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1
El sistema analítico que elaboramos, -siguiendo la metodología sistémica desarrollada por Morton Kaplan en
“System and Process in Internacional Politics”, (New York, John Wiley and Sons, 1957)- comprende las
siguientes variables: 1) el orden internacional imperante durante el período en que se lleva a cabo el análisis; 2)
la/s principal/es potencia/s de rango mundial y/o regional que tiene/n incidencia, tanto en el proceso de
relaciones del “sistema” (y sus miembros en particular), como en el orden internacional imperante, sea para
generar las reglas del juego o para modificarlas en su propio beneficio; 3) las características básicas de los
miembros del sistema en términos de: a) potencial -el cual no necesariamente es medido por indicadores
materiales, sino en términos de capacidad de formar alianzas (políticas, económicas o de seguridad), que
maximicen su capacidad de desempeño; lo que implica similares percepciones, y un relativo grado de coherencia
y coordinación entre las políticas- y b) en términos de proyectos nacionales o de concepciones de los grupos
gobernantes de turno o, de acuerdo con la segunda variable, de generar o, al menos modificar las reglas del juego
imperantes; 4) por último, las normas de transformación del sistema. Se trata de los valores parámetro dentro de
los cuales, el sistema -léase quién/es lo maneja/n- admite impactos tendientes a modificarlo. Más allá de estos
límites -valores parámetros- el sistema -quién/es lo manejan- adopta medidas correctivas o sancionadoras en
defensa de su propio equilibrio -en términos reales, de la seguridad y protección de los intereses de quién/es lo
manejan-. Desde el punto de vista institucional esto se observa a través de las características de los instrumentos
vigentes en el sistema. Desde el punto de vista de los hechos, esto se analiza a través de las Reuniones de
Consulta, o de otras medidas de presión, directas o indirectas -sea en el ámbito político o el económico-
adoptadas por el/los miembro/s que manejan el sistema. El sistema analítico es aplicado para analizar el
comportamiento del sistema, dentro de un contexto de cruce permanente de las dimensiones diacrónica y
sincrónica, en el entendimiento de que ambas se intercondicionan.
6 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
La falta de un orden estable; la decadencia del sistema bipolar; el predominio de factores
económico-comerciales-financieros-tecnológicos, por sobre los estratégico-militares; el
desplazamiento y difusión del poder mundial hacia otros Estados como Japón y los Nic's
asiáticos y los países europeos centrados en Alemania unificada, junto a actores
transnacionales, como la banca principalmente y empresas de servicios, que también
tienen que ver -con independencia de la dirigencia de los principales Estados- en la
reconfiguración del orden mundial; y otros factores, contribuyen a que América Latina
haya perdido de pronto el impulso dentro de la denominada cuarta etapa y haya ingresado
en una quinta etapa poco favorable -particularmente por incapacidad de su dirigencia-
para su orientación hacia una mayor autonomía de desempeño.
El supuesto básico del que partimos en nuestro análisis plantea: América Latina ha
tenido una participación marginal en el proceso de relaciones del sistema,
caracterizándose su comportamiento por el sostenimiento de principios más que por el
logro de objetivos concretos. Esto se debió, principalmente, a un alto índice de
atomización en el sistema de relaciones intraregional, y a la concentración de sus
vínculos externos en forma subordinada con los centros de poder mundial, viéndose
debilitada, de esta manera, su capacidad para lograr una mayor participación activa
dentro del sistema.
No obstante esto, a partir de la década de los '70 se inició un proceso de cambio en el
patrón que ha inspirado tradicionalmente a las relaciones interamericanas y de
América Latina durante los años precedentes; proceso que fue llevando de manera
paulatina -aunque desarticulada- hacia una mayor independencia de desempeño y
participación activa de la región dentro del Sistema, comportando en cierta medida la
posibilidad de modificación del mismo.
Sin embargo, la irrupción del sector privado transnacional -históricamente vinculado al
sector liberal económico (no político)-.que, al igual que en el resto del mundo,
favorecido por la finalización de la pugna Este-Oeste y la falta de un orden estable, ha
hecho que la dirigencia -ahora civil- retorne a conductas subordinantes con predominio
de vínculos extra-regionales, por sobre los regionales, impidiendo una mayor
autonomía de desempeño.
Con la desintegración del sistema bipolar y la carencia de un orden estable, los Estados,
aún los poderosos como EUA, Japón o Alemania pugnan por imponer reglas básicas que
los beneficien en los distintos sectores que abarcan las relaciones internacionales, pero con
poco éxito. Hay otros actores relevantes, que ya se venían contabilizando como tales
desde décadas anteriores, que son los “transnacionales”; no obstante ello, recién ahora se
observa su real poder generador de pautas de orden, especialmente en el caso de la banca
privada transnacional respecto del flujo financiero, la deuda, las inversiones.
Estas nuevas situaciones, están acompañadas de fenómenos tales como la reestructuración
del Estado, el predominio del sector privado en el desarrollo de las principales actividades
que anteriormente se consideraban como exclusivas e incluso excluyentes del Estado,
llegándose incluso a un proceso de privatizaciones, en gobiernos que en décadas
anteriores habían adoptado conductas nacionalizantes.
2
Ver PUIG, Juan Carlos, Derecho de la Comunidad Internacional, (Buenos Aires, Depalma, 1974).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 9
El comportamiento adoptado fue de carácter “clientelista” 3. Los Estados más débiles
adoptaron una política de dependencia paracolonial, mientras que los mayores, como
Argentina, México, Brasil y Chile una dependencia de tipo nacional 4.
D) DIVISION DE ESFERAS DE INFLUENCIA EN AMERICA
LATINA:
Desde mediados del siglo XIX y en virtud del comportamiento heterodoxo
norteamericano, se inició una confrontación entre EUA y Gran Bretaña respecto de
América Latina. De todas formas no se trató de un enfrentamiento directo, sino de intentos
norteamericanos de fortalecer su capacidad autónoma de comportamiento. El
expansionismo norteamericano en México, tolerado por Gran Bretaña bajo la
reciprocidad de abstenerse de interferir en Sudamérica es un ejemplo.
Con posterioridad al inicio, el inicio del Panamericanismo a fines del siglo XIX y el envío
de una fuerza naval al puerto de Río de Janeiro con el fin de asegurar la descarga de
productos norteamericanos, en desafío al bloqueo establecido por los revolucionarios pro
monárquicos que contaban con apoyo británico, muestran los claros intentos del país del
norte de adoptar una autonomía de comportamiento.
Con el Tratado Hay-Pauncefote, quedó en claro el reconocimiento tácito de la hegemonía
de EUA en Centroamérica y el Caribe hispánico, a la vez que asumía la responsabilidad
de respetar las inversiones británicas en la región y sus intereses en Sudamérica 5.
3
DREKONJA, Gerhard, Aproximaciones a la Política Exterior Latinoamericana, en “Mundo Nuevo”, Revista de
Estudios Latinoamericanos, (Instituto de Altos Estudios para América Latina, Univ. Simón Bolívar, julio-
diciembre 1980), Vol. III, Nro. 9/10. También BAILEY, Norman, Latin American in World Affairs, (New York,
1967).
4
PUIG, Juan Carlos, Doctrinas Internacionales y Autonomía Latinoamericana, (Caracas, Univ. Simón Bolívar,
1980). También Jaguaribe, Helio, Dependencia y Autonomía en América Latina, en “La Dependencia Político-
Económica de América Latina”, (México, Siglo XXI, 1970. Asimismo, Jaguaribe, Helio, Desarrollo Político:
Sentido y Condiciones, (Buenos Aires, Paidós, 1972). Contrariamente al concepto de la “Teoría de la
Dependencia”, para que se produzca la dominación, es preciso contar con la disfuncionalidad de la élite local, lo
que lleva a la idea de que las relaciones externas no constituyen determinantes absolutos, no son un agente
exclusivo de la dependencia. La situación de dependencia se debe tanto a una dinámica externa, como interna y,
en este último caso, depende de la idiosincrasia de la élite dirigente. Cuando se habla en términos de dependencia
para-colonial, se está haciendo referencia a un estado de soberanía formal, ya que el gobierno no constituye otra
cosa que un apéndice del aparato gubernativo de la estructura de pode real de otro Estado (“metrópoli”,
“potencia dominante”, “centro imperial”, etc.). La dependencia nacional se da cuando los grupos que detentan el
poder real, racionalizan la dependencia y, por consiguiente, se fijan fines propios que pueden llegar a conformar
un “proyecto nacional”. En este caso, la dependencia es “aceptada” racionalmente, tratando de sacar de ella el
máximo provecho, en algunos casos, para lograr una mayor autonomía futura. La diferencia con la dependencia
para-colonial, es que, en aquél caso, se fijan ciertos límites a la relación dependiente, mientras que en este último
caso no.
5
Ver RIPPY, Fred J., Rivalry of the US and Great Britain over Latin-América (1808-1830), (Baltimore, The
Johns Hopkins Press, 1929). MERCK, Frederick, Manifest Destiny and Mission in American History. A
Reinterpretation, (New York, Knopf, 1963). Del mismo autor, La Doctrina Monroe y el Expansionismo
Norteamericano, (Buenos Aires, Paidós, 1966). GREVILLE, J.A.S., Great Britain in the Isthmian Canal, in “The
American Historical Review” (1965), Tomo LXI. PUIG, Juan Carlos y COLOMBO de IMAZ, Delia, El
Movimiento por la Unidad Interamericana. Ensayo de Sistematización en base al Método Estructural, en
“Revista de Derecho Internacional y Ciencias Diplomáticas” (1970) Tomo XIX, Nro. 37/38.
10 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
1RA ETAPA
PERIODO DE CONFORMACION DE LAS CONCEPCIONES
BASICAS
(1823/26-1889/90)
CAPITULO II
ESTABLECIMIENTO DE UN NUEVO SISTEMA DE
RELACIONES
EL PANAMERICANISMO:
A través del Panamericanismo EUA no sólo intentó desplazar progresivamente a Gran
Bretaña de su esfera de influencia en Sudamérica, sino que también fue creando un
conjunto de normas del comportamiento que regirían el sistema de relaciones entre el país
del norte y América Latina a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
Ciertamente estamos hablando de dos actores: por un lado EUA y por el otro América
Latina. Este sistema de relaciones conocido como Sistema Interamericano adoptó un
conjunto de normas del comportamiento. Pero lo importante en este caso es saber cuáles
fueron los aportes de cada una de las partes y, por sobre todo, cuál fue el “aporte” que
predominó, poniendo el acento al sistema.
A.1) LA DOCTRINA MONROE:
El primer antecedente, desde el punto de vista de la contribución por parte de EUA a la
conformación de un Sistema Interamericano, es la Doctrina Monroe (1823).
La podemos interpretar en dos sentidos: a) como una declaración unilateral con
proyección hemisférica de la política norteamericana del aislacionismo, con el objeto de
establecer pautas de orden en función de sus intereses económicos y de seguridad; y b)
como una Estrategia a los efectos de evitar cualquier avance europeo en el nuevo
mundo.
El elemento rector de esta doctrina es la no intervención. Pero desde el punto de vista
norteamericano ha sido proclamada bajo un espíritu unificador; mientras que el mismo
principio en la mente de los gobiernos latinoamericanos nació de la desunión del
continente. Para estos últimos se trata de un principio que marca la defensa y la
búsqueda de la convivencia entre los Estados de América Latina por un lado y EUA por el
otro; pero no es un principio de cooperación o generalizador de un sistema -tal como se
interpreta la propuesta de Monroe- sino de defensa.
No obstante ello, un sistema está conformado por elementos de cooperación 6 y no por
los de defensa. La no intervención implica un no hacer, en términos de respeto a la
soberanía; por lo que habrá convivencia en la medida en que se respeta la soberanía de los
demás. La cooperación, por el contrario, implica un hacer. Poner al servicio de todos,
aquellos elementos que se tienen en común. Desde ya esto es factible, cuanto más
homogénea es la composición del sistema, ya que la heterogeneidad llevará en la relación
la posibilidad de una vinculación coercitiva por sobre la consensual.
6
Decimos “principio de cooperación” como el elemento que se hallaba en el pensamiento de Monroe, pero no
estamos seguros de que estuviera en su espíritu, o al menos no creemos que estuviera en el de los que aplicaron
su Doctrina.
En definitiva, el sistema que estamos estudiando está compuesto por actores totalmente
heterogéneos, por lo que basan su convivencia fundamentalmente en el principio de
defensa de su soberanía, más que en la cooperación como elemento rector del sistema 7.
Un ejemplo claro lo da el Corolario Theodoro Roosevelt a la Doctrina Monroe (1904) en
el que habla igualmente de la no intervención en sí, pero se reclama este derecho para
EUA a los efectos de hacerse responsable del orden en interés de la civilización 8.
No obstante lo dicho sobre la Doctrina Monroe, no ha habido defensa continental por
parte de EUA frente a la invasión británica a las Islas Malvinas en 1833 -sin olvidar que
ya habían sido invadidas por una fragata norteamericana en 1831- así como tampoco la
hubo frente al bloqueo a Venezuela en 1902 por las armadas de Italia, Gran Bretaña y
Alemania para cobrar compulsivamente la deuda pública que este país tenía con aquellos
gobiernos, motivando el pronunciamiento del Canciller argentino Luis María Drago bajo
el principio de que: “la deuda pública no puede dar lugar a intervención armada, ni menos
a la ocupación material del suelo de las naciones americanas por una potencia europea” 9.
Drago hacía referencia en su comunicación al gobierno norteamericano, que este principio
ya estaba proclamado en la Doctrina Monroe. La respuesta del gobierno de EUA 10 fue
que impediría la intervención de cualquier potencia extra-americana para el cobro de las
deudas contractuales, pero intervendrían ellos mismos a los efectos de que se haga la
justicia del caso. Lo importante, en este caso, para EUA, no era proteger a un país bajo
una situación como la que vivía Venezuela, sino evitar que la actitud coercitiva asumiera
la forma de adquisición de territorio por una potencia no americana.
EUA, para esta época, mantenía una actitud aislacionista, que recién romperá con los
inicios del Panamericanismo. Su campo de acción principal, en tanto y en cuanto respetara
las inversiones británicas, era Centroamérica y el Caribe (español); mientras que Gran
7
Contrariamente, en un sistema donde los actores tienen un alto grado de “homogeneidad”, al menos en cuento a
su composición, es más probable que predominen las fuerzas centrípetas por sobre las centrífugas y también
habrá menos reparos en la protección de los derechos soberanos. Este tema ha sido muy bien analizado por
CASTAÑEDA, Jorge, México y el Orden Internacional (México, El Colegio de México, 1956).
8
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema Interamericano, (México, FCE, 1971), págs. 34-35. También está
muy bien analizado por Puig, Juan Carlos y Colombo de Imaz, Delia, Panamericanismo “por inercia”: 1889-
1910, en “Revista de Derecho Internacional y Ciencias Diplomáticas”, Universidad Nacional de Rosario
(Argentina), Vol. XXI, No 41/42, 1972, pág. 160. La parte del discurso de Roosevelt al Congreso (6/XII/1904)
que resulta de interés a los efectos de su Corolario dice: “Aquellos países cuyos pueblos se conduzcan bien
pueden contar con nuestra calurosa amistad. (...) El mal comportamiento crónico o una impotencia que resultara
en un debilitamiento general de los lazos de la sociedad civilizada, puede en América, como en cualquier otro
lugar, requerir en última instancia la intervención de una Nación Civilizada, y en el Hemisferio Occidental, la
adhesión de Estados Unidos a la Doctrina Monroe puede obligar a Estados Unidos, aunque a regañadientes, en
casos flagrantes de mal comportamiento o impotencia, a ejercer un poder de policía internacional”. Ver A
History of United States Foreign Policy (Englewood Cliffs, N.J., Prentice Hall, 1965), Second Edition, págs.
228-229.
9
La pregunta es: podía dar lugar a la intervención, o por lo menos “presiones” por parte de una potencia
americana, como EUA? Desde el momento en que el gobierno de EUA manifestó que se encargaría de que se
hiciera la justicia del caso; justicia que implicó poner en caución las aduanas venezolanas hasta que se cumpliera
con el compromiso con las potencias europeas, la Doctrina Drago, en principio no “protegería” a un país
americano de este tipo de intervenciones o presiones.
10
Dada por el Secretario de Estado John Hay (1903).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 13
Bretaña tenía como esfera de influencia al resto del subcontinente a través de una política
neocolonial basada en relaciones comerciales asimétricas, e inversiones.
Dadas las circunstancias de la época, era muy probable que EUA interviniera en un Estado
Americano -hablamos para estos tiempos de los centroamericanos y del Caribe- que el
hecho de correr en defensa de un Estado Americano que corriera el peligro de una
invasión por un Estado extra-Americano 11; especialmente si éste era Gran Bretaña.
Además, en 1901, EUA y Gran Bretaña habían firmado el Tratado Hay-Pauncefote -que
anulaba el Clayton-Bulver de 1850-, en el que se establecía una división expresa de
“esferas de influencia”, al otorgarle a EUA la responsabilidad por la construcción de un
canal interoceánico en el Istmo de Panamá, a la vez que por la seguridad de la región. Este
era un motivo valedero por el que EUA podría no querer entrar en conflicto con Gran
Bretaña 12.
A.2) LA PROPUESTA DE BOLIVAR:
La contrapartida, como aporte para establecer un sistema de relaciones dentro del ámbito
interamericano, está comprendida a nuestro criterio por las reuniones hispanoamericanas,
celebradas previamente al inicio del Panamericanismo.
Los planes de Simón Bolívar para la cooperación internacional a diferencia del “sistema
americano” pensado por Monroe, se basaban en una Hispanoamérica protegida de
Europa y EUA, pero con vínculos más estrechos con Gran Bretaña.
El temor de las Repúblicas latinoamericanas estaba íntimamente vinculado al espíritu de
la Santa Alianza, cuyo propósito fundamental -respecto de América- era la recuperación
de las ex-colonias. Esto nos permite una mayor comprensión de la Doctrina Monroe y de
los intentos de unificación bolivarianos, a los efectos de encontrar una forma de
protección en América.
La historia de las relaciones hispanoamericanas desde el punto de vista de su contribución
a la creación de un Sistema Interamericano la podemos resumir a través de los resultados
de cuatro conferencias que se celebraron durante el período anterior al inicio del
Panamericanismo. Las características de estas conferencias fueron varias y podemos
contar como importantes los siguientes: 1) significaron un esfuerzo de unión frente a
amenazas externas que pudieran poner en peligro la independencia de América Latina;
2) conformaron una causa común ante el temor del expansionismo norteamericano,
especialmente a través del ejemplo que observaron en la guerra entre EUA y México y
11
Una manifestación clara del sentido que EUA le daba a la Doctrina Monroe está en la respuesta a una solicitud
de José Rondeau -Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina- sobre la aplicación de la Doctrina Monroe, en
el caso de que en la guerra entre Argentina y Brasil, éste recibiera apoyo de alguna potencia europea. El
presidente Adams contestó que, la declaración de Monroe no comprendía a las guerras entre los Estados
Americanos y no podía ser invocada por una Nación latinoamericana. Ver Peterson, Harold F., La Argentina y
los Estados Unidos 1810-1960, (Buenos Aires, Eudeba, 1970), pág. 97.
12
Ver CASTAÑEDA, Jorge, México y el Orden Internacional (México, El Colegio de México, 1956). También,
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema Interamericano, (México, FCE, 1971). Asimismo, PUIG, Juan Carlos,
COLOMBO de IMAZ, Delia, Panamericanismo “por inercia” (1889-1910), en “Revista de Derecho
Internacional y Ciencias Diplomáticas” (1972), Univ. Nac. de Rosario, Vol. XXI, Nro. 41/42. Igualmente,
DRAGO, Luis María, La República Argentina y el Caso Venezuela, (Buenos Aires, 1903).
14 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
las actividades “filibusteras” de William Walker en América Central; 3) un intento por
protegerse frente a la creciente amenaza que significaba para Hispanoamérica, las
actividades de España en el nuevo continente, especialmente al volver a tomar posesión
de Santo Domingo en 1861, y la guerra que posteriormente entabla con Chile, Ecuador
y Bolivia y más adelante con Perú con el fin de asegurar su imperio; etc. 13.
Otra característica de relevancia es que, la asistencia a estos Congresos o Conferencias ha
sido muy reducida 14.
Los Congresos a que hacemos referencia son: 1) el Congreso de Panamá de 1826,
convocado por Simón Bolívar, cuyos propósitos eran múltiples:
a) Mancomunar esfuerzos frente a peligros comunes con vistas a la creación de un
sistema de defensa y seguridad regional;
(Nunca se alcanzó a implementar un sistema de defensa regional. El TIAR, no entra
dentro de este esquema, ya que ha sido creado para los intereses de seguridad de
EUA)
b) Establecer contactos que permitan una cooperación e intercambio comercial más
estrecho;
13
Bolívar no estaba de acuerdo al principio, en invitar a EUA, principalmente porque pensaba que su ingreso a la
Liga -propuesta en el Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua- impediría obtener el apoyo de
Inglaterra. No obstante, más adelante admitió que se formulase la invitación, de acuerdo con el gobierno de
México -el proponente inicial- indicando en sus instrucciones al ministro en Washington que se declararan de
interés continental las máximas del mensaje del presidente Monroe, enunciadas de la siguiente manera: 1)
Procurar poner término a toda especie de colonización europea en el Continente Americano; 2) denunciar la
aplicación de los principios constitutivos de la Santa Alianza, como perjudiciales a la paz y seguridad de EUA.
Sin embargo, pese a las propuestas de enviar delegados por parte del presidente Adams y el Secretario de Estado
Clay, el Congreso norteamericano expresó su reticencia, entre otros motivos por: 1) la situación en Cuba y
Puerto Rico, cuya independencia sostenían las naciones latinoamericanas, mientras que EUA preveía la
posibilidad de establecer intereses y de ejercer influencia y control en ambos países; 2) la Doctrina Monroe, que
en el Congreso de Panamá se pretendía consagrar como norma de derecho internacional, en tanto que en el
Senado de EUA se objetaba este punto de vista, pues se afirmaba que la doctrina debería mantenerse como una
política de EUA. Finalmente decidieron enviar un representante, pero con instrucciones de no ligarse por
vínculos contractuales con los Estados latinoamericanos; sólo debía concretarse a apoyar la construcción de un
canal interoceánico, la libertad de cultos, el respeto a la propiedad privada, la libertad de los mares y todo cuanto
estime en favor de la pacificación del continente. Las instrucciones completas, sea respecto del Canal de
Panamá, como en relación con la situación de Cuba y Puerto Rico, se encuentran en Martínez, Ricardo A., De
Bolívar a Dulles, (México, Edit. América Nueva, 1959), págs. 206-220. Ver también Matos Ochoa, Sergio, El
Panamericanismo a la Luz del Derecho Internacional, (Caracas, Univ. Central de Venezuela, 1980), págs. 227-
237. Asimismo, Caicedo Castilla, José J., El Panamericanismo, (Buenos Aires, 1961), pág. 23.
14
Haití, Brasil y Chile, no asistieron al Congreso de Panamá; el primero por ser totalmente ignorado y los otros
dos, pese a haber sido invitados por el gobierno de Colombia, no participaron. Argentina fue la gran ausente en
todos los Congresos, salvo en el Segundo Congreso Internacional Americano de Lima (1864/65), al que envió
como “observador” a Domingo F. Sarmiento, que iba de paso para ocuparse de la embajada en Washington. Esta
ha sido en esa época y hasta la actualidad -salvo excepciones- la política tradicional de este país, cuyo
comportamiento aislacionista respecto de América Latina, está relacionado al hecho de tener -como en el caso de
la mayoría de los Estados de la región- sus intereses más importantes -comercio, adquisición de tecnología,
inversiones, deuda, lineamientos ideológicos o de seguridad- fuera del subcontinente. Durante el siglo XIX y
gran parte del XX, estuvo vinculada con Europa, especialmente Gran Bretaña. Ver PUIG, Juan Carlos, La
Política Exterior Argentina y sus Tendencias Profundas, en “Revista Argentina de Relaciones Internacionales”
CEINAR, Enero-Abril (1975), Vol. I, No 1, págs. 15-16.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 15
(La propuesta integrativa que aún no se ha podido implementar en América Latina,
más allá de la gran cantidad de intentos)
c) La adopción de mecanismos que permitan la conciliación en casos de disputas a
fin de resolver pacíficamente los conflictos en la región;
(Nunca se pudieron establecer mecanismos efectivos para la resolución pacífica de
los conflictos en la región. La OEA no ha servido para ello)
d) Creación de alianzas que permitan trazar la marcha de las relaciones de América
en el mundo 15.
(La creación del Grupo de Río en 1986 puede responder a esta propuesta, aunque ha
sido cooptado por EUA, aprovechando la desarticulación latinoamericana, para
establecer sus propias prioridades).
A este Congreso asistieron representantes de Colombia, Perú, Centroamérica y México,
aprobándose un Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua; primer antecedente
del TIAR. Fue firmado por los países participantes, pero ratificado únicamente por
Colombia, recién en 1837.
El objeto principal de este tratado era sostener un pacto perpetuo ofensivo y defensivo
para mantener la integridad de la soberanía e independencia de todas las repúblicas
americanas contra toda dominación extranjera. Entendemos para este caso, que el término
“extranjera” incluía también a las posibles actitudes que pudiera adoptar EUA.
El representante enviado a último momento por EUA, cuyo único propósito era adoptar
una actitud absolutamente neutral, no llegó sino finalizado el Congreso. Argentina, luego
de largas cavilaciones, no envió delegado 16.
En 1847 el gobierno de Perú cursó una invitación para la celebración de un Congreso en
Lima, que se denominaría posteriormente Primer Congreso Internacional Americano, al
que asistieron Bolivia, Chile, Ecuador, Nueva Granada y Perú. Argentina nuevamente no
participó en este Congreso y las razones aducidas por su gobierno (Juan Manuel de Rosas,
encargado de los asuntos exteriores de la Confederación), fueron las extraordinarias
circunstancias en las que se encontraba el país, que le impedían ocuparse de los
asuntos de la magnitud de las que se ocuparía este Congreso. El propósito de este
Congreso era el establecimiento de una solidaridad americana frente a posibles ataques
extra-continentales. Las “extraordinarias circunstancias” que estaba viviendo Argentina
15
García, Eduardo A., La Política Internacional de la República, (Buenos Aires, Emecé, 1964), págs. 27-31.
También Caicedo Castilla, José J., El Panamericanismo, (Buenos Aires, 1961), págs. 3-21.
16
En ocasión de la invitación de Bolívar al Congreso de Panamá, Forbes (Encargado de Negocios de EUA en
Buenos Aires), ejerció su influencia sobre Rivadavia, dándole cuenta de que EUA enviaría un agente y no un
ministro. Rivadavia estuvo de acuerdo; aún más, le contestó que estaba “decidido a no apartarse en lo más
mínimo de la dirección de EUA que, en razón de la sabiduría y experiencia de su gabinete, así como de su gran
carácter nacional y de su fuerza, debían tomar la dirección de la política americana”. Nota de Forbes al
Secretario de Estado Clay, 20 de marzo 1826, NA, D S, Desp. Arg. II. Ver Peterson, Harold F., La Argentina y
...op. cit., pág. 110. También Puig, Juan Carlos, Colombo de Imaz, Delia e Irureta, Hugo, Historia Política
Contemporánea (1914-1939), (Buenos Aires, Edic. de los autores, 1968), págs. 63-66.
16 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
en esos momentos, eran la intervención armada de Francia y Gran Bretaña, que llevó al
bloqueo del puerto de Buenos Aires 17.
El tercer Congreso se celebró en Santiago de Chile en 1856; conocido como Congreso
Continental. El resultado fue la firma de un Tratado Continental. Los asistentes y
firmantes fueron Perú, Ecuador y Chile, adhiriéndose posteriormente Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, México, Nueva Granada y Venezuela. Argentina no participó, y
ante la invitación para adherirse al Tratado Continental, se negó. Los propósitos eran
semejantes a los buscados en el Primer Congreso Americano de Lima. Como había
ocurrido hasta el momento, privó la posición aislacionista de Argentina por sobre la
fuerza unitiva del pensamiento de Bolívar.
La idea era estrechar vínculos entre los pueblos y gobiernos, para evitar en lo sucesivo
todo género de guerras. No había en este caso -ni en ninguno de los anteriores- cesión de
soberanía, ni ataduras, sino verdaderas intenciones de cooperación; sin embargo, la
contestación de Argentina ante esta invitación en particular fue: “El gobierno argentino
no tiene motivos para admitir la existencia de esa amenaza, ni cree que serían suficientes
los medios que se proponen para conjurar ese peligro si realmente existiese. La América
Independiente es una entidad política que no existe ni es posible constituir por
combinaciones diplomáticas. (...) Sólo podría existir esa amenaza en el caso de una liga
europea contra la América, y esto no es posible... Esa liga no podría hacerse a nombre de
los intereses materiales y comerciales de la Europa, porque esos intereses están en
armonía con los de las naciones americanas, y no habría poder humano que pudiera
crear un antagonismo que no tendría razón de ser” 18.
En 1864, la ocupación de las islas Chinchas por España, hizo que Perú convocara a un
Segundo Congreso Internacional Americano, que se celebró en Lima en 1865. Los
propósitos eran similares a los de los Congresos anteriores. Participaron del mismo,
Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Venezuela y Perú. Argentina no envió
representante oficial, pero destacó un observador.
El resultado efectivo de estos cuatro Congresos ha sido que no se firmó ningún tratado, o
acuerdo, por la cantidad de Estados suficiente, como para que entraran en vigencia y
fueran efectivos.
17
No obstante su negativa, Rosas había solicitado apoyo al gobierno de EUA a fin de que fuera aplicada la
Doctrina Monroe frente a la intervención anglo-francesa, pero, salvo declaraciones de apoyo de ciertos sectores
de la opinión pública norteamericana, nada obtuvo del gobierno. Ver Peterson, Harold, La Argentina ..., op. cit.,
págs. 150-158. También Whitaker, Arthur, The United States and the Southern Cone: Argentine, Chile and
Uruguay, (Cambridge, Harvard University Press, 1976), págs. 355-358. De todas maneras, Rosas mantenía un
trato secreto y relaciones comerciales provechosas con Gran Bretaña. Ver Whitaker, Arthur, The United States
..., op. cit., pág. 115. Asimismo, Laviña, Félix y Baldomir, Horacio, El Proceso Histórico de la Diplomacia
Interamericana y la Vigencia de sus Principios, (Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, 1978), pág.
115.
18
Carta enviada por el Canciller Rufino de Elizalde al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú el 10 de
noviembre de 1862. El texto completo se encuentra en “La Política Exterior de la República Argentina”, (Buenos
Aires, Centro de Estudios de Derecho Internacional Público, Univ. de Buenos Aires, 1931), págs. 50-53. Ver
también Puig, Juan Carlos, La Política Exterior Argentina..., op. cit., pág. 15.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 17
El corolario, en definitiva, fue que América Latina ingresaba al sistema como un actor
fracturado. México se encontraba prácticamente bajo la esfera de influencia de EUA.
Brasil, mantenía serias disputas con Argentina a la vez que se aliaba a EUA reconociendo
su predominio, ante la idea de que oponerse al país del Norte significaba aislarse y
depender en mayor medida de Gran Bretaña (política del barón de Río Branco).
Argentina, por el contrario, mantuvo una política de oposición a EUA y de estrecha
alianza con Gran Bretaña, a la vez que durante el Panamericanismo intentó liderar a
América Latina, sin éxito.
Otro aspecto que atentaba contra la unidad latinoamericana, eran los constantes
conflictos territoriales entre los Estados de la región a los que se sumaba la carencia de
mecanismos efectivos de solución pacífica de los conflictos 19.
19
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit.; PUIG, Juan Carlos, La Política Exterior Argentina y
sus Tendencias Profundas, en “Revista Argentina de Relaciones Internacionales” CEINAR, (1975), Vol. I, No 1.
PUIG, Juan Carlos, COLOMBO de IMAZ, Delia, IRURETA, Hugo, Historia Política Contemporánea (1914-
1939), (Buenos Aires, Edic. de los Autores, 1968).
18 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
2DA ETAPA
PERIODO DE PUGNA ENTRE BOLIVARISMO Y MONROISMO
(1889/90-1948)
CAPITULO III
Las distintas Conferencias Panamericanas que se celebraron desde 1889/90 hasta
finalizada la Segunda Guerra Mundial, tuvieron como tema central de discusión el sistema
de relaciones entre dos actores 20: por un lado EUA y por el otro América Latina. Sin
embargo, uno de estos “actores” -América Latina- no fue tal ya que, en primer lugar, no
actuó en forma unificada, salvo para establecer demandas, pero no para firmar o ratificar
Tratados o Convenciones que surgieran de estas Conferencias -por lo menos aquéllos que
fueran beneficiosos para los objetivos que buscaban-, o para exigir su cumplimiento. Por
el otro lado, tampoco podemos hablar de América Latina como actor, ya que careció del
poder suficiente como para tener una presencia internacional que le permitiera contribuir a
la conformación de las reglas del juego, o por lo menos modificarlas en beneficio propio.
La posibilidad de crear un bloque latinoamericano que fortaleciera su poder negociador
se perdió durante el período previo al Panamericanismo ya que, como anteriormente
mencionamos, todas las Conferencias que se convocaron con este propósito, desde la
invitación de Bolívar hecha en 1826 para un Congreso Anfictiónico, hasta el Segundo
Congreso Internacional Americano convocado por Perú en 1865, con motivo de la
invasión de España a las islas Chinchas, fracasaron en sus intentos unificadores.
Con posterioridad a la Primera Guerra Mundial y al comienzo del declinio europeo, se
inició una reversión del proceso económico-financiero que vinculaba a los países de la
región con aquel Continente, especialmente Gran Bretaña, y el vacío de poder fue
progresivamente llenado por EUA. Argentina fue el único país de la región que desde los
comienzos del Panamericanismo adoptó una política de oposición a EUA, continuando
en la esfera de influencia británica y procurando ejercer -sin éxito- un liderazgo en el
ámbito latinoamericano. Si bien el resto de los países de la región procuró encontrar
mecanismos que evitaran una injerencia mayor en sus asuntos internos por parte de EUA,
comenzaron a manejarse en forma paulatina dentro de su esfera de influencia.
PANAMERICANISMO POR INERCIA
Las primeras Conferencias Panamericanas no fueron exitosas ya que no se lograron
mayores resultados en lo que hizo a los propósitos de sus convocatorias. Este período se
caracterizó en términos de Puig, como Panamericanismo por inercia. La misma opinión
es sostenida por Connell-Smith 21.
CARACTERISTICAS DEL PERIODO
20
El término “actor” de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española es definido como aquél que
desempeña un papel en un escenario, pero no hace referencia a la actividad de los Estados en el sistema
internacional. No obstante ello, la Ciencia Política entre otras ciencias sociales, cada vez utiliza con más
asiduidad el término “actor” para definir la capacidad de un Estado -en el ámbito internacional- de establecer
reglas del juego -pautas de orden- o, por lo menos modificarlas; en el entendimiento que todo aquél que no puede
hacer, ni lo uno, ni lo otro, es una unidad adscripta, recipiendaria de las reglas establecidas por otros. Sobre el
particular, ver nuestro estudio sobre La Problemática del Orden en DALLANEGRA PEDRAZA, Luis (et al),
“Geopolítica y Relaciones Internacionales”, (Buenos Aires, Pleamar, 1981).
21
PUIG, Juan Carlos y COLOMBO de IMAZ, Delia, Panamericanismo “por inercia”..., op. cit.. CONNELL-
SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit..
Dentro de su esfera de influencia, EUA estableció protectorados en Panamá y Cuba,
adoptando para este último caso la Enmienda Platt, por la que se concedía a EUA el
derecho de intervenir en este país, obligándolo, por otra parte, a no firmar tratado o pacto
alguno con ninguna potencia extranjera que pudiera hacer peligrar su independencia.
También se estableció que de ninguna forma Cuba podía autorizar a ninguna potencia
extranjera a obtener, para colonización o para fines militares, navales u otros, el
establecimiento o control en ó de cualquier parte de la isla.
Este período marca el inicio de las intervenciones de EUA en la región, proceso que
durará hasta el final de la Política del Buen Vecino. Luego de Theodoro Roosevelt -
mentor del primer corolario a la Doctrina Monroe- asumió la presidencia de EUA William
H. Taft (1909/13) quien inauguró la diplomacia del dólar, provocando tantas
intervenciones como su predecesor. Posteriormente asumió Woodrow Wilson (1913/21)
quien denunció la diplomacia del dólar, pero fue más intervencionista que los otros dos.
Se efectuó la ocupación de Veracruz y la expedición de Pershing contra Pancho Villa en
México; la ocupación de la República Dominicana, Haití y Nicaragua por los marines
norteamericanos 22.
22
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit..
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 21
CAPITULO IV
PRIMERA CONFERENCIA PANAMERICANA
La invitación a una Conferencia Panamericana data de 1881, oportunidad en que el
Secretario de Estado de EUA, James Blaine, convocó a la América del Norte y del Sur
“para tomar parte de un Congreso General que debería reunirse en Washington en 1882,
con el objeto de considerar y discutir los métodos de prevenir las guerras entre los países
de América”.
En la invitación, el Secretario de Estado aclaraba que “está muy lejos del ánimo de este
gobierno presentarse en modo alguno ante el Congreso como protector de sus vecinos o
como árbitro predestinado y necesario de sus disputas” 23.
Sin embargo, la iniciativa no prosperó por diversos motivos: la muerte del presidente de
EUA; la separación de James Blaine de la Secretaría de Estado; la guerra entre Chile y
Perú; y la falta de pronunciamiento sobre el tema por parte del Congreso de EUA. Esto se
comunicó a las demás repúblicas del continente mediante una circular, avisando que la
propuesta se difería para una mejor oportunidad.
En 1888, el Congreso de EUA se expidió mediante una ley, autorizando al Presidente a
convocar a una Conferencia de los Estados del continente, determinando a su vez los
temas a discutir.
En 1889/90 se celebró en la ciudad de Washington la Primera Conferencia Panamericana.
Asistieron 18 Estados. República Dominicana, aduciendo como motivo el hecho de que
EUA no había ratificado un Tratado de Arbitraje y Reciprocidad Comercial firmado en
1884, se negó a concurrir 24.
En el temario de esta Primera Conferencia había tres puntos principales: 1) sobre
“reclamaciones e intervención diplomática” que estaba relacionado con el “derecho de
extranjería; 2) creación de una “unión aduanera”; 3) “arreglo pacífico de las disputas”.
América Latina estaba preocupada por los temas vinculados con el derecho de
conquista y el derecho de los extranjeros, mientras que EUA le daba mayor importancia
a las cuestiones aduaneras y comerciales.
El tratamiento del primer punto del temario estuvo íntimamente vinculado al temor de los
Estados latinoamericanos a enfrentarse a intervenciones por parte de EUA cada vez
que surgieran problemas entre sus gobiernos y las empresas comerciales originarias del
país del norte, en sus respectivos territorios. Ya en la Primera Conferencia Panamericana
se alcanza a notar la situación dada por el interés comercialista de EUA y los reparos de
las pequeñas naciones latinoamericanas.
Sobre el tema, la Conferencia recomendó: “1) Los extranjeros gozan de todos los
derechos civiles de que gozan los nacionales, y pueden hacer uso de ellos, en el fondo, la
forma o procedimiento, y en los recursos a que den lugar, absolutamente en los mismos
23
Caicedo Castilla, José J., El Panamericanismo, (Buenos Aires, 1961), pág. 25.
24
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 64.
22 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
términos que dichos nacionales. 2) La Nación no tiene ni reconoce a favor de los
extranjeros ninguna otras obligaciones o responsabilidades que las que a favor de los
nacionales se hallen establecidas en igual caso por la Constitución y las leyes”.
Los principios del derecho internacional en ese momento establecían diferencias entre
nacionales y extranjeros, desde el momento en que -independientemente de cómo se
tratare a los nacionales- se requería una conducta mínima para el tratamiento de los
extranjeros. Por otra parte, los dos puntos de la recomendación mencionada apuntaban a la
conformación de un Derecho Internacional Americano, y EUA no sólo se oponía, sino que
negaba la existencia de una Ley Internacional Americana 25.
La oposición estadounidense a la recomendación de la Conferencia queda expuesta en la
declaración del delegado cuando dice: “No puedo estar de acuerdo en ninguna opinión
que disminuya el derecho o reduzca el poder de un país por reclamaciones diplomáticas,
que es la manifestación misma de su fuerza moral y de su vitalidad, para proteger los
derechos e intereses de sus ciudadanos” 26.
Esta es la primera exposición del problema de la intervención en el curso del
panamericanismo; tema que luego dominará en la mayoría de las conferencias.
Esta recomendación era la esencia de la Doctrina Calvo. Calvo estableció las bases
intelectuales de la doctrina de la no intervención. Mediante su cláusula se aseguraba
que el extranjero no recurriera a la protección diplomática de su gobierno cuando
sufriera un daño real o imaginario de las autoridades de un país, obteniendo de esta
manera una situación de privilegio respecto de los nacionales del país 27.
El segundo punto del temario, ya había sido tocado con anterioridad, y se resolvió
mediante la creación de una Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas. Existió
una gran oposición a la creación de una Unión Aduanera, especialmente por parte de
Argentina, que ya había manifestado uno de sus rasgos de política externa: su aislamiento
continental, y ahora introducía un segundo rasgo: su política de oposición a EUA. La
posición detentada por Argentina estaba basada en que la comunidad de sus intereses se
encontraban en Europa, especialmente en sus relaciones estrechas con Gran Bretaña. En
su discurso, justificando su oposición a la creación de una Unión Aduanera, el delegado
argentino Roque Sáenz Peña dijo: “No me falta afecciones ni amor por la América, me
falta desconfianza e ingratitud por la Europa; yo no me olvido que allí se encuentra
España, nuestra madre, contemplando con franco regocijo el desenvolvimiento de sus
viejos dominios bajo la acción de los pueblos generosos y viriles que heredaron su
25
EUA siempre negó la existencia de cualquier factor “supranacional” que pudiera obligarlo; salvo que lo
controlara.
26
Ibídem, págs. 64-65. El delegado de EUA era William Trescot. Haití se abstuvo, indicando que pese a que
estaba de acuerdo con la parte 2), su Constitución no concedía a extranjeros plenos de derechos de propiedad. El
resto de los Estados americanos aprobó la recomendación.
27
Existen varios tipos de cláusula Calvo: 1) que comprende la esencia de la enunciación de la doctrina; esto es
que el Estado no reconocerá a los extranjeros más que aquello que reconoce a sus nacionales por la Constitución;
2) se admite la interposición diplomática sólo en caso de denegación de justicia; 3) la inserción en acuerdos de
una cláusula por la que el extranjero se obliga a agotar los recursos locales antes de intentar cualquier
reclamación diplomática. Sobre el tema ver Sepúlveda, César, Martínez Báez, Antonio y García Robles, Alfonso,
Carlos Calvo: Tres Ensayos Mexicanos, (México, Secretaría de Relaciones Exteriores, Tlatelolco, 1974).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 23
sangre; que allí está la Italia, nuestra amiga, y la Francia nuestra hermana, que ilumina
con efigie de diosa las aguas de Nueva York rielando el continente libre por excelencia...”
Su discurso lo culmina con la frase que se haría famosa: “Sea América para la
humanidad!” y cuyo propósito era contradecir el ¡América para los Americanos! de la
declaración de Monroe. Arthur Whitaker dice, refiriéndose al discurso de Sáenz Peña, que
le hubiera faltado agregar: “y Gran Bretaña, nuestro financiero, nuestro mejor cliente y
nuestro vigilante” 28.
El tercer tema no tuvo éxito, pese a que se aprobó un Plan de Arbitraje como “principio
de derecho internacional americano para el arreglo de las diferencias, disputas o
controversias que puedan surgir entre dos o más de ellas”. El Tratado fue firmado por 11
Estados, pero no se ratificó en la fecha establecida 29.
SEGUNDA CONFERENCIA PANAMERICANA
Se celebró en la ciudad de México entre 1901/02. Se firmaron nueve instrumentos. No
participaron Brasil y Venezuela. En el primer caso, porque el delegado de Brasil había
fallecido y en el segundo, la delegación venezolana se retiró de la Conferencia 30.
Entre los meses de mayo y julio de 1899 había tenido lugar la celebración de la Primera
Conferencia de Paz de La Haya, a la que asistieron sólo EUA y México como
representantes de los Estados americanos. En esta Conferencia se adoptó el acuerdo de
Arreglo Pacífico de Disputas Internacionales, creándose la Corte de Arbitraje Permanente
de La Haya 31.
Los temas a tratarse, de acuerdo con el temario, eran: 1) arbitraje (vinculado a las
reclamaciones pecuniarias); 2) asuntos comerciales; 3) arbitraje obligatorio; 4) derecho de
los extranjeros (ya tratado en la Primera Conferencia Panamericana).
El más difícil de los temas fue el del arbitraje. Se firmaron tres acuerdos distintos: 1) un
Protocolo de adhesión al Acuerdo de La Haya, adoptando los principios establecidos en el
mismo como parte de las leyes internacionales americanas. Fue firmado por dieciséis
Estados. El Acuerdo de La Haya establecía el arbitraje voluntario. 2) Se firmó un Tratado
ligado también al Acuerdo de La Haya, por el que se aceptaba el arbitraje por
reclamaciones pecuniarias. Fue firmado por dieciséis Estados. 3) Se firmó un Tratado de
arbitraje obligatorio, que era más bien un acuerdo para aceptar arbitrajes, al igual que su
antecesor de la Primera Conferencia Panamericana. Fue firmado por nueve Estados y seis
lo ratificaron posteriormente. EUA no firmó este último tratado 32.
28
Whitaker, Arthur, La Argentina y los Estados Unidos, (Buenos Aires, Proceso, 1956), pág. 114. Se puede ver
la transcripción completa del discurso de Sáenz Peña en Política Exterior de la República Argentina, op. cit.,
págs. 76-79.
29
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 67.
30
Ibídem, pág. 70.
31
Ibídem, pág. 69.
32
Ibídem, pág. 70.
24 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
El tema vinculado al derecho de los extranjeros, fue rechazado por EUA, porque
interpretaba que este instrumento facilitaba la intervención por parte de los países
latinoamericanos 33.
En cuanto a los asuntos comerciales, se trató la reorganización de la Oficina Comercial,
creándose un Consejo Directivo, cuya presidencia la ejercía el Secretario de Estado de
EUA e integrado por este país y los representantes de los gobiernos de los demás países
americanos acreditados en Washington. Esto implicaba que cualquier Estado americano
que no tuviera representación en Washington, no podía participar de las reuniones ni de
las decisiones panamericanas 34.
35
Una medida digna de destacar, fue la creación de la Oficina Sanitaria Internacional en
Washington en 1902, como primer organismo especializado 36.
En el período que transcurrió hasta la Tercera Conferencia Panamericana, ocurrieron una
serie de acontecimientos importantes. Gran Bretaña y Alemania, a las que posteriormente
se les unió Italia, bloquearon a Venezuela con el propósito de obligarla a pagar deudas que
este país había contraído con aquellas potencias. El bloqueo ocurrió en 1902 y motivó la
proclamación de la Doctrina Drago 37
En 1901, EUA y Gran Bretaña firmaron el Tratado Hay-Pauncefote -ratificado en 1902-
por el que el último país renunciaba a sus derechos de compartir el control del Canal de
Panamá, estableciéndose el principio de neutralidad y de libertad de navegación,
reconocidos para el Canal de Suez 38.
EUA estableció protectorados en Panamá y Cuba, proclamando para esa época el
Corolario Theodoro Roosevelt a la Doctrina Monroe (1904) -ya analizado más arriba-.
Respecto de Cuba, adoptó la Enmienda Platt, concediendo a EUA el derecho de intervenir
en este país, obligándolo por otra parte a no firmar Tratado ni Pacto alguno con ninguna
potencia extranjera que pudiera hacer peligrar la independencia de Cuba. Se estableció
también que, de ninguna forma Cuba podía autorizar a ninguna potencia extranjera a
obtener, para colonización o para fines militares, navales u otros, el establecimiento o
control en o de cualquier parte de la Isla 39.
Este período marca el inicio de las intervenciones de EUA, especialmente en la zona de
Centroamérica y Caribe; proceso que durará hasta el final de la Política del Buen
Vecino 40.
TERCERA CONFERENCIA PANAMERICANA
33
Ibídem, pág. 70.
34
Ibídem, págs. 70 y 77.
35
Ibídem, págs. 70 y 71.
36
Los instrumentos firmados se encuentran en el Anexo A (A.1., A.2., A.3., A.4., A.5., A.6., A.7., A.8., A.9.).
37
Este tema fue tratado en el capítulo correspondiente a la Doctrina Monroe.
38
Osmañczyk, Edmund Jan, Enciclopedia Mundial de las Relaciones Internacionales y Naciones Unidas,
(México, FCE, 1976), pág. 1065.
39
Osmañczyk, Edmund Jan, Enciclopedia ..., op. cit., pág. 522.
40
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 72.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 25
Se celebró en la ciudad de Río de Janeiro, y al igual que en la Segunda Conferencia
Panamericana, asistieron 19 Estados. No participaron Haití y Venezuela.
La idea de EUA respecto de los temas a ser tratados en esta Conferencia, era que no se
incluyera ninguno que tuviera connotaciones políticas.
Los puntos del temario fueron: 1) arbitraje por reclamaciones pecuniarias. Se extendió por
cinco años más el convenio firmado durante la Segunda Conferencia Panamericana. 2)
Elaboración de un Código de Derecho Internacional Público y Derecho Internacional
Privado. Este tema ya había sido fruto de una Convención durante la Segunda Conferencia
Panamericana. Se nombró una Comisión Internacional de Jurisconsultos, para que
elaborase proyectos de código. Este Convenio fue ratificado, a diferencia del adoptado en
México, teniendo la Comisión su primera reunión en Río de Janeiro en junio-julio de
1912. 3) Reorganización de la Oficina Comercial, sobre una base más permanente. Se
extendió su período por diez años más. 4) Adhesión al principio de arbitraje para las
disputas interamericanas. 5) Adhesión a la Segunda Conferencia de Paz de La Haya. 6)
Tratamiento del tema relativo al cobro compulsivo de las deudas públicas. Respecto de
este punto -durante la Conferencia- EUA logró que se delegara a la Conferencia de Paz de
La Haya su tratamiento 41. Su propósito era lograr mantenerse dentro de los esquemas
de las leyes internacionales universales, antes que someterse a un acuerdo mediante
el que se obligara junto con los Estados latinoamericanos 42.
Con posterioridad a la Conferencia celebrada en Río de Janeiro, se llevó a cabo la
Segunda Conferencia de Paz de La Haya. En ésta, los Estados latinoamericanos intentaron
infructuosamente hacer aceptar la Doctrina Drago como ley internacional. Por su parte,
EUA logró la aceptación de su propuesta -Cláusula Porter- que establecía la renuncia al
empleo de la fuerza para el cobro de las deudas públicas, pero se permitía, bajo
ciertas condiciones; particularmente cuando el país deudor se negaba a someter el
asunto a arbitraje o, en el caso de aceptarlo, no nombraba oportunamente al árbitro
o, en el caso de realizado el arbitraje, no ejecutaba el laudo. Esto significaba el
reconocimiento de hecho de la intervención por parte de EUA, lo que perjudicaba a los
latinoamericanos. La mayoría de los Estados latinoamericanos firmó el Convenio donde
estaba la propuesta norteamericana, pero diez de ellos lo hizo con reservas, aparte de que
muy pocos lo ratificaron 43.
Otra reunión importante, fue la Conferencia de Estados Centroamericanos, bajo los
auspicios de EUA y México, en la que se adoptaron medidas para el arreglo pacífico de
las disputas. Se estableció una Corte de Justicia Permanente, pero tuvo corta vida. Se
adoptó la Doctrina Tobar por parte de las Repúblicas Centroamericanas en 1907 44.
CUARTA CONFERENCIA PANAMERICANA
41
Humphrey, J. P., The Interamerican System. A Canadian View, 1942, pág. 64.
42
Los instrumentos firmados se encuentran en el Anexo A (A.10., A.11., A.12., A.13.).
43
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 75. También Caicedo Castilla, José J., El
Panamericanismo..., op. cit., pág. 36.
44
Establece el no reconocimiento de todo nuevo gobierno que asuma mediante golpe de Estado, hasta que quede
ratificado por elecciones populares. Esta Doctrina constituyó la base de la política de reconocimiento de EUA
hacia los países Centroamericanos, pese a que este país no firmó el acuerdo.
26 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Se celebró en la ciudad de Buenos Aires en 1910. Participaron 20 Estados. Bolivia no
asistió, adhiriéndose posteriormente a los instrumentos que emanaron de la Conferencia.
Dentro de su temario, no figuró lo relativo a los sistemas para la solución de conflictos, de
manera que no se avanzó en materia de conciliación y arbitraje.
Los temas tratados fueron: 1) reclamaciones pecuniarias; 2) la Oficina Internacional.
Respecto de este segundo punto, la Unión Internacional de Repúblicas Americanas fue
rebautizada con el nombre de Unión de Repúblicas Americanas, mientras que la Oficina
Internacional se convirtió en la Unión Panamericana. La existencia de la Unión
Panamericana se extendió por resolución, por un período de diez años más 45.
PRIMERA APROXIMACION A LA REALIDAD
INTERAMERICANA
La primera etapa que podemos establecer dentro de la historia del panamericanismo tiene
como hito a la Primera Guerra Mundial, acontecimiento que ocurrió entre la Cuarta y la
Quinta Conferencias. Hasta ese momento los frutos del panamericanismo fueron escasos,
casi nulos. Fue un panamericanismo por inercia. Muy pocos acuerdos fueron ratificados
hasta ese momento, y los que lo fueron, eran los menos importantes. Por otra parte, los
intentos por establecer un mecanismo efectivo para arreglar pacíficamente las disputas
interamericanas, prácticamente no progresaron, pese a haber sido uno de los principales
propósitos del panamericanismo. Durante los acontecimientos provocados por la Primera
Guerra Mundial, no existía en el Sistema Interamericano un mecanismo similar al que se
contó mediante las dos primeras Reuniones de Consulta -de Panamá y La Habana en 1939
y 1940 respectivamente-, que culminó posteriormente en el Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR). Por el contrario, privó la Doctrina Monroe, a la vez que
EUA no tenía motivos para adoptar compromisos de defensa de los países
latinoamericanos 46.
El período que transcurrió entre la Cuarta y Quinta Conferencias fue el de mayor
intervencionismo por parte de EUA en América Latina. Luego de Theodoro Roosevelt
-mentor del primer corolario a la Doctrina Monroe- sucedió en la presidencia de EUA
William H. Taft (1909-1913) que inauguró la diplomacia del dólar, provocando tantas
intervenciones como su predecesor. A continuación asumió Woodrow Wilson (1913-
1921), quien denunció la diplomacia del dólar, pero que fue más intervencionista que los
otros dos. Se efectuó la ocupación de Veracruz y la expedición de Pershing contra Pancho
Villa en México, la ocupación de Veracruz; la ocupación de la .República Dominicana,
Haití y Nicaragua por los marines norteamericanos 47.
Además de la actitud intervencionista de EUA -que mal hablaba de un
Panamericanismo- no hubo solidaridad interamericana durante el período de la Primera
45
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 77. Los instrumentos firmados en esta Conferencia se
encuentran en el Anexo A (A.14., A.15., A.16., A.17.).
46
Ver Puig, Juan Carlos y Colombo de Imaz, Delia, Panamericanismo “por inercia”: 1889-1910, en “Revista de
Derecho Internacional y Ciencias Diplomáticas”, Univ. Nacional de Rosario, Rosario, Argentina, Vol. XXI, No
41/42, 1972, págs. 162-163. Connell-Smith es coincidente en la apreciación, ver su op. cit., pág. 77.
47
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 79.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 27
Guerra Mundial, ya que ocho países latinoamericanos declararon la guerra a Alemania,
pero sólo Brasil y Cuba tuvieron una intervención activa, aunque muy superficial. El resto
de los Estados latinoamericanos: Argentina, Chile y México adoptaron un
comportamiento neutral 48.
Con posterioridad a la Primera Guerra Mundial se creó la Liga de las Naciones,
ofreciendo ciertas esperanzas a los Estados latinoamericanos de encontrar una forma de
protección frente a EUA, como así también provocó cierto resquemor en medios
influyentes norteamericanos, el hecho de que surgiera algún elemento que limitara a la
Doctrina Monroe, principal instrumentos que podría asegurar su hegemonía en el
continente.
No obstante ello, y pese a no haber formado parte de la Liga, el país del Norte procuró
neutralizarla incluyendo dentro del Pacto, en el artículo 21 una cláusula en la que se
consideraba a la Doctrina Monroe como un “entendimiento regional” que sólo podía ser
interpretada por EUA: “Nada de lo que incluye este Convenio se considerará como
afectando la validez de los compromisos internacionales, tales como tratados de arbitraje
o entendimientos regionales, como la Doctrina Monroe, para asegurar el mantenimiento
de la paz”. Debe destacarse que, hablar de la Doctrina Monroe, no es hablar precisamente
de un “entendimiento regional”. No obstante ello, el Senado de EUA no quedó
satisfecho, proponiendo la siguiente enmienda al artículo 21: “Estados Unidos no se
someterá a ningún arbitraje ni investigación, ya sea por la Asamblea o por el Consejo de
la Liga de las Naciones, que ha quedado establecida de acuerdo con el tratado de paz,
problema alguno que, a juicio de EUA, dependa o se relacione a su política establecida
desde tiempo atrás, conocida como la Doctrina Monroe; tal doctrina sólo puede ser
interpretada por Estados Unidos y por este medio se declara quedar totalmente fuera de
la jurisdicción de dicha Liga de las Naciones y completamente inafectable por cualquier
previsión contenida en el tratado de paz con Alemania” 49.
Este artículo 21 del Pacto, que había sido poco satisfactorio para el Senado de EUA, fue
de gran preocupación para América Latina. Argentina, México y El Salvador, al firmar el
Convenio, declararon no reconocer a la Doctrina Monroe como entendimiento
regional.
La Primera Guerra Mundial, trajo como consecuencia también, que revirtiera el proceso
de relaciones comerciales, ya que hasta el momento, el grueso del movimiento comercial
latinoamericano se efectuaba con Gran Bretaña y Alemania. La depresión provocada por
la guerra, tuvo como saldo un mayor ascendente económico, además del político, para
EUA, respecto de América Latina 50.
Durante el período de entre-guerras se sucedieron varias intervenciones de EUA a países
centroamericanos y del Caribe recurriendo, a su vez, a la política del no reconocimiento
de aquellos Estados cuyo gobierno fuera establecido por un golpe de Estado (Doctrina
48
Ibídem, pág. 80.
49
Ver Brown, P. M., The Monroe Doctrine and the League of Nations, en “American Journal of International
Law, Vol. XIV, No 1-2, pág. 209.
50
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 82-83.
28 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Tobar). Como contrapartida, México adoptó la Doctrina Estrada por la que se proclama
el reconocimiento automático, sin referencia a los orígenes. México estaba sufriendo los
efectos de la política norteamericana del no reconocimiento 51.
51
CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit.. BROWN, P.M., The Monroe Doctrine and The League of
Nations, en “American Journal of International Law”, (1970), XIV, No 1/2. PUIG, Juan Carlos, Les Principles
du Droit International Public Americain, (París, Pedone, 1954).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 29
CAPITULO V
INTENTO DE PANAMERICANIZACION DE LA DOCTRINA
MONROE
Las Conferencias Panamericanas que se celebraron con posterioridad a la Primera Guerra
Mundial -quinta a la séptima- se orientaron a una serie de temas de interés, tanto para
EUA como para América Latina.
Uno de los temas de mayor interés para EUA y que se comenzó a tratar desde los
comienzos mismos del panamericanismo, fue el de los derechos de los extranjeros, ya
que lo que buscaba era obtener garantías especiales para sus ciudadanos y empresas. Este
tema estaba vinculado al de la no intervención, que era de interés de los
latinoamericanos. Los latinoamericanos se opusieron, haciendo reservas a través de sus
propias cláusulas constitucionales, en las que no se dan privilegios de ninguna especie,
sino que se trata de igual manera a nacionales y extranjeros. Este tema dio lugar al
desarrollo de la Cláusula Calvo.
QUINTA CONFERENCIA PANAMERICANA
Se celebró en Santiago de Chile en 1923. Asistieron 18 Estados. Estuvieron ausentes
Bolivia (nuevamente), Perú y México, adhiriendo posteriormente al Tratado para Evitar o
Prevenir Conflictos entre los Estados Americanos (Tratado Gondra). México se negó a
participar, debido a que su gobierno no estaba reconocido por el de EUA, quedando
privado de representación ante el Consejo Directivo de la Unión Panamericana que tenía
oficinas en Washington. Los asistentes a las Conferencias eran sólo aquellos Estados que
tenían representación ante el gobierno de Washington 52.
Los temas a tratarse eran: 1) reducción y limitación de los gastos militares y navales; 2)
derechos de los extranjeros; 3) medidas tendientes a una asociación más estrecha de las
Repúblicas Americanas, con vistas a promover intereses comunes; 4) los problemas que
surgirían de la anexión de los derechos de un país por una potencia extra-continental
(ligado a la Doctrina Monroe); 5) organización de la Unión Panamericana.
Prácticamente, y contrariamente a las anteriores Conferencias, el temario aprobado por el
Consejo Directivo de la Unión Panamericana, incluía una mayoría de temas políticos.
Respecto del primer punto (reducción de gastos militares y navales), el debate se centró
en la comparación de fuerzas navales entre Argentina y Brasil, pero no se decidió nada
sustantivo 53.
El tema vinculado a los derechos de los extranjeros, continuaba siendo un punto de
desacuerdo entre EUA y América Latina. EUA buscaba obtener garantías especiales para
52
Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 68-70 y 83. El Ministro de Relaciones Exteriores de
México, Genaro Estrada, formularía más adelante la Doctrina que lleva su nombre, consistente en que el
reconocimiento de un gobierno debe ser automático, sin hacer referencia a sus orígenes.
53
En el discurso pronunciado por el presidente de la delegación argentina, Dr. Manuel Augusto Montes de Oca,
en la sesión de clausura de la Quinta Conferencia, el 3 de mayo de 1923, queda bien en claro este hecho. El texto
completo del discurso se encuentra en La Política Exterior de la Argentina, 1931, op. cit., págs. 135-141.
30 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
sus ciudadanos y empresas, mientras que los latinoamericanos se opusieron
sistemáticamente, haciendo reservas a través de sus propias cláusulas constitucionales,
aduciendo que en las mismas no se dan privilegios de ninguna especie, sino que se trata de
igual manera a nacionales y extranjeros. Para dirimir la situación, fue derivado a la
Comisión de Jurisconsultos en Río de Janeiro, así como una propuesta de Costa Rica para
establecer una Corte Permanente Americana de Justicia.
En cuanto al punto sobre la adopción de medidas tendientes a una asociación más
estrecha de las Repúblicas Americanas, con vistas a promover los intereses comunes, es
interesante destacar como antecedente, que hubo en 1920 una propuesta del presidente del
Uruguay, Brum, en este sentido, pero fue rechazada por EUA, ya que tendía a
panamericanizar la Doctrina Monroe. El tema se difirió para su estudio al Consejo
Directivo de la Unión Panamericana 54. No obstante lo dicho, el delegado de Colombia
atacó la Doctrina Monroe, y otras delegaciones -entre ellas, especialmente la de El
Salvador- aprovecharon la oportunidad para exigir que se la definiera. El único resultado
fue una declaración del delegado norteamericano que manifestó que era “esencialmente
nacional” 55, lo que contradecía rotundamente al artículo 21 de la Liga de las Naciones,
en el que se le daba el tono de “entendimiento regional”. Más tarde, el Secretario de
Estado de EUA, Charles E. Hughes, declararía en un discurso que EUA se reservaba
exclusivamente su “definición, interpretación y aplicación” 56, lo que desechaba toda
posibilidad de logro por parte de los países latinoamericanos de panamericanizarla.
El punto relacionado con la organización de la Unión Panamericana, trajo novedades,
especialmente desde el punto de vista de la participación de los delegados a las
Conferencias. Efectivamente, se logró que todo Estado que no estuviera representado ante
el gobierno de Washington por cualquier motivo, podía nombrar un representante especial
ante las Conferencias Panamericanas, con derecho a voto. Por otra parte, la presidencia
del Consejo Directivo, que de hecho fue siempre ocupada por el Secretario de Estado de
EUA, debía, de ahora en más, ser ocupada por elección.
