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Indice
Introducción
1.0. Historia universal del Derecho penal
1.1. Periodo pre iluminista
1.1.1. Derecho penal en la antigüedad
1.1.1.1. Babilonia
1.1.1.2. Grecia
1.1.1.3. Roma
1.1.2. Derecho penal medio
1.2. Periodo iluminista
1.2.1. La escuela clásica
1.2.2. La escuela positiva
1.2.3. Las escuelas eclécticas o intermedias
1.2.4. La escuela técnico-jurídica
1.2.5. La escuela clásica alemana
1.2.6. La escuela de Kiel
1.2.7. La doctrina finalista
1.2.8. El sistema teleológico-funcionalista
2.0. Historia del Derecho penal peruano
2.1. Derecho penal inca
2.2. Conquista española
2.3. Periodo republicano
2.3.1. Proyecto de código penal de Manuel Lorenzo de Viadurre
2.3.2. Código penal de Santa Cruz
2.3.3. Primer código penal peruano
2.3.4. Código penal peruano de 1924
2.3.5. Código penal peruano de 1991
Conclusiones
Bibliografía
Introducción
Pese al fin regulador del derecho, y como en toda sociedad, nunca falta aquel que rompe
las normas establecidas. Ante tal hecho, era necesario establecer castigos para que,
mediante una determinado sación, se pudiera prevenir que a futuro el delito no se
repitiera y así también proteger a los individuos de la sociedad. A este conjunto de
normas sancionadoras se le conocería bajo el nombre de Derecho penal.
Tal como la sociedad, el Derecho penal tuvo un proceso de desarrollo que va desde el
momento que imperaba la violencia exagerada como medio de solución a una etapa
donde primaría la razón. Este proceso no fue exclusivo de un solo país, sino que se
vivió y desarrolló de manera distinta de acorde al territorio y los años. Por lo tanto el
Derecho penal en el Perú no es una excepción, de hecho, el desarrollo del Derecho
Penal sólo sería una muestra más de lo profundamente arraigado que estuvimos (y
segumos estando) al modelo hispánico.
La finalidad del presente trabajo es mostrar el desarrollo del Derecho penal partiendo
desde la antigüedad, mostrando la severidad de los castigos porpios de la épica,
destacando al derecho penal griego y romano como un punto y aparte en lo que a
materia penal concierne, llegando a la edad media con sus característico y culminando
en el periodo ilunista, revisando las escuelas que fueron surgiendo a través del tiempo.
En lo que al Derecho penal peruano respecta, veremos brevente lo que fue el derecho
penal inca y algunas sanciones que se aplicaban al infractor, pasando obviamente a la
Conquista e imposición del Derecho traído por los españoles y culminando con la
evolución del Derecho penal peruano en la República.
1.0 Historia unversal del Derecho penal
El derecho penal durante esta época tuvo guiada tanto por la ya mencionada ley
del talión como por las religiones imperantes, ejemplos de este último eran Egipto
(Estado teocrático y por lo tanto, cualquiera actitud contraria a la religión o al faraón era
castigada con la muerte) o Caldeo Asiria, donde su derecho penal era de corte ético-
religioso. En cuanto a ejemplos de la ley del talión tenemos a Israel, Siria, Asiria, etc.,
siendo el más destacado Babilonia. Todos ellos con una legislación penal sumamente
cruel.
Estas características no serían un común denominador en todas las culturas,
puesto que dos naciones europeas marcarían un punto y aparte en lo que respecta al
derecho penal; Grecia y Roma, puesto a que con ellos dos la racionalidad de la reacción
penal hace su entrada, es decir, la legislación penal se seculariza (Zaffaroni, 2000, p.
333), aunque también hay que tener en cuenta que la concepción teocrática y la
divinización del derecho no desaparecen en su totalidad.
