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na ciudad ode una ) batalla? «Como debemos acercarnos a la det pasado? Peter Burke, catedrstico de la Uni syerdads que las imagenes of » Versidad de Cambridge y uno de los histo: sores de mayor teputacién de nuestros D dias se plantea estac ) ficientemente abordada por la historiogra- flacontemporinea, A través de un estudio minucioso de grabsdes, pnturas, dibujosy fotogatias de todas las épocas, desde las D ostatuas de los emperadores romanos 9 hasta los murales sobre Stalin, las instan: ) tineas de Robert Capa el cine, pasando jor ebtapiz de Bayeux o los retratos de Botticelli o Tiziano, Burke pone de relieve que ls imagenes no sn refleos objetivos Y de un tiempo y un } fontexto social que las prodyjo,y es come 7 tido del historiaclor reconacer ese contex to eintegrarla imagen en él, Este libro invi taal lector a cuestionar el supuesto cardcter pro: ¥ pone, a partir de esa precaucién, un cono: inocente de los testimonies ocul ) cimiento més profunde del ayer captura do en las imagenes i \ il A MN til | nN no visto El uso de la imagen como documento Peter Burke histérico vit ESTEREOTIPOS DE LOS OTROS thos erstanos tienen F260 y fos pagantos yerran La eancadn be Ronin Oriente es Oriente y Oceidente es Oecidente, Rupyano Kirtan Hace reladvanente poco que fos expecialistas ett historia de a cut ae han interestdo par fa idea del Otro, con O mnayitscalay © ue i amejor con A mayveta, puis fueron [os teéricos Framceses [os ANE Thewaron a ined en el estulio de [tre Quits resultara mi trative hablar de las personas distintas de uno anismo ex pluval y ne aaa ecdrla eb una entidadindierenciada, el Oteo, pero dado que el process de hosnogencizacion es cm abit, los espeelsis 6 his: fora dela cultura tienen que estudiarlo, Este mu fi parafelo at ka aparieibn de preaewpacion por fie intidad cut ey tos encuentros culrurales, wn ejemplo ns de fis yunerosns preoctpaciones actus, como, por ejemplo, el debate ei toro al mt anata, qe pecanite a Tos estuciosos plantar nuevas Cwestine nnesacerca del pasado. Travel caso de los grupos que se enfrencan a otsts euler 8 Pro daucen umn y otra ver dos reacciones contrapuestas, Ui es gar iB norar la distancia cultural, asi ttilizacién de la analogia, tanto si el empleo de feta es consciente como sies inconsciente, F ar a los otros a nosotros oa nuestros vecinos, mediante 19 es visto como el 16 Hej del yo. Ast, por ejemplo, «} guerrero wosulnsin Sallie ors vig por algunos erwzados como un eaballero, El descubridor Vasco ‘te Goa, cuando entrée por primera vez en unt temple indo. inter pres u imagen de la terpretarian mis o menos un siglo después las imagenes de la Virgen Maria como la representacién de la diosa buclista Kuan Yin). Al en trar en contacto por primera vez con la cultura japonesa a medindos det siglo xvt, el misionero jesuita S. Francisco Javier calificaba al em: perador (que tenia un status social altisimo, pero muy poco poder) de «papa» oriental. Es la analogfa lo que hace inteligible lo exstico, Jo que lo domestica, La segunda respuesta habitual es justamente la contraria de Ia an. terior. Consiste en la invencién consciente o inconsciente de otra cultura opuesta a la propia. De ese modo, convertimos en «otros a nuestros congéneres. Asi, por ejemplo, Ia Cancién de Rolin describia al [slam como una inversién diabélica del cristianismo, y presentaba tuna imagen de los musulmanes como adoradores de una trinidad infernal, compuesta por Apolo, Mahoma y cierto «Termagante>, El historiador griego Herédoto presentaba una imagen de la antigua cultura egipcia justamente como Ia inversién dle Ia grieya, y sevialaba que en Egipto se escribfa de derecha a iaquierda, y no de iequierda a derecha, que los hombres se ponfan Ia carga sobre la cabeza y no sobre los hombros, que las mujeres orinaban sentadas, y no de pie, ete ‘También describia en cierto modo a los persas y a los escitas como la antitesis de los griegos. Enel timo pirrafo utilizabamos el término simagen= en el sen: tido de imagen mental, y la prueba de ello nos Ia ofrecesian los tex: tos, Para recuperar o reconstruir esas imagenes mentales, resulta it dispensable a todas luces el testimonio de las imagenes visuales, pese a los problemas de interpretacién que puedan plantear. Mientras que los escritores pueden ocultar sus actituctes mentales detris de una desctipcién impersonal, los artistas plisticos se ven obligaclos