo, tanto en el ámbito público como
en el privado.
4 . 2 . Actualiza permanentemente s u s
conocimientos jurídicos estudiando los pre-
cedentes y jurisprudencia, los textos legales,
sus reformas y la doctrina relativa.
4.3. Procura constantemente acrecentar su
cultura en las ciencias auxiliares del Derecho.
4.4. Estudia con acuciosidad los expedien-
tes y proyectos en los que deba intervenir.
4.5 Funda y motiva sus resoluciones,
evitando las afirmaciones dogmáticas.
4.6. Dedica el tiempo necesario para el
despacho expedito de los asuntos de su
juzgado o tribunal.
4.7. Asume responsable y valerosamente
las consecuencias de sus decisiones.
4.8. Acepta sus errores y aprende de ellos
para mejorar su desempeño.
4.9. Guarda celosamente el secreto pro-
fesional.
4.10. Lleva a cabo por sí mismo las fun-
ciones inherentes e indelegables de su cargo.
4.11. Trata con respeto y consideración a
sus subalternos.
4.12. Escucha con atención y respeto los
alegatos verbales que le formulen las partes.
4.13. Trata con amabilidad y respeto a los
justiciables.
4.14. Administra con diligencia, esmero
y eficacia el órgano jurisdiccional a su cargo.
4.15. Cumple puntualmente con el deber
de asistir a su tribunal o juzgado.
4.16. Sabe llevar el cumplimiento de su
deber hasta el límite de sus posibilidades, y
separarse de su cargo, cuando su estado de
salud u otros motivos personales, no le per-
mitan desempeñar eficientemente s u s
funciones.
4.17. Se abstiene de emitir opiniones sobre
la conducta de sus pares.
4.18. Cumple con sus deberes de manera
ejemplar para que los servidores públicos a
su cargo lo hagan de la misma manera en
los que les correspondan.
4.19. Busca con afán que sus acciones
reflejen la credibilidad y confianza propias
de su investidura.
Capítulo V
Excelencia
5. El juzgador se perfecciona cada día para
desarrollar las siguientes virtudes judiciales:
5.1. Humanismo: En cada momento de su
quehacer está consciente de que las leyes
se hicieron para servir al hombre, de modo
tal que la persona constituye el motivo pri-
mordial de sus afanes.
5.2. Justicia: En cada uno de los asuntos
sometidos a su potestad, se esfuerza por dar
a cada quien lo que le es debido.
5.3. Prudencia: En su trabajo jurisdiccio-
nal y en las relaciones con sus colaboradores,
recoge la información a s u alcance con
criterios rectos y objetivos; consulta deteni-
damente las normas del caso, pondera las
consecuencias favorables y desfavorables
que puedan producirse por su decisión, y
luego toma ésta y actúa conforme a lo
decidido.
5.4. Responsabilidad: Asume plenamente
las consecuencias de sus actos, resultado
de las decisiones que tome, procurando que
sus subordinados hagan lo mismo.
5.5. Fortaleza: En situaciones adversas,
resiste las influencias nocivas, soporta las mo-
lestias y se entrega con valentía para vencer
las dificultades y cumplir con su función
jurisdiccional.
5.6. Patriotismo: Tributa al Estado Mexi-
cano el honor y servicio debidos, defen-
diendo el conjunto de valores que, como
juzgador federal del Estado Mexicano,
representa.
5.7. Compromiso social: Tiene presen-
tes las condiciones de iniquidad que han
afectado a una gran parte de la sociedad a
lo largo de nuestra historia, y advierte que la
confianza y el respeto sociales que merezca
serán el resultado de un trabajo dedicado,
responsable y honesto.
5.8. Lealtad: Acepta los vínculos implíci-
tos en su adhesión a la Institución a la que
pertenece, de tal modo que refuerza y pro-
tege, en su trabajo cotidiano, el conjunto de
valores que aquélla representa.
5.9. Orden: Mantiene la adecuada organi-
zación y planificación en el trabajo a su
cargo.
5.10. Respeto: Se abstiene de lesionar los
derechos y dignidad de los demás.
5.1 1. Decoro: Cuida que su comportamien-
to habitual tanto en su vida pública como
privada, esté en concordancia con el cargo
y función que desempeña.
5.12. Laboriosidad: Cumple diligente-
mente sus obligaciones de juzgador.
5.13. Perseverancia: Una vez tomada una
decisión, lleva a cabo los actos necesarios
para su cumplimiento, aunque surjan difi-
cultades externas o internas.
5.14. Humildad: Es sabedor de s u s
insuficiencias, para poder superarlas, y
también reconoce sus cualidades y capaci-
dades que aprovecha para emitir de la
mejor manera posible sus resoluciones, sin
pretender llamar la atención ni esperar
reconocimientos.
5.15. Sencillez: Evita actitudes que deno-
ten alarde de poder.
5.16. Sobriedad: Guarda el justo medio
entre los extremos y evita actos de ostenta-
ción que vayan en demérito de la respe-
tabilidad de su cargo.
5.17. Honestidad: Observa un compor-
tamiento probo, recto y honrado.

En cuanto a la carrera judicial en el ámbito


local, conviene recordar el criterio plasmado en
la tesis P./J. 15/2006, donde el Pleno de la Corte
determinó los principios constitucionales con
que deben contar los Poderes Judiciales locales
para lograr su autonomía e independencia;
en este sentido, toca a cada entidad federativa
establecer normativas para establecer "la carre-
ra judicial, debiéndose fijar las condiciones para
el ingreso, formación y permanencia de los
funcionarios judiciales". Ahora bien, como ha
aclarado el Alto Tribunal, "en caso de que
en algún Estado de la República no se encuen-
tren contemplados (los principios para lograr
la autonomía judicial), ello no significa que el
Poder Judicial de dicho Estado carezca de prin-
cipios a su favor, toda vez que al estar previs-
tos en la Constitución Federal son de obser-
vancia obligatoria".

3. Criterios para selección y ascensos

Paulatinamente se han perfeccionado los pro-


cedimientos para lograr que la designación de
los titulares de los órganos jurisdiccionales
recaiga en profesionistas idóneos para desem-
peñar funciones que implican la aplicación
de normas jurídicas a casos concretos
controvertidos.

La Constitución Federal establece que la


ley fijará las bases para el ingreso, formación,
actualización y permanencia de los funciona-
rios jurisdiccionales, así como para desarrollar
la carrera judicial.66Sin embargo, antes de
señalar los mecanismos para incorporarse a la
función jurisdiccional, vale mencionar algu-
nas de las cualidades que deben poseer quienes
decidan entregarse a ella:'j7

a) Capacidad intelectual reconocida.


b) Conocimiento de la teoría y la práctica del
derecho.
c) Probidad.
d) Laboriosidad.
e) Imparcialidad.

Los aspirantes a juzgadores deben también


satisfacer los requisitos impuestos por la Cons-
titución y las leyes. Por ejemplo, en el artículo
95 constitucional se establecen aquellos que
deben cubrirse para ocupar el cargo de Minis-
tro d e la Suprema Corte d e Justicia d e la
Nación; mientras que en la LOPJF (artículo 106)
se establecen los que han de cumplir quienes
aspiren a los cargos de Magistrado de Circuito
y Juez de Distrito.

Articulo 105 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.


ARELLANO GARCfA, Carlos. op. cit.. pp. 366-367.
Pero no sólo con poseer estas cualidades y
requisitos puede accederse a puestos jurisdic-
cionales, ya que, dependiendo del sistema
jurídico de que se trate, existen métodos distin-
tos para nombrar Jueces. Cipriano Gómez Lara68
distingue cinco sistemas de nombramiento de
Juzgadores:

1. Nombramiento por el Poder Ejecutivo,


donde el rey, el primer ministro o el jefe
de Estado hace las designaciones.
2 . Nombramiento por el Poder Legislativo.
Aquí, es un cuerpo colegiado el que hace
las designaciones, con la ligera desven-
taja de que los miembros de dicho
cuerpo son políticos y de que se corre el
riesgo de dejar al Poder Judicial falto de
autonomía.
3. Nombramiento por el Poder Judicial.
El sistema más recomendable pues,
mediante él, el Poder Judicial mantiene
su autonomía e independencia.
4. Sistema mixto. Aquí se produce la inter-
vención de dos Poderes para el nom-
bramiento de los funcionarios judiciales.

" GOMEZ LARA, Ciprian?. Teoría general del proceso. op. cit.. pp. 163~165
citado por ARELLANO GARCIA. Carlos. op. cit., pp. 3 8 0 ~ 3 8 2 .
Esto se da en México en el caso de los
Ministros de la Corte, por ejemplo,
quienes son designados por el Presi-
dente de la República (Poder Ejecutivo)
con aprobación del Senado (Poder
Legislativo).
5. Nombramiento por elección o voto
popular. que consiste en que la ciuda-
danía elige a sus Jueces. Este sistema
tiene lugar en algunos puntos de los
Estados Unidos de América y en Suiza.

En México existen diversos mecanismos


para seleccionar a los funcionarios judiciales.
El sistema mixto sólo es aplicable, en el ámbito
federal, en lo tocante a los altos funcionarios
del Poder Judicial: Ministros de la Suprema
Corte de Justicia, algunos Consejeros de la Judi-
catura Federal y los Magistrados del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En cuanto a Jueces y Magistrados federales, son
nombrados por el Consejo de la Judicatura
Federal con base en exámenes de oposición y
oposición libre, tratándose en este caso, según
la clasificación de Gómez Lara, de un sistema
de nombramientos hechos por el propio Poder
Judicial.
Respecto de estos últimos, la LOPJF regu-
la ampliamente la garantía d e designación.
En primer lugar, establece que es el Pleno del
Consejo, mediante resolución que debe ser
aprobada por mayoría calificada de cinco votos
de los Consejeros, quien debe hacer los nom-
bramientos de Magistrados y Jueces. Asimis-
mo, en la referida ley se acota la atribución de
designación del Pleno en varios sentidos, al
disponer cuestiones como los requisitos perso-
nales que deben cubrir los candidatos y el pro-
cedimiento a seguir (concursos de oposición)
para realizar el nombramiento.

