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INSTITUTO NACIONAl DE ESTADISTICA


GEOGRAFIA E INFORMATICA
'{N\'IH"'~DAD NA~K.NAL
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FACUL T Aü DE INGENIERIA
Presentación

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, y la


Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de Mé-
xico, ofrecen esta obra como un esfuerzo conjunto para contribuir al
conocimiento de la Geología de México, en el marco de las nuevas
concepciones sobre la dinámica de la Tierra, y como una aportación
didáctica para la formación de profesionales en las Ciencias de la Tierra.

En este volumen se recoge e interpreta gran parte de la informa-


ción recabada a lo largo de más de quince años de trabajos de carto-
grafía geológica de la Dirección General de Geograffa y se hace un
compendio de las principales aportaciones científicas sobre la Geolo-
gía de México, muchas de las cuales son el resultado de la labor de
investigación dentro de la Universidad Naciohal Autónoma de México.

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Geología de la República Mexic'ana

Preparada por el lng. Dante J. Morán Zenteno

Profesor de Geología de .México y Geología

Física de la Facultad de lngeniería,UNAM

Investigador del Instituto de Geofísica,UNAM

Colaboradores

Jaime Urrutia Fucugauchi Instituto de Geofisica, UNAM.


Emiliano Campos Madrigal Instituto Nacional de Estadistica, Geografia e
Informática. Secretaria de Programación y
Presupuesto.

Gilberto Silva Romo Facultad de lngenieria, UNAM

Cecilia Caballero Miranda Facultad de lngenierfa, UNAM

Jesús Uribe Luna Instituto Nacional de Estadistica, Geografia e


Informática. Secretaria de Programación y
Presupuesto.

Enrique Cabra! Cano lnstitl)to de Geoflsica, UNAM

Saúl Alarcón Parra Facultad de lngenierfa, UNAM

Gabriel Mora Alvarez Facultad de lngenierfa, UNAM

Selma Campos Instituto de Geoffsica, UNAM

Juan Alvaro lruretagoyena Instituto Nacional de Estadistica, Geografla e


Informática. Secretaria de Programación y
Presupuesto.

José Luis Moreno Instituto Nacional de Estadística, Geografla e


Informática. Secretaria de Programación y
Presupuesto.

Jesús Olvera Instituto Nacional de Estadistica, Geografla e


Informática. Secretaria de Programación y
Presupuesto.
V
lndice general

1ntroducción IX

1. Geología de la Región Noroeste de México 3


1.1. Generalidades 3
1.2. Península de Baja California 3
1.2.1. Porcjón de Baja California Norte 3
1.2.2. Sierra de la Giganta 8
1.. 2.3. Cuencas de Vizcaíno y Ballenas-lray-MagdaJena 8
1.2.4. Región del Cabo 9
1.2.5. Resumen Tectónico 11
1.2.6. Yacimientos Económicos 12
1.3. Sonora y Sinaloa 15
1.3.1. Desierto Sonorense 15
1.3.2. Llanura Costera del Padfico 22
1.3.3. Resumen Tectónico 23
1.3.4. Yacimientos Económicos 24
1.4. Sierra Madre Occidental 25
Bibliografía y Referencias 29
2. Geología de la Región Norte y Noreste de Méll:ico 33
2.1. Generalidades 33
2.2. Area de Chihoahua 33
2.2.1. Geología General 33
2.2.2. Yacimientos Económicos 34
2.3. Coahuila y Nuevo León 35
2.3.1. Geología General 35
2.3.2. Yacimientos Económicos 37
2.4. Sierra Madre Oriental, Llanura Costera del Golfo y Mesa Central 43
2.4.1. Geología General 43
2.4.2. Resumen Tectónico 46
2.4.3. Yacimientos Económicos 48
Bibliografia y Referencias 51

3. Geología de la Región Central de México 55


3.1. Generalidades 55
3.2. Eje Neovolcánico 55
3.3. Plataforma Morelos-Guerrero 59
3.4. Región Metamórfica de Acatlán 60
3.5. Sierra Madre del Sur y Zonas Adyacentes 61
3.6. Oaxaca y Zonas Adyacentes 62
3.7. Sector Sur de la Sierra Madre Oriental y
Llanura Costera del Golfo Sur 65
3.8. Resumen Tectónico 65
3.9. Yacimientos Económicos 67
Bibliograffa y Referencias 71

4. Geología de la Región Sureste de México 77


4.1. Generalidades 77
4.2. Chiapas y Tabasco 77
VIl
INTRODUCCION

El conocimiento que se tiene acerca Un trabajo más reciente lo constitu- puesto, y de la Facultad de Ingeniería
del origen y de la estructura geológica de ye la "Geología'de México", cuyo au- de la UNAM, en la cual el ingeniero
México es aún incompleto; los hallaz- tor fue el ingeniero Manuel Alvarez Jr., Dante J. Morán imparte las asignaturas
gos científicos, los avances cartográfi- y que la Facultad de Ingeniería de la de GeologíadeMéxico y Geología Físi-
cos y las nuevas técnicas de exploración UNAM imprimió como apuntes para ca, además de realizar labores de inves-
ofrecen cada día más información para la materia de Geología de México, en- tigación en el 1nstituto de Geofísica de
el desarrollo de esta tarea; sin embargo, tonces impartida por el mismo autor. la misma Universidad.
es todavía difícil lograr una descripción Finalmente, en 1979, el ingeniero Er-
completa de los rasgos geológicos del nesto López Ramos publicó. su obra
Para desarrollar la presente obra fue
territorio nacional, así como la elabora- "Geología de Méx leo", en tres tomos,
necesario dividir a la República en dife-
ción de modelos funcionales sobre el que constituye actualmente el texto
rentes regiones, definidas por 1ímites
origen de su estructura geológica. A lo más difundido, ya que contiene descrip-
naturales, los que se describen en cada
largo de la evolución de los estudios ciones detalladas de unidades litoestra-
uno de los capítulos que forman este
geológicos que como ciencia se han t igráficas y refere~cias de numerosos
trabajo. Dicha división no corresponde
hecho en México, se han llevado a cabo trabajos inéditos, principalmente de
a la que originalmente se tenía de las
pocos intentos de elaborar obras gene- Petróleos Mexicanos.
ocho cartas, escala 1:1 000 000, de la
rales sobre los múltiples aspectos que el
República Mexicana, que se diseñó pa.
país presenta; sin embargo, hay que re-
El presente libro tiene el doble obje- ra elaborar cartas a esta escala sobre
conocer que la falta de información
tivo de ofrecer una síntesis geológica de todos los temas (topografía, edafología
sobre algunos periodos de la historia
Méx leo, como obra de con su Ita general y uso del suelo). A lo largo de los cap í-
geológica del territorio nacional y las
para todo lector, y de presentar este tulos que conforman este trabajo se ha-
numerosas zonas inexploradas han cons-
tema en forma organizada y didáctica ce mención de las cartas geológicas que
tituido los principales obstáculos para
para su utilización en los cursos de nivel se integran en cada uno de ellos.
llevar a cabo una obra completa de esta
índole. superior, relacionados con la geología
de México. La información de esta segunda edi-
Dentro de una información retros- ción puede ser utilizada como punto
pectiva, conviene señal~r que en 1896 de partida para proyectos regionales de
La primera edición de esta obra es-
esta inquietud de conocimiento tomó investigación y de planeación; ofre-
tuvo a cargo del Instituto Nacional de
forma en la obra ti tu lada "Bosquejo ce, junto con la carta geológica, escala
Estadística, Geografía e 1nformática,
Geológico de México", elaborada por 1:1 000 000, un marco general para
como complemento de las cartas geoló-
José Guadalupe Aguilera y Ezequiel localizar áreas y objetivos de interés
gicas que la Dirección General de Geo-
Ordóñez, del Instituto Geológico de económico o científico particular; se
grafía había elaborado; la preparación
México, obra descriptiva que constituyó hacen resaltar, además, rasgos claves
del libro estuvo a cargo del ingeniero
un importante complemento al bosque- para la interpretación geológica de cier-
Dante J. Morán, entonces jefe de Petro-
jo de la "Carta Geológica de México", tas regiones, y se comentan los modelos
grafía y de Paleontología de la misma
elaborada con antelación. No obstante, más recientes sobre la evolución tectó-
Dirección.
no fue sino hasta 1949 que V. Garfias nica y el origen de algunas manifesta-
Y T.C. Chapin publicaron la obra inti- ciones económicas relacionadas con la
tulada "Geología de México", en la que Esta segunda edición es el resultado geología: La bibliografía que acompaña
se incluían reconstrucciones de los acon- del esfuerzo conjunto del 1nstituto Na- a cada uno de los capítulos permite
tecim lentos que se habían desarrollado cional de Estadística, Geografía e In- organizar un amplio trabajo de consulta
a lo largo de la historia geológica de la formática, órgano desconcfmtrado de la para profundizar en ciertos aspectos o
República. Secretaría de Programación y Presu- áreas particulares.

IX
1
Geología de la Región
Noroeste de México
(Hojas Tijuana, La Paz, Norte de la hoja Guadalajara
y Suroeste de la hoja Chihuahua)

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GUADALAJARA
1. Geología de la Región Noroeste de México

1.1. Generalidades Llanura Costera del Pacifico. El clima varia afloramientos rocosos, Jo que hace difícil la
en general: de seco en Baja California, Sono- reconstrucción de la columna estratigráfica
Para la descripción de la región noroeste ra, y norte de Sinaloa, a subhúmedo en las de esta región y de los sucescs que le dieron
de Méx leo se han elegido como 1ímites natu- partes altas de la Sierra Madre Occidental y origen; sin embargo, se ha hecho una subdi-
rales en este trabajo: al oriente, la secuencia al sur de Mazatlán, En casi toda la región el visión, ·Jo más racional posible, que permite
volcánica de la Sierra Madre Occidental; al régimen de lluvias es de verano, salvo en la exponer con cierta claridad los conceptos
pon lente, las costas pacificas de Baja Cal i- parte norte de Baja California, donde el régi- geológicos de esta provincia y que coincide
fornia y Si na loa, y al sur, el límite norte del men es de invierno. en gran parte con la división fisiográfica de
Eje Neovolcánico. la DGG y con la división de las Provincias
1,2 Península de Baja California Geológicas, de López Ramos (1979).
De acuerdo con la división fisiográfica de
la Dirección General de Geografía (ver Fig. La pen(nsula de Baja California, como lo 1.2.1. Porción de Baja California NoHe
1,1), dentro de esta región quedan compren- muestra la Carta Geológica 1 :1 000 000 de
didas las provincias de Baja California, De- la Direcc.ión General de Geograf(a (DGG). En esta zona se encuentra expuesta una
sierto de Sonora, Sierra Madre Occidental y ofrece una alta complejidad estructural y de secuencia estratigráfica cuyo rango geocro·

MAPA DE LA REPUBLICA MEXICANA QUE MUESTRA LAS REGIONES QUE DESCRIBE


CADA CAPITULO DE LA INFORMACION SOBRE LA GEOLOGIA DE LA REPUBLICA MEXICANA

3
Figura 1.1
MARCO FISIOGRAFICO DE LA REPUBLICA MEXICANA

1 PEJ·IINSUL~. DE Bf.\JI~. fj•LIFIJF~~IIt.


11 UESIE PT() ':fJt J("_,F{EI·ISE
111 SIEFiR/~ M/"'-lJRE rJP.IEf 11 Al
11 IV SIERRAS '1 LU\hiOS DEL NORH
V SIERRA ~M1úRE ORIUHAL
VI GRf-1·1 L.LMJUHA DE riORTEAiviERICI•
VIl LLI'J.iURA COSTERI'.. DEL PACIFICO
IV VIII LLN.JUP.A COSTERI\ OEL (;I)I_FO WJRH
IX r1IESI' DE.L CUITF10
VI X EJE NEOVOLCN.JICO
XI PEI,JINSULADE YUCAT.l,l·l
111 XII SIERRA MA.DRE DEL SLIR
XIII LLANURt, COSTERI' DEL GOLFO SUR
XIV SIERRAS DE CHIAPAS
Vil
V XV COFWILLERA CEI·.JTRCIAMERICA~,A

VIII

IX

.....
o o
XI
X
(}

XIII

XII
XV XIV

TERRENOS PRETERCIARIOS DE Fígura 1.2


nológico varía desde el Paleozoico hasta el BAJA CALIFORNIA NORTE
Reciente. La configuración de las diferentes
unidades se puede definir según tres cinturo-
1¡\
nes preterciarios (ver Fig. 1.2) que corren a
lo largo de esta porción de la península y
que presentan características petrográficas,
estructurales y estratigráficas claramente di- 1
ferenclables. Estos cinturones se encuentran -- --+--
cubiertos de manera independiente por cuer- '
- 1

~
pos volcánicos y depósitos sedimentarios del
Terciario y Cuaternario.

El primer cinturón, ubicado en el extremo


occidental de la península, está representa-
do por una secuencia de sedimentos marinos
y continentales del Cretácico Superior que
se presentan poco consolidados y sin fuertes
perturbaciones tectónicas. Esta banda de aflo-
ramientos tiene su máxima anchura a la altu-
ra de Punta San Antonio, a poco menos de
los 30° de latitud norte (Fig. 1.3). La secuen-
cia fue denominada por Beal (1948) como
Formación Rosario, y consiste d~ estratos
subhorizontales de arenisca, limolita, lutita
y conglomerado con presencia, tanto de fó-
siles marinos como de huesos de saurios,
todo lo cual atestigÚa el desarrollo de am-
bientes que variaron desde continentales has- o~\)
ta de plataforma y taludcon 1íneas de costa
fluctuantes, de orientaciones semiparalelas a
la 1ínea que divide a este cinturón de los terre- ·
nos ubicados al oriente. Estos últimos cons-
tituyeron la fuente de suministro de los sedi-
mentos que conformaron esta secuencia, ya
4
que en esa época se encontraban emergidos composición dacítico-andesita, por cuerpos Este fenómeno se desarrolló con la aper·
y formaban masas montañosas expuestas a de cal iza arrecifal con fósiles del Aptiano y tura del océano Atlántico y el movimiento
la erosión .. Gas tU y colaboradores (1975) el Albiano, así como por rocas elásticas de- de Norteamérica hacia el noroeste. Los sedi-
denominaron al 1tmite anteriormente citado rivadas de rocas volcánicas. Esta formación mentos que constituyen la Formación Alisi-
como "Linea Santillán·Barrera" (Fig. 1.2) y cubre discordantemente, en algunas localida- tos fueron sujetos a un periodo de compre-
consideraron que este rasgo ha controlado la des, a rocas volcánicas y sedimentarias de sión, a principios del Cretácico Superior, que
historia deposicional de Baja California por edades triásicas y jurásicas; se encuentra de- Jos plegó y metamorfizó parcialmente. Los
largos periodos; estos autores citan numero- formada y parcialmente metamorfizada. Está terrenos que forman este segundo cinturón
sas determinaciones paleontológicas que ubi- afectada por numerosas fallas y por el empla- emergieron durante este periodo y al occi-
can estratigráficamente a la Formación Rosa- za m lento de cuerpos intrusivos de granito del dente de ellos se inició la sedimentación de
rio en los pisos Campaniano y Maestrichtiano. Cretácico. Subyace discordantemente a la lo que ser (a la Formación Rosario.
Mina 11957) correlacionó esta formación con Formación Rosario y se extiende persisten-
sedimentos elásticos que afloran en el borde temente a lo largo de toda la porción norte El tercer cinturón ubicado en el borde
occidental del estado de Baja California Sur de la pen(nsula de Baja California. Existen oriental de la porción norte de la pen lnsu la
y que denominó Formación Valle. numerosos afloramientos de este tipo de se- de Baja California está constituido de aflora-
cuencias en gran parte del borde occidental mientos complejos de rocas intrusivas y rocas
La secuencia que conforma esta porción de Méx leo con las que se puede correlacionar metamórficas derivadas principalmente del
occidental de Baja California cubre -en dis- esta formación. Rangin (1978) ha interpre- metamorfismo regional de rocas sedimenta-
cordancia angular- a rocas intrusivas, volcá- tado esta secuencia como uno de Jos cinturo- rias. A este cinturón pertenecen los batolitos
nicas y sedimentarias más antigua's; subyace nes volcánico-sedimentarios que se desarrolla- mesozoicos (Fig. 1.6) de la porción norte de
a rocas volcánicas del Cuaternario y a sedi- ron en la parte noroccidental de la República Baja California y las rocas metamórficas pre-
mentos continentales y marinos del Terciario Mexicana durante el Mesozoico, y que se batol íticas anteriores a la Formación Al isitos,
"(¡Cuaternario. formó de manera paralela a aquél que ocurrió cuya edad no· ha sid? aún bien definida.
El siguiente cinturón está ubicado al este en Sonora y que evolucionó en corteza conti-
del que se describió anteriormente; Jo cons- nental, Estos cinturones han sido relaciona- Las. rocas plutónicas que conforman Jos
tituyen secuencias de rocas volcánicas, volca- dos a la subducción y fusión parcial asociadas batolitos var(an en composición mineraló-
noclásticas y sedimentarias cuya edad corres- a uno o más 1 Imites convergentes (ver fig. gica desde tonalitas hasta granodioritas y
ponde principalmente al Cretácico 1nferior 1.5) desarrollados en el noroeste de México. granitos; sin embargo, se cartografiaron, en
(ver Fig. 1.4). La secuencia superior y más Los 1(m ites convergentes parecen ser rasgos algunas local ida des, pequeños plutones de
extendida fue originalmente denominada tectónicos 'comunes en todo el occidente de diorita y gabro. Algunos autores (Gastil y
por Santillán y Barrera (1930) como Forma- México durante gran parte del Mesozolco ya Krummenacher, 1978); (Silver y Andersor1_,
ción Allsitos, en el Rancho Alisitos ubicado que existen reportes de numerosos aflora- 1978) .basados en estudios radiométricos,
al sur de Ensenada. Está constituida princi- mientos volcánico-sedimentarios en dicha han postulado que en el noroeste de Méx leo
palmente por rocas piroclásticas y lávicas de franja del Pa ls. existió una mi¡¡ración en tiempo y espacio

Figura 1.3 Figura1.4


1170
Mexicali Mexicali
1140

J20
Ensenada
1

1
1

1
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-:ocf- _ _ _

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00. Formación Rosario del Cretácico Superior
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Alísitos del Crerácico Inferior

Rocas sedimentarias del Aptiano-Aibiano

Distribución de los afloramientos de rocas sedimentarias Distribución de las rocas volcánicas, volcanoclásticas y
rnarinas del Cretácico Superior. sedimentarias del Cretácico 1nferior.
5
PENINSULA
-1-'/'ir/ DE
~ ALDAMA
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Bloque diagramátlco idealizado que muestra la situación tectónica del noroeste de México para el Jurásico Superior.
Basado en las ideas de Gastil et al. (1980); Marquez-Castañeda (1984) y R. Garza (in Marquez-Castañeda, 1984).

Vista panorámica de la parte superior de la sierra de San Pedro Mártir con afloramientos de granito y gneis.
Foto: José Luis Moreno S.P.P.
6
,-
Figura 1.6 de esta clase de emplazamientos plutónicos,
desde cretácicos en Baja California, hasta
cenozoicos en Chihuahua. La mayor parte
1140 de estos emplazamientos bato! (ticos ocu-
rrieron durante y después de los depósitos
V emisiones magmáticas que dieron origen a
la Formación Alisitos.
1
Ensenada Las secuencias metamórficas prebato\(ti-
cas asociadas a este tercer cinturón presen-
1
tan diferentes facies metamórficas y su edad
1
no ha sido determinada, sin embargo, Me
Eldowney (1970) reportó la presencia de
1
crinoides, corales y bivalvos paleozoicos en
1 rucas sedimentarias que afloran al sureste de
Ensenada. Existen, también, en el borde
1 oriental de la pen{nsu\a algunos afloramien-
1
tos de rocas calcáreas m'etamorfizadas que
probablemente se relacionan con las secuen-
1 cias de calizas paleozoicas que afloran en el
1
estado de So nora.

1
La historia cenozoica de la porción norte
de Baja California está caracterizada por la

300+-·-----
1
acumulación de gruesos espesores de sedi-
mentos continentales que afloran en nu-
merosas localidades, por el desarrollo de
depósitos marinos, sobre todo en el borde
1 occidental de la penl'nsu\a, y por una Impor-
tante acü1idad volcánica que cubre parcial-
1 mente los cintura nes mesozoicos descritos
1 con anterioridad.
1 Durante el Paleoceno y Eoceno se acumu-
laron sedimentos de ambientes cercanos a
1
costa y de delta (Gastil et al., 1975). en el
1 borde occidental de la porción norte de la
1 península, según una l(nea de costa que se
1
ooicaba ligeramente al oriente de la l(nea de

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costa actual. Estos sedimentos provinieron
de las porciones orientales emergidas, en
donde se llegan a encontrar sedimentos con-
tinentales que equivalen en tiempo a ellos.
Santillán y Barrera (1930) denominaron'
a los sedimentos marinos del Paleoceno, que
Rocas graníticas mesozoica~
se encuentran entre Punta San Isidro y Mesa
de San Carlos, como Formación Sepultura.
Distribución de los afloramientos plutónicos del mesozoico en Esta formación se puede correlacionar con
Baja California Norte. \as formaciones Santo Domingo, Tepetate y
Malarrimo, descritas por Mina (1956), en la
mitad sur de la Baja California. Al Plioceno
y Mioceno sedimentario corresponden, al
parecer, los potentes espesores de sedimen-
tos fluviales y eólicos que afloran a la altura
del paralelo 31, en el 'área de San Agustfn y
en algunas lo.ca\idades ubicadas a la altura de
las bahías de Las Animas y San Rafael. Es-
tos sedimentos se encuentran generalmente
coronados por emisiones lávicas del Mioce-
no y Plioceno. Al Mioceno corresponden los
afloramientos de sedimen·tos marinos más
antiguos de la Era Cenozoica que llegan a
aparecer en la porción nororientai de la pe-
nínsula, lo que marcó los primeros avances
del mar sobre lo que llegaría a ser el Golfo
de California.
Según Gastil et al. (1975), en el Eoceno
las montañas mesozoicas se encontraban
completamente denudad~s y sólo formaban
pequeñas colinas aisladas. Estas zonas eran
drenadas por corrientes que flui'an hacia el
Pacifico y alimentaban con sedimentos los
depósitos marinos del borde accidenta\, Pos-
teriormente al Eoceno, la región oriental
experimentó algunos hu ndim lentos, en lo
que ser(a rnás adelante el Geffo de California,
Vista del batolito cretácico de Baja California en la localidad de laguna de Chapela. originando hacia ella el drenaje de algunas .
Foto: José Luis Moreno S.P.P. corrientes fluviales interiores,
7
Los depósitos costeros que tuvieron Ju- secuencia de rocas piroclásticas silícicas, de 1.2.2. Sierra de la Giganta
gar en el litorial del Pact'tico durante el Plio- diversos tipos, que se encuentran coronadas,
ceno y Pleistoceno se encuentr.an sobre se- en algunas localidades, por derrames basálti- La Sierra de \~ Giganta, ubicada en Baja
ries de terrazas desarrolladas en esas épocas, cos del Plioceno y Pleistoceno (Fig. 1.7). La California Sur, está constituida por una im-
las cuales alcanzan hasta 500 metros de alti- segunda zona, ubicada en e\ litoral del golfo ponente secuencia de rocas piroclásicas, de-
tud. Estas terrazas han sido relacionadas con de California, a la altura del paralelo 30, está rrames Jávicos y areniscas continentales que
cambios glaciales del nivel del mar (Gastil representada por secuencias piroc\ásticas ·alcanzan, en conjunto, hasta 1 200 metros
et.al., 1975), que se desarrollaron en el marco silícicas que llegan a cubrir, en algunas loca- de espesor.·Los afloramientos de esta secuen·
de una serie de levantamientos y basculamien- lidades, derrames de andesita y están coro- cia son persistentes en la mayor parte de la
tos de las zonas costeras de la península, nados, en otras localidades, por derrames de mitad oriental de la porción sur de la penín·
durante el periodo Plioceno-Cuaternario basalto pi lo-cuaternarios. La tercera zona sula, Originalmente, Heim ('1922) denominó
(Ortlieb, 1978). Por otra parte, en el interior corresponde a los extensos derrames de ba- a estos depósitos como Formación Comon-
de la península se han acumulado, en estas salto alcalino del Terciario Superior, ubica- du (ver Fig. 1.8), y les atribuyo una posición
épocas, depósitos aluviales, eólicos y lacus- dos en la parte central de la península, a la estratigráfica correspondiente al Mioceno
tres, muchos de los cuales siguen desarro lián- altura de Punta Canoas; estos derrames son Superior; posteriormente, Escandón 11977)
dose. similares a los de menor extensión que se señaló que el miembro superior de esta for-
han localizado en la Mesa de San Carlos y mación pertenece al Plioceno Interior. Esta
El voicanismo cenozoico de la porción San Quintín. La última zona la constituirían secuencia presenta fuertes variaciones hori-
norte de la península de Baja California pue- los afloramientos de rocas basálticas y piro- zontales y está constituida principalmente
de ser referido principalmente a cuatro zo- clásticas, principalmente riolíticas, que aflo- por aglomerados volcánicos, tobas pumicíti-
nas, en donde se encuentran expuestas am- ran en la Isla Angel de la Guarda y al sur del cas, ignlmbritas, basaltos, areniscas d.el tipo
pliamente rocas volcánicas que se originaron paralelo 29 que cubren a gruesos espesores de las litarenitas y conglomerados; por otra
en esta era y que marcan al Mioceno como de rocas sedimentarias continentales e hi'bri- parte, se cubre discordantemente a las se-
la época de mayor actividad volcánica (ver das. Esta zona se puede considerar como cuencias sedimentarias marinas del Terciario
Flg. 1,7). La primera zona, ubicada en la una e);(tensión hacia el norte de las secuen- que afloran más ampliamente en las cuencas
parte sur de la Sierra de Juárez, entre los cias IIJJocenicas que constituyen la Sierra de de Pudsima,lray y Vizcaíno, y a las rocas
paralelos 31 y 32, presenta una Importante la Giganta en Baja California Sur. plutónicas que son una continuación hacia
el sur de Jos batoiitos de Baja California Nor-
te. Mina (1956) consideró que la fuente
Mexicali
Figura 1,7 -suministro de esta gran cantidad de rocas
volcánicas debió haberse encontrado en un
1140 cinturón volcánico ubicado al este de la
actual costa del Golfo de California.

La secuencia que constituye la Forma-


ción Comondú no muestra fuertes deforma-
- Ensenada - - - -r:/'-o- ciones tectónicas; sin embargo, acusa un
, l
acentuado levantamiento epeirogénico y
un buzamiento de sus estratos 1igeramente
o
o inclinados hacia el oeste.

1
1
1.2.3. Cuencas de Vizcalno y Ballenas·lray-
1 Magdalena
1
1 Las cuencas Vizca1'no y Ballenas-lray-
1
Magdalena, que abarcan la mitad occidental
1
1 de la mayor parte del estado de Baja Cal itor·
1 1 nia Sur, están representadas por zonas de
topografl'a suave en donde se encuentran ex-
1
1 puestas secuencias cuyo rango geocronológi-
co varía desde el Triásico hasta ei·Reciente.

--+-
1 . 1

300-t---- Estructuralmente, estas zonas constituyen


dos grandes depresiones en forma de sincli-
nal, de orientación general noroeste-sureste,
conformadas en rocas cretácicas y cenozoi-
cas (ver Fig. 1.9). Lozano (1976), basado en
datos geofísicos y de perforaciones de Petró-
leos Mexicanos, ha interpretado la existencia,
a profundidad, de un bloque levantado de
rocas ofiol l'ticas que divide a estas dos de-
presiones estructurales; este bloque tendr.ía
una orientación perpendicular a In tendencia
general de la pen(nsula y estar!a ubicado en-
tre Jos paralelos 27 y 28; sobre este alto es-
1
tructural se acuñan las secuencias cretácicas

¡j
l
_280+--------
que hacia el centro de ombas depresiones
logran grandes espescres, El flanco surocci-
dental de estas estructuras mayores está
pres0ntado por afloramientos de las rocas.
más antiguas que forman complejos ofiolí· ~

D Rocas silícicas e intermedias del Mioceno


ticos y secuencias triásico-jurásicas parcial· I
mente metamorfizadas (ver Fig. 1 ,10.). Eni
\a porción axial de las estructuras se loca:,\
!izan Jos afloramientos de las formaciones¡

CID Rocas basálticas del Plioceno-Pleistoceno


Distribución de los afloramientos volcánicos cenozoicos de Baja California Norte.
cenozoicas más jóvenes, mientras que en el;
flanco nororiental afloran algunos cuerpoi;,
del complejo batolítico de Baja California,~:
'i¡
8 y
-'i-
E
~.:
114'=' l]if·
Figura 1.8 Las formaciones sedimentarias del Ceno-
---·+ zoico forman la mayor parte del relleno de
las cuencas deVizca(no y Purísima-Jray-Mag-
dalena, y tienen como características prin-
cipales su poca consolidación, una posición
subhorizontal en los estratos y carácter elás-
tico marino.
Los afloramientos de los sedimentos del
Paleoceno son escasos, no obstante se han
llegado, a reconocer espesores de más de
2 000 metros en el subsuelo, gracias a las
perforaciones llevadas a cabo por Petróleos
Mexicanos (Lozano, 1976), en donde se han
cortado litolog(as diversas con predominan-
cia de Jut itas de facies de talud. A esta época
corresponden las formaciones Santo Domin-
go y Malarrimo (Mina, 1956), la última de
las cuales descansa en discordancia sobre las
formaciones cretácicas. Los afloramientos
del Eoceno están representados principal-
mente por secuencias de areniscas y iutitas
que han sido denominados como Formación.
Bateque, en el área de Vizcaíno, y como For·
mació n Tepetate, en el área de la Purísima,
en donde la parte inferior de la secuencia
pertenece al Paleoceno. Los sedimentos co-
rrespondientes a esta época han sido recono·
cidos en las perforaciones de Pemex (Loza-
no, op, cit.), principalmente en el área de la

~
Purísima, en donde alcanzan hasta un espe-
Rocas volcánicas y sedimentarias de la Formación Comondú sor de 500 metros. En esta porción de la
Baja California no existen aflora m lentos de

EJ sedimen~rias marinas del Terciario


rocas sedimentarias del Oligoceno, Jo que
Rocas atestigua un periodo de emersión para aque-
lla época.
Distribución de los principales afloramientos de rocas terciarias de El Mioceno se encuentra ampl'1amente
y Baja California Sur. expuesto en las regiones de Vizcaíno y Purí-
:e sima y· consiste en rocas sedimentarias y
aunque generalmente se encuentra cubierto calizas arracifales, formando una secuencia · rocas volcánicas, El Mioceno 1nferior está re-
.por la secuencia del Mioceno y Plioceno de subyacida. por basaltos almohadillados, así presentado, en el área de Vizca(no, por aglo-
la Formación Comondú. como la ausencia aparente de detritos deri- merados, areniscas y arcillas de las Forma-
vados del cratón, indican que esta unidad ciones Zacar(as, Santa Clara, La Zorra y San
La '"'cuencia más antigua de esta región
la constituyen las rocas volcánicas y sed¡. se depositó en una cuenca oceánica asocia- Joaqu (n (Mina, 1956); en el área de la Pur (-
y- da a un arco de islas volcán leo en el marco sima, Jo está por Jutitas con intercalaciones
:al mentarías, parcialmente metamorfizadas,
de un límite convergente (Finch et al., de diatomita de la Formación Monterrey
)[- que afloran en Punta Prieta, Punta San Hi-·
1979; Gastil et al., 1981 ). (Darton, 1921), y areniscas blancas de la
de pólito y la Isla Cedros (Fig. 1.10). Original-
mente, Mina· (1956) denominó Formación Formación San Gregario (Heim, 1922). El
~x-
Existen también afloramientos de sscuen-
San Hipólito a la secuencia que aflora en la Mioceno Medio está formado por diversas
.gi- cias de afinidad oceánica que influyen ofi-
secuencias que tienen variaciones' laterales
te. localidad homónima, y la correlacionó por si- olítas y melanges y que han sido atribu'idos
militud 1itológica con la Formación Francis- al Jurásico, por su con ten ido de radiola-
y están constituidas de areniscas tobaceas,
·en Jutitas benton(ticas y areniscas de las forma-
cli- can de California, por Jo que ubicó tentati- rios (Rangin, 1978). Estas unidades afloran
vamente a estas rocas en al Jurásico; poste- ciones Isidro (Beal, 1948), Sa,n Ignacio,, Tor-
;te, tanto en la Isla de Cedros como en la Pen ín-
riormente, Lozano (1976) reportó fauna del tugas y San Raymundo (Mina, 1956) que
~oi- sula de Vizcaíno. En las islas Santa Marga-
Triásico s·uperior en la cima de la secuencia, atestiguan ambientes costeros, lagunares y
en rita y Magdalena afloran rocas ultramáticas
>
por Jo que la t-onsideró como perteneciente de plataforma.
tró- parcialmente serpentinizadas como una frac-
,cia, a este periouo. ción aparente de un complejo ofiol ítico rela- Las formaciones anteriores subyacen, en
, de cionado <eon aquéllos de Vizcaíno y Cedros. discordancia, a los depósitos sed.imentarios
En la Isla de Cedros, Península de Viz- Se han reconocido a demás para esta región,
d[3- caíno y el área de la Bahía Magdalena exis- continentales y volcánicos de la Formación
dría conjuntos volcánicos, volcanoclásticos y se-
ten conjuntos petrográficos mesozoicos que Comondú que adquieren su máximo desa-
·ncia d imientarios del Jurásico Superior y Cretáci-
forman un mosaico intrincado de terrenos rrollo en la Sierra de la Giganta, ubicada al
co Inferior con un basamento ofiol ítico for-
J en- tanto de afinidad oceánica como de arco oriente de la región descrita.
o es- mando la secuencia que originalmente Mina
Volcánico. La secuencia más antigua· de la (1956), denominó Formación Eugenia. Durante el PI ioceno se depositaron en las
cicas región está constituida. por las rocas sedi-
1ones cuencas de Vizca (no y Pur (sima, sedimentos
mentarias triásicas de la Península de Viz- El Cretácico Superior está representado de ambiente costero en discordancia sobre
occi- caíno. Originalmente, Mina (1956) deno- en esta región de Baja California Sur por una
tá re- las formaciones miocénicas; éstos están re-
minó a esta secuencia Formación San secuenéia detrítica del intervalo Cenoma- presentildos por las formaciones Almejas
rocas Hipóllto en la localidad homónima y la nlano- Maestrichtiano que sobreyace, en
,fiolí- (Mina op. cit.) en el área de Vizca(rio y
correlacionó, por similitud litológica, con la aparente discordancia angular, a las secuen- Salada (Heim, 1922) en el área de la Pur(si-
¡rcial- Formación Franciscan de California, colo- cias anteriores. Esta unidad fue denominada
1.), En
ma.
cándola tentativamente en el Jurásico Su- como Formación Valle por Mina (1956) e
loca- perior. Posteriormente Finch y Abbott incluye facies turbid íticas de abanico de
:iones 1.2.4. Región del Cabo
(1977) la ubicaron, por su contenido de pie de talud (Pattersdn, 1979). Se le ha
1 en el macrofósiles y radiolarios, en el Triásico reconocido en afloramientos de Península El extremo sur de la península de Baja
Jerpas Superior. La asociación de pedernal, lita- de Vizcaíno y en el subsuelo de las dos California rompe bruscamente el aspecto
fornia, ren itas volcánicas y bloques incluidos de cuencas cenozoicas de esta región. geológico general de las cuencas anterior-
9
CUENCA DEL VIZCAINO, B.C. Figura 1.9
SECCION 1-1'

SW NE
GEOLOGIA SUPERFICIAL GRAVIMETRIA SISMO LOGIA

~
GEOL. SUP.
SIERRA
SAN ANDRES GN-1

COMPLEJO OFIOLITICO -- Co
COMPLEJO BASAL Cb
JURASICO SUPERIOR Js
CRETACICO INFERIOR Ki
CRETACICO MEDIO
CRETACICO SUPERIOR Ks
Km
1 t 1 l
TERCIARIO PAL·EOC - - Tpe o 5 10 15 20 Km
PLIO-PLEISTOCENO -Pip

CUENCA DE IRAY-MAGDALENA, B.C.