por el medio que utilizan a asumir una postura clara, representand a los individuos de otras culturas o bien iguales o bien distintos a ellos. Tenemos dos claros ejemplos dlel primer proceso descrito ante Fiormente, esto ¢s, el de asimilaci6n del otro, y ambos corresponden a sendos grabados holandeses del siglo xvit. En uno, aparece tn in dlio del Brasil armado con el arco y las flechas clasicas. De ese modo, los indios eran identificados con los hiirbaros del mundo antiguo, escultura de los dioses Brahma, Vishnu y Shiva como tna intisima Trinidad (cel mismo modo que los chinos in- Jean Niewlok: Lambs dela Compe Oneal t Powinces Unis vo Fem ‘rar dela Chine (heydens J De Mews 1653} invis familiares pata el artista y su piiblico que los pueblos originarios de las Américas, En el otro grabado, que ilustra un informe de una embajada de la Comparifa Holandesa Oriental de Indias a China, aparece tn lama tibetano representado como un cura eatélico, y la sarta de cnentas que utiliza para rezar tienen todo el aspecto de un rosario (Pig, 65), El texto que lo acompatia va mas allé en esa asim lacidn, y la version inglesa dice que el sombrero del lama wes como el de un eardenal, con alas anchas-, mientras que la versién francesa, dirigida a um pitblico catélice, compara también las mangas anchas del ha los dominicos y franciseanos. El sombrero representada en el gra: ado, dicho sea de paso, es distinto dlel tocado puntiagulo tradicio- tal de los lamas, que un viajero italiano de comienzas del siglo xvii, en otto intento de asimilar lo desconocida a Io conocido, comparaba con Ia mitra de wn obispo. A diferencia de otras imagenes de culturas Iejanas ilusteadlas aqui (cf. por ejemplo Fig. 3), da la impresion de que el grabado se basa en el texto eserito y no en los dibasjos hechos del natural ito del Tama con las de tun franeiseano, yt «rosarion con el de Sea ene eee Rea ee RR nelo se produce un cnenentro entre culturas distintas, lo mas probable es que las imagenes que una hace de otra scan estereotipadas. El término «estereotipo» (originalmente la plan cha a partir de la cual se grababa una estampa), al igual que fa pa: labra clisé (término utilizado originariamente en francés para de- siqnar dicha plancha) constituye un recordatorio muy eficay. cle los vinculos existentes entre imagen visual e imagen mental, El ¢ tipo puede no ser completamente falso, pero a menudo exagers ite terminados elementos de ln realidad y omite otros. El estercotipo pue: de ser mas 6 menos ertel, mis o menos violento, pero, en cualquier caso, earece necesariamente de matices, pues el mismo modelo se aplica a situaciones eulturales que difieren considerablemente unas de otras, Se ha observado, por ejemplo, que tas image es {de los indios americanos eran a menudo compuestas, ailizandlo rs xyos de inelios de otras regiones para erear una imagen global simple Resulta dificil analizar esas imigenes sin utilizar et cancepto de iniearkin, término niievo tomado del psicoanalista Crancés faces Lacan (1got-r98t), para designar lo que antes se hibriat Tamadto epunto de vistas, Tanto si nos referimos las intenciones de los artis: tas como a la forma en que dlistintos grupos de espectadores mira fa obra dle éstos, resulta convenience pensar en Lérininos, por ejemplo, de mirada occidental, mirada cientifiea, mirada colonial, mirada tw ristica © mirada de hombre (vid. ire pp. 171 $6." La mirada a me nue expresit ama aetituel mental de Ta que el espectador puede no ser consciente, tanto si sobre el otro se proyectatt odins, como tere res 0 descos. La interpretacién psicoanalitica de fas imagenes me todo que estudiaremos con mis detalle en el Capitulo X— tiene en las imagenes de Tos extrafios, tanto Gl, uno de los apoyos mis fuertes, [Algunos de esos estereotipos son positives, como en el caso del salva por el poeta y dramaturge inglés John Dryden. Se trataba de una imagen clisica, restcitada dt ante el siglo xvty desarrollada al mismo tiempo que la contraria, es decir, la del canibal, Las invigenes, entre elfas las xilografias ineluicas ten la Historia de wan viaje al Brasil (1578), det misionero protestante se encargarfan de ilustrar este concepto. ELno- el salvaje noble seria el siglo svt, Fue 1 el propio pais como fuera de nobles, expresion usada en 167 francés Jean de Lé inento euminante de ln ile: en esta época cuando, por ejemplo, emper6 a pensarse que la cul- tuura de Tabiti era una reliquia de ft Edad de Oro. En particular los habitantes de kt Patagonia y de ka Polinesia fueron vistos por Tos vie jeros curopeos a través del prisma de la tradici6n ckisica como wejem- plares morernos de ka vida austera y virtwost que levaban en ta poca clisica pricblos tales como los espartanos 6 los escitas».