Sunteți pe pagina 1din 1

Es mejor que vengas siempre a la misma hora –dijo el zorro–.

Si vienes, por ejemplo, a las cuatro


de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Al avanzar la hora, más contento me sentiré. A las
cuatro me sentiré agitado e inquieto, ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si tú vienes a
cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Tú sabes, los ritos son necesarios. Un
rito hace que un día sea diferente de otro día, y que una hora sea diferente de otra hora.

El tipo maduró pronto y se pudrió bien temprano”.

S-ar putea să vă placă și