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Artreritris viral equina

Es una enfermedad infecciosa, de origen viral que afecta a los equinos, incluyendo
caballos, ponis y mulas, etc. Se cree que también afecta a los camelidos. Su agente
causal es un virus con genoma ARN del género Arterivirus, familia Arteviridae, y
orden Nidovirales y fue aislada por primera vez en 1953.

Es de causa epizoótica y es altamente contagioso, infecta principalmente a animales


jóvenes a través del tracto respiratorio.

Su periodo de incubación oscila entre 2 días y dos semanas, pero las infecciones
transmitidas en forma venérea se observan en una semana. Se observo que para
la recolección sanguínea para muestras de AVE, la sangre debe recogerse con el
anticoagulante citrato o ácido etilendiaminotetracético (EDTA), ya que la heparina
puede inhibir el crecimiento del virus en células de riñón de conejo, pero este puede
interferir con el aislamiento del virus a partir de sangre completa.

El virión tiene un núcleo envuelto. El virus se


atenúa al pasar en el cultivo de tejidos y puede
así usarse como vacuna.

Es envuelto y esférico, de 45-60 nm de diámetro


aproximadamente. Está compuesto por un
genoma de ARN de fibra simple asociada con la
proteína N para formar su nucleocápside. El
núcleo es isométrico de 20-30 nm inactivado por
solventes lipídicos que lo envuelven y pH bajo.
1Virus Arteritis Equina
Se confunde frecuentemente a esta afección
con enfermedades que presentan signos clínicos similares, especialmente con
influenza equina, herpesvirus equinos tipo 1 y tipo 4, la infección por los virus de la
rinitis equina A y B, y las infecciones por adenovirus y estreptococos equinos,
especialmente la púrpura hemorrágica. Es causante de grandes pérdidas
económicas en la industria equina mundial a consecuencia de abortos epidémicos
y muerte de ejemplares.
Por lo general, los caballos afectados se recuperan por completo clínicamente. En
algunos sementales infectados se establece un estado de portador crónico, pero no
en yeguas, caballos castrados ni potros sexualmente inmaduros.

La taxonomía del orden Nidovirales.


BToV, torovirus bovino; DKNV, virus dak nong; EAV, virus de la arteritis equina; FCoV, coronavirus felino; HToV,
torovirus humano; IBV, virus de la bronquitis infecciosa; MERS-CoV, coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente
Medio; MHV, virus de la hepatitis del ratón; PRRSV, virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino; PEDV, virus
de la diarrea epidémica porcina; PToV, torovirus procino; TGEV, coronavirus de gastroenteritis transmisible; SARS-CoV,
coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo; YHV, virus de la cabeza amarilla; WBV, virus de la dorada blanca

Se encuentra mundialmente distribuida. Y se ha demostrado su presencia en los


Estados Unidos de Norteamérica, Europa, Australasia, Asia, África, Centroamérica
y Sudamérica. Mientras que Japón e Islandia se encuentran libres de la infección.
Existe una gran variación en la prevalencia de esta infección en los países y
dentro de las poblaciones equinas. a pesar de la distribución mundial de la Arteritis
Viral Equina y su alta prevalencia en ciertas razas de caballos los abortos son
infrecuentes

Los factores que se consideran importantes en la epidemiología de la AVE son los


mecanismos de transmisión durante las fases aguda y crónica de la infección, el
estado de portador del semental, la naturaleza y duración de la inmunidad
adquirida y las tendencias cambiantes en la industria equina.

Los signos clínicos se agravan en los animales viejos o muy jóvenes y en los
caballos inmunodeprimidos. En los casos con mortalidad en AVE es muy baja.

La infección se transmite por cinco vías principales

- Respiratoria: es la ruta primaria de transmisión durante la fase


aguda de la infección
- Venérea: es excretado a través del semen de padrillos
portadores y el virus mantiene su infecciosidad tanto en el
semen fresco como en el congelado.
- Otras excreciones: orina, heces, etc.
- In útero el virus puede infectar al feto a través de la placenta.
en caso de aborto el feto abortado, la placenta y los fluidos
que lo acompañan contienen alta concentración del virus 2 Edema periocular
- Contaminación directa por fómites.

