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con hipnosis
serie técnicas
ELIZABETH MÉNDEZ CH. editora
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compartiendo experiencias de terapia
con hipnosis
Alom Editores, S.A. de C.V. José Ma. Velasco No. 72-402 tels.: 8500-6161, 8500-6262,
ISBN 968-6513-10-8
Te agradecemos que compres y distribuyas nuestros materiales para continuar produciendo nuevos, pero si
conoces a alguien que necesite éste y no puede comprarlo, por favor cópiaselo.
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Clínico, los distintos tipos de Medicinas y técnicas de Sanación, el Conocimiento y el
Servicio, La Razón, el Cuerpo y la Emoción, el Afuera y el Adentro, sirviendo de puente
entre el pasado, el presente y el futuro de las personas que nos consultan, sirviendo de
enlace entre las personas, familias y grupos que llegan a nosotros.
Al adoptar como logo este símbolo sagrado, formalmente nos ofrecemos como canales
para realizar, desde nuestro lugar y en la medida que nos corresponda, este enlace,
trabajando como un equipo que colabora, participa y crece en conjunto.
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS 13
PRÓLOGO 15
INTRODUCCIÓN 19
1. LA RESISTENCIA EN HIPNOTERAPIA. DE LA
5. PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL
TERAPEUTA. Camillo Loriedo 83
9. LA UTILIZACIÓN DE PROCEDIMIENTOS
MÉDICOS Y ODONTÓLOGICOS PARA
PROMOVER PROCESOS DE CRECIMIENTO
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PERSONAL. Teresa Robles 139 Cuando me di cuenta, había llegado el momento de
hacer los agradecimientos de este libro, y entonces sentí que una de mis ilusiones, se
había concretado por fin. Y por ello quiero agradecer este crecimiento, a quienes me
dieron la oportunidad, la confianza y la cercanía, para hacer realidad mi ilusión. Ellos
son:
- Mis maestros, Jorge Abia y Teresa Robles, a quienes admiro y respeto profundamente
como personas y profesionistas. De ellos he aprendido la tenacidad, el respeto y la
dedicación hacia el trabajo terapéutico entre muchas otras cosas. Ellos mismos, Tere y
Jorgito, mis grandes amigos que la vida me ha dado la maravillosa oportunidad de
conocer y de compartir con ellos momentos importantes en mi vida.
- Rafael Núñez, Ana Briones, Iris Corzo y Cecilia Fabre, colegas y amigos con los que
siempre es disfrutable y enriquecedor colaborar.
- Cada uno de los colegas que estuvieron siempre con la mejor disposición de colaborar
conmigo y gracias a los cuales este libro pudo realizarse.
- Agustín Monsreal, que me tuvo paciencia y con quien disfruté cada una de nuestras
sesiones, asesorándome y armando ese rompecabezas que al inicio teníamos con tantos
artículos a los que había que irles dando forma y congruencia para obtener el libro.
- Cada una las personas que me han permitido colaborar con ellas en sus procesos de
crecimiento, creciendo y aprendiendo yo también con cada una de ellas.
- Hilario, Esther, Pedro y Miguel, que estoy segura disfrutarán este nuevo logro y que me
han hecho tan feliz a lo largo de mi vida.
- Vero, Ale, Gerardo y Arturo, que siempre han estado dispuestos a apoyarme.
- A ese "sueño maravilloso" que viví algún día y que también me motivó para terminar
este libro.
PRÓLOGO
Este libro empezó como un sueño hace siete años, antes de que existiera formalmente el
Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de México y, por supuesto, antes de que
existiera esta editorial. Empecé en una plática de café‚ hablando de cómo en ese
momento la única bibliografía disponible sobre hipnosis y terapia familiar estaba en
inglés ya que los mexicanos, los latinos, aunque tuvieran mucho que aportar no
publicaban. ¨Era por miedo a escribir? ¿por falta de costumbre o por falta de recursos?
Mientras que un investigador o maestro universitario norteamericano puede dedicarse de
lleno a escribir un libro durante meses, hasta terminar, sus colegas mexicanos tienen dos
chambas de tiempo completo y, si quieren escribir, se ven obligados a robarle horas al
sueño.
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Así, de la cafetería del Hospital Ángeles, a la cafetería del Hospital Metropolitano donde
nos encontrábamos a desayunar a las siete de la mañana o a cenar a las diez de la noche
para hablar de nuestros pacientes comunes, fue tomando forma ese sueño: un libro con
capítulos de distintos autores latinos sobre temas de psicoterapia. El primer título
propuesto fue Compartiendo experiencias con hipnosis, familias y grupos.
Antes, fue necesario construir otras realidades: aprender a escribir fluidamente, una
editorial interesada en promover a profesionales de la salud latinos.
En esas estábamos cuando conocimos a Elizabeth que se había acercado a Tere para
pedirle que le dirigiera su tesis de licenciatura sobre hipnosis. Elizabeth se incorporó a
nuestro primer grupo de entrenamiento en hipnosis y psicoterapia ericksonianas junto
con Iris Corzo, Gloria Heyerdahl, Ethel Grajeda, Lizzette Terrazas y Lourdes Bustinzar,
entre otros.
Con ese grupo construimos nuevos sueños que no tardaron en hacerse realidad. Cuando
estaban terminando su entrenamiento, llegó la propuesta de la Fundación Milton H.
Erickson de formar el Instituto en la Ciudad de México.
Tal parece que todo esto era necesario antes de que el viejo sueño del libro compartido
fuera realidad.
Queremos agradecer con mucho cariño a Elizabeth que tomara a su cargo la edición de
este libro, "a la mexicana", mientras simultáneamente estudiaba la Maestría en Terapia
Familiar y trabajaba de tiempo completo en el Instituto.
No fue fácil. Tuvo que revisar muchos manuscritos, seleccionar unos, sugerir cambios en
otros, algunas veces pulir la redacción, unificar formatos, dar coherencia a todos los
trabajos dentro del libro como una unidad.
El del editor es un trabajo largo y tedioso que no se ve, pero en este caso se complicó
aún más por las dificultades en la comunicación con autores en otros países, ella sin
correo electrónico, los demás a veces sin fax. Nosotros hemos sido testigos de la gran
cantidad de trabajo administrativo y de revisión que Elizabeth ha tenido que realizar
haciendo gala de tenacidad y de paciencia.
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otro modo no saldrían tan fácilmente a la luz.
Queremos agradecer también a todos los colegas y amigos que se animaron a compartir
sus ideas robándole horas al descanso.
Teresa Robles y Jorge Abia Codirectores del Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de México,
México, D.F., 3 de diciembre de 1995
INTRODUCCIÓN
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un proceso de relación con un hipólogo, pues como afirmaba Milton H. Erickson, cada
persona tiene dentro de sí los aprendizajes y recursos internos para lograr lo que necesita
lograr, y la función del terapeuta es acompañarla y cuidarla en la terapia para hacer
surgir dichosa recursos y que pueda llegar a sus metas.
El sentido de colaboración y acompañamiento por parte del terapeuta, le da también al
consultante la tranquilidad de que este proceso de autohipnosis en ningún momento le va
a producir dependencia hacia la terapia, porque ya está aprendiendo a reconocer sus
propios recursos internos y a construir otros para resolver sus dificultades y colaborar
consigo mismo en su bienestar emocional.
Al aprender a usar estos recursos internos es posible que las personas empiecen a mirar
de forma distinta su historia, oficial, es decir pueden aprender a digerir las emociones
atoradas del pasado y que en el presente sigan molestando.
Hace ya algunos años se ha venido observando que en el medio terapéutico nos estamos
enfrentando cada vez más a la necesidad de trabajar conjuntamente con diferentes
orientaciones siempre y cuando sean congruentes; podríamos decir que se están
presentando una mayor apertura a la colaboración, lo que nos lleva a ver que para el
trabajo terapéutico no tenemos forzosamente que escoger entre trabajar con una
orientación o con otra, sino que podemos echar mano de otras herramientas, como sería
en este caso la hipnosis en general.
Cada vez más se esta haciendo uso de la hipnosis dentro del trabajo psicoterapéutico,
ubicándola dentro del marco teórico, los objetivos y las técnicas de cada psicoterapia.
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terapéutico se corte a la medida de las necesidades de cada persona que consulta.
Para realizar este trabajo hipnótico, también se recurre al funcionamiento de los dos
hemisferios cerebrales, atendiendo al hecho que ambos nos impulsan a actuar, el
izquierdo pensando, regido por lo que debe ser, y el derecho sintiendo y orientando a
disfrutar y a evitar el dolor.
El terapeuta ericksoniano tiene la libertad de ser flexible no necesita “casarse” con sus
hipótesis, ni estar “atado” a ninguna teoría. Aunque en el instituto Milton Erickson se la
ciudad de México (IMECM) pensamos que es fundamental no olvidarla y tenerla a la
mano para utilizarla, pero de manera flexible.
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Por esta misma razón, la psicoterapia Ericksoniana que hemos desarrollado en el
IMECM, está orientada a la persona que consulta, es decir, el terapeuta no pierde de
vista que colabora con un individuo que tiene una situación y una vida muy particular, y
con base en eso formula la psicoterapia para hacer frente a esta singularidad a las
necesidades de cada persona.
En este compartir ideas, estrategias, propósitos, ambos cuentan también con la libertad
de decidir hasta dónde quieren hacerlo, o bien, hasta dónde es pertinente seguir. Para
esto se debe tomar en cuenta la comodidad y disposición de los dos. En caso de no
existir un acuerdo, hay la posibilidad de expresarlo y buscar una solución.
En este trabajo resulta totalmente válido que el terapeuta pueda compartir sus
experiencias de vida con el paciente, pero siempre con un propósito terapéutico.
Ahora bien, cuando hablamos de que esta es una colaboración de igual a igual, esto se
mantiene a excepción de cuando el paciente está en situaciones de crisis que exponen su
integridad física y emocional. Es entonces cuando el terapeuta hace valer su jerarquía
para acompañar y cuidar de mejor manera a su paciente.
Existe, a si mismo, otro nivel de colaboración, que es cuando trabajamos con un equipo
de supervisión formado por varios terapeutas. Este tiene la finalidad de enriquecer el
proceso terapéutico, pues como sabemos el recibir diferentes opiniones, visiones,
sugerencias, nos permite abrir nuevas posibilidades para seguir creando soluciones.
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para el paciente, a través de diferentes aportes, de distintas visiones, compartiendo
experiencias.
Se presentan visiones diferentes, estilos distintos, pero todo, con un objetivo en común,
compartir con las personas que nos consultan, el trabajo con esa herramienta que nos
permite amigarnos con nuestros recursos internos, con nuestro mundo interno; LA
HIPNOSIS.
En este libro encontrarán que los capítulos han sido organizados, de acuerdo al orden
alfabético de los apellidos de los autores. Cada uno de ellos cuenta con una breve reseña
curricular del autor o autores, asimismo, se desarrolla un marco teórico que da sustento a
las técnicas utilizadas.
El trabajo con hipnosis ericksoniana es tan respetuoso que permite tomar en cuenta las
creencias espirituales de las personas que nos consultan, y abordan la relación entre la
espiritualidad y la psicología, haciendo un análisis psicológico combinado con la teoría
de crisis, tal como se presenta en el capítulo cuatro, TRATAMIENTO DE LOS
SÍNTOMAS POSTTRAUMÁTICOS DE LA BRUJERÍA.
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El capítulo cinco, PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL TERAPEUTA, nos hace
reflexionar en cómo el terapeuta regularmente se preocupa mucho por lo que pasa con el
paciente y pocas veces piensa en sí mismo, quizá por la falsa creencia de que los
terapeutas somos inmunes a los problemas. Sin embargo, resulta gratificante saber que
también podemos reconocer y hablar de nuestras necesidades dentro de ese proceso de
colaboración que es la terapia.
Este libro ha reunido sólo trabajos de nueve terapeutas latinos y, es sólo una parte,
porque cada uno sigue trabajando con nuevas ideas y desarrollando nuevas técnicas, pero
siempre poniendo su trabajo al servicio del bienestar de las personas que nos consultan.
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Así como ahora ponemos este libro al servicio saludable de cada una de las personas que
se acerquen a él, esperando tal vez de manera pretenciosa, que obtengan los mejores
beneficios posibles.
Notas y referencias bibliográficas
1. ZEIG, Jeffery K., Terapia cortada a la medida. Un seminario Ericksoniano con Jeffrey K. Zeig, Editorial Alom Editores, SA de CV, México, 1990, pp.27.
2. ROBLES, Teresa, Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, Editorial Alom Editores, SA de CV, 1990, pp. 42.
3. ROBLKES, Teresa, Grupo de crecimiento, 12ª. Sesión, Material de trabajo del Centro Ericksoniano de México.
4. Ver: ROBLES, Teresa, Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, Editorial Alom Editores, SA de CV, 1990.
Identifica los hechos que no siguen la lógica esperada, lo que no ocurre, denota la lucha
de la leyenda de poder contra la de no poder.
Se aplica el adjetivo resistente para referirse a una persona, situación u objeto, remisos,
animados por una necedad contumaz, negados a complacer la expectativa de alguien.
Resistir siempre va de la mano con esperar, verbo relacionado con el sustantivo
esperanza. Esta fue la última de las entelequias en salir de la caja de la impulsiva
Pandora, objeto que además no le pertenecía; ella era solamente la encargada y no la
autorizada para abrirla. Pandora se opuso al mandato de mantenerla cerrada y la abrió.
Se resistió a la orden del supramundo. Así les dió a los ineficaces dioses un motivo para
justificar su plan con maña o su torpeza y, como sea, terminaron por llenar el mundo de
calamidades superadas sólo por la miopía humana. El supuesto premio de consolación, la
esperanza, es en general confundida con la mansedumbre, que permite tolerar los males
y pacientemente aguantar sin trabajar por remediarlos. Esa confusión me parece la peor
entre las peores plagas, un verdadero mal chiste del destino y del miedo mal utilizado.
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del terapeuta como del consultante. Este equipo puede ser exitoso si maneja a su favor la
impaciencia compartida que de manera natural surge de la necesidad del consultante de
cambiar pronto o renunciar a sus objetivos dejándolos por imposibles. Impaciencia
también en el terapeuta, procedente de la necesidad de ser eficaz como servidor. Es
obvio que la vanidad mal aspectada vive detrás de este tipo de impaciencia en ambos
personajes, así que vale la pena tomar la oportunidad para pulir el narcicismo inutil y
humanizarse.
Si el lector se pregunta ¿a qué viene esta perorata de la esperanza cuando el capítulo trata
acerca de la resistencia? la respuesta es simple. La resistencia frustra la esperanza del
consultante y del terapeuta, los detiene y, desde un metanivel lógico, detiene los intentos
llevados a cabo en psicoterapia para resolver los males que la esperanza asegura es
posible corregir. Asi nos obliga a revisar los objetivos, las concepciones y herramientas
con las que estamos trabajando y replantear el proceso. Nos hace caminar en el territorio
de la leyenda de no poder, promueve la reflexión. Desde esta óptica no es posible menos
que darle la bienvenida a la resistencia cada vez que se presenta, aún en caso de fracaso
total. La oposición es esa consejera cibernética que nos dice: “No tan rápido ignorante,
aún tienes que aprender de esta etapa o de este lugar, antes de declarar la consecución de
tus expectativas y necesidades personales, eso a lo que tú llamas, quién sabe por qué,
éxito.”
Sin embargo, a pesar de recibir una ideología psicosocial que glorifica al sufrimiento y
de aprender a estar mal pero cómodos, los humanos de la historia post-apertura de la caja
de Pandora, insistimos en individualizarnos, de manera autodeterminada y buscamos,
aunque fracasemos, el poder convivir, respetándonos, más allá del cuidado de los dioses.
No conozco una encuesta formal y espero hacerla algun día, respecto de lo que
popularmente decimos, ese famoso, “volvería a vivir mi vida, con las mismas
situaciones, tal vez cambiando algunas actitudes o eventos”. Parece ser que con el
retroscopio siempre nos parece valioso el conjunto de lo vivido, incluso lo sufrido, las
consecuencias del poder y las del no poder, la fluidez tanto como la resistencia, cada una
aportando pasos en el desarrollo personal.
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Cuando alguien entonces cruza por vez primera el umbral del consultorio del
hipnoterapeuta, usa su autodeterminación y su valor en alguna medida para enfrentarse a
sí mismo e intentar el éxito en sus objetivos, mediante la hipnosis. Si consideramos la
leyenda de poder que gravita alrededor de la psicoterapia y de la disciplina mesmérica, el
asunto requiere de un doble coraje por parte del consultante y una doble tolerancia por
parte del terapeuta. Con esto en modo alguno implico que se trata de una reunión de
superdotados, más bien de desesperados que sienten urgencia por resolver, y ese,
precisamente ese, es con cierta frecuencia el primer obstáculo en hipnoterapia.
Afortunadamente, la resistencia está ahí siempre para moderar los ímpetus y convertir a
esos corredores de velocidad en deportistas de carrera de fondo.
A fe mía, la resistencia abre la puerta a una parte del mundo de las necesidades
individuales, esas de las cuales surgen nuestras expectativas respecto de nosotros
mismos y de las personas con que interactuamos directa o indirectamente. Y es muy útil
porque es la zona personal cuyo mecanismo opera desde el fracaso y la oposición, dos
muy buenos amigos del fortalecimiento humano que, junto con dosis pequeñas de
honorabilidad para reconocer las fallas en terapia y digerirlas, promueven el crecimiento
recíproco de la diada consultado, consultante.
Esta idea de la insuficiencia de mirada, fue lo primero que concluí personalmente hace
15
años, después de leer las conceptualizaciones de varios autores acerca de la resistencia.
Para repasar como concluí semejante irreverencia, es decir que al solemne terapeuta le
falta mirar de una manera más completa el territorio de la vida del consultante, haré una
pequeña y espero no muy aburrida revisión del concepto.
Para Sigmund Freud “la resistencia es todo aquello que, en los actos y palabras del
analizado, se opone al acceso de éste a su inconsciente. Por extensión, habló de
resistencia al psicoanálisis para designar una actitud de oposición a sus descubrimientos,
por cuanto éstos revelaban los deseos inconscientes e inflingían al hombre una vejación
psicológica”(1).
El problema filosófico aquí planteado es muy serio, puesto que detectar esa oposición,
implica saber lo opuesto a ella, es decir de algún modo supone que es posible conocer la
verdad del inconsciente, como lo expresa el mismo autor en “Una dificultad del
psicoanálisis”, en donde menciona: “La hostilidad que me manifiestan y mi aislamiento
bien podrían indicar que he descubierto las mayores verdades”(2). Es bien claro que la
hermenéutica es una forma de proponer conocimiento, pero hablar de verdades supone
un problema conceptual relevante, sobre todo después del surgimiento del
constructivismo y el construccionismo social. Freud estaba alerta de esto, tenía una
genuina intención de conocer con el menor sesgo posible y, abundando en la hipnosis,
renunció a ella y a la sugestión “sobre todo por la resistencia masiva que oponían a estas
técnicas algunos pacientes”1, lo cual le parecía por un lado legítimo y por otro imposible
de vencer e interpretar.
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Por un lado es posible pensar que la idea de Freud de resistencia funcionara como una
sugestión hipnótica en sí misma, de modo que los pacientes responderían a ésta,
complaciendo al doctor, olvidando y masivamente rechazando el material descubierto en
hipnosis. Por otra parte, desde la teoría de la comunicación es posible apreciar la relación
entre el Dr. Freud y sus pacientes, como una escalada simétrica, forma de relación
socialmente fácilitada para intentar la igualación ante un estímulo dominante (8).
Pero además, queda sin respuesta la pregunta de ¿cuál es el (llamado de manera confusa
por usar la misma palabra) inconsciente que aparece durante un trance hipnótico? la
evidencia en hipnoterapia es, como comenté antes, distinta a los supuestos teóricos
psicodinámicos del funcionamiento inconsciente (14). Esta pregunta sin respuesta es más
inquietante ante la idea de la resistencia y a mi me gusta conectar ambas, para urgar en
pos de conocer la función sistémica y homeostática de la resistencia, los procesos de
autoconocimiento y autocrítica, propios de los seres humanos. Es obvio que responder
esta pregunta requiere años de investigación sistemática, y, sin embargo, es posible
disminuir la incertidumbre y encontrar alguna orientación clínica, si se pregunta a quien
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tiene la resistencia su opinión acerca de ella, porque al menos en la vida de la persona
consultante, tiene sentido práctico el valorarla, interpretarla en los propios términos y
considerar la utilidad de resolverla, por supuesto resolverla en términos de quien
consulta, no en aras de alguna idea de la verdad.
Creo que de ese modo uno puede no resolver, pero sí intentar compensar esa
insuficiencia de mirada llamada resistencia, de una forma respetuosa, desde la ignorancia
compartida entre consultante y consultado.
El interrogatorio permite descubrir qué hace sufrir a ese ser humano y qué metas quiere
lograr. Además, si el terapeuta es capaz de hablarse de tú con los cuentos chinos, aparece
con claridad un segundo nivel de trabajo donde la puerta de lo imaginario se abre como
es: maravillosa, estimulante, cuestionadora de nuestras certezas y de nuestro lugar
profesional. Para dar vuelta al picaporte tras el cual aguarda la versión legendaria de la
hipnosis, es necesaria una pregunta reveladora por simple:
La respuesta hace comprender una vez más, que los cuentos chinos son realidades
perfectamente habitables, aunque no sin los defectos de occidente, pues casi siempre se
considera a esta disciplina como un medio para cubrir expectativas, en general poco
habladas. Como suerte de alquimia extrarrápida, moderna, que opera mucho mejor que
un tinte para el cabello y con muy poca o nula participación del consultante, una forma
de felicidad precocida, lista para el horno de microondas. Así, la ansiada fórmula
mínimo esfuerzo máximo cambio se inscribe en el filo de la navaja entre lo
extraordinario y el fiasco.
Si hay éxito de acuerdo con las expectativas del consultante, la hipnosis asciende a la
calidad de real y con frecuencia se le agrega el prestigioso epíteto de científica. Si lo que
se presenta es el fracaso o la lentitud en el logro de los objetivos, la hipnosis se cataloga
como patraña, se archiva en el desordenado cajón de los fraudes y el terapeuta gana el
título de farsante, independientemente del que su educación profesional le haya dado.
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Para evitar tan ominosos caminos, tanto si se tiene éxito y se apoya la leyenda de la
hipnosis, como si se fracasa en la prestidigitación, contamos con la resistencia, la
amigable leyenda del no poder, inscrita en algún rincón del discurso del consultante.
Detectarla y preguntar qué tanto se desconfía de la hipnosis y qué tanto se la considera
un truco más o menos bien armado, nos permite tocar a la persona oculta detrás de las
expectativas mágicas y, al contactarla, vivenciar cómo nos descubre personas además de
terapeutas.
El material de la primera pregunta se utiliza con las palabras textuales del consultante,
para inducir un estado de trance hipnótico con la técnica de ensayo, en el cual se está en
una escena de hipnosis placentera, donde el hipnotista puede ser el mismo consultante, o
el terapeuta u otra persona. Se sugiere el desarrollo de un proceso cuidadoso, respetando
el ritmo y estilo de quien consulta, utilizando todos los elementos de su fantasía,
aprendiendo de los obstáculos y la lentitud de los procesos, connotándolos como
necesarios para llegar al desarrollo de una relación terapéutica eficaz en que la persona
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consultante aprende a reconocer sus recursos de salud, a transformar sus dificultades en
facilidades, tolera el autoconocimiento y la autocrítica sanas y coloca al terapeuta en el
lugar de colaborador humanamente comprometido.
Los resultados son muy interesantes pues tanto el terapeuta como quien consulta suelen
desarrollar introspección tanto personal, como en cuanto a la relación terapéutica,
facilitando el desarrollo de la terapia por nuevos caminos, con frecuencia insospechados.
