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¿por qué es necesaria una


reforma política general?
jaime buenahora febres-cordero*

1. INTRODUCCIÓN sentación, entendiendo por ella la princi-


pal expresión de la democracia política en
Muchos ciudadanos no comprenden la las sociedades modernas.
razón por la cual se resalta tanto la necesi- A pesar de los esfuerzos del cuerpo
dad de una reforma política. Consideran constituyente de 1991, no se erradicaron
que la crisis nacional está mucho más re- todos los factores que alimentan y repro-
lacionada con otros problemas, como el ducen el bloqueo de la democracia repre-
conflicto armado, la violación de los de- sentativa. Tampoco se supieron reglamen-
rechos humanos, los desplazados, el défi- tar por vía legal los procedimientos para
cit fiscal, el desempleo, la negación de una garantizar el ejercicio de la democracia se-
pronta y cumplida justicia, la crisis pen- midirecta. Una reforma política integral
sional o la falta de oportunidades en se- implicaría la revisión y modificación de
guridad social, vivienda y educación. Y las reglas de juego imperantes para operar
tienen razón, pero sólo en parte, porque una efectiva diversificación del poder, de
quiérase o no, todos esos flagelos son con- suerte que todos los asociados se sientan
secuencia del pésimo ejercicio de la polí- vinculados y representados. Tiene que ver,
tica, fundamentada en ese régimen anti- entre otras cosas, con la organización y el
democrático, discriminatorio y excluyente funcionamiento de los partidos políticos,
que nos ha caracterizado durante largo el ejercicio de la oposición, el sistema elec-
tiempo. Aunque los problemas señalados toral, la equidad en la competencia políti-
se pueden y deben enfrentar con firmeza, ca y la financiación de las campañas, y, los
no es fácil alcanzar el camino de su verda- mecanismos de participación ciudadana;
dera solución mientras perduren las disfun- en fin, aspectos todos tendientes a recu-
ciones del sistema político, en particular las perar la credibilidad de la política y la le-
que impiden una activa participación ciu- gitimidad institucional. Las reglas de la
dadana y desvirtúan el sentido de la repre- democracia política son condición sine qua

* Profesor e Investigador en temas de ciencia política y derecho de las facultades de Finanzas, Gobierno y
Relaciones Internacionales y Derecho.

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Capítulo 1
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non para poder edificar la democracia eco- responsables del mal gobierno, cualquie-
nómica y social, que se caracteriza por un ra sea el país. Los escándalos financieros
orden justo, basado en la igualdad de opor- en las campañas, el enriquecimiento per-
tunidades y la permanente valoración de sonal de sus dirigentes, la falta de volun-
lo colectivo. Difícilmente se pueden lo- tad para desarrollar la democracia en su
grar mejoras importantes en vivienda, sa- interior y la creciente clientelización de la
lud, sistema pensional, educación o cré- actividad política, son algunos de los fac-
dito, si no se reparte el poder y se tores anómalos que más se repiten. Un
democratiza la toma de decisiones. La re- estudio realizado por la Unión Europea
forma política no puede, entonces, inter- en 1997, demuestra que, si bien el des-
pretarse en forma aislada, porque significa agrado es alto frente a todas las formas de
el punto de partida metodológico para que, organización colectiva, es mayor en rela-
en encadenamiento progresivo, se generen ción con los partidos políticos. Mientras
los cambios estructurales que el país recla- éstos tienen una imagen desfavorable del
ma. La reforma política, así concebida, es 75% frente a una imagen favorable de ape-
un instrumento clave para la reconciliación nas el 16%, los gobiernos o las adminis-
nacional. Por ahora, los colombianos no te- traciones tienen una del 49 y 40% respecti-
nemos sino caricaturas de la democracia vamente, los parlamentos del 48 y 40%,
política y de la democracia económica y so- los sindicatos del 48 y 38%, y las organiza-
cial. Y la democracia real, ésa a la cual aspi- ciones no gubernamentales del 41 y 32%1.
ramos, no es otra que la amalgama resul- Los interrogantes no esperan. ¿Puede
tante de las dos formas. He ahí la verdadera subsistir la democracia sin las funciones
dimensión de una reforma política integral. que los partidos políticos cumplen? O
mejor aún, para no hablar de funciones,
2. LOS PARTIDOS POLÍTICOS COMO ¿cuál es la correlación existente entre los
SOPORTE DE LA DEMOCRACIA partidos y la democracia?
Ninguna de las grandes democracias
La opinión pública ha sido constante en representativas del mundo moderno fun-
su crítica frente a los partidos políticos. ciona sin partidos políticos. Inclusive, en
Las disfunciones que se manifiestan a tra- Suiza, en donde la democracia directa se
vés de su acción política los han desacre- desarrolla con regularidad, los partidos han
ditado casi desde que aparecieron en el sabido nutrirse de los múltiples referen-
escenario público. En la actualidad, no son dos para efectos de concientización y mo-
pocos los ciudadanos que los señalan como vilización. Cada vez que una democracia

1. Cf. Commission Européenne, DG 10, 1997, Rapport sur l’Eurobaromètre Standard No. 48.
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cae, como consecuencia de un golpe de ción, el punto de llegada. En esa muta-


estado, uno de los primeros actos de la ción, mejor que cualquier otra organiza-
dirigencia dictatorial consiste en suprimir ción social, median y actúan los partidos
los partidos, o en reducirlos a su mínima políticos. Ahora bien, un nivel de media-
expresión para aparentar algún grado de ción precario entre la sociedad civil y la
democracia. Pensemos más bien que cuan- sociedad política termina develando una
do el fenómeno inverso se produce, esto crisis de legitimidad y representación, esto
es, cuando un régimen autoritario anun- es, una crisis de los partidos políticos y de
cia un proceso de apertura y democratiza- la democracia misma. Pero es evidente
ción, los protopartidos proliferan y se de- que, en una democracia madura y conso-
sarrollan hasta formar partidos. El árbol lidada, el nivel de mediación que cumplen
del pluralismo muestra sus ramas con es- los partidos políticos es bastante acepta-
peranza. Esta ley no conoce excepciones. ble y, en consecuencia, son muchas más
La democracia, pues, camina de la mano sus funciones que sus disfunciones.
con los partidos políticos. La crítica basada en las disfunciones
La expresión partido proviene del la- ha generado algunas descripciones radica-
tin partire, que tiene dos atracciones se- les, como la de E. Schattschneider: “…los
mánticas: por un lado, significa división, partidos se mantienen unidos por la capa-
con lo cual se expresa el conflicto como cidad cohesiva del saqueo público”2. Según
estado natural de cualquier sociedad; por G. Burdeau, la dinámica social gira en tor-
otro, supone participar y compartir. Estas no a los partidos:
dos acepciones se entrelazan, de manera
que un partido político es simultáneamen- Todas las tendencias que se enfrentan en la
te un agente del conflicto y un instrumen- vida política, todos los poderes rivales cuya compe-
to para superarlo y generar la integración tencia constituye la esencia de la actividad pública,
societal. La voluntad política de las así como las diferencias de temperamentos, aspira-
categorías y grupos que se enfrentan, se ciones y gustos que separan a los hombres, condu-
refleja en el trabajo de agregación y arti- cen en la actualidad a los partidos políticos. Si se
culación que realizan los distintos parti- nos permite, el partido es la forma concreta de los
dos políticos. Su tarea consiste en trans- poderes, la figura tangible de las ideas jurídicas, el
formar las diferencias y reivindicaciones instrumento mediante el cual el individuo siente
sectoriales en proyectos políticos globales. que participa en la vida política. Desde el punto de
En otros términos, el disenso, es la base o vista social, es uno de los agentes más activos de
punto de partida; su resolución o supera- cohesión colectiva; moralmente, uno de los últi-

2. Schattschneider, E., 1942, Party Government, Holt Rinehart and Winston Inc., New York, pág. 35 a 37.

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Capítulo 1
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mos refugios del ideal; políticamente, el motor de llo alcanzado. Han sido determinantes en
la vida pública3. la construcción de una sociedad pluralis-
ta, entendida culturalmente como aqué-
Como diría Merton, aunque en la lla en la cual se acepta que las cosas agra-
práctica predominen las funciones y se dables de la vida se hallan más en la
evidencie la conveniencia de los partidos diferencia que en la semejanza, más en el
políticos, la existencia de algunas disfun- cambio que en la inmutabilidad, más en
ciones parece inevitable. Cuando éstas el disenso que en el consenso. Pero que,
brotan, el nivel de madurez de esta o aque- en ese marco de tolerancia, lo comunita-
lla democracia para reprimir las patolo- rio, lo colectivo, lo público, lo que con-
gías resultantes, se pone a prueba. Un siste- viene a todos, se impone inexorablemen-
ma político que las tolere, destruye en forma te para estructurar la prevalencia del interés
progresiva su legitimidad y representativi- general. Por eso, pudieron edificar un sis-
dad, es decir, carcome la democracia. tema basado en la diversificación del
Por ahora, fijemos la atención en algo poder, con fundamento en el principio
cierto: en razón de su indiscutible virtud de las mayorías, que siendo mucho más
mediadora, los partidos se convirtieron en que la simple regla de las mayorías, co-
la solución necesaria frente al problema mienza por el respeto debido a las mino-
planteado por la transformación de la de- rías. En las determinaciones tomadas du-
mocracia en las sociedades modernas. El rante las guerras mundiales del Siglo XX,
sufragio se fue extendiendo cada vez más en la evolución de las libertades públicas
y grandes masas recibieron la posibilidad y los derechos humanos, y en la construc-
de participar en los asuntos públicos. Los ción del Estado Social de Derecho, las
partidos surgieron y demostraron que po- ideologías y acciones partidistas han teni-
dían articular y conciliar los diversos inte- do un papel protagónico. Tenía que ser así,
reses sectoriales. Por la utilidad social de- toda vez que los partidos y sus hombres se
rivada, terminaron imponiéndose. Y así las expresan a través del Estado. Esas socieda-
cosas, facilitaron la consolidación de la des, que fueron harto conflictivas, se vol-
democracia. vieron consensuales. En ese proceso, nadie
Nadie ignora la importancia de los desconoce ni la mediación ni el concurso
partidos políticos en la historia europea o prestados por los partidos políticos.
estadounidense. A ellos se debe, en buena No obstante lo anterior, la opinión
parte, el nivel de justicia social y desarro- pública siente antipatía por los partidos

3. Burdeau, G., 1968, Traité de Science Politique, Tome III, Librairie Générale de Droit et de Jurisprudence,
Paris, pág. 265.
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en la actualidad. P. Bréchon procura ex- Estado5. Cualquiera sea el análisis, ya para


plicarla con estos argumentos: la poten- concluir que los partidos están en crisis,
cialidad de la acción política tiende a dis- ora que se han fortalecido, lo cierto es que
minuir en una economía globalizada, lo sus disfunciones tienen un fuerte rechazo
cual hace que las diferencias entre los par- en la opinión pública de las grandes de-
tidos se diluyan; la conformación de los mocracias; el hecho de no tolerarlas, ex-
gobiernos muchas veces implica alianzas, presando la crítica con dureza, refleja ma-
inclusive entre partidos tradicionalmente durez política a tiempo que constituye el
enfrentados, de manera que la opinión mejor aporte para establecer correctivos.
pública ve la política como un juego de La mirada al desarrollo constante de los
negociaciones; el contraste existente entre asuntos públicos es garantía de cultura ciu-
la capacidad para publicitar la recomposi- dadana. Ese sentimiento negativo de la
ción social en períodos de campaña y la opinión pública, que coloca los partidos
decepción que se genera pasados algunos como los mal amados de la democracia, tie-
meses de gobierno; la falta de adaptación ne un gran significado. Pero más lo tiene
de los partidos a la era de los consensos, el hecho de saber que, esa misma opinión
toda vez que, a pesar de las coaliciones, se pública, esa misma ciudadanía, no se ima-
observan con frecuencia oposiciones sin gina viviendo un sólo instante sin demo-
sentido; y los elevados gastos de los parti- cracia, como tampoco su funcionamien-
dos, sobre todo en relación con las cam- to sin los partidos políticos.
pañas4. Otros, en cambio, como P. Mair,
a pesar de la crisis existente en lo que de- 3. MÁS HUELLAS
nomina the party on the ground, esto es, DE ANTIDEMOCRACIA QUE
en sus relaciones con la sociedad civil, con- DE DEMOCRACIA
sideran que los partidos han tenido un
fortalecimiento institucional impresionan- Los colombianos también anhelamos vi-
te en dos áreas: the party in public office, vir bajo los valores y principios de la de-
en referencia al ejercicio de las funciones mocracia. Adoptamos sus instituciones y
gubernamentales; y, the party in central entendemos el papel que a los partidos
office, o sea en sus tareas permanentes, con corresponde. Sin embargo, en la práctica
su administración en los escenarios nacio- de la política, el pluralismo, entendido
nales, regionales y locales, impulsadas por como característica primaria de la demo-
la no despreciable ayuda financiera del cracia, más que una constante, ha sido

4. Bréchon, P., 1999, Les Partis Politiques, Éditions Montchrestien, Clef Politique, París, pág. 143 y ss.
5. Mair, P., 1997, Party System Change: Approaches and Interpretations, Claredon Press, Oxford, pág. 120-154.