Una vez infectado el animal genera una rápida respuesta inmunitaria por
anticuerpos inmunizantes, capaces de detener y eliminar la infección. Sin
embargo, estos anticuerpos no son capaces de alcanzar los sitios en donde el
virus se ubica en las glándulas sexuales secundarias del padrillo, por lo que la
infección no se elimina por completo y este se convierte en portador y transmisor
de la enfermedad. Pero después de la primera infección, genera una inmunidad
rápida y duradera que lo protege contra una segunda infección durante toda su
vida.
En general, los signos clínicos son más graves en los animales viejos o los muy
jóvenes y en los caballos que están inmunodeprimidos o débiles.

Entre los signos fulminantes son neumonía intersticial grave y/o enteritis en
potrillos de pocos meses de edad.

Los síntomas más comunes en esta afección son fiebre, apatía, secreción
oculonasal de serosa a mucopurulenta, edema de bajo vientre y extremidades;
Mientras que en hembras gestantes al estar expuestas a esta afección son
propensas a abortos o mortinatos.

En algunos adultos también ocurre una enfermedad sistémica, los signos clínicos
pueden ser: fiebre, depresión, anorexia, edema en los miembros (especialmente
en los posteriores) y edema dependiente en el prepucio, escroto, glándula
mamaria y/o en la pared ventral. Además, se puede observar conjuntivitis,
fotofobia, edema periorbital o supraorbital y rinitis.

Se puede observar una disminución temporaria de la fertilidad dada por una


disminución de la libido y de la calidad del esperma, por el aumento de la
temperatura del escroto y al edema, en los sementales durante el estadio agudo
de la enfermedad. Esto puede persistir hasta 4 meses.

La AVE se puede diagnosticar por aislamiento del virus, la detección de antígenos


virales o ácidos nucleicos y serología. En animales infectados se recupera de las
secreciones nasales, sangre, semen y de tejidos y líquidos en la necropsia.

Los sementales portadores pueden identificarse mediante el aislamiento del virus


en el semen; Pero no se encuentra en las secreciones respiratorias, sangre u orina
de los portadores.

Diagnóstico de laboratorio
Este virus se puede aislar en las células o linajes celulares renales de conejos,
equinos y monos, ya que los conejos presentan células RK–13 en sus riñones
como sistema de elección.
La identidad del virus se puede confirmar utilizando la neutralización del suero,
PCR con transcriptasa inversa (RT-PCR), este puede detectar ácidos nucleicos,
virales en las muestras clínicas de caballos vivos o de tejidos obtenidos en la
necropsia, inmunofluorescencia o inmunohistoquímica la cual puede identificar
antígenos virales en las muestras de la necropsia y biopsias de piel de cabellos
infectados en forma aguda, pero no es completamente confiable.

Y en pruebas serológicas se incluyen la neutralización del virus, fijación del


complemento, inmunodifusión en gel de agar, inmunofluorescencia indirecta,
inmunoensayo de microesfera fluorescente (MIA, p) y los ensayos de
inmunoadsorción ligado a enzimas (ELISA).

Las lesiones macroscópicas y microscópicas en los casos mortales en necropsias


reflejan lesión vascular extensa causada por el virus; también causa una vasculitis
diseminada de arteriolas y vénulas más pequeñas dando lugar a edema,
congestión y hemorragias, en el tejido subcutáneo de las extremidades y del
abdomen principalmente; provoca también un exceso de líquido peritoneal, pleural
y pericárdico.

En casos mortales de AVE de potros jóvenes se ha descrito edema pulmonar,


enfisema y neumonía intersticial, enteritis e infartos esplénicos. No suele haber
lesiones macroscópicas en los casos de aborto, y en cuanto a las alteraciones
microscópicas, se suelen observarse en la placenta, el hígado, el bazo y los
pulmones del feto.

Los factores que se consideran importantes en la epidemiología de la AVE son:

- La variación fenotípica entre cepas víricas


- Mecanismos de transmisión durante las fases aguda y crónica de la
infección
- Estado de portador del semental
- La naturaleza y duración de la inmunidad adquirida
- Tendencias cambiantes en la industria equina.
PATOGENIA
Control y Prevención (Bioseguridad)
La AIE es una enfermedad de declaración obligatoria ante la Organización
Mundial de Sanidad Animal (OIE), el veterinario debe comunicar la situación a los
Servicios Oficiales de su Comunidad Autónoma, los cuales tomarán muestras
oficiales para la confirmación en el Laboratorio Nacional de Referencia. Camino
E.Cruz F. (2017)

Bibliografía

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