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Notas y referencias bibliográficas
*JORGE ABIA, es Médico Cirujano por la Universidad La Salle, Especialista en Medicina Interna por el Instituto
Mexicano del Seguro Social, Terapeuta Familiar por el Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia A.C.,
es miembro del Consejo Mexicano de Medicina Interna, de la Asociación
Mexicana de Educación Sexual. Asimismo, es fundador de la Sociedad Mexicana de Hipnosis, que es miembro
constituyente de la International Society of Hypnosis, es Codirector del Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad
de México y tiene publicaciones sobre temas de Medicina Psicosomática e Hipnosis Ericksoniana.
1. LAPLANCHE, J., Pontalis, J.- B., Diccionario de psicoanálisis, Ed. Labor, Barcelona, 1983, pp. 384-86.
2. Ibid., pp. 384-386.
3. Ibid.
4. Ibid.
5. Ibid.
6. Ibid.
7. WEITZENHOFFER, Andre, M., The practice of hypnotism, Ed. John Wiley & Sons, Inc., New York, 1989, pp.
307-8.
8. SIMON, F.B., Stierlin, H., Wynne, L. C., Vocabulario de terapia familiar, Ed. Gedisa, Barcelona, 1988, pp.
332-33.
9. ESTABROOKS, G.H., Problemas actuales de la hipnosis, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1982,
pp.166-67.
10. WEITZENHOFFER, Andre, M., The practice of hypnotism, Ed. John Wiley & Sons, Inc., New York, 1989,
pp. 140-49.
11. Ibid., pp. 283.
12. ERICKSON, Milton H., ROSSI ERNEST L., Experiencing hypnosis: therapeutic approaches to altered states,
Ed. Irvington Publishers, Inc., New York, 1981, pp. 17.
13. Ibid., pp. 245.
La familia es el modelo primordial del sistema social, lo usamos aún sin darnos cuenta a
través de nuestra existencia humana. La corporación industrial o comercial refleja el
sistema familiar de nuestra infancia; pero tanto la corporación como la familia, son
sistemas humanos en cuanto constituyen una red de comunicación e interacción. Es
esencial recordar que la comunicación humana, además de ocurrir a nivel consciente, el
contenido, se presenta sobre todo, a nivel inconsciente, el proceso, que es tan importante
si no más que el contenido o el sujeto mismo de la comunicación.
Aquí es donde entra la hipnosis. Gracias a ella podemos ayudar a nuestros clientes a
entender las disfunciones sistémicas en la corporación y efectuar cambios positivos en
ese sistema humano.
Para comprender claramente el método hipnótico que presento en este capítulo, conviene
recordar la distinción pragmática de J. Godin (1) entre hipnosis común a un extremo y
sonambulística al otro; entre estos dos puntos pone Godin la hipnosis amplificada. Esta
distinción enfatiza la naturalidad de la hipnosis, no la profundidad de la cual hablan los
no ericksonianos. La hipnosis sonambulística se da cuando el paciente es capaz de cosas
realmente extraordinarias, como tener una operación quirúrgica sin anestesia química. La
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hipnosis común ocurre todos días en la experiencia humana: enamorarse; tener una
profunda experiencia estética; absorberse totalmente en una historia, ya sea leída o vista
en cine, etc.
A medio camino entre estos dos extremos, está la hipnosis amplificada, que es realmente
una "amplificación" de la hipnosis común y que puede llegar al extremo del
sonambulismo. En psicoterapia y, sobre todo, en el trabajo con ejecutivos, esta
amplificación es mucho menor. Ejemplos son: la revivificación, el ensayo mental, la
regresión al pasado y muchas otras experiencias usadas por los gestaltistas, en el
psicodrama y en muchas técnicas de los conductistascognitivos.
Esta explicación de Godin es fundamental para distinguir entre los que usan la hipnosis
de manera tradicional y los que emplean "la nueva hipnosis", así llamada por mí 2; entre
los cuales encontramos a los ericksonianos. Los tradicionalistas tienen como meta
producir fenómenos de la categoría de hipnosis sonambulística, mientras que los de la
nueva hipnosis tienden a reproducir experiencias de hipnosis común.
Entre paréntesis, debemos agregar que Erickson usó muchas veces la hipnosis
sonambulística; pero lo que lo distinguió en esa época de entre sus colegas
tradicionalistas, fue el empleo frecuente y eficaz de la hipnosis común.
A continuación presento el método que yo uso en mi trabajo con ejecutivos que toman
seminarios organizados por la American Management Association.
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Cuando el ejecutivo encuentra dificultades con su equipo de trabajo, se le invita a él y a
su equipo a analizar en forma grupal su estilo de comunicación. Para esto ayuda tener en
cuenta cinco elementos prácticos: el estilo propio de comunicación; el punto de
referencia mental de cada participante; la intencionalidad; la motivación de cada
miembro del equipo; y la percepción de la situación corporativa.
Adaptando el modelo de comunicación propuesto por Virginia Satir (2), hablamos del
estilo del cobarde, del ratero, del despótico y del obsesivo, como estilos defectuosos y
negativos. Para descubrir el estilo de comunicación, les pedimos que recuerden una
instancia de comunicación verbal dentro del equipo corporativo.
Sin discutir las circunstancias que cada uno empieza a recordar, les rogamos que se
concentren en todos los detalles de esa situación que han traído a la mente; con sus ojos
cerrados, usando la imaginación vuelven a ponerse en las mismas circunstancias: el sitio,
la hora del día en que ocurrió, las personas que participaron en esa situación, etc.,
enfatizando las reacciones emocionales que tuvieron entonces. se les da suficiente
tiempo para que "entren" en esa realidad mental, como si la estuvieran viviendo una vez
más.
Una vez que el estilo de comunicación de cada individuo se ha identificado, es más fácil
corregir los defectos para llegar a lo que Virginia Satir llama estilo congruente de
comunicación. Entonces se entiende mejor el punto de referencia de cada uno, cuya
definición es la satisfacción que uno siente al hacer algo por ser lo correcto (orientación
interna) o para recibir la aprobación de los demás (orientación externa). Una vez más,
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para entender cuál es su punto de referencia personal, practican el método hipnótico
descrito, poniéndose en contacto con la realidad interna y no totalmente consciente, con
lo que se define el punto de referencia en la comunicación con los otros compañeros del
equipo corporativo.
La intencionalidad también se maneja por medio del método hipnótico descrito. ¿Es mi
intención obtener algo concreto, algo especial, cuando yo me comunico con mis
compañeros; o es mi intención evitar algo? Evidentemente que esto cambia mucho según
las circunstancias, pero con frecuencia los participantes descubren una de estas dos
tendencias como patrones habituales en su comunicación. Sólo entonces podrán ellos
mismos comparar lo que hacen subconscientemente con lo que desean hacer de manera
consciente.
En el equipo de trabajo, practican juntos como antes. Esta vez emplean la técnica del
ensayo mental, la que consiste en imaginarse una situación que quieren corregir,
actuando de una manera conscientemente opuesta a la habitual.
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Esta segunda etapa está basada en el proceso que los norteamericanos llaman "think
tank" (4). En vez de empezar a conversar sobre las ideas que surgen en los participantes,
para luego formular una solución aceptable para el bien común del equipo, comenzamos
"hipnóticamente".
Concentrándose en las ideas más fuertes que han predominado, les pido que las
transformen en imágenes mentales de situaciones posibles y que presten atención a todos
los detalles de esas situaciones.
Después de unos minutos de esta práctica, vuelven a la discusión grupal para comparar
ideas, analizar posibilidades y quedarse con dos o tres ideas que el grupo acepta para
estudiar en detalle antes de ponerlas en práctica, pasando ya a la etapa siguiente.
Plan de acción
Después de haber evaluado las posibilidades del equipo corporativo y de haber discutido
los pros y contras de las dos o tres opciones finales, consideradas en la etapa anterior, el
grupo vuelve al "ensayo mental" por medio de la hipnosis.
En estado de tranquilidad interna, se concentran en cada una de las dos o tres opciones
finalmente aceptadas y, sin conversar entre ellos, se imaginan en detalle todos los
aspectos de la realidad. Al terminar este ejercicio hipnótico, intercambian ideas,
enriqueciendo en esta forma el plan de acción en el cual se van a embarcar como equipo
con una meta definitiva y deseada por todos los componentes del grupo.
Esta doble práctica de imaginación y discusión lógica puede repetirse más de una vez
hasta que todos estén totalmente de acuerdo y satisfechos.
Es importante que el equipo se reúna una vez por semana para repetir en grupos esta
misma práctica, hasta que hayan obtenido la meta que se propusieron. Durante esta
reunión semanal, aprovechan también para evaluar el progreso que van haciendo y, si es
necesario, modificar y corregir detalles en el proceso común.
Evaluación
Primero trataré de la evaluación que recomiendo a los ejecutivos para que ellos mismos
la hagan, luego mencionaré la evaluación de este método hipnótico.
La evaluación que yo les pido a los ejecutivos consiste en la práctica habitual hipnótica.
De esta forma se mantienen en contacto con lo que quieren obtener y vigilan los
25
sentimientos que surgen durante el proceso hacia la obtención de la meta grupal en
diversos participantes. Les insisto que la reunión semanal es esencial en este método. En
ella deben hacer dos cosas:
- Volver a la visión mental de lo que quieren obtener y ponerse en contacto con las
reacciones emocionales y somáticas que esta visión produce en cada miembro del
equipo.
- La discusión lógica que sigue al ejercicio hipnótico se convierte en un sistema de
apoyo y soporte mutuo.
Ambos grupos de equipos se reunieron un día por semana desde la mañana hasta el fin
del día de trabajo, sin determinar de antemano cuántas reuniones serían necesarias para
completar la tarea de publicidad que los ocupaba.
Les propuse, que bajo mi dirección, siguieran las cuatro etapas explicadas en este
capítulo, con las obvias modificaciones para que siete equipos no utilizaran el método
hipnótico. Estos siete equipos formaron el grupo control. Los beneficios de los ocho
equipos que usaron el método hipnótico (llamémoslo grupo experimental) fueron
considerables al compararlos con los otros siete equipos. Para empezar, los controles
emplearon ocho reuniones para completar la tarea, mientras que los experimentales
tardaron sólo seis.
El ambiente general de los dos grupos resultó muy distinto el uno del otro. En los
controles surgieron repetidas discusiones y peleas verbales, así como frecuentes
conversaciones de temas sin relevancia, que irritaron a muchos participantes. En los
experimentales, por el contrario, estos dos fenómenos no se dieron en lo más mínimo.
En la tercera etapa (Plan de Acción) se notó la diferencia más marcada. Cuando los ocho
equipos experimentales procedieron con un sentido de armonía, paz y satisfacción
grupal, los siete equipos control aumentaban la tensión, irritabilidad y animosidad
mutua.
26
"Nunca había usado esta técnica. Lo que me enseñó es que yo, personalmente, y nuestro
equipo como grupo, pensamos mejor de esta forma. Usamos nuestras ideas más
eficazmente que cuando hablamos sin darnos tiempo a 'reflexionar', como se hace en
tantas reuniones que, por lo general, son una pérdida de tiempo. Aunque al principio me
sentí molesto con el silencio del equipo, después de dos o tres veces me resultó la cosa
más natural".
Otro participante admite: "Con esta forma de pensar usamos las ideas de todos y
sacamos algo positivo de cada uno para beneficiar a todo el equipo".
Sólo dos personas de entre los cuarenta y ochos componentes del grupo experimental o
hipnótico, criticaron el método. Uno se quejó de no tener paciencia para estar sin hablar,
tratando de concentrarse en lo que el equipo deseaba obtener y el otro dijo que en el
momento en que empezaba el silencio él se distraía con toda clase de pensamientos
ajenos.
Conclusiones
Para concluir conviene recordar que el término hipnosis resulta confuso en el trabajo con
ejecutivos, evocando las ideas erróneas propagadas por el cine y la ficción literaria. Yo
prefiero referirme a la autosugestión, a un estado de reflexión o concentración subjetiva
(5). Muchos otros términos descriptivos semejantes evitan la confusión que produce la
palabra hipnosis.
Este breve reporte puede dar una idea de los beneficios que el método hipnótico aporta al
equipo de una corporación para mejorar su funcionamiento. Los ejecutivos son gente
acostumbrada a técnicas prácticas y a obtener resultados concretos. Es por esto que
acogen a este método, estructurado y progresivo, con curiosidad y buena voluntad.
* DANIEL ARAOZ, recibió el doctorado en terapia familiar en Columbia University, New York. Es miembro de
título (Fellow) de la American Psychological Association, Supervisor de la American Association for Marriage
and Family Therapy y Presidente de la Academia de Psicología Familiar en U.S.A. Obtuvo la certificación en
terapia de familia de la American Board of Professional Psychology. Sus nueve libros con traducciones en alemán,
francés, italiano y español, incluyen The New Hypnosis y The New Hypnosis in Family Therapy. Es profesor en la
Universidad de Long Island en New York y Director del Long Island Institute of Ericksonian Hypnosis.
1. GODIN, J., Le mythe de l'hynose, Phoenix, (Revue the therapeutique et d'hipnose ericksoniennes), París, 1988.
27
2. SATIR, Virginia, Peoplemaking, Palo Alto, California: Science & Behavioral Books.
3. DESOILLE, R., Theorie et pratique du Reve xveillé Dirigé, Geneve: Mont Blanc, 1961.
4. Nota del editor: Think tank, modismo que designa "un grupo o centro organizado para hacer investigación
intensiva y resolución de problemas". GURALNIK, David, B., Webster's New World Dictionary, Ed., Warner
Books Paperback Edition, 1984, p. 621.
5. ARAOZ, Daniel, L., Thinking for success, Human Resources Forum, Julio y Noviembre, 1989.
6. ARAOZ, Daniel, L., The New Hypnosis, Brunner/Mazel, New York, 1985.
7. ARAOZ, Daniel, L., “Hypnosis in training and develpment”, En Clinical Hypnosis: A Multidisciplinary
Approach, W. C. Wester & A. H. Smith, Philadelphia: Lippincott, 1984.
8. ARAOZ, Daniel, L., & Negley-Parker, E., The New Hypnosis in Family Therapy, Brunner/Mazel, New York,
1988.
Introducción
Escribir es un canal para la expresión de las ideas, pero también, y tal vez por ello
mismo, para la expresión de las emociones. Este medio se ha utilizado a lo largo de la
historia y gracias a ello se han generado productos que representan una parte de lo más
sublime de la creatividad humana. Con el transcurso del tiempo las nuevas generaciones
podrán conocer el pensamiento de las anteriores, gracias a la permanencia de las ideas
impresas.
28
muchos sectores de nuestra población de origen indígena) revela el lugar privilegiado
que las antiguas culturas le daban al manejo apropiado de las emociones desde edades
tempranas, y el importante papel del lenguaje como herramienta para el procesamiento
de las expresiones catárticas. En pocas palabras, los “cuenta penas” representan las
modalidades ancestrales de lo que hoy denominamos técnicas psicológicas terapéuticas.
En este artículo deseamos dar a conocer los procedimientos que utilizamos y algunos
resultados que hemos encontrado luego de aplicar sistemáticamente esta técnica de
escritura a lo largo de dos años y con muchas y muy diferentes personas. Antes
revisemos brevemente algunas de las ideas teóricas que dan sustento a la importancia de
escribir sobre los “secretos de nuestra vida”.
29
somáticos (“me baila el estómago”), emocionales (“lloré y me sentí bien”),
cognoscitivos (“estuve pensándolo toda la noche”) y conductuales (“me salí a caminar y
caminar”). Si no hay interferencia, el proceso de descarga continuará hasta que se alivie
o desaparezca la tensión.
Sin embargo, la inhibición trae consigo una serie de consecuencias negativas que van en
detrimento de la salud mental y física de las personas que la practican cotidianamente
(5):
30
Por las consecuencias enumeradas, adquiere suma importancia recurrir a la aplicación de
técnicas psicológicas para ayudar a una persona a disminuir sus niveles de inhibición, lo
que posee amplias implicaciones en el mejoramiento de su salud mental y física.
Pasemos ahora a revisar las instrucciones que hemos utilizado en la puesta en práctica de
la técnica de escribir sobre los traumas, cuya finalidad es contribuir a modificar e,
idealmente, a disminuir los niveles de inhibición de la persona.
Procedimiento
Los datos que se describen en el presente artículo fueron obtenidos al aplicar esta técnica
con empleados de una dependencia oficial. Sin embargo, el equipo de trabajo ha
aplicado la técnica en otro tipo de poblaciones, por ejemplo, con pacientes con dolor
crónico. Aprovechando un plan de mejoramiento continuo de la
El procedimiento utilizado para llevar a cabo el ejercicio grupal constó de varias etapas
que se describen a continuación:
Los termómetros que utilizamos para estas mediciones son portátiles y están diseñados
31
expresamente para entrenamiento en control voluntario de la temperatura; se les dejan
adheridos a la mano a lo largo del ejercicio de escritura. Gracias a esto se pueden ir
tomando mediciones continuas durante todo el ejercicio. La medición se realiza al poner
la terminal del termómetro (“termistor”) en el ángulo que forman los dedos índice y
pulgar, sobre la zona anatómica denominada “tabaquera”, en el dorso de la mano
dominante.
Para lograr las metas anteriores, hacemos uso de un ejercicio al que hemos denominado
“El oso blanco”. En él, se pide al grupo de participantes que piensen en un oso blanco,
con todos sus detalles, imaginando su tamaño, su color, su olor, sus movimientos, su
hábitat, etc. Si para mejorar la imagen mental necesitan cerrar los ojos, se les permite
hacerlo.
Una vez establecida la imagen, se les dan las siguientes instrucciones: “ahora INTENTE
NO PENSAR EN EL OSO BLANCO DURANTE LOS SIGUIENTES DOS MINUTOS,
BORRELO DE SU MENTE; procure evitar, a partir de este momento, pensar en ese oso
blanco que imaginó".
Al mismo tiempo que se mide el transcurso de los dos minutos, un grupo de psicólogos
que colaboran desde el inicio del curso registran los cambios en la temperatura de la piel.
Al término de los dos minutos les pedimos que nos informen si lograron el objetivo del
ejercicio. Quienes lo logran, en la mayoría de las ocasiones es porque se concentraron en
pensar en otra cosa, que puede ser agradable o desagradable para el sujeto. En la mayoría
de las personas que lograron dejar de pensar en el oso, la temperatura de la piel baja, lo
que indica el desgaste fisiológico -aparte del psicológico- que implica el practicar la
inhibición activa. En algunos casos, ciertas personas han reportado que incluso les ha
dolido la cabeza por el ejercicio, al esforzarse por no pensar en el oso blanco ¡durante
sólo dos minutos!
32
3. Instrucciones para escribir sobre los secretos . Después de demostrar la existencia
de la inhibición activa, damos inmediatamente las instrucciones para que procedan a
escribir sobre sus secretos. La primera advertencia es que la información que escriban no
será objeto de discusión grupal ni la conocerá nadie más. En algunos casos, para vencer
la resistencia a participar, se les da la oportunidad de que conserven su escrito,
indicándoles que lo importante es escribir y reflexionar sobre un problema personal.
Se les reitera que el ejercicio es anónimo, que si lo desean, pueden poner sus iniciales
para que el equipo de psicólogos pueda llevar un control sobre la relación entre los
escritos y los cambios psicofisiológicos producidos por ellos.
Ejercicio “A”
A partir de este momento escriba sobre algún hecho de su propia vida (reciente o
antiguo) que considere el más doloroso de sus recuerdos. Escriba utilizando la primera
persona del singular (yo, mi, pienso, sentí, etc.) de manera continua y sin hacer pausas.
Mientras escriba, hágalo con sinceridad y con la confianza de que su escrito no será
divulgado. No se preocupe por la claridad de su letra ni por la ortografía, gramática o
sintaxis. Si de momento no recuerda nada, no se preocupe, espere a recordar, algo
llegará. Tendrá 20 minutos para realizar esta actividad.
Ejercicio “B”
En esta ocasión le presentamos una lista de palabras; intente utilizar el mayor número de
las que le acomoden a su propio escrito y estilo.
En una hoja se les presenta una serie de palabras para que los participantes las usen para
construir su nuevo discurso; se les subraya que si lo desean pueden escribir sobre su
primer secreto. La finalidad de este segundo ejercicio es forzar de cierta manera a los
participantes para que utilicen palabras con carga emocional (fundamentalmente la
negativa) y a que reflexionen sobre sus problemas con las llamadas “frases causales”. De
otra forma se necesitarían muchos escritos para lograr llegar a esta meta. Se ha
33
descubierto que el uso de palabras “negativas” es uno de los agentes activos en la
expresión de las emociones y la reflexión ayuda a entender mejor el problema, darle una
lógica y con ello tomar la perspectiva adecuada para asimilarlo (9). Este ejercicio
procura agilizar el cambio. Las palabras que se les presentan son las siguientes:
PALABRAS POSITIVAS AMOR
AFECTO
FELICIDAD BIENESTAR PAZ
ARMONIOSO BONITO
SERENO
PALABRAS
NEGATIVAS
ODIO
FRACASO
FEALDAD
FRASES
CAUSALES
DESCUBRI QUE...
AL FIN CONPRENDI QUE... DESPUES DE UN TIEMPO... ESTOY BUSCANDO... ESTOY CERCA DE... SOSPECHO QUE... PRESIENTO QUE... POR FIN ENCONTRE QUE...
SATISFACTORIO DISFRUTAR
PALABRAS
NEGATIVAS
INTOLERABLE
DAÑINO
SUFRIMIENTO QUEBRANTOS FRASES
CAUSALES________
Ejercicio “C”
El último ejercicio procura lograr la superación final del problema al buscar un proceso
de “distanciamiento psicológico” del mismo. Para lograr este objetivo se dan algunas de
las instrucciones iniciales del ejercicio “A” (las que se refieren a la manera de hacer el
ejercicio y al anonimato del mismo), a las cuales se les agregan las siguientes
instrucciones.
Ejercicio “D”
A partir de este momento haga sus escritos evitando utilizar la primera persona del
singular. En esta ocasión escriba sus recuerdos utilizando la tercera persona (por
ejemplo: él sintió, ella pensó).
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4. Mediciones Finales . Una vez terminado cada ejercicio, se repiten las mediciones
psicofisiológicas que se describieron anteriormente: temperatura de la mano dominante,
presión sistólica y diastólica. Además, con una lista de emociones se les pide
identifiquen aquellas que experimentaron al escribir o al terminar de hacerlo. Por último,
se les piden sus comentarios sobre cada ejercicio.
Resultados
Después de casi tres años de aplicar esta técnica, hemos acumulado abundante
información objetiva y mucha experiencia subjetiva sobre los beneficios de la misma.
Estamos convencidos de su impacto para promover la salud mental (y física) de las
personas que la realizan. En algunos participantes, el proceso de cambio es muy rápido,
en otros más lento, pero un porcentaje bastante alto obtiene logros significativos.
35
de control.
EJERCICIOS
EMOCIONES 1 2 3 4
NEGATIVAS
TRISTEZA 69 58 53 52
DOLOR 64 53 52 44
IMPOTENCIA 51 33 42 44
VERGÜENZA 16 12 7 4
POSITIVAS
DESAHOGO 39 58 57 74
GUSTO 4 46 35 44
ALEGRIA 11 32 32 52
Algunas personas experimentan cambios muy drásticos con un sólo ejercicio; ellos
mismos quedan asombrados del cambio y pueden manifestar incluso cierta euforia. En
otros usuarios de la técnica su proceso de cambio es más lento, necesitan procesar con
más calma sus reflexiones sobre los traumas que solicita la escritura. Estas personas
manifiestan que se sintieron mal durante todo el día en que escribieron por vez primera.