1.1.1.1 Babilonia
Se caracterizó por regirse en base a a la ley del Talión e imponer penas drásticas,
de aplicación inmediata: el ladrón que era sorprendido cometiendo una efracción de
muros, era muerto y emparedado; el que cometía un hurto calamitoso aprovechando un
incendio, era echado a las llamas; la que cometía adulterio era arrojada al río con las
manos ligadas (Zaffaroni, 2000, p. 325).
1.1.1.2 Grecia
1.1.1.3 Roma
Es con Roma que finalmente podemos hablar de una verdadera legislación penal
científica, una legislación a la cual podemos seguir su curso durante más de trece siglos,
desde su fundación un 21 de abril de 753 a.C., pasando por el siglo VI de la era
cristiana, con la aparición del Digesto y extendiéndose nueve siglos más gracias al
Imperio Bizantino.
Como es de esperarse, el derecho penal romano tuvo un origen divino, pero esto
no se mantendría así, puesto que sería con la aparición de las XII tablas cuando vemos a
un derecho laicizado. Es aquí donde se da la distinción entre delito público (delicta
publica); el cual se formó en torno a los delitos de perduellio (contra el Estado) y de
parricidíum (contra los particulares) y delito privado (delicta privata). El primero era
perseguido por el Estado y el segundo era una asunto entre los particulares.
Durante esta época, que corresponde a la Ilustración (mediados del siglo XVIII),
el derecho penal se modernizó gracias al pensamiento iluminista, el cual tuvo sus raíces
en dos concepciones de la época; el contractualismo y el utilitarismo. Tuvo interés en
los problemas de la legislación y en racionalizar el sistema penal con el fin de volverlo
útil en la prevención de delitos, combatir la arbitrariedad judicial y lograr evitar
sufrimiento excesivo a los condenados (tal como se hacía durante el periodo pre
iluminista), siendo uno de los grandes representantes Cesare Beccaria con su c{elebre
libro “De los delitos y de las penas”.
Uno de los grandes problemas del iluminismo fue qu, en cuanto a la actividad
interpretativa, fue demasiado mecanicista, tenía una preferencia por las penas fijas por
lo que las sanciones no eran proporcionales al delito y/o la personalidad del condenado.
Como es de esperarse, toda corriente de pensamiento revolucionario encuentra la
oposición de las tendencias conservadoras y en el pensamiento iluminista esto no fue
una excepción, siendo principios de 1880 cuando las ideas anti iluministas reaccionaron,
reacción que se fue expandiendo y asentuando en Alemania, Italia e Inglaterra. Pero
otro gran problema de este pensamiento fue que, muy aparte de la reacción anti
iluminista, pasó de ser revolucionaria a ser conservadora, y muchas veces reacionaria,
de la cultura jurídica liberal, por tal motivo pasaron de imponer límites al Estado a
defenderlo, por ello resultaría profundamente atacada en épocas posteriores.
Posteriormente, mas específicamente en los últimos tres decenios del siglo XIX,
surgió en Italia un movimiento que revolucionaría el Derecho penal,. Esta escuela sería
la llamada Escuela positivista, la cual se identifica con los postulados positivistas
filosóficos.
Pese a los grandes avances logrados en materia penal por estas dos escuelas, era
necesario reforzar los conocimientos de decha materia. Por ello surgiría las
denominadas Escuelas intermedias o eclécticas, cuyo objetivo era buscar puntos medios
entre las dos ideologías, siendo las más importantes la terza scuola en Italia y la escuela
sociológica en Alemania, representada por Von Liszt, cuyas ideas principales serían; la
imputabilidad (basada en la capacidad del hombre de dirigir sus actos), la naturaleza de
la pena residente en la coacción psicológica y el rechazo a la fatalidad del destino
propugnada por los positivistas. En cuanto a las sanciones, estas pasarían a tener un
carácter de prevención general.
En medio de estas polémicas entre clásicos y positivistas, esta escuela surge con
el fin de criticar el hecho que ambas escuelas han errado al dejar de lado la propia
investigación jurídica (la cual es la parte sustancial) para concentrarse en
investigaciones filosóficas o naturalistas, por ello esta escuela le da una total dedicación
al estudio del Derecho penal.
