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Para Weber, la sociología es una ciencia que pretende entender la acción social.

La misma, es aquella que se


realiza en un sentido pensado por el o los actores y que se refiere a la conducta de otros. Toda acción que realiza
un individuo tiene ciertos requisitos:

1) El actor le otorga un sentido a la misma


2) Dicho sentido se remite a otro

La inacción también debe ser considerada una acción social. Aún cuando el actor no esté dándole un sentido
consciente a su acción, el sociólogo puede interpretarlo.
La realidad social, por otro lado, es incognoscible. Es por eso que para este autor el investigador necesariamente
construye tipos ideales al analizar su objeto de estudio. Los tipos ideales sirven para ubicar el objeto de estudio
causalmente en un proceso, compararlo con otros, para Weber, son “medios del pensamiento con el objetivo de
dominar espiritualmente lo empíricamente dado y solo pueden ser eso”. Es decir, el concepto nunca puede
reflejar la realidad. También afirma que el tipo ideal se obtiene mediante la exaltación unilateral de uno o de
algunos puntos de vista.

La acción social puede tipificarse con cuatro tipos ideales

1) Racional con arreglo a fines: La acción está determinada por los fines que se persiguen
2) Racional con arreglo a valores: La acción está determinada por un valor y se actúa en servicio del mismo, sin
importar los resultados de dicha acción.
3) Afectiva: Determinada por sentimientos. Es irracional
4) Tradicional: Está determinada por una costumbre arraigada que se sigue irracionalmente por arraigo.

Para Weber, una explicación que sólo se detenga en las causas materiales de su surgimiento es tan insuficiente y
unilateral como una que sólo apunte a las causas ideales. La realidad es multicausal. El autor explica que, el
sociólogo, por mas empeño que ponga en mantenerse imparcial, no puede evitar mirar sino a través de sus
propios valores. Por lo tanto, la elección de objeto de estudio es un resultado de la valoración del investigador.

La sociología Weberiana de la dominación: Weber define al poder como la posibilidad de imponer la


voluntad dentro de una relación social, contra toda resistencia que se le oponga, y más allá de en qué se base esa
posibilidad. Este concepto, como señala el propio autor es “sociológicamente amorfo” ya que puede tomar
formas muy diversas. De ahí que para Weber el poder es insuficiente para garantizar el orden social. En cambio,
la dominación es un tipo de poder que implica la posibilidad de encontrar obediencia a un mandato. Otro
concepto que define el autor es el de legitimidad, la cual implica la creencia del que obedece en la validez de la
dominación, en que quien imparte la orden tiene los atributos como para hacerlo, más allá de lo que opine el que
obedece sobre dicha orden.
Para Weber, el Estado se define por su pretensión al monopolio legítimo de la violencia dentro de un
determinado territorio geográfico. Sólo al Estado los individuos que habitan ese territorio le otorgan el derecho
al uso de la violencia. Para Weber, la dominación legítima puede estudiarse a través de tres tipos ideales

La dominación carismática: Se apoya en el carácter supuestamente extraordinario del gobernante, en su


carisma, en su pretensión de que se crea en sus cualidades singulares. Este tipo de dominación tiene una gran
capacidad de innovación ya que la palabra líder es suficiente para cambiar aspectos de la sociedad y, típico-
idealmente, no necesita sujetarse a ninguna tradición o norma. Pero, a su vez, es un tipo de dominación
inestable, ya que si el líder no satisface las necesidades y expectativas de los dominados puede perder su
legitimidad.

Dominación legal, su tipo más puro es la dominación burocrática, se fundamenta en que cualquier derecho
puede crearse y modificarse por medio de un estatuto sancionado correctamente en cuanto a la forma, es decir
mediante este tipo de dominación la clase dominante se vale de cuerpos legales para lograr su fin de mantener el
control de dominio.

La dominación tradicional; su tipo más puro es el dominio patriarcal, se basa en estructura de clases, es decir
que quien ejerce el dominio sobre el resto ha gozado tradicionalmente de ese poder, como ejemplo se puede
indicar el poder que tiene una monarquía en determinado país.

