¿LOS BUENOS NO SIEMPRE GANAN?

Por Piero Cornejo

Con el pasar del tiempo, he entendido que yo no soy el único

protagonista de esta película titulada “vida” y ha sido un trabajo muy

duro aprender toda la lección, y creo que aún están por venir

muchísimas más, sin embargo de algo estoy seguro a veces los buenos

no siempre ganan.

Generalmente nuestro cerebro ha recopilado versiones distintas de

películas norteamericanas que es el mercado explotador en el contexto

peruano, donde nos han hecho creer que el protagonista “siendo el

bueno”, tendrá un devenir de situaciones conflictivas que generaran en

él en el trascurso de la trama un enfrentamiento constante para superar

las adversidades, finalizando en que nuestro héroe logra lo cometido,

vence todo lo malvado, agobiante y perverso de la vida,

consagrándose logrando todas sus metas y sueños. Pero en realidad eso

¿es todo? Ganamos y se acabó… todo será perfecto a partir de ahora,

pues tenemos esa concepción por estos largometrajes que las cosas son

así, pero en la realidad simplemente no existe ni siquiera un buen final.

Anticipo esto porque cada uno piensa que es el protagonista, hasta la

persona quien lee esto piensa que es así. Todo lo que sucede a su

alrededor son cosas secundarias, y nos ubicamos en el centro del

universo, cuando no es así

Esta percepción si bien es cierto es introducida por lo que consumimos,

pero además existe la misma lógica religiosa, en el cuan tiene el mayor

enjambre en la frase más citada entre voces, “si obras bien, te ira bien”,

esas reglas no aplican en la vida real, no toda la gente es como tú, no

todos tienen tu mismos principios, no todos tienen tu misma moral e

incluso muy pocos tendrán el mismo nivel de ética, dicho esto será

aplicado a todos las categorías en las que se divide la vida, bien sea

profesional, familiar, amical, etc. Porque como lo dice el libro cuento de

negocios “Ser ético a veces implica ir detrás de la carrera”.

Cuento de negocios nos trae lo que implica vivir con la ética, dentro del

entorno profesional, donde un conejo llamado Ari vestido de

conciencia influirá constantemente en Edgar quien será su portador,

ayudándolo a tomar decisiones correctas a medida de que Edgar

asciende en el escalafón de la empresa. Quiero recalcar que todos

alguna vez de forma metafórica hemos tenido un conejo invisible que

nos indicaba hacer lo correcto para diseñar un camino estable en la

vida, pues Ari es la voz elocuente que a través de todo nos enseña algo

muy importante si bien es cierto al principio ser ético costara trabajo,

burlas y camino largo, el verdadero éxito proviene desde la perspectiva

intrínseca de la persona, de hacer lo que es correcto y es bueno.

Hago hincapié en esto por los acontecimientos últimos que hemos

vivido, se ha soltado un desagüe putrefacto en el poder judicial del

Perú, en el cual nos mostró que los grandes, sabios e ilustres magistrados
de la corte suprema, hombres capaces, llenos de ética que les permitirá

impartir justicia de la forma mas equilibrada posible, en realidad son

simples mortales, emborrachados de poder, y ni siquiera sin un mililitro de

ética y moral, siendo capaces de negociar la justicia entre sus manos,

nombrar ascensos a cambio de dadivas, sin respetar los esfuerzos ni el

verdadero valor del esfuerzo del estudio, simplemente una escena

bochornosa. Cuando escribo esto, pienso, ¿no tuvieron otra opción?,

era necesario jugar con la virginidad de una niña de seis años, que

puede ser la hija incluso de alguno de ellos, a cambio de unos verdes,

para una resolución a favor de quien cometió atroz delito, aun a

sabiendas de que la madre de esa menor, acude ante ti para buscar

justicia.

Algo estamos haciendo mal, estar postrado en lo mas altos cargos, o

anhelar estar en la punta de la pirámide no significa estar lleno

únicamente de conocimientos, sino estar preparado para tomar

decisiones éticas, correctas y solubles en el sentido del alma humana,

porque si bien es cierto nos muestran a Edgar escalonando en una

empresa sin embargo sus jefes le piden que haga cosas deshonestas y

deshonrosas, no es de sorprenderse que este hombre se quede sin

trabajo. Lo mismo aplica fuera de otras áreas, si queremos llegar a un

lugar alto, hagamos lo en el camino correcto, en el cual si bien es cierto

es mucho más largo pero la satisfacción al conseguirlo al final de todo el

trazo, es un sentimiento único e irrepetible, eso es el éxito.