SECCION 11·11

w E

ISLA MAGDALENA
M-2 M-3 1-4

COMPLEJO OFIOLITICO -~ TERCIARIO PALEOCENO


EOCENO
r;:::!
--l2!::.:J
COMPLEJO BASAL ~ TERCIARIO MIOCENO MARINO -fmm1

JURASICO SUPERIOR --0 TERCIARIO MIOCENO VOLCANICO ~3.

CRETACICO INFERIOR --~ PLIO-PLEISTOCENO ~


CRETACICO SUPERIOR -- ~ ¡GNEO INTRUSIV.U

Tomado de: Evaluación petrollfera de la Peninsula de Baja


California (F. Lozano, 1976)
10
mente descritas, ya que está formado por Figura 1.1 O
n macizo bato! ítico que se ex presa en for-
~ de complejo montañoso el cual es inte- \ 14~'~ litO

rrumpido en la parte central por la depre-


sión del Valle de Santiago y en la parte norte
por el Valle de la Ventana.
-------+-
El bato lito que constit~ye esta zona mon-
Sta Rosat1a
tañosa presenta características sim iJares a
aquéllos que afloran en la porción norte de
Baja California y está integrado por grano-
dioritas y granitos. Los bordes rectilíneos
de estas montañas sugieren fallas de gran 1

desplazamiento que yuxtaponen y elevan 1


la .región por encima del ni\( el de las áreas 1
de afloram lentos cenozoicos.
1

En las porciones septentrional y occiden- 260+------ - -


tal de la Sierra de la Laguna se ha reconoci- 1
do la existencia de un complejo metamórfico 1

prebatol itico formado por rocas principal-


1
mente metasedimentarias derivadas de luti-
tas, areniscas y calizas con algunos cuerpos 1

aparentemente metavolcánicos con epidota 1


y anfíbol. En la secuencia metasedimentaria 1
Ortega-Gutiérrez 11982) ha identificado una
1
rápida sucesión de las isógradas de biotita.
andalucita, sillimanita y cordierita. Existen 1

también franjas cataclásticas e intrusiones

+-------
1
dior íticas y gabroides que forman linea-
clones de orientación norte-sur. En las in-
mediaciones del cuerpo bato! itico principal
se presentan, dentro del complejo meta-
mófico, zonas de migmátitas y numerosas
intrusiones de carácter félsico aparentemente Comple¡os ofml it1cos
asociadas al batolito.

El Valle de Santiago es estructuralmente Rocas ¡urás1cas metamórftcas Cabo San Lucas


una fosa tectónica en donde se han desarro-
llado las principales secuencias sedimentarias
de la región. La base de estas secuencias la Roe~ iedlmentarta:s del CretáCJCO In tenor
forman los depósitos conglomeráticos que se
correlacionan con la Formación Comordú
y que descansan sobre el basamento crista- Rocas g-anlticas
lino representado por las rocas intrusivas
cretácicas; los afloram lentos de estos depó- Distribución de los principales afloramientos de rocas mesozoicas de
sitos se localizan principalmente en el extre- Baja California Su-r.
mo norte del Valle de Santiago. Sobre la
secuencia anterior descansan en discordancia
angular los sedimentos de la Formación Tri- el Jurásico Superior. Estos conjuntos han deformadas que han sido atribuidas al
nidad del PI ioceno (Pantoja y Carrillo, 1966) sido Interpretados como el resultado de la Paleozoico.
que forma una secuencia de lutitas areniscas evolución estructural de una paleocorteza
y limo litas con algunos horizontes de diato- oceanica y marcan un antigüo 1imitG conver- La evolución tectónica de Baja California
mitas, todo lo cual atestigua un medio de gente. Se les ha relacionado además con con- durante el Paleozoico parece haber estado
depósito marino. Sobre esta unidad descansa, juntos similares de California que influyen relacionada a la margen continental cordi-
en concordancia, una secuencia de areniscas a la Formación Franciscan. 2) Al este de los llerana del -borde occidental de Norte-
marinas que representa a la Formación Sala- conjuntos anteriores se observa una fraRja américa, sin embargo ofrece algunos detalles
da (H'eim, 1922) que cuenta con afloramien- distintos en su evolución. Las escasas se-
volvánico -plutónica del Jurasico -Creta-
tos aislados a lo largo del Valle de Santiago. cien Inferior que se desarrolló, al menos par- cuencias expuestas en el oriente de Baja
La secuencia cenozoica sedimentaria que cialmente, sobre corteza oceánica y cons- California Norte. además de las secuencias
rellena esta fosa tectónica está cubierta dis- tituye un antiguo arco volcánico con afinidad calcáreas y detríticas de Sonora, revelan la
cordanternente por una serie de .depósitos calcoalcalina, como los que se desarrollan presencia durante esta era dP. un. dominio
areno-conglomeráticos pleistocénicos que se tpicamente en las franjas paralelas a los de margen pasiva para el noroeste de México.
encuentran conformando antiguos abanicos 1imites convergentes. Esta franja volcánico- Este tipo de situación tectónica ha sido
y. fajas de piedemonte. plutónica aflora en la mitad occidental de también interpretada para gran parte de la
la Baja California Norte, se extiende debajo Cordillera Norteamericana, sin embargo se
1.2.5. Resumen tectónico de la cubierta volcánica de la Sierra de la han identificado dos episodios de deforma-
Giganta y alcanza probablemente la región ción orogénica para esta región. el primero
Los principales elementos tectónicos de del Cabo. 3) Al oriente del dominio anterior de ellos ocurrió en el Devónico, Carbon í-
la Península de Baja California se pueden aparece una franja de secuencias metasodi- fero (Orogenia Antier), y el segundo, en el
resumir de la siguiente manera (ver F ig. 1 .11): mentarias elásticas de borde continental Permo·Triásico (Orogenia Sonoma). Ambos
1) En el borde occidental, correspondiente a (Gastil etal., 1981 1 traslapada parcial- eventos han sido interpretados recientemen-
la Isla de Cedros. Península de Vizcaíno y mente por el conjunto volcánico-plutónico. te como sendas colisiones de arcos intra-
las islas de la Bah la Magdalena, se reconoce Esta franja es de edad probablemente triásica oceánicos contra la margen pasiva de Norte-
la Presencia de conjuntos petrotectónicos de y se encuentra formando la mitad oriental américa·. Jo que provocó el emplazam lento
afinidad oceánica que influyen porciones de la Baja California Norte. En el extremo de los alóctonos de las montañas Roberts Y
de complejos ofiol íticos y secuencias tipo este se presentan algunos afloramientos Galconda sobre las secuencias del miogeo-
melange que abarcan desóB el Triasico hasta aislados de rocas calcáreas y detríticas muy clinal de la Cordillera (Dickinson, 1981 ).
11
Figura1.11 sobre la corteza cont'¡nental de Sonora {Ran. los lineamientos tectónicos que la cortan
gin, 1978). Gastil et al. {1981 1 consideran diagonalmente y las emisiones basálticas
CINTURONES TECTONICOS DE a estos dos arcos asociados a dHerentes alcal'1nas del pliocuaternario que se encuen-
zonas de subducción que evolucionaron en tran en numerosas localidades de la Península.
BAJA CALIFORNIA
forma paralela, uno de ellos relacionado
a una trinchera intraoceánica y el otro, a 1.2.6. Yacimientos económicos
u na trinchera dél borde del cratón {ver
Fig. 1.5.). De acuerdo con Gastil et al. (1975). la
porción norte de la pen{nsula de Baja Cali·
La colis'¡ón clel arco intraocéanico de la fornia se puede dividir en cinco provincias
Formación Alisitos contra la margen del minerales (ver. Fig. 1.13).
cratón, ocurrió aparentemente en d'¡stintos La más occidental de ellas corresponde
episodios debido a la presencia de fallas de a los yacimientos de sulfuros mesotermales
transformación entre trincheras que despla- de hierro y cobre, as( como a los óxidos de
zaban los distintos segmentos de arco. El hierro. Estos yacimientos se encuentran em-
episodio principal de colisión parece haber
plazados en la secuencia volcánica parcial-
ocurrido en Baja California durante el Ce-
mente metamorfizada del mesozo ico y se les
nomaniano. Este fenómieno generó una pri-
ha atribuido un origen hidrotermal relacio-
mera fasde de dformación que plegó, meta-
nado c¿n las intrusiones grani'ticas del Cretá·
morfizó y levantó las secuencias volcánicas,
cico. Las principales localidades conocidas
volcanoclásticas y sedimentarias anteriores,
que presentan manifestaciones de este tipo
al tiempo que continuaban los principales
emplazamientos batol íticos {Gastil et al. son: la mina E 1 Sueño (loe. 1), San Antonio
{loe. 4), Misión San Vicente {loe. 11 ). Punta
op. cit.).
San Isidro {loe. 10), Rancho El Rosarito (loe.
Par.a el Cretácico Superior y parte del Ce- 121, las zonas al este de El Rosario {loes. 17
nozoico perisitio solo una zona de subduc- y 181, y al sureste de San Fernando {loes. 19,
cion ubicada en la margen occident¡¡l de 20 y 211. A esta provincia pertenecen los ya-
Baja California y marcaba el 1 ímite conver- cimientos de. la mina El Arco {loe. 29), la
gnete entre la Placa Farallón y la Placa cual cuenta con una de las reservas más Im-
Norteamericana. Los levantamientos de la portantes de cobre en el pa i's.
región de Baja California y el noroeste de
La segunda provincia corresponde a ve·
Mexico en general propiciaron, durante el
nas de oro, contenido en rocas metasedi-
Cretácico Superior, un importante aporte
mentarias que se encuentran distribuidas a
de detritos hacia el oriente en un marco ge-
lo largo del eje de la península. Su ocurren-
neral de regresión marina hacia el este. El
cia, restringida~ las rocas rnetasedimentarias,
volcanismo asociado a la subducción en la
ofrece la posibilidad_de que hallan sido retra-
margen occidental de Baja California duran-
1. Dominio de afinidad oceánica bajadas de antiguos placeres anteriores al
te el Cretácico Superior y Paleógeno, ha
metamorfismo. Las principales localidades
2. Dominio volcánico volcanoclástico y sido reconocido principalmente en la por-
conocidas con este tipo de yacimientos son:
sedimentario del Jurásico-Cretácico. ción continental de México y es hasta el
la mina Las Cruces {loe. 71, El Alamo (loe,
Mioceno, cuando se expresa en la Pen í n-
9)', Socorro (loe. 13), Arroyo Calamajué
3. Dominio metasedimientario del Paleo- sula con secu?ncias piroclásticas de la
{loe. 23), Cerro San '_uis (loe, 24), Desen-
zoico {?) ·- Triásico Sierra de la Giganta y otros centros erupti-
gaño (loe. 25), León Grande (loe. 26) y
vos en Baja California Norte.
mina Columbia {loe. 27).
En el Oligoceno se inició la colisión de La tercera prrvincia comprende los de-
la dorsal del Pacífico con la Placa Norte- pósitos de tungsteno, relacionados con el
americana. Esta dorsal dividía a la Placa metamorfismo de conta_cto en rocas calcáreas
Farallón, ahora extinguida, de la Placa prebatol íticas donde se llegan a encontrar
Entre estos dos eventos se reconoce, sin Pacífica y se encontraba aparentemente p'1edras preciosas. Los intrusivos que afectan
embargo, la incidencia de condiciones de formada de segmentos desplazados por nu- a las secuencias calcáreas corresponden a
margen pasiva. En Baja California Norte merosas fallas de transformación. Según aquéllos emplazados principalmente en el
no han sido identificados episod'¡os de un modelo de Makenzie y Margan {1969), Cretácico. Las localidades conocidas son:
colisión ni secuencias de arco alóctonas, y Atwater { 1970), la colisión del primer La Olivla {loe. 3), La Pelita, Los Gavilanes
sin embargo Gastil y colaboradores {1981 1 segmento de la dorsal contra la placa Nor- y E 1 Fenómeno {loe. 6), as( como en la S le·
han sugerido la posible existencia de una teamericana, se inicio hace aproximada· rra de los Cucapá, Sierra Mayor y Sierra San
trinchera o cuenca marginal en el borde mente 30 millones de años, en un punto Pedro Mártir.
del cratón. ubicado en la actual Baja California. A par-
tir del primer contacto de las Placas Pací· La cuarta provincia corresponde a los de-
Para el Triásico persisten en Baja Cali- fica y Norteamericana se inicia un movi- pósitos superficiales de travertino, a los. sul·
fornia Norte condiciones de margen pasiva miento lateral derecho a lo largo del 1 ímite fu ros de manganeso, cobre, plata y plomo,
. ev'¡denciadas por una aparente estabilidad creciente de ambas placas con una velocidad as( como a depósitos de wulfenita, estibinita
tectónica en Sonora y por la ausencia de de 6 cm. por año (ver Fig. 1.12.). Este y otros minerales. Estos yacimientos tienen
componentes volcánicos de arco en la movimiento lateral puede haber ocurrido, la peculiaridad de haberse formado en el Ce-
secuencia metasedimentaria de la Península. en sus etapas iniciales, a lo largo del borde nozoico y de estarcercanosalbordedeiGolfo
Solo la Formación San Hipólito del Triásico continental de Norteamérica, y posterior- de California. La distribución de estos de):><\·
Superior, en la región de Vizcaíno, revela mente, pudo haber ocupado la franja actual sitos es muy compleja y las localidades son
un 1 ímite convergente probablemente ·de- del Sistema San Andrés y Golfo de Cali- muy numerosas.
sarrollado hacia el Interior del oceano y pos· fornia. {Atwater, 1970). La apertura del
teriormente acrecionado {Gastil et. al., op. Golfo de California y el desarr.ollo de su sis- La última provincia comprende los depó·
¡:;it.). tema dorsal se inicia hace 4 millones de años. sitos de placer de oro desarrollados en el
Este sistema es la manifestación del moví· Cenozoico. Las principales· localidades son:
Para el Jurás.ico se inicia el desarrollo de miento relativo entre la Placa Norteameri- Campo Juárez {loe. 2), Los Pinos y Campe
un dominio de arco insular al oeste del lí- cana y la Placa del Pacífico y encuentra su Nacional {loe, 8), Socorro {loe. 12), Valle·
mite del cratón y su cui'ía sedimientaria prolongación meridional en el Sistema Son dores {loe, 36), Los Enjambres (loe. 40), Real
triásica. Este arco evoluciona, al parecer, Andrés. Al movimiento de Baja California del Castillo {loe. 14) y Pozo Alemán {loe.·
contemporáneamente al que se ha reportado hacia el noroeste están posiblemente ligados 28).
12
Evolución tectónica del noroeste de México en el Terciario Diferentes Figura 1.12
etapas en la colisión de la cresta oceánica del P.adfico del. Este y el
desarrollo del movimiento lateral derecho entre la Placa
Norteamericana y la Placa del Padfico. SF=San Francisco, LA=Los
Angeles, GS=Guaymas MZ=Mazatlán (según Atwater, 1970)

PLACA
NORTEAMtf:UCANA
.•LA

10 millones de años antes del presente

PLACA
FARALLON

SF PLACA
NOR'T'EA'MERlCANA
A

20 millones de años antes del presente

13
Fig. 1.12

PLAC
NORTEA-
MERICANA.

30 millones de años antes del presente

PLACA
NORTEAMERICANA
SE

40 millones de aflos antes del presente

14
Figura 1.13 Por lo que respecta a la porción sur de la
pen (nsula de Baja California, las manifesta-
ciones de yacimientos minerales son menos

~ ... - ... _
··- ....
frecuentes ya que las rocas mesozoicas están
menos expuestas (Fig. 1.14).

En la costa del Golfo de Calif'ornia exis-


ten algunos yacimientós de manganeso, de
pequeña importancia, en forma de óxidos
que se encuentran conformando vetas hidro-
termales, Las principales localidades son:
Lucifer (loe. 1), Mulegé (loe. 2) y Misión de
San Juan (loe. 3).

Por lo que respecta a los yacimientos de


f cobre, la más importante manifestación la-
constituyen los sulfuros de la mina El Boleo
1 (loe. 4), desarr-ollados en rocas volcánicas
1 mesozoicas del área de Santa Resalla. Otros
1 yacimientos metálicos están representados
por los depósitos hidrotermales de oro y
1 plata de la Región del Cabo (loes. 5, 6 y 7),
as{ como los de la región de Vizcalno.
1
Existen varias manifestaciones de yaci-
1 mientos no metálicos, entre los que se en-
cuentran los yacimientos de magnesita de la
1 Bahla Magdalena (loes. 8 y 9) y PCJnta Eu-
genia (loes. 1 O y 11), los yacimientos de tal-
1 co de Comondú (loe. 12) y los depósitos
1 fosfort'ticos del área de San Hilario. Estos
últimos constituyen los yacimientos de fos-

1 forita con mayores reservas en la República


Mexicana.

1 En el renglón petrolero, las más impor-


1 tantes manifestaciones se han localizado
en sedimentos del Paleoceno de la Cuenca

---!-
/
de la Purlsima, en perforaciones de explo-
ración, llevadas a cabo por Petróleos Me-
xicanos (Lozano, 19761, y en algunas cha-
popoteras de esta misma región.

1.3. Sonora y Sinaloa

En los estados de Sonora y Sinaloa se


observa, como en Baja California, una
fuerte complejidad de afloramientos roco-
sos debido a lo intrincado de las ~structuras
que se encuentran conformando · a la gran
heterogeneidad litológica de las di ~entes
unidades, sobre todo las preterciarias, que
forman las diferentes co!_·1lnas estratigráfi-
cas de esta región. Este Pél''aje geológico
contrasta marcadamente con el que se obser-
va al oriente de la Sierra Madre Occidental
donde las estructuras son más regulares. y
las columnas más homogéneas.

Para efecto de describir las caracterlsti-


cas geológicas de esta región, se ha atendido
a la división de provincias fisiogréficas de la
OGG, que brinda l(mites naturales adecua-
dos para su mejor descripción.
111 cobre-hierro
El oro 1.3.1. Desierto sonorense
e
tu '\9S ten o
Esta zona está caracterizada por la pre-
11
oro-plata sencia de montañas complejas, separadas
o pi aceres de oro
por valles aluviales que se vuelven más am-
plios hacia la porción noroeste del estado,
6 en. donde se han desarrollado fmportantes
manantiales termales
o depósitos eólicos. Las montañas complejas
se encuentran conformando terrenos preter·
ciarios que son cubiertas hacia el P.ste por los
cuerpos volcánicos cenozoicos que torrnan
Principales depósitos minerales conocidos de Baja California.
15
Figura 1.14. En contraposición con las unidades ante-
riores, existen al noreste de la zona de "me-
1141l
1 Jll'
gashear" rocas metamórficas precámbricas

·,;;"--7>1-----.- ----- --t-


1 corno las que afloran en la Sierra de los Ajos:
cuyas edades fluctúan entre 1 600 y 1 700
millones de años, las cuales han sido correla-

~~¡10 •
O Oro
cionadas con los esquistos Pinal del Sur de
Arizona.
O Ya<.1m1entos de cobre

1 4 O Yeso
El conjunto sedimentario del Precámbri-
1 V O>r 1do de m:;~nganeso
co Tardle> aflora en el área de Caborca, y
cubre, en discordancia tectónica, al Precárn-
O] Talco
1 brico metamórfico ( Longoria et al. 1978).
8 Yac1m1entos de magnes1ta
Originalmente esta secuencia fue denominada
U Foslonta por Keller y Wellings (1922) como Capas
1
Gamuza y posteriormente Stoyanow (1942),
1 1 con base en la existencia de arrecifes de alga
.26° -~--- -- - - -
tl-- Co/leniiJ, la ubicó en el Precámbrico Tardfo.
La secuencia incluye a las formaciones Piti-
quito y Gamuza (Longoria y Pérez, 1978)
0 ~ 1> 1
y está constituida principalmente por dolo-
1
mías con estromatolitos, areniscas de cuarzo
y lutitas. El contacto superior de la Forma-
ción Gamuza es discordante con respecto a
la secuencia paleozoica que le sobreyace.
g
La secuencia paleozoica aflora en nume-
rosas localidades del estado de Sonora y está
compuesta principalmente por calizas y are-
niscas que se depositaron en un ambiente de
plataforma (ver Fig. 1.17). Esta antigua plata-
-t- -------------
1

24° forma continental seda una continuación


hacia el sur de la faja miogeosincl i nal del G ea-
sinclinal Cordillerano. Fries (1 962) propuso
el nombre de "Fosa Sonorana" para esta ex-
tensión meridional del Geosinclinal Cordille-
ranó, y señaló que durante todo el Paleozoico
esta zona sufrió un hundimiento lento e
ininterrumpido. Según F. Rangin (1978), al
nivel de los periodos que van del Cámbrico
Principales depósitos minerales conocidos de Baja California Sur (tomado del al Ordovicico existe una graduación de facies
mapa metalogenético de la República Mexicana.lng. Guillermo P. Salas, 1975). de plataforma, en el_ norte del estado, a fa-
cies más internas, hacia el sur del estado, en
donde las secuenc-ias paleozoicas conforman
la Sierra Madre Occidental y en donde llegan Silver y Anderson (1974) como el "Mega- un estilo tectónico de deformación mucho
a aparecer, pero ya en forma de afloram len- shear Mojave-Sonora" con un movimiento más intenso. Para los periodos que van del Car·
tos aislados, debajo de la cubierta ignimbd: latera 1 izquierdo que se prolonga hasta los bon ffero al Pérmico las secuencias calcáreas
tica. estados de Arizona y California (ver Fig. 1. representan facies homogéneas en todo el
16). estado. Los dos intervalos anteriormente
En el estado de Sonora afloran unidades citados están separados por u na fase de de-
de roca con un rango geocronológico que El 'Jioque precámbrico ubicado al sur- formación mayor ocurrida en el Devónico.
var(a desde el Precámbrico hasta el Reciente. oeste de la zona del "megashear" está repre-
sentado por los afloramientos metamórficos El Paleozoico del área de Caborca está
El Precámbrlco está represéntado por del área de Caborca, en donde se localizan representado, en orden estratigráfico ascen-
dos conjuntos de rocas bien definidas (ver dente, por las formaciones Puerto Blanco,
las rocas más antiguas conocidas en la Repú-
Fig. 1.15). Un conjunto antiguo constituido Cuarcita Proveedora, Buelna, Cerro Prieto,
blica Mexicana. Este bloque tiene limites
"de rocas metamórficas derivadas de rocas Arrojos y Tren, las cuales pertenecen al Cám-
rectil {neos, tanto al sur como al oeste, mar-
fgneas y sed¡mentarias, y un conjunto más
cados por la desaparición súbita de los aflo- brico (Cooper et al .. 1952) y constan de
· reciente compuesto de secuencias sedimen- secuencias principalmente calcáreo-detriti·
ramientos precámbricos; es hasta Sinaloa en
tarias de cuarcita y dolomía que cubren en cas; existen, además, en el._área de Bisani, pe-
donde aparentemente vuelven a aflorar rocas
discordancia al anterior.
de esta era, represent.adas por el complejo queños afloramientos aislados, de secuencias
El Precámbrico metamórfico viene a ser Sonobari (Rodríguez y Córdoba, 1978) cu- calcáreas, que representan parcialmente a los
una extensión, hacia el noroeste de México, ya edad no ha sido confirmada. sistemas Ordovfcico, Silúrico, Devónico y
del Zócalo Precámbrico que aflora amplia- Misisípico (Cooper y Arellano, 1946). En las
mente en Estados Unidos y Canadá. Este Los a'floramientos precámbricos meta- cercanías del Antimonio aflora una secuen-
basamento precámbrico muestra en Norte- mórficos del área de Caborca están represen- cia pérmica de capas de lutitas y areniscas
américa una serie de provincias que son niás tados por rocas ígneás y sedimentarias meta- con lentes de caliza que fue denominada For·
antiguas hacia el núcleo del cratón, lo que morfizadas, a facies esquistos ve¡·des y anfi- mación Monos por Cooper y Arellano (1946).
sugiere un desarrollo acrecional de la cor- bolita (Anderson et al .. 1978), durante un En el distrito minero de Cananea existe una
teza continental de esta región. En el norte periodo que fluctuó entre los 1800 y 1700 secuencia de cuarcita y cal iza del Cámbrico,
de Sonora existen dos terrenos metamórfi- millones de años (Silver y Anderson, 1979). que está compuesta por las formaciones
cos precámbricos, de diferente edad, yuxta- Estas unidades metamórficas han sido deno- Cuarcita Capote y Caliza Esperanza (Mul- e,
puestos estructuralmente a lo largo de una minadas por Longoria et. al. (1978) como chay y Velazco, 1954; Valentine, 1936), -i
zona de corrimiento lateral, originada en el complejo Bamori y han sugerido que la exis- asi como por las calizas clel Devónico, Mi- -.,
Jurásico, que cruza diagonalmente el norte tencia de rocas anortosíticas de tipo rnasivo sisípico, Pensjlvánico y Pérmico. En el nores· ·i
de Sonora con una orientación NO-SE; esta pueden corresponder a la unión de dos con- te de Sonora existen afloramientos calcáreos ~;
zona de corrimiento ha sido propuesta por tinentes precámbricos. del Paleozoico en Cabullona (T.aliefferro,
16
Fig. 1.15

111°

--- ·-

1
1 1 ° Nogales
1
1
1
1

1
1
1
1
1
1 1
1
1
1 1
1 1
1
1 O Hermosillo
1 1
1
1
1 1

280_

+- 1

---
o
Cd. Obregón

@] Precárnbrico metamórfiCO

[] Precámbr1co sed1mentar1o

Distribución de los afloramientos de las rocas precámbricos en Sonora.


17
LOCALIDADES DE ROCAS CRIST AUNAS DE EDAD PRECAMBRICA
(edades establecidas por medio de estudios isotópicos; según
Anderson y Silver, 1979)

1140

1090.~
o
~ 1

+
X
UJ
¿
$
UJ
z 1

1
1

1
1
T'
1
1

1
1

1
1
1
1
1
1
1 Hermosillo
1
1
• 1
1
1
1
1 1
<{
1 :::J
I
280
+--- --- SONORA

---
!
<{
:::J

I
u
-/
1
Guay mas 1

f' ..l

® Ciudades,

Ó, Localidades de muestras individuales,


SINALOA
Terrenos subyaoidos por rocas con edades entre
1700 y 1600 millones de años,

Terrenos subyacidos por rocas con edades entre


1800 y 1700 millones de años,
18
Figura 1.17 En el érea de Cucurpe, al rureste de Santa
Ana, Rangin l1977a), reportó una secuencia
sedimentaria con intercalaciones volcanicas
que presenta amonitas junlsicas. En las sie-
l]jo:' rras de La Gloria (Corona, 1979), El Alama
1090 (González, 1979), y en varias localidades del
-----t ---------- 1 noroeste de Sonora, se han reportado rocas

-+- volcánicas y volcanoclásticas mesozoicas, de


probable edad jurásica, pero ésta no ha sido
confirmada. En algunas localidades estas
rocas se presentan parcialmente afectadas
1° Nogales por dinamometamorfismo y son generalmen-
1 te de composicion andes(tica. Anderson y
1
1 1 Silver (1978) han reportado edades absolu-
1
! tas U-Pb en. varias localidades de rocas vol-
1 cánicas y volcanoclástlcas, que varfan de
1
1 1' 180 a 150 millones de años. Según estos
1 l 1
1 autores, la actividad volcánico-plutónica del
1
\ ' i
1 ..
Jurásico, originada por la presencia de una
zona de placas convergentes al oeste, fue
.' interrumpida por la iniciación del desplaza-
miento lateral del llamado "Megashear Mo-
jave-Sonora". E 1 reinicio del magmatismo,
1 originado por la zona convergente, queda
1 evidenciado por las rocas volcánicas y plutó-
nicas cretácicas que afloran en varias locali-
1 dades de Sonora.
1

280 +------·- Para el Cretácico se pueden definir en


Sonora dos dominios con caracteristicas
claramentediferenciables (Rangin, 1978), (ver
fig. 1.18). El primero de ellos, que corres-
ponde a las bandas central y occidental del
estado, evolucionó sobre un cinturón par-
cialmente emergido de rocas volcánicas Y.
volcanoclásticas del Jurásico: en él se desarro-
llaron emisiones lávicas, principalmente an-
des(ticas, que en las porciones central y sur
del estado cuentan con intercalaciones de
rocas sedimentarias marinas del Cretácico
[!] Paleozoico sedimentario
Inferior (King, 1939; Roldán y Solano,
1938). El segundo dominio ubicado en la
banda oriental del estado, está constituido
Distribución de los afloramientos de las ~ocas paleozoicas en Sonora. por secuencias sedimentarias marinas del
Cretácico 1nferior que atestiguan una trans-
1933), Sierra del Tigre, Nacozari y en la sedimentos provenientes de las porciones gresion marina proveniente de la cuenca de
Sierra de Moctezuma .ilmlay, 1939). En el norte y noreste del estado. En el área de San Chihuahua durante el intervalo Aptlano-
área de Hermosillo, y en la región ubicada Marcial, al sureste de Hermosillo, aflora una Aibiano (King, 1939; Rangin, 1978), y que
más al sur, existen afloramientos aislados de secuencia de ci<~sticos finos con horizontes cubrió parcialmente los terrenos volcánicos
secuencias paleozoicas del Ordovícico y Pér- de carbón y con intercalaciones de caliza, que y volcanoclásticos del Jurásico.
mico (King, 1939). se depositaron en una cuenca palustre, con-
temporáneamente con los depósitos marinos Para el Cretácico Superior, ambos domi-
Los primeros depósitos posteriores al Pa- de la Sierra de El Alama. Esta secuenciai.ue nios son afectados por deformaciones com-
leozoico, del estado de Sonora, correspon- denominada por King M939) como Formación presiona/es y por plutonismo gran(tico acom-
den a Jos sedimentos continentales del Triá- Barranca, y Alencaster (1961) la elevó pos- pañado de emisiones /avicas andes(ticas que
sico Superior-Jurásico 1nferior, pertenecien- teriormente al rango de grupo. La ausencia se vuelven mas intensas hacia la parte occi-
tes a la Formación Barranca que aflora en de depósitos del Triásico 1nferior y ta rela- dental en la región de la Sierra Madre Oc-
las porciones centro y sur del estado, así ción de disconformidad observada entre la cidental.
como Jos depósitos marinos de arenisca, cali- secuencia Triásico Superior de la Sierra de El
za y \utita de las áreas del Antimonio y San- Alama sobre las rocas pérmicas, revelan im-
ta Rosa, ubicados en la porción noroeste del portantes movimientos tectónicos en· esta Existen evidencias, en varios afloramien-
estado. Los depósitos del área del Antimo- región para el cierre del Paleozoico y el inicio tos, de la actividad volcánica ocurrida en So-
nio constituyen una secuencia marina de del Mesozoico. nora durante el Cretácico 1nferior. En el Ce-
3 400 metros de espesor, con presencia rro Lista Blanca, al sur de Hermosi llo, aflora.
de amonitas, belemnitas y pe\edpodos, cuya una unidad de rocas volcánicas andesfticas
edad var(a del Triásico Tardío al Jurásico E 1 Jurásico está caracterizado en el esta- de probable edad Cretácico Inferior. En un
Temprano, expuesta principalmente en la do de Sonora por el desarrollo de un impor- principio, Dumble (1900) la denominó Di-
Sierra de El Alama, y que ha sido informal- tante arco volcánico-plutónico, de dirección visión Lista Blanca, y le asignó una posición
mente denominada como Formación Anti- general noroeste-sureste, atestiguado por nu- correspondiente al Triásico Superior; poste-
monio, por c¡onwlez (1979). Esta secuencia merosos afloramientos de rocas volcánicas y riormente,.King (1939) le asign6 el nombre
§e correlaciona con la parte inferior de la volcanoclásticas de composición andes[tica de Formación Lista Blanca y la ubicó estra-
sscuencia sedimentaria y volcanoclástica del (ver Fig. 1.18). El desarrollo de este arco ha tigráficamente en el Cretácico 1nferior. Este
Grupo Rajón (l_ongoria y Pérez, 1978), que sido relacionado a los episodios de subduc- mismo autor señala numerosos afloramien-
afloran en el cerro homónimo ubicado al su· ción ocurridos en la margen pacífica de Mé- tos en las ·zonas centro y -sur del estado, en
reste de Caborca. Según Alencaster (1961), xico, eo donde una placa oceánica se hundía donde aparecen rocas volcánicas del Cretáci-
la región que comprende estas localidades debajo de la corteza continental correspon- co Inferior, intercalados en secuencias sedi-
cons-titula una paleobahfa a la que llegaban diente a México. mentarias marinas; también indica que las
19
Figura 1.i8

114'-'
1

1 111';
ESQUEMA PALEOGEOGRAFICO DE LA PORCION Figura 1.19
NOROESTE DE MEXICO DURANTE EL MESOZOICO

Dominio paleo-oceánico

Arco magmático del Cretácico temprano;


(Aiisitos).