La modernidad según Max Weber. Weber tuvo gran interés en los orígenes del capitalismo, lo que lo llevo a
escribir “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. La indagación Weberiana comenzó a partir de una
investigación que denotaba que, tanto entre los capitalistas como entre los ejecutivos de las grandes empresas
había mayor porcentaje de protestantes que en la sociedad en su conjunto. Su preocupación, entonces, se centra
específicamente en entender qué llevó al individuo a actuar en los siglos XVI y XVII, en las primeras etapas de
un capitalismo que estaba tomando forma. Weber construye un tipo de conducta de vida que para él condensa lo
fundamental del espíritu del capitalismo. En esa conducta encuentra los fundamentos para comprender el tipo de
acción que caracteriza al individuo inserto exitosamente en la sociedad capitalista.
Con esta investigación, Weber realiza un aporte a la compresión histórica de los orígenes de la sociedad y la
cultura moderna, encontrando en esta ética religiosa un factor que coadyuvó a la conformación de este nuevo
universo cultural. Y esto, a través de analizar la acción social del protestante y del capitalista. El primero
actuaba de acuerdo a valores, en este caso religioso, mientras que el individuo imbuido en el espíritu del
capitalismo, actúa socialmente de acuerdo a un fin: enriquecerse.

Pensamiento de Max Weber

Weber a diferencia del pensamiento Marxista donde la prioridad fue la lucha de clases como el motor de
la historia, Weber se centró en la racionalización como la clave para el desarrollo de la civilización de
occidente, un proceso que iba guiado por la racionalidad plasmada en la burocracia, Weber entra más en detalle
sobre este tema en una de sus obras más importante llamada Economía y Sociedad. Su pensamiento también
señalaba que él comportamiento del ser humano iba determinado de acuerdo al lugar donde nace, la
cultura, la religión y de aquí partió su segundo libro más importante «La Ética Protestante y el Espíritu del
Capitalismo», donde Weber estudio como la religión ayudo al desarrollo económico de algunos países y en
otros no dio.

La religión protestante poseía mayor identificación con la producción de riquezas, justamente, por valorar
el mérito personal y el trabajo como medios de valorización espiritual, lo que llevo a países como Estado
Unidos a la consolidación del capitalismo y a la prosperidad económica.

En cambio, Weber creía que el catolicismo tradicional podría ser un factor impeditivo para el desarrollo y la
prosperidad económica de los países que practicaban esa religión. Esto se debía al hecho del ideario católico
predicar la condena del lucro.

Para Weber, las estructuras económicas y la lucha de las clases sociales son menos importantes que otros
factores de naturaleza cultural, como la mentalidad religiosa o filosófica o incluso la ética imperante.
En prácticamente todas las obras de Weber es posible percibir la fuerte presencia de la idea de tipo ideal.
La ética protestante y el espíritu del capitalismo abordan de forma brillante la relación entre la religión y la
economía. Sus contribuciones se dirigieron al análisis multicausal de los fenómenos sociales, es decir,
weber decía que los comportamientos del ser humano se limitaban por el lugar donde nace, la cultura, la
historia, y la religión algo que en su momento Hume menciono; Donde destacará factores culturales y
materiales en el surgimiento de las instituciones modernas y del consiguiente proceso de racionalización y
desencanto del mundo que las acompañan.

la sociología weberiana es esencialmente interpretativa y afirma que la empresa sería el resultado de las
formas de relación entre sus sujetos constituyentes. Por lo tanto, que la ciencia participa en un proceso
histórico general de racionalización e intelectualización de la vida, que el objeto de la sociología sería la
realidad infinita, de la cual sólo podríamos improvisar tipos ideales, que servirían como modelos interpretativos
(de acción social racional con relación a fines, acción social racional con relación a valores, acción social
afectiva, acción social tradicional). Por lo tanto, en la medida en que la realidad es infinita, no hacemos sino un
recorte, una interpretación, como un intento de explicarla. Es interesante a destacar, por lo tanto, que mientras
su contemporáneo Durkheim se basa en las ciencias naturales como un análisis del modelo metodológico,
Weber no cree que son leyes generales que explican todo el mundo social, porque para él, que van de
acuerdo a las dinámicas culturales.

