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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA CIVIL

Auto Supremo: 791/2017


Sucre: 25 de julio 2017
Expediente: SC-120-16-A
Partes: Pedro Moreno Aguilar. c/ Máximo Márquez Aguilar.
Proceso: Resolución de contrato.
Distrito: Santa Cruz.

VISTOS: El recurso de casación cursante de fs. 68 a 69 vta., interpuesto por Pedro


Moreno Aguilar contra el Auto de Vista Nº 23/2013 de 15 de julio, cursante de fs.
58 a 59, pronunciado por el Juez Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, dentro el proceso de resolución
de contrato seguido por Pedro Moreno Aguilar contra Máximo Márquez Aguilar, la
concesión de fs. 74, auto de admisión de fs. 83 a 84, y:

I. ANTECEDENTES DEL PROCESO:

La Juez Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial de la Capital – Santa Cruz,


mediante Auto de 08 de enero de 2013, cursante de fs. 41 y vta., RECHAZÓ el
recurso de reposición bajo alternativa de apelación presentado por Pedro Moreno.

Deducida las apelaciones por la parte demandante y remitida la misma ante la


instancia competente, Juzgado Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante Auto de Vista Nº
23/2013, rechazó el recurso de apelación interpuesto, confirmando en
consecuencia el Auto apelado de fs. 41 y vta., señalando que el art. 215 del Código
de Procedimiento Civil establece que el recurso de reposición procederá contra las
providencias y autos interlocutorios, con el fin de que el Juez o Tribunal que lo
hubiese dictado ,advertido de su error, pudiera modificarlos y dejarlos sin efectos;
solo procede contra un decreto o providencia o contra un auto interlocutorio
simple y el auto que declara la perención de instancia, es un Auto Interlocutorio
Definitivo que corta todo procedimiento, por lo tanto el recurso que correspondía
en derecho era el de apelación directa y no así el de reposición y así lo reconocería
el mismo apelante en su memorial de fs. 43 y vta., “por error procedimental recurrí
ante la señora Juez para que revoque la resolución de perención de instancia”, que
representa confesión espontanea al tenor de art. 404.II del CPC, siendo esto una
causal para el rechazo del recurso.

En conocimiento de la determinación de segunda instancia, el demandante


interpuso recurso de casación, mismo que se pasa a analizar:

II. DEL CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN:

Que el Auto de Vista de 15 de julio en su considerando III es subjetivo, contendría


una fundamentación forzada que violaría sus derechos porque no fundamentaría
el inicio de proceso y la apertura de la competencia del Juez y al confirmar la
declaratoria de perención de instancia viola el debido proceso.
Que el art. 86 del CPC, establece el inicio del proceso y el art.7 del mismo código
establece que la competencia del Juez se abrirá con la citación al demandado, y
el art. 309 del CPC, sería la norma que se aplica a partir de la citación del
demandado que en el caso se produjo en fecha 28 de diciembre de 2012 y hasta el
03 de diciembre del año 2012, cuando el demandado presentó su memorial solo
habrían transcurrido 5 días, por lo que no correspondía se declare la perención de
instancia.

En tales antecedentes y sin que exista respuesta al recurso de casación; diremos


que:

III. DOCTRINA APLICABLE AL CASO:

III.1.- Del Trámite del Recurso de Casación en este Tribunal Supremo,


Conforme a lo Dispuesto por el Art. 277 del Código Procesal Civil.

En principio corresponde precisar que la Ley 439 (Código Procesal Civil), ha


configurado en esencia un nuevo esquema procedimental, en todas las etapas del
proceso, el cual responde a los principios y valores del nuevo modelo constitucional
entre ellos el de justicia Pronta y oportuna, estableciendo en lo que concierne a
este etapa casacional otro tipo de sustanciación, que se encuentra detallada en lo
determinado por el art. 277 de la citada Ley, que de forma textual señala: “I.
Recibidos los obrados, el Tribunal Supremo de Justicia, bajo responsabilidad, dentro
de un plazo no mayor de diez días, examinara si se cumplieron los requisitos
previstos por el Articulo 274 del presente Código y de no ser así, dictara resolución
declarando improcedente el recurso, en cuyo caso se tendrá por ejecutoriada la
resolución recurrida para su consiguiente cumplimiento por el inferior.