Arco magmático del Jurásico terminal:


(San Andrés-Cedros)

Arco magmático del Jurásico temprano medio:


(Sonora).

t:~1 Cuenca Cretácica Chihuahuense: Aptiano-Aibiano,

Basamento Costero: Paleozoico y Precámbrico.

Plataforma de Texas.

(según Claude Rangin_ 1978).


21
rocas volcánicas de esta época crecen en pro- Los afloramientos de cuerpos batolfticos El principal evento volcánico del Tercia-
porciones hacia el oeste y suroeste, En las del Cretácico, en Sonora, constituyen uno rio de Sonora lo constituyen las emisiones
costas noroccidentales del estado, Anderson de los rasgos más caracterlsticos de la región. predominantemente ignimbr(ticas,del Oligo-
(1977) ha reconocido algunas rocas volcáni- Estos cuerpos granftico-granodior lticos han ceno-Mioceno, que vienen a ser una extensión
cas pertene-cientes al Jurásico Superior y al obscurecido en gran medida los fenómenos hacia el oeste de los episodios volcánicos res-
Cretácico 1nferior, datadas por métodos ra- de deformación anteriores a su emplaza- ponsables de la Sierra Madre Occidental (ver
diométricos. miento. Fig. 1 .20).

Las secuencias sedimentarias marinas se En el área de Agua Prieta aflora una se- Los afloramientos de esta clase de unida-
encuentran aflorando en diversas localidades cuencia sedimentaria continental del Cretá- des volcánicas forman generalmente mesetas
y presentan generalmente fauna fbsil de los cico Superior que cubre en discordancia an- disectadas que cubren en gran medida los
pisos Aptiano y f.l-lbiano. En el noroeste del gular a las unidades deformadas del Grupo terrenos y estructuras geológicas más anti-
estado y suroeste de Arizona aflora una se- Bisbee. Esta secuencia fue denominada por guas.
cuencia que constituye el Grupo Bisbee, for- Talietferro (1933) como Grupo Cabullona,
nnado en orden estratigráfico ascendente por y está constituida por sedimentos elásticos Durante el Terciario Superior toda la re-
conglomerados -Conglomerado Glance-; continentales con intercalaciones· de rocas gión de Sonora estuvo sujeta a una serie de
lutitas arenosas, areniscas ·cuarclferas y fel- volcánicas, y con presencia de huesos de fallamientos normales que cortaron de ma-
despáticas -Formacion Morjta-; calizas que dinosaurio Y flora del Cretácico Superior nera independiente todas las estructuras y
varlan de prearrecifales a postarrecifales (Rangin, 1978), unidades anteriores; el resultado de estos
-Formaci6n Mural-, y illtitas arenosas y fenómenos fue un sistema de fallas noroeste-
areniscas rojas -Formaci6n Cintura- (Ran- Existen numerosos afloramientos, sobre su reste y la consecuente formación de depre-
some, 1904; Rangin, 1976; Gamper y Lon- todo en la porclon nororiental de Sonora, siones que fueron rellenadas por los sed imen-
goria, 1980). En el área de Sahuaripa existe de rocas volcanicas del Cretácico Superior tos detríticos continentales de la Formación
una secuencia de más de 3 000 metros de cuya composición var!a de riolttica a andesi- Baucarit.
conglomerado; lutitas, areniscas y cal izas que ta. Las manifestaciones del volcanismo de
representa a la Formación Palma~ en la par- esta época parecen extenderse hacia la baS<J Esta unidad aflora en varias localidades
te inferior y la Formación Potrero en la parte de la secuencia volcánica de la Sierra Madre del estado, y está constituida generalmente
superior ( King, 1939).. Otras secuencias ma- Occidental en donde ha sido reportada la por fragmentos 1(ticos de diversas composi-
rinas afloran en las áreas de Cucurpe, Santa presencia de rocas hasta de 100 millones de ciones que var(an de subangulosos a redon-
Ana y Sierra Azul en donde están formadas años de antigüedad (Me Dowell y Clabaugh, deados dentro de un conjunto poco consoli-
principalmente por sedimentos calcáreos y 1979). dado (D:Jmble, 1900; King, 1939).
arenosos del Cretácico 1nferior.
Segun Rangin (1978), a principios del A finales del Terciario y principios del
Durante el Cretácico Superior el territo- Terciario se desarrolla en el noreste de Sono- Cuaternario tuvo lugar un importante episo-
rio del estado de Sonora sufre un levanta- ra un importante conjunto plutónico volcá- dio de volcanismo basáltico alcalino que ha
miento y emersi6n general como resultado nico que es responsable de las mineralizacio- sido relacionado, junto con la tectónica dis-
de una fase de deformación compresiona! nes de cobre diseminado; las rocas volcánicas tensiva de fallas normales, con los epi80dio:.
que actúa en gran parte del occidente de están generalmente ligadas a los cuerpos de apertura del Golfo de California (Ciark
México a principios de esta época. La prin- intrusivos que las afectan y mineralizan (Si- et al.,1980; Rangin, 1978). Este volcanismo
cipal actividad ígnea la constituyen los em- llitoe, 197 3). Estas rocas volcánicas var(an tiene su más claro ejemplo en la Serranía del
plazamientos gran!ticos, que tienen una en composición, desde andesitas y traquitas Pinacate ubicada en el Desierto de Altar.
mlgraci6n en tiempo hacia el este, y las emi- hasta dacitas y riolitas. En las zonas central
siones lávicas que varfan de andesfticas a y sur del estado afloran rocas volcánicas del 1.3.2. Llanura Costera del Pacífico
rlollticas; estas emisiones se desarrollaron Terciario 1nferior, cuya composición es prin- Esta región se caracteriza por el desarrollo
principalmente en la banda oriental del cipalmente intermedia y cubre en discordan- de una planicie construida por la evolución de
estado y hacia la base de la Sierra Madre cia angular a las secuencias defornnadas del un sistema de deltas que han avanzado paula-
Occidental. Mesozoico,
tinamente hacia el oeste. Estos deltas se han
formado en las desembocaduras de los ríos
Mayo, Fuerte, Sinaloa, Culiaciín, San Loren-
zo y Mocorito, y han envuelto prominencias
rocosas que formaban islas antiguas.

La zona está limitada al oeste por un li-


toral con desarrollo de acumulaciones areno-
sas, producto de la acción de las corrientes
litorales, las mareas y el oleaje que han retra-
bajado los sedimentos deltaicos y dado lugar
a la formaci6n de barras, tómbolas y flechas.
El borde oriental de esta zona está constitui-
do por las estribaciones de la Sierra Madre
Occidental en donde aparece un conjunto de
sierras formadas por unidades rocosas, cuyo
rango geocronológico varía del Precámbri-
co al Terciario Inferior, y están parcialmente
cubiertas por la secuencia vo'lcánica de la.
Sierra Madre Occidental. secuencia que se
vuelve dominante hacia el este.

La historia de los terrenos preterciarios


que afloran en el borde oriental de Sinaloa,
comparte muchas afinidades con los estilos
tectónicos y paleogeográficos que imperaron
en Sonora y Baja California, a la cual estaban
unidos antes del Plioceno.

Las rocas más antiguas que afloran en el


Vista de un cuerpo batolltico cretácico ubicado al noreste de bah(a Kino. estado' de Sinaloa, son, al parecer, aquellas
Foto José Luis Moreno SPP que se encuentran en los afloramientos meta-
22
Figura 1.20 tan sobre Jos intrusivos en forma de techos
colgantes o en forma de ventanas debajo de
1140
la cubierta terciaria. En algunas localidades
se llegan a observar aparentemente interca-
1110
lados con la secuencia rnetavolcánica meso-
1 zalea, pero Jos contactos no se observan cla-

----- ------- +
1 l(BO
ramente,
-- -+ 1
La mayor parte de las rocas calcár.eas que
1 ----
afloran en Sinaloa son, al parecer, de edad
1 1 cretácica, pero Rodríguez y Córdoba (1978)
1 1
consideran que algunas de ellas pueden ser
1
1 jurásicas y, otras, ta 1 vez más antiguas.
1 1
1
1 Todo el conjunto mesozoico volcánico y
1 1 sedimentario se encuentra afectado por los
1
1 emplazamientos plutónicos mesozo icos y ter-
1
1 ciarios. Estos cuerpos intrusivos constituyen
1 la unidad con los afloramientos más extensos
1
1
del estado de Sinaloa y su clasificación pe-
1 1
trográfica varia de granito a monzonlta, con
1 1 biotita y hornblenda corno principales mine-
1 1 rales rnáficos, Los afloramientos extensos de
1 esta unidad desaparecen debajo de la cubierta
1
1 volcánica de la Sierra Madre Occidental.
1
1
1
Los periodos de emplazamiento de estos
1 cuerpos intrusivos parecen ser similares a Jos
1 ocurridos en Sonora. Estos emplazamientos

280+ --~--------
1

1
migraron desde el Cretácico en Baja Califor-
nia hasta el Terciario Inferior en los límites
1 --+- con Chihuahua (Silver y Anderson, 1978).

1
Durante el Terciario ocurrieron importan-
1
tes episodios volcánicos en el estado de Sina-
1
loa, sobre todo aquellos qU€ se generaron
1 durante la parte media del Terciario y que
1 dieron origen a la cubierta ignimbrítica de
Volcanismo básico pliocuaternario. la Sierra Madre Occidental. Esta secuencia
ign imbr ít ica cubre en gran parte las rocas
mesozoicas del 1 ím ite oriental de la Llanura
Costera del Pacífico y a rocas volcánicas in-
Volcanismo Oligoceno-Mioceno. termedias y básicas del Terciario Inferior.
Rocas volcánicas del Cenozoico en Sonora.
1.3.3. Resumen tectónico
mórficos de la Sierra de San Francisco, al que la parte inferior de la secuencia pertenece
norte de Los Mochis. A estas rocas metamór- probablemente al Misisípico Superior-Pensil- Los afloram lentos de rocas metamórficas
ficas les ha sido asignada, por autores prEN los vánico 1nferior. del Precárnbrico en el norte de Sonora, cons-
(Rodríguez y Córdoba, 1978), una edad co- tituyen uno de los rasgos más caracteristicos
rrespondiente al Precámbr'ico; De Cserna y Estos autores señalan que las secuencias de esta región. Según Anderson y Silver
Kent (1961) las denominaron Complejo So- paleozoicas de Sinaloa se depositaron en 11979), estas rocas metamórficas conforman
nobari. La unidad consiste de intercalaciones condiciones someras de plataforma. En gene- dos cinturones orogénicos y magmáticos de
de gneises de muscovita y biotita con anfi- ral se puEde considerar que estas secuencias orientación noreste-suroeste, truncados y
bolitas; además, se presenta intrusionada por se depositaron en una faja miogeosinolinal yuxtapuestos por la acción de una zona de
cuerpos de gabro y granodiorita, y se obser- que sería una continuación hacia el sur de la corr im lento lateral izquierdo que actuó du-
van desarrollos de pegmatitas y migmatitas. faja geosinclinal cord illerana del. oesw de los rante el Jurásico en dirección noroeste-sures-
Según Rodríguez y Córdoba 11978), losgnei- Estados Unidos, desarrollada en el Paleozoico te. Estos cinturones orogénicos forman parte
ses son derivados de rocas sedimentarias are- de los terrenos precárnbricos de or'rentación
no-arcillosas, con posibles intercalaciones de Del Mesozoico existe en Sinaloa una gran similar que se encuentran en la porción sur-
lavas básicas que sufrieron por lo menos dos heterogeneidad de litologías que conforman, oeste del Cratón Norteamericano.
ENentos de metamorfismo. al parecer, un conjunto volcánico:~edimenta­
rio que vendría a ser una continuación hacia Según Jos datos rad iométr icos obten idos
el sureste del arco volcánico-volcanoclástico por Anderson y Silver· 11978). estas secuen-
A lo largo del borde oriental de la Llanura y sedimentario de la Formación Alisitos de cias fueron deformadas y metarnorfizadas
Costera del Pacífico existen una serie de aflo- Baja California (Rangin, 1978). A lo largo entre los 1650 y 1660 millone$ de años; sin
ramientos aislados de regular extensión de del limite oriental de la llanura costera se embargo, también reconocieron periodos de
secuencias paleozoicas marinas. Estas secuen- observan ex tensos afloramientos de rocas intrusiones (gneas entre los 1410 y 1440
cias están constituidas principalmente por volcánicas, Jávicas y piroclásticas, cuya corn- millones de años, as( como uno de 1100 mi-
areniscas, lutitas, limolitas y calizas; en algu- posicló n varía de ácida a básica, y muestran llones de años; este último episodio de intru-
nas localidades se presentan afectadas por efectos de metamorfismo regional y de con- sión constituye el primer reporte de rocas de
diversos grados de metamorfismo. La relación tacto (Fig. 1.21) generación grenvill lana en esta región del
estratigrái-ica de esta secuencia con el Com- Cr<Jtón Norteamericano (Anderson et al.,
pleju Metamórfico Sonobari no se observa, y Las rocas sedimentarias rneso1oicas están 1978).
el contacto con rocas mesozoicas es, al pare- representadas por secuencias rlu calizas que
cer, generalmente ·tectóriico, Rodríguez y en algunas localidades se observan parcial· E>1os terrenos metamórficos constituyen
Córdoba (op, cit.) reportan el hallazgo de mente metarnorfizadas. Los afloramientos de el basamento sobre el cual se desarrollaron
fusul ínidos Mil/ere/la sp., los cuales indicar, estas rocas se encuentran aislados; se presen- episod'ros de sedimentación marina de am-
23
Figura 1.21 ponde a las deformaciones comprensionales
de finales del Cretácico y principios del Ter-
ciario. Estas deformaciones originaron los
pi iegues de dirección noroeste-sureste, que
se observan en el flanco poniente de la Sie-
rra Madre Occidental, as( como las cabalga-
duras de las secuencias del Cretácico 1nfe-
rior y Paleozoico sobre el Grupo Cabullona
del Cretácico Superior en la región de Naco
y Agua Prieta IRangin, 1977b). Según Ran-
gin 11978), entre el Jurásico Superior y el
260 Cretác ico 1 nfer ior parece haberse desarrolla-
do una' fase de deformación aún no bien co-
nocida en Sonora y que se correlacionaría
con la fase Navadiana desarrollada en Norte-
américa.

En el inicio del Cretácico Superior co-


mienza la historia continental de Sonora y
Sinaloa. En esta época ocurren los másim-
portantes emplazamientos plutónicos de la
región que fueran más recientes en el este;
también a esta época corresponden los pri-
meros episodios volcánicos que constituye-
ron la base de la Sierra Madre Occielental,
cuyo periodo principal de construcción se
puede ubicar con el de la actividad ignim-
bri'tica ocurrida en la parte superior del Oli-
goceno (Me Dowell y Clabaugh, 1979).

En el Mioceno parece cesar la actividad


1080 de la zona convergente situada al oeste, y se
inicia el desarrollo del Golfo de California
que es acompañado en las regiones aledañas
de Sonora y Sinaloa por una tectónica dis-
tensiva de horsts y grabens, que actúa hasta
el Cuaternario y es la responsable de la distri-
bución actual de los elementos orográficos,

D Volcánico-Volcanoclástico del Mesozoico,


principalmente en el desierto sonorense.

En el marco de este tipo de tectónica tie-


ne lugar el depósito de importantes espeso-
l"r7l Plutones cretácicos. res de los sedimentos continentales conglo-
~ merát icos de la Formación Baucarit.

Afloramientos de rocas ígneas en Sinaloa. 1.3.4. Yacimientos económicos


biente de plataforma, ocurridos a finales del cas y volcanoclásticas, lo que aunado a las En el estado de Sonora (Fig. 1.22) los
·precámbrico y durante el Paleozoico. Según intercalaciones volcánicas de la secuencia del yacimientos más importantes son los depó-
Fries (1962), esta plataforma constitu(a una Jurásico 1nferior que aflora en el Cerro Ra- sitos de cobre y IT)Oiibdeno que se localizan,
extensión meridional del miogeosinclinal del jón, al sureste de Caborca, indican el inicio sobre todo, en la banda oriental del estado.
Geosincl inal Cordillerano, a quien él de no mi- de la actividad volcánica del Mesozoico, Esta El origen de la rr,1ayor parte de estos yaci-
nó Fosa Sonorana. Esta fosa sufrió·durante actividad volcánica ha sido atribuida por nu- mientos ha sido atribuido al emplazamiento
todo el Paleozoico un hundimiento lento merosos autores a la presencia de una zona de pórfidos de granito y granodiorita ocurri-
con algunas interrupciones marcadas por la convergente ubicada al oeste. El hundimien- dos a finales del Cretácico Superior y princi-
presencia de hiatus en las secuencias que to .de una placa paleopac ífica debajo ele la pios del Terciario. Las principales rocas en-·
afloran en Sonora y Sinaloa. Fries (op. cit.) corteza continental de México, y la fusión cajonantes de estas mineralizaciones son ro-
considera que a finales del Pérmico ocurrió parcial de la placa a nivel de la astenósfera. cas volcánicas cenozoicas de carácter inter-
un periodo de plegamiento no muy intenso, originaron la eclificación ele un arco ml)gmá- medie;>. las mismas rocas intrusivas y, en al-
así como de levantamiento y afallamiento tico, activo durante el Mesozoico. La activi- gunos casos, rocas seclimentarias de origen
en bloques, todo lo cual destruyó el patrón dad magrnát ica relacionada con este arco es marino.
geosinclinal anterior. sólo interrumpida por el desarrollo de una
zona de corrimiento latera 1izquierdo llamado Los principales yacimientos de pórfidos
Para el intervalo Triásico Superior-Jurási- pqr Silver y Anderson (1974) "Megashear cupr(feros en Sonora se encuentran en las
co,. Inferior son dos los elementos paleogeo- Mojave-Sbnora". áreas de Cananea y Nacozari (localidades
gráficos que enmarcan los fenómenos de 1, 2 y 3), en tanto que otros de menor mag-
sedimentación en Sonora; por un lado, laPa- En el marco de la convergencia de las nitud se localizan más al sur y al oeste de
leobah ía del Antimonio en la actual porción placas Paleopadfica y Norteamericana se estas localidades lloc. 4).
noroeste del estado, en donde se acumuló al desarrollaron dos fases principales de defor-
oriente una gruesa secuencia marina alimen- mación, cuyas relaciones se observan clara- E 1 origen de este orden de yacirnientos
tada por áreas positivas; y por otro lado, la mente en el área de Cabullona, al sur de Agua ha sido atribuido por Sillitas (1975) a la
cuenca palustre de San Marcial, ubicada al Prieta y Naco. La prin,era de ellas, ocurrida fusión , parcial de la corteza oceánica debajo
sureste de Hermosillo, en donde se acumula- a principios del Cretácico Superior, se mani- del continente y el consecuente ascenso de
ron capas de .carbón, cal iza yesífera, areniscas fiesta por la discordancia angular entre la material rnagmático con soluciones ricas en
y lut itas (Aiencaster, 1961). secuencia areno-calcárea del Cretácico 1nfe- cobre y molibdeno que constituyeron depó-
rior y los sedimentos continentales detdti- sitos en "stockwork", depósitos en las pen-
A la secuencia sedimentaria del Antimo- cos del Cretácico Superior que afloran en la dientes del techo de plutones grandes y de-
nio sobreyace un paquete de rocas volcáni- Cuenca de Ca bu llana. La segunda fase corres- pósitos de brechas "pipes".
24
Los yacimientos de plomo y zinc del esta- Figura 1.22
do de Sonora se presentan en zonas de reem-
plazamiento metasomático y en vetas hi-
drotermales. La mayor parte de los prime- 111' we"
----- -+--- ------+
32°
ros son de edad laram (dica, mientras que los
segundos se asocian generalmente a rocas
volcánicas del Cenozoico Med-IO (Echavard
et. al., 1977). Las principales localidades : 1 1
con depósitos de estos tipos son. Cananea, • NOGALES 1
San Felipe, El Técolote, Sierra de Cabullona, 1O 1 Cananea .1
Lampazos y San Javier. Los depósitos de O•~ABORCA 1 O 2 Nac<><ar• J

plata y oro se localizan principalmente en la 3


o o f OLa Caridad
superficie de las vetas h idroterma les que
contienen los yacimientos de plomo y zinc, 30°+--- ---
1
o
--+.- 6--o---+
O
4
1
1

anteriormente m'encionados. Las principales


localidades con este tipo de yacimientos son
A
.u i 1
1

o
El Tigre, Las Chispas, Lampazos y San Javier. Cl
1
Cl • HERMOSILLO
1
Ei tungsteno constituye un elemento ID 1

de significativa ocurrencia en las zonas de Sn.Joséj ~ ~ lll


de .O<adillas 'l!il!l' 1
metamorfismo de contacto del estado de So- l
6
• 6
--1
1
nora. Generalmente se encuentra forman- 280
-- GUAYMAS---
do al mineral scheelita, y en ocasiones se le
encuentra asociado a depósitos metasomáti- o Cu·Mo
• CD. OBREGON
cos de cobre, zinc y a brechas de colapso 1
asociadas a depósitos de pórfidos cupr(fe-
11 Cu. Cu-Fe, Cu Ag
o La Reforma
ros (Echavarri et. al., o p. cit.). Los depósitos o Au·~g, Ag 1
o
más importantes de. tungsteno se ubican Cl '!'J. W•MO 06
cerca de Baviacora.
A Pb·Zn·Ag

Los depósitos no metálicos más impor- 0 Au


tantes son la fluorita y el grafito. La primera • Grafeto
es de origen hidrotermal y constituye vetas
que son explotadas principal.mente en Ü Sb
Esqueda y Santa Rosa; el segundo se encuen- ~ Cu Au
tra asociado a 1 carbón y se presenta 'Interca-
lado en la secuencia palustre del Grupo ¿A Fe
Barranca del Triásico Superior.
Nota. El tamaño denota la importancia

Por lo que respecta al estado de Si-


naloa (Fig. 1 .22), los depósitos c1e co-
bre y molibdeno forman yacimientos de
tipo pórfido cupdfero, como los de Santo
Tomás-Cuch icari y Tameapa; yacimientos
asociados a stocks o filones de cuarzo con
presencia de wolframio y tungsteno, como
los de las minas El Mag·¡stral, La Guadalupa- Depósitos minerales conocidos en los estados de Sonora y Sinaloa (tomado del
na, .San José del Desierto y el GuayatJo; ya-
cimientos de molibdeno tipo stockwork mapa metalogenético de la República Mexicana, G.P. Salas, 1975).
como los de las minas Los Chicharrones y
Las Higueras, y yacim'1entos de brechas y ve-
tas hidrotermales como El Magistral (loe, 5), 1.4. Sierra Madre Occidental mente inclinada y con edades que varían
la región de Choix (loe. 5), Bahuita, Las Pa- entre 34 y 27 millones de años.
tHias, La India, as( como las regiones de La Sierra Madre· Occidental está for-
Sinaloa de Leyva, Culiacán, San lg(lacio y mada por una extensa meseta volcánica E 1 complejo volcánico inferior posee
Plomoso. En los yacimientos de vetas hidro- afectada por grabens y fallas normales una forma dominante de derrames y unida-
termales hay importantes cor.tenidos de plo- que la privan, sobre todo en los flancos, des piroclásticas de composición andesftka,
mo, zinc y plata. de su apariencia homogénea y seudoho- pero también cuenta con intercalaciones de
rizorrtal. El borde oriental de la sierra ignimbritas sil(cicas. tste complejo inferior
Estos últimos filones son parte de varia gradualmer.~te hacia la Provincia contrasta en gran medida con el superior,
una banda que corre a lo largo de la mitad de· Cuencas y Sierras de Chihuahua, en por su carácter ligeramente deformado e
oriental del estado, y que incluye, además, a tanto que el borde occidental constitu- intensamente afallado y alterado; las se-
los depósitos de Jos bordes occidentales de ye una terminación abrupta con fallas cuencias que lo constituyen son, por lo
Chihuahua y Durango. En esta banda normales de grandes desplazamientos y general, rocas encajonantes de las principales
predominan las vetas epitermales con zónas de profundas barrancas. mineralizaciones de gran parte de esta región
presencia de oro, plata, plomo y z'mc, que de M'exico. Los afloramientos de este com-
son Jos mas importantes del estado de Según Me Dowell y Clabaugh (1979)., plejo inferior son, por tanto, más restringidos
Sinaloa. Las rocus encajo nantes de esta clase la Sierra Madre Occidental está compuesta que los del superior y han sido reconocidos
de depó,sitos son, generalmente, las ande- por dos importantes secuencias (gneas, cuyo sobre todo en la vertiente del Pacífico,
sitas de la base de la secuencia volcáni- contacto marca un periodo intermedio de en los estados de Sonora y Sináloa. El
ca Sierra Madre Occidental y algunas rocas calma volcánica. La secuencia más antigua la contacto superior se manifiesta por la
plutónicas. Dentro de este tipo de yacimien- forman rocas volcánicas, principalmente superficie irregular de un fuerte paleo-
tos se encuentran Jos de las zonas de Guada- intermedias, y cuerpos igneos cuyas edades rellENe y por el marcado contraste en la
lupe y Calvo, Rosaratilo, Guadalupe de los var(an entre 100 y 45 millones de años. La alteración de las secuencias.
Reyes, Pánuco y Tayoltita. Esta última mas reciente está integrada por ignim-
constituye el más rico d isfnto minero de oro britas riollticas y riodac(ticas en posi- E 1 complejo super'1or constituye la
en el pa ls. ción generalmente horizontal, o ligera- cubierta ignimbr (ti ca continua más extensa
25
·.(
de la Tierra, y se observa en una área alarga- de años cuando el sistema de expansión del Las principales mineralizaciones en el
da Q,e orientación noroeste-sureste con 250 Pacifico clel este chocb contra la margen ámbito de la Sierra Madre Occidental fueron
km de ancho y más de 1 200 k m de largo. occidental de México (Atwater, 1970), Sin cornentaclas parcialmente en los incisos
Hacia el norte, esta cubierta t ien~ sus últin10s embargo, la interrupción del magmatismo en anteriores, pero se complementan con las
afloramientos a la altura de la frontera el intervalo 45-34 millones de años manifiesta consideraciones sobre la geolog !a del área de
con Estados Unidos, y nacía el sur de- una irregularidad en la continuidad de estos Chihuahua; sin embargo, es conveniente
saparece debajo de las rocas intermecl ias y procesos. Me Dowell y Clabaugh (1979) señalar algunas generalidades re'lacionadas
básicas del Eje Neovolcánico. consideran que este periodo de calma con este tema.
se debió a dos posibles causas: una de
Según Demant y 'Robin (1975}, el ellas es la disminución en el porcentaje Gran parte de las masas minerales
espesor de estas ignimbri¡as llega a su- de convergencia o en el cambio ele in· que se local izan en la Sierra M<ldre Oc-
perar en algunas localidades los 1 000 clinación de la placa subduccionada; la cidental están estrechamente relaciona-
metros. Me Dowell y Clabaugh consi- otra es la subducción de una dorsal oceánica das con el complejo volcánico inferior.
deran que el número de calderas origi- activa. Estos mismos autores no encuentran Los pórfidos e u pr 1fe ros de Ca nanea y
nadas durante la emisión de estos gran- una explicac·r6n tectónica satisfactoria a lo Nacozari corresponden a los episodios
des volúmenes de roca debe haber sido SIJbito de la actividad volcánica del complejo ele emplazamientos intrusivos del limite
entre 200 y 4DO; muchas de ellas reba- superior y el carácter bimodal de esta Cretácico Terciario y los yacimientos hidro-
san en diámetro los 40 kilómetros, aunque secuencia volcanica en lo que a silice y termales pertenecen' a un periodo que fluc-
su configuración sernicircular queda actual- anortita normativa se refiere. túa entre 49 y 28 millones de años (Ciark et.
mente oculta por la presencia de fallas al., 1980). Dentro de este último tipo de
normales y depósitos aluviales recientes. Dernant y Robín (1975) explican el filones se encuentran los cinturones situados
origen de la cubierta ignimbr!tica de la en ambos flancos de la Sierra Madre Occj·
El complejo volcanico interior cons- Sierra Madre Occider1tal como el volca- dental. El primero de ellos, ubicado al oeste,
tituye un tfpico arco magnático de carácter nismo ti pico ele una zona de "rift", atrás ele comprende los yacimientos de oro-plata de
calcoalcalino relacionado con una margen un arco andes(tico, por reacción de la Sinaloa y Sonora, com 0 los de Tayoltita y
continental conver.gente en donde la Placa corteza a los movimientos de subducción, y San José de Gracia. El segundo cinturón, al
Farallón se huncl ia det1ajo ele la corteza señalan la coexistencia de un volcanismo de oriente de la sierra, abarca los yacimientos
continental de México. Este fenómeno de tipo compresivo y un volcanismo de tipo de plomo-zinc-plata, corno los de Santa Bár-
convergencia duró hasta hace 29 millones distensivo. bara y San Francisco del Oro,

Vista de las ignimbritas del flanco oeste de la Sierra Madre Occidental, en el trayecto del ferrocarril Chihuahua-Pacifico.

Foto b.l;erbert Hernández, SPP


'-;{o;!

26
CUBIERTA VOLCANICA DE LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL
Figura 1.23

. SALTILL0 0

27
Vista panorámica de la cubierta de ignimtxitas de la Sierra Madre Occidental, en la localidad de Barrancas del Cobre, Chihuahua.

28
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Petroleros, v, 9, p.p. 139-269, en Sonora septentrional y sus defonma- 86.