* Por desgracia, In mayoria de los estereotipos de los otros —el dle los jurtios segiin los gentiles, los musulmanes segtin los cristianos, los negeos segiin los blancos, la gente de pueblo segiin la gente de ciudad, los militares segiin los civiles, las mujeres segrin Ios hom- bres, ete— Ian sido y son hostiles y despeetives 0, en el mejor de los casos, condescendicntes. Un psicélogo probablemente se fijaria en el tomor que se oculta tas el odio y también en la proyeccisn incons- ciente sobre el otro de los aspectos amis indeseables de la propia per- sonatidad Tal ver por ese motive los estereotipos toman a menudo fa forma de inversidn dle fa imagen de si mismo que tiene el espectacor, Los esterentipos nds erneles se hasan en kt simple presumeién de que nosotros: somos Inimanos @ eivilizados, mientras que velloss apenas se diferencian ele animales tales como ef perro o el cerdo, con los que a menuile se les compara, no s6le en las lenguas europeas, sino os se convierten en. cl Otros, Se convierten en seres exdticas, distantes de uno mismo. también en dirahe y en chino, De ese modo Tos Incluse pueden ser canvertidas en monstewos. LAS RAZAS MONSTRUOSAS El ejemplo clisico —por set tipico y por ser de raigambre clisien— de este proceso es el de las Hamvadas «razas monstrosase, que, seein creian los griegos, habitabans en Ingares remotos tales como la India, Btiopia o el Gata Entre esas raza estaban los seinoeéfalose, hon bres con cabeza de pert; los ableminss, que no tenian cabeza; Ios sestidpodoss, que shle tenian una pierna; los «antrapéfagos» 0 ci nnibales: los spigmicase; kas «amazonase, esto es, Ia raza de mujeres guerreras que tenian wn solo pecho, ete. La Historia natural det eseri- tor romano Plinio el Viejo transmitid estos estereotipos ala Edad Me; 159) dia y de abi Hlegaron hasta nosotros, Por ejemplo, la alsin que apa rece en Otelo a los hombres wcuyas eaberas crecen por debajo de los hombros» se refiere claramente a los blemias, Las riais monsirosas quiz fueran inventadas para ilustrar Ins tworias en torno a fa influencia del clima, ckindose por supuesio que las gentes que viven en lugares demasiado {rios o demasiado caluro- sos no pueden ser plenamente humanas.! No obstante, tal vex resulte itustrativo consid 4 vigenes no slo una pura inwencién, sino un ejemplo de la percepeién distorsionada y estereotipada de las so ciedades lejanas. Al fin y al eabo, todavia existen los pigmeos y al gunios pueblos comen carne humana en determinadas ocasiones Cuando la India y Eiopia comenzaron a ser més familiares para los curopeos a lo largo dle los siglos xv y xv1, y no pudieron encontrarse cen ellas blewias, taados en ef Nuevo Mundo, Por ejemplo, el rie Amazonas leva este nombre porque se ereia que en él vivian las amazonas, Las pueblos Femotos se consideraban monstrstoses tanto moral come fisicamen: nazonas ni eseiépodos, los estercotipos fueron si te, como acurtia con los canifales que se erefa que vivian en Brasil Atvien central y otras reyiones. Para wna imnagen ee canibatismo, que expres visidamente ese es tereotipo y sin daca contsibuys a su difusion, podemos recurtir a uns famosa silogeaia que cireulaba por Alemania wnos ses aos des pugs de que los portgueses desembarcaran por primera vez en Bri sil en 1500 (Fig. 6). En el centro de fa estampa vemos fragment dle wn cterpo unas mutica colgando de un sebo, mientras que cl sake sitado en el extreme Izquierdo desora el bravo de nn how bre. fste ejemplo arraja bastante hug sabre el praceso de creacidn del estercotipa, La afiraacion que sgnos inclios del Brasil. por ejemplo tos varones sitios ee he tibu Tupitsanh ens costimbres fueron deseritasdetallacamente algunos vsjeros europens a finales del sigio xvt, comian carne hu mana, ente lade sus enernigos, on determinaclas ocasi daa impresidn faa de que la carne Ine iano dle todos los indo define como «canibalese a tos habitantes de todo un cantinente. En este sentido contribuys a fa ereacidn de To que ha ac en Hlamarse el «mito del eanibal», esto es, el proceso en virtd det cw sna cu caliza no es exactamente falsa, Ab 160 ura (io siempre a occidental) cleshummaniza # otra afirmando que sus miembros se comen a la gente, Hoy dia al lector le costar trabajo tomarse en serio Ia idea de Tas Hus monstruosas, Feconover que nuestros antepasacos erean en sit cexistencia 0 al menos en la posibilidad de su existencia en algitn I gar, Ese escepticisino resulta hasta cierto punto paraddjico, si tene s de extraterrestres qute circ var el desplazamiento iiltimo del mos en etienta his nuamerasas invige Iai, ya as que podriamos eo: estereotipo de Plinin. AL margen de eso, seguimos viendo a los gris pos humanos cnluaralmente alejados de nosotros de forma estereoti pada, Un ejemplo evidente de ello seria cl del «terroristas, término que hiabitualmente evoca una imagen de violencia extrema e irracio: nial. Si esos sterroristas» —irlandeses, palestinos, kurdos, ete.— son calificados de «guerrilleros», recuperan su rostra humano y de paso unos motivos, por no decir unos ideales, inteligibles. A consecuen- cia de Ia decadencia de Ia figura del sotto» como comunista tras la caida del Muro de Berlin y la disolucién de la Uni6n Soviética, se CGEOCOM OR OO MH OR Aaa mmmu ee han popularizado especialmente a tavés del cine, sobre todo dw: hante los atios noventa, las imigenes de terroristas musutianes. El minos peyorativos igus inal definidtos, tales como los de «fanatismon, wextremisino» y mas recientemente fundamentalismos, Esas imagenes hostiles det Islam se relacionan con To que a menuclo se Hama mentalidad sorientalista ORIENTALISMO Durante los tiltimos veinte afios del siglo xx, el término sorientalis: imo», palabra otrora neutra utilizada para designar los esturios ke los especialistas occidentales en las eulturas del Oriente Proximo, Medio orativo, Ese cambio de yy Lejano, se ha convertido en un concepto pey Significalo se debe en buena medica a tn solo hombre, el eritico lite andl Said, ¥-a su libro Orientalism, aparecido en 1978. Said Ulefinia ef nrientalisme a st estilo como «la institucién colectiva test rio Fe racla a estucliar el Oriente» que se desarrollé en los paises occiden: tales « partir de finales del sigho xvint, Por otra parte, se referia a él diciendo que era un «dliseurso», 9 (citando al histotiador britinico Victor Kiernan) «cl espejismo colectivo de Oriente que tiene Euro: pas, mtr estilo oceidental de dominar... el Oriente: se delinia el propio Occidente. frente al cual Said trahajé con textos, tas decidir que no iba a estudiar fos este reotipos eulturales dé lo que & lamaba vel eusidro de género oriental pero sis ideas pineden utilizarse —y ast fo han sido— pars analizar kas pinturas sobre el Oriente Medio realizadas por Jean-Anguste-Domini que Ingres (1780-1857), Théodore Gérieault (1791-1824), Jean-Lon Gérdme (1844-1904). ¥ Delacroix, alemuanes, italianos y espaioles.” No resultaria diffcil veunie um ntimere sustancinso de pinturas occidentales sobre texas relacionados con el Oriente Medio, que estin lenas de estereotipos y cuyo inten principal ne en el sexo, la erueldlad, fa ociosidad y el slujo oriental hharenes, batios, oaliseas, esclavos, ete. La Odatisea con eslawe ce Ingres (Fig, 67) es un exponente bastante tipico de este género, al dar al es pectador occidental la sensacién de que entra en un harén y content pla de ese modo los secretos mis intimos de una cultura extrait sas imagenes visualesilustran los estereoripos literarias de Oriente que tonian los occidentales, tales como lay Cartas pervas (W721) dle Montesquieu, o cuando menos, corren paratelas a ellos. De hecho sx cmos que algunos artistas recuerieron a fa literatura para familia esctitas en el siglo xvitt por Lady Mary Wortley Montagu desde Es tamu, Ingres tanserib tigunas eacias, entre elas ol pasaje en el que Lady Mary cue 1 su visita a unos baiins turcos, como prepara: ‘Gdn para la ejecucidn de su cuadro Bain Twve (1862-1863)." Tas fotogratias ee escenas de fa vida del Oriente Medio tomadas en siglos XIN y XX por europeos ¥ destinadas @ un piblico curopeo contribuirfan a perpetiiar es0s estercotipos."” Lo mismo 0 las peliculas, sobre toro EL cad (1 Ben Hassan, cra interpretado por el actor ftaloamerieane Rodolfo Valentino, como si para el publica WASP («blanco-anglosajén-pro- festante») de América todos Tos hombres de tez cetsina fueran in tercambiables. La larga vida de los estereotipos y su proliferacién indlican que esos ejemplos de fantasia colectiva 0 de simaginario co- 21), eyo protagonista, Ahmed jponudian a los descos