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1. LOS PROFETAS Y SU MENSAJE DE MISIÓN

En Deuteronomio 6: 4-9 y en Éxodo 19: 4-6 se puede resumir el


mandato misionero de Dios para su pueblo. En el primer texto se
resalta la importancia del Dios Uno y Único como Señor de todos y de
todos, el sometimiento de su pueblo a sus mandatos con todo su ser en
forma integral (corazón, alma y fuerza). Por otro lado, en el segundo,
aparece Israel con una vocación: “Me seréis un reino de sacerdotes y
gente santa”, como también una posición privilegiada: “Especial
tesoro” sobre todos los pueblos. El requisito principal para dichas
bendiciones es: “dar oído a la voz de Dios y guardar su pacto”. Sin
embargo, ¿Cumplió Israel con la misión dada por Jehová? La historia
después del Éxodo, el período de los jueces, la época monárquica y aún
el tiempo de los profetas dan una respuesta negativa. Por eso, Dios
siempre se propuso a levantar un pueblo nuevo que fuera sumiso, que
entendiera el mensaje que Dios quería anunciar a través de sus
profetas. Es así, que el mensaje de los profetas es importante para el
propósito de Dios de expandir su salvación a las naciones.

1.1 ENTENDIENDO EL MENSAJE PROFÉTICO.

La desobediencia de Israel no podía detener el propósito redentor de


Dios. Quien continúa adelante con su proyecto salvador universal,
aunque por medio de un número reducido de personas.
6

La Biblia de estudio Reina-Valera1, en la introducción de los libros


proféticos, menciona que la palabra profeta es una palabra castellana
derivada del vocablo griego profetés, compuesto por la preposición pro,
y equivale a “delante de”, “en presencia de”, y el verbo femí, que
significa “anunciar”o “comunicar”. En el lenguaje cotidiano es común
dar el nombre de profeta a alguien que transmite mensajes de parte de
algún ser divino, o que se dedica a la predicción del futuro. Sin
embargo, en el ámbito bíblico, es alguien a quien Dios escoge y envía
como su portavoz, sea a una o varias personas. En la Biblia no tiene
referencia a magos, adivinos, astrólogos u otro oficio similar dedicados a
la tarea de adivinar siempre el futuro o los males que aquejan a alguien
o su bienestar postrero. Se trata, más bien, de hombres consagrados a
la labor de llevar un mensaje dado por el Dios de Israel, en situaciones,
lugares y acontecimientos históricos específicos. Para comprender el
sentido profundo de la Palabra de Dios transmitida por los profetas es
menester prestar la máxima atención al contexto histórico y las
características del mensaje en el que fue originalmente proclamada.
Sólo de esta forma será también posible actualizar el mensaje profético
y aplicar su enseñanza a las necesidades y circunstancias del momento
actual.

1.2 CARACTERÍSTICAS DEL MENSAJE PROFÉTICO.

El mensaje profético tiene valor e importancia por ser un mensaje que


lleva las siguientes características:

1.2.1 Mensaje histórico. El profeta asume el papel de ser un portador


de la historia pasada del pueblo. No sólo es un historiador que, desde
1
SOCIEDADES BÍBLICAS UNIDAS. Santa Biblia Reina-Valera : Introducción libros proféticos. Edición de
estudio, 1995. p. 832 - 833.
7

su perspectiva y compromiso con Dios, interpreta los grandes eventos


realizados por Jehová, sino que también es un intérprete de la ley de
Dios que la aplica a su situación histórica. El mensaje del profeta hace
memoria al pueblo de todos los favores recibidos por Jehová, desde el
patriarca Abraham hasta el éxodo, desde Josué y los jueces hasta la
época monárquica, el exilio y pos-exilio y todos los sucesos y
acontecimientos en los cuales el pueblo ha recibido la bendición del
Dios de Israel. Asimismo, anuncia las demandas y reglas que se han
establecido en el pasado (Por ejemplo: La Torá) para encaminar al
pueblo desorientado. El acto de recordar el pasado tiene como objetivo
de ayudar a mejorar el presente. Es una demanda a vivir de acuerdo a
los preceptos establecidos por Jehová. Al enfrentarse a la realidad del
pasado se hace mayor demanda en el presente. Conocer el pasado
histórico ayuda en no cometer los mismos males o errores en el
presente con miras a un futuro mejor.

1.2.2 Mensaje de juicio. El profeta es una persona que no tolera las


situaciones de opresión, desigualdad, injusticia y subyugamiento. Se
convierte en un crítico moral, ético, social, político y religioso de los
actos de la nación de Israel. Dios había establecido en la Ley normas
que apuntaban a prevenir la indigencia y que llevaban, más bien, a la
igualdad entre los israelitas (algunos pasajes respecto a este punto son:
Éx. 22: 21-27; Dt. 14: 22-29; 16: 18-22; Lev. 19: 9-13; 33-34). Además
estableció instituciones con el ánimo de restaurar la justicia social.
Entre las muchas se hallan: El año de reposo de la tierra y jubileo, el
año de la remisión y otras (Éx. 21: 2-6; 10-11; Dt. 15: 1-8; Lev. 25: 2-7).
Por eso, aparece Oseas y Sofonías condenando la idolatría (Os. 8: 4-14;
Sof. 1: 4-5) y al que comete fraude (Os. 12: 7); a Abdías juzgando al que
se levantaba contra su hermano (Abd. 1: 1,10-12); a Miqueas contra el
que maquina maldad y oprime al pobre (Miq. 2: 1-2); Habacuc
8

señalando al codicioso (Hab. 2: 9); Isaías condenando a los hombres que


recibían soborno (Is. 1: 23); Jeremías denunciando al falso profeta (Jer.
28: 15); y a los que no conocían la misericordia y la piedad el profeta
Amós los describe en forma clara: “Por tres pecados de Israel, y por el
cuarto, no revocaré su castigo: Porque vendieron por dinero al justo, y
al pobre por un par de zapatos. Pisoteaban en el polvo de la tierra las
cabezas de los desvalidos y tuercen el camino de los humildes. El hijo y
el padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre” (Am.
2: 6-8).

