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1 de diciembre de 2017
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Datos y cifras
Se estima que en 2015 murieron por esta causa cerca de 3,17 millones de personas en todo el
mundo, lo cual representa un 5% de todas las muertes registradas ese año.
Más del 90% de las muertes por EPOC se producen en países de bajos y medianos ingresos.
La principal causa de la EPOC es la exposición al humo del tabaco (fumadores activos y pasivos).
Otros factores de riesgo son la exposición al aire contaminado, tanto de interiores como de
exteriores, así como al polvo y el humo en el lugar de trabajo.
La incidencia de la EPOC puede aumentar en los años venideros a causa de la mayor prevalencia
de tabaquismo y al envejecimiento de la población en muchos países.
Muchos casos de EPOC se podrían evitar abandonando pronto el hábito tabáquico y evitando
que los jóvenes lo adquieran. Por eso es importante que los países adopten el Convenio Marco
para el Control del Tabaco (CMCT) y apliquen el programa de medidas MPOWER, a fin de que no
fumar sea la norma en todo el mundo.
La EPOC es una enfermedad incurable, pero el tratamiento puede aliviar los síntomas, mejorar
la calidad de vida y reducir el riesgo de defunción.
Factores de riesgo
La principal causa de la EPOC es la exposición al humo del tabaco (fumadores activos y pasivos).
Otros factores de riesgo son:
Muchos casos de EPOC son prevenibles. La puesta en marcha mundial del Convenio Marco de la
OMS para el Control del Tabaco (CMCT) reducirá la prevalencia del tabaquismo y la carga mundial
de la EPOC.
Población en riesgo
Antes, la EPOC era más frecuente en los hombres. Sin embargo, debido a que el índice de
tabaquismo en los países de ingresos altos es similar entre hombres y mujeres y a que, en los
países de ingresos bajos, las mujeres suelen estar más expuestas al aire contaminado de interiores
(procedente de los combustibles sólidos utilizados para la cocina y la calefacción), la enfermedad
afecta hoy casi por igual a ambos sexos.
Más del 90% de los fallecimientos por EPOC se producen en países de ingresos medianos y bajos,
donde las estrategias eficaces de prevención y tratamiento no siempre se aplican o no son
accesibles para todos los enfermos.
Síntomas
La EPOC tiene una evolución lenta y generalmente se hace evidente a partir de los 40 o los 50 años
de edad. Sus síntomas más frecuentes son la disnea (dificultad para respirar), la tos crónica y la
expectoración (con mucosidad). A medida que la enfermedad empeora, los esfuerzos del día a día
como subir unos cuantos escalones o llevar una maleta, o incluso las actividades cotidianas,
pueden hacerse muy difíciles.
Los pacientes sufren frecuentes exacerbaciones, es decir, episodios más intensos de disnea, tos y
expectoración, que pueden durar de días a semanas. Estos episodios pueden ser muy
incapacitantes, requieren atención médica de urgencia (incluso hospitalización) y, en ocasiones,
pueden ser mortales.
Diagnóstico y tratamiento
La presencia de EPOC se sospecha en las personas que padecen los síntomas descritos
anteriormente y se confirma mediante una prueba denominada espirometría, que mide el
volumen de una espiración efectuada con un máximo esfuerzo y la rapidez con que se espira el
aire.
La EPOC no se cura. Sin embargo, el tratamiento farmacológico y la fisioterapia pueden aliviar los
síntomas, mejorar la capacidad de ejercicio y la calidad de vida y reducir el riesgo de muerte.
El tratamiento más eficaz y menos costoso de la EPOC para los fumadores es, precisamente, dejar
de fumar, ya que retrasa la evolución de la enfermedad y reduce la mortalidad por la enfermedad.
En algunos casos, el tratamiento con corticosteroides inhalados es también beneficioso.
La disponibilidad de opciones diagnósticas y terapéuticas para la EPOC varía según los recursos. La
OMS ha publicado unas directrices con recomendaciones específicas para el tratamiento de esta
enfermedad en la atención primaria en entornos con pocos recursos.
