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Geología de la República Mexic'ana
Colaboradores
1ntroducción IX
El conocimiento que se tiene acerca Un trabajo más reciente lo constitu- puesto, y de la Facultad de Ingeniería
del origen y de la estructura geológica de ye la "Geología'de México", cuyo au- de la UNAM, en la cual el ingeniero
México es aún incompleto; los hallaz- tor fue el ingeniero Manuel Alvarez Jr., Dante J. Morán imparte las asignaturas
gos científicos, los avances cartográfi- y que la Facultad de Ingeniería de la de GeologíadeMéxico y Geología Físi-
cos y las nuevas técnicas de exploración UNAM imprimió como apuntes para ca, además de realizar labores de inves-
ofrecen cada día más información para la materia de Geología de México, en- tigación en el 1nstituto de Geofísica de
el desarrollo de esta tarea; sin embargo, tonces impartida por el mismo autor. la misma Universidad.
es todavía difícil lograr una descripción Finalmente, en 1979, el ingeniero Er-
completa de los rasgos geológicos del nesto López Ramos publicó. su obra
Para desarrollar la presente obra fue
territorio nacional, así como la elabora- "Geología de Méx leo", en tres tomos,
necesario dividir a la República en dife-
ción de modelos funcionales sobre el que constituye actualmente el texto
rentes regiones, definidas por 1ímites
origen de su estructura geológica. A lo más difundido, ya que contiene descrip-
naturales, los que se describen en cada
largo de la evolución de los estudios ciones detalladas de unidades litoestra-
uno de los capítulos que forman este
geológicos que como ciencia se han t igráficas y refere~cias de numerosos
trabajo. Dicha división no corresponde
hecho en México, se han llevado a cabo trabajos inéditos, principalmente de
a la que originalmente se tenía de las
pocos intentos de elaborar obras gene- Petróleos Mexicanos.
ocho cartas, escala 1:1 000 000, de la
rales sobre los múltiples aspectos que el
República Mexicana, que se diseñó pa.
país presenta; sin embargo, hay que re-
El presente libro tiene el doble obje- ra elaborar cartas a esta escala sobre
conocer que la falta de información
tivo de ofrecer una síntesis geológica de todos los temas (topografía, edafología
sobre algunos periodos de la historia
Méx leo, como obra de con su Ita general y uso del suelo). A lo largo de los cap í-
geológica del territorio nacional y las
para todo lector, y de presentar este tulos que conforman este trabajo se ha-
numerosas zonas inexploradas han cons-
tema en forma organizada y didáctica ce mención de las cartas geológicas que
tituido los principales obstáculos para
para su utilización en los cursos de nivel se integran en cada uno de ellos.
llevar a cabo una obra completa de esta
índole. superior, relacionados con la geología
de México. La información de esta segunda edi-
Dentro de una información retros- ción puede ser utilizada como punto
pectiva, conviene señal~r que en 1896 de partida para proyectos regionales de
La primera edición de esta obra es-
esta inquietud de conocimiento tomó investigación y de planeación; ofre-
tuvo a cargo del Instituto Nacional de
forma en la obra ti tu lada "Bosquejo ce, junto con la carta geológica, escala
Estadística, Geografía e 1nformática,
Geológico de México", elaborada por 1:1 000 000, un marco general para
como complemento de las cartas geoló-
José Guadalupe Aguilera y Ezequiel localizar áreas y objetivos de interés
gicas que la Dirección General de Geo-
Ordóñez, del Instituto Geológico de económico o científico particular; se
grafía había elaborado; la preparación
México, obra descriptiva que constituyó hacen resaltar, además, rasgos claves
del libro estuvo a cargo del ingeniero
un importante complemento al bosque- para la interpretación geológica de cier-
Dante J. Morán, entonces jefe de Petro-
jo de la "Carta Geológica de México", tas regiones, y se comentan los modelos
grafía y de Paleontología de la misma
elaborada con antelación. No obstante, más recientes sobre la evolución tectó-
Dirección.
no fue sino hasta 1949 que V. Garfias nica y el origen de algunas manifesta-
Y T.C. Chapin publicaron la obra inti- ciones económicas relacionadas con la
tulada "Geología de México", en la que Esta segunda edición es el resultado geología: La bibliografía que acompaña
se incluían reconstrucciones de los acon- del esfuerzo conjunto del 1nstituto Na- a cada uno de los capítulos permite
tecim lentos que se habían desarrollado cional de Estadística, Geografía e In- organizar un amplio trabajo de consulta
a lo largo de la historia geológica de la formática, órgano desconcfmtrado de la para profundizar en ciertos aspectos o
República. Secretaría de Programación y Presu- áreas particulares.
IX
1
Geología de la Región
Noroeste de México
(Hojas Tijuana, La Paz, Norte de la hoja Guadalajara
y Suroeste de la hoja Chihuahua)
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1.1. Generalidades Llanura Costera del Pacifico. El clima varia afloramientos rocosos, Jo que hace difícil la
en general: de seco en Baja California, Sono- reconstrucción de la columna estratigráfica
Para la descripción de la región noroeste ra, y norte de Sinaloa, a subhúmedo en las de esta región y de los sucescs que le dieron
de Méx leo se han elegido como 1ímites natu- partes altas de la Sierra Madre Occidental y origen; sin embargo, se ha hecho una subdi-
rales en este trabajo: al oriente, la secuencia al sur de Mazatlán, En casi toda la región el visión, ·Jo más racional posible, que permite
volcánica de la Sierra Madre Occidental; al régimen de lluvias es de verano, salvo en la exponer con cierta claridad los conceptos
pon lente, las costas pacificas de Baja Cal i- parte norte de Baja California, donde el régi- geológicos de esta provincia y que coincide
fornia y Si na loa, y al sur, el límite norte del men es de invierno. en gran parte con la división fisiográfica de
Eje Neovolcánico. la DGG y con la división de las Provincias
1,2 Península de Baja California Geológicas, de López Ramos (1979).
De acuerdo con la división fisiográfica de
la Dirección General de Geografía (ver Fig. La pen(nsula de Baja California, como lo 1.2.1. Porción de Baja California NoHe
1,1), dentro de esta región quedan compren- muestra la Carta Geológica 1 :1 000 000 de
didas las provincias de Baja California, De- la Direcc.ión General de Geograf(a (DGG). En esta zona se encuentra expuesta una
sierto de Sonora, Sierra Madre Occidental y ofrece una alta complejidad estructural y de secuencia estratigráfica cuyo rango geocro·
3
Figura 1.1
MARCO FISIOGRAFICO DE LA REPUBLICA MEXICANA
VIII
IX
.....
o o
XI
X
(}
XIII
XII
XV XIV
~
pos volcánicos y depósitos sedimentarios del
Terciario y Cuaternario.
J20
Ensenada
1
1
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-:ocf- _ _ _
1
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.;.:b Aocas volcánicas y volcanoclástlcas de la formación
~
00. Formación Rosario del Cretácico Superior
[.§1
Alísitos del Crerácico Inferior
Distribución de los afloramientos de rocas sedimentarias Distribución de las rocas volcánicas, volcanoclásticas y
rnarinas del Cretácico Superior. sedimentarias del Cretácico 1nferior.
5
PENINSULA
-1-'/'ir/ DE
~ ALDAMA
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Bloque diagramátlco idealizado que muestra la situación tectónica del noroeste de México para el Jurásico Superior.
Basado en las ideas de Gastil et al. (1980); Marquez-Castañeda (1984) y R. Garza (in Marquez-Castañeda, 1984).
Vista panorámica de la parte superior de la sierra de San Pedro Mártir con afloramientos de granito y gneis.
Foto: José Luis Moreno S.P.P.
6
,-
Figura 1.6 de esta clase de emplazamientos plutónicos,
desde cretácicos en Baja California, hasta
cenozoicos en Chihuahua. La mayor parte
1140 de estos emplazamientos bato! (ticos ocu-
rrieron durante y después de los depósitos
V emisiones magmáticas que dieron origen a
la Formación Alisitos.
1
Ensenada Las secuencias metamórficas prebato\(ti-
cas asociadas a este tercer cinturón presen-
1
tan diferentes facies metamórficas y su edad
1
no ha sido determinada, sin embargo, Me
Eldowney (1970) reportó la presencia de
1
crinoides, corales y bivalvos paleozoicos en
1 rucas sedimentarias que afloran al sureste de
Ensenada. Existen, también, en el borde
1 oriental de la pen{nsu\a algunos afloramien-
1
tos de rocas calcáreas m'etamorfizadas que
probablemente se relacionan con las secuen-
1 cias de calizas paleozoicas que afloran en el
1
estado de So nora.
1
La historia cenozoica de la porción norte
de Baja California está caracterizada por la
300+-·-----
1
acumulación de gruesos espesores de sedi-
mentos continentales que afloran en nu-
merosas localidades, por el desarrollo de
depósitos marinos, sobre todo en el borde
1 occidental de la penl'nsu\a, y por una Impor-
tante acü1idad volcánica que cubre parcial-
1 mente los cintura nes mesozoicos descritos
1 con anterioridad.
1 Durante el Paleoceno y Eoceno se acumu-
laron sedimentos de ambientes cercanos a
1
costa y de delta (Gastil et al., 1975). en el
1 borde occidental de la porción norte de la
1 península, según una l(nea de costa que se
1
ooicaba ligeramente al oriente de la l(nea de
"'+-------~)J_-----=+-----'--------
costa actual. Estos sedimentos provinieron
de las porciones orientales emergidas, en
donde se llegan a encontrar sedimentos con-
tinentales que equivalen en tiempo a ellos.
Santillán y Barrera (1930) denominaron'
a los sedimentos marinos del Paleoceno, que
Rocas graníticas mesozoica~
se encuentran entre Punta San Isidro y Mesa
de San Carlos, como Formación Sepultura.
Distribución de los afloramientos plutónicos del mesozoico en Esta formación se puede correlacionar con
Baja California Norte. \as formaciones Santo Domingo, Tepetate y
Malarrimo, descritas por Mina (1956), en la
mitad sur de la Baja California. Al Plioceno
y Mioceno sedimentario corresponden, al
parecer, los potentes espesores de sedimen-
tos fluviales y eólicos que afloran a la altura
del paralelo 31, en el 'área de San Agustfn y
en algunas lo.ca\idades ubicadas a la altura de
las bahías de Las Animas y San Rafael. Es-
tos sedimentos se encuentran generalmente
coronados por emisiones lávicas del Mioce-
no y Plioceno. Al Mioceno corresponden los
afloramientos de sedimen·tos marinos más
antiguos de la Era Cenozoica que llegan a
aparecer en la porción nororientai de la pe-
nínsula, lo que marcó los primeros avances
del mar sobre lo que llegaría a ser el Golfo
de California.
Según Gastil et al. (1975), en el Eoceno
las montañas mesozoicas se encontraban
completamente denudad~s y sólo formaban
pequeñas colinas aisladas. Estas zonas eran
drenadas por corrientes que flui'an hacia el
Pacifico y alimentaban con sedimentos los
depósitos marinos del borde accidenta\, Pos-
teriormente al Eoceno, la región oriental
experimentó algunos hu ndim lentos, en lo
que ser(a rnás adelante el Geffo de California,
Vista del batolito cretácico de Baja California en la localidad de laguna de Chapela. originando hacia ella el drenaje de algunas .