30
2
Geología de la Región Norte
y Noreste de México
(Hoja Monterrey, Noreste de la hoja Chihuahua, Norte de
la hoja México y Noreste de la hoja Guadalajara)

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2. Geología de la Región Norte y Noreste de México

2.1. Generalidades del Cuervo. Mauger y colaboradores (1983) Los principales afloramientos pale.ozoicos
obtuvieron una edad (K-Ar), correspondien- de Ch !huahua los forman las secuencias ex-
Para describir la región norte-noreste de te al Grenvilliano, para un bloque metamór- puestas en el área de la Mina Plomosas (cali•
Méxko se tomaron como limites naturales, fico incluido en una secuencia pérmica. zas), al noreste de Chihuahua; Aldama (li-
al oeste, la Sierra Madre Occidental; al es-. Quintero y Guerrero (1 984), por otra parte, molitas), al norte de Chihuahua, y en varias
te, la com del golfo de Mexico, y hacia el reportaron el afloramiento de una unidad loé:alidades de la esquina noroeste del estado,
&Ur, el limite norte del Eje Neovolcanlco. metamórfica similar al sur de la Mina Plomo- en donde aparecen secuencias de calizas y
sas, en la que podría ser el afloram lento del dolomías de plataforma. En los pozos petro-
La regibn comprende, según la d'1visi6n
basamento precámbrico en Chihuahua. leros Moyotes No. 1 y Chinos No. 1 se cor-
fisiográfica de la DGG (ver F ig. 1.1), a las
taron secuencias paleozoicas; en este ú !timo
¡:;rovincias de S'~erras y Llanos del Norte, Sie- Las rocas paleozoicas ,ue afloran amplia- se alcanzaron rocas del Orov1cico, Cambrico
rra Madre Oriental, Gran Llenura de Norte-
mente en territorio de Texas, tienen en Mé- e incluso rocas metamórficas del Precámbri-
américa, Mesa del Centro y Llanura Costera
xico muy restringidos afloramientos por lo co (Navarro y Tovar, 1970).
·del Gotfo No.rte. Sin embargo, la divl$ión
que resuh:a dificil reconstruir los elementos
que aqul se haca se basa fundamentalmente paleog€0gráficos de aquella era (fig. 2.1). Las deformaciof!Bs orogénicas del Geo-
en los elementos paleogeogr:áficos del Meso- sinclinal Marathon-Ouachita, en el intervalo
R. González (1976) considera que los aflora-
zoico en Ema porción de México. De cual- M isislpico-Pensilvan ico, y los fallamientos
mientos de calizas y dolo m las del Paleozoico
quier forma, estos elementos tienen cierta normales de la porción sur del Cratbn de
Inferior de Chihuahua reflejan un ambiente
correspondencia con las provincias flsiogra- América del Norte, fueron seguidos de un
de plataforma similar a las facies desarrolla-
ficas anteriormente mencionadas, ~bre prolongado periodo de emersión (Pérmico-
das sobre el Cratón de América del Norte,
todo si se parte del principio de que las for- Jurasico Medio) durante el cual se deposi-
por lo cual considera 16gica la continuación
mas del relieve son una expresión particular taron capas rojas en el marco de un falla-
de este elemento hacia México; por otro-·
del tipo de fenómenos geológicos que las miento normal intenso. Este episodio de
lado, señala que en el intervalo Pensilvanico-
generan. depbsito continental es ampliamente co-
Pérmico el patrbn sedimentológico presen-
nocido, sobre todo en la región vecina de
Los climas de toda la regIón vartan por taba cond le iones mas contrastadas por la
Torreón y el norte de Zacatecas.
lo general de calidos a semicá'lidos y regular- acción de los fallamientos en bloques, que
rr!Bnte llevan impllclto un regirr!Bn de lluvias dieron origen a plataformas y cuencas intra- A partir del Klmeridgiano, la porción
de verano. Por otro lado, las precipitaciones crat6ni.cas sobre las que se depositaron car- oriental de Chihuahua actúa como una cuen-
revelan que estos climas varlan de secos a se- bonatos y sedimentos terrlgenos, respectiva- ca marina, como consecuencia d'e la trans-.
mi!€Cüs en el occidente de esta. zona, y ·de mente. De este periodo data la formacibn de gresión iniciada en ese periodo (De Ford,
húmedos a subhumedos en la Sierra Madre la Plataforma del Diablo, cuyo borde suroeste 1969). Esta cuenca se enoontraba limitada al
Oriental y la Llanura Costera del Golfo constituye un marcado lineamiento que co- noroeste por la Plataforma del Diablo, al su-
Norte. incide aproximadamente con el trayecto del roeste por la Penfnsula de Aldama y al este
R'¡o Bravo·en un trame situado entre Ciudad por la Península o Isla de Coahuila ver (Fig.
2.2. Area de Chihuahua Juárez y Ojinaga. Este rasgo tectónico ha 2.4). R. González ( 1976) cita un trabajo
mantenido su influencia sobre los eventos inédh:o de R. Garza (PEMEX) en donde se
2.2. 1. Geo/ogfa general
sedimentologico$ y deformacionales del Me- sugiere que la Pen(nsula de A,ldama y la
El érea correspondiente al estado de Chi- sozoico y aun del Cenozoico. De Ford (1969) Isla de Coahuila pudieran haber constituido
huahua se caracteriza -sobre todo en la parte hace notar que la desapariciÓn súbita, en la un solo elemento positivo, con lo que la
oriental- por la presencia de montañas ple- frontera de México, del cinturbn Ouachita, Cuenca de Chihuahua tendrfa comunicación
gadas formadas por las secuencias marinas constituido de sedimentos terrfgenos defor- a través del Golfo de Sabinas, en Coahuila.
mesozoicas. Estas montañas constituyen mados del Paleozoico, hace suponer que Las primeras etapas de la transgresión mari-
prominencias topográficas que se encuentran aquel oontinúa debajo de la secuencia me- na del Jurásico Superior, sobre la Cuenca de
separadas por grandes llanuras que surgieron sozoica de Chihuahu.a al este de los aflora- Ch !huahua, dieron origen al depósito de eva-
al rellenarse fosas tectónicas con sedimlentos mientos calcareos del Paleozoico de placer por itas que actualmente se manifiestan en
continentales y algunos derrames iávicos, to- de Guadalupa (Mina Plomosas); sin embargo, estructuras diapíricas de sal y yeso, ubicadas
do lo cual dio origen a· las cuencas endo- no descarta que este cintur6n pase al oeste al sur de Ojinaga y Cd. Juárez, así como en
rreicas locales de los llamados "bolsones", de la localidad anterior, ya que en el área de hallazgos de los pozos petroleros de PEMEX
Las secuencias sedimentarias plegadas desa- Aldama se ha reportado la presencia de una en la Sierra de Cuchillo Parado (De Ford,
j parecen hacia la margen occidental del esta- oonsiderable secuencia de limolitas de color 1969). Los principales afloramientos del Ju-
gris obscuro, semejantes a las que afloran en rásico SupP.rior presentan secuencias arcillo-
' do, en un límite transicional, debajo de la
cubierta ignimbdtica de la Sierra Madre el flanco norte del clnturon Ouachita, en te- arenosas y calcáreas, y se localizan principal-
1 Occidental. rritorio de Texas. La dificultad para definir mente entre Cd. Juárez y Chihuahua, sobre
los elementos tectbnicos del Paleozoico en todo en el norte de la Sierra de Samalayuca,
1 Las rocas sedimentarias plegadas que Chihuahua estriba en que los afloramientos en la Sierra de la Alcaparra, en la Sierra El

l
:\
l
afloran en la mayor parte del érea evolucio- _ son muy escasos y que en esta región conflu-
naron Sobre un basamento paleozoico y pre-
cambrico que aflora en algunas localidades,
el cual también ha sido reportado en pozos
yen el Cratbn de América del Norte, el cin-
tur6n Ouachita y el Miogeosinclinal del
Geosinclinal Cordillerano, en una relación
Kilo y en la Sierra La Moj'¡na.

A principios del Cretácico, durante el


Neocomiano, la sedimentación marina conti-
¡ petroleros de PEMEX. En el área de la Sierra hasta ahora confusa. nuó en la Cuenca de Ch !huahua sobre t~do
~
33
ii
~;
.JL
Figura 2.1 En la Era Cenozoica la región de Chihua-
hua evolucionó como una zona emergida que
108' fue parcialmente cubierta, sobre todo en la
porción occidental, por emisiones ignimbrí·
105' ticas del Oliuoceno-Mioceno. Me Dowell y
CD. JUAREZ 1 Clabaugh 11979) señalan que las rocas volcá·
nicas del oriente de Chihuahua (Fig. 2.12)
1 1 tienen diferencias quimicas con las áreas ve-
/ ~ cinas y constituyen una provincia interme-
?\ 1 1 dia entre las series calcoalcalinas de la Sierra
Madre Occidental (oeste de Chihuahua) y las
1
1 series alcalinas de la Provincia de Trans-Pecos
'-! en Texas: La tectónica de distensión del Ter-
ciario Superior origina la formación de gra·
1 bens, así como el depósito de importantes
, 1 1 espesores de sedim(lntos continentales.

+--------- ----+
1 1
2 2.2. Yacimientos económicos

Según el plano de Provincias Metalogené-


ticas de la República.Mexicana (Salas, 1975).
1 1 "
1 1OJINAGA
el estado de Chihuahua. se encuentra dentro
de la Provincia Metalogenética de la Sierra
1 ~ 1 Madre Oriental; los principales yacim lentos
de esta región los constituyen los depósitos
1 \ ' 1 hidrotermales de plata, plomo, zinc y oro
1 1
que se localizan principalmente en la banda
1 CHIHUAHUA 1
central del estado, y pueden seguirse por
1 • : gran parte del eje de la República Mexicana
(ver Fig. 2.3). Los distritos mineros de San-
1 1 ta Eulalia, Naica, Hidalgo del Parral, Santa

----+------------+----
/ 1
Bárbara y San Francisco del Oro pertenecen
a esta banda central del estado de Chihua-
hua. Según Ciar k et al. (1980), durante el
final del Mesozoico y gran parte del Cenozoi-
1 1 co ocurrió una migración hacia el este, en
1 1 tiempo y espacio, y un posterior retorno de
los arcos magmáticos relacionados con la
1 1
margen convergente que se deserrollaba en
1
$PARRAL 1
el borde occidental del pa{s. Los episodios
de mineralización hidrotermal de los distri-
1 tos mineros anteriormente mencionados,
1
ocurrieron hace 40 a 28 millones de años
1 1 (Ciark, et al., 1980). Estos episodios están

·----r---
1 1 relacionados con la actividad magmática, la
cual es producto de la fusión parcial de la Pla-
--~-r-- -.26'
ca Paleopac(fica debajo de la corteza conti-
[!] Rocas ¡edomeotanas nental de México, en el tiempo que ocurria
un retorno de la migración de los arcos
magmáticos hacia el oeste.
Rocas sedimentarias del Paleozoico de Chihuahua.
Los yacimientos hidrotermales de manga-
neso, contenidos generalmente en rocas ig-
con depósitos de caliza y yero de la Forma- co. Estos depósitos terrígenos constituyen nimbríticas, conforman también un cinturón
clbn Alcaparra, as! como de lutitas y areniscas el Grupo Ojinaga, reconocido en el área de de yacimientos dentro de los cuales se en-
de la Formación Las Vigas. Para esta época la ciudad homóloga, que refleja un ambiente cuentran los de las localidades de Talaman-
psrmaoocla aún emergida la Isla de Coa huila, deltáico, v que marca para el Campaniano el tes, Terrantes y Casas Grandes.
y la Pen lnsula de Alclama era cubierta por · avance de la 1(nea de costa al oriente (R.
una transgresión marina. A finales del Neo- González, 1976). La ausencia de sedimentos Los yacimientos de hierro, del este de
comiano e inicios del Aptiano los mares ini- del Cretácico Superior, en el área de la Pe- Chihuahua, conforman un cinturón asociado
cian una transgresión muy importante sobre nínsula de Aldama, sugiere que esta porción al retorno hacia el oeste del magmatismo, re-
la Isla de Coahuila y los terrenos internos de permaneció emergida durante la mayor par- lacionado a la migración de los arcos (Ciark
Sonora y Si na loa (Rangin, 1976). En la Cuen- te del Cretrícico Superior. et al .. op. cit.). Los principales yacimientos
ca de Chihuahua se desarrolla y deposita una se encuentran en las minas de La Perla y Hér-
considerable secuencia, fundamentalmente El término de la era Mesozoica está mar- cules. en la vecindad con Coahuila.
calcárea, que incluye a la Formación Cuchi- cado por el plegamiento de la carpeta meso-
llo y el Grupo Chihuahua (Formación Be- zalea (Fig. 2.2), como resultado de un "dé- Los depósitos uraníferos volcanogénicos
nigno, Formación Lágrima, Caliza Finlay collement" o desprendimiento a nivel de la de Chihuahua están vinculados a la migra-
y Formación Benavides), (Córdoba, 1970). secuencia evaporítiéa de la base. Por otra ción del magmatismo, hacia el este, y se rela-
Esta transgresión sobre los elementos positi- parte, los ejes de las estructuras presentan cionan con lavas riolíticas y traquíticas de
vos alcanza su máximo desarrollo en el inter- generalmente una orientación noroeste-su- hace 40 millones de años. La principal loca-
valo Albiano-Cenomaniano, durante el cual reste. Las recumbencias con fallas inversas lidad de este tipo ele yacimientos es la Sierra
se desarrollaron sobre la Plataforma de Alda- en sentidos opuestos, en ambos flancos de de Peña Blanca, ubicada al norte de Chihua-
ma importantes facies arrecifales (Franco, la cuenca, han sido interpretadas como un hua.
1978). Durante el Cretrícico Superior la sedi- arqueamiento de la banda central a nivel del
mentación terrígena en la región de Chihua- basamento, lo que originó el deslizamiento Por lo que respecta a los yacimientos
hua marca el levantamiento v la actividad hacia la Plataforma del Diablo y la Platafor- petroleros, las rocas calcáreas paleozoicas
volcánica de la porción occidental de Méxi- ma de Aldama (Gries y Haenggi. 1970). que muestran facies de plataforma, sobre
34
todo las que afloran en la porción noroeste
del estado de Chihuahua, cuentan a profun-
didad con posibilidades, ya que muestran
gran. porosidad y se asemejan a las rocas
productoras del oeste y centro de Texas (R.
González, 1976). La información de los
pozos PJtroleros ha revelado posibilidades
para el Jurásico de Chihuahua, ya que se han
cortado secuencias calcáreo-arcillos¡,s con
alto contenido orgánico, que pueden S€fVÍr
tomo rocas generadQfas, as( como algunas
secuencias porosas de facies de plataforma
que pueden ser almacenadoras (R. GonzMez,
op. cit.).

Las secuencias del Albiano-Cenomanj,ano,


desarrolladas sobre el sector chihuahuense
de la Plataforma de Coahuila, pueden ser
objqtivos petroleros atractivos, debido a la
alta porosidad ocasionada por las gruesas
Vista panorámica que muestra un perfil de la Sierra de Santa Lucía, Chih .. en donde secciones de dolomías y bancos arrecifalas
afloran las formaciones F i ni ay (cresta superior), Lágrima (parte media) y Benigno IR. González. op. cit.).
(parte inferior izquierda). Foto: Cecilia Caballero UNAM
2.3. Coahuila y Nuevo León

Figura 2.2 23.1. Geo/ogfa general


1080
1
1050 Esta región se caracteriza por la presen-
cia predominante de rocas sedimentarias
mesozoicas plegadas. que descansan solxe
un basamento paleozoico y precámbrico.
E 1 rasgo fisiográfico más signiticativo lo
constituye la flexión que sufre la Sierra Ma-
dre Oriental a la altura de Monterrey, a
partir de la cual adquiere una orientación
general E-0. Al norte ,de esta flexión los
elementos oro¡ráficos se vuelven más espa-
ciados. y las estructuras geológicas menos
estrechas; además. el relieve disminuye ga-
dualmente al oriente, hasta constituirse en
la Llanura Costera del Golfo.

El basamento paleozoico sobre el que


evolucionó la secuencia mesozoica de esta
región ha sido interpretado como una conti-
nuación del cinturón Ouachita del sureste
de Estados Unidos. Denis'on (1970) ha seña-
lado que los esquistos grangeno del Cañón
de la Peregrina guardan una gran similitud
con las zonas internas orientales del cintu-
-280 rón Ouachita; esta afirmación parece ser
corroborada por el basamento metam6rtico.
reportado en los pozos petroleros d.e los es-
tados de Nuevo León y Tamaulipas. Por
otro lado, los sedimentos detr(ticos del Pér-
mico, reportados en el área de Delicias Aca-
tita, son ·similares a los de la faja frontal
oriental del Geosinclinal Ouachita.

Los periodos de emersión y fallamiento


1 normal ocurridos durante el Triásico y parte

------r--- 1
--260
del Jurásico, preparan la Paleogeograf(a de la
parte superior del Mesozoico y dan lugar
al depósito de capas rojas continentafes que
han sido reportadas, sobre todo en y al sur
del sector de las sierras transversas Monte--
Falle;~ norma!
rrey-Torreón.
Falla tnversn T'T"T""f"""

+ En el Jurásico Superior actúa \.ma trans-


gresión al noreste de México que da lugar

+
Smc!,nal
a la formación del Golfo Sabinas, la Isla
Ant•c"n•t de Coahuila y la Pen(nsula y Archipiélago de
Tarnaulipas (ver Fig. 2.4). Este fenómeno
Rocas volc.3nu:.as del., erc1ano ~ ha sido relacionado por varios autores con la
apertura del extremo occidental del Mar de
Tethys, en el inicio de la disgregación del su-
Estructuras en rocas Mesozoicas de Chihuahua. percontinente Pangea. De esta manera queda
35
Figura 2.3 de Coahuila en diferentes niveles estratigrá-
ficos. La Formación Menchaca está formada
108°
1
por una secuencia de calizas y algunas inter-
1050 calaciones de margas y Jutitas; esta forma-
CD. JUAREZ
ción constituye la base de la secuencia de
1 plataforma del Neocomiano que está repre-
1 sentada hacia arriba por las lutitas y arenis-
cas de la Ftxmación Barril Viejo, las calizas
1 y Jutitas de la formación Padilla, la secuen-
cia calcáreo-arcillosa de la Formación La
/ A Mula, y las calizas, dolomlas y evaporitas de
1 la Formación la Virgen. En el sector sureste

¡· •
- + - - - - - - - - - - - ---+
1
del Golfo de Sabinas se depositaron las cali-
zas arcillosas de la Formación Taraisesduran-
te el intervalo Berriasiano-Hauteriviano.

Desde el Hauteriviano hasta el Aptiano


1 1
se formaron en todo el nbroeste de México
¡ 1

Opnaga depósitos ca Icáreos que constituyen dife-
rentes facies. En gran parte del Golfo de
1 •
Sabinas se depositaron las calizas de la for-
1 mación Cupido, en un ambiente de platafor-
1 ma. Se desarrolló, además, un alineamiento
1
arrecifal que corre de La red o a Monterrey y
de ah ( al oeste hacia Torreón. ehcual es con-
1 e Chihuahua
siderado como parte integral de la Formación
1 Cupido, Finalmente, fuera del margen arre-

____0+------ --- ---+----


1

/ A Sto Eulaloa 1
1

-280
clfal que limita esta formación se desarrolla-
ron facies de mar abierto correspondientes a
la Formación Tamaulipas Superior. (ver Fig.
2.7).
1

1
• 1

1
o En el li'mite Aptiano-Aibiano sobreviene
1 un aporte generalizado de terr(genos finos al
San Franc·¡sco del Oro Golfo de Sabinas que dan lugar a la Forma-
1t. A 11 ción La Peña. Este aporte pudo haber ocurri-
do como resultado de un levantamiento epei-

1
• rogénico de los elementos positivos o un
descenso eustático del nivel del mar (Smith,
1970; Charleston, 1973).
1
1
Ü
,6.
Au-Ag

Pb-Zn-Ag
--+-- --+-
1
-- - :!60 Durante el intervalo Albiano-Cenomania-
no una importante transgresión marina que
cubre incluso Jos elementos hasta entonces
positivos, originó el desarrollo de gruesas
1!1 Mn secuencias carbonatadas en todo el noreste
IJ1, Fe de M'éxico. Sobre las Plataformas del Burro
(Península de Tamaulipas) y Coahuila (Isla
uw de Coahuila) se depositaron secuencias de
e Hg
facies someras y evapor (ticas gracias a la pre-
sencia de arrecifes que bordeaban los ele-
0 Pb-Cu mentos. A este intervalo pertenecen las for-
maciones Aurora, Acatita y Tamaulipas Su-
Distribución de los principales yacimientos minerales conocidos del estado de perior (ver F ig. 2.8).
Chihuahua (tomado del mapa metalogenético de la República Mexicana, Guillermo
P. Salas, 1975). En el Cretácico Superior se depositaron
en toda la región sedimentos fundamental-
definida en el Oxfordlano el Paleogolfo de mienta, constituidas de secuencia.s calcáreo- mente terr(genos provenientes de la porción
Sabinas, que presenta las caracter(sticas arcillosas, con horizontes carbonosos, as( occidental de Méx leo, que sufrió deformacio-
de una cuenca intracratónica desarrollada en como los depósitos detr(ticos del grupo La nes orogénicas al principio de esta época y
la porción sur del Cratón de América, más Casita (ver Fig. 2.6). un levantamiento general posterior. Con la
estable tectónicamente. En las primeras eta- retirada gradual de los mares hacia el oriente
pas de la transgresión se desarrollaron en el Durante el inicio del Cretácico Inferior se desarrollaron sucesivas 1íneas de costa y
Golfo de Sabinas depósitos evaporfticos, continuó la transgresión marina del Jurásico deltas con los depósitos detr (tricos conse-
terr(genos y calcáreos, en el marco de una Superior, lo cual dio lugar al depósito, duran- cuentes (ver Fig. 2.9). En las cuencas de La
fuerte evaporación (R. González, 1976), te todo el Neocomiano, de una secuencia Popa y Parras el hundimiento lento dio
sobre todo en el Oxfordlano (ver Fig. 2.5) _ heterogénea que comprende varias formacio- lugar a la aoumu !ación de gruesos espesores
A esta época corresponden las formacio-nes nes. La Arcosa-San Marcos constituye una de lutitas y areniscas. A las secuencias del
Minas Viejas, Novillo, Olvido, Zuloaga y La facie litoral y continental de gran parte del Cretácico Superior pertenecen las formacio-
Gloria; estas dos últimas representan, res- Neocomiano, simultáneamente a la cual se nes Del Rfo, Buda, lndidura, Eagle Ford,
pectivamente, las facies ex tralitoral y cerca- depositaron diversas formaciones. Lá confi- Caracol, Austin, Parras, Upson, San Miguel,
na, a costa del Oxfordiano Superior (Roger guración de La Arcosa-San Marcos permite Olmos, Escondido y Difunta. Los sedimen-
et al., 1961). Con el avance de la transgre- observar intercalaciones de ésta, entre for- tos que constituyen esta última formación
sión marina, durante el Klmmeridgiano y maciones depositadas simultáneamente en han sido considerados por Tardy et. al. (1974)
Tithoniano, se crearon los depósitos de mar ambientes marinos de plataforma, ya que como depósitos flysch que preceden las de-
abiertos, de las formaciones La Caja y Pi- varios lentes se alejan del litoral de la Isla formaciones orogénicas.
36
Las deformaciones de la Orogenia Lara- pos ígneos como parte de una banda (gnea pozos exploratorios y ha encontrado impor-
mide se desarrollaron principalmente en la alcalina que se prolonga hacia México desde tantes manifestaciones de hidrocarburos en
parte inferior del Cenozoico. A est~ episodio Nuevo México. Estos autores consideran que el área del Pa leogolfo de Sabinas.
pertenecen las estructuras anticlinales y sin- este magmatismo alcalino fue inducido por
clinales tan caractedsticas del paisaje coa- el fenómeno de subducción que ocurría en el La zona carbon(fera de Sabinas está for-
huilense. El estilo de deformación del área occidente de México y que constituye la mada por yacimientos sedimentarios aloja-
del Golfo de Sabinas es de menor intensidad manifestación más alejada de la paleotrin- dos en la secuencia deltáica del Cretácico
que el que se observa en el frente del Parras chera que se encontraba a 1000 km de dis- Superior. Concretamente pertenecen a la For-
donde las recumbencias y cobijaduras tienen tancia. También existen para el Oligoceno mación Olmos del Maestrichticano, deposi-
un desarrollo. muy importante. Los pliegues manifestaciones volcánicas semejantes a las tada en un ambiente dominantemente palus-
son poco estrechos y sólo se llega a obser- rocas silícicas del este de Chihuahua, además tre. Esta zona es la principal productora de
var recumbencias y cabalgamientos hacia los de pequeños derrames basálticos del Plio- carbón en el país y la de mayores reservas
elementos en los 1ím ites del paleogolfo. So- Cuaternario. (ver Fig. 2.13).
bre los antiguos elementos positivos las es-
tructuras son aún mas suaves y llegan a 2 3. 2 Yacimientos económicos
observarse en forma de grandes periclinales. También existen numerosos yacimientos
A partir de estas deformaciones orogénkas El área del Paleogolfo de Sabinas y las de fluorita y barita distribuidos en una fran-
se inicia la evolución continental de la re- áreas de las plataformas de Coahuilay Tamau- ja de orientación general noroeste-sureste,
gión, con importantes depósitos continen- lipas han sido objeto de exploración petrolera en püSición sensiblemente paralela a las fran-
tales favorecidos por .el fallamiento normal muy importante, ya que reúnen buenas carac- jas de mineralización desarrolladas en el
ocurrido en el Cretácico Superior. terísticas para el desarrollo de yacimientos y, norte de México, como consecuencia del
además, se ha obtenido abundante produc- ma'gmatismo asociado al fenómeno de sub-
Durante el Cenozoico ocurrieron eventos ción comercial en áreas -vecinas. )..os niveles ducción que ocurrió en el occidente. Estos
aislados de actividad ígnea en esta región del estratigráficos con mayores posibilidades son filones son vetas hidrotermales que encuen-
país, sobre todo en el Oligoceno, cuando el Jurásico Superior y el Cretácico 1nferior, tran generalmente a las calizas del Cretácico
fueron emplazados intrusivos de sienita ne- ya que en ellos se encuentran rocas con ca- 1 nferior como roca encajonan te. Esta zona
felínica (Bioomfield y Cepeda.' 1973). K. racter (sticas generadoras y almacenadoras. es la principal productora de fluorita en
Ciar k y colegas (1980) consideran estos cuer- Petróleos Mexicanos ha perforado algunos México.

PALEOGEOGRAFIA JURASICO SUPERIOR Figura 2.4

FSCALA
(Según Raúl González, 1976)
o 80 160 240 km
PE MEX
37
DISTRIBUCION PALEOGEOGRAFICA DEL NORESTE DE MEXICODURANTE EL OXFORDIANO Figura 2.5

o 50 100 km.

'
)
-- ZACATECAS

o CD. VICTORIA

.:<'fi''
PLATAFORMA CARBONATOS EVAPORITAS, F. OLVIDO-NOVILLO
. .

"\
BORDO BANCOS OOLITICOS, GPO. ZULOAGA (?)

PLATAFORMA CLASTICOS, F. LA GLORIA

~ MAR ABIERTO CALIZAS ARCILLOSAS, F.(?)

(Según J. Alfonso Zwanziger, 1978)


38
.OISTRIBUCION PALEOGEOCJRAFICA DEL NORESTE DE MEXICO Figura 2.6
DURANTE EL KIMMERIDGIANO Y EL TITHONIANO

o 50 100 km.

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) e CD. VICTORIA ,;.;.
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TERRIOENOS, GRUPO LA CASITA

CARBONATOS ARCILLO-ARENOSO, F. PIMIENTA

CARBONATOS ARCILLOSOS, F. LA CAJA

(Según J. Alfonso Zwanziger 1978)


39
PALEOGEOGRAFIA DEL NEOCOMIANO-APTIANO INFERIOR
Figura 2.7
PARA EL NORTE Y NORESTE DE MEXICO

HERMOSILLO

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[~] Terrigenos ESCALA

~ Caliza Plat.
o 100 200 krn.

Dolomia

Arrecife .

Calrza cuenca

Evapontas

[1 Continente
(Seg(¡n Raúl González, 1976)
PEMEX
40
PALEOGEOGRAFIA DEL ALBIANO-CENOMANIANO Figura 2.8
PARA EL NORTE Y NORESTE DE MEXICO

HERMOSILLO

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·ESCALA

H. q Platafonna
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100 200 km

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~ Dolomta
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B'll CuenCB

(Según Raúl González, 1976)


PE MEX
41
PALEOGEOGRAFIA DEL CRETACICO SUPERIOR F;gm' 2.9/
PARA EL NORTE Y NORESTE DE MEXICO

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CAMPANIANO CAMPANIANO MAESTR ICHTIANO


TEMPRANO TAROIO TARDIO

ESCALA

o 200 400 km.