La falta más grave, por así decir, que había cometido Israel era que
pecaba contra la gracia divina. Bien aclara Mariano Ávila 2 al decir que
Israel quiso basar su confianza en prácticas religiosas, en rituales
externos, y descuidó los deberes morales y sociales hacia sus prójimos,
en otras palabras, cuando separó la ética social del culto y quiso
sustituir con éste su responsabilidad hacia sus semejantes, la reprensión
de Dios no se hizo esperar, llamando a la nación de Israel a un cambio
real y sustancial en sus vidas, a dejar el legalismo y lo litúrgico, y más
bien, entregarse a los deberes que le correspondían como pueblo
escogido por Dios, a realizar un verdadero arrepentimiento (Amós 5: 21-
24).

Ávila agrega: “En el mensaje de los profetas Dios se revela como el


Señor soberano de todas las naciones. Es Rey no sólo de Israel y Judá,
sino también de todas las naciones ... Su gobierno moral se aplica a
todos los seres humanos por igual independientemente de su raza,
religión o cultura”3.

2
ÁVILA, Mariano. La vocación profética : Un acercamiento misionológico. En : PADILLA, René C. Bases
bíblicas de la misión : Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires: Nueva Creación, 1998. p. 130.
3
9

1.2.3 Mensaje de arrepentimiento. “¡Buscad a Jehová mientras


puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano! Deje el impío su
camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el
cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será amplio en
perdonar (Is. 55: 6-7)”. El mensaje de arrepentimiento de los profetas
se daba con el propósito de crear conciencia, estimular el cambio de
vida y alentar al pueblo de Israel a llevar una vida piadosa y justa con
ellos mismos y con los demás.

En los diferentes profetas se hallan palabras que enfocan este propósito.


Malaquías invita al pueblo a volverse a Dios y ellos “serán especial
tesoro en el día que Dios actúe, y los perdonará como un hombre
perdona al hijo que lo sirve” (Mal. 3: 17); Jeremías hablando de un
nuevo pacto invita a la nación al cambio de actitud, así Dios colocaría
“su ley en la mente de ellos y las escribiría en su corazón; Él será su
Dios y ellos serán su pueblo”, porque Jehová “perdonará la maldad de
ellos y no se acordará más de su pecado” (Jer. 31: 33-34). Isaías
conforta al pueblo diciendo que “es hora de consolar al pueblo, pues su
pecado está perdonado” (Is. 40: 1-2); Ezequiel invita a los idólatras a
que se vuelvan a Dios: “... Convertíos, volveos de vuestros ídolos y
apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones” (Ez. 14: 6); y
el profeta Zacarías les dice: “En aquel tiempo habrá un manantial
abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén , para la
purificación del pecado y de la inmundicia” (Zac. 13: 1).

Ibid., p. 123.
10

El mensaje de arrepentimiento era un mensaje evangelizador que


implicaba la aceptación del pecado cometido, un cambio de actitud
hacia Dios, el abandono de lo pagano y lo sutil, y un sometimiento al
señorío del Señor. Ávila añade que “el ministerio de los profetas tiene
como objetivo que el pueblo se vuelva a Dios en una genuina
conversión y asuma su vocación misionera”4.

1.2.4 Mensaje de esperanza. Un material bíblico extenso en los


libros proféticos tiene que ver con el futuro cercano y lejano del pueblo
de Dios. Un futuro que promete bendición, prosperidad y esperanza. Es
así como muchos profetas hablan del mensaje esperanzador del
remanente. Esa minoría de personas que temen a Jehová y que llevan a
cabo su misión. Para Isaías y Sofonías, la esperanza del reino de Dios se
centraba en dicho remanente que de cierta forma siempre ha
permanecido en la nación de Israel, y que constituiría el estado ideal del
Mesías.

Muchos de los profetas tienen esta imagen del mensaje esperanzador


del Mesías. Miqueas narra su pobre origen (Miq. 5: 2), Isaías dedica una
buena sección de su libro a hablar de él diciendo que será una vara del
tronco de Isaí (Is. 11: 1), reposará sobre él el Espíritu de Dios, espíritu de
sabiduría y de inteligencia, de consejo y poder, de conocimiento y poder
de Dios (Is. 11: 2), juzgará con equidad a los pobres (Is. 11: 4) y será
justo en sus actos (Is. 11: 5; 32:1; 42: 1). Será “prosperado y exaltado”;
no habrá “parecer en él, ni hermosura”; “despreciado y desechado entre
los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento”; llevará
las enfermedades y los dolores de la nación para brindar paz y sanidad;
como cordero al matadero y oveja al trasquiladero será llevado, pero

4
Ibid., p. 117.
11

silenció su boca. Empero, vivirá por largos días, tendrá descendencia,


se sentirá satisfecho de su aflicción. Estará junto a los grandes y
poderosos porque “derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con
los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los
transgresores”(Is. 53 :1-12).