Respuesta de la OMS
La lucha contra la EPOC forma parte de las actividades generales de prevención y control de las
enfermedades no transmisibles que lleva a cabo la Organización, cuyos objetivos son:
crear ambientes más saludables, sobre todo para las poblaciones pobres y desfavorecidas;
reducir los factores de riesgo comunes de las enfermedades no transmisibles, tales como el
consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco como fumador pasivo, la contaminación de
interiores y de exteriores, así como las dietas malsanas y la inactividad física;
prevenir las muertes prematuras y las discapacidades evitables relacionadas con las principales
enfermedades no transmisibles.
El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) es una respuesta a la
mundialización de la epidemia de tabaquismo y tiene por objetivo proteger a miles de millones de
personas de la exposición nociva al humo del tabaco. Es el primer tratado sanitario mundial que ha
negociado la Organización Mundial de la Salud y ha sido ratificado ya por más de 180 países.
La OMS también encabeza la Alianza Mundial contra las Enfermedades Respiratorias Crónicas
(GARD), una alianza voluntaria de organizaciones, instituciones y organismos nacionales e
internacionales que trabajan para alcanzar el objetivo común de reducir la carga mundial de
enfermedades respiratorias crónicas y lograr un mundo en el que todos podamos respirar
libremente. La Alianza se centra, en particular, en las necesidades de países de ingresos medianos
y bajos, así como de poblaciones vulnerable
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad pulmonar común. La EPOC
causa dificultad para respirar.
La mayoría de las personas con EPOC tienen una combinación de ambas afecciones.
Causas
La causa principal de la EPOC es el tabaquismo. Cuanto más fume una persona, mayor
probabilidad tendrá de desarrollar EPOC. Pero algunas personas fuman por años y nunca padecen
esta enfermedad.
Enfisema
En pocos casos, los no fumadores que carecen de una proteína llamada alfa-1 antitripsina pueden
presentar enfisema.
¿Qué es la EPOC?
Puntos clave
La EPOC es crónica. En otras palabras, vive con ella todos los días.
Con la EPOC, las vías respiratorias en los pulmones se inflaman y se engrosan, y el tejido donde se
intercambia el oxígeno es destruido. El flujo de aire hacia adentro y hacia afuera de los pulmones
disminuye. Cuando eso sucede, en los tejidos del cuerpo entra menos oxígeno y se hace más difícil
deshacerse del dióxido de carbono residual. A medida que la enfermedad empeora, se hace más
difícil mantenerse activo debido a la dificultad para respirar.
Tos crónica
Fatiga
Sibilancia
La detección temprana de la EPOC es la clave para el tratamiento y el control efectivo. Hable con
su médico acerca de su riesgo de sufrir EPOC si sucede algo de lo siguiente:
Fuma o tiene antecedentes de tabaquismo. Alrededor del 80 al 90 por ciento de todos los casos
de EPOC son causados por el consumo de cigarrillos. El humo del cigarrillo puede debilitar la
defensa de sus pulmones contra las infecciones, estrechar las vías respiratorias, causar hinchazón
en los conductos respiratorios y destruir los alvéolos pulmonares.
Está expuesto a la contaminación del aire. La contaminación en el aire, así como polvos y humos
irritantes, especialmente en el trabajo , también pueden causar EPOC.
Tiene deficiencia de alfa-1. Un pequeño número de personas tiene una forma rara de EPOC que
se conoce como enfisema asociado a la deficiencia de alfa-1. Esta forma de EPOC es causada por la
falta hereditaria de una proteína protectora en la sangre.
Muchas personas pueden vivir de manera óptima con EPOC y evitar exacerbaciones o brotes
cuando toman su medicación con regularidad y de la manera correcta. Puede trabajar con su
médico para crear un plan de control. Asegúrese de tomar sus medicamentos según las
indicaciones.
Vivir con EPOC puede hacerlo sentir solo. Se ha demostrado que el apoyo social mejora la
calidad de vida en los pacientes con EPOC. Ya sea mediante un grupo de apoyo en persona o en
línea, puede ayudarse a sí mismo y a otros a enfrentar esta enfermedad.