Por último, en materia local, si bien las


entidades federativas tienen plenas facultades
para regular a los Poderes estatales, deben
hacerlo siguiendo las bases establecidas en la
Ley Suprema, de modo que para elegir y pro-
mover a los funcionarios judiciales deben
respetarse las garantías jurisdiccionales previs-
tas en la Constitución. En tratándose de este
ámbito, por regla general la designación de los
titulares de los órganos jurisdiccionales se hace
directamente o a propuesta del Consejo de la
Judicatura del Estado. Por ejemplo, en Guerrero
corresponde al Consejo del Estado proponer al
Pleno del Tribunal Superior de Justicia la desig-
nación, adscripción, ratificación y remoción de
Jueces, mientras que en Jalisco toca a la Legisla-
tura elegir a los Magistrados del Supremo
Tribunal de Justicia, del Tribunal Electoral
y del Tribunal de lo Administrativo, así como a
los titulares del Consejo General del Poder Judi-
cial; de igual manera, en Nuevo León se esta-
blece la facultad del Consejo de la Judicatura
local para nombrar, adscribir, confirmar o
remover al personal del Poder Judicial, excep-
to al del Tribunal Superior de Justicia; en
cuanto al Distrito Federal, en su Estatuto de
Gobierno se señala que "el ingreso y promoción
de los servidores públicos a los órganos que
ejerzan la función judicial en el Distrito Fede-
ral, distintos del Tribunal Superior de Justicia
y el Consejo de la Judicatura, se hará mediante
el sistema de carrera judicial"

a) Los exámenes de oposición

En el ámbito federal, de conformidad con el


artículo 112 de la LOPJF, el ingreso y la pro-
moción para las categorías de Magistrado de
Circuito y Juez de Distrito se llevan a cabo por
medio de concursos internos d e oposición y
de oposición libre. En los concursos internos de
oposición para Jueces pueden participar, de con-
formidad con el artículo 113 d e la LOPJF,
quienes se encuentren en las categorías de
Secretario General de Acuerdos de la Supre-
ma Corte de Justicia; Subsecretario General de
Acuerdos de la Suprema Corte de Justicia;
Secretario de Estudio y Cuenta de Ministro; Se-
cretario de Acuerdos de Sala; Subsecretario
de Acuerdos de Sala; Secretario de Tribunal de
Circuito; y Secretario de Juzgado de Distrito.
A su vez, en los concursos para Magistrado
pueden participar quienes funjan como Jueces de
Distrito. Por otro lado, en los concursos libres
de oposición pueden concursar todas las per-
sonas que satisfagan los requisitos establecidos
en las respectivas convocatorias.

Estos concursos, de acuerdo con el artículo


114 de la LOPJF, deben sujetarse a varias eta-
pas. El procedimiento comienza cuando el Con-
sejo de la Judicatura Federal emite una convo-
catoria que debe ser publicada por una vez en
el Diario Oficial de la Federación y dos veces
en uno de los diarios de mayor circulación
nacional, con un intervalo de cinco días hábiles
entre una y otra publicación. La convocatoria
señala las categorías y el número de vacan-
tes que comprende el concurso. Los aspirantes
resuelven por escrito un cuestionario sobre
materias relacionadas con la función de la
plaza para la que concursan. Enseguida sobre-
viene una nueva etapa, a la que pasan las cinco
personas que hayan obtenido las más altas
calificaciones en la anterior. Entonces, los aspi-
rantes seleccionados resuelven los casos
prácticos que se les asignen, redactando las
sentencias respectivas. Luego realizan un
examen oral, público, practicado por un jurado
que hace preguntas e interpelaciones sobre
cuestiones relativas a la función de Magistrado
o Juez. La calificación final se determina prome-
diando los puntos que cada miembro del jura-
do asigne al sustentante. Para evaluar, el jurado
toma en cuenta los cursos que haya realizado el
aspirante en el Instituto de la Judicatura Fede-
ral,'j9su antigüedad en el Poder Judicial de la
Federación, su desempeño, su grado académico
y los cursos de actualización y especialización
que haya acreditado.

Tras los exámenes orales se levanta un acta


final. El presidente del jurado declara quiénes
son los concursantes vencedores y el medio de
selección utilizado, e informa de inmediato al
Consejo de la Judicatura Federal para que
realice los nombramientos y los publique en el
Semanario Judicial de la Federación. Los Jueces y
Magistrados nombrados son adscritos por el
propio Consejo de la Judicatura Federal.

Este sistema concursa1 ha sido reglamen-


tado por el Acuerdo General 49/2006, del Pleno
del Consejo de la Judicatura Federal que regla-
menta el capítulo 1del Título Séptimo de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
por el que se establecen los lineamientos gene-
rales para la celebración de concursos internos
de oposición para la designación de Jueces de
Distrito,'O cuyo artículo 4 dispone:

by Véanse los artículos 92 a 97 d e la LOPJF.


'O Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t. XXlV
julio de 2006, p. 1507.
Artículo 4. En cumplimiento de las disposi-
ciones de la Constitución y de la Ley, así
como para verificar los elementos del perfil
del Juez, los exámenes que se apliquen en los
Concursos así como su finalidad, serán los que
a continuación se señalan:
1. Cuestionario; por medio del cual se haga
una evaluación inicial de los conocimientos
básicos de derecho de los aspirantes inscri-
tos, para que sólo accedan a la siguiente
etapa del Concurso quienes demuestren
tener las bases jurídicas mínimas indis-
pensables para ocupar el cargo de Juez de
Distrito;
11. Solución de un caso práctico; con el que
se pueda advertir en el aspirante la capaci-
dad de analizar, con criterio judicial, un
asunto real y concreto, y proponer, mediante
argumentación jurídica adecuada. motivada
y fundada en la Ley y en la jurispruden-
cia, una solución razonable concretada en
puntos resolutivos, mediante una redac-
ción clara en los términos señalados en
fracción IV del artículo 2 de este acuerdo;
111. Examen oral; cuyo primer propósito
consiste en que el Jurado calificador pueda
evaluar las habilidades y pericias del aspi-
rante para solucionar problemas jurídicos
concretos como los que podrá enfrentar en
el ejercicio del cargo, así como demostrar sus
Las I U<R ~ S D ~ C C I O N A L E S
~ R A N T ~ A 1 ZS

conocimientos prácticos de la Ley y de la


jurisprudencia.
La realización de esta prueba oral, debido a
su naturaleza presencial servirá, además,
para que los miembros del Jurado se formen
una idea aproximada de las capacidades per-
sonales del aspirante para sostener sus
criterios jurídicos, la rapidez para enfrentar
y dar solución a los problemas jurídicos que
se les planteen, así como sus cualidades de
fortaleza, humildad, respeto, decoro, sobrie-
dad y sencillez, que como elementos funda-
mentales pueden ser advertidos en u n
examen de este tipo; y
IV. Evaluación profesional y científica de la
personalidad; con la que se pueda advertir
la capacidad de abstracción que posee un
individuo, así como la detección de carac-
terísticas de personalidad y problemas
psicológicos que puedan interferir con el
desempeño profesional, y de problemas
frecuentes que puedan incidir de forma
determinante en el desempeño, tales como
prácticas antisociales, problemas familiares,
baja autoestima, dificultades en el trabajo,
autoritarismo, responsabilidad social, así
como alcoholismo y demás adicciones. Todo
ello, mediante la aplicación de reactivos
internacionalmente aceptados y entrevistas
psicológicas personalizadas.
Las pruebas o exámenes señalados en las
fracciones 1, 11y 111, primer párrafo, de este
articulo, tienden a evaluar las caracteris-
ticas de profesionalidad que, conforme a la
Constitución, a la Ley y al perfil definido
en este acuerdo, se requieren para ocupar el
cargo de Juez de Distrito. Las evaluaciones
señaladas en las fracciones 111, segundo
párrafo, y IV, de este mismo articulo, tienen
como propósito advertir las cualidades
éticas de excelencia del aspirante, para
poder considerarlo poseedor de rasgos de
personalidad idóneos, y con la vocación
de independencia, objetividad e imparciali-
d a d , indispensables para desempeñarse
como Juez de Distrito.

El resto del articulado del acuerdo describe


al detalle el contenido y la forma de evaluar
cada una de las etapas referidas.

4. Sistema de formación y actualización

El artículo 100 c o n s t i t ~ c i o n a lseñala


~~ que la
"ley establecerá las bases para la formación y

~ ~ p~

~ Á N C H E ZCORDERO DE GARCíA VILLEGAS. Olga. Jueces que' necesi~


iarnos. Jueces que no necesitanros. Colección Discursos, No. 12. México. Suprema
Cortc de Justicia rle la Nación. 2001, pp. 30~33.
actualización de funcionarios, así como para el
desarrollo de la carrera judicial, la cual se regirá
por los principios de excelencia, objetividad,
imparcialidad, profesionalismo e independen-
cia". La capacitación y actualización de los
funcionarios judiciales federales corresponde
al Instituto de la Judicatura Federal, órgano
auxiliar del Consejo de la Judicatura Federal.
Además de sus labores para formar, capacitar
y actualizar a los miembros del Poder Judicial
de la Federación y a quienes pretendan perte-
necer a él, realiza trabajos de investigación
favorables para el desarrollo y el mejoramiento
de la impartición de justicia federal. Para ello
cuenta con extensiones regionales ubicadas a
lo largo de la República, apoyando así los
programas y cursos de los Poderes Judicia-
les locales en los términos que se le soliciten, y
coordinándose con las universidades del país
para que lo ayuden en el desempeño de sus
tareas.