40 (Según Raúl González


PE MEX
42
Al estado de Coa huila pertenecen los ya- desarrollado sobre el basamento continental afloramientos reconocidos del Triásico Mari-
cimientos de fosforita de origen sedimentario representado por el Gneis Novillo y pertene- no en esta porción de México. Otros aflo~a­
que se encuentran formando horizontes en cientes al cinturón Ouachita del sur de Nor- mientos de rocas esquistosas de probable
la secuencia de la Formación la Caja, del Jurá- teamérica. edad Paleozoico Supe--ior o Triásico Inferior
sico Superior y que constituyen una de las se localizan en lasáreásde Caopas, Zacatecas,
fuentes más importantes de este material en Otros afloramientos paleozoicos de la Sie- y Guanajueto.
el país. rra Madre Oriental son los que se localizan
en el área de H11~yacocotla. a la altura del Durante el inicio del Jurásico continuó
paralelo 21. En estas localidades las rocas pa- en la mayor parte de esta porción de México
2.4. Sierra Madre Oriental, Llanura Costera leozoicas se encuentran expuestas en el nú- una historia continental con sedimentación
del Golfo y Mesa Central cleo de un gran anticlinorí~ cuyos flanco& de capas rojas, salvo en la región del Anticli-
están compuestos de una gruesa secuencia se· norio dE¡! Huayacocotla en donde se verifioo
2. 4. 1. Geología general
d imentaria mesozoica. Aquí, el Paleozoico un avance de los mares que propició la sed~
está compuesto por una secuencia metamór- mentación marina de una secuencia arcillo-
La Sierra Madre Oriental y las zonas ad- fica de gneises, esquistos y metaconglomera- arenosa en lo que Carrillo Bravo (1971) llamó
yacentes están constituidas principalmente dos, probablemente pertenecientes a la parte Cuenca Liásica de Huayacocotla; esta secuen-
. por rocas sedimentarias mesozoicas que se inferior de esta era, y por una secuencia flysch cia sedimentaria nombrada por ej mismo au-
depositaron y evolucionaron sobre un basa- de más de 2000 metros de espesor de edad tor como Formación Huayacocotla, se defor-
mento paleozoico y precámbrico. La sierra pérmica; asimismo, se han reportado aflora- mó a finales del Jurásico Inferior para que
constituye una faja montañosa orogénica mientos misisípicos de lutitas, areniscas y volviera a predominar en toda la región la
que sigue, en su segmento sur, una trayec- conglomerados en el área de Calnali, Hidalgo sedimentación continental durante ej Jurá~­
toria general noroeste-sureste y, a la altura (Carrillo Bravo, 1965). co Medio.
de Monterrey, se flexiona para seguir una
trayectoria este-oeste hacia Torreón, La Sie- El Triásico está representado en la Sierra Con el Junlsico Supe--ior se generaliza 8fl
rra Madre está compuesta de estrechos plie- Madre y las zonas aledañas por los lechos ro- todo el norte y noreste de México una tra!1$-
gues con una orientación que sigue el rumbo jos pertenecientes a la Formación Hu izachal. gresión marina que Tardy (1980) relacionó
general de la sierra. Rumbo a la Mesa del Estos sedimentos continentales atestiguan un con la ape--tura occidental del Mar de TethY3
Centro los valles son más amplios, las sierras prolongado periodo de emersi6n para esta durante la disgregación del supercontinénte
anticlinales menos estrechas, y hacia el occi· porción del país que se originó con posterio- Pangea. Pilger (1978) señala que la apertura
dente son cubiertos paulatinamente por las ridad a las deformaciones orogénicas defines del gotfo de México fue anterior a la apertu-
rocas volcánicas de la Sierra Madre Occiden- del Paleozoico. ra del Atlántico, lo que tal vez supondría que
tal. las transgresiones marinas de la primera mi-
En La Mesa del Centro existen numerosos tad del Mesozoico pudieran venir del Pac(fko
El basamento precámbrico y paleozoico afloramientos de secuencias metam6rficas más que del este. La afintdad de las faunas
que pueden haber correspondido al Triásico del oriente de México con las del Pacífico
se observa en afloramientos aislados que cons-
tituyen ventanas erosioriales en la secuencia o a las postrimerías del Paleozoico. En el área ( Long:¡ria, comunicación personal) es un he-
mesozoica plegeda. de Zacatecas, sobre esta secuencia metamór· cho que apuntala esta suposición. Para tiem-
fica, descansan rocas sedimentarias marinas pos anteriores a la transgresión jurásica, duran-
parcialmente metamorfizadas con contenido te la sedimentación continental del Triásico,
En el área de Ciudad Victoria ha sido des-
de fósiles del Triásico Superior --Cárnico- gran parte de lo que actualmente es México
crita por numerosos autores u na importante
(Burckhardt, 1930) que constituyen, junto pertenecía al sector occidental del menciona-
secuencia del Paleozoico Superior que des-
con Peñón Blanco y Charcas,S.L.P .. los únicos do continente Pangre.
cansa sobre rocas metamórficas del Paleozoi-
co Inferior y Precámbrico (Carrillo Bravo,
1961; Fries y Rincón Orta, 1965). La secuen-
. cia metamórfica inferior está constituida por
el Gneis Novillo de edad Precámbrica, la Cuar-
cita La Presa del Cámbrico y por el Esquisto
Granjeno, posterior a ambas unidades. Según
clataciones radiométricas de Denison et al.
(1971). el Esquisto Granjeno se originó en
un proceso metamórfico ocurrido en el in-
tervalo Pensilvánico-Pérmico. Estos autores
sugieren que el esquisto fue colocado tectó-
nicamente en yuxtaposición con la secuencia
sedimentaria del Paleozoico Superior con-
temporánea a él. De Cserna et. al. (1977)
considera esta unidad como un alóctono co-
locado en contacto tectónico sobre el Gneis
Novillo en un episodio posterior a la forma-
ción de la Cuarcita La Presa y anterior al de-
pósito de la secuencia del Paleozoico Superior;
·POr otra parte, estos autores han datado el
fenómeno de metamorfismo del Esquisto
Granjeno y lo han ubicado en el Ordovícico
1446 m.a.). Ramírez Ramírez (1978) ha su-
gerido que el emplazamiento tectónico del
Esquisto Granjeno ocurrió en el Paleozoico
Tardío, al tiempo del plegamiento intenso de
-~secuencia sedimentaria del Paleozoico Supe-
no;. Según el modelo de este autor, el Es-
quisto Granjeno provino de una faja oriental
OP8rteneciente a la zona interna del cinturón
"Ouachita, en donde f.ue metamorfizado du-
rante el Carbonífero. La secuencia sed imen- Pliegues en "chevron" de la secuencia calcáreo-arcillosa de la Formación Tamán, del
1arla depositada en el intervalo Silúrico-Pér- Jurásico Superior, en el área del Anticlinorio de Huayacocotla.
ha sido considerada por la mayoría de
Foto Jesús Olvera SPP
como un autóctono tectónico
43
....----------------~2---~-----
Con la invasión de los mares del Jurásico se inicia con depósitos evaporíticos. Es sólo Superior (Carrillo Bravo, 1971); por otra
Superior sobre gran parte del norte y nores-- en esta edad cuando ocurren depósitos de parte, quedó parcialmente emergida la Plata·
te de México se comienzan a definir los ele- aguas someras en ambas cuencas, ya que en forma de Tamaulipas (archipiélago) Y total-
mentos paleogeográficos que actúan durante el resto del Mesozoico las condiciones de mente emergida la Plataforma Coahuila.
todo el Mesozoico y que controlan la sedi· sedimentación fueron pelágicas, en contraste
mentación y las deformaciones tectónicas. con aquéllas que se desarrollaron en las pla- Durante la primera parte del Cretácico
Entre los principales elementos que actua- taformas de San Luis- Valles, Coa huila y Inferior INeocomiano-Aptiano), ocurrieron
ron durante el Mesozoico, en el 'área de la Tamaulipas en donde ocurrieron depósitos depósitos de mar abierto en la Cuenca MB-.
Sierra Madre Oriental y las zonas adyacentes, de aguas ner ít leas. sozoica de México {Formaciones Taraises Y
se encuentran la Cuenca Mesozoica de Mé- Tamaulipas Inferior) y en el Antiguo Golfo
x ico o Geosinclinal Mexicano, la Plataforma de México (Formación Tamaulipas Inferior),
San Luis-Valles, la PeníASula o Isla de Coa- Los depósitos del Jurásico Superior en mientras que sobre la Plataforma San Luis--
huila, la Península o Archipiélago de Tamau- la Cuenca Mesozoica de México, constituyen Valles se depositaba una secuencia, principal·
lipas y el Antiguo Golfo de México. ·en orden estratigráfico los Yesos Minas Vie- mente evaporítica !Formación Guaxcamá).
jas, la Caliza Zuloaga y las limolitas, calizas Con el Albiano se generaliza una transgresión
La cuenca mesozoica desarrollada en la y lutitas de la Formación La Caja. Los depó- marina que cubre los últimos elementos posi·
zona de la Mesa Central y la -Sierra Madre sitos elásticos, equivalentes de facies cerca- tivos y se desborda sobr'e la porción occiden-'
Oriental ha sido considerada por numerosos nas, a costa de las dos últimas formaciones, tal de México IRangin y Córdoba, 1976). En el'
autores como un geosinclinal, en el sentido corresponden respectivamente a la Forma- perímetro de la Plataforma San Luis-Valles
de un cinturón lineal de hundimiento en ción La Gloria y la Formación La Casita. La se desarrolló, entonces, una franja arrecifal
donde se acumularon considerables espeso- transgresión marina iniciada en el Oxfordiano flanqueada por depósitos post-arrecifales y
res de sedimentos y que posteriormente fue no cubrió completamente la Plataforma Va- pre-arrecifa les {ver F ig. 2.1 0) en un conjunto
destruido por fenómenos tectónicos de tipo lles-San Luis Potosí y algunas áreas perma- denominado Formación El Abra /Carrillo
orogénico. Burckhardt (1930) consideró que necieron emergidas durante todo el Jurásico Bravo, 1971); similares desarrollos arrecifa-
bara el Jurásico Superior en esta región se
encontraba una gran entrante de mar bordea-
da por tierras positivas, salvo en el sureste, LIMITES DE LA PLATAFORMA VALLES-SAN LUIS POTOSI Figura 2.10
hacia el estado de Veracruz. lmlay (1940) DURANTE EL CRETACICO
menciona la existencia en esta región de' un
geosinclinal denominado Geosinclinal Mexi-
cano, separado del que se desarrolló en el Arrecife

occidente de México, al cual se denominó La Asunc1on


Geo~inclinal del Pacífico; este autor señala,
11 Cd VlCIOrla
además, que en los periodos Jurásico y Cre-
tácico llegó a haber comunicación entre am-
bos geosinclinales, en forma de portales que
se evidencian por la migración de formas
características del Mediterráneo hacia la Pro-
vincia del Pacífico del Norte y viceversa.

Más recientemente se ha considerado


(Tardy, 1980) que la porción centro-orien-
tal de México evolucionó como un geosincli-
nal en el que se individualizaron dos cuencas
(Antiguo Golfo de México 'y Cuenca Meso-
zalea de México) de orientación norte-noro-
este, sur-sureste, en donde se depositan sedi-
Aristall
mentos calcáreos pelágicos, separados por
CUENCA ANTIGUO
una cresta (Plataforma San Luis--Valles) sobre
la que Se desarrolló una sedimentación nerl- MESOZOICA GOLFO DE
tica. Las ideas de Schmidt-Effing (1980) DEL MEXICO
sobre la presencia de un aulacógeno en el CENTRO
área de Huayacocotla durante el Jurásico DE MEXICO
Inferior, sugieren la posibilidad de que esta !Í
porción del país haya evolucionado como San Luis Potosi
un sistema de aulacógenos durante la prime-
ra mitad del Mesozoico, es decir, como una
serie de depresiones tectónicas asociadas al
inicio de la expansión del Atlántico, que
fueron invadidas por los mares; la constante
actividad de estas fosas ocasionó cambios
drásticos en la batimetría, lo que provocó
que en ciertas zonas se depositaran secuen-
cias pelágicas asentadas en corteza continen-
tal sin que se lograra consumar un proceso
de oceanificación. En gran parte de la Cuen-
Llrrute apro.:.umado durante
ca Mesozoica de México (Mesa Central y faja el Cr~tác1co lnlerwt (con cr&- C\Arrecde
occidental de la Sierra Madre Oriental) la ctrn.entos arrec1fal~ en IM
\Jrohm<lr
margenes).
transgresión marina ox lord iana está marcada
por el depósito inicial de los Yesos Minas Limite durante el Cretáctco
V lejas que dan cuenta de aguas someras en Medto \con desarrollos arreCI·
Ialesenlas margenes) Arrecde
condiciones de fuerte evaporación. Estos El ÚOC\01
depósitos de yesos jugarían un papel rnuy
U mue aprox1mado en el Cretác1co
importanté en las deformaciones orogénicas Supenor \con ~rroll~ arreclfale$
de finales del Mesozoico, según los modelos durante el Turomano-Senon,anol

de varios autores. En el Antiguo Golfo de


México la transgresión oxfordiana también {Según J, Carrillo,
44
les se han interpretado para las-Plataformas la Formación Cárdenas del Campaniano-Maes- Central. El extremo occidental de esta zona
de Coahuila y El Burro, contemporáneas a la trichtiano. Estas formaciones son equivalen- de pliegues mesozoicos aparece cubierta por
Formación Aurora y Cuesta del Cura, así co- tes de plataforma de las Formaciones Agua las meSetas ignimbríticas disectadas y ala-
.: mo en la zona de Tuxpan en donde un arrecife Nueva, San Felipe y Méndez, del Antiguo liadas de las estribaciones de la Sierra Madre
en forma de atol·ón constituye la roca alma- Golfo de México. Occidental, originadas principalmente er1 el
cenadora de hidrocarburos de la llamada Fa- Oligoceno.
ja de Oro. Las primeras manifestaciones de las de-
formaciones orogénicas de los inicios del En el Antiguo Golfo de México se indi-
Cenozoico son los depósitos de tipo flysh, vidualizaron durante el Terciario dos cuen.
En el inicio oel Cretáctco Superior cam- asociados a los deltas progradantes del Cre- cas sedimentarias principales, separadas por
bia de manera drástica el régimen de sedi- tácico Superior y a las antefosas formadas los pliegues lararnídicos de las sierras de Ta-
mentación en el oriente de México, con el en el área de Parras (Campaniano-Maestrich- maulipas y San Carlos. La Cuenca de Burgos,
aporte de sedimentos detríticos provenien- tiano) y Ch icontepec (Pa leoceno), en donde ubicada al norte, presenta secuencias mari-
tes del occidente, en donde tenia lugar un se depositan grandes secuencias de terrlge- nas, principalmente detríticas, de más de
levantamiento asociado a la actividad volcá- nos en aguas profun'das. Con estas deforma· 1 500 m con desarrollo de numerosas fallas
nica y plutónica. Durante esta época los· ma- ciones empieza la edificación de la Sierra Ma- de crecimiento (contemporáneas del depósi-
res se retiran paulatinamente hacia el oriente, dre Oriental y se inicia la historia continental to) reconocidas por las perforaciones de
con deltas progradantes asociadas, y se desa- de gran parte de este sector del país. Petróleos Mexicanos ( López Ramos, 1979,
rrollan en el área de la Cuenca Mesozoica Peña, 1978). En la Cuenca Tampico-Mizan-
de México, los depósitos de las Formaciones En el periodo de máxima deformación tla se desarrolla una considerable secuencia
lndidura d.el Turoniano (calizas v.. lutitas), orogénica se inician, en el área de la Mesa de sedimentos marinos areno-arcillosos; esta
Caracol del intervalo Coniaciano·Maestrich- Central, los depósitos conglomeráticos de cuenca se encuentra limitada principalmente
tiano (lutitas y areniscas). Lutita Parras del tipo molasa correspondientes a las Forma- por estructuras orogénicas del inicio del Ce-
Santoniano y Difunta del Campaniano-Maes- ciones Ahuichila y Conglomerado Rojo de nózo ico en las sigu lentes posiciones geográ-
trichtiano (lutitas y areniscas). Sobre la. Pla- Guanajuato. Generalmente se trata de con- ficas al norte, por la Sierra de Tamaulipas;
taforma San Luis-Valles se desarrolló, duran- glomerados petromícticos derivados de la al oriente, por la Sierra Madre''Oriental y la
te gran parte del Cretácico Superior, un denudación de las formaciones mesozoicas Antefosa de Chicontepec; y al sur, por el
complejo calcáreo de tipo plataforma, cons- plegadas. En las depres'tones sinclinales y Macizo de Teziutlán. En las dos cuencas los
tituido por calizas simples y calizas arcillo- fosas tectónicas se acumularon gruesos es- depósitos terciarios ocurrieron en el marco
sas de la Formación Tamasopo, del intervalo pesores de sedimentos continentales de ori- de una regresión general hacia el este, que
Turoniano Superior-Senoniano Superior, que gen aluvial, lo que le imprimió un paisaje fue dejando sucesivas bandas de afloramien-
subyace en las lutitas, areniscas y calizas.de geomorfológico, característico de la Mesa tos paralelos a la actual 1 ínea de costa.

Pliegue recostado en rocas sedimentarías marinas del Cretácico, que muestra el tipo de deform.ación que prevalece en la región
Tol imán-Peñam iller.
Foto Jesús Olvera, SPP
45
DISTRIBUCION DE ARRECIFES DEL CRETACICO INFERIOR Y MEDIO EN LAS Figura 2.11
MARGENES DEL GQLFO DE MEXICO

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MI AMI

GOLFO
DE
MEXICO

MAR CARIBE

ARRECIFES

1<)0 .!OC•

(Según J. Carrillo, 1971)

Las actividades plutónica y volcánica en que conforman este basamento deben haber andino adyacente, resultado del hundimien-
la Sierra Madre Oriental y la Llanura Costera sido fuertemente dislocados por los moví' to de la Placa Paleopacífica debajo del con·
del Golfo fueron muy incipientes durante el mientos laterales y verticales de la primera tinente norteamericano; el segundo dominio,
Cenozoico y sólo se reconocen aislados plu- mitad del Mesozo\co, cuando ocurrió la de tipo geosinclinal o de sistema de alaucó-
tones emplazados en la secuencia mesozoica apertura del golfo de Méx leo. Estos movi- genos, se origna por la transgresión marina
y algunos derrames de los dominios de la' mientos tectónicos prepararon la distribu- del Jurásico Superior sobre el oriente del
Sierra Madre Occidental y Eje Neovolcáni- ción paleogeográfica de cuencas y platafor- país, al tiempo d6 la apertura del golfo
co, as( como de la provincia alcalina del mas que controlar(an la sadimentación y las de México, Esta transgresión dio lugar a con-
oriente de México. Los más importantes deformaciones laramldicas de finales del Me- siderables depósitos calcáreos en el marco
emplazamientos plutónicos corresponden a sozoico. De cualqllier forma, los afloramien- de una subsidencia intermitente y a la pre- ·
la Sierra de San Carlos, en Tamaulipas, en tos paleozoicos de la Sierra Madre Oriental sencia de elementos cratónicÓs en forma de
donde se encuentran sienitas n~felfnicas, ga- han sido considerados como una prolonga- porciones emergidas y de altos fondos ma-
bros y monzonita dispuestos en lacolitos, ción del cinturón Ouachita del sureste de rinos.
diques y mantos (ver F ig. 2.12). Estas rocas Estados Unidos, ya que muchos autores han
constituyen la continuación hacia el sur de encontrado semejanzas con las rocas de este
la provincia alcalina que se inicia hecla el cinturón (De Cserna, 1956; Flawn, 1961; A principios del Cretácico Superior ocurre
norte en el área de Big Bend, en Texas (Ciark Denison et al., 1971, Ramírez Ramírez, un marcado cambio en ·~1 régimen de sedi-
et. al., 1980). Estudios radiométricos de 1978) que se constituyó en la segunda mi- mentación de esta región, como consecuen·
rocás intrusivas del área de Tamaulípas, lle- tad del Paleozoico como consecuencia del cía del levantamiento y deformación del
vados a cabo por Bloombield y Cepada cierre del oceáno Protb-Atlántico. dominio occidental en donde continuaba
(1973), revelaron fechas que varían entre 30 actuando la subducción de la Placa Paleo-
y 28 millones de años. Los derrames alcali- pacífica, debajo de la porción continental de
nos de basalto, ubicados al norte de Tampi- Durante el Triásico esta porción del país Méx leo. Los sedimentos detríticos que co-
co, representan un evento más tard lo, el evolucionó en forma continental con el desa- mienzan a cubrir la secuencia cab:\rea del
cual se atribuye a un fenómeno de disten- rrollo de una tectónica distensiva que dio oriente se distribuyen ampliamente y llegan
sión (Cantagrel y Robin, 1979). lugar a la formación de fosas y rellenos im- a alcanzar grandes espesores en las antefosas
·portantes de sedimentos continentales. En de Parras, en el Cretácico Superior, y Chicon-
el -periodo Jurásico· sa instauran en México tepec en el Paleoceno, cuya formación anurt-
24.2, Resumen tectónico dos dominios importantes como resultado cía la actividad orogénica que afeetaría toda
de la apertura del Atlántico y el golfo de la región. De esta manera los dominios occi-
Las caracterlsticasdel basamento precám- México, as( como por la migración de Norte- dental y oriental de Méx leo, que habían actua-
bnco y paleozoico sobre el que evolucionó la américa hacia el noroeste. El primero de do de manera relativamente independiente y
amplia secuencia mesozoica del oriente de ellos, ubicado en el occidente de México, es- con carac'ter íst leas propias, se ven interrela-
México, no son claras, ya que en general son taba representado por una margen conver- cionados estrechamente con las deformacio-
escasos los afloramientos. Los cinturones gente y una zona de arco magmático de tipo nes de finales del Mesozoico.
46
Afloramiento de sienita en la Sierra de San Carlos, Tamaulipas. Foto: Francisco Palomino SPP

po hipabisas andesitico del Cerro del Berna!, Tamaullpas. (Foto: Francisco Palomino SPP)
47
...l-

DISTRIBUCION DE LOS AFLORAMIENTOS DE ROCAS Figura 2.12 Según un modelo de Coney (1976), las
deformaciones 'orogénicas de finales del Cre-
IGNEAS DEL NORESTE DE MEX!'CO
tácico y principios del Terciario coinciden
con un cambio en el movimiento de las placas
tectónicas, ya que la Placa Norteamericana y
la Placa Paleopacífica que convergían de ma-
nera oblicua en el occidente de México, emp&
zaron a realizarlo frontalmente y con veloci-
dad mayor. De Cserna (1956) considera que
los pi legues de la secuencia mesozoica aumen-
tan en intensidad desde la Mesa Central hasta
la Sierra Madre Oriental, por la presencia,
en la época de las deformaciones, de las ma-
sas cratónicas de la plataforma de Coahuila
y la Península de Tamaulipas; los esfuerzos
provenientes del suroeste provocaron la d&
formación de la secuencta a partir de la base
de evaporitas oxfordianas que sirvieron de
superficie de deslizamiento"o décollement al
estilo de las montañas Jura, de Europa (De
' Cserna, 1979). Tardy (1975) supone la exis-
\
'\ lb- 3
'1
'-'
tencia de una napa de dirección norte-nores-
te, es decir, de una cobijadura de ce~tenares
' \ ....J -~
de kilómetros que coloca la secuencia pelágica
1
1
de la cuenca interna (Mesa Central y Cadena
'í Alta de la Sierra Madre Oriental) sobre las pla-
\ ,_, /
1
1 ~
taformas San Luis - Valles y Coa huila, con
\
\
/ ,~ ()8~3 secuencias arrecifales y subarrecifales, que
1 '1 \
forman una misma arruga paleogeográfica; el.
modelo de este autor presume el desprendi-
1
miento de la secuencia de la cuenca interna
\ a partir del nivel de los yesos oxfordianos, y
\
\
r/ 1 ' establece la posibilidad de que el basamento
\
1 pueda formar parte de este fenómeno tectó·
' r' nico. Según un modelo de Padilla y Sánchez
\
11 982), la distribución de los pliegues y
cabalgaduras del noreste de México puede
/
1
ser explicada por un movimiento de Norte-
américa hacia el noroeste con respecto a
México, más que por la acción de esfuerzos
compresivos coaxiales de orientación suroes-
te-noreste.

1ntrusJvOs granit,cos del CenOZOICO ln!eno'


2.4.3. Yacimientoseconómicos
Rocas 1ntrusJvas alcalmas asoc,adas a gran1\0S del CenoZOICO \r,(e·.or

4 -Basaltos alcal!nos del TercJar1o Super1or y Cuaternar1o.


La Llanura Costera del Golfo y las áreas
vecin¡¡s constituyen una región muy impor-
tante de producción petrolera que ha sido
obtenida de las secuencias del Mesozolco y
del Terciario.

La Faja de Oro ha sid0 tradit;:ionalmente


una zona productora que antiguamente cons-
tituyo la principal fuente de hidrocarburos
del país. La unidad productora es un arrecife
desarrollado en el Cretácico 1nferior, que se
extiende en forma semicircular hasta la pla-
taforma continental a la altura de Tuxpan. La
Franja Tamabra en el área de Poza Rica, que
constituye una antigua zona pre-arrecifal, ha
sido también una importante fuente de hidro·
carburos. En la zona de la Cuenca de Bu~gos,
'al norte de Tamaulipas y al oriente de Nuevo
León, se encuentra una importante secuencia
terciaria productora de petróleo; por otro
lado. la secuencia del Paleoceno del área de
Chicontepec constituye en la actualidad un
conjunto de reservas muy importantes. Otras
zonas con potencialidades petroleras. princi·
palmente en rocas del Mesozoico, son la Pla-
taforma San Luis-Valles, en donde se encuen·
tran importantes desarrollos ar.recifales del
Vista del núcleo del anticlino Arramberri-Zaragoza, Tamps., con la presencia -en Cretácico 1 nferior, y la Mesa Central con una
segundo plano- de calizas y yesos del Jurásico Superior. importante secuencia sedi_mentaria marina
Foto: Francisco Palomino SPP del Jurásico y Cretacico.
48
En resumen, los distritos pr0ductores de Los más importantes yacimientos de plomo, orientación noroeste-sureste que se desarrolló
aceite y gas de la·región norte de La Llanura plata y zinc que se han conocido, se localizan en Coahuila durante el Terciario, en la época
Costera del Golfo son Pánuco-Ebano, Faja en las áreas de Fresnillo, Zacatecas, Sierra de en que el arco magmático alcanzó su posición
de Oro, Poza Rica y Veracruz (Oíaz Serrano, Catorce, Charcas y Zimapán, además del dis- más oriental. Finalmente, cabe señalar que
1980). .· trito minero de Guanajuato donde la asocia- los yacimientos de barita que se desarrollaron
ción principal es de plata y oro. Asimismo, en la vertiente oriental de la Sierra Madre
En lo referente a depósitos minerales, son destacan por su importancia los yacimientos son también substanciales y tienen relación
notables los desarrollos hidrotermales del Ter- hidrotermales de fluorita del área de Las Cue- con este episodio de actividad volcánica y
ciario en el área de la Mesa Central y en el vas y Río Verde, las cuales constituyen la subvolcánica (ver Fig. 2.13).
flanco occidental de la Sierra Madre Oriental. continuación, hacia el sur, de. la banda de

Figura 2.13

PIEDRAS NEGRAS
CHIHUAHuA
• A Sta. Eulalia

1
1

~ Fe o Pb, Cu
@ Ba
& Pb-Zn·Ag Principalmente @
o Au-Ag
o Na, Mg ~ Sal

o
®
Hg
a Carbón

11 Mn Principalmente

Distribución de los principales yacimientos minerales conocidos que se encuentran en el noreste de México
(tomado del mapa metalogenético de la República Mexicana; G.P. Salas, 1975),
49
01
o

TABLA DE CORRELACION ESTRATIGRAFICA PARA EL NORESTE DE MEXICO

im
t.~

:~
:¡.¡

- N O AFLORA NO DEPOSITO
Cf~ b¡ar
y JO DE EROSION Compilado por: Enrique
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52
3
Geología de la Región
Central de México
(Hoja Centro y Sur de la hoja Occidente)

GUADALAJARA

YERACRUZ
3. Geología de la Región Central de México

3.1 General idadas 3.2. Eje Neovolcánico cas con el consecuente desarrollo de lagos,
lo que le da al paisaje geomorfológieo unq
Para la descripción geológica de la región El Eje Neovolcánico Transmexicano cons- apariencia muy caracter(stica.
central de México se han tomado como lími- tituye una franja volcánica del Cenozoico
tes naturales los siguientes. al norte, el borde Superior que cruza transversalmente la Re- Los principales aparatos volcánicos que
septentrional del Eje Neovolcánico; al po- pública Mexicana a la altura del paralelo 20 sa localizan en esta provincia son estratovol-
niente y sur, las costas del Pacífico; y al este. (ver Fig. 3.1). Está formado por una gran canes de dimensiones muy variabi6S·, como
el litoral del Golfo de México y la zona del .variedad de rocas volcánicas que fueron emi- el Pico de Orlzaba, .el Popoc¡¡tépetl, ellztac-
Istmo de Tehuantepec. tidas a través de un importante número de c(huatl, el Nevado de Toluca, y el Nevado
aparatos volcánicos, algunos de los cuales de Colima (ver F ig. 3.3); todos ellos fueron
Dentro de esta región quedan compren- constituyen las principales alturas def pa(s. edificados por emisiones alternantes de pro-
didas las provincias fisiográficas del Eje Neo- La actividad volcánica en esta franja ha dado ductos piroclásticos y derrames ~leos.
volcánico, de la Sierra Madre del Sur y la lugaf a un gran número de cuencas endorrei- Existen, además, aparatos del tipa de conos
porción norte de la Llanura Costera del
Golfo Sur (ver Fig. 1.1). De acuerdo con la
división de provincias geológicas de López Figura 3.1
Ramos (1979), dentro de esta región queda-
rian incluidas las provincias de la Cuenca de
Veracruz (con la Subprovincia de la Sierra
de Juárez), de San Andrés Tuxtla, de la
Cuenca d¡¡ Tlax iaco, de la Sierra Madre del
Sur y Altiplano de Oaxaca, de la Cuenca
de Guerrero, Morelos y del Eje NeCNolcá-
nico.

El clima de la región es muy variable,


debido a lo complejo de los rasgos fisiográ-
ficos. En la vertiente del Golfo de México
el clima cambia de templado húmedo en
las partes altas de la Sierra Madre Oriental a
semicálido húmedo en la parte media, y
cálido húmedo en la parte baja. En la ver-
tiente del Padfico los climas var(an de cáli-
dos subhúmedos, en el flanco sureste de la
Sierra Madre del Sur y lqs márgenes del río
Balsas, a semiseco cálido y muy cálido en el
Valle de Oaxaca y en la mayor parte de la
Cuenca del Balses. En la región de las cuen-
cas endorreicas del Eje Neovolcánico el cli-
ma es, en general, subhúmedo y van'a de
templado a sernifrlo y frie.

En la región central de Méx ice afloran


secuencias que atestiguan diversos dominios
de varios niveles estratrigráficos que en algu-
nas regiones se observan sobrepuestos; esto
hace que los Intentos de descripción, a nivel
genernl, resulten infructuosos. Por esta ra-
zón se ha subdividido este cap(tulo en siete
incisos que tratan sobre cada uno de los
dominios de esta región; de esta forma se
facilita la descripción y la s(ntesis, ya que
dentro de cada uno de estos dominios exis-
ten condiciones estratigráficas y tectónicas
más o menos homogénees con 1(m ites bien
definidos. Estos dominios coinciden en
g-an parte con las provincias geológicas pro-
puestas por López Ramos (1979) para esta
región.
Distribución de las rocas que forman el Eje Neovolcánico Transmex1cano.
55
rridas a partir del Oligoceno; la más impor-
tante de ellas es la quinta, ocurrida a fines
del Mioceno, y que dio origen a las sierras de
Las Cruces, de Río Frío y Nevada. Durante
la sexta fase se desarrollaron los, conos y
domos del lztacc íhuatl y el cono activo del
Popocatépetl. La última fase, al igual que la
anterior, se desarrolló en el Cuaternario y
es responsable de la actividad volcánica que
interrumpió el drenaje de la Cuenca de M&
xico hacia la Cuenca del Río Balsas, lo que
originó el carácter endorreico de aquélla
(Mooser ét. al. op. cit.).

Hacia su porción occidental, el eje está


limitado por las fosas tectónicas de Tepic-
Chapala y de Colima. La primera tiene una
orientación noroeste-sureste y a ella están
asociados los volcanes de San Juan, Sangan-
güey, Ceboruco y Tequila; la segunda posee
una orientación norte-sur y a ella están aso-
ciados el Nevado de Coli;Tla y el Volcán de
Fuego (Volcán de Colima); este último apa-
rato constituye, a juicio de Demant (1978),
el volcán más peligroso del Eje Neovolcáni-
co, ya que es un apárato de tipo peleano con
un tapón de lava dacítica, por lo que es pro-
bable el desarrollo de nubes ard lentes.
Vista general del estratovolcán lztaccíhuatl.
Foto Fernando Hernández, SPP Hacia el oriente, el eje está limitado por
las rocas volcánicas de la región de San An-
drés Tuxtla, aunque Dernanty Robín (1975)
consideran las rocas de esta región como
cinedticos que son generalmente pequeños, Las primeras manifestaciones volcánicas pertenecientes a la Provincia Oriental alcali-
tales como el Paricutín y los aparatos dómi- en el área del Valle de México, en el Oligo- na, ya que fijan el límite oriental del eje a la
cos riolíticos que se encuentran ubicados al ceno Superior, se encontraban principalmen- altura del Pico de Orizaba y del Cofre de Pe-
suroeste de Guadalajara. Además de estos te asociadas a fracturas de orientación oeste- rote.
tipos de emisiones centrales hay evidencias noroeste y este-sureste, con influencia de
de numerosas emisiones fisurales y de conos las fracturas de orientación noreste-suroeste; La composición petrográfica de las rocas
adventicios desarrollados en las laderas de por <el contrario, los últimos episodios vol- que conforman el Eje Neovolcánico Trans-
los grandes estratovolcanes. Existen, por cánicos del Pleistoceno y el Cuaternario, en mex icano es muy variable. Son abundantes
otra parte, algunas calderas, tanto de colap- esta porción del eje, parecen estar relacione- los derrames y productos piroclásticos de
so como de explosión, ejemplos de las más dos con sistemas de fracturas de orientación compos1C10n andesítica, aunque existen
grandes son las de La Primavera en el estado este-oeste, como en el caso de la Sierra de numerosas unidades dac íticas y aun riodací-
de Jalisco y Los Húmeros en el estado de Chichinautzin (Mooser et al., 1974). En la ticas. Algunas unidades conocidas tradicio-
Puebla. porción central del eje se han reconocido nalmente como basálticas, como ,el Grupo
siete fases de volcanismo (tabla 3.1 ). ocu- Chichinautzin, han sido recientenlente con-
Según F. Mooser (1 972), el Eje Neovolcá-
nico tiene un arreglo zigzagueante provocado
por la presencia de un sistema fundamental
de fragmentación ortogonal, con dirección
noroeste y noreste en las fracturas. Las de
SECUENCIAS DE GRUPOS VOLCANICOS Y EVENTOS Tabla 3.1
esta última orientación parecen estar rela- TECTONICOS DE LA CUENCA DE MEXICO
cionadas con movimientos transcurrentes,
principalmente en la porción oriental y cen- TECTONISMO EDADES
tral, lo que le imprime al eje este aspecto
zigzagueante. Los grandes estratovolcanes, <( U) Q
o o
como el Tancítaro, Nevado de Toluca, Po- RELLENO
<(
...zw 0:
<(
VULCANITAS 1 wz 2
pocatépetl y Nevado de Colima, estarían rlf.ODERNO >
w GRUPO 1 :¡w 0:
w
situados en los vértices meridionales de este z DEL NORTE 1 <t>- f---
<(
1 §;w ::J
sistema, mientras que los grandes centros <( CHICHINAUTZIN w
a: DE LA CUENCA z f----'
;¡o: -~-
mineros de la región, como Guanajuato y a: ,_¡ Q 0:
w [(
Pachuca, quedarían situados en los vértices - q: u. 0:
<(-
o
septentrionales.
(/)
' (f)
o
~
-a:
uw
o:a.
f- w ::J
GRUPO DE LAS SIERRAS MAYORES z o-<n
Demant 11 978) considera que el Eje Neo- ~
:;;; f------
volcánico más que formar una banda cont1· q: o
nua de rocas volcánicas, constituye un grupo GRUPO SIERRAS MENORES 0:: iCQ
:o o: o
de cinco focos principales de actividad con f- ¡jw
u 0: :;;
orientación y características distintas, Den- q: w
0:: 1-
tro de estos cinco focos principales se pue- GRUPO DEL TERCIARIO MEDIO u.
>--------
den reconocer dos tipos de estructuras vol- 1
1

cánicas: aquéllas representadas por grandes 1 S2o:


1 o:<(-
o
estratovo.lcanes en alineaciones de orienta- 1
- 0:
GRUPO BALSAS Uw
ción norte-sur, y las que están representadas 0: u.
~ ~
por numerosos volcanes pequeños alineados
en sentido n·oreste-suroeste, desarrollados
sobre fracturas de tensión. (Mooser, 1975)
DISTRIBUCION DE LOS PRINCIPALES APARATOS Figura 3.2
DEL EJE NEOVOLCANICO MEXICANO

