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En el año 1972, poco antes de radicarme (GBL) en Colombia, tuve el privilegio de participar en
la producción de un documental para la televisión estadounidense sobre la vida social del lobo
gris. Durante ese año y en forma intensiva durante el invierno, con sus temperaturas llegado a
los 40 grados bajo cero, viajamos a la Isla Royal en el Lago Superior para filmar los ciclos de la
vida de esta magnífica criatura: su nacimiento, sus juegos de cachorro para aprender las "reglas
sociales" de la manada, su "adolescencia" en la cual aprende su papel en el majestuoso y
complejo arte de la cacería en equipo del venado y del arce, sus bellos rituales de
emparejamiento, merecedores de la letra del más conmovedor bolero, la inimaginable ternura
en la crianza de la próxima generación y, finalmente, su noblemente triste suicidio cuando ya no
puede cumplir sus responsabilidades en la manada.
Lo que más me impactó y provocó un estudio posterior sobre los ritmos y los ciclos vitales en la
naturaleza, fue la forma en que cualquier lobo que no siga las establecidas etapas y sub-etapas
de desarrollo individual y social dentro de la manada, termina rechazado por su misma familia,
su grupo de cacería y el resto de su manada y relegado a la vida del "lobo solitario" que
rápidamente cae víctima de las trampas o las balas del cazador humano o del granjero que busca
proteger su gallinero o sus ovejas de este animal ya reducido a un desesperado depredador.
La naturaleza nos enseña que cada fin es un nuevo comienzo, cada muerte un nacimiento, cada
ciclo una preparación para el siguiente ciclo. Cada ciclo es una etapa de la evolución psicosocial
(como de cualquier evolución) y está caracterizada por una serie de "tareas existenciales", pasos
de crecimiento personal, conyugal, familiar o grupal que pueden elaborarse mejor durante este
"período crítico", o sea durante la etapa propicia para ellas. Intentar elaborar dichas tareas antes
del período crítico generalmente es un fracaso, porque la persona no está adecuadamente
dotada o preparada para hacerlo. Elaborarlas posterior al período crítico trae consigo una
disminución de la capacidad para hacerlo y las consecuencias que surgen al no elaborarlas en su
debido tiempo.
Para un entendimiento óptimo del siguiente material, nos conviene recordar algunos de los
preceptos más importantes acerca de sistemas y de su evolución:
1. Un sistema es un conjunto de elementos que se relacionan entre sí de tal manera que lo que
afecta a uno afecta a todos y lo que afecta a la totalidad afecta a cada uno.
2. Cada ser humano, pareja, familia y grupo social es un sistema que se comporta según las leyes
de este.
En la primera, la persona se estanca en una etapa o sub-etapa sin "terminarla" pero comienza a
elaborar las conductas de la(s) siguiente(s). Esto es especialmente crítico cuando se trata de la
transición entre etapas y no sólo entre sub-etapas. Un ejemplo de esto sería la muchacha que sin
terminar su Subetapa de Individualización ante sus padres (se mantienen conductas de
dependencia, pasividad, sumisión, etc.), adelanta la Subetapa de Emparejamiento y aun la Etapa
de Adultez: se desenchufa el cordón umbilical emocional de los padres y lo enchufa de nuevo en
el novio/profesor/jefe. Tarde o temprano, brotarán los síntomas personales e interpersonales de
este estancamiento parcial en la sub-etapa de individualización y de una adolescencia nunca
terminada.
En el otro caso, la persona "salta" una sub-etapa (y ocasionalmente una etapa entera) para
adelantar a las siguientes. Tal es el caso del "hijo parental" que, por las razones que sean, no
realiza su Subetapa de Extroversión y de gallada, asumiendo, en su lugar, responsabilidades de
trabajo y/o de la crianza de los hermanitos. Tarde o temprano, este individuo va a tener que
recuperar esa experiencia (aunque sea en forma simbólica) o se verán afectadas todas sus
relaciones interpersonales subsecuentes.
Presentamos esta síntesis de vivencias con tres fines. Primero, la consideramos útil para padres
y otros educadores en el establecimiento de parámetros y normas para la crianza y la educación.
