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4 Producción de alimentos
Por otro lado, ha influido el cambio de prioridades que el Estado tuvo a raíz de la
variación del modelo económico, ya que desde la década de 1980 se dejó de
considerar prioritario el apoyo al campo y la seguridad alimentaria basada en la
producción nacional, en aras de operar bajo las fuerzas del mercado con la
mínima intervención del Estado.
Industria Avícola
La industria avícola es de gran importancia en el sector de alimentos en México,
derivado de que la carne de pollo y el huevo son las dos proteínas animales de
mayor consumo en nuestro país.
La industria avícola mexicana, al igual que en otros países, se caracteriza por una
disminución a largo plazo en los precios de pollo, en términos reales. La industria
ha pasado por periodos cíclicos de precios y rentabilidad altos, seguida por la
sobreproducción, lo que lleva a los períodos de precios y rentabilidad bajos. Los
precios reales en huevo y cerdo en México también han disminuido en el largo
plazo y han variado en función del ciclo.
De acuerdo a la Unión Nacional de Avicultores (UNA), la carne de pollo es la carne
de mayor consumo en México. Representa el 35% del total de la producción
pecuaria en México.
De acuerdo a la UNA, la industria del pollo cuenta con 3 grandes empresas
productoras de pollo en el país; 29 empresas medianas y 150 empresas
pequeñas. Bachoco es la empresa líder en el mercado avícola Mexicano.
A partir del primer día de enero de 2008, los aranceles en México fueron liberados
para las importaciones de productos de pollo a México, por lo que estamos
expuestos a una mayor competencia del exterior.
Industria de la Panificación
La industria de panificación en México, incluyendo pan, pasteles y galletas, tiene
un valor de mercado de $14,807 millones de dólares, mientras que el consumo per
cápita asciende a 53.4 kilos al año y el gasto destinado a este concepto es de
$131.6 dólares.
Tradicionalmente, el pan blanco ha sido el tipo de pan más popular en México, con
una penetración fuerte en los hogares de bajos recursos.
Sin embargo, con la adopción de los consumidores de dietas más saludables, el
consumo de pan blanco ha disminuido y las ventas de los productos sustitutos
tales como pan integral se ha incrementado.
En el segmento de barras, una categoría con menos de una década de desarrollo,
la competencia ha sido alta, al buscar alternativas para proporcionar a los
consumidores que desean tener una alimentación más saludable.
En 2010, Bimbo mantuvo su liderazgo en esta categoría a través de la innovación.
Otros competidores en este segmento son Kellogg’s, Quaker y otras barras de
importación.
De acuerdo a su forma de consumo, el mercado nacional está dividido en dos
grandes segmentos: el de la galleta de conveniencia y en el que participan marcas
como Gamesa, Nabisco, Lara y Marinela, y el de la galleta consumida como
gratificación y regalo / lujo, el que está compuesto principalmente por Mac’Ma,
Marian y en menor escala las galletas de importación.
La participación de Galletas Mac’Ma en su segmento de galleta “Premium” o
“Superior”, es de alrededor del 60%, tanto en términos de volumen como de valor.
En el mercado total de galletas dulces su participación es de aproximadamente del
2%.
Se estima que el segmento del mercado mexicano de galleta “Premium”, en donde
participa Mac’Ma tiene un tamaño aproximado de 4,800 toneladas anuales. Según
datos de Euromonitor, a diciembre de 2005 el mercado total de galleta dulce en
México era de 541,800 toneladas.
Con base en la información publicada en los informes anuales de las empresas
líderes, se puede apreciar que en las estrategias que han llevado a cabo influyen
factores diversos como el mercado y la industria en que se ubican, la trayectoria
de crecimiento seguida y las problemáticas que enfrentan.
Por ejemplo:
- Deterioro de la capacidad adquisitiva de los consumidores.
- Mayor competencia en el mercado interno.
- Presencia de competidores extranjeros.
Sin duda, la apertura creciente al intercambio comercial de alimentos entre las
distintas regiones del mundo, así como la exigencia de que los países menos
industrializados disminuyan los subsidios a la agricultura, ha producido un
aumento en los flujos de capital que ha sido favorecido por los procesos de
apertura comercial. A ello se añaden las preocupaciones por la comida saludable
e inocua, la exigencia de los consumidores por conocer el origen del producto y
las condiciones de manejo a los que ha sido sujeto, lo que ha favorecido en gran
medida el desarrollo de nuevas tecnologías, así como la concentración creciente
de las marcas privadas bajo la protección de las grandes cadenas comerciales de
alimentos.
Finalmente, cabe mencionar que las tendencias globales estarán dadas por un
mayor número de fusiones y adquisiciones de empresas involucradas en la
distribución de alimentos al menudeo y la necesidad de invertir cada vez más en
áreas de “conocimiento”, es decir, en logística e información así como la
necesidad de impulsar alianzas estratégicas entre los participantes en la cadena
de producción- consumo.