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. O bien podrfa.
mos haber acertado en todos los casos: «Todos son o>,2iL
Para expresar que «Alguno es » emplearemos otto sim:
bolo: el cuantificador existencial. Se esctibe (Ax) ox (es ircelevan-
te el hecho de que la variable se site después del predicado, a
diferencia de lo que sucede en inglés, en el que los predicados
acostumbran a cerrar las otaciones y las abren los nombres y
¢osas por el estilo). Si no hemos conseguido ningiin acierto,
escribiremos (Ax) x: ninguno es 9. Si en algiin caso hemos
encontrado un resultado distineo de un acierto, obtendre-
mos una expresién muy distinta: (Ax)—( x). Si no hemos
encontrado ningiin resultado distinto de un acierto, escri-
bicemos Gx) $x. Esta fSrmula significa que no hay nin-
giin miembro que no sea 6. O, en otras palabras, que dentro
del dominio todos son 6. Este altimo tipo de informacién
tiene la suficiente importancia como para merecer un s{m-
bolo propio, el cwantificador universal, que se escribe (Vx) ox:
«Todos son ».
Leibniz pensaba que si pudiéramos encontrar un sistema
de notacién lo bastante légico, terminarian todas las confi.
siones y las disputas, y las personas se sentarian a resolver sus
diferencias mediante el célculo, Aunque la invencién de los
cuantificadores no hizo realidad esta utopia, sf que dio algu-
NOS pasos espectaculares en esta direccién. Su verdadero poder
sélo se descubre cuando Hegamos a las cuantificaciones muil-
tiples. Se trata de una forma de construir la informacién que
emplea diversos cuantificadores. Cuando tenemos mds de un
cuantificador, utilizamos variables distincas (x, y, z...) para
indicat a qué se refiere cada uno de ellos. Para ilustrar esta idea,
podemos realizar un sencillo andlisis del argumento invélido
que vefamos antes: todo el mundo tiene una madre, luego al-
guien es la madre de rodo el mundo. Si expresamos el hecho
de que «x» es la madre de «y» diciendo que «xMy», pocemos
formular la primera clausula como (Vy) (3x) xMy, La segunda
serfa Ax) ( Wy) xMy. -Cuél es la diferencia entre ambas?
Comencemos con una oraciéa que afirma que una perso-
na es la madre de otra: Beth es la madre de Albert. Si elimi-
namos la referencia a Beth obtenemos la oraci6n abierta xMa212 PENSAR
(donde «a» ocupa el lugar de Albert). Sabemos que este pre-
dicado se satisface en una ocasién (Beth lo satisface), de modo
que sabemos que (4x) xMa, Alguien es la madre de Albert. Si
ahora eliminamos la referencia a Albert, obtenemos (Ax) xMy.
De nuevo nos encontramos con una oracidn en la que faltan
cosas, o abierta, en la que y ocupa el lugar de aquello que fal-
ta. Corresponde al predicado «tener a alguien por madre».
Podemos aplicar este predicado al dominio y apuntar con la
variable y a cada uno de los miembros sucesivamente: tiene
madre esta persona, tiene...? Si en cada caso obruviéramos la
respuesta «sf> (y es0 es lo que sucederfa), podrfamos emplear
el cuantificador universal: (Vy) (Ax) xMy: «Todos tienen-una
madre»,
Examinemos ahora la segunda formula. Parallegar hasca
ella, comenzaremos igual que antes con la afirmacién de que
Beth (b) es la madre de Albert. Pero ahora eliminaremos pri-
mero la referencia a Albert: bMy, y aplicaremos este predica-
do al dominio, Si fuera cierto que Beth es la madre de todo el
mundo, él resultado deberia ser (Wy) bMy (cada vez que apun-
téramos la variable y hacia alguien, resultaria que Beth es su
madre, lo cual evidentemente no sucede en el mundo real),
Pero aunque este supuesto no sea cierto en el caso de Beth,
puede que lo sea en el de alguna otra persona: en tal caso ha.