Con los ejercicios subsiguientes comienza la mejora hasta considerar el problema de una
manera más objetiva y menos abrumadora emocionalmente (lo que indica que el objetivo
de la técnica se está logrando). Es conveniente mencionar que algunos de los
participantes en el curso reportan, aproximadamente al tercer día -y después de escribir
al menos hasta el ejercicio “B”- que se sienten muy cansados; tranquilos pero muy
cansados. Que ellos no habían descansado tan bien como esta semana y que, incluso, se
han dormido en la tarde o más temprano de lo acostumbrado, lo cual les sorprende pero
les agrada. Estos efectos pueden deberse al proceso de descarga emocional que provoca
la escritura, en combinación con las técnicas de relajación que para mejorar su
autocontrol se les enseñan. Esta combinación, más una reestructuración cognoscitiva,
provoca una reducción importante de la tensión psicológica y física de los participantes,
lo que les lleva a la necesidad y a la posibilidad de descansar más y mejor.
Los cambios son entonces a nivel fisiológico, cognoscitivo y emocional. Sin embargo,
intuitivamente también hemos observado transformaciones a nivel social.
36
D) Cambios a nivel social: Como se da una descarga emocional colectiva, las
sensaciones de alivio de la tensión y la mayor claridad de pensamiento, intensifican la
camaradería y hacen surgir poderosas fuerzas de cohesión y solidaridad de grupo. Existe
un mejor humor, hay mayor tolerancia a las expresiones emocionales y a las opiniones
contrarias y se planean algunas actividades sociales.
Aunque no son datos que haya obtenido el grupo de trabajo en México, es importante
mencionar en esta presentación de la técnica, que se ha demostrado que el confesar un
trauma mejora el funcionamiento del sistema inmunológico, aumenta la salud general
(las personas que escriben visitan menos a los médicos) y provoca una coherencia
interhemisférica en la actividad cerebral, lo cual trae consigo la percepción de cambios
existenciales importantes (10).
E) Contenido de los escritos: Las perturbaciones emocionales más comunes que los
asistentes han manifestado son la depresión y la ira. Ad hoc con este hecho, el contenido
mayoritario de los secretos está relacionado con pérdidas (de seres queridos, de recursos
materiales, de trabajos) y con acontecimientos que consideran injustos e incontrolables
(mal trato de los padres, desprecio y/o abandono de parejas, abuso de superiores), los
primeros acontecimientos generan claramente sensaciones de desesperanza, tristeza y
depresión y, los segundos, ira, coraje, rencor. A continuación reproducimos dos escritos
elaborados por los participantes en nuestros cursos, los cuales demuestran el grado de
involucramiento de los mismos en la tarea.
“Hay muchos recuerdos dolorosos en mi vida, pero creo que el que más me ha afectado
fue mi niñez, el vivir en promiscuidad con 10 hermanos (2 habitaciones), ocasionó esto,
ahora lo comprendo. Creo que me marcó para siempre, pues aún cuando he tratado de
superarlo, siento que nunca se me olvidará. Tal vez sería mentira decir que cuando
sucedió fue doloroso, puesto que en esos momentos hubo todo tipo de emociones en mí;
fue hasta que conocí (12 ó 13 años) realmente ese tema en la escuela, cuando me di
cuenta que simplemente era el hecho más doloroso de mi vida. No sabría definirlo
exactamente, espero darme a entender sin tener que ser tan explícita, pues finalmente es
penoso para mí”. “Un familiar “jugaba” con mis partes íntimas, cada que encontraba un
momento propicio; lo que puedo decir a ciencia cierta es que fue la primera vez que sentí
miedo y experimenté lo que es correr la adrenalina como torrentes de agua dentro de mi
cuerpo. Sólo recuerdo que no quería moverme, mi cuerpo se ponía rígido y de mi boca
no podía salir ni siquiera un solo gemido. En esos momentos lo único que quería es que
esta persona creyera que yo no sentía nada, que no me estaba dando cuenta de lo que
sucedía. Siempre pensé ¿por qué a mí?, ¿por qué yo?, si éramos seis mujeres y yo la más
pequeña. Y digo que ha sido el dolor más grande porque es algo que no he podido borrar
y que (des)trozó mi vida y la volvió llena de inquietudes. Desperté cuando aún no era
tiempo a la vida sexual y cometí errores trascendentales en mi existencia”.“
37
Aún sueño esas vivencias
y es terrible y doloroso!
Y me da coraje”.
“Después de la muerte de mis padres que murieron con sólo un mes de diferencia
aprendí muchas cosas, descubrí que a veces se desea la muerte de un ser querido por
amor, que ésta, aun siendo terriblemente dolorosa también produce tranquilidad y paz.
Que cuando no se está preparada para la muerte es más difícil aceptarla y nos rompe más
internamente.
Descubrí que la vida está hecha de separaciones, que toda ella es una continua sucesión
de separaciones (difíciles todas) pero que cuando éstas se superan lo hacen a una sentir el
crecimiento, ser más vigorosa y serena.
Ahora se que vienen otras separaciones, mis hijos crecen y se tienen que ir, causa
desasosiego-temor-dolorintranquilidad, pero también aprendizaje, me hace comprender
que si los dejo ir con amor y serenidad, será mucho más fácil para ellos y para mí”.
Tareas a Futuro
Para nosotros es claro que está demostrada la eficiencia de poner en lenguaje escrito el
estrés. Esta opinión obedece a que hemos estado cerca de ella durante un buen tiempo y
vivenciamos “experiencialmente” su utilidad. Sin embargo, como psicólogos interesados
en demostrar el porqué de la eficacia de las intervenciones, requerimos un mayor análisis
de sus “ingredientes activos”. Por ello continuamos diseñando investigación clínica en el
Centro de Servicios Psicológicos de la UNAM sobre ésta y otras técnicas para el control
del estrés. En este contexto, creemos conveniente comparar ahora el que las personas
escriban sobre sus problemas contra escribir sobre lo que pensaron y sintieron acerca del
problema (aun sin describir el problema mismo). Además es importante determinar las
características de las personas que se ven más beneficiadas por la técnica. Por otro lado,
estamos en la etapa de comparar la estrategia de escribir sus secretos vs. hablarlos, ya sea
solos (frente a una grabadora), con un terapeuta o en grupo. Por último, también estamos
investigando si es posible acelerar el proceso de debilitamiento de la inhibición y, por
consiguiente, de favorecer la revelación acortando los ejercicios de cuatro a tres e,
incluso, a dos. Los resultados preliminares son alentadores.
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Este trabajo tiene el objetivo de presentar la estrategia sistemática de lo que nuestro
equipo de trabajo denomina “el ejercicio Pennebaker”; el futuro inmediato de esta
técnica es esperanzador, ya que actualiza una antigua herramienta para ayudar a mejorar
la salud mental y física de las personas que así lo requieren. Sus ganancias costo-
beneficio son enormes en todos los sentidos que se les vea. Su meta: “para de
detenerte”(11), expresa tus emociones, ya que eso te hará más sano y más feliz (12).
Notas y referencias bibliográficas
*BENJAMÍN DOMÍNGUEZ TREJO. Doctor en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Psicología de la misma Universidad, en
donde es Coordinador de su Centro de Servicios Psicológicos. Autor del libro Psicología Ecológica y de numerosos artículos en revistas especializadas sobre manejo de estrés, control del dolor,
hipnosis, psicología criminológica, psicología ambiental y conductas adictivas. Es miembro de la Sociedad Internacional del Dolor.
**PABLO VALDERRAMA ITURBE. Licenciado en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México, de la cual es profesor definitivo. Coautor del libro Evolución de la Psicología en
México y de más de 25 artículos y capítulos sobre psicología del deporte, historia de la psicología y manejo de la ansiedad. Instructor externo de la Dirección de Capacitación y Desarrollo de la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social para impartir los cursos de "Calidad de Vida. Control del Estrés Laboral".
***JAMES W. PENNEBAKER. Doctor en Psicología por la Universidad de Texas. Profesor e investigador de la Universidad Metodista del Sur de Texas. De formación psicólogo social pero
interesado en el campo de la psicología de la salud. Autor de los libros La Psicología de los Síntomas Físicos y de Abriéndose. El poder saludable de confesarse con otros (ambos escritos en inglés).
Autor de artículos sobre el papel saludable de expresar las emociones en revistas como: Journal of Consulting and Clinical Psychology; Behaviour Research and Therapy; Journal of Personality and
Social Psychology; Journal of Abnormal Psychology y otras.
1. Muchas personas han participado en la realización de los cursos en los cuales se ha aplicado la técnica aquí descrita. Sin embargo, queremos agradecer particularmente la colaboración de Yolanda
Olvera, María de los Angeles Meza, Sara L. Pérez, Luz María González y Edith Liceaga.
2. Frase tomada de GARCÍA, Márquez, G. Doce Cuentos Peregrinos, Diana, México, 1992, pp.:18-19.
3. Ver, por ejemplo, PENNEBAKER, J., Barger, S. y Tiebout, J., “Disclosure of traumas and health among holocaust survivors”. Psychosomatic Medice, 51, 1989, pp.: 577-589.
4. FRANCIS, M. y Pennebaker, J., “Putting stress into words: the impact of writing on physiological, absentte. And self-reported emotional well-being measures”, American Journal of Health
Promotion, 6, 1992, pp.: 280-287.
5. Para una descripción más documentada de los efectos negativos de la práctica de la inhibición activa, consultar: DOMÍNGUEZ, Trejo, B., en comentarios y observaciones del libro Opening Up. The
Healing power of confiding in others, Pennebaker, J., Manuscrito policopiado. Centro de Servicios Psicológicos, Facultad de Psicología, UNAM, 1993, 20 p.
6. Entre otros estudios: DOMÍNGUEZ, B., Martínez, G., Silva, A. y Valderrama, P., Escribiendo sus secretos. Efectividad en pacientes con dolor crónico, Trabajo presentado en el Primer Coloquio
Interno de Investigación: “Estrés y Salud. Evaluación y procedimientos no invasivos para su manejo en poblaciones de alto riesgo”, UNAM, México, Febrero 18,1994. Y también consultar:
DOMÍNGUEZ, B., Valderrama, P., Pérez, S. y Meza, M., Relaxation, Health an Chaos Theory, Trabajo presentado en la Reunión Anual de la Sociedad para la Teoría del Caos en Psicología y Ciencias
de la Vida, John Hopkins University, Baltimore, Maryland, Junio 24-27, 1994.
7. CARROBLES, J. y Godoy, J., Biofeedback. Autocontrol de funciones biológicas y trastornos psicosomáticos, Roca, México, 1991.
8. DOMÍNGUEZ, B., Valderrama, P., Olvera, Y. y Ruiz, M., Capacitación para el control del estrés laboral. Resultados preliminares. Ponencia presentada en el 4o. Congreso de Psicología del Trabajo.
Toluca, México, Marzo 18-21, 1993.
9. Consúltese: WATSON, D. y Pennebaker, J., “Health complaints, stress and distress: exploring the central role of negative affectivity”, Psychological Review, 96, 1989, pp.: 234-254.
10. Un estudio que demuestra los efectos psicológicos de favorecer la correlación interhemisférica en México es: GRINBERG, J., Cerezo, R., Bella, L., Delaflor, M., Banda, C., Guevara, M., Schetino,
L., Montaño, N., Sánchez, M. y González, M., “Correlación interhemisférica en humanos”, Revista Mexicana de Psicología, 9, 1992, pp.: 77-84.
11. Frase acertada del Dr. PENNEBAKER que refleja la idea básica de la técnica: “para de detenerte” es una forma pintoresca de decir “ya no practiques la inhibición” (ver DOMÍNGUEZ, B., Nota 5).
12. Para una revisión actualizada de la importancia de expresar las emociones por cualquier mecanismo (arte, música, catársis, etc.) consúltese BERRY, D. y Pennebaker, J., “Nonverbal and verbal
emotional expression and health”. Psychoterapy and Psychosomatics, 59, 1993, pp.: 11-19.
CASOS CLÍNICOS
El caso de Esther
39
de la casa y, cumpliendo con las leyes canadienses de la protección del niño, le inició un
proceso criminal. Esther estuvo en estado de choque y de dolor al enterarse del
comportamiento de su novio, con quien esperaba formar un hogar estable.
Regresé a las memorias de las variedades de hierbas que hay en las sierras de Córdoba,
entonces, le dije a Esther:"conozco bien las variedades de 'yuyos'que hay en nuestros
países, y sé que no existen en el Hemisferio Norte a causa de un sistema de vientos que
van del Ecuador a los polos, manteniendo las semillas dispersas entre el Hemisferio
Norte y Sur. Además conozco las cualidades medicinales que pueden tener muchas de
esas plantas y sé lo difícil que es pasarlas por la frontera canadiense porque lo he
40
intentado. Así como tú no tienes todas las variedades que tuvo tu abuelita, dudo mucho
que este brujo esté preparado y tenga todas las variedades que él también necesita".
Con esto terminó la sesión, Esther parecía estar aliviada, y en muchas sesiones siguientes
no sintió ni expresó el miedo otra vez. Al contrario, estaba más capacitada a enfrentar las
situaciones que se le presentaban.
El caso de Silvia
Silvia se presentó para tratamiento psicológico por tener síntomas post traumáticos
debido a las experiencias que había tenido durante la guerra en El Salvador. Además de
haber visto personas muertas y cádaveres mutilados, fue perseguida por la policía
secreta, e impidió la violación de su hija en un allanamiento militar de la casa. Silvia
enfrentó estas situaciones con valor e ingeniosidad demostrando su inteligencia y su
capacidad de usar presentimientos inconscientes con claridad y certeza.
Después de seis sesiones intensas, cada una de aproximadamente dos horas, en las cuales
Silvia describió sus experiencias viva y detalladamente, entrando en un estado
espontáneo de trance despierto, los síntomas de depresión comenzaron a aliviarse y las
alucinaciones de índole post traumática desaparecieron. Luego llegó Silvia quejándose
de un fuerte dolor en la columna vertebral y en los hombros como jamás había tenido, y
al describirlo, se movía contorsionándose.
Continuó relatando la siguiente historia con todos los detalles como si los estuviera
viviendo.
Una tía llamada Rosita, al morirse su marido fue encarcelada por los hijos de éste que
querían apropiarse de la herencia de la finca. Mientras estuvo presa, una conocida de los
hijos le regaló un cigarrillo, y después de fumarlo, Rosita se volvió loca. Tanto es así,
que los encargados de la cárcel no la pudieron controlar y la despacharon al cuidado de
la familia de Silvia.
La madre de Silvia se comunicó con un brujo muy conocido que vivía en un pueblo
alejado y, habiéndose enterado de los acontecimientos, el brujo respondió que Rosita
estaba bajo una brujería tan fuerte que el tratamiento podía costarle la vida a él mismo.
Sin embargo, estaría dispuesto a curarla con la ayuda de cuatro familiares.
Llevaron a Rosita. Silvia, su madre y dos tías se colocaron, una en cada esquina de la
cama, cumpliendo con las instrucciones del brujo mientras éste llevaba a cabo el
tratamiento. A las tres semanas llegaron para una segunda consulta, como les había
pedido el brujo. Al concluir la ceremonia curativa, les dio la instrucción de que cuando
Rosita se sintiera mal, le alcanzaran un orinal. Así lo hicieron. Rosita defecaba y
vomitaba murciélagos, como pudo comprobarse después. Cada vez que esto ocurría
Rosita se componía más. Al cabo de tres semanas, regresaron otra vez al brujo, pero
desafortunadamente había fallecido.
En esta parte del relato Silvia se movía contorsionándose, ya con más dolor.
41
Repentinamente enronqueció y comenzó a hacer ademanes como si tuviera algo en el
esófago. Le pregunté si tenía ganas de vomitar, o expeler algo. Dijo que sí. Después le
pedí que me aclarara si se había sentido afectada por la brujería al participar de los
procedimientos para ayudar a Rosita. Sostuvo que sí. Durante la sesión me di cuenta que
las dos estábamos en un trance hipnótico.
Pensé en el caso de Esther pero me sentí impotente al observar los fuertes síntomas de
Silvia y tampoco sabía cómo encaminar los factores de su historia. Además, me percaté
sutilmente y casi de manera imperceptible, que Silvia pensaba que yo también podría
arriesgar mi vida al ayudarla. No encaré con Silvia abiertamente este pensamiento. Al no
saber cómo intervenir, le dije que me parecía que la situación era en realidad muy seria y
que necesitaba tiempo para reflexionar sobre el caso.
A los tres días llegó Silvia otra vez para la cita como le había pedido. Sus síntomas se
habían empeorado: estaba con más dolor en la columna, más incapacitada físicamente y
caminaba con dificultad. Me sentí perturbada por la seriedad del deterioro que vi en tan
poco tiempo.
Dentro de mi conocimiento de problemas de la columna, no cabía dentro de un cuadro
clínico típico por el hecho de que involucraba los músculos de todo el cuerpo y a la vez
no estaba paralizada. Opté por cubrir todas las posibilidades, con la intención de que ella
se hiciera cargo de su condición, confiando en las habilidades que demostró tener
durante la guerra para resolver situaciones difíciles, y a la vez abriendo el camino del
ingenio de su inconsciente.
Le di los nombres de dos especialistas de la columna: un excelente fisioterapista y un
quiropráctico. Luego le conté que conozco un curandero que usa un sistema especial y
distinto de cualquier otro, a quien le salen chispas de las manos y que atiende a personas
con casos graves.
Es posible que mi voz revelase un poco de duda, porque así en realidad me sentía. Le
dije que yo no sabía qué alternativa quería usar ella, pero en mi opinión lo que le estaba
ocurriendo era una cosa maliciosa como del diablo. El Espíritu Santo, así como yo lo
entiendo -y lo dije con más convencimiento porque así lo creotiene tanto poder que, sólo
con hacer una cosa pequeña y minuciosa, puede obtener resultados. En contraste, el
diablo tiene que hacer muchas cosas y por lo tanto crea un gran alboroto en el mundo
para contrarrestar el poder que en el fondo sabe que tiene el Espíritu Santo.
Usé el ejemplo que Silvia me había contado: "cuando la policía secreta te perseguía, eras
una mujer sola e inocente, usaste medios simples como por ejemplo dejar caer un
pañuelo y recogerlo para ver a qué distancia estaban, subías al autobus y te bajabas
repentinamente cuando ellos quedaban atrapados entre demasiada gente. Así con medios
más inofensivos pudiste escapar de hombres fuertes, partes de una organización más
grande y armada, pudiste proteger a tu familia y, estás ahora fuera de peligro en Canadá.
Creo que el Espíritu Santo te ha protegido y está contigo. Eres una persona muy buena.
Sugiero, ya que estás yendo al grupo de oración de la catedral, que cuando te toque ir
otra vez este viernes, ores especialmente al Espíritu Santo".
Pasaron dos semanas y regresó Silvia, esta vez mucho mejor. Me contó que en el grupo
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de oración de la catedral, había rezado con toda la fuerza de su ser y que de repente
sintió un calor que le llenó el cuerpo. Estaba sentada entre su marido y un hijo y ellos
mismos se dieron cuenta que algo distinto y especial le pasaba. La experiencia duró un
rato, y desde ese tiempo, se ha sentido mejor: el dolor, los síntomas, en la espalda, la voz
ronca y el miedo desaparecieron. Ella continuó con las oraciones semanales.
Inesperadamente, en una ocasión social varios meses después me encontré con ella, y su
estado de salud continuaba bien.
ANÁLISIS TEÓRICO
Teoría de crisis
En los dos casos presentados el ser testigo o víctima de una hechicería fue un
acontecimiento traumático. Si el proceso de la crisis actual tiene características parecidas
a los acontecimientos de una situación previa, el incidente del pasado puede surgir
nuevamente. Además la forma de resolver, o de no resolver un problema anterior, tiene
efectos en cómo se encamina la crisis en el presente. Por lo general, el estado de crisis,
de duelo o de posttrauma (que es una combinación de los dos) debilita en forma
temporal al ego, que se encuentra estructuralmente desorganizado siendo más vulnerable
tanto a intervenciones positivas como negativas, antes de reorganizarse en un nuevo
estado homeostático. En los dos casos, la brujería fue una intervención maléfica, dejando
al ego con la sugerencia de que hay fuerzas dañinas y mágicas fuera del control del
individuo. Para intervenir terapéuticamente es mejor en la medida de lo posible incluir
todos los pasos del proceso destructivo en una reconstrucción positiva.
El caso de Esther: Esther experimentó un conflicto familiar a los quince años, que como
la hija de en medio, tuvo poco que decir sobre la resolución del conflicto. Sin embargo,
tuvo que vivir con las consecuencias del hermano que dejó el hogar. Quizás haya tenido
una experiencia de duelo, dudas acerca de las lealtades y los engaños familiares,
especialmente con un hermano adoptivo.
Desde el punto de vista de Salvador Minuchin (7), hubo una reorganización estructural
de la familia. Poco después Esther sufrió los efectos de las verrugas. Se encontró otra
vez en una situación crítica cuando supo que el novio, futuro miembro de la familia, la
había engañado. El novio demostró su capacidad de involucrarse en actividades
destructivas y existía la posibilidad real de que llevaría a cabo las amenazas de matar a
miembros de la familia. El temor más grande de Esther era llegar a ser víctima de algo
fuera de control.
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El miedo de padecer de las verrugas tuvo un efecto de acondicionamiento clásico a dos
niveles:
1) las verrugas ocurren después de que ha habido un conflicto de familia en que hay un
engaño por el miembro que no es de sangre;
2) las verrugas fueron y simbolizan una causa mágica fuera del control de Esther.
El caso de Silvia: Silvia sacó provecho de las sesiones psicológicas expresando las
situaciones traumáticas. Las consultas fueron terapéuticas porque le permitieron revivir
tanto la intensidad de la crisis como del duelo, en una relación de apoyo en que pudo
experimentar comprensión y seguridad personal, sin amenaza alguna.
Se podría decir que la guerra, especialmente una como la de el Salvador, es como para
enloquecer a cualquier persona. Al aliviarse de los síntomas post-traumáticos, el ego
siendo todavía vulnerable, según la teoría de crisis, hace surgir un acontecimiento del
pasado como una segunda oportunidad para resolverlo en el presente.
Los síntomas que Silvia experimentaba eran como una demencia, y por lo tanto surgió el
problema de la locura de la tía. Tanto ella como la tía eran víctimas de algo mucho más
grande y dañino. Así como las consultas permitieron que Silvia reviviera el trauma de la
guerra, también le permitieron revivir el trauma de la brujería. Además, el poder mental
de la sugestión de las fuerzas fuera de su control personal que le pudieran causar daño,
hicieron que Silvia tuviera síntomas graves.
El rito
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Los procedimientos rituales preparan la mente para un estado hipnótico, que obra como
una metáfora comunicándose directamente con el inconsciente. Además, los mensajes
que proporciona el rito son más fuertes en épocas de crisis y/o de transición en la
formación del individuo, la familia o la sociedad, y hace uso de la vulnerabilidad que
naturalmente ocurre con la desintegración de hábitos, pensamientos, sentimientos,
creencias y/o relaciones sociales antes de la estabilización de un nuevo cambio.
Cuando ocurren hechos tangibles después del rito, su eficacia llega a ser indisputable.
Por estas razones el rito tiene el poder que tiene.
Imber-Black E. et al. (8) han demostrado el uso y la eficacia del rito en la terapia
psicológica con parejas y familias. Para establecer una reconstrucción eficaz y positiva
de una brujería, la intervención óptima es crear un rito que repita los acontecimientos de
la hechicería, pero en una forma distinta.
La abuela en el caso de Esther, y el brujo que sanó a la tía Rosita, hicieron precisamente
eso. Milton. H. Erickson demostró el valor terapéutico tanto de la repetición como de la
introducción de algo distinto en los procesos mentales.
1. revivir la experiencia en una forma distinta a la primera vez por el apoyo que se
recibe;
2. el enfrentamiento de los peligros psicológicos y el proceso de desintegración, o
regresión en servicio del ego, con seguridad psicológica;
3. el acceso a una variedad más grande de recursos mentales como por ejemplo, la
observación, disociación y reexaminación de preceptos.
Esther fue afectada por una brujería y rescatada por la abuela. Se podría preguntar, ¿por
qué surgió otra vez el problema de la brujería? El caso de Silvia fue el más difícil. Silvia
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fue testigo de la maldición y la liberación de la tía. El beneficio de la brujería tuvo
efectos traumáticos porque en cada paso de la curación Silvia llegó a ver la magnitud de
la maldición que culminó en la muerte del brujo.