Cuando la esperanza casi se ha perdido, el pueblo ha entrado en


desesperación y desconsuelo, cuando el rey opresor oprime y el
menesteroso sufre, que impiden el bienestar humano y la equidad en la
tierra, los profetas conservan con certera confianza la esperanza de un
reino mesiánico, la imagen viva de un rey que se caracterizará por la
humildad, justicia e igualdad social (Is. 60; 65: 17-25). Su reino es
universal y viene del cielo, pero el pueblo debe empezar, como
colaborador del reino, a construirlo desde ahora (Hag. 2: 1; Zac. 8).

El Mesías anunciado por los profetas establecerá un Nuevo Pacto,


renovando el proyecto salvífico universal (Jer. 31: 31-33), para
establecer la unidad y restauración de su pueblo marginado, la
comunión con Dios y la realización del reino de Dios en la tierra. Al
mismo tiempo, habrá una nueva nación, un nuevo templo lleno de la
gloria del Rey Mesías y una nueva Jerusalén en cuyo corazón se halla el
Espíritu de Dios (Ez. 37; 40-48).

El mensaje de esperanza cobra vigencia porque se aferra a la


continuidad histórica del reino universal de Dios. En medio de las
dificultades económicas y políticas, las injusticias sociales y las
opresiones, la desesperanza y la aflicción, Dios va dando a su pueblo
cumplimiento a las promesas y profecías, la nueva esperanza se arraiga
con más firmeza y crea un ambiente de tranquilidad, sosiego y fe.
12

1.2.5 Mensaje divino. Los profetas recibían el mensaje directo de


Jehová para transmitirlo al pueblo. No eran anuncios propios, pues
contenían la firma y sello de la mano de Dios. El Santo de Israel
aprobaba el mensaje profético entregado a su servidor fiel. Ellos
habitualmente comienzan sus mensajes con frases como “Así dijo
Jehová”, “Palabra de Jehová que vino a...”, “Vino a mí palabra de Jehová
diciendo...”, “Por tanto, así ha dicho Jehová...” u otras similares. En
ocasiones se presentan a sí mismos como enviados de Dios e investidos
de autoridad para proclamar el mensaje divino (Am. 7: 15).

El hecho de llevar el respaldo de la autoridad de Dios en el anuncio de


los profetas garantizaba el cumplimiento de lo dicho y la solidez de lo
que se proclamaba. Sin éste, el mensaje perdía validez y el pueblo con
el correr del tiempo, al no ver cumplido lo dicho por el siervo de Dios,
perdía la esperanza y confianza en Jehová. Por el contrario, traía
esperanza de redención y liberación, al punto que, el pueblo hacia
memoria de eventos históricos pasados como la salida de Egipto.

1.2.6 Mensaje y misión. Después de analizar los diferentes


elementos del mensaje profético y ver que cada uno de ellos tuvo su
importancia en su momento histórico, vale la pena preguntar ¿Qué
importancia tiene para la misión?

El mensaje profético incluye la ética de Jesús. No se puede evadir.


Por lo tanto, se debe señalar los pecados “indirectos” como los más
evidentes. Si Isaías pidió que la gente se arrepintiera y cambiara su
estilo de vida para reconciliarse con Dios y establecer de nuevo una
13

comunión con él ¿Se puede hacer menos? Además, la compasión


hacia las naciones implica dar las buenas nuevas de salvación en
Cristo y también mostrar que Dios castiga la injusticia. De igual
modo, no se puede ser sal de la tierra conforme al llamado de Jesús
si se apoyan decisiones políticas que fomentan la opresión. Así, se
tiene la responsabilidad bajo Dios de ayudar a los necesitados y
fomentar la justicia. Por último, Dios quiere que la iglesia tenga
una voz profética en un mundo lleno de injusticia. 5

2. LOS PREDICADORES Y SU MENSAJE DE MISIÓN

En la Declaración Evangélica de Cochabamba (noviembre, 1970) se


afirmó lo siguiente respecto a la predicación en América latina:

5
BRENEMAN, Mervin. Los profetas, la justicia y la misión. En : Misión : Revista internacional de orientación
cristiana. Buenos Aires. Vol. 3, No. 4; (diciembre. 1984); p.149.
14

La predicación a menudo carece de raíces bíblicas. El púlpito


evangélico está en crisis. Hay entre nosotros un lamentable
desconocimiento de la Biblia y de la aplicación de su mensaje al día
de hoy. El mensaje bíblico tiene indiscutible pertinencia para el
hombre latinoamericano, pero su proclamación no ocupa entre
nosotros el lugar que corresponde. Vivimos un momento difícil para
la iglesia evangélica en nuestro continente. Urge una toma de
conciencia de nuestra situación. El llamado de la hora es volver a la
palabra Dios, en sumisión al Espíritu Santo. Es regresar a la Biblia y
al Señor que reina por medio de ella6.

