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Técnica de la gastrectomía
longitudinal (gastrectomía
en manguito) laparoscópica
P. Verhaeghe, A. Dhahri, Q. Qassemyar, J.-M. Regimbeau

La gastrectomía longitudinal (gastrectomía en manguito o sleeve gastrectomy de los

autores anglosajones) es una técnica de cirugía restrictiva de reciente difusión en países
como Francia. La comodidad postoperatoria de los pacientes y los resultados a medio
plazo explican el entusiasmo actual por este método. En 2008, la Haute Autorité de
Santé francesa definió la gastrectomía longitudinal como alternativa a la gastroplastia
con banda y a la derivación gástrica en los pacientes con obesidad mórbida, en especial
cuando se rechaza la colocación de un cuerpo extraño. Se trata de una técnica
reproducible, fácil de enseñar y con un postoperatorio sencillo en el 90% de los casos. La
hemorragia postoperatoria y la fístula gástrica son las dos complicaciones
potencialmente graves, pero son infrecuentes. En este artículo se describirán las
indicaciones, la técnica quirúrgica, los resultados y el postoperatorio de esta intervención.
© 2011 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Gastrectomía longitudinal; Gastrectomía en manguito;

Gastroplastia con banda; Hemorragia postoperatoria; Fístula gástrica

Plan ¶ Complicaciones 5
Mortalidad 5
¶ Introducción 1 Hemorragia 5
Fístulas gástricas 6
¶ Indicaciones 2
Estenosis gástrica 6
¶ Fisiología 2 Reflujo gastroesofágico 6
¶ Técnica quirúrgica 2 Dilatación de la bolsa gástrica 6
Colocación del paciente y disposición de los trocares 2 Carencia vitamínica 6
Colocación de los trocares 2 ¶ Resultados 6
Exposición 3 Pérdida de peso 6
Identificación de la longitud del antro que debe respetarse 3 Beneficio sobre las enfermedades concurrentes 6
Abertura de la trascavidad de los epiplones 3
¶ Gastrectomía en manguito y banda perigástrica
Liberación de la curvatura mayor horizontal y de la parte
ajustable 6
inferior de la curvatura mayor vertical 4
Parte superior de la curvatura mayor vertical y pilar ¶ Conclusión 7
izquierdo del diafragma 4
Verificación de la liberación del estómago 4
Colocación de la bujía de calibre 34 French 4
Sección del antro gástrico 4 ■ Introducción
Sección de la parte vertical del estómago 4
Sección del extremo superior del estómago 4 La gastrectomía longitudinal (GL), en manguito o
Verificación de la hermeticidad de las suturas sleeve gastrectomy de la literatura anglosajona es una
y hemostasia complementaria 4 intervención cada vez más frecuente como tratamiento
Extracción de la pieza de gastrectomía con una bolsa quirúrgico de la obesidad mórbida. Es una evolución
de 15 cm de diámetro 4 directa de la gastroplastia vertical calibrada o interven-
Evacuación del neumoperitoneo y cierre 5 ción de Mason y de la intervención de Magenstrasse y
Mill, que se realiza sobre todo en Inglaterra [1] . Se
¶ Variaciones técnicas 5 describió inicialmente en 1988 como la parte restrictiva
Motivos de conversión 5 del cruce duodenal (duodenal switch), pero no fue hasta
Retirada de la banda ± gastrectomía longitudinal 5 1993 cuando la GL se describió como intervención
Refuerzo de la línea de grapas 5 aislada [2, 3] . La técnica de GL es un procedimiento
Utilización de bujía de calibrado 5 reciente en cirugía bariátrica y ha sido objeto de un
Dificultades y posibles errores 5 informe de la Haute Autorité de Santé francesa de 2008,
¶ Vigilancia postoperatoria 5 en el que se reconoce el carácter estandarizado de las

Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 1

 E – 40-385 ¶ Técnica de la gastrectomía longitudinal (gastrectomía en manguito) laparoscópica

principales etapas de esta intervención y se la describe

como una alternativa a la gastroplastia con banda y a la
derivación gástrica.