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una excepción; como es obvio, ese desco- tancias de intolerancia llegamos al golpe
nocimiento del pluralismo ha producido de Estado del general Rojas Pinilla, con-
socialmente una vergonzante fragmenta- sentido en principio por diversos sectores
ción, que se evidencia en la discrimina- de opinión; sólo que, como todas las dic-
ción y marginalidad de amplios sectores taduras, incurriría en desmanes y atrope-
de la población. llos. Es, entonces, cuando el Frente Na-
Una cosa ha sido el desarrollo de la cional, primeramente llamado Frente
democracia representativa en Europa y los Civil, se presenta como alternativa civili-
Estados Unidos, y otra muy diferente su zadora para poner fin a la violencia parti-
práctica en Colombia. Los partidos aqui dista. Ahora bien, el Frente Nacional, que
también surgieron en estrecha relación con consagró el monopolio del poder para los
el desarrollo de la institución parlamenta- dos partidos tradicionales, mediante la al-
ria y la extensión del sufragio, en medio de ternación en la Presidencia de la Repúbli-
la separación de los poderes y la concep- ca y un sistema compartido de ejercicio y
ción de una república presidencial. Pero, responsabilidades que se proyectaba a los
desde el principio, la intolerancia y la ex- tres poderes públicos, tuvo secuelas nega-
clusión se impusieron. Los colombianos no tivas porque restringió las posibilidades de
pueden olvidar las raíces del bipartidismo, la democracia representativa. Creó artifi-
marcado por continuas guerras civiles para cialmente las apariencias de un bipartidis-
alcanzar el poder o mantenerse en él. Un mo equilibrado, porque en condiciones
rápido recuento de la historia nacional, más normales, el Liberalismo ha sido mayoría
que el funcionamiento de un modelo pro- desde 1936. Aunque en principio se pac-
piamente bipartidista, en el que cualquie- tó para un período de dieciséis años, sus
ra de los dos partidos puede acceder al po- efectos se prolongaron con algunas varian-
der con base en elecciones libres, nos tes hasta 1986, cuando Virgilio Barco
muestra claros períodos dominantes, como impuso el esquema Gobierno-Oposición.
quiera que el partido que está en el poder Esta democracia recortada, empujó sin
excluye al otro, o procura domesticarlo proponérselo el surgimiento de movimien-
bajos sus condiciones. tos guerrilleros tales como las FARC, el
Basta revisar el período del radicalis- ELN, y el EPL en la década de los sesenta.
mo liberal, que corre de 1863 a 1886; la Es más, colocó sectores de su propio seno
posterior hegemonía conservadora, que se en actitud disidente, verbigracia, el Movi-
prolonga hasta 1930; y, la segunda repú- miento Revolucionario Liberal, MRL, y la
blica liberal, que termina con la división Alianza Nacional Popular, Anapo. La sub-
interna en 1946. Luego el país padece una sistencia de tercerías, valga decir, partidos
década particularmente cruenta, que iden- o movimientos políticos con ideologías
tifica la Violencia Grande. En esas circuns- distintas, ha sido muy difícil en razón del
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bloqueo institucional y el peso significati- Una constante de nuestro sistema


vo que en la mentalidad ciudadana ejerce político, entonces, radica en la precarie-
la subcultura liberal-conservadora. Como dad o cuasinegación del pluralismo. Y,
si fuera poco, el modelo frentenacionalista otra, a manera de corolario, en la incapa-
se apoyó permanentemente en el estado de cidad de los partidos políticos para cons-
sitio, con lo cual se redujeron las libertades truir un Estado capaz de promover la pros-
públicas y las garantías ciudadanas. peridad general y garantizar la vigencia de
La cohabitación frentenacionalista un orden justo, con oportunidades para
distanció los partidos tradicionales de todos. No ha podido ser de otra manera,
amplios sectores del conglomerado. El ya que desde los inicios de nuestra vida
vacío programático y la pérdida de orien- republicana, el poder político en Colom-
tación ideológica para interpretar las de- bia ha sido ejercido por una minoría con
mandas y articular los intereses de los aso- criterio excluyente. Así como entonces se
ciados fueron devaluándolos lentamente. discriminó a los indígenas y las negritu-
Era la consecuencia lógica de un esquema des, así también amplios sectores de la
que no ofrecía propiamente competencia población han sido marginados del desa-
política, ya que cualesquiera fueran los rrollo nacional durante décadas. En otras
resultados electorales, ambos partidos par- palabras, el Estado nunca ha sido neutral.
ticipaban en el ejercicio del poder. Aun- Quienes han trabajado la teoría de las éli-
que las organizaciones políticas no se fu- tes, como Michels, Burnham, Wright
sionaron, el Frente Nacional ofrecía los Mills o Djilas, se hubieran aburrido con-
rasgos de un sistema unipartidista. Más firmando sus teorías con tanta facilidad
que dos partidos, liberales y conservado- en la sociedad colombiana. Estamos bien
res parecían representar vertientes de un lejos de Europa, en donde los partidos po-
mismo partido: el frentenacionalista. La líticos, partiendo de diferentes concepcio-
desideologización de las dos colectivida- nes de la vida en sociedad, han sido artífi-
des históricas, toda vez que sus fronteras ces de la integración nacional y el
se hacían casi imperceptibles, creció en desarrollo colectivo. Para comprender qué
forma gradual y preocupante. Ese proceso tan antidemocrática es nuestra sociedad,
convirtió los partidos tradicionales en sim- bastan las siguientes cifras: más de 8 mi-
ples aparatos, es decir, grandes maquina- llones de compatriotas viven en pobreza
rias electorales fundamentadas en las rela- absoluta, con dificultades para atender los
ciones clientelares que se fortalecieron y requerimientos alimenticios cotidianos; el
multiplicaron6. 60% del ingreso anual se queda en el 20%

6. Sobre el Frente Nacional, consultar: Hartlyn, J., 1993, La Política del Régimen de Coalición, Tercer Mun-
do Editores, Bogotá; FESCOL, 1993, Modernidad, Democracia y Partidos Políticos, FESCOL, Bogotá.

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de la población, pero la mitad de esta mi- político como un todo. Una cosa es creer
noría recoje el 72% del porcentaje señala- erróneamente que vivimos en democracia
do; el Estado, responsable según la Cons- y otra muy diferente su desarrollo prácti-
titución de la redistribución de los co, que muestra más bien su negación per-
recursos, mantiene una estructura tribu- manente. Si no ha operado la democracia
taria regresiva, como quiera que se basa política, mucho menos la democracia de
más en los impuestos indirectos que en contenido económico y social.
los directos; el desempleo, que estuvo en
el 9,7% en 1980, llegó al 20% en el pri- 4. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
mer trimestre del año pasado; la seguri- SOCIAL DE DERECHO
dad social no cubre sino al 55% de la po-
blación, lo cual significa que 18 millones La Carta Política de 1991 significó un gran
de colombianos, de las franjas más pobres, avance. El salto cualitativo, al menos en
no tienen ninguna cobertura; en materia teoría, no tiene comparación. En la prác-
educativa, sólo el 51% de los colombia- tica, en cambio, hay muy poco para cele-
nos culmina la primaria, al paso que ape- brar cumplidos sus primeros diez años de
nas el 33% termina la secundaria, y un existencia.
privilegiado 8,5% logra concluir la forma- Se consagraron y precisaron las liber-
ción universitaria; un endémico presu- tades públicas fundamentales, que corres-
puesto nacional, secuela del alarmante ponden a la persona por el hecho de serlo,
déficit fiscal, cuyo 33% se destina al pago tales como el derecho a la vida, a la igual-
del servicio a la deuda, comporta el apla- dad ante la ley, a la intimidad, al libre de-
zamiento de los requerimientos de inver- sarrollo de la personalidad, a la libertad
sión social7. Suficiente, diría cualquiera, de conciencia, a la honra, a la libertad de
para proceder más bien a varios interro- culto, al trabajo, a peticionar ante las au-
gantes: ¿Qué hace, entonces, el Estado? toridades en forma respetuosa por moti-
¿Quiénes actúan en su nombre? ¿No hay vos de interés general o particular, y a la
democracia representativa? ¿Qué respon- libertad para escoger profesión u oficio,
sabilidad compete a la dirigencia política, así como también, derechos relacionados
más concretamente a los partidos? Si el con la democracia política, verbigracia, el
pluralismo ha sido bastante escaso a lo lar- que asiste a todo ciudadano para partici-
go de nuestra historia y los resultados so- par en la conformación, ejercicio y con-
ciales de la gestión estatal más que desas- trol del poder público, complementado
trosos, lo que está en crisis es el sistema por el título relativo a las formas de parti-

7. Para una visión general de la situación nacional, consultar: Autores Varios, 2001, Colombia, Un País por
Construir, Universidad Nacional, Bogotá.
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cipación democrática, los partidos y mo- lidarias; la especial protección de la pro-


vimientos políticos, y el estatuto de la ducción de alimentos; y, la educación,
oposición. concebida como derecho de toda perso-
Ahora bien, la democracia política na y servicio público que tiene una fun-
tiene su razón de ser en cuanto posibilite ción social.
la construcción de la democracia econó- Se puede afirmar que la democracia
mica y social. En este propósito, el consti- real se fundamenta en generalizar las an-
tuyente fue contundente al expresar que teriores prestaciones por parte del Estado.
todas las personas recibirían la misma pro- Se pasó del régimen liberal individualista
tección y trato de las autoridades, y goza- que ha caracterizado nuestro constitucio-
rían de los mismos derechos, libertades y nalismo a un sistema en el cual lo perso-
oportunidades. Al Estado le correponde- nal o individual sólo tiene cabida en cuan-
ría la tarea de promover la igualdad real, to sea compatible con los valores sociales
con fundamento en las aspiraciones indi- que promueve el Estado, valga decir, pre-
viduales y colectivas que se consagraron, valencia del interés general, solidaridad
tales como la protección especial a la fa- social, servicios públicos, función social,
milia, que tiene que ver con la igualdad etc. En pocas palabras, la nueva Carta
entre el hombre y la mujer, los derechos Política plantea un inmenso reto a la ac-
de los niños y el cuidado de las personas tual generación de colombianos.
de la tercera edad; la seguridad social, en- Desde el punto de vista económico,
tendida como un servicio público de ca- ¿cuáles son las herramientas para semejan-
rácter obligatorio; la atención de la salud te tarea? Dadas las diferentes tendencias
y el saneamiento ambiental; la dotación económicas que operaron en el seno de la
de los servicios públicos esenciales, en Asamblea Constituyente, se abrió paso la
particular los domiciliarios; la vivienda tesis del equilibrio entre la concepción li-
digna, para lo cual estimularía en priori- beral y el intervencionismo, pero con hin-
dad la de interés social; los principios mí- capié en el gasto social. En efecto, los de-
nimos fundamentales del trabajo, como legatarios de 1991 distinguieron entre la
la igualdad de oportunidades, la estabili- desregulación para facilitar la actividad
dad en el empleo, la remuneración vital económica, el desarrollo de la inicitativa
y móvil, y la irrenunciabilidad a los be- particular y la apertura de mercados; en
neficios establecidos en las normas labo- fin, la competencia como sustento del cre-
rales; la promoción del acceso progresi- cimiento, y las obligaciones sociales en
vo a la propiedad, sobre todo frente a la cabeza del Estado, incrementadas notoria-
tierra en lo que guarda relación con los mente por la ampliación y precisión de
trabajadores agrarios, así como también, los derechos económicos, sociales y cultu-
el estímulo de sus formas asociativas y so- rales reseñados. En breves palabras, se con-