El artículo 95 de la LOPJF dispone:

Artículo 95. Los programas que imparta el


Instituto de la Judicatura tendrán como
objeto lograr que los integrantes del Poder
Judicial de la Federación o quienes aspiren
a ingresar a éste, fortalezcan los cono-
cimientos y habilidades necesarios para el
adecuado desempeño de la función judicial.
Para ello, el Instituto de la Judicatura esta-
blecerá los programas y cursos tendientes a:
1. Desarrollar el conocimiento práctico de los
trámites, diligencias y actuaciones que for-
man parte de los procedimientos y asuntos
de la competencia del Poder Judicial de la
Federación;
11. Perfeccionar las habilidades y técnicas
en materia de preparación y ejecución de
actuaciones judiciales;
111. Reforzar, actualizar y profundizar los
conocimientos respecto del ordenamiento
jurídico positivo, doctrina y jurisprudencia;
IV. Proporcionar y desarrollar técnicas de
análisis, argumentación e interpretación que
permitan valorar correctamente las pruebas
y evidencias aportadas en los procedimien-
tos, así como formular adecuadamente las
actuaciones y resoluciones judiciales;
V. Difundir las técnicas de organización en
la función jurisdiccional;
VI. Contribuir al desarrollo de la vocación
de servicio así como al ejercicio de los valo-
res y principios éticos inherentes a la función
judicial, y
VII. Promover intercambios académicos con
instituciones de educación superior.

Dentro de los requisitos a que se ha hecho


referencia para ocupar los puestos jurisdiccio-
nales, destaca el relativo a que los aspirantes
deben ser licenciados en derecho, variando
únicamente el relativo al tiempo de experiencia
profesional requerido en cada caso. Además,
es también una práctica reiterada que, para
elegir entre varios candidatos, se atienda a
factores como su capacitación y formación.
El Instituto imparte cursos al efecto, indispen-
sables tanto para los actuales como para los
futuros juzgadores. Dentro de las especiali-
dades que ofrece conviene mencionar las
siguientes:

a) Especialidad en Secretaría de Estudio


y Cuenta: pretende la actualización y
profundización del saber jurídico de
legislación, doctrina y jurisprudencia
en materias fundamentales para la labor
del Secretario de Estudio y Cuenta.
b) Especialidad en Administración de Jus-
ticia en Juzgados de Distrito: tiende al
desarrollo del conocimiento práctico de
los trámites, diligencias y actuaciones
que forman parte de los procedimien-
tos y asuntos de la competencia de los
Juzgados de Distrito.
c) Especialidad en Administración de Jus-
ticia en Tribunales de Circuito: busca el
desarrollo del conocimiento práctico de
los trámites, diligencias y actuaciones
que forman parte de los procedimien-
tos y asuntos de la competencia de los
Tribunales de Circuito.

En materia local, debe hacerse notar que


la Constitución Federal no menciona expresa-
mente a las escuelas judiciales o los institutos
de capacitación judicial; no obstante, su existen-
cia y reglamentación son forzosas, pues el
propio texto constitucional sí prevé el estable-
cimiento de "las condiciones para el ingreso,
formación y permanencia de quienes sirvan
a los poderes judiciales". Cada Poder Judicial
local debe contar con una escuela judicial dedi-
cada a la preparación y actualización de los
juzgadores del fuero común. Considérese, por
ejemplo, el caso del Instituto de Estudios Judi-
ciales del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal, previsto en los artículos 178 a
181 de la Ley Orgánica del tribunal referido:72

CAPITULO VI1
Del Instituto de Estudios Judiciales

Artículo 178. El Instituto de Estudios Judi-


ciales tendrá un Director General que deberá
reunir los requisitos establecidos en el
articulo 16 de esta ley, a excepción de su frac-
ción VI; además, contará con el personal
necesario para el cumplimiento de sus obje-
tivos. Los Jueces o Magistrados que así lo
soliciten, se podrán incorporar al cuerpo
docente del Instituto.
El funcionamiento y atribuciones del Insti-
tuto de Estudios Judiciales se regirá por el
acuerdo respectivo. que expedirá el Consejo
de la Judicatura del Distrito Federal.
Articulo 179. El Instituto contará con u n
Comité Académico integrado por cinco
miembros: tres que se hayan desempeñado
como Jueces o Magistrados y los dos restan-
tes serán académicos con experiencia docente
universitaria de cuando menos cinco años.
El Comité tendrá a su cargo elaborar los pro-
gramas d e investigación, preparación y
capacitación para los alumnos del Instituto,
mecanismos de evaluación y rendimiento, que
deberá someter a la aprobación del Con-
sejo de la Judicatura.
Articulo 180. Los Magistrados, Jueces y
servidores públicos de la administración de
justicia del Tribunal, deberán acudir y
participar en los programas de especializa-
ción y capacitación aprobados por el Consejo
de la Judicatura del Distrito Federal. Los
programas que imparta el Instituto de Estu-
dios Judiciales tendrán como objeto lograr
que los integrantes del Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal, o quienes aspi-
ren a ingresar a éste, fortalezcan los cono-
cimientos y habilidades necesarios para el
adecuado desempeño de la función judi-
cial. Para ello, el Instituto de Estudios Ju-
diciales establecerá los programas y cursos
tendientes a:
1. Desarrollar el conocimiento práctico de los
trámites, diligencias y actuaciones que for-
man parte de los procedimientos y asuntos
de la competencia del Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal;
11. Perfeccionar las habilidades y técnicas en
materia de preparación y ejecución de actua-
ciones judiciales;
111. Reforzar, actualizar y profundizar los
conocimientos respecto del ordenamiento
jurídico positivo, doctrina y jurisprudencia;
IV. Proporcionar y desarrollar técnicas y
análisis, argumentación e interpretación que
permitan valorar correctamente las pruebas
y evidencias aportadas en los procedimien-
tos, así como formular adecuadamente las
actuaciones y resoluciones judiciales:
V. Difundir las técnicas de organización en
la función judicial;
VI. Contribuir al desarrollo de la vocación
de servicio. así como al ejercicio de los valo-
res y principios éticos inherentes a la función
judicial, y
VII. Promover intercambios académicos con
instituciones de educación superior.
Artículo 181. El Instituto de Estudios Judi-
ciales llevará a cabo cursos de preparación
para los exámenes correspondientes a las dis-
tintas categorías que componen la Carrera
Judicial.

Entre los cursos impartidos por dicho Insti-


tuto, conviene mencionar los siguientes:

l . En materia civil, curso de preparación al:

a. Examen de Oposición para Juez Civil.


h. Examen de Oposición para Juez de Paz
Civil.
c. Cargo d e Secretario Proyectista en
materia Civil.
d. Cargo de Secretario de Acuerdos en ma-
teria Civil.
e. Cargo de Secretario Actuario en materia
Civil.
f. Cargo de Secretario de Acuerdos de Paz
Civil.
g. Cargo de Secretario de Acuerdos de Sala
en materia Civil.

2. En materia familiar, curso de prepara-


ción al:

a. Examen d e Oposición para Juez


Familiar.
b. Cargo de Secretario Actuario en materia
Familiar.
c. Cargo d e Secretario de Acuerdos en
materia Familiar.
d. Cargo de Secretario de Acuerdos de Sala
en materia Familiar.
e. Cargo d e Secretario Conciliador en
materia Familiar.
f. Cargo de Secretario Proyectista en ma-
teria Familiar.
Las cnnnNrins i u n ~ s ~ i c c r o ~ n ~ ~ s

3. Finalmente, en materia penal, curso de


preparación al:

a. Examen de Oposición para Juez Penal.


b. Examen de Oposición para Juez de Paz
Penal.
c. Cargo d e Secretario Proyectista en
materia Penal.
d. Cargo de Secretario Actuario en materia
Penal.
e. Cargo de Secretario de Acuerdos de Sala
en materia Penal.
f. Cargo de Secretario d e Acuerdos en
materia Penal.
g. Cargo de Secretario de Acuerdos de Paz
Penal.

El funcionamiento y las atribuciones del


Instituto se rigen de conformidad con acuerdos
expedidos por el Consejo de la Judicatura del
Distrito Federal, que según su reglamento
interno tiene las siguientes facultades en mate-
ria de formación y capacitación de los juzga-
dores capitalinos:
CAPÍTULO CUARTO
Del desarrollo de la carrera judicial

Articulo 70. El desarrollo de la carrera


judicial se regirá por los principios de exce-
lencia, objetividad, imparcialidad, profe-
sionalismo e independencia, en los térmi-
nos señalados por el articulo 100 de la
Constitución.
Artículo 71. El Consejo proveerá lo necesario
para la institucionalización de la carrera
judicial en el Tribunal.
Artículo 72. Para dar debido cumplimiento
a la función a que alude el precepto anterior,
el Consejo resolverá en los términos de
ley, respecto a la institucionalización de los
procesos de preparación, permanencia, pro-
moción y retiro del personal judicial.
Artículo 73. Para e! desarrollo de la carrera
judicial, el pleno del Consejo establecerá las
disposiciones generales necesarias para el
ingreso, estímulos, capacitación, ascensos y
promociones por escalafón y remoción del
personal administrativo del Tribunal y
del Consejo.
5 . Adscripción y readscripción

El vocablo "adscripción" significa "acción y


efecto de adscribir", mientras que "adscribir"
se conceptúa como "inscribir, contar entre lo
que corresponde a alguien o algo; agregar a una
persona el servicio de un cuerpo o destino".73
Puede concluirse que la garantía de adscripción
de que gozan los funcionarios jurisdicciona-
les se refiere a que, para fijar la competencia e
inclusión de los impartidores de justicia a un
determinado órgano, deben considerarse pará-
metros objetivos que favorezcan al mejor
desempeño tanto del funcionario como del
órgano de adscripción.