II.- Si se admitiere el recurso, será pasado el expediente en el término de cuarenta y


ocho horas para sorteo de magistrado relator, quien tendrá el plazo de treinta días
para relacionar la causa materia del recurso….”, de la citada norma se puede
advertir que a los efectos de resolver una causa venida en casación este Tribunal
analizara el proceso en dos oportunidades, empero, con la finalidad de tener un
entendimiento más claro, es menester realizar un argumentación jurídica de forma
detallada.

De la citada normativa, se advierte que una vez recibidos los actuados en casación
este Tribunal en un primer momento debe realizar un análisis previo del recurso
de casación para determinar si este cumple con los requisitos de admisibilidad,
empero, deberá tenerse presente que esa revisión o análisis ha de tener un
enfoque centralizado en establecer de forma preponderante si el recurrente ha
cumplido con la carga establecida en el art. 274-3 de la Ley 439, es decir, si este
expresa - con claridad y precisión, la Ley o leyes infringidas, violadas o aplicadas
indebida o erróneamente interpretadas, especificando en qué consiste la infracción,
la violación, falsedad o error, ya se trate de recurso de casación en el fondo, en la
forma o en ambos. Estas especificaciones deberán hacerse precisamente en el
recurso y no fundarse en memoriales anteriores, ni suplirse posteriormente- y en
caso de no cumplir con esta exigencia ha de proceder su rechazo, resultando ese
el primer análisis que hace este Tribunal, aspecto que no obsta que de evidenciarse
a prima facie, el incumplimiento de otros requisitos que hagan a la improcedencia,
sean acogidos los mismos para el rechazo del recurso.

De lo glosado se advierte que en un primer momento este Tribunal se limita analizar


el recurso de forma principal a lo contenido en el art. 274 de la citada ley, ahora
posterior a la admisión del recurso y previo sorteo del mismo en un segundo
momento este Tribunal no posee esa limitante, sino por el contrario se realiza un
análisis pormenorizado de todo el proceso y en dicho examen es posible advertir
causales que hagan a la improcedencia del recurso que no fueron advertidas en un
primer momento, esto debido a las limitantes señaladas precedentemente, ya que,
valga la redundancia este segundo análisis no se limita a evidenciar la existencia
de la violación o infracción de las leyes infringidas o vulneradas (art. 274-3 Ley
439) en el contenido del memorial del recurso de casación sino de todo proceso en
sí, y es por este motivo que en ese examen se podrá advertir la existencia de
aspectos que harían a la improcedencia del recurso de casación, como ser el caso
de resoluciones que por expresa determinación de la norma no permitan este
recurso extraordinario; las cuales como se dijo en el apartado anterior generan un
límite al principio de impugnación, o en el caso que no se hubiese planteado
recurso de apelación pese a serle desfavorable la resolución y confirmada la misma,
hipotéticos que a todas luces hacen a la improcedencia del recurso, impidiendo su
análisis en el fondo mereciendo por sindéresis jurídica una resolución de
improcedencia la cual está permitida conforme manda el art. 220 del citado Código.

III.2.- De las resoluciones que pueden ser objeto de recurso de casación


conforme orienta la Ley 439.

El Auto Supremo 272/2017 de 10 de marzo, ha orientado sobre el tema al respecto


en sentido de que: “…preliminarmente corresponde señalar que, si bien el principio
de impugnación se configura, como principio regulador para los recursos
consagrados por las leyes procesales con la finalidad de corregir, modificar, revocar
o anular los actos y resoluciones judiciales que ocasionen agravios a alguna de las
partes, por principio constitucional todo acto jurisdiccional es impugnable, sin
embargo no es menos evidente, que ese derecho no es absoluto para todos los
proceso e instancias, debido a que este se encuentra limitado, por la misma ley, ya
sea, por el tipo de proceso, por la clase de resolución tomando en cuenta la
trascendencia de la decisión, sin que ello implique afectar el derecho de las partes,
sino de la búsqueda de una mayor celeridad en las causas que se tramitan.