Foto: José Luis Moreno S.P.P. corrientes fluviales interiores,
7
Los depósitos costeros que tuvieron Ju- secuencia de rocas piroclásticas silícicas, de 1.2.2. Sierra de la Giganta
gar en el litorial del Pact'tico durante el Plio- diversos tipos, que se encuentran coronadas,
ceno y Pleistoceno se encuentr.an sobre se- en algunas localidades, por derrames basálti- La Sierra de \~ Giganta, ubicada en Baja
ries de terrazas desarrolladas en esas épocas, cos del Plioceno y Pleistoceno (Fig. 1.7). La California Sur, está constituida por una im-
las cuales alcanzan hasta 500 metros de alti- segunda zona, ubicada en e\ litoral del golfo ponente secuencia de rocas piroclásicas, de-
tud. Estas terrazas han sido relacionadas con de California, a la altura del paralelo 30, está rrames Jávicos y areniscas continentales que
cambios glaciales del nivel del mar (Gastil representada por secuencias piroc\ásticas ·alcanzan, en conjunto, hasta 1 200 metros
et.al., 1975), que se desarrollaron en el marco silícicas que llegan a cubrir, en algunas loca- de espesor.·Los afloramientos de esta secuen·
de una serie de levantamientos y basculamien- lidades, derrames de andesita y están coro- cia son persistentes en la mayor parte de la
tos de las zonas costeras de la península, nados, en otras localidades, por derrames de mitad oriental de la porción sur de la penín·
durante el periodo Plioceno-Cuaternario basalto pi lo-cuaternarios. La tercera zona sula, Originalmente, Heim ('1922) denominó
(Ortlieb, 1978). Por otra parte, en el interior corresponde a los extensos derrames de ba- a estos depósitos como Formación Comon-
de la península se han acumulado, en estas salto alcalino del Terciario Superior, ubica- du (ver Fig. 1.8), y les atribuyo una posición
épocas, depósitos aluviales, eólicos y lacus- dos en la parte central de la península, a la estratigráfica correspondiente al Mioceno
tres, muchos de los cuales siguen desarro lián- altura de Punta Canoas; estos derrames son Superior; posteriormente, Escandón 11977)
dose. similares a los de menor extensión que se señaló que el miembro superior de esta for-
han localizado en la Mesa de San Carlos y mación pertenece al Plioceno Interior. Esta
El voicanismo cenozoico de la porción San Quintín. La última zona la constituirían secuencia presenta fuertes variaciones hori-
norte de la península de Baja California pue- los afloramientos de rocas basálticas y piro- zontales y está constituida principalmente
de ser referido principalmente a cuatro zo- clásticas, principalmente riolíticas, que aflo- por aglomerados volcánicos, tobas pumicíti-
nas, en donde se encuentran expuestas am- ran en la Isla Angel de la Guarda y al sur del cas, ignlmbritas, basaltos, areniscas d.el tipo
pliamente rocas volcánicas que se originaron paralelo 29 que cubren a gruesos espesores de las litarenitas y conglomerados; por otra
en esta era y que marcan al Mioceno como de rocas sedimentarias continentales e hi'bri- parte, se cubre discordantemente a las se-
la época de mayor actividad volcánica (ver das. Esta zona se puede considerar como cuencias sedimentarias marinas del Terciario
Flg. 1,7). La primera zona, ubicada en la una e);(tensión hacia el norte de las secuen- que afloran más ampliamente en las cuencas
parte sur de la Sierra de Juárez, entre los cias IIJJocenicas que constituyen la Sierra de de Pudsima,lray y Vizcaíno, y a las rocas
paralelos 31 y 32, presenta una Importante la Giganta en Baja California Sur. plutónicas que son una continuación hacia
el sur de Jos batoiitos de Baja California Nor-
te. Mina (1956) consideró que la fuente
Mexicali
Figura 1,7 -suministro de esta gran cantidad de rocas
volcánicas debió haberse encontrado en un
1140 cinturón volcánico ubicado al este de la
actual costa del Golfo de California.
1
1
1.2.3. Cuencas de Vizcalno y Ballenas·lray-
1 Magdalena
1
1 Las cuencas Vizca1'no y Ballenas-lray-
1
Magdalena, que abarcan la mitad occidental
1
1 de la mayor parte del estado de Baja Cal itor·
1 1 nia Sur, están representadas por zonas de
topografl'a suave en donde se encuentran ex-
1
1 puestas secuencias cuyo rango geocronológi-
co varía desde el Triásico hasta ei·Reciente.
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1 . 1
¡j
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_280+--------
que hacia el centro de ombas depresiones
logran grandes espescres, El flanco surocci-
dental de estas estructuras mayores está
pres0ntado por afloramientos de las rocas.
más antiguas que forman complejos ofiolí· ~
~
Purísima, en donde alcanzan hasta un espe-
Rocas volcánicas y sedimentarias de la Formación Comondú sor de 500 metros. En esta porción de la
Baja California no existen aflora m lentos de
SW NE
GEOLOGIA SUPERFICIAL GRAVIMETRIA SISMO LOGIA
~
GEOL. SUP.
SIERRA
SAN ANDRES GN-1
COMPLEJO OFIOLITICO -- Co
COMPLEJO BASAL Cb
JURASICO SUPERIOR Js
CRETACICO INFERIOR Ki
CRETACICO MEDIO
CRETACICO SUPERIOR Ks
Km
1 t 1 l
TERCIARIO PAL·EOC - - Tpe o 5 10 15 20 Km
PLIO-PLEISTOCENO -Pip
w E
ISLA MAGDALENA
M-2 M-3 1-4
+-------
1
dior íticas y gabroides que forman linea-
clones de orientación norte-sur. En las in-
mediaciones del cuerpo bato! itico principal
se presentan, dentro del complejo meta-
mófico, zonas de migmátitas y numerosas
intrusiones de carácter félsico aparentemente Comple¡os ofml it1cos
asociadas al batolito.
PLACA
NORTEAMtf:UCANA
.•LA
PLACA
FARALLON
SF PLACA
NOR'T'EA'MERlCANA
A
13
Fig. 1.12
PLAC
NORTEA-
MERICANA.
PLACA
NORTEAMERICANA
SE
14
Figura 1.13 Por lo que respecta a la porción sur de la
pen (nsula de Baja California, las manifesta-
ciones de yacimientos minerales son menos
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frecuentes ya que las rocas mesozoicas están
menos expuestas (Fig. 1.14).
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de la Purlsima, en perforaciones de explo-
ración, llevadas a cabo por Petróleos Me-
xicanos (Lozano, 19761, y en algunas cha-
popoteras de esta misma región.
~~¡10 •
O Oro
cionadas con los esquistos Pinal del Sur de
Arizona.
O Ya<.1m1entos de cobre
1 4 O Yeso
El conjunto sedimentario del Precámbri-
1 V O>r 1do de m:;~nganeso
co Tardle> aflora en el área de Caborca, y
cubre, en discordancia tectónica, al Precárn-
O] Talco
1 brico metamórfico ( Longoria et al. 1978).
8 Yac1m1entos de magnes1ta
Originalmente esta secuencia fue denominada
U Foslonta por Keller y Wellings (1922) como Capas
1
Gamuza y posteriormente Stoyanow (1942),
1 1 con base en la existencia de arrecifes de alga
.26° -~--- -- - - -
tl-- Co/leniiJ, la ubicó en el Precámbrico Tardfo.
La secuencia incluye a las formaciones Piti-
quito y Gamuza (Longoria y Pérez, 1978)
0 ~ 1> 1
y está constituida principalmente por dolo-
1
mías con estromatolitos, areniscas de cuarzo
y lutitas. El contacto superior de la Forma-
ción Gamuza es discordante con respecto a
la secuencia paleozoica que le sobreyace.
g
La secuencia paleozoica aflora en nume-
rosas localidades del estado de Sonora y está
compuesta principalmente por calizas y are-
niscas que se depositaron en un ambiente de
plataforma (ver Fig. 1.17). Esta antigua plata-
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1
111°
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1
1 1 ° Nogales
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1
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1
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1 1
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1
1 1
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+- 1
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Cd. Obregón
@] Precárnbrico metamórfiCO
[] Precámbr1co sed1mentar1o
1140
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® Ciudades,
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ESQUEMA PALEOGEOGRAFICO DE LA PORCION Figura 1.19
NOROESTE DE MEXICO DURANTE EL MESOZOICO
Dominio paleo-oceánico
Plataforma de Texas.
Las secuencias sedimentarias marinas se En el área de Agua Prieta aflora una se- Los afloramientos de esta clase de unida-
encuentran aflorando en diversas localidades cuencia sedimentaria continental del Cretá- des volcánicas forman generalmente mesetas
y presentan generalmente fauna fbsil de los cico Superior que cubre en discordancia an- disectadas que cubren en gran medida los
pisos Aptiano y f.l-lbiano. En el noroeste del gular a las unidades deformadas del Grupo terrenos y estructuras geológicas más anti-
estado y suroeste de Arizona aflora una se- Bisbee. Esta secuencia fue denominada por guas.
cuencia que constituye el Grupo Bisbee, for- Talietferro (1933) como Grupo Cabullona,
nnado en orden estratigráfico ascendente por y está constituida por sedimentos elásticos Durante el Terciario Superior toda la re-
conglomerados -Conglomerado Glance-; continentales con intercalaciones· de rocas gión de Sonora estuvo sujeta a una serie de
lutitas arenosas, areniscas ·cuarclferas y fel- volcánicas, y con presencia de huesos de fallamientos normales que cortaron de ma-
despáticas -Formacion Morjta-; calizas que dinosaurio Y flora del Cretácico Superior nera independiente todas las estructuras y
varlan de prearrecifales a postarrecifales (Rangin, 1978), unidades anteriores; el resultado de estos
-Formaci6n Mural-, y illtitas arenosas y fenómenos fue un sistema de fallas noroeste-
areniscas rojas -Formaci6n Cintura- (Ran- Existen numerosos afloramientos, sobre su reste y la consecuente formación de depre-
some, 1904; Rangin, 1976; Gamper y Lon- todo en la porclon nororiental de Sonora, siones que fueron rellenadas por los sed imen-
goria, 1980). En el área de Sahuaripa existe de rocas volcanicas del Cretácico Superior tos detríticos continentales de la Formación
una secuencia de más de 3 000 metros de cuya composición var!a de riolttica a andesi- Baucarit.
conglomerado; lutitas, areniscas y cal izas que ta. Las manifestaciones del volcanismo de
representa a la Formación Palma~ en la par- esta época parecen extenderse hacia la baS<J Esta unidad aflora en varias localidades
te inferior y la Formación Potrero en la parte de la secuencia volcánica de la Sierra Madre del estado, y está constituida generalmente
superior ( King, 1939).. Otras secuencias ma- Occidental en donde ha sido reportada la por fragmentos 1(ticos de diversas composi-
rinas afloran en las áreas de Cucurpe, Santa presencia de rocas hasta de 100 millones de ciones que var(an de subangulosos a redon-
Ana y Sierra Azul en donde están formadas años de antigüedad (Me Dowell y Clabaugh, deados dentro de un conjunto poco consoli-
principalmente por sedimentos calcáreos y 1979). dado (D:Jmble, 1900; King, 1939).
arenosos del Cretácico 1nferior.
Segun Rangin (1978), a principios del A finales del Terciario y principios del
Durante el Cretácico Superior el territo- Terciario se desarrolla en el noreste de Sono- Cuaternario tuvo lugar un importante episo-
rio del estado de Sonora sufre un levanta- ra un importante conjunto plutónico volcá- dio de volcanismo basáltico alcalino que ha
miento y emersi6n general como resultado nico que es responsable de las mineralizacio- sido relacionado, junto con la tectónica dis-
de una fase de deformación compresiona! nes de cobre diseminado; las rocas volcánicas tensiva de fallas normales, con los epi80dio:.
que actúa en gran parte del occidente de están generalmente ligadas a los cuerpos de apertura del Golfo de California (Ciark
México a principios de esta época. La prin- intrusivos que las afectan y mineralizan (Si- et al.,1980; Rangin, 1978). Este volcanismo
cipal actividad ígnea la constituyen los em- llitoe, 197 3). Estas rocas volcánicas var(an tiene su más claro ejemplo en la Serranía del
plazamientos gran!ticos, que tienen una en composición, desde andesitas y traquitas Pinacate ubicada en el Desierto de Altar.
mlgraci6n en tiempo hacia el este, y las emi- hasta dacitas y riolitas. En las zonas central
siones lávicas que varfan de andesfticas a y sur del estado afloran rocas volcánicas del 1.3.2. Llanura Costera del Pacífico
rlollticas; estas emisiones se desarrollaron Terciario 1nferior, cuya composición es prin- Esta región se caracteriza por el desarrollo
principalmente en la banda oriental del cipalmente intermedia y cubre en discordan- de una planicie construida por la evolución de
estado y hacia la base de la Sierra Madre cia angular a las secuencias defornnadas del un sistema de deltas que han avanzado paula-
Occidental. Mesozoico,
tinamente hacia el oeste. Estos deltas se han
formado en las desembocaduras de los ríos
Mayo, Fuerte, Sinaloa, Culiaciín, San Loren-
zo y Mocorito, y han envuelto prominencias
rocosas que formaban islas antiguas.
----- ------- +
1 l(BO
ramente,
-- -+ 1
La mayor parte de las rocas calcár.eas que
1 ----
afloran en Sinaloa son, al parecer, de edad
1 1 cretácica, pero Rodríguez y Córdoba (1978)
1 1
consideran que algunas de ellas pueden ser
1
1 jurásicas y, otras, ta 1 vez más antiguas.
1 1
1
1 Todo el conjunto mesozoico volcánico y
1 1 sedimentario se encuentra afectado por los
1
1 emplazamientos plutónicos mesozo icos y ter-
1
1 ciarios. Estos cuerpos intrusivos constituyen
1 la unidad con los afloramientos más extensos
1
1
del estado de Sinaloa y su clasificación pe-
1 1
trográfica varia de granito a monzonlta, con
1 1 biotita y hornblenda corno principales mine-
1 1 rales rnáficos, Los afloramientos extensos de
1 esta unidad desaparecen debajo de la cubierta
1
1 volcánica de la Sierra Madre Occidental.
1
1
1
Los periodos de emplazamiento de estos
1 cuerpos intrusivos parecen ser similares a Jos
1 ocurridos en Sonora. Estos emplazamientos
280+ --~--------
1
1
migraron desde el Cretácico en Baja Califor-
nia hasta el Terciario Inferior en los límites
1 --+- con Chihuahua (Silver y Anderson, 1978).
1
Durante el Terciario ocurrieron importan-
1
tes episodios volcánicos en el estado de Sina-
1
loa, sobre todo aquellos qU€ se generaron
1 durante la parte media del Terciario y que
1 dieron origen a la cubierta ignimbrítica de
Volcanismo básico pliocuaternario. la Sierra Madre Occidental. Esta secuencia
ign imbr ít ica cubre en gran parte las rocas
mesozoicas del 1 ím ite oriental de la Llanura
Costera del Pacífico y a rocas volcánicas in-
Volcanismo Oligoceno-Mioceno. termedias y básicas del Terciario Inferior.