Emile Durkheim creyó que el hombre no podía alterar las leyes sociales, pero si podía descubrirlas mejor para
poder adaptarse a ellas. La división del trabajo debía integrar a la sociedad, creando sentimientos de solidaridad,
mediante normas explicitas que actúen como valores y así crear una conciencia colectiva para que los hombres
puedan convivir.

Los hechos sociales son maneras de obrar, de pensar y de sentir exteriores al individuo. Los hechos sociales
son un conglomerado de estructuras sociales, normas y valores culturales externos y coercitivos para lo que él
denomina los actores. Hay que tratar los hechos sociales como cosas de la misma manera que los científicos
naturales tratan a los objetos físicos cuya realidad deben aceptar y explicar. En esta perspectiva
define institución como; todas las creencias y todas las formas de conducta instituidas por la colectividad.

Se interesó por la solidaridad grupal, orden social, crisis de creencias, por la anomia, etc. Para él, la sociedad era
algo más que la mera suma de los individuos, es una realidad específica que tiene caracteres propios.

En “Las reglas del método sociológico” intento dar respuestas a diferentes aspectos del estudio de lo social,
recomendando a los teóricos sociales estas tres reglas básicas:

1. Adoptar una postura carente de presuposiciones del científico investigador al enfrertarse a una realidad que
desconocen.

2. Evitar todo subjetivismo.

3. Tomar como objeto de investigación los fenómenos definidos por sus caracteres exteriores comunes.

La realidad social debe descubrirse, no en la conciencia colectiva, sino en el reino de los hechos sociales. El
rasgo característico del positivismo de Durkheim tiene así la única interpretación de enfocar la sociedad como
una realidad orgánica independiente que tiene sus propias leyes, su propio desarrollo y su propia vida. El
carácter prevalente y superior de la sociedad es una realidad de orden moral y esta sociedad implica un proyecto
moral, principios, normas y deberes. La vida social proviene de unas conciencias individuales asociadas y
combinadas. El grupo es diferente al individuo aislado. El hombre es hombre a medida que esta civilizado,
gracias a la sociedad el hombre se eleva de lo animal a la humanidad. Durkheim mantiene que todo lo que es
distintivamente humano como el lenguaje, moralidad, religión y actividad económica se atribuye y depende de
la sociedad. La sociedad implica un proyecto moral, principios, deberes y normas que permiten establecer
nuevas formas de solidaridad y cohesión. Separara la psicología de la sociología, subrayando que ninguna de
las explicaciones de los fenómenos sociales se encuentran en la psicología del individuo.

En su análisis del orden social asume que cuando las fuerzas morales de la vida social se desintegran, el
individuo se siente completamente a la deriva y es, cuando aparece su innovación conceptual mas distintiva: La
anomia, que es de este modo, una condición de la situación en la que la religión, gobierno y moralidad han
perdido toda su efectividad. La anomia es cuando la gente pierde el sentido de pertenencia a un grupo y ya no
saben cómo el grupo forma sus vidas, pierden su propia identidad, su sentido de la situación, algo parecido a la
alienación de Marx.

En “La división del trabajo social” establece las nuevas formas de solidaridad:

SOLIDARIDAD MECANICA: la conciencia colectiva tiene un rol fundamental y existe por si misma porque
persiste en el tiempo y une generaciones. Se da en sociedades homogéneas. La conciencia colectiva cubre la
conciencia individual y cuando se violan instituciones del grupo corresponden penas severas y represivas que
sirven para conservar la solidaridad mecánica. Obedece a que estados de conciencia resultan compartidos por
los integrantes de la sociedad. Opera en sociedades conformadas por individuos con nula división del trabajo,
donde trascienden los lazos de unión interpersonal.

SOLIDARIDAD ORGANICA: aparece en la división del trabajo. No se da automáticamente sino que debe
ser organizada. Se da en medida que las sociedades generan un ámbito funcional signado por la
complementariedad de actividades especializadas. Se da en sociedades heterogenias, con especialización de
funciones.

“El suicidio” es un fenómeno social, son fenómenos individuales que responden a causas social, se dividen en
tres: ALTRUISTA: Es el suicidio ligado a uan fuerte ligazón a la sociedad, cualquier obstáculo entre ellos es
impulso para el suicidio. EGOISTA: es motivado por el aislamiento, no hay lazos fuertes con la solidaridad
social. ANOMICO: no sabe aceptar los limites, aspira a mas y cae en la desesperación. En el libro se unen
teoría e investigación empiríca, donde se pone en práctica la metodología expuesta en “Las reglas del método
sociológico”.