■ Indicaciones
La GL está indicada en pacientes con obesidad mór-
bida (índice de masa corporal [IMC] > 40 kg/m2 o IMC
> 35 kg/m 2 asociado a enfermedades concurrentes)
después del fracaso de un tratamiento médico nutricio-
nal y psicoterapéutico adecuado durante 6-12 meses. Sin
embargo, su papel respecto a las otras técnicas quirúrgi-
cas de tratamiento de la obesidad no está claramente
definido.
Está indicada en caso de obesidad mórbida como
alternativa a la gastroplastia con banda (anillo) y a la
derivación gástrica, sobre todo si el paciente rechaza la
colocación de un cuerpo extraño. En los pacientes
superobesos (IMC > 50 kg/m 2 ), la GL puede ser la
primera etapa de una cirugía en dos fases (derivación
duodenal).

■ Fisiología
La GL permite una pérdida de peso duradera y una Figura 1. Colocación del paciente, del cirujano y de sus
mejora de las enfermedades concurrentes, en especial de ayudantes.
la diabetes de tipo 2, gracias al menos a dos mecanis-
mos:
• la disminución del volumen gástrico permite una
reducción del aporte alimentario;
• la acción anorexígena parece relacionada con la XP
disminución de la concentración de grelina, una
hormona orexígena [4]. Durante la GL, la resección
del fondo gástrico, que contiene 10-20 veces más
grelina por gramo de tejido que el duodeno, elimina 3
la principal zona de producción de esta hormona y 2
disminuye la sensación de hambre [5].
1
4
■ Técnica quirúrgica
Colocación del paciente y disposición
de los trocares Figura 2. Situación de los trocares respecto a la apófisis xifoi-
El paciente se coloca en posición semisentada, con las des (XP). La numeración corresponde al orden de colocación.
piernas lo bastante separadas para permitir el descenso
del abdomen, mientras que las mamas se elevan con
cinta adhesiva para exponer bien los bordes costales. El
cirujano se sitúa entre las piernas del paciente (la
denominada posición francesa), con el primer ayudante
a la derecha y el segundo a la izquierda (Fig. 1).
Los trocares se sitúan en un arco de 18 cm de diáme-
tro, centrado en la apófisis xifoides. Suelen utilizarse
cuatro trocares (Fig. 2):
• trocar de 15 mm transrectal izquierdo;
• trocar de 5 mm subcostal derecho para el separador
de hígado atraumático de tipo Genzime (Fig. 3):
• trocar de 12 mm subcostal izquierdo;
• trocar medial epigástrico de 12 mm de diámetro.
De forma excepcional, se añade un quinto trocar
secundariamente si los mesos son muy gruesos e impi-
den una buena exposición del hipocondrio izquierdo.
Este trocar se sitúa equidistante a los trocares 3 y 4, en
.1
un arco de 22-24 cm de diámetro.

Colocación de los trocares

Mediante laparoscopia abierta, el trocar de 15 mm se
coloca a nivel transrectal izquierdo después de haber
identificado previamente las vainas anterior y posterior
del músculo recto del abdomen con hilos de tracción
«amarrados». La abertura de la vaina posterior del recto
y después la del peritoneo se realizan bajo control
visual. La utilización de un trocar de punta roma
Figura 3. Separador de hígado: una vez en la cavidad abdo-
minal, el tornillo de su mango permite adaptar la conformación
de su extremo.
coniforme evita una abertura amplia de la vaina y
favorece una neumostasia adecuada. Una primera
exploración visual de la cavidad peritoneal permite