Rocas volcánicas del Cenozoico en Sonora.
1.3.3. Resumen tectónico
mórficos de la Sierra de San Francisco, al que la parte inferior de la secuencia pertenece
norte de Los Mochis. A estas rocas metamór- probablemente al Misisípico Superior-Pensil- Los afloram lentos de rocas metamórficas
ficas les ha sido asignada, por autores prEN los vánico 1nferior. del Precárnbrico en el norte de Sonora, cons-
(Rodríguez y Córdoba, 1978), una edad co- tituyen uno de los rasgos más caracteristicos
rrespondiente al Precámbr'ico; De Cserna y Estos autores señalan que las secuencias de esta región. Según Anderson y Silver
Kent (1961) las denominaron Complejo So- paleozoicas de Sinaloa se depositaron en 11979), estas rocas metamórficas conforman
nobari. La unidad consiste de intercalaciones condiciones someras de plataforma. En gene- dos cinturones orogénicos y magmáticos de
de gneises de muscovita y biotita con anfi- ral se puEde considerar que estas secuencias orientación noreste-suroeste, truncados y
bolitas; además, se presenta intrusionada por se depositaron en una faja miogeosinolinal yuxtapuestos por la acción de una zona de
cuerpos de gabro y granodiorita, y se obser- que sería una continuación hacia el sur de la corr im lento lateral izquierdo que actuó du-
van desarrollos de pegmatitas y migmatitas. faja geosinclinal cord illerana del. oesw de los rante el Jurásico en dirección noroeste-sures-
Según Rodríguez y Córdoba 11978), losgnei- Estados Unidos, desarrollada en el Paleozoico te. Estos cinturones orogénicos forman parte
ses son derivados de rocas sedimentarias are- de los terrenos precárnbricos de or'rentación
no-arcillosas, con posibles intercalaciones de Del Mesozoico existe en Sinaloa una gran similar que se encuentran en la porción sur-
lavas básicas que sufrieron por lo menos dos heterogeneidad de litologías que conforman, oeste del Cratón Norteamericano.
ENentos de metamorfismo. al parecer, un conjunto volcánico:~edimenta
rio que vendría a ser una continuación hacia Según Jos datos rad iométr icos obten idos
el sureste del arco volcánico-volcanoclástico por Anderson y Silver· 11978). estas secuen-
A lo largo del borde oriental de la Llanura y sedimentario de la Formación Alisitos de cias fueron deformadas y metarnorfizadas
Costera del Pacífico existen una serie de aflo- Baja California (Rangin, 1978). A lo largo entre los 1650 y 1660 millone$ de años; sin
ramientos aislados de regular extensión de del limite oriental de la llanura costera se embargo, también reconocieron periodos de
secuencias paleozoicas marinas. Estas secuen- observan ex tensos afloramientos de rocas intrusiones (gneas entre los 1410 y 1440
cias están constituidas principalmente por volcánicas, Jávicas y piroclásticas, cuya corn- millones de años, as( como uno de 1100 mi-
areniscas, lutitas, limolitas y calizas; en algu- posicló n varía de ácida a básica, y muestran llones de años; este último episodio de intru-
nas localidades se presentan afectadas por efectos de metamorfismo regional y de con- sión constituye el primer reporte de rocas de
diversos grados de metamorfismo. La relación tacto (Fig. 1.21) generación grenvill lana en esta región del
estratigrái-ica de esta secuencia con el Com- Cr<Jtón Norteamericano (Anderson et al.,
pleju Metamórfico Sonobari no se observa, y Las rocas sedimentarias rneso1oicas están 1978).
el contacto con rocas mesozoicas es, al pare- representadas por secuencias rlu calizas que
cer, generalmente ·tectóriico, Rodríguez y en algunas localidades se observan parcial· E>1os terrenos metamórficos constituyen
Córdoba (op, cit.) reportan el hallazgo de mente metarnorfizadas. Los afloramientos de el basamento sobre el cual se desarrollaron
fusul ínidos Mil/ere/la sp., los cuales indicar, estas rocas se encuentran aislados; se presen- episod'ros de sedimentación marina de am-
23
Figura 1.21 ponde a las deformaciones comprensionales
de finales del Cretácico y principios del Ter-
ciario. Estas deformaciones originaron los
pi iegues de dirección noroeste-sureste, que
se observan en el flanco poniente de la Sie-
rra Madre Occidental, as( como las cabalga-
duras de las secuencias del Cretácico 1nfe-
rior y Paleozoico sobre el Grupo Cabullona
del Cretácico Superior en la región de Naco
y Agua Prieta IRangin, 1977b). Según Ran-
gin 11978), entre el Jurásico Superior y el
260 Cretác ico 1 nfer ior parece haberse desarrolla-
do una' fase de deformación aún no bien co-
nocida en Sonora y que se correlacionaría
con la fase Navadiana desarrollada en Norte-
américa.
o
El Tigre, Las Chispas, Lampazos y San Javier. Cl
1
Cl • HERMOSILLO
1
Ei tungsteno constituye un elemento ID 1
Vista de las ignimbritas del flanco oeste de la Sierra Madre Occidental, en el trayecto del ferrocarril Chihuahua-Pacifico.
26
CUBIERTA VOLCANICA DE LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL
Figura 1.23
. SALTILL0 0
27
Vista panorámica de la cubierta de ignimtxitas de la Sierra Madre Occidental, en la localidad de Barrancas del Cobre, Chihuahua.
28
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30
2
Geología de la Región Norte
y Noreste de México
(Hoja Monterrey, Noreste de la hoja Chihuahua, Norte de
la hoja México y Noreste de la hoja Guadalajara)
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VICTORIA
2.1. Generalidades del Cuervo. Mauger y colaboradores (1983) Los principales afloramientos pale.ozoicos
obtuvieron una edad (K-Ar), correspondien- de Ch !huahua los forman las secuencias ex-
Para describir la región norte-noreste de te al Grenvilliano, para un bloque metamór- puestas en el área de la Mina Plomosas (cali•
Méxko se tomaron como limites naturales, fico incluido en una secuencia pérmica. zas), al noreste de Chihuahua; Aldama (li-
al oeste, la Sierra Madre Occidental; al es-. Quintero y Guerrero (1 984), por otra parte, molitas), al norte de Chihuahua, y en varias
te, la com del golfo de Mexico, y hacia el reportaron el afloramiento de una unidad loé:alidades de la esquina noroeste del estado,
&Ur, el limite norte del Eje Neovolcanlco. metamórfica similar al sur de la Mina Plomo- en donde aparecen secuencias de calizas y
sas, en la que podría ser el afloram lento del dolomías de plataforma. En los pozos petro-
La regibn comprende, según la d'1visi6n
basamento precámbrico en Chihuahua. leros Moyotes No. 1 y Chinos No. 1 se cor-
fisiográfica de la DGG (ver F ig. 1.1), a las
taron secuencias paleozoicas; en este ú !timo
¡:;rovincias de S'~erras y Llanos del Norte, Sie- Las rocas paleozoicas ,ue afloran amplia- se alcanzaron rocas del Orov1cico, Cambrico
rra Madre Oriental, Gran Llenura de Norte-
mente en territorio de Texas, tienen en Mé- e incluso rocas metamórficas del Precámbri-
américa, Mesa del Centro y Llanura Costera
xico muy restringidos afloramientos por lo co (Navarro y Tovar, 1970).
·del Gotfo No.rte. Sin embargo, la divl$ión
que resuh:a dificil reconstruir los elementos
que aqul se haca se basa fundamentalmente paleog€0gráficos de aquella era (fig. 2.1). Las deformaciof!Bs orogénicas del Geo-
en los elementos paleogeogr:áficos del Meso- sinclinal Marathon-Ouachita, en el intervalo
R. González (1976) considera que los aflora-
zoico en Ema porción de México. De cual- M isislpico-Pensilvan ico, y los fallamientos
mientos de calizas y dolo m las del Paleozoico
quier forma, estos elementos tienen cierta normales de la porción sur del Cratbn de
Inferior de Chihuahua reflejan un ambiente
correspondencia con las provincias flsiogra- América del Norte, fueron seguidos de un
de plataforma similar a las facies desarrolla-
ficas anteriormente mencionadas, ~bre prolongado periodo de emersión (Pérmico-
das sobre el Cratón de América del Norte,
todo si se parte del principio de que las for- Jurasico Medio) durante el cual se deposi-
por lo cual considera 16gica la continuación
mas del relieve son una expresión particular taron capas rojas en el marco de un falla-
de este elemento hacia México; por otro-·
del tipo de fenómenos geológicos que las miento normal intenso. Este episodio de
lado, señala que en el intervalo Pensilvanico-
generan. depbsito continental es ampliamente co-
Pérmico el patrbn sedimentológico presen-
nocido, sobre todo en la región vecina de
Los climas de toda la regIón vartan por taba cond le iones mas contrastadas por la
Torreón y el norte de Zacatecas.
lo general de calidos a semicá'lidos y regular- acción de los fallamientos en bloques, que
rr!Bnte llevan impllclto un regirr!Bn de lluvias dieron origen a plataformas y cuencas intra- A partir del Klmeridgiano, la porción
de verano. Por otro lado, las precipitaciones crat6ni.cas sobre las que se depositaron car- oriental de Chihuahua actúa como una cuen-
revelan que estos climas varlan de secos a se- bonatos y sedimentos terrlgenos, respectiva- ca marina, como consecuencia d'e la trans-.
mi!€Cüs en el occidente de esta. zona, y ·de mente. De este periodo data la formacibn de gresión iniciada en ese periodo (De Ford,
húmedos a subhumedos en la Sierra Madre la Plataforma del Diablo, cuyo borde suroeste 1969). Esta cuenca se enoontraba limitada al
Oriental y la Llanura Costera del Golfo constituye un marcado lineamiento que co- noroeste por la Plataforma del Diablo, al su-
Norte. incide aproximadamente con el trayecto del roeste por la Penfnsula de Aldama y al este
R'¡o Bravo·en un trame situado entre Ciudad por la Península o Isla de Coahuila ver (Fig.
2.2. Area de Chihuahua Juárez y Ojinaga. Este rasgo tectónico ha 2.4). R. González ( 1976) cita un trabajo
mantenido su influencia sobre los eventos inédh:o de R. Garza (PEMEX) en donde se
2.2. 1. Geo/ogfa general
sedimentologico$ y deformacionales del Me- sugiere que la Pen(nsula de A,ldama y la
El érea correspondiente al estado de Chi- sozoico y aun del Cenozoico. De Ford (1969) Isla de Coahuila pudieran haber constituido
huahua se caracteriza -sobre todo en la parte hace notar que la desapariciÓn súbita, en la un solo elemento positivo, con lo que la
oriental- por la presencia de montañas ple- frontera de México, del cinturbn Ouachita, Cuenca de Chihuahua tendrfa comunicación
gadas formadas por las secuencias marinas constituido de sedimentos terrfgenos defor- a través del Golfo de Sabinas, en Coahuila.
mesozoicas. Estas montañas constituyen mados del Paleozoico, hace suponer que Las primeras etapas de la transgresión mari-
prominencias topográficas que se encuentran aquel oontinúa debajo de la secuencia me- na del Jurásico Superior, sobre la Cuenca de
separadas por grandes llanuras que surgieron sozoica de Chihuahu.a al este de los aflora- Ch !huahua, dieron origen al depósito de eva-
al rellenarse fosas tectónicas con sedimlentos mientos calcareos del Paleozoico de placer por itas que actualmente se manifiestan en
continentales y algunos derrames iávicos, to- de Guadalupa (Mina Plomosas); sin embargo, estructuras diapíricas de sal y yeso, ubicadas
do lo cual dio origen a· las cuencas endo- no descarta que este cintur6n pase al oeste al sur de Ojinaga y Cd. Juárez, así como en
rreicas locales de los llamados "bolsones", de la localidad anterior, ya que en el área de hallazgos de los pozos petroleros de PEMEX
Las secuencias sedimentarias plegadas desa- Aldama se ha reportado la presencia de una en la Sierra de Cuchillo Parado (De Ford,
j parecen hacia la margen occidental del esta- oonsiderable secuencia de limolitas de color 1969). Los principales afloramientos del Ju-
gris obscuro, semejantes a las que afloran en rásico SupP.rior presentan secuencias arcillo-
' do, en un límite transicional, debajo de la
cubierta ignimbdtica de la Sierra Madre el flanco norte del clnturon Ouachita, en te- arenosas y calcáreas, y se localizan principal-
1 Occidental. rritorio de Texas. La dificultad para definir mente entre Cd. Juárez y Chihuahua, sobre
los elementos tectbnicos del Paleozoico en todo en el norte de la Sierra de Samalayuca,
1 Las rocas sedimentarias plegadas que Chihuahua estriba en que los afloramientos en la Sierra de la Alcaparra, en la Sierra El
l
:\
l
afloran en la mayor parte del érea evolucio- _ son muy escasos y que en esta región conflu-
naron Sobre un basamento paleozoico y pre-
cambrico que aflora en algunas localidades,
el cual también ha sido reportado en pozos
yen el Cratbn de América del Norte, el cin-
tur6n Ouachita y el Miogeosinclinal del
Geosinclinal Cordillerano, en una relación
Kilo y en la Sierra La Moj'¡na.