Marx examina la sociedad capitalista que sustituyó a la estamental. Investiga el mecanismo de


funcionamiento de estas nuevas sociedades, centrándose en las nuevas clases sociales que emergen: la burguesía
y el proletariado, efectuando un estudio histórico del funcionamiento de otras sociedades, llegando al origen de
las sociedades humanas, para investigar el comunismo primitivo y las sociedades tribales, asiáticas, feudales,
etc. Tras este análisis socio económico e histórico elabora una proyección de cómo podría ser la sociedad
futura.

La metodología del Marx es el materialismo histórico, un saber de acontecer social, que reune la teoría
y la práctica. Es histórico en tanto en cuanto las generalizaciones científicas que intenta establecer tratan del
curso de la historia humana. La historia para él, es un proceso de evolución a través del cual las sociedades
pasan por varias etapas, destruyendo cada etapa a la anterior, pero construyéndose sobre ella. Predice la
inminente caída revolucionaria del sistema capitalista y del estado siguiendo lo que Engels denominó la lucha
darwiniana por la supervivencia entre las clases. Utiliza la idea de la dialéctica como proceso de argumento
que lleva a la refutación de una proposición resolviendo sus contradicciones inherentes. De esta dialéctica
aplicada al análisis crítico de la sociedad capitalista contemporánea, unifica los valores sociales y los hechos
sociales, inclinándose por el estudio de las relaciones sociales y dejando a un lado las grandes abstracciones.

Existen cinco puntos básicos de estudio recogidos en su obra:

1. El potencial humano; capacidades y aptitudes de las personas; necesidades y deseos; la conciencia de sí


mismos y del medio que les rodea; las actividades (trabajo y creatividad); y la sociabilidad.
2. Alienanción; para analizar las estructuras del capitalismo, por la disfuncionalidad de este modo de producción
que resulta de la actividad productiva, respecto al producto que se obtiene de esa actividad. Para él era la
conformación de la nueva exclavitud, productos materiales que llegaban a dominar la vida del hombre. La
condición de convertirse en el esclavo de los propios productos que realiza una persona.
3. Estructuras de sociedad capitalista; análisis de las relaciones sociales, de las mercancías, del capítal, de la
propiedad privada, de la división del trabajo y de la clase social.
4. Aspectos culturales, que existen en la conciencia de clase, en la falsa conciencia y en la ideología.
5. Economía, en cuanto valor de su uso y valor de cambio.

Pretendía descubrir la estructura y funcionamiento de los medios de producción a través de la dinámica


de conflictos y antagonismos y para ello necesitaba de una definición de las leyes del capitalismo.

Entendía a los individuos como seres sociales que desarrollan su naturaleza en la sociedad marco donde se
producen las interacciones sociales, y las más importantes eran aquellas que se realizaban en la producción de
materias. Se trataba de llegar a conocer científicamente las leyes del desarrollo social para determinar los
principales factores que daban lugar a la génesis del cambio y la dinámica social, siendo para él el conflicto de
clases como el más genérico motor de la historia. Marx convencido de que no se puede comprender a la
sociedad moderna sin comprender la evolución de su sistema económico.

Marx distingue en toda mercancía su valor de uso de su valor de cambio. El valor de uso es el valor que un
objeto tiene para satisfacer una necesidad. Este concepto se refiere a los rasgos de las cosas gracias a los cuales
nos son útiles para la satisfacción de cualquier tipo de necesidad, desde las más biológicas como comer, hasta
las más espirituales como las que se refieren al ocio y el mundo de la cultura. El valor de cambio es el valor que
un objeto tiene en el mercado, y se expresa en términos cuantitativos, medidos por el dinero. La fuerza de
trabajo tiene un valor de cambio (el sueldo que recibe el trabajador) y un valor de uso (su valor para producir
otras mercancías). Plusvalía
Beneficio que obtiene el capitalista con la venta de las mercancías producidas por el trabajador.