Como ejemplo puede señalarse lo relativo


a la adscripción y readscripción de los titu-
lares de los órganos jurisdiccionales federa-
les. La LOPJF (art. 118) señala los criterios a
que debe atender el Consejo de la Judicatura
Federal, por ser el Pleno de ese órgano el encar-

'3 REAL ACADEMIA ESPANOLA,o ~ cit..


. t . 1. p. 34
gado de asignar la competencia territorial a
dichos funcionarios:

Artículo 118. Corresponde al Pleno del Con-


sejo de la Judicatura Federal, asignar la com-
petencia territorial y el órgano en que deban
ejercer sus funciones los magistrados de cir-
cuito y jueces de distrito.
Asimismo, le corresponde, de conformi-
dad con los criterios establecidos en el
presente capítulo, readscribir a los Magis-
trados de circuito y Jueces de distrito a una
competencia territorial o a un órgano de
materia distinta, siempre que las necesida-
des del servicio así lo requieran y haya causa
fundada y suficiente para la readscripción.
Siempre que ello fuere posible, y en térmi-
nos de lo dispuesto en este capitulo, el Con-
sejo de la Judicatura Federal establecerá las
bases para que los jueces y magistrados
puedan elegir la plaza y materia del órgano
de adscripción.
A este efecto, cuando fuere posible, el Con-
sejo establecerá las bases para que los referi-
dos funcionarios jurisdiccionales elijan la
plaza y materia del órgano de adscripción.

Por tanto, el sistema de adscripciones y


readscripciones limita la discrecionalidad del
Pleno del Consejo a través de criterios objeti-
vos previstos en la ley, además de que abre la
posibilidad a Magistrados y Jueces para que
sean ellos quienes elijan el lugar donde habrán
de ejercer.

Según el artículo 119 de la LOPJF, para la


primera adscripción de Magistrados de Cir-
cuito y Jueces de Distrito, en los casos en que
haya varias plazas vacantes, el Consejo de la
Judicatura Federal debe tomar en consideración
estos elementos:

1. La calificación obtenida en el concurso de


oposición;
11. Los cursos que haya realizado en el
Instituto de la Judicatura;
111. La antigüedad en el Poder Judicial de la
Federación o la experiencia profesional;
IV. En su caso, el desempeño en el Poder
Judicial de la Federación, y
V. El grado académico que comprende el
nivel de estudios con que cuente el servidor
público así como los diversos cursos d e
actualización y especialización acreditados
de manera fehaciente.
A este respecto cabe mencionar el Acuerdo
General Número 25/199874del Pleno del Con-
sejo de la Judicatura Federal, que establece los
criterios para la adscripción y readscripción de
Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito;
sus puntos tercero y cuarto, relativos a la pri-
mera adscripción para los casos en que se trate
de vacantes en órganos especializados, estable-
cen que debe atenderse, además de a los cri-
terios previstos en ley, a la materia en la que el
servidor público se haya desempeñado dentro
del Poder Judicial de la Federación, conforme
aparezca en el expediente personal que obra
en la Dirección General de Recursos Humanos
del Consejo. Asimismo, establece que éste en
ningún caso otorgará, como primera adscrip-
ción a Magistrados de Circuito o Jueces de
Distrito, u n Tribunal o Juzgado de Distrito
de nueva creación, por el grado de dificultad
que implícitamente conlleva la entrada en fun-
cionamiento de un órgano jurisdiccional.

Por otra parte, tratándose de cambios de


adscripción de Magistrados y Jueces, el artículo

" Semanario Judicial de la Federacióri y su Gaceta. Novena Época. t. VIII,


septiembre de 1998. p. 1227.
120 de la LOPJF prevé que debe atenderse a
estos elementos:

1. Los cursos de enseñanza y capacitación


que se hayan realizado en el Instituto de la
Judicatura:
11. La antigüedad en el Poder Judicial de la
Federación;
111. El grado académico que comprende el
nivel de estudios con que cuente el servidor
público, así como los diversos cursos de
actualización y especialización acreditados
de manera fehaciente:
IV. Los resultados de las visitas de ins-
pección, y
V. La disciplina y desarrollo profesional.

Además debe atenderse, por lo que hace a


cambios de adscripción, al Acuerdo 25/1998
del Pleno del Consejo, cuyos puntos octavo y
noveno obligan a no perder de vista la materia
en que el servidor público se haya desempeñado
dentro del Poder Judicial de la Federación, y que:

El Consejo de la Judicatura Federal, de con-


formidad con lo dispuesto por el artículo
118, párrafo tercero de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación, para el
efecto de que los Magistrados de Circuito
y Jueces de Distrito puedan elegir la plaza y
materia del órgano de adscripción, siempre
que ello fuese posible, tomará en cuenta los
siguientes elementos:
a) Contar con una antigüedad mínima de
dos años en el órgano jurisdiccional al que
se encuentren adscritos.
b) Los criterios previstos por el artículo 120
de la citada ley orgánica.
c) De haber varias solicitudes, se tomará en
cuenta la de aquel servidor público que esté
adscrito en una plaza por necesidades de
servicio, o la de aquel que hubiera estado
en alguna situación de readscripción por
necesidades del servicio.

El inciso a) transcrito fue modificado por


el Acuerdo General número 58/1999, del Pleno
del Consejo de la Judicatura Federal que modi-
fica el inciso a) del punto noveno del Acuerdo
General número 25/1998, que establece los
criterios para la adscripción y readscripción de
Magistrados de Circuito y Jueces de D i ~ t r i t o , " ~
que indica:

-. -
''
p~

Semanario judicial d~ la Federación y su Gaceta. Novena Época. t. X, d i c i e m ~


bre de 1999. p. 829.
ACUERDO
ÚNICO.-Se modifica el inciso a ) , d e l
punto noveno del Acuerdo General Número
25/1998 que establece los criterios para la
adscripción y readscripción de Magistrados
de Circuito y Jueces de Distrito, aprobado
por unanimidad de votos por el Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal durante la
sesión celebrada el veinticuatro de junio de
mil novecientos noventa y ocho, para quedar
en los términos siguientes:
"NOVENO ...
"a) Contar con una antigüedad mínima de
dos años en el órgano jurisdiccional al que
se encuentren adscritos, salvo causas extra-
ordinarias o casos de notoria urgencia deter-
minados por el Pleno del Consejo de la Judi-
catura Federal debidamente fundados y
motivados."

Sin embargo, el Consejo puede llevar a cabo


libremente las adscripciones cuando la convo-
catoria para concurso se refiera a una sola
plaza. Asimismo, tratándose de readscripcio-
nes, sólo se atenderá a los criterios objetivos
cuando exista más de una persona interesada
en ocupar la plaza vacante.
Por lo que respecta a los ascensos, los juz-
gadores también tienen la garantía de que su
determinación ha de basarse en mecanismos y
criterios objetivos, de manera que no sean otor-
gados discrecionalmente.

En el ámbito local, la adscripción y reads-


cripción d e juzgadores corresponde a los
Consejos de la Judicatura, o bien, al órgano
encargado de la administración del Poder
Judicial, lo que puede recaer en un Consejo
General del Poder Judicial (como sucede en
Jalisco),76 O en los propios Tribunales Superio-
res de Justicia. Para ejemplificar, el artículo
201, fracción 111, de la Ley Orgánica del Tribu-
nal Superior de Justicia del Distrito Federal
(LOTSJDF),determina que es facultad del Con-
sejo de la Judicatura del Distrito Federal "desig-
nar a los Jueces del Distrito Federal en los
términos que señala esta Ley, así como adscri-
bir a los Jueces y Magistrados". A su vez, el
artículo 10, fracción 1, del Reglamento Interior

'' Tesis 111.3oA.36 A. Sprnanario ludicial d? la Federacinri y su Cacefa, N o v m a


Época. t. XX, s ~ p t i ~ m b de
r e 2004, p. 1846.
del Consejo señala que el Pleno de dicho órgano
puede "opinar sobre la designación y ratifica-
ción de Magistrados, determinar la adscripción
de éstos y resolver sobre la remoción de los
mismos. Determinar el cambio de adscripción
de Jueces y, en su caso, su remoción del cargo
por causa justificada".

B. Esfabilidad, ratificación e inamovilidad

Esta garantía se refiere al conjunto de medios


traducibles en la permanencia de los Jueces, ya
sea por un periodo determinado o indefinido,
hasta la finalización de su cargo, fallecimiento
o edad de retiro, a no ser que incurran en un
motivo de responsabilidad que implique su
remoción.77En otros términos, al ser nom-
brados en sus puestos, Jueces y Magistrados
tienen, entre otros, dos derechos: 1) que se les
respete el tiempo por el que fueron nombra-
dos -salvo que haya causa de remoción en
virtud de haber incurrido en una causa de

" FIX~ZAMUDIO.Héctor. "Brevesreflexiones sobre el concepto y contenido


del derecho constituciarial procesal". op. cit.. p.104.
responsabilidad-, y 2) que al concluir el
tiempo de su encargo sea evaluado su ejerci-
cio, de manera que, cuando sea procedente, se
les ratifique en el puesto y así adquieran
inamo~ilidad.~~

La Primera Sala de la Corte ha resuelto que


las normas rectoras de la integración y renova-
ción d e los órganos jurisdiccionales deben
interpretarse en el sentido en que más se
respeten las garantías judiciales tuteladas por
la Constitución, entre ellas la de estabilidad
en el cargo, para así asegurar el imperativo del
artículo 17 constitucional, referente a la justi-
cia y a los Jueces independiente^.^^ Esta garantía
fue creada para proporcionar a los impartido-
res de justicia la seguridad de que, mientras su
conducta sea justa y apegada a derecho, goza-
rán de la permanencia en su puesto, ya que sin
la estabilidad en el ejercicio del cargo la inde-
pendencia d e criterio que precisan se ve
considerablemente d i s m i n ~ i d a . ~ ~

-
- --

'Vnarnovilidad d? luecps y Magisrrados dei Poder Judicial de la Federación. Serie


Dehares. No. 18, Ivlrxico. Suprrrna Corte de Justicia de la Nación. 1999. p. 5.
"
Tesis CLXXX/Z004. Seinanarioludicial dp ia Federación y su Gacpra. Novena
Época. t. XXI. enero de 2005. p. 424.
*" lb.. ?p. 1 6 3 164.
La estabilidad se asegura, fundamental-
mente, cuando los juzgadores conocen, desde
el momento en que son designados, el tiempo
que habrán de permanecer en el cargo y la
imposibilidad de que, salvo que incurran en
una causa de responsabilidad, sean retirados
de él. Por tanto, una vez asignados, los titula-
res de los órganos jurisdiccionales no pueden
ser removidos, y las personas que participaron
en su nombramiento no tienen, por tanto, inje-
rencia alguna sobre sus funciones ni sobre la
duración de su encargo.