+--------- ----+
1 1
2 2.2. Yacimientos económicos
----+------------+----
/ 1
Bárbara y San Francisco del Oro pertenecen
a esta banda central del estado de Chihua-
hua. Según Ciar k et al. (1980), durante el
final del Mesozoico y gran parte del Cenozoi-
1 1 co ocurrió una migración hacia el este, en
1 1 tiempo y espacio, y un posterior retorno de
los arcos magmáticos relacionados con la
1 1
margen convergente que se deserrollaba en
1
$PARRAL 1
el borde occidental del pa{s. Los episodios
de mineralización hidrotermal de los distri-
1 tos mineros anteriormente mencionados,
1
ocurrieron hace 40 a 28 millones de años
1 1 (Ciark, et al., 1980). Estos episodios están
·----r---
1 1 relacionados con la actividad magmática, la
cual es producto de la fusión parcial de la Pla-
--~-r-- -.26'
ca Paleopac(fica debajo de la corteza conti-
[!] Rocas ¡edomeotanas nental de México, en el tiempo que ocurria
un retorno de la migración de los arcos
magmáticos hacia el oeste.
Rocas sedimentarias del Paleozoico de Chihuahua.
Los yacimientos hidrotermales de manga-
neso, contenidos generalmente en rocas ig-
con depósitos de caliza y yero de la Forma- co. Estos depósitos terrígenos constituyen nimbríticas, conforman también un cinturón
clbn Alcaparra, as! como de lutitas y areniscas el Grupo Ojinaga, reconocido en el área de de yacimientos dentro de los cuales se en-
de la Formación Las Vigas. Para esta época la ciudad homóloga, que refleja un ambiente cuentran los de las localidades de Talaman-
psrmaoocla aún emergida la Isla de Coa huila, deltáico, v que marca para el Campaniano el tes, Terrantes y Casas Grandes.
y la Pen lnsula de Alclama era cubierta por · avance de la 1(nea de costa al oriente (R.
una transgresión marina. A finales del Neo- González, 1976). La ausencia de sedimentos Los yacimientos de hierro, del este de
comiano e inicios del Aptiano los mares ini- del Cretácico Superior, en el área de la Pe- Chihuahua, conforman un cinturón asociado
cian una transgresión muy importante sobre nínsula de Aldama, sugiere que esta porción al retorno hacia el oeste del magmatismo, re-
la Isla de Coahuila y los terrenos internos de permaneció emergida durante la mayor par- lacionado a la migración de los arcos (Ciark
Sonora y Si na loa (Rangin, 1976). En la Cuen- te del Cretrícico Superior. et al .. op. cit.). Los principales yacimientos
ca de Chihuahua se desarrolla y deposita una se encuentran en las minas de La Perla y Hér-
considerable secuencia, fundamentalmente El término de la era Mesozoica está mar- cules. en la vecindad con Coahuila.
calcárea, que incluye a la Formación Cuchi- cado por el plegamiento de la carpeta meso-
llo y el Grupo Chihuahua (Formación Be- zalea (Fig. 2.2), como resultado de un "dé- Los depósitos uraníferos volcanogénicos
nigno, Formación Lágrima, Caliza Finlay collement" o desprendimiento a nivel de la de Chihuahua están vinculados a la migra-
y Formación Benavides), (Córdoba, 1970). secuencia evaporítiéa de la base. Por otra ción del magmatismo, hacia el este, y se rela-
Esta transgresión sobre los elementos positi- parte, los ejes de las estructuras presentan cionan con lavas riolíticas y traquíticas de
vos alcanza su máximo desarrollo en el inter- generalmente una orientación noroeste-su- hace 40 millones de años. La principal loca-
valo Albiano-Cenomaniano, durante el cual reste. Las recumbencias con fallas inversas lidad de este tipo ele yacimientos es la Sierra
se desarrollaron sobre la Plataforma de Alda- en sentidos opuestos, en ambos flancos de de Peña Blanca, ubicada al norte de Chihua-
ma importantes facies arrecifales (Franco, la cuenca, han sido interpretadas como un hua.
1978). Durante el Cretrícico Superior la sedi- arqueamiento de la banda central a nivel del
mentación terrígena en la región de Chihua- basamento, lo que originó el deslizamiento Por lo que respecta a los yacimientos
hua marca el levantamiento v la actividad hacia la Plataforma del Diablo y la Platafor- petroleros, las rocas calcáreas paleozoicas
volcánica de la porción occidental de Méxi- ma de Aldama (Gries y Haenggi. 1970). que muestran facies de plataforma, sobre
34
todo las que afloran en la porción noroeste
del estado de Chihuahua, cuentan a profun-
didad con posibilidades, ya que muestran
gran. porosidad y se asemejan a las rocas
productoras del oeste y centro de Texas (R.
González, 1976). La información de los
pozos PJtroleros ha revelado posibilidades
para el Jurásico de Chihuahua, ya que se han
cortado secuencias calcáreo-arcillos¡,s con
alto contenido orgánico, que pueden S€fVÍr
tomo rocas generadQfas, as( como algunas
secuencias porosas de facies de plataforma
que pueden ser almacenadoras (R. GonzMez,
op. cit.).
------r--- 1
--260
del Jurásico, preparan la Paleogeograf(a de la
parte superior del Mesozoico y dan lugar
al depósito de capas rojas continentafes que
han sido reportadas, sobre todo en y al sur
del sector de las sierras transversas Monte--
Falle;~ norma!
rrey-Torreón.
Falla tnversn T'T"T""f"""
+
Smc!,nal
a la formación del Golfo Sabinas, la Isla
Ant•c"n•t de Coahuila y la Pen(nsula y Archipiélago de
Tarnaulipas (ver Fig. 2.4). Este fenómeno
Rocas volc.3nu:.as del., erc1ano ~ ha sido relacionado por varios autores con la
apertura del extremo occidental del Mar de
Tethys, en el inicio de la disgregación del su-
Estructuras en rocas Mesozoicas de Chihuahua. percontinente Pangea. De esta manera queda
35
Figura 2.3 de Coahuila en diferentes niveles estratigrá-
ficos. La Formación Menchaca está formada
108°
1
por una secuencia de calizas y algunas inter-
1050 calaciones de margas y Jutitas; esta forma-
CD. JUAREZ
ción constituye la base de la secuencia de
1 plataforma del Neocomiano que está repre-
1 sentada hacia arriba por las lutitas y arenis-
cas de la Ftxmación Barril Viejo, las calizas
1 y Jutitas de la formación Padilla, la secuen-
cia calcáreo-arcillosa de la Formación La
/ A Mula, y las calizas, dolomlas y evaporitas de
1 la Formación la Virgen. En el sector sureste
¡· •
- + - - - - - - - - - - - ---+
1
del Golfo de Sabinas se depositaron las cali-
zas arcillosas de la Formación Taraisesduran-
te el intervalo Berriasiano-Hauteriviano.
/ A Sto Eulaloa 1
1
-280
clfal que limita esta formación se desarrolla-
ron facies de mar abierto correspondientes a
la Formación Tamaulipas Superior. (ver Fig.
2.7).
1
1
• 1
1
o En el li'mite Aptiano-Aibiano sobreviene
1 un aporte generalizado de terr(genos finos al
San Franc·¡sco del Oro Golfo de Sabinas que dan lugar a la Forma-
1t. A 11 ción La Peña. Este aporte pudo haber ocurri-
do como resultado de un levantamiento epei-
1
• rogénico de los elementos positivos o un
descenso eustático del nivel del mar (Smith,
1970; Charleston, 1973).
1
1
Ü
,6.
Au-Ag
Pb-Zn-Ag
--+-- --+-
1
-- - :!60 Durante el intervalo Albiano-Cenomania-
no una importante transgresión marina que
cubre incluso Jos elementos hasta entonces
positivos, originó el desarrollo de gruesas
1!1 Mn secuencias carbonatadas en todo el noreste
IJ1, Fe de M'éxico. Sobre las Plataformas del Burro
(Península de Tamaulipas) y Coahuila (Isla
uw de Coahuila) se depositaron secuencias de
e Hg
facies someras y evapor (ticas gracias a la pre-
sencia de arrecifes que bordeaban los ele-
0 Pb-Cu mentos. A este intervalo pertenecen las for-
maciones Aurora, Acatita y Tamaulipas Su-
Distribución de los principales yacimientos minerales conocidos del estado de perior (ver F ig. 2.8).
Chihuahua (tomado del mapa metalogenético de la República Mexicana, Guillermo
P. Salas, 1975). En el Cretácico Superior se depositaron
en toda la región sedimentos fundamental-
definida en el Oxfordlano el Paleogolfo de mienta, constituidas de secuencia.s calcáreo- mente terr(genos provenientes de la porción
Sabinas, que presenta las caracter(sticas arcillosas, con horizontes carbonosos, as( occidental de Méx leo, que sufrió deformacio-
de una cuenca intracratónica desarrollada en como los depósitos detr(ticos del grupo La nes orogénicas al principio de esta época y
la porción sur del Cratón de América, más Casita (ver Fig. 2.6). un levantamiento general posterior. Con la
estable tectónicamente. En las primeras eta- retirada gradual de los mares hacia el oriente
pas de la transgresión se desarrollaron en el Durante el inicio del Cretácico Inferior se desarrollaron sucesivas 1íneas de costa y
Golfo de Sabinas depósitos evaporfticos, continuó la transgresión marina del Jurásico deltas con los depósitos detr (tricos conse-
terr(genos y calcáreos, en el marco de una Superior, lo cual dio lugar al depósito, duran- cuentes (ver Fig. 2.9). En las cuencas de La
fuerte evaporación (R. González, 1976), te todo el Neocomiano, de una secuencia Popa y Parras el hundimiento lento dio
sobre todo en el Oxfordlano (ver Fig. 2.5) _ heterogénea que comprende varias formacio- lugar a la aoumu !ación de gruesos espesores
A esta época corresponden las formacio-nes nes. La Arcosa-San Marcos constituye una de lutitas y areniscas. A las secuencias del
Minas Viejas, Novillo, Olvido, Zuloaga y La facie litoral y continental de gran parte del Cretácico Superior pertenecen las formacio-
Gloria; estas dos últimas representan, res- Neocomiano, simultáneamente a la cual se nes Del Rfo, Buda, lndidura, Eagle Ford,
pectivamente, las facies ex tralitoral y cerca- depositaron diversas formaciones. Lá confi- Caracol, Austin, Parras, Upson, San Miguel,
na, a costa del Oxfordiano Superior (Roger guración de La Arcosa-San Marcos permite Olmos, Escondido y Difunta. Los sedimen-
et al., 1961). Con el avance de la transgre- observar intercalaciones de ésta, entre for- tos que constituyen esta última formación
sión marina, durante el Klmmeridgiano y maciones depositadas simultáneamente en han sido considerados por Tardy et. al. (1974)
Tithoniano, se crearon los depósitos de mar ambientes marinos de plataforma, ya que como depósitos flysch que preceden las de-
abiertos, de las formaciones La Caja y Pi- varios lentes se alejan del litoral de la Isla formaciones orogénicas.
36
Las deformaciones de la Orogenia Lara- pos ígneos como parte de una banda (gnea pozos exploratorios y ha encontrado impor-
mide se desarrollaron principalmente en la alcalina que se prolonga hacia México desde tantes manifestaciones de hidrocarburos en
parte inferior del Cenozoico. A est~ episodio Nuevo México. Estos autores consideran que el área del Pa leogolfo de Sabinas.
pertenecen las estructuras anticlinales y sin- este magmatismo alcalino fue inducido por
clinales tan caractedsticas del paisaje coa- el fenómeno de subducción que ocurría en el La zona carbon(fera de Sabinas está for-
huilense. El estilo de deformación del área occidente de México y que constituye la mada por yacimientos sedimentarios aloja-
del Golfo de Sabinas es de menor intensidad manifestación más alejada de la paleotrin- dos en la secuencia deltáica del Cretácico
que el que se observa en el frente del Parras chera que se encontraba a 1000 km de dis- Superior. Concretamente pertenecen a la For-
donde las recumbencias y cobijaduras tienen tancia. También existen para el Oligoceno mación Olmos del Maestrichticano, deposi-
un desarrollo. muy importante. Los pliegues manifestaciones volcánicas semejantes a las tada en un ambiente dominantemente palus-
son poco estrechos y sólo se llega a obser- rocas silícicas del este de Chihuahua, además tre. Esta zona es la principal productora de
var recumbencias y cabalgamientos hacia los de pequeños derrames basálticos del Plio- carbón en el país y la de mayores reservas
elementos en los 1ím ites del paleogolfo. So- Cuaternario. (ver Fig. 2.13).
bre los antiguos elementos positivos las es-
tructuras son aún mas suaves y llegan a 2 3. 2 Yacimientos económicos
observarse en forma de grandes periclinales. También existen numerosos yacimientos
A partir de estas deformaciones orogénkas El área del Paleogolfo de Sabinas y las de fluorita y barita distribuidos en una fran-
se inicia la evolución continental de la re- áreas de las plataformas de Coahuilay Tamau- ja de orientación general noroeste-sureste,
gión, con importantes depósitos continen- lipas han sido objeto de exploración petrolera en püSición sensiblemente paralela a las fran-
tales favorecidos por .el fallamiento normal muy importante, ya que reúnen buenas carac- jas de mineralización desarrolladas en el
ocurrido en el Cretácico Superior. terísticas para el desarrollo de yacimientos y, norte de México, como consecuencia del
además, se ha obtenido abundante produc- ma'gmatismo asociado al fenómeno de sub-
Durante el Cenozoico ocurrieron eventos ción comercial en áreas -vecinas. )..os niveles ducción que ocurrió en el occidente. Estos
aislados de actividad ígnea en esta región del estratigráficos con mayores posibilidades son filones son vetas hidrotermales que encuen-
país, sobre todo en el Oligoceno, cuando el Jurásico Superior y el Cretácico 1nferior, tran generalmente a las calizas del Cretácico
fueron emplazados intrusivos de sienita ne- ya que en ellos se encuentran rocas con ca- 1 nferior como roca encajonan te. Esta zona
felínica (Bioomfield y Cepeda.' 1973). K. racter (sticas generadoras y almacenadoras. es la principal productora de fluorita en
Ciar k y colegas (1980) consideran estos cuer- Petróleos Mexicanos ha perforado algunos México.