Cuidar de su salud y sus pulmones puede ayudarlo a controlar su EPOC y a sentirse lo mejor
posible. Pregúntele a su médico acerca de la rehabilitación pulmonar para ayudar a aumentar su
fuerza. Si fuma, deje de hacerlo. Evite irritantes pulmonares como el humo de segunda mano, la
contaminación o los productos químicos peligrosos. Evite las multitudes y asegúrese de estar al día
con sus vacuna
Fibrosis pulmonar
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Introducción
Cansancio
Acropaquia o dedos en palillo de tambor (clubbing, en inglés; en esta afección, las puntas de los
dedos de las manos y los pies se agrandan y las uñas se curvan)
Su doctor puede usar su historia clínica, pruebas por imágenes, una biopsia y/o pruebas de la
función de los pulmones para diagnosticar la fibrosis pulmonar. No existe una cura. Los
tratamientos se centran en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos incluyen
medicamentos, terapia con oxígeno, rehabilitación pulmonar o trasplante de pulmón.
Descripción general
Ilustración de fibrosis pulmonar
Fibrosis pulmonar
La fibrosis pulmonar es una enfermedad pulmonar que se produce cuando el tejido pulmonar se
daña y se producen cicatrices. Este tejido engrosado y rígido hace que sea más difícil que tus
pulmones funcionen correctamente. A medida que la fibrosis pulmonar empeora, tienes cada vez
más dificultad para respirar.
La formación de cicatrices relacionada con la fibrosis pulmonar puede deberse a diversos factores.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, los médicos no pueden individualizar la causa del
problema. Cuando no puede encontrarse una causa, la afección recibe el nombre de fibrosis
pulmonar idiopática.
El daño en los pulmones causado por la fibrosis pulmonar no puede repararse, pero los
medicamentos y las terapias en ocasiones pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la
calidad de vida. Para algunas personas, podría ser adecuado realizar un trasplante de pulmón.
Síntomas
Entre los signos y síntomas de la fibrosis pulmonar, pueden mencionarse los siguientes:
Tos seca
Fatiga
Ensanchamiento y redondeo de las puntas de los dedos de los pies o de las manos (hipocratismo
digital)
La evolución de la fibrosis pulmonar y la gravedad de los síntomas pueden variar
considerablemente de una persona a otra. Algunas se enferman rápidamente y presentan un
cuadro grave. Otras tienen síntomas moderados que empeoran más lentamente, en el transcurso
de meses o años.
En algunas personas, los síntomas pueden empeorar rápidamente (exacerbación aguda), por
ejemplo, dificultad grave para respirar, que puede extenderse varios días o semanas.
Posiblemente, se les colocará un respirador artificial a estas personas. El médico también puede
recetar antibióticos, corticoesteroides u otros medicamentos para tratar la exacerbación aguda.
Causas
La fibrosis pulmonar produce cicatrices y engrosa el tejido que rodea las bolsas de aire (alvéolos)
de los pulmones. Esto dificulta el paso del oxígeno al torrente sanguíneo. El daño puede deberse a
muchos factores diferentes, incluidos la exposición por un largo plazo a determinadas toxinas,
ciertos trastornos médicos, radioterapia y algunos medicamentos.
La exposición por un largo plazo a ciertas toxinas y contaminantes puede dañar tus pulmones.
Tales factores incluyen los siguientes:
Harina de sílice
Fibras de asbesto
Polvo de carbón
Polvo de granos
Algunas personas que reciben radioterapia para el cáncer de pulmón o de mama presentan signos
de daño pulmonar meses y, en ocasiones, años después del tratamiento inicial. La gravedad del
daño puede depender de lo siguiente:
Medicamentos
Muchos medicamentos pueden dañar tus pulmones, sobre todo medicamentos como los
siguientes:
Medicamentos para quimioterapia. Los medicamentos diseñados para matar células cancerosas,
tales como el metotrexato (Trexall, Otrexup y otros) y la ciclofosfamida, también pueden dañar el
tejido pulmonar.
Medicamentos para el corazón. Algunos medicamentos que se utilizan para tratar los latidos
irregulares del corazón, tales como la amiodarona (Cordarone, Nexterone, Pacerone), pueden
dañar el tejido pulmonar.