Uno de los logros más importantes, fue la adopción del Tratado para Evitar o Prevenir
Conflictos entre los Estados Americanos (Tratado Gondra), constituyendo el primer paso
hacia el establecimiento de un mecanismo interamericano de paz efectivo 57.
Respecto de la codificación del Derecho Internacional, se estableció por resolución que se
continuara trabajando sobre el tema, conformándose a los efectos una Comisión de
Jurisconsultos renovada, para que se reuniera en Río de Janeiro en 1925 58. La Comisión
de Jurisconsultos creada en la Tercera Conferencia Panamericana había logrado muy
poco.
En otro orden de cosas, hubo un debate sobre la existencia o no de una ley internacional
americana. El jurisconsulto chileno Alejandro Alvarez, consideraba que los Estados
Americanos habían contribuido al Derecho Internacional, con principios que constituían
54
Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 79 y 84.
55
Ibídem pág. 84.
56
Ibídem pág. 84.
57
Ver en Anexo A, (A.18.).
58
Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 86.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 31
leyes internacionales distintivas de las europeas. El delegado argentino no sólo negó la
existencia de una ley internacional americana, sino que dudó que fuese deseable que la
hubiera 59.
EL INTERVENCIONISMO NORTEAMERICANO EN
CENTROAMERICA Y EL CARIBE
Antes de la celebración de la Sexta Conferencia Panamericana, ocurrieron una serie de
acontecimientos que enervaron las tensiones entre los Estados latinoamericanos y EUA.
Estos acontecimientos estaban especialmente vinculados a la Doctrina Monroe.
En 1926, EUA intervino en Nicaragua; un año después de que sus marines habían sido
retirados del lugar. En este país, EUA recurrió a la política del no reconocimiento 60. La
justificación de la intervención, según el Secretario de Estado Kellogg, estaba dada por el
propósito de defender al país del peligro del bolchevismo.
En abril de 1927, y justificando esta vez a la intervención en sí, el presidente de EUA,
Calvin Coolidge dijo en un discurso: “ha quedado (...) perfectamente establecido que
nuestro gobierno posee ciertos derechos y algunas obligaciones hacia nuestros propios
ciudadanos y sus propiedades, dondequiera que se encuentren localizados. La persona y
propiedades de un ciudadano son parte del dominio general de la Nación, aún en el
extranjero” 61.
La insistencia por parte de EUA de sostener el derecho de intervención basado en las
leyes internacionales, explica el interés permanente de los latinoamericanos por hacer
aceptar la no intervención como principio de ley internacional americana 62. Sobre este
tema, resulta elocuente el discurso del presidente de la delegación argentina, Doctor
Honorio Pueyrredón, en la Sexta Conferencia: “La soberanía de los Estados consiste en el
derecho absoluto, en la entera autonomía interior y en la completa independencia
externa. este derecho está garantizado en las naciones fuertes. Si ese derecho no se
consagra y no se practica en forma absoluta, la armonía jurídica internacional no existe.
La intervención diplomática o armada, permanente o temporal, atenta contra la
independencia de los Estados, sin que la justifique el deber de proteger el derecho de los
nacionales, ya que tal derecho no podrían, a su vez, ejercitarlo las naciones débiles
cuando sus súbditos sufrieran daños por convulsiones en las naciones fuertes. (...) La
República Argentina considera que ese respeto es imprescindible para que las jóvenes
naciones americanas pasen por las transformaciones de la experiencia del gobierno
propio, evolucionando naturalmente en los ensayos de las instituciones políticas, hasta
llegar, sin intervenciones extrañas, a la perfecta madurez de la democracia, que ha de
regir sus destinos en la paz interior, a la concordia internacional. Esta doctrina ha sido
sustentada por la Argentina a través de su vida de Nación independiente, y la ha
reiterado en ocasión solemne ante la primera Asamblea de la Liga de las Naciones,
59
Puig, Juan Carlos, Les Principles du Droit International Public Américain, (Par[is, Pedone, 1954), págs. 15-18.
Los instrumentos firmados en esta Conferencia se encuentran en el Anexo A, (A.18., A.19. A.20., A.21.).
60
Ver más arriba lo dicho sobre la Conferencia de Estados Centroamericanos en 1907, y la Doctrina Tobar.
61
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 87. Ver también Puig, Juan Carlos, Les
Principles..., op. cit., págs. 50-52.
62
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 88.
32 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
preconizando la igualdad jurídica de los Estados cualesquiera que fuesen su extensión
territorial, su población, su desarrollo cultural o material, reconociendo sus derechos
inalienables como entidades soberanas en el concierto de las naciones.” 63.
La intervención de EUA en Nicaragua, fue tema de discusión especial en las sesiones de
la Comisión Internacional de Jurisconsultos que se celebraba en Río de Janeiro en abril-
mayo de 1927. Un borrador preparado por el Instituto Americano de Derecho
Internacional, preveía la prohibición de la “ocupación de cualquier parte del territorio de
una república americana por otro Estado, aún cuando fuese temporal o con su
consentimiento” 64. Esto provocó un gran debate político, incluyéndose con tal motivo una
cláusula en el borrador “prohibiendo la intervención de un Estado en los asuntos internos
de otro” 65.
En las instrucciones del Secretario de Estado norteamericano a sus delegados ante la Sexta
Conferencia, les manifestó: “Este Gobierno no podría, desde luego, hacerse cargo de
limitar o restringir su acción en futuras contingencias desconocidas ahora sobre las
medidas de protección que podría considerar como de su incumbencia ejercer para
proteger a los ciudadanos y propietarios de los Estados Unidos, puestos en peligro por
revolución u otro disturbio civil en un país extranjero” 66. A continuación agregó que
deberían oponerse a toda sugerencia de invitar a representantes de la Liga de las Naciones
para que asistan a la Sexta Conferencia. Evidentemente en el Sistema Panamericano, la
ley internacional la constituía EUA, y este país no iba a permitir que ningún organismo
supranacional le impusiera reglas del comportamiento.
Todas estas instrucciones a la delegación norteamericana, eran una forma de prepararse
para un probable enfrentamiento con los Estados latinoamericanos en la Sexta
Conferencia. No obstante, llegado el momento, no hubo tal enfrentamiento, al menos en
los términos en que los norteamericanos lo esperaban.
El problema de base estaba dado por la imposibilidad por parte de los latinoamericanos de
presentar un frente único 67. Este problema fue señalado por el presidente de la delegación
norteamericana, el ex Secretario de Estado Hughes, luego de finalizada la Sexta
Conferencia Panamericana, al declarar que no había “una entidad conocida como
63
La Política Exterior de la República Argentina, 1931, op. cit., págs. 341-342. Aquí ya se comienza a plantear el
problema de la legalidad versus la legitimidad de la intervención. El planteo del problema está significativamente
expresado en el discurso de Honorio Pueyrredón. Si bien los Estados latinoamericanos logran que se adopten
resoluciones sobre la no intervención directa o indirecta, tanto en los asuntos internos como externos de los
Estados de la región, así como en la Carta de la OEA (Art. 18), donde queda manifiesto que la prohibición está
no sólo dirigida a potencias extra-continentales, sino también a países del hemisferio (“ningún Estado o grupo de
Estados”); y más adelante se llega incluso a la adopción de una resolución sobre el tema por parte de la
Asamblea General de la ONU; el tema jurídico no agota la solución de la problemática, ya que EUA siempre
encontró una causa que “legitimara” su intervención -protección de sus ciudadanos o propiedades; evitar el
avance del comunismo; el problema del narcotráfico; etc.-.
64
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 88.
65
Ibídem pág. 88.
66
Ibídem pág. 89.
67
Es bueno repasar lo dicho más arriba bajo el título “La propuesta de Bolívar”.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 33
América Latina por una parte y Estados Unidos por la otra... Para hablar con
propiedad, no existe un concierto de Estados latinoamericanos” 68.
La situación en América Latina, efectivamente no era muy halagüeña. Haití y Nicaragua
se encontraban ocupados por los marines; Cuba estaba negociando la revocación de la
Enmienda Platt y el problema plantado por una reducción de la tarifa del azúcar por EUA;
Chile y Perú estaban preocupados por no ofender al árbitro de la disputa sobre Tacna y
Arica; el resto de los Estados estaban divididos también; entre quienes aceptaban que
Argentina pretendiera un liderazgo en su enfrentamiento con EUA, y los que no lo
aceptaban.
68
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 90.
34 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO VI
EL PRINCIPIO DE NO INTERVENCION Y LA SOLUCION
PACIFICA DE LOS CONFLICTOS
La principal preocupación de América Latina seguía siendo el tema de la no intervención,
al que se oponía sistemáticamente EUA, aludiendo a que las principales dificultades de los
países de la región no provenían de agresiones externas, sino del interior de esos países, en
los que los gobiernos son inestables debido a situaciones permanentes de convulsión
interna. En definitiva, los intentos de “panamericanizar” la Doctrina Monroe, terminarán
siendo cooptados por EUA en su beneficio, a través de la Política del Buen Vecino y los
principios de consulta“ y de responsabilidad colectiva“ adoptados en la Conferencia
Interamericana de Consolidación de la Paz (Buenos Aires, 1936).
A este tema, se agregaron el de la solución pacífica de los conflictos -aunque los propios
países de la región no lograron ponerse de acuerdo sobre los procedimientos y EUA se
mantuvo en una posición reticente a cualquier forma supranacional que limitara su manejo
externo- y el tratamiento de los problemas económicos y comerciales, de interés central
para América Latina, pero que EUA permanentemente eludía.
SEXTA CONFERENCIA PANAMERICANA
Se celebró en La Habana en 1920 y asistieron 21 Estados. No hubo ausentes. El temario
de la Conferencia era: 1) organización de la Unión Panamericana; 2) asuntos de naturaleza
jurídica interamericana; 3) problemas de comunicaciones; 4) cooperación intelectual; 5)
problemas económicos; 6) problemas sociales; 7) informes sobre tratados, convenios y
resoluciones aprobados en Conferencias anteriores; y 8) Conferencia futuras.
En lo que hace a la organización de la Unión Panamericana, había quedado demostrado
hasta el momento el interés por parte de EUA de evitar todo debate político en el seno de
las Conferencias. Por otra parte, la conducción de la organización era llevada a cabo
tradicionalmente por el Secretario de Estado de EUA, lo que implicaba significativamente
que también era manejada por este país, según sus propios lineamientos. Además,
tampoco estaban dispuestos los Estados latinoamericanos a conceder funciones de carácter
político a un órgano que era manejado por EUA. Esto llevó a México a proponer que se le
prohibiese a la Unión Panamericana expresamente ejercer funciones políticas, lo que fue
aceptado.
En lo que respecta al Consejo Directivo, se resolvió que el “gobierno de la Unión
Panamericana deberá quedar investido en el Consejo Directivo, compuesto por los
representantes que los gobiernos americanos nombren”. El nombramiento podía caberle a
los representantes diplomáticos de los respectivos países ante Washington 69. Una vez más
quedaban excluidos todos aquellos Estados que no tuvieran representación diplomática en
Washington, por cualquier motivo.
En cuanto a los asuntos de naturaleza jurídica, estaban coronados por la propuesta hecha
por la Comisión de Jurisconsultos de Río de Janeiro que contenía la cláusula de no
69
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 92-93.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 35
intervención. Se consideraba entre los latinoamericanos, que la principal causa de una
falta de cooperación interamericana se debía al intervencionismo norteamericano.
Hubo una propuesta por parte del delegado peruano para reemplazar a la de Río de Janeiro
por una declaración anterior (1916) sobre los derechos y obligaciones de los Estados, y
formulada en esa oportunidad por el Instituto Americano de Derecho Internacional.
Provocó serias discusiones entre los latinoamericanos, pero el delegado norteamericano la
encontró aceptable, ya que no hacía referencia al tema de la intervención. Ante el
desacuerdo, se propuso, en principio, que se archivara para ser discutido durante la
Séptima Conferencia, pero el delegado salvadoreño logró que se aprobara la cláusula de
no intervención.
Hubo debates muy enconados, y según Connell-Smith, las actas debieron rehacerse, ya
que los delegados se dijeron hasta malas palabras. En el curso del debate, el presidente de
la delegación norteamericana, Hughes, defendió la posición de su país, alegando:
“enfrentémonos a los hechos. la dificultad de existir, en cualesquiera de las repúblicas
americanas, no es de agresión externa. Se trata de una dificultad interna. De vez en
cuando surge una situación sumamente deplorable y lamentable, en que no opera la
soberanía cuando por algún tiempo, en ciertas regiones, no existe gobierno alguno (...)
¿Qué hemos de hacer cuando un gobierno se desmorona y los ciudadanos americanos ven
peligrar su vida? ¿Hemos de permanecer inactivos y ver que los maten porque un
gobierno, por circunstancias fuera de su control y por las que no puede ser hecho
responsable sea ya incapaz de proporcionarles una protección razonable? (...) Es un
principio de ley internacional que en casos tales un gobierno tiene plena justificación
en tomar medidas -yo lo llamaría interposición temporal- con el fin de proteger las
vidas y la propiedad de sus ciudadanos. Yo podría firmar que no se trata de intervención.
En los libros de texto puede verse que esto no es intervención (...) Indudablemente
Estados Unidos no puede renunciar a su derecho de proteger a sus ciudadanos. Las leyes
internacionales no pueden cambiarse a través de las resoluciones de Esta Conferencia
(...) Los derechos de las naciones son permanentes, pero las naciones tienen obligaciones,
al mismo tiempo que disfrutan de los derechos” 70.
Si bien era un derecho -en términos del delegado de EUA- el proteger a sus ciudadanos y
propiedades, era un derecho que sólo EUA podía ejercer, porque tenía el poder de
hacerlo. Además, asoma una vez más, el verdadero sentido que EUA le daba a la Doctrina
Monroe; esto es, la proyección hemisférica de sus intereses nacionales ya que,
evidentemente, estaban más preocupados por mantener un orden regional, que por la
posibilidad de un ataque externo.
El delegado de Cuba, Ferrara, apoyando lo dicho por el presidente de la delegación
norteamericana, advirtió que el principio de la no intervención que se suponía que debía
garantizar la autodeterminación, era un arma de doble filo, ya que podía convertirse en un
medio para perpetuar en el poder a los tiranos 71. Irónicamente, el gobierno cubano fue
intervenido por EUA en 1933.
70
Ibídem, págs. 94-95. Ver en Capítulo IV el discurso de Honorio Pueyrredón.
71
Ibídem, pág. 95.
36 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
El tema de la no intervención volvería a ser tratado en la Séptima Conferencia
Panamericana.
Otro punto de importancia dentro del ámbito de las relaciones jurídicas interamericanas, lo
constituyó el de la conciliación y arbitraje, estableciéndose mediante una Resolución la
celebración de una Conferencia Especial. También se condenaron los actos de agresión,
pero no se definieron, ni se adoptaron previsiones para sancionar a los agresores.
Se adoptaron convenios codificando ramas de leyes internacionales, tales como: 1)
situación de los extranjeros; 2) Tratados; 3) funcionarios diplomáticos; 4) funcionarios
consulares; 5) neutralidad marítima; 6) derecho de asilo; 7) derechos y obligaciones de los
Estados en caso de guerras civiles; 8) en el campo del Derecho Internacional privado se
adoptó el Código de Bustamante.
En cuanto a los problemas económico-comerciales, al discutirse el Convenio cuyo
propósito era la organización de la Unión Panamericana, surgieron dos temas importantes:
1) el interés por promover -por parte de los Estados latinoamericanos- una creciente
conciliación de los intereses económicos; y 2) solucionar el problema de las excesivas
barreras al comercio interamericano, especialmente por causa del proteccionismo
norteamericano (Ley Smoot-Hawley). En el preámbulo del convenio, se reconocía la
“igualdad jurídica y la completa independencia de las Repúblicas Americanas” 72.
Las tarifas establecidas por EUA, perjudicaban especialmente al comercio argentino,
motivo por el cual, el presidente de la delegación de este país manifestó el deseo de incluir
en el Convenio una declaración, oponiéndose al excesivo proteccionismo norteamericano.
Por supuesto, EUA se opuso a esto y Argentina no tuvo eco por parte del resto de las
repúblicas americanas, salvo en tono muy débil, de algunas de ellas. Incluso el propio
gobierno argentino decidió no apoyar su posición, para conservar las buenas relaciones
con EUA, lo que hizo que su representante retirara su propuesta. No obstante ello,
Argentina no ratificó el Convenio 73. Uno de los temas de relevancia para los Estados
latinoamericanos -los problemas económicos- recibiría el primer golpe 74.
CONFERENCIA INTERNACIONAL AMERICANA DE
CONCILIACION Y ARBITRAJE
Entre la Sexta y la Séptima Conferencias, se celebraron dos Conferencias Especializadas,
de las que surgieron cinco instrumentos jurídicos y una Convención abierta a la firma en
la Secretaría General. La primera fue la Conferencia Internacional Americana de
Conciliación y Arbitraje, que se celebró en Washington en 1929. No asistió la República
Argentina. Se adoptaron tres instrumentos vinculados con el tema de la pacificación de las
relaciones interamericanas: 1) Convención General de Conciliación Interamericana (B.4.),
que agregó al Pacto Gondra funciones conciliatorias para las comisiones que se
contemplaba crear a través del mismo, dando además poder a las comisiones permanentes,
72
Ibídem, pág. 92.
73
Ibídem, pág. 92.
74
Los instrumentos jurídicos firmados se encuentran en el Anexo A (A.22., A.23., A.24., A.25., A.26., A.27.,
A.28., A.29., A.30., A.31., A.32.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 37
para realizar estas funciones sin que les fuera solicitado, hasta que quedara establecida la
Comisión ad hoc. Esta última requería de la cooperación de las partes en disputa.
La Convención fue firmada por todos los Estados y ratificada por 18. Argentina, que
como dijimos, no asistió a esta Conferencia, se adhirió a la Convención 75.
2) Tratado General de Arbitraje Interamericano (B.5.), mediante el cual, todos los Estados
se comprometían a someter a arbitraje todos los problemas de carácter jurídico,
incluyéndose: a) la interpretación de Tratados; b) problemas de leyes internacionales; c)
todo hecho que constituya una violación a una obligación internacional; d) la naturaleza y
extensión de las reparaciones que deben hacerse por violación a las obligaciones
internacionales.
Las controversias en la jurisdicción interna de cualquiera de las partes, fuera del control de
las leyes internacionales, y las que afecten a terceras partes, quedaron excluidas del
Tratado.
El Tratado no previó la creación de una Comisión Permanente que pudiera actuar a
iniciativa de una de las partes en disputa, tal como era el caso de la Convención sobre
Conciliación. La cooperación entre las partes es esencial para lograr el arbitraje, lo que
equivale a ponerse de acuerdo acerca de llevar las disputas a arbitraje mediante un
Tratado.
EUA firmó y ratificó este Tratado 76, pero con reservas que lo privaron de su
obligatoriedad. Las repúblicas americanas lo firmaron y/o ratificaron, en la mayoría de los
casos, con reservas, debilitando de esta manera el Tratado 77.
3) Protocolo de Arbitraje Progresivo (B.6.), cuya finalidad es procurar que las partes del
Tratado abandonen formalmente, parcial o totalmente las reservas que hicieron. De esta
manera progresivamente se podría extender el alcance del Tratado 78.
75
Ver Anexo B (B.4.). Ver Serie sobre Tratados No 16, Tratados y Convenciones Interamericanos de Paz,
OEA/Ser. X/2, (Español), Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, Washington D.C.,
1972, págs. 10-13. Ver también Serie sobre Tratados No 5, Estado de los Tratados y Convenciones
Interamericanos, Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, Revisado al 30 de Setiembre de
1976, último informe de la OEA, pág. 13.
76
Ver Anexo B (B.5.).
77
Bolivia, Costa Rica, Paraguay y Uruguay, lo firmaron con reservas y no lo ratificaron. Colombia, Chile,
Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, República Dominicana, EUA y Venezuela, lo ratificaron
con reservas. Argentina, como dijimos, no asistió a la Conferencia y tampoco adhirió al Tratado.
78
Lo firmaron todos los Estados miembros, menos Argentina que no asistió a esta Conferencia y no adhirió a la
Convención ni al Tratado. Lo ratificaron sólo 10 Estados: Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití,
Honduras, México, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela. Brasil que había ratificado sin reservas tanto
la Convención como el Tratado, sólo firmó el protocolo, sin ratificarlo. Lo mismo pasó con Panamá, Perú y
Cuba. El presente Protocolo, así como la Convención sobre Conciliación y el Tratado General de Arbitraje, han
sido derogados por el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá - 1948 - A.42.), aunque
sigue rigiendo entre aquellos Estados que no han ratificado el Pacto. Ver, Serie sobre Tratados No 16, op. cit.,
págs. 22-23. Ver también Serie sobre Tratados No 9, Tratados y Convenciones Interamericanos: Firmas,
Ratificaciones y Depósitos, con notas explicativas, Washington D.C., 1961, págs. 57-59 y Serie sobre Tratados
No 5, op. cit., pág. 13.
38 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
La segunda reunión que se llevó a cabo, fue la Conferencia Panamericana de Marcas de
Fábrica, que se celebró en Washington en 1929, de la que emanaron dos instrumentos: 1)
Convención General Interamericana de Protección Marcaria y Comercial (B.7.) y 2)
Protocolo sobre Registro Interamericano de Fábrica (B.8.) 79.
Con posterioridad, el 6 de Octubre de 1930 se adoptó una Convención sobre la
Reglamentación del Tráfico Automotor (C.1.), quedando abierta para su firma en la
Secretaría General de la Unión Panamericana 80.
NUEVA APROXIMACION A LA REALIDAD INTERAMERICANA
No obstante los objetivos comunes de los latinoamericanos, vinculados a temas tales
como no intervención, desarrollo económico-comercial, solución pacífica de los
conflictos, etc., no había unidad en América Latina. Esto queda de manifiesto con
posterioridad a la Sexta Conferencia Panamericana, oportunidad en que el Secretario de
Estado norteamericano, Hughes, declaraba que dudaba de la existencia de una entidad
denominada América Latina por un lado y EUA por el otro. En otras palabras, dudaba de
la existencia de un concierto de Estados latinoamericanos.
Indudablemente, a lo largo del período que va desde la Primera Conferencia, ha habido un
mayor estrechamiento de relaciones, pero no por ello, éstas llegaron a ser armónicas. No
existía un mecanismo de defensa mútua, aunque hasta el momento tampoco había sido
objetivo del Sistema Interamericano el crearlo. Sí lo era el arreglo pacífico de las disputas
y, como hemos comprobado anteriormente, la efectividad de los instrumentos en el
período en que tuvieron vigencia para los que los ratificaron, fue prácticamente nula.
Durante el período surgieron controversias graves, como las de Tacna y Arica entre Chile
y Perú, o la controversia entre Bolivia y Paraguay sobre el Chaco Boreal en 1928,
llevando posteriormente a la guerra entre ambas partes. Para este caso, se aplicó el Pacto
Gondra, aunque hubo otra serie de procedimientos, tales como mediación por parte de
Argentina, y hasta la intervención de la Sociedad de Naciones para buscar una solución al
conflicto, que finalmente se logró con la firma de un Tratado de Paz en Julio de 1938 81.
Por otro lado, pese a que se han firmado instrumentos, tales como marcas de comercio y
de fábrica; patentes de invención; uniformidad de nomenclatura para la clasificación de
mercaderías; aviación comercial; propiedad literaria y artística; no se puede hablar
realmente de una cooperación económica, en el sentido de abordar los temas que
realmente significan un problema para los países del Sistema, especialmente los
latinoamericanos.
Por el contrario, la “diplomacia del dólar“, entre 1925-30 se vio subrayada por la
imposición de préstamos innecesarios, por parte de los bancos neoyorquinos, ayudados
79
Ver Anexo B (B.7. y B.8.).
80
Ver Anexo C (C.1.).
81
Ver Puig, Juan Carlos, Irureta, Hugo y Colombo de Imaz, Delia, Historia Política Contemporánea, op. cit.,
págs. 106-107.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 39
por visitas hechas por el profesor Kaemmerer a varias repúblicas americanas, con
intereses leoninos y grandes deducciones por concepto de comisiones 82.
82
Ver Cuevas Cancino, Francisco, Roosevelt y la Buena Vecindad, (México, FCE, 1954), pág. 116.
40 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO VII
POLITICA DEL BUEN VECINO
La Buena Vecindad, en el campo de lo político, tiene profundas raíces; se manifiesta
genérica en la política latinoamericana de EUA, y específicamente fue empleada por el
presidente Hoover. Desde que EUA inició relaciones diplomáticas con las nuevas
repúblicas americanas, términos similares y semejantes al de Buena Vecindad aparecen.
Aún antes de realizada la independencia de los países latinoamericanos, ya aparece la idea
de vecindad. Las instrucciones dadas a Poinsett, primer agente diplomático en estas
regiones, le ordenan “... extender la impresión de que EUA mantiene la buena voluntad
más sincera hacia los pueblos de Hispanoamérica, tal como corresponde a vecinos que
ocupan una misma porción del globo y tienen mútuo interés en cultivar amistosas
relaciones”. Monroe en su mensaje al Congreso del 8 de Marzo de 1822, afirmó que “las
provincias que pertenecen a este hemisferio son nuestros vecinos”, y Clay, por su parte,
procuró plasmar idéntica idea en una serie de Tratados que denominó de “buen
vecindazgo”.
Fue Elio Root, dentro del esquema “imperialista” de Theodoro Roosevelt, quien tipificó
en la época los propósitos panamericanos. Y fue de esa manera, como Root sugirió y
apoyó la Enmienda Platt, porque para él ésta, era la expresión de los deberes que un país
fuerte y bien organizado tenía para con sus débiles vecinos, y el término de “Buena
Vecindad” lo empleó en relación a los deberes que correspondían a su país con respecto a
República Dominicana 83.
Luego de la Primera Guerra Mundial, EUA logró una posición de fuerza respecto de sus
vecinos latinoamericanos. La Doctrina Monroe había sido aceptada por los Estados no
Americanos, lo que no justificaba la intervención del país del norte para “proteger” a un
Estado latinoamericano.
En 1930, se publicó el Memorándum Clark -en honor al Subsecretario de Estado para
Asuntos Latinoamericanos J. Reuben Clark- por el que no se justificaba el Corolario
Theodoro Roosevelt a la Doctrina Monroe (1904). No se justificaba la intervención
cuando estaba amparada por la Doctrina Monroe, pero nada se decía de la intervención
en sí.
Durante el período del Secretario de Estado Doctrina Stimson -mentor, durante el período
de Hoover, de la Doctrina Stimson, por la que no se aceptaba la ocupación japonesa en la
Manchuria- se previó la evacuación de los marines de Nicaragua, ya que “haría quedar
absolutamente mal en China, (a EUA) donde Japón ha realizado todas sus obras
monstruosas bajo el disfraz de proteger a sus nacionales, mediante una fuerza de
desembarco” 84. La idea de Stimson era dar el ejemplo en casa.
Durante el período presidencial de Hoover, se sancionó la Ley Smoot-Hawley, que elevó
las tarifas aduaneras de EUA a los niveles más altos de la historia, perjudicando a los
países latinoamericanos. Debemos recordar que estaban en la crisis del 29/30.
83
Ibídem, págs. 113-114.
84
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 102-104.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 41
Los efectos que provocaron los Republicanos por la progresiva elevación de las tarifas,
condujeron a los demócratas a defender, como punto fundamental en su campaña de 1932,
su reducción y el aumento del comercio internacional. Esta política, formaba parte de lo
que, durante la aplicación de la Política del Buen Vecino por Franklin D. Roosevelt, se
llamaría el “Nuevo Trato” (New Deal). Dentro de este esquema, triunfó la corriente
liderada por Cordell Hull, que proponía un “liberalismo manchesteriano”. De esta
manera aprovechó la Conferencia de Montevideo (1933) para presentar y lograr la
aprobación de una Resolución que contenía todos los principios fundamentales de su
política: una tregua aduanal; negociaciones para la supresión de las barreras entre
países y convenios comerciales que incluyeran el principio de la nación más favorecida
85
. Esta posición de la Política del Buen Vecino, quedó expresada en el primer discurso
que dijo Franklin D. Roosevelt ante los directivos de la Unión Panamericana el 12 de
Abril de 1933.
Para 1933, el Presidente Franklin D. Roosevelt denunció las tarifas y buscó la conciliación
con los Estados latinoamericanos a través de un esquema de asociación, a fin de
solucionar los problemas que se plantearan, en vez de intervenir unilateralmente. Mientras
Theodoro Roosevelt, en su Corolario, admitía la posibilidad de intervención en defensa de
los ciudadanos norteamericanos en países en que surgiera una convulsión o guerra civil,
Franklin D. Roosevelt -siguiendo propuestas de Summer Wells- interpretó a la Doctrina
Monroe indicando que EUA consultaría a las repúblicas latinoamericanas en caso de que
la anarquía se adueñara de uno de esos países, ya que la responsabilidad de tales crisis
recaía sobre todo el continente. Su propuesta comprendía la renuncia a la intervención
armada, pero conservaba el derecho de proteger a sus ciudadanos en el exterior. En
definitiva, mantenía básicamente la propuesta de Theodoro Roosevelt pero, ante la
situación de crisis económica mundial, procuró un acercamiento con la región, a fin de
incrementar los lazos comerciales 86.
Esta fue la base de la Política del Buen Vecino. No obstante ello, la dejó de lado con la
intervención a Cuba en el mismo año.
SEPTIMA CONFERENCIA PANAMERICANA
Se celebró en la ciudad de Montevideo en 1933. Participaron 20 Estados. No asistió Costa
Rica, mientras que Cuba y El Salvador, cuyos gobiernos no habían sido reconocidos por
EUA, enviaron representantes.
El temario de la Conferencia contemplaba el tratamiento de: 1) la organización de la paz;
2) problemas de leyes internacionales; 3) derechos civiles y políticos de la mujer; 4)
problemas económicos y financieros; 5) problemas sociales; 6) cooperación intelectual; 7)
transportes; 8) resultado de las conferencia anteriores y planes para las futuras.
También se incluyó como tema especial, el establecimiento de un Banco Internacional
Americano, adoptándose durante la Conferencia esta decisión por Resolución XXXVIII,
85
Ver Cuevas Cancino, Francisco, Roosevelt y la... op. cit., págs. 148-150.
86
Ibídem, pág. 165.
42 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
pero no se volvió a tomar medida alguna sobre el particular, sino recién durante la Primera
Reunión de Consulta celebrada en 1939 en Panamá.
El punto primero del temario fue abordado por una propuesta concreta hecha por la
delegación de México, acerca de la creación de un Código de Paz. La cuestión fue
implementada a través de la adopción de un Protocolo Adicional a la Convención General
de Conciliación Interamericana de 1929 (A.39.), comprometiéndose los signatarios a
establecer comisiones permanentes de investigación y conciliación, que reemplazarían a
las comisiones ad hoc del Pacto Gondra. También invitaba a los Estados que no lo
hubieran hecho, a ratificar el Pacto Gondra, el Pacto de París 87, los Tratados firmados en
Washington en 1929 (B.4. y B.5.), y el Pacto Antibélico Saavedra Lamas 88.
El tema de fondo, que suscitó grandes debates, fue la adopción de la Convención sobre
Deberes y Derechos de los Estados.
EUA se oponía a esta Convención, ya que uno de sus artículos afectaba en forma directa a
la Enmienda Platt y a los “convenios” que había efectuado con Haití y República
Dominicana. “También impediría el desembarco de tropas en cualquier país para la
protección de los ciudadanos estadounidenses durante las frecuentes revoluciones de los
países latinoamericanos” (Corolario Theodoro Roosevelt a la Doctrina Monroe) 89. El
delegado de EUA, Cordell Hull, decidió aceptar la Convención, pero haciendo la reserva
de que la adoptaba al amparo de “las leyes de las naciones, tal como se reconocen y
aceptan” 90, lo que equivalía a declarar que el principio de intervención sostenido por la
interpretación norteamericana de la Doctrina Monroe debía ser reconocido y aceptado.
En la Convención se establecía que ningún Estado tiene el derecho de intervenir en los
asuntos internos o externos de otro. Por fin se había incluido el principio de no
intervención, reforzado por el artículo 9, donde se incluía la Doctrina Calvo91.
87
Conocido como Pacto Briand Kellog. Firmado en 1928 en París y abierto a la firma de todos los Estados. No
lo firmaron Argentina, Bolivia, El Salvador, Uruguay y Yemen. Condena la guerra en general como instrumento
de política nacional. La obligación de buscar la solución de los conflictos por medios pacíficos incluida en este
tratado sería insertada en los artículos 1 y 2 de la Carta de las Naciones Unidas. Ver Enciclopedia Mundial de
Relaciones Internacionales y Naciones Unidas, op. cit., págs. 1050-51.
88
Serie sobre Tratados No 16, op. cit., págs. 34-35.
89
Instrucciones del Secretario de Estado norteamericano a la delegación asistente a la Séptima Conferencia.
Citado en CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 110.
90
Ver Cuevas Cancino, Francisco, Roosevelt y la... op. cit., págs. 171-173.
91
Ver también más arriba (nota 63), en la que se transcribe el artículo 18 de la Carta de la OEA, donde se incluye
este principio. La Convención fija los requisitos necesarios para la existencia del Estado como persona de
Derecho Internacional, determinando que su existencia política es independiente de su reconocimiento por los
demás Estados, consagrando la igualdad jurídica. Asimismo, reafirma el principio del no reconocimiento de
adquisiciones territoriales o de ventajas especiales que se realicen por la fuerza. Brasil y Perú presentaron la
siguiente reserva: “Que aceptan la doctrina en principio, pero no la estiman codificable porque hay países que
aún no han firmado el Pacto Antibélico de Río de Janeiro, del cual ella forma parte, y por lo tanto no constituye
todavía derecho internacional positivo apto para la codificación.” Ver Conferencias Interamericanas 1889-1936,
(Secretaría General de la OEA, Washington D.C., 1938), págs. 546-547. En 1949, la Asamblea General de la
ONU adoptó una Convención donde se contemplan, el principio de no intervención, la condena de la guerra
como instrumento de política nacional y la Doctrina Drago. Ver la Comisión de Derecho Internacional y su
Obra, (ONU, New York, 1949).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 43
Respecto de los problemas económico-financieros, la delegación mexicana declaró que los
problemas básicos del hemisferio no eran tanto políticos, sino económicos y
fundamentalmente sociales. El futuro del Sistema Interamericano dependía en cierta
medida de que se solucionaran los problemas de justicia social. No obstante, la
declaración, que fue apoyada por la mayoría de los latinoamericanos, fue archivada para
que se estudiara por una comisión. En cuanto a las tarifas, la propuesta de Cordell Hull,
fue la reducción de las barreras a través de tratados bilaterales y multilaterales.
El punto segundo del temario tuvo continuidad a través de la Resolución LXX sobre
codificación de leyes internacionales, permitiendo que la Comisión Internacional de
Jurisconsultos; continuara con su trabajo. Hasta el momento se había logrado muy poco
sobre el tema 92.
Entre la Séptima y Octava Conferencias se celebraron tres Conferencias Especializadas,
de las que surgieron 17 instrumentos jurídicos entre Tratados y Convenciones, y cuatro
instrumentos jurídicos abiertos a la firma en la Secretaría General.
PACTO SAAVEDRA LAMAS
Se firmó en la ciudad de Río de Janeiro en 1933, a propuesta del Canciller de Argentina,
Saavedra Lamas 93.
Este Pacto coordina los elementos fundamentales para el mantenimiento de la paz,
adoptados por el Pacto Gondra de 1923, el Pacto de París de 1928, los Tratados firmados
en Washington en 1929 y el Pacto de la Sociedad de las Naciones.
A diferencia del Pacto de París de 1928 que denunciaba la guerra como instrumento de
política nacional, el Tratado Antibélico sólo condena las guerras de agresión. Condena
también las adquisiciones territoriales obtenidas por la fuerza y prohibe el derecho de
intervención 94.
CONFERENCIA INTERAMERICANA DE CONSOLIDACION DE
LA PAZ
La segunda Conferencia Especial fue la Comercial panamericana, que se celebró en
Buenos Aires en 1935, adoptándose cuatro Convenciones 95. La tercera fue la Conferencia
Interamericana de Consolidación de la Paz que se celebró también en Buenos Aires en
1936. La iniciativa le correspondió a EUA que decidió invitar a los Estados Americanos a
una Conferencia donde se encontrara una fórmula para el mantenimiento de la paz, dado
la poca eficacia de los instrumentos anteriores, demostrada por los acontecimientos
ocurridos con motivo de la guerra del Chaco, a lo que debe agregarse las escasas
ratificaciones obtenidas por los instrumentos mencionados. Pero, por sobre todo, quería
lograr un instrumento que permitiera actuar fuera del ámbito de la Sociedad de Naciones,
ya que no quería ningún organismo supranacional que lo obligara de alguna manera.
92
Los instrumentos jurídicos firmados durante esta Conferencia se encuentran en el Anexo A (A.33., A.34.,
A.35., A.36., A.37., A.38., A.39., A.40.).
93
Ver Pacto Antibélico Saavedra Lamas en Anexo B.
94
Peterson, Harold F., La Argentina y los Estados Unidos, (Buenos Aires, Eudeba, 1970), págs. 429-435.
95
Ver Anexo B (B.10., B.11., B.12., B.13.).
44 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Cabe destacar que la Conferencia se celebró en la Argentina, uno de los países que no
había ratificado, hasta la fecha, ninguno de los instrumentos relativos a la paz, salvo el
Tratado Antibélico Saavedra Lamas propuesto por su propio Canciller. Además, era el
principal oponente de EUA.
El propósito del presidente Franklin D. Roosevelt al invitar a las Repúblicas Americanas,
era encontrar un instrumento que permitiera el mantenimiento de la paz, fuera del
contexto de la Liga de las Naciones, a la que cada vez se adhería mayor cantidad de
Estados latinoamericanos. En ese momento, 16 Estados latinoamericanos eran miembros y
consideraban que, a pesar de la debilidad de la Liga, servía de contrapeso en sus
relaciones con EUA. Los gobiernos latinoamericanos parecían no pensar lo mismo que el
presidente Roosevelt respecto de las formas que debían ser adoptadas por el nuevo
instrumento de paz. Argentina, Chile y México proponían una mayor interdependencia
entre las organizaciones regionales y las internacionales. Haití, Honduras, El Salvador y
Venezuela, propugnaban la idea de reforzar la labor de la Liga de las Naciones. Colombia,
República Dominicana y Guatemala, proponían el establecimiento de una Liga de
Naciones Americanas, con lo que EUA no estaba de acuerdo.
El temario de la Conferencia preveía el tratamiento de: 1) la organización de la paz; 2)
neutralidad; 3) limitación de armamentos; 4) problemas jurídicos; 5) problemas
económicos; 6) cooperación intelectual. De esta Conferencia surgieron once instrumentos
jurídicos entre Tratados, Convenciones y Protocolos. El primero de ellos fue la
Convención sobre Mantenimiento, Afianzamiento y Restablecimiento de la Paz 96 en la
que se establecía el principio de consulta, entre las Repúblicas Americanas, a los efectos
de adoptar fórmulas de cooperación en caso de guerra o estado virtual de guerra,
teniéndose en cuenta el mismo principio en caso de guerra extra-continental, que amenace
la paz de las Repúblicas Americanas 97. Ecuador, Honduras y Paraguay hicieron reservas
al ratificar la Convención 98. Como se puede observar, EUA ya se estaba abriendo el
camino para un sistema defensivo interamericano, mientras que los
latinoamericanos, a causa de su falta de unidad, no podían lograr sus aspiraciones.
El segundo instrumento adoptado, fue el Protocolo Adicional Relativo a la No
Intervención 99 con el propósito de reafirmar los principios establecidos en la Convención
firmada durante la Séptima Conferencia Panamericana en 1933.
Por este Protocolo, se declara inadmisible todo tipo de intervención, directa o indirecta, ya
sea en asuntos internos, como de política externa. La violación de estos principios, dará
lugar, según el protocolo, a la consulta, a los efectos de adoptar procedimientos pacíficos
96
Ver Anexo B (B.14.).
97
Serie sobre Tratados No 16, op. cit., págs. 36-39.
98
Ecuador: “...declara, con relación al Artículo Segundo de la citada Convención, que admite la consulta como
coadyuvante y no excluyente de los Tratados y Compromisos vigentes, de carácter particular, cuya inejecución
pudiera producir conflictos internacionales.” Honduras: “...consigna su reserva en el sentido de que en el
Arbitraje no habrá más excepciones que los casos que hayan sido resueltos por aquél medio; y que las
disposiciones de la presente Convención no serán aplicables a los asuntos o controversias pendientes ni a los que
se promuevan en lo sucesivo sobre hechos anteriores a la fecha en que esta Convención entre en vigor.” Ver
Serie sobre Tratados No 16, op. cit., págs. 38-39.
99
Ver Anexo B (B.15.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 45
de solución. El avance por sobre la Convención firmada en Montevideo en 1933 está en
que, por el protocolo se decide la adopción del principio de “responsabilidad colectiva“
por parte de las Repúblicas Americanas, en situaciones en las que habría llevado a la
intervención a alguna de ellas. De esta manera se había encontrado una fórmula para
panamericanizar la Doctrina Monroe, pero en forma contraria a las aspiraciones
latinoamericanas.
El tercer instrumento adoptado en esta Conferencia fue el Tratado relativo a la Prevención
de Controversias 100 por el que las partes contratantes procuraron establecer un sistema
preventivo de causas posibles de controversias, y encontrar los medios para darles
solución pacífica. Para lograr tal fin, se comprometen a establecer Comisiones Bilaterales
Mixtas Permanentes, para estudiar las causas de las dificultades y proponer las medidas
necesarias que aseguren la aplicación de los Tratados vigentes 101.
Vinculado también al tema de las controversias, se adoptó el Tratado Interamericano de
Buenos Oficios y Mediación 102, estableciéndose por el mismo la mediación en caso de
controversia a través de un ciudadano eminente, elegido de una lista, a los efectos de que
al cabo de un período que no podrá exceder de los seis meses, ni ser menor de tres meses,
las partes busquen una forma pacífica de solución del conflicto. Si esto no se logra, la
controversia será sometida a los procedimientos de conciliación en otros Convenios 103.
El otro instrumento cuyo análisis consideramos relevante, es la Convención para
Coordinar, Ampliar y Asegurar el Cumplimiento de los Tratados Existentes entre los
Estados Americanos 104, cuya adopción se debió a que la mayoría de los Tratados o
Convenciones relacionados con el mantenimiento de la paz o la solución pacífica de las
controversias no habían sido ratificados, por lo que su vigencia sólo estaba dada para un
reducido grupo de Estados. Esta Convención se firmó a los efectos de asegurar el
cumplimiento de estos Tratados y consolidar la paz. Se insiste asimismo, en la
cooperación y en la consulta para facilitar los buenos oficios y la mediación, con el fin de
implementar soluciones pacíficas en los diferendos.
La política de EUA en ese momento, era de neutralidad respecto de los conflictos
internacionales, y trató de persuadir a las Repúblicas Americanas para que adoptasen esa
actitud. Con tal motivo, en esta Convención se introdujo el concepto de neutralidad en el
Artículo VI. Estableciéndose que, en caso de hostilidades o amenaza de hostilidades entre
dos o más Estados, se procederá a la consulta con el fin de adoptar una actitud común y
solidaria para evitar la propagación o prolongación de las hostilidades. Esta
Convención suscitó muchas reservas, ya que los Estados latinoamericanos aún mantenían
relaciones importantes con Europa. Pero EUA se acercaba cada vez más a la
100
Ver Anexo B (B.16.).
101
Ver Serie sobre Tratados No 16, op. cit., pág. 66.
102
Ver Anexo B (B.17.).
103
Honduras hizo reservas al ratificar el Tratado: “...consigna su reserva en el sentido de que en el Arbitraje no
habrá más excepciones que los casos que hayan sido resueltos por aquel medio y que las disposiciones del
presente Tratado no serán aplicables a los asuntos o controversias pendientes ni a los que promuevan en lo
sucesivo sobre hechos anteriores a la fecha en que este Tratado entre en vigor.” Ver Serie sobre Tratados No 16,
op. cit., págs. 48-51.
104
Ver Anexo B (B.18.).
46 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
conformación de un sistema de seguridad, mientras los latinoamericanos pugnaban por
solucionar sus problemas económicos y comerciales elementales para su desarrollo.
Argentina, Paraguay, El Salvador, Colombia y Honduras hicieron reservas sobre el tema,
mientras que EUA hizo reservas respecto de las reservas, ya que expresaba que las
hechas por los Estados latinoamericanos no modificaban a la Convención sino que eran
interpretaciones hechas por los gobiernos en su beneficio, pero sin obligatoriedad para
EUA 105.
Teniendo en cuenta esto último, se contempló la posibilidad de considerar la imposición
de prohibiciones o restricciones de ventas o embarques de armamentos, municiones y
pertrechos de guerra, empréstitos o ayuda financiera a los Estados en conflicto de
acuerdo con la legislación interna de las Altas Partes Contratantes y sin detrimento
de sus obligaciones derivadas de otros Tratados de que sean o llegaran a ser partes
106
.
Los otros seis instrumentos que se adoptaron en esta Conferencia se refieren a la carretera
panamericana; relaciones culturales; intercambio de publicaciones; exposiciones artísticas;
orientación de la enseñanza; y películas educativas o de propaganda 107. También con
105
Varios Estados hicieron reservas al firmarla y ratificarla. A la firma: Argentina: “Por el Artículo VI, en
ningún caso podrán considerarse como contrabando de guerra los artículos alimenticios o materias primas
destinados a las poblaciones civiles de los países beligerantes, ni existirá el deber de prohibir los créditos para
adquisición de dichos artículos o materias primas que tengan el destino señalado. En lo que respecta al embargo
de los armamentos, cada Nación podrá reservar su actitud frente a una guerra de agresión.” Paraguay: hace
idéntica reserva a la de Argentina. El Salvador: “Con la reserva de la idea de solidaridad continental frente a la
agresión extraña.” Colombia: “...entiende al suscribir esta Convención que la frase `en su calidad de neutrales',
que aparece en el Artículo V y VI implica un nuevo concepto del Derecho Internacional que permite distinguir
entre el agresor y el agredido y darles un tratamiento diferente. Al propio tiempo la Delegación de Colombia
considera necesario, para asegurar la plena y efectiva aplicación de este Pacto, dejar consignada la siguiente
definición del agresor: Se considerará como agresor al Estado que se haga responsable de uno o varios de los
actos siguientes: a) Que sus fuerzas armadas, a cualquier arma a la que pertenezcan, hayan traspasado
indebidamente las fronteras terrestres, marítimas o aéreas de otros Estados. Cuando la violación del territorio de
un Estado haya sido afectada por bandas de irregulares organizadas dentro o fuera del territorio, y que hayan
recibido apoyo directo de otro Estado, tal violación será asimilada, para los efectos del presente artículo, a la
efectuada por las fuerzas regulares del Estado responsable de la agresión; b) Que haya intervenido de una manera
unilateral o ilegal en los asuntos interiores o exteriores de otro Estado; c) Que se haya negado al cumplimiento
de un fallo arbitral o de una sentencia de la justicia internacional, legalmente pronunciado. Ninguna
consideración de orden político, militar, económico o de otra clase, podrá ser servir de excusa o de justificación a
la agresión aquí prevista.” Al ratificar: Colombia: Con las reservas formuladas al firmarla. El Salvador: Con las
reservas formuladas al firmarla. Estados Unidos de América: “...mantiene que las reservas a esta Convención no
constituyen una enmienda al texto de la misma, sino que tales reservas, interpretaciones y definiciones por
distintos gobiernos son únicamente para beneficio de tales gobiernos respectivos y no obligan en modo alguno a
los Estados Unidos de América.” Honduras: “...consigna su reserva en el sentido de que en el Arbitraje no habrá
más excepciones que los casos que hayan sido resueltos por aquél medio; y que las disposiciones de la presente
Convención no serán aplicables a los asuntos o controversias pendientes ni a los que promuevan en lo sucesivo
sobre hechos anteriores a la fecha en que esta Convención entra en vigencia.”
106
Serie sobre Tratados No 16, op. cit., págs. 52-58. También Puig, Juan Carlos, en su obra Les Principles du
Droit International Public Americain, op. cit., pág. 23, hace un análisis de los instrumentos firmados durante esta
Conferencia de Buenos Aires de 1936, indicando los principios americanos que surgieron, así como en otras.
107
Ver Anexo B (B.19., B.20., B.21., B.22., B.23., B.24.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 47
anterioridad a la Octava Conferencia Panamericana se adoptaron cuatro instrumentos que
quedaron abiertos a la firma de la Secretaría General de la Unión Panamericana 108.
ACONTECIMIENTOS MAS RELEVANTES
Los acontecimientos más relevantes ocurridos entre la Séptima y Octava Conferencias en
el ámbito del Sistema Interamericano, fueron: 1) la negociación de un Tratado entre Cuba
y EUA, en el que se contemplaba la revocación de la Enmienda Platt. Fue firmado en
1934. 2) Se retiró el destacamento de marines de Haití para el mismo año. 3) Para este año
también, finalizó la política que EUA venía desarrollando desde 1907, de no
reconocimiento a los países centroamericanos, (Doctrina Tobar). 4) Se firmó un nuevo
Tratado con Panamá en 1936 que, aunque restringía la soberanía de este país, limitaba el
derecho de intervención que hasta el momento venía ejerciendo EUA en forma unilateral.
El Tratado fue ratificado recién en 1939 109.
108
Ver Anexo C (C.2., C.3., C.4., C.5.).
109
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 119-121.
48 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO VIII
EL ESTABLECIMIENTO DEL PRINCIPIO DE CONSULTA Y LAS
BASES PARA LA SEGURIDAD HEMISFERICA
Con la Octava Conferencia Panamericana (1938) y las dos primeras Reuniones de
Consulta ( en 1939 y en 1940), EUA logró el establecimiento de las bases necesarias
para el total control del sistema a través del “monroísmo”, quedando totalmente
relegado el “bolivarismo”. En este último caso, debido más a la falta de unidad y
consecuente debilidad latinoamericana -que carecía de un proyecto regional, tanto para la
cooperación interna, como para su inserción internacional- que por “exclusiva
imposición” de EUA. Los planes latinoamericanos -en el nivel individual, ya que no había
planes ni proyectos conjuntos- estaban vinculados a los problemas económicos y sociales
y, a lo largo de todo el panamericanismo, habían indicado que estos problemas estaban
íntimamente ligados a los problemas de seguridad. Es más, seguirán insistiendo en esta
propuesta luego de la creación de la OEA, pero sin éxito.
OCTAVA CONFERENCIA PANAMERICANA
Se celebró en la ciudad de Lima en 1938 y participaron los 21 Estados miembro 110.
La principal preocupación era el desarrollo de una cooperación interamericana más
efectiva frente a la creciente amenaza extra-continental. Debemos recordar que estaban en
los albores de la Segunda Guerra Mundial. Con tal motivo se emitió una Declaración, que
se denominó “Declaración de Lima“ o “Declaración de la Solidaridad Interamericana:(ver
también Declaración de Lima;. En ella, se reafirma la solidaridad continental contra toda
intervención o actividad extraña que pueda amenazar los principios de aquélla,
estableciendo el procedimiento de consulta y actuando los Estados Americanos en forma
independiente en su capacidad individual, reconociéndose de esta forma la igualdad
jurídica como Estados soberanos. Las consultas se realizarían a iniciativa de los
Estados, en las distintas capitales, por los Ministros de Relaciones Exteriores.
Se recomendó asimismo en esta Conferencia, al Comité de Expertos, que continuara el
estudio sobre reclamaciones pecuniarias e intervención diplomática; tema especialmente
controvertido este último, dadas las expropiaciones petroleras llevadas a cabo en México y
Bolivia contra compañías norteamericanas 111.
AVANCES LOGRADOS EN EL SISTEMA INTERAMERICANO
HASTA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Uno de los principales objetivos del Sistema ha sido el arreglo pacífico de las disputas
interamericanas. Los logros alcanzados en este tema han sido muy pobres, pese a que el
Panamericanismo ya tenía 50 años de antigüedad.
110
En esta Conferencia, al igual que en la Primera Conferencia Panamericana, no se firmaron Tratados ni
Convenciones; sólo se adoptaron Resoluciones.
111
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 137-140.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 49
Se establecieron los mecanismos necesarios para mantener la paz y para resolver
amigablemente las disputas, pero los instrumentos no recibieron las ratificaciones
necesarias ni esperadas como para su vigencia efectiva. Hubo más intervenciones de la
Liga de las Naciones y de la Corte de Justicia Internacional en el arreglo de las disputas
interamericanas que las que se solucionaron, o se intentó solucionar a través de los
mecanismos adoptados por el Sistema.
Un tema que no había sido aspiración de base en las distintas Conferencias
Panamericanas, es el de la Seguridad del Continente Americano. Hasta el momento no se
había tratado este punto, aunque para la defensa hemisférica estaba la Doctrina Monroe.
No obstante ello, nunca debió utilizarse en este sentido, convirtiéndose más bien en una
herramienta de EUA para asegurarse la hegemonía del Continente.
Al acercarnos a la finalización de la década de los '30, se iba deteriorando cada vez más la
situación en Europa, convirtiéndose en la principal preocupación de EUA.
Existen dos puntos a tener en cuenta en este momento histórico. En primer lugar, se inicia
el proceso de preparación para la conformación de políticas de seguridad por parte de
EUA, que llevarán antes de 1941 a la ruptura de la neutralidad. En segundo lugar, algunos
países latinoamericanos, especialmente en el cono sur, no estaban tan preocupados por su
seguridad, sino por el desarrollo de sus relaciones comerciales con Europa. Para este caso,
el principal preocupado era Argentina.
Como hemos visto, en las Conferencias que se celebraron en Buenos Aires (1936) y en
Lima (1938), se comenzó a tratar y a avanzar sobre el tema de la seguridad colectiva, a
través del principio de consulta.
En lo que hace a los problemas económicos y sociales, pese a que había sido advertido por
varios Estados latinoamericanos que estaban íntimamente ligados a la seguridad, no hubo
avances 112.
PRIMERA REUNION DE CONSULTA
En 1939 se celebró en Panamá, la Primera Reunión de Consulta de Ministros de
Relaciones Exteriores, siguiendo los lineamientos de las Conferencias de Buenos Aires
(1936) y de Lima (1938).
En el temario se incluían tres puntos: 1) neutralidad; 2) protección de la paz en el
hemisferio occidental; y 3) cooperación económica.
En lo que hace al primer punto del temario, se adoptó una “Declaración General de
Neutralidad“. Con tal propósito, se creó un Comité Interamericano de Neutralidad cuya
tarea era formular las recomendaciones al respecto. Los Estados latinoamericanos
reclamaron por su parte que se estableciera un límite de 300 millas 113 para las aguas
adyacentes al Continente, a los efectos de que sus costas quedaran libres de todo acto
hostil por parte de cualquier nación beligerante no americana. Ya con motivo de la
112
Ibídem, págs. 137-140.
113
Antecedente de las tesis sostenidas por los latinoamericanos de las 200 millas marinas sobre Derechos del
Mar.
50 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Primera Guerra Mundial, varias repúblicas americanas habían intentado una declaración
en este sentido, sin éxito alguno. En el Preámbulo de la Declaración, quedó constancia de
ese intento llevado a cabo con anterioridad.
Con el fin de reforzar la neutralidad se adoptaron otras medidas que contemplaban el
llamado a Reunión de Consulta, para el caso de que los territorios coloniales europeos que
se encontraban en la región americana fueran sujetos a jurisdicción de otro Estado no
americano, generando por ello un peligro para la seguridad del Continente.
Respecto del tema de las ideologías denominadas subversivas, se resolvió recomendar a
los gobiernos que dictasen las disposiciones necesarias para eliminar la propaganda de
doctrinas que pusieran en peligro el ideario democrático interamericano.
En lo que hace al tema de la cooperación económica, se resolvió crear un Comité Asesor
Financiero y Económico Interamericano, con el fin de estudiar las formas de reducir las
consecuencias económicas de la guerra para los Estados americanos, e incrementar a su
vez la cooperación entre ellos. Cabe destacar que uno de los primeros proyectos de este
Comité fue la elaboración de uno destinado a la creación de un Banco Interamericano,
cuyo convenio quedó abierto a la firma en 1940, pero no tuvo las ratificaciones necesarias
114
.
SEGUNDA REUNION DE CONSULTA
Se celebró en la ciudad de La Habana en 1940. La situación internacional se había hecho
más amenazadora para la seguridad del Continente, ya que la ocupación alemana, con la
invasión a Francia había llegado hasta el Atlántico.
Uno de los puntos más importantes que se trató, fue el de la posibilidad de transferencia
de colonias en el Continente; ya considerado en la Reunión de Consulta de Panamá. En
esta Reunión se adoptó la Resolución de La Habana, referente a la Administración
Provisional de Colonias 115. Ante la posible amenaza de que alguno de los territorios
pudiera cambiar de soberanía, las Repúblicas Americanas decidieron crear un Comité de
Emergencia para administrarlas. Asimismo, se decidió el establecimiento de una
Comisión Americana de Administración Territorial, la que, luego de alcanzadas las
ratificaciones necesarias para su vigencia, reemplazaría al Comité de Emergencia.
También en esta Reunión se adoptó la Resolución XV relativa a la “Asistencia Recíproca
y Cooperación Defensiva de las Naciones Americanas“. Podemos decir que éste fue el
primer antecedente inmediato del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
(TIAR) de 1947. En esta Resolución, las Repúblicas Americanas declaraban: “Que todo
atentado de un Estado no Americano contra la integridad o la inviolabilidad del
territorio, contra la soberanía o independencia política de un Estado Americano, será
considerado como un acto de agresión contra los Estados que firman esta Declaración.
En el caso de que se ejecuten actos de agresión, o de que haya razones para creer que se
prepara una agresión por parte de un Estado no Americano contra la integridad o la
inviolabilidad del territorio, contra la soberanía o independencia política de un Estado
114
Ver más arriba Séptima Conferencia Panamericana, sobre el tema de la creación de un Banco Interamericano.
115
Ver Anexo B (B.25.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 51
Americano, los Estados signatarios de la presente declaración consultarán entre sí para
concertar las medidas que convenga tomar...” 116.
También se ocupó esta Reunión de la solución pacífica de los conflictos, mediante la
adopción de la Resolución XIV, creando un Comité de Paz Interamericano.
Por la Resolución VII se trató el tema de las actividades subversivas bajo el nombre de
“Propaganda de Doctrinas Tendientes a Poner en Peligro el Común Ideario Democrático
Interamericano, o a Comprometer la Seguridad y Neutralidad de las Repúblicas
Americanas“; recomendando medidas para combatir estas ideologías, en el mismo tono en
que se hiciera en Panamá.
Por Resolución XXV se trató el problema de la cooperación económica y financiera,
intensificando las actividades del Comité Consultivo creado con tal fin en la Reunión de
Panamá, a los efectos de incrementar el comercio entre los países americanos, de aquellos
productos que anteriormente se exportaban a países europeos.
La preocupación de EUA sobre la seguridad del Continente -léase su propia seguridad- lo
llevó a proponer a las Repúblicas Americanas, la instalación de bases norteamericanas en
sus territorios. Por su parte, los gobiernos latinoamericanos se manifestaron reticentes a
esto, ya que lo consideraban como un nuevo avance norteamericano en el terreno de la
Doctrina Monroe. No obstante ello, uno de los que aceptaron inmediatamente y sin ningún
tipo de reticencias, fue el gobierno de República Dominicana. Con posterioridad, varios
Estados de la región fueron celebrando acuerdos bilaterales para la instalación de estas
bases, a cambio de determinados beneficios en materia de re-armamento y desarrollo de
infraestructura.
El gobierno de Franklin D. Roosevelt ya había roto la neutralidad con anterioridad a la
celebración de la Segunda Reunión de Consulta, al ceder en setiembre de 1940 cincuenta
destructores a Gran Bretaña a cambio de bases marítimas en el hemisferio occidental.
Gran Bretaña, por su parte, había quedado sola en la guerra y, si sucumbía, el Eje podía
dominar Europa, Asia, Africa y Australia.
El 11 de marzo de 1941, el Congreso norteamericano aprobó la Ley de Préstamos y
Arriendos de material de guerra, necesario para los países cuya defensa fuera esencial
para la seguridad de EUA; y en agosto de 1941 Franklin D. Roosevelt y Winston
Churchil proclamaban la Carta del Atlántico, en la que se establecían los lineamientos
básicos de la futura Declaración de las Naciones Unidas (1942); además, examinaron el
conjunto de los problemas de abastecimientos bélicos, previstos en la Ley de Préstamos y
Arriendos, para las fuerzas armadas de EUA y para los países comprometidos en la
resistencia a las agresión.
116
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 144. Un Estado no Americano, en este caso,
podría ser Alemania, como luego pasó a ser la URSS, pero no se había contemplado -como es lógico que así
fuera- la posibilidad de un atentado por parte de un Estado Americano, por ejemplo EUA. De esta manera, la
Doctrina Monroe seguía avanzando y el bolivarismo estaba totalmente desdibujado. En definitiva, EUA buscaba
sentar las bases de su propia seguridad, la que luego de lograda en el ámbito hemisférico, tratará de perfeccionar
a través de la creación de la OTAN y otros organismos de seguridad a lo largo de la “línea fronteriza inter-
bloques”.
52 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
TERCERA REUNION DE CONSULTA
Dos días después del ataque a Pearl Harbour, el Ministro de Relaciones Exteriores de
Chile, Juan B. Rosetti, enviaba una nota al presidente del Consejo Directivo de la Unión
Panamericana en Washington, a fin de que hiciera una urgente convocatoria a la Tercera
Reunión de Consulta, con el objeto de consultarse sobre la adopción de medidas
adecuadas a la defensa del hemisferio. Este fue el primer acto de agresión previsto en la
Reunión de La Habana (1940) y fue considerado como un acto de agresión contra la
soberanía de todo el Continente.
Esta Reunión tuvo lugar en Río de Janeiro en 1942. El 10 de diciembre de ese año, el
gobierno norteamericano presentaba un memorándum dirigido a los Ministros de
Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas, recordándoles la Resolución sobre
Asistencia Recíproca de la Reunión de La Habana (1940). Al día siguiente, Alemania
declaraba la guerra a EUA.
De esta Reunión surgieron varias Resoluciones. En una de ellas, se recomendaba la
ruptura de relaciones diplomáticas por parte de los países Americanos con las potencias
del Eje y con sus aliados. Asimismo, se recomendaba la ruptura de relaciones comerciales
y financieras.
La actitud de la Argentina deterioró las buenas relaciones que mantenía con EUA. La
delegación, presidida por el Canciller Ruiz Guiñazú, de acuerdo con instrucciones del
Presidente Castillo, se negó a aceptar la propuesta inicial, que obligaba a las Repúblicas
Americanas a una ruptura inmediata.
Ante el temor de perder la unanimidad 117, EUA aceptó la fórmula que “recomendaba”
(sin hacerlo obligatorio) el rompimiento de las relaciones diplomáticas con el Eje, dejando
que cada país decidiera si rompería, y cuándo, esas relaciones.
La neutralidad que el gobierno de Castillo mantenía, luego del ataque a Pearl Harbour,
llevó a EUA a utilizar métodos de presión para modificar la postura de Argentina. Estas
presiones se centraron fundamentalmente en las negociaciones que, sobre armamentos, el
gobierno argentino mantenía en Washington. Asimismo, Argentina aspiraba a recibir
facilidades del gobierno norteamericano para el establecimiento de la industria pesada;
pero tal apoyo no fue otorgado por causa de la conducta internacional de aquél país 118.
Respecto de las actividades subversivas, se decidió crear un Comité de Emergencia para la
Defensa Política, a fin de hacer las recomendaciones respecto de los actos de agresión de
carácter militar, tales como el espionaje sistemático, el sabotaje y la propaganda
subversiva. También se recomendó a los países Americanos que adoptaran medidas
legislativas con el objeto de reprimir todo tipo de actos contra las instituciones
democráticas de los Estados del Continente.