bria que eliminar la referencia a Bech, aplicar el predicado
«ser la madre de todos», o en otras palabras (Vy) xMy, al do-
minio, y ver si existe realmente algiin caso en que la respues-
ta sea si. En tal caso podtiamos escribir (AxXVy) xMy, Pero lo
que es realmente importante es que se trata de un procedi-
miento enteramente distinto. Nos da otto tipo de informa-
cién (que en este caso es falsa en relacién con el dominio de
Jos seres humanos), La estructura de los cuantificadores mues-
tra claramente la diferencia, ya que el modo en que éstos se
telacionan entre sf revela la forma en que estd construida la
informacién,
En el mundo real, no hay nadie que sea la madre de todo
el mundo. Antes de que comenzdramos a emplear los cuanti«RAZONAR
ficadores, esta aficmacién podria haber resultado exerafia, co-
mo si estuviéramos diciendo que la raza humana surgié de la
nada. Habria sonado como una inquietante cesis metafisica,
Pero ahora ha perdido punta. Solo significa que AGW y)
xMy, lo cual es una verdad muy sencilla. A menos que pre-
tendamos estar usando la palabra «madre» en un sentido que
incluya parentescos mds remotos, en cuyo caso se podria decir
que sf exisce alguien, la Eva biolégica, la primera hembra de
bomo sapiens, que seria efectivamente la madre de odo el mun-
do. Pero yo me inclinarfa a pensar que se trata de un uso ile-
gitimo o metaférico de la Palabra. Mi bisabuela no es mi ma-
dre en sentido literal.
Podemos precisar todavia més la informacién acerca de la
cantidad de veces que se cumple una determinada condicién
en.un dominio. Podriamos decir que hay exactamente una co-
S@ que satisface la condicién, Esto significa que cada vez que
obtengamos un acierto, si seguimos apuntando con la varia.
ble hacia los demés objetos del dominio, cuando volvamos a
obtener un acierto resuleard ser el musmo. No es posible obre-
ner dos aciertos distintos. Fista es la esencia de la famosa teo-
ria de Russell de las descripciones definidas. Para que sea ver-
dad que el tinico rey de Francia tiene barba, es necesario que
exista alguien que sea el rey de Francia y que nadie més sea el
tey de Francia, y tiene que ser verdad que la persona que sea
cl rey de Francia tenga barba. En cualquier otro caso, es also,
La estructura de los cuantificadores es tan slo una de las
cosas que débemos tener en cuenta, aunque tiene una impor-
tancia extraordinaria. En el lenguaje ordinario se producen
frecuentemente ambigiiedades que los cuantificadores resuel-
ven con facilidad. Habfa una cancién que decia: «Todas las
chicas bonitas aman a un marineron. Acaso hay un énico
marinero afortunado al que todas aman? ¢Acaso todas aman a
tun marinero, pero cada una ama a uno distinto? Si escoge-
mos un marinero al azar, chemos de pensar que todas le aman?
Se craca de cosas muy distincas, que serén ciertas en circuns-
fancias también muy distintas. Una ambigiiedad parecida es214 PENSAR
responsable de algo asf como treinta mil muertes al afio en
Estados Unidos. «Un Estado libre necesita una milicia bien
regulada para su seguridad: no recortemos el derecho de las
personas a poser y llevar atmas.» Todas las personas? ;O
més bien las personas tomadas como un colectivo, igual que
decimos: «El equipo debe tener un autobtis»? Si los padres
fandadores hubieran podido pensar en términos de cuantifi-
cadores, tal vez se habrfa evitado derramar mucha sangre
El lenguaje y la lgica
La légica estudia las estructuras de la informacion que
acabamos de describir y, por supuesto, cualesquiera otras que
se puedan encontrar, por complejas que sean. Pero hay otro
aspecto en el trabajo del fildsofo que consiste en determinat si
la informacién contenida en el discurso ordinario se ajusta real-
mente a una u otra de estas estructuras. Y sorprende lo com-
plicada que puede Ilegar a ser esta tarea,
Consideremos, por ejemplo, la diferencia entre las expre-
siones «Era pobre y honesta» y «Era pobre pero honesta». La
primera responde claramente a la forma «p & g». Pero gqué se
puede decir de la segunda? Ciertamente sugiere algo mas, al-
go asf como que resulta sorprendente o destacable que una
persona pobre pueda ser honesta, Pero acaso dice realmente
eso? Una incerpretacién més sencilla serfa que en un sentido
estricto dice lo mismo que la primera, pero lo dice de una for-
ma que insintia o sugiere que la combinacién resulta sorpren-
dente o destacable. Tal vez en un sentido estricto no esté dan-
do més que la informacién basica, pero lo hace de una forma
que hace pensar en otras cosas (las cuales pueden ser abierta-
mente desagradables, como en este caso). De este modo, los
filésofos del lenguaje se encuentran en la necesidad de distin-
uir lo que se dice o asevera en sentido estricto —la informa-
cién que contiene la expresién lingiifstica, Hamada su con-
dition de verdad— de aquello que se sugiere o se implica, noRAZONAR 215
Como una consecuencia légica estricta, sino a través de la for-
ma en que se dicen las cosas, llamada la implicatura,
El lenguaje es un inscrumento tan flexible y sutil que
oftece un margen précticamente ilimitado para manipular la
informacién y, por lo tanto, las implicaturas, El mero hecho
de no decir algo puede tener sonoras consecuencias:
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