Afecciones
El daño pulmonar también puede producirse como resultado de varias afecciones, incluidas las
siguientes:
Dermatomiositis
Polimiositis
Artritis reumatoide
Sarcoidosis
Esclerodermia
Neumonía
Son muchas las sustancias y afecciones que pueden causar fibrosis pulmonar. De todas maneras,
en muchos casos, nunca se encuentra la causa. La fibrosis pulmonar sin una causa conocida se
llama fibrosis pulmonar idiopática.
Los investigadores tienen varias teorías sobre el posible desencadenante de la fibrosis pulmonar
idiopática, que incluyen los virus y la exposición al humo de tabaco. Además, algunas formas de
fibrosis pulmonar idiopática son hereditarias, y la herencia puede incidir en la fibrosis pulmonar
idiopática.
Es probable que muchas personas con fibrosis pulmonar idiopática también tengan reflujo
gastroesofágico, una enfermedad que se produce cuando el ácido del estómago vuelve al esófago.
Se está evaluando en investigaciones en curso si el reflujo gastroesofágico puede ser un factor de
riesgo para la fibrosis pulmonar idiopática, o si el reflujo gastroesofágico puede causar una
progresión más rápida de la enfermedad. Sin embargo, deben realizarse más investigaciones para
determinar la relación entre la fibrosis pulmonar idiopática y el reflujo gastroesofágico.
Factores de riesgo
Los factores que te hacen más propenso a la fibrosis pulmonar comprenden los siguientes:
Edad. Si bien se ha diagnosticado fibrosis pulmonar en niños y bebés, es más probable que el
trastorno afecte a adultos de mediana edad y mayores.
Sexo. La fibrosis pulmonar idiopática afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las
mujeres.
Tabaquismo. Muchos más fumadores y ex fumadores padecen fibrosis pulmonar que personas
que nunca fumaron. La fibrosis pulmonar puede producirse en pacientes con enfisema.
Factores genéticos. Algunos tipos de fibrosis pulmonar son hereditarios, y los factores genéticos
podrían ser un componente.
Complicaciones
Presión arterial alta en los pulmones (hipertensión pulmonar). A diferencia de la presión arterial
alta sistémica, esta afección repercute solo en las arterias de los pulmones. Se inicia cuando el
tejido cicatricial comprime las arterias y los capilares más pequeños, lo cual incrementa la
resistencia al flujo sanguíneo en los pulmones.
Esto, a su vez, eleva la presión dentro de las arterias pulmonares y en la cámara cardíaca inferior
derecha (ventrículo derecho). Algunas formas de hipertensión pulmonar son enfermedades graves
que se agravan progresivamente y, a veces, provocan la muerte.
Insuficiencia cardíaca derecha (cor pulmonale). Esta afección grave se produce cuando la cámara
inferior derecha del corazón (ventrículo) debe bombear más que lo normal para transportar la
sangre por las arterias pulmonares que están obstruidas parcialmente.
Insuficiencia respiratoria. A menudo, esta es la última etapa de la enfermedad pulmonar
crónica. Ocurre cuando los niveles de oxígeno en la sangre decaen demasiado.
Cáncer de pulmón. La fibrosis pulmonar de larga data también aumenta el riesgo de que se
desarrolle cáncer de pulmón.
Fibrosis Pulmonar
6 julio, 2017
Fibrosis Pulmonar
Cuando el tejido pulmonar se va cicatrizando poco a poco y se vuelve duro y más grueso provoca
que sea más difícil recuperar el aliento o respirar con normalidad. En estos casos, hablamos de
fibrosis pulmonar; una afección que puede darse debido al consumo de tabaco excesivo o a la
exposición prolongada a ciertas sustancias como el acero o el plomo. ¿Quieres saber más sobre
esta enfermedad que afecta directamente al sistema respiratorio? En tuSíntoma te lo contamos
todo sobre la fibrosis pulmonar, sus causas más comunes, los síntomas que produce dicha
patología y los mejores tratamientos para que el pronóstico de evolución sea favorable.