117
Las decisiones en el marco de la Unión Panamericana (previas a la existencia de la OEA), se adoptaban por
unanimidad; posteriormente, en el marco de la OEA y del TIAR., se adoptará el procedimiento de los 2/3 de los
votos. La unanimidad, daba una especie de derecho de veto a los países latinoamericanos, “derecho” que
perdieron a partir de 1947-48.
118
Ver Conil Paz, Alberto y Ferrari, Gustavo, Política Exterior Argentina (1930-1962), (Buenos Aires, Círculo
Militar, 1971), págs. 100-101.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 53
Una tarea especial del Comité -que estaba formalmente dedicado a la lucha contra el
fascismo y que en realidad hacía memoranda para EUA- era la lucha en nombre de la
“solidaridad panamericana” contra aquellos que se subordinan al dictado de EUA. A
este mismo objetivo servía la denominada Doctrina Guani 119, por la que los países
Americanos no deberían reconocer en época de guerra a ningún gobierno de América
mientras “...no se convencieran de que estos gobiernos tienen carácter eminentemente
nacionalista, y están preparados para cumplir los acuerdos militares interamericanos” 120.
Uno de los acuerdos más importantes fue la creación de una “Junta Interamericana de
Defensa“, integrada por los representantes de los Ministerios de Defensa y Estados
Mayores de las Repúblicas Americanas. Esta Junta, instituida sólo por el período de la
Segunda Guerra Mundial, inició sus funciones dos meses después de finalizada la Reunión
de Río de Janeiro. Su actividad facilitó en gran medida el establecimiento del control
norteamericano sobre los ejércitos latinoamericanos y la creación de un bloque
militar en el hemisferio occidental.
Se aprobó además una Resolución, mediante la que, cualquier Estado miembro de la
Unión Panamericana podía exigir la aplicación de sanciones contra cualquier otro Estado
miembro, en caso de violación de acuerdos firmados con otros Estados del Continente, o
existan serios fundamentos para suponer que se preparan acciones que podrían poner en
peligro la paz y la solidaridad americana. Esta fórmula permitía, a algunos países (léase
EUA), intervenir en los asuntos internos de toros, ya que la calificación de las acciones a
las que se podría aplicar sanciones, era atribución del país interesado, a la vez que podría
incluir una gama muy amplia de acciones.
También se adoptó la resolución de incorporar a todos los países miembros a la “Carta
Atlántica“. Se aprobó la movilización de todos los recursos económicos y los medios de
transporte de los países latinoamericanos, para las necesidades de la guerra; esto es, para
las necesidades de la industria bélica de EUA. Además de esto, EUA firmó acuerdos
bilaterales con 16 Estados latinoamericanos, sobre la eliminación, durante el tiempo de
guerra, de las limitaciones comerciales y barreras aduanales, lo que facilitaría, en gran
medida, la penetración de los capitales de los monopolios norteamericanos en estos países.
De esta manera, en las tres primeras Reuniones de Consulta, EUA logró la aprobación de
una serie de documentos que no habían sido aprobados en las Conferencias
Panamericanas 121.
119
Por el nombre del Presidente de Comité, el Canciller uruguayo Alberto Guani.
120
Ver Matos Ochoa, Sergio, El Panamericanismo a la Luz del Derecho Internacional, (Caracas, Universidad
Central de Venezuela, 1980), págs. 152-153. Asimismo, Welles, Summer, Where are we Heading, (New York,
1946), pág. 196. Ver también CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 154
121
Ver Organización de Estados Americanos, Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Aplicaciones),
(Washington D.C., Secretaría General, 1973), Vol. I, pág. 7. Asimismo, Laviña, Félix y Baldomir, Horacio,
Instrumentos Jurídicos para el Mantenimiento de la Paz en América, (Montevideo, Edic. de los Autores, 1979),
págs. 61-63. Igualmente, Matos Ochoa, Sergio, El Panamericanismo..., op. cit., págs. 151-153.
54 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO IX
BASES PARA UN NUEVO SISTEMA DE RELACIONES
INTERAMERICANO
En 1944 se había celebrado una Conferencia entre EUA, el Reino Unido y la URSS, en
Dumbarton Oaks 122, con el propósito de establecer los lineamientos para la creación de
una organización mundial. Los Estados latinoamericanos se habían resentido por el hecho
de que Estados Unidos no los hubiera consultado antes de concurrir a esta reunión, ya que
existía el peligro de que se profundizara la división entre un EUA potencia, ocupando un
papel relevante en los asuntos mundiales, y una América Latina débil y temerosa de esa
posición dominante, dadas las experiencias que habían vivido durante el período
panamericano.
Otro de los motivos de resentimiento fue el hecho de que EUA comunicó
intempestivamente a Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, que debían
declarar la guerra a Alemania y Japón, si deseaban ser invitados a la reunión de San
Francisco en la que se establecería la organización mundial 123.
Estos, motivos de preocupación suficiente para los latinoamericanos, los llevó a pedir una
Reunión de Consulta con el fin de tratar el futuro del Sistema Interamericano a la luz del
proyecto elaborado en Dumbarton Oaks, así como analizar los problemas económicos de
post guerra. Por otra parte, se deseaba tratar el problema de la Argentina, ya que existía
una situación de enfrentamiento entre este país y EUA.
El principal motivo del enfrentamiento partía de la base del no reconocimiento, por parte
de EUA del gobierno argentino de Farrel, debido a que estaba apoyado por grupos,
denominados “germanófilos”. Esto, iba en contra de los principios democráticos
sostenidos en las dos anteriores Reuniones de Consulta. Además, EUA confiaba en la
posibilidad de solucionar esta situación a través de una acción colectiva; otro de los
principios que se había inaugurado en las Reuniones de Consulta mencionadas. Con el fin
de apoyar esta iniciativa, un uruguayo -el Dr. Rodríguez Larreta, Ministro de Relaciones
Exteriores- propuso a los demás gobiernos Americanos una política de intervención
colectiva contra cualquier miembro del Sistema Interamericano que violase repetidamente
los derechos esenciales del hombre y que dejase de cumplir con sus obligaciones
internacionales. La pretendida doctrina, evidentemente estaba orientada hacia Argentina,
ya que no cumplía con sus compromisos internacionales al no haber declarado la guerra
al Eje, y no sostenía, o más bien contradecía los principios democráticos que eran la
columna vertebral del Sistema Interamericano. EUA anunció su apoyo a la propuesta en
forma inmediata.
Cabe recordar que en la Séptima Conferencia Panamericana (Montevideo, 1933), al
firmarse la Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados, se había estipulado que
“ningún Estado tiene derecho de intervenir en los asuntos internos o externos de otro”. A
122
Nombre del barrio situado en Washington D.C..
123
Debe recordarse que con Argentina se encontraba prácticamente enfrentado, al punto de la casi ruptura de
relaciones diplomáticas, debido a su neutralidad.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 55
su vez, en el Protocolo Adicional Relativo a la No Intervención, firmado durante la
Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz (Buenos Aires, 1936), se declaró
como “inadmisible la intervención de cualesquiera de las Repúblicas Americanas, ya
fuera en forma directa o indirecta y por cualquier motivo, en los asuntos internos o
externos de las demás” 124. Por lo tanto, no había sido prohibida específicamente la
intervención colectiva, ya que había sido reemplazada la acción unilateral por la
responsabilidad colectiva 125.
Esto creó temores entre los países latinoamericanos, ya que luego de haber logrado
establecer el principio de no intervención, veían que podía ser utilizado a través de la
propuesta de Rodríguez Larreta en contra de ellos, mediante intervenciones de EUA en
sus asuntos internos, con el apoyo de otros Estados latinoamericanos; apoyo que podría
conseguir mediante la coerción. Esto explica la tercera causa aducida para realizar una
Reunión de Consulta por parte de los latinoamericanos, así como también el pedido
argentino en tal sentido.
Hasta el momento, EUA se había negado a tal Reunión, pero al tomar conciencia de que
las relaciones se estaban deteriorando cada vez más, accedió a que se celebrara a
principios de 1945. De todas formas, y con el propósito de que Argentina no participara,
trató de que fuera sólo entre aquellos países que habían cooperado en los esfuerzos que
habían significado la guerra. Para que así fuera, la idea era realizar una Reunión fuera del
ámbito de la Unión Panamericana.
LA CONFERENCIA DE CHAPULTEPEC
La Conferencia se celebró en el palacio de Chapultepec, en la ciudad de México, entre los
meses de febrero-marzo de 1945, y se denominó: “Conferencia Interamericana sobre
Problemas de la Guerra y de la Paz“. Entre los puntos tratados en Dumbarton Oaks, dos -
entre otros- tenían el consenso de los Estados latinoamericanos: 1) Conveniencia de
resolver las controversias y cuestiones de carácter interamericano, preferentemente,
según métodos y sistemas interamericanos, en armonía con los de la Organización
Internacional General; y 2) Conveniencia de dar adecuada representación a América
Latina en el Consejo de Seguridad. Estos puntos tenían como principal propósito, reducir
el papel predominante de las grandes potencias.
Las Resoluciones más importantes de esta Conferencia, estaban vinculadas al futuro del
Sistema Interamericano: Resolución VIII “Asistencia Reciproca y Solidaridad
Interamericana“; Resolución IX “Reorganización, Consolidación y Fortalecimiento del
124
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 174. El tema también está tratado en Conil Paz,
Alberto y Ferrari, Gustavo, Política Exterior Argentina (1930-1962), (Buenos Aires, Círculo Militar, 1971), págs.
130-144. Igualmente Peterson, Harold F., La Argentina y los Estados Unidos, (Buenos Aires, Eudeba, 1970),
págs. 501-522. De acuerdo con Summer Welles, la proposición de Uruguay., se contemplaba en todas partes
como inspirada por EUA. Ver Where are we Heading, (New York, 1946), pág. 226. En Silva, Carlos Alberto, La
Política Internacional de la República Argentina, (Buenos Aires, Edic. Ministerio del Interior de la República
Argentina, 1946), págs. 825-915, se encuentran publicados todos los documentos, declaraciones y actas de
sesiones de la República Argentina, relativos a la Reunión de Consulta de Panamá, La Habana, Río de Janeiro,
México y la declaración de guerra a las potencias del Eje; así como los mensajes radiofónicos emitidos por el
Presidente de la Nación, para explicar al pueblo las razones de las actitudes adoptadas.
125
Ver en Anexo B (B.15.).
56 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Sistema Interamericano“. Esto vendría más adelante, con la Reunión que se celebraría en
Río de Janeiro donde se firmaría el TIAR y, posteriormente, con la Novena Conferencia
Panamericana de Bogotá (1948), donde nacería la OEA.
La Resolución VIII, conocida como “Ley de Chapultepec“, declaraba que “...la seguridad
y solidaridad del Continente se efectúan lo mismo cuando se produce un acto de agresión
contra cualquiera de las naciones americanas por parte de un Estado no Americano,
como cuando el acto de agresión proviene de un Estado contra otro u otros Estados
Americanos...” Recordemos que de la Declaración emanada en la Reunión de La Habana,
se hablaba de “agresión de un Estado no Americano contra un Estado Americano”. EUA
insistió en incluir que “La Declaración y la Recomendación anteriores establecen un
acuerdo regional para tratar asuntos concernientes al mantenimiento de la paz y
seguridad internacionales susceptibles de acción regional en este hemisferio. Tal acuerdo
y actos y procedimientos pertinentes deberán ser compatibles con los principios y
propósitos de la Organización General Internacional, cuando ella se establezca.” Esto,
que ya había sido tratado en las propuestas de Dumbarton Oaks, significaba que ninguna
organización de carácter regional podía tomar ninguna medida sin la autorización del
Consejo de Seguridad de la Organización Mundial. Es curioso que, cuando EUA procuró
por todos los medios evitar una influencia sobre el Sistema Interamericano por la Liga de
las Naciones, ahora se encargaba, por todos los medios también, de lograr tal influencia
por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Es evidente que su papel como
potencia mundial le llevó a modificar su “óptica” en este aspecto.
EL PLAN MILITAR DE TRUMAN
O LAS BASES DE LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD
NACIONAL
También queda reflejada la tendencia de EUA a crear un bloque político-militar bajo su
control, particularmente en los principios del Acta de Chapultepec (1945), donde se
encuentran no sólo los postulados aprobados en las Conferencias Panamericanas en
tiempos de paz, sino también las Resoluciones de las Reuniones de Consulta de tiempos
de guerra. Estas Resoluciones fueron originadas por situaciones extraordinarias y se
extendían al período post bélico. Su inclusión en calidad de principios fundamentales del
panamericanismo en un documento único, demuestra que EUA tenía como objetivo la
creación de un bloque militar. Esta idea está aún más claramente expresada en la
recomendación de crear un acuerdo militar permanente entre las Repúblicas
Americanas para la lucha “contra el peligro de agresión después de la firma de la paz”
126
.
Por propuesta de EUA en la Conferencia, fue cambiado el status de la Junta
Interamericana de Defensa y convertida en órgano permanente (asesor) adjunto al Consejo
Directivo de la Unión Panamericana.
Pero, como si esto fuera poco para EUA, el 6 de mayo de 1946, el Presidente Truman,
envió al Congreso, para su estudio, un “Plan de Cooperación Militar de Repúblicas
126
Ver Matos Ochoa, Sergio, El Panamericanismo..., op. cit., pág. 154.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 57
Americanas“, que contemplaba la creación de un ejército único, cuyo aprovisionamiento
estaría por completo en manos de EUA. Los países latinoamericanos rechazaron el Plan
Truman, por ello, la Secretaría de Defensa de EUA, a fin de poder establecer un control
sobre los ejércitos latinoamericanos, por lo menos en forma indirecta, estableció un
sistema de acuerdos militares bilaterales; el envío a los países, en base a acuerdos, de
misiones militares; intercambio de oficiales; la fundación de escuelas militares especiales
para cadetes latinoamericanos; envío de instructores, etc.
En caso de aprobación del ejército único, estas fuerzas armadas de los veinte países
latinoamericanos perderían su carácter nacional y se convertirían en parte de un enorme
ejército y de una poderosa flota de EUA. Las necesidades de defensa latinoamericanas
serían supeditadas a objetivos de política exterior de la estrategia de la fuerza, realizada
por EUA. En febrero de 1947, la Junta Interamericana de Defensa, prácticamente aprobó
el plan, concretándolo. La Junta recomendó crear en el marco del sistema panamericano,
un órgano latinoamericano permanente de representantes de los Estados; organizar un
intercambio de planes operativos y de misiones militares; alargar los acuerdos sobre bases
militares, etc. Esto significó el inicio de lo que se conoció posteriormente, como Doctrina
de la Seguridad Nacional, a través de la que se desnacionalizó el concepto de defensa
nacional por el de defensa continental 127.
Luego de agotados los acuerdos principales de la Conferencia, se trató el “problema” de la
Argentina. En la Resolución LIX se declaraba: “...que la Conferencia espera que la Nación
Argentina cooperará con las demás Naciones Americanas, identificándose con la política
común que éstas persiguen y orientando la suya propia hasta lograr su incorporación a las
Naciones Unidas como signataria de la Declaración Conjunta formulada por ellas. (...) que
el Acta Final de la Conferencia queda abierta a la adhesión de la Nación Argentina,
siempre de acuerdo con el criterio de esta Resolución, y autorizar al Excelentísimo Señor
Licenciado Esequiel Padilla (Ministro de Relaciones Exteriores de México) Presidente de
la Conferencia para que comunique al Gobierno Argentino, por conducto de la Unión
Panamericana las resoluciones de esta Asamblea.”
El Gobierno Argentino respondió adhiriéndose al Acta de Chapultepec por Decreto del 27
de marzo de 1945 128.
En resumen, a través de las resoluciones aprobadas en la Conferencia, se evidencia el
afianzamiento de las posiciones de EUA -monroismo- en el hemisferio en el transcurso de
la Segunda Guerra Mundial 129.
127
Ibídem, págs. 155-156. Sobre el tema de la seguridad nacional, ver Barros, Alexandre S.C., The Diplomacy of
National Security: South American International Relations in a Defrosting World, en Hellman, Ronald y
Rosenbaum, John (editores), “Latin America: The Search for a New International Role”, (New York, John Wiley
and Sons, 1975), Vol. I, especialmente págs. 136-137.
128
Silva, Carlos Alberto, La Política Internacional de la ..., op. cit., 911-912. También sobre el tema de la
Conferencia de Chapultepec ver Puig, Juan Carlos, Les Principles du Droit..., op. cit., en el que se analizan los
principios emanados de las distintas Conferencias y Reuniones Interamericanas -incluyendo la de Chapultepec-
que pueden llegar a constituir un Derecho Internacional Americano.
129
Ver Anexo B (B.26.). Con posterioridad a la Reunión de Chapultepec, se celebró una Conferencia
Especializada en Washington (1946), sobre expertos para la protección de los derechos de autor. Ver Serie sobre
Tratados No 9, op. cit., pág. 82.
58 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
LOS PROBLEMAS ECONOMICOS LATINOAMERICANOS
Los Estados latinoamericanos habían solicitado la celebración de una Conferencia sobre
asuntos económicos, cuya denominación sería “Conferencia Técnica Económica
Interamericana”, y que debía llevarse a cabo para el mes de junio de 1945 en Río de
Janeiro.
México, que ya había venido insistiendo en los problemas económicos como elemento
fundamental para la seguridad del Continente, retomó la iniciativa. Junto a este país
estaban Argentina, Chile y Cuba; este último país, debido especialmente al uso que hacía
EUA de su cuota azucarera como elemento de presión para el logro de reclamos al
gobierno cubano. Incluso, en la Conferencia de Río sobre Mantenimiento de la Paz y
Seguridad del Continente, se llegó a solicitar -aunque en vano- que se incluyera la
prohibición de amenazas y agresiones de carácter económico, dentro de las
caracterizaciones de la amenaza y agresión 130. Este principio, evidentemente estaba
orientado a cubrirse de toda agresión coercitiva por parte de EUA.
La delegación de Ecuador por su parte, manifestó en tal oportunidad que América Latina
debía tener su Plan Marshall. También apoyaron a este país -además de los
mencionados- Bolivia y Paraguay. No obstante ello, el Secretario de Estado
norteamericano Marshall, contestó a los latinoamericanos que las circunstancias de
Europa eran diferentes a las latinoamericanas, que requerían un plan distinto y más a largo
plazo, prometiendo que EUA se enfrentaría vigorosamente a los problemas económicos de
América Latina. Sin embargo, nada se hizo en Río de Janeiro, postergando el tema -como
de costumbre- para una Reunión futura 131.
130
Recién se logrará con las reformas al TIAR en 1975, aunque este nuevo TIAR no obtuvo las ratificaciones
necesarias para su puesta en vigencia.
131
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 183-184.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 59
3RA ETAPA
PERIODO DE INSTITUCIONALIZACION, CONSOLIDACION Y
DESARROLLO DE LA CONCEPCION MONROISTA CON BAJO
PERFIL DE PARTICIPACION BOLIVARISTA (1948-1969)
SEGUNDA ETAPA DEL PANAMERICANISMO
CAPITULO X
CARACTERISTICAS DEL SISTEMA INTERNACIONAL
Ya con la Primera Guerra Mundial se inician modificaciones importantes en el sistema
internacional, que culminarán en un cambio de sistema al finalizar la Segunda Guerra
Mundial. En efecto, el sistema internacional, de “euro-céntrico” se transformó en
“universal”, e ingresaron al “club” de las grandes potencias, dos actores no europeos:
EUA y Japón. El orden, basado en el equilibrio y balance de poder comenzó a declinar y,
pese a que se procuró apuntalarlo a través de la Sociedad de Naciones, el resultado
concluyó en la Segunda Guerra Mundial. El eje del poder se desplazó de Europa hacia el
Este y el Oeste, iniciándose un período de alineaciones automáticas; esto es, no existía
prácticamente país que no estuviera alineado en un bloque u otro, ya no por preferencias,
sino por obligación. Esto es muy importante para la forma de desempeño del nuevo
sistema internacional, ya que surgió una nueva variable como factor catalizador del
sistema de relaciones que no había funcionado durante el período multipolar: la
ideología 132. Las actitudes autonómicas por parte de algunos países con relativa
capacidad de poder fueron más bien de carácter heterodoxo, mientras que los Estados que
carecían de esa capacidad relativa, eran automáticamente sancionados ante la menor
posibilidad -desde el punto de vista de la potencia hegemónica- de que pusieran en peligro
el “equilibrio” del bloque.
No obstante lo dicho, algunos Estados latinoamericanos -particularmente la Argentina- no
advirtieron, en principio, este cambio profundo del sistema, a tal punto que durante todo el
período de entre guerras permanecieron insertos en un esquema de relaciones con Europa,
como si nada hubiera pasado.
Esto se debía principalmente a que América Latina se había beneficiado comercialmente
durante la guerra, vendiendo sus productos a Europa. Los países que se encontraban en
mejor situación eran Argentina, Brasil y México que, merced a un proceso substitutivo,
acrecentaron su desarrollo industrial. No obstante, la finalización del conflicto trajo como
resultante el retorno del mercado libre y la competencia perjudicó al comercio de la
región. Frente a esta situación y a la orientación de EUA hacia otros temas de su mayor
interés, como la reconstrucción europea y el problema del comunismo -en cuyo último
caso, recrudeció las presiones intervencionistas en la región-, América Latina no supo
oponerse a través de una posición en común.
PANORAMA POLITICO DE AMERICA LATINA EN LA
SEGUNDA POSTGUERRA
El panorama político que mostraba América Latina era dispar.
México, pos su cercanía, tenía motivos importantes para adoptar una política de oposición
respecto de EUA en la región. Se mostraba poco interesado en adoptar un liderazgo
132
Esto no significa que anteriormente no existiera ideología, sino que ésta no se encontraba en las primeras
prioridades de las relaciones sistémicas.
latinoamericano, o incluso centroamericano, frente al país del norte. Manejaba sus asuntos
internacionales a través de posiciones “principistas”.
Brasil se manejaba en aquellos años de acuerdo con el esquema del “socio privilegiado”
de EUA en la región; política que se había iniciado ya en el período del Barón de Río
Branco (1902-1912).
En Argentina se iniciaba una nueva etapa política con el advenimiento al poder de Juan
Domingo Perón, el que mantuvo una política de oposición a EUA 133, procurando lograr
un liderazgo latinoamericano con estos propósitos, sosteniendo una política externa
basada en el concepto doctrinario de la “tercera posición“ entre los dos bloques.
En Venezuela en 1948, era derrocado el régimen de Rómulo Betancourt asumiendo una
Junta Militar, posteriormente presidida por Pérez Jiménez, quien ejercería una dictadura
con orientación favorable a los intereses internacionales de EUA.
Por su parte, en 1944 en Guatemala, un movimiento popular revolucionario provocó la
caída del dictador Ubico, iniciándose un proceso de orientación reformista, al principio
moderado con Juan José Arévalo y luego más profundo con Jacobo Arbenz a partir de
1951.
La Conferencia de San Francisco (abril-junio de 1945) marcó el inicio de un nuevo
período, en el que habría una participación muchos mayor de los Estados Americanos en
los asuntos mundiales y, por esta razón, los acontecimientos extra-continentales ejercieron
una influencia mucho mayor en las relaciones interamericanas. Esta Conferencia,
particularmente, remarcó la diferencia de poder entre EUA y América Latina y fue una
muestra de los que los problemas de la guerra fría provocarían en ellos.
En este sentido, la confrontación con la URSS, aumentó la participación de EUA en otras
regiones del mundo, dejando a América Latina en el nivel de baja prioridad.
Paradójicamente -o como resultado del curso que adoptó el Sistema Interamericano por el
“triunfo” del “monroismo” por sobre el “bolivarismo”- el “apoyo” de América Latina a las
posiciones de EUA en la guerra fría fue importante, particularmente en la Asamblea
General de la ONU, donde los veinte votos representaban prácticamente el 40% del total.
Esta forma de relacionamiento se consolidó con la firma del Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR) y la Carta de la OEA.
CONFERENCIA INTERAMERICANA PARA EL
MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y LA SEGURIDAD DEL
CONTINENTE
133
Mantuvo una política de oposición a EUA en el marco hemisférico, pero de alineamiento con EUA en el
marco del conflicto Este-Oeste.
62 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Se llevó a cabo en el Hotel de Quitandinha, en la ciudad de Petrópolis 134 en los meses de
agosto-setiembre de 1947. Asistieron todas las Repúblicas Americanas, pero no se invitó a
Nicaragua, ya que su gobierno de facto no estaba reconocido por la mayoría 135.
En esta Conferencia se firmó un sólo instrumento: el Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR) 136, pese a que se trataron los problemas económicos con
los resultados que ya adelantamos.
El tratado de Río establece la defensa colectiva tanto contra un ataque armado como
contra una agresión que no sea ataque armado, que se origine en la región o fuera de
ella. De acuerdo con el Artículo 51 de la Carta de la ONU, se establece la defensa
colectiva contra ataques armados, y en el Capítulo VIII de la misma Carta, se hace
referencia a los acuerdos regionales para otros casos de actos o amenazas de agresión. Sin
embargo, el Tratado de Río hace referencia específica al Artículo 51 de la Carta de la
ONU, pero no menciona el Capítulo VIII. Pero, como ya hicimos referencia más arriba en
la Conferencia de Chapultepec, EUA había insistido en que el “Acta de Chapultepec“
constituía un arreglo regional en sí, y ahora quería reducir este aspecto del Tratado de Río.
Más adelante, se esforzará en lograr una autonomía virtual del Sistema Interamericano
para reducir la “injerencia” de la ONU en cuestiones “americanas” importantes; ya que
por el Artículo 51, los signatarios del TIAR pueden defenderse por sí mismos mientras el
Consejo de Seguridad toma “las medidas necesarias para mantener la paz y seguridad
internacionales”, siendo que por el Capítulo VIII, los Estados signatarios no pueden
recurrir a medidas coercitivas sin autorización del Consejo de Seguridad.
Esta omisión del Capítulo VIII resultó importante, desde el momento en que la amenaza
de “agresión indirecta” sería el principal problema de seguridad en el Continente en la
postguerra. Algunos Estados estuvieron a favor de tomar medidas de defensa inmediatas
para enfrentarse a agresiones del exterior del hemisferio y una fórmula que favoreciera el
arreglo pacífico en caso de agresión de un Estado Americano. Venezuela propuso dos
tratados distintos, o uno con una combinación distinta en el procedimiento. Argentina, un
tratado que cubriera sólo las agresiones extra-continentales, pero en ningún caso hubo
éxito.
Para esos días la Guerra Fría cobraba cada vez mayor impulso. En el mes de marzo
anterior, el presidente Truman había anunciado el apoyo de EUA a los países de Europa
Occidental que se vieran amenazados por la URSS, dando lugar de esta manera a la
Doctrina Truman o “política de contención del comunismo”. Pocos meses después, el
Secretario de Estado Marshall anunciaba el programa de recuperación para Europa.
Dentro de estos antecedentes es que se firma el TIAR. No cabe duda entonces que se trata
del primer pacto de seguridad de la “Guerra Fría“, y que estaba orientado hacia los
problemas de seguridad norteamericanos; mientras que en los aspectos económicos, el
134
A 70 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, donde estuvo establecido en el siglo XIX el Emperador Pedro
II.
135
Ver CONNELL-SMITH, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 228.
136
Ver Anexo B (B.29.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 63
Plan Marshall re-orientaba las compras europeas hacia EUA, perjudicando el comercio
latinoamericano.
Un tema en el que hubo grandes desacuerdos, fue el vinculado a la diferenciación de las
agresiones originadas en el Continente, de las provenientes del exterior. Como
adelantamos, había un grupo de países latinoamericanos que estaba a favor de medidas
defensivas para las agresiones provenientes del exterior, mientras que para las que se
produjeran internamente, el arreglo pacífico. Sin embargo, EUA, apoyado por un grupo
significativo de Estados, consideraba que debía haber un sólo procedimiento, en el que
debía tenerse en cuenta si se había producido o no agresión armada, y dónde, pero sin
tener en cuenta la fuente de la agresión. Con esto se eliminaba el concepto de agresión
indirecta que, debemos subrayar, había sido considerado en el Protocolo Adicional
Relativo a la No Intervención (B.15.). Además, al referirse a la agresión armada, se
dejaba de lado cualquier otro tipo de agresión, lo que descartaba las agresiones
económicas a que hicimos referencia anteriormente.
En el artículo 9 se presentan algunos ejemplos de actos que se consideran agresión,
además de los que el propio Organo de Consulta puede determinar como tales: “a) El
ataque armado no provocado por un Estado, contra el territorio, la población o las fuerzas
terrestres, navales o aéreas de otro Estado; b) la invasión, por la fuerza armada de un
Estado, del territorio de un Estado Americano, mediante el traspaso de fronteras
demarcadas de conformidad con un tratado, sentencia judicial o laudo arbitral o, a falta de
fronteras así demarcadas, la invasión que afecte una región que esté bajo la jurisdicción
efectiva de otro Estado.” En definitiva, la agresión queda definida, de hecho, como
cualquier cosa que una mayoría de dos tercios de los Estados caractericen como tal
137
.
De esta manera, quedaba, de forma, en manos de los miembros del Sistema
Interamericano, la responsabilidad por la defensa del hemisferio, aunque, de hecho y en la
práctica, EUA tendría la porción más grande del poder militar que, en definitiva, haría
efectivo el TIAR; por lo que su “influencia” dentro del sistema le permitiría determinar en
qué caso habría “una agresión que no sea ataque armado”, contemplada en el artículo 6.
La diferencia del Tratado de Río con el resto de los acuerdos interamericanos, es que se
trata de un Tratado Regional dentro de una Organización Internacional más amplia. La
base jurídica de este Tratado, está dada por el ejercicio del derecho de autodefensa
individual y colectiva, reconocida en el artículo 51 de la carta de la ONU. Kunz, al hacer
referencia al Tratado de Río, dice que se basa enteramente en el artículo 51 de la Carta de
la ONU y en el concepto de ataque armado, por lo tanto, sólo puede ser un sistema de
propia defensa y no de sanciones 138.
137
Ver Slater, Jerome, The OAS and United States Foreign Policy, (Columbus, Ohio State University Press,
1967), pág. 37. También Serie sobre Tratados No 8, Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca,
OEA/Ser.A/1, Reimpreso 1965.
138
Kunz, Joseph L., El Tratado Interamericano de Ayuda Recíproca, en “American Journal of International
Law”, Vol. XLII, No 1, Enero 1948, pág. 120.
64 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
No obstante ello, al ser EUA el país rector del sistema, por ser la potencia hegemónica, es
el que decide, a través de la Doctrina Monroe, cuándo su seguridad está amenazada y
cuándo una sanción no es tal, sino una forma legítima de restituir el equilibrio en el
bloque, puesto en peligro por un Estado que no respete el ideario democrático
interamericano. Por otra parte, con la Política del Buen Vecino, EUA se encargó de
mencionar cada vez menos a la Doctrina Monroe, y a hablar más de “solidaridad
hemisférica” y de “responsabilidad conjunta”.
Un tema de destacar es el artículo 17: “El Organo de Consulta adoptará sus decisiones
por el voto de los dos tercios de los Estados signatarios que hayan ratificado el Tratado”
139
. Recordemos que durante todo el período denominado de la Unión Panamericana, las
decisiones se adoptaron por unanimidad. Todo esto implicaba, en cierta medida, el
derecho de veto. Al conseguir los dos tercios, EUA rompía la última alternativa que les
quedaba a los Estados latinoamericanos de lograr sus objetivos, aunque fueran mínimos.
Ciertamente, le bastaban catorce votos sobre veintiuno, para imponer sus decisiones y,
estos catorce votos los podía conseguir mediante coerción, o incluso “comprarlos” a través
de créditos o de alguna financiación necesaria para los Estados votantes.
El delegado argentino -el Canciller Bramuglia- había procurado el sistema de la
unanimidad para las cuestiones de fondo -que además era el criterio sostenido por la
Argentina en cuestiones de esta categoría- dejando los dos tercios para las de forma. Uno
de los ejemplos se encuentra en la Tercera Reunión de Consulta (Río de Janeiro, 1942), en
la que el delegado norteamericano Summer Welles, debió sacrificar distintos proyectos
para obtener el voto de la Argentina y, de esa manera, la unanimidad indispensable. No
obstante ello, la decisión mayoritaria fue la de los dos tercios, aunque se llegó a una
solución transaccional en el artículo 20, en el que se indica que las medidas establecidas
en el artículo 8, que son las que se contemplan que deben ser adoptadas en casos de actos
de agresión, sólo serán obligatorias para los Estados signatarios que hayan ratificado el
Tratado, estableciéndose la excepción de que ningún Estado estará obligado a emplear
la fuerza armada sin su consentimiento 140. El primer problema fue resuelto fácilmente,
al ratificar todos los Estados el Tratado de Río; en cuanto al segundo, bastaba la fuerza
armada de EUA para poner orden, siempre y cuando lograra -antes o después- los dos
tercios “legitimantes” de su actuación. Un ejemplo válido los constituirá en 1965 la
invasión de los marines norteamericanos a República Dominicana y la posterior
convocatoria a una Reunión de Consulta por parte del Presidente Lyndon Johnson 141.
139
Ver Conil Paz, Alberto y Ferrari, Gustavo, op. cit., págs. 159-160. También Serie sobre Tratados No 8, op.
cit..
140
Ver Serie sobre Tratados No 8, op. cit..
141
Reservas hechas al firmar el Tratado: Honduras: “...en relación con el artículo 9, inciso b), lo hace con la
reserva de que la frontera establecida entre Honduras y Nicaragua está demarcada definitivamente por la
Comisión Mixta de Límites de los años mil novecientos y mil novecientos uno, partiendo de un punto en el
Golfo de Fonseca, en el Océano Pacífico, al Portillo de Teotecacinte y, de este punto al Atlántico, por la línea
que establece el fallo arbitral de Su Majestad el Rey de España, de fecha veintitrés de Diciembre de mil
novecientos seis.” Nicaragua: “...en relación con la reserva hecha por la Delegación de Honduras al firmarlo y a
lo dispuesto por el artículo 9, inciso b), lo hace con la reserva de que la frontera entre Nicaragua y Honduras no
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 65
En el período transcurrido entre la Octava y Novena Conferencias, se adoptaron también
una serie de instrumentos abiertos a la firma en la Secretaría General de la Unión
Panamericana 142.
NOVENA CONFERENCIA PANAMERICANA
Se celebró en la ciudad de Bogotá en 1948. Asistieron los 21 Estados miembros. Con esta
Conferencia finaliza un período en el Sistema Interamericano conocido como el de la
Unión Panamericana, para iniciarse otro a partir del nacimiento de la Organización de
Estados Americanos (OEA).
La agenda de la Novena Conferencia Panamericana contemplaba el tratamiento de los
siguientes temas: 1) cooperación económica interamericana -de permanente interés para
los latinoamericanos, y sin logros para ellos, como de costumbre-; 2) reorganización y
fortalecimiento del “Sistema Interamericano” mediante la conclusión de un Pacto
Orgánico; 3) Informe del Consejo Directivo a la Unión Panamericana; 4) problemas
jurídicos y políticos; y 5) problemas sociales y culturales.
Se firmaron cinco instrumentos, entre ellos: la Carta de la OEA y el Pacto de Bogotá; un
Acta Final y 46 Recomendaciones y Resoluciones. La celebración de esta Conferencia
debió postergarse una semana, debido a lo que posteriormente se conoció como el
“bogotazo”, provocado por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán 143.
CARTA DE LA OEA
La delegación norteamericana, presidida por el Secretario de Estado Marshall, llevaba los
siguientes objetivos a la Conferencia: 1) dotar a la nueva organización con un poder
supraestatal y garantizar para ellos los puestos directivos de sus órganos más importantes.
La creación de la OEA debería hacerse bajo la consigna de reconstrucción del sistema
panamericano. 2) Adoptar una resolución orientada contra el movimiento comunista. 3)
De igual manera garantizar la posibilidad de intervención de EUA en los asuntos internos
de Latinoamérica, cubriéndose con las declaraciones de “peligro comunista”. 4) Concertar
con los países de América Latina acuerdos económicos, que respondan a los intereses del
capital norteamericano y garantizar la subsiguiente penetración de EUA en América
está demarcada definitivamente, desde el punto conocido con el nombre de Portillo de Teotecacinte hasta el
Océano Atlántico, en razón de haber sido redarguido y protestado por Nicaragua, como inexistente, nulo y sin
valor el Laudo regio pronunciado por Su Majestad el Rey de España de fecha veintitrés de Diciembre de mil
novecientos seis. En consecuencia, la firma de este Tratado por Nicaragua no podrá alegarse como aceptación de
fallos arbitrales que Nicaragua haya impugnado o cuya validez no esté definida.” Declaración de Ecuador:
“...suscribe sin reservas el presente Tratado Interamerciano de Asistencia Reciproca, porque entiende que otros
instrumentos y los principios del Derecho Internacional no obstan a la revisión de los Tratados, sea por acuerdo
entre las Partes, sea por los demás medios pacíficos consagrados por el propio Derecho Internacional.” Reservas
hechas al ratificar el Tratado: Guatemala: “El presente Tratado no constituye impedimento alguno para que
Guatemala pueda hacer valer sus derechos sobre el territorio guatemalteco de Belice, por los medios que estime
más convenientes; Tratado que, en cualquier tiempo, podrá ser invocado por la República con respecto al
mencionado territorio”. Honduras, Nicaragua y Ecuador expresaron las mismas reservas que al firmarlo.
142
Ver Anexo C (C.6., C.7., C.8., C.9., C.10., C.11., C.12.).
143
Ver Anexo A (A.41.).
66 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Latina. Se le concedía importancia primordial a la garantía para las inversiones efectuadas
por particulares y por compañías 144.
Los países latinoamericanos estaban interesados, sobre todo, en el análisis de los
problemas económicos, ya que este tema, que tradicionalmente era propuesto en las
distintas Conferencias Panamericanas por ellos, resultaba sistemáticamente propuesto en
su tratamiento por sugerencia de EUA. El tema del peligro comunista 145 fue planteado por
el presidente de la delegación norteamericana, Marshall, pero su proyecto de resolución
fue modificado de manera sustantiva. Por proposición del representante de México, se
excluyó del proyecto el punto sobre prohibición inmediata de los partidos comunistas de
las Repúblicas Americanas. Sin embargo, en su nueva variante, la Resolución XXXII
“Sobre el Mantenimiento de la Defensa de la Democracia en América”, aún representaba
una evidente violación de los derechos democráticos y libertades de los ciudadanos,
contemplados en las constituciones de la mayoría de los países de la región; una
intervención en los asuntos internos de los Estados y un intento de ubicar al bloque por
sobre la ONU.
La delegación argentina -presidida por el Canciller Bramuglia- llevaba también precisas
instrucciones: 1) La Carta Orgánica del Sistema Interamericano debe ser estructurada en
forma tal que no pueda presuponer la creación de un super-Estado; 2) debe contener
solamente normas de carácter jurídico, debiendo eliminarse las políticas y militares; 3) el
Consejo Directivo no debe tener atribuciones políticas 146.
Respecto del primer punto de las instrucciones, hubo varias propuestas para designar al
organismo, entre ellas, Unión Panamericana por parte de la delegación de México;
Sistema Interamericano, ya que había sido utilizado en las Resoluciones de la Conferencia
de Chapultepec; Pacto Constitutivo del Sistema Interamericano, incluido en el proyecto de
la Unión Panamericana; Pacto de la Unión de las Repúblicas Americanas, propuesto por la
delegación de Brasil. A todas estas designaciones se opuso la delegación argentina,
además de no haber habido consenso por parte de otras delegaciones respecto de los
distintos nombres, especialmente a los términos “unión” y “asociación”, ya que si eran
adoptados formularían reservas expresas.
Desde este mismo punto de vista, la delegación argentina se opuso a la acción colectiva,
por considerarlo un rasgo de super-Estado, obteniendo la supresión del párrafo del
proyecto en el que se decía: “La acción colectiva prevista en este Pacto o en la carta de
las Naciones Unidas, no constituye intervención.” Sin embargo, en 1954, en la Décima
Conferencia Panamericana, fue aprobada la Resolución 93, que en su esencia contemplaba
el derecho a la “intervención colectiva” 147. Si bien es cierto que México, Guatemala y
Argentina se opusieron, EUA consiguió la aprobación de la Resolución. En definitiva
hubo consenso en denominarla Organización de Estados Americanos 148.
Respecto del punto segundo de las instrucciones, la delegación argentina logró que se
separara del Consejo de la OEA al Consejo Interamericano de Defensa que, según el
144
Ver Matos Ochoa, Sergio, El Panamericanismo a la Luz..., op. cit., pág. 158.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 67
proyecto que se había redactado, éste constituía un órgano especializado del Consejo de la
OEA. De esta forma se eliminó toda norma similar dentro de la Carta.
En lo que hace al punto tercero, la delegación defendió la independencia entre el TIAR y
la OEA; pero no tuvo éxito en su intento de privar al Consejo de la OEA de facultades
políticas, aunque logró que se disminuyeran, respecto del proyecto original, quedando
incluido en el artículo 50: “El Consejo conoce, dentro de los límites de la presente Carta
y de los tratados y acuerdos interamericanos, de cualquier asunto que le encomienden la
Conferencia Interamericana o la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores” 149. De esta forma se afianzaba la posición preponderante del Organo de
Consulta y la Conferencia Interamericana dentro del sistema regional, reduciéndose el
alcance de la definición original.
CARACTERISTICAS DE LA ORGANIZACION
La OEA es una organización regional de conformidad con los propósitos y principios de
la Carta de la ONU.
En ella se incluyeron todos los principios adoptados durante las distintas Conferencias
Interamericanas.
Respecto de la no intervención se establece que se “excluye no solamente a la fuerza
armada, sino también a cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de
la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo
constituyen.” Además se establece que “ningún Estado podrá aplicar o estimular
medidas coercitivas de carácter económico y político para forzar la voluntad soberana de
otro Estado y obtener de éste ventajas de cualquier naturaleza” 150. Sin embargo, la
evolución de las relaciones interamericanas demostró que la aplicación de medidas
coercitivas de carácter político y particularmente económico, han sido las más utilizadas
para obtener respuestas favorables o para disciplinar a los gobiernos de la región, por parte
de EUA.
La seguridad colectiva, cuyos antecedentes inmediatos se encuentran en el Acta de
Chapultepec (1945) y en el TIAR (1947), se basa en el principio de solidaridad
continental; estableciendo la Carta en el artículo 25 los distintos casos de seguridad
colectiva continental, adoptándose como norma de conducta a la solidaridad o la legítima
defensa colectiva. De todas formas, quedaba la Doctrina Monroe para la actuación
individual de EUA, ya que ésta contempla el “derecho inherente” de la legítima defensa
individual en caso de verse amenazada su seguridad en el hemisferio. Por otra parte, se
estaba siguiendo el modelo de Franklin D. Roosevelt con su “Política del Buen Vecino“,
145
Si para la década de los '90 todavía existieran las Conferencias Panamericanas, el delegado norteamericano
estaría planteando el “peligro del narcotráfico”. Todo en aras de conseguir mantener un control sobre la región.
146
Ver Conil Paz, Alberto y Ferrari, Gustavo, Política Exterior..., op. cit., pág. 181.
147
Ver Matos Ochoa, Sergio, El Panamericanismo a la Luz..., op. cit., pág. 161-162. Ver más adelante la Décima
Conferencia Panamericana. Ver más arriba la propuesta de Rodríguez Larreta.
148
Ver Conil Paz, Alberto y Ferrari, Gustavo, Política Exterior..., op. cit., pág. 182.
149
Ibídem, págs. 182-183.
150
Artículos 15 y 16 de la Carta de la OEA.
68 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
mediante la que se hablaba de “solidaridad hemisférica” y se mencionaba poco a la
Doctrina Monroe, más bien por una razón de prudencia que de cambio de actitud.
Los casos indicados en el artículo 25 son: 1) ataque armado; 2) agresión que no sea ataque
armado. Esto último podría ser interpretado en el sentido de que cualquier movimiento de
liberación genera un peligro de agresión. De esta manera se estaba creando la posibilidad
ilimitada, para EUA, de aplastar cualquier oposición o comportamiento autonómico de los
países latinoamericanos. Concretamente, de acuerdo con la letra, podría ser declarado
“agresor” un país que, sin violar la soberanía de ningún otro, sin cometer ninguna acción
contra la paz, resultara incómodo, debido a su sistema político, o ser acusado de
comunista tan sólo porque ese país intenta conquistar su independencia económica. Sin
embargo, cuando la delegación cubana propuso que se contemplara como agresión a la
“agresión económica”, EUA se opuso 151. 3) Un conflicto extra-continental; 4) conflicto
entre dos o más Estados americanos; 5) cualquier otro hecho o situación que pueda poner
en peligro la paz de América.
Para estos casos, se contempla la aplicación de las medidas y procedimientos establecidos
en los tratados especiales existentes; esto es, el TIAR, u otros acuerdos vinculados a la
solución pacífica. Para tales fines se convocará a la Reunión de Consulta, órgano
perteneciente a la OEA, conformado por los Ministros de Relaciones Exteriores de los
Estados Americanos 152.
PACTO DE BOGOTA
Otro de los instrumentos importantes adoptados en esta Conferencia, fue el Tratado
Americano de Soluciones Pacíficas 153. En la Conferencia celebrada en Lima en 1938, se
había decidido la sistematización de los Tratados y Convenciones existentes, relativos a la
151
EUA logró que en 1954 se aplicara contra Guatemala, al que declararon país bajo “control comunista”. El 26
de junio, Nicaragua, Perú, Cuba, Honduras, EUA, Panamá, Haití, República Dominicana, Costa Rica y Brasil
presentaron una nota conjunta sobre la necesidad imperiosa de convocar a una Reunión de Consulta para tratar el
caso Guatemala. La fecha se fijó para el 7 de julio de 1954 en Río de Janeiro. No obstante, Arbenz cayó como
resultado de una intervención armada organizada por EUA con la ayuda de elementos guatemaltecos, de
Nicaragua y Honduras. El resultado fue que se suspendió la Reunión, ya que EUA no consideró necesario
“consultar” a sus “aliados” sobre la intervención. Ver Matos Ochoa, Sergio, El Panamericanismo a la Luz..., op.
cit., pág. 160-162.
152
Sobre los principios establecidos en la Carta de la OEA, ver Piccirilli, Rodolfo, La Novena Conferencia
Internacional Americana, publicado en “Revista de Derecho Internacional y Ciencias Diplomáticas”, Vol I, No
1/2, Abril-Diciembre 1949, Instituto de Derecho Internacional de la Universidad Nacional del Litoral, Rosario
(Argentina), págs. 9-59. Igualmente Puig, Juan Carlos, Les Principles..., op. cit., págs. 25-27. Tres países
hicieron reservas al ratificar la Carta: Guatemala: “Ninguna de las estipulaciones de la presente Carta de la
Organización de Estados Americanos podrá considerarse como un impedimento para que Guatemala pueda hacer
valer sus derechos al territorio de Belice por los medios que en cualquier momento estime conveniente.” Perú:
“Con la reserva de que los principios de solidaridad y cooperación interamericana y fundamentalmente los
enunciados en los considerandos y declaraciones del Acta de Chapultepec constituyen normas de las relaciones
mútuas entre los Estados Americanos y base jurídica del sistema interamericano.” Estados Unidos de América:
“El Senado de Estados Unidos aprueba la ratificación de la Carta con la reserva de que ninguna de sus
disposiciones se considerará en el sentido de ampliar los poderes del Gobierno Federal de Estados Unidos o de
limitar los poderes de los distintos Estados de la Unión Federal con respecto a cualquier materia que la
constitución reconozca como comprendida dentro de los poderes reservados a los distintos Estados”. Ver Ruda,
José María, Instrumentos Internacionales, (Buenos Aires, Edit. TEA, 1976), págs. 464-465.
153
Ver Anexo A (A.42.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 69
solución pacífica de los conflictos, encargando esta tarea a la Unión Panamericana con el
fin de que, previa opinión de las Repúblicas Americanas, se redactara un Código de Paz.
Como analizamos más arriba, el arreglo pacífico de las disputas entre los Estados
americanos ha sido uno de los principios básicos del Sistema Interamericano desde sus
comienzos. No obstante ello, y aunque fue aceptado desde un comienzo el principio en el
que se establece que todas las disputas americanas deben solucionarse por medios
pacíficos, su incorporación a los tratados especiales resultó difícil. La mayoría de los
tratados sobre el tema no habían obtenido las ratificaciones suficientes, por lo que el
propósito del Pacto de Bogotá era sistematizar los acuerdos existentes y reemplazarlos.
En el Capítulo I del Pacto, consta la obligación general de resolver las controversias por
medios pacíficos -aclarándose que estos medios serán regionales- antes de llevar las
disputas al Consejo de Seguridad de la ONU. Esto, en cierta medida fue de conveniencia
de EUA ya que, de esta manera, evitaba el posible veto de otros miembros permanentes,
particularmente la URSS.
En el Capítulo VI se establece el procedimiento judicial, elemento novedoso que se aporta
con este Pacto, ya que no estaba establecido en los anteriores instrumentos. Las partes
contratantes reconocen como obligatoria y sin necesidad de convenio especial, la
jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para casos de controversias, que sean de
carácter jurídico, con otro Estado Americano; 1) interpretación de un tratado; 2) cualquier
cuestión de derecho internacional; 3) la existencia de un hecho que, de ser establecido,
constituya violación de una obligación internacional; y 4) la naturaleza o extensión de la
reparación que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación internacional.
Además, cuando el procedimiento de conciliación no llegase a una solución aceptable y
no se hubiese convenido un procedimiento arbitral, cualquiera de las partes puede recurrir
a la Corte en la forma establecida en el artículo 40 del Estatuto, quedando
obligatoriamente abierta la jurisdicción de la Corte.
Uno de los puntos controvertibles se encuentra en el artículo 7, en el que las Partes “se
obligan a no intentar reclamación diplomática para proteger a sus nacionales, ni a
iniciar al efecto una controversia ante la jurisdicción internacional, cuando dichos
nacionales hayan tenido expeditos los medios para acudir a los tribunales nacionales
competentes del Estado respectivo”. EUA -como era de prever- hizo expresa reserva a
este artículo, del mismo modo que a la jurisdicción obligatoria de la Corte Internacional,
que representaba el principal elemento que le daba fuerza al Pacto, ya que esto significaba
someterse a un poder supranacional; poder que pretendía ostentar el gobierno de este país
154
.
154
Serie sobre Tratados No 16, op. cit., págs. 59-67. Se hicieron las siguientes reservas: Argentina: Hizo reservas
a los artículos VII (relativo a la protección de los extranjeros); Capítulo 4º, artículos XXXI a XXXVII (sobre
procedimiento judicial); Capítulos 5º, artículos XXXVIII a XLIX (sobre procedimientos en el arbitraje); y al
Capítulo 6º, artículo 1 (sobre cumplimiento de las decisiones); a los que no adhiere. La justificación de estas
reservas las basó en el principio de que el arbitraje y el procedimiento judicial cuentan, como instituciones con la
adhesión de la Argentina, pero no puede aceptar la forma en que han reglamentado los procedimientos para la
aplicación, ya que deberían establecerse sólo para controversias que se originen en el futuro y que no tengan
70 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CONVENIO ECONOMICO DE BOGOTA
El Convenio Económico de Bogotá 155, es otro de los instrumentos importantes adoptados
en esta Conferencia, pero con poco éxito.
En esta Conferencia se reconoce que las Repúblicas Americanas deben prestarse
colaboración económica para la solución de sus problemas, estableciendo las bases de la
cooperación técnica y financiera, inversiones privadas y desarrollo industrial y
económico.
El órgano principal para la realización de la cooperación económica, es el Consejo
Interamericano Económico y Social. En el artículo 6 del Convenio se establece que la
cooperación económica estará condicionada para cada país participante por sus recursos,
por los términos de sus propias leyes y por los compromisos contraidos mediante
Convenios Internacionales.
Al tratarse el tema durante la Conferencia, se dejó constancia del repudio al uso de
sanciones económicas por considerarse que con ellas se viola el principio de la no
intervención. En la Resolución aprobada se establecía que: “ningún Estado podrá aplicar
o estimular medidas coercitivas de carácter económico y políticas para forzar la voluntad
soberana de otro Estado y obtener de éste ventajas de cualquier naturaleza” 156.
relación con causas o hechos previos a la firma del Pacto de Bogotá. La ejecución compulsiva de las decisiones
arbitrales y la limitación a los Estados a juzgar por sí mismos sobre asuntos pertenecientes a su jurisdicción
interna (artículo V del Pacto) son contrarios a la tradición argentina, así como la protección a los extranjeros que
en Argentina están amparados en igualdad de condiciones con los nacionales. Bolivia: Formuló reservas al
artículo VI en consideración a que los procedimientos pacíficos también pueden aplicarse a las controversias
sobre asuntos resueltos por arreglo entre las partes cuando dicho arreglo afecta intereses vitales de un Estado.
Ecuador: También hace reservas al artículo VI y a toda disposición que se oponga o no esté en armonía con las
que establece la Carta de la ONU, de la OEA o de la Constitución del Ecuador. Estados Unidos de América: 1)
No se compromete en caso de conflicto, como parte agraviada, a someter a la Corte Internacional de Justicia
(CIJ), toda controversia que no esté dentro de la jurisdicción de la Corte. 2) El arbitraje de toda controversia
dependerá de acuerdos especiales entre las partes interesadas. 3) La aceptación de la jurisdicción de la CIJ como
obligatoria y sin acuerdo especial, estará determinada por toda limitación jurisdiccional o por otras limitaciones
contenidas en la declaración depositada por Estados Unidos, según el artículo 36, párrafo 4 de los Estatutos de la
Corte. 4) No acepta el artículo VII (relativo a protección diplomática y al agotamiento de recursos). Por su parte,
Estados Unidos mantiene esas reglas de acuerdo con el Derecho Internacional. Paraguay: Supedita al previo
acuerdo entre las partes el procedimiento arbitral específicamente convenido en Tratados actualmente vigentes,
por toda cuestión no jurídica que afecte a su soberanía. Perú: Formuló reservas a los siguientes puntos: 1) A la
segunda parte del artículo V, por considerar que la jurisdicción interna debe ser definida por cada Estado. 2) Al
artículo XXXIII y a la correspondiente del artículo XXXIV, por considerar que los casos resueltos por arreglo
entre las partes o regidos por acuerdos o Tratados vigentes, determinan la exclusión de la aplicación de los
procedimientos establecidos en el Pacto. 3) Al artículo XXXV, por considerar que antes del arbitraje y a
solicitud de parte, puede proceder la reunión del Organo de Consulta, según lo establecido en la Carta de la
OEA. 4) Al artículo XLV, por considerar que el arbitraje sin intervención de parte, es contrapuesto a los
principios constitucionales del Perú. Nicaragua: Deja constancia que ninguna disposición de este Pacto, podrá
perjudicar la posición que el gobierno de Nicaragua tenga asumida sobre sentencia arbitrales, cuya validez fuera
impugnada de acuerdo con los principios del Derecho Internacional. Resulta interesante analizar a la luz del
artículo 7 el caso de la United Fruit Co. y Guatemala. Ver Serie sobre Tratados No 16, op. cit., págs. 67-70.
Serie sobre Tratados No 16, op. cit., págs. 67-70. Ver Anexo A (A.43.).
155
156
Doce Estados hicieron reservas a la firma de esta Convención: Argentina: Respecto del artículo 25 del
Convenio de Bogotá, en lo que concierne a las expropiaciones, expresa que al prestar su aprobación al texto lo
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 71
hace en la inteligencia de que ello no significa acentuar en modo alguno de la preeminencia de los tratados o
convenios internacionales sobre los textos constitucionales de los países americanos, ni admitir para capitales
extranjeros otra jurisdicción que la de sus propios tribunales. Ecuador: “1) El principio establecido en el artículo
tercero, de facilitar el acceso al comercio en igualdad de condiciones, debe entenderse en armonía con el artículo
31, por el que se admiten convenios preferenciales con fines de desarrollo económico. 2) El artículo 24 no debe
entenderse en el sentido de limitar el principio según el cual los capitales extranjeros están sujetos a las leyes
nacionales. 3) El artículo 25 debe entenderse en el sentido de que la norma en él establecida debe queda
subordinada a las disposiciones constitucionales vigentes al tiempo de su aplicación, y de que corresponda
privativamente a los tribunales del país donde se verifica la expropiación determinar, conforme a las leyes
vigentes, todo lo relacionado con las condiciones en que debe llevarse a cabo, la cuantía del pago y los medios de
realizarlo. 4) El artículo 31 debe entenderse en el sentido de que se admiten las preferencias entre los Estados
hispanoamericanos, ya que por razones económicas -debido a la necesidad de desarrollar sus economías y por
pertenecer a la misma región-, ya porque se trata de Estados unidos entre sí por vínculos especiales basados en la
comunidad de lengua, orígen y cultura. 5) El artículo 35 debe entenderse en el sentido de que las medidas
discriminatorias en él mencionadas no se refieren a las preferencias que tengan a bien concederse los Estados
hispanoamericanos para desarrollar sus marinas mercantes, preferencia a cuyo establecimiento el Ecuador se
reserva el derecho de considerar como nacionales a las naves de la Flota Mercante Grancolombiana S.A., aún
cuando lleven bandera de Venezuela, Colombia o Panamá.” Estados Unidos de América: “1) Al segundo párrafo
del artículo 3o del Convenio Económico de Bogotá, referente a la relación entre los precios de las materias
primas y los productos manufacturados. 2) A los artículos 30 y 31. 3) A los subpárrafos f y q del artículo 32.”
México: “1) A la parte final del artículo 25 en el sentido de que la norma que ahí se establece debe quedar
subordinada a los términos de las leyes constitucionales de cada país. 2) Aún estando de acuerdo con el espíritu
de equidad en que se inspira el párrafo tercero del artículo 22 y el primer párrafo del artículo 24, la delegación de
México hace también reserva expresa sobre sus textos, por cuando, en la forma en que están redactados, pudieran
interpretarse como una limitación al principio según el cual los extranjeros están sujetos, como los nacionales, a
las leyes y a los tribunales del país.” Uruguay: “La Delegación uruguaya entiende que el Capítulo IV no agrega,
al capital extranjero que ingresa a su país, ninguna garantía que ya no tenga por las normas constitucionales. Y,
con respecto al artículo 25, considera que es innecesaria la referencia expresa a la Constitución en los relativo al
régimen de la expropiación y de su pago, porque las disposiciones constitucionales rigen siempre para resolver
todas las situaciones con sometimiento de todos los habitantes a la jurisdicción de los tribunales nacionales.”
Guatemala: “A la parte final del artículo 25 en el sentido de que el principio que ahí se establece debe quedar
subordinado a las normas constitucionales vigentes de cada país. Asimismo hace reserva expresa sobre el párrafo
tercero del artículo 22 y el primer párrafo del artículo 24, en cuanto ellos pueden limitar el principio de que los
extranjeros, tanto como los nacionales, están sujetos a las leyes y tribunales del país.” Cuba: “La Delegación de
Cuba ha votado afirmativamente el artículo 25 entendiendo que el último párrafo de dicho precepto en su
interpretación dogmática, consagra su contenido de acuerdo con el texto de la Constitución de Cuba. Hace
constar que no tienen carácter de discriminatorias las que se adopten como defensa a medidas discriminatorias
adoptadas por otros Estados.” Venezuela: “1) Al artículo 25 por las razones expuestas en el curso del debate.
Cuando al resto del Capítulo IV declara, que en ningún caso aceptará la preeminencia de los tratados o convenios
internacionales sobre el texto de su Constitución, ni admitirá otra jurisdicción para las inversiones extranjeras,
que la de sus propios tribunales. 2) Deja constancia en Actas que al aprobar el Capítulo VIII de este Convenio
Económico de Bogotá, y la declaración anexa lo hizo en la seguridad de que la frase `cuestiones referentes al
transporte marítimo' comprende el problema relativo a las prácticas discriminatorias y de otra índole que figuran
en los contratos de transporte marítimo que tienen en práctica la Conferencia o Asociaciones de Navieros, tal
como fue expresamente aprobado en el grupo de trabajo a quien correspondió el estudio de este Capítulo.
Igualmente entiende que la frase antes citada incluye el estudio de los fletes actualmente en vigencia y de la
manera de lograr que esos fletes sean justos y equitativos.” Honduras: “Ha votado afirmativamente el artículo 25
del Convenio Económico de Bogotá interpretando que la aplicación de la parte final de dicho artículo -igual que
la del resto del mismo- queda bajo la primacía de la Constitución Política Nacional. Al votar afirmativamente al
artículo contenido en el Capítulo IX -Libertad de Tránsito- lo hace con la reserva de que no puede establecer en
el presente ni en un futuro muy próximo, el libre tránsito de mercaderías que lleguen a cualquier puerto de su
costa en el Océano Atlántico para ser llevadas, a través del territorio hondureño, hacia otro país, ocupando o no
los puertos de Honduras en el Océano Pacífico.” República Dominicana: “Hace reservas al artículo 31 una vez
que los procedimientos establecidos en la Carta de La Habana para los convenios preferenciales no sirvieron de
pauta esencial para su redacción, y que puede iniciar, pura y simplemente una política de privilegios reñida con
el anhelo de los pueblos americanos de ofrecerse mutuas facilidades.” Colombia: “En lo que respecta a los
incisos f y q del artículo 32 del Convenio Económico de Bogotá, por tratarse de puntos que fueron sometidos a la
consideración de la comisión respectiva a última hora, sin tiempo de estudio o consulta por parte de la
Delegación.” Ecuador, Venezuela y Colombia: “Para los efectos de lo dispuesto en el Capítulo VIII -Transporte
Marítimo- del Convenio Económico de Bogotá, las delegaciones de Colombia, Ecuador y Venezuela hacen
constar que consideran a la Flota Mercante Grancolombiana S.A., como su marina mercante nacional para la
participación del capital de los Estados Ecuatoriano, Venezolano y Colombiano en dicha empresa, aún cuando
los barcos de tal compañía lleven indistintamente banderas del Ecuador, Colombia y Venezuela.” Chile: “Que
desea conste en el Acta de que existen determinadas discriminaciones y restricciones gubernamentales en el
comercio marítimo interamericano y que en su deseo de llegar a la supresión de la misma, se reserva el derecho
de proponer y participar en otros debates sobre este tema en reuniones futuras de los Estados Americanos.”
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 73
Las reservas hechas al Acuerdo resultaron ociosas, ya que éste nunca fue ratificado, por lo
que resultaba difícil que pudiera hacer algo el Consejo Interamericano Económico y
Social.
EUA estaba interesado en los acuerdos bilaterales (política de fragmentación) a través de
sus propias agencias, mientras que los latinoamericanos encontraron más útil a sus
aspiraciones a la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas
(CEPAL). Un hecho significativo es que, fue la CEPAL la impulsora de la movilización
hacia la conformación de mercados regionales en América Latina y no la OEA, la que, por
otra parte, nunca se interesó en el tema.
En esta misma Conferencia se tomó la decisión de realizar una nueva reunión de carácter
especial, en la ciudad de Buenos Aires, con el objeto de estudiar los procedimientos de
ejecución del Convenio suscripto, con medidas eficaces de cooperación. Sin embargo, en
esta reunión, que se celebró recién en 1954, sólo se emitió una declaración de principios
generales, pero sin resultados concretos, salvo la recomendación de cooperar con la
CEPAL y promover la integración económica, tema, este último, con el que EUA no
estaba muy de acuerdo, ya que lo miraba con desconfianza por las posibles connotaciones
“ideológicas” que podría traer aparejado.
Para 1959, EUA estuvo de acuerdo con los Estados latinoamericanos, en constituir un
Banco Interamericano de Desarrollo, cuyo propósito declarado era “contribuir a
acelerar el proceso de desarrollo económico, individual y colectivo de los países
miembros”. La constitución del Banco, fue una concesión que terminó haciendo EUA,
luego de manifestar sus reservas respecto del intento brasileño de poner en marcha un
proyecto integracionista, denominado Operación Panamericana, el que terminó
frustrándose por falta de apoyo generalizado.
Hacia fines de 1959 se puso en funcionamiento, luego de haber logrado el 87% de los
aportes de capital, previa ratificación de la Carta constitutiva. Sin embargo, debido a que
el voto correspondiente a cada Estado se establecía de acuerdo con los aportes de capital,
este Banco terminó siendo manejado por EUA, ya que tenía casi el 40% de los aportes 157.
Los otros dos convenios adoptados durante esta Conferencia, tienen que ver con los
derechos políticos y civiles de la mujer 158.