Estas palabras se pronunciaron hace un poco más de 28 años y todavía


cobran vigencia en este tiempo. En los últimos años ha habido una gran
preocupación por diferentes círculos teológicos sobre este tema. La
preocupación radica sobre un mayor acercamiento entre la Biblia y la
situación latinoamericana. Normalmente las predicaciones carecen de
una buena interpretación bíblica y en su mayoría no tiene una adecuada
aplicación al contexto latinoamericano.

Los púlpitos evangélicos han sido invadidos por enfoques teológicos que
no apuntan al panorama que se vive actualmente. A esto hay que
sumarle la poca importancia que se le da a la predicación, pues ha sido
desplaza por la música en los cultos cristianos. Es fácil entonar cantos
por horas, pero a la hora de predicar sólo un poco de tiempo es
suficiente (en ocasiones sólo 20 o 30 minutos). Esta crisis se debe
también a una falta de preparación de los predicadores. No hay tiempo
suficiente para dedicarse a elaborar el sermón. Se ha caído en la época
del activismo, en donde ya no se trabaja para el Señor de la misión, sino
en la misión del Señor. Otro mal que se agrega a esta crisis, son los que
dicen que el Espíritu Santo les da que hablar: “Yo subo a predicar y él

6
ESCOBAR, Samuel. Ensayos : Evangelio y realidad social. El Paso : Casa Bautista de Publicaciones, 1988. p.
218.
15

me da qué hablar en ese momento”, dicen muchos. ¿Acaso el Espíritu


Santo no es un Dios de orden? Es cierto que él “enseñara y recordara”
todas las cosas (Jn. 14: 26), pero sólo a los que aman y guardan su
Palabra (Jn. 14: 23).

Es necesario y urgente volver a la palabra de Dios para llevar a cabo


una predicación que apunte a la misión que sea integral. Una misión
que cumpla el objetivo del reino de Dios, que no lleve sólo a “ganar
almas”, sino también seres humanos integrales. Que sufren, que lloran,
que ríen y que desean una transformación social. Predicaciones
elaboradas con una sana interpretación (hermenéutica) bíblica y una
aplicación al día de hoy, no al día de ayer o al lugar de allá.

2.1 LA MISIÓN Y LA BIBLIA

¿Es importante la Biblia para la misión integral? “Tan cierto como que la
misión redentora es indispensable para dar base a la Biblia, la Biblia lo
es para dar fundamento a la misión mundial” 7. Sin la Biblia la
evangelización de la humanidad sería imposible. Ella es la que brinda
los fundamentos en donde se apoya la misión integral. La Biblia brinda
el mensaje del evangelio del reino. Entre más se profundice en la Biblia
mayor será el compromiso y conocimiento de la misión.

La Biblia es la palabra revelada de Dios, palabra de autoridad, en el


sentido que en toda ella Dios muestra toda su voluntad con respecto a
la misión para su pueblo. Llamar a la Biblia un registro de, o un
testimonio de una revelación, es insuficiente. Ella es todo esto, y más.

7
LEWIS, Jonatán P. Misión mundial. Tomo I. 2 ed. Miami : Editorial Unilit, 1990. p. 12.
16

No es meramente un informe de lo que Dios dijo; es lo que Él dice, aquí


y ahora. Es en sí misma fuente de inspiración para llevar a cabo la
acción redentora de Dios al mundo.

2.1.1 La Biblia: Inspiración de la misión. La Biblia es una gran


inspiración para la realización de la misión. Su mensaje escatológico de
una nueva vida junto al Señor Jesucristo, una nueva hermandad, un
nuevo hogar, adoración eterna junto al Padre, la promesa de recibir la
recompensa en la gloria de Dios, de estar entre la gran multitud que
adora a su Señor (Ap. 19) y muchas más sirven como aliento y
motivación para continuar la obra redentora del reino.

La Biblia también nos inspira en la misión en su mensaje no sólo


escatológico sino en su mensaje siempre vigente, pues está llena de
historias de hombres y mujeres que se esforzaron por establecer la
misión en el lugar donde se hallaban. Hombres fieles como Abraham,
José, Moisés, Josué, Samuel, David, Jeremías, Isaías, Daniel, Amós,
Pedro, Pablo, Juan y otros más. Mujeres como Ester, Ruth, Debora,
María, Ana y otras que llenan la vida de ilusión, de esperanza y de fe
para compartir la misión a un pueblo perdido. La Biblia no oculta las
debilidades de muchos de ellos, no los muestra como super hombres o
super mujeres, sino que muestra la realidad, pero también sus dolores,
sufrimientos, fidelidad, valentía y esfuerzo por establecer el reino de
Dios en la tierra. Luciano Jaramillo Cárdenas expresa así esta realidad:

La Palabra de Dios se integra al pueblo y se solidariza con sus


necesidades y problemas. Les habla en una lengua que sus
corazones entienden en el momento en que se desvelan y luchan,
que sufren, pecan o caen y quieren levantarse. De esta manera, la
17

Palabra modela ministerios al calor de las necesidades. Estos


ministerios y misiones son integrales, porque toman en cuenta todas
las necesidades de la gente, buscando la redención de hombres y
mujeres, de ancianos, jóvenes o niños en su totalidad, como seres
integrales, no sólo su alma, sino su cuerpo, su vida de trabajo y
relación social, su presente inmediato y su futuro eterno 8.

Estos personajes y sus hechos han sido colocados en la Biblia para


inspirar al pueblo actual a esforzarse en la expansión de la misión del
Rey y Señor, Jesucristo. A entender que el Dios de la Biblia no es
indiferente a las necesidades de su pueblo, que por el contrario atiende
con mayor diligencia a su pueblo comprometido en su misión.