1
1

1
1
180---+----- - - - - -
105°

9 VOL CAN APAXTEPEC 17 MARES DE VALLE DE SANTIAGO 25 SIERRA CHICHINAUTZIN


1 VOLCAN SAN JUAN
10 CERRO PALAMBAN 18 CERRO CULIACAN 26 IZTACCIHUATL
2VOLCANSANGANGUEY
11 VOLCAN PARICUTIN 19 CERRO DE LA GAVIA 27 POPOCATEPETL
3 CERRO TEPETIL TIC
4 VOLCAN CEBORUCO 12 CERRO TANCITARO 20 LOS AZUFRES- SIERRA DE SAN ANO RES 28 VOLCAN LA MALINCHE
13 CERRO BUENA VISTA 21 CALDERA DE AMEALCO 29 CERRO DERRUMBADAS
5 VOLCAN DE TEQUILA
14 JORULLQ 22 CALDERA DE HUICHAPAN 30 PICO DE ORIZABA
6 CALDERA DE LA PRIMAVERA
15 VOLCAN DE CAPAXTIRO 23 "JEVADO DE TOLUCA 31 COFRE DE PE ROTE
7 NEVADO DE CO'.IMA
16 CERRO GRANDE 24 X ITLE 32 CALDERA DE TEZIU TLAN
8 VOLCAN DE COLIMA
ILOS HUMEROS!
IOemant, 19871

sideradas como andesíticas a la luz de análi- ticlinorio Tzitzio-Huetamo; por otro lado, ción hacia el extremo sureste de la trinchera,
sis químicos de muestras de roca (M coser et. hace notar que en el segmento oriental del y se origine un ángulo horizontal de 20°
al., 1974). Existen. además, manifestaciones eje son más escasos los afloramientos de es- entre la trinchera de Acapulco y el Eje Neo-
locales a lsladas de volcanismo riel ítico re- tas andesitas. Lo que no plantea claramente volcánico. Para Demant (1978) la subduc-
ciente, como las que se localizan en los este autor, es la relación de estas rocas inter- ción de la Placa de Cocos, a lo largo de la
domos de la Caldera de la Primavera, en Ja- medias con las ignimbritas oligocénicas de la trinchera de Acapulco, comenzó a deserro-
1isco; en el área de los Azufres, en M ichoa- Sierra Madre Occidenta 1 en donde la activi- llarse progresivamente en el 01 igoceno,, en
cán; así como en Tequila, Puebla, y Laguna dad propiamente andes ítica habla cesado a la traza de una zona de desplazamiento late-
del Carmen (Dernant, 1978). Desde un pun- finales del Eoceno, hace 40 millones de años ral izquierdo entre la Placa Americana y la
to de vista químico, el Eje Neovolcánico (Me Oowell and Clabaugh, 1979). Placa del Caribe, que aún actúa a lo largCl del
Transmex icano es considerado por numero- sistema de fa~las Polichic-Motagua-Fosa Cay-
sos autores como una provincia calco-alca- El origen del Eje Neovolcán.ico ha sido mán. El movimiento lateral en este sistema
i'ina, caracterizada por su abundancia de relacionado principalmente a la subducción refleja la rotación de Norteamérica haéia el,
andesitas y dacitas y por la relación que de la Placa de Cocos, debajo de la corteza oeste con respecto a la Placa del Caribe que
guardan sus contenidos de Si02 y Na 2 0 + continenkal de México, que al nivel de la incluye la porción continental de Cer¡troamé-
K20. astenósfera sufre 'fusión parcial y origina los rica.
magmas del eje (Mooser, 1975; Urrutia y
La mayor parte de los autores coinciden del Castillo, 1977; Oemant, 1978). El carác- Negendank (1972), basado en las carac-
en que la actividad del Eje Neovolcánico se ter calcoalcalino. de esta provincia apuntala terísticas químicas de las rocas del Eje Neo-
inic'1ó en el Oligoceno y ha continuado hasta dicha hipótesis aunque la posición oblicua volcánico, supone que esta provincia calcoal-
el Reciente (Mooser et. al., 1974; Negen- del eje con respecto a la trinchera de Aca- calina se, ha originado como resultado de la
dank,,1972; Bloomfield, 1975). En esta acti- pulco no resulta un rasgo típico de esta cla- fusión parcial de los materiales de la corteza
vidad se han reconocido dos ciclos principa- se de fenómenos. Urrutia y Del Castillo inferior, más que por la fusión parcial de la
les: uno, Oligoceno-Mioceno; y otro, Pilo- (1977) explican esta falta de paralelismo por Placa de Coccis al nivel de la astenósfera.
Cuaternario; Demant (1978) considera que medio de un modelo donde se muestra que
el volcanismo del eje es únicamente Plio-Cua- la dirección del movimiento de las placas de Algunos autores han señalado que el Eje
ternario, ya que el ciclo inferior del Oligoce- c'ocos y Americana no es perpendicular a la Neovolcánico coincide con una zona de co-
no-Mioceno constituye la prolongación trinchera de Acapulco, y que de los extre- rrimiento lateral que estuvo activa en el pasa-
meridional del sistema volcánico Sierra Ma- mos noroeste al sureste de la trinchera la do. Según un modelo de Gastil y Jensky
dre Occidental. Este autor señala que las Placa de Cocos se vu~lve más densa, menos (1973), en el Cretácico Tardío y en el Ter-
andesitas del 01 igoceno pueden encontrarse caliente y menos joven, así como de mayor ciario Temprano ocurrieron en el eje impor-
plegadas como en la Sierra de Mil Cumbres, espesor y rigidez; todo esto hace que dismi- tantes desplazamientos de tipo lateral dere-
en la región del Lago de Chapa la y en el An- nuya paulatinamente el ángulo de subduc- cho, en Goncordancia con los movimientos
57

Figura 3.3
TECTONICA DEL CARIBE Y DEL PACIFICO CENTRO

PLACA NORTEAMERICANA

.....
PLACA DEL
PACIFICO

PLACA DE NAZCA PLACA SUDAMERICANA

~
K Cresta de Cocos
A Sistema de Fracturas de San Andrés-Golfo de California
L Cresta de Carnegie
B Fractura de Rivera
M Cresta de Nazca
e Rivera Tri pi e Ju nction N Fosa meso-americana
D Fractura de Clarión
E Fractura de Orozco
o Fosa Perú-Chile
p Fallas Poloch ic-Motagua
F Fractura de Siqueiros
o Falla Caymán o Bartlett
G Fractura de Cl ipperton
R Zona de ~ubducción de las Pequeñas Antillas
H Cresta de los Galápagos
S Fosa de Puerto Rico
Fractura de Panamá
T Fallas Oca- El Pilar
Cresta de Tehuantepec

(Demant, 1978)

58
cia sedimentaria mesozoica de-la Plataforma
Sedimentaria Morelos-Guerrero. Hacia los
Hmites de Guerrero y Oaxaca la secuencia
sedimentaria marina de la Plataforma More-
los-Guerrero descansa sobre el basamento me-
tamórfico paleozoico representado por el
Complejo Acatlán.

Las unidades sedimentarias marinas de


esta región se encuentran cubiertas discor-
dantemente por depósitos corrtinentalas e&
nozoicos y rocas volcánicas del Eje Neovo~
cánlco así como por algunos remanentes de
volcanismo riel ítico oligocénico. ·

La base del paquete mesozoico marino


está representada por la Formación Acáhui-
zotia del Jurásico Superior (Frias, 1956) que
está formada por sedimentos calcáreo-arcillo-
ros que afloran en localidades aisladas. Esta
formación subyace en discordancia erosiona!
en las lutitas calcáreas de la Formac1ón
Acuitlapan del Neocomiano; ambas forma-
ciones muestran el efecto de un metamorfis-
mo dinámico débil. La Formación Xochicalco
del Aptiano, también con escaros afloramien-
tos, está formada por una secuencia de cepas
delgadas de caliza que descansan sobre la
Formación Acuitlapan. Posteriormente al
depósito de la Formación Xochicalco ocurrió
en la región un levantamiento que dio origen
a la paleopenínsula de Taxco (Fries,'op. cit.)
y a un periodo de erosión marcado por la
presencia de una discordancia que pona en
contacto a la Formación Xochie<rlco con di-
ferentes horizontes de la Formación Moralo$.

E&a última formación constituye la uni-


dad ealcáre<l que cuenta con los más extéf\SOS
afloramientos en la región. Su noni:lre ha sido
aplicado a secuencias de calizas que se ex-
tienden hasta Michoacán, Jalisco y Colima,
aunque las características no son las mismas.
Está formada por capas gruesas de caliza y
dolomita en una secuencia que llega a alcan-
zar hasta 900 metros de espesor y que cuenta
en la base con un miembro anhidrítico de
algunos metros de espesor. Las caracter lsticas
litológicas y la fauna revelan que esta unidad
se formó por el depósito de sedimentos ca~
cáreos en un mar de aguas someras durante
Basaltos columnares del Cenozoico Superior en la localidad de San Miguel Regla. el intervalo Albiano-Cenomaniano.
Foto: Jesús Olvera, SPP
En la postrimería del Cenomaniano ocu-
observados en el oeste de los Estados Unidos; sitos marinos mesozoicos, se encuentra loca- rrió una emersión del árB<l con el emplaza-
sin embargo, Urrutia (comunicación perso- lizada en la mayor parte del estado de More- miento de varios troncos graníticos y con la
nal) considera que el movimiento ha sido los y en pequeñas porciones del noreste del erosión diferencial de la cima de la Forma-
lateral izquierdo, en atención a los datos estado de Guerrero y sureste del estado de ción rvk>relos (Fries, op. cit.).
pa'leomagnéticos disponibles. Este autor op~ Méx ice. La secuencia sedimentaria marina
na que la zona de corrimiento lateral antes expuesta en esta región cubre un rango cro- Durante el Turoniano se repite una inva-
señalada pudo haber actuado como control noestratigráfico que varía desde el Jurásico sión de los mares y se restablece la sedimen-
estructural a la salida de los magmas que Superior hasta el Cretácico Superior. Esta tación calcárea con el desarrollo de un banco
fueron producto de la subducción de la Placa secuenc'1a d8"...cansa sobre un .basamento me- calcáreo desarrollado hacia el poniente de
de Cocos debajo de la Placa Americana. tamórfico precámbrico.'representado aparen- una líne<! que corre de Cut'lfnavaca a Huitzuco.
Mooser (1975) considera que el Eje Neovol- temente por el Esquisto Taxco !Fries, 1960;
cánico pudiera coincidir con una cicatriz De Cserna, et al., 1975), que en el área ho- El final del Turoniano marca un cambio
(geosutura) que marca la unión entre dos mónima subyace a una unidad de andesitas li- drástico en la sedimentación de la Plataforma
masas cratónicas antiguas y que el arreglo geramente metamorfizadas que Fries (1 960) Morelos-Guerrero como resultado del levan-
zigzaguean te reflejaría que la Placa de Co- llamó Roca Verde-Taxco Viejo. Campa (1 978) tamiento de gran parte de las zonas volcá-
cos, después de hundirse en la trinchera de encuentra mucha semejanza entre las rocas nico-sedimentarias ubicadas en la región
Acapulco, se dividirla en fragmentos ligera· del Esquisto Taxco descritas por Fries y las occidental de esta porción de México. Los
mente traslapados y también zigzagueantes, rocas volcánico-sedimentarias del Cretácico depósitos de lutitas, limo! ita, arenisca y con-
lnferbr que afloran al occidente de Te lo loa- glomerado llegaron a formar una secuencia
3.3. Plataforma More! os-Guerrero pan, por lo que la edad del Esquisto Taxco de más de 1 200 metros de espesor, desarro-
pudiera no ser pre<;:ámbrica, y en ese caso esta llado en el intervalo Turoniano-Campaniano.
El área de la Plataforma More! os-Guerrero, unidad no formaría parte del basamento me- Al término del Cretácico e inicio del Tercia-
en la que se desarrollaron importantes depó- tamórfico sobre el que evolucionó la secuen- rio ocurrieron las deformaciones comprasio-
59
migmatita clásica derivada de rocas sedimen-
tarias. La Formación Chazumba está forma-
da principalmente por escuistos eje biotita
con intervalos de cuarcita, metagabro d ife-
renciado y ese u isto pel ítico. La Formación
Cosoltepec, que junto con las dos anteriores
integra el Subgrupo Petlancingo, estructural-
mente inferior, está compuesta de escu istos
psamíticos y pelíticos con presencia de roca
verde, esquisto de talco, escuisto calcáreo,
metapedernal y rocas manganesíferas (Orte-
ga, 1978):

El Subgrupo Acateco está constituido por


las formaciones Xayacatlán, Tecomate, Gra-
nitoides Esperanza, así como por el Jronco
de Totoltepec y los Diques San Miguel. La
primerá formación está integrada por escuis-
tos verdes, anfibolita, metagabro, eclogita,
serpentinita, milonita, escuistos pel íticos
y cuarcita en un conjunto que, según Ortega
(op. cit.), posiblemente constituyó un com-
plejo ofiolítico y tiene gran importancia, ya
que es la primera vez que en México se re-
porta la presencia de rocas eclogíticas. La
Vista de las calizas de plataforma de la Formación Doctor, correspondiente al Albiano,
Formación Tecomate está conformada por
localidad ubicada en las cercanias de Tolimán, .Ouerétaro.
Foto Jesús Olvera SPP metarenisca, pelitas y semipelitas de origen
parcialmente tobaceo, así como por metaca-
na les qued ieron como reSJ.J l<ado la formaciÓn por Salas (1949); posteriormente, Fries y liza y metaconglomerado. Los Granitoides
de un sistema de pliegues anticlinales y sin· Rincón Orta (1965) la definieron como ·For- Esperanza están formados por rocas graníti-
el inales. mación Acatlán. Recientemente, Ortega cas, aplíticas y pegmatíticas cataclásticas y
( 1 978) elevó esta unidad al rango de comple- metamorfoseadas. que en ciertas·áreas habían
En el intervalo Eoceno-Oligoceno ocurrió jo, argumentando su variedad litológica y es- sido consideradas por ,Rodríguez (1970)
un intenso fallamiento normal, acompañado tructur'al. Este autor dividió el Complejo Aca· como parte del Complejo Oaxaqueño. El
de sedimentación elástica continental sobre tlán en dos subgrupos: El Subgrupo Petla<Jcin- Tronco Totoltepec es un intrusivo de com-
las partes bajas de la nueva topografía. Esta go y el Subgrupo Acateco. En la división litas- posición trondhjem ítica, con ligera folia-
sedimentación elástica continental se había estratigráfica que llevó a cabo Ortega, a nivel ción, y que pudo haber sido el resultado de
iniciado desde mediados del Cretácico en las de formac;ión, se emplean algunos nombres la diferenciación de un gabro toleítico
zonas ubicadas al occidente de esta región. (Ortega op. cit.). Fries et al. (1970) señaló
que ya i;labían sido utilizados· por Rodríguez
El depósito de materiales conglomeráticos (1970) en una subdivisión informal que in- una edad de 440± S-0 millones de años para
fue contemporáneo de algunos derrames lávi- cluía al Grupo Acateco y las forma~ iones este cuerpo intrusivo, con lo cual se ubica en
cos de basalto, lo cual dio origen al conjunto Esperanza, Aeatlán, Salado y Tecomate. el Ordov ícico. El nombre de Diques San Mi-
litoestratigráfico denominado Grupo Balsas guel ha sido aplicado a una serie de cuerpos in-
(Fries, 1960). Estos depósitos fueron segui- La formación que constituye la parte trusivos tabulares de composición gran{tica
dos por importantes emisiones volcánicas estructuralmente inferior del Complejo Aca- y tonal ítica que afectan a algunas unidades
silícicas que formaron la cubierta ignimbrí- tlán es la Migmatlta Magdalena que es una del Complejo Acatlán.
tica del área de Taxco, denominada R iolita
Tilzapotla, y por los depósitos volcanoclás-
ticos y volcánicos de la Formación Tepoz-
tlán. Según Campa (1978), esta región sufrió
un combamiento considerable durante el
Mioceno, que se explica por la inclinación
de las capas del Grupo Balsas y por la posi-
ción anormalmente elevada de las ignimbri-
tas del 01 igoceno.

El Terciario Superior y Cuaternario están


caracterizados en esta región por la influen-
cia de la actividad volcánica del Eje Neovol-
cánico y por el desarrollo de fosas tectónicas
que produjeron el depósito de los sedimentos
elásticos continentales de la Formación Cuer-
navaca.

3.4. Región metamórfica de Acatlán

La región que abarca la parte alta de la


Cuenca del Balsas, drenada por los ríos Mix-
teco Y Acateco, s'O caracteriza por los exten-
sos afloramientos de rocas metamórficas de
diferentes tipos que conforman un complejo
cuya edad corresponde al Paleozoico Inferior
(Ortega, 1978; ver Fig. 3.4).
Af~oram ie~to (en ~rimer plano) de esquistos del Grupo Acatlán, cu blerto por dos
Esta unidad metamórfica fue denomina- unidades p1roclást1cas del Cenozoico Medio en una localidad de Oaxaca.
da en un principio como Escuistos Acatlán, Foto: Jesús Olvera SPP
60
El conjunto del Complejo Acatlán se complejidad estructural que presenta varios presenta afloramientos extensos de rocas vol-
encuentra cubierto en discordancia por nu- dominios tectónicos yuxtapuestos. cánicas andesíticas interestratificadas, con
merosas unidades ígneas y sedimentarias que capas rojas de limolita, conglomerado volcá-
cubren un rango geocronológico que varía El segmento más septentrional de la Sie- nico y capas de caliza subarrecifal, con una
del Paleozoico Superior al Cuaternario y rra Madre del Sur está formado por aflora- macrofauna del Albiano. Estos afloramientos
constituye el basamento de una extensa rre- mientos de secuencias mesozoicas, tanto forman parte de lo que Vidal et .al. {1980)
gión que abarca parte de los estados de Pue- sedimentarias de plataforma corno volcánico- ha llamado el Conjunto Petrotectónico de
bla, Oaxaca, Guerrero y Morelos. Se correla- sed irnentarias de tipo arco insular volcáni- Zihuatanejo, Guerrero: Coalcomán, Michoa-
ciona con el Grupo Chacús de Guatemala y co-mar marginal. Las zonas correspondien- cán. Existen, además, en esta porción septen-
con las rocas metamórficas de la Sierra de tes al noroccidente de Guerrero, occidente trional de la sierra, afloramientos extensos
Omoa .en Honduras: parece no tener relacio- del estado de México y sur de Michoacán, de secuencias sedimentarias de calizas de pla-
nes de semejanza con el Complejo Xolapa de conforman una región con afloramientos taforma con fauna del Albiano y secuencias
la Sierra Madre del Sur, ni con el Complejo volcánico-sedimentarios del Jurásico y Cre- rítmicas de terrígenos pel ítico-arenosos. En
Oaxaqueño (ver Fig. 3.4). tácico, parcialmente metamorfoseados, que áre.as situadas alrededor de la ciudad de Co-
se encuentran cubiertos POI' las rocas volcáni- lima las calizas de plataforma presentan in-
Según F. Ortega {op. cit.), las caracterís· cas y sedimentarias continentales del Ceno- tercalados fuertes espesores de evaporitas y
ticas del Complejo Acatlán hacen suponer zoico. Esta región limita al oriente, a la altu- subyacen en aparente contacto transicional a
que se trata de antiguos depósitos marinos ra de la línea lxtapan de la Sai-Taxco-lguala, terrígenos continentales del Cretácico Supe-
de eugeosinclinal con un estilo de deforma· con la región de la Plataforma Cretácica de rior. En gran parte de la Sierra Madre del
ción tectónica y de metamorfismo semejan- Morelos y Guerrer'o. El segmento meridional Sur, desde sus estribaciones septentrionales
te al de las zonas internas o profundas de las de la Sierra Madre del Sur está formado por hasta las cercanías de Zihuatanejo, ha sido
fajas orogénicas de tipo alpino. extensos afloramientos de rocas metamórfi- reportada por Campa' y Ram írez {1979), la
cas que abarcan un rango geocronológico existencia de numerosas montañas formadas
3.5 Sierra Madre del Sur y zonas adyacentes que varia del Paleozoico al Mesozoico y que por productos andesíticos interestratificados
se encuentran afectados por emplazamientos con algunas capas de caliza _y terrígenos dise-
La Sierra Madre del Sur, desde Colima batolíticosdel Mesozoico Superior y aun del minados en pequeñas áreas' de la sierra. Este
hasta Oaxaca, y las zonas contiguas del nor- Cenozoico. La región pacífica de la Sie·rra volcanismo mesozoico continúa bordeando
occidente de Guerrero, Michoacán y estado Madre del Sur, correspondiente a Jos estados hacia el norte de la costa del Pacífico hasta
de México, constituyen una región con alta de Coliina, Michoacán y norte de Guerrero, confundirse con áreas similares de la Cordi-.
llera Pacífica Norteamericana {Campa y Ra-
mírez, op, cit.).
LOS COMPLEJOS METAMORFICOS DE LA PORCION Figura 3.4
Ferrusqu ía y colaboradores {1978) han
CENTRAL DE MEXICO reportado la presencia, en el área de Playa
Azul, Michoa~n, de una secuencia volcáni·
ca-sedimentaria transicional, predominante·
mente continental, con huellas de dinosau-
rios, que indican tal vez una edad Jurásico
Medio-Cretácico Temprano; por otra pnrte,
20°------+------- ----- -'- --+ señalan que E1S el primer registro de huellas
de dinosaurios en México, lo cual constitu-
ye el hallazgo más austral de dinoseurios'en
Norteamérica.

La mayO!' parte de los autores han repor-


tado como mB"...ozoicas las secuencias volcá-
nico-sedimentarias de esta regi6n pacífica
de México; sin embargo, De Cserna et al.
(1978a) obtuvo una eded radiométrica Rb-Sr
de 311 ± 30 millones de años para rocas in-
trusivas estrechamente ligadas a rocas volcá-
nicas pertenecientes al complejo metavol-
cánico del área de Zapotillo, al oriente de
Zihuatanejo.

Campa y Ramírez {1979),asícomoVidal


y colaboradores {1980), consideran que las
secuencias volcánico-sedimentarias mesozoi-
cas de una gran parte de la Sierra Madre del
1
Sur son resultado de la actividad magmática
1 de un límite convérgente de placas desarro-

16''-- +-----
1

--.........,;..,=:::. '~!&~~~~
lladas en esta porción de México durante el
Cretácico Temprano.

La mitad meridional de la Sierra Madre


del Sur está formada por rocas metamórficas
que constituyen el Complejo Xolapa {De
Cserna, 1965), el cual se encuentra intrusio-
~ Comple¡o T~loloapan-lxtapan del MesoZ01co nado por cuerpos batol fticos de granito (ver
Fig. 3.4). De Cserna {op. cit.) reportó el
~ Comple¡o Mazateco del Paleozo1co-Mesozolco Complejo Xolapa en la carretera Chlipancm-
go-Acapulco, como un conjunto c;Je rocas
~ Complejo Xolapa del Paleozoico-Mesozoico metasedimentarias formadas por esquistos

m Comple¡o Acatlan eJe! Paleozo1co


de biotita y gneis de biotita, con algunos ho-
rizontes de cuarcita, mármol cipolino Y Pf&
sencia de pegmatitas; sin embargo, Guerrero
p ~ Complejo Oaxaqueño del Precclmbr1co y colaboradores (1978) consideran que en la
61
MODELO TECTONICO ESQUEMATICO DE LA SIERRA MADRE DEL SUR Figura 3.5

PLATAFORMA
HONDURAS 1 ) TZI- TZIO TELOLOAPAN GUERRERO- MORELOS

Sierra Madre del Sur HUETAMO IXTAPAN DE LA SAL

Corteza Continentaf

(Según Campa y Ramlrez, 1979)

mayor parte de esta región el complejo está En el sector Teloloapan-Arcelia aflora Cserna (1978 b) opina que la ausencia de
formado por ortogneis-cuarzo-feldespático, una secuencia de rocas volcánicas andesíti- caliza de plataforma en la Formación Mor&
de composición granodiorftica. En el sector cas, rocas sedimentarias calcáreo-arcillosas los, al poniente de Teloloapan, se debe a un
más meridional de la Sierra Madre del Sur, foliadas y grauvacas. que constituyen depó- cambio de facies por la presencia de una
GOrrespondiente al sur de Guerrero y occi- sitos de un arco volcánico insular y mar mar- cuenca en este sitio durante el Albiano-C&
dente de Oaxaca, el Complejo Xolapa pr& ginal. desarrollados en el Jurásico Superior- homaniano. Este au'tor considera que las
senta esqu mos de facies esquistos verdes, Cretácico l~ferior (Campa y Ramírez, 1979). rocas volcánicas del área Teloloapan-Arcelia,
derivados de rocas sedimentarias y orto¡¡¡nei- Estas secuencias volcánico-sedimentarias más que formar la secuencia volcánico-sadi-
ses, con presencia abundante de migmatitas. afloran en forma continua hacia el norte, mentaria del arco insular mar marginal, sug&
hasta la zona de Tejupilco, a partir de donde rida por Campa y Ram írez, pertenecen a
De Cserna (1966) considera a este com- los afloramientos se vuelven aislados y menos una etapa de volcanismo Cenomaniano-Tu-
plejo metamórfico como de edad paleozoica, extensos; también se llegan a observar las raiiiano (Formación Xochipala), o bien al
dado que subyace a la secuencia volcane-S& áreas de lxtapan de la Sal, Zitácuaro y Tlal- basamento de rocas volcánicas antiguas,
dlmentaria de la Formación Chapoiape, pro- pujahua. todo esto en un modelo paleogeográfico
bablemente del Triásico, y porque en ningu- que no muestra mayores complicaciones
1111 localidad 5e le encuentra subyaciendo a En.el sector Huetamo-Coyuca se encuen- tectónicas.
rocas sedimentarias del Paleozoico; sin em- tra expuesta una secuencia Jurásico-Cretácica
bargo, el rango estratigráfico de este complejo volcánico-sedimentaria, que paulatinamente
3.6. Oaxaca y zonas adyacentes
no ha podido ser precisado, dado que los se vuelve más sadimentaria hacia la cima, La
estudiosgeocronológicos han arrojado edades base presenta rocas sadimentarias detríticas
radiomátricas muy dispares, que indican interestratificadas, con lavas y tobas andesf- En la región central de Oaxaca y las áreas
eventos termales ocurridos en el Paleozoico tlcas del Jurásico, que constituyen la Forma- adyacentes del sur de Puebla, y este de Gu&
(Halpern et ·al., 1974), en el Mesozoico ción Angao IPantoja, 1959). Sobre esta for- rrero, aflora u na importante secuencia meso-
(Guerrero et al., 1978) y en el Terciario (De mación descansa una intercalación de lutH:as zalea sadimentaria que atestigua el desarrollo
Cserna, 1965). Guerrero et. al. (1978) apoya v areniscas, con algunos horizontes de tobas, de una cuenca a partir del Jurásico Inferior.
la existencia de un evento termal en el Ter- limo! itas y calizas arrecifales, depositados en
·,¡ ciario (hace 32 millcmes de años), en ¡¡1 área el Cretáclco 1nferior (Neocomiano-Aptiano- Esta región de afloramientos mesozoicos
de la carretera Chllpancingo-Guerrero, y en Aibiano Inferior); estos depósitos constitu- se encuentra limitada por varios complejos
sus determinaciones radiométricas no en- yen la Formación San Lucas (Pantoja, 1959). metamórficos que afloran en esta porción
cuentra indicio de edades precámbricas o Por último, la cima de la secue.ncla está for- del país. Al noreste se localizan las rocas
paleozoicas que han sido sugeridas por otros mada por capas de caliza arcillosa atribuidas metamórficas del Complejo Acatli~n. del
autores, ya que el evento termal más antiguo a la Formación Morelos, del Albiano (Pan- Paleozoico Inferior, que son resultado
fue reconocido en el Jurásico por medio de taja, op. cit.). del metamorfismo de depósitos marinos de
los métodos uranio-plomo (166± 3 millones eugecsinclinal (Ortega, 1978); sobre este
de años) y rubidio-estroncio (180± 84 millo- El sector de Huetamo-Coyuca constitu- complejo metamórfico descansan las rocas
nes de años). ye una zona transicional entre el dominio sedimentarias del Jurásico y Cretácico, y
mesozoico externo, representado por la pla- algunas unidades no metamorfizadas del Pa-
En la región de Tierra Caliente v áreas taforma Guerrero-Morelos, y el dominio m& leozoico. Al oeste y sur,losafloramientos no
vecinas, del nccidente del estado de México sozo ico arco insular, representado por los sedimentarios mesozoicos están limitados por
y sureste de Michoacán, existen extensos afloramientos volcánico-sedimentarios de la el Complejo Xolapa, constituido por gneises,
afloramientos de secuencias volcánico-sedj.. Sierra Madre del Sur. Las secuencias volcá- migmatitas y esquistos de biotita con meta-
mentarias parcialmente metamorfizadas, que nico-sedimentarias de Teloloapan e lxtapan, morfismo de facies anfibolita (Ortega, 1976).
se yuxtaponen a los afloramientos, también situadas al oriente de Huetamo, serían en- La edad de este complejo es aparentemente
extensos, de las secuencias marinas cretácicas tonces consideradas como aióctonos tectóni- mesozoica, pero se han reportado eventos
de plataforma, de las áreas de Morelos v de cos sobre la plataforma del dominio externo termales del Paleozoico, Jurásico y Terciario
Huetamo-Coyuca, en los límites de Guerrero (Campa v Ramírez, 1979), y provenientes IHalpern, et al .. 1974; Guerrero et al., 1978;
y Michoacán. del dominio arco insular occidental. Oe De Cserna et al .. 1962).
62

J
Al sureste, el lfmlte de la cuenca lo for- rocas dieron como resultado edades, para el En la región de Nochitlán, sobre el Com·
ma el Complejo Oaxaqueño, formado de metamorfismo, correspondientes al Cretaci- piejo Oaxaqueño, Pantoja y Robison repor-
gneíses bandeedos y metamortizedos de fa- co Superior y Terciario 1nferior (Charleston taron en 1967 el descubrimiento de una
cies que var!an de granulita a transición gra- o p. cit.). Sagú n este autor, este complejo esta secuencia marina con trilobites del Cambrico-
núiii:a antibolita, incluyendo charnock itas, formado por bloques alóctonos provenientes Ordovícico a la cual denominaron Forma-
· anortositas y pegmatitas. Fries y colabora- del oeste y cabalgados sobre los sedimentos ci6n Tiñú. Sobre de esta unidad descansa en
dores (1962) llevaron a cabo estudios radio- miogeosinclinales del Jurásico y Cretacico discordancia una secuencia integrada por las
métricos del Complejo Oaxaqueño, que die- durante la Orogen\a Laramkle. formaciones Santiago, lxtaltepec y Yodo-
ron como resu.ltado edades de 11 O ± 125, · dañe que se encuentran formadas por más
920 ± 30 y 940 millones de años correspon- La región de Puebla, Oaxaca, Guerrero y de mil metros de elásticos correspondientes
dientes al Prec:ámbrico; por otra parte, estos Morelos, subyacida por los complejos Acatlán al Misisfpico, Pensilvánico y Pérmico (Panto-
autores señalan que las pegmatitas y la ultima y Oaxaqueño, presenta afloram lentos exten- ja, 1970).
etapa de metamorfismo que afecto las rocas Sos de unidades sedimentarias del Mesozoico
encajonantes son equivalentes a la provincia que se encuentra dispuestas en pliegas de
metamórfica grenvilliana del oriente de Esta- orientación nor-nureste. Debajo de estas La base de la secuencia mesozoica que
dos Unidos y Canadá. Los 1lfloramientos de secuencias mesozoicas se han reportad0, en aflora en la Cuenca Tlaxiaco la representan
este complejo forman una parte considerable afloramientos aislados, algunas unidades se- los sed imantas detrlticos de la perta Inferior
de la zona montañose que está ubicada al dimentarias paleozoicas descansando en dis- de la Formacion Rosario que es de origen
poniente de la ciudad. de Oaxaca. Para con- cordancia sobre el basamento metamórfico. continental y contiene horizontes de carbón
cluir, procede señalar que al noreste la cuen- Sobre el Complejo Acatlán ,, Corona (1981) (Eroon, 1966). Según este autor, los sadi-
ca se encuentra limitada por los afloramien- y Flores y Buitrón (1982) descubrieron, en meritos ele la Formación Rosario fueron de-
tos metamórficos del flanco occidental de la el área de Olinalá, una SP.cuencia de rocas positados en una cuenca carbonífera que sa
Sierra de Juárez, en un contacto marcada- detrfticas y calcáreas con fósiles del Pensil- deserrollo durante el Jurásico 1nfsrior en el
mente rectil !neo que forma la Cañada Oaxa- vánico y Pérmico. También han sido repor- noroeste de Oaxaca, noreste de Guerrsro y
queña y que puede responder a un rasgo tados sobre este complejo, descubrimientos suroeste de Pu€bla, y en cuyos bordes oc-
tectónico de dimensiones regionales. Estas de rocas sedimentarias del Paleozoico Supe- cidental y oriental no se depositaron los
rocas metamórficas han sido tradicionalmen- rior en Mixtepec, Oax. (Flores y Buitr6n, estratos inferiores de la fbrmacl6n. Solxa
te asignadas al Precámlxico (Ortogneis) y 1984) y en Tuxtepeque, Pue. (Enciso de la la Formación Rosario descanse el Conglo-
Paleozoico (filitas y arcosas metamorfizadas Vega, 1984). La Formación Matzitzi, con mEl'ado Cualac, que junto con los estratos
incipientemente) (López Ramos, 1979); sin plantas fósiles del Pensilvánico (De Cserna, medios y superiores de la primEl'a, pertene-
embargo, Charleston (1980) reporto la ex is- 1970) se encuentra aparentemente cubrien- cen al Jurásico Medio; ambas formaciones
tencla de un amplio complejo metamórfico, do, tanto el Complejo Acatlán, como el constituyen el Grupo Consuelo que subyace
derivado de deposites eugeosinclinales de Complejo Oaxaqueño, y sus principales al Grupo Tecoooyunca, cuyas formaciones
areniscas, lutitas y derrames volcanicos del afloramientos se encuentran al sur-oeste de afloran en varias localidades de la éuenca de
Cretacico; estudios radiometricos en estas Tehuacán. Tlax\aco y pertenecen también al Jurásico
Medio.