Entre la Novena y Décima Conferencias Panamericanas, se celebró una Conferencia
Especializada por la Organización Sanitaria Panamericana, adoptándose un Protocolo
anexo al Código Sanitario Panamericano; y se firmó un acuerdo sobre privilegios e
inmunidades de la OEA, que quedó abierto para su firma en la Secretaría General 159.
157
Ver Piccirilli, Rodolfo, op. cit., págs. 41-46. También Serie sobre Tratados No 9, op. cit., pág. 45. Asimismo
Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 314-317.
158
Ver Anexo A (A.44., A.45.).
159
Ver Anexo B (B.3.2.) y Anexo C (C.13.).
74 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO XI
INCLUSION DE LA GUERRA FRIA EN LAS RELACIONES
INTERAMERICANAS
Con la Guerra Fría en las relaciones Este-Oeste, se estableció un sistema de relaciones
intrabloque de gran rigidez. Esto significa que, el grado de permisividad a las actitudes
autónomas fue muy bajo, y cualquier actitud adoptada por algún miembro del sistema en
este sentido, era inmediatamente sancionada, a los efectos de evitar fisuras dentro del
bloque.
Hubo varios intentos de autonomía heterodoxa dentro de la región, provocando la
intervención abierta de EUA y, en algunos casos lo hizo veladamente. Los Estados
latinoamericanos carecían efectivamente de suficiente viabilidad nacional 160 como para
adoptar actitudes autónomas. Argentina, Brasil y México eran en realidad los únicos con
un relativo grado de viabilidad individual. El resto, se encontraba dentro del grado de
viabilidad colectiva o de no viabilidad, por lo menos en el corto y mediano plazo.
La guerra de Corea a principios de la década de los '50, trajo un mayor endurecimiento de
la Guerra Fría.
El problema principal para los latinoamericanos continuaba siendo el económico, aunado
al de la justicia social; mientras que para EUA había surgido un nuevo elemento -
especialmente desde el momento en que adoptó el carácter de super-potencia mundial
dentro de una estructura bipolar-, el peligro del comunismo. Este tema ya había sido
tratado durante la celebración de la Novena Conferencia Panamericana, y desde ya los
Estados latinoamericanos habían replicado que la solución del problema comunista en
América, debía atacarse a través de la solución de los problemas económicos. Fue
significativa la declaración del Presidente de la Delegación Argentina -Canciller
Bramuglia- luego de celebrada la Conferencia, al manifestar que “en cuanto a la cuestión
comunista, creo que (...) antes que combatir consecuencias, es preferible prevenir
causas” y, evidentemente se refería a las causas económico-sociales 161.
En la Décima Conferencia Panamericana -pleno período de Guerra Fría-, el problema del
comunismo fue el objetivo principal de EUA, especialmente por las circunstancias que
estaba viviendo Guatemala en ese momento bajo el gobierno de Jacobo Arbenz, aunque la
preocupación -según Connell-Smith- se debía principalmente a la expropiación que este
gobierno hizo de tierras pertenecientes a la United Fruit Co. -empresa estadounidense de
explotación y comercialización del banano en los países centroamericanos- 162. Previo a
esta Conferencia, se celebró en 1951, por convocatoria de EUA (18 de diciembre de
1950), la Cuarta Reunión de Consulta, de acuerdo con los artículos 39, 40 y 41 de la Carta
de la OEA. El motivo principal, era el conflicto de Corea.
160
Capacidad de desempeño en términos relativamente autónomos.
161
Ver Conil Paz, Alberto y Ferrari, Gustavo, Política Exterior..., op. cit., pág. 184.
162
Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 194. El caso Guatemala está muy bien analizado en
esta misma obra de Connell-Smith, págs. 271-280.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 75
La década de los '60 trajo novedades significativas al proceso político, tanto interno como
internacional de América Latina, en la misma medida que grandes contradicciones.
Por un lado, se dio una creciente identificación de la región con los países del “Tercer
Mundo”, y por el otro, se comenzaron a suceder golpes de Estado militares de tipo
pretoriano, cuyo propósito fundamental era luchar contra el peligro comunista,
esgrimiendo el principio de las “fronteras ideológicas“: Brasil en 1964, Argentina en
1966. Se dieron renovados esfuerzos para reducir la dependencia económica,
especialmente a través de estrategias integracionistas, que en definitiva terminaron
derivando en un proceso “comercialista”, que desvió los propósitos originales, aunque
para fines de la década (1969) se inició un nuevo tipo de estrategia a través del
denominado “Consenso de Viña del Mar“. mediante el que se logró, al menos durante un
año, que el gobierno norteamericano (Nixon) modificara sus políticas hemisféricas,
inaugurando la del “Socio Maduro“. Por su lado, EUA trató de conjurar los intentos
reformistas post revolución cubana, a través de la Alianza Para el Progreso, aunque ésta
fue abandonada por el gobierno de Johnson a partir de la Conferencia de Presidentes de
América de Punta del Este (1967), para dar lugar al ingreso de las multinacionales en la
región, lo que provocó nuevos problemas económicos a los países latinoamericanos, entre
ellos, el desvirtuamiento de los verdaderos propósitos de la integración regional, que fue
aprovechada por aquéllas.
PANORAMA POLITICO DE AMERICA LATINA EN LA DECADA
DE LOS '50
No todos los procesos militares que se dieron en la región tenían un tono pretoriano. En
Perú, a partir de 1968 y en Bolivia por un breve tiempo, se iniciaron procesos militares de
tono reformista, que si bien fueron vistos con malos ojos por EUA, no fueron pasibles de
intervención directa, sino de su socavamiento a través de fuerzas internas, que terminaron
por “diluirlos”.
Efectivamente, si nos ponemos a analizar las características de los procesos internos de
algunos países, nos encontramos con que América Latina comenzó una etapa interna
en la que quedaron de manifiesto los puntos más extremos del péndulo político.
En la Argentina continuaba el peronismo en el poder, pero el conflicto de Corea hará que
adopte una posición política más favorable hacia EUA. Hacia fines de su segundo
mandato, firmará incluso un contrato petrolero con una empresa norteamericana
(Californian Co.), que no llegará a implementarse porque será derrocado por fuerzas
militares, que bajo el lema de “revolución libertadora” tomaron el poder, proscribiendo al
partido peronista en las elecciones que convocaron tres años después, en las que asumió
Arturo Frondizi, ejerciendo un gobierno de corte desarrollista -al igual que Belaúnde
Terry en el Perú-, pese a sus promesas preelectorales de iniciar un período reformista.
Pero no pudo finalizar su período, por desentendimientos con las fuerzas armadas, que
hicieron un golpe palaciego -apoyado por la CIA norteamericana 163- para instalar en el
163
Según declaraciones públicas del propio ex presidente Arturo Frondizi en 1991.
76 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
gobierno al Presidente Provisional del Senado, José María Guido. En las nuevas
elecciones, asumió el gobierno el partido radical, con Arturo H. Illia; pero será derrocado
al tercer año de su mandato por las fuerzas armadas, bajo el lema de “revolución
argentina”, con el general Juan Carlos Onganía en el gobierno. De esta manera, este país
alternó entre gobiernos civiles y militares, lo que continuará en adelante, a la vez que en
las posiciones internacionales, sea respecto de América Latina, o en relación con EUA,
mantuvo una política que osciló entre un “pro norteamericanismo” y un aislacionismo
continental, y posiciones heterodoxas respecto de EUA y un acercamiento a la región,
dependiendo de los gobiernos.
En Brasil, con el segundo mandato de Getulio Vargas, se inicia un período “nacionalista”
y “antiimperialista”. Con la presidencia de Juscelino Kubitschek, se mantuvo la posición
nacionalista, la que en el terreno de la política externa se manifestó a través de su
propuesta de una Operación Panamericana (OPA), para solucionar los problemas de la
ampliación del mercado dentro de países que agotaron el propio a partir de su desarrollo
industrial. Este nacionalismo tomó un tono “tercermundista” con Janio Quadros y Joâo
Goulart, hasta su derrocamiento por las fuerzas armadas en 1964, que iniciaron una
política basada en las “fronteras ideológicas“ y de alineamiento con las políticas de EUA -
modelo que fue seguido por Onganía dos años después.
En Bolivia también se inició un período nacionalista de corte reformista en 1952, con la
asunción de Víctor Paz Estenssoro (líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario -
MNR), el que volverá a ejercer la presidencia en 1960, pero debió huir del país en 1964
por no haber podido sofocar una rebelión, asumiendo su vicepresidente René Barrientos.
El gobierno de Paz Estenssoro se orientó en lo externo hacia una posición antiimperialista
y favorable a la integración latinoamericana.
En Guatemala, el gobierno de Jacobo Arbenz, que asumió en 1951, inició un proceso de
corte reformista, pero fue derrocado por Castillo Armas, con ayuda norteamericana, por
considerárselo un “puente” favorable al ingreso del comunismo en la región.
En Venezuela se volvió en 1958 a la democracia con la segunda presidencia de Rómulo
Betancourt la que será alternada hasta el presente entre demócratas cristianos y social
demócratas.
En Cuba, en 1959 asumió Fidel Castro generando una revolución; declarándose marxista-
leninista en 1961, provocando una gran crisis dentro del sistema, lo que favoreció que la
región ingresara en la guerra fría, en momentos en que el sistema internacional global se
orientaba hacia la coexistencia pacífica.
No obstante la existencia de gobiernos de corte nacionalista en varios países
latinoamericanos, esto no desembocó en una mayor unidad regional ya que, además
de las constantes interrupciones provocadas por golpes de Estado militar, no hubo una
política de coordinación en las posiciones externas entre estos países.
En el contexto internacional, se inicia entre las dos grandes potencias, un proceso de
“distensión” con vistas a lograr una “coexistencia pacífica”. Las bases de este
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 77
“entendimiento” entre ambas cabezas polares, se podrían resumir en algunos
acontecimientos relevantes ocurridos durante el período. En primer lugar, se podría
mencionar a la XX Reunión del Partido Comunista de la URSS (PCUS), oportunidad en la
que se revivió la tesis leninista de la coexistencia pacífica, queriendo significarse con esto,
que la inevitabilidad de la guerra total entre “socialistas” y “capitalistas” carecía de
sentido en un mundo con armas atómicas, por lo que el triunfo del marxismo no se logrará
mediante la “exportación de la revolución”, sino como resultado de las propias
contradicciones internas del mundo capitalista. Para 1957 se estableció una línea
telefónica (teléfono rojo) a fin de consultarse en forma directa ambas superpotencias,
frente a situaciones de crisis internacional. En esta oportunidad, iniciaron relaciones
consulares, culturales y económicas. En 1959 firmaron, por iniciativa de EUA, el Tratado
Antártico, procurando buscar una solución a un problema de carácter internacional,
aunque sin perspectivas de crisis inmediata. En 1960 se celebra en Moscú la II Reunión
Mundial de Partidos Comunistas Obreros con la participación de 81 partidos, aprobándose
la declaración en la que se confirmaba que la “base de la política exterior de los países
socialistas, la constituye el principio leninista de coexistencia pacífica”. En 1963 firman
el Tratado de Prohibición de Experiencias Nucleares en la Atmósfera, o Tratado de
Moscú, al que adhirieron otros Estados, salvo Francia y China que se manifestaron
contestatarios. Ese mismo año y como respuesta afirmativa a la propuesta de coexistencia
de la URSS, Kennedy lanza su Doctrina de la retaliación limitada, en la que se entendía
que la guerra total ya no tenía sentido, en virtud de que las dos superpotencias
desaparecerían por causa de un holocausto nuclear. En este sentido, Kennedy expresó:
“No nos ceguemos por nuestras diferencias, pero dirijamos también nuestra atención a
nuestros intereses comunes (...) y si no podemos terminar ahora nuestras diferencias, por
lo menos podemos ayudar a hacer un mundo seguro para la diversidad”. En 1967 firman
el Tratado sobre el Espacio Ultra terrestre, los Cuerpos Celestes y la Luna 164.
Pero, paradójicamente, mientras el mundo se orientaba hacia la coexistencia, América
Latina ingresa en la Guerra Fría, fundamentalmente por causa de la revolución cubana y
los intentos de Castro de exportar la revolución; a la vez que por las dictaduras
proconsulares anticomunistas, que surgen en la región, avaladas por EUA. El paradigma
de relacionamiento de EUA con el hemisferio era desarrollo y seguridad.
Este hecho no fomentó la solidaridad hemisférica, sino el concepto de reciprocidad. Esto
es, asistencia económica para América Latina como retribución por apoyar las acciones de
EUA en su lucha para enfrentar la amenaza del comunismo internacional. Esto no sólo
mantenía la relación de dependencia económica con EUA, sino que a ésta, sumaba la
dependencia militar, en función de intereses extra regionales.
164
Ver Connell-Smith, Gordon, Los Estados Unidos y la América Latina, (México, FCE, 1977), pág. 257. Idem,
su Sistema Interamericano, op. cit., pág. 42. Asimismo, Sánchez, Walter, Relaciones Internacionales de América
Latina: Marginalidad y Autonomía, en “Estudios Internacionales”, Vol. XIV, No 55, Septiembre 1981, págs.
342-343. El tema de la coexistencia ha sido analizado por nosotros con anterioridad, en la Problemática del
Orden, en Dallanegra Pedraza, Luis (et al), “Geopolítica y Relaciones Internacionales”, (Buenos Aires, Pleamar,
1981), págs. 16 y ss.
78 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CUARTA REUNION DE CONSULTA
Como dijimos más arriba, fue convocada por EUA hacia fines de 1950, estableciéndose en
los considerandos de la convocatoria que “la política de agresión del comunismo
internacional, llevada a cabo por intermedio de sus satélites, ha traído consigo una
situación que pone en peligro a todas las naciones libres (...) Estados Unidos habiendo
emprendido una movilización urgente de todos sus recursos para la defensa común, desea
consultar a los demás Miembros de la Organización de Estados Americanos, con respecto
a la situación universal que todos confrontamos y a la coordinación de esfuerzos
colectivos que se requieren para hacerle frente 165.
El temario propuesto de la Cuarta Reunión de Consulta contemplaba: “I. Cooperación
militar para la defensa de América y para prevenir y rechazar la agresión de acuerdo con
los convenios interamericanos y con la Carta de las Naciones Unidas y las Resoluciones
de dicha Organización. II. Fortalecimiento de la seguridad interna de las Repúblicas
Americanas. III. Cooperación económica de emergencia: a) Producción y distribución
para fines de defensa; b) Producción y distribución de productos escasos y utilización de
servicios necesarios para atender los requerimientos de la economía interna de las
Repúblicas Americanas; y c) Medidas para facilitar en lo posible la ejecución de los
programas de desarrollo económico”.
Este es el origen de lo que hoy se conoce como la doctrina de la “seguridad nacional”,
planteada por EUA. A través del proyecto de ayuda militar hacia América Latina por parte
de EUA, este país gastó unos 2.500 millones de dólares y entrenó en sus escuelas más de
70.000 oficiales latinoamericanos entre 1950 y 1980 166.
En la sesión inaugural, habló el Presidente Truman, expresando que: “El imperialismo
comunista ataca y socava la independencia de las naciones y la colaboración
internacional, y coloca en su lugar el régimen de la fuerza. El imperialismo comunista
también trata de destruir el sistema de gobierno que sirve al bienestar del pueblo. En su
lugar, implanta un sistema en que el pueblo sólo existe para servir a los fines del
gobierno que sólo conoce el poder desenfrenado e impone la esclavitud en su propio país
y la agresión en el exterior.
“(...) No debemos permitir ni permitirnos que eso ocurra. Nosotros en el Hemisferio
occidental, debemos ayudar a los hombres libres de Europa que le están ofreciendo
resistencia a la expansión soviética. En el Extremo Oriente, el imperialismo comunista
coloca otra amenaza ante nosotros.
“(...) En lugar de encastillarnos en nuestro Hemisferio en el infructuoso intento de lograr
la seguridad por medio de la retirada, hemos de concertar nuestras defensas y aunar
165
Series sobre Conferencias y Organismos No 12, (Washington D.C., 1951).
166
Ver Dozer, Ronald M., Are We Good Neighbors: Three Decades of Interamerican Relations 1931-1960,
(Gainsville, 1959), pág. 116. También, Fitch, John S., Consecuencias Políticas de la Ayuda Militar
Estadounidense a América Latina, en Cuadernos Semestrales, No IV, 1978, pág. 168. Asimismo, Schmitter,
Philippe C., (Editor), Military Rule in Latin-America, (Beverly Hills, 1973), págs. 139-244.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 79
nuestros esfuerzos para sostener en Europa y Asia a los hombres que luchan por la
libertad. Ese es el curso único que puede conducir a la seguridad, o la paz, la libertad,
para nosotros, o para el hombre de todas partes del mundo.
“(...) El buen éxito de nuestro programa de defensa depende de nuestra robustez
económica 167. En estos tiempos turbulentos, la producción industrial destinada a la
defensa debe recibir preferentemente atención en el empleo de nuestros recursos
económicos. Debemos aumentar la producción de materias primas de importancia
estratégica. Así, por consiguiente, será preciso destinar parte de nuestra capacidad
productiva para los fines de defensa” 168.
Los latinoamericanos no quedaron muy conformes con el nuevo papel que les asignaba
EUA, dejando una vez más de lado el tema del desarrollo económico de la región.
En respuesta al discurso de Truman, Harry, el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil,
Joâo Neves de Fontoura dijo: “(...) no sólo de asuntos de carácter político-militar se
compone la Agenda de la Cuarta Reunión de Consulta. También fuimos convocados para
el restablecimiento de bases concretas fijando reglas de cooperación económica entre las
naciones de este Continente.
“(...) Ninguno de nosotros desconoce que vuestro país, señor Presidente de Estados
Unidos de América, se arma de nuevo, caballero de la libertad de los pueblos y de la
persona humana y que los recursos tienen límites naturales. Estamos, de nuestra parte,
todos listos para participar con una cuota en la escala de los sacrificios, pero no
podemos reincidir en las prácticas del pasado sin que ése, nuestro sacrificio, constituya la
ruina para nosotros, sin ninguna ventaja para el mundo. Necesitamos pues, encontrar la
fórmula de la cooperación económica recíproca, no solamente de emergencia, sino que
nos prepare un futuro de indispensable restablecimiento y que, estimulando con los
auxilios técnicos y financieros el comienzo de nuestra industrialización, eleve el nivel de
vida de los habitantes de las diversas regiones del Continente, creando una atmósfera de
trabajo y de bienestar para todos. En el mundo de nuestros días, no sólo los individuos
sino también los pueblos pueden gozar de iguales oportunidades; sobre todo porque la
interdependencia de las naciones es tan estrecha que la miseria de algunas tiene
inevitables y peligrosos efectos sobre las otras” 169.
Durante la sesión de apertura, el Presidente de la Reunión de Consulta, el Secretario de
Estado norteamericano, Dean Acheson, manifestó: “Nuestras presentes deliberaciones
fortalecerán nuestra seguridad común de una manera considerable, si es que conducen a
la acción por parte de las Repúblicas Americanas, para ayudar a realizar los propósitos
de la Resolución `Unión Pro Paz' presentada en las Naciones Unidas” 170.
167
Aquí queda bien en claro y explícito que el paradigma de relacionamiento de EUA con el hemisferio era
desarrollo y seguridad.
168
Serie sobre Conferencias y Organismos No 12, Actas y Documentos, (Washington D.C., 1951), Doc. No 85,
págs. 135-137.
169
Ibídem, págs. 142-143.
170
Ibídem, Doc. 86, pág. 152.
80 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Los principios generales de la Resolución “Unión Pro Paz” establecen que, a falta de
unidad entre los miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ante el
caso de haber una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de
agresión, éste deja de cumplir con su responsabilidad primordial de mantener la paz
y la seguridad internacionales. En este caso, la Asamblea General, examinará
inmediatamente el asunto, con miras a hacer recomendaciones apropiadas para la
adopción de medidas colectivas que pueden llegar inclusive al uso de fuerzas armadas
cuando fuere necesario, a fin de mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales.
Debe aclararse que el artículo 39 de la Carta de la ONU, confiere esta facultad al Consejo
de Seguridad, y en ninguna disposición delega este poder a la Asamblea General 171.
El delegado de Bolivia a la Cuarta Reunión de Consulta, expresó respecto del problema
del comunismo: “Demos pan, salud, techo, libertad y cultura a nuestras gentes, pues
proporcionándoles la alegría de vivir se les habrá dotado de espíritu de resistencia que
ha menester la conservación del común acervo democrático. El comunismo cuaja muy
fácilmente en la miseria económica y social; por eso se ha dicho con acierto que es la
filosofía de la desesperación. Es y será absurdo pedir abnegación a los hombres que nada
esperan y, más que vivir, vegetan atingidos por el hambre, las enfermedades y el miedo”
172
.
Durante la Tercera Sesión Extraordinaria, se discutió el tema relativo a la “Preparación de
la Defensa de las Repúblicas Americanas y Apoyo a la Acción de las Naciones Unidas”.
Esto significa, apoyo a la tan mentada Resolución “Unión Pro Paz” lograda por EUA en el
seno de la Asamblea General, a la vez que otorgarle a este país el planeamiento militar
de la defensa del hemisferio.
La posición de la delegación de Argentina dejó en claro que: “Para nosotros el proyecto
trata una materia privativa de Naciones Unidas. Sobre ella el organismo mundial adoptó
ya una Resolución denominada `Unión Pro Paz', con respecto a la cual los Estados
reunidos aquí y representados allí, en Naciones Unidas, se pronunciaron a su debido
tiempo.
“(...) Creemos estar frente a una Resolución ajena a la órbita de la Organización de
Estados Americanos, como lo reconoce el propio proyecto al referirse, en primer lugar a
`las Repúblicas Americanas, como miembros de las Naciones Unidas' (primer
considerando); y, en segundo término al expresar que las Naciones Unidas, de
conformidad con las Resoluciones de su Consejo de Seguridad y de su Asamblea General,
ya `han tomado medidas para restaurar la paz' en Corea. Quiero prevenir que esta misma
tesis la sostuvo mi país al discutirse en el Consejo de la Organización de los Estados
Americanos, la situación internacional creada con motivo de la agresión a Corea.
171
Ver Castañeda, Jorge, México y el Orden..., pág. 138 y ss. También está muy bien analizado en Puig, Juan
Carlos, Derecho de la Comunidad Internacional, (Buenos Aires, Depalma, 1974), Vol. I, Parte General, págs. 82-
87.
172
Series sobre Conferencias y Organismos No 12, op. cit., Doc. 123, (Washington D.C., 1951), pág. 177.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 81
“(...) Pero antes de concluir quiero expresar lo siguiente: al votar afirmativamente,
cumpliendo instrucciones de mi Gobierno y no obstante hallarse prevista en el texto de la
Resolución la cláusula de las normas constitucionales, quiero dejar formulada una
reserva en el sentido de que todo empleo de fuerzas armadas, ya sea en el orden mundial
o en el continental, está condicionado a la Constitución Nacional, a la cual reserva dicha
potestad, con carácter exclusivo e indelegable, al Congreso de la Nación. Y, además, en
esta solemne oportunidad, quiero dejar expresa constancia de que mi gobierno no tomará
ninguna determinación, sin la expresa consulta y decisión del pueblo argentino, por
tratarse de un ejercicio propio de la soberanía y de un atributo intransferible del pueblo”
173
.
Refiriéndose a los mismos considerandos del delegado argentino, el de Guatemala
expresó: “(...) la participación armada en operaciones fuera del Continente tiene que
estar condicionada a la capacidad de cada una de las Repúblicas, y que esa capacidad
tendrá que calificarla cada uno de los respectivos Gobiernos” 174.
Finalizada la Reunión, se aprobaron 31 Resoluciones y Recomendaciones. Esto significó
un logro para EUA dentro del ámbito interamericano, quien, por otra parte, era el principal
preocupado por la seguridad. Pretender un máximum de seguridad, es querer el
máximum de poder, o sea, el mayor número de “aliados” y el menor número de
enemigos. A través de todos los mecanismos institucionalizadores en el Sistema
Interamericano EUA fue labrándose ese máximum de seguridad, claro que a costa de los
objetivos de los Estados latinoamericanos que estaban fundamentalmente vinculados a sus
problemas de desarrollo económico. De todas formas, debemos reconocer que, de esta
manera, los Estados latinoamericanos delegaban en EUA la responsabilidad de su
seguridad, claro que pagando el precio con sus recursos naturales fundamentalmente.
EUA logró en esta Reunión tres Resoluciones (Resolución III, Resolución XV y
Resolución XVI) relativas a los materiales estratégicos, a fin de que las Repúblicas
Americanas facilitaran su extracción, a precios razonables, para contribuir a la defensa
del hemisferio. Encontrándonos en el período denominado de la “Guerra Fría“, la carrera
armamentista ha sido uno de los factores más relevantes, por lo que EUA necesitaba
prioritariamente de todo tipo de recursos naturales estratégicos, para poder llevar a cabo
su desarrollo militar en forma más acelerada que la URSS.
En la segunda mitad de la década de los '40, proliferaron los bloques de seguridad, como
sistema de “alianzas permanentes” a diferencia del tipo de alianzas predominante
durante el Siglo XIX y principios del XX, que eran de carácter temporario y ad hoc; en
cambio los bloques de seguridad post segunda guerra mundial conformaron coaliciones
rígidas, con permanencia y con contenido ideológico.
173
Ibídem, Doc. 160 (sobre discusión del Doc. 42), págs. 199-202.
174
Ibídem, Doc. 160, pág. 203. Ver además Doc. 42 (Com. I/9), págs. 250-251 y Doc. 45 (Com. I/10), págs. 251-
253. Serie sobre Conferencias y Organismos No 12, op. cit., Doc. 160 (Com. III), pág. 265. También Doc. 132
(Com. III), págs. 266-267. Igualmente Doc. 129 (Com. III), págs. 267-268.
82 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
La política internacional de EUA ha sido fundamentalmente statuquista tanto dentro del
bloque, como en el orden mundial. Por el contrario, la URSS, mientras seguía una política
statuquista en el ámbito intrabloque, perseguía una política revisionista a nivel
internacional, en virtud de su necesidad de alcanzar la condición de superpotencia que ya
a esta altura detentaba EUA. Esta pugna constante por el poder mundial en todos los
ámbitos, pero fundamentalmente en el ideológico y en el de las armas atómicas, ha sido la
razón de la existencia de la Guerra Fría, en la que se vieron envueltos también los Estados
que formaban parte de cada uno de los bloques 175.
En este marco se encontraba inserta la Cuarta Reunión de Consulta.
Prácticamente todas las Resoluciones fueron aprobadas por unanimidad o lograron sin
ninguna dificultad la mayoría de los dos tercios de los votos. No obstante ello, hubo
reservas y declaraciones 176.
En esta Reunión, EUA propuso, con el apoyo de Brasil, Paraguay, Colombia, Cuba y
Uruguay, la creación de una Fuerza Armada Interamericana, cuyo fin sería el
mantenimiento del orden en el continente y en otras partes del mundo. Argentina,
Guatemala y México rechazaron ese plan de combate al comunismo 177.
Sin embargo, EUA consiguió el establecimiento de acuerdos militares o de ayuda para la
defensa mútua con los Estados latinoamericanos, a través de una Ley de Seguridad Mútua
aprobada por el Congreso norteamericano en 1951. De esta manera, el Consejo
Interamericano de Defensa sirvió para otros fines, distintos de los originales, tales como,
un medio para que los altos funcionarios de EUA pudieran establecer relaciones estrechas
e influencia política sobre los sectores más influyentes de América Latina; así como para
cooptar a los militares latinoamericanos a través de una relación de dependencia en la
adquisición de armamentos y creándoles la imagen de participación en la defensa del
hemisferio, cuando en realidad cumplían una mera función logística para la seguridad de
EUA. Con estos fines, EUA, a través del Consejo Interamericano de Defensa, logró el
establecimiento de un Colegio Interamericano de Defensa, cuya finalidad consistía en
175
Está muy bien estudiado en Ferrigni, Yoston, Gueron, Carlos y Gueron Eva, Hipótesis para el Estudio de una
Política Exterior, en “Estudio de Caracas”, (Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1973), Vol. VIII, Tomo
II, págs. 274-323.
176
Las reservas fueron hechas por México, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Perú, Argentina, Chile
y Estados Unidos. En los casos de Guatemala y Argentina, se hizo expresa referencia a que en cuanto a la
Resolución VI sobre “Reafirmación de los Principios Interamericanos en relación con las Colonias y Posesiones
Europeas en América”, declaran que los territorios que son materia de litigio o reclamación entre potencias
europeas y algunas de las Repúblicas Americanas, no se encuentran bajo la aplicación de los principios
enunciados por esa Resolución. Argentina agregó que las Islas Malvinas, Islas Georgias del Sur, Islas Sandwich
del Sur y tierras incluidas dentro del Sector Antártico Argentino no están incluidas en la mencionada Resolución,
porque éstas no constituyen colonia o posesión de ninguna nación. Ver Cuarta Reunión de Consulta de Ministros
de Relaciones Exteriores, Series sobre Conferencias y Organismos No 12, op. cit., págs. 279-282.
177
Ver Bandeira, Moniz, Presença dos Estados Unidos no Brasil - Dois Séculos de Historia, (Río de Janeiro,
Civilizaçâo Brasileira, 1978), pág. 327. La Escuela de Contrainsurgencia de Estados Unidos en Fort Gulick en la
Zona del Canal en Panamá, fue inaugurada en 1949 y para diciembre de 1976 había formado más de 18.500
oficiales latinoamericanos en contrainsurgencia. Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., pág. 264 y
Nota 6-2.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 83
formar a los miembros de las fuerzas armadas latinoamericanas sobre temas de carácter
militar, político y económico como componentes esenciales de la defensa interamericana.
El combate a la amenaza del comunismo internacional, llevó a EUA a adiestrar oficiales
latinoamericanos en la sección “contrainsurgencia”. Tratando de conformar en las
fuerzas armadas latinoamericanas el más fuerte grupo anticomunista. Podemos decir que
ya desde esta época se comienza a esbozar el concepto denominado hoy en día como
“doctrina de la seguridad nacional”.
Sólo este último aspecto nos muestra la no coordinación de las acciones y de las
percepciones externas de los Estados latinoamericanos. Lisa y llanamente se atuvieron a
aprobar Resoluciones que, demás está decir, fueron de sumo interés, especialmente para la
seguridad de EUA a la vez que, en lugar de solucionar los problemas económicos de los
Estados latinoamericanos, les creó reglas para la venta a “precios razonables” -y sin que se
creen dificultades de ningún orden- de productos estratégicos necesarios para la carrera
armamentista de EUA en la lucha frente al “peligro comunista”.
Además de no adoptar una posición conjunta y de no mostrar cuál es la verdadera
identidad latinoamericana, se dividieron en bloques en los que se ubicaron países que
apoyaban las propuestas norteamericanas y los que estaban contra ellas, sin que se
obtuvieran mayores resultados de todas formas. Y mientras aprobaron por unanimidad o la
mayoría de los dos tercios las Resoluciones propuestas en la Reunión, sólo hicieron
reservas o declaraciones sobre aquellos puntos en los que creyeron era importante dejar
constancia de su soberanía, especialmente aquellos territorios en litigio con potencias
europeas.
La Cuarta Reunión de Consulta no sólo es un ejemplo claro de la falta de percepción sobre
la identidad de los Estados latinoamericanos respecto de su ubicación en el ámbito de las
relaciones internacionales, sino también sobre la política externa para solucionar
problemas, más que para adoptar una posición internacional.
DECIMA CONFERENCIA PANAMERICANA
Se celebró en la ciudad de Caracas en 1954. Participaron todos los Estados Americanos
menos Costa Rica. Fue la última Conferencia Panamericana que se celebró.
Como dijimos con anterioridad, la principal preocupación de EUA era el problema del
comunismo, y su presencia en la Conferencia sólo estuvo ligada por la necesidad de lograr
una Resolución en este sentido. Luego de aprobada, el presidente de la delegación de ese
país se retiró, dejando a sus segundos para el tratamiento de los problemas económicos,
que eran los de verdadero interés para los latinoamericanos.
La propuesta de Resolución presentada por John Foster Dulles declaraba: “Que si el
movimiento comunista internacional llegase a dominar las instituciones políticas de
cualquier Estado Americano, ello constituiría una amenaza contra la soberanía e
independencia política de todos nosotros, poniendo en peligro la paz de América, lo que
exigiría la acción pertinente de conformidad con los Tratados vigentes”.
178
Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 194-199 y 272-273.
179
Ver Anexo A (A.46.).
180
Ver Anexo A (A.47.).
181
Ver Anexo A (A.48.).
182
Ver Anexo B (B.30.). Ver Anexo C (C.14., C.12.1., C.15.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 85
a EUA intervenir, bajo la justificación de una intervención colectiva, aunque por motivos
de exclusivo interés norteamericano 183.
“EXCLUSION” DE CUBA DE LA OEA
La Octava Reunión de Consulta fue convocada por Colombia y se celebró en enero de
1962, en Punta del Este (Uruguay).
El temario de la Octava Reunión de Consulta contemplaba las amenazas a la paz y a la
independencia política de los Estados Americanos, que puedan surgir de la intervención
de potencias extra-continentales encaminadas a quebrantar la solidaridad americana y, en
especial: 1) señalar los distintos tipos de amenaza a la paz o actos determinados, que en
caso de producirse, justifiquen la aplicación de medidas para el mantenimiento de la paz y
de la seguridad con arreglo al Capítulo V de la Carta de la OEA y a las disposiciones del
TIAR; 2) determinar las medidas que convenga tomar para el mantenimiento de la paz y la
seguridad del Continente.
El propósito de Colombia (léase EUA) y de los que la acompañaran, era lograr imponer
sanciones a Cuba.
Todo surge de las declaraciones de Kruschev y de la aceptación por parte de Cuba de la
posible ayuda que le daría la URSS en caso de una invasión por parte de EUA.
Méxicose opuso a la celebración de la Octava Reunión de Consulta, ya que al ser
convocada para dos meses después, no existía el motivo principal que implicaba una
Reunión de este tipo: la urgencia y la inminencia de un peligro. Hizo notar a su vez que,
Colombia proponía prácticamente la modificación del TIAR. Con posterioridad al pedido
de Reunión de Consulta (noviembre de 1961) y un mes antes de su celebración, Fidel
Castro declaró que su gobierno era “marxista-leninista”.
También es importante destacar que, pese a las declaraciones hechas por Castro, el
gobierno mexicano (Alfonso López Mateos), se mantuvo en una posición principista.
A fines de diciembre, el Subsecretario de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Olivares,
realizó una gira por varios países de Sudamérica, para recoger impresiones sobre la
posición de los respectivos gobiernos en la Séptima Reunión de Consulta (Castro ya se
había declarado marxista-leninista).
En Brasil (gobierno de Joâo Goulart), el Ministro de Relaciones Exteriores le manifestó
que permanecería en la postura de autodeterminación y no intervención, ya que su país no
aprobaría la imposición de sanciones a Cuba. No obstante, el Ministro brasileño manifestó
que se acogería a los principios de la Quinta Reunión de Consulta -principios que Cuba
había votado favorablemente-, insertaría las partes del discurso de Fidel Castro en el que
se declaraba marxista-leninista, y confiaría al Consejo de la OEA el mandato de preguntar
183
El tema de Cuba y Santo Domingo, está muy bien tratado en Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit.,
especialmente Capítulos 7, 8 y 9.
86 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
al gobierno cubano cómo se concilian los dos puntos anteriores, ya que claramente se
contradicen.
El presidente del Consejo Nacional de Gobierno del Uruguay, (Haedo, 1959-63),
manifestó que mantendría el principio de autodeterminación y no intervención, y que no
estaba de acuerdo con que se impusieran sanciones a Cuba.
En la Argentina (presidencia de Arturo Frondizi, 1958-62), mantuvo una entrevista con el
Canciller Miguel Angel Cárcano, quien manifestó que sostendría los principios de
autodeterminación de los pueblos y de no intervención; pero al mismo tiempo, sostendría
los principios de democracia representativa por elecciones libres, respeto a los derechos
humanos y la no intervención de potencias extra-continentales. Frondizi no recibió al
visitante.
En Chile (presidencia de Jorge Alessandri, 1958-64), quedó en claro que se sostendrían
firmemente los principios de autodeterminación de los pueblos y de no intervención, y los
demás principios sostenidos en las anteriores Reuniones de Consulta (lo que permitiría a
la vez, mantener los principios de la Quinta Reunión de Consulta, que no favorecían al
gobierno cubano), y que el gobierno no estaba de acuerdo con que se impusieran
sanciones a Cuba.
El presidente de Bolivia (Víctor Paz Estenssoro, 1960-64) le manifestó que se adhería a
los principios de autodeterminación de los pueblos y de no intervención, pero le dio a
entender la difícil situación por la que estaba pasando el país en lo económico, lo político
y social (lo que probablemente significaba que, en caso de que EUA ejerciera presiones,
Bolivia actuaría de acuerdo con las circunstancias).
En Ecuador (presidencia de Otto Arosemena, 1961-63), se repitieron los conceptos de
autodeterminación de los pueblos y de no intervención, de defensa de los derechos
humanos, de elecciones libres y del apego absoluto a las normas que rigen al Sistema
Interamericano.
Ya en sesiones la Octava Reunión de Consulta, fue México quien, paradójicamente,
aportó las causales para permitir la “exclusión” de Cuba de la OEA. Esto consta en el
discurso dicho por el jefe de la delegación, -Canciller Manuel Tello- que había sido
preparado ex-profeso, con el propósito, por un lado, de dejar limpio de posibles cargos a
México de inclinaciones pro-comunistas y, por el otro, para evitar que se impusieran
sanciones a Cuba.
Los aspectos más relevantes expresan: “(...) El 4 de diciembre de 1961 el representante de
mi país en el Consejo de la OEA indicó que `no desconoce la Delegación de México que
las declaraciones hechas por el primer Ministro de Cuba, Doctor Fidel Castro, casi en
vísperas de esta Reunión, han introducido un elemento de carácter político en la
consideración de este difícil problema...' Este nuevo elemento proviene del hecho de que,
por primera vez en la historia de América, uno de nuestros gobiernos declara nítidamente
asumir una ideología y un sistema político que es del todo extraño al que hasta ahora ha
sido el denominador común de las instituciones propias de los pueblos del nuevo mundo.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 87
Por infieles que hayan sido, en más de una ocasión, algunos de nuestros gobiernos a los
principios y normas de la democracia representativa, jamás había declarado ninguno de
ellos sustentar una filosofía política distinta. Ahora bien, y como quiera que nuestra
organización regional se funda en una comunidad de valores espirituales libremente
abrazados y por igual compartidos, las aludidas declaraciones del primer Ministro de
Cuba no pueden considerarse, por mucho que respetemos el derecho de
autodeterminación del pueblo cubano, simplemente como una cuestión ajena a la
convivencia interamericana. Una cosa es el ejercicio de este derecho, que en sí mismo no
tiene otra limitación que el derecho de los demás, y otra distinta la incidencia o
repercusión que puede tener en la contextura, viabilidad y funcionamiento armónico de
una organización internacional que no es indiferente a todas las filosofías o sistemas
políticos, sean cuales fueren”.
Más adelante hace comparaciones con el pensamiento de Simón Bolívar sobre el tema.
“(...) La asociación ideada por Bolívar debía serlo tan sólo -como lo dijo tan
reiteradamente el Libertador desde la Carta de Jamaica- entre Repúblicas (hoy diríamos
entre democracias), y tan indeclinable era este postulado, que en el Tratado de Unión,
Liga y Confederación Perpetua, de 1826, se estipuló en su artículo 29, lo siguiente: `Si
alguna de las partes variase esencialmente en sus actuales formas de gobierno, quedará,
por el mismo hecho, excluida de la Confederación y su gobierno no será reconocido, ni
ella admitida en dicha Confederación, sino por el voto unánime de todas las partes que la
constituyeran entonces'. A la vuelta de más de un siglo, la Carta de Bogotá se hace eco
del pensamiento, al expresar, en su artículo 5, inciso d), lo siguiente: `La solidaridad de
los Estados Americanos y los altos fines que con ella se persiguen, requieren la
organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia
representativa'.
“Por último, y para no referirme sino a un instrumento internacional -suscripto por el
actual Gobierno de Cuba, juntamente con las demás Repúblicas Americanas- la
Declaración de Santiago de Chile, adoptada en la Quinta Reunión de Consulta de
Ministros de Relaciones Exteriores, anunció algunos principios y atributos del sistema
democrático en este Hemisferio que, por ser tan conocidos, considero innecesario
reproducir aquí y que, en síntesis responden a las notas más distintivas del régimen
democrático, entre ellas las elecciones libres, la supremacía judicial y el respeto de los
derechos fundamentales de la persona humana.
“Parece, pues, indudable que existe una incompatibilidad radical entre la pertenencia a
la Organización de Estados Americanos y una profesión política marxista-leninista, como
lo sería también con una profesión monárquica absoluta. Con la misma energía con que
defendemos el derecho de autodeterminación de los pueblos, del pueblo cubano por
consiguiente, sostenemos que es inconciliable la calidad de miembro de nuestra
184
Tello, Manuel, México: Una Posición Internacional, (México D.F., Joaquín Mortiz, 1972), págs. 128-132.
185
Ibídem, pág. 133. En 1948 se encontraba en el gobierno de Brasil Eurico Gaspar Dutra. Ver también OEA,
Tratado Interamericano, op. cit., Vol. I, págs. 11-12.
186
Ver Tello, Manuel, México: Una Posición..., op. cit., págs. 120-121.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 89
La delegación de México dejó sentada la siguiente reserva en el Acta Final de la Octava
Reunión de Consulta: “(...) que, en su concepto, la exclusión de un Estado Miembro no es
jurídicamente posible sin la modificación previa de la Carta de la Organización de los
Estados Americanos conforme al procedimiento previsto en el artículo 111 de la misma”.
Cabe destacar que, en la Carta de la OEA, no se encuentra prevista la “expulsión” de un
miembro, así como tampoco del TIAR, por ello en la Resolución VI se habla de exclusión
y no de expulsión.
La exclusión de Cuba de la OEA, fue resuelta a la luz de los artículos 6, 8 y 20 del TIAR,
que no contemplan la exclusión, sino medidas para casos en que exista una amenaza a la
paz y seguridad del Continente 187.
LA CRISIS DE OCTUBRE DE 1962
El 22 de Octubre de 1962, ante el conocimiento por parte del gobierno norteamericano de
que se estaban instalando cohetes del tipo de radio intermedio, que podrían mandar
proyectiles nucleares a más de mil millas náuticas (1853 kilómetros), a lugares tales como
Washington D.C., Canal de Panamá, Cabo Cañaveral, ciudad de México u otras partes del
sur de EUA, Centroamérica y región del Caribe 188, el presidente John F. Kennedy declaró
la intención de establecer una cuarentena naval e incrementar la vigilancia aérea de Cuba,
a la vez que recurría al Consejo de Seguridad de la ONU y paralelamente a la OEA.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, el representante de EUA, Adlai Stevenson
presentó la siguiente Resolución: “1. Requiere, como medida provisional, y acogidos al
artículo 40, el inmediato desmantelamiento y retiro de Cuba de todos los proyectiles y
demás armas ofensivas; 2) Autoriza y solicita del Secretario General despachar hacia
Cuba a un cuerpo de observadores de las Naciones Unidas para asegurar e informar del
acatamiento de esta Resolución; 3) Pide la terminación de las medidas de cuarentena
aplicadas a embarques militares a Cuba, una vez que Naciones Unidas certifiquen el
cumplimiento del párrafo primero; 4) Recomiendan urgentemente que Estados Unidos de
América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas hablen pronto sobre las medidas
para quitar la amenaza existente a la seguridad del hemisferio Occidental y a la paz del
mundo, e informen de ello al Consejo de Seguridad”.
En el Consejo de la OEA, EUA pidió la convocatoria a una Reunión de Consulta. Se
aprobó una Resolución que sancionaba por primera vez el uso de la fuerza armada, de
acuerdo con los términos establecidos en el TIAR.
El Consejo, oficiando como Organo Provisional de Consulta resolvió: “1) Instar a que
se desmantelen inmediatamente y se retiren de Cuba todos los proyectiles y cualesquiera
otras armas con capacidad ofensiva. 2) Recomendar a los Estados Miembro, de
conformidad con los artículos 6 y 8 del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca,
187
Ver Gobbi, Hugo, Admisión y Exclusión de Miembros de la OEA, (Buenos Aires, Bibliografía OMEBA,
1966), págs. 125-142.
188
Ver Tello, Manuel, México: Una Posición..., op. cit., pág. 158.
90 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
que adopten todas las medidas individuales y colectivas, incluso el empleo de la fuerza
armada, que consideren necesarias para asegurar que el gobierno de Cuba no pueda
continuar recibiendo de las potencias chino-soviéticas pertrechos y suministros militares
que amenacen la paz y seguridad del Continente, y para impedir que los proyectiles en
Cuba con capacidad ofensiva se conviertan en cualquier momento en una amenaza activa
contra la paz y la seguridad del Continente; 3) Informar al Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas sobre esta Resolución, de conformidad con el artículo 54 de la Carta de
las Naciones Unidas y expresar la esperanza de que el Consejo de Seguridad, de acuerdo
con el proyecto de Resolución presentado por Estados Unidos, envíe a Cuba
observadores de las Naciones Unidas a la brevedad posible; 4) Continuar actuando como
Organo de Consulta sobre las medidas que adopten de acuerdo con el párrafo segundo de
la presente Resolución” 189.
Todos los Estados apoyaron la Resolución en su conjunto, pero Brasil, México y Bolivia,
se abstuvieron de votar la última cláusula de la segunda parte, indicando que no apoyaban
la invasión armada a Cuba. Es evidente que, la inclusión de esa cláusula por parte de
EUA, tenía como propósito legitimar cualquier acción armada que realizara contra Cuba,
desde el momento que era el único país con condiciones militares para llevarla a cabo.
No obstante, el apoyo dado por América Latina a EUA, fue para que se enfrentara a la
crisis, peor no para la política general con el gobierno cubano. Estro quedó demostrado
cuando tuvieron que votar para reforzar la maquinaria interamericana con el objeto de
combatir la subversión comunista.
En el Consejo de Seguridad de la ONU no se llegó a votar la Resolución, ya que la
intervención del Secretario General (U Thant) derivó en dejar en libertad a EUA y a la
URSS para negociar entre ellos el retiro de los misiles, hecho que se resolvió para enero
de 1963.
En abril de 1960, durante la Reunión del Consejo de la OEA para elaborar un Estatuto
para el Comité Especial Consultivo de Seguridad que se había establecido por decisión
adoptada en la Octava Reunión de Consulta, hubo desacuerdo respecto del poder que se le
debía otorgar. Todos los miembros estuvieron de acuerdo en que se necesitaba el
consentimiento del gobierno antes que el Comité pudiera ser enviado a su territorio. Trece
Estados apoyaron una propuesta para conceder al Consejo de la OEA la facultad de iniciar
investigaciones de seguridad en el caso en que se requiera la mayoría de votos, aunque el
Estado se opusiera. Brasil votó en contra, y Bolivia, Chile, República Dominicana, Haití,
México y Venezuela se abstuvieron 190.
NOVENA REUNION DE CONSULTA
189
OEA, Tratado Interamericano..., op. cit., págs. 105-107. Véase Acta de la Sesión en el Doc. C-a-463 del
Consejo de la OEA.
190
Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 299-304. Sobre la convocatoria del Gobierno de
EUA respecto de la situación de Cuba (Crisis de los Misiles), ver OEA, Tratado Interamericano..., op. cit., Vol.
II, págs. 103-158.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 91
EL CASO DE LA INTERVENCION DE CUBA A VENEZUELA
Esta Reunió, al igual que la Sexta y la Octava, fue convocada de acuerdo con el artículo
6o del TIAR. Fue solicitada por el gobierno de Venezuela “para que considere las medidas
que deben adoptarse frente a los actos de intervención y agresión del gobierno de Cuba
que afecta la integridad territorial y la soberanía de Venezuela, así como la vigencia de sus
instituciones democráticas” 191.
Antes de la Reunión, el Consejo de la Organización de los Estados Americanos acordó
constituirse y actuar provisionalmente como órgano de Consulta 192 de acuerdo con el
artículo 12 del Tratado. El Consejo, actuando bajo esa condición, designó una Comisión
para que investigara los hechos denunciados por Venezuela y presentara un informe. El
informe y las conclusiones de la Comisión Investigadora fueron sometidos al Consejo
actuando provisionalmente como Organo de Consulta, y más tarde, a la Novena Reunión
de Consulta.
Basándose en ese informe y conclusiones, la Novena Reunión de Consulta aprobó dos
Resoluciones, una sobre aplicación de medidas al Gobierno de Cuba y otra en forma de
declaración al pueblo cubano. En la primera Resolución, el Organo de Consulta acordó
aplicar, de acuerdo con los artículos 6 y 8 del TIAR las siguientes medidas: “a) Que los
gobiernos de los Estados Americanos no mantengan relaciones diplomáticas ni consulares
con el gobierno de Cuba; b) Que los gobiernos de los Estados Americanos interrumpan
todo su intercambio comercial, directo o indirecto, con Cuba, con excepción de los
alimentos, medicinas y equipo médico que por razones humanitarias puedan ser enviados
a Cuba; y c) Que los gobiernos de los Estados Americanos interrumpan todo transporte
marítimo entre sus países y Cuba, con excepción de l transporte necesario por razones de
índole humanitaria”.
México y Chile formularon declaraciones a esta Resolución 193.
DECIMA REUNION DE CONSULTA
INVASIÓN DE LOS MARINES A REPÚBLICA DOMINICANA EN
1965
Fue convocada a iniciativa del gobierno de Chile, a fin de tratar la “grave situación creada
por la lucha armada en la República Dominicana. La convocatoria se hizo de acuerdo con
el artículo 39 de la Carta de la OEA (actual 59).
El 24 de abril de 1965 se planteó una revuelta contra el gobierno de la Junta Militar en la
República Dominicana, con el propósito de restaurar al poder a Juan Bosch, que había
sido derrocado en setiembre de 1963, por considerárselo de izquierda.
191
Véase el texto de la Nota del representante venezolano en Doc. C-d-1168, Consejo de la OEA.
192
Parece haberse vuelto una costumbre el que el Consejo de la OEA se constituya en Organo “Provisional” de
Consulta a cambio de los Ministros de Relaciones Exteriores.
193
OEA, Tratado Interamericano..., op. cit., págs. 215-247. La Comisión Investigadora estuvo conformada por
representantes de Argentina, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos y Uruguay.
92 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
El 28 de abril, el Presidente de EUA, Johnson, envió marines, con el justificativo de
defender las vidas de ciudadanos norteamericanos (Corolario Theodoro Roosevelt a
la Doctrina Monroe (1904)), y porque consideraba que las autoridades locales eran
incapaces de garantizar la seguridad. De esta manera viola la Carta de la OEA,
especialmente en sus artículos 15 y 17, pero su acción, en principio, quedó “legitimada”
por la aplicación del Corolario Theodoro Roosevelt a la Doctrina Monroe.
Esta, o impedir el avance del comunismo, han sido las fórmulas que tradicionalmente ha
utilizado EUA para justificar sus intervenciones y hacerlas aparecer como acciones
defensivas del orden hemisférico.
La justificación dada por el gobierno norteamericano a su actitud unilateral, fue que debió
actuar rápidamente y no tuvo tiempo para convocar a una Reunión de Consulta.
Luego de dar estos pasos unilateralmente, el gobierno norteamericano solicitó una
Reunión de Consulta, resolviendo el Consejo de la OEA convocarla, basándose en los
artículos 39 y 40 de la Carta. México y Chile presentaron resoluciones urgiendo el retiro
de las tropas norteamericanas de Santo Domingo, pero no fueron votadas, ya que EUA
presentó una Resolución anticipadamente.
Por ella, se estableció la creación de un Comité Especial con representantes de Argentina,
Brasil, Colombia, Guatemala, y Panamá, para que fuera a la República Dominicana y
buscara medios para restablecer la paz.
El verdadero propósito de la invasión norteamericana a Santo Domingo quedó en claro,
luego del discurso de Johnson el 2 de mayo, en el que expresaba la inquietud que había
despertado en EUA, el hecho de que grupos revolucionarios, muchos de ellos adiestrados
en Cuba, lograron un control de la situación, con el propósito de instaurar un gobierno
comunista. Era evidente que EUA no deseaba el retorno de Bosch al poder, por su
tendencia izquierdista. Por su parte, los sectores privados norteamericanos;
particularmente la banca con subsidiarias e República Dominicana, estaba temerosa de un
proceso de “nacionalización” en el caso de que Bosch reasumiera el gobierno, con las
pérdidas que ello implicaría.
El asunto fue analizado también en el Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunió el 3
de mayo, y en la que la URSS solicitó el retiro inmediato de las tropas norteamericanas,
mientras que EUA presionaba para mantener el asunto en el seno de la OEA. La mayoría
en el Consejo de Seguridad estaba contra EUA, incluyendo Uruguay, miembro no
permanente; aunque Bolivia apoyaba la posición norteamericana (en esos momentos se
encontraba en el gobierno René Barrientos, quien había derrocado a Víctor Paz Estenssoro
en 1964).
En la Décima Reunión de Consulta, EUA urgió a los latinoamericanos a la creación de
una Fuerza Interamericana de Paz (FIP), con el objeto de enviarla a Santo Domingo.
Cinco Estados se opusieron a la Resolución: Chile, Ecuador, México, Perú y Uruguay,
mientras que Venezuela se abstuvo. Los 14 votos afirmativos se cumplieron con el
delegado de la República Dominicana, de dudosa representación diplomática. No
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 93
obstante, se creó una FIP 194, que fue comandada por un General brasileño (presidencia del
General Castello Branco, quien asumió en nombre de la Junta Militar que derrocó a
Goulart, acusado de izquierdista). Brasil, proporcionó un contingente de hombres, al igual
que Costa Rica que aportó miembros de la policía (ya que carece de fuerzas armadas
desde 1948), El Salvador, Honduras, Nicaragua y Paraguay. Las fuerzas norteamericanas
que se encontraban en Santo Domingo, quedaron al mando del General brasileño.
El 2 de junio, la Décima Reunión de Consulta nombró un Comité ad hoc, a los efectos de
establecer las condiciones para lograr la paz, recuperación económica y dar las directivas a
la FIP. El miembro principal de este Comité era el Embajador de EUA ante la OEA,
Ellsworth Bunker, y los demás miembros eran de Brasil, El Salvador, México y Uruguay.
Estos se opusieron a la creación de un nuevo órgano, y Argentina, Chile y Venezuela se
abstuvieron de votar.. Este último país, que antes apoyaba a EUA, ahora tenía reservas
respecto de su actitud e intención de establecer en Santo Domingo un gobierno pro
norteamericano.
Ni el dirigente de la insurrección, Caamaño, ni el ex presidente Bosch, gozaba de la
simpatía del gobierno norteamericano. Por último, el Comité ad hoc consideró que el
Doctor Héctor García Godoy (que había sido Ministro de Relaciones Exteriores de
Bosch), podía ser el presidente provisional y el que se encargara de llamar a elecciones
libres.
Bosch presentó su candidatura, aunque no hizo campaña, sino que se encontraba e su casa
bajo protección policial, debido a las amenazas que había recibido. Fue electo presidente
Joaquín Balaguer -ex teniente de Trujillo- con el apoyo del campo, tomando posesión el
1o de julio de 1966.
Una semana antes de la asunción del mando del nuevo presidente, la Décima Reunión de
Consulta sometió a votación el retiro de las tropas de la FIP de la República Dominicana.
México se abstuvo, debido a que anteriormente se había opuesto a la creación de la
misma. Chile, Ecuador, Venezuela, Perú y Uruguay, apoyaron la Resolución, con la
salvedad de que esto no significaba que patrocinaban retroactivamente la creación de esta
Fuerza 195.
194
Si bien Argentina no envió tropas para la FIP, el General Juan Carlos Onganía, Comandante en Jefe de las
Fuerzas Armadas en ese momento -que en 1966 le haría un golpe de Estado al presidente Arturo H. Illia-, estaba
por la creación de la FIP y también por el envío de tropas a República Dominicana. Para 1967, en la Reunión de
Presidentes de América de Punta del Este va a hacer la propuesta concreta, pero sin éxito; a tal punto de que
EUA retira su apoyo a la idea.
195
Ver Unión Panamericana, Décima Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, (Washington
D.C., 1968), Vol. I, II y III. También OEA, Tratado Interamericano de..., op. cit., Vol. I, págs. 12-13.
94 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO XII
LAS REFORMAS AL SISTEMA INTERAMERICANO
A mediados de la década de los '60, se inició un período de reformas a los instrumentos
constitutivos del Sistema Interamericano, bajo el criterio, de los Estados latinoamericanos,
de que con esto podrían lograr en mayor medida sus aspiraciones, a la vez que establecer
mecanismos de control más efectivos frente a EUA 196. De esta manera, la Carta de la
OEA sufrirá dos reformas: una en 1967 y la segunda en 1973, y el TIAR será reformado
en 1975, aunque en este último caso, el Tratado reformado no ha logrado vigencia, debido
a que no obtuvo las ratificaciones necesarias.
Los principales temas y problemas que se plantearon durante este período, se vinculan al
terrorismo -para EUA el enemigo deja de ser externo, retornando al esquema prevalente a
principios de siglo, en el que los peligros surgen en el marco interno de los países de la
región, por lo que apoyará a los gobiernos que contribuyan a estos objetivos, e incluso
favorecerá y apoyará golpes de Estado militar de corte pretoriano-, y los problemas
económicos y sociales -Alianza Para el Progreso y luego apoyo a las inversiones privadas
por parte de EUA, e integración latinoamericana por parte de la mayoría de los países de
la región que no se encontraran bajo un gobierno militar de derecha-. Hacia fines de la
década de los '60 se inicia un período de intento de coordinación de las políticas externas
de los países de la región a través de la Comisión Especial de Coordinación
Latinoamericana (CECLA), aunque con relativo éxito, y el tratamiento del problema de
los derechos humanos.
PANORAMA POLITICO DE AMERICA LATINA EN LA DECADA
DE LOS '60
El cuadro de situación en las políticas externas, continúa dentro de los extremos del
péndulo. En Argentina un golpe de Estado militar de corte pretoriano derrocó al gobierno
de Illia en 1966, asumiendo el general Onganía, quien será a su vez desalojado por un
golpe interno de las fuerzas armadas en 1969, pero continuándose con las mismas
políticas hasta principios de la década de los '70.
En Brasil continúa el gobierno militar y, pese a los cambios, no hubo variaciones en las
políticas. Entre los dos países mencionados se inició un período de conflictos vinculados
con el aprovechamiento hidroenergético del Alto Paraná, lo que, pese a la similitud en las
concepciones ideológicas, el conflicto prevalecerá por sobre las posibilidades de
cooperación.
En Chile asumió en 1964 Eduardo Frei, dejando atrás un período conservador con
Alessandri, para iniciar a través de la democracia cristiana una importante etapa de
196
Esto forma parte de la concepción “jurídico-idealista” de las Relaciones Internacionales. La realidad puede ser
controlada por las normas que se crean. Si éstas no funcionan, no se trata de una falta de comprensión de la
realidad o de una mala explicación de ella, sino del mal funcionamiento de las normas, por lo que hay que
reformarlas.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 95
acercamiento a América Latina, de apoyo a la integración y de oposición moderada a
EUA.
Perú, como ya anticipamos, se encontraba bajo el gobierno de Belaúnde Terry desde 1963,
quien había prometido un proceso reformista, pero orientó sus políticas hacia un
desarrollismo basado en las inversiones y crédito norteamericanos, profundizando la
relación de dependencia. Esto, y el hecho de no haber cumplido con su promesa de
nacionalizar la International Petroleum Co. (IPC), provocó su derrocamiento, asumiendo
el general Juan Velazco Alvarado que inauguró en 1968 un período reformista, orientado
hacia la solidaridad y la integración latinoamericana, a tal punto que se llegó a crear un
“Ministerio de la Integración”.
En definitiva, los gobiernos militares pusieron el acento en la seguridad -política de las
fronteras ideológicas- por sobre el desarrollo económico -salvo el de Perú- mientras que
los gobiernos civiles aspiraban a una mayor coordinación de las políticas externas y a un
fortalecimiento de la integración regional como instrumento para el desarrollo. Sin
embargo, la falta de solidaridad y de coherencia de los más grandes respecto del resto,
favoreció el continuismo, de acuerdo con los intereses de seguridad de EUA.
TERCERA CONFERENCIA INTERAMERICANA
EXTRAORDINARIA (1967)
Esta Reunión se celebró en Buenos Aires en 1967. Para esta oportunidad ya estaba en
funcionamiento la Alianza Para el Progreso, que había sido propuesta por el gobierno
norteamericano en 1961, así como los sistemas de integración en América Latina, desde
comienzos de la década.
En 1967, también se reuniría el Sistema Interamericano en la Decimoprimera Reunión de
Consulta, conocida comúnmente como Reunión de Presidentes de América en Punta del
Este (Uruguay), a fin de hacer una evaluación de la Alianza Para el Progreso, entre otros
temas.
El objetivo de la Tercera Conferencia Interamericana Extraordinaria fue el de reformar la
Carta de la OEA 197, reflejándose en la misma la importancia que se dio dentro del
Sistema -especialmente por p[arte de América Latina- a los problemas económicos,
estableciéndose modos de cooperación. También se incorporaron los principales objetivos
de la Alianza Para el Progreso y los de la integración económica en curso en América
Latina.
Respecto de los temas relativos a la paz y la seguridad, se agregó poco. La delegación de
Argentina hizo esfuerzos para lograr la institucionalización del Consejo Interamericano de
Defensa (en ese momento había un gobierno militar -general Onganía), mediante el
establecimiento de un Comité Permanente de Asesoría sobre la Defensa. Sin embargo, la
propuesta no progresó, especialmente debido al temor de que a través del mismo, se
pudiera facilitar la creación de una fuerza militar interamericana permanente con
197
Ver Anexo B (B.31.).
96 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
connotaciones intervencionistas. Frente a la total oposición de los países latinoamericanos,
EUA decidió abstenerse, quedando la Argentina totalmente aislada con su propuesta.
Se eliminó el Consejo Interamericano de Jurisconsultos, delegándose sus funciones al
Comité Jurídico Interamericano. Se creó un nuevo órgano: la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, cuya estructura y competencia, se determinaron recién en la Reunión
que se celebró en Costa Rica en 1969 198. Mientras tanto, la Comisión de Derechos
Humanos creada en la Quinta Reunión de Consulta 199 siguió manteniendo la vigilancia y
la observación de los derechos humanos 200.
El Protocolo de Reformas entró en vigencia en febrero de 1970, pero, no obstante las
reformas, no hubo grandes cambios en el sistema de relaciones dentro del ámbito
interamericano.
198
Ver más adelante Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos.
199
Ver Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 371-373.
200
Tres países hicieron declaraciones al firmar el Protocolo: Ecuador: “La declaración ecuatoriana, inspirada en
las convicciones de paz y de derecho del pueblo y gobierno del Ecuador, deja constancia de que las disposiciones
aprobadas sobre solución pacífica de las controversias no satisfacen el propósito determinado de la Resolución
XIII de la Segunda Conferencia Interamericana Extraordinaria y de que no se confirió al Consejo Permanente las
facultades suficientes para ayudar de una manera efectiva a los Estados Miembros en la solución pacífica de sus
controversias. La delegación del Ecuador suscribe este Protocolo de Enmiendas a la Carta de la Organización de
Estados Americanos en el entendimiento de que ninguna de las disposiciones limita, en forma alguna, el derecho
de los Estados Miembros de llevar sus controversias, cualquiera que sea la índole de ellas o la materia sobre la
que versan, a conocimiento de la Organización, para que les recomiende los procedimientos adecuados para la
solución política de ellas.” Panamá: “La Delegación de Panamá, en el momento de suscribir el protocolo de
Enmiendas a la Carta de la Organización de Estados Americanos, declara que lo hace en el entendimiento de que
ninguna de las disposiciones limita o impide en forma alguna el derecho de Panamá de llevar a conocimiento de
la Organización cualquier conflicto planteado con otro Estado Miembro que no hubiera tenido solución justa
dentro de un término razonable después de haber aplicado sin resultados positivos, algunos de los
procedimientos de solución pacífica previstos en el artículo 21 de la Carta actual”. Argentina: “Al firmar el
presente Protocolo la República Argentina ratifica su firme convicción de que las reformas introducidas a la
Carta de la OEA no cubren debidamente todas las necesidades de la Organización ya que su instrumento
fundamental debe tener además de las formas orgánicas, económicas, sociales y culturales, las disposiciones
indispensables que hagan efectivo el sistema de seguridad del Continente”. Ver Ruda, José María, Instrumentos
Internacionales..., op. cit., págs. 464-465.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 97
CAPITULO XIII
REUNION DE PRESIDENTES DE AMERICA
Como adelantamos más arriba, ese mismo año se reunió la Decimoprimera Reunión de
Consulta en Punta del Este (Uruguay), a fin de hacer una evaluación de la Alianza Para el
Progreso.