Sobre el tema el art. 250-I del Código Procesal Civil señala: “I.- Las resoluciones
judiciales son impugnables, salvo disposición expresa en contrario ” norma que
otorga un criterio generalizado para el tema de recursos, orientando en sentido que
las resoluciones judiciales son impugnables, salvo que la norma lo prohíba en
contrario, ahora en consonancia con lo referido de la última parte de la norma citada,
tratándose del recurso de casación el art. 270-I del Código Procesal Civil es claro al
establecer: “El recurso de casación procede para impugnar autos de vista dictados
en procesos ordinarios y en los casos expresamente señalados por Ley”, la norma
en cuestión en cuanto al recurso de casación establece de forma explícita su
procedencia para dos casos, 1.- Contra Autos de Vista dictados en procesos
ordinarios y 2.- En los casos expresamente establecidos por Ley.
Resultando únicamente ambiguo en su literalidad el primer caso, correspondiendo
en consecuencia su interpretación por parte de este Máximo Tribunal de Justicia, el
mismo conforme a lo determinado referido en el punto precedente debe ser desde y
conforme a un enfoque Constitucional, es decir de acuerdo a principios y valores que
rigen al nuevo modelo Constitucional, de acuerdo a los principios pro homine y pro
actione, entendiéndose por el primero de ellos conforme al criterio expuesto por la
Profesora Argentina Mónica Pinto, "... de un criterio hermenéutico que informa todo el
derecho de los derechos humanos, en virtud del cual se debe acudir a la norma más
amplia, o a la interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer derechos
protegidos e, inversamente, a la norma o a la interpretación más restringida cuando
se trata de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los derechos o a su
suspensión extraordinaria". También dentro del análisis del principio pro homine, no
se podría dejar de lado al criterio denominado pro actione, que es una manifestación
del principio pro homine en el ámbito procesal, en virtud del cual, la interpretación
de una disposición legal, debe hacerse en el sentido que sea lo más accesible posible
a un adecuado y recíproco sistema garantista, en el cual prevalezca más la Justicia
que cualquier formalismo extremo que obstaculice u obstruya una tutela
constitucional efectiva.

Partiendo de dicho argumento, se debe entender que cuando el Legislador ha


establecido la procedencia del recurso de casación contra Autos de Vista dictados en
procesos ordinarios, su intencionalidad ha sido, que este Máximo Tribunal de
Justicia uniforme Jurisprudencia de acuerdo a las atribuciones establecidas en el
art. 42 núm. 3) de la Ley 025, en aquellos casos de trascendencia a nivel Nacional,
entonces bajo esa directriz, el recurso de casación únicamente procederá contra
Autos de Vista que resolvieren un Auto definitivo, Autos de Vista que resolvieren
sentencias y en los casos expresamente establecidos por Ley, siendo viable
únicamente dentro de un proceso ordinario y no así para otros casos.

Y a los efectos de tener un entendimiento certero se debe aclarar que se entiende por
Auto de definitivo, sobre la definición de este tipo de resolución la SC 0092/2010-R
ha orientado: “La distinción entre autos interlocutorios simples o propiamente dichos
y autos interlocutorios definitivos (Canedo, Couture), radica principalmente en que
“los últimos difieren de los primeros en que, teniendo la forma interlocutoria, cortan
todo procedimiento ulterior del juicio, haciendo imposible, de hecho y de derecho, la
prosecución del proceso. Causan estado, como se dice en el estilo forense, tal cual
las sentencias” y conforme orienta el art. 211 de la Ley 439 -son aquellos que ponen
fin al proceso-, de lo que se puede inferir que el Auto definitivo es aquella resolución
que corta todo procedimiento ulterior, impidiendo la prosecución de la causa y
haciendo que el juzgador pierda competencia, concluyéndose que para una
resolución como ser auto interlocutorio sea catalogado como definitivo, debe contener
uno de esos presupuestos, entonces se deberá analizar la naturaleza de la
resolución.

Valga aclarar que lo expuesto no resulta una regla absoluta, en el entendido que el
legislador ha establecido prohibiciones expresamente establecidas por Ley, para la
inviabilidad o improcedencia del recurso de casación dentro de procesos ordinarios,
como ser lo determinado en el art. 113.II, 248.II del Código Procesal Civil entre otros,
que pese a tener esa calidad de Autos definitivos son inimpugnables de casación, y
para el caso de Autos de Vista que resolvieren sentencia es inviable el recurso de
casación en los procesos ordinarios que derivaren de resoluciones dictadas en
proceso extraordinarios, art. 270-II del referido Código”.

