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FACULDAD DE INGENIERIA

ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE INGENIERIA INDUSTRIAL

INFORME ACADÉMICO

“Tratamientos térmicos de los aceros”

Autor (es):

 BARDALES PEREZ Naysha

 CALDAS MARREROS Franco

 LOPEZ UTRILLA Evelyn

Asesor:

Percy Díaz Chinchayhuara

Chimbote – Perú

2018
I. INTRODUCCIÓN

En este trabajo trataremos de explicar los tratamientos térmicos y su aplicación

La utilización de tratamientos térmicos permite lograr las más diversas características del acero y

sus aleaciones, así como de otros muchos metales. En consecuencia dichos tratamientos tienen

una importancia primordial en las distintas fases de fabricación de la industria moderna. En este

artículo se pretende dar una somera información sobre los diferentes tratamientos térmicos, sus

procedimientos y resultados.

Los procedimientos en los tratamientos térmicos son muy numerosos y variados según el fin que

se pretende conseguir. La gran cantidad de tratamientos térmicos, las distintas aleaciones y sus

reacciones y las diferentes exigencias técnicas requieren soluciones y conocimientos profundos de

la materia. El tratamiento térmico pretende endurecer o ablandar, eliminar las consecuencias de

un mecanizado, modificar la estructura cristalina o modificar total o parcialmente las

características mecánicas del material.


II. DESARROLLO

FASES DE LOS ACEROS


TRATAMIENTOS TÉRMICOS

Se conoce como tratamiento térmico al conjunto de operaciones de calentamiento y enfriamiento,

bajo condiciones controladas de temperatura, tiempo de permanencia, velocidad, presión, de

los metales o las aleaciones en estado sólido, con el fin de mejorar sus propiedades mecánicas,

especialmente la dureza, la resistencia y la elasticidad. Los materiales a los que se aplica el

tratamiento térmico son, básicamente, el acero y la fundición, formados por hierro y carbono.

También se aplican tratamientos térmicos diversos a los cerámicos.

Un tratamiento térmico se define como un proceso o conjunto de operaciones aplicando cambios

térmicos de una manera brusca o no produciendo unos cambios en la estructura interna de

manera que adeptemos el acero a nuestras necesidades, tambien consisten en someter al acero a

una combinación de operaciones de calentamiento y enfriamiento con tiempos determinados, con

el fin de variar las proporciones de sus constituyentes y así producir las propiedades deseadas

sobre él. Las variaciones de las propiedades en el material que se producen como resultado del

tratamiento térmico deben ser permanentes, de lo contrario el tratamiento térmico no tendría

ningún sentido.

El acero es el más importante de todos los productos siderúrgicos y esto lo confirma el hecho de

que se dedique a su obtención el 80% del hierro líquido producido en los altos hornos. Uno de los

hechos que justifica la importancia del acero en la industria es la posibilidad de obtener una gran
variedad de propiedades con el mismo tipo de material. Por ejemplo, podemos disponer de aceros

maleables para chapas, de aceros inoxidables para trabajos en ambientes húmedos, de aceros

magnéticos para aplicaciones electromecánicas, de aceros de elevada dureza y resistencia al

desgaste y a las altas temperaturas para herramientas de corte, etc.

Gran parte de la variabilidad de las propiedades se debe a los distintos tratamientos a que se

somete el acero entre los que destacan la laminación, el forjado, los tratamientos térmicos como

el temple, el recocido, el revenido y el normalizado, tratamientos superficiales como la

cementación y la nitruración, etc.

Los tratamientos térmicos más utilizados son el temple, el revenido, el recocido y la normalización.

Todos los procedimientos se basan en la transformación o descomposición de la austenita. Por

tanto, el primer paso en cualquier tratamiento térmico de un acero será calentar el material a la

temperatura que conlleve la formación de la austenita.

La temperatura y el tiempo son los factores principales que influyen en un tratamiento térmico y

hay que fijarlos siempre de antemano, de acuerdo con la composición del acero, la forma y el

tamaño de las piezas que se desean obtener.

