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o y cinc. Resulta evidente que el empleo de una bebida que contenga estas sales minerales
disueltas será beneficiosa para mejorar el rendimiento deportivo.
La cantidad y tipo de líquido que el deportista necesita tomar para compensar dicha pérdida de
agua y electrolitos depende de la duración e intensidad del ejercicio y también de las
condiciones climatológicas (temperatura y humedad relativa).
Las bebidas deportivas tienen componentes comunes: agua, hidratos de carbono simples
(glucosa, fructosa, glucosa) o complejos (polímeros de glucosa, maltodextrinas) y electrolitos
(sodio, potasio, cloro, fósforo, magnesio y calcio). Algunas marcas incluyen vitaminas y aditivos
colorantes, aromatizantes y edulcorantes. La diferencia entre unas y otras estriba
principalmente en el grado de concentración de sus componentes. Por ello, existen distintos
tipos de bebidas
El ácido glutámico se obtiene por complejas reacciones metabólicas a partir del ácido aspártico,
por lo que administrando aspartato potásico y aspartato magnésico, se aporta simultáneamente
potasio, magnesio y ácido aspártico que se convertirá en el interior de nuestro organismo en el
buscado ácido glutámico. De esta manera, se frenará en parte la pérdida de proteína del tejido
muscular originada por el entrenamiento y/o la competición profesional. A la vez, esta forma de
administrar potasio, hace que éste no sea tan irritante para la mucosa del estómago como el
tradicional cloruro potásico, empleado por numerosas marcas comerciales de bebidas
energéticas.
Otra de las novedades que presentan algunas marcas comerciales de bebidas isotónicas es
que emplean en su formulación el zinc. Numerosos estudios analíticos del sudor demuestran
una importante pérdida de este mineral durante la práctica deportiva intensa, por lo que debe
ser repuesto a la mayor brevedad
3. Una bebida hipertónica tiene (generalmente) más de 8g de azúcar (hidratos de carbono) por
cada 100ml y una presión osmótica mayor que los fluidos corporales. Su objetivo primordial es
ser proveedor de energía y en segunda instancia aplacar la sed. Las bebidas hipertónicas se
absorben más lentamente que el agua. La dosificacion ideal es de 30 a 60 minutos antes de la
actividad deportiva
/entrenamiento/esfuerzo y directamente después de realizar la actividad
deportiva/entrenamiento/esfuerzo. Las bebidas hipertónicas también son para deportistas u
obreros de la construcción que piensan que durante su entrenamiento/partido/ esfuerzo
necesitan algo más de energía. También ideal para esfuerzos duraderos menos duros como
estudiar, conducir, jugar a juegos etc…
Las bebidas hipertónicas presentan una elevada concentración de sustancias disueltas en el
líquido, en concreto su concentración es superior al 10%. Debido a esta característica, el
organismo libera agua para diluir este líquido ingerido hasta que llegue a ser isotónico, es decir,
de igual concentración que el plasma.
A consecuencia de la secreción orgánica de agua, el deportista puede sufrir problemas
gastrointestinales como diarrea y vómitos, lo que favorecería la deshidratación con graves
resultados. Por tanto, las bebidas hipertónicas no están aconsejadas en situaciones en las que
hace mucho calor o el deportista suda en exceso.
Cuando la pérdida de sudor no es alta y, por tanto, no es necesario tomar muchos líquidos, pero
se ha de aportar energía en forma de hidratos de carbono, las bebidas hipertónicas sí son una
opción apropiada. Si en esta situación, en vez de tomar una bebida hipertónica, el deportista se
decanta por una isotónica o una hipotónica (de concentración inferior al 6%, como el agua), no
recibe la cantidad suficiente de hidratos de carbono y corre el riesgo de sufrir una pájara.
Por ello, las situaciones en las que se recomienda la ingesta de bebidas hipertónicas son
aquellas en las que se lleva a cabo un ejercicio prolongado a bajas temperaturas, no se suda
en exceso, y no es necesario un aporte excesivo de líquido, pero sí de hidratos de carbono que
compensen el gasto de energía.