vavetrstas ele fos espectacdores. rrr : AN SENN 255525553 ES TTI SO LE I SEE OT En los pairrafos anteriores hemos intentado demostrar que un es: tudio de las imagenes el Oriente Medio realizado por occidentales cn los términos planteados por Said resulta de hecho muy ihustrativo No obstante, dicho planteamiento arroja tantas luces como sombras Las actitudes mentales de Occidente hacia wel Oriente no eran mas monoliticas que el propio Oriente, sino que variaban segiin el artista nero, Delacroix y Géricault, por ejemplo, mostraron su ent Nasmo por las culturas del Norte de Afria. Las distinciones se im ponen. Para complicar atin mas Ia cuestion, podriamos encontrar individuos alos que cabria calificar de vorientalistasorientalese, El propietario del Bain Ture de Ingres fe el diplomitico otomano Khalil Bey, mientras que Hamdi Bey (1842-1910), artista turco que esto cen Paris con Géxome, pint6 escenas de st propia cultura al estilo oc Gidental. Daria la impresign de que la modernizacién del Imperio Otamano exigia verlo a través de unos ojos oceiddentales 0, en todo ‘caso, occidtentalizantes Otra distincién importante que debemos establecer seria la que existe entre el estilo «rosnintico» exotizante y el que ha daclo en Hamar se estilo «documentals, «le reportajer 0 setnografico», que pode mos encontrar en algunos pintores decimondnicos de escenas tipicas del Or las que realizaron John White en Virginia (cf. Fig. ) 0 John Webber ay Cook para que lo acompaiara en sw tercer viaje con el fin de «pre nis memorables de nues tras transaccioness, Entre los ejemplos de este estilo etnogritico, inte Medio, y también en otras obras de época anterior, como 798) en el Pacifico: este tiltimo fue elegido por el capitin servar y mostiare imagenes we las escenas n equivalente del «estilo testimonio ocular» estudtiado anteriormente (cf. Introduccién) eabria citar las Dos mujeres sentadas de Delacroix, (Fig. 1), el dibujo del sultan otomano camino de la mezquita (Fig. 2) del artistareportero francés Constantin Guys (1802-1892), y In Es cena calljera de Damasco (Fig. 68) de Alberto Pasini (1826-1899), en la que aparecen hombres a caballo, vendedores callejeros. figuras con velos y turbantes, y una casa impresionante, a través de las celo- sias de cuyas ventanas las mujeres podian contemplar el exterior sin que nadie las viera."" Incluso escenas como éstas, a pesar del enorme «efecto realidad que poseen, deben ser utilizadas con mucho cuidado, to mismo que 164 SR. Aberto Pain, Een Philp Jas fotografias de época posterior, como testimonio de la vida social fen el mind islimico del siglo xtx, Los pintores recurrian en mu chas ocasione’s a niodelos judias, porq Gran inaccesibles, Vaas veces lo reconocfan, como ocurre en Boda ju clas mujeres musulmanas itia en Marruecos (otra obra de Delacroix), pero otras no. La identi: fdad de las Das mgjrves sentadas ha sito diseutida con frecuencia. Quizd sean judias, pero los detalles de sus vestidos indican que se trata real mente de mujeres musulmanas, confirmando la tradicin segdn la chal in amiga francés del artista, cierto ingeniero que trabajaba en ro dle st equipo de que cl puerto de Argel, convencié aun n permitiera a Delace plema de kis invigenes documentales es que eentran su atencién en pintar a sits mujeres del natural."* Otro pro lo tipico a expensas de lo individual. Lo que se considera tipico de ina determinada cuitura puede scr fruto de afios de observacion, tuna lectura precipitada o de un pero también puede ser frute d mero prejuicio, To que Said bautiz6 o rebautir6 con el nombre de worientalismo: constituye un caso especifica de un fendimeno mucho mas amplio, a saber, la percepcisin estercotipada de tina cultura por otra, 0 de los indivieuos de wna cultura por los individuos de otra, Las imagenes del sur de Europa realizadas por artistas del norte del continente, so Ire todo las de Fspaia e Italia, to muy distintas —sobre todo cuando CCEGGEago eaee lee aeaae aaa cr se siti en Andalucia 0 Sicilia— de Tas de Oriente, podrian Hlamarse cjemplos de «meridionalismos, Las imagenes det remoto norte de Furopa, por ejemplo de Laponia o Finlandia podrian Mamarse «bo. realismoe, Las imagenes europeas de Africa se desarrollaron en paralclo alas de Oriente. En América del Sur y cet Norte fox artistas representahan a los eschivos neyros ce wna manera mis 6 menos es tereotipad Ente Tas represe jones de afroamericanos que muestran wna mayor