El artículo 94, décimo párrafo, de la Consti-


tución Federal prevé que los Ministros de la
Suprema Corte de Justicia durarán quince años
en el cargo, pudiendo ser removidos sólo si
incurren en alguna causa de responsabilidad.
En el artículo 97, primer párrafo, de la propia
Ley Fundamental, se lee que la designación de
Jueces y Magistrados se hará por un lapso
de seis años, a cuyo término, si fueren ratifica-
dos, o si los Jueces fueran promovidos al cargo
de Magistrados, sólo podrán ser separados de
su puesto por las causas señaladas en la Ley, o
por retiro forzoso al cumplir 75 años de edad.
Por su parte, en el ámbito local, el artículo
116, fracción 111, constitucional dispone:

Los magistrados durarán en el ejercicio de


su encargo el tiempo que sefialen las Consti-
tuciones Locales, podrán ser reelectos, y si
lo fueren, sólo podrán ser privados de sus
puestos en los términos que determinen las
Constituciones y las Leyes de Responsabili-
dades de los Servidores Públicos de los
Estados.

La continuidad en el desempeño de la fun-


ción jurisdiccional depende de un procedimien-
to de ratificación. El término "ratificación" se
conceptúa como "acción y efecto de ratificar" y
"ratificar" proviene del latín ratus, "confir-
mado", y de facire, "hacer";implicando aprobar
o confirmar actos, palabras o escritos, dándolos
por valederos o cierto^.^' Como garantía juris-
diccional, la ratificación se traduce eri el dere-
cho constitucional y legalmente reconocido a
favor de los titulares de los órganos jtirisdic-
cionales, en cuya virtud, una vez culminado el

REAL ACADEMIA ESPANOLA. op. cit.. t. 1. p. 1290


periodo para el q u e inicialmente fueron
nombrados, y después de haber sido satisfac-
toriamente valorado su desempeño, se deter-
mina que continúen en el ejercicio de la función
jurisdiccional, logrando con ello el carácter de
inamovibles.

El Pleno de la Suprema Corte de Justicia


se ha referido a esta garantía jurisdiccional en
los siguientes términos:

RATIFICACIÓN DE JUECES DE DISTRITO


Y MAGISTRADOS DE CIRCUITO. ES UNA
GARANTÍA DE ESTABILIDAD EN EL
CARGO Y PRINCIPALMENTE UNA
GARANTÍA A LA SOCIEDAD DE CON-
TAR CON SERVIDORES IDÓNEOS PARA
IMPARTIR JUSTICIA PRONTA, COMPLE-
TA, IMPARCIAL Y GRATUITA QUE ESTA-
BLECE EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTI-
T U C ~ FEDERAL.
~N De un análisis armónico
y sistemático de los artículos 17, 97, primer
párrafo y 100, sexto párrafo, de la Constitu-
ción Federal, y 105 y 121 d e la Ley Orgánica
del Poder Judicial d e la Federación, s e
advierte que la ratificación de los Magistra-
dos de Circuito y Jueces de Distrito consti-
tuye una institución para que estos altos
funcionarios judiciales puedan adquirir
estabilidad en el cargo público que detentan
previa satisfacción de determinados requi-
sitos, pero principalmente constituye una
garantía de la sociedad de contar con servi-
dores idóneos para impartir justicia. Esto es
así, ya que para que proceda la ratificación,
el funcionario debe haber desempeñado el
encargo durante seis años y se debe atender
a su desempeño en la función, al resultado
de las visitas de inspección que se le hayan
practicado durante su gestión, al grado
académico, cursos de actualización y de
especialización que tenga, el que no haya
sido sancionado por falta grave con motivo
de una queja administrativa y a los demás
que se estimen convenientes para evaluar al
funcionario; y, por otra parte, debe tenerse
presente que estos cargos forman parte de
la carrera judicial en la que rigen los prin-
cipios de excelencia, profesionalismo, objeti-
vidad, imparcialidad, independencia y
antigüedad, en su caso: todo lo cual tiene
como fin último el garantizar que la impar-
tición de justicia sea expedita, pronta, com-
pleta, imparcial y gratuita, en los términos
que lo consigna el artículo 17 constitucional,
lo que es responsabilidad directa del fun-
cionario judicial.8z
~ - --

Tesis P. XXXIV/2000. Semanaria Judicial de la Federacióii y su Gaceta. t. XI


a'
marro de 2000. D. 102.
El derecho a la ratificación de los titulares
de órganos jurisdiccionales está sujeto a la
evaluación que se haga del desempeño del
funcionario, ya que con ella se busca que
únicamente sean inamovibles los juzgadores
que se hayan destacado por la calidad de su
servicio: por ello se ha señalado:

Cuando con motivo del vencimiento del


plazo de la designación de un Juez de Dis-
trito o Magistrado de Circuito se tenga que
determinar si procede o no ratificarlo, vol-
viéndose inamovible, procederá realizar un
análisis detallado de todo su desempeño
para poder determinar fundada y motivada-
mente si la resolución debe ser favorable o
desfavorable. Ahora bien, tomando en
cuenta que el servidor público de alto nivel
del Poder Judicial de la Federación debe
tener el perfil idóneo, a saber, honestidad
invulnerable, excelencia profesional, labo-
riosidad y organización necesarias para
prevenir y evitar problemas y para solucio-
narlos con programas eficaces, con objetivos
a corto, mediano y largo plazo, según su
gravedad, debe inferirse que no procederá
la ratificación no sólo cuando se advierten
graves irregularidades en el desempeño de
su función sino también cuando las faltas
constantes, carencia de organización, ausen-
cia de calidad jurídica en las resoluciones,
descuido generalizado en la tramitación y
solución de asuntos y faltas similares, reve-
lan que se carece de esos atributos.R3

El artículo 121 de la LOPJF establece:

Articulo 121. Para la ratificación de magis-


trados de circuito y jueces de distrito a que
se refiere el primer párrafo del artículo 97
de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, el Consejo de la Judica-
tura Federal tomará en consideración, de
conformidad con el reglamento respectivo,
los siguientes elementos:
1. El desempeño que se haya tenido en el
ejercicio de su función;
11. Los resultados de las visitas de inspección:
111. El grado académico que comprende el
nivel de estudios con que cuente el servidor
público así como los diversos cursos de
actualización y especialización acreditados
de manera fehaciente;
IV. No haber sido sancionado por falta
grave, con motivo de una queja de carácter
administrativa, y

- ~ p -

*' Tesis P. XXXV/2000. ib., p. 103.


V. Los demás que estime pertinentes, siem-
pre que consten en acuerdos generales publi-
cados con seis meses de anticipación a la
fecha de la ratificación.

También debe contemplarse lo dispuesto


en el Acuerdo General Número 48/1998, que
Regula la Organización y Funcionamiento del
Consejo de la Judicatura Federal, cuyo Título
Tercero, Capítulo VI1 -artículos 189 a 192-,
regula a la ratificación en los siguientes
términos:

Articulo 189. El trámite de los expedientes


de ratificación corresponderá al Presidente,
por conducto del Secretario Ejecutivo del
Pleno y Carrera Judicial.
Articulo 190. El Secretario Ejecutivo de
Administración levantará con seis meses
de antelación una certificación en el expe-
diente personal del funcionario de que se
trate, en la que hará constar el vencimiento
del plazo de seis años a que alude el artículo
97, párrafo primero, de la Constitución Polí-
tica de los Estados Unidos Mexicanos.
Acto seguido, comunicará dicha situación al
Secretario Ejecutivo del Pleno y Carrera
Judicial y le remitirá el citado expediente.
Asimismo, informará al Secretario Ejecutivo
de disciplina para que remita a la brevedad
informe sobre los procedimientos adminis-
trativos disciplinarios formulados en contra
del servidor público.
El Magistrado de Circuito o Juez de Distrito
podrá hacer del conocimiento d e cual-
quiera de dichos Secretarios Ejecutivos, el
vencimiento del plazo, con la oportunidad
mencionada.
Artículo 191. El Secretario Ejecutivo del
Pleno y Carrera Judicial dará cuenta con la
certificación a que se refiere el artículo
anterior al Presidente, quien emitirá un
acuerdo en el que se decretará la proceden-
cia o improcedencia del procedimiento de
ratificación.
De estimarse improcedente el inicio del
procedimiento de ratificación, el Presidente
ordenará la devolución del expediente a la
Secretaría Ejecutiva de Administración.
De ser procedente:
a) Dispondrá que se forme y registre el expe-
diente de ratificación bajo el número que le
corresponda, al cual deberá agregarse copia
autorizada de la certificación a que se refiere
el artículo anterior y, en su caso, el comuni-
cado del funcionario;
b) Comunicará el inicio del trámite al fun-
cionario respectivo, para que ofrezca copia
certificada de las constancias relativas a
los cursos de posgrado que haya tomado, las
clases que haya impartido, y demás datos
que estime pertinentes;
c) Requerirá al Contralor del Poder Judicial
de la Federación para que remita informe de
los procedimientos administrativos forma-
dos en contra del servidor público, así como
un informe de la evolución de su situación
patrimonial: y
d) Ordenará al Secretario Ejecutivo del
Pleno y Carrera Judicial recabar la informa-
ción estadística sobre la actividad del
funcionario a ratificar.
Artículo 192. El Secretario Ejecutivo del
Pleno y Carrera Judicial vigilará la trami-
tación y seguimiento del procedimiento
de ratificación en los términos establecidos en
las disposiciones que al efecto emita el Pleno.