FSCALA
(Según Raúl González, 1976)
o 80 160 240 km
PE MEX
37
DISTRIBUCION PALEOGEOGRAFICA DEL NORESTE DE MEXICODURANTE EL OXFORDIANO Figura 2.5
o 50 100 km.
'
)
-- ZACATECAS
o CD. VICTORIA
.:<'fi''
PLATAFORMA CARBONATOS EVAPORITAS, F. OLVIDO-NOVILLO
. .
"\
BORDO BANCOS OOLITICOS, GPO. ZULOAGA (?)
o 50 100 km.
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' ...... 1
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) e CD. VICTORIA ,;.;.
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1
HERMOSILLO
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J
f
..1
~ Caliza Plat.
o 100 200 krn.
Dolomia
Arrecife .
Calrza cuenca
Evapontas
[1 Continente
(Seg(¡n Raúl González, 1976)
PEMEX
40
PALEOGEOGRAFIA DEL ALBIANO-CENOMANIANO Figura 2.8
PARA EL NORTE Y NORESTE DE MEXICO
HERMOSILLO
•
.
'\..........,
1
'\
\
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·ESCALA
H. q Platafonna
o
'
100 200 km
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Anhtdrtta
~ Dolomta
~
~~ Arrectfe
B'll CuenCB
\
\
1.
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MONTERREY 1 MATAMORO
• \ 1
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CULIACAN
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L~ CD. VICTORIA
¡/
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1
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.............
' ,,_,. .... '
ESCALA
Pliegue recostado en rocas sedimentarías marinas del Cretácico, que muestra el tipo de deform.ación que prevalece en la región
Tol imán-Peñam iller.
Foto Jesús Olvera, SPP
45
DISTRIBUCION DE ARRECIFES DEL CRETACICO INFERIOR Y MEDIO EN LAS Figura 2.11
MARGENES DEL GQLFO DE MEXICO
o
u
f=
z
<{
_J
r
<{
o
z
<{
w
u
o
MI AMI
GOLFO
DE
MEXICO
MAR CARIBE
ARRECIFES
1<)0 .!OC•
Las actividades plutónica y volcánica en que conforman este basamento deben haber andino adyacente, resultado del hundimien-
la Sierra Madre Oriental y la Llanura Costera sido fuertemente dislocados por los moví' to de la Placa Paleopacífica debajo del con·
del Golfo fueron muy incipientes durante el mientos laterales y verticales de la primera tinente norteamericano; el segundo dominio,
Cenozoico y sólo se reconocen aislados plu- mitad del Mesozo\co, cuando ocurrió la de tipo geosinclinal o de sistema de alaucó-
tones emplazados en la secuencia mesozoica apertura del golfo de Méx leo. Estos movi- genos, se origna por la transgresión marina
y algunos derrames de los dominios de la' mientos tectónicos prepararon la distribu- del Jurásico Superior sobre el oriente del
Sierra Madre Occidental y Eje Neovolcáni- ción paleogeográfica de cuencas y platafor- país, al tiempo d6 la apertura del golfo
co, as( como de la provincia alcalina del mas que controlar(an la sadimentación y las de México, Esta transgresión dio lugar a con-
oriente de México. Los más importantes deformaciones laramldicas de finales del Me- siderables depósitos calcáreos en el marco
emplazamientos plutónicos corresponden a sozoico. De cualqllier forma, los afloramien- de una subsidencia intermitente y a la pre- ·
la Sierra de San Carlos, en Tamaulipas, en tos paleozoicos de la Sierra Madre Oriental sencia de elementos cratónicÓs en forma de
donde se encuentran sienitas n~felfnicas, ga- han sido considerados como una prolonga- porciones emergidas y de altos fondos ma-
bros y monzonita dispuestos en lacolitos, ción del cinturón Ouachita del sureste de rinos.
diques y mantos (ver F ig. 2.12). Estas rocas Estados Unidos, ya que muchos autores han
constituyen la continuación hacia el sur de encontrado semejanzas con las rocas de este
la provincia alcalina que se inicia hecla el cinturón (De Cserna, 1956; Flawn, 1961; A principios del Cretácico Superior ocurre
norte en el área de Big Bend, en Texas (Ciark Denison et al., 1971, Ramírez Ramírez, un marcado cambio en ·~1 régimen de sedi-
et. al., 1980). Estudios radiométricos de 1978) que se constituyó en la segunda mi- mentación de esta región, como consecuen·
rocás intrusivas del área de Tamaulípas, lle- tad del Paleozoico como consecuencia del cía del levantamiento y deformación del
vados a cabo por Bloombield y Cepada cierre del oceáno Protb-Atlántico. dominio occidental en donde continuaba
(1973), revelaron fechas que varían entre 30 actuando la subducción de la Placa Paleo-
y 28 millones de años. Los derrames alcali- pacífica, debajo de la porción continental de
nos de basalto, ubicados al norte de Tampi- Durante el Triásico esta porción del país Méx leo. Los sedimentos detríticos que co-
co, representan un evento más tard lo, el evolucionó en forma continental con el desa- mienzan a cubrir la secuencia cab:\rea del
cual se atribuye a un fenómeno de disten- rrollo de una tectónica distensiva que dio oriente se distribuyen ampliamente y llegan
sión (Cantagrel y Robin, 1979). lugar a la formación de fosas y rellenos im- a alcanzar grandes espesores en las antefosas
·portantes de sedimentos continentales. En de Parras, en el Cretácico Superior, y Chicon-
el -periodo Jurásico· sa instauran en México tepec en el Paleoceno, cuya formación anurt-
24.2, Resumen tectónico dos dominios importantes como resultado cía la actividad orogénica que afeetaría toda
de la apertura del Atlántico y el golfo de la región. De esta manera los dominios occi-
Las caracterlsticasdel basamento precám- México, as( como por la migración de Norte- dental y oriental de Méx leo, que habían actua-
bnco y paleozoico sobre el que evolucionó la américa hacia el noroeste. El primero de do de manera relativamente independiente y
amplia secuencia mesozoica del oriente de ellos, ubicado en el occidente de México, es- con carac'ter íst leas propias, se ven interrela-
México, no son claras, ya que en general son taba representado por una margen conver- cionados estrechamente con las deformacio-
escasos los afloramientos. Los cinturones gente y una zona de arco magmático de tipo nes de finales del Mesozoico.
46
Afloramiento de sienita en la Sierra de San Carlos, Tamaulipas. Foto: Francisco Palomino SPP
po hipabisas andesitico del Cerro del Berna!, Tamaullpas. (Foto: Francisco Palomino SPP)
47
...l-
DISTRIBUCION DE LOS AFLORAMIENTOS DE ROCAS Figura 2.12 Según un modelo de Coney (1976), las
deformaciones 'orogénicas de finales del Cre-
IGNEAS DEL NORESTE DE MEX!'CO
tácico y principios del Terciario coinciden
con un cambio en el movimiento de las placas
tectónicas, ya que la Placa Norteamericana y
la Placa Paleopacífica que convergían de ma-
nera oblicua en el occidente de México, emp&
zaron a realizarlo frontalmente y con veloci-
dad mayor. De Cserna (1956) considera que
los pi legues de la secuencia mesozoica aumen-
tan en intensidad desde la Mesa Central hasta
la Sierra Madre Oriental, por la presencia,
en la época de las deformaciones, de las ma-
sas cratónicas de la plataforma de Coahuila
y la Península de Tamaulipas; los esfuerzos
provenientes del suroeste provocaron la d&
formación de la secuencta a partir de la base
de evaporitas oxfordianas que sirvieron de
superficie de deslizamiento"o décollement al
estilo de las montañas Jura, de Europa (De
' Cserna, 1979). Tardy (1975) supone la exis-
\
'\ lb- 3
'1
'-'
tencia de una napa de dirección norte-nores-
te, es decir, de una cobijadura de ce~tenares
' \ ....J -~
de kilómetros que coloca la secuencia pelágica
1
1
de la cuenca interna (Mesa Central y Cadena
'í Alta de la Sierra Madre Oriental) sobre las pla-
\ ,_, /
1
1 ~
taformas San Luis - Valles y Coa huila, con
\
\
/ ,~ ()8~3 secuencias arrecifales y subarrecifales, que
1 '1 \
forman una misma arruga paleogeográfica; el.
modelo de este autor presume el desprendi-
1
miento de la secuencia de la cuenca interna
\ a partir del nivel de los yesos oxfordianos, y
\
\
r/ 1 ' establece la posibilidad de que el basamento
\
1 pueda formar parte de este fenómeno tectó·
' r' nico. Según un modelo de Padilla y Sánchez
\
11 982), la distribución de los pliegues y
cabalgaduras del noreste de México puede
/
1
ser explicada por un movimiento de Norte-
américa hacia el noroeste con respecto a
México, más que por la acción de esfuerzos
compresivos coaxiales de orientación suroes-
te-noreste.
Figura 2.13
PIEDRAS NEGRAS
CHIHUAHuA
• A Sta. Eulalia
1
1
~ Fe o Pb, Cu
@ Ba
& Pb-Zn·Ag Principalmente @
o Au-Ag
o Na, Mg ~ Sal
o
®
Hg
a Carbón
11 Mn Principalmente
Distribución de los principales yacimientos minerales conocidos que se encuentran en el noreste de México
(tomado del mapa metalogenético de la República Mexicana; G.P. Salas, 1975),
49
01
o
im
t.~
:~
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- N O AFLORA NO DEPOSITO
Cf~ b¡ar
y JO DE EROSION Compilado por: Enrique
8
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52
3
Geología de la Región
Central de México
(Hoja Centro y Sur de la hoja Occidente)
GUADALAJARA
YERACRUZ
3. Geología de la Región Central de México
3.1 General idadas 3.2. Eje Neovolcánico cas con el consecuente desarrollo de lagos,
lo que le da al paisaje geomorfológieo unq
Para la descripción geológica de la región El Eje Neovolcánico Transmexicano cons- apariencia muy caracter(stica.
central de México se han tomado como lími- tituye una franja volcánica del Cenozoico
tes naturales los siguientes. al norte, el borde Superior que cruza transversalmente la Re- Los principales aparatos volcánicos que
septentrional del Eje Neovolcánico; al po- pública Mexicana a la altura del paralelo 20 sa localizan en esta provincia son estratovol-
niente y sur, las costas del Pacífico; y al este. (ver Fig. 3.1). Está formado por una gran canes de dimensiones muy variabi6S·, como
el litoral del Golfo de México y la zona del .variedad de rocas volcánicas que fueron emi- el Pico de Orlzaba, .el Popoc¡¡tépetl, ellztac-
Istmo de Tehuantepec. tidas a través de un importante número de c(huatl, el Nevado de Toluca, y el Nevado
aparatos volcánicos, algunos de los cuales de Colima (ver F ig. 3.3); todos ellos fueron
Dentro de esta región quedan compren- constituyen las principales alturas def pa(s. edificados por emisiones alternantes de pro-
didas las provincias fisiográficas del Eje Neo- La actividad volcánica en esta franja ha dado ductos piroclásticos y derrames ~leos.
volcánico, de la Sierra Madre del Sur y la lugaf a un gran número de cuencas endorrei- Existen, además, aparatos del tipa de conos
porción norte de la Llanura Costera del
Golfo Sur (ver Fig. 1.1). De acuerdo con la
división de provincias geológicas de López Figura 3.1
Ramos (1979), dentro de esta región queda-
rian incluidas las provincias de la Cuenca de
Veracruz (con la Subprovincia de la Sierra
de Juárez), de San Andrés Tuxtla, de la
Cuenca d¡¡ Tlax iaco, de la Sierra Madre del
Sur y Altiplano de Oaxaca, de la Cuenca
de Guerrero, Morelos y del Eje NeCNolcá-
nico.