III.3.- De los Autos de Carácter Definitivos y Autos Interlocutorios Simples:

El Auto Supremo 369/2016 de 19 de abril 2016, ha orientado sobre el tema en


sentido de que: “El art. 255 del Código de Procedimiento Civil (Resoluciones contra
las cuales procede el Recurso de Casación).- “Habrá lugar al recurso de casación
contra las resoluciones siguientes: 1) Autos de vista que resolvieren en apelación las
sentencias definitivas en los procesos ordinarios, ejecutivos, sumarios, concursales
y de arbitrio de derecho. 2) Autos de vista que resolvieren una declinatoria de
jurisdicción, decidieren una excepción de incompetencia o anularen el proceso. 3)
Autos de vista referentes a autos interlocutorios que pusieren termino al litigio…”.
Precepto normativo que tiene relación con el art. 251-I del mismo compilado legal, que
dispone sobre la procedencia del recurso de casación para invalidar sentencias y
autos definitivos; artículos que señalan de manera expresa contra qué tipo de
resoluciones procede la casación, no pudiendo habilitar su procedencia contra otro
género de resoluciones distintas a las que se encuentran especificadas dentro del
catálogo señalada en la norma legal de referencia…

En relación a la interpretación de las citadas normas, “Al respecto diremos que los
autos interlocutorios simples son resoluciones que deciden las cuestiones
incidentales suscitadas durante la tramitación del proceso; según Eduardo J.
Couture, es “un pronunciamiento sobre el proceso no sobre el derecho”; dirimen
cuestiones accesorias que surgen con ocasión de lo principal y se resuelven con
apoyo de fundamentación conforme lo establece el art. 188 del C.P.C., pueden ser
revocados o sufrir mutaciones de oficio o instancia de parte como lo determinan los
arts. 189 y 215 del mismo Código adjetivo de la materia; solo son apelables en efecto
devolutivo y/o diferido según el caso específico a ser resuelto, sin recurso ulterior
(art. 225 núm. 3) CPC. y art. 24 núm. 2) y 4) Ley 1760), lo que significa que la
Resolución de segunda instancia que resuelve la apelación no admite recurso de
casación.

En cambio, los Autos interlocutorios definitivos son Resoluciones que cortan todo
procedimiento ulterior del juicio haciendo imposible de hecho y de derecho la
prosecución del proceso; ponen fin al proceso y suspenden la competencia de la
autoridad jurisdiccional, consiguientemente no son revocables ni susceptibles de
reposición por el mismo Juez; admiten recurso de apelación directa en el efecto
suspensivo conforme lo dispone el art. 224 núm. 3) del Código de Procedimiento
Civil”.

En ese mismo sentido el Auto Supremo Nº 380/2013 de 22 de julio, ha señalado


que el Tribunal Constitucional a través de la SC 0343/2005-R, de 12 de abril,
refirió, que: “…todo auto que no ponga fin al litigio y trate del proceso mismo y no
del derecho discutido en él, constituye un auto interlocutorio simple, de manera que
podrá ser objeto de reposición bajo alternativa de apelación en caso de negativa, o
sea que tendrá que ser interpuesto dentro de los tres días de la notificación, conforme
determina el art. 116 del CPC”, criterio que concurre en la SC 0636/2003-R de 9
de mayo, señalando: “Que, en este sentido, los Autos Interlocutorios simples -que no
se presentan en el caso de examen- pueden ser revocados o sufrir mutaciones de
oficio o a instancia de parte conforme determina el art. 189 CPC, además, pueden
ser objeto de reposición, según lo previsto por el art. 215 CPC, pero no de apelación
ni de recurso de casación…”.