El procedimiento de ratificación de Magis-


trados no responde sólo a la necesidad de
vigilar que la conducta desarrollada por los fun-
cionarios jurisdiccionales se apegue a las
normas que rigen su actuación, sino que tiende
a satisfacer una necesidad colectiva, consis-
tente en garantizar un derecho subjetivo
público de los gobernados a través del análisis
de la conducta desarrollada por los juzgadores
federales en el lapso para el que fueron nom-
brados, lo que permite decidir si tienen o no la
capacidad para continuar desempeñando la labor
jurisdiccional, bajo los principios que establece
la Constitución, a través de los dictámenes que
emita la autoridad competente, haciendo un
análisis detallado de los hechos relevantes
de su desempeño y el conocimiento cierto de
su actuación ética y p r o f e ~ i o n a l . ~ ~

Sin embargo, si al vencimiento del periodo


para el que fueron nombrados los funcionarios
no son evaluados en cuanto a su conducta y
funcionamiento, no puede impedirse que conti-
núen en el ejercicio de sus funciones, pues para
ello es indispensable que se emita el dictamen
de evaluación que lo j u s t i f i q ~ e . ~ ~

En cuanto al ámbito local, en los Estados


de la República y en el Distrito Federal también
se contemplan mecanismos objetivos para

" Tesis P. LXXII/99. ib., t. X. noviembre de 1999. p. 42


" Tesis P. XLIX/97. ib.. t. V. marco de 1997. p. 137.
determinar la procedencia de la ratificación y,
por ende, de la inamovilidad de los funciona-
rios jurisdiccionales, pudiendo corroborarse
esto con un criterio emitido por el Máximo
Tribunal:

La posibilidad de ratificación de los Magis-


trados del Tribunal de lo Contencioso Admi-
nistrativo del Distrito Federal (...) como
condición para obtener la inamovilidad
judicial (. . .) debe entenderse establecida
como una de las formas de garantizar la
independencia y autonomía judicial, no sólo
como un derecho de tales servidores pú-
blicos, sino, principalmente, como una
garantía de la sociedad de contar con servi-
dores idóneos que aseguren una impartición
de justicia pronta, completa e imparcial en
los términos setialados en el articulo 17
de la propia Carta Magna. En consecuen-
cia, tal posibilidad se encuentra sujeta a lo
siguiente: 1) A la premisa básica de que
el cargo de Magistrado no concluye por el
solo transcurso del tiempo previsto para su
duración. que es de seis años; 2) A la condi-
ción relativa de que el funcionario judicial
de que se trate haya cumplido el plazo
establecido para la duración del cargo; y
3) Al procedimiento administrativo d e
evaluación de la actuación de los Magistra-
dos contenido en el artículo 94 de la abro-
gada Ley Orgánica de la Asamblea de Repre-
sentantes del Distrito Federal (actual
artículo 96 de la Ley Orgánica de la Asam-
blea Legislativa), que concluye con la emi-
sión de los dictámenes en los que se precisen
las causas por las que se considera que
aquéllos deben o no, ser ratificado^.^^

El Pleno de la Corte ha dispuesto también


que los funcionarios jurisdiccionales de los
Estados pueden ser ratificados tácitamente,
cuando concluido el periodo para el q i e fueron
nombrados sigan en el ejercicio del cargo el
tiempo necesario para alcanzar la inamovili-
dad, sin que se emita el respectivo dictamen
val~rativo.~~

A propósito de la inamovilidad judicial,


se estableció por primera vez en la Constitu-
ción estadounidense (1787), y en el derecho
español se instituyó desde la Constitución

s CLXV/2001. ib.. t. XIV, septiembre de 2001. p . 705


X V ~ s i2a.
" Tesis P / J 18/2006. ib.. t . XXIII. f ~ h r e r ode 2006, p. 1449.
gaditana de 1812. La inamovilidad se entiende
como el derecho de los juzgadores a permane-
cer en su cargo sin que puedan ser removi-
dos, cambiados de adscripción o despedidos
sin causa legal y previo procedimiento. Ha sido
explicada por la doctrina como aquel derecho
público subjetivo d e que deben gozar los
funcionarios judiciales, con los siguientes
derechos:88

a) Permanecer en sus puestos sin limitación


de tiempo y, por ende, no ser destituidos
sino por las causas determinadas por la ley
y mediante un juicio en forma en que se
demuestre la responsabilidad del fun-
cionario;
b) No ser trasladados a un puesto diferente
para el que fueron designados, a no ser que
medie la voluntad del interesado;
c) No ser suspendidos, sino siguiendo un
procedimiento formal y por haber cometido
la falta que amerite esa pena: y,
d) Ser jubilados cuando hayan desempeñado
sus funciones determinado número de años.

PALLARES, Eduardo. citada en Inarnovilidad de Jueces y Magistrados del


Poder judicial de la Federación, op. cit.. p. 163.
La inamovilidad, por tanto, entraña la per-
manencia de los titulares de los órganos juris-
diccionales en sus cargos hasta la edad de retiro
o hasta que hayan sido removidos por causas
graves de responsabilidad. Entonces, la inamo-
vilidad no está sujeta al arbitrio de los gober-
nantes o Poderes en turno, sino únicamente
a lo dispuesto en el orden jurídico mexicano.
Como uno de los aspectos del principio de
seguridad o estabilidad en el ejercicio del cargo,
constituye no sólo un derecho del funcionario,
sino principalmente una garantía de la socie-
dad de contar con juzgadores independientes
y de excelencia, que realmente hagan efectivos
los principios que en materia de impartición
de justicia determina la Ley F ~ n d a m e n t a lSin
.~~
embargo, debe aclararse que este principio no
debe entenderse como la permanencia perpetua
en el cargo, sino como su sujeción a un lapso
determinado o al cumplimiento de una deter-
minada edad.

Conviene señalar la necesidad de que los


criterios de permanencia en el empleo sean

~~ ~

" Tesis P / J . 106/2000. SemanariaJ~zdicialdela Federación y su Gaceta. Novena


Época, t. XII. octubre d e 2000. p. 8.
eficientes, pues esta garantía "no puede ponerse
en tela de juicio bajo el planteamiento de que
pudieran resultar beneficiados funcionarios sin
la excelencia y diligencia necesarias, pues ello
no sería consecuencia del principio de inamovi-
lidad judicial sino de un inadecuado sistema
de evaluación sobre su desempeño que
incorrectamente haya llevado a su ratifica-
~ i ó n "Por
. ~ tanto,
~ por un lado debe otorgarse
permanencia para garantizar la independencia
judicial, pero, por otro, debe existir la posibi-
lidad de destituir a las personas que actúan
irregularmente.

Por tanto, en virtud de la garantía de esta-


bilidad en el cargo, la remoción, entendida
como la destitución de los titulares de los órga-
nos jurisdiccionales, sólo puede llevarse a cabo
en los casos señalados por la propia ley, cuando
los funcionarios responsables de impartir
justicia incurren en una causa de responsabi-
lidad de las que prevé el propio orden jurí-
dico y siguiéndose el procedimiento señalado
por éste.

Como ejemplo puede indicarse, en cuanto


a la destitución de Magistrados de Circuito y
Jueces de Distrito, el artículo 137 de la LOPJF:

Articulo 137. Tratándose de jueces y magis-


trados, la destitución sólo procederá en los
siguientes casos:
1. Cuando incurran en una causa de respon-
sabilidad grave en el desempeño de sus
cargos, y
11. Cuando reincidan en una causa de res-
ponsabilidad sin haber atendido a las obser-
vaciones o amonestaciones que se les hagan
por faltas a la moral o a la disciplina que
deben guardar conforme a la ley y a los
reglamentos respectivos.

Es claro que los órganos facultados para


destituir a los sujetos encargados de la función
jurisdiccional sólo pueden llevar a cabo
remociones en los casos indicados y sometién-
dose al procedimiento previsto en ley, debiendo
hacerlo, además, mediante una resolución
fundada y motivada que puede impugnarse
mediante el recurso de revisión administrativa.
Debe señalarse, también, que conviene a los
funcionarios jurisdiccionales conocer de ante-
mano las causas que pudieran originar s u
destitución, así como el procedimiento a
seguirse para ello y las autoridades compe-
tentes para conocer de él, a fin de que no sean
privados de sus cargos caprichosamente.

C. Remuneración

La remuneración suficiente, honrosa e irredu-


cible de los salarios es un factor que favorece
la independencia judicial, porque no sólo
disminuye el riesgo de corrupción, sind que
estimula la continuidad, la especialización y
la profesionalización de la función judicial.
No puede hablarse de una absoluta indepen-
dencia de criterio en el juzgador si éste carece de
un mínimo de seguridad de que sus retribucio-
nes económicas están garantizadas. Para la
actualización de esta garantía jurisdiccional es
preciso que el salario de los juzgadores no sea
disminuido mientras permanezcan en sus fun-
c i o n e ~ . Además,
~' la compensación debe ser
- -

SAGUES. Néstor Pedro, Elementos de derecha coristitucianal, L. 1.. Buenas


Aires. Astrea. 1999. D. 650.
suficiente para asegurar un adecuado nivel de
vida, y su fijación debe atender a las siguientes
situaciones: a) las posibilidades económicas de
la sociedad; b) la necesidad de atraer a la judica-
tura a los mejores juristas; y, c) la conveniencia
de proporcionar a los Jueces una vida estable.92

En la Constitución Federal, esta garantía


se prevé en el artículo 94, noveno párrafo:

Artículo 94. ...