2 Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo

 Técnica de la gastrectomía longitudinal (gastrectomía en manguito) laparoscópica ¶ E – 40-385

identificar una esteatosis hepática (sobre todo en el

hígado izquierdo) para evaluar la distancia con la pared
abdominal anterior (riesgo de lesión hepática durante la
inserción de los trocares 2 y 4).
El trocar de 5 mm largo se inserta a nivel subcostal
derecho bajo control visual, de modo que termine
paralelo a la cara inferior del hígado en posición de
elevación. La vaina del trocar se introduce lo más
alejada posible para que pase por debajo del ligamento
redondo. De este modo, el separador de hígado Gen-
zyme se sitúa en el hipocondrio izquierdo. El acciona-
miento lento y progresivo de su tornillo bajo control
visual permite conformar su extremo de forma atraumá-
tica (Fig. 3).
6 cm
El trocar de 12 mm se coloca a nivel subcostal
izquierdo bajo control visual. El eje de introducción
sigue la dirección del orificio hiatal.
La óptica de 10 mm (30°) se introduce por el trocar
subcostal izquierdo para facilitar la exposición de la
línea alba y colocar el trocar de 12 mm epigástrico. La
infiltración grasa del ligamento redondo puede facilitar Figura 4. El eje vertical de la terminación del nervio vago
en mayor o menor medida el procedimiento. anterior se sitúa a 6 cm en sentido proximal del antro del píloro.

Exposición
La óptica de 10 mm se introduce en el trocar de
15 mm y el primer ayudante se ocupa de su manipula-
ción. El uso de una óptica de 30° aporta una gran
comodidad durante la disección, sobre todo en caso de
infiltración grasa significativa de los mesos o de un
lóbulo izquierdo del hígado voluminoso que dificulta la
visualización adecuada del pilar izquierdo. Permite
explorar por completo toda la línea de grapas despla-
zando temporalmente la óptica a través del trocar
subcostal izquierdo durante la verificación de la herme-
ticidad (prueba con azul de metileno).
Con el separador de hígado se levanta el hígado
izquierdo a nivel del segmento III al principio para
exponer adecuadamente el epiplón menor, el antro
gástrico y el píloro. El segundo ayudante se encarga de
manipular este separador.
A continuación, se introduce una pinza coagulante y
cortante (de tipo termofusión de 10 mm) en el trocar de
12 mm y se manipula con la mano izquierda.
Una pinza de prensión atraumática (5 mm de diáme-
tro) se introduce en el trocar de 12 mm subcostal Figura 5. Elevación del meso gastrocólico con la pinza de
izquierdo. Esta pinza se manipula con la mano derecha. prensión.

Identificación de la longitud del antro

que debe respetarse
Dado que el esfínter pilórico desempeña su función
en el contexto de una bomba antropilórica, parece
esencial respetar una distancia de 4-6 cm de antro
proximal al píloro. Esta distancia se mide con un hilo
de 6 cm de longitud colocado a lo largo de la curvatura
mayor gástrica partiendo del píloro. En la práctica, la
experiencia enseña que si el nervio vago anterior y la
pata de ganso se visualizan adecuadamente, esta distan-
cia (6 cm) se sitúa en el eje vertical de la terminación
del nervio vago anterior (Fig. 4).

Abertura de la trascavidad
de los epiplones
Con la pinza de prensión se sujeta la cara anterior del
antro gástrico y se tracciona de ella hacia arriba (Fig. 5)
para elevar el meso gastrocólico y separarlo del mesoco-
lon transverso (que no se visualiza, como es evidente).
Con la pinza de termofusión de 10 mm se coagulan y
se seccionan de forma progresiva las ramas del pedículo Figura 6. Con la pinza de prensión, se eleva el estómago por
gastroepiploico derecho en contacto con la curvatura su cara posterior, lo que facilita la liberación de la curvatura
mayor gástrica. Las distintas hojas (anterior, media y gástrica mayor mediante la pinza de coagulación y corte.
posterior) del meso se atraviesan desplazándose en
sentido lateral para evitar un efecto de «túnel». Cuando pinza de 5 mm se sujeta la cara posterior del estómago
se abre la trascavidad de los epiplones (Fig. 6), con la justo por detrás de los pedículos coagulados.

Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 3

 E – 40-385 ¶ Técnica de la gastrectomía longitudinal (gastrectomía en manguito) laparoscópica
Figura 7. La bujía se coloca contra la curvatura menor y llega
hasta el duodeno.
Liberación de la curvatura mayor
horizontal y de la parte inferior
.2
de la curvatura mayor vertical
La elevación del estómago con la pinza de prensión
.3
es esencial para exponer bien y sujetar el meso gastroes-
plénico con la pinza de termofusión que se sujeta con
la mano izquierda (Fig. 6).
Parte superior de la curvatura mayor
vertical y pilar izquierdo
del diafragma
A medida que avanza la disección, el separador de
hígado se desliza desde el segmento III hacia el seg-
mento II. Una vez que se encuentra en la parte superior,
con el separador de hígado se levanta de forma con-
junta el estómago y el hígado, lo que libera la pinza de
prensión, que se puede utilizar para separar la grasa que
.4
oculta los vasos cortos del ligamento gastroesplénico.
En la mayoría de los casos, es posible continuar la
sección-coagulación de los vasos cortos con la pinza de
termofusión bajo control visual y liberar el estómago
hasta el orificio hiatal. Si el tejido adiposo subcutáneo
es especialmente grueso, puede ser más fácil invertir la
.5
posición de la pinza de termofusión y de la pinza de
prensión.
Verificación de la liberación
del estómago
Antes de comenzar la sección gástrica, es esencial
verificar la liberación completa en su cara posterior y
seccionar las posibles adherencias congénitas, procu-
rando no seccionar el epiplón menor o el pedículo
gástrico izquierdo.
Colocación de la bujía de calibre
34 French
El anestesista verifica que se ha retirado la sonda
nasogástrica y coloca una bujía de silicona maciza del
calibre 34 French a petición del cirujano. La colocación
de esta bujía se realiza bajo control del cirujano, que la
dirige con su pinza hasta el duodeno (Fig. 7).
Sección del antro gástrico
Se realiza con una grapadora laparoscópica lineal
y cortante de 60 mm de largo, que se introduce a través
del trocar de 12 mm epigástrico. Con la pinza de
prensión, se sujeta y después se levanta la curvatura
4 Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo
Figura 8. Grapado-sección de la curvatura mayor gástrica.
mayor liberada. El objetivo consiste en que el extremo
de la grapadora contacte con la bujía y después sobre-
.6
pasarla. Las dos primeras aplicaciones de grapas se
realizan a través del trocar epigástrico.
Sección de la parte vertical
del estómago
La grapadora lineal cortante de 60 mm de largo se
introduce por el trocar de 15 mm y la óptica por el
trocar epigástrico. El estómago se levanta con la pinza
de prensión, dejando la línea de grapas en el lado de la
pieza de gastrectomía (Fig. 8). La sección se efectúa
siempre en el extremo de los vasos de la curvatura
menor vertical.
Sección del extremo superior
del estómago
La última aplicación de grapas debe efectuarse rela-
jando la tensión sobre el estómago para estar seguro de
lograr una sutura sin tensión y limitar el riesgo de
fístula a este nivel. La pieza de gastrectomía se separa y
se deja de forma transitoria en el hipocondrio izquierdo.
El anestesista retira la bujía.
Verificación de la hermeticidad
de las suturas y hemostasia
complementaria
La hemostasia de la línea de grapas suele ser satisfac-
toria. En el 15-20% de los casos, la hemostasia se
completa con uno a tres puntos en X. De forma excep-
cional, es necesario efectuar una sutura continua a lo
largo de toda la línea de grapas. La hermeticidad del
grapado se verifica pinzando el antro gástrico prepiló-
rico (con la pinza introducida por el trocar epigástrico)
mientras el anestesista introduce una sonda nasogás-
trica. El anestesista inyecta 120-160 ml de azul de
metileno en la sonda gástrica para tensar el manguito
gástrico. Si es preciso, se puede sustituir la pinza por un
cargador sin grapas.
Extracción de la pieza de gastrectomía