Segundo, sirve como un "menú" de posibles intervenciones para el psicoterapeuta o consejero.
Finalmente, ha sido muy útil para lograr un "auto-diagnóstico" del mismo profesional y de
otros: identificar unas vivencias "perdidas" en una o varias etapas, con el fin de "rellenar la
laguna" en forma simbólica o literal y "cerrar el capítulo" de una etapa saltada o una no
completada, mediante una "revisión de vida" , la auto-reflexión - acción, un taller de crecimiento
personal o un apoyo terapéutico.
1. Tener un ambiente intrauterino propicio para el óptimo estado de salud y crecimiento, el cual
depende directamente del estado de salud y de los hábitos de la madre: alimentarse bien, hacer
ejercicio, gozar una relación conyugal estable, abstenerse de fumar, beber o tomar drogas no
controladas por el médico, etc.
3. Ser aceptado y deseado desde antes de nacer, cualquiera que sea su sexo, percibiendo
(neuroquímicamente) actitudes positivas de ambos padres acerca del embarazo y el nacimiento-
-su significado y sus consecuencias--a pesar de la incomodidad y del dolor.
4. Recibir de los padres caricias físicas (a través del abdomen de la mamá), conversación, canto,
etc.
1. ETAPA - INFANCIA:
1. limpieza e higiene;
1. vacunas adecuadas.
1. Sentir aceptación incondicional como recién nacido, a través de los elogios verbales y caricias
físicas abundantes.
3. Comer cuando tenga hambre y dormir cuando tenga sueño, a pesar de la posible
inconveniencia para los padres. A partir de los dos meses (más o menos), tener horarios
establecidos más no rígidos de alimentación y sueño, tomando en cuenta el patrón establecido
por el niño.
5. Tener claridad sobre la figura maternal (comparada con la abuela, hermana mayor u otra
persona con funciones maternales).
4. Recibir enseñanza sobre control de los esfínteres cuando físicamente sea capaz, sin violencia
física o verbal.
7. Recibir normas unificadas (entre las figuras de autoridad) y constantes (a través del tiempo).
10. Recibir muchos elogios por el ser (no sólo el hacer): su esencia y sus cualidades personales.
11. Ser corregido por la conducta (no el ser), en forma adecuada y relacionada con la ofensa y
con un castigo adecuado a la edad.
12. Tener espacios, tiempo, actividades y objetos, tanto privados como compartidos.
13. Ser respetado en su privacidad y ser educado para respetar la privacidad de otros
especialmente de los padres y hermanos.
2. Percibir en los padres igualdad de derechos y deberes, sin discriminación por sexo.
3. Recibir de los adultos, ante peleas con otros niños por juguetes compartidos, instrucción y
manejo de turnos de muy corto tiempo.
4. Estar con otros niños sin ser obligado a jugar con ellos.
6. Ser tomado en serio, especialmente sus emociones legítimas (no rebuscadas o manipulativas)
de miedo, rabia, tristeza, etc., sin que se diferencie entre ellas según sexo.
7. Recibir indiferencia de las figuras paternales ante sus pataletas, rabietas y otros rebusques
emocionales.
8. Tener personas en su entorno que le hablen claro y despacio, sin remedarlo o hablarle a
media lengua.
10. Sentirse valorado y amado como hijo, con una aceptación incondicional, a pesar de su
ambivalencia afectiva infantil (amor y rabia).
12. Recibir reconocimiento y valorarse por la importancia de su rol familiar, sin sentir que los
demás se hayan sacrificado por él.
13. Vivenciar y gozar el contacto co la naturaleza: el sol, el viento, las flores, el agua, los
animales, etc.
16. Recibir enseñanzas sobre normas sociales básicas: saludar, dar las gracias, no interrumpir
cuando otros hablan, comer con cubiertos, etc.
17. Percibir en Dios un Papá que nos ama, nos protege y nos enseña a amarnos y a respetarnos.
5. Recibir estimulación en todos los diferentes canales sensoriales: auditivo, visual, olfativo,
gustativo y quinético-corporal.
7. Escoger, dentro de límites razonables, sus propios juguetes, ropa, comida, etc.
8. Tener contacto con "héroes" y otros modelos de los valores socioculturales positivos que los
padres deseen trasmitir.