Las dos recurrieron a una psicóloga que también tiene conocimientos especiales y a
quien culturalmente se le otorga un elemento misterioso.
El poder
El temor es una emoción de emergencia con características que opera como una
respuesta a un peligro produciendo efectos fisiológicos y psicológicos. Cuando se siente
con mucha fuerza puede llegar a dominar facultades físicas y mentales. El miedo más
grande de la brujería es el poder de la maldición que puede crear hasta terror. Para lograr
una diferencia significativa, el poder de la intervención positiva tiene que sobrepasar el
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de la brujería destructiva.
En el caso de Esther, la abuelita con los yuyos, rezando, pidió la intervención de Dios,
que es todopoderoso, y sólo así pudo neutralizar el efecto dañino del brujo. Igualmente,
cuando Esther me consultó, el brujo también tuvo que recurrir al uso de ciertos
materiales para ejercer sus fuerzas mágicas y, al no tenerlas, se deshizo su potencia.
Los factores que funcionaron en el caso de Silvia fueron: la fe que ella tenía en la
bondad de Dios; otra interpretación del poder de Dios; la comunicación con convicción
personal de parte del terapeuta de dicha interpretación; el uso de las propias experiencias
de Silvia que hicieron sus creencias del poder de Dios más firmes y reales y finalmente,
el hecho que ella rezó con toda la fuerza de su ser. Todos estos factores tuvieron un
efecto curativo increíble.
Para obtener resultados más seguros es útil que el terapeuta considere tanto los factores
que producen cambios como las posibles resistencias. Según las intervenciones
ericksonianas, las resistencias no existen, sino demuestran más bien la ineficiencia del
terapeuta. Para manejarlas, el terapeuta permite la expresión o el desarrollo de lo que
tradicionalmente se considera una resistencia, conduciendo una intervención paradójica.
Si el terapeuta manifiesta la misma resistencia que pueda tener la persona que quiere
recibir el tratamiento, entonces está permitiendo la expresión de esa resistencia. Este
proceso puede contribuir a liberar la restricción de la misma. Cuando se lo introduce
junto con el cambio que se quiere efectuar, la intervención desenreda una doble atadura:
- la resistencia al cambio;
- la introducción de la nueva información y la aceptación de un pequeño cambio.
1) una identificación de parte del terapeuta con las cualidades medicinales de las plantas
y por lo tanto una identificación con el brujo y la abuelita;
2) una experiencia de dificultad con la aduana canadiense que introduce lucha con
fracasos que crea una duda;
3) un comienzo en encaminar el tema de la duda que enfoca el temor más grande de
Esther: de dudar que se pueda remediar su situación;
4) la transferencia de la duda al brujo, deshaciendo su poder al decir: "dudo mucho que
el brujo tendrá la combinación necesaria de plantas". Sin decir directamente: "para las
verrugas", se desliga otra doble atadura porque la comunicación permanece en una forma
indefinida, sin embargo, el propósito se entiende en una forma tácita. Al contrario, si se
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dijera "precisamente para las verrugas", la mente consciente podría considerar las
alternativas y preguntarse si el brujo podría tener otra combinación de plantas, que
producen un efecto distinto en el cuerpo.
En el caso de Silvia, el brujo dijo que la brujería era muy seria. Al establecer que yo
necesitaba tiempo para meditar sobre la seriedad de su situación, estaba preparando la
mente consciente y subconsciente de Silvia para la idea de que este aspecto se
consideraría en toda su complejidad e intensidad. Mi inhabilidad de responder
inmediatamente fue fortuita porque una respuesta apresurada podría negar su realidad. El
hecho de que los síntomas empeoraran nos permitió, tanto a mí como a ella, descubrir
cómo había incorporado la experiencia, y me proporcionó la oportunidad de responder a
todos los síntomas.
Con el regreso para más sesiones se tomaron algunos pasos parecidos a los del brujo que
curó a la tía Rosita. Fui consciente de que quizá no fuera una coincidencia que Silvia no
llegara para una tercera sesión después de haberme informado de su problema. Por eso
tampoco la llamé por teléfono. Al no encarar el problema del brujo, y al verme en una
ocasión donde desempeñaba un papel aparte de mi consultorio, Silvia pudo establecer,
ya confiada en que estaba bien, que yo también sobreviví el acontecimiento.
Generalmente las intervenciones paradójicas y las que desenredan una doble atadura, son
más eficaces cuando el terapeuta está luchando con las mismas dificultades del paciente,
y hay un deseo con desinterés propio de realmente ayudar; entonces, el inconsciente
encuentra los medios adecuados para responder, y estos se manifiestan sinceramente. Es
en el análisis posterior que la ingeniosidad de la intervención florece. Al contrario, si se
trata de un ejercicio de la mente consciente para obtener un resultado previsto, la
intervención tiende a ser forzada y, sin tomar en cuenta los factores inconscientes, se
comunica como una manipulación.
El estado hipnótico permite que el inconsciente reciba las sugerencias directas sin
operación previa de la mente consciente. Por lo tanto, los mensajes son recibidos con
más fuerza que en el estado normal de la conciencia.
48
armonía orgánica.
Quizá lo interesante fue el silencio durante todo este período, de parte del terapeuta,
ocasionando que la ejecución de la intervención fuese recibida con más fuerza por las
siguientes razones: 1) por el estado de trance; 2) por la diferencia entre la comunicación
silenciosa y la verbal; 3) lo que se pronunció de manera verbal fue ejecutado
concisamente dando más poder a cada palabra; 4) todos los factores fueron incluídos en
la conclusión; y 5) ésta ofrecía una alternativa un poco distinta, a la realidad que fue
presentada, alterándola suificientemente como para tener un efecto nuevo y distinto a la
anterior.
La psicología y la espiritualidad
* MARIA KRASINSKA. Obtuvo el Master en Trabajo Social en la Universidad de Calgary. Ha desempeñado trabajo clínico en el Hospital de Niños de Calgary Alberta, es miembro y consultora del
Consejo para la Cruz Roja en el Programa de Sobrevivientes a la Tortura de Refugiados Latinoamericanos. También es consultora en la clínica de intervención en tiempos de crisis en Calgary Alberta.
1. PARAD , Howard J. (ed), "Crisis Intervention: Selected Readings, Family Service Association of America", New York, 1965.
2. RAPAPORT, Lydia, The State of Crisis: Some Theoretical Considerations, Social Service Review 36, (June 1962), pp.211-217.
3. LINDERMANN, Erich, Symptomatology and Management of Acute Grief. Journal of Psychiatry, Vol. 101, September 1944.
4. ROSSI, Ernest L., “The Nature of Hypnosis and Suggestion by Milton H. Erickson". The Collected Papers of Milton H. Erickson on Hypnosis, Vol. I. Irvington Publishers, New York, 1980.
5. JUNG, Carl, G., 5. JUNG, Carl, G., 1961, Edited by Jolande Jacobi and R.F.C. Hull, Bollington Series, Princeton University Press,1970.
6. ROSENBERG, Blanca, N., “Planned Short-Term Treatment in Developmental Crises”, Social Casework, 56(4), pp. 195-204, 1975.
7. MINUCHIN, Salvador, Families and Family Therapy, Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, 1974.
8. IMBER-BLACK, E., J., and R. Whiting, Rituals in Families and Family Therapy, Norton Publication, New York, 1988.
49
El terapeuta se preocupa mucho por lo que pasa con la familia del paciente, y pocas
veces piensa en sí mismo. Entonces ¿qué ocurre con el terapeuta? Yo creo que hablar de
nosotros mismos es difícil, porque pensamos que los terapeutas somos inmunes a los
problemas.
El terapeuta pensaba que los padres eran los culpables de las patologías de los hijos.
Había una tendencia a culpar a la familia, se ponía el énfasis en la familia. Con esto no
estábamos siendo sistémicos. La familia abandonaba la terapia. Algo andaba mal, y yo
decidí que ya no era útil el culpar a la familia y como consecuencia pensé en la inclusión
del terapeuta en el sistema. Cuando la familia está en terapia, no hay familia sin
terapeuta.
Me cansé de utilizar la misma técnica en todas las familias y todos los individuos. La
técnica es fría, pareciera que la terapia estriba en la técnica, pero no. Tenemos que
abrirnos más a la sensibilidad dentro de la terapia. Por ejemplo, Salvador Minuchin,
inventó lo de las sillas y se puso de moda esa técnica en la terapia familiar. Pero esto a la
larga resultó aburrido para el terapeuta.
A mí me ocurrió hace 8 años, como terapeuta familiar y como hipnólogo, algo que me
hizo pensar en este tema. Por lo regular, el terapeuta piensa que va a ayudar a la familia.
Yo estaba trabajando con una familia con una hija esquizofrénica que fue diagnosticada
además de débil mental, o sea, hebefrénica. Mucho tiempo tratamos de aplicar las
técnicas que correspondían. La paciente identificada gritaba todo el tiempo, si esto era
insoportable durante la terapia lo era más en la casa, nosotros no sabíamos qué hacer.
La paciente nos dijo que nosotros queríamos que sus padres se hablaran, pero que los
coterapeutas no interactuábamos y no éramos un buen ejemplo para sus padres. Ella se
dio cuenta de qué era lo que estaba ocurriendo.
Este sería el principio para que nos encontremos hablando de la "Psicoterapia Centrada
en el Terapeuta".
El coterapeuta y yo aceptamos la indicación de la niña. En la siguiente sesión
comenzamos a platicar entre nosotros y los padres comenzaron a hablar entre ellos. El
proceso cambió por completo. Esto vino de la familia, no de nosotros. Entendimos que la
sugerencia era muy buena.
Cuando se trabaja con hipnosis tradicional se piensa que el terapeuta sabe todo. A un
señor muy resistente a la hipnosis le pedí que sostuviera sus brazos en el frente; traté y
traté de hacer sugestiones; él me miró y sonrió, y al preguntarle "¿Qué me está viendo?",
50
"Pues que no sabe cómo inducirme, mejor siga mis instrucciones de cómo me puede
hipnotizar", dijo.
Otra ocasión con una chica violinista con pánico escénico, le ordené en la inducción de
trance que su mano estaba quieta; ella me dijo que estaba loco porque una violinista
necesitaba mover la mano; entonces le pedí que moviera la mano y entró en trance.
Es imposible que el terapeuta no se involucre, sobre todo si la patología o la situación
está haciendo sufrir a la familia o al paciente. El terapeuta muy distante, quizás tiene
temor de reconocer su involucración. A más distancia corresponde más temor a
reconocerla.
Si pensamos que el terapeuta está junto con la familia en una canoa, es imposible dejar
de sentir y experimentar los movimientos que otros hacen, y al terapeuta corresponde
equilibrarla para que no se voltee. Sólo involucrándose el terapeuta puede ser eficiente y
lograr el equilibrio.
Voy a comenzar presentando los problemas que tienen los terapeutas en la terapia
familiar.
A los problemas del terapeuta hay que sumar los del equipo que trabaja con él. Por
ejemplo, si entre el equipo no discuten frente a la familia y lo que deseamos es enseñar a
unos padres que se puede pelear y no pasa nada, sería oportuno que los terapeutas
pelearan frente a la familia para que vean un modelo de discusión y se atrevan a pelear
entre ellos.
Cuando un terapeuta bosteza casi siempre se tapa la boca. Carl Whitaker no se cubre, es
más, se duerme y dice a la familia que hasta soñó y que les va a narrar su sueño, porque
a lo mejor este sueño es útil para la terapia. El terapeuta puede tener comezón y yo
pienso que se vale que se rasque, puede estar sintiendo cansancio, enojo. No somos
infalibles, y todos lo sabemos, pero no existe un libro que nos hable de la fabilidad de los
terapeutas. Coleman sólo ha vendido dos copias de su libro que habla acerca de errores
en Terapia Familiar.
Si el terapeuta no cree las connotaciones positivas que hace, la familia se da cuenta de
que está mintiendo. Lo mejor es UTILIZAR al terapeuta, decirle a la familia que el
terapeuta siente más allá de las técnicas. Mostrar nuestra parte débil permite a la terapia
un progreso más honesto.
Veamos ahora algunos de los Problemas subjetivos más comunes del terapeuta:
a) El aburrimiento. Al aburrirnos nos estamos involucrando. Con un paciente
hipocondriaco yo me aburría mucho, repetía lo mismo en todas las sesiones: sus temores
de padecer grandes enfermedades. Yo no sabía qué hacer y él tampoco sabía qué hacer
conmigo ¿Cómo podría dejar de hablar de esto? Un día estaba tan aburrido que yo tenía
una carpeta con elástico, saqué unas hojas, hice bolitas de papel y se las lancé con el
resorte. Esto fue muy loco, no sugiero que me copien. Lo empecé a hacer, le lancé
bolitas de papel y al principio no le atinaba, al final mi puntería se afinó y le pegué
varias veces. Cuando decía "me duele el abdomen", yo le daba en el abdomen; "me duele
la cabeza", y yo le daba en la cabeza. El me pidió la carpeta y comenzó a tirarme bolitas.
Nuestra relación cambió, yo le dije que lo veía más vivo y él me dijo que me veía más
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despierto. Mi acting out introdujo una nueva relación con este paciente. b) La ira. Yo
trataba de no mostrar mi enojo, porque supuestamente el terapeuta nunca se enoja, nunca
reacciona mal, pero a veces me daba cuenta de que estaba enojado con el paciente. D.W.
Winicot explica en un caso cómo odiaba a un paciente: "Si uno no se come al paciente,
el paciente se lo come a uno". Sólo odiamos un ratito, no odiamos todo el tiempo; si la
gente pudiera advertir que la estamos odiando, ésta trataría de cambiar. Una ocasión, al
entrar en trance un paciente, empezó a hablar en otra lengua y me era imposible
entenderlo. Nunca tuve éxito. Utilicé todas las técnicas indirectas a la mano, no entendía
mis sugerencias, traté de hablar en su lenguaje, era turco, lo estudié pero no pude hablar
con él. Le dije "si no paras te voy a echar de mi consultorio", a lo que contestó que
estaba bien, que iba a utilizar un lenguaje que yo entendiera, y así lo hizo.
c) Simpatía o Antipatía. Puede ser que nos caiga bien el padre, como a todos en la
familia, y nos caiga mal la madre, como a todos en la familia, hay que tener cuidado,
porque si es demasiada esta simpatía/antipatía está sucediendo algo en la terapia. Cuando
tenemos un paciente muy simpático nos cuesta mucho trabajo cambiarlo, es más, nos
cuestionamos para qué cambiarlo si es tan simpático y la familia nos está pidiendo que lo
cambiemos.
d) Paranoia. Al final de la sesión, regresa la esposa y nos dice en privado que el esposo
está loco. Nos cuestionamos qué vamos a hacer con esto que sabemos. ¿Se lo diremos al
esposo?, ¿guardaremos el secreto?, ¿cómo lo interpretaría la familia? La madre de una
familia me dijo que a su hijo esquizofrénico le daba sus pastillas como queso parmesano
en el espagueti; otra nos dice que las gotas se las pone al niño en el café. Esto pone al
terapeuta paranoico. Yo le digo a la madre que todas las madres que aman a sus hijos les
dan las pastillas de tal manera que el hijo aprende que las tiene que tomar. Porque si él se
da cuenta del truco, el terapeuta quedará muy mal y sería un punto malo para la terapia.
e) El juicio moral. Cualquier idea que tiene el terapeuta acerca de alguna decisión de la
familia, debe tener mucho cuidado en cómo lo externa. Por ejemplo, una pareja se quiere
divorciar y el terapeuta dice que lo hagan, al divorciarse el culpable del divorcio sería el
terapeuta. O que tengan hijos y sucede lo mismo.
Existen algunas SEÑALES OBJETIVAS que el terapeuta puede reconocer para saber si
está involucrado:
LA HIPERACTIVIDAD. El terapeuta hace y hace, y la familia hace menos cada vez. El
terapeuta se siente descontento e infeliz. En una ocasión, una madre pedía y pedía y
cuanto más hacía yo, menos se avanzaba y ella más pedía; yo hacía cada vez cosas
mejores, pero me cansé a tal grado que ya no pude más. Un día llegué a la sesión, el hijo
estaba más loco que antes, la madre me pidió nuevas ideas, le dije "lo siento, hoy no hay
ideas nuevas"; "pero usted no me puede hacer eso"; "no tengo idea, pero puede seguir la
terapia"; la madre dijo entonces: "sin ideas nuevas habrá que detener la terapia, yo te
llamo en una semana para ver si tienes nuevas ideas". Así lo hizo, me llamó y le dije que
no tenía ideas nuevas, después de tres o cuatro veces más que hice esto, ella me pidió
regresar a terapia aunque no tuviera yo ideas nuevas. La madre empezó a aportar ideas
nuevas y avanzamos mucho y yo pude descansar. LA PASIVIDAD. Casi siempre en
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terapia familiar, las sillas son incómodas, quizá porque esta terapia es muy activa y nadie
puede relajarse, al contrario que con el psicoanalista que posee sillones cómodos, es muy
pasivo y asiente simplemente con la cabeza mientras el paciente habla. El terapeuta
familiar casi no usa barba ni fuma pipa, porque éstos serían datos de pasividad. Cuando
el terapeuta es muy pasivo la terapia no progresa, la pasividad en la terapia familiar es
señal de no-involucramiento. ACTIVIDAD ESTEREOTIPADA, la terapia se puede
convertir en un autorritual que se repite todo el tiempo.
INTERVENCIONES CONTRASISTÉMICAS, en que se culpa a la familia de no
progresar, y el culpar a alguien no es sistémico.
Otras señales serían: EXCLUSIÓN DE UNA PARTE DEL SISTEMA, COALICIÓN,
SIMETRÍA, CULPABILIZACIÓN. SEDUCCIÓN, la encontramos cuando el terapeuta
trata de ser tan empático que se abstiene de hacer movimientos fuertes con la familia.
OCULTAMIENTO, podría ser cuando el esposo le dice al terapeuta "¿por qué no me
dijo que mi esposa ya le había dicho que me era infiel?"
INCONGRUENCIA EPISTEMOLÓGICA. La epistemología es una cosa y la terapia es
otra, el terapeuta tiene una epistomología que traiciona para poder intervenir.
Cuando alguna de las señales anteriores de involucración las puede identificar el
terapeuta, está posibilitado para aprovecharlas terapéuticamente, lo peligroso es cuando
el terapeuta no se da cuenta y no lo puede utilizar para la terapia. Carl Whitaker dice que
la involucración del terapeuta facilita el cambio.
También hay señales físicas de involucración del terapeuta, como querer ir al baño,
sudar, o tener dolor de cabeza, etc. Nunca he visto a un terapeuta que suspenda la sesión
para ir al baño, nos sentimos tan perfectos que pensamos que no tenemos ninguna
necesidad física que satisfacer durante la terapia.
Todas estas señales pueden ocurrir tanto en terapia familiar como en la individual. Hablo
de familias porque con ellas he tenido mi mayor experiencia. En terapia individual no
hay supervisor, y es más difícil para mí ejemplificar en ella; pero sin duda todo lo
anterior se aplica también a esta terapia.
A continuación vamos a analizar cuáles son los problemas que se pueden presentar en un
equipo terapéutico. Al decir equipo me refiero a los que trabajan con el terapeuta, ya sea
en coterapia, supervisando o detrás de la cámara de Gessel. Yo sugiero tener a alguien
con quien hablar de la terapia, sólo así se puede salir de ella. Tanto involucrarse como
desinvolucrarse durante el proceso es muy importante, debemos siempre trabajar en
equipo.
Lo más sencillo será hablar sobre cómo son los problemas en un equipo de dos
terapeutas, así voy a ejemplificar a continuación los problemas del equipo. Cuando entre
el terapeuta y el paciente aparece un problema isomórfico, entra el equipo para utilizar
ese isomorfismo. Una ocasión con un niño autista, la madre estaba disgustada con el
padre porque no participaba, el padre trabajaba en una prisión y sólo abría la puerta y la
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cerraba y no hablaba con nadie. En casa tampoco hablaba mucho. El terapeuta dijo que
era normal que si el padre no hablaba no hablara el niño, la familia respondió que eso no
era así, que ellos se entendían muy bien, a pesar de hablar poco. Los terapeutas
comenzaron a hablarse muy poco entre ellos y con el niño. Yo fui invitado a
supervisarlos, los terapeutas admitieron frente a la familia que se habían equivocado, al
romper el isomorfismo la familia progresó en la terapia.
Cada uno de estos problemas no hay que eliminarlos, hay que UTILIZARLOS en pro de
la terapia.
A propósito de los problemas anteriormente enlistados, creo que en la División
podríamos pensar que lo bueno es que existan dos puntos de vista, aliar a los pacientes
con cada terapeuta. La Disociación nos sirve para checar los caminos distintos para
llegar a lo mismo, de uno duro a uno más suave, encontrar el puente que conecta y
ofrecerle al paciente alternativas comunicandole flexibilidad. Como podemos ver, es
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sencillo connotar positivamente estos problemas de los terapeutas para la terapia.
La Competencia puede ser con otra persona o con uno mismo tú intenta esto y yo intento
lo otro -; si la familia es muy simétrica mostrar a la familia la resolución de la simetría,
podría hacerse hasta divertido y humorístico, o dando modelaje a relaciones rígidamente
complementarias, pero con cuidado para no llevar a la familia a la pasividad por la
hiperactividad de los terapeutas. La competencia puede también promover la creatividad
y la efectividad de los terapeutas.
Transferencia y Contratransferencia. Vi dos familias en la misma época, con hijo único
esquizofrénico, las dos madres viudas, a veces confundía lo que me había dicho una
familia u otra, hasta que un día cite a la misma hora a las dos familias, ofrecí disculpas y
les pedí que decidieran si se iban o si se quedaban juntas en esa sesión. Empezaron a
competir entre ellas, una decía que tenían que controlar a sus hijos y la otra decía que no,
que había que dejarlos libres. Uno de ellos dijo: "¿Tú por qué le haces caso a esa
señora?, ¿cómo que me vas a dejer solo?, si no se calla me voy a salir del consultorio y
no sé qué vaya a ocurrir" a lo que la madre contestó: "¿Qué puede pasar, si ya tienes
veinte años? Salte, no te va a pasar nada". El hijo se salió, por primera vez salió solo a la
calle, la madre se angustió, la otra madre le dijo que ella la entendía, pero que no le iba a
pasar nada. Después se hicieron amigas y se apoyaron mucho, consiguiendo los hijos
una mayor independencia.
Con la Transferencia y Contratransferencia podemos entrar muy en contacto con la
problemática para entender mejor lo que está pasando, por ejemplo, un terapeuta
depresivo frente a una familia depresiva sabe lo que se siente; por lo tanto, puede
acompañar mejor a la familia; o al decir que no sabe qué hacer, que está paralizado y
pide el apoyo del supervisor o del coterapeuta, la familia sentirá la honestidad del
terapeuta, y en ese "perderse" se trae consigo muchas cosas que no tendría si no se
hubiera metido a tal grado en el problema.
La hipnosis en la familia es vivir la experiencia de una forma distinta de interacción,
bajan las formas rígidas de respuesta entre los miembros, promueve la individuación
porque cada quien piensa más consigo mismo. La hipnosis es una buena herramienta
terapéutica que si no se tiene el debido cuidado, lo que se consiguió con la hipnosis se
puede venir abajo si son mal-utilizadas otras técnicas terapéuticas. Para saber los
resultados del trance hay que esperar, inmediatamente no podemos precisar sus efectos,
hay personas que se duermen y/o dejan de escuchar y aseguran no haber estado
trabajando adecuadamente; yo les recomiendo que hay que esperar a los resultados.