con una bolsa de 15 cm de diámetro
La pieza de gastrectomía, sujeta con una pinza de
prensión que se introduce por el trocar subcostal
izquierdo, se inserta en una bolsa de 15 cm de diámetro
que se pasa por el trocar transrectal izquierdo. La bolsa
tiene dos objetivos: evitar la contaminación de la pared
y permitir la extracción de la pieza quirúrgica mediante
una tracción suave, fuera de la cavidad abdominal, para
lo que se usa una pinza larga.
 Técnica de la gastrectomía longitudinal (gastrectomía en manguito) laparoscópica ¶ E – 40-385
Evacuación del neumoperitoneo
y cierre
El separador de hígado de tipo Genzyme se retira bajo
control visual. El neumoperitoneo se evacua de forma
cuidadosa. Los hilos de referencia colocados en las
vainas posterior y anterior del orificio de 15 mm se
anudan de forma progresiva y después se cierran los
otros orificios aponeuróticos (salvo el de 5 mm) con
hilo reabsorbible. La utilización de hilo reabsorbible
subcutáneo y de adhesivo biológico simplifican bastante
los cuidados de enfermería postoperatorios.
■ Variaciones técnicas
Motivos de conversión
La hemorragia ha sido el único motivo de conversión
en la serie de los autores de este artículo. Se han
efectuado dos conversiones para realizar una esplenec-
tomía de hemostasia, es decir, una tasa del 0,87% en
una serie de 135 pacientes [6]. Se trataba de una hemo-
rragia proveniente del hipocondrio izquierdo, cuyo
origen no se identificó inicialmente con laparoscopia:
culminó en la realización de dos esplenectomías.
Retirada de la banda ± gastrectomía
longitudinal
La realización o no en la misma intervención la
retirada de la banda y la GL es motivo de controversia
entre los especialistas [7]. Los autores suelen efectuar
ambos procedimientos en la misma intervención sin
que aumente la morbilidad. La existencia de isquemia
de la pared gástrica (deslizamiento) e incluso de una
lesión gástrica (migración intragástrica de la banda)
constituye una indicación para diferir la GL. Sin
embargo, la realización de una gastrectomía longitudi-
nal después de la extracción de una banda puede ser
mucho más difícil, porque la distancia entre el estó-
mago y el bazo puede estar acortada y la fibrosis que
envuelve la banda por detrás puede complicar la libera-
ción del pilar izquierdo. Se debe procurar desmontar la
válvula que rodea a la banda para evitar que la sección-
grapado del estómago provoque la creación de una
estenosis funcional en la parte superior del estómago,
causante de disfagia postoperatoria.
Refuerzo de la línea de grapas
El refuerzo de la línea de grapas ha sido propuesto
por Gagner [8] y su objetivo consiste en limitar el riesgo
de hemorragia y reducir el de aparición de una fístula.
Sin embargo, el refuerzo sistemático de la línea de
grapas no ha demostrado ser eficaz [9]. Es posible que
sea útil reforzar las dos últimas aplicaciones de grapas
en la parte superior del estómago, que es la zona con un
mayor riesgo de fístula.
Utilización de bujía de calibrado
Los autores utilizan sistemáticamente la bujía del
calibre 34 F. En la literatura, se ha descrito el uso de
bujías del calibre 32-50. Teniendo en cuenta que la
regresión del IMC es inversamente proporcional al
calibre de la bujía, se ha optado por usar siempre el
calibre 34 F, que ofrece la ventaja de permitir una
exploración fácil con el fibroendoscopio del tubo
gástrico en el postoperatorio inmediato si es preciso
(cuando se sospeche una fístula). El uso de una bujía
maciza evita el riesgo de graparla: la utilización de una
bujía de silicona, más flexible, ofrece más seguridad a
los anestesistas, preocupados por el riesgo de perfora-
ción durante su introducción, pero su gran flexibilidad
expone al riesgo de movilización intempestiva durante
la sección gástrica. Himpens [10] no coloca una bujía,
argumentando que el extremo de los vasos en la curva-
tura menor marca el límite de la sección.
Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo
Dificultades y posibles errores
Sección gástrica accidental
Puede producirse cuando no se ha colocado ninguna
bujía o si ésta sufre un desplazamiento imprevisto. Este
desplazamiento puede producirse sobre todo durante las
dos primeras aplicaciones de grapas en el antro gástrico,
porque a continuación la bujía queda bien situada
contra la curvatura menor gástrica. Por tanto, hay que
prestar mucha atención al principio del grapado, pal-
pando bien la bujía antes de realizar la sección.
Grapado de la sonda gástrica
Es obligatorio pedir al anestesista que retire la sonda
gástrica antes de descender la bujía, puesto que dicha
sonda tiene una textura tan flexible que es fácil seccio-
narla y graparla a ambos lados del estómago. Cuando se
produce este incidente, la parte distal de la sonda se
extrae con la pieza de gastrectomía, pero la parte
proximal debe retirarla el anestesista después de que el
cirujano haya seccionado el reborde de estómago alre-
dedor de la sonda y después se debe repetir el grapado.
Pinzas de coagulación y cortantes
La técnica puede efectuarse con pinzas de 5 o 10 mm
de termofusión o armónicas. Los autores prefieren el uso
de una pinza de 10 mm de diámetro que permite tomar
un mayor grosor del meso de una sola vez, lo que limita
el riesgo hemorrágico y que además se puede usar como
pinza de prensión sin desgarrar la pared gástrica durante
el ascenso progresivo a lo largo de la curvatura mayor
vertical.
■ Vigilancia postoperatoria
El postoperatorio suele ser sencillo [6] . La sonda
nasogástrica se retira durante la extubación. La mañana
siguiente se realiza una prueba con azul de metileno por
vía oral, seguida a lo largo de la mañana de un tránsito
con contraste hidrosoluble. Si ambas pruebas son
negativas y no hay signos clínicos de alerta, se autoriza
la alimentación líquida. Deben ofrecerse consejos
higienicodietéticos abundantes durante la hospitaliza-
ción. El paciente puede volver a su domicilio el 2.° día
postoperatorio. El tratamiento al alta consiste en una
anticoagulación en dosis profiláctica durante 10 días y
un inhibidor de la bomba de protones durante 1 mes.
Durante las 3 semanas posteriores a la intervención, los
alimentos se toman triturados o troceados, tras lo que la
alimentación sólida se reanuda de forma progresiva.
■ Complicaciones
Mortalidad
Las cifras medias de mortalidad postoperatoria des-
pués de la GL se estiman en un 0,19% por la Haute
Autorité de Santé. Las principales causas de falleci-
miento son la embolia pulmonar, la insuficiencia
cardiorrespiratoria y las complicaciones de las fístu-
las [11] . En la serie de los autores, la mortalidad es
nula [6], con o sin fístulas.
Hemorragia
El riesgo de hemorragia postoperatoria es inferior al
1% [12]. El origen de la hemorragia puede ser la línea de
grapas, un traumatismo esplénico, una laceración
hepática o una hemorragia por un orificio de un tro-
car [11, 13]. En caso de hemorragia en el corte de sección,
se realiza la hemostasia con puntos separados de poli-
glactina 910 de 2/0; se utilizan esponjas de colágeno
embebidas de trombina y fibrinógeno humanos si se ha
realizado la descapsulación esplénica. Sólo ha habido
dos casos de conversión para realizar una esplenectomía
5
E – 40-385 ¶ Técnica de la gastrectomía longitudinal (gastrectomía en manguito) laparoscópica
de hemostasia, lo que supone una tasa del 1,48% en
una serie de 135 pacientes [6].
En el postoperatorio, las complicaciones hemorrágicas
pueden traducirse por una hemorragia digestiva alta y/o
un hemoperitoneo. En la mayoría de los casos, los
signos clínicos son más discretos: palidez cutánea y
taquicardia. Melissas et al [12] han descrito tres casos de
hemorragia de la zona de sección gástrica que se trata-
ron con transfusiones y sin reintervención.
En caso de hemorragia digestiva alta, lo que es muy
infrecuente, se realiza una endoscopia para localizar su
origen, asociada a un procedimiento terapéutico.
