Sunteți pe pagina 1din 3

El actual gobierno venezolano, instaurado en 1999, encuentra un sistema

de educación superior con logros pero también con limitaciones. Por el lado de los
logros es indudable el esfuerzo que en Venezuela se hizo para expandir el acceso.
De hecho, Venezuela tiene una de las más altas tasas de participación en
educación superior de América Latina. Además, esa expansión fue crucial, no
solamente para facilitar a la sociedad profesionales y nuevos conocimientos, sino
también para favorecer valores inherentes a la condición democrática, derechos
humanos, integración social, entre otros. Sin embargo, por otro lado, el sistema de
educación superior se desarrolló de manera fragmentaria y desarticulada, y en los
últimos tiempos el acceso –especialmente a las mejores universidades públicas y
las carreras más prestigiosas– se fue haciendo cada vez más selectivo.

El presidente Chávez en 2003, hizo un análisis bastante acertado en


relación a la regresividad del gasto público en educación superior, fenómeno que
no es exclusivo de Venezuela. Esta regresividad se da por el hecho de que los
grupos de menores ingresos ven restringido su acceso a la educación superior
debido al gran desbalance existente de calidad entre la educación pública y la
privada. Los egresados del sector privado están mejor preparados y en
consecuencia tienen ventaja para acceder a la educación superior pública. De esta
manera el gasto público que se realiza en la educación superior tiende a favorecer
a los grupos de mayores ingresos, tendiendo así a incrementar la desigualdad en
la distribución del ingreso. Anunció el presidente en ese entonces la “gran
solución” para revertir esa regresividad del gasto en educación superior, la cual
consistió en la creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela y a partir de
allí se creó una red de universidades bolivarianas, la cuales dan acceso a los
estudiantes que carecen de recursos económicos, pero sin exigirles mayores
requisitos académicos para su ingreso.

Esto genera un gran problema a la población de egresados de este nivel,


quienes luego encuentran dificultad para insertarse adecuadamente en el mercado
laboral acorde a la formación adquirida y ven así frustradas sus expectativas de
lograr un mejor nivel de vida.
En Venezuela la educación y la ocupación resultan ser los factores con
mayor poder explicativo de la desigualdad de ingresos laborales Gallo (2011).
Ambos factores están estrechamente vinculados ya que las ocupaciones de los
individuos se asocian a su nivel educativo.

Para muchos, el acceso a la educación universitaria es un asunto


importante, cuyas implicaciones son superadas por otros elementos claves en el
desarrollo de la sociedad, como la oferta de las carreras técnicas o profesionales,
la deserción académica, las necesidades del sector productivo, el desempleo de
los nuevos profesionales en un entorno altamente competitivo e incluso la
capacidad de éstos de convertirse en generadores de puestos de trabajo y
muchas veces ha optado a puesto por debajo de su formacion. Para concluir hubo
una masificación universitaria pero no se generó los puestos de trabajo, anudado
a la crisis económica que padece el país, donde muchas empresas y negocios
familiares han cerrado sus puertas y ha aumentado el trabajo informal, que no
genera renta al estado, toda la población está padeciendo por la falta de trabajo y
el poco poder adquisitivo
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Gallo, César (2011). “Explicación de la desigualdad de ingresos laborales en


Venezuela durante el período 1997-2007.

Gallo, Cesar (2015) La estafa de la masificación de la educación superior en


Venezuela.

(2005). Debate sobre Educación Superior. Cuadernos del Cendes, 22(58), 127-
144. Recuperado en 09 de mayo de 2016, de
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-
25082005000100009&lng=es&tlng=es.

S-ar putea să vă placă și