A través de la historia se puede hallar esta inspiración, motivación y


apego a la Biblia. La iglesia primitiva era llena de pasión, de misión
integral. La vida de los cristianos según muestra el libro de los Hechos
era un compromiso con la misión. Obedecían los mandamientos y
daban testimonio de la persona y misión del señor Jesucristo. El mismo
Pablo esperaba la venida de su salvador (1 Tes. 4: 17). Esta concepción
de la esperanza de la venida del Redentor se prolongó casi hasta finales
del siglo II. En la era de la reforma se encuentra un apego a las
Escrituras excepcional. Hombres como Lutero y Calvino contribuyeron a
cambios sociales sustanciales inspirados en la Biblia. Grandes hombres
en la historia del cristianismo han sido inspirados en la sagrada
Escritura como: Crisóstomo, Agustín, Tertuliano, Orígenes, White,
Broadus, Spurgeon y muchos más para realizar la misión de establecer
el reino de Dios.

8
JARAMILLO, Cárdenas Luciano. La Biblia y la misión integral. En : STEUERNAGEL, Valdir. La misión de la
iglesia : Una visión panorámica. San José : Visión Mundial Internacional, 1992. p. 54.
18

La Biblia ofrece modelos de misión que sirven como inspiración a


su pueblo. Orientados y guiados por la Palabra se puede atender
mejor a las necesidades y problemas que aquejan a los pueblos.
Dios siempre inspira por su palabra su propósito, su misión de
llegar en forma integral a todas las naciones.

2.1.2 La Biblia: Lectura integral. La lectura de la Biblia es


sumamente importante. Sin embargo, en este tiempo se realiza una
lectura de la Biblia en forma separada y desintegrada. Cada libro de la
Biblia se toma por aparte y, en muchos de los casos, capítulos o
versículos se leen separadamente. Un ejemplo que se puede mencionar
es la lectura del hombre como dicotomía (cuerpo y alma) o tricotomía
(cuerpo, alma y espíritu). Esto ha llevado a la evangelización de sólo
“almas”, es decir, donde sólo se enfatiza lo espiritual. Pero ¿acaso no
tiene el alma, cuerpo?, ¿Cómo subsiste el cuerpo?, ¿No está interesado
Dios en la redención de todo lo que compone el ser humano? Hay que
entender que la Biblia se debe leer como un todo. El Antiguo
Testamento es integral con el Nuevo y viceversa. Dios inspiró toda la
Biblia, no partes de ella. Esto indica que ¿su misión integral debe leerse
a la luz del Nuevo Testamento? No, a la luz del Nuevo y del Antiguo

2.1.3 La Biblia: Mandato y mensaje de la misión. La Biblia


también proporciona el mandato de la misión: Evangelizar. John R.
Stott dice lo siguiente:

Nuestro mandato para la evangelización mundial es la Biblia entera.


Lo encontramos en la creación, debido a la cual todo ser humano es
responsable ante Dios, en el carácter de Dios(como Dios amoroso y
compasivo, “no deseando que ninguno perezca sino que todos se
19

arrepientan “), en las promesas de Dios (que todas las familias de la


tierra serán bendecidas en Abraham y que llegarán a ser la herencia
del Mesías), en el Cristo de Dios (ahora exaltado con toda autoridad
universal, para recibir loor universal), en el Espíritu de Dios (que da
convicción de pecado, es testigo de Cristo e impulsa a la iglesia
hacia la evangelización) y en la iglesia de Dios (la cual es una
comunidad misionera internacional, bajo las órdenes de evangelizar
hasta que Cristo regrese)9.

El mandato de la Biblia se halla en toda la Escritura. A veces se piensa


que la gran Comisión sólo está en Mateo, pero se halla en toda la
Escritura. Para mencionar un ejemplo se puede observar que el
mandato de la Gran Comisión aparece en los cuatro evangelios. En
Mateo 28: 18-20, en Marcos 16: 15-18, en Lucas 24: 46, 47, y en Juan
20: 21.

Además, la Biblia proporciona el mensaje para realizar la misión. ¿En


donde se halla el evangelio del reino anunciado por Cristo y sus
enseñanzas? Precisamente en la Biblia. Los apóstoles predicaron el
evangelio de la palabra, al igual que Pablo y a través de la historia se
anuncia el mensaje de la misión basado en la Biblia.

La Biblia es demasiado importante para la vida de la misión. Si se habla


de misión integral, no puede ser bajo otras filosofías o ideas, sino bajo el
centro de la lectura, como un todo, de la palabra de Dios. La sola
lectura producirá en el evangelizador inspiración, ánimo y coraje
suficiente para emprender la misión. El mandato bíblico de evangelizar
es para toda la comunidad de creyentes, no sólo para los líderes y
pastores y su mensaje es centrado sólo en ella.
9
STOTT, John R. La Biblia en la evangelización mundial. En : LEWIS, Op. Cit., p. 14.
20

2.1.4 La predicación: Su centralidad. Este tema se puede observar


desde dos ángulos desarrollados por Cecilio Arrastía, en su libro “Teoría
y práctica de la predicación” 10. El primero es que la predicación sigue
siendo una función esencial y central del ministerio cristiano. El
segundo es que si el centro del ministerio es el mensaje, el centro del
mensaje es Cristo. El mensaje es Cristo.

