El grito ha acompañado al ser humano desde los inicios, era
usado en los combates cuerpo a cuerpo, en la cacería, realizando algún trabajo duro o en los diversos juegos. Generalmente cuando se requiere esfuerzo humano, ya que se utiliza para liberar energía. Pero tanto los humanos como los animales lo usamos, para diferentes actividades. Los animales usan el grito como modo de comunicación o alerta, siendo este un factor importante en la supervivencia de este.
En Corea la palabra Kihap literalmente significa “armonizar
con la fuerza de vida universal” “ser uno con el universo”. Es el medio de coordinación de nuestras acciones con el flujo de energías de los cuales formamos partes. De este modo cuando ejecutas el movimiento y lo acompañas con el grito, no solo se está tratando de un ruido, sino de expresar y realizar una descarga de tu energía. La energia no es tanto fuerza bruta como podría pensarse sino un razonamiento convertido en fuerza inteligente; la razón y la acción deben ir juntos. Un movimiento escaso o falto de energia cuando no se emite el grito o kiap es un movimiento sin energia el cual no coopera en nada consigo mismo, por lo tanto eso nos hara dudar y ocasionara que nos equivoquemos una y otra vez; por eso, nunca se adquirirá la confianza en uno mismo ni la fe en los resultados de sus acciones. La ayuda ergo génica
Del griego ergón que significa trabajo teóricamente permiten
al individuo realizar más trabajo físico del que sería posible sin ellas. Es decir que el grito mejora el rendimiento a través de la producción de energía.
Cuando se realiza un movimiento con el que se quiere
transmitir fuerza es necesario orientar la energía de todo nuestro cuerpo y focalizarla en nuestro objetivo. El grito nos permitirá liberar de forma explosiva toda esa energía a través de una espiración rápida y potente en el preciso momento de finalizar la ejecución o golpear.
Fisiológicamente
Una de las funciones del grito es ayudar a regular la
respiración. El grito es una contracción del diafragma que concentra el aire bajo el abdomen con la cual, en un ataque o defensa particularmente intensos, expulsamos violentamente el aire retenido en los pulmones, produciendo en ese instante un grito profundo. Cuando realizamos un golpe de puño o una patada, o bloqueamos un golpe, se libre energía típicamente como una exhalación de nuestros pulmones. Esta exhalación de aire coordinada con la tensión muscular del cuerpo y la garganta, crea el profundo y ruidoso gruñido del verdadero Kihap. Psicológicamente
El grito nos da la posibilidad de concentrar nuestra energía
mental en cualquier acción que vayamos a ejercer, y nos ayuda a vencer emociones como el miedo, la ira, la ansiedad, y ayuda a auto motivarnos, tiene una función de catarsis, canalizando la energía. Funcionamientos externos del grito
Nos sirve para:
Atemorizar al oponente: El grito debe causar
intimidación, tiene varios objetivos como, desconcentrar al adversario, confundirlo con los amagues, al gritar y ejecutar una técnica conseguimos en el oponente un choque emotivo que se traduce en el cierre momentáneo de los ojos, taquicardia y descenso de la presión arterial, dejándolo ofuscado, dificultándole así su respuesta.
Expresar confianza: No es de sorprenderse que los
practicantes nuevos sientan vergüenza al gritar o les cueste más, el grito expresa confianza y según la persona y la personalidad va evolucionando, en los alumnos algo más avanzados, que controlan mejor su respiración ya van dominando los principios de relajación-contracción, su grito es mucho más natural y no tan forzado.
Grito en ataque y defensa: El grito marcial debe ser corto,
seco, intenso y grave, es el más utilizado en poomsae, por ejemplo, donde el grito por exigencia debe ser coordinado con el movimiento, de una sola vocal y aplicado solo en partes determinadas, en competencias debe ser ejecutado a la perfección en combinación con el movimiento dado que, si se prolonga hasta el próximo paso o es muy largo, podría ser considerado una falta y restarte puntaje. Grito de competencia: Son aquellos gritos generalmente de júbilo, victoria, de confianza en nosotros y también de desmoralización hacia el contrario cuando conectamos el punto, muchos lo utilizaban antes hasta para intentar engañar a los jueces sobre si la patada habría entrado o no, lo cierto es que siempre será más emocionante un combate donde hay una guerra de patadas y gritos, que un aburrido y monótono combate en mudo.
Conclusiones:
Realizar un grito al ejecutar golpes, patadas y defensas nos
ayuda a controlar el ritmo de nuestra respiración a lo largo de los movimientos así como generarlos con mayor fuerza y potencia.
El grito requiere una conexión que va desde la simple toma de
oxigeno, en la que también se adoptan las posiciones previas a la ejecución (preparación) hasta la propia realización del grito, en la que se expulsa el aire (dióxido de carbono) en sincronía con la ejecución del movimiento objetivo.
En la fase intermedia, entre la preparación y la ejecución, el
grito también implica el reclutamiento de los músculos del abdomen, que a su vez propician una mayor estabilidad y que repercute en la eficiencia de los demás músculos y articulaciones involucrados ejecutantes del propio movimiento. Se ha referido al grito como una expresión y proyección de nuestra energía, y no un simple adorno, sino una herramienta necesaria para mejorar nuestras ejecuciones.