Por medio de la representación gráfica temperatura frente a tiempo se puede caracterizar

cualquier tratamiento térmico. De una manera muy generalizada se pueden considerar los

siguientes puntos importantes: la temperatura

máxima de calentamiento, Tmax, hasta la cual

se calienta el material durante el tratamiento

térmico, el tiempo que se mantiene a la

temperatura máxima, tm, y las velocidades de

calentamiento y de enfriamiento.
TRATAMIENTOS TÉRMOQUIMICOS

Los tratamientos termoquímicos son tratamientos térmicos en los que, además de los

cambios en la estructura del acero, también se producen cambios en la composición

química de la capa superficial, añadiendo diferentes productos químicos hasta una

profundidad determinada. Estos tratamientos requieren el uso de calentamiento y

enfriamiento controlados en atmósferas especiales. Entre los objetivos más comunes de

estos tratamientos están aumentar la dureza superficial de las piezas dejando el núcleo

más blando y tenaz, disminuir el rozamiento aumentando el poder lubrificante, aumentar

la resistencia al desgaste, aumentar la resistencia a fatiga o aumentar la resistencia a la

corrosión.
Cementación (C). Aumenta la dureza superficial de una pieza de acero dulce,

aumentando la concentración de carbono en la superficie. Se consigue teniendo en cuenta

el medio o atmósfera que envuelve el metal durante el calentamiento y enfriamiento. El

tratamiento logra aumentar el contenido de carbono de la zona periférica, obteniéndose

después, por medio de temples y revenidos, una gran dureza superficial, resistencia al

desgaste y buena tenacidad en el núcleo.


Nitruración (N). Al igual que la cementación, aumenta la dureza superficial, aunque lo

hace en mayor medida, incorporando nitrógeno en la composición de la superficie de la

pieza. Se logra calentando el acero a temperaturas comprendidas entre 400 ºC y 525 °C

aproximadamente, dentro de una corriente de gas amoníaco, más nitrógeno.


Cianuración (C+N). Endurecimiento superficial de pequeñas piezas de acero. Se

utilizan baños con cianuro, carbonato y cianato sódico. Se aplican entre 750 ºC y 950 °C

aproximadamente.

Carbonitruración (C+N). Al igual que la cianuración, introduce carbono y nitrógeno en

una capa superficial, pero con hidrocarburos como metano, etano o propano, amoníaco

(NH3) y monóxido de carbono (CO). En el proceso se requieren temperaturas de 650 a 850

°C aproximadamente, y es necesario realizar un temple y un revenido posterior.


Sulfinización (S+N+C). Aumenta la resistencia al desgaste por acción del azufre. El

azufre se incorpora al metal por calentamiento, a la temperatura de 565 °C

aproximadamente, en un baño de sales.


CONCLUSIÓN

Al finalizar esta investigación se puede concluir que los tratamientos térmicos son una

herramienta muy difundida en la industria, debido a que los procesos modernos exigen que los

materiales tengan ciertas cualidades mecánicas, en especial de dureza y tenacidad, es ahí cuando

los tratamientos térmicos encuentran su papel. Aunque la mayoría de estos tratamientos son para

mejorar las cualidades mecánicas, así también existen unos pocos que ablandan los metales, esto

para eliminar los esfuerzos residuales generados por los diversos procesos de manufactura.

Debido a la variedad de los tratamientos térmicos es importante saber y distinguir las diferencias y

características que se obtienen con cada uno de los diferentes tipos de tratamientos térmicos , ya

que podemos obtener mejor resultado sabiendo aplicar cada uno de ellos y entender los

procedimientos básicos que este encierra para un mejor trabajo; hoy, mañana y siempre estos

tratamientos estarán presentes por que este campo va a hacer infinito, el acero es una materia

prima, podría existir diversas aleaciones pero acero estará presente y las características de este no

se encajan del todo a nuestras necesidades y por eso es necesario el manipularlo hasta llevarlo a lo

mas extremo en lo que queremos obtener , mayor ductibilidad, mayor dureza, entre otras

propiedades presentes en los aceros.

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