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VILCAPOMA, José Carlos. La danza a través del tiempo en el mundo y en los andes. ANR. 2008.

SOBRE FESTIVIDADES

Las festividades, sean religiosas o paganas, también sirven para acompañar el ciclo vital. Hay ritos de tránsito
entendidos como el paso natural de un estado fisiológico a otro; en cambio, los de pasaje son los que implican
llegar a otro estado socialmente aceptado, como el chamánico.

No hay rito de ciclo vital que no se acompañe de la distensión, del relax, de la meditación o distención para el
reacomodo social a fin de equilibrar la relación del hombre frente a los otros, frente a la naturaleza y frente a los
dioses… ese rito se acompaña de la tradición oral y ésta del canto y la música. Y cuando se reviven los viejos mitos
de origen surge la danza como una forma estética de dramatizar las gestas de los héroes fundacionales. A estos
complejos espacios rituales se ha convenido en denominar festividades. Una de las formas de reacomodo, de
vinculación equilibrada en el largo proceso productivo, actividad fundamental de subsistencia, es espaciar la
monotonía del trabajo en el ciclo vital. A estos espacios se denomina festividades.

Pag. 338.

Durkheim, al definir la religión, hace una distinción entre los actos sagrados y los profanos. Pese a que se critican
estas dicotomías tajantes, la asumimos puesto que es la única forma pedagógica de hacer distingos entre
festividades religiosas y mundanas; el eje fundamental de la sacralidad, no mide grados escalares de esa condición,
pues los caracteres que corresponden a las distintas significaciones se entrecruzan, coexistiendo en el mismo lugar
y ocasión: hay comportamientos paganos en un acto católico, por ejemplo, con igual regularidad que sincretismos
de esa procedencia en el pensamiento popular. En consecuencia, existe:

a) Festividades religiosas
b) Festividades mundanas o paganas.

El tiempo festivo es, por definición, el lapso que niega (por interrupción brusca, pautada y espaciada) el quehacer
cotidiano, que es el quehacer laboral; esta definición, por excelencia cultural y periódica, nos sugiere una verdad
nada absoluta, es el orden asociado a lo laboral, mientras lo inverso es lo festivo. Sabemos que en una festividad no
es que haya inactividad sino que el trabajo está dirigido casi totalmente a la diversión.

PAG. 342.

SOBRE FESTIVIDAD Y FIESTA

En el folklore, una cosa es “festividad” y otra “fiesta”; la primera es una categoría genérica, macro, globalizante,
encubre un largo tiempo y un espacio, mientras la segunda está referida al núcleo tipificador,en el que están
presentes los actores y el contexto medular. Un ejemplo: un individuo de comunidad podrá sentir y ser parte de una
festividad religiosa como la del Señor de los Milagros, para el caso peruano, sin estar en la fiesta, por el solo hecho
de tener una vinculación indirecta, sea con los fieles, con la imagen, con la procesión, la diversa parafernalia o la
marcha ritual. El solo hecho de vivir el tiempo cronológico (el mes de octubre) lo involucra en la festividad. Su
existencia, aún periférica respecto al espacio central en el que se desarrolla los actos litúrgicos, lo mantiene dentro
de la festividad, pues nuestro personaje recibirá la ola de influencias religiosas, estética o culinaria, vivirá el
momento. Para estar en la fiesta hace falta que el individuo del ejemplo citado participe directamente en el
fenómeno colectivo en sí, se haga uno con el grupo asumiendo un rol festivo reconocido y, por tanto, tenga la
vivencia en el tiempo central y en el espacio donde ocurren los acontecimientos que están marcando una etapa más
larga de actuación. Si acude en la fiesta estará en la procesión, entenderá el porque de la vestimenta religiosa y será
por lo menos observador participante del fenómeno religioso complejo, en el que fieles, creyentes y no creyentes
son protagonistas. Dicho de otro modo, consciente o inconscientemente puede ser parte de la festividad, bien por
estar en el área donde percibe como otros visten atuendos del momento, o bien por el presenciar directa o
indirectamente los episodios secuenciales y sus elementos (potajes o parafernalia), por decir, mientras que para
estar en la fiesta hace falta el propósito.
Pag. 342 – 345.

La festividad es parte de es gran espacio religioso sin relación previa sobre los niveles de creencias; basta solo la
existencia física integrada al momento y al espacio en que se desarrolla. (…) se puede decir que estamos en la
festividad, mientras que decir que uno está en la fiesta es hablar del núcelo del espacio y el tiempo.