Existen relaciones de explotación entre los seres humanos, y que esta explotación se funda en que unos pocos
son los que poseen los medios de producción mientras otros muchos no y, por tanto, deben trabajar a cambio de
un salario. A esta relación la llama Marx la estructura. La denomina así porque es la base, los pilares, sobre los
que se mantiene el capitalismo. Sin esta base económica donde se dé la propiedad privada y sin dos clases
sociales (la capitalista y la obrera), sería imposible pensar el capitalismo.
Sin embargo notamos nosotros que estamos siendo explotados. Acaso las leyes no dicen que somos hombres
libres e iguales. Para Marx, esto se debe a que existe una superestructura que se encarga de que nada afecte a
la base económica y que, de algún modo, disimula la explotación que se da en la estructura. Para Marx, la
superestructura consiste en la sociedad política que nos organiza socialmente (el Estado y sus instituciones, las
leyes, la policía, la educación, etc.), a lo que otros marxistas luego agregarán .también la sociedad civil (la
ideología, las tradiciones, las religiones, etc.) todo aquello que nos conduce a comportarnos de determinado
modo.

Por fuerzas productivas se entiende la actividad productiva de los individuos reales en sus relaciones de
cooperación. Una fuerza productiva es una fuerza social. Incluye ante todo la fuerza de trabajo real de los
hombres que trabajan. Es la fuerza social de estos trabajadores vivos, mediante la cual producen los medios para
satisfacer las necesidades naturales y sociales de su existencia.
La frase “relaciones de producción”, se refiere a “relaciones de propiedad” fundamentales de una sociedad. En
el proceso de la producción, los hombres trabajan con otros hombres, pero también trabajan para otros
hombres. Bajo el capitalismo, los que poseen y controlan los medios de producción tienen gran poder sobre
quienes no lo poseen ni controlan. Así, el concepto de “relaciones de propiedad” se convierte en el punto de
partida de Marx para explicar las clases sociales. Marx considera que el “modo de producción” se compone de
dos partes: “relaciones de propiedad” y “fuerzas productivas”. Las relaciones de propiedad pueden promover o
trabar el crecimiento de las fuerzas productivas. A medida que cambia el “modo de producción”, se modifican
de manera concomitante otras esferas de la conducta social. La estructura económica cambiante de una sociedad
determina transformaciones en su estructura social como un todo, y en la conciencia de sus miembros.
Antes de toda división de trabajo entre las actividades materiales y mentales de los hombres, su hacer y su
pensar estaban estrechamente entrelazados. La nueva división de trabajo dio origen a una variedad de esferas
ideológicas distintas, cada una de ellas con sus propios profesionales, interesados en mantener sus respectivas
esferas. La división de trabajo, en general, era para Marx una condición negativa, porque si bien aumentaba la
fuerza productiva de los hombres, también los aprisionaba en estrechas esferas de actividad de las que no
podían escapar sin perder sus medios de vida. La base material de la futura emancipación humana, el desarrollo
de las fuerzas productivas, costaba mientras tanto un precio muy alto.

Burgueses y proletarios: Sin duda uno de los puntos fuertes del comunismo, es la idea de lucha que hay entre
los burgueses y el proletariado. En esta lucha, el proletariado ha de acabar con la burguesía, la cual ha creado
un sistema económico, que asfixia a la sociedad. Para ello deberán realizar una revolución que acabe con el
sistema establecido, y así poder llegar a crear un gobierno comunista que trate al proletariado como se merece.
Esta es sin duda la idea comunista, pero cuando Marx la explicó, en un primer momento la burguesía era una
aliada, pues necesitaba de su ayuda para realizar una revolución que acabara con los gobiernos europeos, donde
las monarquías y la nobleza tenían todo el poder. Así pues, aunque en un principio encontraremos una unión del
proletariado y la burguesía para acabar con un sistema prestablecido que no beneficiaba a ninguno, más
adelante, se les dio la espalda para por fin crear un verdadero gobierno comunista.

 Las clases sociales que aparecen tras la integración de un modelo socioeconómico basado en el
comercio son bastante desiguales, quedando el poder en manos de un grupo muy pequeño, mientras que
la gran masa queda explotada.