9. Asumir responsabilidades caseras definidas según capacidad (y no según sexo u otro criterio
que refleje un prejuicio).
10. Tener voz y voto en ciertas decisiones sobre recreación y actividades sociales familiares.
11. Tener el derecho de "estrenar" rebeldía con el "No!, sin que los padres se sometan a lo ilógico
o se nieguen a lo lógico.
12. Tener una satisfactoria experiencia preescolar, que incluye la resolución de temores de
separación (sin recurrir a la sobreprotección) y que estimula sus aptitudes mediante los "pre-"
(pre-matemáticas, pre-idiomas), sin ser obligado a aprender, prematuramente, los contenidos
de esas materias.
14. Poder contar con que lo que le dicen los padres es la verdad.
15. Recibir una mayor cantidad y calidad de tiempo del padre del mismo sexo.
17. Oír cuentos, relatos y programas de cine, TV y radio que sean aptos para su edad.
20. Recibir reconocimientos y valorarse como buen hijo, hermano y ser humano único.
21. Recibir reconocimiento y valorarse por llevar a cabo, solo, ciertas tareas como vestirse,
comer, etc.).
24. Percibir a sus padres felices y realizados como personas y como pareja.
25. Percibir en Dios un Padre que lo ama y lo premia cuando actúa bien.
1. SUBETAPA DE EXTROVERSIÓN (6 - 11 años) : Además de lo relevante de lo anterior:
2. Tener actividades con patines, patineta, bicicleta y de contacto físico con personas de la
misma edad y sexo.
7. Recibir aceptación de los padres y de otras figuras de autoridad por conformarse a sus
normas.
10. Enfrentar las consecuencias de sus errores y "embarradas", sin que alguien lo sobreproteja
de ellas.
11. Resolver sus propias peleas y disgustos con hermanos y amigos, sin la intervención
innecesaria de los adultos.
12. Escoger sus propios amigos, sin que los padres y otras figuras de autoridad dejen de opinar
sobre ellos (sin cantaletear).
13. Recibir razones lógicas y funcionales (no abstractas) acerca de las normas (mas allá de "Soy
tu padre y aquí mando yo!").
17. Recibir reconocimiento y, por ende, valorarse por inteligente, buen amigo, ágil, creativo y
buen estudiante.
20. Coleccionar, sin críticas o imposiciones, objetos como piedras, tapas, estampillas, "monas"
de álbum, etc.
21. Aprender a practicar la cooperación y el trabajo en equipo como una manera de relacionarse
con sus hermanos, sus amigos y sus compañeros de colegio.
24. Asistir a un colegio cuyos valores, filosofía y normas están consistentes con los de los padres.
25. Realizar sus propias tareas escolares sin la intervención innecesaria de los padres u otras
personas.
26. Percibir en Dios un Maestro Creador de un mundo bello, que desea que conozcamos,
cuidemos y gocemos ese mundo.
1. ETAPA - ADOLESCENCIA:
1. SUBETAPA DE PUBERTAD: Además de lo relevante de lo anterior:
1. Haber recibido con anticipación a la etapa, información sobre las características sexuales
corporales de la pubertad: desarrollo púbico, excitación sexual, eyaculación, menstruación,
masturbación, cambio de voz, barros, desmedido crecimiento y torpeza, etc.
1. su introversión temporal ;
1. sus frecuentes deseos de aislarse y estar solo, especialmente de sus padres y hermanos ;
3. Continuar su valoración y auto-valoración como ser humano, a pesar de los cambios físicos
psicológicos, emocionales y sociales.
2. Tener el derecho y los espacios para criticar y rebelarse contra normas impuestas y, a pesar de
ello, recibir respeto, aceptación, comprensión y afecto como un valioso ser humano y miembro
de familia.
3. Tener el tiempo y la libertad, sin presiones externas prematuras, para desarrollar criterios
propios de recreación, vestido expresión sexual, la carrera, el trabajo, ética y moralidad, la
amistad, etc.
4. Acordar o concertar con las figuras de autoridad (padres, profesores, etc.), la gran mayoría de
las normas y reglas que tiene que cumplir.