.. .
La remuneración que perciban por sus ser-
vicios los Ministros de la Suprema Corte, los
Magistrados de Circuito, los Jueces de Dis-
trito y los Consejeros de la Judicatura Fede-
ral, así como los Magistrados Electorales, no
podrá ser disminuida durante su encargo.

La garantía en comento asiste también a


quienes ejercen la función jurisdiccional en las
entidades federativas. El artículo 116 constitu-
cional, fracción 111, dispone:

Idem.
Los magistrados y los jueces percibirán una
remuneración adecuada e irrenunciable, la
cual no podrá ser disminuida durante su
encargo.

El Pleno del Alto Tribunal ha señalado que


la garantía constitucional prevista en el pre-
cepto últimamente citado -y, de hecho, también
en el anterior-, asegura la independencia y
autonomía judicial, ya que con ella se les evitan
preocupaciones económicas y la posibilidad de
que sean objeto de presiones de esa índole
en el desempeño de su funcióng3

La normativa mexicana contempla tam-


bién mecanismos para recompensar los esfuer-
zos laborales individuales. A manera d e
ejemplo puede citarse el artículo 111 de la LOPJF:

El Consejo de la Judicatura Federal estable-


cerá, de acuerdo con su presupuesto y
mediante disposiciones generales, un sis-
tema de estímulos para aquellas personas
comprendidas en las categorías señaladas en
el artículo anterior. Dicho sistema podrá

g1 Tesis P / J . 18/2006. Semanarioludicial de la Federación y su Gaceta, t . XXIII.

febrero de 2006. p. 1449.


incluir estímulos económicos y tomará en
cuenta el desempeño en el ejercicio de su
función, los cursos realizados dentro del
Instituto de la Judicatura, la antigüedad,
grado académico, arraigo y los demás que
el propio Consejo estime necesarios. Adicio-
nalmente, y tratándose de Magistrados de
circuito y Jueces de distrito, el Consejo de la
Judicatura Federal podrá autorizar años
sabáticos, siempre que el interesado presente
un proyecto de trabajo que redunde en su
formación académica y profesional y sea de
interés para el Poder Judicial de la Federa-
ción, así como también becas para estudios
e investigación en el extranjero dentro de las
posibilidades de orden presupuestal.

D. Fuero constitucional y responsabilidades

Como se ha visto en los apartados precedentes,


la materialización de la independencia judicial
es posible de distintas maneras y con diferen-
tes alcances. Así, los órdenes jurídicos actuales
contienen un conjunto específico de garantías
a favor d e los juzgadores, relativas a s u
selección, nombramiento, adscripción, remune-
ración y e ~ t a b i l i d a d . ~ ~

q4
COSSÍO DfAZ. José Ramón. op. cit.. pp. 2 9 ~ 3 1
En México, el artículo 94 constitucional
establece que el Poder Judicial de la Federación
se deposita, en primer lugar, en una Suprema
Corte de Justicia. Asimismo, dispone que su
funcionamiento y la competencia y responsabi-
lidades de sus servidores públicos se rijan por
lo dispuesto en las leyes y conforme a las
bases establecidas en la propia C o n s t i t ~ c i ó n . ~ ~
También establece que los Ministros duraran
en su encargo quince años y sólo podrán ser
removidos en términos del Título Cuarto de la
Constitución Federal. La remisión antes men-
cionada y la posibilidad de su remoción,
refuerzan el carácter de servidores públicos de
los Ministros y agregan un nuevo elemento:
su carácter federal, pues los servidores públicos
mencionados por el Título constitucional
aludido en el artículo 108, primer párrafo,
constitucional, tienen tal carácter y se sujetan
a las disposiciones aplicables a los servidores
públicos federales. Por su parte, el artículo 97
previene que tales servidores, por la delica-

SALGADO LEDESMA. Erendira. Poderes en conflicto. 2a. ed.. México


Suprema Corte de Justicia de la Nacián. 2004. pp. 110~114.
deza de sus funciones, deben formular pro-
testa de guardar y hacer guardar la Constitución
y las leyes emanadas de ella.

En razón del otorgamiento de su encargo


y su correspondiente toma de posesión, el Minis-
tro "queda incorporado al órgano -Suprema
Corte-como parte esencial de él, y por lo tanto
sujeto a una serie de obligaciones y derechos
que integran su estatus, porque su actuación
(...) es la expresión del poder p ú b l i ~ o " . ~ ~ u e g o ,
los Ministros son servidores públicos del Poder
Judicial de la Federación, que adquieren un
deber de sujeción a la Constitución y que se
rigen por lo dispuesto en la LOPJF y otras
normas federales, y su actuación debe ajus-
tarse a "las leyes y la decencia del servicio,
que constituyen las bases esenciales de todo
g ~ b i e r n o "El. ~artículo
~ 109, fracción 1, constitu-
cional, establece que se impondrán mediante
juicio político las sanciones indicadas por el
artículo 110 a los servidores públicos señala-

DELGADILLO. Luis Humberto. El sistema de responsabilidades de los servi-


dores públicos, México. Porrua. 1996, p. 63.
*' ARMAGNAGUE. Juan Fernando. Juicio político y jurado de enjuiciamiento
en la nueva Constitución nacional, Buenos Aires. Depalma. 1995. pp. 6 ~ 7 .
dos en dicho precepto, dentro del cual figuran
los Ministros.

Entonces, éstos son servidores públicos


federales con fuero c o n s t i t ~ c i o n a lque
, ~ ~"era el
derecho que tenían los llamados altos funcio-
narios de la Federación para que, antes de ser
juzgados por la comisión de un delito ordina-
rio, la Cámara de Diputados del Congreso de
la Unión resolviera sobre la procedencia del
mencionado proceso penal". Este fuero subsiste
y se traduce en que los Diputados y Senadores,
así como los demás sujetos de responsabilidad
política,99sólo pueden ser juzgados penal-
mente previa declaratoria de procedencia.Io0
Esta protección es otorgada mediante instru-
mentos tutelares denominados inviolabilidad e
inmunidad, que se afectan al actualizarse los
supuestos del Título Octavo -artículos 129 a
140- de la LOPJF. Los Ministros de la Corte

IB
SOBERANES FERNÁNDEZ. José Luis. "Fuero constitucional". e n VV.AA..
Nueva diccionariojoridico mexicano. op. cit., t. 11. p. 1757. Cfr. El fuero. Serie Grandes
temas del constitucionalismo mexicano. No. 6, México. Suprema Corte d e Justicia
d e la Nación. ZW5.
Véase el Titulo Cuarto d e la Constitución Politica d e los Estados Unidos
Mexicanos.
'"" CASTRO Y CASTRO. Juventino V.. El sistema constitucional de las declara-
torias de procedencia (desafueros), México, Porrúa. 2005, p. 5.
y los Consejeros de la Judicatura Federal sólo
serán privados de sus puestos en la forma y
términos determinados por el Título Cuarto de
la Constitución Federal. También se procederá
así cuando los propios servidores públicos
violen las prohibiciones previstas en el artículo
101 constitucional, imponiéndose además,
como sanción, la pérdida de las prestaciones y
beneficios que les correspondan y las señaladas
por la comisión de delitos contra la administra-
ción de justicia.

Ministros, Magistrados de Circuito y Jueces


de Distrito serán responsables al establecer o
fijar la interpretación de los preceptos constitu-
cionales en las resoluciones que dicten, cuando
se compruebe que hubo cohecho o mala fe.
Según el artículo 131 de la LOPJF, son causas de
responsabilidad para los servidores públicos
del Poder Judicial de la Federación:

1. Realizar conductas que atenten contra la


independencia de la función judicial, tales
como aceptar o ejercer consignas, presio-
nes, encargos o comisiones, o cualquier
acción que genere o implique subordinación
respecto de alguna persona, del mismo u
otro poder;
11. Inmiscuirse indebidamente en cuestiones
del orden jurisdiccional que competan a
otros órganos del Poder Judicial d e la
Federación;
111. Tener una notoria ineptitud o descuido
en el desempeño de las funciones o labores
que deban realizar;
IV. Impedir en los procedimientos judi-
ciales que las partes ejerzan los derechos
que legalmente les correspondan en los pro-
cedimientos;
V. Conocer de algún asunto o participar
en algún acto para el cual se encuentren
impedidos;
VI. Realizar nombramientos. promociones o
ratificaciones infringiendo las disposiciones
generales correspondientes:
VII. No poner en conocimiento del Consejo
de la Judicatura Federal cualquier acto ten-
diente a vulnerar la independencia de la
función judicial;
VIII. No preservar la dignidad, imparciali-
dad y profesionalismo propios de la función
judicial en el desempefio de sus labores;
IX. Emitir opinión pública que implique pre-
juzgar sobre un asunto de su conocimiento;
X. Abandonar la residencia del tribunal de
circuito o juzgado de distrito al que esté
adscrito, o dejar de desempeñar las funcio-
nes o las labores que tenga a su cargo;
XI. Las previstas en el artículo 47 de la Ley
Federal de Responsabilidades de los Servi-
dores Públicos, siempre que no fueren
contrarias a la naturaleza de la función
jurisdiccional, y
XII. Las demás que determine la ley.