Si se observa una hemorragia por el redón o por una
anemización progresiva, se recomienda una reinterven-
ción laparoscópica por varios motivos:
• evitar las transfusiones reiteradas;
• documentar y tratar el origen de la hemorragia;
• evitar la sobreinfección secundaria del hematoma.
Es aconsejable realizar una endoscopia intraoperatoria
para descartar una hemorragia intragástrica y controlar
la hermeticidad de la línea de grapas.
Fístulas gástricas
La complicación quirúrgica más frecuente y la más
temida es la fístula de la línea de grapas. Se observa en
el 0,6-4,3% de los casos según las series [6, 9].
Los mecanismos y los factores que favorecen estas
fístulas no están claramente dilucidados. Las fístulas se
producen sobre todo en la unión gastroesofágica y en
menos ocasiones en la parte media de la línea de grapas,
por lo que es esencial realizar una disección adecuada de
esta región antes del grapado [14]. Las pruebas de herme-
ticidad realizadas de forma intraoperatoria, con azul de
metileno y pinzando el duodeno, no descartan las
fístulas por completo. El refuerzo de la línea de grapas
no reduce la tasa de fístulas [9]. La fístula gástrica se
diagnostica sobre todo en los primeros 5 días del
postoperatorio, en la mayoría de los casos por una
taquicardia, fiebre, dolor y, en menos ocasiones, por la
salida de contenido digestivo por el drenaje.
Ante cualquier sospecha de fístula gástrica, es obliga-
torio reintervenir al paciente por laparoscopia. El
tratamiento consta de un lavado de la cavidad abdomi-
nal, asociado a un drenaje por un doble sistema de
lavado-irrigación de la fístula, la colocación de una
yeyunostomía de alimentación y de una endoprótesis en
la misma intervención. La sutura del orificio fistuloso,
así como su intubación con una sonda de Pezzer care-
cen de utilidad [6].
Estenosis gástrica
La estenosis de la GL es infrecuente, y sucede en el
0,7-4% de los casos. Su tratamiento consiste en la
dilatación endoscópica e incluso la seromiotomía por
vía laparoscópica [15].
En ocasiones, es precoz y transitoria, relacionada con
la presencia de edema o de un hematoma. En la mayo-
ría de los casos es tardía y se manifiesta por disfagia. Es
posible que el calibrado de la gastrectomía con un tubo
de Faucher de pequeño diámetro favorezca las estenosis.
Reflujo gastroesofágico
Se piensa que la GL favorece el reflujo gastroesofágico
(RGE) al suprimir el sistema antirreflujo. Aunque alrede-
dor del 20% de los pacientes refiere la presencia precoz
de RGE, éste suele responder a la toma de inhibidores
de la bomba de protones. Después, tras la fase de
adelgazamiento, el RGE puede desaparecer [6].
Dilatación de la bolsa gástrica
La principal preocupación a largo plazo es la posibi-
lidad de dilatación de la bolsa gástrica, que provoca la
recuperación del peso perdido. Una disección o resec-
ción incompleta del fundus durante la GL inicial da
6 Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo
lugar a una bolsa gástrica grande, con aspecto de
embudo o de divertículo gástrico, que favorece la
dilatación gástrica secundaria. Estos dos aspectos tam-
bién se ven favorecidos durante las reintervenciones
después de una gastroplastia con banda [16]. En tal caso,
se puede proponer una nueva GL, con buenos
resultados [17].
Carencia vitamínica
La gastrectomía lineal no provoca carencias vitamíni-
cas [18] sistemáticas; pueden observarse en los pacientes
que presentan vómitos repetidos. Por tanto, no se
administran suplementos de forma sistemática, sino que
se recomienda siempre realizar un hemograma completo
y un análisis del hierro, las vitaminas B12, B6, B9, D y
del zinc, que se realizan cada 3 meses el primer año,
cada 6 meses el segundo año y después de forma anual.
Se suele observar un rechazo de la carne roja, por lo que
deben adaptarse los aportes proteicos y hay que dar
prioridad al consumo de carnes blancas y pescados.
■ Resultados
Pérdida de peso