simpatia hacia este grupo, estaria la serie de obras pintadas por Eastman Johnson (1 §-1906), originario del norte d os Unidos —coneretamente de Maine— y partidario de la abolicion a, Vid de ls ne dle [a esclavitud. Sus trabajo mis Famoso sobre este te gras en rf Sur, fue pintado en 1859, poco antes del estallide de fa Guerra Civil Americana, Esta escena de los esclavos descansanca des pués det trabajo —un hombre toca el banjo, las madres juegan con sus hijos, un hombre joven corteja a una linda muchacha— fie eal ficadla en su época de equivatente pictarico de La enbaria del Tio Tom (la novela de Flarriet Beecher Stowe haba aparecido s (on 1852). Se dijo de ella en tono kandatoria quie era una representa ci6w auténtiea de sos afectos, el humor, la paciencia y ka serenidad que redimen de ka brutalidad y la ferocidad a los afvicanos eivilien 69. i dos, aunque sojuzgatloss, Mis recientemente tas inigenes de los rnison hat sido ealifieadas de «no es afroamericanos pintalos por J tereotipadass, No obstante fa Vide de fos negros en el Sur esta lena de posturas y clementos tipicos el banjo, por ejemplo—, asociados ccon los eselavns, Yor preferiria dlecie que fos personajes estin esterco: tipados de an modo relativamente amable y atectuose."5 \ imigenes de los curapens concebidas como wel otro» realiza: Jor autores no etropeos ofrecen también un testimonio elo: cuente de estereotipe cultural, ALigual que los eurepeos, los chinos tenian visiones de razas monstetosts, como indican algunas xiloges fias det siglo xv1t (Fig, Gp), entre ellas lx de una figuea qu increiblemente a los blemias ckisicas (zse trata de un caso de dif diente2). Una botellita jx sidn cultural o dle una invencién inde ponesa del siglo xt (Fig, 70), lo mismo que varios biombos pintados unos greg tender que »s hinchados comm globos, circunstancia que ca a en opis de los ropeos —al igual que suis granees nat ees— eran consirloracdas particularmente as, Las invigenes de los portugneses realizadas por afticanos pkantean las mismas cutest 1). En este sentido podriamos hablar de isn «occidentalis rnios, aunque nuinea Heys a ser fo que Sie Hainaba una «institucién colectivas al servicio de un dominio politica y ecansinico."! En Occidente, la xenofabia se ha expresado a menudo a través de imagenes que presentan a los individuos de otras naciones como monstruos 0 personajes casi monstruosos. La geacia de La Puerta de Calais de Hogaeth (en. 1748), pot ejemplo, se basa en la tradicién de feotipos de los franceses que habfan creadlo los ingleses. Los miserables reeuerdan al espectador que en la mente de los britinicos la pobreza y la monarqufa absoluta estaban estrecha- 168 mente relacionadas, mientras que el orondo fraile que mira sonrien rida, con la mano gorderwela en el pecho, evoca la te hacia Ia imagen negativa del papismo y de lo que los intelectuales protestan- tes del siglo xvi solfan Tamar la «clerig Por otra parte, en las carieaturasin jcanas del siglo x1x, de nuevo Frankens: los irlandleses solian ser representadk Ia cioneiafiecién de In époea, «1 Re See SOMOS CACCHTHSHTOOOE TAA 22OCC CBee tein, un monstii traido al mundo por los britinicos, que ahora los amenazaba, En cierto modo esas imagenes recuerdan la tradicién de personificar la rebelidn o el desorden (tino de Ios irlandeses simies ns dibujados por el caricaturista John Tenniel en Ta Figura 72 Meva cn el sombrero un letrero que dice «Anarquia»). En cualquier ease, su fieerva sendfola resulta inequiivoca, EL OTRO EN EL. PROPIO PAIS Ey el seno de una determinada cultura se produce un proceso de dis tincién y distanciamiento andlogo, Muchas veces los varones se haw Hlefinide a si mismas en contraposie 1 con fa imagen que tentian de kas mujeres (sosteniendo, por ejemplo, que «los hombres no Horan»). Los jovenes se definen a si mismos en contraposicisn con los viejos, Ii clase media en conteaposicion con la clase trabajadora, o el norte (yx sea en Gran Bretaiia, en ania © en Talia) en contraposivién con el sir, Ess listineiones son encar adag en imagenes, de sterte que quiz convengss hablar, por ejemplo, de la sanirada maseulinas 0 de la uininada urbana, Algtenos artistas se especializaron en prodcir invigenes del Otro, como David Teniers el Joven, que pints brujas campesinos yalqnimistas, otro de los blancos favoritos de Tos poetas sstiniens ele bt Epa Ess distinciones se hacen sisibles sobre todo en insigenes po- lemiess, desele el pinto