Trabajé con una familia compuesta por mamá, dos hijas y un hijo. Hice una primera
sesión de exploración supervisando con el equipo terapéutico. La familia planteaba la
problemática de la separación de los padres, de la ausencia de papá, la salida del único
hermano varón de la casa, el deseo de que papá volviera, los deseos de cada una de las
hijas y de la mamá por hacer y estar como quisieran. El hijo planteaba que su madre se
comportaba muy posesiva. Para la segunda sesión había decidido dejar la casa, mientras
su familia estaba en la terapia. La madre habló que le gustaría hacer una escultura
abstracta llamada "libertad".
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A continuación presento el procedimiento que empleé en el trabajo con las mujeres de
esta familia.
INDUCCIÓN DE TRANCE Y SUGESTIONES: pónganse cómodas, piensen en sí
mismas, en lo que quieres para ti misma, nadie puede decidir por ti, Uds. realmente son
libres, la primera parte de la película representa lo que tú quieres y ahora siéntete
cómoda y aprecia tu libertad, en la segunda parte de la película tú eres la protagonista y
la directora, nadie puede entrar ahí, tengo que advertirte que la libertad puede hacerte
sentir sola, pero esto no significa que realmente estés sola, la mejor forma de estar con la
otra persona es pudiendo estar libremente, si pides que alguien se quede contigo por
temor a quedarte sola, no estas siendo libre ni estás dejando ser libre a los demás, la otra
gente puede ser distante pero también puede regresar, no va a regresar porque la obligues
sino porque quiere regresar, si la otra persona no quisiera volver, tú puedes imaginar que
está contigo esta persona y en eso nadie puede intervenir, eres libre de imaginar que
estás acompañada, sube una escalera, escalón por escalón y regresa, lenta y
gradualmente, sigue por la escalera y subes hasta una posición distinta, dejando de estar
atrapada por el problema, posición desde la cual puedes estar entendiendo mejor lo
grande que es el mundo, lo libre que eres, y desde esa posición alta, puedes ver a todas
las personas a tu alrededor, a ninguna puedes poseer, pero puedes estar con ellas, o
separada, desde ahí te das cuenta que estás fuera ya del problema, que puedes mirar ya
de distintas maneras el problema, en cuanto llegues al último escalón de la escalera,
respira profundo y abre tus ojos para que nos platiques tu experiencia durante este
trance.
En la primera sesión se le cuestionó al hijo qué pasaría si se fuera de casa y él sintió
miedo. A mamá se le indicó que si podía empezar a confiar en el terapeuta podría
seguramente empezar a confiar en sí misma. En la segunda sesión, con la hipnosis, les di
lo que querían, no pretendí dar más. Utilicé sus mismas palabras para cumplir con el
requisito de hablar su mismo lenguaje, fundamental en la psicoterapia en general. Hay
palabras clave que tenemos que repetir continuamente, esas palabras que la persona
resalta de alguna manera, esas palabras son importantes para la persona y significan
muchas cosas al mismo tiempo.
Cuando un médico hace una cirugía cuida el instrumento con el que va cortando, el
psicoterapeuta es el instrumento de la terapia y por tanto debe cuidarse mucho a sí
mismo.
La madre comentó que cuando hacía el ejercicio con hipnosis, ella quería usar más el
sentido del humor pero no pudo hacerlo y esa noche salió con su esposo y estuvo
bromeando mucho y se sintió muy bien, en contraposición a como se sintió durante el
ejercicio... “esto me pasa con frecuencia”, dijo, “sólo que al contrario, se me hace más
sencillo ser así durante la terapia”. “Es la primera vez en muchos meses que no respeto la
dieta, no sé si fue por la hipnosis o por la lagsaña”.
Cuando se induce un trance es imposible no entrar en hipnosis, esto se ha demostrado
con electroencefalogramas, el terapeuta siempre entra en trance, la hipnosis se da en
ambos, pero en el psicoterapeuta con más responsabilidades. En esta ocasión cuando
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trabajé en hipnosis con la familia, yo estaba en trance también.
El terapeuta necesita empezar a notar en sí mismo pequeños cambios que parecen no
tener significado, sin embargo son detalles importantísimos, el terapeuta quisiera tener la
curación, la respuesta del paciente tiene que ir en aumento, el terapeuta va percibiendo si
él está cómodo o incómodo, qué siente, y esos pequeños detalles son las señales que
debe atender.
En situaciones en que un sujeto de la familia tiene miedo o resistencia de alguna manera
a entrar en trance, yo le pido a otro miembro de la familia que entre lo haga para que
observe cómo funciona. Una ocasión una señora no quería entrar en estado hipnótico
porque no deseaba "perder el control", yo le sugerí que trabajaría con su esposo y ella
observaría. Él entró en trance y ella observaba, le preguntó a su esposo si estaba en
trance y él no contestó, fue la primera vez que ella no tuvo el control; yo le pregunté lo
mismo al esposo y me dijo que sí; ella volvió a preguntarle y no le contestó; entonces
ella me pidió que la pusiera en estado hipnótico porque no soportaba lo que sucedía, le
pedí, ya en trance, que ella platicara con su esposo y esto fue posible, entonces sugerí
que en hipnosis no necesariamente se perdía el control, que era una experiencia diferente
de contacto entre ellos.
En ocasiones uno como terapeuta siente que se ha metido en un pantano y poder meterse
en el pantano es un don que se tiene; la libertad no consiste en salirse del pantano, sino
en poder entrar y salir de ahí; ambas cosas son buenas para el terapeuta. Lo vivo no hay
que matarlo. No hay que pensar que ser distante, frío es la solución, ni involucrarse sin
poder salir, sino la distancia y la cercanía. Hay incluso formas físicas para salir o entrar
libremente, si necesitas ir al baño, pues ve, puedes salirte físicamente del consultorio,
para estar en silencio contigo, utilizándolo para la terapia. Espaciando citas, tomando
llamadas, moviendo la silla, terminando antes, y yo les digo que si me cuido a mí, los
cuido mejor a ellos. Yo he investigado en mí mismo, yo creía que si tomaba vacaciones
mis pacientes empeorarían, y no era así, al contrario, mejoraban mucho, y en vez de
pensar que ellos mejoran porque no soy buen terapeuta, me doy cuenta de que al
cuidarme ellos se dan cuenta que también pueden cuidarse. Una solución tan sólo
emocional no es suficiente.
¿Cómo emplear la utilización cuando no sentimos algo bueno en la terapia?, ¿pensando
que estamos también en trance junto con el paciente? Yo lo que hago es dejar de pedir
cosas difíciles, y pido cosas fáciles, empiecen mejor viendo qué ocurre con el paciente y
después volteen a mirar qué les está sucediendo y traten de ver si les pasa algo similar.
Es más fácil encontrar una solución para otra gente que para sí mismo. Es paradójico,
mientras más distancia más cercanía.
Ahora vamos a abordar los LINEAMIENTOS PARA LA TERAPIA CENTRADA EN EL
TERAPEUTA:
EXTENDER LA OBSERVACIÓN AL TERAPEUTA. No podemos decir que la familia es
resistente, sino que a nosotros nos está presentando resistencia.
NO PROGRAMAR LA SESIÓN. Esto hace que se pierda la parte emotiva del proceso, se
programa cuando hay miedo y esto indica que algo no anda bien. Lo interesante es cómo
57
puedes ser creativo ante un problema, si no ocurre el problema algo anda mal.
Todo cuanto he expuesto es para terapeutas expertos no para principiantes, esto nunca se
lo diría a un terapeuta principiante, no es útil para ellos.
NO DEMOSTRAR INTERÉS ARTIFICIOSO. Algo que no sientes no lo digas, los trucos
significan qué tanto estás atrapado, la sinceridad del terapeuta les retroalimenta
confianza.
LIBERTAD. Sentir que te puedes mover libremente en la terapia, advertirle al paciente
que tengo que decir lo que estoy sintiendo y pensando, que si está dispuesto a trabajar así
que se quede, de no ser así sería mejor que recurra a otro terapeuta. Carl Whitaker llama
a ésto "mis ideas, mi opinión", y esa es mi posición, lo que yo siento y pienso, tú tienes
tu vida y yo tengo la mía.
HISTORIAS PERSONALES. Es bueno que el terapeuta exponga algo propio, pero no tan
personal. Yo nunca hablo de mí mismo en mi situación presente, lo que sí puedo decir es
lo que ya me pasó y ya está resuelto, lo que ya no es tan actual ni doloroso; a menos que
me sienta muy seguro con el paciente diría algo doloroso para mí, sólo que fuera muy
útil para el proceso terapéutico que no pueda manejar muy bien. Otra opción es tomar
sucesos de otros pacientes, pero dejándolos en total anonimato. Cuando me preguntan
cuántas sesiones vamos a necesitar, les cuento de un paciente que después de la primera
sesión para dejar de fumar, le dijo al terapeuta que le llamaría para concertar la siguiente
cita; ya no hubo necesidad: llamó para decirle que eso era magia, que ya había dejado el
cigarro, no sabía cómo. Yo les platico esta historia a algunos pacientes cuando me
preguntan cuántas sesiones se necesitarán. EXPONER SENTIMIENTOS Y FANTASÍAS.
Diseñar INTERVENCIONES RESPETANDO LA REALIDAD DE LA FAMILIA Y DEL
TERAPEUTA. Hay que ser muy precisos en las intervenciones según el tipo de familia
de la que se trate. Si el terapeuta no cree en alguna técnica o estilo de terapia, no
podemos forzarlo a creer en ella y mucho menos a que trabaje con ésta.
ASUMIR LOS MODELOS DE RELACIÓN DE LA FAMILIA Y MODIFICARLOS. Cuál
es el modelo de la familia y qué relación tiene conmigo como terapeuta, identificando
conductas isomórficas. Si un paciente es callado y el terapeuta también, esto es
isomórfico. Hay isomorfismos intencionales y no intencionales. Una vez una esposa me
repetía por teléfono la misma cosa hasta que le dije que hiciera lo que quisiera y que ya
no la iba a escuchar; cuando vinieron los cónyugues a su primera sesión, la esposa volvió
a repetir y repetir lo mismo, hasta que el marido le dijo: haz lo que quieras.
TRABAJO EN EQUIPO es otro lineamiento para el terapeuta. Y para terminar,
ACEPTAR LA AYUDA DE LA FAMILIA. Existen también otras conductas del terapeuta
durante la terapia: la conducta opuesta, la repetitiva y la de omisión, ya que además
podemos ser complementarios, opuestos o repetitivos (redundantes en la conducta o
estereotipados). La omisión se da cuando el terapeuta sabe qué debe hacer y lo olvida o
lo deja pasar de largo; si no lo hace hay que preguntar por qué.
Estas conductas son tan comunes en la terapia, que son positivas si con ellas el terapeuta
puede cambiar el patrón, utilizarlo, dándose cuenta de que algo de esto está sucediendo,
convirtiéndose así el terapeuta en un instrumento para la terapia. Si no los utiliza quedan
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tan sólo como un síntoma y entonces estos tipos de conducta son negativos.
Ahora sería muy importante hablar acerca de la UTILIZACIÓN. Ésta es muy importante.
Si el terapeuta puede utilizar lo que le pasa a él o al paciente, en forma terapéutica, quizá
sea mejor que connotar conductas. En el ejercicio con la familia que cité anteriormente,
surgió la libertad y, en vez de connotarla, la utilicé para hacer la sugerencia en el trance y
fue la solución para esa familia. La utilización hace que todo lo que suena loco sea útil;
hay síntomas que no pueden utilizarse como la anorexia, el suicidio, etc., porque son
conductas peligrosas, pero el resto de los síntomas los podemos utilizar, la locura se
puede utilizar mientras no sea estúpido; Picasso, por ejemplo, usó muy bien su locura,
pero si alguien es estúpido no podrá usar la locura; las alucinaciones se pueden plasmar
en obras artísticas muy bellas.
El terapeuta comete errores, por supuesto, pero la diferencia es que el terapeuta sí los
puede corregir, la familia no; a veces la terapia funciona o no, a veces podemos ser
derrotados y esto es lo mejor que nos puede pasar. Una vez con una pareja, habiendo
hipnotizado al marido que no trabajaba y estaba deprimido, la esposa decía: "No sé qué
hacer, esta terapia no funciona, pasaron 8 meses, no estás haciendo buen trabajo de
terapia, qué lástima porque mi esposo es buena persona". Yo me sentí derrotado, esperé,
estaba cansado, no quería que vinieran pero vinieron, no pude evitar que vinieran,
empezamos como siempre la sesión, la esposa repitió sus reproches a la terapia. Yo les
dije: "Les tengo que decir la verdad, hoy me sentí tan mal de tener que verlos que cuando
llegaron empezó esta pesadilla, en sus caras veo mi fracaso, lo siento, estoy seguro que
no voy a ser buen terapeuta hoy", el marido dijo: "¿Por qué?", yo contesté: "Me siento
mal, deprimido", el esposo me señaló, "¿cómo puedes estar deprimido? sé más optimista,
las cosas no están tan mal"; y la esposa agregó: "A raíz de esta terapia decidimos tener
un hijo y estoy embarazada", contesté: "Esto no me hace sentir mejor, yo no sé cómo les
vaya a ir con esta depresión", la esposa preguntó: ¿Podemos ayudarte?, mi esposo sabe
hipnotizar, acepta que mi esposo te hipnotice", les dije: "Pero yo no vine a tomar terapia,
ustedes vienen a terapia", el esposo: “Si tú mejoras yo mejoro, si quieres te
hipnotizo...piensa en cosas bellas, todos nos sentimos bien aquí, siéntete optimista...". Al
despertar yo me sentí mejor y tuve dos sueños, uno personal y otro acerca de ellos; los vi
contentos, toda la familia sonriendo, a lo que el esposo contestó: "Esto me hace sentir
muy bien, yo sé que vamos a ser muy felices". En las siguientes sesiones me observaban,
dejaron de quejarse, me cuidaban. Esto fue una locura pero no fui estúpido, olvidaron su
situación y la desenfatizaron; estando yo mal, ellos podían estar mejor; nuestra relación
cambió.
La terapia es dar y recibir, es un toma y daca. No es nada más dar. La gente piensa que el
terapeuta es perfecto y que no necesita ayuda alguna, que no tiene problemas; no saben
que ser terapeuta es ya un problema.
Mientras más trata el terapeuta de entrar en sus emociones menos lo consigue, ¿cómo
entrar entonces a mis emociones? Creciendo junto con el paciente, viviendo con él el
raport, no importa qué sea, hasta lo más absurdo, hasta sentir como si no estuvieras
trabajando bien. Pero no siempre hay que ser tan emotivos, porque estaría el terapeuta en
59
constante dolor. Mejor poder salir y entrar libremente, flexiblemente, de la emoción a la
razón.
Transcripción y adaptación del Taller Psicoterapia Centrada en el Terapeuta, realizada por Rafael Núñez ,
terapeuta del Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de México.
Notas
* CAMILLO LORIEDO, M.D., Presidente de la Sociedad Italiana de Hipnosis y de la Sociedad Italiana de Psicología y Psicoterapia Relacional. Es profesor de psicoterapia en la Escuela de Psiquiatría
de la Universidad de Roma .
Durante la práctica terapéutica he podido observar la relación que existe entre los
sentimientos de angustia, agresión, culpa y depresión, y cómo alguno de éstos se
confunde con los otros tres, si no es que lo ocultan. Sin embargo, parece existir un
círculo vicioso entre ellos , que va envolviendo al individuo en el "no cambio".
Con frecuencia cada uno de estos sentimientos se trabaja por separado, o bien como
resultado o reacción natural de alguna dificultad que se esté viviendo en ese momento, y
no como una relación en cadena como la que determina Melanie Klein (1), quien
establece que cada elemento provoca al que le sigue, es decir, la angustia determina la
agresión y ésta la culpa y ésta a su vez origina depresión. Es importante también
mencionar que estos sentimientos no necesariamente se presentan en este orden, y que
aunque sea claro el encadenamiento, durante el proceso terapéutico es preferible tratar
por separado a cada uno de ellos.
En mi opinión, deben abordarse como la serie causal que son, ya que el paciente es un
todo, con partes que lo complementan pero que no pueden separarse; por lo tanto, está
viviendo los sentimientos en forma conjunta, aun cuando no sea capaz de reconocerlos o
no quiera hacerlo por resultarle amenazante.
Suele suceder que la persona empiece por identificar una sensación física, como
palpitaciones, mareos, sudoración o, incluso, una emoción, miedo y/o ansiedad y llegue
a decir: "¿Qué me está pasando?" "No sé por qué me siento así" "Estoy muy sensible". Y
esta sensibilidad muchas veces la lleva a la irritabilidad, y de pronto se da cuenta de que
también siente coraje e inicia una revisión de aquellas situaciones que le molestaron, que
no fueron lo que esperaba, y así sigue alimentando el coraje, en ocasiones con una
mezcla de tristeza que, a su vez, la conduce a pensar y a cuestionarse: "¿Qué hice mal?"
"¿En qué fallé?" "No sirvo para eso" "Todo me sale mal".
¿Y qué hace con ese sentimiento, con esa sensación, con esa emoción?
Puede autoagredirse o agredir a otros de manera real o fantaseada, tengan o no que ver
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con su sentir.
La autoagresión puede darse desde el momento en que la persona llega a pensar "es lo
que me merezco", "eso me pasa por ser tan bueno (o tan malo)", "ya sabía que tarde o
temprano me pasaría". Asimismo, puede llegar a agredir a quien tenga cerca, así se trate
del ser más querido, ya sea contestándole de mal modo y/o groseramente, o
reclamándole algo hecho hace una hora, un mes, o un año antes, o con una de esas
llamadas "miradas que matan", o con su expresión corporal. Y una vez que descarga su
enojo mediante la agresión, que puede durar minutos o semanas, entonces viene el
sentimiento de culpa, por haber sido "malo" con la persona "buena", porque la lastimó,
porque la hirió.
De esta manera, el círculo continúa repitiéndose una y otra vez, hasta que alguno de
estos señalamientos se vuelve más agudo y le es posible empezar a reconocer que
necesita ayuda para resolver su problema.
De esta serie de sentimientos, León Grinberg ha dicho, por ejemplo, que tanto la
angustia como la depresión se identifican como expresiones de conflicto de la
personalidad; sin embargo, mientras la angustia consiste en una reacción frente a algo
amenazante o peligroso en donde el Yo hace evidente su deseo de sobrevivir y se
prepara para enfrentarlo o para evitarlo si es necesario, en la depresión el deseo de vivir
se encuentra frecuentemente reemplazado por el deseo de morir, por sentirse la persona
incapaz de enfrentarse a lo amenazante o peligroso: todo o casi todo está perdido, y no
tiene la fuerza suficiente para seguir adelante; todo es gris en esos momentos.
La angustia, por lo general, surge como una emoción displacentera que se acompaña de
algunos síntomas físicos que principalmente corresponden a los aparatos respiratorio y
circulatorio, y aparece ante la amenaza de un ataque que puede ir dirigido contra el Self
o el Sí Mismo (2).
61
La agresión se caracteriza no sólo por sus afectos sino por el placer que implica, y puede
ser satisfecha de diversas maneras, desde la ridiculización o la inferiorización del otro,
hasta un ataque físico real; hay situaciones en las que se causa más dolor con una palabra
o un gesto que con una agresión física. Hugo Bleichmar (4), menciona el ejemplo del
dolor del tajo en la cara durante el duelo criollo, que más que un dolor físico es un dolor
moral por la irreverencia hacia la persona y por la imagen de debilidad que le crea. Más
que tajo es una marca que señala la firma del adversario triunfante. Otro ejemplo es
cuando a un niño se le da una nalgada sin fuerza, el niño llora por la significación de
desamor que se tiene para él, y no por el dolor físico.
De igual modo, la autoagresión del sujeto ocurre, cuando éste en lugar de amarse se
odia; aparece entonces el coraje que lo lleva a sentirse desvalorizado y, a veces, utiliza la
autoagresión junto con el sufrimiento, no como un fin sino buscando el amor de la otra
persona o de sí mismo.
Para algunos individuos sufrir es una contraseña que, en cuestiones de amor, otorga el
papel de bondadoso. En nuestra cultura se premia el sufrimiento y se llega a confundir el
hecho de que le digan a alguien "pobrecito" con el hecho de que le digan "te quiero", y
esto se graba de tal manera que hay quienes inician una plática contando su sufrimiento,
sus penas, para entrever la posibilidad de sentirse queridos o mirados, sin embargo
llegan a lamentarse en algún momento hasta por ser lo que en algún momento quisieron
ser.
Para Melanie Klein (5), cuando el sujeto logra integrar todo lo bueno y lo malo de las
situaciones y/o personas y consigue totalizarlos, es decir, verlos como un todo, se genera
en él culpa porque siente responsabilidad por haber agredido a la parte buena y, por lo
tanto, también se deprime.
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Al depositar estas emociones y conflictos en la imagen de algún animal que los
represente, y actuando sus movimientos que son propios de estas emociones, el paciente
deja salir con mayor libertad sus conflictos y deseos inconscientes u ocultos al sentirse
menos amenazado por depositarlas en el animal.
Volviendo a mi interés por abordar tales sentimientos como la serie causal que son, me
ha importado trabajar con una técnica hipnótica cuyo trance es dramatizado.
Una vez que la persona reconoce alguno de los síntomas de la angustia (nerviosismo,
sudoración, palpitaciones, náuseas, mareos, etc.) o de la depresión (tristeza, apatía, baja
autoestima, etc.), le pido que me describa con sus propias palabras cómo siente, o cómo
imagina estas sensaciones o sentimientos, le pido que me exprese a qué se parecen.
Después le pregunto si lo que está sintiendo o imaginando le hace sentir coraje,
regularmente me he encontrado que la respuesta es afirmativa, cuando sucede lo
contrario sigo trabajando con el sentimiento ya identificado. Y tanto para la respuesta
afirmativa como para este último caso, lo que sigue es pedirle que, con los ojos abiertos
o cerrados, deje surgir la imagen de un animal que represente, que plasme todo lo que
está sintiendo, y repito su propia verbalización sobre lo que está experimentando.
Cuando ha identificado a qué animal se parece lo que está sintiendo, le pido que observe
detenidamente las características de ese animal, su posición, su tamaño y lo que hay
alrededor.
Una vez hecho esto la llevo a otro lugar, o bien, dentro del mismo, cambio de sitio las
sillas o los cojines con el fin de transmitir en forma no verbal la idea de que "aquí en este
consultorio o en este espacio dentro del mismo, antes tenías un problema, y ahora, en
este nuevo lugar, o en este nuevo acomodamiento construyes tus nuevas soluciones" (6).
A continuación, le pido a la personaque se ponga cómoda de nuevo, que cierre los ojos y
vuelva a traer a su mente ese animal que está sintiendo lo que él o ella antes sentía. Le
pido en seguida que, observando ese animal, imite la posición corporal que tiene.
Cuando adopta la posición del animal, sugiero que ahora observe cómo ese animal
empieza a moverse o a caminar y que siga haciendo exactamente lo que el animal sienta
hacer, porque con cada movimiento, ese animal va dejando atrás todo el enojo, o la
angustia, o la tristeza que antes estaba sintiendo, y la va dejando atrás porque el
movimiento significa cambio y al mismo tiempo se están digiriendo esas sensaciones o
sentimientos que estaban ahí atorados.
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De acuerdo con los principios ericksonianos, doy por hecho que los recursos que tiene la
persona para resolver lo que necesita resolver empiezan a surgir o a resurgir, después de
haber estado adormecidos u ocultos detrás de esa angustia, agresión, culpa o depresión o
detrás de todas ellas. Le pido que observe cómo van surgiendo o despertando sus propios
recursos que en realidad siempre han formado parte suya, sólo que antes estaban ocultos
y ahora es importante que los observe, que los sienta y los identifique ya como parte
propia, porque a partir de esos momentos empieza a limpiar y a sanar todas las partes
completas de X (se dice el nombre del paciente), donde antes estaba eso que le
molestaba y estorbaba a su desarrollo y crecimiento personal.
Una vez que ya identificó y sintió sus recursos, le digo que ahora observe cómo ese
animal va evolucionando saludablemente hasta convertirse en X. Después le pregunto
cómo se ve y cómo se siente en su calidad de persona completa. Y, en seguida, le pido
que lleve a cabo los movimientos que sienta hacer YA como la señal de su propio
cambio. Así, esta técnica permite al paciente experimentar sus propios cambios internos
de una manera protegida, saludable y agradable.