El primer punto se enfatiza en la Biblia claramente. El inicio de la


comunidad de cristianos se realizó por medio de la comunicación del
evangelio. Dice Hechos que “hablaban con denuedo la palabra de Dios”
(Hch. 4:31), “y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la
resurrección del Señor Jesús” (Hch. 4: 33), “persistían en el ministerio
de la palabra” (Hch. 6:4) y “no cesaban de enseñar y predicar a
Jesucristo” (Hch. 5: 42). Que panorama tan conmovedor e inspirador,
no se cansaban de tener la predicación como prioridad en la misión. Y
algo muy interesante es que estos predicadores no eran seminaristas o
profesionales ejecutivos. La mayoría eran pescadores, recaudadores de
impuestos, artesanos, comerciante, pero hablaban como quien tiene
poder y autoridad; en sus corazones ardía el deseo de hablar de su
Señor.

El segundo punto de vista, nos lleva a Cristo como fundamento de la


predicación. El mensaje de estos hombres se centraba en Cristo. En los
textos citados en párrafos anteriores se leía: “Daban testimonio de la
resurrección del Señor Jesús” y “predicaban a Jesucristo”. “Cristo, como
palabra de Dios, es el factor normativo de toda predicación cristiana...
La única forma de preservar la integridad del púlpito, es manteniendo la

10
ARRASTÍA, Cecilio. Teoría y práctica de la predicación. 2 ed. Nashville: Editorial Caribre,1993. p. 17 - 21.
21

centralidad de Cristo en el mensaje” 11. Cristo es la palabra (logos)de


Dios (Jn. 1: 1), que viene a ser luz (vida) para el mundo (Jn. 1: 4, 5), que
habita en medio de él (Jn. 1: 14) y que lo salva (Jn. 1: 12). ¿Vale la pena
trabajar en la misión integral con un mensaje como éste? Claro que sí.

2.1.5 La predicación: Una definición integral. Un punto clave en


el concepto de predicación es definir la función que se realiza. Después
de observar algunas de prominentes autores en la materia se elaborara
la propia de esta investigación. Philips Brooks la define así: “La
predicación es la comunicación de la verdad por un hombre a los
hombres ... la predicación es la presentación a través de la
personalidad”12. En esta definición se rescata dos aspectos: La verdad,
refiriéndose a la comunicación divina y la personalidad: Verdad
comunicada por un hombre. Otra definición la brinda Osvaldo Motessi:
“Predicar es satisfacer necesidades humanas, a través de la verdad
divina, mediante una personalidad escogida”13. A los aspectos de
Brooks le añade otros, una meta: Satisfacer necesidades humanas.
Orlando costas ofrece una más amplia:

La predicación, es finalmente, un acto dinámico en el cual Dios se


dirige a hombres y mujeres fuera y dentro de su pueblo, para
confrontarlos con las profundas implicaciones de su obra redentora
en Cristo. Es un acto integral de la adoraüción pública de la iglesia.
Sobre todo, la predicación es un acto escatológico, por cuanto atañe
a los últimos tiempos y es el instrumento por excelencia del espíritu
para la salvación de los hombres14.

11
Ibid., p. 17 - 18.
12
BROOKS, Phillips. Lectures on preaching. Grand Rapids : Zondervan Publishing. p. 5, citado por CRANE,
James. El sermón eficaz. 16 ed. El Paso : Casa Bautista de Publicaciones, 1995. p.19 - 20.
13
MOTESSI, Osvaldo. Renovación, predicación y misión. En : STEUERNAGEL, La misión de la iglesia, Op.
Cit., p. 202.
14
COSTAS, Orlando E. Comunicación por medio de la predicación. Miami : Editorial Caribe, 1989. p. 29.
22

La definición de Costas agrega un elemento relevante que es el sentido


de comunidad: “Hombres y mujeres fuera y dentro”, y le incluye el
“acto integral”.

Así se puede esquematizar uniendo estas definiciones en el contenido:


La verdad divina, el instrumento: Los hombres, aquí vale añadir lo que
dice Edesio Sánchez:
En la relación entre el ser humano y Dios, ningún otro poder le
ordena a la gente lo que tiene que hacer o decir, sino sólo Dios. La
palabra que dirige al ser humano en su proclamación y en su actuar
es la palabra de Dios y ninguna otra más. Por ello, la misión que
recibe por encargo el ser humano no puede permitir la ingerencia de
ninguna otra palabra que no sea la de Dios 15.

La meta: Satisfacer (agregase también persuadir) y la forma: Integral.


De esta manera se propone una definición, apuntando a la misión, como
sigue: La predicación es la proclamación de la verdad divina de Cristo
histórico y glorificado, por medio de hombres o mujeres genuinamente
comprometidos con el reino de Dios, con el propósito de persuadir y
satisfacer (servicio) necesidades en los seres humanos en medio de su
contexto histórico y social.

2.1.6 La predicación: Su naturaleza. Analizando la predicación


profética y sus características la naturaleza de la predicación de hoy
debe estar compuesta, por lo menos, de cuatro aspectos principales:

2.1.6.1 Una naturaleza evangelística. La predicación no es un


discurso científico, político o filosófico, es la comunicación del evangelio

15
SÁNCHEZ, Op. Cit., p. 40-41.
23

del señor Jesucristo. El evangelio es la causa o motivación de la


predicación cristiana. Esto no quiere decir que no se puede predicar
acerca de otros tópicos, sino que el propósito final es llevar a los
oyentes a un acto de fe y obediencia en Cristo. Cristo debe ser el
mensaje central.