La festividad esta referida a una categoría general, universal, en la que sólo se cuenta el tiempo y el espacio,
mientras que la fiesta, siendo el núcleo fenoménico tipificador, requiere de los agentes protagonistas. la fiesta
integra la danza, el baile, la música, los potajes, menajes, bebidas, enter otros. Es la categoría que nos tipifica su
orientación (si es sagrada o profana, si está asociada a tal o cual eje de desarrollo).

Las fiestas se estudian y analizan desde distintas ópticas: contenidos económicos, estéticos, de cohesión e
identificación grupal, de reafirmación, de integración y desintegración, entre otras tantas, jugando un papel central:
el de distención y liberación catártica pasional de las mismas. La fiesta es el momento concreto de desencaje y
movimiento social. En ella el papel marginal se convierte en central. El cuerpo social explosiona y en su explosión
se desplaza… la fiesta representa la dualidad de la vida y la muerte.

Pag. 346.

SOBRE EL RITO

La importancia de comprender los actos como ritos radica en que la base de la fiesta es la danza y el baile y, a la
vez, la estructura de la danza está en correspondencia con el rito. En general, se ha visto a al fiesta como al
representación de relax –y lo es, pero no es todo- bajo una formas simples y banales. Casi siempre estamos tentados
de ver en ellos simples gestos vulgares, sin ningún carácter especial. Nuestra pretención es ver que estos actos no
están desprovistos de solemnidad; su aparente simplicidad nace de que han sido mal descritos o mal observados. La
fiesta tiene en la danza y en el baile una estructura ritual y para analiza su simbolismo es necesario desentrañarla.

Así, el rito festivo es un acto complejo, encarna toda una serie de gestos propios para distraerse de las fatigas
cotidianas o para intensificar una acción; el hecho es que el rito es la expresión del mito, que más de las veces se
dramatiza. La antropología ha desarrollado el estudio sobre el rito, tanto que no sólo lo define sino que lo
conceptúa como un método de comunicación. Ralpf Linton considera que es un método formal de recordar los
actos de los seres sobrenaturales en tiempos pretéritos. La recitación del ritual vuelve a dirigir la atención de las
deidades hacia los hechos realizados por ellos y para ellos. En esta forma, los vínculos entre el hombre y el mundo
supernatural se renuevan y los seres divinos complacidos por las ofrendas, generalmente en forma de ritos
sacrificiales, siguen favoreciendo y protegiendo al pueblo.

Pag. 347.

En el mundo andino los mitos y ritos andinos están asociados y en correspondencia con el ciclo de los astros, de las
estaciones, del conocimiento de las plantas cultivadas y el de la vida de los humanos. Estos se reavivan,
reinterpretan y transmiten en forma colectiva y en algunos momentos y espacios del ciclo anual, estableciéndose
implícitamente un respetado y autoritario calendario ceremonial, y esta misma figura se presenta en la relación
privada, familiar o común

al, según las peculiaridades de la vida de cada individuo.

Pag. 348.

LANDA VASQUEZ, Ladislao. El tiempo de la música y la fiesta. Folklore Arte Cultura y sociedad. CUF
2007.

SOBRE LOS RITOS


… Los rituales desde la óptica de la antropología clásica eran comprendidas como acciones humanas que tenían
propósitos de expresar ciertas percepciones sobre la sociedad; en otros términos, podríamos decir, que estas
actividades eran una especie de explicaciones acerca de la organización de la sociedad donde las personas nos
presentarían lo que piensan de los diferentes sucesos de la vida y sus propias relaciones sociales tanto horizontal
como jerárquicamente. Asimismo, los rituales estarían relacionados con la religión. Y cuando decimos religión no
se refiere exclusivamente al cristianismo monoteísta en sus diferentes variaciones, sino a todas las religiones,
incluso a aquellas que nos están organizadas.

Pag. 14

SOBRE LAS FIESTAS

Las fiestas son ocasiones donde se desarrollan tales rituales, y este es un momento especial donde el tiempo se
trastoca, aunque a la vez marca una fecha decisiva en las actividades cotidianas.

Pag. 15

RAMIREZ BAUSTISTA, Bernandino. El señor de Huamantanga y la religiosidad popular. Folklore cultura


e identidad. CENDAF 2006.

EN TORNO A LA RELIGIOSIDAD

Estudiar las prácticas religiosas de los distintos pueblos y épocas implica conocer el desarrollo de las mentalidades
que siguen a su vez la evolución de los fenómenos económicos y sociales.