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sagró la fórmula el mercado donde sea posi- Lo anterior sólo es posible trabajan-
ble, el Estado donde sea necesario. do en la práctica los postulados constitu-
Desde luego, las desigualdades so- cionales del respeto de la dignidad huma-
cioeconómicas existentes en nuestro país na, la solidaridad social y la prevalencia
exigirían la intervención del Estado en del interés general. Este norte en la acción
múltiples áreas. Al fin y al cabo, no sólo la demanda, por una parte, un compromiso
dirección general de la economía está a pedagógico del Estado y de todos los agen-
cargo del Estado, sino que la actividad tes de la socialización, involucrando la fa-
económica y la iniciativa privada, no obs- milia, el sistema educativo y los medios
tante ser libres, deben ejercerse dentro de de comunicación, con el objeto de pro-
los límites del bien común. Y es obvio que ducir una nueva mentalidad ciudadana;
no puede haber bienestar colectivo mien- por otra, una restructuración total de las
tras una minoría mantenga tantos privile- finanzas del Estado mediante la adopción
gios. Los instrumentos económicos para de un sistema tributario progresista, apo-
atender las obligaciones del Estado y re- yado mucho más en los impuestos direc-
gular el mercado en cuanto a prestación tos que en los indirectos y capaz de supe-
de bienes y servicios se encuentran en el rar los obstáculos de la evasión y la
Título XII de la Constitución, relativo al elusión, de suerte que todos sintamos el
Régimen Económico y la Hacienda Pú- compromiso social, así como también, un
blica, que contempla los lineamientos fi- rediseño del pago del servicio de la deu-
losófico-políticos y las directrices para adop- da pública y de la relación gastos de fun-
tar los planes de desarrollo, elaborar los cionamiento – gastos de inversión en to-
presupuestos, distribuir los recursos y las das las entidades territoriales, con el
competencias entre las diferentes entidades propósito de generar una disminución cre-
territoriales, asegurar la prestación de los ciente de aquéllos, hasta alcanzar el punto
servicios públicos y organizar la banca cen- de equilibrio.
tral. No en vano se consagra que el sistema En esa perspectiva, las reglas de la
tributario se basa en los principios de equi- democracia política resultan trascenden-
dad, eficiencia y progresividad; que los ser- tales, por cuanto marcan el punto de im-
vicios públicos son inherentes a la finali- pulso metodológico para alcanzar la de-
dad social del Estado; y que éste, por mocracia económica y social. Entre la
intermedio del Banco de la República, ve- retórica constitucional y el ejercicio prác-
lará por el mantenimiento de la capacidad tico, hay cualquier cantidad de obstácu-
adquisitiva de la moneda. La meta, pues, los. Un diagnóstico sociológico acertado
es construir el Estado Social de Derecho o, y una metodología consecuente y progresi-
lo que es igual, una democracia real, con va son indispensables. Si se quieren tender
oportunidades para todos. puentes hacia la construcción del Estado
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Social de Derecho, no como consecuencia vadora, toda vez que son numerosas las
de un enfrentamiento armado o de una re- disposiciones constitucionales que con-
volución, es menester adelantar cuanto sagran la diversidad ideológica y el plu-
antes una drástica reforma del sistema po- ralismo como fundamento para la con-
lítico para que la democracia representa- formación, ejercicio y control del poder
tiva funcione en debida forma, como ra- político. Así existan todavía rasgos de la
diografía de todos los sectores sociales y subcultura frentenacionalista, nos encon-
políticos. En la actualidad, sus puntos tramos lejos de la formalidad jurídica que
neurálgicos, trátese de los partidos políti- entregaba la conducción del Estado a los
cos, la financiación de las campañas, el sis- partidos tradicionales.
tema electoral, o el ejercicio de la oposi- En segundo término, no se olvide que
ción, muestran todos un torrente de el hilo conductor de toda la reforma cons-
distorsiones como denominador común. titucional se inspiró en la democracia par-
Es evidente que la democracia represen- ticipativa, que presupone una actitud di-
tativa ha sido un instrumento al servicio námica del ciudadano en distintos
de las minorías, que no del pueblo, con lo escenarios. La participación se manifies-
cual el concepto de soberanía queda des- ta, por ejemplo, en la función adminis-
virtuado. Una verdadera democracia polí- trativa, como quiera que el ejercicio del
tica generaría indiscutiblemente las refor- poder se concreta a través del desempeño
mas necesarias en todos aquellos aspectos de funciones y cargos públicos, sin nece-
que muestran grandes desniveles socioeco- sidad de estar adscrito a una ideología par-
nómicos y que la Carta Magna plantea ticular; en la iniciativa legislativa, por
como desafío ineludible. cuanto los ciudadanos en número igual o
superior al 5% del censo electoral, así
5. EL PROGRESO LIMITADO DE LA como el 30% de los concejales y diputa-
DEMOCRACIA POLÍTICA dos del país, pueden ahora presentar pro-
yectos de ley o de acto legislativo; en asun-
Aunque no se lograron extirpar las princi- tos judiciales, toda vez que se amplió
pales disfunciones del ejercicio de la polí- notoriamente la participación ciudadana
tica y se cometieron errores conceptuales, en los procesos de constitucionalidad, y
los delegatarios de 1991 consignaron en se consagró la posibilidad para que los par-
la Carta Política algunos cambios impor- ticulares puedan transitoriamente ser in-
tantes. En primer término, el sistema res- vestidos para administrar justicia en con-
tringido, centralista y autoritario que ca- dición de conciliadores o de árbitros
racterizó al Frente Nacional, dejó de existir habilitados por las partes. La participación
institucionalmente. Los asuntos públicos ciudadana también se proyectó a la segu-
ya no son una prerrogativa liberal-conser- ridad social, la educación, los servicios

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públicos, el régimen territorial y las labo- que promocionen durante la campaña e


res planificadora y presupuestal. inscriben con su candidatura; y el régimen
Otros aspectos del progreso instru- de inhabilidades e incompatibilidades de
mental se relacionan con la abolición de los congresistas, con la consecuente pér-
los auxilios parlamentarios, que otorgaban dida de la investidura.
grandes ventajas económicas para compe-
tir en los debates electorales a quienes te- 6. LA CRECIENTE PRIVATIZACIÓN
nían la condición de congresistas; la sepa- DE LA POLÍTICA
ración de las elecciones del Congreso de
la República de las correspondientes a la Los anteriores avances instrumentales son
democracia regional y local, con el pro- importantes. Sin embargo, parecen una as-
pósito de cortar al menos en parte las cé- pirina frente al cáncer del clientelismo, fe-
lebres pirámides clientelistas que permi- nómeno que ha producido metástasis en el
tían a los senadores y representantes sistema político colombiano. ¿En qué con-
apoyarse en electores menores, aspirantes siste? ¿Cómo se mantiene y reproduce?8
a corporaciones regionales, y viceversa, con La marginalidad de amplios sectores
lo cual se consolidaban los grandes caciquis- de la población, el subdesarrollo político,
mos y se cerraban las puertas para que nue- la normatividad electoral vigente, la in-
vos actores irrumpieran en el escenario po- diferenciación ideológica y la falta de co-
lítico; la tarjeta electoral, que coloca a todos hesión de los partidos tradicionales, entre
los candidatos en igualdad de condiciones otros factores, han facilitado la consolida-
frente a cada elector, como quiera que apa- ción del clientelismo como mecanismo efi-
recen plenamente identificados en razón del caz para activar la política, toda vez que
número, nombre y partido político, a dife- entre los actores públicos y los electores,
rencia de la papeleta de antaño, que favo- considerados éstos en pequeños grupos, se
recía a quien tuviera la organización para desarrollan relaciones de intercambio que
distribuirla en las diferentes zonas y pues- derivan de la apropiación de las funciones
tos de votación; el cubículo para marcar el del Estado por parte de aquéllos, quedan-
tarjetón, garantizando el derecho al sufra- do relegada la visión colectiva para dar paso
gio secreto; el voto programático, entendi- a una gran cantidad de intereses privados,
do como el mandato imperativo que recae propios de la microempresa política.
sobre los gobernadores y los alcaldes, en tan- La pirámide clientelista muestra en la
to que los electores votan por el programa base a los dirigentes barriales; en los nive-

8. Sobre el clientelismo, consultar: Leal, F. y Dávila, A., 1990, Clientelismo: El Sistema Político y su Expresión
Regional, Tercer Mundo Editores, Bogotá; Díaz, E., 1986, El Clientelismo en Colombia, El Ancora Editores,
Bogotá; De Roux, C., 2000, en Revista Foro No. 39, Bogotá.
59

les intermedios, a los ediles, los concejales mentos similares, distorsiona el sentido de
y los diputados; y, en la cúspide, a los con- lo público. En esa relación generalmente
gresistas. La canalización ciudadana de termina ‘ganando’ el poder ejecutivo, ya
abajo hacia arriba opera sobre el trueque, que negocia en forma individual con los
el tome y déme. Todos patrocinan la mis- miembros de la corporación. Los efectos
ma lógica: la satisfacción de intereses gru- negativos son dos: por un lado, el debilita-
pales o personales antes que el interés co- miento progresivo de los concejos, las asam-
lectivo. En los diferentes eslabones, pero bleas y las cámaras; por otro, el abandono
especialmente en los primarios, se nota la de cada miembro de corporación pública
falta de formación para orientar los asun- de los compromisos con su partido o, lo
tos públicos. Este enfoque, pequeño y cor- que es equivalente, la imposibilidad en esos
toplacista, constituye un atentado contra cuerpos del trabajo por bancadas. Su mez-
la planeación de conjunto y el interés ge- cla conlleva la desaparición del control po-
neral. Los bienes y servicios que se inter- lítico y el ejercicio de la oposición.
cambian, mezclan los recursos públicos Los actores políticos acuden a los par-
con los del foco clientelar y los privados tidos en búsqueda del aval para inscribir-
del dirigente. En la más pura mecánica se como candidatos. Pero, salvo excepcio-
clientelista, los alcaldes son fruto de los nes, no sienten que su elección se la deban
apoyos de ediles y concejales, así como los al partido sino que la entienden como re-
gobernadores, de los concejales, alcaldes sultado de su trabajo político, sustentado
y diputados; y los congresistas, de la con- en las relaciones clientelares y en su pecu-
vergencia de las clientelas anteriores. El lio. El prototipo del dirigente político ac-
esquema opera hasta para alcanzar la pre- túa en adelante como propietario exclusi-
sidencia de la República, ya que en no vo de su movimiento. Su vinculación con
pocas ocasiones el soporte parlamentario el partido es intermitente, según las con-
ha sido clave. veniencias que depare la etiqueta. Su pre-
El clientelismo sustenta su eficacia en ocupación fundamental consiste en incre-
las redes que construye en el interior de mentar sus relaciones de poder para dar
las corporaciones públicas, en las que cada mayor solidez a su red clientelar y facilitar
actor amplifica el valor de su parcela. So- así su reelección. Por eso desarrolla una
bre todo, en las que proyecta hacia los di- mentalidad en cuya virtud se siente due-
ferentes niveles del ejecutivo, puesto que ño de la alcaldía, la gobernación o el ins-
los alcaldes, los gobernadores y la presi- tituto descentralizado en donde actúan sus
dencia de la República necesitan respecti- agentes o recomendados. Si no opera la
vamente favores de concejales, diputados carrera administrativa, se apropia la adju-
y congresistas. El trueque resultante, ba- dicación de empleos, al igual que las ta-
sado en puestos, contratos, auxilios y ele- reas de planeación, al controlar secretarías

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
60

o entidades relacionadas, de suerte que las vimientos políticos. Cualquier norma que
pone al servicio de su empresa electoral. les obligare, verbigracia, a su democrati-
El modelo le permite financiar en buena zación, se interpretaría como una afrenta
parte su campaña con dineros oficiales, contra su libertad. No parece coherente que
sean auxilios, contribuciones de emplea- la Carta Política demande, en cambio, prin-
dos públicos o ganancias provenientes de cipios democráticos en su esquema organi-
contratos y proveedurías. zacional a los movimientos sociales, valga
Los partidos tradicionales han sido decir, a los colegios profesionales, las cen-
dominados por ese conjunto de jefes re- trales obreras, las universidades y las aso-
gionales que orientan redes clientelistas, ciaciones de consumidores. Esa restricción
de forma que su operatividad interna y del constituyente al legislador se ha con-
externa reproduce el esquema. Más que vertido en un gran obstáculo para el desa-
tolerantes, los partidos se han mostrado rrollo de la democracia. Por este aspecto,
cómplices. Su unidad se ha conservado algunos puntos de la Ley Estatutaria de
merced a la sumatoria de los distintos feu- los Partidos Políticos, no obstante sus loa-
dos electorales. De ahí que se transforma- bles propósitos, fueron declarados inexequi-
ran en poderosas confederaciones cliente- bles por la Corte Constitucional durante
listas, con focos diseminados y organizados la revisión previa. Otro problema deriva de
en todos los departamentos. El respeto a la laxitud constitucional en lo concernien-
la autonomía del barón electoral comple- te a los requisitos para obtener personería
ta el ritual de sinvalores que desnaturaliza jurídica, como que se requieren apenas
los partidos y sepulta el concepto de lo 50.000 firmas respaldando la solicitud, o
público. En síntesis, el clientelismo gene- haber puesto un mínimo de 50.000 votos
ra desideologización y atomización de los o alcanzado curul en el Congreso. Una
partidos, inequidad en la competencia gran cantidad de partidos o protopartidos
política y espacios multiplicados para la no garantiza la democracia.
corrupción, aniquilando las posibilidades Otro apoyo institucional del cliente-
para la democracia. lismo se halla en la normatividad electo-
Institucionalmente, hay varios sopor- ral, como quiera que la fórmula del cuo-
tes del modelo clientelista. En primer lu- ciente y el residuo, contemplada en el
gar, el marco constitucional de los parti- Artículo 263 de la Carta Política, ha sido
dos presenta deficiencias graves. Una distorsionada por falta de reglas concor-
equivocada concepción de la libertad par- dantes y complementarias en relación con
tidista, consignada en el Artículo 108 de la presentación de candidatos y listas por
la Carta Política, en su inciso 2o., impide los partidos. A fin de garantizar la repre-
al legislador reglamentar asuntos de la or- sentación proporcional de las diferentes
ganización interna de los partidos y mo- fuerzas políticas, el mayor número posi-
61