Martha es una mujer de 30 años con problemas de sobrepeso y depre-sivos. Durante una
de nuestras sesiones reconoció claramente que sentía mucha agresión hacia los otros y
con ella misma, sin embargo, aunque hablamos sobre esto, había cierta dificultad en
Martha para verbalizar todo lo que sentía. Le propuse entonces que cerrara los ojos y que
imaginara a qué animal se parecía todo ese coraje y agresión que experimentaba.
Imaginó, entonces, una osa café, muy grande y muy enojada. Estaba dando vueltas con
desesperación en un bosque, sus movimientos eran torpes porque se sentía muy pesada y
al caminar iba mordisqueando lo que encontraba a su paso.
64
y en dónde empezaba el territorio de los otros animales.
Martha siguió caminando y fue deteniéndose en ciertos lugares marcando su territorio
alzando la pierna como hacen los animales, mencioné asimismo que esa osa, ahora que
ya sabía cuál era su territorio, su espacio, aprendía también a seleccionar su comida,
diferenciando entre lo que le gusta y le hace bien a su bienestar saludable y aquello que
pudiese hacerle daño si se lo comiera.
De este modo, la osa fue seleccionando su comida. Le pedí entonces que observara cómo
la osa ahora que ya había digerido, y cambiado todo lo que antes le hacía daño,
empezaba a evolucionar saludablemente hasta convertirse en Martha, y que conforme
sintiera esa evolución, fuera haciendo los movimientos que sintiera hacer ya como señal
de su propio cambio.
Martha se incorporó lentamente, y su expresión era muy relajada, empezó a caminar
erguida y mencionó que se sentía muy ligera y tranquila. Al cabo de un par de sesiones
de trabajo, se mostró sorprendida porque empezaba a cuidar y seleccionar su
alimentación como la habia hecho la osa y empezó a bajar de peso.
En nuestras siguientes sesiones, después de continuar trabajando sus objetivos, también
con técnicas hipnóticas, Martha reportó que había notado que su relación con los demás
había mejorado, y que había podido poner límites en situaciones que antes le
molestaban.
Conclusión
Después de haber empleado esta técnica con Martha y con otros pacientes, pude
constatar que el proporcionarle al sujeto la posibilidad de simbolizar y externalizar las
emociones o sentimientos que está experimentando, a través de depositarlas en el animal
y actuar la metáfora, le permite por un lado, ponerse protegidamente en contacto con
emociones que le pueden resultar amenazantes y/o perturbadoras, y ser resueltas y
digeridas a través del simbolismo del animal. Por otro lado, el hecho de hacer
sugestiones de cambio con procesos naturales como el movimiento y la respiración, hace
que el cambio interno siga evolucionando y haciéndose evidente en la vida cotidiana.
Notas y referencias
* ELIZABETH MÉNDEZ CHAVERO es Maestra en Terapia Familiar por la Universidad de las Américas. Con formación en Hipnosis Ericksoniana por el Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de
México. Es miembro fundador de la Sociedad Méxicana de Hipnosis.
1. BLEICHMAR, Hugo, B., La depresión un estudio psicoanalítico, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1991.
2. GRINBERG, León, Culpa y depresión. Estudio psicoanalítico. Alianza Editorial, Madrid, pp.67,1983.
3. Ibid., pp.67.
4. Ibid.
5. SEGAL, Hanna, "Introducción a la obra de Melanie Klein". Ed. Paidós, México, 1991.
6. Aquí empiezo a emplear el entremezclado, que es una técnica de sugestión que consiste en señalar algunas palabras dentro de un texto con un diferente tono de voz, más bajo o más alto, silabeando,
haciendo una pausa antes de la palabra, etc. Las palabras entremezcladas son las que se quiere sugerir y constituyen, además, un texto dentro del texto en general.
7.Ver ROBLES, Teresa, Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, Editorial del Instituto Milton H. Erickson de la Cd. de México,
México, 1990.
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7. TRABAJANDO CON MADRES SOLAS QUE APOYAN A SUS HIJOS EN LA
CONSTRUCCIÓN DE SUS PROPIOS LÍMITES
Este trabajo lo desarrollé tomando como base algunos conceptos presentados por otros
autores. De la Dra. Teresa Robles, apliqué su idea elaborada acerca de la Persona Total
y su técnica para la construcción de límites. De la teoría de Heinz Kohut, utilicé sus
propuestas respecto del Self y su nuclearización, de Margaret Mahler, su planteamiento
sobre la SimbiosisSeparación-Individuación y, de la Terapia Familiar, la expresión de
problemas y soluciones en conductas de interacción con otras personas. Todas estas
ideas y mis aportaciones las iré explicando más adelante y las ilustraré con casos para
hacer más fácil la comprensión de lo que aquí expongo.
La primera técnica está basada en el trabajo desarrollado por Teresa Robles, en cuanto a
la construcción de límites, sólo que esta vez se lleva a cabo simultáneamente con la
madre y su niño. En la segunda, se trabajan las tres partes que Heinz Kohut plantea
acerca del self: 1) polo paterno, 2) polo materno, y 3) zona intermedia. Y en la tercera
sesión, al igual que en las sesiones anteriores, en trance se trabaja el amor objetal
(concepto de este mismo autor), que consiste en dar un cauce saludable al sentimiento de
amor que implica la relación filial; un amor que permite al niño el desarrollo óptimo de
su Self; un amor que apoya al niño en la construcción de sus propios límites y, un amor
que lleva al niño a completar el proceso de Simbiosis-SeparaciónIndividuación
descrito por Margaret Mahler.
Pero vamos por partes, y, permítanme ir explicando cómo es que sustento teóricamente
las técnicas que les voy a mostrar.
Mientras Sigmund Freud habló acerca de Yo y No-Yo (3), Margaret Mahler se refierió al
66
proceso de Simbiosis-SeparaciónIndividuación (4), y Hartman propuso el concepto de
Self. Teresa Robles al trabajar con el concepto de Persona Total, concluye que ésta: “es
más que el yo y el self. La persona total está conformada por su mente consciente y su
mente inconsciente, su cuerpo, sus emociones y sus ideas, sus decisiones, sus
limitaciones, sus cualidades y sus defectos, y todas sus experiencias de vida" (5).
Acerca de los límites, me gustaría abundar un poco más, retomando lo que dice el
terapeuta familiar Salvador Minuchin, quien expone que todas las familias tienen una
cierta estructura, que puede ser explicada como una serie de límites que están en
interacción. Estos límites van desde las fronteras de la familia hacia el exterior, hasta los
límites individuales de cada miembro de la familia, resumiendo este concepto bajo el
nombre de holón (6). Así que desde este punto de vista, estoy trabajando el holón que
conforman la madre y su hijo, y el holón individual de cada uno.
Respecto a lo individual, Heinz Kohut propone que cada persona posee un self, y como
mencioné anterirormente, el self está conformado por tres partes: el polo materno, el
polo paterno y una zona intermedia. Según explica este autor, en el primer polo se
internaliza la influencia materna expresada en las metas y ambiciones del sujeto. En el
polo paterno, se internaliza la fuerza y serenidad con que cuenta el individuo. Y en la
tercera parte del self, conocida como zona intermedia por encontrarse al centro respecto
de los dos polos, hallamos los talentos del individuo, sus cualidades y defectos (7),(8).
Propone que una persona vive con mayor bienestar cuando ha conseguido un Self
nuclearizado, es decir, con estas tres partes de su self armonizadas. Además, agrega que
no es indispensable la presencia del padre para internalizar la fuerza y serenidad del polo
paterno, de la misma manera que para internalizar el polo materno, no es indispensable
la presencia de la madre. Es suficiente con que del individuo que lo esté criando,
internalice las ambiciones, la fuerza y serenidad, y se le apoye en el reconocimiento de
sus propios talentos y habilidades, a fin de conseguir nuclearizar su self. Es así como en
las ideas de Heinz Kohut he encontrado un fuerte apoyo para las madres que están
educando solas a sus hijos, pues como lo mencione anteriormente, es suficiente con que
el niño nuclearice los dos polos de su self y su zona intermedia, a través del contacto con
una persona que lo esté criando, que facilite dicho desarrollo.
Me gustaría agregar que Sigmund Freud y sus seguidores, nos dicen que los seres
humanos poseemos dentro de nuestra estructura psícológica un aparato psíquico, que es
un recipiente donde la energía psíquica es transformada y procesada; para comprender
mejor la forma en que trabaja este aparato, lo subdividieron en Yo, Ello y Superyo.
Aunado a lo anterior, Heinz Kohut comenta que el self está contenido dentro del aparato
psíquico (9). De aquí surge que yo imagine las tres partes del aparato psíquico formando
una esfera y, en el centro, otra con las tres partes que es el self, tal como lo muestro en la
siguiente ilustración:
67
figura 1
Ampliando la idea de Heinz Kohut sobre la nucelarización del self, diría que cuando los
dos polos y la zona intermedia se han nuclearizado, significa que la persona posee metas
y ambiciones por alcanzar (polo materno), disponiendo de la fuerza y serenidad
necesarias para llegar a ellas (polo paterno), y conoce las habilidades y talentos con que
cuenta para tal efecto (zona intermedia). También este autor comenta que este proceso de
nuclearización se lleva a cabo a lo largo de toda la vida (10). Además, propone que un
self nuclearizado o en proceso de conseguirlo, contribuye a la nuclearización del self de
quienes le rodean. Una relación de este tipo, en la que un self nuclearizado empatiza con
un self al que apoya en su nuclearización, el autor lo llama Amor Objetal (11).
Tomando como base este último concepto y citando de Margaret Mahler su teoría acerca
de “Simbiosis-SeparaciónIndividuación”, yo diría que una relación basada en el amor
objetal, es aquella en la que se puede reconocer al otro, como una persona distinta, que
fortalece la individuación y, que además, en estas diferencias, encuentra la riqueza esta
relación.
Mamá Alicia se quejaba de que su hija Norma, de seis años de edad, constantemente
insultaba en la escuela a su maestra y que lo último que le dijo fue: “buena para nada,
chinga a tu madre”. Norma fue llevada a la dirección y frente a su mamá la amenazaron
con no darle el pase a la primaria, de continuar con estos insultos, a pesar de ser
considerada una niña brillante en las actividades académicas. La psicóloga de la escuela
le recomendó nos visitara en el Instituto Milton H. Erickson de la Cd. de México, me fue
asignado el caso e inmediatamente comencé a trabajar con ambas: Alicia y Norma.
Mamá Alicia expuso que se encontraba totalmente confundida, que pensaba no haber
educado correctamente a su hija. Admitió ser demasiado estricta con Norma en casa y
que había llegado a castigarla para que dejara de insultar a la maestra, sin obtener ningún
68
resultado positivo. En este punto, yo expuse la importancia que tenía el ayudar a Norma
en la “construcción de sus límites” (12), a lo que Alicia respondió no saber ya cómo
hacer esto.
Entonces procedí a trabajar en trance al mismo tiempo con mamá Alicia y su hijita
Norma, de acuerdo a la técnica diseñada por Tere Robles para la construcción de límites,
utilizando conversación hipnótica y mímica para que Norma pudiera actuar la metáfora,
mientras su mamá trabaja en trance formal. Entonces les expliqué:
"Todos tenemos una piel que marca claramente nuestros límites físicos entre nuestro
interior y el exterior a nosotros. Observa Norma, cómo tu pielecita (tocándole su bracito)
marca hasta dónde es Norma; tú sabes y todos sabemos que de esta pielecita para adentro
está Norma y de esta pielecita para afuera no está Norma. Así, igual con tu mami, de su
piel para adentro (Norma toca el brazo de su mamá), sabemos que está Alicia y afuera de
esta piel está todo lo que no es Alicia. La piel comunica con el mundo de afuera, dejando
los ojos, oídos, boca, etc., como puertas que dejan entrar lo que es bueno y permiten que
salga lo que nos podría lastimar. De la misma manera que tenemos una piel, un límite
físico con el mundo exterior, necesitamos límites mentales, emocionales y sociales,
como una barda alrededor, claramente definiendo como una frontera, que nos indique
que de ahí para adentro está Alicia y de ahí para afuera no está Alicia, igual contigo
Norma, de ahí para adentro es Norma y de ahí para afuera no está Norma. Es muy
importante que esta barda sea lo suficientemente fuerte y segura con puertas y ventanas
que permitan la entrada de esas cosas que nos puedan beneficiar y que dejen echar para
afuera lo que podría hacernos daño".
Continué diciendo: "estas puertas y ventanas solamente las puedes abrir Tú misma y
nadie más, e irás aprendiendo a cerrarlas automáticamente para evitar que entre cualquier
cosa que podría hacerte daño si entrara. Esta barda, lejos de aislarte, te permitirá estar en
contacto más ínitmo con los demás y contigo misma, evitando que el contacto con los
demás te haga algún daño, sino que te enriquezca a tí y a ellos también".
Entonces pedí a Alicia: "cierra tus ojos y, observa cómo es esa barda que se está
construyendo ya en tu interior; pidiendo al mismo tiempo a Norma: si quieres, puedes
utilizar estos cojines grandes para que te construyas una barda en la que quedes cómoda
adentro".
Solicité a Alicia que me describiera lo que estaba observando, sin abrir los ojos todavía.
Ella dijo estar viendo cómo la rodeaba una torre de piedra que se levantaba tan alto que
no podía mirar casi el cielo, ella tocaba descalza el piso de la torre lleno de fango, olía
muy mal y era oscura, no había ni puerta ni ventana alguna en la torre.
Mientras tanto, Norma había construido una barda con grandes cojines, en la que podía
esconderse o asomarse si así lo deseaba, habiendo diseñado una puerta que ella abría y
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cerraba a su antojo. Entre los juguetes que había en el salón encontró un par de teléfonos.
Llevó uno adentro de su barda y otro lo dejó afuera por si alguien quería llamarle.
Continuando con Alicia, le sugerí: "siente tu respiración y sin hacer ningún esfuerzo,
simplemente observa, cómo automáticamente tu respiración va transformando esa torre
de piedra, de modo que esté claro cómo de la barda para adentro está Alicia y de la barda
hacia afuera está todo lo que es no-Alicia, habiendo afuera cosas en correspondencia
saludable con el adentro, protegiéndote tu pared de piedra, guardando tu privacía de
modo que puedas mirar hacia afuera cuando quieras hacerlo; y con una puerta que
solamente tú puedes abrir y cerrar cuando sea necesario". Entonces, pedí a Alicia que me
avisara cuando fuera agradable todo lo que estuviera sucediendo en su barda, para que
hiciera una respiración profunda y abriera sus ojos para comentar el ejercicio.
Alicia describió que su nueva barda tenía la altura de su estatura, que tenía ya una
puerta; que estaba cubierta con flores y llena de un olor a pasto fresco, como cuando
riegas el cesped después de haber recibido los rayos del sol.
Recomendé a Alicia para la semana, que siempre que fuera necesario regañar a su hija
Norma, ensayara recrear antes en su imaginación la última imagen que había tenido
acerca de sus límites y que simplemente observara cómo espontáneamente surgiría la
llamada de atención que en ese momento necesitaría Norma o, incluso, podría no
necesitar regañarla.
Mamá Alicia comenzó platicando desconcertada, pero contenta, que Norma la había
empezado a insultar a ella y que automáticamente dejó de insultar a su maestra, quien
sorprendida le había preguntado: ¡¿Qué pasó?!, ¿Por qué Norma la había dejado de
ofender tan de repente?
Aproveché para comentarle que un autor de psicología, Heinz Kohut, decía que lo más
importante en la educación de los hijos no es lo que los padres hacen, sino lo que son. Y
a veces podría ser que Alicia sí estuviera siendo un poco lo que le decía Norma y, a
veces no, lo importante era que ambas aprendieran a distinguir cuándo sí, y cuando no se
ganaba este calificativo. Además convenimos los tres, Norma, Alicia y yo, que existían
formas más suaves y educadas para expresar nuestro descontento.
A continuación, mamá Alicia atribuyó a su condición como madre sola, el haber privado
a Norma de su figura paterna y que probablemente esto provocaba que Norma tuviera
problemas. Vi que era útil platicarle a mamá Alicia que este mismo autor, opina lo
contrario. Según él, es suficiente con que tu hija construya a través de tí, sus metas, que
conozca la fuerza y serenidad para alcanzarlas y aprenda y desarrolle sus propias
habilidades y talentos con que cuenta para tal efecto.
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Entonces les propuse trabajar con ambas según el concepto de Heinz Kohut, acerca del
self, y accedieron.
En trance hipnótico pedí a Alicia que recordará su barda. Al mismo tiempo pedí a Norma
que reconstruyera su casa de cojines.
Una vez que Alicia me reportó que estaba viendo su barda, le pedí que observara cómo
dentro de su barda aparecía de alguna manera la realidad interior que ella tenía de sus
metas y ambiciones y, cómo con su respiración, era renovada saludablemente esa
realidad interior. Entonces le dije: "sin abrir tus ojos dime, ¿qué está pasando allí,
adentro de ti, con esa realidad interior?" Ella describió que al principio había visto un
sendero lleno de lodo, que después cambió a un camino cubierto con pasto, por el que
iba caminando y que al final tenía una manta sostenida en dos palos altos, que decía con
letras grandes: META.
Yo continué: "Ahora, mira cómo del otro lado aparece la realidad interior que tú tienes
de tu fuerza y serenidad necesarias para alcanzar esas metas y ambiciones, y de la misma
manera, tu respiración llega hasta ahí renovando saludablemente esa realidad interior de
tu fuerza y serenidad que está apareciendo adentro de ti". Aquí, Alicia dijo haberse visto
a sí misma dirigiéndose hacia la manta con las letras grandes de META.
Entonces le dije: "simplemente observa cómo en el centro de estas dos realidades
aparecen representadas tus habilidades y talentos y mira como con tu respiración, esa
realidad interior se va renovando saludablemente, automáticamente, disfrutando y
aprendiendo".
Alicia me comentó que primero vió un cofre cerrado por un candado, después, el
candado se abrió y pudo apreciar que estaba lleno de piedras preciosas.
Ahora, le pedí a Alicia: "simplemente observa cómo a través de tu respiración, de alguna
manera entran en contacto estas tres realidades internas que me acabas de describir, la de
tu fuerza y serenidad, la de tus metas y la de tus habilidades y talentos, entran en
contacto y comienza a fluir información entre ellas, aprendiendo saludablemente la una
de la otra, la otra de la una. Y mira cómo todo esto va encontrando acomodo dentro de la
imagen de tus propios límites. Cuando consideres que esta experiencia se ha completado,
sabiendo que esto ocurre a tu propio estilo y a tu propio ritmo y, sea total y
completamente agradable, has una respiración profunda, y ve abriendo tus ojos para que
terminemos este ejercicio".
Mientras tanto, Norma reconstruyó su casita con los cojines disponibles en el
consultorio, sólo que esta vez no la hizo completa. Además, le fui indicando con mímica,
utilizando los juguetes disponibles, que fuera poniendo en su casita lo que repre-sentaba
su fuerza y serenidad, sus metas y sus habilidades y talentos.
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Norma, explicando a ésta, que no se merecía la ofensa, o pidiéndole simplemente que se
callara, o incluso, en una ocasión le dió una nalgada.
Después de haber conocido los avances de ambas, Alicia platicó que cuando ella era niña
no le gustaba la escuela, que Norma, le resultaba totalmente opuesta a ella y tenía miedo
de transmitirle de alguna manera ese disgusto por el estudio.
Le pedí a Alicia que cerrara sus ojos y que observara cómo aparecía la realidad interior
de su barda. Alicia, con lágrimas, me dijo que sentía una presión tremenda en su pecho
acompañada de angustia.
Alicia, le dije, "mira como tu respiración llega hasta esa presión, cómodamente,
protegidamente, y a esa angustia y, simplemente observa cómo se va renovando
saludablemente". Norma construyó su barda completa con los cojines, metió algunos
juguetes y se recostó dentro de ella. Alicia me comentó, con sus ojos cerrados, que se
sentía mejor. Entonces le dije: "Observa ahora cómo va apareciendo ahí, adentro de ti, la
realidad interior del amor saludable, amor que saludablemente, te permite acompañar a
tu hija en su proceso de crecimiento saludable; amor que encuentra en las diferencias y
semejanzas la riqueza de la relación con tu hija y, con los demás y, contigo misma,
disfrutando y aprendiendo, con la tranquilidad y certeza de que este proceso continuará
automáticamente con tu respiración, para siempre..." En esta parte, Norma se acercó a su
mamá y la tomó de la mano, yo seguí diciendo: "cuando lo que esté ocurriendo adentro
de ti sea totalmente agradable, has una respiración profunda y abre tus ojos".
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Mucho más tranquila, Alicia describió haber percibido una mano brillando, muy
contenta de que Norma la hubiera tomado espontáneamente de la mano en esta parte del
ejercicio.
Al término de esta sesión, les obsequié unos cuentos con historias para niños, sugiriendo
que podrían empezar a experimentar nuevas formas más saludables de comunicación.
Comentarios finales
Considero que unos límites puestos con amor y a tiempo, permiten a los hijos crecer
armoniosamente consigo mismos y con los demás, evitándose problemas futuros e
innecesarios con la sociedad. La ayuda constante a los niños y niñas en la construcción
de sus propios límites les dejará ver un mundo donde pueden hacer, sentir, pensar e
imaginar lo que ellos deseen y necesiten. Dejando de hacerse daño o de dañar a los
demás para constatar sus propios límites. Consiguiendo estar en contacto íntimo y
saludable consigo mismos y estableciendo relaciones armoniosas con los demás.
Quisiera agradecer profundamente a la Dra. Fany Eisenberg el haberme enseñado el
trabajo de Heinz Kohut.
Notas y referencias bibliográficas
*RAFAEL NUÑEZ ORTIZ es Maestro en Terapia Familiar por la Universidad de las Américas (plantel D.F.). Con especialidad en Hipnosis Ericksoniana por el Instituto Milton H. Erickson de la
Ciudad de México. Es Socio Fundador de este mismo Instituto, de su Editorial y de la Sociedad Mexicana de Hipnosis. Imparte cursos y presenta trabajos tanto a nivel nacional como internacional.
Nota:
Las palabras en negritas y cursivas son sugestiones entremezcladas. Las cursivas, para el cerebro derecho y las negritas para el izquierdo. La técnica de entremezclado fue creada por Milton H.
Erickson. Se aplicación a conceptos y /o resúmenes para el cerebro izquierdo, se implementó por primera vez por Jorge Abia y Teresa Robles en Autohipnosis, aprendiendo a caminar por la vida, de
esta misma editorial.
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EL PACIENTE TERMINAL
La Determinación de la Especie
En cualquier circuito biológico está presente el indicio de la muerte. La cosa viva elude
el cambio, ya sea corrigiéndolo, modificándose a sí misma para hacerle frente o
incorporándolo a su propio ser. Sin embargo, aparece la enfermedad como perturbación
de la salud, cuando a pesar del acomodamiento de nuestro organismo frente al cambio,la
perturbación permanece en el tiempo (2).
El enfermo terminal es así definido por los médicos frente a ciertas enfermedades que, en
su evolución, llegan a un punto que la ciencia actual determina como incurable con
referencia a la salud del cuerpo físico. Tiene un fin temporal que oscila entre tres años,
un año, seis meses, etc.
Negación
Siguiendo a E. Kubler-Ross (3), el paciente terminal pasa por distintas etapas, cuyo
primer paso es la negación. Niega acerca de sus percepciones corporales interoceptivas o
propioceptivas, por ejemplo, lo que escucha que dicen los médicos cuando éstos son
consultados. Cuando esta conducta de negación se prolonga en el tiempo, permite que el
mal siga en actividad, lo cual representa, un peligro para el estado de salud al no
atenderse en forma inmediata y eficaz, lo que se podría atacar o controlar enérgicamente
desde distintas áreas de la medicina.