PAG. 378.

ROMERO, Raúl R. Identidad Múltiples memoria, modernidad y cultura popular en el valle del Mantaro.

SOBRE TRADICION

La noción de tradición como una convicción fija y atemporal ha sido recientemente objeto de una reformulación.
Desde que Eric J. Hobsbawn hizo la observación indisputable de que “las tradiciones que son reclamadas como
antiguas son a menudo recientes en origen y a veces inventadas” (1983:1), la noción de “tradición inventada” ha
sido muy utilizada para definir las prácticas culturales en perpetuo cambio, en permanente estado de negociación y
redefinición. Ahora entendemos que las tradiciones no necesitan ser antiguas para ser reclamadas por un grupo o
por algunas personas como “auntenticas” o como parte de sus herencia cultural. Las tradiciones son inventadas y
reclamadas porque “ellas normalmente intentan establecer una continuidad con un pasado histórico adecuado”
(Hobsbawn 1983:1). No importa si esta continuidad sea imaginada o esté basada en factores concretos, lo que
importa es la estructura que ésta otorga a grupos sociales que están inmensos en un cambio y una innovación
constantes. (Hobsbawn 1983:2).

Pag. 33 – 34.

Consecuentemente, aunque reconociendo que la acertada definición de “tradiciones inventadas” de Hobsbawn


como aquellas prácticas culturales que emergen “dentro de un periodo breve y preciso.. y las cuales se establecen
con gran rapidez (1983:1) parece concordar con los casos revisados en este libro, preferimos evadir las veces que
sea posible la noción de lo inventado a favor de otros términos, como por ejemplo lo “construido” en el caso de las
tradiciones.

Conceptos como este expresan mucho mejor los varios y simultaneos procesos que convergen en la compleja y
múltiple elaboración de las prácticas culturales de la gente que manipula y reclama las diferentes concepciones de
su propio pasado.
Pag. 36.

SOBRE MODERNIDAD

La tradición es usualmente desafiada por la modernización, un concepto que asume diferentes significados y que
se refiere a prácticas disímiles. Si tuviéramos que elegir entre la modernización entendida como un estadio de
desarrollo a través del cual deben transitar todas las sociedades contemporáneas en el contexto de un sistema
capitalista mundial (noción mantenida principalmente por los teóricos y autores de la política social), y la acepción
más popular del término “modernización”, preferíamos el segundo.

SOBRE HIBRIDACIÓN SOCIO CULTURAL

… el hecho es que no obstante el impresionante desarrollo de la globalización, de los mercados mundiales, de las
comunicaciones y migración de masas a lo largo y ancho del planeta, las culturas locales y las diferencias étnicas
continúan existiendo, perseverando y creando nuevos estilos de vida, que son a su turno productos tanto de la
tradición como de la modernidad. Lo que García Canclini llama los “híbridos socio – culturales”, en los que lo
tradicional y lo moderno se mezclan (1995:2), son en realidad estas sociedades o poblaciones que continúan
manteniendo sus identidades y al mismo tiempo siguen el desarrollo del capitalismo mundial.

.. reconocemos que las culturas híbridas son un concepto útil para referirse a las sociedades que no pueden ser
explicadas a través del antiguo método de separar una cultura “autentica” de las “innovaciones” modernas. No
estamos de acuerdo con el sabor homogenizador que tal concepto impregna a toda la diversidad cultural que existen
en el mundo hoy en día.

La ruptura entre la previamente clara divisón entre lo tradicional y lo moderno es también crucial para entender,
primero, que ambos conceptos ya no son útiles para distinguir a diferentes tipos de sociedades, y, en segundo lugar,
que cada sociedad tiene una manera particular de confrontar y de crear modernidad. La interferencia entre tradición
y modernidad ha sido establecida claramente por Arjun Appadurai en el énfasis de las consecuencias de la
migración y de los medios de comunicación de masas (1996ª:9). Ambos procesos han hecho que las culturas
locales no sean exclusivamente “locales” y que los “moderno” ya no esté circunscrito solamente a las naciones
industrializadas. En el contexto de un proceso creciente de globalización, no tiene sentido y la modernidad como
Jean y John Comaroff dicen “se sostienen en un antiguo mito europeo: una narrativa que explora lo incierto, las
relaciones proteanas entre “nosotros” y “ellos” en la historia del mundo con una historia única y épica sobre el
pasaje del salvajismo a la civilización” (1993:xii)

Pag. 38.

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