En esta reunión, además del presidente norteamericano Lyndon Johnson, participaron
presidentes de facto como el General Juan Carlos Onganía de Argentina, Humberto
Castello Branco de Brasil, y presidentes vitalicios como Anastasio Somoza de Nicaragua,
y Alfredo Stroessner de Paraguay, o el representante especial de Francois Duvallier de
Haití; junto a gobiernos democráticos de la región, con escasa o casi ninguna vinculación
entre sí, como para proponer un proyecto conjunto.
Los discursos fueron fundamentalmente dirigidos al gobierno norteamericano para que
abandonara su actitud proteccionista y proveyera a la región de una mayor financiación;
culpándolo de hacer uso de ésta en beneficio de sus propios intereses económicos. En
ningún caso América Latina dio la sensación de ser una región, sino veinte Estados
desperdigados sin posición ni proyecto común, y en buena cantidad de casos, con
posiciones incluso opuestas hasta desde una perspectiva ideológica.
La posición del general Onganía, sostenía que la seguridad, es un requisito previo al
desarrollo, contrariamente a lo que habían mantenido anteriores gobiernos argentinos y
muchos otros gobernantes latinoamericanos a lo largo de la historia del panamericanismo
201
.
Por su parte, el presidente chileno, Eduardo Frei, expresó -contrariamente a la posición de
Onganía- que “concurre América Latina, representada por 18 Jefes de diferentes Estados
que viven en paz, pero que no constituyen una unidad; que no tienen una sola voz y
presencia activa en el mundo”. Y respecto de la posición central del presidente argentino,
indicó que los peligros del continente, además de encontrarse en la subversión armada,
están fundamentalmente en los aspectos políticos, humanos, sociales y morales, en los que
se nutre el descontento. En este sentido, consideró que, en la medida en que los países de
la región permanezcan aislados, cualesquiera que sean las distintas proporciones de su
riqueza y extensión, no se logrará el desarrollo y el bienestar buscado.
En relación a EUA, del que tradicionalmente América Latina ha esperado la ayuda para el
desarrollo, indicó que, más importante que toda ayuda económica, es una relación justa,
ya que ninguna ayuda externa podrá reemplazar al propio esfuerzo interno,
201
Ver Documentos, Revista de Información Política, (Caracas, Univ. Central de Venezuela), Abril-Junio de
1967, No 29, pág. 53. En este número está transcripto integramente el discurso de Onganía.
98 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
aludiendo al fracaso de la ayuda a través de la Alianza Para el Progreso que se llevó más
del ahorro de la región, de lo que dejó en ella por concepto de inversión 202.
La posición expresada por el presidente colombiano Lleras Restrepo, fue en un tono
similar a la de su colega chileno 203.
El presidente Belaúnde Terry del Perú, en una tónica similar a la de los dos anteriores,
agregó que es la “Guerra Fría“ una de las causas de los problemas subversivos en América
Latina, ya que los gastos que se hacen en Hispanoamérica, son gastos de defensa de la
libertad, de defensa de la seguridad de EUA, y los gastos que a menudo hacen en la región
para defenderla de las guerrillas, contribuyen también a la defensa de EUA, porque si no
hubiera una pugna entre el mundo comunista y el mundo capitalista, no habrían problemas
de guerrillas en el continente 204.
CONFERENCIA INTERAMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS
Entre el protocolo de Buenos Aires de reformas a la Carta de la OEA y el Protocolo de
Reformas al TIAR, se celebró el Tercer Período Extraordinario de Sesiones de la
Asamblea General de la OEA, del que emanó una Convención sobre el tema del
terrorismo 205. Asimismo, hubo dos conferencias especializadas, en las que se adoptaron
ocho instrumentos y una nueva reforma a la Carta de la OEA en 1973.
La Conferencia Interamericana sobre Derechos Humanos, celebrada en San José de Costa
Rica (1969), adoptó una Convención sobre el tema, conocida como “Pacto de San José de
Costa Rica“ 206.
En términos generales, la Convención establece que los Estados Americanos que la firman
(han sido muchos los que no la firmaron, especialmente aquellos bajo regímenes
militares), reafirman su propósito de consolidar en el Continente -dentro del cuadro de las
instituciones democráticas- un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado
en el respeto de los derechos esenciales del hombre.
Reconocen que los derechos del hombre surgen de los atributos mismos de la persona
humana, por lo que se justifica una protección internacional que coadyuve a
complementar la que le ofrece el derecho interno.
La Convención está dividida entre partes: 1) Deberes de los Estados y derechos
protegidos; 2) medios de protección; y 3) disposiciones generales y transitorias.
202
Ver Documentos, Revista de..., op. cit., Abril-Junio de 1967, No 29, págs. 60-62. En este número está
íntegramente transcripto el discurso del Presidente Frei. Ver también Selser, Gregorio, Alianza Para el Progreso:
La Mal Nacida, (Buenos Aires, Edic. Iguazú, 1964).
203
Ver Documentos, Revista de..., op. cit., Abril-Junio de 1967, No 29, págs. 56-57.
204
Ver Documentos, Revista de..., op. cit., Abril-Junio de 1967, No 29, pág. 64.
205
Ver Anexo A (A.49.).
206
Ver Anexo B (B.32.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 99
La primera parte contiene la enumeración de los deberes del Estado para con la persona
humana, los derechos civiles y políticos, los derechos económicos, sociales y culturales y,
por último, los casos en que procede la suspensión de las garantías y el alcance de las
restricciones, lo que no puede ser por un tiempo ilimitado e incompatible con las
obligaciones impuestas por el derecho internacional.
La segunda parte habla de los órganos competentes que conocen de los asuntos
relacionados con el cumplimiento de los compromisos asumidos por los Estados Parte,
estableciéndose que serán: a) la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; y b) la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, indicándose para ambos casos los
procedimientos, competencias y funciones. Este es un antecedente importante de
establecimiento en la región de un órgano supranacional que establece jurisdicción y
controles más allá de las constituciones nacionales.
Por último, se establecen funciones de carácter transitorio 207.
Su existencia implica, en cierta medida -más allá de la vigencia por ratificaciones 208- un
factor de presión para los gobiernos. Sin embargo estos, particularmente en los países
bajo régimen militar, actuaron como si tuvieran pleno poder sobre la vida, muerte,
libertad y justicia de los ciudadanos.
207
Tres países hicieron declaraciones y reservas al firmarla: Declaración de Chile: “La Delegación de Chile
firma esta Convención, sujeta a la posterior aprobación parlamentaria y ratificación, de conformidad con las
normas constitucionales vigentes.” Declaración del Ecuador: “La Delegación del Ecuador tiene la honra de
firmar la Convención Americana sobre Derechos Humanos. No cree necesario especificar reserva alguna,
dejando a salvo tan sólo la facultad general constante en la misma Convención, que deja a los gobiernos la
libertad de ratificarla.” Reserva de Uruguay: “El artículo 80, párrafo 2, de la Constitución de la República
Oriental del Uruguay, establece que se suspende la ciudadanía `por la condición de legalmente procesado en
causa criminal de la que pueda resultar pena de penitenciaría'. Esta limitación al ejercicio de los derechos
reonocidos en el artículo 23 de la Convención no está prevista entre las circunstancias que a tal respecto prevé el
parágrafo 2 del referido artículo 23, motivo por el que la Delegación del Uruguay formula la reversa pertinente.”
Esta Convención establece como requisito, para su entrada en vigencia, once (11) ratificaciones, de acuerdo con
el artículo 74. Ver Serie sobre Tratados No 36, Convençâo Americana sobre Direitos Humanos. “Pacto de San
José de Costa Rica”, OEA/Ser.A/16 (Portugués).
208
Recién alcanzó vigencia hacia fines de la década de los '80, cuando proliferaron los gobiernos civiles.
100 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
4TA ETAPA
SURGIMIENTO DE NUEVAS TENDENCIAS EN EL ÁMBITO DEL
SISTEMA QUE FAVORECEN LA POSIBILIDAD DE UN VUELCO
DEL NETO CONTENIDO MONROISTA HACIA CONCEPCIONES
MAS ACORDES CON LAS ASPIRACIONES Y NECESIDADES DE
AMERICA LATINA
(1969-1990)
CAPITULO XIV
PERSPECTIVAS DE REORIENTACION DEL SISTEMA
INTERAMERICANO POR LA VIA DE HECHO
Hacia fines de los '60, principios de los '70 se comienzan a dar una serie de situaciones en
la región que hicieron prever que la forma de relacionamiento del Sistema sufriría
modificaciones profundas.
Hacia fines de los '70 y particularmente en los '80, estas modificaciones se pronunciaron
aún más. Esto ocurrió a pesar del endurecimiento de las políticas norteamericanas con
intenciones de volver al período de la “guerra fría”, particularmente a partir de la asunción
al gobierno del conservador Reagan.
No obstante ello, estas situaciones no respondieron a un plan ni a un proyecto regional;
por lo que la forma desarticulada en que se dieron, no trajo como consecuencia, por el
momento, una mayor autonomía de la región, tal como se esperaba.
Entre el Consenso de Viña del Mar y la XVII Reunión de Consulta, América Latina
continuó planteando las cosas desde la perspectiva del derecho. Esto es, considerando que
al modificar la Carta de la OEA o el TIAR, se podría lograr el objetivo de mejorar su
inserción internacional o frenar el intervencionismo norteamericano. Pero a fines de los
'70 y comienzos de los '80, la política de algunos gobiernos latinoamericanos se orientó
hacia la “vía de hecho”. La toma del poder por el Sandinismo en Nicaragua, o la invasión
a las Islas Malvinas por el gobierno militar en Argentina, son ejemplo de lo que decimos.
No obstante ello, tampoco esta forma de actuar internacionalmente dio resultado. Sí, la
conformación de organismos regionales de corte político y flexible, como Contadora o el
Grupo de Río (comúnmente conocido como Grupo de los 8 o G8); orientando a la región -
ahora bajo gobierno mayoritariamente civiles- hacia otro “paradigma” de relacionamiento
y, progresivamente, hacia la conformación de un proyecto común de inserción
internacional.
LAS NUEVAS CONDICIONES DEL SISTEMA INTERNACIONAL
Y REGIONAL - DECADA DE LOS '70
En el orden internacional, la década de los '70 trajo novedades importantes,
particularmente en el terreno económico. La primera y más importante fue la crisis
petrolera, provocada por el grupo de países de la OPEP en 1973, que obligó a los países
industrializados a generar tecnologías alternativas en el área energética, para paliar la
situación.
Asimismo, los países del Tercer Mundo, encabezados por los latinoamericanos plantearon
la necesidad de un diálogo Norte-Sur, a fin de establecer las bases de un Nuevo Orden
Económico Internacional (NOEI) más justo. Con este objetivo propusieron en la
Asamblea General de la ONU la adopción de Resoluciones vinculadas a: 1) Carta de
Deberes y derechos Económicos de los Estados, propuesta por el presidente de México,
Luis Echeverría Alvarez en 1974; 2) la defensa de la soberanía sobre los recursos
naturales; y 3) un código de conducta para las actividades de las empresas
multinacionales en el Tercer Mundo.
En la década de los '80 estos tres temas perdieron vigencia, cortándose el diálogo Norte-
Sur -que nunca alcanzó a darse plenamente-; ya que las condiciones internacionales -en el
eje económico y también político- sufrieron modificaciones importantes.
Los planteos de un NOEI, ahora, se dan entre los propios países industrializados, aunque
no se ha llegado aún a un acuerdo sobre las bases del mismo; sea porque ningún Estado
tiene el poder suficiente como para imponerlas, o porque no han arribado, en conjunto, a
un acuerdo sobre cuáles deben ser esas bases. A esto debe agregarse que en determinados
temas, particularmente los financieros, la banca privada transnacionalizada -y no los
Estados- es la que establece las pautas de funcionamiento del sistema.
El tema de la defensa de la soberanía sobre los recursos naturales, particularmente a
partir de la generación de los nuevos materiales en los laboratorios, que reemplazan a los
recursos naturales en forma más eficiente y económica, ha provocado que los Estados
industrializados, así como las empresas multinacionales, pierdan interés relativo en los
recursos.
Como consecuencia de ello, las empresas multinacionales, que en la década de los '70 se
instalaban en los países donde existía mano de obra barata y recursos naturales en
abundancia; ahora se instalan en los países donde la ciencia y la tecnología han logrado
avances significativos, a los efectos de aprovechar al máximo la experiencia de estos
países, con el mínimo costo. Por ello, el código de conducta para las empresas
multinacionales ahora es responsabilidad del mundo industrializado y no del
subdesarrollado.
En el ámbito regional, la década de los '70, marcó el inicio de una orientación -por parte
de los gobiernos democráticos- hacia un pluralismo, en el contexto de la
autodeterminación y la búsqueda de mecanismos para contener la permanente intromisión
de las empresas multinacionales y las potencias industrializadas en las economías
latinoamericanas. Por su parte, los gobiernos militares de corte pretoriano, se ocuparon de
la subversión interna y del desarrollo de un “nacionalismo territorial“ a través de la
reedición de tradicionales conflictos de límites; pero este nacionalismo no se reflejó en lo
económico, área en la que fueron “aperturistas indiscriminados”.
En la Argentina el gobierno de Lanusse abandonó la política de las “fronteras
ideológicas“ e inició un acercamiento hacia América Latina, especialmente los países
andinos, con el propósito principal de establecer un “eje de contención” frente al “avance
brasileño hacia el pacífico”. Bajo este mismo esquema, procuró acercarse a Brasil, a fin
de encontrar formas de solucionar el conflicto en el Alto Paraná, pero sin éxito. Con este
gobierno se inició una nueva etapa en el proceso político interno de la Argentina, al
permitir la participación del peronismo -que había sido proscrito en 1955- en las
elecciones presidenciales convocadas para 1973, y que ganó ese mismo partido,
asumiendo la presidencia el delegado personal de Perón, Héctor Cámpora. Su política
209
Esto para la década de los '60 y los '70 en que la Convención no había alcanzado las ratificaciones suficientes
para su vigencia.
210
El problema de la falta de coordinación entre las políticas externas de los países de la región, ha sido
estudiado por nosotros. Sobre el particular ver nuestro trabajo, América Latina como Subsistema Regional, en
“GEOSUR”, Vol. IX, No 105-106, Enero-Febrero 1989, Montevideo, Uruguay.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 105
Este “consenso” fue logrado a través de la Comisión Especial de Coordinación
Latinoamericana (CECLA) -creada en 1963 en el marco del Sistema Interamericano
(Consejo Interamericano Económico y Social)- reunida en Viña del Mar en mayo de 1969.
El documento emanado de esta Reunión, fue presentado, en representación de la región,
por el Canciller chileno Gabriel Valdés, al recién instalado gobierno de Richard Nixon.
En los aspectos esenciales, se expresa que, los intereses del desarrollo de América Latina
no son idénticos a los de EUA. Incluso, estos, tienden a ser progresivamente
contradictorios en muchos aspectos.
Debido a la política de la Alianza Para el Progreso y otros sistemas privados de inversión,
se generó una creencia de que la región estaba recibiendo ayuda real en materia financiera.
Sin embargo, las cifras demuestran lo contrario, ya que los latinoamericanos están
contribuyendo a financiar el desarrollo de EUA y otras naciones industrializadas. Las
inversiones privadas han significado para América Latina, que los montos que se retiraron
del Continente fueron varias veces superiores a los que se invirtieron. El capital se
empobreció. Los beneficios del capital invertido crecieron y se multiplicaron
enormemente, pero no en los países de la región, sino en el extranjero. La llamada ayuda,
con todos los condicionantes que se conocen, significó mercado y mayor desarrollo para
los “desarrollados”, pero no logró compensar las sumas que salieron de América Latina en
pago por la deuda externa y como resultado de las utilidades que generó la inversión
privada directa. En una palabra, la región tomó conciencia de que fue más lo que América
Latina dio que los que recibió. Por lo tanto, una solidaridad, no puede basarse sobre estas
realidades.
Las bases de la nueva cooperación que propusieron los países del “consenso” planteaban:
1) que la cooperación económica no puede supeditarse a condiciones políticas o
militares. Del mismo modo, deberán seguir la norma de que ningún Estado podrá aplicar
o estimular medidas coercitivas de carácter económico y político para forzar la voluntad
soberana de otro Estado con el fin de obtener ventajas de cualquier naturaleza.
2) La cooperación al desarrollo de América Latina no puede estar condicionada a la
aceptación por parte de la región, de un determinado modelo político, social o
económico.
3) La inversión privada extranjera no debe considerarse como asistencia ni computarse
como parte de la cooperación financiera para el desarrollo.
4) La cooperación debe responder a las necesidades y prioridades que señalen los
propios países interesados.
Respecto de la cooperación técnica, el documento proponía los siguientes principios: 1)
debe ser labor conjunta de las partes interesadas. Su volumen, modalidad y forma de
coordinación, deben adecuarse a los objetivos nacionales de cada país, de acuerdo con lo
que establezcan sus planes nacionales de desarrollo económico y social; 2) debe
canalizarse a través de organismos regionales o subregionales; 3) debe dirigirse al apoyo
211
Discurso del Canciller chileno Gabriel Valdés, 11 de junio de 1969, “Boletín de la Integración”, Buenos
Aires, BID/INTAL, 1969, No 43, págs. 292-300. Ver también Documentos, Revista..., op. cit., abril-junio de
1969, No 37, págs. 85-100.
212
Ver Documentos, Revista de..., op. cit., Abril-Junio de 1969, No 37, págs. 63-68.
213
Ver Documentos, Revista de..., op. cit., Julio-Septiembre de 1971, No 46, pág. 172.
214
Típica política del “mendizaje”, que ha formado parte de la conducta histórica de América Latina, en vez de
adoptar un “proyecto regional” de inserción internacional
215
Ver Anexo B (B.33., B.34., B.35., B.36., B.37., B.38.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 107
Montevideo en 1979, de la que surgieron ocho instrumentos (siete Convenciones y un
Protocolo) 216.
CONTINUAN LAS REFORMAS AL SISTEMA
INTERAMERICANO
REFORMAS A LA CARTA DE LA OEA (1973)
Dentro del marco de los trabajos realizados por una Comisión Especial reunida primero en
Lima y luego en la Tercera Asamblea General Ordinaria de la Organización, celebrada en
Washington en abril de 1973, se propusieron medidas tendientes a la reestructuración del
Organismo (OEA). En esta Reunión se presentaron tres posiciones: 1) sostenida por
EUA, Brasil, Bolivia, Paraguay y otros países: consideraban la posibilidad de
perfeccionar el sistema ya existente; 2) Perú, Chile, Barbados y Panamá: se acogieron a
la tesis propuesta por Chile de institucionalizar los polos que componen el hemisferio:
América Latina por un lado y EUA por el otro; la latinoamericanización del Comité
Interamericano de la Alianza para el Progreso (CIAP) y de la Conferencia sobre
Aplicación de la Ciencia y la Tecnología al Desarrollo de América Latina (CACTAL)
dentro del marco de la OEA y de la CEPAL; el levantamiento de sanciones a Cuba y la
revisión del TIAR 217; 3) Argentina, Costa Rica, Ecuador, México, Venezuela y otros
países: encaminada al reconocimiento del pluralismo ideológico en el Continente; la
incorporación del resto de los países del hemisferio a la OEA y el fortalecimiento de los
países latinoamericanos en el seno de la Organización 218.
De esta Tercera Asamblea General Ordinaria surgió una declaración sumamente
importante para el futuro desarrollo del sistema de relaciones en el Hemisferio. En los
aspectos más importantes, los países declarantes sostuvieron: “1. Que conforme a los
principios de la Carta de la Organización, y en especial de los de mutuo respeto a la
soberanía, libre determinación de los pueblos e igualdad jurídica de los Estados, todo
Estado tiene el derecho de adoptar con plena independencia su régimen de gobierno y
su organización económica y social.
216
Las Convenciones adoptadas son: a) Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de
Cheques; b) Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de Sociedades mercantiles; c)
Convención Interamericana Sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros; d)
Convención Interamericana Sobre Cumplimiento de Medidas Cautelares; e) Convención Interamericana Sobre
Prueba e Información Acerca del Derecho Extranjero; f) Convención Interamericana Sobre Normas Generales de
Derecho Internacional Privado; y el Protocolo Adicional: h) Protocolo Adicional a la Convención Interamericana
Sobre Exhortos o Cartas Rogatorias. Las Convenciones y el Protocolo quedaron abiertos a la firma de los
Estados Miembros de la OEA, así como a la adhesión de cualquier Estado no miembro, quedando sujetas a la
ratificación. Ver Anexo a la Serie sobre Tratados No 5, Secretaría General de la OEA, Washington D.C., 1976.
También ver Zanotti, Isidoro, Regional and International Activities, en “Lawyer of Americas”, Vol. II, No 1,
1979, págs. 97-119.
217
Sería revisado en 1975, pero no lograría las ratificaciones necesarias para su puesta en vigencia.
218
Ver Tomassini, Luciano, Tendencias Favorables o Adversas a la Formación Regional Latinoamericana, en
“Estudios Internacionales”, 1975, Vol. VIII, No 9, págs. 27-30.
108 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
“2. Que la pluralidad de ideologías dentro de la Carta es un presupuesto de la
solidaridad regional que se funda en el concepto de la cooperación aceptado libremente
por Estados soberanos, para alcanzar propósitos comunes de preservación de la paz y de
entendimiento entre ellos para su desarrollo intensivo y dinámico en los campos
económico y social y de la educación, la ciencia y la cultura.
“3. Que la pluralidad de ideologías en las relaciones entre los Estados Miembros implica
el deber de cada Estado de respetar los principios de autodeterminación y libre
determinación de los pueblos y exigir el cumplimiento de los mismos principios por parte
de los demás Estados” 219.
Esta declaración, constituye un antecedente importante de las reformas que se harían al
TIAR en 1975, aunque no llegarán a lograr la vigencia necesaria.
No obstante lo dicho, la reformulación de la OEA fue “eclipsada” prácticamente por el
“Nuevo Diálogo“ propuesto por Henry Kissinger, anulando toda posibilidad de
fortalecimiento de los Estados latinoamericanos. En este sentido, la Argentina declinó
prácticamente en su posición de fortalecimiento, apoyando al “Nuevo Diálogo” 220 -con
posterioridad a la muerte del presidente Juan D. Perón- con el Canciller Vignes, quien
esperaba la visita de Kissinger a la Argentina, pero sin éxito, no obstante haber visitado
Brasil en el marco de la nueva política de “relaciones especiales“ que derivó en una
“alianza preferencial“ y en un “subimperialismo“ por parte del último país 221.
En lo que hace al tema de las “fronteras ideológicas“ en el marco de la OEA, recién en
1975 fue aprobada una Resolución “liberando” a los Estados Miembro para reanudar
relaciones con Cuba, quedando sin efecto la Resolución adoptada en 1964 en la Reunión
de Consulta celebrada en Washington 222.
Cabe destacar que en este período, en que se propusieron reformas a la carta por segunda
vez, había mayoría de gobiernos reformistas dentro de la región; de ahí el tono de las
propuestas. Sin embargo, la reformulación de la OEA fue eclipsada inmediatamente con
el “Nuevo Diálogo” propuesto por Kissinger, anulando toda posibilidad de
fortalecimiento de los Estados latinoamericanos.
219
Ver Documentos, “Revista de Información..., op. cit., Abril-Junio 1973, No 53, pág. 45.
220
El presidente Héctor Cámpora, había sufrido un golpe de Estado palaciego; por lo que su Canciller Juan
Carlos Puig y su vice Canciller Jorge Vázquez, dejaron de pertenecer al elenco gubernamental, siendo el
responsable de la Cancillería Vignes, quien deshizo el camino andado.
221
Ver Puig, Juan Carlos, Doctrinas Internacionales y Autonomía Latinoamericana, (Caracas, Univ. Simón
Bolívar, 1980), pág. 206. También Lowenthal, Abrahan, El Fin de la Presunción Hegemónica, en “Estudios
Internacionales”, (1977), Vol. I, No 37, pág. 61.
222
Ver Green, Rosario, La Importancia del Estudio de las Relaciones Internacionales de los Países
Latinoamericanos, en “Estudios Internacionales”, (1980), Vol. XIII, No 52, pág. 542.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 109
CAPITULO XV
DECIMA CONFERENCIA DE EJERCITOS AMERICANOS
En 1973, en Caracas, se celebró la Décima Conferencia de Ejércitos Americanos, en el
marco del Sistema Interamericano. También trajo novedades importantes, particularmente,
como antecedente para las futuras reformas que se harían al TIAR.
El tema central de esta Reunión, que generalmente se manejaba dentro de esquemas de
seguridad militar, fue el relativo a la “seguridad económica colectiva”, basada en la
interdependencia de los conceptos vinculados a la seguridad y el desarrollo y, por ende, a
la idea de que cualquier sistema de seguridad a nivel continental debe ir acompañado de
una acción tendiente al progreso de los pueblos del Hemisferio, ya que, las causas del
subdesarrollo son las que originan principalmente las amenazas a la seguridad.
Lo aquí expresado, dista mucho de la posición ostentada por el General Onganía en la
Reunión de Presidentes de América de Punta del Este (1967).
La tesis de la seguridad económica colectiva -tema que siguió planteándose hasta la
reformulación del TIAR en 1975, y que comenzó a perder vigencia posteriormente,
fundamentalmente porque se dio un proceso generalizado de golpes de Estado militar, a la
vez que proliferaron en la región problemas de terrorismo subversivo durante el resto de la
década- fue planteada por Argentina y Perú, con el apoyo de Colombia, Ecuador, Panamá
y Venezuela.
La posición del Canciller peruano, general Mercado Jarrin, fue que el concepto de
seguridad continental, que se funda en el supuesto de un ataque armado proveniente de
ultramar, ha sido superado, tras comprobarse la notoria declinación de la situación de
tensión que antes imperaba en el mundo. Por lo tanto, la seguridad colectiva, debería
fundarse en consideraciones de orden interno que atañen a todos los pueblos interesados
en este problema. En este sentido, a la luz de la realidad latinoamericana, un sistema de
seguridad, no debería ignorar que la causa del malestar y de amenaza para la paz es el
subdesarrollo y las medidas de coerción económica. De aquí que, a los antiguos
planteamientos de seguridad colectiva basados en lo puramente militar y en la represión
ideológica, debe oponerse una concepción amplia de seguridad, cuyo fundamento sea
garantizar el desarrollo de los pueblos 223.
La posición sostenida por el Comandante en Jefe del Ejército Argentino, general Jorge
Raúl Carcagno, fue complementaria. Partió de la base de que, si se admiten como
supuestos ciertos, la evolución profunda que ha habido, la renovación de las concepciones
estratégicas, la interacción recíproca de los más diversos factores con el poder militar y la
aceptación del pluralismo ideológico como base de convivencia y cooperación, debe
convenirse entonces, que se han transformado substancialmente las bases que sustentan la
seguridad hemisférica.
223
Ver Tomassini, Luciano, Tendencias Favorables o Adversas..., op. cit., págs. 29-30.
110 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Por lo tanto, si el mundo actual se encuentra en un total cambio, la subversión no debe ser
atacada sólo militarmente, sino también con soluciones políticas, económicas y sociales.
Pero el problema no es sólo el de la subversión del orden, sino también con aquellos
actores que crean un orden acorde con sus propias aspiraciones y no acorde con el interés
nacional de los países de la región. Tal el caso de las corporaciones multinacionales.
Considerando estas situaciones, y otras, tales como: el deterioro de los términos de
intercambio; la evolución y estructura de la deuda externa; la ampliación de la brecha
tecnológica; el manipuleo de los medios masivos de difusión; el avasallamiento de las
autonomías nacionales; la exportación de culturas y modos de vida; etc.; llevan a que se
conforme una estructura de dependencia y de injusticia flagrante. Si se acepta que estas
situaciones afectan a la seguridad de los Estados, es su obligación preservarse contra ellas;
de allí la necesidad imperiosa de un cambio en las finalidades de las Conferencias de
Ejércitos Americanos. En tal sentido, preconizó una nueva concepción de la estrategia y
la seguridad en el Hemisferio, que requiere en el campo militar, hipótesis, doctrinas,
instrumentos legales y esfuerzos mancomunados, que respondan a las particulares
características y necesidades de los distintos países que lo conforman. Todo esto, debe ser
formulado con el realismo y la autenticidad que requieren los nuevos supuestos y
haciendo abstracción de ficciones que oscurecen el entendimiento, como es el sostener
que hay un único enemigo o un único tipo de agresión 224.
Si bien la posición sustentada por los representantes de Perú y Argentina en esta Reunión,
se adelantó en una década -particularmente por los planteos hechos en 1983, debido a la
crisis de la deuda, que llevó a pensar en la necesidad de un “sistema de seguridad
económica colectivo”, aunque no desarrollado-, no obtuvieron el apoyo suficiente, aunque
el TIAR reformado haya adoptado sus conceptos en 1975, pero sin posibilidades de
implementación.
CONFERENCIA DE PLENIPOTENCIARIOS PARA LA REFORMA
DEL TRATADO INTERAMERICANO DE ASISTENCIA
RECIPROCA (TIAR - 1975)
Como consecuencia de los pocos resultados que otorgaba la OEA y el TIAR para la
seguridad latinoamericana, de la reformulación del primero de estos instrumentos en 1973
y de la decimoquinta y decimosexta Reuniones de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores, mediante las que los Estados latinoamericanos decidieron reanudar sus
relaciones con Cuba dentro de un marco de respeto a la autodeterminación y al pluralismo
ideológico, se celebró una Reunión en San José de Costa Rica a los efectos de reformar
el TIAR 225.
224
Ver Documentos, “Revista de Información Política”, (Caracas, Univ. Central de Venezuela), julio-setiembre
1973, No 54, págs. 169-179. En este número está íntegramente transcripto el discurso del General Carcagno.
225
Ver Anexo B (B.29.1.).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 111
Este Protocolo estaba orientado a producir importantes reformas dentro del sistema, en
varios aspectos:
1) Todas las medidas que anteriormente estaban reservadas al Consejo de Seguridad de la
ONU, fueron otorgadas al Organo de Consulta, sin perjuicio de comunicar posteriormente
al Consejo de Seguridad sobre el tipo de medidas adoptadas y en forma inmediata; 2) en el
artículo 4to, en el que se delimita el ámbito espacial de aplicación del TIAR, se establecen
en el Protocolo nuevos límites, quedando fuera de la zona de defensa y seguridad,
Groenlandia, a la vez que, las líneas que anteriormente estaban internadas en ambos
océanos, ahora contornean las costas del Continente; 3) El artículo 5to original pasó a ser
el artículo 10mo del protocolo, estableciéndose a cambio que, en caso de grave peligro
para la paz de América, procederá la reunión inmediata del Organo de Consulta, teniendo
en cuenta la forma en que el Estado haya sido afectado, según lo establecido en el artículo
9no; 4) En el artículo 8vo, se agregan las gestiones de orden conciliador o pacificador,
que el Organo de Consulta pueda realizar para los casos en que exista conflicto. Esta es
una medida contemplada en el artículo 8vo original. En el artículo 9no, al igual que en el
Tratado original se establecen las definiciones de agresión.
5) La parte segunda establece siete literales donde se caracterizan los actos de agresión,
conformando el literal a) el conjunto de los dos únicos literales a) y b) del artículo 9no
original. Además, se agrega: “b) El bombardeo, por las fuerzas armadas de un Estado,
del territorio de otro Estado, o el empleo de cualesquiera armas por un Estado contra el
territorio de otro Estado; c) El bloqueo de los puertos o de las costas de un Estado por
las fuerzas armadas de otro Estado; d) El ataque por las fuerzas armadas de un Estado
contra las fuerzas armadas terrestres, navales o aéreas de otro Estado; e) La utilización
de fuerzas armadas de un Estado, que se encuentren en territorio de otro Estado con el
consentimiento del Estrado receptor, en violación de las condiciones establecidas en el
acuerdo respectivo o toda prolongación de su presencia en dicho territorio después de
terminado el acuerdo 226; f) La acción de un Estado que permite que su territorio, que ha
puesto a disposición de otro Estado, sea utilizado por ese otro Estado para perpetrar un
acto de agresión contra un tercer Estado 227; y g) El envío por un Estado, o en su nombre,
de bandas armadas, grupos irregulares o mercenarios que lleven a cabo actos de fuerza
armada contra otro Estado de tal gravedad que sean equiparables a los actos antes
enumerados, o su sustancial participación en dichos actos”. Además agrega que, el
Organo de Consulta podrá determinar otros casos que sean equiparables por su naturaleza
a los contemplados en este artículo.
Desde el punto de vista jurídico, hubo un perfeccionamiento respecto del TIAR original.
No obstante ello, el problema de la seguridad regional no pasa sólo por contemplar la
mayoría de las problemáticas, e incluso dejar al Organo de Consulta que determine
aquellos casos no contemplados, sino porque este Tratado resultara verdaderamente
funcional a las problemáticas de seguridad de los países del sistema y no constituyera un
226
Este es el caso particular de las fuerzas norteamericanas en la Zona del Canal de Panamá.
227
Este es el caso de Honduras que permitió la presencia de bases militares norteamericanas y “contras” para
atacar a la Nicaragua gobernada por el sandinismo.
112 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
instrumento más sofisticado para la intervención y el establecimiento de una “disciplina”
dentro del bloque.
6) En el artículo 20mo original, se establecía que las decisiones que exigían la aplicación
de las medidas mencionadas en el artículo 9no, sólo eran obligatorias para los ratificantes
del Tratado. Sin embargo, en el artículo 20mo reformado, se establece el principio de
votación, indicándose que para las decisiones o recomendaciones se procederá por el voto
de los dos tercios de los Estados Parte, mientras que para dejar sin efecto las medidas
contempladas en el artículo 8vo se requerirá el voto de la mayoría absoluta.
Con el Protocolo se incorporaron más artículos al Tratado: 7) En el artículo 11ro, se
incluyó el concepto de seguridad económica colectiva -tema largamente acariciado por
los latinoamericanos- 228: “Las Altas Partes Contratantes reconocen que para el
mantenimiento de la paz y la seguridad económica colectiva para el desarrollo de los
Estados Miembro de la Organización de Estados Americanos, mediante mecanismos
adecuados que serán establecidos en un tratado especial”.
8) En el artículo 12do se establece: “Nada de lo estipulado en este Tratado se interpretará
en sentido de limitar o disminuir en forma alguna el principio de no intervención y el
derecho de cada Estado a escoger libremente su organización política, económica y
social”. Este es el derecho a la autodeterminación 229.
No obstante la importancia de las modificaciones introducidas al TIAR -modificaciones
fundamentalmente buscadas por los Estados latinoamericanos a los efectos de lograr que
los mecanismos del Tratado obraran esencialmente dentro del esquema de defensa y
seguridad, y no como un instrumento de “intervención” o de “sanción”- no ha logrado la
vigencia efectiva, ya que no fue ratificado por los dos tercios de los Estados signatarios,
según lo establece el artículo VIII del Protocolo de Reformas; pero sí hubo muchas
reservas a la firma 230. A esto debemos sumarle el hecho de que quizás nunca sea puesto
228
No obstante ello, para 1983, con la crisis de la deuda externa, este tema no sólo no fue esgrimido, sino
totalmente olvidado. Paradójicamente se planteó la necesidad de instrumentos como la “seguridad económica
colectiva”.
229
Secretaría General de la OEA, Serie sobre Tratados No 46, Protocolo de Reformas al Tratado Interamericano
de Asistencia Recíproca (TIAR), OEA/Ser.A/I.Add.(SEPF), Washington D.C., (Inglés).
230
Declaración de Bolivia: “La República de Bolivia suscribe el presente Protocolo al Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca sin ninguna reserva en la convicción de que dicho Protocolo actualiza y mejora las
estipulaciones del instrumento original en función del cambio de circunstancias.” Sin embargo, Bolivia aún no
ha ratificado el protocolo de Reformas. Reserva del Paraguay: “La delegación del Paraguay, al suscribir ad
referendum el presente Protocolo, formula expresa reserva respecto del artículo 20 del protocolo, porque
considera improcedente consagrar distintos criterios para aplicar medidas y para levantarlas, ya que ello equivale
a la adopción de distintas mayorías para uno y para otro caso. La Delegación del Paraguay considera, por
consiguiente, que así como las decisiones del Organo de Consulta deben ser adoptadas por el voto de los dos
tercios de los Estados Parte, así también debe requerirse el voto de los dos tercios de dichos Estados para dejarlas
sin efecto”. Reserva del Perú: “Al suscribir el Protocolo de Reformas al Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca el Perú hace reserva expresa del numeral tres del artículo tercero”. Reserva de Guatemala: “Al firmar
el presente Protocolo, Guatemala reitera la reserva que hizo al ratificar el Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca, que dice: `El presente Tratado no constituye impedimento alguno para que Guatemala pueda hacer
valer sus derechos sobre el territorio guatemalteco de Belice, por los medios que estime más conveniente;
Tratado que, en cualquier tiempo, podrá ser invocado por la República con respecto al mencionado territorio'“.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 113
en vigencia, ya que la crisis provocada por la guerra de las Malvinas en abril-junio de
1982, llevó a los latinoamericanos a pensar en una nueva forma o quizás en crear un
nuevo TIAR pero exclusivamente latinoamericano, lo que provocará también grandes
cambios dentro de la región en el caso de que verdaderamente se adopte esta última
iniciativa, ya que deberán revisar todos los esquemas de sus fuerzas armadas, para
adaptarlas hacia un sistema de defensa y no de simple apoyo logístico a las problemáticas
de seguridad de EUA 231.
Como éste, la mayoría de los instrumentos adoptados a lo largo de la vida del
Panamericanismo, han carecido de las ratificaciones suficientes como para lograr una
vigencia efectiva. Este factor, aunado a una serie de percepciones de los gobiernos de los
países de la región provocó que, en el ámbito jurídico, América Latina no se comportara
como un subsistema 232.
En la actualidad, y dados los cambios internacionales, tal vez sería conveniente
replantearse la problemática de seguridad de la región, no a través de la continuidad o
reformulación del TIAR, sino a través de la “continentalización” de la declaración de la
A.G. de la ONU sobre el Atlántico Sur como Zona de Paz y Cooperación Internacional
(Resol. 41/11); y de esa manera, en vez de establecer en América Latina una conducta
233
OEA/Ser.G-CP/Doc.609/76 Rev. 2 - 2 de Diciembre de 1976, (Español).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 115
Reunión de Consulta, aplicándose, en lo que sea pertinente, los artículos 60, 61 y 62 de la
Carta de la OEA 234.
Pese a su importancia para América Latina, aún no ha logrado las ratificaciones necesarias
para su vigencia.
Tal vez, hubiera sido importante que esta Convención estuviera en vigencia actualmente,
particularmente por el problema de la deuda externa de América Latina; pero parece que,
no existe la voluntad política para darle vigencia, desde el momento en que prefirieron
establecer estrategias a través de mecanismos más flexibles, tales como el denominado
“Consenso de Cartagena“. Por el otro lado, los aspectos sustantivos, que hacen a la
operatividad de la seguridad económica considerados, tanto en las reformas al TIAR,
como en la Convención especial, dependen en gran medida del grado de capacidad de los
países de la región de establecer políticas que obliguen al Estado que ejerce presiones
perjudiciales (EUA), a dejarlas de lado o, en última instancia, a la capacidad que tenga la
Reunión de Consulta de ejercer una coerción efectiva.
Sin embargo, pese a las debilidades -la mayor de ellas es que la Convención no está en
vigencia- se trata de un importante avance en la forma de encarar sus relaciones por parte
de los países de la región, respecto de EUA.
234
Ver OEA/Ser.G-CP/Doc.609/76 Rev. 2 - 2 de Diciembre de 1976, (Español). Ver también más arriba la
reserva hecha por EUA al Protocolo de Enmiendas al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, en la que
no acepta la obligación o el compromiso de firmar o ratificar ningún tratado o convención en materia de
seguridad económica colectiva.
116 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO XVI
EL CASO NICARAGUA: LA XVII REUNION DE CONSULTA
La situación de Nicaragua, caracterizada por el levantamiento en masa de la población,
para poner fin a una dictadura de más de cuarenta años, que culminó en una guerra civil
con la intervención del grupo de oposición sandinista, creó una gran conmoción en la
opinión pública latinoamericana en 1978/79, tanto por sus implicancias internas como
internacionales.
El factor detonante lo provocó el asesinato del periodista de la oposición Pedro Joaquín
Chamorro -Director del Diario “La Prensa” de Managua- el 10 de enero de 1978, en
circunstancias que dejaron entrever la posibilidad de un crimen político. Este hecho
provocó un gran malestar en todo el país, desencadenándose así los acontecimientos que
llevaron a la caída del gobierno de Anastacio Somoza en julio de 1979.
La situación de convulsión interna a la que había llegado Nicaragua, provocó que el
gobierno de Venezuela solicitara el 2 de setiembre de 1978 la convocatoria a una Reunión
de Consulta, al Consejo Permanente de la OEA, de acuerdo con lo establecido en el Art.
59 de la Carta “para que considere los graves acontecimientos que ocurren en la región
Centroamericana”. La Convocatoria a la XVII Reunión de Consulta fue aprobada por 23
votos a favor, uno en contra y una abstención 235. En el seno de esta Reunión de Consulta
se confrontaron dos corrientes: 1) una encabezada por la mayoría de los Estados
latinoamericanos que sostenían que la solución del problema nicaragüense competía
exclusivamente a su pueblo, proponiendo a su vez: a) el reemplazo inmediato y definitivo
del régimen somocista; b) instalación en el territorio de Nicaragua de un gobierno
democrático, cuya composición incluya a los principales grupos representativos opositores
al régimen de Somoza y que refleje la libre voluntad del pueblo de Nicaragua; c) garantía
del respeto de los derechos humanos de todos los nicaragüenses sin excepción; d)
realización de libres elecciones a la brevedad posible, que conduzcan al establecimiento
de un gobierno auténticamente democrático que garantice la paz, la libertad y la justicia
236
235
ANEXO al Acta de la Sesión Extraordinaria del 7 de setiembre de 1978 por el Consejo Permanente de la
OEA.
236
Resolución II de la XVII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, 23 de junio de 1979.
OEA/Ser. F/II.17. Doc. 40/79 rev. 2. El texto fue propuesto por la delegación de Venezuela. Recibió 17 votos a
favor, dos en contra: Nicaragua y Paraguay y cinco abstenciones: Chile, El Salvador, Guatemala, Honduras y
Uruguay.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 117
encontrar esa solución. Asimismo, proponía la presencia de la OEA para el mantenimiento
de la paz a través de la creación de una Fuerza Interamericana 237.
Esta posición fue rechazada por la mayoría de los países latinoamericanos, ya que se
encontraba presente en su recuerdo el caso dominicano de 1965.
Dentro del grupo latinoamericano se destacó la participación de los países del Pacto
Andino, que desarrollaron una gestión conjunta en el seno de la OEA a fin de obtener una
solución al conflicto de Nicaragua, acorde con los deseos del pueblo de ese país
evitándose de esta manera una intervención militar internacional que pudiera
perjudicarlos. Asimismo, en una declaración emitida en el seno de la Junta del Acuerdo de
Cartagena, los países miembros recordaban a la Junta de Gobierno de Reconstrucción
Nacional de Nicaragua -formada por los grupos de oposición a Somoza- su compromiso
de “encaminar el futuro político de Nicaragua por las vías de una auténtica democracia
representativa que a través de libres elecciones, exprese la voluntad popular”. De esta
manera, en la misma medida en que ejercían presiones para que el gobierno de Somoza se
alejara del poder, procuraban encontrar medios para evitar que el desenlace del
conflicto culminara en una situación similar a la del caso cubano; circunstancia temida
por el gobierno norteamericano.
El tema principal de debate en el seno de la Reunión de Consulta, fue el de la no
intervención, ya que se trataba de un caso de política interna de un Estado. Aún el
conflicto fronterizo que se suscitó entre Costa Rica y Nicaragua debido a la lucha de
grupos somocistas del lado costarricense de la frontera, contra facciones sandinistas, no
fue suficiente para que se lograra la convocatoria al TIAR, por lo que la Reunión de
Consulta corría peligro de dar por terminada sus labores, previo dejar sentadas algunas
recomendaciones especialmente orientadas al respeto de los derechos humanos y la
autodeterminación del pueblo nicaragüense.
Sin embargo, en la sesión del 18 de diciembre de 1978, el delegado de Venezuela dio el
motivo necesario para que se pudiera continuar con las tareas, al expresar que, para
alcanzar los fines propuestos por la XVII Reunión de Consulta debía superarse la
concepción estricta del principio de no intervención de manera tal que “permitiera la
institucionalización de la libertad” 238. En su exposición el delegado venezolano expresó:
“Es precisamente esta solidaridad pluralista del Hemisferio la que obliga a todos
nuestros países a preocuparse por los problemas de los demás y a pensar que el respeto
de todos los principios característicos de nuestro Continente, entre ellos el de la no
intervención, no puede admitir una interpretación que nos presente como indiferentes
respecto de los graves problemas que vive Nicaragua, que aún cuando sólo fuera por
razones humanitarias, debemos encarar decididamente.”
237
Ver Comercio Exterior, (México, junio de 1979), Vol. 20, No 6, pág. 651. Asimismo OEA/Ser. F/II.17. Doc.
33/79. Proyecto de Resolución presentada por la Delegación de EUA.
238
Ver OEA/Ser.F/II.17 Doc. 39/79. Acta de la Cuarta Sesión Plenaria del 21 de julio de 1979, pág. 2.
118 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
De esta manera, el artículo 18 de la Carta de la OEA sobre no intervención, se
observaba a la luz del respeto a los artículos 3 inc. d): “La solidaridad de los Estados
Americanos y los altos fines que con ella se persiguen, requieren la organización
política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia
representativa”, y del 16, que establece la obligación de respetar los “derechos de la
persona humana y los principios de la moral universal”.
El 29 de diciembre de 1978, el gobierno de Costa Rica solicitó la convocatoria del Organo
de Consulta de acuerdo con el Art. 6º del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
por considerar ciertas declaraciones de prensa efectuadas por el gobierno de Nicaragua
como una “amenaza grave a la paz de la región centroamericana y a la soberanía e
integridad territorial de Costa Rica” 239 De todas formas, pese a la coexistencia de
distintos procedimientos, la tendencia predominante fue la de considerar como hecho
verdaderamente grave, a la ilegitimidad del gobierno de Somoza, adoptándolo como
tema principal de la XVII Reunión de Consulta, y no como un tema entre otros tantos a
ser tratados. De esta manera, frente a las razones de “seguridad nacional“ utilizadas
como justificativo por el gobierno somocista para ejercer su dictadura en Nicaragua, la
XVII Reunión de Consulta argumentó con el “derecho sagrado a la rebelión“ por parte
del pueblo nicaragüense.
En definitiva, la Resolución final fue inspirada en la propuesta andina, dejando de lado
la estadounidense. De todas maneras, y a fin de que el respeto por la autodeterminación
no degenerara en otros extremismos que pudieran poner en peligro la seguridad de la
región, se resolvió “instar a los Estados Miembros a realizar las gestiones que estén a su
alcance para facilitar una solución duradera y pacífica al problema nicaragüense sobre
las bases señaladas, respetando escrupulosamente el principio de no intervención y
absteniéndose de cualquier acción que fuera contraria a estas bases, o incompatibles
con la solución pacífica y duradera del problema” 240
La XVII Reunión de Consulta ha marcado un hito dentro del sistema de relaciones
Americano, en cuanto los Estados latinoamericanos, no sólo adoptaron decisiones
mayoritarias y en forma conjunta, sino también por el hecho de que sus propuestas de
solución fueron establecidas por sobre las de EUA, país que tradicionalmente había
marcado las reglas del juego del Sistema.
239
Ver OEA, Consejo Permanente. Resolución sobre la situación entre Costa Rica y Nicaragua, 30 de diciembre
de 1978. Ver el tercer considerando de la Resolución.
240
Ver Resolución II de la XVII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, 23 de junio de
1979. OEA/Ser. F/II.17. Doc. 40/79 rev. 2. El texto fue propuesto por la delegación de Venezuela. Recibió 17
votos a favor, dos en contra: Nicaragua y Paraguay y cinco abstenciones: Chile, El Salvador, Guatemala,
Honduras y Uruguay.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 119
CAPITULO XVII
EL CASO MALVINAS: XX REUNIÓN DE CONSULTA
Otro caso relevante, desde el punto de vista del establecimiento de una posición conjunta
por parte de la región latinoamericana frente a EUA, en defensa de las concepciones
bolivaristas, es el de la crisis de las Malvinas entre los meses de abril y junio de 1982.
Estas Islas -junto con las Islas Georgias y las Islas Sandwich del Sur- han sido reclamadas
permanentemente por la Argentina desde su invasión por Gran Bretaña en 1833 -sin dejar
de lado el hecho de que ya habían sido atacadas y desmanteladas por una fragata
norteamericana en 1831-.
En 1965, a instancias de la Resolución 2065/XX de la Asamblea General de la ONU,
basada en la Resolución 1514/XV del mismo organismo, sobre descolonización, los
gobiernos de Argentina y Gran Bretaña iniciaron negociaciones tendientes a resolver el
caso. Sin embargo, no hubo progresos, al punto de llegarse a un total estancamiento.
Pese a las recomendaciones establecidas en la Resolución 31/49 del 1o de diciembre de
1976 de la A.G. de la ONU, en el sentido de que “ambas partes se abstuvieran de
adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la
situación, mientras las Islas están atravesando por el proceso recomendado” en las
Resoluciones 1514 (XV) 1960; 2065 (XX) 1965; y 3160 (XXVIII) 1973; frente a la
situación antes descripta, el gobierno argentino (1982) tomó la decisión de recuperarlas
militarmente, aduciendo, en primer lugar, que Gran Bretaña adoptaba
permanentemente actitudes entorpecedoras del proceso negociador tendiente a la
descolonización de las Islas, a la vez que su decisión de enviar un navío de guerra para
exigir el retiro inmediato del grupo de trabajadores argentinos que habían sido
trasladados en un barco de la marina a las Islas Georgias, para desarmar una factoría
ballenera, con el previo consentimiento del gobierno británico, constituía un acto de
agresión que ponía en peligro el futuro de la soberanía sobre esa zona.
Desde los primeros meses de 1982, ya circulaban rumores sobre la posibilidad de
recuperación de las Islas por la vía militar 241; sin embargo, su ocupación por fuerzas
argentinas el 2 de abril, resultó una sorpresa, no sólo para la comunidad internacional sino
también para los argentinos.
La Junta Militar argentina deseaba demostrar al mundo que era capaz de tomar
decisiones soberanas, pero no previó la reacción británica, así como tampoco el
comportamiento de la CEE ni el de EUA, tanto en el seno del TIAR como respecto de
Gran Bretaña, durante los acontecimientos bélicos que se iniciaron en el mes de mayo 242.
241
Ver BERGER, Martín, El Rescate de las Malvinas, (Buenos Aires, Bruguera, 1982), pág. 15. Asimismo las
declaraciones del representante del Reino Unido de Gran Bretaña, Anthony Parsons en la Reunión del Consejo
de Seguridad de la ONU del 1o de abril de 1982, publicadas en “Actualidades: Naciones Unidas”, publicación
del Centro de Información de Naciones Unidas (Buenos Aires, abril 1982), pág. 1.
242
Ver las declaraciones no desmentidas del Tte. Gral. Leopoldo Fortunato Galtieri durante el ejercicio de la
presidencia, a la periodista Oriana Fallaci en Revista “Cambio 16”, No 551 (junio 1982), págs. 54-59.
120 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Incluso, no previó la posible reacción soviética en el seno del Consejo de Seguridad de
la ONU respecto de la Resolución 502/82 del 3 de abril 243 -propuesta por el mismo
gobierno británico- ya que se esperaba su veto, en cierta medida, debido a las buenas
relaciones existentes por la actitud de abstención adoptada por Argentina durante el boicot
cerealero decretado por el gobierno de James Carter. No obstante ello, la URSS se
abstuvo, y la imprevisión argentina fue la de no pensar que para la URSS éste era, en
primer lugar, un conflicto netamente occidental, a la vez que, la superpotencia oriental,
sólo se beneficia cuando existe un conflicto y no cuando no lo hay; razón de más para
abstenerse en la votación.
La inminencia de un ataque armado por una potencia extracontinental -Gran Bretaña-, que
ponía en peligro, no sólo la seguridad argentina, sino también la de América Latina,
motivó el pedido a una Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, de
acuerdo con los artículos 6 y 13 del TIAR. La reacción fue muy auspiciosa, ya que la
convocatoria fue aprobada por 18 votos a favor, ninguno en contra y tres abstenciones:
EUA, Colombia y Trinidad y Tobago.
En un principio se pensó que la actitud abstencionista de EUA estaba motivada
fundamentalmente por la mediación que el Secretario de Estado Alexander Haig
realizaba desde los primeros días del mes de abril entre Argentina y Gran Bretaña; sin
embargo, su comportamiento durante las sesiones de la XX Reunión de Consulta y a partir
del inicio de los acontecimientos bélicos, demostró lo contrario.
A excepción de Chile, Colombia, Trinidad y Tobago y EUA -el otro actor dentro del
Sistema Interamericano conformado por dos actores: EUA y América Latina 244-, la
reacción del resto de los países fue totalmente favorable y de apoyo a la posición
argentina. Esta vez, por primera vez en la historia del Sistema Interamericano, los
latinoamericanos estaban más interesados que EUA en la aplicación de la Doctrina
Monroe -por supuesto, según la acepción original de la Doctrina y no según la aplicación
que le dio EUA, especialmente desde fines del siglo XIX hasta prácticamente la década de
243
Resolución 502/82 del 3 de abril de 1982, del Consejo de Seguridad de la ONU. “EL CONSEJO DE
SEGURIDAD: Recordando la declaración formulada por el Presidente del Consejo de Seguridad en la 2345a
Sesión del Consejo de Seguridad, celebrada el 1o de abril de 1982 (S/14944), en la que se instaba a los
Gobiernos de Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que se abstuvieran del uso o la
amenaza de la fuerza en la región de las Islas Malvinas (Falkland). Profundamente preocupado por los informes
acerca de una invasión por fuerzas armadas de la Argentina el 2 de abril de 1982. Declarando que existe un
quebrantamiento de la paz en la región de las Islas Malvinas (Falkland). 1. Exige la cesación inmediata de las
hostilidades. 2. Exige la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas (Falkland). 3.
Exhorta a los Gobiernos de Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una solución diplomática a sus
diferencias y a que respeten plenamente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.”
Aprobada por 10 votos a favor: EUA, Francia, Guyana, Irlanda, Japón, Jordania, Reino Unido, Togo, Uganda y
Zaire. Uno en contra: Panamá. Cuatro abstenciones: China, URSS, Polonia, España.
244
Esto parece no formar parte de la conciencia ni el razonamiento de ninguna élite política latinoamericana,
incluso hoy en día.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 121
los '70 245-, sin embargo no lo lograron, debido a la oposición de este país que estaba
interesado en la solución del conflicto a través de la Resolución 502/82 246.
Si bien en este caso se demostró la fortaleza de la región a través de su posición
conjunta, también quedó demostrado que los mecanismos del TIAR funcionan cuando
EUA se lo propone y dejan de hacerlo bajo las mismas condiciones.
La Resolución adoptada en el seno de la Reunión, es importante desde el punto de vista en
que se reconocen los derechos de soberanía de Argentina sobre las Malvinas -aunque no
se dice nada sobre las Georgias y las Sandwich del Sur-, pero totalmente inocua desde el
punto de vista de los objetivos de la convocatoria de la Reunión, ya que no se pudo poner
en marcha ninguno de los mecanismos contemplados en el artículo 8vo del TIAR 247.
245
Pero los latinoamericanos -particularmente los argentinos- tomaron conciencia de ello recién con el caso
Malvinas.
246
Ver Discurso del Secretario de Estado de EUA ante la XX Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores, 26-27 de abril de 1982, en “Malvinas: Los Debates en la OEA:, Colección Documentos de Temas
Militares 1, dirigida por Armando Alonso Piñeiro, (Buenos Aires, Edic. AP, 1982), págs. 33-34.
247
Resolución I de la XX Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores. 28 de abril de 1982:
“GRAVE SITUACION PLANTEADA EN EL ATLANTICO SUR: La Vigésima Reunión de Consulta de
Ministros de Relaciones Exteriores, CONSIDERANDO: Los principios de solidaridad y cooperación
interamericanas y la necesidad de encontrar solución pacífica a toda situación que ponga en peligro la paz de
América; que se ha producido un peligroso enfrentamiento entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte y la República Argentina, hoy agravado por los hechos ocurridos en la región de seguridad a la que se
refiere el artículo 8vo del TIAR; que el fin primordial del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca es el
mantenimiento de la paz y de la seguridad del Continente, lo cual comporta, en el caso surgido, asegurar la
solución pacífica del conflicto; que es urgente, para facilitar la solución pacífica del conflicto, que cesen las
hostilidades por cuanto alteran la paz del Continente y pueden alcanzar imprevisibles proporciones; que es
principio invariable del Sistema Interamericano la preservación de la paz y el rechazo solidario por todos los
Estados Americanos a la intervención de las fuerzas armadas extra-continentales o continentales contra
cualesquiera de las naciones del Hemisferio; que se deben tener en cuenta los derechos de soberanía de la
República Argentina sobre las Islas Malvinas, tal como están expresados en importantes resoluciones emanadas
de distintos foros internacionales, entre ellos la declaración del Comité Jurídico Interamericano expresada el 16
de enero de 1976, que dice: “Que la República Argentina tiene inobjetable derecho de soberanía sobre las Islas
Malvinas”; que se deben destacar los esfuerzos de paz que se realizan, con el consentimiento de las partes, y que
la solidaridad interamericana contribuye a ese objetivo, y VISTAS: La Resolución 502 (1982) del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, la cual debe ser cumplida en todos sus aspectos; la Resolución 359 del 13 de
abril de 1982, aprobada por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos y la Declaración
aprobada por unanimidad por los Ministros de Relaciones Exteriores en la sesión de apertura de la Vigésima
Reunión de Consulta (Doc. 14/82) y de conformidad con el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca,
RESUELVE: 1. Urgir al Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que cese de inmediato
las hostilidades que realiza en la región de seguridad definida por el Artículo 4o del Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca y a que se abstenga, además, de cualquier acto que pueda afectar la paz y la seguridad
interamericana. 2. Urgir al Gobierno de la República Argentina, para que, asimismo, se abstenga de realizar
cualquier acción que pueda agravar la situación. 3. Instar a dichos Gobiernos a que establezcan de inmediato una
tregua que permita la reanudación y el normal desenvolvimiento de las gestiones conducentes a la solución
pacífica del conflicto, teniendo en cuenta los derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas
Malvinas, así como los intereses de sus pobladores. 4. Expresar la disposición del Organo de Consulta de dar
apoyo, por los medios que estime conveniente, a los nuevos esfuerzos que se adelanten a nivel regional o
mundial, con el consentimiento de las partes, orientados a la solución justa y pacífica del problema. 5. Tomar
nota de las informaciones recibidas sobre las importantes gestiones del Secretario de Estado de los Estados
Unidos de América y expresar sus votos porque contribuyan efectivamente a la solución pacífica del conflicto. 6.
Deplorar la adopción por los miembros de la Comunidad Económica Europea y otros Estados, de medidas
122 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
El día 1o de mayo se inició el ataque británico a las Islas, previa declaración unilateral
de bloqueo a una zona de 200 millas a su rededor, que luego se extendió hasta 12 millas
de las costas argentinas. Las Georgias habían sido tomadas una semana antes.
La mediación de Haig había fracasado; no se habían podido poner en funcionamiento los
mecanismos del TIAR; EUA se volcaba abiertamente en favor de Gran Bretaña y se
iniciaba una mediación por parte del Secretario General de la ONU, como alternativa,
por la falta de acción concreta del Consejo de Seguridad para el logro del cese de
hostilidades -pese al pedido de convocatoria en ese sentido por el delegado de Irlanda- ya
que EUA y Gran Bretaña buscaron por todos los medios la postergación de la Reunión a
fin de tener vía libre para las acciones bélicas 248. De todas formas, la mediación del
Secretario General fracasó ya que no pudo lograr establecer puntos de coincidencia entre
las partes, por lo que se decidió delegar la responsabilidad nuevamente en el Consejo de
Seguridad.
El Consejo de Seguridad, volvió a “tirarle la pelota” al Secretario General mediante la
Resolución 505/82 por la que se solicita que reanude los esfuerzos mediadores
tendientes a lograr un cese de las hostilidades teniendo presente la Resolución 502/82.
Para esta nueva tarea, le otorgan 7 días a fin de que presente un informe acerca de los
avances de su mediación. Pero nuevamente los resultados fueron totalmente nulos, y
mucho antes de la fecha prefijada se consideró por terminada la tarea del Secretario
General, pese a que éste continuó hasta el fin del cumplimiento de lo establecido por la
Resolución 249.
A esta altura de los acontecimientos la Argentina solicitó que la Reunión de Consulta
reanudara sus sesiones a fin de lograr una Resolución que le permitiera una acción
efectiva, si fuera posible poniendo en funcionamiento los mecanismos del Art. 8vo del
TIAR.
coercitivas de carácter económico y político que perjudican al pueblo argentino y exhortarlos a que dichas
medidas sean levantadas, señalando que constituye un grave precedente por cuanto no están amparados en la
Resolución 502 (1982) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y son incompatibles con la Carta de la
ONU, de la OEA y con el Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT). 7. Encargar al Presidente de la
Vigésima Reunión de Consulta para que proceda de inmediato a transmitir el llamado contenido en los puntos
1,2 y 3 de esta Resolución, a los Gobiernos del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de la
República Argentina; y expresarles, asimismo, en nombre de los Cancilleres de América, que confía plenamente
en que este llamado será aceptado en bien de la paz de la Región y del Mundo. 8. Encomendar al Presidente del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que la haga del conocimiento de los Miembros del Consejo.
9. Mantener abierta la Vigésima Reunión de Consulta especialmente con el objeto de velar por el fiel
cumplimiento de esta resolución y de tomar las medidas adicionales que estime necesarias para restablecer y
preservar la paz y resolver por medios pacíficos el conflicto surgido.
248
“Aceptó la Argentina la Mediación del Secretario General de la UN”, en Diario “La Nación” (Buenos Aires,
jueves 6 de mayo 1982), págs. 1 y 14.
249
La incapacidad de mediación de los organismos internacionales, particularmente cuando median intereses de
las potencias rectoras del sistema, está analizada en nuestro trabajo La Problemática del Orden, en Dallanegra
Pedraza, Luis (et al) “Geopolítica y Relaciones Internacionales”, (Buenos Aires, Pleamar, 1981).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 123
El 29 de mayo, el Plenario de Cancilleres adoptó la Resolución II de la XX Reunión de
Consulta, pero lamentablemente, pese a la casi unanimidad expresada en la votación,
nuevamente nos encontramos con un instrumento inocuo.
En primer lugar, y aunque el delegado venezolano expresó que había que llegar hasta las
últimas instancias -lo que significaba poner en funcionamiento los mecanismos del Art.
8vo del TIAR, aunque dejando librado a cada país la decisión de actuar- no se pudo hacer
una referencia concreta en ese sentido. Simplemente se acordó “solicitar a los Estados
parte del TIAR que presten a la Argentina el apoyo que cada cual considere apropiado
para asistirla ante esta grave situación y que se abstengan de cualquier acto que pudiera
perjudicar ese objetivo. Si fuera el caso, dicho apoyo podrá adoptarse con la coordinación
adecuada” 250. En los demás aspectos, la Resolución se acerca más a una manifestación
de deseos que a una posición firme por parte de los Estados de la región frente a los
hechos vinculados al conflicto: se deplora la actitud del Reino Unido por haber
conducido a la frustración de la mediación del Secretario General de la ONU; se expresa
la convicción de que es indispensable lograr una solución pacífica y honorable del
conflicto bajo los auspicios de la ONU; se insta al gobierno de EUA a que disponga de
inmediato el levantamiento de las medidas coercitivas aplicadas a la Argentina y se
abstenga de prestar asistencia material al Reino Unido; se insta a los miembros de la CEE
a levantar las medidas coercitivas de carácter económico a la Argentina 251.