1
1
1
1
180---+----- - - - - -
105°
sideradas como andesíticas a la luz de análi- ticlinorio Tzitzio-Huetamo; por otro lado, ción hacia el extremo sureste de la trinchera,
sis químicos de muestras de roca (M coser et. hace notar que en el segmento oriental del y se origine un ángulo horizontal de 20°
al., 1974). Existen. además, manifestaciones eje son más escasos los afloramientos de es- entre la trinchera de Acapulco y el Eje Neo-
locales a lsladas de volcanismo riel ítico re- tas andesitas. Lo que no plantea claramente volcánico. Para Demant (1978) la subduc-
ciente, como las que se localizan en los este autor, es la relación de estas rocas inter- ción de la Placa de Cocos, a lo largo de la
domos de la Caldera de la Primavera, en Ja- medias con las ignimbritas oligocénicas de la trinchera de Acapulco, comenzó a deserro-
1isco; en el área de los Azufres, en M ichoa- Sierra Madre Occidenta 1 en donde la activi- llarse progresivamente en el 01 igoceno,, en
cán; así como en Tequila, Puebla, y Laguna dad propiamente andes ítica habla cesado a la traza de una zona de desplazamiento late-
del Carmen (Dernant, 1978). Desde un pun- finales del Eoceno, hace 40 millones de años ral izquierdo entre la Placa Americana y la
to de vista químico, el Eje Neovolcánico (Me Oowell and Clabaugh, 1979). Placa del Caribe, que aún actúa a lo largCl del
Transmex icano es considerado por numero- sistema de fa~las Polichic-Motagua-Fosa Cay-
sos autores como una provincia calco-alca- El origen del Eje Neovolcán.ico ha sido mán. El movimiento lateral en este sistema
i'ina, caracterizada por su abundancia de relacionado principalmente a la subducción refleja la rotación de Norteamérica haéia el,
andesitas y dacitas y por la relación que de la Placa de Cocos, debajo de la corteza oeste con respecto a la Placa del Caribe que
guardan sus contenidos de Si02 y Na 2 0 + continenkal de México, que al nivel de la incluye la porción continental de Cer¡troamé-
K20. astenósfera sufre 'fusión parcial y origina los rica.
magmas del eje (Mooser, 1975; Urrutia y
La mayor parte de los autores coinciden del Castillo, 1977; Oemant, 1978). El carác- Negendank (1972), basado en las carac-
en que la actividad del Eje Neovolcánico se ter calcoalcalino. de esta provincia apuntala terísticas químicas de las rocas del Eje Neo-
inic'1ó en el Oligoceno y ha continuado hasta dicha hipótesis aunque la posición oblicua volcánico, supone que esta provincia calcoal-
el Reciente (Mooser et. al., 1974; Negen- del eje con respecto a la trinchera de Aca- calina se, ha originado como resultado de la
dank,,1972; Bloomfield, 1975). En esta acti- pulco no resulta un rasgo típico de esta cla- fusión parcial de los materiales de la corteza
vidad se han reconocido dos ciclos principa- se de fenómenos. Urrutia y Del Castillo inferior, más que por la fusión parcial de la
les: uno, Oligoceno-Mioceno; y otro, Pilo- (1977) explican esta falta de paralelismo por Placa de Coccis al nivel de la astenósfera.
Cuaternario; Demant (1978) considera que medio de un modelo donde se muestra que
el volcanismo del eje es únicamente Plio-Cua- la dirección del movimiento de las placas de Algunos autores han señalado que el Eje
ternario, ya que el ciclo inferior del Oligoce- c'ocos y Americana no es perpendicular a la Neovolcánico coincide con una zona de co-
no-Mioceno constituye la prolongación trinchera de Acapulco, y que de los extre- rrimiento lateral que estuvo activa en el pasa-
meridional del sistema volcánico Sierra Ma- mos noroeste al sureste de la trinchera la do. Según un modelo de Gastil y Jensky
dre Occidental. Este autor señala que las Placa de Cocos se vu~lve más densa, menos (1973), en el Cretácico Tardío y en el Ter-
andesitas del 01 igoceno pueden encontrarse caliente y menos joven, así como de mayor ciario Temprano ocurrieron en el eje impor-
plegadas como en la Sierra de Mil Cumbres, espesor y rigidez; todo esto hace que dismi- tantes desplazamientos de tipo lateral dere-
en la región del Lago de Chapa la y en el An- nuya paulatinamente el ángulo de subduc- cho, en Goncordancia con los movimientos
57
•
Figura 3.3
TECTONICA DEL CARIBE Y DEL PACIFICO CENTRO
PLACA NORTEAMERICANA
.....
PLACA DEL
PACIFICO
~
K Cresta de Cocos
A Sistema de Fracturas de San Andrés-Golfo de California
L Cresta de Carnegie
B Fractura de Rivera
M Cresta de Nazca
e Rivera Tri pi e Ju nction N Fosa meso-americana
D Fractura de Clarión
E Fractura de Orozco
o Fosa Perú-Chile
p Fallas Poloch ic-Motagua
F Fractura de Siqueiros
o Falla Caymán o Bartlett
G Fractura de Cl ipperton
R Zona de ~ubducción de las Pequeñas Antillas
H Cresta de los Galápagos
S Fosa de Puerto Rico
Fractura de Panamá
T Fallas Oca- El Pilar
Cresta de Tehuantepec
(Demant, 1978)
58
cia sedimentaria mesozoica de-la Plataforma
Sedimentaria Morelos-Guerrero. Hacia los
Hmites de Guerrero y Oaxaca la secuencia
sedimentaria marina de la Plataforma More-
los-Guerrero descansa sobre el basamento me-
tamórfico paleozoico representado por el
Complejo Acatlán.
16''-- +-----
1
--.........,;..,=:::. '~!&~~~~
lladas en esta porción de México durante el
Cretácico Temprano.
PLATAFORMA
HONDURAS 1 ) TZI- TZIO TELOLOAPAN GUERRERO- MORELOS
Corteza Continentaf
mayor parte de esta región el complejo está En el sector Teloloapan-Arcelia aflora Cserna (1978 b) opina que la ausencia de
formado por ortogneis-cuarzo-feldespático, una secuencia de rocas volcánicas andesíti- caliza de plataforma en la Formación Mor&
de composición granodiorftica. En el sector cas, rocas sedimentarias calcáreo-arcillosas los, al poniente de Teloloapan, se debe a un
más meridional de la Sierra Madre del Sur, foliadas y grauvacas. que constituyen depó- cambio de facies por la presencia de una
GOrrespondiente al sur de Guerrero y occi- sitos de un arco volcánico insular y mar mar- cuenca en este sitio durante el Albiano-C&
dente de Oaxaca, el Complejo Xolapa pr& ginal. desarrollados en el Jurásico Superior- homaniano. Este au'tor considera que las
senta esqu mos de facies esquistos verdes, Cretácico l~ferior (Campa y Ramírez, 1979). rocas volcánicas del área Teloloapan-Arcelia,
derivados de rocas sedimentarias y orto¡¡¡nei- Estas secuencias volcánico-sedimentarias más que formar la secuencia volcánico-sadi-
ses, con presencia abundante de migmatitas. afloran en forma continua hacia el norte, mentaria del arco insular mar marginal, sug&
hasta la zona de Tejupilco, a partir de donde rida por Campa y Ram írez, pertenecen a
De Cserna (1966) considera a este com- los afloramientos se vuelven aislados y menos una etapa de volcanismo Cenomaniano-Tu-
plejo metamórfico como de edad paleozoica, extensos; también se llegan a observar las raiiiano (Formación Xochipala), o bien al
dado que subyace a la secuencia volcane-S& áreas de lxtapan de la Sal, Zitácuaro y Tlal- basamento de rocas volcánicas antiguas,
dlmentaria de la Formación Chapoiape, pro- pujahua. todo esto en un modelo paleogeográfico
bablemente del Triásico, y porque en ningu- que no muestra mayores complicaciones
1111 localidad 5e le encuentra subyaciendo a En.el sector Huetamo-Coyuca se encuen- tectónicas.
rocas sedimentarias del Paleozoico; sin em- tra expuesta una secuencia Jurásico-Cretácica
bargo, el rango estratigráfico de este complejo volcánico-sedimentaria, que paulatinamente
3.6. Oaxaca y zonas adyacentes
no ha podido ser precisado, dado que los se vuelve más sadimentaria hacia la cima, La
estudiosgeocronológicos han arrojado edades base presenta rocas sadimentarias detríticas
radiomátricas muy dispares, que indican interestratificadas, con lavas y tobas andesf- En la región central de Oaxaca y las áreas
eventos termales ocurridos en el Paleozoico tlcas del Jurásico, que constituyen la Forma- adyacentes del sur de Puebla, y este de Gu&
(Halpern et ·al., 1974), en el Mesozoico ción Angao IPantoja, 1959). Sobre esta for- rrero, aflora u na importante secuencia meso-
(Guerrero et al., 1978) y en el Terciario (De mación descansa una intercalación de lutH:as zalea sadimentaria que atestigua el desarrollo
Cserna, 1965). Guerrero et. al. (1978) apoya v areniscas, con algunos horizontes de tobas, de una cuenca a partir del Jurásico Inferior.
la existencia de un evento termal en el Ter- limo! itas y calizas arrecifales, depositados en
·,¡ ciario (hace 32 millcmes de años), en ¡¡1 área el Cretáclco 1nferior (Neocomiano-Aptiano- Esta región de afloramientos mesozoicos
de la carretera Chllpancingo-Guerrero, y en Aibiano Inferior); estos depósitos constitu- se encuentra limitada por varios complejos
sus determinaciones radiométricas no en- yen la Formación San Lucas (Pantoja, 1959). metamórficos que afloran en esta porción
cuentra indicio de edades precámbricas o Por último, la cima de la secue.ncla está for- del país. Al noreste se localizan las rocas
paleozoicas que han sido sugeridas por otros mada por capas de caliza arcillosa atribuidas metamórficas del Complejo Acatli~n. del
autores, ya que el evento termal más antiguo a la Formación Morelos, del Albiano (Pan- Paleozoico Inferior, que son resultado
fue reconocido en el Jurásico por medio de taja, op. cit.). del metamorfismo de depósitos marinos de
los métodos uranio-plomo (166± 3 millones eugecsinclinal (Ortega, 1978); sobre este
de años) y rubidio-estroncio (180± 84 millo- El sector de Huetamo-Coyuca constitu- complejo metamórfico descansan las rocas
nes de años). ye una zona transicional entre el dominio sedimentarias del Jurásico y Cretácico, y
mesozoico externo, representado por la pla- algunas unidades no metamorfizadas del Pa-
En la región de Tierra Caliente v áreas taforma Guerrero-Morelos, y el dominio m& leozoico. Al oeste y sur,losafloramientos no
vecinas, del nccidente del estado de México sozo ico arco insular, representado por los sedimentarios mesozoicos están limitados por
y sureste de Michoacán, existen extensos afloramientos volcánico-sedimentarios de la el Complejo Xolapa, constituido por gneises,
afloramientos de secuencias volcánico-sedj.. Sierra Madre del Sur. Las secuencias volcá- migmatitas y esquistos de biotita con meta-
mentarias parcialmente metamorfizadas, que nico-sedimentarias de Teloloapan e lxtapan, morfismo de facies anfibolita (Ortega, 1976).
se yuxtaponen a los afloramientos, también situadas al oriente de Huetamo, serían en- La edad de este complejo es aparentemente
extensos, de las secuencias marinas cretácicas tonces consideradas como aióctonos tectóni- mesozoica, pero se han reportado eventos
de plataforma, de las áreas de Morelos v de cos sobre la plataforma del dominio externo termales del Paleozoico, Jurásico y Terciario
Huetamo-Coyuca, en los límites de Guerrero (Campa v Ramírez, 1979), y provenientes IHalpern, et al .. 1974; Guerrero et al., 1978;
y Michoacán. del dominio arco insular occidental. Oe De Cserna et al .. 1962).