2.1.6.2 Una naturaleza profética. Un profeta es alguien llamado a


discernir el propósito y acción de Dios en la historia, y a proclamar la
palabra divina de justicia y gracia, a denunciar los males de su
comunidad y a pregonar las buenas nuevas de esperanza del reino de
Dios. Esta naturaleza profética de la predicación se ha perdido en este
tiempo. Los predicadores, muchas veces, cierran sus labios a las
injusticias, a los males que aquejan a la comunidad. La predicación
debe traer espada y esperanza. “La predicación... para ser realmente
profética y no meramente enjuiciadora, deberá estar preñada de
esperanzas, posibilidades y futuro. No se quedará en la denuncia...
condenando sólo lo malo del humano, sino que apuntará a lo bueno de
Dios”.16

2.1.6.3 Una naturaleza edificadora. La predicación no es sólo golpe


de espada, sino que también infunde ánimo, consolación, amor, Espíritu,
fe, paz; invita a la comunión, la hermandad, la adoración; la intercesión.
La edificación es necesaria para todo hombre o mujer que se halla
trabajando en la misión del reino de Dios; como humanos hay
momentos de tristeza, desesperación, lloro y angustia, y es en ese
instante donde la naturaleza edificadora de la predicación a través del
Espíritu santo impregna en la vida de los hombres y mujeres aliento,

16
MOTESSI, Op. Cit., p. 206.
24

espíritu de vida. La predicación debe traer esperanza como el mensaje


de los profetas.

2.1.6.4 Una naturaleza de servicio. Las naturalezas anteriormente


expuestas deben culminar en este fin. La predicación debe invitar a los
servidores del reino a la acción, a la responsabilidad social, al trabajo; a
vestirse el traje de la mendicidad, de la pobreza, del hambre, de la
miseria y contribuir significativamente al mejoramiento de la sociedad.
A servir y no ser servidos. La vida de la predicación está en transformar
vidas, pero vidas de servicio, que muestran frutos dignos del reino.
Como bien diría Osvaldo Motessi:

Procurar los frutos del reino en la comunidad de fe exige...


responsabilidad. Por ello nuestra predicación no buscará producir
bonitos sermones sino vidas cristianas inconformes con la
irresponsabilidad humana que caracteriza a nuestra sociedad. Los
frutos serán discípulos buscadores de una vida responsable ante
Dios y el prójimo. Búsqueda constante del clima del reino en la vida
personal y especialmente comunitaria17.

La predicación es muy importante en el contexto de la misión. La


misión cobra significado por la predicación: Ésta debe estar centrada en
la Escritura, de ella procede el mensaje que se debe anunciar. “El
objetivo de la predicación, como de la iglesia misma, es que el
evangelio del reino penetre en todas las esferas de la vida humana y
que la gloria de Dios en Jesucristo se manifieste en la sociedad” 18.
Como hombres y mujeres de Dios con vocación, es obligación renovar

17

Ibid., p. 212.
18
PADILLA, Discipulado y misión, Op. Cit., p. 65.
25

constantemente la predicación, de dedicar tiempo al estudio de la


palabra en oración y reflexión. La iglesia se renueva en la medida que
el púlpito se renueva. “... El secreto esencial de toda predicación
renovada y renovadora no es el de dominar ciertas técnicas sino el ser
dominados por ciertas convicciones, convicciones que insertan sus
raíces en presupuestos teológicos probados. La teología es siempre
más importante que la metodología”19.

CONCLUSIONES

Las principales conclusiones que se puede extraer de esta investigación

son:

1. La Palabra de Dios sigue teniendo vigencia hoy como lo fue hace

veinte siglos a tras y más.

2. El mensaje divino está por encima de cualquier mensaje humano.

19
MOTESSI, Op. Cit., p. 208.
26

3. Los predicadores debemos entender la importancia del anuncio del

mensaje divino pero también del denuncio de los males de la sociedad,

pues ellos también fueron mensajes dados por Dios a los profetas.

4. La importancia de dedicar tiempo para el estudio y análisis de la


Palabra de Dios y su aplicación a nuestra realidad social, política,
histórica, económica y religiosa actual.

BIBLIOGRAFÍA

ARRASTÍA, Cecilio. Teoría y práctica de la predicación. 2 ed. Nashville :


Editorial Caribe, 1993. 243 p.

COSTAS, Orlando E. Comunicación por medio de la predicación. Miami :


Editorial Caribe, 1989. 239 p.

-------- La iglesia y su misión evangelizadora. Buenos Aires : Editorial la


Aurora, 1971. 123 p.

CRANE, James. El sermón eficaz. 16 ed. El Paso : Casa Bautista de


Publicaciones, 1995. 306 p.

ESCOBER, Samuel. Ensayos : Evangelio y realidad social. El Paso : Casa


Bautista de Publicaciones, 1988. 234 p.
27

LEWIS, Jonatán P: Misión Mundial. Miami : Editorial Unilit, 1990. 157 p.

PADILLA, René C. Bases bíblicas de la misión. Buenos Aires : Nueva


Creación, 1998. 474 p.