ble de curules se debe adjudicar por cuo- cas por partido y mecanismos democráti-
ciente. Ahora bien, solamente si quedan cos para su elaboración; conformación de
algunas por proveer, se acude a los resi- bancadas para el ejercicio del control po-
duos. Sin embargo, en la práctica de la lítico y para la labor legislativa; financia-
política colombiana, el espíritu del cons- ción pública de las campañas a la Presi-
tituyente ha sido atropellado, ya que un dencia y al Congreso de la República;
mínimo porcentaje de curules se alcanza limitación de los períodos de proselitis-
por cuociente o, lo que es igual, la inmen- mo a tres meses; propaganda gratuita en
sa mayoría llega por residuo. La regla es la televisión y todos los medios estatales;
proliferación de listas u ofertas electora- adopción del Estatuto de la Oposición;
les, producto de la parcelación o indivi- elección de Procurador y Contralor gene-
dualización de la política. Una red clien- rales por el Congreso, con base en listas
telar, por pequeña que sea, adquire estatus presentadas por los partidos de oposición;
en virtud de credencial. mantenimiento del bicameralismo, la cir-
cunscripción nacional de Senado y las cir-
7. LOS INTENTOS FALLIDOS cunscripciones departamentales para la
DE REFORMA POLÍTICA Cámara de Representantes; y, gerencia ad-
ministrativa de las Cámaras, independien-
Los gobiernos y los congresos que han te a sus mesas directivas. Las anteriores
actuado bajo la vigencia de la nueva Car- propuestas se consignaron en un proyec-
ta han sido conscientes de las anteriores to de acto legislativo y dos proyectos de
debilidades constitucionales y legales. Tan- leyes estatutarias.
to que se han presentado y discutido tres Andrés Pastrana prometió durante su
importantes proyectos de reforma políti- campaña un ajuste constitucional por vía
ca. Recordemos en forma breve la crono- de referendo. Sin embargo, la idea fue
logía y el contenido de esos intentos. abandonada y remplazada por una refor-
La administración Samper, antes de ma vía Congreso, en virtud del Acuerdo
que se produjera el escándalo por la nar- de Casa Medina, entre liberales, conserva-
cofinanciación de la campaña presidencial, dores e independientes, que excluyó a dis-
conformó una comisión para que elabo- tintos sectores de la sociedad civil que ha-
rara una propuesta de reforma constitu- bían manifestado interés en participar.
cional y legal en relación con el funciona- Básicamente contemplaba los siguientes
miento de la política. Aunque naufragó puntos: mayores exigencias para alcanzar
en medio de semejante crisis, subrayemos la personería jurídica y listas únicas por
sus principales lineamientos: requisitos partido, aunque permitiendo el voto pre-
mucho más estrictos para constituir par- ferente; la cifra repartidora, esto es, un
tidos y movimientos políticos; listas úni- coeficiente matemático para que todos los

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
62

senadores y representantes, de acuerdo con de votos; la inhabilidad vitalicia para quie-


su circunscripción, alcancen su curul con nes fueren sancionados con la pérdida de
el mismo número de votos; y, el estableci- la investidura, o condenados por enrique-
miento del umbral, de suerte que sólo los cimiento ilícito, tráfico de drogas, o deli-
partidos y movimientos que lograren un tos que atenten contra el patrimonio pú-
3% del total de la votación nacional, ten- blico; y la valoración del voto en blanco,
drían derecho a escaños en el congro. Al obligando a la repetición de los comicios
lado de los anteriores temas, loables en su en los casos en que éste representare el
propósito, se incluyeron otros que desvir- 50% del total de votos. Sin embargo, este
tuaban el proyecto, como la unificación de proyecto fue un desastre en su concepción
las elecciones de Congreso con las de go- de la representatividad, toda vez que, bajo
bernadores, alcaldes, diputados y conceja- una óptica superficial, creía mejorar el sis-
les; y, una financiación de campañas mix- tema político disminuyendo el número de
ta, como opera en la actualidad, limitando miembros en las corporaciones públicas,
tan sólo las contribuciones privadas. A este adicionando como argumento el supues-
proyecto se le adicionaron algunas facul- to ahorro que se generaría; pocos advir-
tades que tendría el presidente de la Re- tieron el grave riesgo que ello implicaba
pública para manejar las negociaciones para las minorías, sobre todo en un país
de paz. Por algunas incoherencias eviden- cargado de un bipartidismo de contuber-
tes, no era el adecuado para combatir las nio. La idea se concretaba con un Senado
anomalías del ejercicio político. de setenta miembros, de los cuales sesen-
La idea de una reforma constitucio- ta y cuatro se elegirían por circunscripción
nal vía referendo reapareció al estallar el nacional, y seis por circuncripciones es-
escándalo por corrupción en la Cámara peciales, correspondiendo dos a los pue-
de Representantes, en febrero de 2000. Se blos indígenas, y los cuatro restantes a San
acompañó de la revocatoria del Congre- Andrés y Providencia, las antiguas comi-
so, ya que algunas encuestas indicaban un sarías, las antiguas intendencias y los co-
apoyo ciudadano del 80% para esta ini- lombianos residentes en el exterior. La
ciativa. El proyecto conservaba algunos Cámara de Representantes se integraría
aspectos importantes de los anteriores pro- con dos representantes por cada departa-
yectos, como las listas únicas por partido, mento y uno más por cada quinientos mil
con base en mecanismos de democracia habitantes. La propuesta de disminuir el
interna; la cifra repartidora; la eliminación número de integrantes incluía las corpo-
de las suplencias; la protección del dere- raciones regionales. Así, por ejemplo, en
cho al sufragio, consagrando penas ma- relación con los concejos, se fijaba un mí-
yores para quienes violen los topes de fi- nimo de siete y un máximo de veintiún
nanciación o incurran en compra y trasteo miembros, de acuerdo con la categoriza-
63

ción poblacional. El esquema favorecía para el trabajo en el Congreso, las asam-


ampliamente al bipartidismo tradicional, bleas y los concejos; y, la promulgación
no obstante la diversidad de secuelas ne- del Estatuto de la Oposición, otorgándo-
gativas que ese sistema restringido nos ha les al candidato derrotado en la segunda
traído. Pareciera que la lección no se ha vuelta y a quienes en la primera obtengan
aprendido, que no conociéramos las cau- al menos el 20% del total de votos, la ini-
sas de la violencia ni las altas tasas de abs- ciativa legislativa y el derecho a participar
tención de las últimas décadas, que no con voz en todos los debates que se ade-
entendiéramos que la gente común y sil- lanten en el Congreso. En lo concernien-
vestre no se siente representada. Obvia- te al régimen electoral, la presentación de
mente, la representatividad no se circuns- listas únicas por partido para la elección
cribe al fenómeno cuantitativo, puesto que de miembros de corporaciones públicas,
mucho más importante resulta su condi- y de un solo candidato para las elecciones
ción cualitativa. Pero es absurdo creer que uninominales; el establecimiento del um-
las corporaciones públicas generan mayo- bral, fijado en el 3% respecto del Senado,
res transparencia y eficiencia al reducir el y en la mitad de la cifra correspondiente
número de sus miembros. Con el mismo al resultado de dividir el total de votos por
criterio, se creía lógico suprimir las asam- el número de curules a proveer, lo cual no
bleas departamentales, sin profundizar so- es otra cosa que la mitad del cuociente,
bre el ordenamiento territorial y sus com- para las demás corporaciones públicas; la
ponentes, verbigracia, las regiones, los adopción de la cifra repartidora, con el fin
departamentos y las provincias. de garantizar la representación proporcio-
El último intento de acto legislativo nal de los partidos y la equidad política; el
sobre la materia, que recogió como insu- voto preferente, de suerte que cada elec-
mo los proyectos anteriores, tuvo origen tor podrá señalar en la lista de su partido
parlamentario. Estas son sus principales su candidato favorito, con el propósito de
directrices: en relación con los partidos producir un reordenamiento de la lista al
políticos, la modificatoria del Artículo 108 momento de adjudicarle las curules; la fi-
de la Carta, para obligarlos a adoptar pro- nanciación pública exclusiva para las cam-
cedimientos democráticos en todos los pañas presidenciales, y la mixta para to-
aspectos de su organización interna; la das las demás; la restricción de los aportes
obtención como mínimo del 2% de los de las personas naturales o jurídicas en
votos emitidos en el territorio nacional cuanto que no podrían superar el 5% del
para lograr la personería jurídica y, en tra- límite de gastos autorizados; los períodos
tándose de otros movimientos ciudadanos, institucionales y no personales para los car-
el 20% de los votos válidos en las eleccio- gos de elección en la rama ejecutiva, los
nes presidenciales; el sistema de bancadas organismos de control y la Fiscalía Gene-

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
64

ral de la Nación; y, la efectividad del voto fundamental, al menos en términos con-


en blanco. Así mismo, el proyecto con- ceptuales. Lo que ha faltado no es otra
templaba algunos cambios en el funcio- cosa que voluntad política. Al fin y al
namiento del Congreso y el régimen de cabo, la reforma implica un jaque para el
los congresistas, en particular frente al juz- actual status del Congreso.
gamiento de altos funcionarios; la elección
del Fiscal, el Procurador y el Contralor 8. EL DECÁLOGO DE LA REFORMA
generales; y, la administración del Con- POLÍTICA
greso, para lo cual se crearía un órgano
técnico independiente; la circunscripción La reforma política busca erradicar el clien-
especial referente a los indígenas, las ne- telismo, es decir, desprivatizar la política,
gritudes, las minorías políticas y los co- devolverle su razón de ser, recuperarla para
lombianos residentes en el exterior, se con- el común de la gente. No olvidemos que
signaba en la Cámara, mediante la elección la soberanía reside exclusivamente en el
de tres representantes; y así, otros aspec- pueblo, del cual emana el poder público.
tos, como la citación a los ministros, la Aunque la Constitución Política consagra
conciliación legislativa, la prohibición de tanto la democracia directa como la de-
introducir temas nuevos en los proyectos mocracia representativa, es evidente que
debatidos en plenaria, y algunos cambios ésta última resulta mucho más funcional.
en las objeciones presidenciales. Finalmen- En ella, los partidos políticos, tal como se
te, resaltemos la ampliación a cuatro años demostró al principio, juegan un papel
de los períodos de los gobernadores y los trascendental. Su visión se proyecta a to-
alcaldes; y, la adopción de nuevos instru- das las políticas públicas, a través de las
mentos y medidas para combatir la co- acciones gubernamentales y parlamenta-
rrupción, en virtud del fortalecimiento del rias. Si se observa desgano por ellos en las
régimen de pérdida de investidura, y del naciones desarrolladas, en donde su ges-
régimen general de inhabilidades para to- tión ha sido clave para generar pluralismo
dos los servidores públicos. y bienestar social, ya podemos imaginar-
En resumen, cuatro proyectos de re- nos el grado de opinión desfavorable que
forma política en los últimos siete años. tienen en nuestro país, dadas sus protu-
Los distintos temas han tenido suficien- berantes disfunciones. No obstante, aquí
te discusión tanto en los sectores acadé- como allá, no funcionaría la democracia
micos y los núcleos partidistas, como en representativa sin el concurso de los par-
las comisiones y plenarias del Congreso tidos políticos, entendidos como articu-
de la República. Aunque se presentan ladores y mediadores de los conflictos so-
variables y discrepancias sobre puntos es- cietales. Procurar su debilitamiento o
pecíficos, pareciera existir consenso en lo ignorarlos sería tarea propia de un régi-
65