 Por ello, el proletariado ha de comenzar una lucha por sus derechos, realizando una verdadera
revolución que acabe con el sistema socioeconómico establecido para legar al modelo comunista, en el
cual todos reciben por igual. Así se eliminarán las propiedades privadas y con ello terminará el fin del
dominio de la burguesía.

Materialismo histórico: resumen


El trabajo y las relaciones sociales derivadas del mismo, son esenciales en el ser humano, y el fundamento de
toda sociedad, es la constante oposición que se dan en su seno, el conflicto entre las relaciones de
producción y las fuerzas productivas, la diferencia de clases. El fin de la lucha de clases, solo puede terminar
con las clases.
Marx fue capaz de encontrar las leyes que rigen la evolución de la historia y de la sociedad, que cambia en
base al modo de producción dominante en ese momento, que con una nueva transformación, dará origen a un
nuevo orden social. La relación entre las fuerzas productiva y las fuerzas de producción serían, por tanto, el
fundamento del orden social.
El modo de producción capitalista se apoya en la propiedad privada sobre los medios de producción, en
manos de unos pocos, lo que va a determinar la división de la sociedad en dos clases en constante lucha: el
proletariado y la burguesía. Esta última, es la que controla los medios de producción y las relaciones sociales.
En la sociedad capitalista, los medios de producción pertenecen a la burguesía y solo ella tiene derecho a la
propiedad privada sobre los mismos. Debido a esto, el proletariado se ve obligado a trabajar para la clase
dominante, porque necesita su fuerza de trabajo y la producción de bienes materiales paras sobrevivir. De esta
forma, el capital se convierte en el principal medio de producción, y no el trabajo, que se vuelve ajeno al
trabajador, extraño, es decir el ser humano está alienado, y esto ocurre a diferentes niveles y no solo en el
trabajo, sino que también está alienado con respecto al producto de su trabajo, frente al resto de los trabajadores,
frente a la naturaleza y frente a sí mismo. A cambio de su trabajo, recibe una pequeña compensación
económica, necesaria para subsistir y seguir produciendo, y el capitalista se queda con el resto. Esto es lo que se
conoce con el nombre de plusvalía.
La solución a esta situación, el fin de la lucha de clases, se producirá con la llegada del comunismo, un régimen
que se caracteriza por contar con unos modos de producción basados en la propiedad social de los medios de
producción, la colaboración y reciprocidad y es precisamente el carácter social de los medios de producción, lo
que asegura las relaciones de producción. "De cada uno según su trabajo, a cada uno según sus capacidades".

Todos sabemos que el trabajo es el único método de poder hacerse con riquezas, pero dentro de lo que es el
contexto del capitalismo, el trabajador, que es quien al fin y al cabo genera esa riqueza va a recibir un salario
menor a lo que este produce, es lo que se conoce como plusvalía, es decir, esa diferencia, será lo que el
capitalista conserve, puesto que es la única manera de él también acumular su capital. Por lo tanto, en la teoría
marxista lo que se defiende es que esa acumulación de capital es el resultado de explotar a los trabajadores.
Las clases sociales en la sociedad capitalista
En el apartado anterior ya dejábamos esclarecer cuales serían las dos clases sociales en la que estaba dividida
esta sociedad capitalista:
 Clase trabajadora o proletariado; era la que vendía su mano de obra, pero eran propietarios de los medios
que ellos mismos producían, eso sí, eran los verdaderos creadores de riqueza de la sociedad.
 Clase capitalista o burguesía; eran los dueños de los medios de producción y los encargados de emplear a la
clase trabajadora a cambio de un sueldo. Dentro de este grupo, nos encontramos por un lado con la alta
burguesía, que eran aquellos que no necesitaban trabajar porque vivían de la plusvalía extraída a la clase
trabajadora. Y por otro lado con la pequeña burguesía, que, aunque si trabajaba seguían siendo los dueños de
los medios de producción.
La lucha de clases es un factor invariable que siempre se ha dado en la historia de la humanidad, y cuando tuvo
lugar el desarrollo del capitalismo, no iba a ser menos, por lo que la lucha entre capitalistas y proletarios fue
constante, pues la clase trabajadora no veía nunca la forma de que estos también alcanzasen puestos de poder.

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