En el caso de la impartición de justicia


local, las leyes orgánicas de los Poderes Judi-
ciales de las entidades federativas señalan las
responsabilidades y faltas a que pueden hacer-
se acreedores los Jueces, Magistrados y demás
funcionarios que falten a la probidad exigida
por sus funciones. Para mantener la coheren-
cia con los ejemplos señalados con anterioridad,
conviene citar los capítulos 1 a 111 del Título
Décimo Tercero de la LOTSJDF. Los artículos
210 a 219 del Capítulo 1, relativos a las respon-
sabilidades de los servidores públicos de la
administración de justicia, refieren:

Artículo 210. Los Magistrados del Tribunal


Superior de Justicia del Distrito Federal, los
Consejeros de la Judicatura, los Jueces del
Fuero Común del Distrito Federal, el Visita-
dor General, los Visitadores Judiciales, así
como todos los servidores públicos de la
administración de justicia, son responsables
de las faltas que cometan en el ejercicio de
sus cargos y quedan por ello sujetos a las
sanciones que determinen la presente Ley,
la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos y demás leyes aplica-
bles.
El órgano encargado de sustanciar los proce-
dimientos e imponer las sanciones por faltas
de los servidores públicos de la administra-
ción de justicia del fuero común en el Dis-
trito Federal, es el Consejo d e la Judicatura
del Distrito Federal; por conducto de la Comi-
sión de Disciplina Judicial, en primera ins-
tancia. El Consejo, por medio de acuerdos
generales, establecerá los mecanismos y
medios para combatir las decisiones de la
Comisión de Disciplina Judicial, en todo
caso el Consejo resolverá en definitiva, en
los términos de esta Ley y de la Ley Federal
de Responsabilidades d e los Servidores
Públicos.
Articulo 211. Siempre que se presente una
denuncia o queja en contra de algún servidor
público de la administración de justicia, la
Comisión de Disciplina Judicial del Consejo
de la Judicatura del Distrito Federal, formará
inmediatamente el expediente respectivo
con expresión del día y hora en que se reciba
la queja, a efecto de que concluya inexcusa-
blemente por sentencia d e n t r o d e un
término no mayor de veintidós días hábiles,
para la primera instancia, y de treinta días
hábiles para la segunda y definitiva, en
SU caso.
Artículo 212. Las quejas que se presenten por
las faltas en que presuntamente hayan incu-
rrido los Magistrados, Consejeros, Jueces,
así como los demás servidores públicos de
la administración d e justicia, se harán
constar por escrito, para su debida tramita-
ción, las cuales en todo caso deberán conte-
ner nombre, firma y domicilio del denun-
ciante, y se harán bajo protesta de decir
verdad.
Artículo 213. El Consejo de la Judicatura del
Distrito Federal, por medio de la Comisión
de Disciplina Judicial, deberá substanciar el
expediente relativo, solicitando un informe
al servidor público denunciado, quien deberá
rendirlo por escrito en un plazo no mayor
de tres días hábiles, contados a partir de la
notificación, en el que podrá ofrecer las
pruebas que estime necesarias.
Artículo 214. Tienen acción para denunciar
la comisión de faltas de los servidores públi-
cos de la administración de justicia del Dis-
trito Federal:
1. Las partes en el juicio en que se come-
tieren ;
11. Las personas físicas o morales a quienes
se les haya desconocido indebidamente la
calidad de parte, en los casos de la fracción
V del artículo 220 de esta ley;
111. Los abogados de las partes en los casos
d e responsabilidades provenientes d e
hechos u omisiones cometidas en el juicio
en que intervengan, siempre que tengan
título legalmente expedido y registro en la
Dirección General de Profesiones;
IV. El Ministerio Público en los negocios en
que intervenga;
V. Los Jueces de lo Familiar en los negocios
de su competencia o en aquellos relaciona-
dos directamente con los mismos o que
afecten los intereses de los incapaces: y
VI. Las organizaciones de profesionales en
Derecho constituidas legalmente, por con-
ducto d e s u s representantes legítimos,
quienes lo harán a nombre de la organiza-
ción de que se trate.
Artículo 215. El Presidente o cualesquier
miembro del Consejo de la Judicatura del
Distrito Federal, tomando en cuenta la
gravedad de la irregularidad observada en
las visitas practicadas a los Juzgados o
Salas, solicitará a la Comisión d e Disci-
plina Judicial lleve a cabo de oficio el proce-
dimiento señalado en esta ley.
La Comisión de Disciplina Judicial deberá
informar al Pleno del Consejo la resolución
correspondiente.
El Pleno del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal está facultado para super-
visar en todo tiempo la secuela procesal.
Artículo 216. Los servidores públicos del
Tribunal Superior de Justicia y del Consejo
de la Judicatura, ambos del Distrito Fede-
ral, que incurran en la comisión de alguna o
algunas de las faltas previstas por esta ley,
serán sancionados con:
1. Amonestación:
11. Multa de diez a cien días de salario que
el servidor de que se trate perciba;
111. Suspensión temporal d e cinco días a
cinco meses, sin goce de sueldo: y
IV. Separación del cargo.
Articulo 217. Si el órgano encargado de
resolver sobre una queja no lo hiciera
dentro del plazo a que se refiere el artículo
213, serán multados sus integrantes, con el
importe de un día de salario, por el órgano
encargado de la imposición de las sancio-
nes. Si el Pleno del Consejo lo fuere, se
impondrá a los integrantes del mismo
multa de tres días de salario, hayan concu-
rrido o no al Pleno respectivo.
Artículo 218. La declaración de no-respon-
sabilidad por faltas deberá ser publicada
en extracto en el Boletín Judicial o en un
periódico de circulación en el Distrito Fede-
ral, según lo disponga quien hiciere aquélla.
La primera d e esas publicaciones será
gratuita y la segunda a costa del quejoso; a
quien si no cumpliere, se le podrá imponer
una multa como medio de apremio por el
mismo órgano que resuelva, en los térmi-
nos que se prescriben para dicho medio en
el Código de Procedimientos Civiles para
el Distrito Federal.
Articulo 219. La declaración de responsabili-
dad por faltas producirá el efecto de impedir
al servidor público de que se trate, tenga
conocimiento del negocio en el que se
hubieren cometido.

Por su parte, el Capítulo 11, integrado por


los artículos 220 a 231, expresan las faltas que
pueden cometer tanto los Magistrados y Jueces
como el personal adscrito a su cargo, cuando
incurran en conductas contrarias a la correcta
impartición de justicia. Finalmente, los artícu-
los 232 a 234, integrantes del Capítulo 111 del
Título en cita, indican los órganos y los sistemas
para la imposición de las sanciones administra-
tivas previstas en la LOTSJDF.
L a jurisdiccional es una de las principales
funciones del Estado. Toca a los Jueces dirimir
toda controversia suscitada por la aplicación
del orden jurídico, a fin de mantener la vigen-
cia de la normativa rectora de la vida en socie-
dad. La preocupación por lograr la actuación
proba de Jueces y Magistrados ha conducido a
aprobar reformas constitucionales y legales que
favorezcan el trabajo independiente de la judi-
catura. En efecto, la independencia es un requi-
sito indispensable a cubrir para garantizar una
correcta función judicial.

A fin de lograr el imperativo de indepen-


dizar a los juzgadores de toda presión externa
que incida en sus delicadas funciones, es nece-
sario que el Estado goce de un claro esquema
de división de poderes, así como de un Poder
183
Judicial ajeno a la arena política activa, capaz
de autogobernarse y sin dificultades presu-
puestales. Logrado esto, podrá contarse con
un conjunto de prerrogativas y mecanismos de
protección favorables a los titulares de los órga-
nos jurisdiccionales, establecidos por el orden
jurídico y tendentes a que aquéllos obren de
manera independiente e imparcial en beneficio
d e los justiciables. Estas prerrogativas son
conocidas como garantías jurisdiccionales.

Investigaciones doctrinales y criterios


jurisprudenciales han permitido clasificar a
estas garantías de la siguiente manera:

1. Sistema de selección y ascensos (carrera


judicial, procedimientos de selección,
adscripción y readscripción, formación
y actualización y ascensos).
2 . Seguridad en el ejercicio del cargo (dura-
ción, ratificación, inamovilidad y res-
ponsabilidades).
3. Seguridad económica.
4. Fuero.

Cada garantía está fundamentada consti-


tucional y legalmente, y su reglamentación ha
correspondido a la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación y a las de los Estados,
para cumplir con los imperativos constitucio-
nales establecidos en los artículos 17, 100 y 116,
particularmente, que especifican mínimos
indispensables para el correcto desempeño de
los Jueces.

En términos generales, la existencia de


estas garantías satisface una doble exigencia
nacional: por una parte, la probidad en el ejer-
cicio de las funciones jurisdiccionales, con lo
que se asegura el acceso a la tutela judicial
efectiva y el Estado coadyuva a su propio
desarrollo y, por otra, la sociedad confía en que
un conjunto de profesionales, debidamente
preparados y comprometidos con la justicia,
obvie presiones ajenas a su responsabilidad con
tal de concentrarse en la resolución de contro-
versias de trascendencia variable para la vida
nacional.
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CIRCUITO Y JUECES DE DISTRITO
Declaración Universal d e los Derechos
Humanos
Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos
Ley Orgánica del Tribunal Superior de Jus-
ticia del Distrito Federal
Reglamento Interno del Consejo de la Judi-
catura del Distrito Federal
Esta obra se terminó de imprimir y
encuadernar en septiembre de 2006 en
los talleres de Servicios Promocionales,
Alfredo Chavero núm. 91, Col. Obrera,
C.P. 06800, México, D.F. Se utilizaron
tipos Book Antiqua de 8, 12, y 14
puntos y CG Omega de 14 y 22 puntos.
La edici6n consta de 4,000 ejempla-
res impresos en papel bond de 75 grs.

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