men dictatorial. En nuestro caso, lo que 8. 2. Los requisitos para la obtención


se debe hacer no es otra cosa que recupe- de la personería jurídica
rarlos, liquidando sus principales anoma-
lías y defectos. Por supuesto, una reforma Hay que acabar con los protopartidos per-
política integral también tiene que com- sonales, que no tienen propiamente sus-
prender el mejoramiento de la democra- tento ideológico ni bases programáticas.
cia directa o semidirecta, en concreto de Son producto de las ventajas que otorgan
los instrumentos de participación ciuda- unas normas constitucionales laxas y de
dana contemplados en la Carta Política, las vanidades políticas. En algunos perío-
valga decir, el referendo, el plebiscito, la dos, dentro de los últimos diez años, he-
iniciativa popular, la consulta popular, el mos llegado a tener más de sesenta parti-
cabildo abierto y la revocatoria del man- dos inscritos, con personería jurídica
dato, haciéndolos viables, en virtud de pro- formalizada. Lejos de garantizar la calidad
cedimientos mucho menos complicados. de la democracia o el pluralismo, esta mul-
En breve, resaltemos los principales cam- tiplicación de micropartidos afecta la go-
bios que se requieren con urgencia: bernabilidad. Se considera necesario el
establecimiento de un umbral, es decir, un
8. 1. La democracia mínimo porcentual frente al total de su-
en la organización interna fragios emitidos en el territorio nacional,
de los partidos que debería fijarse entre nosotros en el
2,5%. Aunque en algunas naciones se ha
Es menester comenzar por la modificación establecido en el 3 y 4%, inclusive en el
del inciso 2o. del Artículo 108 de la Car- 5%, consideramos conveniente colocarlo
ta, con el objeto de obligar a los partidos por debajo, dado el peso histórico que el
y movimientos políticos a adoptar proce- bipartidismo ha tenido entre nosotros.
dimientos democráticos en todos los as- Podrían permitirse, sólo para una o dos
pectos de su organización interna. Sin este elecciones, los consorcios temporales en-
paso, no sería posible exigirles democra- tre embriones partidistas. Si suponemos
cia en la escogencia de sus directivas, ni la 10 millones de votos, el umbral se alcan-
presentación de listas únicas o la implan- zaría, entonces, con 250.000 sufragios.
tación de la consulta popular para deter- Como mecanismo supletorio, porque bien
minar el orden de sus integrantes. Todo puede ocurrir que surja un movimiento
se interpretaría como afrenta contra la li- político importante entre elecciones, su-
bertad partidista. Pero es apenas elemental gerimos la recolección de 250.000 firmas
que si los partidos no pueden garantizar la ciudadanas que, por supuesto, requerirían
democracia en su interior, mucho menos de verificación por la Registraduría. Y el
pueden ofrecerla al conjunto nacional. derecho al reconocimiento de la persone-

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
66

ría jurídica para los movimientos ciuda- oportunidades y la transparencia. Un me-


danos cuyo candidato a la presidencia de canismo que refrenda justamente ese pro-
la República obtuviere al menos el 15% ceso democrático, al menos en cuanto al
del total de votos. orden establecido en la lista, es el voto
preferente. En el fondo, el elector, en lu-
8. 3. La cohesión y la disciplina gar de enfrentar la sábana en la cual se
partidistas mezclan los candidatos de todos los parti-
dos, pide el tarjetón que contiene la lista
En sentido práctico, el clientelismo ha de candidatos de su partido y marca el de
engendrado un poderoso feudalismo elec- su preferencia. La lucha interna, enton-
toral. Las características de los protoparti- ces, se compone de dos etapas: la prime-
dos, en alusión a los pequeños grupos in- ra, para buscar la inclusión en la lista del
dependientes, también se observan en los partido, según la consulta interna o el
partidos tradicionales. La sumatoria de método que se adopte; la segunda, para
divisiones regionales indica que en el Se- salir avante el día de las elecciones genera-
nado de la República y la Cámara de Re- les, en virtud del voto preferente.
presentantes hay respectivamente 100 y Las bancadas, por su parte, son de-
165 microempresas políticas o microparti- terminantes para un buen trabajo de los
dos, que actúan en forma independiente partidos políticos en las corporaciones
los unos de los otros. Sus relaciones con el públicas. Nada más vergonzoso que ver ese
poder ejecutivo se individualizan y termi- rompecabezas de opiniones entre miem-
nan dominadas por la contraprestación. Así bros de un mismo partido frente a las polí-
también, las negociaciones y los acuerdos ticas públicas, develando el juego burdo de
intraparlamentarios. La constante no es, la contraprestación y la precariedad de for-
pues, ni la unidad ni la integración del Par- mación y unidad ideológicas. El trabajo por
tido Liberal, como tampoco del Partido bancadas no sólo fortalece a los partidos
Conservador. sino que recupera en buena medida el Con-
Las listas únicas y las bancadas con- greso, las asambleas y los concejos como
ducen inevitablemente a la cohesión par- instituciones, permitiendo un efectivo con-
tidista, a la prevalencia de las ideologías y trol político, con lo cual se consolida el es-
los factores programáticos, y al necesario quema Gobierno-Oposición.
ejercicio de la oposición en una democra-
cia. Para la elaboración de las listas únicas 8. 4. El umbral, la cifra
es importante la adopción de reglas de repartidora y el voto en blanco
juego claras, tales como las consultas in-
ternas o las encuestas de opinión previas, El umbral puede enfocarse como requisi-
de suerte que predominen la igualdad de to para la obtención de la personería jurí-
67

dica y también para legitimar las curules circunscripción nacional abierta que en las
del Congreso. En el fondo, son dos caras circunscripciones de carácter departamen-
de una misma moneda. Por supuesto, tal. Sobra decir que, bajo estas condicio-
como condición para adjudicar curules, nes, cualquier fuerza política con presen-
el umbral puede exigirse no solo en rela- cia en el Congreso, tendría derecho a su
ción con la votación nacional, pensando personería jurídica. Pero otra cosa muy di-
en los parlamentos o congresos, sino tam- ferente son las circunscripciones territoria-
bién en consideración de las demás cir- les, ya sean departamentales, municipales
cunscripciones, verbigracia, para la elec- o distritales. Si se quieren romper todos los
ción de los miembros de las asambleas hilos del clientelismo y se pretende seria-
departamentales y los concejos municipa- mente la cohesión de los partidos por la base,
les y distritales. En Alemania, se fijó en el es menester establecer un umbral algo más
5% teniendo como referencia la votación alto en estas circunscripciones regionales,
nacional; en Suecia, en el 4% para el pla- que podría fijarse en el 5%. Esta combina-
no nacional y en el 12% para las circuns- ción o diferencia en el umbral, que podría
cripciones territoriales; en España, se tomarse como temporal, verbigracia, por un
adoptó el 3% para todas las circunscrip- término de cuatro u ocho años, tiene la ven-
ciones, mientras que en Liechtenstein y taja de que proteje en el plano nacional a
Sri Lanka se hizo lo mismo, pero con por- los actuales embriones partidistas.
centajes mas altos, toda vez que se aplican La cifra repartidora es un mecanis-
respectivamente el 8% y el 12,5%. Si no mo de justicia en cuya virtud se busca la
se alcanzan dichos umbrales, los partidos asignación de todas las curules con base
pierden el derecho a los escaños, así los en el mismo coeficiente matemático. El
hayan logrado en franca lid. El sistema, sistema colombiano actual se caracteriza
que favorece a los partidos grandes, obli- por la injusticia en la representación, con
ga a los pequeños movimientos a cohesio- lo cual se burla la voluntad ciudadana.
narse. Entre nosotros, debería adoptarse Un par de ejemplos ilustran bien la reali-
un umbral combinado como requisito dad electoral colombiana: en los comi-
para legitimar las curules: podría fijarse el cios del Senado de la República de 1994,
2,5% de la votación nacional en relación la cuarta votación correspondió a la lista
con los escaños del Congreso de la Repú- de Juan José García, con 72.567 sufra-
blica, teniendo como base la circunscrip- gios, mientras que la última curul fue al-
ción nacional abierta del Senado, y no la canzada por Héctor Helí Rojas, cuya lis-
sumatoria de los votos de las distintas cir- ta obtuvo 21.861 votos; pues bien, ambas
cunscripciones territoriales que conforman listas lograron una curul, no obstante
la representación de la Cámara. Ello por- haber sido la votación del senador Juan
que las minorías se defienden mejor en la José García 3,31 veces superior. En los

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
68

comicios senatoriales de 1998, Jesús An- El voto en blanco debiera obligar a


gel Carrizosa logró una curul con apenas la repetición de los comicios cuando
37.249 votos, igual que Alfonso Angari- constituya mayoría absoluta de los votos
ta Baracaldo, a pesar de poner éste válidos para elegir a los miembros de las
118.256 sufragios, es decir, una votación corporaciones públicas; o, cuando signi-
3,17 veces mayor. La fórmula repartido- fique la mayoría relativa en elecciones
ra la inventó Hondt, matemático belga uninominales como las de gobernadores
que simplificó el método de la más alta y alcaldes, o en los resultados de la pri-
mediana. Se divide sucesivamente el nú- mera vuelta presidencial. No es fácil que
mero de votos de cada lista de partido ocurra una de estas circunstancias, pero
por 1, 2, 3, 4, etc., hasta que el divisor es importante preverlas.
coincida con el número de listas presen-
tadas. Para ilustrar el procedimiento, su- 8.5. El Estatuto de la Oposición
pongamos una pequeña circunscripción
en la cual cuatro partidos políticos pre- El pluralismo, que es connatural a la de-
sentan listas, siendo cinco las curules por mocracia, se refleja en la práctica a través
proveer y 75.000 el total de votos: de opciones diferentes que compiten por
la orientación de los asuntos públicos. La
Lista 1 Lista 2 Lista 3 Lista 4 consecuencia lógica es la diversificación del
Dividido por 1 35.000 21.000 12.000 7.000 poder. Quien gane, pasa a gobernar, pero
Dividido por 2 17.500 10.500 6.000 3.500 sabe que en las próximas elecciones puede
Dividido por 3 11.666 7.000 4.000 2.333 perder, y viceversa. Es claro que estas hipó-
Dividido por 4 8.750 5.250 3.000 1.750 tesis o alternativas pueden desarrollarse siem-
pre y cuando exista una normatividad fir-
me, que todos conozcan y respeten. Como
Si se trata de proveer 5 curules, en dijimos en algún momento, el principio de
orden descendente la cifra sería 11.666, las mayorías es mucho más que la simple
que se tomaría como cifra repartidora o regla de las mayorías, toda vez que debe co-
denominador común. Así las cosas, se di- menzar por respetar los derechos de las mi-
vidiría la votación de cada lista por esa ci- norías. En otras palabras, la posibilidad
fra. El resultado sería: real de ejercitar la oposición resulta vital
para cualquier sistema que se pretenda
Lista 1 35.000 / 11.666 = 3,00 Tres curules
democrático. Se trata, pues, de establecer un
Lista 2 21.000 / 11.666 = 1,80 Una curul
marco legal que garantice el trabajo de quie-
Lista 3 12.000 / 11.666 = 1,02 Una curul
nes no comparten la visión gubernamental.
Lista 4 7.000 / 11.666 = 0,60 Ninguna curul
Sobre el tema, nuestra Constitución
contempla algunas normas generales que
69

requieren de complementación para su templar y desarrollar los diferentes dere-


cabal desarrollo. En el fondo, se trata de chos de las fuerzas fiscalizadoras: la inter-
poner en marcha el esquema Gobierno– vención en los debates del Congreso y las
Oposición. El partido mayoritario o la demás corporaciones públicas; el acceso
coalición victoriosa en el debate presiden- preferencial y expedito a la información y
cial debe asumir la tarea gubernamental documentación oficiales, salvo reserva le-
basada en su programa e ideología, de suer- gal; el uso gratuito de los medios de comu-
te que el espacio fiscalizador y vigilante nicación social del Estado; la réplica frente
quede en manos de los sectores derrota- a ataques y tergiversaciones graves proferi-
dos. De esta manera se fortalecen no solo dos por altos funcionarios oficiales; y, la
la representatividad del Presidente y la del participación en entidades oficiales, tales
Congreso, sino el sentido que tiene su res- como la Comisión Nacional del Servicio
ponsabilidad política frente a los electo- Civil, el Consejo Nacional Electoral y al-
res. Conformándose verdaderas bancadas gunos de sus entes derivados, así como en
con los elegidos de un mismo partido, se las mesas directivas de los cuerpos colegia-
robustecen las corporaciones públicas. La dos. Sobre el punto, por considerarla con-
recuperación del Congreso de la Republi- veniente, adicionaríamos la representación
ca no depende del establecimiento del sis- de los partidos de oposición en la Comi-
tema unicameral o bicameral, como erró- sión Nacional de Televisión.
neamente creen algunos, sino del Diferentes proyectos de reforma po-
funcionamiento cohesionado y disciplina- lítica han contemplado con razón el dere-
do de los partidos en su interior, apoyán- cho que asistiría al candidato presidencial
dose en instrumentos constitucionales y le- derrotado en la segunda vuelta y a quie-
gales que conduzcan a la práctica seria y nes en la primera superaren el 20% del to-
eficiente del ejercicio de la oposición. Solo tal de votación, a presentar proyectos de
así el Congreso puede cumplir la función ley y de acto legislativo, así como a promo-
primordial de fiscalizar y controlar las po- ver y participar en los debates que se ade-
líticas gubernamentales. Esta concepción lantaren en el Congreso de la República
del control político con fundamento en durante el período constitucional siguien-
bancadas partidistas tiene que proyectar- te al de las elecciones. Esos liderazgos de-
se necesariamente a las corporaciones pú- ben consolidarse con estos instrumentos.
blicas de la democracia regional y local Es bien sabido, en atención a nuestra más
para hacer contrapeso al excesivo poder reciente historia, que algunos de los can-
de los gobernadores y alcaldes. didatos presidenciales, pasados los comi-
Es importante, entonces, presentar un cios, no obstante su significativa votación,
proyecto de Ley Estatutaria para reglamen- se han marginado del debate sobre los
tar el ejercicio de la oposición. Debe con- grandes problemas nacionales y las prin-