La fibrosis pulmonar se trata de una enfermedad que afecta al sistema respiratorio. Se origina
cuando el tejido pulmonar empieza a cicatrizar y se vuelve más grueso y más duro, es decir, se
cambia el tejido pulmonar por tejido colágeno. Este hecho provoca dificultad a la hora de retomar
aliento, impidiendo respirar con facilidad y obtener el oxígeno adecuadamente, es decir,
reduciendo la función pulmonar e impidiendo que el oxigeno llegue correctamente a la sangre y,
por ende, a las demás células del cuerpo. Esta limitación pulmonar puede producir grandes
cambios hemodinámicos y clínicos e, incluso, conducir a la muerte en caso de que no se trate
correctamente.
Causas
Aunque se desconoce la causa que provoca que el tejido pulmonar se convierta en tejido
colágeno, hay ciertos factores que aumentan el riesgo de padecer fibrosis pulmonar. El más
frecuente es el tabaco, una de las causas principales del desarrollo de esta afección. La cantidad de
cigarrillos que se fuman al día, así como los años que lleva siendo fumador incrementan las
posibilidades de la aparición de fibrosis en los pulmones.
Existen otros motivos por los que se puede desarrollar esta enfermedad:
Otras de las causas más comunes en el origen de la fibrosis pulmonar son las infecciones por virus,
bacterias, hongos y/o parásitos, las enfermedades sistémicas como la colagenosis o la artritis
reumatoide o la exposición a sustancias nocivas como los aerosoles, los polvos de serrín, madera
de pino, al acero, al plomo o al latón, entre otras.
Síntomas
Los síntomas de la fibrosis pulmonar pueden variar dependiendo de la causa que la ha provocado.
No obstante, el paciente tendrá dificultad para respirar o recuperar el aliento después de realizar
un esfuerzo físico. Entre los síntomas más comunes destacan:
Dificultad para respirar y recuperar el aliento después de realizar esfuerzos.
Pérdida de apetito.
Diagnóstico y tratamiento
Cualquier insuficiencia pulmonar debe ser controlada por un médico. En el caso de la fibrosis
pulmonar es necesario que el doctor realice un examen clínico completo para poder diagnosticar
la enfermedad y preescribir el tratamiento adecuado para superarla. Las pruebas más habituales
son radiografías torácicas, tomografías e incluso toma de muestra de tejido pulmonar para
descartar otras posibles enfermedades (biopsia).
Teniendo en cuenta que el origen de la fibrosis pulmonar no es concreto y que existen múltiples
factores que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad, no existe un protocolo determinado
para su tratamiento. Habitualmente se utilizan corticoides para reducir las molestias y el dolor y
recobrar la función respiratoria. Si bien estos fármacos no hacen desaparecer la enfermedad,
pueden ayudar a aliviar los síntomas y producir mejorías en los pacientes de fibrosis pulmonar.
Otros tratamientos eficaces que el médico podría preescribir son la pirfenidona o el nintedanib.
No dudes en consultar a tu médico ante cualquier síntoma que afecte a tu sistema respiratorio. El
diagnóstico en estos casos es fundamental para prevenir complicaciones. Recuerda, también, que
seguir unos hábitos de vida saludables ayudarán a reducir los factores externos que pueden influir
directamente en el desarrollo de fibrosis pulmonar.
Saber más sobre la neumonía
La neumonía es una infección del pulmón que puede ser causada por múltiples microorganismos
(bacterias, virus y hongos).
Las neumonías se clasifican según se adquieren en el día a día de una persona (neumonía
adquirida en la comunidad) o en un centro sanitario (neumonía hospitalaria).
Cualquiera puede sufrir neumonía, y existen muchos factores que determinan que una persona
sea más susceptible a infección por unos microorganismos u otros. Por ejemplo, en personas
sanas, la neumonía más común es la producida por una bacteria llamada neumococo
(Streptococcus Pneumoniae). En cambio, en personas ingresadas en centros hospitalarios, otras
bacterias poco comunes en la comunidad son más frecuentes.