62
J
Al sureste, el lfmlte de la cuenca lo for- rocas dieron como resultado edades, para el En la región de Nochitlán, sobre el Com·
ma el Complejo Oaxaqueño, formado de metamorfismo, correspondientes al Cretaci- piejo Oaxaqueño, Pantoja y Robison repor-
gneíses bandeedos y metamortizedos de fa- co Superior y Terciario 1nferior (Charleston taron en 1967 el descubrimiento de una
cies que var!an de granulita a transición gra- o p. cit.). Sagú n este autor, este complejo esta secuencia marina con trilobites del Cambrico-
núiii:a antibolita, incluyendo charnock itas, formado por bloques alóctonos provenientes Ordovícico a la cual denominaron Forma-
· anortositas y pegmatitas. Fries y colabora- del oeste y cabalgados sobre los sedimentos ci6n Tiñú. Sobre de esta unidad descansa en
dores (1962) llevaron a cabo estudios radio- miogeosinclinales del Jurásico y Cretacico discordancia una secuencia integrada por las
métricos del Complejo Oaxaqueño, que die- durante la Orogen\a Laramkle. formaciones Santiago, lxtaltepec y Yodo-
ron como resu.ltado edades de 11 O ± 125, · dañe que se encuentran formadas por más
920 ± 30 y 940 millones de años correspon- La región de Puebla, Oaxaca, Guerrero y de mil metros de elásticos correspondientes
dientes al Prec:ámbrico; por otra parte, estos Morelos, subyacida por los complejos Acatlán al Misisfpico, Pensilvánico y Pérmico (Panto-
autores señalan que las pegmatitas y la ultima y Oaxaqueño, presenta afloram lentos exten- ja, 1970).
etapa de metamorfismo que afecto las rocas Sos de unidades sedimentarias del Mesozoico
encajonantes son equivalentes a la provincia que se encuentra dispuestas en pliegas de
metamórfica grenvilliana del oriente de Esta- orientación nor-nureste. Debajo de estas La base de la secuencia mesozoica que
dos Unidos y Canadá. Los 1lfloramientos de secuencias mesozoicas se han reportad0, en aflora en la Cuenca Tlaxiaco la representan
este complejo forman una parte considerable afloramientos aislados, algunas unidades se- los sed imantas detrlticos de la perta Inferior
de la zona montañose que está ubicada al dimentarias paleozoicas descansando en dis- de la Formacion Rosario que es de origen
poniente de la ciudad. de Oaxaca. Para con- cordancia sobre el basamento metamórfico. continental y contiene horizontes de carbón
cluir, procede señalar que al noreste la cuen- Sobre el Complejo Acatlán ,, Corona (1981) (Eroon, 1966). Según este autor, los sadi-
ca se encuentra limitada por los afloramien- y Flores y Buitrón (1982) descubrieron, en meritos ele la Formación Rosario fueron de-
tos metamórficos del flanco occidental de la el área de Olinalá, una SP.cuencia de rocas positados en una cuenca carbonífera que sa
Sierra de Juárez, en un contacto marcada- detrfticas y calcáreas con fósiles del Pensil- deserrollo durante el Jurásico 1nfsrior en el
mente rectil !neo que forma la Cañada Oaxa- vánico y Pérmico. También han sido repor- noroeste de Oaxaca, noreste de Guerrsro y
queña y que puede responder a un rasgo tados sobre este complejo, descubrimientos suroeste de Pu€bla, y en cuyos bordes oc-
tectónico de dimensiones regionales. Estas de rocas sedimentarias del Paleozoico Supe- cidental y oriental no se depositaron los
rocas metamórficas han sido tradicionalmen- rior en Mixtepec, Oax. (Flores y Buitr6n, estratos inferiores de la fbrmacl6n. Solxa
te asignadas al Precámlxico (Ortogneis) y 1984) y en Tuxtepeque, Pue. (Enciso de la la Formación Rosario descanse el Conglo-
Paleozoico (filitas y arcosas metamorfizadas Vega, 1984). La Formación Matzitzi, con mEl'ado Cualac, que junto con los estratos
incipientemente) (López Ramos, 1979); sin plantas fósiles del Pensilvánico (De Cserna, medios y superiores de la primEl'a, pertene-
embargo, Charleston (1980) reporto la ex is- 1970) se encuentra aparentemente cubrien- cen al Jurásico Medio; ambas formaciones
tencla de un amplio complejo metamórfico, do, tanto el Complejo Acatlán, como el constituyen el Grupo Consuelo que subyace
derivado de deposites eugeosinclinales de Complejo Oaxaqueño, y sus principales al Grupo Tecoooyunca, cuyas formaciones
areniscas, lutitas y derrames volcanicos del afloramientos se encuentran al sur-oeste de afloran en varias localidades de la éuenca de
Cretacico; estudios radiometricos en estas Tehuacán. Tlax\aco y pertenecen también al Jurásico
Medio.
\ rrero-Morelos.
200-----+---------
1
\ --GOLFO DE MEXICO
Cuenca de Tlaxiaco está cubierta en discor-
dancia angular por extensos afloramientos
eJe depósitos continentales areno-conglome-
raticos y arcillo-arenosos del Terciario, y por
rocas volcánicas sil'icicas, intermedias y má-
1 ficas del Terciario Superior.
1
Los depósitos continentales terciarios
1
CUERNAVACA PUEBLA VERACRUZ han sido asignados a las formaciones Yanhui-
~~
ma unidad. La primera está formada por ar-
cillas con algunas intercalaciones de arenisca
111 1
y ceniza volcánica, la segunda está compuesta
-o-~--~- ~u----+-
de arenisca, ceniza volCánica, arcillas areno-
sas y capas de conglomerados y brechas. Fe-
Ir ol_~,~~
rrusquía (1976) menciona· una edad radio-
métrica de 49.0 ± 3m. a para una toba in-
li terestratificacJa c'n la Formación Yanhuitlán
~ ~ Q~,
de Sayu 1 tepec, que fecha a esta formación co-
mo Paleoceno TarcJ ío-E oc e no Med '10. Este
autor sei1ola quu la formación tiene una posi-
~ \S 1::> 1 ción estratir¡ráfica similar con la Formación
~ro Tehuacán (Calderón. 1956) y el Grupo Bal-
--.. -Ó-+-
1
sas (Fries. 1960).
1
Para el Oligoceno se desarrolló en varias
loca 1 idades del estado de Oax a ca un periodo
ggo de actividad volcánica que originó inicial-
mente la emisión de tobas sil(cicas e inter-
medias, y, posteriormente, derrames lávicos
Rocas sedimentarias del Cretácico 1nferior de la plataforma Guerrero- andeslticos. La actividad volcánica culrTlinó
Morelos, Cuenca de Tlaxiaco y sector sur de la Sierra Madre Oriental. con algunos derrames basálticos del Terciario
Superior.
dentro del llamado Grupo Puebla. Sin em-
bargo, en varias localidades este grupo está Figura 3.8
ausente y las calizas del Albiano descansan
en discordancia sobre la secuencia jurásica.
Baz~n (1981) menciona que con Jos pozos
Yacuda No. 1 y Teposcolula No. 1 se atra-
ggo
vesó una secuencia de más de 2 500 m de
evaporitas del Jurásico Superior y Cretácico 1
1nferior. 1 1
1
de calizas rTlasivas de naturaleza micrttica y 1
biomicr!tica, con algunos nódulos de peder- 1
1
nal que afloran en la región de Tehuacan. 1
• '
~1
1 "'~ p"~¿ \ 9o OAXACA
I
1
1
rrero-Morelos.
1
.-------------- - - - +-
Sobre las calizas del Albiano-Cenomania- 1
no descansa una secuencia de caliza margosa,
denominada por Ferrusqu!a 11976) como
Formación Yacunama; presenta fósiles del 1
( E lana l l
Al occidente del Terreno Oaxaca se en-
cuéntra el Terreno Mixteco que tiene como
basamento al Complejo Acatlán del Paleo-
zoico Inferior (Campa y Caney, 1983) y
- ,. NR que, en contraste con rocas contemporá-
neas del primer terreno, se presenta meta-
morfizado en diversos grados. El limite en-
tre estos dos terrenos ha sido interpretado
como un límite tectónico (Ortega, 1981) y
la época de su acreción no ha sido todavía
BASCULAMIENTO
confirmada, pero se han sugerido c~mo pro-
1 Etapa 11 J bables el Devónico (Or·tega,.op. cit.) y el in-
tervalo Jurásico Superior-Cretácico Inferior
(Ramírez, 1984). Los .primeros datos pa-
leomagnéticos para unidades del Pérmico de
ambos terrenos indican direcciones sir¡oilares
de magnetización primaria, lo que no des-
carta totalmente una acreción posterior por
movimientos a lo largo de la misma paleo-
latitud magnética (Urrutia y Morán, 1984).
<"" 1
\.
El Con•plejo Acatlán ha sido interpreta-
do como una agrupación de conjuntos pe-
PLEGAMIENTO Y EROSION
trotectónicos resultado de la apertura y
cierre de una cuenca oceánica (Ortega,
1 Etapa 111)
1981). El subgrupo Petlancingo constituirla
la secuencia de una margen pasiva autócto-
na y el subgrupo Acateco formaría el con-
junto alóctono, incluyendo a la Formación
NR
Xayacatlán, como vestigio de una antigua
litósfera oceánica consumida en un proce-
so de subducción.
SUR DE MEXICO
X O LAPA GUERRERO
M 1 X T E e o OAXACA J U AR EZ
M A y A
ERA DIVISION Guerrero-More! os Mexcala-OiirlOia Za poti tlOn- Tlaxiaco P!atalorma deC6rdoba Centro de Yucatan
<1
o ~~ RECIENTE Andesita-s
f!'t.EISTOCENO Fm. Cuernavaca Fm. Chilapa
u A San Marcos Fm. S os o 1 o
PLIOCENO A. Z e m p o o 1 a
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4
Geología de la Re·gión
Sureste de México
(Hojas Villahermosa y Mérida)
4. Geología de la Región Sureste de México
4.1. General Ídades datos de diecis'1ete muestras de ocho áreas Chiapas pudo haber estado asociado al cierre
del complejo bato lítico de Chiapas que fue- del océano Proto·Atlántico de finales del
Para la descripción de la región sureste ran estudiadas por tos métodos k-Ar y Rb-Sr. Paleozoico, en el tiempo de la llamada Oro-
de México se han elegido tos siguientes llmi· Después de analizar diez muestras del com- genia Apalachiana. Carfantan (1977) opina
tes: al oeste, el istmo de Tehuantepec; al nor- plejo, dichos autores reconocieron u na que el emplazamiento bato lítico debe haber
te, el litoral del golfo de México, y al sur, el isocrona con edad aparente de 256 ± 1 O ocurrido en la fase apatachiana de deforma-
litoral del Pacífico. La región incluye las millones de años, lo cual indica que estas ción, y considera que las rocas metamórficas,
provincias fisiográficas de las sierras de Chia· rocas intrusivas se originaron de un mismo afectadas por esta intrusión deben haberse
pas, la Cordillera Centroamericana, la pe- IT6gma pérmico, isotópicamente homogéneo originado en la fase grenvittiana del Precám·
nfnsula de Yucatán y el extremo oriental de derivado tal vez del manto. Estos autores brico, de acuerdo con tos datos radiométri·
la Llanura Costera del Golfo Sur (ver F ig. mencionan datos no publicados respecto cos de muestras de un gneis en Chiapas, así
1.1). a la parte este de la Sierra Madre del Sur, como de las diferentes rnuestras del comple-
de Chiapas, que indican actividad plutónica jo basal de Oaxaca con el que han sido corre-
El clima en esta región varía de templado del Carbon ifero en esta área; además, consi· lacionadas estas rocas (DP. Cserna, 1967,
y semicálido en las partes altas de la Sierra deran que el emplazamiento del batolito de 1971)
de Soconusco y Sierras de.Chiapas a cálido
en las llanuras costeras del Golfo y del Paclfi·
co, así como en ia depresión central de Ch ia· PLANO QUE MUESTRA LAS AREAS PRODUCTIVAS Y Figura4.1
pas. En esta última zona tos climas son POZOS PETROLEROS DEL SURESTE DE ME'XICO
subhúmedos, a diferencia de las llanuras
costeras donde son generalmente húmedos.
En la península de Yucatán tos climas son
de tipo cálido subhúmedo. En casi toda la
región su reste de México el régimen de 1tuv ias
GOLFO
es de verano, excepto en algunas zonas de la
DE lVI EX ICO
Llanura Costera del Golfo donde hay lluvias
todo el año.
una sección localizada en el 1 imite de los 11'¡, Areas producttvas del Jurásrco Sup Cr~; Sup
estados de Oaxaca y Chiapas.
E~presión morfológica de la Caliza Sierra Madre (Aibiano·Cenomaniano) Los depósitos cenozoicos de la península
sobre la Formación San Ricardo (Neocomiano), al oeste de Ocozocuautla, Chiapas. de Yucatán están representados principal-
Foto: Juan A. lruretagoyena SPP mente por secuencias calcáreas y dolomíticas
con intercalaciones de 8'/aporitas. Butterlin
y Bonet (1963) han reconocido una colum-
na que var (a desde el Paleoceno hasta el
Cuaternario. Esta columna incluye, en orden
ascendente, las formaciones Chichén 1tzá e
!caiche del Paleoceno-Eoceno: las forma-
ciones Bacalar; Estero Franco y Carrillo
Puerto del Mioceno Superior, Plioceno y las
calizas con moluscos del Pleistoceno-Holo-
ceno. El Oligoceno no ha sido reconocido en
superficie, pero fue cortado en las perfora-
ciones exploratorias de los pozos Chicxulub
No. 1 y Cacapuc No. 1 IButterlin y Bonet,
1963). La distribución en superficie de las
unidades del Cenozoico muestra claramente
una retirada gradual de los mares hacia la
1ínea de costa actual y es sólo en el Eoceno
cuaooo los mares transgreden y cubren casi
por completo la península de Yucatán IBut-
terlin y Bonet op. cit.).