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
70

cipales políticas adoptadas por los gobier- co. Intervenir para fiscalizar el poder es
nos para superarlos. algo que puede hacer el ciudadano en for-
El otro punto, que complementaría ma individual o colectiva. Aunque en tér-
y fortalecería el ejercicio de la oposición, minos individuales puede protegerse en el
se refiere a la dirección de los organismos derecho de petición para lograr alguna in-
de control y vigilancia, básicamente la Pro- formación, otras tareas propias de la opo-
curaduría y la Contraloría generales. Hay sición le resultan mucho más fáciles si ac-
un aparente consenso conceptual para que túa en forma asociada. De ahí la
las fuerzas políticas de oposición orienten importancia que tiene la expedición de la
dichas entidades. Otra cosa es la decisión Ley Estatutaria de la Participación Comu-
política sobre el particular. En cuanto al nitaria. De acuerdo con el artículo 103 de
modus operandi para elegir al Procurador la Constitución, el Estado debe contribuir
y Contralor generales, las fórmulas son a la promoción, organización y capacita-
muy variadas. Según los proyectos presen- ción de las asociaciones profesionales, cí-
tados, algunos se inclinan, para uno y otro vicas, sindicales y comunitarias de carác-
caso, por la conformación de una lista de ter no gubernamental que constituyan
cinco candidatos provenientes de los par- mecanismos democráticos para participar,
tidos opositores al gobierno, dejando la entre otras cosas, en las instancias de con-
elección en el Congreso pleno; otros, en trol y vigilancia de la gestión pública que
cambio, prefieren que la Corte Constitu- se establezcan.
cional elija al Contralor, de terna enviada Finalmente, con referencia al ejerci-
por la Junta Directiva del Banco de la Re- cio de la oposición, es importante recor-
pública; y, en cuanto a la elección del Pro- dar el papel de los medios de comunica-
curador, la dejan en el Senado, pero con ción. La democracia implica diversidad de
base en terna integrada por candidatos de opiniones y permanente confrontación
la Corte Suprema de Justicia, el Consejo ideológica en un marco de respeto y tole-
de Estado y la Corte Constitucional. rancia. Para propagar planteamientos doc-
Ahora bien, el ejercicio de la oposi- trinarios e interpretaciones sobre el diario
ción no puede entenderse como una pre- acontecer, nada más efectivo en el mundo
rrogativa exclusiva de los partidos políti- contemporáneo que los mass media. En
cos. Es un derecho que corresponde a los algunas naciones con larga trayectoria de-
más variados grupos y sectores del con- mocrática, los partidos políticos cuentan
glomerado, partiendo del principio cons- con sus propios canales de televisión, emi-
titucional consagrado en el artículo 40 de soras radiales, periódicos o revistas. Pero
la Carta, según el cual todo ciudadano tie- ese no es el caso de las organizaciones po-
ne derecho a participar en la conforma- líticas colombianas, cuyas dificultades son
ción, ejercicio y control del poder políti- considerables para formar e informar a la
71

ciudadanía. El grueso del conglomerado normatividad capaz de controlar el origen


colombiano se informa o desinforma co- de los ingresos y el nivel de gastos de las
tidianamente a través de los medios de distintas fuerzas políticas. De lo contra-
comunicación de carácter privado. El pro- rio, el partido o el candidato más fuerte
blema no radica en su naturaleza privada en términos económicos, conquista el Es-
sino en la permisividad legal existente para tado y lo pone a su servicio y al de sus
tejer toda una red de favores recíprocos aportantes. Colombia vivió una terrible
entre gobierno y mass media que, lógica- experiencia con la narcofinanciación de la
mente, debilitan la objetividad y sepultan campaña presidencial de Ernesto Samper,
la oposición. Nada más grave que permi- toda vez que generó una desestabilización
tir a los medios de comunicación ser con- gubernamental que tuvo profundas impli-
tratistas del Estado o tener la esperanza de caciones políticas, económicas y sociales.
serlo en campos especialmente atractivos La infiltración de dineros oscuros en las
por el poder que representan o las ganan- campañas también ha convulsionado a la
cias que producen. Con la telefonía celu- opinión pública en otras naciones, como
lar y la adjudicación de algunos noticie- Alemania, Francia, Estados Unidos, Japón,
ros y canales de televisión, el país asistió a Bolivia y Panamá.
este deprimente espectáculo. Como es ape- Es cierto que la modernidad, dado el
nas obvio, más temprano que tarde ter- alto impacto que los mass media tienen en
minan esos medios de comunicación ple- la sicología colectiva, exige sumas exorbi-
gados al gobierno, maquillando la tantes de dinero a las organizaciones polí-
información o, mejor, desinformando a la ticas. Pero no lo es menos que la búsque-
comunidad. No cabe duda: se impone una da de recursos, que generalmente se
severa normatividad para impedir la con- orienta hacia los particulares y los grupos
centración de poder informativo y evitar económicos, conlleva un riesgo inmenso,
la red clientelar con el gobierno; y, en no puesto que los partidos y sus candidatos
pocos casos, con los parlamentarios. entregan parte de su independencia o,
mejor, comprometen espacios de gober-
8.6. La financiación de las campañas nabilidad. Los peligros, por la penetración
de dineros legales e ilegales bajo la moti-
Este punto es crucial porque muestra los vación de comprar los favores posteriores
vínculos entre la política y el dinero. Una del Estado, son evidentes. Ante los múlti-
democracia es estable en la medida en que ples fenómenos de corrupción que se han
los recursos que sirvan de sustento a las presentado en este campo, cualquiera di-
campañas tengan suficiente publicidad y ría que la democracia no es el gobierno del
no distorsionen la equidad en la compe- pueblo, por el pueblo y para el pueblo, sino
tencia, para lo cual es fundamental una más bien el gobierno del dinero, por el di-

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
72

nero y para el dinero. No obstante, una re- minante por sus incontables ventajas, ob-
acción normativa, en el propósito de ga- viamente con controles efectivos; en se-
rantizar mayores transparencia y equilibrio gundo término, no parece lógico ni via-
entre las organizaciones políticas, ha sido ble que, en algunos países de América
la respuesta en distintos países. En cam- Latina, incluído Colombia, en donde las
bio, ella ha sido nula en Colombia, a pe- finanzas públicas presentan un déficit alar-
sar de nuestra vergonzosa experiencia en mante, se destinen altas sumas a la finan-
la materia. Los esquemas que se han adop- ciación de la política, reduciendo las posi-
tado giran en torno a mecanismos como bilidades de inversión social, a pesar de
la financiación pública, la limitación a los los significativos niveles de marginalidad
aportes de los particulares, los topes en los y pobreza; y, menos aún, si consideramos
gastos electorales y la reducción de los los reiterados desafueros de la clase polí-
períodos de las campañas. tica y su consecuente pérdida de credibi-
En múltiples países, la financiación lidad; como tercer punto, recordemos
pública se ha adoptado para reducir la que la financiación pública exclusiva no
nefasta influencia del dinero privado en erradica del todo el flujo de los dineros
la política y garantizar la equidad entre los ilegales, y que resulta insensato poner al
competidores. En su favor también se se- ciudadano común y silvestre, a financiar
ñalan la estabilidad económica que otor- con sus impuestos, inclusive a organiza-
ga a los partidos y la fiscalización que per- ciones políticas que no son de su agrado.
mite de sus ingresos y egresos. La tendencia En otras palabras, la moderación indica
en América Latina, como reacción a la gra- que mientras no se recuperen realmente
vedad de ciertos escándalos, se orienta en las finanzas estatales y la confianza en la
la actualidad hacia la financiación públi- dirigencia política, poco sentido tiene el
ca exclusiva. Y, en principio, la fórmula esquema de la financiación pública inte-
resulta seductora, por lo menos frente a gral. Justamente por estas consideraciones,
las campañas presidenciales y para el Con- en algunas naciones, como Costa Rica, el
greso, tal como se ha sugerido en distin- monto de la ayuda estatal a los partidos y
tos proyectos de ley o de acto legislativo a las campañas, depende del comporta-
que se han presentado. Sin embargo, no miento general de la economía, el creci-
compartimos esta visión de la financiación miento de la producción y el estado de
pública exclusiva de la política por dife- las finanzas públicas. En síntesis, la obje-
rentes razones: en primer lugar, el dere- tividad sobre nuestra situación nos hace
cho comparado, en lo que concierne a las preferir la financiación mixta, que requie-
grandes democracias contemporáneas, con re de una adecuada reglamentación tan-
amplia trayectoria en el tema, muestra la to para la parte de la contribución estatal
financiación mixta como fórmula predo- como para la de los aportes privados y,
73

sobre todo, de un severo sistema de con- las personas jurídicas. Resulta vergonzosa
troles y sanciones. la lista de las empresas y los grupos eco-
La contribución del Estado a las or- nómicos que aportan para cosechar luego
ganizaciones políticas es necesaria, pero la contraprestación del Estado, en algu-
obviamente debe desarrollarse sobre un nos casos dándoles inclusive a dos o más
sistema político basado en el esquema candidatos presidenciales o al Congreso.
Gobierno-Oposición, con partidos verda- Así mismo, las ayudas de las personas na-
deramente estructurados, capaces de prac- turales deben restringirse al máximo en
ticar la democracia interna, presentar lis- cuanto a la cantidad individual y la suma
tas únicas para las elecciones y organizar general que representen. En los Estados
las bancadas en las corporaciones públi- Unidos, por ejemplo, se privilegian las
cas. Así las cosas, la financiación podría pequeñas contribuciones, cuyo significa-
atender más a las actividades permanen- do político, en términos de adhesión a un
tes que a las campañas electorales propia- partido o candidato se interpreta como
mente dichas, en el propósito de incre- parte de la libertad de expresión y recibe
mentar la cultura política del pueblo incentivos tributarios. Una suma baja, to-
colombiano. De ahí la importancia que mando como referencia cinco, diez o doce
tiene la financiación pública indirecta, en salarios mínimos, debiera servir de tope
particular la relacionada con el uso de los entre nosotros para los aportes de las per-
medios de comunicación del Estado. Y los sonas naturales. Se trata de multiplicar las
parámetros que deben caracterizar el com- posibilidades de contribuir, de suerte que
portamiento de los mass media privados, se derrumbe esa élite que generalmente se
en especial para guardar la objetividad y convierte en acreedora de los futuros de-
responsabilidad informativas. Nos gusta, tentadores del poder. Lo anterior hay que
sobre este particular, el modelo de finan- complementarlo con el aspecto publicita-
ciación alemán, que no plantea la reposi- rio de las donaciones, que consideramos
ción a posteriori bajo un solo desembolso, clave, pues permitiría a cualquier candi-
sino en forma gradual, durante los cuatro dato poner en conocimiento del público
años de la legislatura, con fundamento en y de las autoridades las irregularidades de
los votos alcanzados por cada partido po- la competencia. Es evidente que los con-
lítico que cumpla con el umbral requeri- troles tienen que ser concomitantes al pe-
do para la financiación (0,5%), distinto ríodo de campaña y no simplemente como
al umbral para la asignación de curules. revisión de cuentas posterior.
Sobre la necesidad de limitar los apor- Los topes a los gastos de las campa-
tes privados, hay un relativo consenso. Una ñas electorales son más que necesarios. Se
medida indispensable estaría encaminada dice, en los mismos corrillos del Congre-
a prohibir, sin excepciones, los aportes de so, que una campaña para el Senado de la