Figura 3.6 Este grupo esta formado por sedirnentos


detr(ticos y carbonatados, tanto oorrtinoota-
les como marinos, con presencia de plantas
f6slles y amonitas, lo cual atestigua verles
invask>n& y regresiones merinas. Duranta el
Jurasico Superior en algunas zonas de la
ggo cuenca se depositaron sedimentos franca-
mente marinos como la caliza con cldaris en
el área de Mixtepec-Tiaxiaco (Erben,op.cit.l
y las formaciones Chimeco y Mapache del
20°----- Sur de Puebla, formadas por caliza, calizas
--+GOLFO arcillosas y lutitas calcáreas (Pérez, et. al.,
\ DE 1965). La Caliza Teposcoluia, considerada
MEXICO originalmente como del Jurásico por Salas
(1949) y posteriormente por Erben (1956),
1
ha sido recientemente asignada al Albiano-
Cenomaniano (Ferrusqu fa, 197(')) tomando
como base su contenido fa un ístico; por
otro lado la Cal iza con Cidaris ha sido con-
firmada como perteneciente al Jurásico
Superior por su contenido de equinoides del
Oxfordiano, Calloviano y Kimeridgiano (Bui-
trón, 1970). Hay que hac.er notar que estas
unidades jurásicas se encuentran aflorando
en la región del Complejo Acatlán y no ha
sido reportada la presenci~ de rocas semejan-
tes sobre el Complejo Oaxaqueño.

El Cretácico Inferior también atestigua


sedimentación marina; sin embargo, en al-
gunas localidades el Noocom\ano y el Aptía-
no están ausentes. En el llrea de Tehuacan
aflora una secuencia de clastioos calcareos
con bancos de caliza que constituyen la
Formación Zapotitlan; sobre esta unidad
descansan 1 300 m de c1ásticos calcáreos,
finos y gruesos, de ~a Formacíon San Juan
Raya, del Aptlano. Les formoclones del
Rocas sedimentarias del Cretácico Superior de la plataforma Guerrero- Neocomiano y Aptiano, det áfea de Oaxaca
Morelos, Cuenca de Tlaxiaco y sector sur de la Sierra Madre Oriental. central y sur de Puebla, han sklo incluidas
63
Figura 3.7 afloran al sureste de Noch'1xtlán y con la
Formación Mexcala de la Plataforma Gue-

\ rrero-Morelos.

La secuencia mesozoica plegada de la

200-----+---------
1
\ --GOLFO DE MEXICO
Cuenca de Tlaxiaco está cubierta en discor-
dancia angular por extensos afloramientos
eJe depósitos continentales areno-conglome-
raticos y arcillo-arenosos del Terciario, y por
rocas volcánicas sil'icicas, intermedias y má-
1 ficas del Terciario Superior.
1
Los depósitos continentales terciarios
1
CUERNAVACA PUEBLA VERACRUZ han sido asignados a las formaciones Yanhui-

r tlán y Huajuapan (Salas, 1949), que según


• 1 •

¡ ~ :-~ Erbern (1956), son facies distintas de la mis-

~~
ma unidad. La primera está formada por ar-
cillas con algunas intercalaciones de arenisca
111 1
y ceniza volcánica, la segunda está compuesta

-o-~--~- ~u----+-
de arenisca, ceniza volCánica, arcillas areno-
sas y capas de conglomerados y brechas. Fe-

Ir ol_~,~~
rrusquía (1976) menciona· una edad radio-
métrica de 49.0 ± 3m. a para una toba in-
li terestratificacJa c'n la Formación Yanhuitlán

~ ~ Q~,
de Sayu 1 tepec, que fecha a esta formación co-
mo Paleoceno TarcJ ío-E oc e no Med '10. Este
autor sei1ola quu la formación tiene una posi-
~ \S 1::> 1 ción estratir¡ráfica similar con la Formación
~ro Tehuacán (Calderón. 1956) y el Grupo Bal-

--.. -Ó-+-
1
sas (Fries. 1960).

1
Para el Oligoceno se desarrolló en varias
loca 1 idades del estado de Oax a ca un periodo
ggo de actividad volcánica que originó inicial-
mente la emisión de tobas sil(cicas e inter-
medias, y, posteriormente, derrames lávicos
Rocas sedimentarias del Cretácico 1nferior de la plataforma Guerrero- andeslticos. La actividad volcánica culrTlinó
Morelos, Cuenca de Tlaxiaco y sector sur de la Sierra Madre Oriental. con algunos derrames basálticos del Terciario
Superior.
dentro del llamado Grupo Puebla. Sin em-
bargo, en varias localidades este grupo está Figura 3.8
ausente y las calizas del Albiano descansan
en discordancia sobre la secuencia jurásica.
Baz~n (1981) menciona que con Jos pozos
Yacuda No. 1 y Teposcolula No. 1 se atra-
ggo
vesó una secuencia de más de 2 500 m de
evaporitas del Jurásico Superior y Cretácico 1

1nferior. 1 1

Durante el intervalo Albiano-Cenomania-


20° - -- - + ---- --- --- -
1
-+-
1
no se deposito en toda la regi6n una secuen-
GOLFO DE MEXICO
cia de calizas en capas gruesas desarrolladas 1
1
en un mar transgresivo. Estas calizas han re- 1 PUEBLA
cibido diferentes denominaciones en áreas
distintas. Calderón (1956) designó como
Formación Cipiapa a una amplia secuencia
CUERNA VACA
81 • VERACRUZ

1
de calizas rTlasivas de naturaleza micrttica y 1
biomicr!tica, con algunos nódulos de peder- 1
1
nal que afloran en la región de Tehuacan. 1

18°------~-" -~- - - - ---t-


Ferrusqula (1970) designó como Caliza Te- 1
poscolu la a una biomicrita masiva oue aflora
~ ...&! etl •
en el área homónima y que hab(a sido con-
siderada por Salas (1949) como Jurásica;
finalmente, Pérez y colaboradores (-1965)
aplicaron a estas calizas el nombre de For-
CHILPANCINGO 1

• '

~1
1 "'~ p"~¿ \ 9o OAXACA
I
1

mación Morelos, en la región de Acatla. al 1 •


11
1

relacionarlas con las calizas Albiano-Ceno-


maniáno que afloran en la Plataforma Gue- 1 " 1

1
rrero-Morelos.
1

.-------------- - - - +-
Sobre las calizas del Albiano-Cenomania- 1
no descansa una secuencia de caliza margosa,
denominada por Ferrusqu!a 11976) como
Formación Yacunama; presenta fósiles del 1

intervalo Coniaciano-Maestrichtiano y aflora


al noroeste de Nochixtlán. Se correlaciona Rocas sedimentarias del Jurásico de la plataforma Guerrero-Morelos,
con las Margas Tilantongo (Salas, 1949) que Cuenca de Tlaxiaco y sector sur de la Sierra Madre Oriental.
64
.;{
.3.7~ Sec;totsur de la Sierra Madre Oriental y SITUACION DE LA PLATAFORMA DE COF!DOBA Figura 3.9
LlanUra costera del Golfo sur ·

'·,:En ~1\flaric~ este del sector sur de la


·. Sierrá Madre .Oriental (Sierra de Juárez) está
expUesta'una gruesa secuencia de rocas
sed iinent~rias mesozo icas que descansan so-
bre un basamento metamórfico que aflora
pri~éipalinenté en el flanco occidental de la
. in isn:ia ~ierra. Este basamento metamórfico, GOLFO
oonstituido .por esquistos, gneises y filitas, DE
derivados principalmente de rocas sedimen- MEXICO
tadas, ha sido tradicionalmente atribuido al
Paleozoico .y .Precámbrico, sin embargo, en
una ·sección ubieada a la altura del paralelo
18, Charleston (1980) reconoció una gruesa
secuencia de esquistos y rocas metavolcáni-
cas que atribuyó al Cretácico 1nferior.

La. secuencia sedimentaria del flanco


o dental, que se encuentra conformando plie-
gues asimétricos hacia el oriente, tiene como
base, en el sector Zongolica-Tehuacán, a una
unidad de pizarras de color obscuro con al-
gunas intercalaciones de areniscas de grano
fino y lutitas calcáreas que se encuentran
ampliamente expuestas y han sido tentativa-
mente atribuidas al Jurásico Medio (López
Ramos, 1979). En el sector ubicado al sur
del paralelo 18, y hasta la reglón del istmo
de Tehuantepec, la base del Mesozoico la
constituye la Formación Todos Santos que
es una secuencia de lechos rojos continenta-
les de areniscas, conglomerado y lutita con
estratificación cruzada, Esta formación ha
sido reconocida además en Chiapas y norte
de Centroamérica, en donde a su parte infe- (Según González Alvarado, 1976)
rior se le considera como JÚrásico 1nferior y
Medio (Mullereied, 1957); sin embargo, Ló-
pez Ramos (1979) opina que podría alcanzar construcción de una paleoplataforma llama- 3.8. Resumen tectónico
el Triásico. da Plataforma de Córdoba que constituyó
un algo fondo marino durante la segunda La complejidad estructural y estratigrafi-
mitad del Mesozoico. La mitad oeste de la ca de la porción centro meridional de Méxi-
El Jurásico Superior se encuentra expues- plataforma está expuesta en la Sierra Madre co hace difícil una reconstrucción paleogeo-
to en el área de Zongolica {Viniegra, 1965) Oriental y la· mitad este está sepultada en la gráfica y tectónica que permita una explica-
en forma de secuencias marinas de calizas bi- Llanura Costera del Golfo. Asimismo, se ción clara sobre el origen de los rasgos de
tuminosas con intercalaciones de calizas are- encuentra limitada al poniente por la Paleo-· esta porción de México.
no-arcillosas y con presencia de amonitas; cuenca de Zongolica y al oriente por la Pa- Recientemente la estructura de la región
s'm embargo, en el sector sur del flanco orien- leccuenca de Veracruz (González Alvarado, ha sido interpretada en términos de un mo-
tal de la Sierra de Juárez no han sido repor- 1·976). Sobre esta plataforma se acumularon saico de terrenos tectonoestratigráficos (ver
tados aflorameintos de esta época. más de 5 000 metros de sedimentos de los Fig. 3.11) que fueron acrecionados en dife-
cuales se ha obtenido producción petrolera, rentes episodios de la evolución tectónica
La secuencia marina del Cretácico que sobre todo de campos ubicados en su porción de esta parte de México (Campa et al., 1981:
aflora en la porción norte de la Sierra de Juá- oriental (González Alvarado, op. cit.). Campa y Caney, 1983). Cada terreno cuenta
rez, está formada principalmente de rocas con un basamento distinto y sus límites han
calcáreas que han sido reconocidas por Durante el Terciario, en el marco de una sido interpretados generalmente como 1imi-
Petróleos Mexicanos en estudios superfi- regresión marina hacia el este, se deposita- tes tectónicos.
ciales y de subsuelo; estas rocas incluyen las ron en la Llanur-a Costera del Golfo los se-
formaciones Tuxpanguillo (Neocomiano), dimentos terrígenos de las Formaciones El terreno con el basamento más antiguo
Capolucan (Aptiano). Caliza Orizaba (AI- Chicontepec-Velazco (Paleoceno); Aragóh, es el Terienií'Oaxaca que ocupa la parte
biano-cenomaniano)¡ Caliza Maltrata (Tu- Guayabal y"'chapopote (Eoceno); Horcones centrai del estado homónimo y cuenta con
roniano-Coniaciano), Unidad Guzmantla (Tu- y La Laja (Oligoceno); Dep)sito, Encanto, ·secuencias cámbrico-ordovicícas y m isisipico-
roniano-Senoniano) ,así,como las formaciones Concepción, Filisola y Paraje (Mioceno). Es- pensivláriicas sin metamorfismo. La base
Necoxtla y Atoyac del Senoniano-campa- tos depósitos se originaron al empezar las metamórfica, formada por el Complejo Oa·
niano y Campaniano-Maestrichtiano (Vinie- deformaciones orogénicas de la Sierra Madre xaqueño del Precámbrico (900-1100 millo-
gra, 1965). Por otra parte, el Cretácico Ma- Oriental durante el inicio del Cenozoico. nes de años), ha sido interpretada como el
rino está representado en el área del istmo resultado de la evolución de un rift con sed'¡-
de Tehuantepec por calizas ner(ticas foslli'fe- La actividad (gnea del sector sur de la mentación en corteza continental antigua Y
ras que López Rar:nos (1979) incluyó dentro S·ierra Madre Oriental, que a finales ·del M!!- el posterior metamorfismo a facies granulita
de la "Serie de Calizas Cretácicas Nízanda- sozoíco y principios del Cenozoico se maní- en una evolución ensiálica o por colisión
Lagunas" que ubicó en el Cretácico Medio. fiesta. en forma de intrusiones graníticas, se continental {Ortega, 1981 ). Este complejo
restringe en el Terciario Superior y Cuater-" es considerado como una continuación hacia
En la porción de la Llanura Costera del nario a las emisiones basáltica-alcalinas del el sur de la faja Grenvilliana (Fries et al.,
Golfo que bordea la Sierra de Juárez, Pe- área de los Tuxtlas. Esta zona volcánica De- 1962), sin embargo, la fauna de trilobites de
tróleos Mexicanos a llevado a cabo perfora· mant (1978) la relaciona con la provincia su cubierta cambrico-ordovícka, muestra
clones exploratorias que han permitido alcalina del Golfo de México, más que con el más afinidad con la fauna de Europa y Sud-
reconocer las unidades mesozoicos en el extremo oriental del Eje Neovolcánico como américa que con la de Nortear'nérica (Whit-
subsuelo, por. lo cual ha sido posible la re- lo habían señalado algunos autores. tinton y Huges, 1974). Bazari (1984) no'des-
65
EVOLUCION TECTONICA DE LA PLATAFORMA Figura3.10 carta la existencia de rocas arquea nas en este
complejo, tomando como base la interpreta-
DE CORDOBA ción de los cinturones de roca verde (green
stone beltsl similares a los de los escudos
precám br icos.
DEPOSITO DE LA PLATAFORMA

( E lana l l
Al occidente del Terreno Oaxaca se en-
cuéntra el Terreno Mixteco que tiene como
basamento al Complejo Acatlán del Paleo-
zoico Inferior (Campa y Caney, 1983) y
- ,. NR que, en contraste con rocas contemporá-
neas del primer terreno, se presenta meta-
morfizado en diversos grados. El limite en-
tre estos dos terrenos ha sido interpretado
como un límite tectónico (Ortega, 1981) y
la época de su acreción no ha sido todavía
BASCULAMIENTO
confirmada, pero se han sugerido c~mo pro-
1 Etapa 11 J bables el Devónico (Or·tega,.op. cit.) y el in-
tervalo Jurásico Superior-Cretácico Inferior
(Ramírez, 1984). Los .primeros datos pa-
leomagnéticos para unidades del Pérmico de
ambos terrenos indican direcciones sir¡oilares
de magnetización primaria, lo que no des-
carta totalmente una acreción posterior por
movimientos a lo largo de la misma paleo-
latitud magnética (Urrutia y Morán, 1984).
<"" 1
\.
El Con•plejo Acatlán ha sido interpreta-
do como una agrupación de conjuntos pe-
PLEGAMIENTO Y EROSION
trotectónicos resultado de la apertura y
cierre de una cuenca oceánica (Ortega,
1 Etapa 111)
1981). El subgrupo Petlancingo constituirla
la secuencia de una margen pasiva autócto-
na y el subgrupo Acateco formaría el con-
junto alóctono, incluyendo a la Formación
NR
Xayacatlán, como vestigio de una antigua
litósfera oceánica consumida en un proce-
so de subducción.

/ - Al suroeste, los terrenos Mixteco y Oaxa-


1 - 1 ~ \ ca están limitados, en un contacto tectóni-
~ 1
co, por el Complejo Xolapa cuya edad y
tiempo de acreclón al mosaico tectónico del
(Según Gonzáiez Alvarado, 1976) sur de México no son bien conocidos, pero
sus caracteristicas lo identifican como la
raíz montañosa de un antiguo arco mag-
mático (Halpern et al., 1974).
TERRENOS TECTONOESTRATIGRAFICOS DEL SUR Figura 3.11
DE MEXICO, SEGUN LA DIVISION DE CAMPA En el extremo oriental de la porción cen-
Y CONEY (1983). tro meridional de México se reconocen se-
cuencias mesozoicas marinas deformadas
que revelan una paleogeografia de bajos y
altos fondos marinos, desarrollados sobre
un basamento paleozoico y que ha sido tra-
dicionalmente considerado como apalachia-
no. Estos conjuntos forman parte del Te-
rreno Maya que se extiende hacia el sur y
sureste de México (Campa y Caney, 1983).
Separando al Terreno Maya del Terreno
Oaxaca se ha reconocido una franja aparen-
temente mesozoica formada por secuencias
marinas que incluyen rocas calcáreas, detr í-
ticas y volcánicas sumamente deformadas y
con una vergencia general al oriente. El li-
mite occidental de esta franja lo forma una
banda milonitica que la separa del Terreno
Oaxaca.

Para el Mesozoico se reconocen en la


porción centro-meridional de México dos
dominios principales con caracterfsticas cla-
ramente diferenciables. En el occidente se
1.- Terreno Guerr6fo desarrolló un arco insular andesitico asocia-
do a la subducción de la litósfera aceánica
2.- Terreno Mixteco
(Campa y Ram irez, 1979), fenómeno que es
3,- Terreno Oaxaca común en gran parte del occidente de Nor-
teamerita y que se originó durante el inicio
4.- Terreno Juárez de la disgregación de la Pangea. Por otro
66
· ·'lado", en el oriente, se. desarrolló una zona sugiere que el conjunto de lxtapan-Teloloa- en esta región los siguientes terrenos de
·externa con sedimentación marina >obre la pan es el resultado de la evolución de un base: Conjunto de Plataforma Guerrero-
Plataforma Guer¡ero-Morelos, la Cuenca de arco entre las dos plataformas, sin embargo Morelos, Conjunto de Teloloapan, Conjunto
Tlaxiaco y el área del flanco este de la Si~­ no se puede explicar el metamorfismo de de Huetamo-Cutzamala, Conjunto de Zihua·
rra de Juárez, la llanura costeray la platafor· este conjunto entre las secuencias no meta- tanejo y Conjunto de Taxco y Taxco VIejo,
ma del Golfo de México, todas ellas desarro- morfizadas de las dos plataformas y la ausen- todos ellos integrando el terreno compuesto
lladas sobre corteza continen'tal. La sedi· cia de cambios de facies de éstas al arco vol- Guerrero,
mentación marina de esta zona ex terna se cánico, En otro modelo la autora sugiere
inicia con la apertura del Golfo de México que las secuencias de Guerrero-Morelos y En el intervalo Pilo-Cuaternario la
y la iransgresión de los mares sobre esta Huetamo, correspondientes al Albiano- región centro-meridional 'de México se ha
porción de México. !::os conjuntos volcáni· Cenomaniano, pueden ser parte de una sola visto afectada por fallamientos normales y
cos y sedimentarios parcialmente meta· plataforma y que el conjunto de lxtapan- de desplazamiento lateral en el marco de un
morfizados de la Sierra de Juárez alteran la Teloloapan seria un alóc:tono tectónico de la levantamiento general y una geodinámica
homogeneidad de este dominio y su pre- fase compresiona! del Paleoceno. muy activa.
sencia no está claramente' comprendida,
Carfantan 11 983} ha sugerido que este corJ· A fines del Mioceno ocurrió una fase de
junto petrotectónico es el resultado de la deformación que se tradujo en combamlen- 3,9, Yacimientos económicos
apertura y cierre de una cuenca oceánica, tos que se observan en la región de Arcelia-
ocurridos entre el Portlandiano y el Turo- Aitamirano, al Igual que en las posiciones Los principales yacimientos minerales
nlano debido al desarrollo de un rift que se anormalmente elevadas de la secuencia que se conocen en la re;¡ión centromerolo-
conectaba en una unión triple a la dorsal metamórfica y de las unidades litoetra- nal de México son ios sulfuros de plomo,
ubicada entonces entre Yucatán y Sudamé- tigráficas pre-miocénicas. A esta fase ha plata y zinc de la franja central, as( corno los
rica. sido atrlbu ido el origen de la gran estructu- óxidos de hierro que se localizan principal-
ra anticlinal de Tzitzio-T1quicheo del sures- mente en la Sierra Madre del Sur. Al primer
Para explicar el desarrollo de un arco in· tipo pertenecen los yacimientos minerales
te de Michoacán, bajo la consideración de
sular volcánico en el dominio occidental de del distrito minero de Pachuce, que sa loca-
que la secuencia continental de los flancos
la porción centro-meridional de México se liza en el limite norte del Eje Neovolcánico
de la estructura es correlacionable con el
han postulado dos modelos alternativos: en y que ha sido uno de los principales produc-
Grupo balsas del Terciana Inferior; sin
uno de ellos se propone la acreción por ab- tores de plata en el mundo. Al sur del Eje
embargo, Campos(1984} ha atribuido el
ducción de un sistema arco-insular desarro- Neo,~olcánico aparecen distritos mineros de
plegamiento a la fase compresiona! del Pa-
llado en el Pacífico y desplazado hasta su sulfuros hidrotermales a Jo largo de una
leoceno, ya que considera que la secuencia
colisión con la corteza continental mexica· banda de orientación nor-noroeste-sUr-sures-
continental de los flancos corresponde al
na (Urrutia, 1980; Caney, 1983}. En otro te, en los estados de México, Guerrero y
Cretácico Superior y no, al Terciario.
modelo se propone el desarrollo de un do- Michoacán. La banda incluye 1~ yacimientos
minio de arco en la vecindad de la corteza de Taxco, X itinga, Zacualpan, Ternascatte-
Para Campa y colaboradores (1980), en
continental de México, limitado al suroeste pec, Angangueo y Tlalpujahua. Dentro de
la parte occidental de la porción centro-me-
por una subducción al oriente (Campa y Ra-
ridional de México se pueden reconocer esta banda también se encuentran los yaci-
m írez, 1 979}. Datos paleomagnéticos preli-
terrenos tectonoestratigráficos que se ca- mientos de mercurio de Huitzuco y Hua-·
minares de la secuencia volcánico-sedimen- huaxtla. Estos yacimientos hidrotermales los
racterizan por su homogeneidad y continui·
taria de lxtapan-Teloloapan, (Urrutia y Va- atribuyen Campa y Ram(rez (1979) al perio-
dad estratigráfica internas, pero con rela-
lencia, en prensa} parecen apuntalar la pri- ciones obscuras y poco comprendidas entre do finimiocénico contemporáneo de la com-
mera hipótesis, sin embargo no existen re- sf. Los 1fmites de cada terreno separan se- badura que afectó a las rocas premiocéni-
portes de conjuntos de afinidad oceánica cu'encias diferentes en sus caracteres f fsicos ces. Existe otro grupo de yacimientos de
que indiquen una sutura. y temporal es. Las discontinuidades de estos sulfuros en esta re;¡ión, cuyo origen ha sido
Según Campa y Ramlrez (1979), en la 1fmites no pueden ser claramente explicadas atribuido a procesos volcanogenétlcos y que
región noroccidental e Guerrero y regiones por cambios de facies convencionales o no guardan L!na orientación preferencial,
colindantes con otros estad6s, se reconocen discordancias. Estos autores han reconocido pero se encuentran asociados a las S€!Cuencias
cinco fases de deformación que actuaron en
el Mesozoico y Cenozoico. La primera de
ellas, ocurrida a finales del Jurásico, afectó Figura 3.12
los depósitos volcánico-sedimentarios jurási-
cos y se manifiesta por la presencia de plie-
gues replegados en dos generaciones con un
aumento relativo del metamorfismo en
algunas zonas. La segunda fase, ocurrida en
el Cenomaniano, se manifiesta en el área
Teloloapan-lxtapan por el metamorfismo
que pjegó y folió la secuencia volcánico-
sedimentaria; esta fase originó en la Sierra
Madre del Sur la ~mersión de los terrenos de
arco volcánico y mar marginal, mientras
que en la Plataforma Guerrero-Morelos y
hacia el oriente continuaba la sedimenta-
ción marina, con una aportación importan-
te de terrlgenos provenientes de la región
·occidental emergida. La siguiente fase, ocu-
rrida en el Paleoceno, deformó toda la car-
peta mesozoica de los dos dominios y es
responsable de .los pliegues de la zona ex-
terna, asl como del cabalgamiento del do-
minio interno sobre dicha zona externa.

Campa (1978} ha propuesto dos modelos l!i1l Mn


alternativos para explicar la presencia del
conjunto volcánico-sedimentario de lxtapan-
Distribución de l{)s principales yacimientos minerales conocidos
Teloloapan entre las plantaformas de Guerre- de la porción central de México.
ro-Morelos y Huetamo. En uno de ellos se (Según Guillermo P. Salas, 1975)
67
volc;ánico-sedimentarias del Jurásico Supe-· procesos de metasomatismo de contacto, tarias del Cretácico, y existen buenas pers-
rior-Cretácico Inferior. A este grupo perte- desencadenados por el efecto de intrusiones pectivas respecto a sedimentos más profun-
necen los yacimientos de Pihzán Morado; ácidas e intermedias del Cenozoico 1nferior dos del Jurá,sico Superior (Gonzá\ez A.,
Tlapehua\a- Las Fraguas; Campo mOfado- La en las calizas cretácicas (Gómez, 1961; Ma- 1976).
Suriana; Rey de la Plata; Teloloapan; Cuet- pes, 1959; Pineda, et al., 1969; Zamora
zalán del Progreso, así como el yacim lento et al., 1975). Entre los más importantes yacl;
Vo\cano, del norte de Michoacán. Los yaci- mientes de hierro que se conocen en esta En cuanto a las posibilidades de obten-
m lentos mencionados son considerados co- región, se encuentran los de Peña Co !orada, ción de energía geotérmica, el Eje Neovo\-
mo contemporáneos de la actividad volcánica en Colima; Pihuamo, en Jalisco; Las Truchas, cánico Mexicano constituye la provincia
que había en la zona de arco insular, la cual en Michoacán, El Violin y Tíber, én Guerre- geológica con mayores manifestaciones y
ocurrió durante el Mesozoico en esta porción ro. También existen en esta franja, yacimien-. potencialk,Jades del pais, dada su actividad
de México (Gaytán et al., 1979); Campa y tos de cobre como los de lnguarán y La ígnea contemporánea. Las principales mani-
Ramírez, 1979). Verde, en Michoacán. festaciones termales están relacionadas con
la actividad ígnea ácida; algunas de estas ma-
En u na banda situada a Jo largo de la Sie- Por otro lado, la zona de mayor interés nifestaciones se localizan en las áreas de La
rra Madre del Sur se localizan numerosos petrolero se encuentra en la Llanura Costera Primavera. Jalisco; Jxt\án de Jos Hervores,
yacimientos de hierro que constituyen la del Golfo, donde se ha extraído petróleo de Negritos y Lago de Cuitzeo, Michoacán; Los
región con mayores reservas en el país. El campos que se localizan en el borde oriental Húmeros, Puebla; y San Bartolo de Jos Ba-
origen de estos yacimientos se atribuye a de la Plataforma Córdoba, en rocas sedimen- ños, Ouerétaro (ver Fig. 3.13)

LOCALIZACION DE LOS CAMPOS GEOTERMICOS MAS IMPORTANTES Figura3.13


DE LA REPUBLICA MEXICANA

1.· CERRO PRIETO, B.C.N. 9.· LAGO DE CUITZEO Y ARARO. MICH


2.· DESIERTO DE ALTAR, SON. 10.· LOS AZUFRES, MICH
3· HERVORES DE LA VEGA, JAL 11.· &L GOGORRON, S. L.P
4.· LA PRIMAVERA, JAL. 12.· SAN BARTOLO, ono·
5.· SAN MARCOS. JAL. 13.· PATHE. HGO
6.· LA SOLEDAD, JAL 14 .. EL CHICHONAL, CHIS
7.· LOS NEGRITOS, MI CH. 15 · TOLIMAN. CHIS
8.· IXTLAN DE LOS HERVORES, MICH. 16 · LOS HUMEROS, PUE

(Según R. Hernández, C.F.E., 1978)


1 68
1
'j
•.•; \¡
-···· .. ',';_.;:,, "'""'''~· ':..:•J:.J•.-!;.;.:.:....'f·1;¡~~

TABLA DE CORRELACION ESTRATIGRAFICA DELOS TERRENOS DEL

SUR DE MEXICO

X O LAPA GUERRERO
M 1 X T E e o OAXACA J U AR EZ
M A y A
ERA DIVISION Guerrero-More! os Mexcala-OiirlOia Za poti tlOn- Tlaxiaco P!atalorma deC6rdoba Centro de Yucatan

<1
o ~~ RECIENTE Andesita-s
f!'t.EISTOCENO Fm. Cuernavaca Fm. Chilapa
u A San Marcos Fm. S os o 1 o
PLIOCENO A. Z e m p o o 1 a
- 0 Fm. O a pon A. Yucudooc
o o:: MIOCENO Fm.A1Quitr0n )Fm.PopoQO)(l Secuencio vo\cOnica Fm. Te p o x t 1On A. Buen O yi s1o
Frn. C•rr-o Verde Fm. Yonhuit!Cn
Fru. Paraje Solo-Concepcion
Encanto- La Laja
N Fm. Yanhui1!0n 1
Fin. Aguo de Obispo Chacharondo
o <t OLIGOCENO Fm. Til zopo ti a Fm.Tilzopotla
Fm.Teco m a1·1 On
Ftn. Han:ono 1

z u Gpo. Ba 1 s o s
Fm.Tamnzulap:lnl fm..l-bJ¡uapan m.
Fm P¡s te
o:: EO'C EN O Fm. AraQon Fm !cache
w Gpo. Balsas Gpo. Bolsas
w Gpo. So 1 s·o a Fm. Ve 1as e o Fm Chichen 1tzC
u t- PALEOCENO 'O

Fm. Tetelcinao Fm.Tetelcino.o


Fm. AtoyoC Secuencio
!MA.ESTRICHT Morga Marga Secuencio F 1y sch
Fm. M ex e a 1 a Fm. Mexcala Sedimentario
Fm. Mexcolo

EJ
0
SENONI_ANO Yu-cunomo Tilontonoo Fm. Guzmontlo. Co1c0reo
u
o -¡TURONIANO
o ¡
Fm. Cuout lo(?)
¡
Fm. Cu out 1 a
1 1 1 1 1 1 1
U<t o Fm.Morelos Fm. O rizo b a Fm. Yu e a t Ó n
Fm Mor e! os Fm. More los Fm. Mor e 1 o s Fm.1eposcolu\a \Fm..Cipiapa Fm. Tep o scolul o
- >-ALBIANO
w ~Complejo Fm.Xochico\co FmJ'\Jitzuco! Fm.Zicapa Fm.Sn.Juon Roya Fm Xonomanco
o o::APTIANO
Fm.-Acahulzot1o
Fm.Sn.Lucos.
Tierra Fm AcuitlopOn Fm. Zapotit 1Ón
G p o . Pu e b 1 o
0
N NEOCOMIANO Fm.~cot:t.izotlo ! S~cuencia de Fm. Son Pe d ro

y
Caliente Arc.o y Cue:nco
Fm. Mapache
o 8 SUPERIOR Fm. Ang o o
G po.Tecocoyunco
m. •m
.,.,,_ FmEtlolton«;~o
(/) ':}_M ED 1 O Gpo.COnllu•lo
0:: O f i o 1 itas
w:;INFERIOR ~~ R.V.TaicaViejo Fm.TodosSantos FmTadosSanto•

L 8 SUPERIOR Fm. Chapolapo


7 ?
':}_ M E D 1 O · f-- '--'-?- '--- -'- /::.-/
Secuencio
f----·;: 1 N FER_IOR Fm.~uln:Jtofoc/ Tumbiscoti-o

eo m p 1 e Jo ¡"

,~,::,:::,::: ~~ :;;;::":":, ~ ~-~ Rt<c.aptlado par S AlorcO" y G Mora (1984)


1
Bibliografía y Referencias

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73
4
Geología de la Re·gión
Sureste de México
(Hojas Villahermosa y Mérida)
4. Geología de la Región Sureste de México

4.1. General Ídades datos de diecis'1ete muestras de ocho áreas Chiapas pudo haber estado asociado al cierre
del complejo bato lítico de Chiapas que fue- del océano Proto·Atlántico de finales del
Para la descripción de la región sureste ran estudiadas por tos métodos k-Ar y Rb-Sr. Paleozoico, en el tiempo de la llamada Oro-
de México se han elegido tos siguientes llmi· Después de analizar diez muestras del com- genia Apalachiana. Carfantan (1977) opina
tes: al oeste, el istmo de Tehuantepec; al nor- plejo, dichos autores reconocieron u na que el emplazamiento bato lítico debe haber
te, el litoral del golfo de México, y al sur, el isocrona con edad aparente de 256 ± 1 O ocurrido en la fase apatachiana de deforma-
litoral del Pacífico. La región incluye las millones de años, lo cual indica que estas ción, y considera que las rocas metamórficas,
provincias fisiográficas de las sierras de Chia· rocas intrusivas se originaron de un mismo afectadas por esta intrusión deben haberse
pas, la Cordillera Centroamericana, la pe- IT6gma pérmico, isotópicamente homogéneo originado en la fase grenvittiana del Precám·
nfnsula de Yucatán y el extremo oriental de derivado tal vez del manto. Estos autores brico, de acuerdo con tos datos radiométri·
la Llanura Costera del Golfo Sur (ver F ig. mencionan datos no publicados respecto cos de muestras de un gneis en Chiapas, así
1.1). a la parte este de la Sierra Madre del Sur, como de las diferentes rnuestras del comple-
de Chiapas, que indican actividad plutónica jo basal de Oaxaca con el que han sido corre-
El clima en esta región varía de templado del Carbon ifero en esta área; además, consi· lacionadas estas rocas (DP. Cserna, 1967,
y semicálido en las partes altas de la Sierra deran que el emplazamiento del batolito de 1971)
de Soconusco y Sierras de.Chiapas a cálido
en las llanuras costeras del Golfo y del Paclfi·
co, así como en ia depresión central de Ch ia· PLANO QUE MUESTRA LAS AREAS PRODUCTIVAS Y Figura4.1
pas. En esta última zona tos climas son POZOS PETROLEROS DEL SURESTE DE ME'XICO
subhúmedos, a diferencia de las llanuras
costeras donde son generalmente húmedos.
En la península de Yucatán tos climas son
de tipo cálido subhúmedo. En casi toda la
región su reste de México el régimen de 1tuv ias
GOLFO
es de verano, excepto en algunas zonas de la
DE lVI EX ICO
Llanura Costera del Golfo donde hay lluvias
todo el año.