Es evidente que no se tomaron medidas concretas, del mismo modo que la Resolución
refleja cuáles eran las verdaderas posibilidades de los Estados latinoamericanos de
adoptarlas. La carencia de un proyecto político latinoamericano previo, además de la
ausencia de una clara inserción regional conjunta que refleje sus aspiraciones
autonómicas, restó fuerza suficiente a América Latina para adoptar medidas concretas
que forzaran la situación existente 252.
El gobierno argentino volvió a reiterar sus esfuerzos dentro del grupo de países No
Alineados, en el que desde 1976, había adoptado una posición totalmente pasiva e incluso
de negación de la no alineación. Para poder ganar su aprobación y apoyo, el Canciller
argentino debió hacer concesiones en su discurso sobre temas en los que durante todo el
proceso iniciado en 1976 hubo una clara posición en contrario. Sin embargo era necesario,
para “ablandar” las posiciones duras de ciertos países como Jamaica, Guyana y Trinidad y
Tobago, y la de algunos países de Asia y Africa, que aunque no planteaban dudas acerca
250
Artículo 7o de la Resolución II de la XX Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores. Diario
“Convicción” (Buenos Aires, domingo 30 de mayo 1982), pág. 4. También Diario “La Nación”, (Buenos Aires,
domingo 30 de mayo 1982), pág. 3.
251
Resolución II de la XX Reunión de Consulta en Diario “Convicción”, (Buenos Aires, domingo 30 de mayo
1982), pág. 4. Ibídem, Diario “La Nación”, (Buenos Aires, domingo 30 de mayo 1982), pág. 3.
252
Ver por ejemplo declaraciones del Embajador de Venezuela ante la OEA, Hilarión Cardozo acerca de “la falta
de decisión de algunos países en la región para tomar posiciones menos tímidas”, en Diario “La Nación”
(Buenos Aires, lunes 7 de junio 1982), pág. 5.
124 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, sí la tenían respecto de una condena
clara a Gran Bretaña 253.
La Resolución obtenida fue de claro apoyo a la Argentina, deplorándose la actitud de
Gran Bretaña y de EUA como país sostén de aquélla. Se reitera la necesidad de respetar
plenamente los principios de los No Alineados: lucha contra el colonialismo, el
neocolonialismo y la oposición a toda forma de dominación extranjera. Pero, en última
instancia, se hace un llamado para el cese de hostilidades de acuerdo con la Resolución
502/82 y 505/82 del Consejo de Seguridad de la ONU “en su totalidad”, como camino a
seguir para la solución del conflicto 254.
Las posibilidades para la Argentina de llevar el tema a la Asamblea General de la ONU, a
fin de lograr una Resolución que sacara al tema del conflicto de la situación de
estancamiento en que se encontraba en el Consejo de Seguridad, no eran muy claras,
especialmente si los No Alineados -grupo mayoritario dentro de la Asamblea General-
hacían votos para que se arreglaran las cosas de acuerdo con las Resoluciones del Consejo
de Seguridad, aunque, por cierto, consideradas “en su totalidad”; lo que significaba,
contemplando también el retiro de las tropas británicas, no sólo las de Argentina.
Las últimas esperanzas para lograr un cese del fuego -con el que Gran Bretaña no estaba
de acuerdo, ya que tenía grandes ventajas militares a esta altura de los acontecimientos,
pese a la tenaz resistencia de las fuerzas argentinas- se fincaban otra vez en lograr una
nueva Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, tratando de llegar al punto de
aislar a Gran Bretaña dentro de la comunidad internacional a través de su veto,
consiguiendo la votación afirmativa del resto de los miembros.
Sin embargo, la gran sorpresa fue que, pese a que la Resolución: 1) solicitaba un cese del
fuego inmediato y la implementación de las Resoluciones 502/82 y 505/82 en su totalidad;
2) autorizaba al Secretario General de la ONU para verificar el cumplimiento de la
Resolución; y 3) solicitaba al Secretario General que presentara un informe interino ante
el Consejo de Seguridad dentro de las 72 horas, y lo mantenga informado sobre la
implementación de la Resolución; fue vetada no sólo por Gran Bretaña sino también por
EUA, aunque la delegada norteamericana -Jeane Kirkpatrick- pidió al Presidente del
Consejo que quedara constancia de que su gobierno deseaba a último momento cambiar su
veto por una abstención 255.
253
Ver “Definitorio Mensaje del Canciller” en Diario “La Nación” (Buenos Aires, viernes 4 de junio 1982), pág.
3. Asimismo, “Costa Méndez se Reunió con Fidel Castro” en Diario “La Nación” (Buenos Aires, viernes 4 de
junio 1982) págs. 1 y 3. También “Votan hoy la Resolución Final en La Habana” en Diario “Convicción”,
(Buenos Aires, viernes 4 de junio 1982), pág. 6. Igualmente, “Costa Méndez Habló Ayer en la Reunión de
Cancilleres de los No Alineados” y “Los Objetivos del Discurso y Algunos Encuentros” en Diario “Convicción”,
(Buenos Aires, 4 de junio 1982), pág.7.
254
Ver “Cuba: Apoyo de los Países No Alineados”, en Diario “La Nación”, (Buenos Aires, domingo 6 de junio
1982), pág. 2. Asimismo, “Los No Alineados Condenaron a Gran Bretaña”, en Diario “Convicción”, (Buenos
Aires, lunes 7 de junio 1982), pág. 9.
255
Ver “Gran Bretaña y EUA Vetaron la Resolución del Consejo de Seguridad”, en Diario “Convicción”,
(Buenos Aires, sábado 5 de junio 1982), pág. 6.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 125
De esta manera, pese a los nueve votos afirmativos, la Resolución no pudo ser
implementada, favoreciéndose la escalada británica en la guerra, que culminó en la toma
de Puerto Argentino el 15 de junio de 1982.
256
El gobierno de Carter llegó a admitir la existencia de un conflicto Norte-Sur además del Este-Oeste. Reagan
negó la existencia de aquél desde un primer momento.
257
Declaración Franco-Mexicana sobre El Salvador (28 de Agosto de 1981): “El Ministro de Relaciones
Exteriores, Sr. Claude Cheysson y el Ministro de Asuntos Extranjeros de México, Sr. Jorge Castañeda han tenido
cambios de vista sobre la situación de América Central. Los dos ministros tienden a manifestar en común la gran
preocupación de sus gobiernos ante los sufrimientos del pueblo de El Salvador, en la situación actual, fuente de
peligros potenciales para la estabilidad y la paz de toda la región a causa de los riesgos de la internacionalización
de la crisis. Ellos hacen por consiguiente, la declaración siguiente: Convencidos que pertenece al pueblo
salvadoreño y solamente a él de encontrar una solución justa y duradera a la crisis profunda que atraviesa ese
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 127
EUA, pese al apoyo de los gobiernos militares de América Latina, comenzó a perder
presencia política en la región, así como credibilidad.
Los sectores democráticos de la región centroamericana, comenzaron a recibir el apoyo y
la simpatía de potencias intermedias, la CEE y otros actores transnacionales, como el
socialismo europeo, la social democracia y la democracia cristiana 258.
Por primera vez, luego del intento de Simón Bolívar en 1826 de conformar una unidad
regional a través de un proyecto conjunto, América Latina demostraba que intentaba
pergeñar su propio proyecto regional de inserción internacional, en el que, sin mostrarse
enfrentada con EUA, se manifestaba dispuesta a solucionar sus problemas, bajo sus
propias condiciones, y no dentro del esquema de la pugna Este-Oeste.
En el ámbito del Caribe, el gobierno de Reagan, sin abandonar la tradicional concepción
externa de EUA, propuso la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC); una especie de
“Alianza para el Progreso“, a fin de paliar los problemas económicos de esa región y
evitar que los grupos radicalizados le creen problemas de seguridad. En el orden regional
global apoyaba las salidas democráticas, ya que esto favorecía en gran medida la
pacificación interna de estos países, a la vez que los nuevos gobiernos, por más
reformistas que pudieran ser, no resultarían nunca molestos a EUA, en la medida en que
tenían demasiados problemas de orden económico, particularmente la deuda externa
abultada, elemento que podía servirle a EUA como instrumento para poder manejar los
posibles intentos autonomizantes.
En 1983 259, debido a la situación de crisis creciente en la región centroamericana, se
reunieron en la isla de Contadora, los representantes de Panamá, México, Colombia y
Venezuela, pronunciándose por un arreglo negociado de los conflictos centroamericanos,
país poniendo así al drama que vive la población; Conscientes de sus responsabilidades, en tanto que miembros
de la comunidad internacional e inspirados en los propósitos y principios de la Carta de la ONU; Conscientes de
la extrema gravedad de la situación actual y de la necesidad de cambios fundamentales en los dominios sociales,
económicos y políticos; Reconociendo que la alianza del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y
del Frente Democrático Revolucionario constituye una fuerza política representativa, dispuesta a asumir las
obligaciones y a ejercer los derechos que de ella resultan; que en consecuencia es legítimo que la alianza
participe de la elaboración de los mecanismos de acercamiento y de negociaciones necesarias a la solución
política de la crisis; Recordando que pertenece al pueblo de El Salvador encontrar un proceso de solución
política global dentro del cual deberá ser establecido un nuevo orden interno, serán reestructuradas las fuerzas
armadas y serán creadas la condiciones que aseguren el respeto de la voluntad popular expresados a través de
elecciones auténticamente libres de otros mecanismos propios de un sistema democrático; Lanzando un llamado
a la comunidad internacional para que dentro del cuadro de las Naciones Unidas, éstas aseguren la protección de
la población civil según las normas internacionales aplicables y facilite el acercamiento entre los representantes
de las fuerzas políticas salvadoreñas en lucha a fin de restablecer la concordia dentro de este país y a fin de evitar
toda injerencia dentro de los asuntos interiores de El Salvador.” Citado en JOUVE, Edmond, Le Tiers Monde
dans la Vie Internationales, (París, Berger-Levault-Mondes, 1983), Anexes Documentaires, págs. 202-203.
258
Ver GRABENDORFF, Wolf, KRUMWIEDE, Heinrich and TODT, Jorg, Political Change in Central
America, Internal and External Dimensions, (Boulder, Col., Westview Press, 1984), especialmente Cap. 3.
259
Este año se plantea la crisis de la deuda externa, debido a la declaración unilateral por parte del gobierno de
México de cesación de pagos de su deuda. También se inicia un proceso generalizado en toda la región de
regreso a sistemas democráticos.
128 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
sobre la base del respeto a la independencia nacional. En la reunión de Cancún, ese mismo
año, se volvió a renovar la apelación.
Nicaragua, por su parte, presentó un plan de seis puntos: 1) abandono de la ayuda
externa a las partes en conflicto en El Salvador; 2) abandono de la ayuda a las fuerzas
paramilitares que operan en la región; 3) prohibición de conceder bases a las potencias
extranjeras y abandono de las maniobras militares comunes; 4) pacto de no agresión entre
Nicaragua y Honduras; 5) no injerencia; y 6) abandono de la discriminación económica
entre los países de la región.
El resto de los países centroamericanos, así como EUA, no aceptaron el plan.
260
Ver International Legal Materials: Documents Highlights, Vol. XX, No 5, September 1981. En esta edición se
encuentra integramente transcripto del Acuerdo de la OECO.
261
Ver Grenada, en “Caribbean Monthly Bulletin”, Institute of Caribbean Studies, Puerto Rico, Vol. 17 No 11-
12, November-December 1983, págs. 9-32.
262
Informe de la Comisión Nacional Bipartita sobre Centroamérica, (Buenos Aires, Atlántida, 1984), Segunda
Edición.
130 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
a pedido del presidente Reagan visitó Centroamérica, a fin de hacer una evaluación de la
situación. Las conclusiones de esta Comisión -que hizo un análisis pormenorizado,
incluyendo información histórica desde la independencia de los países de la región, y en la
que se admite, incluso, el permanente intervencionismo histórico norteamericano en
varios países de la misma- no salen del esquema planteado en el Documento de Santa Fe
de 1980, en el que el eje de toda la problemática se encuentra en la penetración soviética a
través de Cuba. Pese a que el informe fue firmado con reservas por algunos miembros del
partido demócrata, la posición central se mantuvo.
Se aumentó el número de consejeros militares norteamericanos en Honduras, con el
propósito de entrenar grupos especiales, tanto de El Salvador, a fin de actuar contra los
grupos de liberación -lo que creó resquemores en las fuerzas armadas hondureñas, ya que
estos grupos especiales salvadoreños pueden atacar algún día Honduras en caso de
renovarse el tradicional conflicto entre ambos países- como para prestar ayuda a los
Contras, en su lucha contra el gobierno sandinista.
En el mes de mayo, luego de unas elecciones reñidas en El Salvador, resultó electo
Duarte (candidato demócrata cristiano), pese a las quejas de los sectores ultraderechistas
del partido Arena, liderado por D'Abuisson.
Por su parte, la Corte Internacional de Justicia (CJI), convocada por pedido del
gobierno de Nicaragua, condenó el apoyo de EUA a la guerrilla nicaragüense (los
Contras); lo que jurídicamente resulta importante, pero de hecho esta condena carece de
peso suficiente como para que se llegue a una solución satisfactoria 263.
En el mes de julio de 1984, el Grupo de Contadora presentó a los países
centroamericanos y a EUA, un proyecto de Acta, a fin de encontrar una vía pacífica y
negociada a la situación en América Central. Reagan manifestó su apoyo al Grupo. Al
mes siguiente, el texto presentado, con algunas modificaciones, fue suscripto por
Nicaragua. Los Ministros de Relaciones exteriores de la CEE, de los países del Grupo de
Contadora, de España y Portugal, se pronunciaron a favor del Acta. Sin embargo, EUA,
acusando a Nicaragua y a la URSS del desembarco de MIG soviéticos en aquel país (lo
que no pudo ser comprobado), decidió manifestar su desacuerdo con el Acta.
Posteriormente, los demás países centroamericanos, bajo diferentes excusas, decidieron no
firmarla. Con esto, nuevamente se volvió al comienzo en el proceso de negociación y, el
Grupo de Contadora comenzó a desgastarse políticamente frente a las permanentes trabas
impuestas por EUA, con el apoyo de los países de la región centroamericana, favorables a
sus políticas, o a través de promesas de créditos que EUA les otorgó.
Hacia fines de año, por fin, se cumplió en Nicaragua el último requisito establecido en la
Resolución de la XVII Reunión de Consulta de 1979: elecciones democráticas. Daniel
Ortega, miembro de la Junta, obtuvo el 63% de los votos, en una elección que fue
263
Ver MATTAROLLO, Rodolfo, La Plainte du Nicaragua contre Washington devant la Cour de la Haye, en
“Le Monde Diplomatique”, juillet 1985.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 131
presenciada por observadores políticos tanto europeos como latinoamericanos. No
obstante ello, el gobierno de Reagan denunció a las elecciones como una “farsa”.
NUEVA ETAPA EN EL PROCESO CENTROAMERICANO: EL
SURGIMIENTO DEL GRUPO DE APOYO A CONTADORA
1985 dejó en claro que el interés de EUA, se centró fundamentalmente en encontrar
mecanismos no negociados para restablecer el orden, acorde con sus propias pautas de
seguridad, desde una perspectiva, en que la pugna Este-Oeste ha sido el eje de análisis
prevalente.
La suspensión, a principios de año, de las conversaciones bilaterales entre EUA y
Nicaragua en Manzanillo (México), que se habían inaugurado en junio de 1984 y que
habían realizado ya ocho encuentros, son un indicador de esto.
En febrero, expresamente aclaró el presidente Reagan, que su objetivo principal, era
desalojar a los sandinistas del gobierno.
La visita realizada a Moscú por Daniel Ortega, para hablar con el recién instalado Mikjail
Gorbachov, resultó un excelente justificativo para que el presidente Reagan y la línea dura
norteamericana, lograran convencer al Congreso norteamericano -que hasta el momento se
había manifestado remiso- que votara favorablemente una ayuda a los Contras, de 27
millones de dólares. Paralelamente, Reagan declaró el embargo comercial a Nicaragua y,
pese a las críticas del Consejo de Seguridad de la ONU, lo mantuvo.
El Grupo de Contadora por su parte, fue reforzado por un “Grupo de Apoyo a
Contadora”, conformado por Argentina, Brasil, Perú y Uruguay 264 que, en definitiva,
resultó una forma tímida de respaldar la vía negociada, ya que este grupo surgió a partir
del temor de estos países de formar parte como miembros plenos del Grupo de Contadora
265
. La causa fundamental ha sido el temor de tomar posiciones que pusieran en peligro las
negociaciones con la banca acreedora y EUA, respecto de la deuda externa.
Incluso, en este último tema, la actitud original surgida del denominado “Consenso de
Cartagena“ 266, de adoptar estrategias conjuntas en materia de deuda, fue abandonada y,
la gran mayoría de los Estados de la región, adoptó negociaciones individuales, arreglando
de alguna manera bilateralmente su situación, salvo el caso Perú con el presidente Alan
García, que mantuvo una posición dura al plantear el interés de pagar la deuda pero sólo
264
En la Argentina hacía recién dos años que se estaba viviendo un proceso democrático. La actitud de la
dictadura militar sobre el tema centroamericano había sido la de entrenar a la “contra” nicaragüense, enviar
asesores militares y entregar armamento al gobierno de Honduras y de El Salvador. Uruguay estaba estrenando
el proceso democrático al igual que Brasil; y los tres gobernantes se encontraron en Lima, con motivo de la
asunción del nuevo presidente Alan García Pérez, acordando la creación del denominado Grupo de Lima o de
Apoyo a Contadora.
265
A esto también se opusieron los países miembros del Grupo de Contadora, que opinaban que por no
pertenecer a la región contigua a Centroamérica, debían mantenerse fuera.
266
En 1984 se habían reunido en Quito, y adoptaron un documento mediante el que se declaraba la
“corresponsabilidad” entre deudores y acreedores en el tema de la deuda, y que ésta constituia un problema
político, más que financiero.
132 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
en un diez (10%) porciento de los ingresos por exportación, a fin de destinar el resto para
el desarrollo del país; pero fue aislado por el resto de los países y también por el FMI, a tal
punto que debió modificar su actitud posteriormente.
La propuesta por parte del gobierno norteamericano del Plan Baker, en el que se
contemplaba el tratamiento político de la deuda -aunque en forma bilateral y con montos
de ayuda insuficientes- y se aceptaba la corresponsabilidad entre acreedores y deudores,
era un indicador de la grave situación internacional, pero también de que América Latina
había perdido la delantera en el tratamiento del problema y la “contraestrategia”
planteada por EUA frente a la tímida -e inoperante- iniciativa propuesta en el Consenso de
Cartagena -y Reuniones posteriores- coartaba la posibilidad de presiones por parte de los
latinoamericanos y los mantenía fragmentados.
En setiembre de 1985, debió renunciar Ardito Barletta en Panamá, y el General Noriega
impuso a Erick Arturo del Valle que oficiaba como vicepresidente hasta ese momento.
NUEVAS PROPUESTAS DE PAZ
En noviembre de 1985, se reunieron los representantes de Contadora y Apoyo en
Caravalleda (Venezuela) y adoptaron un documento, cuyos puntos principales eran: 1)
cese del apoyo externo; 2) solución negociada de los conflictos internos; 3) creación de un
Parlamento Centroamericano; 4) autodeterminación democrática, integridad territorial y
no injerencia. En esta Reunión surge el paradigma de relacionamiento hemisférico
concebido por los latinoamericanos Paz y Democracia como pilares de la Seguridad.
América Latina comenzaba a crecer en su iniciativa “bolivarista”, pero aún carecía de un
proyecto concreto, coherente y uniforme de inserción y acción internacional. No obstante
ello se comenzaban a suceder aceleradamente nuevas situaciones, entre ellas, la iniciación
de procesos democráticos, o por lo menos, la finalización de procesos autoritarios.
Dentro de este marco, en febrero de 1986 cae en Haití una dictadura que había gobernado
por décadas: la de Baby Doc Duvallier. Asume el gobierno una Junta Militar.
A principios de este año, el gobierno norteamericano plantea el nuevo paradigma de
relacionamiento hemisférico concebido por EUA democracia y seguridad. La
democracia (controlada, evidentemente) contribuye más a la estabilidad del hemisferio,
desde la nueva percepción norteamericana, que los gobiernos militares, especialmente si
éstos adoptan posturas nacionalistas, como Noriega, por ejemplo en el caso de Panamá.
Durante todo el año, Contadora y su Grupo de Apoyo presentaron diversos proyectos de
paz, de la misma manera que fueron presentados algunos proyectos por países
centroamericanos en forma individual; entre ellos, el mismo gobierno sandinista.
En el mes de marzo de ese año, los Grupos de Contadora y Apoyo, basándose en el
documento de Caravalleda, hicieron una propuesta de paz; sin embargo, el eco que
recibieron por parte del gobierno norteamericano fue el pedido de aprobación al Senado
de 100 millones de dólares de ayuda para la “contra”. EUA gastó entre 1981 y 1986, 627
millones de dólares en la construcción de bases y envío de equipo militar a Honduras.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 133
En el mes de mayo, el gobierno de Guatemala convocó a la primera reunión en Esquípulas
-Esquípulas I- en la que, entre otras propuestas de paz, se sugiere la creación de una
Parlamento Centroamericano. Nicaragua, por su parte, propuso: a) la disminución del
armamento a niveles necesarios para la defensa; b) la no realización de nuevas maniobras
militares en la zona; y c) la suspensión por parte de EUA del apoyo a la “contra”.
En el mes de julio el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN)
conjuntamente con el Frente Democrático Revolucionario (FDR) propusieron al gobierno
de El Salvador un plan de paz: 1) cese del fuego; 2) participar en las elecciones luego de
la formación de un gobierno de transición; 3) participación de todos los sectores en la
actividad política; 4) reforma constitucional.
En el mes de noviembre, Contadora hace una nueva propuesta para la pacificación en
Centroamérica: 1) el derecho de los pueblos de elegir su sistema político, económico y
social; 2) la solución global, integral y negociada del problema centroamericano; 3) la
abstención por todas las partes de ejercer presiones militares.
Sin embargo, las propuestas, en la medida en que fueron presentadas, perdieron
posibilidad de implementación, fundamentalmente por la actitud intransigente del
gobierno conservador norteamericano.
267
La “perestroika” implica el proceso de modernización en el ámbito interno y en la forma de relacionamiento
internacional de la URSS. Este proceso ha sido propuesto por el gobierno soviético al resto de los países de su
órbita, aunque en algunos casos, con oposición manifiesta, como la de Cuba; cuyo gobierno ha manifestado que
la “perestroika” puede ser un proceso válido para la URSS, pero en Cuba puede producir efectos
contrarrevolucionarios. A nuestro entender, procesos como la “perestroika” perjudican, más que benefician a
países como Cuba, ya que pierden el valor que tenían hasta el momento como “gestores” de la presencia militar,
política e ideológica de Moscú en países como Angola. Estos países se ven beneficiados con situaciones de
“guerra fría”. El “glasnost”, implica la “transparencia” en el accionar del gobierno, tanto en el ámbito interno -
democratización-, como internacional -nueva forma de relacionamiento de la URSS con el resto del mundo-.
136 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
elaboración de un proyecto regional de inserción internacional, por lo menos en los temas
prioritarios.
Dentro del contexto centroamericano, los gobiernos de esa región celebraron una nueva
Reunión en el mes de mayo, conocida como “Esquípulas II“ o también como “Plan
Arias“ 268. En este Plan se proponía: a) el cese de la ayuda de EUA a los “contras“; b) el
cese de la ayuda de la URSS-Cuba a Nicaragua; c) una amnistía y el inicio de un diálogo
entre el gobierno nicaragüense y los “contras”.
Pese a que el gobierno de Nicaragua hasta el momento se había negado a este diálogo, ya
que manifestaba que debía tratar directamente con el “Jefe de los Contras” que era el
gobierno norteamericano, en esta oportunidad accedió y se iniciaron las “conversaciones
de Sapoá“.
En esta Reunión los presidentes declararon que existen caminos centroamericanos para
la paz y el desarrollo, pero necesitan ayuda de la comunidad internacional para hacerlos
realidad; por lo que pidieron un trato internacional que garantizara el desarrollo para que
la paz que buscan sea duradera; en el entendimiento de que paz y desarrollo son
inseparables 269.
LOS APORTES DE LA PRIMERA Y SEGUNDA CUMBRES
LATINOAMERICANAS DEL G8
En la Primera Cumbre del G8 (Acapulco, México, noviembre 1987) 270 comienza a
perfilarse el nuevo paradigma de los gobiernos democráticos latinoamericanos:
democracia, paz, desarrollo e integración como bases de la seguridad.
Se establece que la “seguridad“, tiene que ver con la democracia, y el desarrollo
económico y social de los países, ya que no se trata de un problema exclusivamente
militar, como el tradicionalmente planteado por EUA y los gobiernos militares o
dictatoriales latinoamericanos.
A pesar de la desaceleración de los conflictos regionales a nivel mundial post Cumbre de
Reikjavick, no se puede decir que se haya dado lo mismo en el caso del conflicto
centroamericano.
Para su solución, reafirman los principios sostenidos por Contadora y Apoyo y las vías de
negociación deben comprometer la voluntad política de los gobiernos en conflicto,
aprovechando la experiencia y el marco institucional de ONU y OEA. Este proceso de
paz, requiere, asimismo un mayor apoyo por parte de la comunidad internacional.
268
Por el nombre del presidente de Costa Rica, principal gestor de los puntos para la pacificación adoptados en
esta Reunión.
269
Ver “Procedimiento para Establecer La Paz Firme y Duradera en Centroamérica”, firmado en Guatemala el 7
de Agosto de 1987; conocido como documento Esquípulas II.
270
Ver Compromiso de Acapulco para la Paz, el Desarrollo y la Democracia de 1987.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 137
En el problema del narcotráfico, se hizo referencia a todas sus etapas: producción, tráfico
y uso indebido; señalando la corresponsabilidad de los países desarrollados en este
problema.
Se establecieron vínculos entre el narcotráfico y el terrorismo y con otros tipos de
delincuencia, que se ven reforzados por el tráfico ilícito de armas producidas
fundamentalmente por los países industrializados. Asimismo, se denunció el enorme
lucro resultante del narcotráfico que circula y se legaliza a través de las plazas
financieras internacionales.
Consideraron a la década de los '80, como “década perdida“, desde el punto de vista
económico -ya que, paradójicamente, desde el punto de vista político, fue muy rica 271-,
por la fuga de capitales y por la transferencia de flujos financieros en concepto de pago de
los intereses de la deuda, que en el primer lustro ha alcanzado una cifra superior a los 100
mil millones de u$s.
La Segunda Cumbre de Presidentes del G8 (Punta del Este, Uruguay, Diciembre 1988)
272
puso más el acento en lo “epidérmico” que lo “substantivo”. Acusó la “nueva
situación internacional” que se gesta, particularmente con Reikjavick y sucesivas
reuniones 273.
Se tuvo en especial consideración, el avance que significa la creciente democratización de
América Latina y la puesta en marcha de nuevos mecanismos de concertación regional;
mientras que la principal falencia sería la falta de un nuevo enfoque sobre las relaciones
políticas, económicas, financieras internacionales, atendiendo a los cambios
internacionales y a las transformaciones regionales.
Se consideró que las “principales amenazas” para la estabilidad política y el desarrollo
económico-social de América Latina son: la deuda externa y la evolución desfavorable
del comercio internacional; pero no enfatizó la necesidad del reordenamiento
productivo, tecnológico e institucional (Reforma del Estado) de América Latina. No
aparecen desarrollados temas como reconversión industrial, modernización tecnológica,
diversificación de la estructura productiva y repatriación de los capitales fugados.
Se hizo hincapié en las medidas restrictivas que limitan el acceso de los productos de
América Latina a los centros consumidores de los países industrializados de economía de
mercado, así como a los subsidios a las exportaciones agrícolas; haciendo mención a las
negociaciones que se desarrollan en la Ronda Uruguay del GATT en torno de los
271
Desde el momento en que se dio una emergencia democrática en la mayoría de los países de la región; surgió
Contadora y luego su Grupo de Apoyo, que conjuntamente dieron lugar al nacimiento del G8; se estableció una
mayor coordinación en las políticas exteriores entre los países de la región; etc.
272
Ver Segunda Reunión de Presidentes del Mecanismo de Consulta y Concertación Política; Punta del Este,
1988.
273
A pesar de que “acusa” el surgimiento de un nuevo fenómeno internacional como es el cambio de un sistema,
la Cumbre y sus gobiernos, a posteriori, nada hacen para insertar a sus países en esos grandes cambios ni para
adaptar sus políticas o economías acorde con las nuevas circunstancias. Pareciera que la mera mención del
fenómeno produciría la magia del cambio, o que alguna potencia existente o emergente, ahora sí, hará la justicia
de considerar a los países menores.
138 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
servicios, propiedad intelectual e inversiones relacionadas con el comercio. A este
respecto estimaron prioritario que se cumplan cabalmente los compromisos de
congelamiento y desmantelamiento de obstáculos al comercio incompatibles con los
propósitos y principios del GATT; que se definan el alcance y las modalidades de
aplicación del principio de trato especial y más favorable a los países en desarrollo en
todas las áreas y aspectos de la negociación; que se reconozca, por parte del universo
acreedor, el vínculo existente entre deuda externa y comercio y se adopten medidas
operativas; y, finalmente, que se amplíe y estabilice el acceso de los productos de los
países en desarrollo a los mercados internacionales.
La integración fue concebida como un instrumento para transformar y modernizar la
estructura productiva de América Latina, utilizando en forma más eficiente sus recursos y
logrando la captación y creación de nuevas tecnologías. Se aludió a la necesidad de
recurrir a diversas herramientas además de la estrictamente comercial, como
complementación económica, industrialización, transporte, telecomunicaciones,
integración fronteriza, así como nuevas fórmulas que permitan avanzar en materia de
financiamiento y de pagos.
En ninguna de las dos Cumbres -en lo que hace a la problemática tecnológica regional- se
tuvo en cuenta la creación de “parques tecnológicos” a fin de vincular a América Latina
con la modernización y el cambio tecnológico mundial, al estilo de las zonas existentes
en Japón y EUA, por ejemplo.
que no se dieran nuevos conflictos sociales, como el “caracaso”). Los presidentes latinoamericanos se
mantuvieron tan “desunidos” como en la primera Conferencia celebrada en 1967, y sin posiciones políticas
concretas.
142 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO XXII
LAS GRANDES TENDENCIAS INTERNACIONALES Y
REGIONALES EN LOS '80
I. TENDENCIAS INTERNACIONALES
La década de los '80 trajo novedades en el contexto internacional global y,
particularmente, en el bloque oriental, en el que se inició un proceso de flexibilización.
Con el advenimiento de los Republicanos al poder en EUA a principios de la década, se
implementaron nuevas bases para el accionar norteamericano -documento de Santa Fe- en
la confrontación Este-Oeste, que se perfilaron hacia una nueva escalada de la carrera
armamentista a fin de recuperar la falta de coherencia en la política internacional del país
del norte.
Pero este tratamiento militarizante de las relaciones internacionales por parte del gobierno
de Reagan, característico de la guerra fría de la década de los '50, significó un grave error
de apreciación de las tendencias globales del sistema internacional 276.
El sistema internacional de los '80, muestra modificaciones de carácter estructural,
especialmente en los ejes económico y político, que dejaron en evidencia, que en el corto
plazo, nos encontraríamos con un sistema distinto del anterior, aunque no necesariamente
más justo 277.
Efectivamente, el eje político ha sufrido un desplazamiento desde las potencias centrales
hacia el Tercer Mundo, particularmente debido al proceso acelerado de descolonización
que se planteó a partir de la década de los '60, cambiando la composición de los actores
internacionales así como el tono de las resoluciones que se adoptaron en la Asamblea
General de la ONU. Si bien con el desplazamiento del eje político, no hubo un
desplazamiento de la capacidad decisional, debido al escaso poder de los países del Tercer
Mundo y a la poca coordinación de sus posiciones, debemos considerar que esta región ha
conseguido algunos objetivos importantes, como la descolonización misma, fortalecer en
276
Ver nuestro trabajo América Latina como Subsistema Regional, en “GEOSUR”, Vol. IX, No 105-106, enero-
febrero 1989, pág. 37.
277
Los ejes a través de los que se desempeñan las relaciones internacionales dentro del marco del sistema
internacional, son: 1) el “económico” -que tiene poder material: financiero, recursos naturales, recursos
humanos, industrial, tecnológico, etc.-; 2) el “estratégico-militar” -que también tiene poder material: cantidad de
hombres, cantidad de armamento, alianzas, etc.-; 3) el “político” que tiene poder, pero no material, sino
psicológico. Este eje es el que establece el “proyecto de orden mundial”. En la medida en que este eje se conecta
con el “estratégico-militar” como ocurrió entre 1947 y comienzos de los '80, la ideología es el “factor
catalizador” del sistema de relaciones. Los conflictos se dirimen militarmente. En cambio, si el eje político se
conecta con el “económico” como entre 1815-1914 o desde principios de la década de los '80, la variable
ideológica deja de ser prioritaria y los conflictos no se dirimen militarmente, sino a través de la competencia en
los mercados o en el terreno tecnológico. Esto no se da en forma volitiva, sino que responde al tipo de sistema
imperante. Los sistemas multipolares se prestan más a este último tipo de relaciones entre el eje político y el
económico, mientras que el bipolar se presta más a la preponderancia de la variable ideológica y al vínculo entre
el eje político y el estratégico-militar.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 143
cierta medida su capacidad para evitar la intervención, así como para defender la
autodeterminación.
No obstante, los países del Tercer Mundo, en sus planteos de un Nuevo Orden
Internacional, centraron sus demandas y críticas al sistema, en el mundo industrializado,
pero no han hecho una autocrítica ni planteado qué tipo de reformas debían hacerse en su
propio marco.
En el caso específico de América Latina, el eje político ha sido tradicionalmente
controlado por EUA, sea a través de intervenciones directas, como los casos Guatemala
(1954); la exclusión del gobierno cubano del Sistema Interamericano (1962); el caso
Dominicana (1965); la intervención a través de la CIA y la ITT en el derrocamiento de
Allende en Chile (1973); el caso Grenada (1983); o por la vía indirecta, favoreciendo
golpes de Estado o regulando las políticas exteriores de los Estados a través de presiones
indirectas o definiciones impuestas por intermedio de las Reuniones de Ejércitos
Americanos (aunque éstas tengan el tono de recomendaciones); etc.
La región, recién hacia fines de los '70 comenzó a orientarse, aunque en forma muy tímida
y desarticulada, hacia la conformación de una posición propia. Indicadores de esto son
Contadora, su Grupo de Apoyo y el Grupo de los 8; Esquípulas II y acuerdos sucesivos; la
realización de varias Cumbres de presidentes democráticos latinoamericanos para tratar
los problemas más acuciantes de la región; la adopción del Consenso de Cartagena (1985
y reuniones sucesivas) para el tratamiento de la deuda externa (aunque hasta el momento
no ha sido operativo). Por supuesto, esta orientación dista mucho de estar consolidada y
articulada como para constituir un proyecto de inserción autonómica.
Hacia fines de los '70 se inició el desplazamiento del eje económico de la región Atlántica
(EUA-CEE) hacia la denominada Cuenca del Pacífico, con centro en Japón y los Nic's
asiáticos. De esta manera EUA se encontró, en una situación de “hegemonía
compartida“, debiendo negociar, particularmente con Japón y con la República Federal
Alemana, los aspectos financieros e industriales de lo que ha quedado en pié del orden
económico y financiero fundado después de la segunda postguerra. Esta posición
negociadora de EUA marca su debilitamiento. La conmoción mundial provocada por la
crisis en el mercado de acciones y divisas de Nueva York, hizo que las potencias
industrializadas adoptaran actitudes preventivas y, en el caso de Japón, a plantear a EUA
que debía cambiarse el sistema monetario mundial, con menor predominio del dólar. En
última instancia, que ha llegado el momento de compartir el liderazgo económico
mundial.
A esta situación en el marco occidental, debe agregarse el proceso de descentralización y
modernización económica iniciado por China comunista a principios de los '80, por la
URSS (perestroika y glasnost) con Gorbachov a partir de 1985 y el acercamiento tanto de
China como de la URSS a Japón, fundamentalmente en los aspectos tecnológicos.
Los países del Tercer Mundo se han tenido que enfrentar a un triple desafío provocado por
un triple proceso de internacionalización: en los '50, la internacionalización de las
278
Ver, por ejemplo, Fidel Castro Admitió el Fin de la Asistencia Soviética, en Diario “El Cronista Comercial”
de Buenos Aires, viernes 28 de julio de 1989, pág. 14.
148 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
internacional y las tendencias de la economía mundial y su impacto sobre la economía
latinoamericana.
2) Desde la Segunda Cumbre, celebrada en Punta del Este, se acentuaron las tendencias
positivas en las relaciones internacionales, tales como el entendimiento entre las
superpotencias en materia de desarme y de solución pacífica de los conflictos regionales a
través de mecanismos multilaterales.
3) La conformación de nuevos espacios económicos regionales 279; el proceso de apertura
democrática en los países socialistas; y la búsqueda de respuestas al proceso de deterioro
al medio ambiente del planeta.
Atendiendo a estos elementos en el marco internacional global, los Presidentes declararon
su aspiración de vivir en un mundo progresivamente abierto, con menos rigidez ideológica
y más interdependiente, en el que se pueda dar la democratización del sistema
internacional.
América Latina, debe cumplir un importante papel en la creación de un nuevo orden
mundial, la preservación de la paz y la seguridad en la región; para ello debe replantearse
la concepción tradicional sobre la ubicación y el papel estratégico de América Latina en la
seguridad mundial.
En el marco regional se destacó el triple proceso de transformación: a) la
democratización; b) los esfuerzos por modernizar las estructuras productivas; y c) el
surgimiento de nuevas formas de concertación política intrarregional.
En relación con este último punto, destacaron que la cooperación política se ha expandido
más allá de los temas que generaron la concertación latinoamericana, como la crisis de
Centroamérica y la deuda externa. La concertación se ha ampliado a temas como
integración económica, cultural y tecnológica y a los aspectos financieros intrarregionales.
Uno de los elementos centrales de la cooperación política, ha sido la búsqueda de
mecanismos para el fortalecimiento de la democracia en la región. No obstante,
consideraron que la democracia por sí sola no garantiza el desarrollo, ni el crecimiento
económico y social aseguran la libertad y la democracia. Sí implica el pleno respeto de los
derechos humanos, económicos, sociales y políticos.
279
Debería quedar en claro, que esta terminología que manifiesta la “tendencia a la conformación de nuevos
espacios regionales”, en realidad desconoce que ya a fines de los '50, y fundamentalmente en los '60, en varias
regiones del mundo se “tendía” a la conformación de “grandes espacios regionales”, tanto en Europa Occidental,
como Oriental, en América Latina -Centroamérica y Sudamérica-, en Africa y en Asia del sudeste. Claro que a
EUA no le interesaba ni convenía el multilateralismo ni la conformación de esos espacios regionales, ya que
permitían que se fortalecieran los Estados débiles frente a las superpotencias. Lo mismo puede decirse en el siglo
XIX, que con el reparto de Africa por parte de las potencias europeas a partir del Conferencia de Berlín de 1885,
se conformaron grandes espacios regionales, claro que de carácter colonial y con recursos naturales gratis y
mano de obra esclava. O espacios “neocoloniales” a partir de la dominación por parte de potencias europeas,
particularmente Gran Bretaña, de los nuevos Estados emergentes a la independencia política en Sudamérica. Sin
embargo, para 1990, a EUA, no sólo le interesa, sino que necesita de los grandes espacios regionales para poder
recuperar el mercado que pierde en Europa y poder enfrentar la competencia de la CE de 1992 y la competencia
de Japón y los Nic's asiáticos.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 149
En el marco de la integración, apoyan el proceso de racionalización y coordinación de la
actividad de los organismos regionales, a fin de evitar que éstos actúen a compartimentos
estancos.
En el marco centroamericano y, atendiendo a la problemática de la seguridad, reafirmaron
la convicción de que la solución a la crisis debe resultar del esfuerzo concertado de los
países involucrados en concordancia con los Grupos de Contadora y Apoyo.
En narcotráfico constituye una de las principales amenazas no militares a la seguridad,
en la medida en que debilita seriamente las instituciones y las estructuras sociales,
económicas, políticas y culturales. Además se agrava con su integración al terrorismo.
Por ello, reafirmaron, dentro del principio de corresponsabilidad entre países productores,
de tránsito y consumidores, la voluntad de emprender medidas concertadas y coherentes
que excluyan acciones coercitivas para abordar simultáneamente los problemas de
consumo ilícito, producción, tránsito y tráfico ilícito de estupefacientes, que incluyan la
incautación de los bienes derivados del tráfico de drogas.
Asimismo, intensificar la cooperación financiera y técnica entre los Estados y los
organismos internacionales para incrementar los recursos destinados a la lucha contra el
narcotráfico.
En orden a esto, decidieron suscribir la Convención de la ONU sobre el tema, adoptada en
Viena el 20 de diciembre de 1988.
En materia de terrorismo reafirmaron que la violación sistemática y deliberada de los
derechos humanos, atenta contra la estabilidad de los gobiernos, amenaza al sistema
democrático, a la paz y la seguridad; y consideraron urgente fortalecer los mecanismos de
cooperación para prevenirlo y eliminarlo.
Destacaron la entrada en vigor de las reformas de la Carta de la OEA mediante el
Protocolo de Cartagena, con el objeto de lograr su fortalecimiento y sirva como foro
político. El perfeccionamiento del sistema interamericano, requerirá de otros instrumentos
complementarios que favorezcan la seguridad económica colectiva y la cooperación para
el desarrollo.
En el marco de la situación económica internacional, la región sigue expuesta a las
influencias negativas de las políticas macroeconómicas de los países más industrializados;
las fluctuaciones de las tasas de interés; el proteccionismo; el deterioro de los términos del
intercambio; y la transferencia neta de recursos.
El movimiento internacional de recursos, produce un “rentismo financiero” inequitativo.
Por ello, debe ser abandonado y hacer que el capital internacional asuma un rol activo
como generador de inversión, desarrollo y riqueza material. No resulta aceptable que los
países deudores financien el crecimiento de las naciones industrializadas. Los recursos,
deberían estar destinados a la promoción del crecimiento sostenido y el desarrollo interno
de los deudores.
280
No obstante ello, el Presidente Carlos Menem de Argentina decidió que el problema de la deuda debía tratarse
en forma individual y bilateralizada, ya que la composición de la misma, así como las características de las
economías de los países de la región eran distintas. El único que mantuvo su postura tradicional, aunque sin éxito
y quedando aislado, fue el Presidente del Perú, Alan García, que insistió con el pago de un porcentaje de las
exportaciones.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 151
CAPITULO XXIII
CONFLICTO EUA-PANAMA
En febrero de 1988 los tribunales de Miami y Tampa acusaron al Gral. Noriega de
complicidad con los narcotraficantes colombianos. El presidente panameño Erick Arturo
del Valle intentó, sin éxito, desembarazarse de Manuel A. Noriega pero fue destituido por
la Asamblea Nacional. Washington siguió reconociendo a del Valle.
El 3 de marzo EUA bloqueó 50 millones de dólares de Panamá depositados en bancos
norteamericanos y el presidente Reagan suspendió el pago de la cuota mensual por las
operaciones del Canal.
El 25 de mayo fracasaron las negociaciones para permitir la partida de Manuel A. Noriega
y empezó un largo período de “impasse” y escaramuzas donde quedaron dos cosas claras:
1) el “hombre fuerte” era inmune a las presiones, incluso económicas; 2) Washington
tenía dificultades para reproducir su poderío en escala, con efectos disolventes para su
principio de autoridad regional.
El 7 de mayo de 1989, Manuel A. Noriega manipuló la victoria de su candidato
presidencial Carlos Duque desatándose una revuelta popular contra el fraude. Hubo
represión.
El presidente George Bush lanzó una exhortación para que los militares y el pueblo de
Panamá derrocaran a Manuel A. Noriega, pero cuando el intento de golpe llegó, la
reacción de Washington fue de mantenerse al margen.
ELECCIONES PRESIDENCIALES
El 7 de mayo de 1989 se celebraron elecciones presidenciales en Panamá, en las que
perdió el oficialismo.
Se dio una situación de incertidumbre en cuanto al desenlace final, que se iba
enrareciendo a medida que transcurría el tiempo y no se conocían cifras oficiales del
comicio. Circulaban todo tipo de rumores y especulaciones al respecto.
Los observadores internacionales llegados a Panamá con motivo de las elecciones del 7 de
mayo, emitieron un comunicado en el que indicaban que los datos obtenidos coincidían
con los de la iglesia católica panameña que le otorgaba el triunfo a la ADOC (oposición)
con un 70 por ciento de los votos emitidos.
La Junta de la ADOC mantuvo una reunió en la Nunciatura con miembros del cuerpo
diplomático, incluido los embajadores del Grupo de los Ocho, en la que ratificaron su
denuncia de fraude electoral y solicitaron que los distintos países de la comunidad
internacional se preocuparan por la situación.
En tanto las cifras oficiales continuaban dando información parcial en la cual se asignaba
a la fórmula oficialista de COLINA 105.522 votos y 51844 votos para la ADOC de
oposición. El clima en la ciudad de Panamá se mantuvo tenso, con aprestos militares en
las calles y una amenaza de paro de las actividades dispuesta por la oposición.
Con respecto a la fórmula que se usaría para la transferencia del poder después del 1o de
setiembre, Solís Palma continuó con la idea de un gobierno de conciliación o
reconstrucción nacional, donde los tres sectores -COLINA, ADOC y el Panameñismo
Auténtico- estuvieran representados, siendo responsabilidad de cada una de las partes
acceder o bien auto-excluirse del mismo.
De todas formas el oficialismo no negó que, cualquiera fuese la solución (excepto las
descartadas elecciones nacionales), el gobierno de Panamá a partir del 1o de setiembre de
1989 sería de facto, dada la inexistencia de fórmulas constitucionales claras para sostener
el poder.
El 3 de agosto. el Encargado de Negocios de EUA en Panamá, Sr. John Maisto, invitó a
los Jefes de Misión del G8 a una reunión en su residencia en el curso de la cual expuso los
siguientes conceptos, entre otras consideraciones: a) que el presidente Bush asignaba
dentro de su gestión administrativa mayor importancia a la diplomacia multilateral que su
antecesor; b) que en este entendimiento se había inclinado a aceptar el paso dado por la
154 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
OEA tendiente a encontrar fórmulas de avenimiento interno para la situación de Panamá;
c) que no obstante ello los plazos se acortaban rápidamente y EUA -de finalizar la etapa
de negociaciones de la OEA sin resultados positivos- pasaría a operar en el plano bilateral.
Supuestamente esta última apreciación fue dirigida a cada uno de los Jefes de Misión
presentes por lo cual cabría esperar un aumente de presión bilateral sobre el tema Panamá
después del 23 de agosto, sino antes, de no observarse síntomas locales de avenimiento
que permitieran determinar la salida de Noriega del poder en fecha cierta; d) que el
Comando Sur continuaría realizando ejercicios militares y que los mismos estaban
jurídicamente inscriptos dentro de los tratados en virtud de la responsabilidad que
incumbe a EUA por la defensa del Canal, dándose previo aviso a las FDP.
Según el encargado de negocios estadounidense estos ejercicios tenían por objeto
demostrar a los cuadros de las FDP que Manuel A. Noriega no poseía vías de negociación
ni de comunicación con el gobierno de EUA, tal como parecería, había querido demostrar
a sus oficiales, a fin de calmar cierto estado de agitación que motivó nuevos
nombramientos y desplazamientos de funciones dentro de las FDP.
Estos ejercicios militares por parte del Comando Sur, fueron otra forma de presión
desarrollada por el Jefe del ejército del Comando Sur, General Marc Cisneros, ya que
según el Sr. Maisto, la política del presidente Bush no descartaba -dentro de todas las
opciones- la opción militar.
El caso Panamá ha sido importante, como precedente frente al tema de las elecciones en
Nicaragua a fin de mantener la credibilidad de la política exterior norteamericana en
América Central.
Continuando con la serie de maniobras denominadas genéricamente “para la defensa del
Canal”, tropas del Comando Sur, bloquearon una de las principales instalaciones militares
de las FDP en la boca sur del Canal y realizaron ejercicios de desembarco en las orillas del
mismo.
Los ejercicios militares de EUA se dirigían a reunir información de inteligencia sobre la
capacidad de reacción local, destinándose a una futura toma de decisión por parte de
Washington, ya que los mismos habían sido sistemáticamente filmados por los mismos
soldados norteamericanos poniendo énfasis, no tanto en los aspectos militares sino en la
reacción de la población civil.
El 14 de agosto, concluyó el diálogo tripartito. La oposición mantuvo su propuesta de
plebiscito, mientras que COLINA, el ejecutivo y las FDP insistían en la formación de un
gobierno de unidad nacional que integrara los tres sectores en pugna, en el cese de la
denominada “agresión norteamericana” y en el descongelamiento de los fondos por parte
del gobierno de EUA.
Se renovó el diálogo tripartito con la presencia del Secretario General de la OEA, Baena
Soares. Defendiendo su posición ante la opinión pública, ADOC manifestó que su
negativa a la firma del documento presentado por COLINA en el que se rechazaban las
actitudes de las tropas y el gobierno de EUA, obedeció a que ADOC firmaría el
documento que incluía a la crisis como un todo, entre lo cual se encontraban los siguientes
puntos: 1) respeto de la voluntad popular; 2) salida del General Manuel A. Noriega; 3)
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 155
vigencia de los derechos humanos. COLINA y el órgano ejecutivo (que incluía una
delegación de las FDP), presentaron una propuesta para la integración de un gobierno
denominado “de unidad nacional” con los siguientes puntos: 1) cese de la agresión
norteamericana; 2) descongelamiento de los fondos; 3) retiro del excedente de tropas
norteamericanas en las bases de la Zona del Canal. Se agregaba a la posición de la ADOC
la propuesta del plebiscito para el 20 de agosto.
Durante última reunión del diálogo, el oficialismo lanzó la idea de una junta de gobierno
con cinco años de duración con llamado a elecciones al fin de dicho período, pero fue
rechazado por ADOC.
Luego de las negociaciones, tanto el representante de la oposición como del oficialismo,
admitieron haber arribado a sus límites en materia de negociación política, y aunque
ambas partes manifestaron que el diálogo continuaba abierto aun sin la presencia de la
misión OEA, no se observaron puntos de coincidencia como para una solución rápida.
En el ámbito de la oposición panameña, se planteaba que: 1) que se esperaba una reacción
más enérgica por medio de la OEA; 2) que persistía la idea de la salida de Noriega como
punto firme y previo a cualquier negociación; 3) que la Reunión de Consulta de la OEA
permaneciera abierta; 4) que EUA continuara sus ejercicios.
Los partidos políticos del oficialismo encabezados por el PRD, dedicaron los días que
restaron hasta el 1o de setiembre, para analizar la formación de un nuevo gobierno.
Las versiones circulantes indicaban como una de las posibles fórmulas de gobierno la
compuesta por Carlos Duque (PRD), Hildebrando Nicosia (Partido Panameñista
Auténtico, Arnulfista, oposición independiente) y el Cnl. Marcos Justine (FDP).
Por su parte, el sector más radicalizado del PRD, denominado “tendencia”, propugnó el
otorgamiento de poderes especiales al General Noriega.
INSTALACION DE UN NUEVO GOBIERNO
En medios oficiales panameños hubo preocupación por la reacción internacional que
causó la designación del nuevo gobierno provisional. La estrategia de colocar a un
tecnócrata como Francisco Rodríguez Poveda al frente de la presidencia indicaba que el
poder real no había sufrido desplazamientos y que se llevaría a cabo una política de corte
pragmático, contrariamente a lo propiciado por la vertiente de izquierda del PRD
“tendencia”, algunos de cuyos miembros eran partidarios de otorgar plenos poderes al
General Noriega.
El presidente Bush hizo declaraciones que hicieron presagiar un incremento de la crisis
financiera económica, lo que enervó los proyectos que el gobierno necesitaba de manera
urgente para superar los fuertes índices de desocupación. Esa fue una de las razones por
las que el presidente Rodríguez Poveda, en su discurso, habló de privatizaciones como
forma de eludir las sanciones que afectaban al gobierno pero no a los particulares, que
operaban especialmente en la Zona Libre de Colón.
EUA estableció medidas con los fondos norteamericanos para presionar a Noriega en
defensa “de la autodeterminación del pueblo panameño y la democracia”.
156 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
El Comando Sur de EUA en Panamá, se encontraba en alerta.
Nicaragua reconoció al nuevo gobierno 281.
El líder de la Democracia Cristiana el Dr. Ricardo Arias Calderón pronunció el 14 de
agosto. un discurso de neto corte político en la sede del club de rotarios de Panamá. En los
considerandos se destacan los siguientes puntos: 1) las fuerzas de oposición aplicarían la
estrategia de “acumulación de presiones políticas” como una alternativa prioritaria contra
el régimen; 2) sin democratización el país no podría reconciliarse ni lograr la
nacionalización del Canal; 3) el fracaso del diálogo en la OEA podía imputarse a que
ninguno de los representantes del gobierno estuvo dispuesto a definir la permanencia del
General Manuel A. Noriega; 4) finalmente señaló que el advenimiento de un nuevo
gobierno desde el 1o de setiembre había provocado el efecto de regresar al régimen al
punto de partida al cabo de 21 anos de vigencia de proyecto torrijista, sin ofrecer nada al
país.
El 21 de agosto el Consejo General de Estado presidido por el Presidente Provisional
Rodríguez Poveda, con la asistencia del Comandante en Jefe de las FDP, General Manuel
A. Noriega, ministros y directores de entidades autónomas, designó los 510 representantes
de gobierno de corregimiento y 19 concejales que pasarían a integrar todos los consejos
municipales en los distritos de la república.
Con la instauración de los 510 representantes se quiso dar una apariencia constitucional al
nuevo gobierno provisional de Panamá.
281
Ver Diario La Nación, La Casa Blanca No Reconocerá al Nuevo Gobierno Panameño, Buenos Aires, sábado
2/set/89, pág. 3.
282
Ver Diario Clarín, Panamá: Fracasó Golpe Militar Contra Noriega, Buenos Aires, miércoles 4/oct/89, págs.
22-23.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 157
EUA envió 10 mil soldados al Comando Sur y realizó maniobras en Panamá mientras el
Secretario de Estado James Baker hacía declaraciones de que EUA se reservaba el
derecho de invadir Panamá 283.
El 3 de octubre a las 06:50 hs., unos 200 oficiales jóvenes comandados por el Mayor
Giroldi se habían alzado en armas para reclamar la destitución de Manuel A. Noriega.
Pero Noriega pudo mantener el control de Panamá y detuvo a 180 efectivos 284.
El mismo 3 de octubre, se produjo una insurrección de una parte de la oficialidad joven de
los cuadros medios de las FDP (Fuerzas Democráticas Panameñas). Los oficiales
involucrados decidieron pasar a retiro a la cúpula del organismo. Entre otros
considerandos la proclama difundida sólo una vez por radio, expresaba el carácter
“torrijista” y nacional del movimiento, no desconocía al presente gobierno y dejaba
abierta la posibilidad de elecciones futuras.
La cronología de las acciones se desarrolló de manera programada habiéndose aguardado
que el presidente provisional se encontrara fuera del país. Asimismo los sublevados
esperaban que Manuel A. Noriega y su Estado Mayor se reunieran en el cuartel sublevado
en horas de la mañana para presentar sus reclamaciones. La mayoría de los oficiales
jóvenes habían sido postergados en sus promociones durante 1989 lo cual habría
creado un estado general de resentimiento contra Noriega que se habría generalizado
entre la tropa.
La proclama rebelde dejó en claro que se trataba de un movimiento con motivaciones
militares profesionales; pero de haber triunfado hubiera tenido repercusiones políticas
indudables.
El Secretario de Estado Baker sin descartar la posibilidad de una intervención militar a
Panamá, respondió a Senadores del ala derecha del partido republicano y algunos del
demócrata, que EUA se reservaba el derecho de hacer uso de la fuerza de acuerdo a su
propio calendario e interés frente a la crítica que se le hiciera por no haber adoptado un
papel más activo en el intento de golpe de Estado a Manuel A. Noriega.
No obstante, los 12 mil soldados norteamericanos del Comando Sur se encontraban
movilizados en “alerta rojo” aún antes de la rebelión lo que indicaba que el gobierno de
EUA conocía del levantamiento 285.
Las fuerzas militares de EUA, no se involucraron en el incidente, pero si observaron
desde helicópteros a gran altura, la evolución del combate en los últimos momentos de
resistencia del Cuartel Central donde se habían recluido las fuerzas insurrectas.
El hecho de haberse producido el 2 de diciembre de 1989, el cambio de jefatura del
Comando Sur, dio pie a la propaganda oficialista para manifestarse sobre una suerte de
provocación por parte de EUA a la insurrección.
283
Ver Diario Sur, De la Guerra Psicológica a la Amenaza Directa (firmado por Stella Calloni), Buenos Aires,
jueves 5/oct/89, pág. 13.
284
Ver Diario Clarín, Noriega Recuperó el Control del País: Habría Muerto el Jefe de los Rebeldes, Buenos
Aires, jueves 5/oct/89, pág. 24.
285
Ver Diario Clarín, Áspero Debate en EUA, Buenos Aires, jueves 5/oct/89 pág. 25.
158 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Las sanciones económicas que EUA aplicó a Panamá para alejar a Manuel A. Noriega, no
dieron los resultados previstos. Los más dañados han sido los hombres de negocios de
EUA 286.
POSICION DE EUA EN LA OEA EN RELACION A PANAMA
La política norteamericana, esbozada por el representante de EUA ante la OEA, John
Maisto en relación con Panamá planteaba: 1) apoyo para una transición a la democracia;
2) defensa de los derecho humanos; 3) cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter; 4)
lucha contra el narcotráfico; 5) acción contra el lavado de dinero proveniente de la venta
de drogas. Por otra parte, Estados Unidos no reconocía al régimen de Rodríguez Poveda.
EUA reclamaba que una Resolución de la OEA planteara:
1) La falta de transferencia real de poder al 1 de setiembre;
2) que quedara de manifiesto la posición negativa de Manuel A. Noriega que impidió la
realización de conversaciones entre las partes;
3) la denuncia de violaciones a los derechos humanos, y que pusiera el énfasis en rol que
le cabe a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos;
4) que se instara a la renuncia inmediata de Manuel A. Noriega;
5) la reafirmación de la validez de los Tratados sobre el Canal;
6) una recomendación a los gobiernos hemisféricos, para que no aceptaran a los
representantes del gobierno de Manuel A. Noriega.
Perú considero difícil aceptar la resolución en los términos expuestos. México, por
cuestión de principios, no apoyó el contenido del proyecto de EUA. Argentina destacó que
se trataba de un asunto eminentemente político y sensitivo, y que resultaba sumamente
importante armonizar la posición del Grupo de los Ocho. Venezuela y luego México
apoyaron la posición Argentina.
El G8 reunido en Ica, Perú en su Tercera Cumbre condenó al régimen de Manuel A.
Noriega. El representante de Venezuela pidió la “expulsión” de Panamá del G8 (ya se
encontraba suspendido), pero México se opuso. El gobierno peruano de Alan García
acompañó a la posición de Venezuela 287.
EUA BLOQUEA A PANAMA
Tropas norteamericanas bloquearon el lunes 20 de noviembre, con apoyo de tanquetas
artilladas el acceso a instalaciones del Ministerio de Salud y otras dependencias
gubernamentales en áreas del Canal de Panamá 288.
286
Ver Diario El Cronista Comercial, EUA Cambiará de Estrategia: Noriega Soporta con Exito la Sanción
Económica, Buenos Aires, jueves 28/oct/89, pág. 18.
287
Ver Diario Clarín, Condena de “los Ocho” a Panamá, Buenos Aires, viernes 13/oct/89, pág.11.
288
Ver El Cronista Comercial, Guerra Fantasma: Bloqueo de EUA en Panamá, Buenos Aires, martes 21/nov/89,
pág. 18. El Comando Sur posee 6 bases militares y dispone del más completo arsenal concentrado en un país
latinoamericano. En sus instalaciones opera el principal centro de interdicción de las comunicaciones del
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 159
Con la puesta en práctica de la restricción a buques de bandera panameña para su entrada
a puertos norteamericanos, se dio cumplimiento a una medida preanunciada desde el
comienzo de la crisis, lo que hizo suponer que el incremento de las sanciones sería
progresivo a fin de dar tiempo a las empresas de EUA para el retiro de sus intereses en
la república de Panamá hacia otras áreas fiscales de alternativa que ofrecieran las
mismas ventajas comparativas, particularmente en materia de abanderamiento de
buques y aeronaves y formación de corporaciones bajo regímenes liberales en materia de
movimiento de fondos.
Después del congelamiento de los fondos del Estado panameño depositados en EUA y
de aquellas utilidades provenientes de la renta del canal, esta medida fue una de las
más duras que se tomaron desde el comienzo de la crisis bilateral.
LA ASAMBLEA DE LOS 510 DESIGNA A NORIEGA JEFE DE
GOBIERNO Y DECRETA EL ESTADO DE GUERRA
El 15 de diciembre, el General Manuel A. Noriega fue designado Jefe de Gobierno por
la Asamblea de los 510 reunida en la ciudad de Panamá.
La Asamblea acordó:
1. Decretar el estado de guerra mientras dure la agresión de EUA;
2. para hacer frente a esa agresión, se crea el cargo de Jefe de Gobierno de la República de
Panamá, designándoselo al Gral. Manuel A. Noriega para desempañar el mismo;
3. se le otorgan poderes extraordinarios mientras dure la agresión:
a. coordinar los esfuerzos para afrontar la agresión;
b. coordinar la labor de la administración pública y Fuerzas de Defensa;
c. designar autoridades;
d. nombrar jefe y oficiales en las Fuerzas de Defensa;
e. desarrollar y firmar acuerdos internacionales;
f. firmar actas y tomar decisión con voz y voto en los asuntos de Estado.
continente. Para el 24 de diciembre las tropas norteamericanas en Panamá sumaban 26 mil soldados. Por su parte
el Gobierno de Perú decidió su retiro del TIAR en señal de protesta. Fundamentó la denuncia del TIAR
señalando que el mismo “no cumple ningún papel”. Agregando que la “verdadera amenaza externa sobre
América Latina en estos momentos es EUA y su nueva política del garrote”. El retiro no se concretó.
160 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO XXIV
INVASION DE EUA A PANAMA
La acción de EUA en Panamá debía reducirse a seis horas a partir de la una de la
mañana, plazo en el cual se cumplirían los siguientes objetivos:
1. ocupación del cuartel general y bases panameñas;
2. sacar a Noriega de Panamá;
3. garantizar la seguridad del Canal y del personal norteamericano;
4. garantizar la seguridad de los ciudadanos norteamericanos.
JUSTIFICACION DE LA INTERVENCION: PLAN ESTRATEGICO
DE EUA PARA LA INVASION
El Plan consistía en:
a) Se duplican en 48 horas los efectivos acantonados en el Canal de 12 mil a 24 mil;
b) A Guillermo Endara se lo proclama presidente de la República en el área del Comando
Sur. Luego Guillermo Endara, en su calidad de Jefe de Estado, solicitaría a Bush su
intervención para capturar al Gral. Manuel A. Noriega y descabezar las Fuerzas de
Defensa de Panamá (FDP);
c) Se pronosticaron grandes manifestaciones públicas, para legitimar a Guillermo Endara
en el gobierno;
d) Debía ponerse al frente de las FDP al Cnl. Díaz Herrera, ex segundo de Noriega y
rehabilitar a los oficiales sancionados (por Noriega con motivo del golpe de Estado);
e) Las tropas norteamericanas debían retirarse de Panamá en un plazo no mayor de 12
horas, el suficiente para poder cumplir con todos los tramos propuestos;
f) Luego de la retirada de las tropas norteamericanas, el Gobierno de Guillermo Endara
sería reconocido internacionalmente, habida cuenta de que a esa altura de los
acontecimientos Manuel A. Noriega estaría detenido en Miami o muerto, o en algún
centro médico de la capital panameña;
g) Restituida la “legitimidad democrática”, la cuestión política y militar proseguirían
desarrollándose exclusivamente entre panameños;
h) Regresaría el Embajador Arthur Davis, quien se ausentó de Panamá en marzo de 1989.