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
74

República puede costar más de mil millo- ses, entendiendo que las reglas giran en
nes de pesos. ¿Quién puede competir en torno a la propaganda electoral, pues es
esas condiciones? ¿Y qué consecuencias obvio que la actividad política no puede
positivas puede derivar de semejante in- estrecharse ni limitarse en el tiempo, pues
versión? En Francia, en cambio, en don- se caracteriza por su ininterrupción. La
de la implementación normativa contra discusión y el debate sobre los grandes te-
la corrupción ha sido ejemplar durante mas nacionales exigen un trabajo de co-
la última década, en particular en lo con- municación en todo tiempo.
cerniente a las campañas, no solo se pro- En resumen, mejorar la legislación
hibieron radicalmente las contribuciones sobre la financiación de las campañas su-
de las personas jurídicas y se restringie- pone revisar la finalidad axiológica de la
ron sobre manera los aportes de las per- contribución estatal, fortaleciendo en cuan-
sonas naturales, sino que los topes se dis- to sea posible la divulgación institucional
minuyeron sustancialmente, al punto que y la discusión programática, así como tam-
una campaña para la Asamblea Nacional bién, estableciendo topes a los gastos elec-
no puede costar más de 250.000 francos, torales según la clase de proceso, restrin-
es decir, unos 36.000 dólares. Se estable- giendo los aportes privados y reduciendo
cieron, además, drásticas sanciones de los períodos de las campañas. Con todo,
carácter penal para quien vulnere las re- mientras no se fortalezca el organismo en-
glas. Como se observa, el contraste es in- cargado de vigilar el cumplimiento de esta
menso y penoso, ya que una curul sena- normatividad, nada mejora.
torial vale entre nosotros trece veces más.
En cualquier nación, unos buenos estu- 8.7. La Organización Electoral
dios sobre los costos de los elementos que
conforman la publicidad y el marketing De nada sirven las normas que procuran la
político son determinantes para fijar los transparencia del dinero que sustenta la po-
topes, entendiendo que varían según el lítica, si no tienen aplicación. El tema com-
tipo de elección. Lo fundamental es co- prende los organismos encargados de la fis-
locarlos en concordancia con la econo- calización, la metodología para la revisión
mía y la realidad del país. Lo que menos de cuentas y el régimen de sanciones.
necesitamos en una nación de tanto mar- La fiscalización generalmente la ejer-
ginamiento económico y social es una cen los organismos electorales, entendidos
democracia suntuosa, porque resulta más como un poder autónomo. No obstante,
que insultante. en algunos países, como Nicaragua y El
Un punto, ya de alta aceptación, se Salvador, la tarea se encomienda a la Con-
refiere a la duración de los períodos de las traloría General de la República; en otros,
campañas. Está bien fijarlos en tres me- como Argentina, la labor de vigilancia se
75

deja a los jueces federales con competencia ción Pública, con supervisión del Tribu-
electoral. A manera de control previo, la nal Electoral.
mayoría de las legislaciones exige a los par- La revisión de las cuentas de las cam-
tidos sus propias instancias de supervisión. pañas no tiene mayor sentido cuando se
El sistema colombiano, requiere de deja como tarea simplemente posterior. Es
modificaciones. En primer lugar, es urgen- menester abrir la posibilidad para que cual-
te replantear el origen de los miembros del quier denuncia formal de un ciudadano,
Consejo Nacional Electoral, eminente- con fundamento probatorio, pueda pre-
mente político, toda vez que son elegidos sentarse en forma concomitante a la cam-
en la actualidad por el Consejo de Estado paña. El mejor soporte para la Organiza-
pero de ternas conformadas por los parti- ción Electoral deriva de la misma
dos. En esas condiciones, ese organismo competencia que se genera entre los par-
no puede ser ni autónomo ni independien- tidos y sus candidatos. El Tribunal Elec-
te. Baste recordar la actitud vergonzante toral necesita una logística complementa-
de nuestro Consejo Nacional Electoral en ria, tanto técnica como humana, con un
lo que respecta a la investigación sobre la alto nivel de profesionalismo, en especial
financiación de la campaña presidencial durante los períodos de campaña.
de 1994. Podría pensarse en un Consejo La efectividad del régimen de sancio-
o Tribunal Electoral cuyos miembros sean nes depende de esa logística y del esque-
elegidos por el Consejo de Estado, pero ma procedimental que se adopte. La co-
de ternas elaboradas por la Corte Supre- rrupción electoral ridiculiza el sufragio,
ma de Justicia, más independiente que la desvirtúa la voluntad popular y aniquila
Corte Constitucional o el Consejo de la la democracia. Los castigos tienen que ser
Judicatura. Y, en tanto Tribunal, recogien- drásticos. Violar los topes en cuanto a gas-
do no sólo las funciones del actual Con- tos electorales o los límites establecidos
sejo Nacional Electoral sino también las para los aportes privados, así como desa-
correspondientes a la Sala Electoral del rrollar el trasteo o la compra de votos, fuera
Consejo de Estado. Una de las principa- de recibir sanción vitalicia para el ejerci-
les consecuencias de este modelo, cual es cio de cualquier función pública, deben
la elección del Registrador Nacional, ase- ser delitos reprimidos en forma ejemplar.
gura independencia. Siguiendo el mismo Insistimos en la implementación lo-
criterio, se requiere implementar una ca- gística de la Organización Electoral. Las
rrera administrativa, de suerte que los re- irregularidades no siempre son fáciles de
gistradores municipales, distritales y los detectar. Imaginemos un aspirante a la
delegados del Registrador Nacional sean Cámara de Representantes, en cualquier
escogidos en virtud de un concurso pro- circunscripción territorial, que reciba 100
movido por el Departamento de la Fun- o 200 millones de pesos como contrapres-

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
76

tación por su apoyo a un candidato al Se- semos del modelo bicameral al unicame-
nado de la República. O respaldos de edi- ral. El trabajo por bancadas y la adopción
les, concejales o diputados logrados en vir- del esquema Gobierno-Oposición, recla-
tud del dinero. En muchos casos, ni ma una reestructuración funcional del
siquiera hay identidad programática. El Congreso de la República. Se trata de re-
compromiso se basa en un tome y deme, glamentar y organizar mejor las sesiones
es decir, simple clientelismo. La pregunta de las plenarias y de las comisiones, así
es sencilla: ¿hay o no hay compra-venta como la metodología para el ejercicio del
de votos? Desde luego, esa negociación control político, que tiene que ver con las
se puede maquillar o disfrazar de mil for- citaciones a ministros y otros funciona-
mas, hasta diluirla o hacerla ver como algo rios, los debates que deriven y la eventual
normal. La Organización Electoral, si bien moción de censura. Del mismo modo, es
no puede controlar en términos absolutos importante replantear las prerrogativas de
todas las fisuras a la ley, debe tener un cuer- las comisiones de conciliación, que termi-
po élite, suficientemente especializado, nan decidiendo sobre el texto de una ley,
para poder actuar con oportunidad y dras- de espaldas a las plenarias y con franqui-
ticidad. Y, en cuanto a la Fiscalía General cia constitucional.
de la Nación, entendida como su princi- La actuación de los partidos políticos
pal aliada, conviene que tenga una Fisca- en el Congreso, a través de bloques o ban-
lía Delegada Electoral. cadas, impide el malsano comportamien-
to individual de los parlamentarios, que
8.8. El funcionamiento actualmente predomina, generándole
del Congreso de la República grandes dividendos al Ejecutivo, entre
otras cosas porque evita con suma facili-
Pocas instituciones se encuentran tan des- dad que se le haga control político. Cada
prestigiadas como el Congreso, en razón congresista, como también cada diputa-
a su ineficiencia, la carencia de un control do o concejal, actúa en forma indepen-
político efectivo, los auxilios y el turismo diente frente al Gobierno, pensando fun-
parlamentarios, el ausentismo y transfu- damentalmente en incrementar su feudo
guismo de sus miembros, la pésima ge- o red clientelar. Este funesto modus ope-
rencia administrativa, la permanente con- randi que caracteriza a las corporaciones
traprestación con el Gobierno, y otros públicas, se doblega con la conformación
fenómenos que rayan en la irresponsabili- de los bloques partidistas.
dad o la corrupción. Aunque debieran revisarse inclusive
Pero es absurdo creer que el Congre- algunos puntos que en principio parecen
so mejora porque simplemente se reduzca apenas accidentales, como una mayor so-
el número de sus miembros o porque pa- lemnidad, unos horarios de las sesiones ple-
77

narias y del trabajo en comisiones mucho misma Carta Política, en su articulo 155,
más apropiados, o una metodología dife- consagra el 5%. Así las cosas, es necesario
rente en cuanto a las transmisiones por te- modificar la Constitución para luego reade-
levisión, son dos los aspectos que por su cuar la Ley Estatutaria sobre el particular.
trascendencia contribuirían mejor que cual- La consulta popular, como instru-
quier otro a la recuperación del Congreso mento del que disponen el Presidente de
de la República: la cohesión de los parti- la República, los gobernadores y los alcal-
dos políticos y el estatuto de la oposición. des para auscultar la opinión popular so-
bre temas de trascendencia, que impliquen
8.9. Los mecanismos algún grado de polarización ciudadana, no
de participación ciudadana ha sido empleada con la frecuencia que se
esperaba. Algunos casos aislados, como el
El tema se relaciona con la democracia del municipio de Aguachica, en donde se
directa o semidirecta, cuyas bondades son radiografió la opinión ciudadana en tor-
inmensas para promover la cultura políti- no a la paz, tenían que mostrar un resul-
ca. Sin embargo, cumplidos ya ocho años tado obvio: el 99% de los consultados res-
de expedida la Ley Estatutaria que en nues- paldó la concordia, la convivencia pacífica.
tro país reglamentó la iniciativa popular Distinta fue la reciente consulta promo-
legislativa, la consulta popular, el plebis- vida en Bogotá por el exalcalde Enrique
cito, el referendo, el cabildo abierto y la Peñalosa, en lo que tiene que ver con el
revocatoria del mandato, el balance es al- día sin carro cada año y la restricción glo-
tamente negativo, toda vez que tales me- bal para los vehículos privados en las ho-
canismos han tenido poca operatividad en ras pico a partir del 2015. Por otra parte,
razón de las diversas talanqueras que se les el porcentaje de participación exigido para
establecieron. Por consiguiente, su revisión que de la consulta popular derive obliga-
tiene que abrirse paso cuanto antes, para toriedad, cual es el 33% del censo electo-
hacerlos más flexibles y permitirles impul- ral correspondiente, resulta muy elevado.
sar la participación ciudadana. ¿Qué tal que se hubiera considerado es-
La iniciativa popular contempla un purio el Congreso de la República de 1994
porcentaje demasiado alto. Como es sabi- porque solamente participó en su escogen-
do, un número de ciudadanos, igual o cia el 32,5% de los colombianos?
superior al 5% del censo electoral, podrá Algunos mecanismos de participa-
presentar proyectos de ley o de acto legis- ción, como el referendo y el plebiscito, no
lativo. En la práctica, esto significa un se han estrenado todavía. Aunque el refe-
respaldo aproximado de 1’100.000 firmas, rendo aprobatorio constituye una herra-
lo cual es una compleja tarea. No era posi- mienta útil para el pueblo, toda vez que
ble adoptar un porcentaje menor, ya que la opera cuando la corporación a la que hu-