4.2. Chiapas y Tabasco


(
En la región que comprende los estados 1
de Chiapas y Tabasco aflora una amplia
BORDE Ol-
secuencia del Mesozoico y Cenozoico, TALUO
constituida principalmente por rocas sedi· ~..!o TUI\J1CH
mentarías marinas que se encuentran plega-
das y afal ladas. Esta secuencia descansa so-
bre un basary1ento cristalino del Precámbrico
y Pateoz.oico que aflora al suroeste de la
misma región, en donde las rocas cristalinas
de estas Eras forman un complejo botalítico
y metamórfico que constituye el núcleo de
la Sierra de Soconusco.

Mutterried (1957) consideró que gran


parte de la Sierra de Soconusco se encontra·
ba formada por rocas precámbricas ígneas y
metamórficas, sin embargo la mayor parte
de las edades radiométricas obtenidas de
.'00 ,._,,,
muestras de rocas intrusivas révetan u na ~---~

edad paleozoica para tos principales eventos


de intrusión ígnea. Castro y colaboradores
(1975) reportan una edad de 242 ±9 millo-
0 S1erta Madre del Sur

nes de años para una diorita (análisis de bio· @ S1erra de Ch1apas


tita por el método k/ Ar) que forma parte
Cuenca de Veractul
del complejo batolítico de la Sierra de So-
conusco y que fue descubierta en la base de Areas productivas Oe! CretáCtco Super1or

una sección localizada en el 1 imite de los 11'¡, Areas producttvas del Jurásrco Sup Cr~; Sup
estados de Oaxaca y Chiapas.

Damon y colaboradores ( 1 981) reportan (Viniegra, 1981, PEMEX)


77
En el extremo sureste de la Sierra de So- LA GRAN CUENCA SALINA DE CAMPECHE Figura 4. 2
conusco aflora una secuencia sedimentaria DURANTE EL CALOVIANO OXFORDIANO
del Paleozoico Superior que ha ;;ido recono-
cida en el área de Chicomuselo (Hernáfldez-
Gareía, 1973), y que se extiende hasta Gua-
temala. La base de esta secuencia está in-
tegrada por la Formación Santa Rosa que
cuenta con un miembro inferior constituido
de una secuencia de pizarras con algunas
intercalaciones de metacuarcita; el miembro
superior está formado por pizarras, areniscas GOLFO
y algunas capas de caliza fosillfera. La for-
mación se encuentra parcialmente metamor- DE
fizada y le han asignado una edad que corres-
ponde al intervalo Misislpico-Pensilvánico, MEXICO
con base en la fauna fósil que reporta Her-
nández Garda (1973).

U11a secuencia de lutitas y calizas de la


Formación Grupera que .. contiene fu su llni-
dos del Pérmico Inferior descansa en discor-
dancia sobre la Formación Santa Rosa (Gu·
tiérrez, 1956). A esta formadón sobreyace
la Caliza Vainilla que contiene crinoides,
braquiopodos y diversas especies de fusull-
nidos, la cual cubre en discordancia la For-
mación Paso Hondo, que está compuesta
por calizas masivas con fusul ínidos del Pér-
mico Medio y la base del Pérmico Superior
(Gutiérrez, 1956). En gran parte del borde
nororiental de la Sierra de Soconusco aflora
u11a importante secuencia continental for-
mada de areniscas, conglomerado, limolita 1 Mac1zo de Santa Ana
y lutita de color rojo, cuyos afloramientos 2 MacJZo de Tuxtla
3 MaciZO de Ch1ap-1s
alcanzan la zo11a del istmo de Tehuantepec
y aun el borde oriente del sector sur de la A "Knúlls .. de S1gsbee
Domo salrno de Campeche Alf~a Terrestre
Sierra Madre Oriental. Esta secuencia ha Domo salino de Jalpa
sido denominada como Formación Todos O Domo sal1no de Nanchllal Rocas Metd·P;:Jfeotolcas
Santos, y constituye la base del paquete E Cuenca salma de Ch1apas
Rocas no Meta·.Paleozo¡cas
mesozoim que aflora principalmente en
Chiapas, La mayor parte de los autore:s le L 1neas di! contornos de sal

han asignado a esta formación un intervalo Borde de sal


estratigráfico que varia del Triásico al Jurá- (Viniegra, 1981, PEMEX)
Lechos roJOS de la Formactón Todos Santos '
sico (Mullerried, 1957; Gutiérrez, 1956;
Castro, et. al., 1975; López Ramos, 1979).

En la parte central de Chlapes, sobre ~


Formación Todos Santos, descansa una se-
cuencia sedimentaria marina del Jurásicc
Superior que está formada por calizas d¡
facies someras oon algunas intercalacione:
de sedimentos mntinentales. Los sedimen
tos del Titoniano registran ambientes d(
plataforma abierta con fau11a pelágica, sobrt
todo en la zona donde convergen los estadol
de Chiapas, Oaxaca y Veracruz, en tantc
que al sureste de Chiapas las facies se vuel·
ven más arenosas (Castro et. al., 1975).

Viniegra (1971) ha interpretado la ex is-


tencia, durante el Oxfordiano, de una cuen-
ca salina que ocupaba gran parte de la actual
Sie¡-ra de Chiapas, la Llanura Costera del
Golfo Sur y la Plataforma Continental de
Tabasco ( ver Fig. 4. 2 ). Estos depósitos
salines jugaron un papel muy importante
en la deformación de la secuencia mesozoica
posterior y en el desarrollo de trampas petro-
leras. Actualmente estos cuerpos de sal
forman dos grandes levantamientos a los que
Viniegra (1981) denominó Domo de Cam-
peche y Domo de Jalpa (ver Fig. 4.2). En
las zonas petroleras de Tabasco y Campeche,
PEMEX ha perforado secuencias del Jurási-
co Superior, prl.ocipalmente con facies de
pletaforma, de las que ha obtenkJo produc- Afloramiento de areniscas conglomeráticas de la formación Todos Santos (Triásico-Jurásico)
ción petrolera. ubicado al sur de Independencia, Chiapas. Foto: Juan Alvaro lruretagQyena SPP
78
Sobre los sedimentos del Jurásico Supe- nes de caliza, dolomía y algunos horizon- basco y Campeche, en donde han sido reco-
rior descansa una secuencia del Neocomiano tes de yeso. El intervalo Barremiano-Aptiano nocidos en perforaciones petroleras de los
que revela la existencia de depósitos margi- parece estar ausente en las Inmediaciones de que se ha obtenido producción. En el subsu~r
nales y continentales en el noroeste de Chia- la Sierra de Soconusco ya que no han sido lo de estas últimas regiones ias secuencias
pas y este de Veracru z. identificadas las rocas de estas edades, lo reportadas por Petróleos Mexicanos revelen
cual causa una discordancia entre las unida- facies de talud que hablan de la persistencia
des inferiores del Neocomiano y la secuen- del patrón sedlmentológÍco del Neocomiano-
En la pen{nsula de Yucatán y gran parte cia del Albiano-Cenomaniano. Según Castro Aptiano y de la existencia continuada del
del estado de Chiapas se instaura un gran et al. (1975), esta discordancia se acentúa Gran Banco Calcáreo Yucateeo para Albia-
banco calcáreo debido a la 'transgresión ma- hacia el oeste con la desaparición de las uni- no-Cenomaniano.
rina de Inicios del Cretácico, lo que da como dades correspondientes al Cretácicd 1nferior
resultado la sedimentación de carbonatos y y Jurásico Superior, debido a u na probable En la parte centra 1 de Ch lapas afloran
anhidritas en estas regiones, así como el de- etapa de erosión desarrollada al finalizar el cuantiosos sed lmentos calcáreos del Cretá-
sarrollo de depósitos de talud en una franja Aptiano. cico Superior, que muestran facies de banco
que bordeaba al gran bans;:o calcáreo (Vinia- con calizas periarrecifales y fragmentos de
gra, 1981 ). Esta franja se puede localizar en rudlstas (Castro et al., op. cit.). En el área
el subsuelo de la mited este del estado de Al intervalo Albiano-Cenomaniano co- de Reforma fueron ex puestas y erosionadas
Tabasco, y en porciones del noreste de Chia- rrespo nden l<;>s depósitos de cal iza que aflo- las orillas del Gran Banco Calcároo durante
pas y la plataforma marina de Campeche, en ran ampliamente en la banda central del el Cretácico Superior, por. lo que en algunos
donde esta clase de sedimentos son importan- estado de Chiapas, y rsvelan ambientes de pozos de Petróleos Mexicanos de esta área
tes productores de hidrocarburos (ver Fig. baneo en aguas sómeras (Fig. 4. 5) En se encontró sobrey'aciendo el Paleoceno
4.3). estas edades los mares transgredieron mime- sobre los sedimentos del Albiano-Cenoma-
roses áreas erosionadas durante el Barrem ia- niano (Viniegra, 1981). En los pozos mari-
no-Aptiano y alcanzaron a cubrir las rocas nos no S<? ha podido reconocer la existencia
En el área de Cintalapa la secuencia neo- cristalinas de la Sierra de Soconusco. Estas deiCretácico Superior debido a la dolomitiza-
comiana ha sido denominada Formación secuencias del Cretácico Inferior que afloran ción que ha afectado la secuencia mesozoica
San Ricardo (Richards, 1963). y está com- ampliamente en Chiapas se pierden debajo en esta porción de la plataforma marina
puesta de lutltas, areniscas rojas, intercalado- de los depósitos terciarios en el áree de Ta- (Vinlegra, op. cit.).

Durante el Terciario se Inicia, en gran


parte de Chiapas y Tabasco, la sedimenta-
PLANO DE DISTRIBUCJON DE FACIES DEL Figura 4.3 ción terrigena marina, la cual es producto
del levantamiento de la porción occidental
SURESTE DE MEXICO PARA EL JURASICO TARDIO
de México y el plegamiento de la Sierra Ma-
dre Oriental, en tanto que en la peninsula
de Yucatán continuaba el depósito de carbo-
natos con la emersión paulatina de su parte
central. En el subsuelo de la Llan,ura Costera
del Golfo se desarrollaron dos cuencas ter·
ciarías (Comalcalco y Macuspana) separadas
por un alto, formado por el "Horst de Villa-
hermosa", a resultas del fallamiento normal
de la nariz del anticlinorio de Chiapas. Este
anticlinorio está seccionado por falla normal
al pie de la sierra, lo que ha ocasionado su
hundimiento en la Llanura Costera del Golfo.

4.3. Peninsula de Yucatán

En la mayor parte de la península de Yu-


catán aflora ur.a secuencia cenozoica, prin--
cipalmente calcárea, que no presenta defor-
maciones significati,ias y está formada por
capas que conservan una actitud horizontal.

Tanto la secuencia cretácica que se en-


cuentra en el subsuelo, como la secuencia
cenm;oica, no presentan mayores perturba-
.ciones estructurales ya que sobreyacen a una
masa cristalina que ha permanecido estable
desde el Paleozoico.

La secuencia cretácica reconocida en las


200 km perforaciones de Petróleos Mexicanos está
constituida principalmente por anhidritas,
calizas, dolomlas e intercalaciones de banto-
nitas y algunos materiales pirodásticos, sobre
todo hacia la bese que se encuentra formada
por las Evaporitas Yucatán (López Ramos,
~ LECHOS ROJOS
1979). Todos los sedimentos del Crstácico
que se han encontrado en las perforaciones
ezJ PREDOMINANTE MARINO
ele PEMEX pertenecen a la parte media y
superior de este periodo.
~
[¿d BOL DE DE LA SAL Durante la segunda mitad del Cretácico
!) y gran parte del Cenozoico, la pen(ndula de
p lm AREA EMERGIDA (Viniegra, 1981 ;PEMEX) Yucatán y su plataforma marina constituye-
79
ron un banco calcáreo en su forma de alto
fondo marino, que se extend(a hasta Chiapas
y el sur de Veracrul, con el desarrollo de un
borde que ha sido el principal objetivo petro-
lero en Tabasco y la plataforma marina de
Campeche.

Debajo de esta secuencia cretácica se


cortaron, en los pozos Yucatán No. 1 y 4,
limolitas y areniscas con algunas intercala-
ciones de areoos y gravas de cuarzo, así co-
rno eJe bentonita verde y caliza cJolornltica
que López Ramos considera en principio
corno perteneciente al intervalo Jurásico-Cre-
tácico.

Estas . capas rojas descansan sobre un


basamento cristalino que fue alcaf\ZacJo por
el pozo Yucatán No, 1, a 3 200 rn eJe pro-
fundidad ILópez Ramos, op. cit.). De una
muestra de pórfido riolítico obtenida de
este pozo se obtuvo una edad Rb-Sr de 410
millones rJe años (silúrico). Este pórfido se
encuentra al parecer intrusionado en un
esquisto de cuarzo y clorita ILópez Ramos,
op. cit.\. En el pozo Yucatán No. 4 se cor-
taron 8 metros de cuarcita ligeramente rneta-
morfizada que subyoce a los lechos rojos del
Triásico-Jurásico llópez Ramos, op. cit.).

E~presión morfológica de la Caliza Sierra Madre (Aibiano·Cenomaniano) Los depósitos cenozoicos de la península
sobre la Formación San Ricardo (Neocomiano), al oeste de Ocozocuautla, Chiapas. de Yucatán están representados principal-
Foto: Juan A. lruretagoyena SPP mente por secuencias calcáreas y dolomíticas
con intercalaciones de 8'/aporitas. Butterlin
y Bonet (1963) han reconocido una colum-
na que var (a desde el Paleoceno hasta el
Cuaternario. Esta columna incluye, en orden
ascendente, las formaciones Chichén 1tzá e
!caiche del Paleoceno-Eoceno: las forma-
ciones Bacalar; Estero Franco y Carrillo
Puerto del Mioceno Superior, Plioceno y las
calizas con moluscos del Pleistoceno-Holo-
ceno. El Oligoceno no ha sido reconocido en
superficie, pero fue cortado en las perfora-
ciones exploratorias de los pozos Chicxulub
No. 1 y Cacapuc No. 1 IButterlin y Bonet,
1963). La distribución en superficie de las
unidades del Cenozoico muestra claramente
una retirada gradual de los mares hacia la
1ínea de costa actual y es sólo en el Eoceno
cuaooo los mares transgreden y cubren casi
por completo la península de Yucatán IBut-
terlin y Bonet op. cit.).

4.4. Resumen tectónico

Las rocas metamórficas que afloran en la


Sierra de Soconusco han sido relacionadas
con un evento metamórfico contemporáneo
de la fase grenvill iana de deformación, la cual
es bien conocida en el este de Estados Unidos
ICarfantan, 1977), y que también ha sido
correlacionada con los eventos metamórfi-
cos que origiooron el Complejo Oaxaqueño
!Fries et~l., 1962).

Posteriormente a estos eventos se instau-


ró un geosinclinal en la porción septentrional
de América Central, con una orientación
general este-oeste, y limitado hacia el norte
·por una masa cratónica ubicada en la actual
posición d,e la península de Yucatán y el
Banco de Campeche IDengo, 1968). Los
Aflorámiento de una secuencia de calizas y lutitas del Cretácico sedimentos depositados en este geosinclinal
Superior al sureste de Comitán. durante el Paleozoico 1nferior y Medio
Foto: Juan A. lruretagoyena SPP fueron deformados e intrusionados en un
80
PLANO DE DISTRIBUCION DE FACIES DEL SURESTE Figura 4.4
DE MEXICO PARA EL NEOCOMIANO-APTIANO

GOLFO

DE

MEXICO

~ Sed1mentos de aguas profundas

i1 'i"1 1 Carbonatos, evapor~tas


o 200 km
~ Borcie de plataforma (banco)

~ Borde externo de la zona de talud de dolomitas

~ Cercano a costa

!v· v'1 Volcán1cas y cercano a costo

Area emerg1da (Viniegra, 1981, PEMEX)

probable episodio de deformación que se culminó durante la Orogenia Apalachiana de neció como área estable, pero sumergida y
desarrolló en el Devónico 1Eardley, 1954; finales del Paleozoico. Durante el Jurásico con una sedimentación de aguas someras,
Oengo, 1968). Superior ocurrió una transgresión que dio conformando un gran banco calcáreo que
lugar a la sedimentación marina, sobre todo se extend(a hasta Chiapas y sur de Veracruz.
La siguiente fase de deformación, ocurri- en las localidades cercanas al litoral del gol- Viniegra presupone (1981) que el banco cal-
da a finales del Paleozoico, afectó las secuen- fo en Tabasco y Veracruz. En la Sierra Madre cáreo yucateco basculó durante su evolución
cias sedimentarias del M is.is ípico-Pensilván ico Oriental y otras regiones del este de México hacia el suroeste; esta interpretación la sus-
del sureste de Chiapas y originó la principal ha sido relacionada esta transgresión jurásica tenta el hecho de que en las perforaciones
actividad plutónica, en la actual Sierra de con la apertura del extremo occidental del de Petróleos Mexicanos el basamento fue
Soconusco, fenómeno que fue seguido por mar de Tethys (Tordy, 1975; Campos y Ra- encontrado en profundidades que aumentan
un prolongado intervalo de historia continen- mlrez, 1979) durante la disgregación de la de oriente a poniente hasta la plataforma
tal durante el cual probablemente se deposi- Pangea. marina de Campeche, en donde alcanza pro-
taron las capas inferiores de la Formación fundidades superiores a 6 500 m y el espesor
Todos Santos. Damon y colaboradores rela- En el Cretácico se generaliza la sedimen- de las secuencias mesozoica y terciaria es
cionan el emplazamiento del batolito de la tación marina que en gran parte del estado aún mayor. Oengo (1968) reconoce una
Sierra de Soconusco con el cierre del oceáno de Chiapas está constituida por Jos sedimen- deformación parcial de la secuencia meso-
Proto-Atlántico y la unión de Sudamérica y tos de plataforma de la caliza Sierra Madre. zoica en la postrimer( a del Albiano, que fue
Africa con Norteamérica, fenómeno que La zona de la península de Yucatán perma- acompañada por intrusiones gran(ticas que
81
se extiende por la Sierra Madre del Sur, en sa y con el depósito de sedimentos flysh de zoico y Cenozoico. Las fallas de rumbo de
Chiapas y por Guatemala central. la Formación Ocozocuantla (Dengo op. cit.) .. este periodo parecen estar asociadas al mo-
vimiento de Norteamérica hacia el noroeste
Carfantan ( 1977) hacA mención de una Al parecer, los depósitos salinos de la ba-
con respecto a la Placa del Caribe, a lo largo
fase de deformación cenomaniana que colo- se del Mesozoico desempeñaron un papel
del sistema de fallas Polochic-Motagua de
có en forma alóctona un complejo volcánico muy importante en estas deformaciones, ya
Guatemala y ell imite sur de México.
plutónico, probablemente mesozoico, sobre que sirvieron de material plástico en el des&
la plataforma erosionada de Chiapas, en el rrollo del décollernent que plegó las secuen-
4.5. Yacimientos económicos
área de Motozintla, Este complejo correspon- cias mesozoicas y cenozoicas (Vlniegra, 1981).
der( a a un arco volcánico similar a los reco- En la franja Reforma-Campeche, el origen
En el subsuelo de la zona de Reforma. en
nocidos en el noroestA y oeste de México. del sistema estructural de almohadillado tie- los 1(mitos de Chiapas y Tabasco, as{ como
ne relación con los empujes verticales de la
en la plataforma marina de Campeche se
Posteriormente a esta deformación, du- sal subyacente.
encuentran las principales reservas petroleras
rante el Cretácico Superior, Paleoceno y Durante el Cenozoico Superior la región del pa ls. La mayor producción proviene de
Eoceno, la secuencia mesozoica fue afecta- de Chiapas se ve aparentemente envuelta en rocas del Jurásico Tardlo y Cretácico, asl
da por las deformeciones de la Orogenia La- una tectónica de fallamiento normal y corri- como de la base del Paleoceno, En estas zo-
ramide al tiempo que se desarrollaba una mientos laterales que complican las relacio- nas las secuencias presentan facies de talud
cuenca marina alargada en forma de antefo- nes estructurales de las secuencias del Meso- constituidas por material detr ftico fractura-

PLANO DE DISTRIBUCION DE FACIES D.EL SURESTE Figura 4.5


DE MEXICO PARA EL ALBIANO-CENOMANIAMO

GOLFO

DE

MEXICO

-
E:a Seclrmentos de aguas profundas

~ Carbonatos, evaporrtas

1~1 Borde de arrecife 1¡ banco

Q Límrte probable de elásticos del banco


g LImite de aguas profundas

D Cercano a costa

~ Volcánicas y cercano a costa

!ZJ Area emergida

m Banco de carbonatos de la Faja de Oro

~ Banco de carbonatos de Yucatán (Según Vinie~ra, 1981, PE ME X~


82
do y dolomitizado. La franja de talud donde y que los yacimientos se desarrollaron en cion plata-plomo-zinc-oro-cobre. En general
se depositaron estas secuencias se desarrolló trampas muy variadas, resultado de la evo- son de pequeñas dimensiones y se localizan
durante el Cretácico en el borde del ban- lución estratigráfict~ y estructural muy com- fundamentalmente en el sur de Chiapils, en
co calcáreo yucateco que se extend (a hasta • pleja, las localidades de Pijijiapan, Nueva Morelia,
Chiapas y sur de Veracruz. Lajeria, Payacal y Almagres. Existen, ade-
más, yacimientos metasomáticos de hierro en
En la región sureste de México existen las localidades de La Ventosa, Niltepe y Fo-
Se ha considerado que las rocas genera- algunos yacimientos minerales conocidos de lolapilla; de hierro y cobre en Arriaga, y de
doras de estos hidrocarburos son jurásicas origen hidrotermal que presentun la asocia- cobre, plomo y zinc en lxtapa.

PLANO DE DISTRIBUCION DE FACIES DEL SURESTE Figura 4.6


DE MEXICO PARA EL CRETACICO SUPERIOR

GOLFO

DE

MEX IC()

~
CARBONATOS (con rudastas)
EVAPORITAS . ';V. 'y
FACIES DE AGUAS PROFUNDAS ·. ;- v ,V
I2Zl (con glob1gettnasl ··""'::'-:-.~~ll 200 km.
[]]] MELANGES DE AGUAS PROFUNDAS

E3 CERCANOS A COSTA

~ VOLCANICAS Y CERCANO A COSTA

W INTRUSIONES VOLCANICAS

[Z] AREAS EMERGIDAS (Según Viniegra, 1981, PEMEX)

PLANO DE DISTRIBUCION DE FACIES DEL SURESTE Figura 4.7


DE MEXICO PARA EL PALEOCENO

GOLFO

Carbonaaos, Evapor11a~ 200 km.


Mar ab1erto (lu111as, aremscas, margas!

Mar ab1erto (margas)

Clastos dr.l borde del bu11CC>

Areasemerg1das

(Según Viniegra, 1981, PEM EX)


83

i

Vista del Cañón del Sumidero desarrollado en la Caliza Sierra Madre, en el Estado de Chiapas.
Foto Juan A. lruretagoyena SPP

(i

84
Bibliografía y Referencias

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85
Anexo: Metodología de Elaboración de la Carta Geológica Escala 1: 1000 000

Introducción ción anterior, en las que se comparó la principales: el contenido mineral y su ocu-
inform<Jción I;Jibliográfica con las observacio- rrencia, en tanto que la división de las rocas
Las cartas geológicas esC'.ala 1. 1 000 000 nes de campo, se normaron criterios estra· sedimentarias se basa en su origen y en el
de la Dirección General de Geografla mues- tigráficos, litológrcos, estructurales y econó- tamaño de los componentes, mientras que
tran.los rasgos generales de la estructura geo- micos de carácter general para realizar la para las rocas metamórficas, la agrupación
lógica del pa ls, no sólo a través de ·los dife- interpretación, y se plantearon los proble· se hizo según sus afinidades en trama y
rentes tipos de rocas que afloran en la mas cartográfico-geológicos por resolver, textura.
superficie, sino taMbién del tiempo geológi-
co en el que fueron formadas, es decir, de 3. lnterpretaci6n. Con los datos y con- Las claves utilizadas para cada tipo de
su posición relativa dentro de la columna clusiones de la inspección preliminar se pro- roca son las siguientes:
estratigráfica. Estrictamente aparecen deli- cedió a interpretar las imágenes, cartas y
mitadas uni'dacjes cronoestratigráficas gene- fotograflas aéreas. Rocas lgneas 1ntrusivas
rales que se presentan contrastadas por lgnea intrusiva ácida lgia
diferentes colores y acompañadas por los Con base en cartas topográfiq¡s regiona- lgnea intrusiva intermedia lgii
rasgos estructurales regionales que las afec- les, se delimitaron en las imágenes las zonas lgnea intrusiva básica lgib
tan. Las pantallas que se utilizan en la carta por trabajar, formando con ellas mosaicos
geológica 1:1 000 000 marcan diferencias en que cubrían totalmente el área. Sobre estos Rocas lgneas Extrusivas
la composición de las rocas volcánicas. mosaicos, y utilizando técnicas de interpre- lgnea ex trusiva ácida lgea
tación referidas a los tonos, texturas, pa- lgnea extrusiva intermedia lgei
Asimismo, aparecen local izadas las pr inci- trones. de drenaje, rasgos morfológicos, y Jgnea extrusiva básica lgeb
pales m in as, zonas geo térmicas y aparatos otros, se procedió a delimitar las unidades
volcánicos que completan la información de rocas y suelos, observando las especifi- Rocas Sedimentarias
geológica general. caciones y limitantes propias de la escala. Suelos S
A criterio del intérprete se exageraron, dis- Lutita lu
Etapa~ de trabajo minuyeron, englobaron o se omitieron uni- L.irnolita lm
d~des de roca y suelo de extensión reducida, Arenisca ar
La carta se elaboró empleando básica- o con poca relevancia geológica o económica. Conglomerado cg
mente técnicas de interpretación geológica Caliza C7
en imágenes de satélite, con el auxilio de En la parte del área en que se tuvo cu- Yeso y
fotografías aéreas en escala de 1 50 000 a brimiento geológico con cartas a la escala de
1· 90 000 y cartas geológicas de diversas 1: 50 000, elaboródas por esta Dirección Ge- Rocas Volcanosedimentarias
escalas, publicadas tanto por la Dirección neral, la interpretación se realizó generali- Arenisca y toba ar-1
General de Geografla como por otras depen- zando la información complementándola
dencias. Todo el trabajo de interpretación con interpretación de fotografías de escalas Rocas Metamórficas
se apoyó fundamentalmente en investiga- pequeñas. Pizarra Pz
ciones de campo y laboratorio. Filita F
A las unidades asl delimitadas se les asig- Esquisto E
La metodología utilizada para la elabora- nó una clave compuesta que ind'1ca tanto la Gneis Gn
ción de esta Carta comprendió las etapas in- edad, como el tipo litológico al que pertene- Complejo metamóriico c. met.
dicadas a continuación: cen. En primer término se anotó el s(mbolo
de la edad, y en segundo, entre paréntesis, la Las asociaciones de tipos distintos de ro-
1. Selección del material, recopilado y clave 1 itológica correspondiente, cas S8dirnentarias se señalaron en la Cart<J
análisis de información previa. En esta pri- mediante una combinación de claves y en el
De acuerdo con la bibl iograf (a compilada,
mera etapa se seleccionaron imágenes del caso de asociaciones de rocas metamórficas,
a cada unidad se le asignó un símbolo de la
satélite LANDSAT a la escala de 1. 500000, se indican con el término "complejo meta·
ecjad en forma provisional, mismo que en
adecuadas para este tipo de trabajo, con las mórfico".
concordancia con los criterios de car¡1po, se
fechas de toma que ofrecieron mejor resolu- confirmó o modificó. En los casos en que
ción. As'rm'rsmo, se seleccionaron cartas geo- Finalmente se hizo la interpretación de
no se tuvo securidad en la edad, se agrEgÓ un
lógicas en varias escalas, donde quedaron rasgos estructurales y la elaboración de iti-
signo de interrogación al s(mbolo corres-
comprendidas áreas de trabajo que ofrecían Tl8rarios para la verificación de campo.
pondiente.
información geológica susceptible de inte- ·
gración a la carta y se consultaron trabajos Durante esta etapa, se asignaron claves 4. Verificación de campo. La siguiente
geológicos de ti¡)o académico y económico litológicas a las unidades delimitadas que tie- etapa consi9ti6 en la verificación de campo,
con el propósito de localizar zonas mineras nen caracter (sticas en las imágenes que per- con arreglo al itinerario proyectado en la
y geotérmicas, asl como para normar crite- miten suponer una litolog(a que coincide o etapa anterior. Se visitaron localidades pre-
rios estratigráficos y tectónicos. se aproxima a las especificaciones dadas para viamente seleccionadas con el fin de observar
cada tipo de clave. las características locales de los afloramien-
2. Inspección prel'lminar. Esta segunda tos y las variaciones regionales de las unida-
etapa comprendió la realización de visitas al Las rocas (gneas que se muestran en la des y se hicieron caminamientos en secciones
campo, basadas en el análisis de la informa- Carta .están agrupadas según dos parámetros ti picas para detectar anomalías, variaciones

1
87
,L
litológicas horizontales y verticales, y rela- na estratigráfica y su relación de concordan- d íos petrográficos de laboratorio a todas
ciones estratigráficas. cia con las que las subyacen o sobreyacen. aquéllas en las qwe se tuvo alguna duda rela-
cionada con su clasificación.
En las localidades visitaflas se hicieron La edad relativa de las rocas sedimentarias
descripciones litológicas macroscópicas, seña- y metamórficas se obtuvo observando el con-
5. Reinterpretación. En la siguiente etapa
lando la textura de la roca, componentes visi- tenido faun ístico y su posición relativa den-
se hizo una reinterpretación sobre el material
bles, estructuras primarias y secundarias, y su tro de la columna estratigráfica; en el caso
de trabajo con base en los resultados de las
clasificación, así como descripciones faun is- de las rocas volcánicas se observaron tanto el
observaciones de campo y de los análisis de
ticas preliminares mediante la colección de desarrollo morfológico, como la posición es-
laboratorio, lo que sirvió para correqir los
muestras con fósiles macroscópicos, las que tratigráfica, en tanto que el criterio aplicado
errores y omisiones cometidos en las etapas
se clasificaron en forma preliminar en los a las rocas intrusivas fue el de su relación con
anteriores.
casos en que se detectó su importancia bioes- las rocas circundantes y el conocimiento de
tratigrática. Además de esto, se tornaron edades radiométricas obtenidas de estudios
muestras de rocas susceptibles de contener previos realizados por otras dependencias. 6. Transferencia. En esta última etapa se
rnicrofósiles con el fin de efectuar estudios procedió a transferir los datos obtenidos a la
paleontológicos posteriores. Se hizo la observación de los principales base topográfica ya descrita, luego de lo cual
rasgos estructurales y económicos y se toma- se trasladó el material al área de edición, don-
Por observación directa se determinó la ron muestras de todas las unidades por repre- de se realizaron los procesos previos a la im-
posición relativa de las unidades en la colurn- sentar cartográficarnente, enviando para estw- presión final.

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