STEUERNAGEL, Valdir. La misión de la iglesia : Una visión panorámica.


San José : Visión Mundial Internacional, 1992. 468 p.
STTOT, John R. La misión cristiana hoy. Buenos Aires : Ediciones
Certeza, 1977. 171 p.

VARELA, Gonzalo. Los llamados : Apuntes para una pastoral vocacional.


Madrid : San Pablo, 1994. 230 p.

INTRODUCIÓN

Actualmente en diferentes medios evangélicos se enfatiza la fuerte


preocupación acerca de la necesidad de una mejor predicación en el
púlpito latinoamericano. La mayoría de las predicaciones recibidas en
nuestras comunidades cristianas carecen de una buena interpretación y
en su mayoría no apuntan hacia una correcta aplicación del texto bíblico
al contexto histórico-social actual. A esto se suma los malos enfoques
teológicos y tantos otros más. Esta crisis se debe, en parte, a la poca
preparación de los predicadores, su falta de dedicación al estudio y
28

análisis de la Escritura y al mal que denominamos "activismo"


(demasiadas actividades u ocupaciones).

La misión del Reino de Dios demanda de hombres y mujeres que


comprendan la importancia de predicar la Palabra con temor y temblor.
Es así, que este estudio pretende contribuir con un pequeño grano de
solución a esta problemática, analizando las características del mensaje
de los profetas y cómo debe ser la naturaleza de la predicación actual de
acuerdo a lo revisado en el mensaje profético. Es necesario volver a la
palabra de Dios como centro de la vida cristiana y su excelencia de
proclamación por medio de la palabra hablada: La predicación.

CONCLUSIONES

Las principales conclusiones que se puede extraer de esta investigación

son:

1. La Palabra de Dios sigue teniendo vigencia hoy como lo fue hace

veinte siglos a tras y más.

2. El mensaje divino está por encima de cualquier mensaje humano.


29

3. Los predicadores debemos entender la importancia del anuncio del

mensaje divino pero también del denuncio de los males de la sociedad,

pues ellos también fueron mensajes dados por Dios a los profetas.

4. La importancia de dedicar tiempo para el estudio y análisis de la

Palabra de Dios y su aplicación a nuestra realidad social, política,

histórica, económica y religiosa actual.

CONTENIDO

Pág
INTRODUCCIÓN 4

1. LOS PROFETAS Y SU MENSAJE DE MISIÓN


5
1.1 ENTENDIENDO EL MENSAJE PROFÉTICO
5
1.2 CARACTERÍSTICAS DEL MENSAJE PROFÉTICO
6
1.2.1 Mensaje histórico
7
1.2.2 Mensaje de juicio
7
1.2.3 Mensaje de arrepentimiento 9
30

1.2.4 Mensaje de esperanza 10


1.2.5 Mensaje divino 12
1.2.6 Mensaje y misión
13

2. LOS PREDICADORES Y SU MENSAJE DE MISIÓN


14
2.1 LA MISIÓN Y LA BIBLIA 15
2.1.1 La Biblia: Inspiración de la misión 16
2.1.2 La Biblia: Lectura integral 18
2.1.3 La Biblia: Mandato y mensaje de la misión
19
2.1.4 La predicación: Su centralidad 20
2.1.5 La predicación: Una definición integral 21
2.1.6 La predicación: Su naturaleza
23
2.1.6.1 Una naturaleza evangelística 23
2.1.6.2 Una naturaleza profética 24
2.1.6.3 Una naturaleza edificadora 24
2.1.6.4 Una naturaleza de servicio 24
CONCLUSIONES 26
BIBLIOGRAFÍA 27

BIBLIOGRAFÍA

ARRASTÍA, Cecilio. Teoría y práctica de la predicación. 2 ed. Nashville :


Editorial Caribe, 1993. 243 p.

COSTAS, Orlando E. Comunicación por medio de la predicación. Miami :


Editorial Caribe, 1989. 239 p.
31

-------- La iglesia y su misión evangelizadora. Buenos Aires : Editorial la


Aurora, 1971. 123 p.

CRANE, James. El sermón eficaz. 16 ed. El Paso : Casa Bautista de


Publicaciones, 1995. 306 p.

ESCOBER, Samuel. Ensayos : Evangelio y realidad social. El Paso : Casa


Bautista de Publicaciones, 1988. 234 p.

LEWIS, Jonatán P: Misión Mundial. Miami : Editorial Unilit, 1990. 157 p.

PADILLA, René C. Bases bíblicas de la misión. Buenos Aires : Nueva


Creación, 1998. 474 p.

STEUERNAGEL, Valdir. La misión de la iglesia : Una visión panorámica.


San José : Visión Mundial Internacional, 1992. 468 p.
STTOT, John R. La misión cristiana hoy. Buenos Aires : Ediciones
Certeza, 1977. 171 p.

VARELA, Gonzalo. Los llamados : Apuntes para una pastoral vocacional.


Madrid : San Pablo, 1994. 230 p.
32

LA PREDICACIÓN DE LA MISIÓN HOY

NÉSTOR ANÍBAL GÓMEZ MORALES

Monografía para ser presentada


como trabajo final
33

Profesor
GAMALIEL FALLA

SEMINARIO TEOLÓGICO BAUTISTA INTERNACIONAL


FACULTAD DE TEOLOGÍA
ÁREA DE MINISTERIO PASTORAL
SANTIAGO DE CALI
1999

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