de vista religinso © politica, pero ne existe toes Fine divisor elara entre ca aura polémica y distorsion in. conseiente, pues el caricalurista apela a prejtticios ya existentes al icmp que los reluerza, Podsiamos ilustear esta tesis con his repre sentaciones de los judios que aparecen en los cundros y estampas producidos en Memania y otros paises a partir de la Edaut Media (oom la cultura hebrea es anthiednica, normalmente no es posible [eomipmarar esas representacinnes con kas imagenes de los jdins reali zadlas por ellos mismos a con las imagenes jutias de los genties), Un nte cle kt historiadora americana Ruth Mellinkoff seftala que los judios fueron convertidos en wel otro~ en el arte medieval Por ejemplo, eran representadlos yestidos de amarillo, con sombreras de pivo 0 acabadlas en punta y haciendo gestos vulgares, como, por cjemplo, sacando fa fengyea, A menudo son presentados come seres priximos al demonio, tanto fisica como moralmente. Su carter in Feahumano era demostrado a los espectadores mediante su asocia- cin con los cerdos en fa imagen recurrente de Ia Judensan."? ‘Alqunas de esas asociaciones aparecen también en otros contex tos. En fas caricaturas realizadas durante la Revolucién Francesa, por cjemplo, el rey Luis XVE cra representado a veces como un cerdo. ‘tambien tienen us aspecto porcino los capitalistas gorclos y matva- 51959), por ejemplo, o de ddos de los euaclros de Georg Grosz (18 Diego Rivera, Podemos ver distorsiones menos erueles y qui conwientes en muchas imagenes de mujeres —fruto de la mirada masculina—, que las representan como seres extraiios, repulsivos voces y serluctores otras, Las indgenes de prostitutas constituyen el tjemplo mis obsio de estereotipo alienizante. AI pensar en el aspec- to scdluctot, enseguida Te viene a uno a la cabeza el nombre de Ma net, cuya fansosa Olympia evoca a todas Iuces la imagen de las odalis- cas de Oriente, Fa ef Indo opuesto tendrfamos a Edgar Degas (i8y4-1917).-eusasinnigenes, que subrayan Tos rasgos menos atract sos de la majer, han sid calificadas ce sbrutales y brutalizantess, 0.8 Grose, que cavicaturigaha a las mujeres de ciudad presentindolas come axping rapaces." Un caso lodivia nis extreme de salterizaciéne de la mujer por iwialmente fea, ya me parte del vardny es kt imagen de fa bruja, hal pic asocinds con surivaes tales como ta eabrao el gato, y con el idablo. Por ejemplo, una silografia del artista alemin Hans Baldung Grin representa a fa braja como wna mujer desnuda volando Yo- tog de una eabrit, Durante los siglos NUTY NVI, las brujas emperaron ser wepresenitadas cata yor con bis reettencia coeimando o comignlon we mins, Esta misina aensseidn aparece también en textos de kt &poca, pote fa anicortecion de este cambio en fa imagen visual de fa brat fquiza fuera ito en parte de To que podtriamos Hamar ana wont nacidn= de kas invigenes dle canibales del Brasil y otros paises analiza das anteriovmente. Las invdgenes literarias y visuales se clesarrollan ceces independiente o semiindependientemente unas de otras. La tetamorfosis final de ha bruja, acontecida a to largo de los siglos xvith ya, fue su tansformacin en Aina arpia tocada con un sombrero putntiaguedo v una escoba (Fig. 73), radeaeda de peqsteios diablos Figura que ha perdurado hasta ta actualidad en la imaginacién pe pitta" Como en el iso de la acusaci6n de que se comian niins lanzaca contra judios y brujas, el sombrera punti que la nariz aguil prueba de la movilidad de los estereotipos, El sombrero quiz no ilo que aparece en este bad, al ig de fam le la anaes, constinyen ana evoque en la actualidad fa figura del juudio, pero en otro tiempo ast cera. Entre los testimonios en favor de esta afirmacidn esti la ley pro- nnulgada en Buda en 1421, segtin la etal ninguna persona que fiers detenida por primera vex acusada de brujeria estaba ob recer en piblico con el llamado «sombrero judios. En la Espa de comienzos de la Edad Moderna, los herejes encarcelados por fa ft ‘an obligados a levar este tipo de sombrero, La confiasiém centre judios y bruja es n 1y reveladors yconstituye una prueba de ka existencia de una idea general del Otro y de lo que se ha llamado ‘un c6digo visual general de expresin de Io infrahumanos.”” La deshuumanizaci6n es sin duda alguna el punto de asociacidn de otros grupos con stnimales —monos, cerdos, eabras o gatos— a través de EL CAMPESENO GROTESCO Para ver un nuevo ejemplo de estudio