Otros pacientes y sus familias comienzan a actuar también en una actitud negadora y
omnipotente en la que no hay coherencia en el hacer y las ideas son contradictorias:
"vamos a vencer", "vamos a hacer todo lo que hay que hacer", "vamos a seguir
luchando", "no nos diga lo malo".
Rebeldía
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Negociación
Depresión
Es el final de este momento el que marca el inicio de la cuarta etapa: la depresión; por lo
general este estado aparece como respuesta del paciente cuando se siente física y
moralmente debilitado. Dentro de sí, hay una lucha. Sus pensamientos indican deseos de
luchar, ganar y vivir, mientras que por otra parte, su cuerpo debilitado lo contacta con
otra realidad: pierde resistencia y fuerzas, así como aptitudes y sensibilidad física. Suele
ser en este momento cuando se incrementan o agudizan los dolores, muchas veces
incontenibles. Continúa insistiendo con lo que quisiera seguir haciendo por un lado y por
otro, dándose cuenta de lo que ya no puede hacer. Esta situación incrementa su depresión
promoviendo estados de confusión entre lo que aún puede hacer y para lo que ya no está
apto.
Aceptación
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La psicoterapia es una relación entre personas que tienen un compromiso social
concensual. En esta relación hay un ser jerárquicamente superior, al que se consulta
acerca de una situación que no se puede resolver. Esto implica una relación asimétrica y
complementaria de opuestos que aparecen como polaridades opuestas de un continuum:
enfermo-sano, pasivo-activo, muertovivo, ignorante-sabio, falso-verdadero, etc.
Depende del terapeuta, de sus creencias e historia personal, así como de la familia o
paciente en cuestión con su propia concepción del mundo, el que ésta relación cobre
distintas formas en la danza comunicacional. Esta "danza" es dada por un ajuste
recíproco de interacciones estructuralmente determinadas entre el paciente, la familia, el
terapeuta y el contexto en el cual todos están inmersos y participan (4).
Como antes señalamos, el terapeuta tiene una responsabilidad personal y social que
consiste en decidir y elegir con base en sus percepciones, emociones y conocimientos
teórico-experienciales, "QUE, CUANDO, COMO Y HACIA DONDE" dirigir el
quehacer terapéutico.
El tomar contacto con este tipo de paciente obliga a acercarse a él y a su dolor con
humildad y respeto. Respeto por el sufrimiento que siente aquel que de alguna manera se
está despidiendo de la vida en esta tierra, en este mundo, dentro de esta cultura y
concepción judeo cristiana.
El dolor, así como el sufrimiento, el placer, o el amor, son sentimientos universales que
trascienden todas las razas, culturas, religiones y sociedades.
Es preciso revisar junto a los pacientes cuáles son para ellos los valores que determinan
cómo se debe comportar un doliente, si varía cuando éste es masculino o femenino, o de
acuerdo con la edad. También es necesario reconocer cómo definen las funciones de
cada sexo, cuál es la posición social que ocupa, cuáles son sus posibilidades económicas
y cuál es el momento peculiar por el cual atraviesa en su ciclo personal y familiar. Al
reconocer estas variables, podremos comprender, ¿qué le está permitido?, ¿cuándo tiene
derecho a expresar su dolor y con quiénes?, ¿calladamente o gritando?, ¿sufriendo solo
estoicamente o acompañado?
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Sugiero que los terapeutas que deseen trabajar en esta área, revisen en sí mismos si han
pasado de alguna manera por la experiencia vivencial de muerte, pues el haber vivido en
el propio cuerpo alguna situación dramática de enfermedad, accidente o guerra, permite
reconocer ciertas angustias y temores propios de nuestra persona. Incluso quienes han
sufrido y percibido algunos de los fenómenos que se producen en el umbral de la muerte,
y tienen el coraje de aceptar esta vivencia, no sólo revisan sus conceptos, replanteándose
sus creencias y valores, sino que además son capaces de comprender, con mayor
flexibilidad, la relatividad de las distintas realidades o verdades.
Para entender esta idea, sería interesante hacer el siguiente ejercicio: Usted puede hablar
con una persona, como lo hace habitualmente con los pies apoyados en el piso; luego
puede hablar con esa misma persona, pero usted parado sobre una mesa alta; también
puede hablar sobre su propia cabeza (posición yoga invertida). Si hizo el ejercicio, usted
habrá notado que las distintas posiciones producen cambios en la percepción de las
dimensiones, del espacio, y hasta del concepto de realidad.
Además, sería conveniente que el terapeuta que se acerca a este tipo de experiencia tenga
por lo menos conocimiento vivencial del tema, ya que para acompañar en el tránsito
entre la vida y la muerte, como antes mencioné, requiere hacer contacto con las propias
emociones, con los miedos, con el dolor, con el placer, y con la sensación de muerte que
aparece siempre que uno reconoce en sí mismo el proceso biológico del otro.
Para operar eficazmente con pacientes en esta situación, es necesario tener un manejo
óptimo de las fronteras del yo-tú e implementar la disociación instrumental de nuestras
emociones. Para ello es conveniente percibir qué emociones se despiertan en nosotros al
ponernos en el lugar del otro, creando ejercicios momentáneos de intimidad con nosotros
mismos y quien está frente nuestro. Sin esto el trabajo carecería de información acerca
del dolor humano, refiriéndonos específicamente a focalizar en la persona que padece y
no en la enfermedad. Este "saber" es el que nos contacta con el amor y la compasión,
emociones especialmente necesarias en este momento del proceso.
Por otro lado, es útil tener en cuenta que el bienestar del paciente, ya sea en su evolución
hacia la salud, su enfermedad o muerte no es nuestro desafío; es él quien tiene el poder
de otorgarse bienestar a sí mismo cuando esto es posible; es él quien nos puede guiar y
enseñar cuál es su camino. Nuestra función terapéutica es la de acompañar y facilitar la
recuperación de sus propios recursos o ayudarlo a cambiar los significados cognitivos
que incrementan su dolor y desesperanza. Es él quien elige con todo su ser qué podrá o
querrá utilizar.
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paciente es alguien que tiene aspectos humanos idénticos a los nuestros, otros aspectos
similares y otros absolutamente diferentes y únicos.
Nadie puede ni debe intentar hacer el camino de otra persona. Podemos facilitar un
tránsito más ligero, menos tortuoso, pero como decía Machado "caminante no hay
camino, se hace camino al andar...", cada uno en su tiempo recorre su propio camino,
siendo la muerte, parte del recorrido que todos los seres humanos atravesamos.
Para estas producciones hacemos uso de los trances hipnóticos. Defino el Trance
Hipnótico como: una actividad espontánea que se produce aproximadamente cada 90
minutos, aunque sólo nos percatemos de ello en situaciones especiales. Es un estado de
conciencia alterado comparado al estado de vigilia; similar al que se lleva a cabo durante
ciertas fases del sueño, ensueños diurnos o fantasías que se manifiestan en todos los
seres humanos y que existió siempre como instrumento de inducciones familiares,
políticas y religiosas (5).
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tenía 12 años y jugaba a las escondidas con sus primos en el bosque. Se utilizó esa vía de
entrada al mundo de M. focalizando en el juego y la sorpresa, utilizando este foco, se la
guió a re-descubrir otros elementos de sus recuerdos, centrando su percepción en los
distintos tonos de verde de los árboles, los diferentes tamaños, los olores del bosque, los
frutos de las matas, los nuevos colores, etc.
Este ejercicio reconectó a M. con su idioma materno, polaco. En este estado de trance
nombró frutos inexistentes en la Argentina en ese momento.
Pasando a otro tipo de situación, con pacientes en los que se observa deterioro
progresivo de la enfermedad aunque clínicamente no esté moribundo, trabajamos con
inducciones que tienen como objetivo que el paciente pueda experienciar un profundo
bienestar, una sensación de tranquila completud, en un "soltar", "dejarse ir" hacia el
79
encuentro de su propia muerte, desafiando los miedos, la angustia y las distintas
emociones que se despiertan frente al suceso previsto (ver ejemplo clínico).
Lo antedicho no implica que en todos los casos le diga a la gente que va a morir, sino
que voy construyendo con ellos en palabras, esta vivencia de poder desprenderse en
estado de bienestar. Debo decir, desde mi experiencia, que si se trabaja adecuadamente y
con el tiempo suficiente, es posible entregar esta "verdad en forma acumulativa".
Por otra parte, al trabajar con este tipo de pacientes, me resuena aquello que dijo alguna
vez Cecily Sanders, experta trabajadora en esta área: "La verdadera cuestión no es qué le
decimos a nuestros pacientes, sino qué es lo que nosotros permitimos que ellos nos
digan".
Suponemos que el entrar en estado de relajación, el sentirse acompañados por sus cosas
queridas, por la construcción de sus imágenes, resolviendo cada uno a su manera los
misterios que aún no conocemos, hace que las incomodidades físicas y mentales se
aminoren. Corroborando lo antedicho, en la clínica se observa distensión muscular,
facial y corporal, cambios respiratorios, cambios de temperatura y de color en la piel.
También se escucha de los pacientes que con estos ejercicios el objetivo de "bienestar",
"aquí-ahora", en un tiempo no cronológico puede lograrse.
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sembradas para seguir creciendo y desarrollándose a través de nuestras creaciones (hijos,
obras, empresas, escritos, etc.) porque somos criaturas creadoras.
Así es como en estos casos el terapeuta reenlaza al moribundo con la vida a través del
lenguaje, las caricias, los tonos y sonidos de su voz. Lo conecta con aquello que aún
tiene vida, que lo trasciende, construyendo metáforas que el paciente llena con sus
propias imágenes. En otras palabras, aceptamos la idea de morir físicamente porque hay
un reaseguro de trascendencia. La vida continúa y se mantiene vivo el espíritu de quien
"ha existido", a través del recuerdo y la impronta que deja en su mundo.
Las entrevistas y seguimientos de los casos se realizan con distintas técnicas, asistiendo
en forma individual, grupal o alternada a diferentes miembros del sistema. Incluso, se
trabaja asistiendo al enfermo sólo a través de las intervenciones o conversaciones que se
realizan con los familiares que traen el problema (7).
Con las familias, así como con los individuos, se trabajan los conceptos de emergencia,
stress, crisis y duelo. Como ya dije anteriormente, las crisis son consecuencia del stress
que viven y que producen la ruptura de viejos patrones de conducta, trayendo
desequilibrios. Crisis es también una oportunidad para la reparación; por ejemplo,
cuando las emociones desencadenadas por la crisis actual toman prioridad sobre las
emociones del pasado. Recuerdo un caso donde se borraron rencores y rivalidades entre
dos hermanas, cuando frente al sufrimiento y muerte inminente de una de ellas, se asistió
en forma individual a cada una, llevándolas a conectarse mentalmente con una escena de
la historia compartida en la que juntas disfrutaban de un juego.
El término duelo hace referencia a la capacidad emocional para superar las pérdidas (8);
por ejemplo, "duelo por la familia que era y no va a ser más", duelo "por partes del
cuerpo perdidas", o por "las que ya no funcionan como antes". El tomar contacto con ese
dolor, que es parte del sufrimiento existencial, lleva a trabajar situaciones de vida que
produjeron alegrías y penas, construyendo realidades alternativas desde un enfoque
positivo que facilita a los miembros de las familias sufrientes el conectarse sin rencor ni
temor. Así, se puede tomar la discapacidad como una oportunidad de encontrar nuevos
recursos o áreas por desarrollar.
Esto último se logra, como recién vimos, apelando a los aspectos positivos de la historia
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compartida que poseen los miembros de cada familia o construyendo realidades
alternativas junto con los familiares. De este modo, ellos logran encontrar aspectos
positivos del paciente dolorido y sufriente, que pueden ser recuperados y usarse.
"La muerte del ser querido, llega sin deudas y como un paso más del proceso de la vida".
Esto nos recuerda que todos vivimos la eterna paradoja: "nacemos para morir".
Ejemplo clínico
El texto que presento a continuación contiene distintos elementos del proceso terapéutico
con el paciente, entre ellos inducciones al trance hipnótico de distinta profundidad. Se
encontrarán también intervenciones directas e indirectas con familiares que tenían como
finalidad colaborar con el " bien morir" del paciente afectado. En el caso mencionado se
parte de la comprensión de la muerte como misterio biológico inherente a la condición
humana. Esto influye sobre los familiares que desde esta perspectiva alivian el dolor
psíquico o moral de quien está muriendo, al no culparlo por no haberse cuidado lo
suficiente, porque los abandona o porque lo hace cuando aún no es el momento.
El siguiente segmento ilustra un acceso al trance, elegido entre las experiencias relatadas
por el paciente. La elección terapéutica se basó en la meticulosa observación y escucha
acerca de: 1) lo que se dice; y 2) cómo se dice.
Si se observa con atención cuando la gente habla, o responde a las preguntas, además de
la contestación verbal esperada, agrega inconscientemente movimientos tanto faciales
(muecas o quizá sólo la expresión de mayor luminosidad en los ojos) como corporales.
Estos signos, decodificados informan acerca de la coherencia entre lo que se dice y se
muestra. Cuando se registra un mayor grado de coherencia entre ambos mensajes (digital
y analógico, hemisferio izquierdo y hemisferio derecho), se tiene mayor posibilidad de
entrar por la puerta correcta.
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referencia particular. Es tarea del terapeuta reconocer cuáles son las entradas más
accesibles para cada paciente.
Caso: Luisa
Mujer de 59 años, casada con Augusto, 18 años mayor, sordo y con dificultades en la
vista. Con dos hijas adultas. En la configuración familiar Luisa era la sana, la fuerte y la
cuidadora. Al momento de la primera consulta presentaba un cuadro de negación frente
al cáncer de útero.
Siendo una mujer culta, no entendía cuál era el sentido de las aplicaciones de Cobalto
propuestas por el ginecólogo. No aceptaba la enfermedad, ni las limitaciones que ésta le
imponía. Por ejemplo, no se permitía descansar aun cuando su cuerpo le avisaba que
estaba cansado, cayendo luego en momentos de total agotamiento. En cierta ocasión
invitó a 14 familiares a pasar las vacaciones con ella y su esposo, sin contar con ayuda
de servicio doméstico, no obstante su posición económica acomodada; durante este
periodo no pidió ayuda a sus invitados,ni permitió a ninguna de sus hijas el colaborar ni
siquiera en la limpieza de la cocina.
¿Furor de vida?, ¿se quería demostrar a sí misma que no tenía nada?, ¿la enfermedad no
tocó lo suficientemente profundo como para que ella pudiera aprender de esa
experiencia?, o ¿simplemente era una luchadora y usaba la negación como defensa?
C: Las repeticiones de los mensajes o las palabras son dadas por el terapeuta para
acompañar el ritmo del paciente y darle tiempo a que sus pensamientos e imágenes se
acoplen al ritmo del inductor.
T: No, no hable, ¿se acuerda de lo que habíamos hecho con los dedos?, ¿se acuerda? Ese
dedo decía que sí, y ¿cuál puede decir que no?
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C: La terapeuta, hacía referencia y observaba la respuesta ideomotora, de los trabajos
de Cheek y Rossi (32), que ya había implementado con Luisa.
L: (Muestra que el dedo índice dice que sí y el dedo meñique dice que no, tose y se
excita con movimientos).
T: tranquila, tranquila... ¿qué?
L: (Balbucea) Estuve todo el tiempo dormitando.
Para ello, se utilizó un código ideomotor creado por Luisa, recuperado por la terapeuta
para que Luisa no tuviera que hacer el esfuerzo de hablar. En esos momentos Luisa
presentaba un cuadro de disnea que le dejaba muy poca capacidad respiratoria; tenía
además algunos accesos de tos que fueron disminuyendo durante la sesión. Frente a este
problema la terapeuta invitó a Luisa a no rechazar el momento que vivía (el de la tos),
volviendo a focalizar sobre la tos cada vez que se presentaba, ayudando a que
naturalmente se manifestara y se acabara en su propio tiempo. Se sabe que cuanto más se
rechaza cualquier tipo de síntoma involuntario, éste se fija más como patrón recurrente.
Por otra parte, la repetición de palabras o mensajes emitidos por la terapeuta durante la
entrevista, tuvo como objeto el acompañar rítmicamente la respiración de la paciente y
darle tiempo a que sus pensamientos e imágenes se fijaran, acoplaran o sincronizaran
con el ritmo del inductor.
T: Quizá un árbol de la quinta, un árbol verde; (asiente con la cabeza) y puede conectarse
con el árbol. ¿Puede ver el árbol? (asiente con la cabeza y el dedo índice), quédese ahí en
ese lugar descansando, tranquila, serena. No hay nada que tenga que hacer, simplemente
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conectarse con esas cosas buenas que le han pasado en su vida, con esas imágenes de
aquellas cosas agradables que la acompañaron (tose suave) y dejarse acompañar por
todas esas cosas buenas, esos recuerdos (quejidos). Conectarse tranquila con los buenos
recuerdos, que se van sucediendo uno a uno. No hay nada con lo que tenga que pelear,
simplemente dejarse ir, dejarse estar tranquila, serena, calmada, rodeada por todas esas
imágenes, que siempre le dieron amor, que la acompañaron; sus seres queridos, sus
objetos queridos, sus plantas queridas. Todas esas cosas están con usted ahora y para
siempre, no hay nada con lo que tenga que pelear, simplemente dejarse estar, sentir y
ver, todas aquellas cosas que le acompañaron, en distintos momentos de su vida.
Momentos felices, momentos agradables, sin nada que la perturbe y nada que la moleste
quédese tranquila y siga con esas imágenes.
T: Todo está bien, todo está en su lugar, no hay nada que tengas que hacer, simplemente
dejarte conectar con esas imágenes que son tuyas, que te acompañan ahora y para
siempre. Animales queridos, personas queridas, objetos queridos. Yo no puedo saber
cuáles son esas cosas, pero hay muchas, o quizá sólo algunas elegidas. Déjalas que estén
cerca tuyo, que te acompañen en este camino, en este viaje que estás haciendo, déjate ir
sin preocuparte, no hay nada que tengas que hacer, simplemente déjate ir, en tu propio
tiempo.
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T: Las cosas queridas están contigo, son tuyas y te pertenecen. Tranquila, saca el aire
que te molesta y toma el aire que necesitas, a tu propio tiempo, muy serena, muy
tranquila. Sin nada que te moleste, todo lo demás está bien, las chicas están bien,
Augusto está bien. Todas tus cosas queridas están en orden y tranquilas.
T: Todo está bien y todo lo bueno te acompaña, están contigo tus cosas queridas, tus
objetos queridos y tranquila te acompañan en este camino. No hay nada que tengas que
rechazar, no hay nada con lo que tengas que luchar, deja que cada cosa venga en su
propio momento, en su propio tiempo (tose). El aire que molesta déjalo salir tranquila,
serena. Los árboles verdes con usted, ¿quieres interrumpir? (sigue tosiendo e indica que
no, con el dedo meñique), nunca nadie se lo va a poder sacar, la van a acompañar a partir
de hoy y para siempre. Todo está bien, todo está en orden.
El amor, el cariño de sus hijas, de Augusto, de todas las personas que en distintos
momentos de su vida, han tenido o tienen algún contacto con usted. Todas ellas están
con usted y la acompañan en este largo camino donde no hay nada con que pelear, nada
con que luchar, simplemente dejarse ir, en su propio tiempo, nada que la moleste, nada
que la perturbe. Acompañada por el amor, por los seres queridos, por los pájaros que la
ayudan en este viaje donde no hay nada que apurar, no hay nada que retener,
simplemente dejarse ir en su propio tiempo, tranquila, serena, en paz con usted misma
que hizo todo lo que tenía que hacer, todo cuanto pudo hacer, tranquila, serena, en su
propio tiempo. Una luz blanca te ilumina, te contiene, te proteje. Todo es paz y
serenidad, amor, tranquilidad. Todo está bien, todo está en orden, no hay nada que tenga
que hacer, simplemente "dejarse ir" en este camino, dentro de sus burbujas.
C: "dejarse ir" es una manera de quitar del medio al hemisferio izquierdo con su carga
de ansiedad e interrogantes.
Al salir del cuarto la terapeuta se encontró con una de las hijas y la doctora a cargo, este
fue el diálogo:
T: Le dije que tu papá o tú iban a quedarse con ella. Todo lo que hay que hacer es
quedarse a su lado, y decirle que esté tranquila, que todo está bien, que todo está en
orden, que no se preocupe por nada.
T: Tosía un poco, ella notaba que se le escapaba el "pis", le dije que no importaba, que
todo estaba bien. Traten de tranquilizarla y que se vuelva a conectar con los recuerdos
que para ella son importantes, imágenes de la quinta, de los árboles, de los objetos
86
queridos, que la acompañan, que son de ella, que son su riqueza.
Conclusiones
En la vida que vivimos, nuestras percepciones son casi siempre percepciones de partes, y
nuestras conjeturas acerca de las totalidades son corroboradas o refutadas por la
presentación posterior de otras partes. Tal vez sea por esto que las totalidades nunca
pueden ser presentadas más allá de nuestra imaginación (el mar, o el océano infinito...).
Sin embargo, el ejemplo citado tiene que ver con la enfermedad y la proximidad a la
muerte. Hipotéticamente éste sería el punto máximo de desequilibrio armónico. Desde
aquí, es desde donde se echa mano a los recursos inconscientes, que ayudan a perder el
miedo a lo desconocido, pues nos conecta con el conocimiento que nos devuelve la
profunda memoria del inconsciente colectivo (hago referencia al Dr. Jung y sus
seguidores quienes, a través de serias investigaciones encontraron símbolos y mitos que
conciernen a la cultura universal de la cual somos parte).
*Lic. DORIS SUCHECKI, es licenciada en psicología, graduada en la Universidad Nacional de Buenos Aires, con posgrado en Terapia Familiar. Es hipnoterapeuta especializada en tanatología y
algología, Profesora de expresión corporal y Escritora. Sus investigaciones y trabajos científicos han sido expuestos en publicaciones y actividades académicas nacionales e internacionales. En el
ámbito de la creatividad literaria su primer novela publicada es "Las Mujeres del Presidente".
87
1. MATURANA, Humberto, El árbol del conocimiento, Ed. Universitaria, Chile, 1984.
2. BATESON, Gregory, Pasos hacia una ecología de la mente. Una aproximación revolucionaria a la autocomprensión del hombre, Carlos Lohlé, Argentina, 1976.
3. KUBLER-ROSS, E., On the deth and dying, Macmillian Publishing Co., E.U.A., 1969.
4. HALEY, Jay, Terapia no convencional; Las Técnicas Psiquiátricas del Milton H. Erickson, Amorrortu Editores, Argentina, 1980.
5. ROSSI, E., & Cheek, D.B., Mind-Body Therapy: Ideodinamic Healing in Hypnosis, Norton, New York, 1988.
6. ROSSI, E., The Psychobiology of Mind-Body Healing: New concepts in therapeutic Hypnosis, Norton, New York, 1988.
7. SLUZKI, C. “Proceso de Estructura y Cosmovisión: hacia una visión integrada de los modelos sistémicos en terapia familiar” en Family Process, Vol. 22, 1983.
8. PINCUS, L., & Dare, C., Pérdida, Separación y Muerte, Editorial CuatroVientos, Chile, 1982.
9. JUNG, G., Símbolos de Transformación, Paidós, Barcelona, 1982.
10. BUBER, M., Yo y Tú, Edición Galatea Nueva Visión, Argentina,1960.
Partimos de la propuesta de que el ser humano es, entre otras cosas, una unidad
funcional psicosomática.
Consideramos que las personas somos una integración funcional de mente y cuerpo, de
manera que todo lo que nos sucede se da correlativamente en los dos niveles.