7. Tener el derecho de cumplir con las normas de los grupos de sus pares.
8. Tener "héroes" que reflejen normas distintas y a veces opuestas a las establecidas.
9. Recibir reconocimiento y valorarse por la nueva independencia y por sus criterios propios
diferentes a los de los demás.
10. Aceptar y sentir la aceptación de los demás en cuanto a su cuerpo y a su sexualidad,
sensualidad y genitalidad adultas.
12. Desarrollar una relación de interdependencia con los padres y hermanos, en la cual se siente
la amistad, presencia y disponibilidad de ellos, más no su imposición, constante crítica u
omnipresencia.
18. Recibir reconocimiento y, por ende, valorarse física, sexual, estética y socialmente.
20. Tener acceso a un profesional que pueda responder a sus inquietudes respecto a la salud
física y mental, incluyendo la vida sexual.
22. Desarrollar una conciencia social y las acciones que esta implica.
24. Percibir a Dios como un Amigo y como una fuente disponible (más no impuesta) de recursos
para la realización individual y social, y recibir comprensión y tolerancia familiar y eclesial ante
su rebeldía con Dios y con la religión.
2. Aceptar a la pareja como sujeto (un "tu") y no como objeto sexual o de satisfacción
egocéntrica (una parte del "yo").
3. Tener una relación amorosa con un miembro del sexo opuesto, llegando a la unión e
integración de lo afectivo y lo físico-sexual.
4. Vivir una relación de noviazgo, con acuerdos explícitos y concertados sobre temas como
exclusividad, "fidelidad", manejo de sexualidad y genitalidad, responsabilidades, normas
acordadas, individualidad de cada uno, etc.
10. Desarrollar una auto-imagen personal y una auto-imagen de pareja de "adulto" (en lugar de
"niño jugando al adulto).
12. Seguir desarrollando con sus padres una relación de amistad y no de autoridad absoluta,
recibiendo opiniones y apoyo más no críticas e imposiciones.
13. Reconocer autoridad y aceptarla con criterios relevantes.
22. Desarrollar formas recreativas y sociales de pareja, sin abandonar las individuales.
23. Desarrollar una relación viva y personal con Dios, en la cual se siente el derecho de discernir
sobre normas y valores.
1. ETAPA - ADULTA
2. Vivir (como soltero) fuera de la casa paterna o, al menos, en total independencia de la familia
de origen, con todos los derechos y las responsabilidades que esto conlleva.
6. Comprender y recibir comprensión de un posible deseo de no relacionarse con Dios, sino una
independencia con actitudes de auto-abastecimiento.
3. Encuadrar las aspiraciones y las ambiciones con las responsabilidades personales (recursos,
aptitudes, etc.) y ambientes (oportunidades) reales.
4. Ajustar las percepciones del "futuro", ya que este deja de ser un concepto abstracto y sin
límite y se convierte en una realidad a mediano plazo.
5. Revaluar los valores personales ante las confrontaciones del cónyuge, de los hijos y de otros
sistemas sociales.
8. Elaborar la soltería como alternativa escogida libremente (no reactivamente) y compensar las
carencias que ésta genera.
9. Establecer con Dios una relación de colaboración: "A Dios rogando y con el mazo dando."
4. Continuar, después de la jubilación, con una vida llena de sentido y con una estructuración de
tiempo que de cabida a actividades propias de todas las dimensiones humanas.
5. Percibir y desarrollar una relación de "unidad" integral con Dios y con el cosmos.
5. Gozar la vivencia de unificación del trascender con el ser, con el hacer y con el tener.
2. Vivir fuera de la casa paterna y formar una nueva "cultura" conyugal basada en la integración
sinérgica de las culturas individuales.
1. la intimidad es más profunda, pero a veces genera ambivalencia, cuando deja de ocupar el
primer lugar entre prioridades ;
2. puede surgir un distanciamiento u otro tipo de crisis durante la transición después de los
primeros dos años de matrimonio; luego se aumenta la intimidad cuando estas crisis se
resuelven satisfactoriamente.
3. Evaluar los éxitos y los fracasos con el fin de ajustar metas en común.
2. la intimidad sexual puede bajar durante la crisis individual de los cuarenta por las fantasías
acerca de otros posibles compañeros pasados, presentes o futuros.