La evaluación de las variaciones de peso se expresa
por el porcentaje de pérdida de exceso de peso (PEP),
que corresponde a la relación entre la pérdida de peso
y el exceso de peso inicial multiplicado por 100.
Los resultados publicados en términos de PEP son
relativamente homogéneos.
Lee et al [19], en su estudio realizado con 216 pacien-
tes operados entre 2002 y 2005 con un seguimiento
medio de 2 años, han descrito una PEP del 58,5% a
1 año y del 83% a los 2 años. Los autores obtienen
resultados comparables a la derivación gástrica o
biliopancreática.
Beneficio sobre las enfermedades
concurrentes
La gastrectomía en manguito permite una resolución
de la diabetes de tipo 2 (HbA1c < 6,1% sin tratamiento
médico) en el 84,6% de los pacientes 1 año después de
la intervención [20].
Cottam et al [21] han demostrado una mejoría de la
hipertensión arterial y de la dislipidemia en más del
70% de los casos. La mejoría de las enfermedades
concurrentes no metabólicas también es significativa,
con más de un 80% de remisión de los síndromes de
apneas-hipopneas obstructivas del sueño (SAOS). Por
otra parte, las artralgias desaparecen en el 85% de los
casos. A los 5 años, la pérdida de exceso de peso se
mantiene en el 55% en una serie de 26 pacientes
operados [22] , con una recuperación del peso en el
19,2% de los operados; en cuatro pacientes (de 26) se
realizó una conversión a una derivación (15,4%).
■ Gastrectomía en manguito
y banda perigástrica ajustable
La banda perigástrica ajustable (BG) sigue siendo la
intervención restrictiva más popular en países como
Francia. Su eficacia se ha comparado con la GL en
un estudio prospectivo aleatorizado, realizado en
80 pacientes con un seguimiento de 3 años [23] . La
pérdida de peso ha sido significativamente más elevada
en el grupo de GL respecto al de BG, con una pérdida
de peso media de 29,5 kg frente a 17 kg al cabo de
3 años, respectivamente. Sucede lo mismo con la sensa-
ción de hambre, que era significativamente menor en el
grupo de GL. Por otra parte, el número de pacientes que
presentaban RGE y el número de complicaciones a los
 Técnica de la gastrectomía longitudinal (gastrectomía en manguito) laparoscópica ¶ E – 40-385
3 años eran superiores en el grupo de BG. Esta diferen-
cia significativa se explicaría por la relevancia de las
complicaciones relacionadas con el material (banda,
tubuladura, carcasa) en el grupo de BG.
■ Conclusión
La gastrectomía longitudinal, como intervención
aislada, cada vez es más popular. Los resultados actuales
sobre la pérdida de peso y los beneficios sobre las
enfermedades concurrentes son superiores a la gastro-
plastia mediante banda ajustable y se aproximan a las
técnicas malabsortivas sin compartir sus riesgos. Sin
embargo, la gastrectomía longitudinal es una interven-
ción reciente y aún está tratando de hacerse un lugar
entre los otros tratamientos quirúrgicos de la obesidad
mórbida. Los estudios prospectivos pendientes de
publicación, con un seguimiento superior a 5 años,
permitirán contrastar los resultados actuales frente a un
método estandarizado y precisar sus indicaciones.
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Verhaeghe P., Dhahri A., Qassemyar Q., Regimbeau J.-M.
Technique de la gastrectomie longitudinale (« sleeve gastrectomy ») par laparoscopie. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques
chirurgicales - Appareil digestif, 40-385, 2011.
Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos
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Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo
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Para saber más
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Gastrectomie longitudinale [Sleeve gastrectomy] pour
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Información Informaciones Autoevaluación Caso
al paciente complementarias clínico
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