Como gesto de buena voluntad, ofrecería 700 millones de dólares al Gobierno de
Guillermo Endara 289.
Resultados:
289
Ver El Cronista Comercial, El Tiempo Juega en Contra de USA: Guerra en el Istmo: Incierto Desenlace
(firmado por Guillermo Pini) Buenos Aires, viernes 22/dic/89, págs. 16-17.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 161
a) La permanencia y la represión desencadenada en territorio panameño ocasionó a EUA
un enorme desgaste político a nivel internacional, lo que en modo directo invalidó a su
gobierno para condenar a otros sucesos que se “salieron de control”, por ejemplo, en el
marco de la perestroika, como las matanzas de Rumania, o el bloqueo soviético a Lituania.
b) El ejército norteamericano debió mantenerse por mucho más tiempo en Panamá, ya
que, en cualquier momento podían resurgir rebrotes de tipo nacionalista.
LA INVASION
Más de 24 mil soldados norteamericanos ocuparon la capital.
Fueron destruidos aeropuertos y bombardeadas las bases militares con bajas en la
población civil que los rodeaba.
Guillermo Endara juró como presidente en una base militar de EUA y pidió a sus
compatriotas que se rindieran.
EUA renovó la política del big stick 290.
DECLARACIONES Y POSICIONES DE DISTINTOS GOBIERNOS
URSS
El portavoz de la Cancillería de la URSS Vadim Perfiliev dijo con referencia a la situación
en Panamá que: “el despacho acerca de la invasión de tropas de EUA al Estado soberano
de Panamá, cualquiera fuesen las razones citadas, ha provocado sentimiento de seria
preocupación en la Unión Soviética. Estas acciones, constituyen una violación a la Carta
de la ONU y las reglas generalmente reconocidas de relaciones entre Estados, debiera ser
condenada por la comunidad internacional. EUA debe detener de inmediato su
intervención armada en Panamá”.
Chile
El Canciller Errázuriz se reunió el 20 de diciembre con el Embajador de EUA Charles
Gillespie para tratar el tema de la crisis en Panamá. Después de la reunión el Embajador
Gillespie, en declaraciones a la prensa expresó que el comportamiento inaceptable del
régimen panameño motivó la intervención norteamericana.
Calificó a Manuel A. Noriega de “narcotraficante” y “delincuente” y dijo que
esperaba que la comunidad internacional aceptara el accionar de EUA. Destacó la
290
Ver Diario Pagina 12, EUA Invadió Panamá pero Fracasó en su Intento de Asesinar a Noriega, que Encabeza
la Resistencia, Buenos Aires, jueves 21/dic/89, págs. 1-2. La argentina evaluó y se consternó. El Diario (San
Luis), jueves 21/dic/89, pág. 9. Arrasaron el Cuartel Central y Capturaron Bases: EUA Invadió Panamá,
Combates y Saqueos Provocan Caos. Thatcher Apoya a Bush. Invasión se Prolongaría si no se Entrega Noriega
(pág. 11). El allanamiento de la residencia del Embajador de Nicaragua en Panamá por tropas norteamericanas,
“un error” según Washington y “una provocación” según el gobierno de Nicaragua, provocó una crisis
diplomática entre los dos países. Diario El Cronista Comercial, Nicaragua Expulsó a Diplomáticos de EUA.
Buenos Aires, domingo 31/dic/89, págs. 16-17. El Gobierno norteamericano bloqueó a su vez las embajadas de
Cuba y de Nicaragua. Diplomáticos cubanos en Panamá fueron detenidos por poco tiempo por tropas
estadounidenses. Las oficinas de la aerolínea cubana fueron también registradas por soldados estadounidenses.
Diario Clarín, Buenos Aires, viernes 5/ene/90, págs. 22-23.
162 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
importancia del Canal de Panamá para el transporte mundial remarcando el hecho de que
estuviera bajo dominio de un individuo con las características señaladas.
Por su parte, el Canciller Errázuriz, después de informar al Presidente Pinochet sobre
esta reunión reiteró: “nosotros respetamos el principio de no intervención, por lo tanto
rechazamos la operación militar de EUA en Panamá. Nuestra política ha sido de
respeto al derecho internacional y en este momento están en juego el principio de no
intervención, la solución pacífica de las controversias y la autodeterminación de los
pueblos. Nosotros esperamos que se restablezca prontamente la soberanía en
Panamá. Un punto esencial de preocupación es la situación del canal de Panamá.
Nuestros fletes marítimos y nuestras exportaciones son usuarios importantes de esa vía de
comunicación y esperamos que se restablezca la libertad de transito en esa zona y que
nuestro comercio continúe en forma normal”.
POSICION DEL MOVIMIENTO DE PAÍSES NO ALINEADOS
El 20 de diciembre, se reunió el Buró de Coordinación del NOAL a solicitud
Nicaragua a fin tratar la situación planteada en Panamá.
Yugoslavia, Nicaragua, Cuba, Irán, Corea Democrática, Libia, Siria, Etiopía, Iraq,
Afganistán, Sudán, Palestina, Zimbabwe, Lesotho, Zaire, Cabo Verde, Singapur, Zambia,
Argelia, Panamá, intervinieron denunciando la acción de EUA en Panamá y la violación
de los principios inscriptos en la Carta de la ONU.
Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina se pronunciaron según los términos de los
comunicados de los respectivos gobiernos sobre la situación.
Panamá denunció hechos contra su país y soberanía y exhortó a condenar enérgicamente
la agresión al pueblo panameño y solicitó la solidaridad con el mismo. Agregó que el
propósito de EUA no era eliminar un hombre sino imponer un gobierno débil y
sumiso a Washington y que los intereses estratégicos gobernaban esta acción agresiva.
Que el General Manuel A. Noriega nunca había declarado la guerra a EUA y que lo que
había expresado era que Panamá estaba en estado de guerra.
Libia propuso que el Movimiento debía expedirse por: 1. condena de la acción; 2.
inmediato retiro de tropas; 3. convocatoria a la Asamblea General de la ONU; y 4.
participación de los miembros del NOAL en sesión en el Consejo de Seguridad de la
ONU. Nicaragua, Perú, Irak y Cuba se manifestaron en favor de la propuesta.
México, en su calidad de observador del Movimiento, intervino por considerar que se
trataba de una cuestión que incumbía especialmente a Latinoamérica. Expresó el
desacuerdo con la acción de EUA y consideró que debían cesar las hostilidades
inmediatamente y la situación debía ser considerada por la OEA y el Consejo de
Seguridad de la ONU.
TRATAMIENTO DEL TEMA EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD
DE LA ONU
Reunión del CS de la ONU pedida por Nicaragua (20/12/89)
291
ONU, (Doc S/21034).
164 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Recordó que Panamá estaba en “estado de guerra con EUA” y que la “amenaza a
ciudadanos norteamericanos en ese país dejaba pocas opciones a EUA” (Corolario
Theodoro Roosevelt a la Doctrina Monroe).
EUA, repitió básicamente los conceptos de la Carta del representante permanente de ese
país al presidente del Consejo de Seguridad 292.
Declaró que Endara había asumido la presidencia de Panamá.
Señaló los siguientes elementos para justificar la acción:
- Intención de proteger las vidas de 35000 ciudadanos de EUA en Panamá
amenazados por el régimen Manuel A. Noriega;
- Defender los Tratados del Canal de Panamá
- Combatir la droga (señaló que Noriega había convertido a Panamá en refugio de
traficantes de drogas y que ello era considerado por EUA como “una agresión “)
- Defender la voluntad soberana del pueblo de Panamá que fuera burlada por la
anulación de las elecciones por el régimen de Manuel A. Noriega.
Finalmente afirmó que EUA se retiraría de Panamá “lo más rápido posible.”
El Consejo de Seguridad se reunió el 21 de diciembre en consultas oficiosas y,
posteriormente, formalmente, continuando el debate iniciado el 20 de diciembre sobre la
situación en Panamá.
El jueves 21 intervinieron las siguientes delegaciones: Yugoslavia, Nepal, Etiopía,
Finlandia, Argelia, Brasil, Malasia, Cuba, Perú Libia y El Salvador.
Expresaron preocupación por la situación. Condenaron la intervención de EUA a
Panamá, y solicitaron la solución pacifica, en declaraciones de tono duro las
siguientes delegaciones: Yugoslavia, Nepal, Etiopía, Argelia, Malasia, Cuba y Perú.
Brasil se limitó a leer un comunicado de su gobierno, agregando que esperaba una
pronta y pacífica solución del conflicto. Finlandia fue el único país del grupo
occidental, que en una declaración balanceada, condenó la intervención armada de
EUA; mientras que El Salvador se pronunció favorablemente por la intervención,
justificando la acción EUA.
Cuba y Nicaragua solicitaron la inclusión del tema: “grave situación en Panamá”, en
la agenda de la 44a AG de la ONU. La mesa de la Asamblea General se reunió para
debatir la cuestión. EUA, Reino Unido, Noruega y Francia, invocando el artículo 12,
inc 1 de la Carta, expresaron que no correspondía su inscripción; mientras que Cuba,
Nicaragua, Siria, URSS, y Marruecos, invocaron el artículo 40 del Reglamento
Provisional de la Asamblea General, sosteniendo que debía realizarse la inscripción.
Por solicitud de Antigua y Barbuda se votó, (18 a favor y 8 en contra) decidiéndose
suspender el debate.
292
ONU, (Doc S/21035).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 165
Consultadas varias delegaciones que votaron a favor de la suspensión, expresaron que
consideraban que no era momento oportuno para seguir tratando la cuestión, pero que eran
favorables a la inclusión del nuevo tema y que votarían a favor oportunamente.
A última hora de la tarde, el Consejo de Seguridad se reunió nuevamente y por votación
(14 a favor 1 abstención -EUA-) decidió invitar a Panamá para intervenir en los debates,
bajo el artículo 37 del Reglamento Provisional de ese órgano.
Canadá, Francia, EUA y Reino Unido expresaron que favorecían la intervención de
Panamá aunque tenían dudas acerca de la cuestión de la representación de Panamá en el
debate.
293
Ver Diario Clarín, Insurrección Popular en Rumania: Cayó Nicolae Ceusescu, Buenos Aires, sábado
23/dic/89, págs. 24-25.
294
Ver Diario El Cronista Comercial, Gorbachov: “la Ola Nacionalista Amenaza Desintegrar a la URSS”,
Buenos Aires, domingo 24/dic/89, págs. 14-15.
295
Ver Diario El Cronista Comercial, Crecen los Reclamos Independentistas: el Ejército Rojo Reprime la
Revuelta Popular Azerbeidjana, Buenos Aires, domingo 21/ene/90, págs. 12-13. Ver también Diario Clarín,
Negociaciones Entre Moscú y Lituania para Superar el Grave Enfrentamiento, Buenos Aires, lunes 26/mar/90,
págs. 18-19.
296
Ver Diario El Cronista Comercial, El PC Lituano Admitió que la Escisión “es Definitiva”: Gorbachov
Admitió que su Gestión en Lituania no Garantizará la Unidad, Buenos Aires, domingo 14/ene/90, págs. 12-13.
297
Diario El Cronista Comercial, Panamá: Noriega Pidió Asilo en la Delegación Vaticana, Buenos Aires, martes
26/dic/89, pág. 10. Desde el 1/1/90 el economista Fernando Manfredo fue impuesto por EUA como nuevo
administrador “interino” del Canal de Panamá.
174 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
refugiado, y denunció que fue ilegalmente capturado por tropas “que violaron el derecho
internacional”.
Manuel A. Noriega salió vestido con su traje de general (aparentemente para mantener sus
prerrogativas como militar), que llevó a la Nunciatura el propio general norteamericano
Frank Cisneros.
Guillermo Endara dijo que la entrega de Manuel A. Noriega “nos quita un gran peso de
encima”. “El país no tiene actualmente ninguna cárcel adecuada donde tenerlo, ni un
sistema judicial estructurado para juzgarlo” (?)
CAMBIAN FUERZAS DE DEFENSA POR FUERZA PUBLICA
CONTROLADA POR EUA
Soldados de la nueva Fuerza Pública de Panamá (FPP), antiguos miembros de las Fuerzas
de Defensa, vestidos con el mismo uniforme y a los que, para usar armas y ropa militar,
les entregó acreditaciones firmadas por el Gral. Mark Cisneros, Jefe del Estado Mayor de
las Fuerzas del Comando Sur.
“No habrá Ejército”, dijo en conferencia de prensa el Vicepresidente y Ministro de
Gobierno y Justicia, Ricardo Arias Calderón, para aclarar que la nueva fuerza pública
mantendrá unidades especializadas para la defensa del país.
“Se eliminarán por completo los aviones de guerra y los helicópteros artillados. La
nueva fuerza de seguridad estará integrada por miembro de las Fuerzas de Defensa,
con asesoría de oficiales norteamericanos.
“La principal tarea de la fuerza pública será velar por la seguridad de los panameños”
298
.
RECONOCIMIENTO DEL GOBIERNO DE PANAMA
EUA, Reino Unido, Luxemburgo, El Salvador, Mauritania, Barbados, Dominica, Chipre,
Corea del Sur, , , , , , , Chipre, y Filipinas, reconocieron inmediatamente al gobierno de
Endara.
Otros 23 países mantuvieron relaciones a pesar de no haber procedido a reconocimiento
formal. Entre ellos, Argentina, Venezuela, Guatemala, Grenada, Canadá, Japón, El
Salvador, Corea del Norte, Costa Rica, Santa Sede, China (Taiwan), Australia, Israel,
Alemania Federal, Noruega, España, Italia, República Dominicana, Líbano, Honduras,
San Marino, S.O.M. de Malta, Francia.
Para el 6 de febrero de 1990, 70 países habían reconocido al gobierno de Panamá o
mantenían “relaciones informalmente”.
¿COROLARIO?
298
Diario La Nación, Panamá: Abolirán el Ejército y la Fuerza Aérea: lo Anunció el Vicepresidente, Buenos
Aires, martes, 9/ene/90, págs. 1-2.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 175
Como corolario, la invasión de EUA a Panamá; la forma en que reaccionó América
Latina, tanto en el marco de la OEA, como del G8 o individualmente; nos deja la familiar
y, a la vez, desagradable sensación de que, más allá de los crecientes problemas que tiene
EUA para controlar el orden hegemónico, aún continúa actuando acorde con sus propios
cánones de seguridad e intereses nacionales, y América Latina, salvo emitir
declaraciones de principio, nada puede hacer, particularmente por una élite
totalmente inepta para conducir a la región en un sentido autonómico, sin que esto
necesariamente implique una confrontación con la potencia hegemónica.
En última instancia, el caso Panamá, como muchos otros 299, ya está olvidado. Sirven más
para el análisis académico y el conocimiento en cursos universitarios, que para que los
gobiernos de América Latina conozcan qué le ha pasado y qué le está pasando a la región,
y cómo puede armarse a partir de ello un proyecto autonómico.
299
Guatemala (1954); Cuba (1962); República Dominicana (1965); Grenada (1983); la caída de Allende en Chile
(1973); las presiones a Velazco Alvarado en Perú (1968); los distintos golpes de Estado avalados o promovidos
por EUA en la región; el apoyo militar y financiero a la “contra” en Nicaragua y al sector gubernamental en El
Salvador; etc.
176 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO XXVII
ELECCIONES EN NICARAGUA
El Senado norteamericano, aprobó un proyecto con el objetivo de apoyar financieramente
al proceso eleccionario en Nicaragua, y para otorgar fondos a la coalición opositora
encabezada por la Sra. Violeta Chamorro.
Luego de un arduo debate interno y previa gestión del Secretario de Estado James Baker y
del jefe de asesores de la Casa Blanca, Sr. Sununu, el proyecto fue adoptado por 64 votos
contra 35.
El monto destinado alcanzó a nueve millones de dólares. Parte se orientó al apoyo de la
misión de observadores, como la del ex presidente Carter y otros aspectos del proceso
eleccionario en Nicaragua.
La estrategia de la Administración Bush, de mantener la presencia de los “contras“ hasta
la celebración de las elecciones en Nicaragua, constituyó uno de los principales aspectos
de política bipartidista hacia América Central. El delegado del Secretario de la ONU, Sr.
Vendrell, llamó a una pronta desmovilización de los “contras”.
Se celebró un acuerdo político entre el gobierno y los partidos legalmente inscriptos que
contempló los siguientes temas:
El sandinismo efectuó importantes concesiones que indujeron a la principal alianza
opositora (UNO) a firmar el acuerdo.
- Llamamiento a los presidentes centroamericanos para aprobar un plan de
desmovilización de los “contras”, según lo convenido en los Acuerdos de la Costa del Sol.
- Llamamiento a los países a abstenerse de promover actividades y ayuda encubierta,
respetando las leyes de Nicaragua.
- Compromiso del gobierno de decretar una amnistía amplia e irrestricta, que entrara en
vigor al cumplirse el plan de desmovilización.
- Inmediata excarcelación de los detenidos por delitos contrarrevolucionarios.
- Análisis para determinar la excarcelación de los miembros de los partidos que hubieran
sido detenidos por actividades políticas.
- Compromiso de los partidos de participar en todas las etapas e instancias del proceso
electoral.
- Suspensión del reclutamiento para el servicio militar (“patriótico”) entre septiembre
1989 y febrero 1990.
- Modificaciones técnicas y reformas a diversas disposiciones electorales, para asegurar la
participación de la oposición en todos los pasos en el proceso (control de los padrones y
transporte de las urnas y acceso a los centros de computación, supervisión de las actas,
presencia de fiscales opositores, registro e identificación de ciudadanos).
- Restricciones de las actividades de la policía.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 177
- Acceso gratuito y equitativo en el canal oficial de televisión, entre agosto y diciembre de
1989.
- Adelanto de la entrega del poder al 25 de abril de 1990.
- Prohibición a los militares de votar dentro de las unidades militares.
- Ratificación de la prohibición del uso de bienes y medios del Estado en la campaña
electoral.
- Virtual posibilidad de los partidos opositores de hacer proselitismo en los cuarteles.
- Autorización de realización de encuestas electorales, hasta un mes antes de las
elecciones, con la única exigencia de dar previo conocimiento de la totalidad de preguntas.
- Observación y cumplimiento de la ley de medios, para que en sus aspectos electorales,
fuera supervisada no por el Ministerio del Interior, sino por el Consejo Supremo Electoral.
Por su parte, el gobierno suscribió, asimismo, por separado, con tres partidos de ultra
izquierda, un acuerdo que postulaba:
- Exigir al gobierno de Honduras la desmovilización de las fuerzas “contras”.
- Exigir al gobierno de EUA, respeto a la soberanía de Nicaragua y rechazo a las
actividades de la CIA.
PROPUESTA DEL GOBIERNO SANDINISTA PARA UN
ACUERDO DEL CESE DEL FUEGO
Ortega realizó una propuesta para suscribir, conjuntamente con la CIAV (Comisión
Internacional de Apoyo y Verificación), el gobierno de Honduras y la delegación de
“contras”, un acuerdo de cese del fuego.
Los puntos salientes incluyen:
- declaración unilateral de prórroga del cese de las operaciones ofensivas por parte del
gobierno de Nicaragua, tras la firma del citado Acuerdo en sede de la ONU.
- compromiso del gobierno de decretar una amnistía general una vez que la CIAV
extienda una constancia acerca de la desmovilización del 50 por ciento de los “contras” y
la liberación de los secuestrados en poder de las fuerzas rebeldes.
- en concomitancia con la firma del acuerdo, el gobierno de Nicaragua emitiría una
declaración unilateral, comprometiéndose a suspender temporalmente la importación de
armamentos, hasta el 25 de abril de 1990.
La propuesta contenía, asimismo, precisiones más técnicas acerca de los “corredores” para
el reingreso de las fuerzas rebeldes a territorio hondureño, el censo y la encuesta de la
CIAV sobre contingentes refugiados, la invitación de la delegación “contra”/CIAV para
supervisar en Nicaragua las condiciones de desmovilización y reubicación, así como
gestiones de la CIAV con terceros países para la recepción de rebeldes que no quisieran
regresar a Nicaragua.
300
De acuerdo con nuestro criterio personal, de observador electoral, así como miembro de la CIAV-OEA en el
proceso de “desmovilización” de la “contra” nicaragüense; el resultado de las elecciones fue más un voto castigo
por parte del pueblo, que una elección al plan de gobierno de la UNO o a Violeta Chamorro. La gente estaba
cansada de guerra y de un gobierno, cuya única alternativa -forzado por EUA o no- era continuar con la guerra.
301
En realidad estaba dispuesto a declarar que las elecciones habían sido fraudulentas -como lo hizo
oportunamente Reagan- a la vez que estaba convencido de que Ortega ganaría las elecciones. El resultado fue
más bien una sorpresa, pero que le resolvió una buena cantidad de problemas.
302
Contrariamente a lo que muchos observadores electorales y/o miembros de la CIAV-OEA creíamos, la
“contra” no necesariamente era partidaria de la UNO. Sí era seguro que era enemiga del sandinismo. Pero una
vez asumida Violeta Chamorro -como veremos más adelante- comenzó a presionarla para que cumpliera con sus
promesas, así como a exigir de EUA para que otorgara los fondos, que ahora -terminado el peligro- era remiso a
entregar.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 179
de 300 millones de dólares, para la solución del problema, la posición de los “contras”
seguía siendo elusiva.
La posición de Violeta Chamorro, planteaba un plan de reorganización basado en cinco
principios:
- eliminación del servicio militar “patriótico”.
- designación de un civil en la Cartera de Defensa.
- despolitización del ejército, con énfasis en la profesionalización y prohibición de todo
indoctrinamiento partidista.
- drástica reducción de efectivos 303.
No obstante ello, decidió, por razones estratégicas internas, mantener como Comandante
de las Fuerzas Armadas, al General Humberto Ortega, reservándose la Cartera de Defensa
304
.
Por su parte, el gobierno norteamericano, amen de prometer el levantamiento de las
sanciones económicas -incluyendo el fin del embargo comercial- solicitó al Congreso la
aprobación de 300 millones de dólares de ayuda de emergencia dentro del año fiscal 1990,
a ser extraídos de recortes al presupuesto de defensa.
Dichos fondos fueron requeridos según la siguiente discriminación:
- alrededor de 60 millones para compras de petróleo y elementos necesarios para la
cosecha (semillas, equipos, fertilizante).
- 10 millones para financiar la creación de nuevos empleos 305.
- 45 millones para asegurar la repatriación y reasentamiento de los “contras”.
- 50 millones como contribución para que Nicaragua pueda hacer frente a la deuda global
de 234 millones, contraída con instituciones financieras internacionales.
- 75 millones para equilibrar el balance de pagos y reestructurar la economía.
- 60 millones de asistencia para proyectos de desarrollo (respaldo a instituciones
democráticas, reparación y mantenimiento de infraestructura básica, educación y
programas de salud 306.
PLAN PARA EL REASENTAMIENTO DE LA CONTRA
El proceso de desmovilización requería de un monto a ser provisto por la Agencia
Internacional de Desarrollo (AID) de EUA, de u$s 139 millones, para distribuir en cinco
programas de una duración entre 10 meses y dos años.
303
De 80 mil efectivos, se acordó -con el Ejército Popular Sandinista y los miembros del partido- reducirlos a 40
mil, a partir de la puesta en funcionamiento de la “desmovilización de la “contra”.
304
Por carecer del poder suficiente, ya que el ejército, así como la policía seguían siendo “sandinistas”.
305
En un país que estuvo diez años en guerra, prácticamente sin producir nada y con un 60% de desocupados.
306
Sin embargo, para 1991, los fondos no habían aparecido, tanto en el caso de Nicaragua, como en el de
Panamá.
180 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
La discriminación del presupuesto preliminar propiciaba:
- 64 millones de dólares para transportar “contras” y familias de regreso a Nicaragua y
alimentarlos durante el primer año.
- 98.6 millones para un programa de desarrollo agrícola de dos años de duración, para
restablecer a los “contras” en los campos que fueron abandonados cuando se convirtieron
en guerrilla 307
- 4.7 millones de dólares para servicios básicos de salud a cargo de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS).
- 3.1 millones para un programa de entrenamiento laboral con una duración de dos años.
- 26 millones para un programa de dos años para educación de los “contras” y escolaridad
de sus familias 308.
307
Se proyectó la creación de “polos de desarrollo” a fin de que los “contras” que carecieran de tierras -se trata
de un país 2/3 agrícola- pudiera acceder a las mismas, a la vez que contribuir a la “reactivación” de la economía.
308
El nivel de escolaridad de la “contra”, de acuerdo con información CIAV-OEA, es de 96.5% con escolaridad
primaria -aunque su escolaridad es incompleta, porque prácticamente el 100% no alcanzó más allá del tercer
grado- y 3.5% con nivel secundario no terminado.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 181
CAPITULO XXVIII
PROCESO DE DESMOVILIZACION DE LA RESISTENCIA
NICARAGÜENSE 309
COMO LOGRAR LA PAZ EN CENTROAMERICANA
Los problemas latinoamericanos, fueron tradicionalmente resueltos según patrones
militares de intervencionismo dictados, supuestamente por Reuniones de Consulta de
Ministros de Relaciones Exteriores, pero que seguían los criterios de seguridad
establecidos por EUA como potencia hegemónica.
A partir de la XVII Decimoséptima Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores (1979) -tratamiento del caso Nicaragua, que trajo como consecuencia la caída
del dictador Somoza-, este tipo de temas varió en su resolución y se comenzó a regir
acorde con criterios latinoamericanos, dejando de lado -en cierta medida- el tradicional
intervencionismo norteamericano.
Hemos conocido siempre la perspectiva “macropolítica”, asentada en reuniones de
presidentes o de Ministros de Relaciones Exteriores, para alcanzar la solución de las crisis,
que en todos los casos, han sido influenciadas por las posturas e intereses de EUA.
310
En el caso Nicaragua, los aspectos “macropolíticos y los micropolíticos” , por fin
coincidieron.
Nuestro objetivo, es analizar, particularmente, los aspectos “micropolíticos” derivados
de aquellos acuerdos internacionales, como es el proceso de “desmovilización” de la
Resistencia Nicaragüense, y que dieron lugar a la posibilidad de una paz estable y
duradera en Nicaragua; punto de partida para la pacificación en todo el istmo
centroamericano.
UNA VISION GENERAL DEL PROCESO
El proceso de desmovilización de la Resistencia Nicaragüense (R.N.) 311 que se llevó a
cabo entre los meses de mayo y julio de 1990, respondió a una serie de Acuerdos
Internacionales, particularmente en el marco centroamericano -con intervención de EUA-,
así como entre las partes en conflicto a nivel interno de Nicaragua.
309
En base al informe elaborado -Agosto de 1990- por Luis DALLANEGRA PEDRAZA, como verificador
internacional, bajo el cargo de “Oficial de Protección” durante los meses de Junio y Julio de 1990 de la Comisión
Internacional de Apoyo y Verificación de la Organización de Estados Americanos (CIAV-OEA), a los efectos de
la “desmovilización” de la Resistencia Nicaragüense y la repatriación de sus familiares u otros nicaragüenses
desde Honduras y Costa Rica.
310
Los aspectos “macropolíticos” tienen que ver con los grandes acuerdos internacionales, en los que se
establecen reglas o pautas a seguir para alcanzar objetivos, más o menos comunes. Son suficientemente globales
y “ampulosos”, como para generar expectativas en la población y también falta de credibilidad, en la medida en
que no se vean los objetivos concretados. Los aspectos “micropolíticos”, tienen que ver con la implementación,
la concreción de lo acordado en los grandes acuerdos.
311
Utilizamos el término establecido en los Tratados de “Resistencia Nicaragüense”, en vez de “contras”. No
obstante, los mismos contras no tienen inconveniente en llamarse a sí mismos como tales. No se trata de un
término despectivo. Despectivo sí es acusarlos de “guardias somocistas”.
182 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
La desmovilización implicó, no sólo el proceso mismo de desarme de la R.N., sino
también su reubicación dentro del país, sea en su antigua comarca o pueblo, o en “polos
de desarrollo” creados al efecto y definidos, en lo que hace a ubicación geográfica y
títulos de propiedad, por el gobierno.
Además, correspondió una “segunda fase” de la desmovilización, por un período de seis
(6) meses -según compromiso de la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación de
la Organización de Estados Americanos (CIAV-OEA)- durante los que se entregó
mensualmente al desmovilizado y su familia: alimentos; elementos para la construcción o
mejoramiento de su vivienda; herramientas para la realización de esta tarea así como para
la labranza.
Todo esto se vio acompañado por el apoyo y compromiso prestado por la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) en lo que hizo al control de la salud de los
desmovilizados y el seguimiento de la misma a través de su derivación a centros de salud
nacionales; así como por la Organización de la Naciones Unidas para Centroamérica
(ONUCA), cuya función fue la de recibir las armas y destruirlas in situ, garantizando de
esta manera, el desarme.
A fin de asegurar el total respeto a cada uno de los miembros desmovilizados, la CIAV-
OEA conformó un proyecto de seguimiento y control de los derechos y garantías
(derechos humanos) constituyendo, junto al programa “polos de desarrollo” y el de la
“segunda fase” el pilar fundamental de la pacificación y reconciliación en Nicaragua.
A. VISION MACROPOLITICA INTERNACIONAL
LOS ACUERDOS INTERNACIONALES
La base fundamental del proceso de pacificación en Centroamérica, fue dada por los
Acuerdos firmados a partir de Esquipulas II 312, que comprenden principalmente:
1) El Acuerdo de Tela (Honduras, 07/Agosto/1989), establece las reglas operativas del
proceso de pacificación. Los gobiernos acordaron un “Plan Conjunto para la
desmovilización, repatriación o reubicación voluntaria en Nicaragua y terceros países de
los miembros de la Resistencia Nicaragüense y de sus familiares”.
Para la ejecución y el cumplimiento de dicho plan invitan al Secretario General de la ONU
y al Secretario General de la OEA a conformar la Comisión Internacional de Apoyo y
Verificación (CIAV) dentro de los 30 días de la fecha de suscripción de dicho acuerdo.
312
Los gobiernos centroamericanos celebraron una Reunión en el mes de mayo de 1987, conocida como
“Esquípulas II” o también como “Plan Arias” -por el nombre del presidente de Costa Rica, principal gestor de
los puntos para la pacificación adoptados en esta Reunión-. En este Plan (firmado el 7 de Agosto de 1987), se
proponía: a) el cese de la ayuda de EUA a la “Resistencia Nicaragüense” (R.N.); b) el cese de la ayuda de la
URSS-Cuba a Nicaragua; c) una amnistía y el inicio de un diálogo entre el gobierno nicaragüense y la (R.N.).
Pese a que el gobierno de Daniel Ortega hasta el momento se había negado a este diálogo, ya que manifestaba
que debía tratar directamente con el “Jefe de los Contras” que era el gobierno norteamericano, en esta
oportunidad accedió y se iniciaron las “conversaciones de Sapoá”. En esta Reunión los presidentes declararon
que existen caminos centroamericanos para la paz y el desarrollo, pero necesitan ayuda de la comunidad
internacional para hacerlos realidad; por lo que piden un trato internacional que garantice el desarrollo para que
la paz que buscan sea duradera; en el entendimiento de que paz y desarrollo son inseparables.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 183
2) La Declaración de San Isidro de Coronado, (Costa Rica, 12/Diciembre/1989)
mediante la que los Presidentes Centroamericanos dan su apoyo al Presidente Daniel
Ortega a fin de que los fondos aprobados para la R.N. -por el gobierno norteamericano-
sean entregados, a partir de la firma del presente acuerdo, a la CIAV, con el
propósito de ejecutar el proceso de desmovilización, repatriación o reubicación
voluntarias en Nicaragua y terceros países, de los miembros de la R.N. y sus familiares.
3) El Acuerdo de Tocontín (Honduras, 23/Marzo/1990) 313, -entre el Cardenal Miguel
Obando y Bravo, una delegación que representó a la presidenta electa de Nicaragua,
Violeta Chamorro, y una Comisión Negociadora de la “contra” asentada en Honduras-
preveía, el 20 de abril de 1990 como fecha máxima para el inicio de la desmovilización de
la “contra”.
Establece que:
“La Comisión Negociadora de la resistencia nicaragüense 314 reconoce que las elecciones
de autoridades del 25 de febrero efectuadas en Nicaragua, al producirse en libertad,
honestidad y eficiencia, permitieron el triunfo de la voluntad del pueblo nicaragüense de
establecer un proceso de democratización...
...hemos decidido iniciar el proceso de desmovilización general de nuestras fuerzas,
empezando por el desarme de las que aún permanecen en la República de Honduras a más
tardar el 20 de abril próximo (1990). Para ello solicitamos desde ahora la cooperación y
asistencia de organismos internacionales como ONUCA (Organización de las Naciones
Unidas para Centroamérica 315), CIAV y la personalidad de su Eminencia Reverendísima
Cardenal Miguel Obando y Bravo.
Simultáneamente deben cesar de inmediato los enfrentamientos militares internos en
Nicaragua, para lo cual debe procederse a:
Primero: un cese al fuego efectivo de ambas partes a verificarse por organismos
internacionales (ONUCA, CIAV) y su Eminencia Reverendísima Cardenal Miguel
Obando y Bravo.
Segundo: concentración de nuestras fuerzas armadas actualmente en Nicaragua en zonas
de seguridad 316 delimitadas previamente en el territorio nicaragüense y vigiladas por los
organismos internacionales mencionados, además de su Eminencia Reverendísima
Cardenal Miguel Obando y Bravo, a fin de que el proceso de desmovilización se cumpla
en un ambiente de seguridad y orden que garanticen la vida y el desenvolvimiento normal
de las labores pacíficas de nuestros hermanos.
313
En la Base de la Fuerza Aérea hondureña, próxima al Aeropuerto Internacional de Toncontín en Tegucigalpa.
314
A la “contra” se la denomina oficialmente resistencia nicaragüense.
315
Cascos azules.
316
Se crearon 7 zonas de seguridad, a las que luego se agregaron dos más, con territorios de unos 600 km.2 cada
una, salvo la zona No 9 que fue simplemente un galpón, a las que ingresaron los “contra” para ser
desmovilizados por ONUCA, CIAV-OEA, representantes del Cardenal Obando y miembros de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS)-Organización Mundial de la Salud (OMS).
184 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
A su vez, la delegación que representa a la presidenta electa doña Violeta Barrios de
Chamorro, manifiesta:
Primero: que ha tomado nota con sumo agrado de la decisión de la resistencia
nicaragüense de iniciar a partir de esta fecha el proceso de desmovilización.
Segundo: que (...) se compromete a implementar después de asumido el poder doña
Violeta de Chamorro a que se asegure la rehabilitación y la readaptación social de los
afectados.
Por su parte, el Cardenal Miguel Obando y Bravo manifiesta su satisfacción por las
patrióticas decisiones tomadas...”
4) La Declaración de Montelimar (Nicaragua, 03/Abril/1990) por la que los Presidentes
Centroamericanos manifiestan la complacencia por la exitosa culminación de las
elecciones del 25 de febrero de 1990 en Nicaragua y expresan al Presidente Daniel
Ortega su reconocimiento por promover y fortalecer el proceso hacia la consolidación de
la democracia representativa y pluralista.
Solicitan a ONUCA y la CIAV que den los pasos necesarios para garantizar el oportuno
apoyo a la desmovilización y desarme de los miembros de la R.N., dentro y fuera de
Nicaragua.
Establecen que las armas que reciba ONUCA deberán ser destruidas in situ frente a
testigos.
Instan al gobierno de EUA a continuar respaldando y contribuyendo a la
desmovilización de la R.N. y a canalizar los fondos aprobados para estas fuerzas 317 a
la CIAV a fin de que los mismos sean utilizados para la reintegración a la vida normal en
el país a los miembros de la R.N., que hayan entregado las armas a ONUCA, y a sus
familiares.
Solicitan la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
5) El Acuerdo del Cese del Fuego Efectivo y Definitivo entre el Gobierno de la
República de Nicaragua y la Resistencia Nicaragüense bajo los Auspicios del
Cardenal Miguel Ovando y Bravo (Managua, 18/Abril/1990). Celebrado en la sede
central de la CIAV-OEA en Nicaragua, conjuntamente con un Acuerdo de similares
características con el Movimiento Yatama (que abarca a los Miskitos, Sumos y Ramas de
la región del nordeste, que conforman el Movimiento de la Madre Tierra o Yatama).
Se establecen siete (7) Zonas de Seguridad, donde se concentraron los efectivos de la
R.N. y el Movimiento Yatama para su desmovilización; encargándose la CIAV-OEA de
la ayuda humanitaria consistente en alimentación y vestido. La Organización
Panamericana de la Salud (OPS) proveyó la asistencia médica y ONUCA se encargó de
recibir y destruir las armas.
317
Esto no fue tan presto, ni otorgado en la cantidad necesaria, como lo asignado por EUA para la guerra.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 185
6) El Acuerdo para el Establecimiento de Polos de Desarrollo 318 entre el Gobierno y
la R.N. (29/Mayo/1990), mediante el que el gobierno otorga a miembros de la R.N.
parcelas de tierra con sus títulos de propiedad, para proyectos individuales y/o
colectivos, áreas para vivienda, escuelas, hospitales, calles y caminos.
En principio fueron acordados dos polos de desarrollo: el primero en la zona de El
Almendro, en el que se encontraban aproximadamente unos tres mil miembros de la R.N.,
y el segundo en la región de Río Blanco con una cantidad de miembros aproximadamente
igual.
No se pudieron definir las áreas de producción, debido a problemas con los títulos de
propiedad en virtud de diferencias entre el gobierno de Violeta Chamorro y la reforma
agraria realizada por el gobierno de Daniel Ortega 319.
Se generaron problemas entre el Movimiento Yatama y el gobierno de Violeta Chamorro,
ya que aquellos no aceptaron la redistribución de tierras ni el establecimiento de polos de
desarrollo en su región por parte del gobierno, por considerarse un grupo autónomo con
constitución propia y, por lo tanto, debían ser consultados previamente sobre decisiones
de este tipo.
318
Se entiende por Polo de Desarrollo a una unidad de producción que sirva como centro de servicios y
desarrollo de la región adyacente, por medio de proyectos individuales y/o colectivos, el que debe contar con las
siguientes estructuras básicas: Area Municipal: Escuelas, bodegas, servicios de agua potable y luz eléctrica,
hospitales, calles y caminos; Area Vivienda: viviendas para los pobladores del polo o centro de desarrollo;
Parcela de Propiedad Privada: para cultivos y ganadería de subsistencia; Area Comunal y Area de Proyectos:
para beneficio de todos los miembros de la comunidad.
319
Por lo menos hasta el momento de escribir estas líneas.
186 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
CAPITULO XXIX
B. VISION MICROPOLITICA
EL PROCESO DE DESMOVILIZACION
1. LAS ZONAS DE DESMOVILIZACION
Las Zonas de Seguridad establecidas y las regiones a las que corresponden, son las
siguientes 320:
REGIÓN ESTELÍ
320
Región Estelí - Zona de Seguridad I, Amparo. Dirección: del costado noreste de la Catedral, 2 cuadras al
norte. TE (071) 2276. Fax (071) 2699. Coordinador Daniel Lozano (Argentina), luego reemplazado por Arturo
Garzón (México - OEA). Oficiales de Seguridad: Víctor Jiménez, Paúl García, Orlando Tomas (OEA), John
Ander (España), Osvaldo Rinaldi (Argentina), Gustavo Fernández (Argentina), Juan Bautista Castagnino
(Argentina), Sergio Mariño (Colombia), Jorge E. Nieto (Colombia), Miguel Guaracan (Chile). Región Matagalpa
- Zona de Seguridad II, Kubalí. Dirección: frente al Comité Regional de la Asociación de Trabajadores del
Campo (ATC), (Matagalpa). TE (061) 2257. Coordinador Leonor Barreto (OEA). Oficiales de Seguridad: José
Zapata, Heitor Ulyssea (Brasil - OEA), Martha Rodriguez (Colombia), Alberto Morales (Instituto Interamericano
de Ciencias Agrícolas - IICA), Marcelo Ochoa (Argentina), Wladimir Pérez (Venezuela), Marcelo Dagorret
(Argentina), Javier E. Gómez (Colombia), José L. Ramírez (Colombia), Fernando Alvarez (Colombia). Zona de
Seguridad III, San Andrés de Boboqué. Dirección: de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa, 1/2 cuadra al
norte. TE (061) 3170. Fax (061) 3995. Coordinador: Alfredo Recalde (Argentina - OEA), luego reemplazado por
Fernando Arandia (Bolivia - OEA). Oficiales de Protección: Ivonne Archi (Colombia - OEA), Hugo Espinoza,
Daniel Díaz, Denis Pommier (Francia - residente en Nicaragua - IICA), Jorge Darrigrán (Argentina) Salvador
Luis Dallanegra Pedraza (Argentina), Miguel Rolphy Rodríguez (Colombia), Camilo Legizamo (Colombia),
Edgar O. Forero (Colombia), Angel Marín P. (Venezuela), Guillermo Hidalgo (Chile). Región Juigalpa - Zona
de Seguridad IV, La Piñuela. Dirección (Juigalpa): de TELCOR, una cuadra al norte, 1/2 al oeste, contiguo a las
oficinas del CEPAD. TE (081) 281. Fax (081) 277. Coordinador: Mario Pachajoa. Oficiales de Protección:
Gabriel Gualteros, Rafael Rodríguez, Freddy Palacios, José Romero, Eddy Molina, Asdrubal Valladarez, Denis
Abarca, Gerardo Mairena, Roberto Petray, Carlos Albamonte (Argentina), Vicente Angelozzi (Argentina), Josué
Rueda S. (Colombia). Zona de Seguridad V, El Almendro. Coordinación: Hilda Ruíz (Guatemala - OEA).
Oficiales de Protección: Claudia Pérez (Argentina), María Luz Jorquera (Chile), Luis Fley, César Granados,
Alejandro Moncada, Otto Vanegas, Jorge Ríos, Aura Lila Lacayo, César A. Mairena, Roberto Luciaw
(Argentina), Miguel H. Rodríguez (Colombia), Jaime A. Salazar (Colombia), Michele Leporati (Chile - luego
pasó a Jalapa para el proceso de repatriación), Osvaldo Fernández (Chile - luego pasó a Jalapa para el proceso de
repatriación), Pablo Monsalve (Chile), Mauricio Rosales (Chile - luego pasó a Managua). Región Atlántica -
Puerto Cabezas. Dirección: del edificio de la Alcaldía Municipal 250 mts. al norte. Zona de Seguridad VI,
Bilwaskarma. Coordinador: Yamandú Ríos. Oficiales de Protección: Héctor Pedroza, Elvis Pimienta (Colombia),
Ricardo Canevari (Argentina), Félix D. Gómez (Argentina), Carlos E. Ramírez (Colombia), Carlos E.
Valderrama (Colombia), Luis Laiza (Venezuela), Augusto Sandino, José Andrés Villatoro, Ivan Villareina, Jorge
Ríos, Omar Almendaris. Zona de Seguridad VII, Alamikamba. Coordinador: Vindra Deonarine. Oficiales de
Protección: Pablo Miranda, Francisco Cobos (España), Harry Jova (IICA), Alfredo Fisher (Argentina), Alcides
Villano (Argentina), Diego E. Miranda (Argentina), Luis E. Gómez (Colombia), Jaime Granados V. (Colombia),
Jorge Spitalieri (Argentina), Donald Sanabria, Donald Castro E. Angel Marín Pérez, Fausto Vargas E.. En la
Zona de Seguridad especial en Los Cedros para PDI, el Coordinador fue Jorge Darrigrán (Argentina),
conjuntamente con Marcelo Dagorret (Argentina).
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 187
Zona de Seguridad II: Kubalí (585 Kms2). Fueron desmovilizados un total de 1,631
miembros de la R.N.
Zona de Seguridad III: San Andrés de Boboqué (440 Kms2). Fueron desmovilizados un
total de 2,493 miembros de la R.N. 321
REGION JUIGALPA
Zona de Seguridad IV: La Piñuela (600 Kms2). Fueron desmovilizados un total de 3,239
miembros de la R.N.
321
El autor del presenta trabajo estuvo destinado en esta zona por la CIAV-OEA para actuar como observador
internacional en el proceso de desmovilización
322
Debido a que continuaron apareciendo miembros de la R.N. -en muchos casos se presume que no eran tales,
sino campesinos necesitados que pasaban por la base en Honduras, Yamales, y se les entregaba un uniforme y un
arma cualquiera, que había estado bastante tiempo enterrada como para aparecer oxidada e inservible, y en otros
casos aparecían sin uniforme y sin arma-, por orden y bajo la autorización de la CIAV-OEA Managua se siguió
desmovilizando en la región Matagalpa, con la presencia del representante del Cardenal Ovando, el representante
del Ministro de Gobierno en la VI Región y miembros del EPS (Ejército Popular Sandinista), que corrían con la
tarea -verificada por el resto- de destruir las armas y detonar -en el caso de que existieran- las municiones, minas
o cohetes de bazuca RPG7. CIAV-OEA Managua también desmovilizó miembros de la R.N. aunque ONUCA
dejara de hacerlo desde fines de junio y no aceptara continuar a posteriori, por expresas instrucciones del
Secretario General de la ONU.
188 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
En total, de acuerdo con cifras de la CIAV-OEA se desmovilizaron en todas las zonas
de seguridad 19,499 miembros de la R.N.. Si se tienen en cuenta los miembros de la
R.N. que fueron desmovilizados fuera de las fechas previstas, alcanzan a unos 21,000
aproximadamente.
2. Características y Actividades en las Zonas de Desmovilización
Cada zona de seguridad estaba constituida por un área geográfica -de unos 400-600
Kms2 aproximadamente, salvo la zona de El Cedro que se circunscribió a una bodega-
dentro de la cual se instalaba el campamento de desmovilización propiamente dicho, de
una dimensión aproximada (en algunos casos desordenada en cuanto a la forma de
instalación de los distintos organismos 323) de una o dos manzanas. Dentro del mismo
operaban ONUCA recibiendo y destruyendo el armamento, y entregando a cambio, un
certificado de desmovilización; CIAV-OEA otorgando un carnet al desmovilizado luego
de una encuesta, en la que consta su nombre real y el seudónimo de guerra 324, el número
de desmovilizado -ya otorgado por ONUCA en el certificado- y datos sobre las
actividades previas a su pertenencia a la R.N. y expectativa laboral, dirección personal
y/o de sus familiares, edad, familia a su cargo, tipo y grado de educación, propiedad -
generalmente de tierras, ya que se trata de un país eminentemente rural- y estado civil.
Realizado este trámite la CIAV le entregaba un carnet en el que consta la foto del
desmovilizado, su nombre, fecha de desmovilización -importante a los efectos de la
“segunda fase” en la que cada mes, por un período de seis meses, el desmovilizado y su
familia recibiría comida para todo el mes- y número de desmovilizado. El desmovilizado
entregaba su uniforme -que era quemado- y a cambio recibía un pantalón, una camisa,
calzoncillos, calcetines, y un par de botas para agua (se entregaron sólo 7,250 pares, por
falta de existencia), un cepillo de dientes, pasta dental, jabón, 19 libras de frijoles 325, 19
323
El campamento de San Andrés de Boboqué (Región Matagalpa, Zona de Seguridad III) fue, a nuestro criterio
el más ordenado, en lo que hace a organización, ya que en una manzana se encontraban todos los organismos: en
la zona frontal, la garita de guardia (ONUCA) en la que se recibía a los desmovilizados y sus armas, las que eran
inmediatamente entregadas a un soldado de ONUCA en un “tinglado” en frente donde se destruían. En la zona
lateral izquierda -mirando hacia el campamento de desmovilización- la zona de carpas de desmovilización: la
primera perteneciente a ONUCA donde se tomaba nota de las armas recibidas y se entregaba un certificado de
desmovilización. Continuaban las carpas de la CIAV-OEA y las del representante del Cardenal. Las carpas del
frente -en el fondo- eran para vivienda, donde habían en la parte posterior letrinas para damas y caballeros. En la
zona de la derecha al fondo, un comedor de ONUCA en el que comía todo el mundo junto -lo que contribuía a
las buenas relaciones entre todos los miembros del campamento- y el resto de las carpas hasta el frente
pertenecían a OPS para consultorios, laboratorios y hospital de campaña. En otros campamentos, El Almendro
por ejemplo, esta disposición era absolutamente desordenada, lo que entorpecía más que contribuía a las
relaciones entre los miembros del campamento y el miembro de la R.N. que iba a desmovilizarse debía caminar
de ida y vuelta varias veces el mismo camino que constaba de unos 500 metros de barro arcilloso. Pasaba junto a
un pequeño caserío en el que había bebidas alcohólicas (“guaro”), por lo que si quería continuar
desmovilizándose lo hacía, sino se emborrachaba o se peleaba con otros miembros y luego continuaba. Estos
comentarios sobre los diseños de campamento, si bien parecen elementales y sin interés, resultan vitales para un
proceso, en el que el orden y las buenas relaciones, especialmente entre los miembros que intervienen en la
desmovilización son de suma importancia.
324
Resultaron de los más raros y llamativos, como: “Hitler”; “Stalin”; “Decidido”; “Mascota”; “Vale Verga”;
“Leonel”; “Gorrión”; “Israel”; “Zona Franca”; etc.
325
Se calcula cada libra en aproximadamente medio 1/2 kilo. Se utiliza esta medida, ya que es la corriente en
Nicaragua. El objetivo era entregar alimento por un total de 2800 calorías diarias.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 189
libras de arroz, 12 libras de harina, 1,5 litros de aceite, aproximadamente 1 kilo de azúcar
y 1 kilo de café, 1 kilo de pinolillo 326, un paquete de sal de poco menos de 1/4 kilo;
teóricamente suficientes como para un mes de subsistencia 327.
A continuación el desmovilizado era entrevistado por un representante del Cardenal
Miguel Obando y Bravo, haciéndole una encuesta similar a la de la CIAV-OEA.
Asimismo operaba la OPS (Organización Panamericana de la Salud) que recibía al
desmovilizado y le daba las siguientes vacunas: BCG (para prevención de la tuberculosis
y el sarampión); DPT (para difteria, pertusia y tétanos) TT (toxoide tetánico) y la
antipolio. Además se les practicaba exámenes VDRL para la sífilis; para la malaria;
BAAR para la tuberculosis y BHI para el SIDA 328.
Completado el ciclo, éste era alimentado e instalado en una barraca para descansar y
esperar -generalmente hasta la mañana siguiente- a ser trasladado hasta el punto del país
que él había indicado en la planilla de desmovilización, que podía ser su propia comarca
329
o pueblo, o un polo de desarrollo -en principio El Almendro- en la zona sudeste del
país -luego Río Blanco en la zona centro- 330.
ALGUNAS CARACTERISTICAS DE LOS MIEMBROS DE LA R.N.
En general, la imagen que uno tenía desde afuera, más allá de posiciones ideológicas o
preferencias -informándose a través de los medios usuales- era la de una guerra civil, en la
326
Con este producto el nicaragüense hace lo que llama un “fresco” o bebida con la que acompaña las comidas.
327
En la gran mayoría de los casos, por escasez o porque EUA no había enviado los fondos suficientes, las
raciones le eran entregadas a los desmovilizados en forma incompleta, con la promesa de que serían completadas
más adelante.
328
Si se tienen en cuenta las estadísticas que obtuvimos del campamento El Cedro y las escasas cifras que
obtuvimos de los desmovilizados -posteriores al proceso normal de desmovilización- en Matagalpa, llegamos a
las siguientes cifras aproximadas, en lo que hace a problemas médicos presentados: aproximadamente el 50% de
los desmovilizados presentaban problemas médicos. De éstos, alrededor del 15% tenía problemas de parásitosis;
un 29% artritis; un 15% infecciones en las vías urinarias; un 15% infecciones respiratorias agudas; un 15%
problemas de gastritis; un 10% problemas de micosis; un 1,5% problemas de dermatitis; un 0,5% lepra de
montaña o leshimaniasis; y de todos éstos, un 1,5% eran hospitalizados por alguno de sus problemas. Los casos
que se presentaron de lisiados, que numéricamente no fueron muchos, se los derivaba a un hospital en aquellos
que fuera necesario algún tratamiento especial, al resto se lo enviaba a su casa. Actualmente, con el programa
para lisiados por causa de la guerra, dirigido por Sergio Caramagna (Argentino), cuyas instalaciones operan
principalmente en la zona de Juigalpa, creemos que se harán tratamientos importantes y completos.
329
La comarca es un pequeño caserío, que puede oscilar entre 4 o 5 casas a unas 20. Estas dependen de un
pueblo con Alcaldía o Municipio, que es la cabecera de referencia, dentro de una Región, que es el equivalente a
una provincia en Argentina o un Estado en Brasil. No hay gobernador, sino delegado del Ministro de Gobierno -
Interior en el caso argentino- en cada región. En la gran mayoría de los casos, como el vehículo que transportaba
al desmovilizado -un camión; debemos aclarar que el “camión” es el vehículo de transporte normal, el
equivalente al “bus” u “ómnibus”- no podía entrar hasta el lugar donde vivía, se lo dejaba en la comarca más
cercana y se tomaba nota de la cantidad de “horas” o “días” de viaje a pie y la dirección geográfica hacia la que
se dirigía para tener conocimiento de dónde encontrarlo a los efectos del cumplimiento de las disposiciones de
seguridad prometidas por la CIAV-OEA y el proceso de la “segunda fase”.
330
Todas las mañanas salían camiones acompañados de Oficiales de Protección con los desmovilizados del día o
días anteriores y se los trasladaba hasta su comarca o hasta la zona de cabecera de la CIAV-OEA -por ejemplo
Matagalpa para los casos de Zona II (Kubalí) o Zona III (San Andrés de Boboqué- desde la que era nuevamente
re-distribuido a su comarca o a otra zona desde la que por fin alcanzaba su domicilio definitivo. Un Oficial de
Protección era un Observador Internacional que cumplía con la función de desmovilizar y, posteriormente,
acompañar y dar seguridad al desmovilizado hasta la comarca o pueblo en el que éste residía.
190 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
que el grupo de la “contra” estaba conformado mayoritariamente por ex guardias
somocistas.
Sin embargo, salvo casos muy particularizados -entre los que se encuentran el ex
Comandante Bermúdez, que lideró a la R.N. hasta 1989, en que fue reemplazado por el
Comandante Franklin (un campesino)- habían muy pocos ex miembros de la guardia
somocista. Los mismos miembros de la R.N. se encargaron de ir erradicando a los ex
guardias somocistas, ya que eran antisandinistas pero también antisomocistas.
331
Un porcentaje importante de los miembros de la R.N., eran campesinos, y la mayoría
semianalfabetos, ya que saben leer y escribir en forma muy elemental.
El 78% de la “contra” es de origen agrícola y tiene expectativas de continuar trabajando
en tareas iguales, mientras que un 22% es de otro origen 332.
Si analizamos el “nivel de escolaridad”, nos encontramos con que aproximadamente el
95% acusa estudios primarios, pero como indicamos anteriormente, con niveles que
oscilan entre 1er y 3er grado terminado; y el 5% restante estudios secundarios, no
necesariamente terminados.
La “edad” de los desmovilizados oscila, en la mayoría de los casos, en el grupo de 16-20
años; le siguen los que están en el grupo de 21-25 y disminuye considerablemente el
grupo que comprende a las edades entre 26-30. Por este motivo se deduce que resulta
prácticamente imposible -por la edad- que los “contras” fueran exclusivamente ex
guardias somocistas; estos deberían estar en el grupo de 36-40 o mayores.
Cuando uno les preguntaba sobre la causa de su ingreso a la R.N., algunos contestaban un
“cliché” aprendido en las bases militares “contras” en Honduras, seguramente de boca de
sus entrenadores norteamericanos 333, sobre la “lucha por la democracia”, o “contra el
comunismo”. No obstante, muchos de ellos, en realidad habían ingresado a la R.N. porque
habían perdido sus tierras de manos de sandinistas y pensaban -o les habían dicho- que
podían recuperarlas de esa manera, o porque huían para no tener que cumplir con el
“servicio militar patriótico” 334.
Conversando con ellos -especialmente cuando se los trasladaba en camiones hacia algún
lugar de tránsito o hacia sus comarcas- se notaba que había un temor y a la vez un odio
331
Prácticamente el 95% de los miembros de la R.N. que nos tocó desmovilizar en la Zona de Seguridad III, San
Andrés de Boboqué, era analfabeto, a diferencia de otras zonas de seguridad, en las que se llegó a desmovilizar
“contras” que tenían estudios secundarios. Los pocos que tenían estudios primarios, en realidad sólo alcanzaban
a un “primer grado”, o sabían leer y escribir porque habían sido alfabetizados por su madre, en la campaña de
alfabetización hecha por el sandinismo, o en algún campamento de la R.N. en Honduras.
332
Que pueden ser estudiantes secundarios -muy pocos casos- y comerciantes, que son los casos más comunes.
En lo que hace a las expectativas vinculadas al 22% en muchos casos están en continuar estudiando. Algunos,
porque realizaron tareas de “paramédicos” y les interesa terminar sus estudios primarios y/o secundarios y luego
seguir medicina -muy pocos casos-; otros, continuar o iniciar un comercio. Estos últimos no son los más.
333
Hubo militares argentinos, tanto de marina como de ejército que entrenaron a la “contra” en todo tipo de
procedimientos, incluyendo sabotaje.
334
El “servicio militar patriótico” fue creado por el gobierno de Ortega, como una especie de “servicio militar
obligatorio” encubierto bajo el término de patriótico, a fin de reclutar toda persona en condiciones de luchar para
ingresar al EPS y defender a Nicaragua.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 191
profundo hacia el sandinista 335, a tal punto que algunos expresaban que si en vez de
Violeta Chamorro hubiera ganado Daniel Ortega en las elecciones, por más democráticas
que hubieran sido, no se hubieran desmovilizado, sino que se mantendrían en la montaña
o volverían a la montaña si en algún futuro el panorama político se revierte 336.
A nuestro entender, la guerra civil fue fundamentalmente una guerra en la que lucharon
y murieron campesinos -de un lado y del otro- nicaragüenses, en muchos casos, por
motivos que ellos mismos no comprendían racionalmente 337; que se extendió durante diez
años y fue aprovechada y utilizada, tanto por el FSLN y algunos sectores internacionales
como la URSS y Cuba, cuanto por EUA y otros sectores dentro de Nicaragua. Nicaragua
como país, no sacó nada en limpio de esa guerra, salvo miseria y odios.
LA SEGUNDA ETAPA
Finalizado el proceso de desmovilización, se continuó, aproximadamente hasta mediados
de julio (1990), con el traslado de ex miembros de la R.N. 338, y se iniciaron
inmediatamente los preparativos para la “segunda fase”.
Esta “segunda etapa” tenía como centro: 1) el programa de repatriación -con duración
aproximada hasta febrero de 1991-, que implicó la reinserción de unos 43 mil
nicaragüenses que retornaban al país; 2) lo que se denomina la “segunda fase” de la
desmovilización, que contemplaba el seguimiento del desmovilizado en su domicilio, a los
efectos de darle la alimentación correspondiente a él y su familia por seis meses desde la
fecha de su desmovilización, además de elementos para construir o mejorar su casa y las
herramientas para hacerlo, así como herramientas para la labranza 339; 3) la puesta en
marcha de los “polos de desarrollo“, lo que implicaba la definición de la ubicación de las
tierras y sus títulos de propiedad correspondientes; la construcción de viviendas, caminos,
escuelas, hospitales y darle a los desmovilizados herramientas para que comiencen a
trabajar.
335
Los contras usualmente llaman a los sandinistas “piricuacos” que en “nicarao” significa “perro entrenado”.
Cabe destacar que si uno hablaba con los sandinistas existía el mismo odio y desprecio hacia la “contra” a tal
punto de considerarlos meros mercenarios de los norteamericanos y ex guardias somocistas.
336
Cabe aclarar que la gran mayoría expresaba, más que odio, esperanza y confianza por el proceso de paz y el
futuro desarrollo de Nicaragua. Eso, depende de los políticos nicaragüenses -de ambos lados- y del apoyo que el
resto de los países latinoamericanos les dé -aparte del resto de los países del mundo (especialmente los europeos,
que son los que más han contribuido)-.
337
No queremos significar que el soldado sandinista o el soldado “contra” sean entes o idiotas, sino que su
participación, de un lado o del otro tuvo que ver con causas mucho más simples y elementales: indoctrinamiento
por uno u otro sector dirigente; temor al servicio militar patriótico; “secuestro” por uno u otro sector con esos
fines; pérdida de las tierras a manos de sandinistas que, en muchos casos eran “amos” locales -más allá y, con el
desconocimiento de la cúpula- que realizaban actividades que en nada se condecían con las líneas políticas
desarrolladas por el gobierno o con la “revolución”. Una suerte de “matonismo”, más allá de lo ideológico o del
hecho revolucionario. Sobre este particular y otros, el FSLN ha realizado reuniones post derrota electoral e hizo
autocríticas muy profundas que, en alguna medida admiten situaciones como las descriptas.
338
En algunos casos debido a que se desmovilizaban tardíamente -acorde como se explicó en el punto titulado
“Proceso de Desmovilización”- o porque retornaban de un polo de desarrollo -en muchos casos debido a la
decepción, ya que el polo, aún no estaba establecido acorde con las promesas hechas por el gobierno y la CIAV-
hacia sus comarcas o a la inversa, porque iban de su comarca, luego de ver a sus familias, hacia un polo de
desarrollo -El Almendro, o Río Blanco-.
339
Debe recordarse que el desmovilizado es mayoritariamente campesino.
192 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
La “segunda fase” implicaba también un programa de “Derechos Humanos“.
Todas estas tareas se orientaban fundamentalmente a la “reinserción” del desmovilizado
en la vida normal del país, sea en sus aspectos económicos, laborales 340, e incluso
políticos 341.
1. ALGUNOS PROBLEMAS DE LA SEGUNDA ETAPA
En cierta medida el retraso en la puesta en marcha de los polos de desarrollo ha provocado
que se avanzara demasiado en el período de lluvias 342 por lo que se retrasó la posibilidad
de sembrar en un año. La inactividad de los miembros de la R.N. que se encontraban a la
expectativa en los polos de desarrollo ha hecho que se dediquen a la bebida y a un ocio no
constructivo. Por otra parte, provocó que descrean de las promesas hechas por el gobierno
y la CIAV-OEA y esto se transformó en una “bomba de tiempo” que pudo estallar en
cualquier momento 343.
Más grave aún es “tocar” el estómago del desmovilizado, desde el momento en que no se
le entregan las raciones mensuales -correspondientes a él y su familia- por falta de
existencias suficientes.
Un ex Comandante de la R.N. (Comandante Jimmy Leo) dijo, en una de las reuniones
celebradas entre la CIAV-OEA, ONUCA y los nicaragüenses 344, que el retraso en la
entrega de tierras en los polos, retrasaba la posibilidad de siembra, ya que el período de
lluvias estaba avanzado, por lo que la próxima siembra se veía demorada en un año.
Entretanto, el desmovilizado estaba inactivo, no cosechaba su propia comida, seguía
dependiendo de lo que le daba la CIAV-OEA, se mantenía ocioso, bebía “guaro” -
bebidas alcohólicas- y se transformaba en un foco de tensión importante.
A nuestro criterio, en las palabras del ex Comandante Jimmy Leo se encuentra, en gran
medida la clave de la paz en Nicaragua y de la solución de muchos de los problemas de
derechos humanos planteados. Además, es en la solución de estos problemas donde está la
verdadera posibilidad de reconciliación nacional muchas veces declamada, pero
generalmente no realizada.
340
Debe tenerse en cuenta que el desmovilizado de la R.N. recibió, por causa de los acuerdos internacionales
firmados, al igual que el repatriado o el refugiado, merced a ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas
para los Refugiados), ciertos beneficios que los 40 mil “desmovilizados” del EPS (Ejército Popular Sandinista),
no reciben, en lo que hace a alimentos por seis meses, ubicación en polos de desarrollo, etc. Cierto es, que los ex
miembros del EPS recibirán un tratamiento como jubilados, retirados u otras categorías.