Neumonía
2 de agosto de 2019
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Datos y cifras
La neumonía es responsable del 15% de todas las defunciones de menores de 5 años y se calcula
que mató a unos 920 136 niños en 2015.
La neumonía causada por bacterias puede tratarse con antibióticos, pero solo un tercio de los
niños que padecen neumonía reciben los antibióticos que necesitan.
La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Estos están
formados por pequeños sacos, llamados alvéolos, que —en las personas sanas— se llenan de aire
al respirar. Los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de pus y líquido, lo que hace
dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno.
Causas
Diversos agentes infecciosos —virus, bacterias y hongos— causan neumonía, siendo los más
comunes los siguientes:
Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): la segunda causa más común de neumonía bacteriana;
Transmisión
La neumonía puede propagarse por diversas vías. Los virus y bacterias presentes comúnmente en
la nariz o garganta de los niños, pueden infectar los pulmones al inhalarse. También pueden
propagarse por vía aérea, en gotículas producidas en tosidos o estornudos. Además, la neumonía
puede propagarse por medio de la sangre, sobre todo en el parto y en el período inmediatamente
posterior. Se necesita investigar más sobre los diversos agentes patógenos que causan la
neumonía y sobre sus modos de transmisión, ya que esta información es fundamental para el
tratamiento y la prevención de la enfermedad.
Formas de presentación
Los síntomas de la neumonía vírica y los de la bacteriana son similares, si bien los de la neumonía
vírica pueden ser más numerosos que los de la bacteriana.
En menores de 5 años con tos y/o dificultad para respirar, acompañadas o no de fiebre, la
neumonía se diagnostica por la presencia de taquipnea (respiración rápida) o tiraje subcostal
(depresión o retracción de la parte inferior del tórax durante la inspiración, cuando en las personas
sanas el tórax se produce una expansión). Las sibilancias son más frecuentes en las infecciones
víricas.
Los lactantes con afectación muy grave pueden ser incapaces de comer o beber, y pueden
presentar pérdida de consciencia, hipotermia y convulsiones.
Factores de riesgo
La mayoría de los niños sanos pueden combatir la infección mediante sus defensas naturales, pero
los niños inmunodeprimidos presentan un mayor riesgo de contraer neumonía. El sistema
inmunitario del niño puede debilitarse por malnutrición o desnutrición, sobre todo en lactantes no
alimentados exclusivamente con leche materna.
La presencia previa de enfermedades como sarampión o infecciones de VIH asintomáticas también
aumentan el riesgo de que un niño contraiga neumonía.
la contaminación del aire interior ocasionada por el uso de biomasa (como leña o excrementos)
como combustible para cocinar o calentar el hogar;
Tratamiento
La neumonía causada por bacterias puede tratarse con antibióticos. El antibiótico de elección es la
amoxicilina en comprimidos dispersables. La mayoría de los casos de neumonía requieren
antibióticos por vía oral los cuales suelen recetarse en centros de salud. Estos casos también
pueden ser diagnosticados y tratados con antibióticos orales baratos a nivel comunitario por los
trabajadores de salud comunitarios capacitados. Se recomienda la hospitalización solamente en
los casos graves.
Prevención
Una nutrición adecuada es clave para mejorar las defensas naturales del niño, comenzando con la
alimentación exclusiva con leche materna durante los seis primeros meses de vida; además de
prevenir eficazmente la neumonía, reduce la duración de la enfermedad.
También puede reducirse el número de niños que contraen neumonía corrigiendo factores
ambientales como la contaminación del aire interior (por ejemplo, proporcionando cocinas de
interior limpias a precios asequibles) y fomentando una higiene correcta en hogares hacinados.
A los niños infectados con el VIH se les administra el antibiótico cotrimoxazol diariamente para
reducir el riesgo de que contraigan neumonía.
Costos económicos
Se calcula que el costo de tratar con antibióticos a todos los niños enfermos de neumonía en 66 de
los “países de la cuenta regresiva para 2015 con respecto a la supervivencia materna, neonatal e
infantil” es de US$ 109 millones al año. Esta cifra incluye los antibióticos en sí mismos y las
pruebas necesarias para establecer el diagnóstico de neumonía.
