TEORÍA SECULAR Y TEORÍA DE INTEGRACIÓN

Wayne Erick Johnston

¿Cuáles son las diferencias entre las teorías de consejería bíblica y las teorías de los
consejeros seculares e integracionistas?

¿Realmente importan estas diferencias?

Si esas diferencias sí importaran, ¿por qué importan?

Consejería secular: John Bradshaw

Dios Un poder superior

“Mi poder superior es el fruto de mi búsqueda subjetiva de significado, junto con

mi espiritualidad y fe religiosa… Mi felicidad realmente proviene de una nueva
auto definición: una que dice que tú eres digno de cualquier cosa que
honestamente desees y puedas crear. El gozo en mi vida, ahora mismo, surge de
los riesgos creativos que he asumido porque he creído en mí mismo”.

Hombre Bueno; autosuficiente

“es divino en su esencia”

Verdad Se encuentra en el interior; perdida durante la infancia

“La codependencia es un ‘trastorno’ del ser en desarrollo, que causa varios

niveles de desprendimiento del ser. Pongo entre comillas la palabra ‘trastorno’
para indicar que la codependencia no es una condición médica. Es la pérdida de
la capacidad de sentirse a gusto con uno mismo, un sentimiento de vacío interior,
un estado de no sentirse en casa consigo mismo. Cuando observamos las reglas
de la pedagogía venenosa, parece claro que la yoidad sería un logro
extraordinario para cualquiera que haya sido criado con estas reglas”.

Pecado Es el resultado de cuando otros pecan contra ti; los pecadores son víctimas de una
“vergüenza tóxica”

Cuando los padres pecan, se da inicio a una reacción en cadena que les provoca
vergüenza a sus hijos. Esto lleva a los hijos a pecar y, en su lugar, más adelante
transfieren la misma vergüenza destructiva en sus propios hijos, quienes, por lo
tanto, se ven impotentes al momento de rechazar las tentaciones para pecar.

Cambio Recuperar el niño interior que está herido

“Relájate y enfócate en tu respiración… imagina que estás bajando por una larga
escalinata… regresa en el tiempo hasta que llegues a la calle donde vivías antes
de cumplir siete años… Mira a ese niño pequeño que sale por la puerta de la
casa… Dile que provienes de su futuro. Dile que sabes más que nadie lo que
está atravesando, su sufrimiento, su abandono, su vergüenza… Ahora pregúntale
si está dispuesto a irse a casa contigo… tómalo de la mano y comienza a
alejarte… mira cómo tu mamá y tu papá salen a la puerta. Diles adiós con la
mano… continúa alejándote… hasta que ellos hayan desaparecido por
completo… Abraza a todos tus amigos y permite que tu poder supremo entre en
tu corazón… Ahora, aléjate y prométele a tu niño que te reunirás con él durante
cinco minutos cada día. Señala una hora exacta… Toma al niño en tu mano y
permite que se encoja hasta que tenga el tamaño de tu mano. Ponlo en tu
corazón… Adquiere un sentido de comunión contigo mismo, con tu Poder
Supremo y con todas las cosas”.
 “De todas las personas que podrás conocer, tú eres la única que jamás podrás
perder”.

Integracionismo: Gary Collins

Dios El Dios de la Biblia

“Las Escrituras y nuestras propias experiencias dan evidencia abundante que

Dios puede y, de hecho, lo hace, obrar a través de consejeros capaces y sensibles.
A menudo, estos consejeros escucharán, darán aliento, desafiarán el pensamiento
y emplearán una cantidad de otras técnicas que son usadas tanto por consejeros
cristianos como por aquellos que no soy creyentes… La ayuda que viene de
consejeros comprensivos es una de las mejores maneras por las cuales nuestro
Dios todopoderoso produce cambio y sanidad en tiempos de necesidad”.

Hombre El hombre es bueno; autoestima

La enseñanza bíblica sobre la dignidad humana… afirma que… poseemos gran

valor y relevancia… Se nos describe como “poco menos que Dios”… La Biblia
está llena de evidencia que demuestra nuestro valor eterno ante los ojos de Dios.

Collins explica cómo aconsejar a la gente con “sentimientos de inferioridad y

baja autoestima” en la siguiente lista:

1. “Deles apoyo, aceptación y aprobación genuinos.