341
En lo que hace a los aspectos políticos de los desmovilizados de la R.N., estos estaban creando una
agrupación política que se denominará “Organización Cívica Resistencia Nicaragüense” bajo la presidencia de
Oscar Sobalvarro, ex Comandante “Rubén” con la Secretaría de Israel Galeano, ex Comandante Franklin. Esto
implica que no necesariamente formarán parte, ni apoyarán en forma directa a la UNO o al gobierno de Violeta
Chamorro.
342
Hay seis meses de lluvias y seis de sequía. El período de lluvias se inicia aproximadamente en mayo y finaliza
aproximadamente en setiembre.
343
De por sí, a fines de 1990 hubo conflictos importantes en zonas como Bluefields, Sébaco, Boaco e incluso en
Managua, por reclamos no satisfechos de la “contra”.
344
La información sobre el proceso de desmovilización y las reuniones entre los “actores” del proceso, es
resultado de nuestra experiencia directa, dado que participamos del proceso de desmovilización durante el
tiempo que duró.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 193
CAPITULO XXX
TENDENCIAS DEL SISTEMA INTERNACIONAL EN LOS '90
En los '90, los cambios en el sistema mundial se aceleraron. En el eje estratégico-militar,
el conflicto Este-Oeste dejó de ser relevante, planteándose problemas vinculados a las
tensiones provocadas por países del Tercer Mundo que ponen en tela de juicio la
capacidad de establecer reglas del juego por parte de las potencias hegemónicas.
La situación provocada por Irak -no sólo en el marco del Medio Oriente, sino global- al
invadir Kuwait en agosto de 1990, deja de manifiesto elementos que se arrastran del
“viejo orden” y ciertas características que asoman del “nuevo”.
Dentro del marco del viejo orden, existen ciertos elementos que pretenden coexistir con la
“Guerra Fría“. Dentro del marco del nuevo orden que se gesta, existen elementos
vinculados fundamentalmente al “eje económico“, que será el que “monopolice” los
conflictos en más.
Los sistemas de seguridad de la “Guerra Fría“ han quedado totalmente inoperantes. Entre
ellos la OTAN y el Pacto de Varsovia. De ahora en más, organismos como la OTAN
deberán, o desaparecer, o prepararse para hipótesis en las que no entra el conflicto
“interbloques”.
De la misma manera en que, en el marco del eje estratégico-militar, el Pacto de Varsovia
desapareció; en el marco del eje político, los países del bloque oriental comienzan -
nacionalismos de por medio 345- un proceso de “atomización” que no puede ser contenido
por las autoridades soviéticas, a pesar de las intenciones de Gorbachov de establecer una
“Federación“ soviética.
En Polonia ganó la oposición, bajo el apoyo y la presión de la iglesia católica; en Hungría
ganó el comunismo opositor; en Yugoslavia se da un proceso de desintegración del país;
las “dos Alemanias“ -cuya unificación a principios de los '90 parecía una utopía- se han
unificado en setiembre de 1990 y, pese a los graves problemas económicos que implica
ese proceso, se convierte en una de las grandes potencias económicas, no sólo de Europa,
sino del mundo.
El eje político es el que está acusando recibo de todos los grandes cambios, ya que se trata
del “eje planificador“. Pero, aún no ha tenido la capacidad de establecer las nuevas reglas
del juego del nuevo sistema mundial, aunque, es seguro que girará en una relación eje
político-eje económico. El eje estratégico-militar, tendrá conflictos, pero no ideológicos,
sino por problemáticas fundamentalmente vinculadas al eje económico.
Donde se están generando los grandes acontecimientos -cambios y gestación de nuevas
pautas- es en el eje económico.
Para comenzar, resulta ya evidente que EUA dejó de tener el monopolio del manejo
mundial, sea militar, político y fundamentalmente económico. Competidores como la CE
345
Los nacionalismos emergentes en los países del bloque oriental, tienen características propias, vinculadas,
fundamentalmente, a factores étnicos y de liberación del control verticalista y militarista de la URSS.
194 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
de 1992, en la que Alemania unificada juega un papel muy importante; Japón y varios
otros países del sudeste asiático; resultan demasiado poderosos para que EUA continúe
monopolizando las reglas del sistema.
Esta es la causa principal, por la que ha abandonado el tradicional “aislacionismo
hegemónico“ y ahora tiende a la conformación de conglomerados regionales 346, con
Canadá primero, luego proponiéndole a México su ingreso 347, para completar el juego
con la “Iniciativa para las Américas“.
En última instancia, queda en claro que, a EUA le cabe nuevamente el papel de
“potencia hemisférica”, ya que perdió el puesto de potencia mundial global. Ese es el
motivo principal -a nuestro criterio- por el que Bush lanza su iniciativa y hace una gira
personalmente a fines de 1990, para explicarla y promoverla.
La Iniciativa para las Américas se basa en dos problemáticas: a) una externa, que tiene
que ver con la pérdida de los “socios europeos” que se “cerraron” en su propio proceso
integracionista compitiendo con EUA, al igual que Japón y los Nic's asiáticos; por lo tanto
se vuelca hacia el marco hemisférico tratando de ganar y controlar un mercado
importante, pero estableciendo sus propias reglas (Iniciativa).
b) La otra, interna, que sigue en cierta medida el criterio avalado por economistas como
Peter Drucker, que plantean que para solucionar los problemas económicos de déficit
comercial, no lo puede hacer con Japón y los Nic's Asiáticos ni con la CE, sino tratando de
vender a América Latina, particularmente bienes de capital.
Además, procura solucionar los problemas de seguridad; esta vez, no como los que se
planteaba según los criterios de la Guerra Fría, sino vinculados a problemáticas como el
narcotráfico, el medio ambiente, la subversión al estilo Sendero Luminoso en Perú, y las
crisis sociales provocadas por crisis económicas hiper-inflacionarias, al estilo “caracaso“.
Con el comunismo como hipótesis de conflicto, las agencias gubernamentales
norteamericanas se asociaban con las corporaciones militares latinoamericanas para
346
Resulta importante considerar que cuando se habla de “nuevas tendencias mundiales a la conformación de
conglomerados regionales”, en realidad se está hablando de una nueva orientación del sistema internacional -
dentro de ciclos sistémicos- pero no de una novedad en cuanto a las “tendencias”. Los conglomerados regionales
existieron también en el siglo pasado luego del reparto de Africa por las potencias europeas en el Conferencia de
Berlín de 1885; claro que esos “conglomerados regionales” estaban conformados por espacios coloniales y mano
de obra esclava. Lo mismo se puede decir de las relaciones “neocoloniales” de Gran Bretaña con los países de
América del Sur o de EUA con Centroamérica y el Caribe español. Las grandes potencias se mantuvieron
aisladas o independientes, porque así les convenía, mientras que manejaban dentro de su esfera de influencia a
los países hegemonizados -conglomerados hegemónicos-. Ahora, conforman “espacios regionales ampliados” -v.
gr. EUA-Canadá-México- porque les conviene, no porque es la “nueva tendencia mundial”; del mismo modo que
el “nacionalismo” que parecía perimido ahora aflora nuevamente y lo hará dentro de cien años o cuatrocientos, si
es necesario, del mismo modo que el sistema internacional “tenderá” a conformar espacios regionales ampliados
o se manejará en forma “atomizada” según la conveniencia o “interés ¿nacional?” de los actores. Todo esto
ocurre, porque actores como EUA o Japón, o los europeos, se manejan por su interés nacional acorde con un
proyecto y con una clara visión de lo que ocurre en el sistema internacional y cómo incidir en él o mejor
protegerse de las situaciones que pueden perjudicarlos. Por lo tanto siguen la estrategia “atomizadora” o
“integracionista” según les convenga.
347
A México no le queda otra alternativa, ya que, de hecho, está “integrado” en un 60% de su comercio y
economía en general a EUA.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 195
erradicarlo. Pero cuando el narcotráfico ocupa el centro de las preocupaciones de EUA,
las fuerzas armadas latinoamericanas -en modo especial los ejércitos- experimentan una
“devaluación política” ya que el combate del narcotráfico puede realizarse con grupos
policiales especializados. Además, experiencias como las de Malvinas (1982) y del Gral.
Manuel A. Noriega (1989), confirmaron en el “establishment” de EUA la percepción de
que los militares latinoamericanos no son confiables.
Así como bajo la hipótesis del “peligro comunista”, la alianza con las corporaciones
militares era prioritaria para EUA, bajo la hipótesis de amenaza del narcotráfico (y de la
deuda externa; por ejemplo, extensión de los “caracasos”) la alianza prioritaria es con
las corporaciones económicas privadas para recrear un escenario de libertad de
mercados a través de la inversión privada (no de la ayuda de Estado a Estado), de
reducción de deuda (?) y de la creación de una ZLC.
348
La Argentina mantuvo esta perspectiva.
349
Que sean civiles y que hayan asumido por medio de elecciones, no garantiza que se trate de gobiernos
“democráticos”.
350
Aparte de no existir un proyecto (nacional y regional), por parte de los países de la región, de inserción
internacional -incluso no hay una verdadera percepción de lo que pasa en el mundo, salvo que hay cambios- aún
persiste la concepción de que “los costos de una postura dependiente” aún son más bajos que los de una “postura
autonómica”.
351
En esto se continúa obedeciendo a las problemáticas de seguridad de EUA y no de la región, o al interés
nacional de los países de la región individualmente.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 197
Como agravante, aún se sigue con el “estigma” del viejo orden, por lo que todos los
análisis se continúan haciendo privilegiándose al “segmento seguridad” en el marco del
eje estratégico-militar, en vez de comenzar a privilegiar los segmentos “financiero-
comercial-industrial-científico-tecnológico” en el marco del predominio del eje
económico.
Pareciera que para el futuro orden mundial es más importante lo que EUA -haciendo uso
de Naciones Unidas- hace en Bosnia-Herzegowina, que los conflictos que hay entre Japón
y EUA en materia de comercio, por ejemplo.
Los cambios profundos que se han dado en los '80, particularmente post-Reykjavík,
prometieron mejores perspectivas para los países de la región, pero su dirigencia no supo
aprovecharlas.
No obstante, las posibilidades que tienen los gobiernos, sean de países desarrollados como
subdesarrollados, en un mundo en el que los actores transnacionales ya no son un dato de
la realidad, sino los que están comenzando a generar las reglas del juego -por ejemplo la
banca privada transnacional en materia de deuda o de flujo de inversión por ejemplo-,
son muy escasas.
El sector privado “transnacional” ha logrado un gran predominio de las relaciones
mundiales, favorecido por la finalización de la pugna Este-Oeste y la desintegración del
sistema bipolar basado en la “guerra fría”; quedando también América Latina sumergida
bajo la influencia de estos actores; lo que permite entender por qué resultan bienvenidos
los gobiernos civiles que sean “funcionales” a los cambios estructurales en el Estado y que
favorezcan “privatizaciones”, y no los gobiernos militares.
La falta de un orden estable; la decadencia del sistema bipolar; el predominio de factores
económico-comerciales-financieros-tecnológicos, por sobre los estratégico-militares; el
desplazamiento y difusión del poder mundial hacia otros Estados como Japón y los Nic's
asiáticos y los países europeos centrados en Alemania unificada, junto a actores
transnacionales, como la banca, principalmente y empresas de servicios, que también
tienen que ver -con independencia de la dirigencia de los principales Estados- en la re-
configuración del orden mundial; y otros factores, contribuyen a que América Latina haya
perdido de pronto el impulso dentro de la denominada cuarta etapa y haya ingresado en
una quinta etapa poco favorable -particularmente por incapacidad de su dirigencia- para
su orientación hacia una mayor autonomía de desempeño.
Con la desintegración del sistema bipolar y la carencia de un orden estable, los Estados,
aún los poderosos como EUA, Japón o Alemania pugnan por imponer reglas básicas que
los beneficien en los distintos sectores que abarcan las relaciones internacionales, pero con
poco éxito. Hay otros actores relevantes, que ya se venían contabilizando como tales
desde décadas anteriores, que son los “transnacionales”; no obstante ello, recién ahora se
observa su real poder generador de pautas de orden, especialmente en el caso de la banca
privada transnacional respecto del flujo financiero, la deuda, las inversiones.
Estas nuevas situaciones, están acompañadas de fenómenos tales como la reestructuración
del Estado, el predominio del sector privado en el desarrollo de las principales actividades
que anteriormente se consideraban como exclusivas e incluso excluyentes del Estado,
198 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
llegándose incluso a un proceso de privatizaciones, en gobiernos que en décadas
anteriores habían adoptado conductas nacionalizantes.
Los grandes cambios que se gestan en el sistema mundial, acompañados por una alta
incidencia de la productividad basada en el desarrollo tecnológico y en el ingreso al
capitalismo mundial de la mano de obra barata asiática -400 millones de chinos que
cobran un promedio de 370 dólares anuales- provoca una ola de desocupación en todo el
mundo, incluyendo el mundo industrializado, que genera importantes conflictos sociales
que vienen en reemplazo, junto al narcotráfico y los nacionalismos, de la vieja guerra fría.
Todos estos fenómenos retoman a una América Latina desarticulada e incapaz de adoptar
decisiones propias, sea en el nivel individual, como en el nivel regional. Ahora su destino
se está tejiendo alrededor de las superestructuras geo-económico-comerciales lideradas en
el caso americano por EUA en el marco del NAFTA, que trata de afrontar y enfrentar a
otras superestructuras como la CE y Japón junto a los Nic's asiáticos.
En última instancia, la cuarta etapa, que había asomado como la posibilidad de una mejor
inserción de la región en el contexto mundial con características más “autonómicas”, ha
llegado a su fin, en forma inconclusa y sin posibilidades futuras.
352
Ver Diario “Clarin” de Buenos Aires, del 13 de mayo de 1995.
200 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
ANEXOS
ANEXO A
A.1. Tratado sobre reclamaciones por daños y perjuicios pecuniarios (en vigor 5 años).
S=36,8%, Rd=47,4%, R=5,32%, NO=10,5%.
A.2. Tratado de extradición y protección contra el anarquismo. S=47,4%, Rd=15,8%,
Rdr=5,3%, Rr=10,5%, R=5,3%, Sr=5,3%, NO=10,5%.
Debe tenerse en cuenta también el Código de Bustamante, especialmente los artículos
344-381 y la Convención sobre Extradición suscrita en la Séptima Conferencia (Ver
A.35.).
A.3. Convención sobre el ejercicio de profesiones liberales. S=42,1%, Rd=42,1%,
NO=10,5%.
Véase también el Tratado General de Arbitraje Interamericano y el Protocolo de Arbitraje
Progresivo, suscritos en la Conferencia Internacional Americana de Conciliación y
Arbitraje, Washington D.C. 1928/29 (B.5. y B.6.). Lo denunció República Dominicana.
A.4. Convención sobre la formación de Códigos de Derecho Internacional Público y
Privado. S=47,4%, Rd=21,0%, R=21,0%, NO=10,5%.
Esta Convención establecía la creación de una Comisión a los efectos de elaborar
proyectos de Código. No se llegó a establecer, debido a que no se logró el número
indispensable de ratificaciones 353.
A.5. Convención para la protección de obras literarias y artísticas. S=47,4%, Rdr=36,8,
R=5,3%, NO=10,5%.
Fue modificado por la Convención suscrita en la Tercera Conferencia (A.12.).
A.6. Convención sobre canje de publicaciones oficiales, científicas, literarias e
industriales. Sr=35,0%, Rd=45,0%, R=5,0%, ARd=5,0%, NO=10,0%.
Véase también la Convención sobre intercambio de publicaciones suscrita en la
Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz, Buenos Aires 1938 (B.21.).
A.7. Tratado sobre patentes de invención, dibujos y modelos industriales y marcas de
comercio y fábrica. S=40,0%, Rd=35,0%, R=5,0%, ARd=5,0%, NO=15,0%
Fue modificada por la convención suscrita en la Tercera Conferencia (A.12.).
A.8. Convención relativa a los derechos de extranjería. S=26,3%, Rd=26,3%, R=26,3%,
NO=31,0%.
353
Fuente: Serie sobre Tratados N° 5, Estado de los Tratados y Convenciones Interamericanos, Secretaría
General de la Organización de Estados Americanos, 1976. Asimismo el Documento N° 32 - OEA/Ser.X/6.1
(SEPF), Edic. 1966. Ver también, Serie sobre Tratados N° 32, op. cit., pág. 2.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 201
Fue prorrogada hasta 1912 por la Convención sobre reclamaciones pecuniarias, suscrita en
la Tercera Conferencia y reemplazada por la Convención del mismo nombre, suscrita en
la Cuarta Conferencia (A.17.).
A.9. Tratado de arbitraje obligatorio. S=15,8%, Rd=31,6%, NO=52,6%
Entre los firmantes figuran Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Haití, Honduras,
México, Panamá y Estados Unidos.
A.10. Convención que fija la condición de ciudadanos naturalizados que renuevan su
residencia en el país de origen. S=28,57%, Rd=42,86%, D=14,29%, NO=14,29%.
A.11. Convención sobre reclamaciones pecuniarias (expiró el 31 de diciembre de 1912).
S=33,33%, Rd=57,14%, NO=9,52%
A.12. Convención sobre patentes de invención, dibujos y modelos industriales, marcas de
fábrica y comercio y propiedad literaria y artística. S=47,62%, Rd=42,86%, NO=9,52%
A.13. Convención sobre el derecho internacional. S=9,52%, Rd=80,95%, NO=9,52%
A.14. Convención sobre patentes de invención, dibujos y modelos industriales. S=33,3%,
Rd=57,1%, Ad=4,8%, D=4,8%
Esta convención reemplaza al Tratado suscripto en 1902 (A.7.) y a la convención suscrita
en 1906 (A.12.)
A.15. Convención sobre marcas de fábrica y comercio. S=28,6%, Rd=47,6%, Ad=4,8%,
D=19,0%
Los denunciantes son Costa Rica (1921), Guatemala (1920), Honduras (1922) y Nicaragua
(1913).
Esta convención reemplaza al tratado de 1902 (A.7.) y a la convención firmada en 1906
(A.12.). Fue reemplazada por la convención de 1929 (B.7.). Las oficinas que debían
establecerse en La Habana y Río de Janeiro para centralizar el registro de marcas de
fábrica no llegaron a funcionar debido a que la convención no fue ratificada por un
número suficiente de Estados 354.
A.16. Convención sobre propiedad literaria y artística. S=14,3%, Rd=80,9%, Ad=4,8%
Sobre el tema también rigen las convenciones interamericanas firmada en México en 1902
(A.5.), en Río de Janeiro en 1906 (A.12.) que ha sido reemplazada por (A.20), en La
Habana en 1928 (A.30.) en Washington D.C. en 1946 (B.28)
A.17. Convención sobre reclamaciones pecuniarias S=42,9%, Rd=52,4%, Ad=4,8%.
Entró en vigor el 1° de enero de 1913, el día siguiente de expirar el tratado sobre la misma
materia suscripto en México el 31 de enero de 1902 (A.1.) y prorrogado por al convención
suscrita en Río de Janeiro en 1906 (A.11.) 355.
354
Serie sobre Tratados N° 9, Tratados y Convenciones Interamericanos, Firmas, Ratificaciones y Depósitos
(con notas explicativas), (Washington D.C., Unión Panamericana, 1961), pág. 17.
355
Ibídem, pág. 19.
202 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
A.18. Tratado para evitar o prevenir conflictos entre los Estados Americanos (Tratado
Gondra, en honor al delegado paraguayo propiciante). S=4,76%, Rd=66,67%,
Ard=19,05%, Rdr=4,76, ARdr=4,76%.
Los adherentes son Bolivia, Costa Rica, El Salvador, México y Perú. Argentina es simple
firmante, mientras que el resto de los Estados lo ratificó depositando el instrumento.
Uruguay lo ratificó con reservas, y la adhesión de Perú lo fue con reservas también. Fue
derogado por el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá 1948).
Sigue rigiendo para aquellos Estados que no ha ratificado el Pacto. En líneas generales el
Pacto establecía la convocatoria de una Comisión investigadora, previo compromiso de no
ejecutar actos hostiles de ninguna naturaleza en cuestiones que no se hubieran podido
resolver por vía diplomática o por arbitraje.
Se establecen dos comisiones permanentes, una con sede en Washington D.C. y otra en
Montevideo. Los antecedentes los podemos encontrar en las convenciones de La Haya de
1899 y 1907 y en los llamados Tratados Bryan, donde se establecen comisiones de
investigación para el arreglo pacífico de controversias 356.
A.19. Convención sobre publicidad de documentos aduaneros. S=33,3%, Rd=52,4%,
NO=14,3%
A.20. Convención para la protección de marcas de fábrica, comercio y agricultura y
nombres comerciales. S=52,4%, Rd=28,6%, Rdr=4,8%, NO=14,3%.
Reemplazó a la Convención de Buenos Aires (A.15.). Ambas fueron posteriormente
reemplazadas por la Convención y el protocolo de Washington D.C. de 1929 (B.7. y B.8.)
A.21. Convención sobre uniformidad de nomenclatura para la clasificación de
mercaderías. S=28,6%, Rd=47,6%, R=4,8%, D=4,8%, NO=14,3%.
La Décima Conferencia Panamericana (Caracas 1954) recomendó en su Resolución
LXXXVIII “que, en vista de que la nomenclatura de Bruselas de 1913 resulta anticuada y
por eso mismo ha dejado inaplicable la Convención de Sgo. de Chile sobre uniformidad
de nomenclatura para la clasificación de mercaderías, los gobiernos ratificantes consideren
la conveniencia de retirarse de dicha Convención, según lo dispuesto en el Artículo 5, a
fin de que la Convención pueda ser abandonada legalmente por todas las partes” 357.
A.22. Convención sobre condiciones de los extranjeros. S=20,57%, Rd=61,9%,
Rdr=9,52%. Véase también la Convención sobre Derechos de Extranjería, México 1902
(A.8.) y el artículo 9 de la Convención sobre derechos y deberes de los Estados, firmada
en Montevideo en 1933 (A.40).
A.23. Convención sobre asilo. S=19,05%, Rd=71,43%, D=4,76%, Sr=4,76%. Modificada
por la convención firmada en Montevideo en 1933 (A.37.) y por la convención firmada en
Caracas en 1954 (A.46.).
356
Serie sobre Tratados N° 16, Tratados y Convenciones Interamericanos de Paz, OEA/Ser.X/2, Secretaría
General de la OEA, Washington D.C. 1972, págs. 5-9.
357
Serie sobre Tratados N° 9, op. cit., pág. 23.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 203
A.24. Convención sobre agentes consulares. S=33,33%, Rd=57,14%, Rdr=4,76%,
Sr=4,76%.
A.25. Convención sobre funcionarios diplomáticos. A=28,57%, Rd=61,90%, Rdr=9,52%
A.26. Convención sobre neutralidad marítima. S=52,38%, Rd=33,33%, Rdr=4,76%,
Sr=9,52%
A.27. Convención sobre deberes y derechos de los Estados en caso de luchas civiles.
S=14,29%, Rd=80,95%, Rdr=4,76%.
Véase también el Protocolo a la Convención (C.14.) sobre Deberes y Derechos de los
Estados en caso de Luchas Civiles.
A.28. Convención sobre tratados. S=47,6%, Rd=38,1%, Sr=9,5%, NO=4,8%.
Véase además en materia de procedimientos la Resolución 29 de la Octava Conferencia
Panamericana de 1938, y las Reglas formuladas por el antiguo Consejo Directivo de la
Unión Panamericana el 4 de Mayo de 1932, en cumplimiento del artículo 7mo de la
Convención sobre la Unión Panamericana (A.32.)
A.29. Convención sobre aviación comercial. S=47,6%, Rd=23,8%, Rdr=4,8%, D=28,8%.
Esta convención y la de París de 1919 han sido reemplazadas por la convención sobre
aviación civil internacional de 1944 suscrita en Chicago.
A.30. Revisión de la Convención de Buenos Aires sobre protección a la propiedad literaria
y artística. S=61,9%, Rd=23,8%, R=4,8%, Sr=4,8%, NO=4,8%. Reemplaza a la
convención firmada en 1910 (A.16.). Fue a su vez reemplazada por la convención firmada
en 1946 (B.28.). Existen además sobre propiedad intelectual las convenciones firmadas en
la ciudad de México en 1902 (A.5.) y en Río de Janeiro en 1906 (A.12.).
A.31. Convención sobre derecho internacional privado (Código de Bustamante). S=4,8%,
Rd=33,3%, Rdr=38,1%, Sr=19,0%, NO=4,8%.
A.32. Convención sobre la Unión Panamericana. S=23,8%, Rd=76,2%. Esta convención
no entró en vigor debido a que requería la ratificación de las 21 Repúblicas Americanas.
No la ratificaron Argentina, Colombia, El Salvador, Honduras y Paraguay. Fue
reemplazada por la Carta de la Organización de Estados Americanos (A.41.).
A.33. Convención sobre nacionalidad de la mujer. S=19,05%, Rd=47,62%, Rdr=14,29%,
ARd=4,76%, Sr=9,52%, NO=4,76%. Véanse también las convenciones A.44 y A.45. El
adherente fue Costa Rica.
A.34. Convención sobre nacionalidad. Sr=4,76%, Rd=9,52%, Rdr=4,76%, ARd=4,76%,
ARdr=4,76%, D=4,76, NO=66,67%.
Los adherentes fueron Panamá (ARd) y Honduras (ARdr). El denunciante fue Brasil.
Véanse también las convenciones (A.10. y A.33.).
A.35. Convención sobre extradición. S=28,57%, Rd=28,57%, Rdr=28,57%, NO=14,29%
Véase también la cláusula opcional A.36.
204 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
A.36. Cláusula opcional a la Convención sobre Extradición. S=9,52%, NO=90,48.
Los firmantes fueron Argentina y Uruguay. Cabe destacar que Uruguay es uno de los
firmantes de la Convención sobre Extradición (A.35.).
A.37. Convención sobre el asilo político. S=9,52%, Rd=66,67%, ARd=4,76%, D=4,76%,
NO=14,29%.
El adherente es Costa Rica (ARd). Los no firmantes son Bolivia, EUA y Venezuela. El
denunciante es República Dominicana, el 6 de octubre de 1954 haciéndolo también con la
convención sobre asilo de La Habana de 1928 358. Véase también las convenciones (A.23.
y A.46.).
A.38. Convención sobre enseñanza de la historia. S=42,8%, Rd=38,1%, R=4,8%,
NO=14,3%
A.39. Protocolo adicional a la convención general de conciliación interamericana de 1929
(suscrita en la Conferencia Internacional Interamericana de Conciliación y Arbitraje en
Washington D.C.). Fue derogado por el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas
(Pacto de Bogotá 1948). Sigue rigiendo entre los Estados que no han ratificado este Pacto:
Argentina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, EUA y Venezuela 359. Véase también (B.4.).
S=4,8%, A=4,8%, ARd=28,6%, AR=4,8%, Rd=9,6%, R=4,8%, NO, 38,1%.
A.40. Convención sobre derechos y deberes de los Estados. S=14,3%, Rd=61,9%,
Rdr=9,5%, ARd=4,8%, Sr=4,8%, NO=4,8%.
El adherente es Costa Rica (ARd). Véase también la Convención (A.27.) y el Protocolo
(C.14.) y los artículos 6 al 19 de la Carta de la OEA.
A.41. Carta de la Organización de Estados Americanos. Rd=88%, Rdr=12%. Entró en
vigor el 13 de diciembre de 1951 al depositar Colombia la 14 ratificación.
A.42. Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá). S=14,3%,
Sr=19,0%, D=4,8%, Rd=47,6%, Rdr=14,3%.
El denunciante es El Salvador (26 de noviembre de 1973). Ver lo dicho en (B.16.).
A.43. Convenio Económico de Bogotá. S=33,3%, Sr=52,4%, Rd=9,5%, Rdr=4,8%. Fue
ratificado sólo por Costa Rica, Honduras y Panamá. No entró en vigencia ya que no reunió
los 2/3 de ratificaciones depositadas.
A.44. Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer.
S=4,8%, Rd=76,2%, ARd=9,5%, NO=9,5%. Entra en vigor respecto de cada país en la
fecha de depósito del instrumento de ratificación. No la ratificó Venezuela. No la firmaron
Bolivia y México.
358
Serie sobre Tratados N° 9, op. cit., págs. 25 y 39. También Serie sobre Tratados N° 34 - OEA/Ser.X/7, págs.
47-50.
359
Serie sobre Tratados N° 9, op. cit., págs. 41 y 57. También Serie sobre Tratados N° 5, op. cit., pág. 8. Serie
sobre Tratados N° 16, op. cit., págs. 59 y 70.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 205
A.45. Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer.
S=19,0%, Rd=76,2%, NO=4,8%. Entra en vigor respecto de cada país en la fecha de
depósito del instrumento de ratificación. No la ratificaron Bolivia, Haití, Perú y
Venezuela. EUA no la firmó.
A.46. Convención sobre asilo diplomático. S=28,6%, Rd=52,4%, Rdr=4,8%, Sr=9,5%,
NO=4,8%. No la firmó EUA. Véase también (A.23. A.37. y A.47.) 360.
A.47. Convención sobre asilo territorial. S=19,0%, Rd=47,6%, Sr=28,6%, NO=4,8%.
Véanse las convenciones (A.23., A.37. y A.46.) 361.
360
4 Estados firmaron con reservas: Guatemala: “Hacemos reserva expresa del artículo 2 en cuanto declara que
los Estados no están obligados a otorgar asilo; porque sostenemos y concepto amplio y firme del derecho de
asilo. Asimismo hacemos reserva expresa del último párrafo del artículo 20, porque mantenemos que toda
persona sin discriminación alguna está bajo la protección del asilo”. Uruguay: “El gobierno del Uruguay hace
reserva del artículo 2 en la parte en que establece que la autoridad asilante, en ningún caso está obligada a
conceder asilo ni a declarar por qué lo niega. Hace asimismo reserva del artículo 15 en la parte en que establece:
...sin otro requisito que el de la exhibición por vía diplomática del respectivo salvoconducto visado y con la
constancia de la calidad de asilado se le considerará bajo la protección del Estado asilante”. “Finalmente hace
reserva del segundo inciso del artículo 20 pues el gobierno del Uruguay entiende que todas las personas
cualquiera sea su sexo, nacionalidad, opinión o religión, gozan del derecho de asilarse”. República Dominicana:
“1° la República Dominicana no acepta las disposiciones contenidas en el Artículo 7 y siguientes en lo que
respecta a la calificación de unilateral de la urgencia por el Estado asilante. 2° las disposiciones de esta
convención no son aplicables en consecuencia en lo que a la República Dominicana concierne, a las
controversias que puedan surgir entre el Estado territorial y el Estado asilante y que se refieren concretamente a
la falta de seriedad o a la inexistencia de una verdadera acción persecutoria contra el asilado por parte de las
autoridades locales”. Honduras: “La delegación de Honduras suscribe la convención sobre asilo diplomático con
las reservas del caso respecto a los artículos que se opongan a la constitución y a las leyes vigentes de la
República de Honduras”. Serie sobre Tratados N° 18, Convención sobre Asilo Diplomático, OEA/Ser.A/9
(SEPF), Edic. 1961.
361
Seis Estados hicieron reservas al firmarla, Guatemala: “Hacemos expresa reserva del artículo III en lo que se
refiere a la entrega de personas perseguidas por motivos o delitos políticos porque acordemente con las
disposiciones de su constitución política sostiene que dicha entrega de perseguidos políticos jamás puede
efectuarse. Dejamos constancia por otra parte que entiende el término internación contenido en el artículo IX
como simple alejamiento de las fronteras”. La delegación de Guatemala parece no haber entendido el artículo 2
de la convención, ya que el mismo dice “ningún Estado está obligado a entregar a otro Estado o expulsar de su
territorio a personas perseguidas por motivos o delitos políticos”; salvo que no le haya resultado satisfactorio el
término obligado, y prefirió aclarar según lo establecido en su constitución política, que esto no debía ocurrir
jamás. República Dominicana: “...suscribe la convención sobre asilo territorial con las siguientes reservas.
Artículo I La República Dominicana acepta el principio general consagrado en dicho artículo en el sentido de
que “todo Estado tiene derecho a admitir dentro de su territorio a las personas que juzgue conveniente”, pero no
renuncia al derecho de efectuar las representaciones diplomáticas que por consideraciones de seguridad nacional
estime conveniente hacer ante otro Estado. Artículo II acepta el segundo párrafo de este artículo en el sentido de
que el mismo afecta las prescripciones de la policía de fronteras. Artículo X la República Dominicana no
renuncia al derecho de recurrir a los procedimientos de arreglo pacífico de las controversias internacionales que
pudieran surgir de la práctica del asilo territorial”. México: “La delegación de México hace reserva expresa de
los artículos IX y X de la convención sobre asilo territorial, porque son contrarios a las garantías individuales de
que gozan todos los habitantes de la República de acuerdo con la constitución política de los Estados Unidos
Mexicanos”. Perú: “La delegación del Perú hace reserva al texto del artículo VII de la convención sobre asilo
territorial en cuanto discrepa del artículo VI del proyecto del Consejo Interamericano de Jurisconsultos con el
cual concuerda la delegación”. Honduras: “La delegación de Honduras suscribe la convención sobre asilo
territorial con las reservas del caso respecto de los artículos que se opongan a la constitución y a las leyes
vigentes de la República de Honduras”. Argentina: “La delegación de Argentina ha votado favorablemente la
convención sobre asilo territorial, pero formula reserva expresa sobre el artículo VII por entender que el mismo
206 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
A.48. Convención para el fomento de las relaciones culturales Interamericanas. S=61,9%,
Rd=38,1%. Véase (B.20.)
A.49. Convención para prevenir y sancionar los actos del terrorismo configurados en
delitos contra personas y la extorsión conexa cuando estos tengan trascendencia
internacional. Se adoptó en el Tercer Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea
General de la OEA (Washington D.C. 1971), cuyo propósito era estudiar los problemas
vinculados con el terrorismo. S=33,3%, Rd=20,8%, NO=45,8% 362.
no consulta debidamente ni resuelve satisfactoriamente que el problema que origina el ejercicio por parte de los
asilados políticos del derecho de libre expresión del pensamiento”. Serie sobre Tratados N° 19, Convención
sobre Asilo Territorial, OEA/Ser.A/10 (SEPF). Edic. 1961. El artículo VII de la Convención sobre Asilo
Territorial dice: “La libertad del expresión del pensamiento que el derecho interno reconoce a todos los
habitantes de un Estado no puede ser motivo de reclamación por otro Estado basándose en conceptos que contra
este o su gobierno expresen públicamente los asilados o refugiados, salvo el caso de que estos conceptos
constituyan propaganda sistemática por medio de la cual incite al empleo de la fuerza o de la violencia contra el
gobierno del Estado reclamante.”
362
Los países que no firmaron eta convención fueron: Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador,
Guatemala, Haití, Paraguay y Perú. La firmaron simplemente: Colombia, El Salvador, Honduras, Jamaica,
Panamá, Trinidad y Tobago, EUA y Uruguay. La ratificaron depositando el instrumento respectivo: Costa Rica
México, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela. Serie sobre Tratados N° 5, op. cit., pág. 10.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 207
ANEXO B
B.1. Convención Interamericana de Comunicaciones Eléctricas. S=52,4%, Rd=19,0%,
NO=28,6%.
B.2. Código Sanitario Panamericano. Rd=81,9%, Rdr=4,8%, ARd=9,5%, Ad=4,8%.
B.3.1. Protocolo Adicional al Código Sanitario Panamericano. S=42,9%, Rd=38,1%,
NO=19,0%.
B.3.2. Protocolo Anexo al Código Sanitario Panamericano. S=42,9%, Rd=38,1%,
NO=19,0%.
Se adoptó en la Sexta Reunión del Consejo Directivo de la Organización Sanitaria
Panamericana (La Habana, 1952). Véase también B.2. y B.3.1.
B.4. Convención General de Conciliación Interamericana. S=9,5%, Rd=85,7%,
NO=4,8%.
B.5. Tratado General de Arbitraje Americano. Sr=19,0%, Rd=28,6%, Rdr=47,6%,
NO=4,8% 363.
363
Reservas hechas por las delegaciones al firmar el Tratado. Venezuela: “La Delegación de Venezuela suscribe
el presente Tratado de Arbitraje con las siguientes reservas: Primera. Quedan excluidos de este Tratado los
asuntos que, conforme a la Constitución o a las leyes de Venezuela, corresponden a la jurisdicción de los
Tribunales; y especialmente, los relativos a reclamaciones pecuniarias de extranjeros. En estos asuntos no
procederá el arbitraje sino cuando habiéndose agotado por el reclamante los recursos legales, aparezca que ha
habido denegación de justicia. Segunda. Quedan excluidos los asuntos regidos por acuerdos internacionales en
vigencia para esta fecha. “Chile: “Chile no acepta Arbitraje obligatorio para las cuestiones o hechos anteriores al
presente Tratado, ni lo acepta tampoco para aquellas cuestiones que, siendo de la competencia exclusiva de la
jurisdicción nacional pretendan las partes interesadas sustraerlas del conocimiento de las autoridades
establecidas, salvo que dichas autoridades se negasen a resolver sobre cualquier acción o aceptación que alguna
persona natural o jurídica extranjera les presente en la forma establecida por las leyes del país. “Bolivia: “...de
acuerdo con la doctrina y la política invariablemente sostenidas por Bolivia en el campo jurídico internacional,
(Bolivia) presta plena adhesión y suscribe el Tratado General de Arbitraje Interamericano que han de sancionar
las Repúblicas de América, formulando las siguientes expresas reservas: Primera. Podrán exceptuarse de las
estipulaciones del presente Convenio las cuestiones emergentes de hechos o de Convenciones anteriores a la
accesión del pacto indicado, así como las de conformidad con el Derecho Internacional correspondan a la
competencia exclusiva del Estado. Segunda. Queda igualmente entendido que para someterse al arbitraje una
controversia o litigio territorial, debe previamente determinarse en el compromiso la zona sobre que versará
dicho arbitraje.” Uruguay: “Voto por la afirmativa el Tratado de Arbitraje, con la reserva formulada por la
Delegación de Uruguay en la Quinta Conferencia Panamericana, propiciando el arbitraje amplio; y en la
inteligencia de que sólo procede el arbitraje en caso de denegación de justicia, cuando los tribunales nacionales
tienen competencia, según su propia legislación.” Costa Rica: “a) Las obligaciones contraidas en este Tratado no
anulan, abrogan ni restringen los convenios vigentes de arbitraje que existen ya entre Costa Rica y otra u otras
altas partes contratantes y no implican arbitraje, desconocimiento o re-discusión de cuestiones que hayan sido
resueltas por fallos arbitrales. b) Las obligaciones contraidas en este Tratado no implican el arbitraje de
sentencias dictadas por los Tribunales de Costa Rica en juicios civiles que les sean sometidos y respecto de los
cuales las partes interesadas hayan reconocido la competencia de dichos tribunales.” Honduras: “...formula
expresa reserva haciendo constar que sus disposiciones no serán aplicables a los asuntos o controversias
internacionales pendientes ni a los que promuevan en lo sucesivo sobre hechos anteriores a la fecha en que dicho
Tratado entre en vigor.” Guatemala: “1. Para someter a arbitraje cualesquiera cuestiones relativas a los límites de
la Nación, deberá proceder, en cada caso, la aprobación de la Asamblea Legislativa, de conformidad con la
Constitución de la República. 2. Las disposiciones de la presente Convención no alteran ni modifican los
Convenios y Tratados celebrados con anterioridad por la República de Guatemala.” Ecuador: “...reserva de la
208 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
B.6. Protocolo de Arbitraje Progresivo. S=47,6%, Rd=47,6%, NO=4,8%.
Tuvo vigencia pero fue reemplazado por el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas
(Pacto de Bogotá -1948 - A.42.), al igual que la Convención General sobre Conciliación y
el Tratado General de Arbitraje. Sigue rigiendo entre los Estados que no han ratificado el
instrumento reemplazante.
B.7. Convención General Interamericana de Protección Marcaria y Comercial. S=38,1%,
Sr=4,8%, Rd=47,6%, NO=9,5%.
B.8. Protocolo sobre Registro Interamericana de Marcas de Fábrica. S=47,6%, Rd=4,8%,
D=23,8%, NO=23,8%.
B.9. Tratado Antibélico (Saavedra Lamas) de No Agresión y Conciliación. A=4,8%,
ARd=28,6%, ARdr=33,3%, Rd=23,8%, Rdr=4,8%, NO=4,8%.
jurisdicción del arbitraje obligatorio convenido en el presente Tratado: 1. Las cuestiones actuales regidas por
Convenios o Tratados vigentes; 2. Las que surgieren por causas anteriores o provinieren de hechos preexistentes
a la firma de este Tratado; 3. Las reclamaciones pecuniarias de extranjeros que no hubiesen agotado previamente
los Tribunales de Justicia del país entendiendo que tal es el espíritu que informó el alcance que el gobierno
ecuatoriano han dado siempre a la Convención de Buenos Aires del 11 de agosto de 1910.” Colombia: “Primera:
Las obligaciones que por ella contraiga la República de Colombia se refieren a las diferencias que surgieren de
hechos posteriores a la ratificación de la Convención; Segunda: a menos que se trate de un caso de denegación
de justicia, el arbitraje previsto en esta Convención no es aplicable a las cuestiones que se hayan originado o se
originaren entre un ciudadano, una sociedad o una corporación de una de las Partes y el otro Estado contratante
cuando los Jueces o Tribunales de este último Estado son, de acuerdo con su legislación, competentes para
resolver la controversia.” Paraguay: “Suscribo este Tratado con la reserva de que el Paraguay excluye de su
aplicación las cuestiones que afecten directa o indirectamente la integridad del territorio nacional y no sean
meramente de fronteras o límites.” México: “México hace la reserva de que las diferencias que caigan bajo la
jurisdicción de los tribunales, no sean objeto del; procedimiento previsto por la Convención, sino por denegación
de justicia, y hasta después que la sentencia dictada por la autoridad nacional competente haya pasado a la
categoría de cosa juzgada.” El Salvador: “1. Después de las palabras del inciso primero del artículo primero en
que dice: 'en virtud de un Tratado o por otra causa' deben agregarse estas: 'posterior a la presente Convención'.
Continúa el artículo sin otra variación. 2. El inciso A) del artículo dos lo acepta la Delegación sin las palabras
finales que dicen: 'y que no estén regidas por el Derecho Internacional', las que deben tenerse por suprimidas. 3.
No quedan comprendidas en este Tratado las controversias o diferencias sobre puntos o cuestiones que, según la
Constitución Política de El Salvador, no deben someterse a Arbitraje, y 4. las reclamaciones pecuniarias contra la
Nación, serán decididas por sus jueces y tribunales por corresponder a ellos el conocimiento y sólo se recurrirá a
arbitraje internacional en los casos previstos por la Constitución y leyes salvadoreñas, esto es por denegación de
justicia o retardo anormal en administrarla.” República Dominicana: “...lo hace en la inteligencia de que las
controversias relativas a cuestiones que son de competencia de sus tribunales no serán diferidas a la jurisdicción
arbitral sino de acuerdo con los principios del Derecho Internacional.” Reservas al Ratificarse el Tratado: Chile:
Con la reserva formulada al firmarlo. Colombia. Con la reserva formulada al firmarlo. Ecuador: “Con el objeto
de buscar los medios más adecuados para generalizar y hacer efectivos los instrumentos de paz americanos, la
República de Ecuador abandona la Primera y Segunda Reservas formuladas por el Representante de Ecuador en
el momento de firmar el mencionado Tratado General de Arbitraje Interamericano, de acuerdo con el Artículo
Primero del Protocolo de Arbitraje Progresivo del 5 de enero de 1929; reservas que fueron declaradas en esta
forma.” (A continuación enumera las reservas hechas al firmar). Estados Unidos de América: “...Siendo
entendido, como parte de tal ratificación que cada caso, del acuerdo especial ha de ser hecho exclusivamente por
el presidente y, además, de conformidad de acuerdo con el consejo y el consentimiento del Senado, dada la
aprobación de las dos terceras partes de los Senadores que se hallen presentes.” El Salvador: Con la reserva
formulada al firmarlo. Guatemala: Con la reserva formulada al firmarlo. Véase también el Tratado de Arbitraje
Obligatorio firmado en México en 1902, durante la Segunda Conferencia Panamericana. Ver Anexo A (A.9.).
Serie sobre Tratados N° 6, op. cit., págs. 15-21.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 209
Fue derogado por el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá -
1948). Sigue rigiendo entre los Estados que no han ratificado el instrumento reemplazante.
B.10. Convención sobre Represión del Contrabando. S=81,0%, Rd=19,0%.
B.11. Convención relativa a la creación del pasaporte Panamericano de turismo y del
pasaporte de tránsito de vehículos. S=81,0%, Rd=9,5%, NO=9,5%.
B.12. Convención sobre tránsito de aviones. S=76,2%, Rd=14,3%, Rdr=4,8%, NO=4,8%.
B.13. Convención sobre la creación de Juntas Panamericanas de Comercio. S=85,7%,
R=4,8%, Rd=9,5%
B.14. Convención sobre Mantenimiento, Afianzamiento y Restablecimiento de la Paz.
S=19,0%, Rd=66,7%, Rdr=14,3%.
Entró en vigor el 5 de agosto de 1937 al depositar Estados Unidos su instrumento de
ratificación. No la ratificaron Argentina, Bolivia, Perú y Uruguay.
B.15. Protocolo Adicional Relativo a No Intervención. S=23,8%, Rd=71,4%, Rdr=4,8%.
Entró en vigor el 25 de agosto de 1937, al depositar Estados Unidos su instrumento de
ratificación. No lo ratificaron Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay. Ecuador fue
el único país que hizo reservas al ratificarlo 364.
B.16. Tratado Relativo a la Prevención de las Controversias. S=29,6%, Rd=62,0%,
Rdr=4,7%.
Entró en vigor el 29 de julio de 1937 al depositar Estados Unidos el instrumento de
ratificación. Ha sido derogado por el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto
de Bogotá - 1948), pero sigue rigiendo entre los Estados que no han ratificado este Pacto:
Argentina, Bolivia, Cuba (ahora se encuentra fuera del Sistema Interamericano), Chile,
Ecuador, Estados Unidos, Guatemala y Venezuela. Argentina y Bolivia no han ratificado
el Tratado, por lo que tampoco rige para estos países, al igual que en los casos que hemos
enumerado anteriormente, en que alguno de los países que no han ratificado el Pacto de
Bogotá mantienen la vigencia del instrumento analizado. En la medida en que el Pacto de
Bogotá entre en vigencia para los Estados que lo ratifiquen, cesan entre las partes los
efectos de los siguientes Tratados: A.39., B.4., B.5., B.9., B.16., B.17. y B.18. 365.
B.17. Tratado Interamericano de Buenos Oficios y Mediación. S=28,6%, Rd=66,7%,
Rdr=4,8%.
364
Reserva del Ecuador: “...declara que lo admite (al Protocolo) en todos los casos y sin reservas, siempre que el
procedimiento de consulta determinado por la Convención sobre Mantenimiento, Afianzamiento y
Restablecimiento de la Paz, no se juzgue como intervención directa ni indirecta.” Serie sobre Tratados N° 16,
Tratados y Convenciones Interamericanos de Paz, OEA/Ser.X/2, Secretaría General de la OEA, Washington
D.C., 1972, pág. 42.
365
Ver Serie sobre Tratados N° 16, op. cit., págs. 44-47. Guatemala fue el único país que hizo reservas al
ratificarlo: “...respecto al artículo primero de que la Comisión Bilateral Mixta se entiende, no como recursos
obligatorio, sino facultativo.” Serie sobre Tratados N° 16, op. cit., pág. 46.
210 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
Entró en vigencia el 29 de julio de 1937, al depositar el instrumento de ratificación
Estados Unidos. Fue derogado por el Pacto de Bogotá de 1948, manteniéndose en
vigencia para los Estados que no hayan ratificado el Pacto.
B.18. Convención para coordinar, ampliar y asegurar el cumplimiento de los Tratados
Existentes entre los Estados Americanos. S=23,8%, Sr=9,5%, Rd=47,6%, Rdr=19,0%.
La Convención estableció el requisito de once ratificaciones para su entrada en vigor, que
se cumplieron al depositar Nicaragua su instrumento el 24 de noviembre de 1938. Fue
derogado por el Pacto de Bogotá de 1948, continuando en vigencia para todos aquellos
Estados que no hayan ratificado el Pacto.
B.19. Convención sobre la Carretera Panamericana. S=42,9%, Rd=57,1%.
Convención sobre el fomento de las relaciones culturales interamericanas. S=19,0%,
Rd=81,0%.
Véase también A.48.
B.21. Convención sobre el intercambio de publicaciones. S=38,1%, Rd=61,9%
B.22. Convención sobre facilidades a exposiciones artísticas. S=28,6%, Rd=71,4%.
B.23. Convención sobre la orientación pacífica de la enseñanza. S=33,3%, Rd=61,9%,
NO=4,8%.
B.24. Convención sobre facilidades a las películas educativas o de propaganda. S=23,8%,
Rd=61,9%, Rdr=9,5%, No=4,8%.
A.25. Convención sobre Administración Provisional de Coloniza y Posesiones Europeas
en América. S=14,3%, Sr=4,8%, Rd=76,2%, Rdr=4,8%.
Entró en vigor el 8 de enero de 1942, al depositarse la decimacuarta ratificación. No la
ratificaron Bolivia, Cuba, Chile y Paraguay. Argentina la ratificó con reservas, aduciendo
sus legítimos títulos y derechos sobre las Islas Malvinas 366.
B.26. Convención sobre el Instituto Indigenista Interamericano. S=9,5%, Rd=33,3%,
A=4,8%, ARd=38,1%, D=4,8%, NO=9,5%.
El denunciante es República Dominicana.
B.27. Convención sobre la Universidad Interamericana. S=85,7%, Sr=9,5%, Rd=4,8%.
El único ratificante hasta la fecha es Venezuela, que lo hizo en 1945.
B.28. Convención Interamericana sobre derecho de autor en obras literarias, científicas y
artísticas. S=28,6%, Rd=71,4%.
366
Connell-Smith, Gordon, El Sistema..., op. cit., págs. 140-146. También Conil Paz, Alberto y Ferrari, Gustavo,
Política Exterior Argentina (1930-1962), (Buenos Aires, Edic. Círculo Militar, 1971), págs. 62-71. Asimismo
Peterson, Harold F., La Argentina y los..., op. cit., págs. 453-463. Sobre el tema de la firma y ratificación del
instrumento B.25., ver Serie sobre Tratados N° 9, op. cit., pág. 79.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 211
Esta Convención reemplaza entre los Estados Contratantes a las siguientes Convenciones:
A.5., A.12., A.16. y A.30., pero no los afecta en los derechos adquiridos de acuerdo con
estas Convenciones.
B.29. Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. (TIAR). Rd=86,4%, Rdr=13,6%.
Fue ratificado por las 21 Repúblicas Americanas, incluyendo la posterior ratificación de
Trinidad y Tobago. Los que ratificaron con reservas son: Guatemala, Honduras y
Nicaragua.
B.29.1. Protocolo de Reformas al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)
(1975). S=61,9%, Sr=23,81%, Rd=14,29%.
Lo firmaron simplemente: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras,
Nicaragua, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, Lo firmaron haciendo declaraciones
o reservas: Bolivia, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Estados
Unidos. Lo ratificaron depositando el instrumento respectivo: Costa Rica, Haití y
República Dominicana 367.
Véase también B.29.
B.30. Convenio Interamericano para facilitar el transporte acuático internacional
(Convenio de Mar del Plata). Se adoptó en la Segunda Conferencia Portuaria
Interamericana (Mar del Plata - Argentina, 1963). S=30,0%, Sr=5,0%, Rd=30,0%,
Rdr=5,0%, NO=30,0%.
B.31. Protocolo de Reformas a la Carta de la Organización de Estados Americanos,
“Protocolo de Buenos Aires”. Rd=100%.
B.32. Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Pacto de San José de Costa
Rica”. S=40,9%, Rd=9,1%, Sr=4,5%, NO=45,4%.
No la firmaron Argentina (recién lo hace con el gobierno civil asumido en 1983), Bolivia,
Brasil, Haití, México, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Estados Unidos.
La firmaron simplemente, Chile, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua,
Panamá, Uruguay (con reservas). La ratificaron, Colombia, Costa Rica y Venezuela.
B.33. Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de Letras de
Cambio, Pagarés y Facturas. S=47,8%, Rd=13,9%, NO=39,1%.
B.34. Convención Interamericana sobre Conflicto de Leyes en materia de Cheques.
S=47,8%, Rd=13,0%, NO=39,1%.
B.35. Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional. S=47,8%,
Rd=8,7%, NO=43,5%.
367
Cabe desatacar que en la pág. 19 de la Serie sobre Tratados N° 5, los Estados aparecen como simples
firmantes o ratificantes, pero no acusan las reservas hechas. Los datos al respecto fueron tomados de la Serie
sobre Tratados N° 46, en la que se publica el Protocolo de Reformas al TIAR, Edic. 1975, OEA/Ser.A/1.Add
(Español.
212 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
B.36. Convención Interamericana sobre Exhortos y Cartas Rogatorias. S=47,8%,
Rd=13,0%, NO=39,1%.
B.37. Convención Interamericana sobre Recepción de Pruebas en el Extranjero. S=47,8%,
Rd=13,0%, NO=39,1%.
B.38. Convención Interamericana sobre Régimen Legal de Poderes para ser Utilizados en
el Extranjero. S=47,8%, Rd=13,0%, NO=39,1%.
ANEXO C
C.1. Convención sobre Reglamentación del Tránsito Automotor. S=61,9%, Rd=23,8%,
NO=14,3%.
C.2. Convenio sobre Aplicación de la Cláusula de la Nación más Favorecida (1934).
S=19,0%, Rd=9,5%, NO=71,4%.
Este instrumento está abierto a la firma también de los Estados no Americanos.
C.3. Tratado para la protección de Instituciones Artísticas y Científicas y Monumentos
Históricos (Pacto Roerich - 1935). A=47,6%, Rd=47,6%, R=4,8%.
C.4. Tratado sobre la Protección de Muebles de Valor Histórico (1935). S=14,3%,
Rd=19,0%, Rdr=4,8%, NO=61,9%.
C.5. Declaración sobre la Personalidad Jurídica de las Compañías Extranjeras (1936).
S=19,0%, Sr=9,5%, Rd=4,8%, Rdr=4,8%, NO=61,9%.
C.6. Protocolo sobre Uniformidad del Régimen Legal de los Poderes (1940). S=14,3%,
Sr=4,8%, Rd=4,8%, Rdr=19,0%, NO=57,1%.
C.7. Convención sobre el Establecimiento de un Banco Interamericano (1940). S=38,1%,
R=4,8%, NO=57,1%.
Esta Convención no entró en vigencia ya que la misma establece un mínimo de cinco
ratificaciones depositadas y que los Estados depositarios de sus instrumentos ratificatorios
convengan en suscribir por lo menos un total de 145 de las acciones del Banco 368. Véase
C.15.
C.8. Convención sobre la Protección de la Flora, la Fauna y las Bellezas Escénicas
Naturales de los países de América (1940). S=13,6%, Rd=72,7%, Rdr=4,5%, NO=9,1%.
C.9. Convención Interamericana del Café (1940). Rd=71,4%, NO=28,6%.
Fue puesta en vigencia por el Protocolo C.10. y prorrogada posteriormente por períodos
sucesivos de un año hasta el 30 de setiembre de 1948, en que expiró 369.
C.10. Protocolo al Convenio Interamericano del Café (1941). S=71,4%, NO=28,6%.
Véase C.9.
368
Serie sobre Tratados N° 9, op. cit., pág. 93. Ver también Séptima Conferencia Panamericana y Primera
Reunión de Consulta, (Panamá, 1939), sobre el tema de la creación de un Banco Interamericano.
369
Serie sobre Tratados N° 9, op. cit., pág. 95.
Relaciones Políticas entre EUA y América Latina 213
C.11. Convención sobre la Reglamentación del Tráfico Automotor Interamericano (1943).
S=9,5%, Rd=66,7%, Rdr=23,8%.
Véase también C.1.
C.12. Convención sobre el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (1944).
Ad=23,1%, ARdr=3,8%, Rd=69,2%, Rdr=3,8%.
Véase también C.12.1.
C.12.1. Protocolo de Enmienda a la Convención sobre el Instituto Interamericano de
Ciencias Agrícolas (1958). S=4,8%, Rd=80,9%, Ad=4,8%, ARd=4,8%, NO=4,8%.
No lo firmó Cuba. Los adherentes son Argentina (Ad0 y Uruguay (ARd). El Convenio
C.12. fue puesto en vigor por el Protocolo C.12.1. y prorrogado posteriormente por
períodos sucesivos de un año hasta el 30 de setiembre de 1948, fecha en que expiró 370.
371
C.13. Acuerdo sobre Privilegios e Inmunidades de la OEA (1949) . S=3,8%,
Rd=30,8%, Ad=3,8%, ARd=7,7%, NO=53,8%.
C.14. Protocolo a la Convención sobre Deberes y Derechos de los Estados en caso de
Luchas Civiles (1957). S=14,3%, Rd=33,3%, NO=52,4%.
C.15. Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (1959). Rd=96,0%,
NO=4,0%.
Cuba no lo firmó. La República Federal Alemana, Austria, Bélgica, Dinamarca, España,
Israel, Japón, Países Bajos, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Suiza y
Yugoslavia firmaron en 1976; todos menos Austria y los Países Bajos depositaron su
ratificación en la misma fecha. Véase también C.7. 372.
370
Serie sobre Tratados N° 5, op. cit., pág. 25.
371
Sobre el temas de los Privilegios e Inmunidades, ver Do Nascimento e Silva, Geraldo E., Diplomacy in
International Law, (Netherlands, A.W., Sijthoff Publisher, (1972), especialmente Parte IV.
372
Serie sobre Tratados N° 5, op. cit., pág. 25.
214 Luis DALLANEGRA PEDRAZA
ACTITUD MANIFESTADA POR CADA PAIS EN MATERIA DE COOPERACION JURIDICA
*
(Medida en porciento)
PAIS NO A Ad Ar AR ARd ARdr ARr D R Rd Rdr Rr S Sr %
ARGENTINA 22,12 0,96 1,92 18,27 1,92 49,04 5,77 100
373 69,23 7,69 23,08 100
BARBADOS
COLOMBIA 5,71 0,95 1,90 0,95 1,90 45,71 2,86 38,10 1,90 100
COSTA RICA 11,45 0,95 3,81 0,95 0,95 52,38 2,86 25,71 0.95 100
374 19,15 3,19 41,49 34,04 2,13 100
CUBA
CHILE 11,32 1,89 0,94 0,94 47,17 9,43 22,64 5,66 100
ECUADOR 7,55 0,94 0,94 6,60 54,72 4,72 0,94 21,70 1,89 100
EL SALVADOR 11,43 1,90 0,95 0,95 48,57 4,76 30,48 0,95 100
375 ------- ------- ------- -------- ------- ------- ------- ------ 100
GRENADA
GUATEMALA 10,68 2,91 2,91 1,94 48,54 2,91 27,18 2,91 100
HONDURAS 10,48 1,90 1,90 1,90 1,90 45,71 7,62 25,71 2,86 100
376 75,00 16,67 8,33 100
JAMAICA
*
Entre 1889/90 y 1976. 106 instrumentos jurídicos entre Tratados, Convencionews y Protocolos. Fuente: Serie sobre Tratados N° 5, Estado de los Tratados y
Convenciones Interamericanos. Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, 1976.
373
Los cómputos se hacen a partir de 1967
374
Los cómputos se hacen hasta 1962, fecha en que fue excluida de la OEA.
375
Se independiza en 1975 y en esa fecha solicitó su ingreso a la OEA, por lo que no entra en los cómputos.
376
Los cómputos se hacen a partir de 1969
MEXICO 15,24 2,86 0,95 0,95 46,67 8,57 21,90 2,86 100
NICARAGUA 3,85 0,96 0,96 2,88 0,96 1,92 53,85 1,92 0,96 31,73 100
PANAMÁ 16,04 0,94 2,83 1,89 62,26 16,04 100
PARAGUAY 11,32 2,83 33,02 0,94 49,06 100
PERÚ 9,80 1,96 0,98 38,24 1,96 44,12 2,83 100
REPÚBLICA 14,29 1,90 4,76 0,95 58,10 1,90 15,24 2,94 100
DOMINICANA
TRINIDAD Y 46,67 6,67 33,33 13,33 2,86 100
377
TOBAGO
ESTADOS 25,71 0,95 2,86 40,00 11,43 15,24 3,81 100
UNIDOS
URUGUAY 7,84 0,98 36,27 1,96 48,04 4,90 100
VENEZUELA 26,42 0,94 1,89 27,36 5,66 35,85 1,89 100
CANADÁ 77,78 11,11 11,11 100
GUYANA 80,00 20,00 100
NO= No firma ni adhiere. A= adhesión sujeta a ratificación. Ad= adhesión depositada. Ar= adhesión con reservas. AR= adhesión ratificada. ARd= adhesión ratificada y depositada. ARdr=
adhesión ratificada y depositada con reservas. ARr= adhesión ratificada con reservas. D= denunciado. R= ratificado. Rd= ratificado y depositado. Rdr= ratificado y depositado con reservas.
Rr= ratificado con reservas. S= signatario. Sr= signatario con reservas.
377
Los cómputos se hacen a partir de 1967.
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1ra ETAPA 11
PERIODO DE CONFORMACION DE LAS CONCEPCIONES BASICAS11
(1823/26-1889/90) 11
CAPITULO II 12
ESTABLECIMIENTO DE UN NUEVO SISTEMA DE RELACIONES 12
El Panamericanismo: 12
a.1) La Doctrina Monroe: 12
Relaciones Políticas entre EUA y América Lattina 247
a.2) La Propuesta de Bolívar: 14
2da ETAPA 19
PERIODO DE PUGNA ENTRE BOLIVARISMO Y MONROISMO 19
(1889/90-1948) 19
CAPITULO III 20
PANAMERICANISMO POR INERCIA 20
CARACTERISTICAS DEL PERIODO 20
CAPITULO IV 22
PRIMERA CONFERENCIA PANAMERICANA 22
SEGUNDA CONFERENCIA PANAMERICANA 24
TERCERA CONFERENCIA PANAMERICANA 25
CUARTA CONFERENCIA PANAMERICANA 26
PRIMERA APROXIMACION A LA REALIDAD INTERAMERICANA 27
CAPITULO V 30
INTENTO DE PANAMERICANIZACION DE LA DOCTRINA MONROE30
QUINTA CONFERENCIA PANAMERICANA 30
EL INTERVENCIONISMO NORTEAMERICANO EN CENTROAMERICA
Y EL CARIBE 32
CAPITULO VI 35
EL PRINCIPIO DE NO INTERVENCION Y LA SOLUCION PACIFICA DE
LOS CONFLICTOS 35
SEXTA CONFERENCIA PANAMERICANA 35
CONFERENCIA INTERNACIONAL AMERICANA DE CONCILIACION Y
ARBITRAJE 37
NUEVA APROXIMACION A LA REALIDAD INTERAMERICANA 39
CAPITULO VII 41
POLITICA DEL BUEN VECINO 41
SEPTIMA CONFERENCIA PANAMERICANA 42
PACTO SAAVEDRA LAMAS 44
CONFERENCIA INTERAMERICANA DE CONSOLIDACION DE LA PAZ
44
3ra ETAPA 60
PERIODO DE INSTITUCIONALIZACION, CONSOLIDACION Y
DESARROLLO DE LA CONCEPCION MONROISTA CON BAJO PERFIL
DE PARTICIPACION BOLIVARISTA (1948-1969) 60
Segunda Etapa del Panamericanismo 60
CAPITULO X 61
CARACTERISTICAS DEL SISTEMA INTERNACIONAL 61
PANORAMA POLITICO DE AMERICA LATINA EN LA SEGUNDA
POSTGUERRA 61
CONFERENCIA INTERAMERICANA PARA EL MANTENIMIENTO DE
LA PAZ Y LA SEGURIDAD DEL CONTINENTE 62
NOVENA CONFERENCIA PANAMERICANA 66
CARTA DE LA OEA 66
CARACTERISTICAS DE LA ORGANIZACION 68
PACTO DE BOGOTÁ 69