Para esta escuela, la pena tenía como objetico la protección del bien jurídico,
puesto que dicho bien era la piedra angular de todo el sistema y el fundamento de la
pena, por ello el bien jurídico es el punto de unión entre la política criminal y el
Derecho penal, pero es precisamente este tema del bien jurídico el causante de
disrepancias entre Von Liszt y Beling (otro gran representante de la escuela), pues
mientras para Beling el bien jurídico era algo desprendido del mundo social, para Liszt
era todo lo contrario.
Para Welzel, la misión del Derecho penal es proteger los valores elementales de
la conciencia y se preocupa en su mayoría por una distinción entre motivación y
finalidad.
Corrían los años sesenta y la dogma jurídico penal se hallaba inmersa en una
fase de trancisión, fase en la cual predominaban las corrientes eclécticas, pero de entre
todas las tendencias detacaron aquellas conocidas bajo el nombre de “funcionalistas” o
“teleológicas” las cuales tienen como punto en común el construir sistemas abiertos que
orienten a los mismos en función de los cambios político-criminales y de la evolucion
de los conocimientos.
Vale la pena aclarar que existen dos sub orientaciones de este sistema; la
moderada, representada por Claus Roxin y la radical, representada por Gunther Jakobs.
La organización del Imperio inca tenía bases teocráticas, por ello los delitos más
graves eran aquellos que afectaban la persona del inca, pues este ra considerado hijo del
sol. De hecho, las penas llegaban a tal extremo que las relaciones con la coya (esposa
principal del inca) era penada con el arrasamiento completo del pueblo al cual
pertenecía el infractor. La severidad de su ley penal deriva, pues, del carácter
imperialista, teocrático y de la concepción absolutista del Estado.
Uno de los grandes problemas respecto a la legislación penal inca es que, al
carecer de escritura, todo se transmitía oralmente, pero pese a ello conocemos algunos
castigos que se imponían; por ejemplo se castigaba con la muerte el adulterio, el
asesinato, la indiciplina militar, la sodomía, etc. Existían también penas deshonrantes,
tales como el corte de cabello o las amonestación pública.
Este Código penal sería conocido por alejarse de la fuente hispánica, pero no en
su totalidad, puesto que se conservaron ciertos elementos del código de 1863, ya sea de
manera literal o cambiándolas ligeramente.
Declara influencia helvética, el abandono de la fuente española no fue debido a
una actitud reaccionaria contra España, sino por el deseo de abandonar lo antiguo y
porque, en palabras de Hurtado Pozo, “los proyectos de reforma del código español eran
inferiores a los elaborados en los otros países europeos” (1987, p. 48).
Como hemos podido apreciar, el Derecho penal tuvo un amplio desarrollo, comenzando
por una época donde la violencia era la característica principal, pero esta no sería un
común denominador en todas las naciones, puesto que Grecia y Roma presentaron
características que las hacían destacar por sobre las demás, en especial Roma, cuyo
desarrollo histórico de su Derecho penal es un aspecto que se sigue vigente hoy en día.
La religión, un gran obstáculo para el desarrollo del Derecho penal, a las finlaes terminó
utilizando el Derecho penal a su favor para penar cruelmente a todo aquel que se atrevía
a atacar a la fe.
Esta evolución, como era de espearse, cambió y pasó de un aspecto violento a uno más
humano gracias al pensamiento iluminista, gracias a ello y que finalmente la religión
estaba fuera del camino, la ciencia del Derecho penal pudo desarrollarse, por ello la
aparición de tantas escuelas responsables de su desarrollo.
Hugo Vizcardo, Silfredo. (2016). Derecho Penal General (2da ed.). Lima, Perú.
Hurtado Pozo, José. (1987). Manueal de Derecho Penal (2da ed.). Lima:
Editorial y distribuidora de libros SAC.