2. comparación de los patrones de poder en la relación conyugal y familiar con los de otras
relaciones y contextos (familia de origen, trabajo, vida social, etc.).
3. relaciones después de nuevas decisiones personales sobre prioridades y valores ante la crisis
de los cuarenta;
1. ETAPA DE "NIDO VACIO" (la salida de casa de los hijos): Elaborar o terminar lo que no se
haya terminado en la etapa anterior, más...
4. la opción de terminar (o mejorar) una relación insatisfactoria mantenida "por los hijos".
1. Acordar un adecuado manejo del poder ante disminución de la seguridad, identidad o auto-
valoración personal, por la independización de los hijos y/o jubilación venidera.
3. por las crisis de enfermedad, muerte de parientes, cambio laboral o cambio repentino de
roles.
1. Redefinir las prioridades conyugales durante la renovación: viajes, vida social, estudios,
sexualidad, etc.
3. Resolver los conflictos que resultan de las conductas negativas (la "desbocada machista", los
celos, las "chocheras", el malgenio, etc.) debidas al miedo a la soledad, a la improductividad, a la
disfunción sexual y a la incapacidad.
2. los temores relacionados con la sobrevivencia que provocan nuevas necesidades de control y
poder.
1. la pérdida de amigos y familiares, la cual puede provocar un cierre excesivo de fronteras y una
peligrosa reducción de contacto social.
2. la separación de los hijos, la cual puede dar lugar a una apertura de fronteras para incluir
hermanos y otros parientes.
IV - INVOLUCIÓN CONYUGAL: De igual manera como una relación puede evolucionar,
también puede involucionar Generalmente existen seis etapas en este proceso (Wayne Oates,
1.986), cada una con intervenciones indicadas:
1. ETAPA DEL CONFLICTO NORMAL: Estos son los conflictos arriba mencionados que son
normales, naturales y necesarios en cualquier relación conyugal. Cada conflicto es una crisis y,
como tal, una oportunidad de crecer, de madurar y de profundizar la intimidad. Son pocas las
intervenciones terapéuticas necesarias y cuando lo sean, se limitan a la proactivización de la
comunicación.
2. ETAPA DE PACTO ROTO: En la medida en que una relación se desarrolla, se van formando
pactos o acuerdos que son la base de la confianza mutua. Cuando uno o ambos rompen los
compromisos en que se basan los pactos, la relación involuciona especialmente si el pacto roto
ha sido explícito y no sólo táctico. Como resultado, los dos inician un proceso de riñas, amenazas
e insultos como armas en la guerra por el poder. El consejero o terapeuta generalmente recurre,
en esta etapa involutiva, a las técnicas de Terapia de Pacto y otras técnicas comunicacionales.
IV - EVOLUCIÓN FAMILIAR:
De la misma manera como el individuo y la pareja siguen una evolución por etapas y
transiciones, la familia también requiere la oportuna elaboración de etapas paralelas a las de los
individuos y de la pareja:
1. ETAPA FAMILIAR INICIAL: Específicamente, en la etapa familiar inicial, con los niños
pequeños, se requiere:
2. Invertir tiempo, energía y dinero para los nuevos miembros del sistema.
1. ETAPA FAMILIAR INTERMEDIA: En la siguiente etapa, cuando uno o más de los hijos son
pre-adolescentes o adolescentes, se adiciona:
1. LA ETAPA DEL NIDO VACIO: En la etapa denominada el "Nido Vacío", cuando comienzan a
irse los hijos de la casa, se requiere:
1. Aceptar la independencia de los hijos y su salida de la casa paterna o del dominio de ella.
2. Adaptarse a la entrada, por visitas de otras personas, en el sistema familiar: novios, yernos,
nueras, nietos, consuegros, etc.
3. Adaptarse a la salida, por muerte, de algunas personas del sistema familiar nuclear o
extendido.
4. Establecer una relación sinérgica adulto-adulto con los hijos adultos y sus parejas.
2. Manejar la vejez y la viudez sin dependencia innecesaria o sobreinvolucramiento con los hijos.
Extraido de:
http://amauta-international.com/BIBVIRT/