2. Comparta la perspectiva bíblica de la autoestima (ver la cita anterior)
3. Busque desarrollar la compresión y una evaluación propia realista
4. Cambie el dialogo interior no saludable”…

Verdad La Biblia y la psicología

“Estoy comprometido con la tarea de la integración. Quiero que se refleje en mi

obra, mis escritos y mi enseñanza… Creo que la integración de la psicología y la
teología es un desafío intelectual importante”. “Los trabajos de los eruditos han
demostrado, sin embargo, que los cristianos y los psicólogos pueden aprender
unos de otros, sin debilitar ni diluir las verdades imperecederas de la Palabra de
Dios”.

Pecado y Cambio Se requiere de la psicología para la resolución

Collins cita, elogia y concuerda con la instrucción de Jay Adams en el tema de

Más que redención. Él afirma que el doctor Adams explica “correctamente”
explica el mandato bíblico para lidiar con el pecado: “confesión, arrepentimiento
y restitución”. Luego Collins concluye la discusión con una situación hipotética
y una conclusión contraria: “Pero, ¿qué pasa con aquellas personas que parecen
estar a dictas a sus caminos pecaminosos, gente como un joven que está atrapado
en la pornografía, o una persona que se embriaga, siente un profundo
remordimiento, pero luego se vuelve a embriagar? Esas personas pueden
confesar sus pecados con un remordimiento genuino… Pero si usted es un
consejero que pregunta si realmente creen que pueden evitar una recaída en su
repetitivo pecado, probablemente ambos dirían que no. Sobre la base de su
registro en el pasado, es probable que el pecado se repita…”
Consejería bíblica

Dios El Dios de la Biblia

Dios tiene poder y autonomía sobre toda Su creación.

“Digno eres, Señor y Dios nuestro,
de recibir la gloria, la honra y el poder,
porque tú creaste todas las cosas;
por tu voluntad existen
y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11)
Como consejeros bíblicos, aconsejamos para Su honra. Estudiamos, oramos y nos
preparamos para darle gloria a Él. Nuestra meta es hablar la Palabra de una manera que
agrade a Dios. Le enseñamos a los aconsejados a cambiar hacia la piedad, de modo que
el Creador sea mejor honrado en sus vidas.

Hombre Caído en el pecado; puede ser redimido a través de Jesucristo y librado del control del
pecado

El hombre fue creado perfecto, o sin pecado.

Cuando Adán pecó, la muerte y el pecado entraron en el mundo (Génesis 3; Romanos 5)
Todo hombre está muerto en el pecado (Efesios 2:1-3), a menos que sea vivificado con
Cristo por el don de gracia salvífica (Efesios 2:4-10).
La forma en que las personas perciben los problemas de la vida y sus soluciones está
directamente conectada con lo que creen acerca del hombre.
Los cristianos pueden vencer al pecado a través de la suficiencia de las Escrituras y el
poder del Espíritu Santo.

Verdad La Biblia

La inspiración y el origen de la Escritura: la Escritura procede de la misma persona de

Dios (2 Timoteo 3:16).
La autoridad de las Escrituras: Wayne Grudem escribió: “No creer o desobedecer
cualquier palabra de las Escrituras es no creer o desobedecer a Dios”.
La autoridad de la Palabra de Dios la convierte en la fuente de todo buen consejo.
La incisión única de la Biblia en el alma: Revela las motivaciones de los corazones de los
hombres (Hebreos 4:12-13).
La Palabra de Dios es una herramienta esencial para el cambio hacia la piedad (Salmo
119:9-11).
Las Escrituras son el referente de la consejería bíblica.

Pecado La doctrina de hamartiología

Los incrédulos son esclavos del pecado. Por lo tanto, la consejería a los que no son
salvos consiste en evangelismo.
La nueva vida en Cristo crea la habilidad para que un alma tenga la victoria sobre el
pecado (Romanos 6:10-12).
El cristiano, a través del poder de las Escrituras (1 Pedro 2:1-3) y la morada del Espíritu
(Juan 14:26), tiene la capacidad de vencer el pecado.
La santificación o el cambio del pecado hacia la justicia es la ocupación de cada creyente
(Romanos 8:13).
El consejero neutético enseña confiadamente que los aconsejados cristianos, esperando la
victoria sobre el pecado.
Cambio Los verdaderos creyentes vencen el pecado. El cambio de la santificación provee
seguridad de que uno es salvo (1 Juan 5:3-5).