Estamos acostumbrados a hablar de las emociones como algo abstracto, que se da en la
mente, y de las enfermedades como algo concreto, que se da en el cuerpo. Sin embargo,
las emociones tienen manifestaciones corporales, por ejemplo, la angustia puede sentirse
en forma de opresión en el pecho, dificultad para respirar, cansancio general, sudor de
las manos. De manera similar, lo que sucede en el cuerpo genera emociones: cuando
tenemos dolor podemos sentir angustia, rabia, tristeza y ese dolor tiene un sentido en
nuestra realidad interna. Así, ya sea que las manifestaciones del continuo cuerpo-mente
se inicien en uno u otro lado, se trata de una interacción circular.
Lo que sucede en el cuerpo puede tomarse como una metáfora de la realidad
intrapsíquica. Por ejemplo, la úlcera duodenal se produce cuando coinciden: un aumento
en la producción de ácido gástrico, una mayor sensibilidad al mismo y una falla en las
barreras naturales autoprotectoras contra el ácido. Esto puede verse metafóricamente en
varias formas: el ácido que estaba destinado a digerir los alimentos y así fortalecer a la
persona, la lastima. Es una forma de autoagresión corporal. El sujeto se lastima y no se
defiende, dirige hacia él una capacidad de destrucción que debía dirigir a los alimentos,
al No - Yo. La experiencia clínica nos muestra que los pacientes con úlcera duodenal
suelen ser personas que no manifiestan su agresión hacia el exterior y, como vimos, la
vuelven contra ellos mismos.
Sabemos que la cefalea tensional se presenta en el 50% de las personas con depresión y
el 50% de los pacientes deprimidos sufren de cefalea tensional. Este tipo de dolor de
cabeza se debe a la producción de microcristales de ácido láctico en los pequeños
músculos de la cabeza y del cuello. Dicha producción aparece a partir de contracciones
ocasionadas por estrés. Los microcristales estimulan las terminales de las terminaciones
88
nerviosas responsables del dolor que a su vez incrementan la contracción y el estrés, con
lo que se establece un círculo vicioso. Este proceso puede ser visto metafóricamente
como la producción de elementos que lastiman y se perpetúan. Una de las características
de la depresión es la producción de ideas autodevaluatorias y autopunitivas que
deprimen más a la persona, con lo que ésta se devalúa y se critica más, estableciendo
aquí también un círculo vicioso en donde la producción de elementos que lastiman se
autoperpetúa. Tanto la depresión como la cefalea tensional pueden ser vistos como
situacionales en que la agresión se dirige hacia la propia persona en lugar de ser utilizada
para su defensa y bienestar.
Otra manera de mirar esta interacción, es la propuesta de que cualquier cosa que suceda
en el cuerpo es utilizada por el inconsciente para proyectar, en formas de metáfora, una
realidad intrapsíquica que surge a partir de la dinámica interna previa. A mayor impacto
en el cuerpo, mayor fuerza de la representación interior. Un accidente, por ejemplo,
puede ser vivido como castigo o como una oportunidad para renacer. Por lo tanto, toda
intervención en el cuerpo, ya sea médica u odontológica, puede contribuir a complicar la
problemática de la persona o ser una oportunidad para resolverla.
Cuando empecé a colaborar con Jorge Abia, él era médico especialista en medicina
interna y yo terapeuta familiar. Hacíamos trabajo profiláctico con los pacientes de Jorge
y sus familias para ayudarlos a manejar la ansiedad y los temores que provocaban en
ellos los diagnósticos de enfermedades crónicas y terminales y sus tratamientos, muy a
menudo largos, dolorosos, complicados. Lo hacíamos también con la finalidad de evitar
que la enfermedad y el tratamiento produjeran cambios negativos en la estructura
familiar, por ejemplo, que los hijos tomaran papeles parentales para cuidar a una madre
enferma dejando de lado los intereses de su edad, que un miembro de la familia se
sobrecargara excesivamente y se deprimiera o que el enfermo se convirtiera en alguien a
quien, por su condición, se le permitía romper todas las normas familiares. Poco a poco,
fuimos introduciendo el uso de la hipnosis para ayudar al paciente a controlar su dolor, a
mejorar algunos de sus procesos fisiológicos y tener una mejor calidad de vida.
Empezamos a trabajar también con cuadros agudos.
A menudo nos encontrábamos con que los temores tenían alguna relación con
situaciones problemáticas actuales de los pacientes. Fue entonces cuando decidimos
abordar terapéuticamente esas situaciones. Acompañamos a los pacientes durante
momentos críticos y en intervenciones quirúrgicas para sugerir confort, una recuperación
rápida y sin complicaciones, pero sobre todo, cambios en su realidad interna. Esto,
incluso con pacientes anestesiados, ya que durante la anestesia se conserva la audición.
El propósito de este trabajo es mostrar la forma en que utilizamos los tratamientos
médicos y odontológicos como oportunidades para lograr cambios positivos. En primer
lugar, quisiera comentar algunos casos.
Una mujer que estaba por dar a luz a su tercer hijo, se sentía aterrorizada por la cesárea
que le iban a practicar. Al entrevistarla, me contó que ese embarazo no había sido
deseado y que ella vivía abrumada por sus otras dos hijas, de dos y cuatro años, a las que
no podía controlar: lloraban y gritaban todo el día, no obedecían, le absorbían todo su
89
tiempo y su energía. La cesárea se realizó con bloqueo. Inicié el trabajo en el quirófano
señalando este parto como una situación diferente a los anteriores, porque ahora iba a
aprender a disfrutar ser mamá, apoyada por su marido, que se encontraba ahí,
acompañándola. La ayudé a relajarse mientras la preparaban y ella se asombró al darse
cuenta de que, gracias a la relajación, ni siquiera sintió la punción del bloqueo. A partir
de ese momento pudo estar más tranquila, entró en trance y sugerí que en ese quirófano
estaba aprendiendo a ser mamá, apoyada por su marido que era al mismo tiempo una
sugestión indirecta para éste, sin ningún esfuerzo de su parte, y a disfrutarlo. El llanto del
bebé al nacer se etiquetó como una señal de que estaba vivo y sano, una señal positiva y
de alegría.
Una cirugía plástica de la cara en una mujer de 45 años, se trabajó como la oportunidad
de renovarse como mujer. Al desprender la piel, sugerimos que la mujer que se veía
afuera se separaba momentáneamente de la mujer que era adentro para quitar todo "eso"
que se había ido acumulando durante años y ahora estorbaba para que la mujer que se
veía afuera y la que era adentro coincidieran, se integraran en una sola, la misma, pero
renovada. Sugerimos que se recuperara la circulación entre la piel que había sido
levantada y los músculos, conectando íntimamente a la mujer que se veía afuera y a la
que era adentro.
Cuando preparamos a los pacientes para recibir quimioterapia, una de las cosas que
hacemos es pedirles en trance que descubran el símbolo de los recursos curativos de su
cuerpo, aclarando que son recursos físicos, fisiológicos, mentales y espirituales (cuando
se trata de personas que creen en el espíritu). A continuación les decimos que observen
cómo a través de su respiración estos recursos, que son parte suya, entran en ellos y se
preparan para proteger de los medicamentos a su cuerpo y dirigirlos al tumor,
destruyéndolo. Sugerimos que esos recursos están aprendiendo a cuidar y proteger a X
(el nombre de la persona) y atacar, en colaboración con la quimioterapia, a todo aquello
que es No-X y daña a X, distinguiendo y respetando aquellas partes que tal vez, en un
origen fueron ajenas pero que se introdujeron a X con fines curativos. Esto último es
muy importante. Una vez estaba trabajando con una mujer que había tenido cámcer de
mama y sufrido una mastectomía doble, después de la cual le pusieron dos implantes
para reconstruir los pechos. Sugerí que sus recursos curativos atacaran lo que era No-X y
una hora más tarde empezó a presentar fiebre que puede ser uno de los primeros
síntomas de rechazo de los implantes. Induje un nuevo trance sugiriendo esta vez que sus
recursos aprendían a respetar y a cuidar esas partes que, aunque en su origen eran
extrañas, habían sido introducidas para beneficio de X. En unos minutos la fiebre
desapareció.
Volviendo a la quimioterapia, mientras trabajamos con el símbolo de los recursos que
entran al cuerpo, sugerimos confort y bienestar mientras los medicamentos realizan su
función y que, una vez concluida, sus recursos van a colaborar a que esos se eliminen de
manera rápida y cómoda. Sugerimos que al despertar, el día de la aplicación, este
proceso se iniciará por sí solo y la persona se dará cuenta de que sus recursos curativos
están ya preparándose y actuando porque ella se empezará a sentir extrañamente
90
tranquila y relajada. Estas son sugestiones posthipnóticas. Por lo general, acompañamos
al paciente durante la primera aplicación de quimioterapia o entrenamos a algún familiar
a que le ayude a realizar el ejercicio. Después de esta primera vez, casi siempre lo hace
solo. Las sugestiones en los tres ejemplos son metáforas de un proceso de crecimiento. A
medida que trabajamos con metáforas, en forma paralela hemos desarrollado sugestiones
para que los pacientes vivan con más tranquilidad su tratamiento, dándole un nuevo
significado. Las principales son: "estás aprendiendo a cuidar tu cuerpo", "lo que vives y
lo que sientes es una muestra de lo que estás logrando", "cada evento, cada estímulo que
percibes, es un paso hacia la terminación exitosa del proceso".
También damos significados generales a algunos de los pasos de los procedimientos,
aunque siempre los adaptamos a cada individuo, a su momento de vida y utilizamos sus
propias palabras. Entre ellos están:
ABRIR, HACER UNA INCISIÓN: se abre el inconsciente, entras adentro de tí, ahí
donde está tu esencia, tus recursos, tus experiencias de vida, todo lo que hay que
cambiar...
SUTURAR: cerrar la piel a fin de que lo que es "X" quede adentro... la piel que se cierra
distingue claramente a "X" de lo que es "No-X", que permanece afuera... y desde ahora,
a través de los orificios que comunican a "X" con el exterior, entra a "X" sólo aquello
que le hace bien, que le es útil para crecer, para vivir, y sale lo que pertenece a "No-X" o
que si se quedara adentro le haría daño. Apoyamos así los procesos de diferenciación e
individuación.
OBTURAR: dejar entrar y que tome su lugar eso que cura, que cierra, que fortalece y
que permite a esa parte tuya recuperar su función.
TALLADO Y PULIDO DE AMALGAMA: dar forma de modo que esa pieza se adapte
armoniosamente a su par y al conjunto, y pueda colaborar con él a hacer su trabajo,
encontrándose uno con otro, sin lastimarse: quitar asperezas para que esa parte sea
menos susceptible al ataque (bacteriano) que puede enfermarla.
ELIMINAR PRÓTESIS DE METAL: quitar eso que, aunque sea valioso, ahí donde está,
en ese momento, estorba para estar bien y que cada pieza haga su trabajo manteniéndose
sana, protegida. Con esto hacemos alusión a eliminar actitudes o patrones que en
términos generales pueden considerarse positivos y valiosos, pero que en realidad
91
estorban al bienestar de esa persona y de quienes le rodean, por su rigidez o por estar
fuera de lugar. Por ejemplo, el perfeccionismo, la autocrítica o actitudes de limpieza y
orden excesivas.
* Teresa Robles es Maestra en Antropología Social y Doctora en Psicología Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México, Terapeuta Familiar por el Instituto Latinoamericano de Estudios
de la Familia A.C., miembro de la Asociación Mexicana de Terapia Familiar A.C., del Instituto de la Familia A.C., fundadora de la Sociedad Mexicana de Hipnosis, que es miembro constituyente de la
International Society of Hypnosis. Tiene publicaciones sobre temas de Antropología Social, Psicología Clínica, Hipnosis Ericksoniana. Es Codirectora del Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de
México.
92
13. ROSS, D., "Symbolic Pain: Metaphors of Dis-ease. Ericksonian Psychotherapy", Clinical Applications, vol.II, Brunner/Mazel, New York,1985, pp.: 147-463.
14. ROSSI, E. L., The Psychobiology of Mind-Body Healing. New Concepts of Therapeutic Hypnosis, W.W. Norton, New York, 1986.
TÉCNICAS
concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, quince años después, por Teresa Robles
Te invitamos a que conozcas un libro ya clásico en español sobre psicoterapia ericksoniana, que es la referencia
obligada, no sólo para los estudiosos del tema, sino para todo público interesado en conocer nuevas propuestas
para mejorar su calidad de vida.
la magia de nuestros disfraces, por Teresa Robles En este libro la autora muestra las bases teóricas
que sostienen intervenciones ericksonianas,aparentementemuysimples.Estáescritodemaneraquenosllevaa
reconocernosencadapárrafo,encadapáginayabrelaspuertasalcambio.
Elizabeth Méndez Recopilación de nueve capítulos escritos por terapeutas ericksonianos latinos, de los
cuales dos son de corte teórico y los siete restantes presentan técnicas originales que se pueden aplicar en distintos
estilos de terapia.
93
la psicoterapia, un proceso de autoconstrucción: II. la propuesta, por
Yolanda Aguirre
Este segundo tomo nos presenta una propuesta psicoterapéutica que utiliza la capacidad creadora que todo ser
humano tiene, y la posibilidad de ponerla a nuestro servicio en la construcción de nuestro propio ser.
El primero de una serie de manuales de técnicas ericksonianas para trabajar con grupos,
escritos en forma tal que cualquier terapeuta puede aplicarlos. En cada capítulo se ofrece
con conversación hipnótica una
visiónoriginalsobreeltemaquetrataasícomoejerciciosparatrabajarlo.
CASOS CLÍNICOS
salir del túnel y olvidar, hipnosis ericksoniana con sintomatología psicótica, por Cinthia
de Gortari
Este libro muestra en cada sesión, cómo la actitud cercana, la mirada compasiva del
terapeuta y las técnicas ericksonianas, pueden resolver
problemáticasfrentealasqueotraspsicoterapiassemuestranescépticas.
H. Erickson
Este seminario, dictado a un grupo de médicos en la época de madurez de su trabajo, muestra paso a paso su forma
de hacer hipnosis. Es así un excelente punto de partida para principiantes, y aclara ideas a quienes ya trabajan con
hipnosis.
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estrategias psicoterapéuticas de Milton H. Erickson, por Dan Short El autor propone una
sistematización de las estrategias psicoterapéuticas del Dr. Erickson, ilustradas con casos clínicos. Se incluye un
capítulo de la terapeuta italiana Consuelo Casula donde explica dos conceptos Esperanza y Resiliencia, que
marcaron la obra del Dr. Erickson.
Milton H. Erickson, un sanador americano, editado por Betty Alice Erickson y Bradford Keeney
Es un honor y un placer contar con la publicación de este libro en español, porque además nos ofrece una visión
diferente del Dr. Erickson. Una visión que propone que su trabajo era también espiritual. Y esto queda claro a
través de las aportaciones de las personas más cercanas a él, y de sus amigos, discípulos y colaboradores.
AUTOAYUDA- Libros
revisando el pasado para construir el futuro, por Teresa Robles A partir de elementos
autobiográficos, la autora nos presenta en
lenguaje cotidiano, conceptualizaciones teóricas, junto con sencillos ejercicios de auto
hipnosis. Lectores y lectoras se reconocen en estas páginas constando que, si bien somos
únicos e individuales, en el
fondo somos muy parecidos.
síndrome de pánico, una señal que nos despierta, por Sofía Bauer
La autora menciona que el síndrome de pánico o crisis de angustia, es una señal que
aparece para que cambies tu estilo de vida. Si escuchas su mensaje, puedes curarte.
Ofrece ideas y ejercicios prácticos para disminuir la ansiedad.
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guía de auto-preparación para el parto que sueñas tener, por Armelle Touyarot
Audio
Y si quieres trabajar contigo mismo, evitar la terapia o salir de ella en poco tiempo,
prueba nuestra serie de audio presentada en CDy en audiocinta. El
CEM,atravésdeAlomEditores,promueveestaserieconejerciciossencillos,
seguros,protegidos,para que puedas trabajar en casa.
Es como un servicio general que todas las personas deberíamos hacernos de vez en
cuando para estar bien en la vida, como hacemos servicio a nuestros coches y aparatos.
música para entrar en contacto contigo producción Francisco Robles Dos versiones
producidas a partir del Canon de Pachelbel, que te ayudan a entrar adentro de ti. Una,
con instrumentos musicales mexicanos. Otra, con el sonido del mar y un sonido
producido con diferentes cantos de sanación. Esta música es el fondo de los otros
materiales de audio. Al escucharla, se reactivan y refuerzan los procesos desencadenados
con los ejercicios que realizaste con ellos.
escuchando mi cuerpo, mis emociones y mi espíritu, por Iris Corzo El ser humano es
integral: es mente, cuerpo y espíritu. Si vivimos como un todo unificado, obtendremos la
armonía. Esta grabación te invita a atender estos aspectos para favorecer tu bienestar.
para quererte tú a ti justo como necesitas, por Teresa Robles Aprendemos a mirar hacia
96
fuera y olvidamos mirarnos a nosotros mismos. Dejamos de percibir las señales de
nuestro cuerpo, tragamos nuestras emociones. Este CD te ayudará a reconocer tus
emociones, escucharlas y digerirlas. Es ideal para personas que sufren de depresión,
ansiedad y/o estrés.
la herencia. música que desata imágenes producción Francisco Robles Esta música
compuesta te lleva a entrar adentro de ti, desencadenando los procesos naturales que
requieres en este momento de tu vida. Contiene una introducción de Teresa Robles para
proteger el proceso y un final para facilitar que te pongas nuevamente en contacto con el
mundo externo.
Ramos Elorduy
En este audio aprenderás ejercicios para manejar mejor tus emociones a través de
golpecitos en distintas partes del cuerpo. Verás cómo puedes ponerlos en práctica desde
el primer momento.
para relacionarte mejor contigo y con los demás, por Teresa Robles Si la vida es una
escuela, las relaciones con los demás son la universidad. Este compacto constituye un
servicio general a tus relaciones para ayudar a pasar al postgrado donde nos toca
disfrutar la vida con paz interior.
cuentos terapéuticos para chicos y grandes, por Cecilia Fabre Los cuentos abren la puerta a una
comprensión diferente de los problemas abriendo opciones más saludables para contactar con nuestras emociones
y con nuestras experiencias de vida. Con este CDverás que los cuentos permiten que tanto adultos como niños se
conecten con vivencias pasadas de una manera segura y protegida, poniendo a distancia los problemas mientras de
manera cercana se resuelven, aprendiendo de ellos, cómoda y protegidamente.
para relacionarte mejor con tu cuerpo a través del ejercicio y la comida, por Teresa
Robles
Nuestro cuerpo es tan sabio que nos provoca hambre cuando le falta combustible y sed cuando necesita hidratarse.
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Y para que nunca dejemos de alimentarnos, nos regala el disfrutar la comida. Cuando éramos chicos,
disfrutábamos el ejercicio, que nuestro cuerpo necesita para funcionar bien. Crecemos y mal aprendemos a comer
a la hora de comer, a llevarnos a la boca cualquier cosa cuando tenemos hambre, que hay comidas sabrosas y otras
obligatorias y que hacer ejercicio es una obligación. En este CD, recordarás cómo escuchar las señales de tu
cuerpo y atenderlas para vivir con salud.
metáforas universales para el crecimiento personal, por Teresa Robles El Dr. Milton H.
Erickson decía: la vida es dura, es injusta, el dolor existe, pero cómo la vivamos depende sólo de nosotros.A mí
me gusta decir que la vida tiene de todo, también hay muy buenos momentos. Y si es injusta en nuestra contra,
también es injusta a nuestro favor. La vida tiene de todo y siempre estamos creciendo como las plantas, los
animales, como todo en este Universo.Este CD te ofrece en forma agradable, reflexiones y anécdotas que te
ayudarán a disfrutar más esta vida, en los buenos y en los malos momentos.
para relacionarte mejor con tu cuerpo a través del ejercicio y la comida (para personas
con diabetes e hipertensión), por Teresa Robles
La diabetes es una enfermedad, pero también puede ser tu mejor amiga. Puede enseñarte a vivir saludablemente,
cosa que muchas veces hemos olvidado. Nuestro cuerpo es tan sabio que nos provoca hambre cuando le falta
combustible y sed cuando necesita hidratarse. Y para que nunca dejemos de alimentarnos, nos regala el disfrutar la
comida. Cuando éramos chicos, disfrutábamos el ejercicio, que nuestro cuerpo necesita para funcionar bien.
Crecemos y mal aprendemos a comer a la hora de comer, a llevarnos a la boca cualquier cosa cuando tenemos
hambre, que hay comidas sabrosas y otras obligatorias y que hacer ejercicio es una obligación. En este CD,
recordarás cómo escuchar las señales de tu cuerpo y atenderlas para vivir con salud.
FASCÍCULOS
textos selectos
abriendo puertas con amor, por Ángela Cota Guimarães Mendonça y J. Augusto
Mendonça
Asómate a este ameno fascículo que te encantará y en donde encontrarás una manera
diferente de ver la vida, que corresponde a la manera de hacer psicoterapia que estamos
construyendo en el Centro Ericksoniano de México, incorporando otros marcos de
referencia.
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aprendiendo a caminar por la vida, por Teresa Robles
Desde sus primeras páginas, este práctico fascículo te enseña, de manera segura y natural
a utilizar los instrumentos necesarios, que de alguna forma ya conoces, y poderlos
aplicar efectivamente en tu vida diaria.
ideas prácticas
para el manejo de conflictos y algunas reflexiones, por Teresa Robles Es un texto que te
invita a mirar y cambiar los aprendizajes que nos
hacen competir por el primer lugar, tratar de ganar aplastando a los
demás. Te enseña a colaborar en lugar de competir, a establecer
negociaciones donde todos ganen y a entrar en contacto con tu
Sabiduría Interior y la de los demás.
para detectar y prevenir la anorexia y la bulimia entre tus seres queridos, por Adriana
Barroso y Raúl D Ángelo
La anorexia y la bulimia son padecimientos que pueden ser mortales
y aparecen cada vez más y más temprano en nuestros adolescentes.
Te invitamos a leer este fascículo que te ayudará a conocerlas y
detectarlas con la ayuda del cuestionario que se incluye al final.
DICCIONARIOS
diccionario breve en psicología: psicología activa, por Guillermo Flores
Primer texto de la serie Diccionarios. Este sencillo y práctico texto resulta un excelente
apoyo para todo estudiante de la materia, así como para la gente interesada por conocer
más sobre esta fascinante disciplina, ya que proporciona la definición de los términos
más utilizados dentro del campo de la psicología.
TESTIMONIOS
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HELIOS-VESTA
los maestros ascendidos escriben el libro de la vida
Un texto de Metafìsica y para aquellos lectores que no comulgan con
estas enseñanzas, es un bello cuento de hadas que, al leerlo, va
abriendo puertas, estableciendo conexiones, acercándonos a una
realidad y a una sabiduría diferentes, a través de un camino que va
por rumbos distintos de la lógica racional.
la Maestría de la vida, co-creando una realidad de Amor, a través del poder del
Compartir, por Ivonne Delaflor
Tan interesante como sus obras anteriores, ésta es una recopilación
en la Internet que la autora realizó de tres años de compartir experiencias con personas
de diferentes tradiciones, lugares y religiones a
través de un boletín inscrito en la Internet.
transfórmate en Bandera de la Paz, claves para lograr ser una persona armónica y
saludable, por medio del Símbolo de la Bandera de la Paz, por Alicia Rodríguez
Este libro forma parte de una colección de cuatro libros que tratan sobre la esperanza. A
través de sus páginas nos transmite mensajes sobre el amor: el amor a uno mismo, amor
100
a la vida y cómo disfrutar de la experiencia de ser un ser humano potencialmente
espiritual. El libro reafirma nuestra creencia en la unidad ya que sus mensajes nos
ayudan a entender quiénes somos y cómo crear nuestra realidad perfecta, y ayudar a
otros a hacer lo mismo, compartiendo la experiencia de la sabiduría y el amor.
LITERATURA
TITLES IN ENGLISH
TECHNIQUES
HELIOS- VESTA
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In this book you will find love thoughts to God, to Life, with the reminder always
positive that you have the capacity to choose what you want to live.
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iniciamos:
103
104
- enero y agosto de cada año
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