GOLFO
DE
MEXICO
~ Cercano a costa
probable episodio de deformación que se culminó durante la Orogenia Apalachiana de neció como área estable, pero sumergida y
desarrolló en el Devónico 1Eardley, 1954; finales del Paleozoico. Durante el Jurásico con una sedimentación de aguas someras,
Oengo, 1968). Superior ocurrió una transgresión que dio conformando un gran banco calcáreo que
lugar a la sedimentación marina, sobre todo se extend(a hasta Chiapas y sur de Veracruz.
La siguiente fase de deformación, ocurri- en las localidades cercanas al litoral del gol- Viniegra presupone (1981) que el banco cal-
da a finales del Paleozoico, afectó las secuen- fo en Tabasco y Veracruz. En la Sierra Madre cáreo yucateco basculó durante su evolución
cias sedimentarias del M is.is ípico-Pensilván ico Oriental y otras regiones del este de México hacia el suroeste; esta interpretación la sus-
del sureste de Chiapas y originó la principal ha sido relacionada esta transgresión jurásica tenta el hecho de que en las perforaciones
actividad plutónica, en la actual Sierra de con la apertura del extremo occidental del de Petróleos Mexicanos el basamento fue
Soconusco, fenómeno que fue seguido por mar de Tethys (Tordy, 1975; Campos y Ra- encontrado en profundidades que aumentan
un prolongado intervalo de historia continen- mlrez, 1979) durante la disgregación de la de oriente a poniente hasta la plataforma
tal durante el cual probablemente se deposi- Pangea. marina de Campeche, en donde alcanza pro-
taron las capas inferiores de la Formación fundidades superiores a 6 500 m y el espesor
Todos Santos. Damon y colaboradores rela- En el Cretácico se generaliza la sedimen- de las secuencias mesozoica y terciaria es
cionan el emplazamiento del batolito de la tación marina que en gran parte del estado aún mayor. Oengo (1968) reconoce una
Sierra de Soconusco con el cierre del oceáno de Chiapas está constituida por Jos sedimen- deformación parcial de la secuencia meso-
Proto-Atlántico y la unión de Sudamérica y tos de plataforma de la caliza Sierra Madre. zoica en la postrimer( a del Albiano, que fue
Africa con Norteamérica, fenómeno que La zona de la península de Yucatán perma- acompañada por intrusiones gran(ticas que
81
se extiende por la Sierra Madre del Sur, en sa y con el depósito de sedimentos flysh de zoico y Cenozoico. Las fallas de rumbo de
Chiapas y por Guatemala central. la Formación Ocozocuantla (Dengo op. cit.) .. este periodo parecen estar asociadas al mo-
vimiento de Norteamérica hacia el noroeste
Carfantan ( 1977) hacA mención de una Al parecer, los depósitos salinos de la ba-
con respecto a la Placa del Caribe, a lo largo
fase de deformación cenomaniana que colo- se del Mesozoico desempeñaron un papel
del sistema de fallas Polochic-Motagua de
có en forma alóctona un complejo volcánico muy importante en estas deformaciones, ya
Guatemala y ell imite sur de México.
plutónico, probablemente mesozoico, sobre que sirvieron de material plástico en el des&
la plataforma erosionada de Chiapas, en el rrollo del décollernent que plegó las secuen-
4.5. Yacimientos económicos
área de Motozintla, Este complejo correspon- cias mesozoicas y cenozoicas (Vlniegra, 1981).
der( a a un arco volcánico similar a los reco- En la franja Reforma-Campeche, el origen
En el subsuelo de la zona de Reforma. en
nocidos en el noroestA y oeste de México. del sistema estructural de almohadillado tie- los 1(mitos de Chiapas y Tabasco, as{ como
ne relación con los empujes verticales de la
en la plataforma marina de Campeche se
Posteriormente a esta deformación, du- sal subyacente.
encuentran las principales reservas petroleras
rante el Cretácico Superior, Paleoceno y Durante el Cenozoico Superior la región del pa ls. La mayor producción proviene de
Eoceno, la secuencia mesozoica fue afecta- de Chiapas se ve aparentemente envuelta en rocas del Jurásico Tardlo y Cretácico, asl
da por las deformeciones de la Orogenia La- una tectónica de fallamiento normal y corri- como de la base del Paleoceno, En estas zo-
ramide al tiempo que se desarrollaba una mientos laterales que complican las relacio- nas las secuencias presentan facies de talud
cuenca marina alargada en forma de antefo- nes estructurales de las secuencias del Meso- constituidas por material detr ftico fractura-
GOLFO
DE
MEXICO
-
E:a Seclrmentos de aguas profundas
~ Carbonatos, evaporrtas
D Cercano a costa
GOLFO
DE
MEX IC()
~
CARBONATOS (con rudastas)
EVAPORITAS . ';V. 'y
FACIES DE AGUAS PROFUNDAS ·. ;- v ,V
I2Zl (con glob1gettnasl ··""'::'-:-.~~ll 200 km.
[]]] MELANGES DE AGUAS PROFUNDAS
E3 CERCANOS A COSTA
W INTRUSIONES VOLCANICAS
GOLFO
Areasemerg1das
Vista del Cañón del Sumidero desarrollado en la Caliza Sierra Madre, en el Estado de Chiapas.
Foto Juan A. lruretagoyena SPP
(i
84
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85
Anexo: Metodología de Elaboración de la Carta Geológica Escala 1: 1000 000
Introducción ción anterior, en las que se comparó la principales: el contenido mineral y su ocu-
inform<Jción I;Jibliográfica con las observacio- rrencia, en tanto que la división de las rocas
Las cartas geológicas esC'.ala 1. 1 000 000 nes de campo, se normaron criterios estra· sedimentarias se basa en su origen y en el
de la Dirección General de Geografla mues- tigráficos, litológrcos, estructurales y econó- tamaño de los componentes, mientras que
tran.los rasgos generales de la estructura geo- micos de carácter general para realizar la para las rocas metamórficas, la agrupación
lógica del pa ls, no sólo a través de ·los dife- interpretación, y se plantearon los proble· se hizo según sus afinidades en trama y
rentes tipos de rocas que afloran en la mas cartográfico-geológicos por resolver, textura.
superficie, sino taMbién del tiempo geológi-
co en el que fueron formadas, es decir, de 3. lnterpretaci6n. Con los datos y con- Las claves utilizadas para cada tipo de
su posición relativa dentro de la columna clusiones de la inspección preliminar se pro- roca son las siguientes:
estratigráfica. Estrictamente aparecen deli- cedió a interpretar las imágenes, cartas y
mitadas uni'dacjes cronoestratigráficas gene- fotograflas aéreas. Rocas lgneas 1ntrusivas
rales que se presentan contrastadas por lgnea intrusiva ácida lgia
diferentes colores y acompañadas por los Con base en cartas topográfiq¡s regiona- lgnea intrusiva intermedia lgii
rasgos estructurales regionales que las afec- les, se delimitaron en las imágenes las zonas lgnea intrusiva básica lgib
tan. Las pantallas que se utilizan en la carta por trabajar, formando con ellas mosaicos
geológica 1:1 000 000 marcan diferencias en que cubrían totalmente el área. Sobre estos Rocas lgneas Extrusivas
la composición de las rocas volcánicas. mosaicos, y utilizando técnicas de interpre- lgnea ex trusiva ácida lgea
tación referidas a los tonos, texturas, pa- lgnea extrusiva intermedia lgei
Asimismo, aparecen local izadas las pr inci- trones. de drenaje, rasgos morfológicos, y Jgnea extrusiva básica lgeb
pales m in as, zonas geo térmicas y aparatos otros, se procedió a delimitar las unidades
volcánicos que completan la información de rocas y suelos, observando las especifi- Rocas Sedimentarias
geológica general. caciones y limitantes propias de la escala. Suelos S
A criterio del intérprete se exageraron, dis- Lutita lu
Etapa~ de trabajo minuyeron, englobaron o se omitieron uni- L.irnolita lm
d~des de roca y suelo de extensión reducida, Arenisca ar
La carta se elaboró empleando básica- o con poca relevancia geológica o económica. Conglomerado cg
mente técnicas de interpretación geológica Caliza C7
en imágenes de satélite, con el auxilio de En la parte del área en que se tuvo cu- Yeso y
fotografías aéreas en escala de 1 50 000 a brimiento geológico con cartas a la escala de
1· 90 000 y cartas geológicas de diversas 1: 50 000, elaboródas por esta Dirección Ge- Rocas Volcanosedimentarias
escalas, publicadas tanto por la Dirección neral, la interpretación se realizó generali- Arenisca y toba ar-1
General de Geografla como por otras depen- zando la información complementándola
dencias. Todo el trabajo de interpretación con interpretación de fotografías de escalas Rocas Metamórficas
se apoyó fundamentalmente en investiga- pequeñas. Pizarra Pz
ciones de campo y laboratorio. Filita F
A las unidades asl delimitadas se les asig- Esquisto E
La metodología utilizada para la elabora- nó una clave compuesta que ind'1ca tanto la Gneis Gn
ción de esta Carta comprendió las etapas in- edad, como el tipo litológico al que pertene- Complejo metamóriico c. met.
dicadas a continuación: cen. En primer término se anotó el s(mbolo
de la edad, y en segundo, entre paréntesis, la Las asociaciones de tipos distintos de ro-
1. Selección del material, recopilado y clave 1 itológica correspondiente, cas S8dirnentarias se señalaron en la Cart<J
análisis de información previa. En esta pri- mediante una combinación de claves y en el
De acuerdo con la bibl iograf (a compilada,
mera etapa se seleccionaron imágenes del caso de asociaciones de rocas metamórficas,
a cada unidad se le asignó un símbolo de la
satélite LANDSAT a la escala de 1. 500000, se indican con el término "complejo meta·
ecjad en forma provisional, mismo que en
adecuadas para este tipo de trabajo, con las mórfico".
concordancia con los criterios de car¡1po, se
fechas de toma que ofrecieron mejor resolu- confirmó o modificó. En los casos en que
ción. As'rm'rsmo, se seleccionaron cartas geo- Finalmente se hizo la interpretación de
no se tuvo securidad en la edad, se agrEgÓ un
lógicas en varias escalas, donde quedaron rasgos estructurales y la elaboración de iti-
signo de interrogación al s(mbolo corres-
comprendidas áreas de trabajo que ofrecían Tl8rarios para la verificación de campo.
pondiente.
información geológica susceptible de inte- ·
gración a la carta y se consultaron trabajos Durante esta etapa, se asignaron claves 4. Verificación de campo. La siguiente
geológicos de ti¡)o académico y económico litológicas a las unidades delimitadas que tie- etapa consi9ti6 en la verificación de campo,
con el propósito de localizar zonas mineras nen caracter (sticas en las imágenes que per- con arreglo al itinerario proyectado en la
y geotérmicas, asl como para normar crite- miten suponer una litolog(a que coincide o etapa anterior. Se visitaron localidades pre-
rios estratigráficos y tectónicos. se aproxima a las especificaciones dadas para viamente seleccionadas con el fin de observar
cada tipo de clave. las características locales de los afloramien-
2. Inspección prel'lminar. Esta segunda tos y las variaciones regionales de las unida-
etapa comprendió la realización de visitas al Las rocas (gneas que se muestran en la des y se hicieron caminamientos en secciones
campo, basadas en el análisis de la informa- Carta .están agrupadas según dos parámetros ti picas para detectar anomalías, variaciones
1
87
,L
litológicas horizontales y verticales, y rela- na estratigráfica y su relación de concordan- d íos petrográficos de laboratorio a todas
ciones estratigráficas. cia con las que las subyacen o sobreyacen. aquéllas en las qwe se tuvo alguna duda rela-
cionada con su clasificación.
En las localidades visitaflas se hicieron La edad relativa de las rocas sedimentarias
descripciones litológicas macroscópicas, seña- y metamórficas se obtuvo observando el con-
5. Reinterpretación. En la siguiente etapa
lando la textura de la roca, componentes visi- tenido faun ístico y su posición relativa den-
se hizo una reinterpretación sobre el material
bles, estructuras primarias y secundarias, y su tro de la columna estratigráfica; en el caso
de trabajo con base en los resultados de las
clasificación, así como descripciones faun is- de las rocas volcánicas se observaron tanto el
observaciones de campo y de los análisis de
ticas preliminares mediante la colección de desarrollo morfológico, como la posición es-
laboratorio, lo que sirvió para correqir los
muestras con fósiles macroscópicos, las que tratigráfica, en tanto que el criterio aplicado
errores y omisiones cometidos en las etapas
se clasificaron en forma preliminar en los a las rocas intrusivas fue el de su relación con
anteriores.
casos en que se detectó su importancia bioes- las rocas circundantes y el conocimiento de
tratigrática. Además de esto, se tornaron edades radiométricas obtenidas de estudios
muestras de rocas susceptibles de contener previos realizados por otras dependencias. 6. Transferencia. En esta última etapa se
rnicrofósiles con el fin de efectuar estudios procedió a transferir los datos obtenidos a la
paleontológicos posteriores. Se hizo la observación de los principales base topográfica ya descrita, luego de lo cual
rasgos estructurales y económicos y se toma- se trasladó el material al área de edición, don-
Por observación directa se determinó la ron muestras de todas las unidades por repre- de se realizaron los procesos previos a la im-
posición relativa de las unidades en la colurn- sentar cartográficarnente, enviando para estw- presión final.
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