RÉGIMEN POLÍTICO
Capítulo 1
RÉGIMEN POLÍTICO
78

biese tocado estudiar una inicitativa po- do todavía. Nos referimos a la Participa-
pular, la hubiere negado, su operatividad ción Comunitaria, de conformidad con el
resulta bastante complicada, dado que re- inciso 3o. del artículo 103 de la Constitu-
quiere el apoyo de un número de ciuda- ción. Debe reglamentársela cuanto antes
danos no menor al 10% del censo electo- para darle verdaderas herramientas a la so-
ral correspondiente. Algo semejante le ciedad civil. Hasta ahora, no ha habido vo-
ocurre al referendo derogatorio, figura que luntad política ni en los tres gobiernos ni
persigue la derogatoria total o parcial de en los tres congresos que han actuado bajo
leyes, ordenanzas o acuerdos. En cambio, la vigencia de la nueva Carta Política.
para el referendo constitucional se exige
un porcentaje del 5%, menos difícil de 8.10. Un plan nacional
alcanzar, de acuerdo con el artículo 377 de educación política
de la Carta Política.
Respecto del cabildo abierto, es claro El último punto del decálogo se refiere al
que la falta de obligatoriedad de sus deci- gran trabajo pedagógico que debe acome-
siones le resta entidad. No pasa de ser un terse para estructurar y consolidar una
simple mecanismo de presión. Y, en lo re- mentalidad democrática entre los colom-
lacionado con la revocatoria del mandato bianos. Se trata de cimentar los valores del
de los gobernadores y alcaldes, recorde- respeto por los derechos humanos, la to-
mos que todos los intentos desarrollados lerancia y el pluralismo, el interés general,
hasta ahora, para ponerla en práctica, han la solidaridad social y la participación
resultado fallidos. Seguramente porque se constante del ciudadano en los asuntos
exige que la revocatoria la vote de manera públicos. Como en cualquier proceso, este
favorable el 60% de los ciudadanos que trabajo educativo no puede equivocarse en
participen en el pronunciamiento. No re- la metodología. Requiere de consagración,
sulta suficiente que la apoye la mitad constancia y gradualidad, considerando los
más uno de los ciudadanos. Realmen- complejos elementos objetivos que exis-
te, es absurdo haber consagrado una ten sobre la mesa, comenzando por las
mayoría calificada. Imaginemos un carencias en educación, factor que logra
pronunciamiento en el cual el 59,9% de disfuncionar muchos otros. Sin embargo,
la comunidad esté en favor de la salida del son millones los colombianos que, aún
alcalde, frente a un 40,1% que quiera su contando con una aceptable educación
permanencia. Una diferencia del 19,8 % formal, se caracterizan por un individua-
y, sin embargo, no procede la revocatoria. lismo desbordado, que genera permanen-
Finalmente, es increíble que el com- te fragmentación y hasta provocación so-
plemento necesario de los anteriores me- cial, y por una visión paupérrima de la ley
canismos políticos, no se haya desarrolla- y el derecho, valga decir, una relación ven-
79

tajista frente a la juridicidad en cualquier tes manifestaciones, son claves para garan-
oportunidad o manifestación. Desde el tizar este trabajo pedagógico. En otros tér-
punto de vista cultural, la tarea comporta minos, nada más importante que la pues-
una enorme complejidad. Por eso, de la ta en marcha de una cruzada educativa
metodología que se imponga, dependen sus para formar un ciudadano comprometi-
aciertos. En principio, creemos que sólo la do colectivamente, que tenga absoluta cla-
simbiosis entre una constante pedagogía y ridad no sólo sobre sus derechos, sino, lo
una frontal aplicación de la ley, garantiza que es más importante, sobre sus deberes
la meta de formar un nuevo ciudadano. como asociado.
Lo que interesa realmente es poner
en ejercicio continuo los valores, esto es, 9. CONCLUSIONES
sobre el terreno de la cotidianidad, donde
quiera que se encuentre el individuo: la Todas las cirugías de carácter institucio-
familia, la ciudad o el campo, la junta de nal que hemos reseñado, son indispensa-
acción comunal, la fábrica, el almacén, la bles para desarrollar el sistema político
universidad, el sindicato, el partido o la colombiano. Ahora bien, la democratiza-
iglesia. En este punto, todos los agentes ción de los partidos, la reformulación de
de la socialización tienen que jugar un los requisitos para que obtengan su perso-
papel con verdadera responsabilidad so- nería jurídica, el trabajo por bloques o
cial: la familia, entendida como primer y bancadas en las corporaciones públicas, el
permanente eslabón; la escuela, en senti- umbral y la cifra repartidora como facto-
do amplio, encadenando los períodos de res para la repartición equitativa de curu-
primaria, bachillerato y universidad, y les, el esquema Gobierno-Oposición, la se-
desarrollando mucho más trabajo prácti- veridad de las reglas en materia de
co que teórico; y, los medios de comuni- financiacion de campañas, la readecuación
cación, muy comprometidos con su ren- de la Organización Electoral, los cambios
tabilidad pero poco dispuestos hasta ahora en el funcionamiento del Congreso de la
a generar un trabajo de aculturación para República, o la revisión de la Ley Estatu-
que se integre la sociedad colombiana, taria de los mecanismos de participación
es decir, para que deje de ser una colec- ciudadana, tendrían un alcance muy re-
tividad fragmentada en lo político, eco- ducido si se emprenden como tareas se-
nómico y social, debido justamente a la paradas. Lo que garantiza el éxito de una
contundente prevalencia de lo individual reforma política integral, es justamente la
y a la actitud discriminatoria y excluyen- adopción del decálogo de medidas. El ejer-
te de esa dirigencia de la cual hacen parte. cicio para demostrar la inefectividad de
Desde luego, el Gobierno, los partidos cualquier trabajo aislado, podría hacerse
políticos y la sociedad civil en sus diferen- con cualquier punto concreto, verbigra-

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Capítulo 1
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cia, el umbral o la labor por bancadas. O, todo el voto obligatorio, creemos que po-
con el voto obligatorio, toda vez que al- dría aplazarse su discusión e implantación.
gunos parlamentarios, con tremenda mio- Mucho más importante es hacer funcio-
pía, aunque bien intencionados, han creí- nar los partidos políticos o el esquema Go-
do en su extrema bondad y han presentado bierno-Oposición. La hipervaloración
sendos proyectos de acto legislativo para cuantitativa que se hace de los efectos que
implantarlo. Es claro que muy poco cam- tendría el voto obligatorio, aislado del resto
biaría si no se abarca la globalidad de la de factores, es tan irracional como la que
política, si no se ataca la disfuncionalidad hacen quienes creen que reduciendo el
integral. Por eso justamente, los cambios número de miembros en las corporacio-
propuestos por los delegatarios de 1991 nes públicas se mejora la democracia. ¿De
no fueron suficientes. qué serviría el voto obligatorio si no se
No nos hemos referido a ciertos as- erradican, por ejemplo, las disfunciones
pectos como el voto obligatorio que, en que conducen a la inequidad financiera
parecer de algunos, podría coadyuvar en para participar en la política? La reforma
términos cuantitativos al mejoramiento integral planteada está orientada a garan-
de la democracia. Naturalmente, consi- tizar la calidad de nuestra democracia.
derando las actuales distorsiones del siste- Como anotamos en algún momento, se-
ma político colombiano, las altas tasas de senta partidos o micropartidos no signifi-
abstención constituyen un fenómeno que can pluralismo ni mejor democracia. La
beneficia el statu quo, toda vez que permi- lógica política indica que es la calidad del
te la continuidad de esa clase política tra- sistema lo que asegura una creciente ma-
dicional, cuestionada hasta la saciedad. El nifestación cuantitativa.
esquema actual, basado en la privatización Los colombianos asistimos a las elec-
de la política y la atomización de los par- ciones regionales y locales, así como a las
tidos, que genera altísimos niveles de co- de Congreso de la República bajo un es-
rrupción, se nutre precisamente de la in- quema normativo que permite el torrente
diferencia, poca credibilidad y hasta de distorsiones en el sistema político. En
repugnancia, que la mayoría de los colom- relación con estas últimas, subrayemos la
bianos tiene por los procesos electorales. inequidad para competir, por lo cual era
No obstante, las reformas propuestas, en- imposible pretender una renovación acep-
tendidas como bloque integral, mejorarían table de la clase congresista. La tenaza fi-
sustancialmente el sistema político en tér- nanciera formada por el binomio sector
minos cualitativos, de manera que desen- público–sector privado, obstaculizaba los
cadenarían en forma progresiva una ma- esfuerzos de quienes sin condición parla-
yor participación ciudadana. Bajo esta mentaria se atrevieron a participar. Por un
perspectiva, aunque no rechazamos del lado, los célebres cupos indicativos les otor-
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gaban grandes ventajas a los actuales con- les; el trabajo parlamentario sin bancadas
gresistas. Constituyen una financiación o bloques partidistas; la repartición inequi-
indebida de las campañas, patrocinada tativa de curules; la ausencia de un verda-
desde el Estado mismo. Creados en prin- dero control político en todas las corpo-
cipio para generar alguna inversión regio- raciones públicas, desvirtuando el
nal bajo la directriz de cada congresista, equilibrio entre los poderes públicos; la
sobre determinado cupo en el presupues- politización del Consejo Nacional Elec-
to nacional, evolucionaron concertando toral; y, las desigualdades para participar
con los alcaldes la materia de su destina- en la actividad pública; en fin, los recono-
ción y el señalamiento del o los contratis- cidos elementos que fortalecen la indivi-
tas que ejecutarían las obras. Además, si dualización de la política y el clientelis-
se radiografiare la asignación específica de mo, con su inevitable consecuencia: la
cada congresista, fácilmente se concluiría corrupción.
que, en no pocos casos, antes que preferir La pregunta lógica que deriva no pue-
la destinación de parte de esos cupos a sus de ser otra: ¿Cómo sacar adelante la refor-
regiones de origen, algunos los ubicaron ma política integral? No es viable conse-
en municipios de otros departamentos, guirla mediante un paquete normativo que
como Cundinamarca, en el propósito de comprenda un proyecto de acto legislati-
generar contraprestaciones manejables. vo y varios proyectos de leyes estatutarias,
Los alcaldes felices, dados los incremen- valga decir, procurarla vía Congreso de la
tos adicionales a sus escasos presupuestos; República, porque es absolutamente iló-
y, los congresistas, más todavía, por ese gico que un cuerpo privilegiado legisle
apoyo no despreciable que obtenían, muy para abandonar sus prerrogativas. Tanto
útil para alimentar sus campañas. Por otro la historia universal como la colombiana
lado, un sector privado que no está dispues- nos ilustran con diversidad de ejemplos
to a contribuirle financieramente a quien sobre circunstancias similares. En nuestro
poca opción tiene de salir elegido. De ahí caso, baste recordar que a la Asamblea
que hubiera preferido mayoritariamente Constituyente de 1991 la precedieron va-
patrocinar con sus recursos a quienes ya rios intentos de reforma política que se frus-
ostentaban la calidad de congresista. traron. Y, del anterior Congreso de la Re-
No habiendo renovación física, mu- pública, evoquemos la frase de su
cho menos renovación de costumbres para presidente el día de la instalación: O cam-
creer viable una reforma política integral, biamos o nos cambian, así como los cuatro
continuarán, entre otras cosas, la negación intentos fallidos que comentamos. El ca-
de democracia interna en los partidos; las mino, entonces, no es otro que vía refe-
vanidades expresadas a través de los mi- rendo, entre otras cosas para recuperar el
cropartidos o empresas políticas persona- concepto de soberanía, como quiera que

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el poder emana del pueblo, y aprovechar tantas desigualdades. Lo decimos de nue-


las circunstancias para desarrollar un buen vo: para alcanzar el Estado Social de De-
trabajo de pedagogía política. O, en su recho es fundamental contar con una de-
defecto, vía Asamblea Constituyente, mocracia política, estructurada y firme. La
siempre y cuando se aprovechara para Constitución de 1991 predica y busca la
otros aspectos. democracia real. Pero la mayoría de la di-
Ya para terminar, repitamos lo dicho rigencia nacional, en sus diversas áreas o
al comienzo: la crisis nacional, en sus más modalidades, la acepta con gran dificul-
álgidos problemas, como el conflicto ar- tad, toda vez que le pone zancadillas con
mado, la violación de los derechos huma- tremenda facilidad.
nos, los desplazados, el déficit fiscal, el
desempleo, la negación de una pronta y
cumplida justicia, la crisis pensional o la BIBLIOGRAFÍA
falta de oportunidades en seguridad so-
cial, vivienda y educación, tendría posibi- Autores Varios, 2001, Colombia, Un País por Cons-
lidades mucho mayores de solución, si truir, Universidad Nacional, Bogotá.
contáramos con un sistema político capaz Burdeau, G., 1968, Traité de Science Politique, Tome
de vincular y representar a la inmensa III, Librairie Générale de Droit et de Juris-
mayoría. Acabemos con las múltiples dis- prudence, Paris.
torsiones de nuestra democracia política, Bréchon, P., 1999, Les Partis Politiques, Éditions
representativa o semidirecta, para poder Montchrestien, Clefs Politique, París.
construir la verdadera democracia, la de Cf. Rapport sur, 1997, L’Eurobaromètre Standard
contenido económico y social. El punto No. 48, Commission Européenne, París.
de partida está en la desprivatización de la De Roux, C. 2000, en Revista Foro No. 39, Bogotá.
política para devolvérsela a la gente del Díaz, E., 1986, El Clientelismo en Colombia, El
común, para convertirla en oficio de to- Ancora Editores, Bogotá.
dos. No pocos de nuestros dirigentes, del E. Schattschneider, 1942, Party Government, Holt Ri-
sector público y del privado, mantienen nehart and Winston Inc., New York.
erróneamente una visión fragmentada de FESCOL, 1993, Modernidad, Democracia y Parti-
los problemas, de la crisis y de sus even- dos Políticos, FESCOL, Bogotá.
tuales soluciones. Algunos, por ejemplo, Hartlyn, J., 1993, La Política del Régimen de Coalición,
creen que ganando la guerra daríamos un Tercer Mundo Editores, Bogotá.
gran paso para garantizar el bienestar y Leal F. y Dávila A., 1990, Clientelismo: El Sistema
desarrollo del país. Su miopía les impide Político y su Expresión Regional, Tercer Mun-
entender que no tiene sentido hacerse a la do Editores, Bogotá.
victoria si en forma simultánea no se pien- Mair, P., 1997, Party System Change: Approaches and
sa con seriedad y compromiso en extirpar Interpretations, Claredon Press, Oxford.

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