singularizado de imagenes del iro en el propio pais nos fijaremos en las representaciones urbanas de los habitantes de fas zonas rurales. A partir del siglo x1t, pastores y labradores aparecerian en las imagenes occidentales representados de manera grotesea, diferencidnlose asi con toda claridad de las per- sonas de status superior que las contemplaran. En las pai Famoso Salterio Luttrell podemos ver algunos vividos ejemplos corres pondientes.a la Inglaterra del siglo xiv, La divulgacién de esas repre- sentaciones negativas de los campesinos durante los siglos Xv y Xv cen las que aparecen con figuens hajitas y regordetas y haciendo gestos, wulgares, indica que Ta distancia cultural entre fa ciudad y el campo Ta neha fie aumentando de fa mano d saci, Entre las imagenes mas memorables de este estilo estin Tos cua: dros de Pieter Brueghel el Viejo, hombre de ciudad y amigé de hi mantistas, que, segtin todos los indicios, deberfan considerarse una aportacion a la tradicion de fr sitira urbana." El famoso Banquete de lon dlc la deseripeidn» (ef. Capitulo V), pero unos cuantos pequeiios de (Fig. 7) puede parecer a primera vista un ejemplo de varte tales sngieren que se trata de wna obra de cardeter comico 0 sati rico, Fim mplo, en el nif que aparece en primer plano, que lleva una gorra nis grande de lo que le corresponcle; en cel hombre situado al forndo de larmesa y que hunde sit cara en wna ja trade vin: y quiza en el hombre que leva los platos, con una ett chara prendida del sombrero (probablemente un signo de vulgar dad en cl siglo Xv, como fo era hasta hace una generaci6n en Gran Bretaiia el hecho de ponerse el kipiz detras de la oreja), La tradicion. smica signid viva hasta el siglo xvtt en las imagenes de ferias y bailes de campesinos en fas tahernas, en las que podemos verlos be hiendo, vomitando y peledndose, Seria un crror intentar homoge neizar wna tradicién que daha eabida a las variantes individuales. Como ha dicho un critica, sos evadros de Adriaen Brouwer y las obras posteriores de Adriaen van Ostade presentan imigenes muy di ferentes ele los campesinos: para wno son rudos ¢ inciviizados, para Clot gente praspera y estipidamente satisfecha de sf mismas."" No sbstante, Ia radicidn pkistica negativa era muy fuerte y estaba my estendidla Durante los tradicidin fie sustitieia pata amente por ott, El campesine cidlo-o idealizanin (oid, supra). Bor otra parte, como neurriera com al unos pintores «nrientalistas> (supra), la mirada del artista no seria iddealisante ni geqtesca, sino etnogriiea, intere 11 ka reproduc cidn Tidedigna de trajes y costumbres (el término utilizado en espa iol para design este tipo de pintura o Hiteratura es rostumbrista)."! La mirada etnogriliea puede reconocerse también en muchas foto. as le brevis, criminsales y dementes ele los siglos XIX y XX 300. {que generalmente son menos objetivas y menos cientifieas de lo que crefan sus autores, Estos —individuos de clase media que fotogralia han obreros, polieias que hacian fotos de delincnentes, © personas cuerdas que retrataban a locos— generalmente se fijaban sobre todo con lo que enmsiderab pico, redueienda a los sujetos indivieluales a le ser ineluidos en un ale neler si fucran mariposas, Lo que hicieron fue lo que wes le Ta diferencias”? La anal rician imagenes «dels beduino o 1 hermano Char evidente, El explorador David L one pid le las razas monstrwosas, la To contratio de k mniracka cicntiliea, que busca la objetividad, puede ser easi tan desh Las imagenes del otto, lena dle prejuicio pareeen mado en serio. Pero, como de eastimbre, debemos hac iy preguntarnos: estinonio de qué? Como testimonio otras culiras © subeulturas, 0 que tenian realinen innaigenes esiuiianlas en este eapitule no tienen ningsit « J documentan perfctamente, en cambio, es un vas respuestas dakas dicho cneMentra por los wniembros de una de A au nivel anis profunda, esas inigenes quia nos hablew mis que otta cosa dle Occidente, Muchas de las que hemos examin viene detern rejuicios y es la vision del yo que ack pm i sabemos leerlo. El cor fe la Europ yne hacia Ruth Mellinkot les de ta Eelad (Una forma de penetrar en ef corse sa del norte a fina Talidad comsiste en preguntar céme y donde fij6 las lineas divisorias Lo que las personas consideran en un determi vinfralumanoe slos dice muchas cosas acerca un determinada det mods en que ven fa condieion humane.

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