Respuesta de la OMS
protección de los niños de la neumonía, entre otras cosas promoviendo la lactancia natural
exclusiva y el hábito de lavarse las manos y reduciendo la contaminación del aire en interiores;
tratamiento de la neumonía, sobre todo procurando que todos los niños enfermos tengan
acceso a una atención sanitaria correcta (dispensada por un agente de salud comunitario o bien en
un centro de salud cuando la afección revista gravedad) y reciban los antibióticos y el oxígeno que
necesitan para sanar.
Varios países, entre ellos Bangladesh, la India, Kenya, Uganda y Zambia, han elaborado planes
distritales, estatales y nacionales para intensificar las medidas destinadas a combatir la neumonía
y la diarrea. Muchos otros han integrado en sus estrategias nacionales de salud y supervivencia del
niño medidas específicas contra la diarrea y la neumonía. Para muchos países, la agenda para
después de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha incluido explícitamente como acción
prioritaria el acabar con las muertes prevenibles por diarrea y neumonía.
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Bronquitis
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Qué es
Cuando los bronquios están inflamados o infectados entra menos aire a los pulmones y también
sale menos cantidad. Como consecuencia, se tose mucho expulsando esputo o flema.
Se dice que la bronquitis es crónica cuando este tipo de tos es persistente y cuando no hay otra
enfermedad subyacente que pueda explicar su origen.
Prevalencia e incidencia
La bronquitis aguda es más frecuente en otoño e invierno, ya que los microbios que las ocasionan
sobreviven y se multiplican más fácilmente en un ambiente frío. Es complicado saber su incidencia
es difícil porque cuando los síntomas son leves los pacientes no consultan en los centros de salud,
dificultando así el cálculo pormenorizado de los casos.
Causas
"La causa más frecuente de las bronquitis agudas son microorganismos que infectan y, en
consecuencia, inflaman los bronquios. Los microbios responsables tienen diferente naturaleza -
bacterias o virus-, encontrándose en nuestro entorno diario. Es en épocas frías cuando se favorece
a su multiplicación", explica Sandra Ros, neumóloga y miembro del Área de Enfermedades
infecciosas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
A través del aire: al toser y estornudar. Por eso se recomienda proteger a los demás cubriendo
nariz y boca en estos casos.
A través de contacto directo con piel o superficie que contenga el microbio: por ejemplo, la
mano con la hemos controlado el estornudo o la tos puede transmitir el microbio.
Frecuentemente, no somos conscientes de estos gestos cotidianos. De ahí la insistencia con el
lavado de manos.
Síntomas
La bronquitis se manifiesta habitualmente con tos, mucosidad con salida oral y, en ocasiones
dificultad respiratoria como consecuencia de la reducción del calibre de los bronquios. Puede
acompañarse también, en ocasiones, de febrícula, a partir de 37ºC, o fiebre, a partir de 38ºC.
Los síntomas de la bronquitis crónica empeoran cuando aumentan las concentraciones de dióxido
sulfúrico y de otros contaminantes en el aire, y lo hacen aún más cuando los afectados fuman. A
menudo, las personas no prestan atención a la bronquitis crónica hasta que la enfermedad está en
una etapa avanzada, porque creen erróneamente que la bronquitis no supone un riesgo
importante. Cuando el paciente finalmente va al médico, muchas veces sus pulmones ya están
lesionados y el riesgo de padecer problemas respiratorios graves o de sufrir un fallo cardiaco es
elevado.
Prevención
"La prevención se centra, fundamentalmente, en proteger la vía aérea en los ambientes fríos y
cumplir las normas explicadas anteriormente para evitar el contagio", aconseja Ros.
Tipos
Infecciosa, que en ocasiones se acompaña de febrícula o fiebre y podemos distinguir dos tipos:
* Vírica: los virus suelen producir secreciones transparentes o blanquecinas. No se trata con
antibióticos porque no combaten a este tipo de microorganismo.
* Bacteriana: las secreciones son amarillentas o verdosas. Se suelen tratar con antibiótico.
