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Características diagnosticas
Los sujetos con disforia de género tienen una incongruencia marcada entre el sexo natal y el
sexo que sienten, siendo esta discrepancia el componente central del diagnóstico que puede dar
a existir un malestar que no se limita al deseo de ser simplemente de otro sexo, sino de incluir
el deseo de ser un sexo alternativo, siempre y cuando difiera de sexo que le ha sido asignado al
sujeto. (Martínez-Férez, 2014)
La disforia de género se manifiesta de modo diferente en los diferentes grupos de edad. Las
chicas prepuberales con disforia de género pueden expresar el deseo de ser un chico o afirmar
que lo es, prefieren el estilo masculino y puede que pidan llamarse con el nombre de un chico,
también tienen poco interés en los estereotipos femeninos hasta en la posición al orinar.
Algunas de ellas manifiestan el deseo de tener pene y otras que aseguran tenerlo. Los chicos
prepuberales con disforia de género pueden expresar el deseo de ser chica o afirmar que lo son,
su preferencia es vestir con ropa femenina y se interesan a menudo intensamente por las
fantasías femeninas dándole poco interés a los estereotipos masculinos. Algunos pueden fingir
que no tienen pene, insisten en sentarse para orinar. Con menos frecuencia encuentran su pene
y testículos desagradables que quieren quitárselos o quieren tener una vagina. En jóvenes
adolescentes con disforia de género, las características clínicas se asemejan al de los niños o
adultos, dependiendo el nivel de desarrollo, como sus características sexuales secundarias no
son tan desarrollados, estos sujetos no se provocan disgusto entre ellos mismos. (asociación
americana de psiquiatria, 2017)
En lo adultos con disforia de género desean liberarse de sus características sexuales primarias y
secundarias y adquirir las del otro sexo, pueden adoptar la conducta, el vestido y los
manierismos del sexo que se experimenta, además presenta incomodidad al ser considerados
por otros, o al funcionar en la sociedad, como miembro del sexo que tiene asignado. (Brown,
2017)
En la pubertad, los chicos nacidos pueden afeitarse las piernas al primer signo de crecimiento
de vello. A veces esconden los genitales para que sean menos visibles las erecciones. Las chicas
pueden esconder el pecho, caminar encorvadas, para que el pecho se vea menos. Más
frecuente. Los adolescentes pueden solicitar, u obtener supresores hormonales de los
esteroides gonadales. Los adolescentes que viven en un entorno que lo aceptan pueden
expresar abiertamente el deseo de ser o de ser tratados como el sexo que experimentan.
(Hurtado-Murillo, 2015)
Prevalencia
En adultos nacidos varones la prevalencia oscila entre 0,005 al 0,014% y en nacidas mujeres
entre 0,002 y el 0,003%, Las diferencias de sexo en las cifras de derivación a consultas
especializadas varían por grupo de edad. En los niños, la proporción de nacidos varones frente
a las nacidas mujeres oscila entre 2:1 y 4,5:1 (asociación americana de psiquiatria, 2017)
Desarrollo y curso
Como la expresión de disforia de género varia con la edad, hay criterios diferentes para niños,
adolescentes y adultos. En el caso de los niños es más concreto y de forma más conductual,
además los niños menores expresan con menos probabilidad que los niños mayores la disforia
anatómica persistente. En los adolescentes y adultos, la incongruencia entre el sexo que se
experimenta con el sexo somático es el rasgo central del diagnóstico. El deterioro (rechazo al
colegio) puede ser una de las consecuencias de disforia de género. (Brown, 2017)
Temperamentales.
En los sujetos con disforia de género sin un trastorno del desarrollo sexual, la conducta
sexual atípica entre los de comienzo temprano aparece en la edad preescolar temprana
y es posible que un alto grado de atipicidad haga que el desarrollo de la disforia de
género y su persistencia en la adolescencia y edad adulta sean más probables. (Brown,
2017)
Ambientales.
Los hombres con disforia de género tienen más frecuentemente hermanos mayores
varones en comparación con aquellos sin esta afección. Otros factores a considerar,
especialmente en los sujetos con disforia de género de comienzo tardío, son el
travestismo fetiche habitual, que se desarrolla en una autoginefilia (ej. Despertar sexual
asociado con el pensamiento o la imagen de uno mismo como mujer) (Brown, 2017)
Genético y fisiológicos.
En los sujetos con disforia de género sin un trastorno del desarrollo sexual se ha
señalado la posibilidad de alguna contribución genética a raíz de los datos (aunque
débiles) que apuntan a la familiaridad del transexualismo entre los hermanos no
gemelos, a una mayor concordancia para el transexualismo entre los gemelos del mismo
sexo monocigóticos respecto de los dicigoticos, ya cierto grado de heredabilidad de la
disforia de género. En hallazgos endocrinológicos no se encontraron alteraciones
sistémicas endógenas. La evidencia actual es insuficiente para etiquetar la disforia de
género sin trastorno del desarrollo sexual como una forma de intersexualidad limitada
al sistema nervioso central. En la disforia de género asociada con trastorno de desarrollo
sexual, la probabilidad de presentar después disforia de género se incrementa si la
producción prenatal y la utilización de andrógenos son extremadamente atípicos en
comparación con lo que normalmente se ve en los sujetos del mismo sexo asignado.
(asociación americana de psiquiatria, 2017)
La preocupación relacionada con deseos de cambio de sexo puede aparecer a cualquier edad
tras los primeros 2-3 años de infancia y a menudo interfiere en las actividades diarias. En los
niños mayores, la incapacidad de adquirir las habilidades y las relaciones que son típicas para la
edad con los compañeros del mismo sexo puede conducir al aislamiento social y producir
malestar. En los adolescentes y adultos, la preocupación por los deseos de cambios de sexo a
menudo interfiere con las actividades diarias. La disforia de género, junto con la expresión
atípica del sexo, se asocia a altos niveles de estigmatización, discriminación y victimización, lo
que genera conceptos negativos sobre uno mismo. El acceso de estos sujetos a los servicios de
salud puede verse impedido por barreras estructurales, como el desagrado institucional o la
inexperiencia de trabajar con pacientes de esta población. (asociación americana de psiquiatria,
2017)
Comorbilidad
Los niños presentan niveles elevados de problemas emocionales y conductuales, sobre todo
trastorno de ansiedad, disruptivos del control de los impulsos nerviosos y depresivos. En los
niños prepuberales, el aumento de la edad se asocia con más problemas emocionales y
conductuales; esto se relaciona con la creciente falta de aceptación de la conducta sexual
variante por parte de los demás. El trastorno del espectro autista es más prevalente en niños
con disforia de género que se derivan de la clínica que en la población general, siendo más
prevalente en adolescentes. Los adultos con disforia de género que se derivan de la clínica puede
que tengan problemas de salud mental, sobre todo de ansiedad y depresivos. (asociación
americana de psiquiatria, 2017)