IV. FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:

Conforme los desarrollado en el punto III.1 de la doctrina aplicable se tiene que


una vez recibidos los actuados en casación, este Tribunal en un primer momento
debe realizar un análisis previo del recurso de casación para determinar si este
cumple con los requisitos de admisibilidad, empero, análisis que tiene un enfoque
centralizado en establecer de forma preponderante si el recurrente ha cumplido
con la carga establecida en el art. 274 num. 3) de la Ley 439, es decir, que en un
primer momento este Tribunal se limita analizar el recurso de forma principal a lo
contenido en el art. 274 de la citada ley, ahora posterior a la admisión del recurso
y previo sorteo del mismo en un segundo momento este Tribunal no posee esa
limitante, sino por el contrario se realiza un análisis pormenorizado de todo el
proceso y en dicho examen es posible advertir causales que hagan a la
improcedencia del recurso que no fueron advertidas en un primer momento, esto
debido a las limitantes señaladas precedentemente, ya que, valga la redundancia
este segundo análisis no se limita a evidenciar la existencia de la violación o
infracción de las leyes infringidas o vulneradas (art. 274 num. 3) Ley 439) en el
contenido del memorial del recurso de casación sino de todo proceso en sí, y es por
este motivo que en ese examen se podrá advertir la existencia de aspectos que
harían a la improcedencia del recurso de casación.

En este marco, corresponde precisar que en el caso de autos de la revisión de


obrados, se tiene que mediante memorial de fs. 32 a 34 vta., el demandado solicitó
se declare la perención de instancia, emitiéndose en consecuencia el Auto d Nº
281/2012 que declaró la perención de instancia, Resolución que fue impugnada
mediante recurso de reposición a fs. 39 y vta., impugnación por la cual se emitió
el Auto de 08 de enero de 2013 cursante a fs. 41 y vta., que rechazó el recurso de
reposición, siendo recurrida esta última Resolución mediante recurso de apelación
conforme se evidencia a fs. 43 y vta., emitiéndose en consecuencia el Auto de Vista
Nº 23/2013 que rechazo el recurso de apelación y confirmo el auto apelado de fs.
41 y vta., que rechazó el recurso de reposición; Resolución de segunda instancia
que fue recurrida en casación y es objeto del presente análisis.

De dicho antecedente, se puede apreciar que el auto recurrido en apelación no es


el Auto que determinó la perención de instancia, sino, que fue recurrido en
apelación el auto de 8 de enero de 2013 que rechazó el recurso de reposición
planteado por el ahora recurrente, razón por la que el fundamento del Tribunal de
Alzada se basó en el análisis legal de la impugnación efectuada a través del recurso
de reposición; en consecuencia se tiene que el Auto de Vista analizó la
impugnación de un auto interlocutorio simple que fue concedido en el efecto
devolutivo conforme se evidencia en el auto de concesión del recurso de apelación
de fs. 48; motivo que decanta en la improcedencia del recurso de casación, por no
tratarse de un auto definitivo conforme se tiene desarrollado en el punto III.2 y III.3
de la doctrina aplicable; siendo aplicable al caso el art. 251.I del Código de
Procedimiento Civil, que dispone sobre la procedencia del recurso de casación para
invalidar sentencias y autos definitivos y en el caso presente no se recurrió contra
el auto definitivo que sería la perención de instancia, sino contra el auto que
rechazo el recurso de reposición; siendo los arts. 251 y 255 del Código de
Procedimiento Civil (aplicables al caso por la fecha de interposición de los recursos)
las normas que señalan de manera expresa contra qué tipo de resoluciones procede
la casación, no pudiendo habilitar su procedencia contra otro género de
resoluciones distintas a las que se encuentran especificadas dentro del catálogo
señalado en el art. 255 del Código de Procedimiento Civil.

Por lo manifestado, corresponde a este Tribunal resolver conforme señala el art.


220.I num. 4) del Código Procesal Civil.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado
Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42 num. 1) de la Ley
del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en aplicación de los art. 220.I num.
4) del Código de Procesal Civil, declara IMPROCEDENTE el recurso de casación
cursante de fs. 68 a 69 vta., interpuesto por Pedro Moreno Aguilar contra el Auto
de Vista Nº 23/2013 de 15 de julio, cursante de fs. 58 a 59. Con costas y costos.

Se regula honorario profesional en la suma de Bs. 1.000.-

Regístrese, comuníquese y devuélvase.

Relatora: Mgda. Rita Susana Nava Durán.

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