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Unidad 1

La planificación

Este módulo le permitirá comprender el proceso de planificación de acuerdo con el Currículo Nacional de
la Educación Básica y las bases teóricas que lo sustentan. Antes de empezar el módulo usaremos una
analogía que nos ayudará a entender la estrecha relación entre la planificación y la evaluación.

Imagínense que tiene la oportunidad de viajar y que puede escoger a dónde ir, obviamente antes de
pensar en cómo llegar y qué hacer, tiene que saber a dónde irá, de lo contrario no es posible planificar
Significativamente. Es igual en educación, tenemos que conocer cuál es nuestra meta de aprendizaje
para poder planificar significativamente lo que haremos para llegar a ella y saber si estamos haciendo lo
correcto para lograrlo, del ¿a dónde vamos? depende toda la planificación.

En el currículo nacional de la educación básica, saber a dónde vamos es tener como meta el perfil de
egreso.

Su viaje puede ser en avión o en autobús, depende del punto de partida, igualmente en educación, una
vez que tenemos las metas necesitamos saber ¿cuál es el punto de partida? es decir, que saberes tienen
nuestros estudiantes, es importante conocer lo que ellos saben; si lo relacionamos con un viaje a Machu
Picchu, saber cómo haré la planificación de mi viaje, depende de lo que ya se sobre la ciudad sagrada
inca, mis expectativas y la experiencia de otros viajes realizados, con esta información puedo hacer un
plan de viaje, éste incluirá: ¿cómo llegar?, ¿qué hacer?, ¿qué llevar?, ¿dónde hospedarme?, entre otros
aspectos.

Al estudiar esto, seguramente cambiaré algunas ideas preconcebidas que tenía, es posible que haya
comenzado con algunas ideas erróneas, las cuales evaluaré con mis nuevos conocimientos para
descartarla o no. Es igual en nuestra práctica educativa, tenemos las competencias y el perfil de egreso
como metas, entonces, empezamos con los saberes de los que ya cuentan nuestros estudiantes para
desarrollar sus competencias, durante el viaje iremos afinando nuestro plan dado que algunas cosas
funcionarán mejor que otras; es igual en el proceso de enseñanza y aprendizaje, los estudiantes y
nosotros, los docentes, también debemos hacernos estas preguntas ¿hacia dónde voy?, ¿dónde estoy?,
¿cómo sigo avanzando?, las planificaciones más efectivas se crean a partir de estas preguntas.

Hay evidentemente diferentes formas de expresarlas, así como hay diferencias en las definiciones de
evaluación formativa. En las lecturas de este módulo podrás leer a Sadler y a Wiggins y McTighe, quienes
profundizan en estas preguntas

Revisemos la Cartilla de Planificación, verán que en ella se presenta el siguiente proceso: i) ¿qué
aprendizaje deben lograr mis estudiantes?, ii) ¿qué evidencia voy a usar para evaluarlos?, iii) ¿cuál es la
mejor forma de desarrollar esos aprendizajes?, en este módulo podrás comprender estos procesos a
partir de las lecturas realizada. Este proceso se hace presente en los diversos tipos de planificación que
pueden ser cortos, de unas semanas, por ejemplo: unidades didácticas y sesiones de aprendizaje, o
largas, de un año, por ejemplo: planificación anual; en otras palabras, precisamos saber ¿a dónde
queremos que lleguen nuestros estudiantes al final del año, al final de una unidad didáctica, o al final de
una tarea, actividad, sesión o sesiones de aprendizaje.

Los aprendizajes que queremos lograr son lo primero que debemos tener presente, es decir, lo que
esperamos que nuestros estudiantes conozcan y aprendan, estos son los propósitos de aprendizaje.

A continuación, lo que nos preguntamos es, ¿cómo voy a saber que he logrado el resultado que busco?,
si aplicamos esto en el ejemplo del viaje, la pregunta sería ¿cómo sabré que esa fue la mejor forma de
hacer el viaje?, lo que en educación se convierte en ¿cómo podemos los docentes evidenciar que los
estudiantes lograron resultados deseados?, ¿qué evidencia se considera aceptable para comprobar el
logro?, podríamos decirlo, como en esta cita del libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”,
de Stephen Covey “…Empezar con el fin en mente, significa comenzar con un claro entendimiento de tu
destino. Significa saber hacia dónde vas y así comprender mejor dónde estás ahora, y de esta forma
seguir los pasos que siempre te lleven en la dirección correcta.”. Comenzar con un claro entendimiento
como señala Covey, significa pensar primero ¿a dónde vamos?, el concepto de Planificación en Reversa
tiene como sus principales exponentes a Grant Wiggins y Jay McTighe, ellos son los autores que
proponen la planificación en reversa o diseño invertido, que se caracteriza por poner la finalidad educativa
de un determinado propósito de aprendizaje como guía, para luego definir cómo se observará ese
aprendizaje y después diseñar las actividades que se requieren para desarrollarlo, es decir, se empieza
por el final para llegar al comienzo.

Primera fase: Identificar los resultados deseados, ¿qué deberían saber, comprender y ser capaces de
hacer los estudiantes?
Segunda fase: Determinar evidencias aceptables, ¿cómo sabremos si los estudiantes han alcanzado los
resultados deseados?, ¿qué aceptaremos como evidencia del aprendizaje del estudiante?
Tercera fase: Diseñar las actividades que se requieren para desarrollar los aprendizajes propuestos, es
decir, se empieza por el final para llegar al comienzo.

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