Irritativa: el ambiente cada vez más cargado con agentes contaminantes o humo de tabaco
puede favorecer la aparición de bronquitis.
Alérgica: en este caso depende de la predisposición del individuo a que determinados alérgenos
del ambiente, principalmente los ácaros, pólenes y epitelio de animales, desencadenen la
inflamación bronquial.
Diagnóstico
Un cultivo de esputo puede indicar la necesidad de otro tipo de antibióticos cuando los síntomas
son persistentes o recurrentes o cuando la bronquitis es muy grave.
Tratamientos
El tratamiento va dirigido al control y mejoría de los síntomas, así como a la causa sospechada:
Antibiótico: solo si se sospecha que la causa es una bacteria y únicamente prescrito por el
médico. En los niños, la amoxicilina es el fármaco de elección habitual.
Otros datos
"Las bronquitis se resuelven entre una o dos semanas después de su comienzo. Es importante
saber que la tos -que normalmente es lo que más nos desespera- suele ser el síntoma inicial y
también el último en desaparecer", comenta Ros.
Cuando no existe una mejoría de los síntomas durante los primeros dos o tres días de tratamiento,
se aconseja nueva valoración médica.
También puede ocurrir que se lleve a cabo una correcta recuperación, pero que se presenten
episodios repetidos, en cuyo caso debe descartarse que exista alguna enfermedad respiratoria
crónica de base.
Las recaídas se pueden prevenir siguiendo el consejo médico para la recuperación. Principalmente,
evitando suspender precozmente el tratamiento cuando se empieza a notar la mejoría y huyendo
de factores de riesgo como el tabaco.
Bronquitis aguda
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Introducción
La bronquitis es la inflamación de los conductos bronquiales, las vías respiratorias que llevan
oxígeno a sus pulmones. Esta causa una tos que en forma frecuente presenta mucosidad. También
causa dificultad para respirar, jadeo y presión en el pecho. Existen dos tipos de bronquitis: aguda y
crónica.
La mayoría de los casos de bronquitis aguda mejora en unos días, pero la tos puede durar varias
semanas después de haberse curado la infección.
A menudo, los mismos virus que causan el resfrío y la gripe pueden causar bronquitis aguda. Estos
virus se propagan por el aire cuando alguien tose o a través del contacto físico (por ejemplo,
alguien que no se haya lavado las manos). La exposición al humo del cigarrillo, contaminación del
aire, polvo y gases también pueden causar bronquitis aguda. Así mismo, las bacterias pueden
causar bronquitis aguda, pero no tan seguido como los virus.
Para diagnosticar la bronquitis aguda, el médico le preguntará sobre sus síntomas y escuchará su
respiración. Usted también puede tener otras pruebas.
El tratamiento incluye descansar, tomar líquidos y aspirina (para adultos) o acetaminofén para
bajar la fiebre. Un humidificador de ambientes puede ayudar. Puede necesitar inhalar medicinas
para abrir sus vías respiratorias si tiene jadeo o sibilancias. Los antibióticos no le ayudarán si la
causa es un virus. A usted le recetarán antibióticos si la causa es bacteriana.
Comience aquí
Bronquitis Desde los Institutos Nacionales de la Salud (Instituto Nacional del Corazón, los
Pulmones y la Sangre) También en inglés
Bronquitis (resfriado del pecho) (y los antibióticos) (Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades) También en inglés
Diagnóstico y exámenes
Nivel de oxígeno en la sangre Desde los Institutos Nacionales de la Salud (Biblioteca Nacional de
Medicina) También en inglés
Radiografía de tórax Desde los Institutos Nacionales de la Salud (Instituto Nacional del Corazón,
los Pulmones y la Sangre) También en inglés
Asuntos relacionados
Culpables de la tos: ¿Cuáles son las diferencias entre la bronquitis y la neumonía? Desde los
Institutos Nacionales de la Salud (Institutos Nacionales de la Salud) También en inglés
Humidificadores: La humedad del aire alivia la piel y los síntomas respiratorios (Clínica Mayo)
También en inglés
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El organismo de los NIH principalmente responsable por realizar investigaciones científicas sobre
Bronquitis aguda es el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre
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