Sunteți pe pagina 1din 1
52 Los blanco, os judiosy nosotras Yo los reconozco a ustedes entre miles. Su costumbre de cumplir en exceso es traici6n. Esté incluso entre ustedes, que combaten el racismo antiblanco. Y con cusnta energia, ;qué tertible! Cuanto més lo hacen, cuanto més se distinguen, més sospechosos son. Como punto de comparacién, vean us- tedes la dulce tranquilidad de aquellos que no tienen nada que probar; los inocentes. Ustedes no son el verdadero pueblo elegido. Se les miente. Pero, en verdad, ustedes no lo igno- ran, Ninguna de sus opciones ideol6gicas los protege com- pletamente, ustedes no encuentran seguridad en ninguna parte, Igual que nosotros, ustedes se pasan la vida oscilando entre el desamor por ustedes mismos y la autoafirmacién. En el fondo, ustedes saben que el filosemitismo que muestra Francia es una méscara. Ustedes son judios, por lo tanto, dudan. Yo no sé exactamente lo que es ser judio, lo que me hace ser judio. Es una evidencia si se quiere, pero una evidencia medio- cre, una marca, pero una marca que no me vincula a algo preci- so, conereto: no es un signo de pertenencia, no esté ligado a una ‘reencia, a una religién, a una prictica, a una cultura, aun folelor, ‘una historia, a un destino, a una lengua, Mis bien serfa una au- sencia, una pregunta, una puesta en cuestién, una vacilacién, tuna inquictud: una certidumbre inquieta tras la cual se perfila otra certidumbre, abstracta, pesada, insoportable: la de haber sido designado judio...? Entonces, ustedes dudan, ;Puedo reprochérselos de for- ma decente? Estoy obligada a reconocerlo, sus opciones ideol6gicas, aunque dispares, estén determinadas por su con- dici6n. Es esa duda la que los hace internacionalistas. Es esa 2G, Perec, Nack Testos de la memoria y el obvide, Madrid, Abada, 2006.

S-ar putea să vă placă și